“LA HERENCIA”.
CAPÍTULO SIETE.
__Adelante. Estás en tu casa
Con inseguridad, Pedro entró.
Tanto lujo lo apabullaba. Una vez dentro, Guillermo cerró la puerta del
apartamento y encendió las luces. Al iluminarse la instancia, Pedro suspiró, ya
estaba allí, ya no había camino de regreso, aunque Guillermo fuera… su jefe,
aunque sus mundos… fuesen opuestos.
Bs. As.
Domingo, 08 de octubre de 2017.
Cien sonetos de amor.
Soneto XI.
“Tengo hambre de tu boca, de tu voz, de tu pelo
y por las calles voy sin nutrirme, callado,
no me sostiene el pan, el alba me desquicia,
busco el sonido líquido de tus pies en el día.
y por las calles voy sin nutrirme, callado,
no me sostiene el pan, el alba me desquicia,
busco el sonido líquido de tus pies en el día.
Estoy hambriento de tu risa resbalada,
de tus manos color de furioso granero,
tengo hambre de la pálida piedra de tus uñas,
quiero comer tu piel como una intacta almendra.
de tus manos color de furioso granero,
tengo hambre de la pálida piedra de tus uñas,
quiero comer tu piel como una intacta almendra.
Quiero comer el rayo quemado en tu hermosura,
la nariz soberana del arrogante rostro,
quiero comer la sombra fugaz de tus pestañas
la nariz soberana del arrogante rostro,
quiero comer la sombra fugaz de tus pestañas
y hambriento vengo y voy olfateando el crepúsculo
buscándote, buscando tu corazón caliente
como un puma en la soledad de Quitratúe”.
buscándote, buscando tu corazón caliente
como un puma en la soledad de Quitratúe”.
*Pablo Neruda.
“El amor hace posible la paradoja de dos que se vuelvan
uno, sin
dejar de ser dos”. Erich Fromm.
dejar de ser dos”. Erich Fromm.
"El más terrible de todos los sentimientos es el
sentimiento de tener
la esperanza muerta." Federico García Lorca.
la esperanza muerta." Federico García Lorca.
"Lo único que me duele de morir es que no sea de
amor."
Gabriel García Márquez.
Gabriel García Márquez.
__Ven conmigo __pidió Guillermo tomándole la mano de
nuevo. Lo condujo hasta un amplio salón de suelos de madera oscura. Una vez
allí lo soltó y se dirigió hacia un mueble bar.
__ ¿Qué quieres beber? __preguntó.
__Lo mismo que tú _respondió con la boca seca.
Guillermo sonrió. Se preparó un whisky para él y a Pedro
le sirvió una gaseosa como tantas veces vio que tomaba con los amigos. Sin duda
Pedro agradecería más aquella bebida. Mientras miraba con curiosidad todo
alrededor, Guillermo lo observaba con disimulo.
Aquel lugar era impresionante y aunque, la decoración no
le resultaba totalmente de su agrado, no le cupo duda de que aquellos muebles
eran antigüedades.
Guillermo se acercó y le entregó el vaso con el oscuro líquido chispeante.
__ ¿Estás asustado? __le preguntó mirándolo profundamente
a los ojos al verlo tan callado. Pedro negó con la cabeza asombrado con la
pregunta__. Te hubiera hecho el amor el
día que te vi en el bar, quizás antes. Te hubiera hecho el amor en mi despacho.
Te hubiera hecho el amor sobre cualquiera de las mesas del restaurante. Te
hubiera hecho el amor en el ascensor. Hubiera querido apagar mi fuego en tus
entrañas seducido por tu belleza, por tus laderas y contornos perfectos, por el
rostro que me adula y me pierde, transitar cada sendero y cada hondonada con
mis manos sin dejar sitio oculto a mis yemas. Hubiera querido aplacar mis
ansias en tus anhelos, correr los celajes inundando de miel cada uno de tus
poros, creando conciertos entre mis susurros y tus gemidos. En el cielo se aman las estrellas a
distancia, el sol y la luna en cada eclipse con la pasión de amantes en las
entregas sin dudas. En la tierra en mi vida los hombres entre ellos, corazón a
corazón en un latir con mieles acariciando almas, deseos amando por sobre la
razón y dando placer a quien en verdad aman.
Somos deudores buscadores de fulgores y pasiones, ojos
que contemplar sudores, labios que palpan deseos, olfatos que saborean cada
nota de aromas, pudores, acertijos de olores, rubores con delicias y sin
temores ni rencores, adicción a mil razones, amores, provocando corazones.
Destino, un mismo camino, somos sentir como expresión de vivir con sentido, tus deseos son tener tus labios en mí, mi camino es tu destino, mis deseos estar con vos, están con vos, hoy solo con vos. Sos liviandad divina en derroche anidando secretos en el día y en la noche, bullicio de olores, susurros de amor. Te…
Destino, un mismo camino, somos sentir como expresión de vivir con sentido, tus deseos son tener tus labios en mí, mi camino es tu destino, mis deseos estar con vos, están con vos, hoy solo con vos. Sos liviandad divina en derroche anidando secretos en el día y en la noche, bullicio de olores, susurros de amor. Te…
Pedro lo detuvo colocándole los dedos en los labios.
__ ¿Sabe tu hijo que tienes este sitio? __indagó más allá
por primera vez.
__No. Mi hijo no sabe ni siquiera que soy gay, no hablo
de mi intimidad, es un derecho que me asiste.
__Pero, te divorciaste de la madre, ella lo supo,
supongo.
__Sí, Pedro, Ana lo supo pero mi hijo no. Nunca me
enamoré y no vi motivo alguno para decirle quién soy, tampoco acostumbro a
decir cosas como hace dos minutos a vos.
De hecho… con otros no he hablado, los he usado, hasta he mentido con mi
identidad, y luego de cada cita, de sexo si más he quedado tan vacío y solo
como ha sido toda mi existencia.
Silencia mis lamentos en estas palabras muertas, que son suspiros sin
destino, perlas salinas impregnándose en mi rostro, vacíos que se tiñen en mi
camino y divagando por esa vereda del olvido. Ellos hoy son el eco silente en
mis adentros, antes resonante y danzante en latidos, siendo tu amor el canto
armonioso que va encendiendo la esencia que hoy se iba extinguiendo y sin rumbo
fijo, sembrando solo heridas por mi sin razón y haciendo desangrar a mi
aprisionado corazón.
Deshojando mi fragilidad, cual pétalo de un rosal,
dejando solo sus espinas que se funden en el cruel dolor y ansiedad con tu ausencia nublaste la claridad de mis
pensamientos, ocasos que son mi desesperanza
y anidaron dentro de mi alma destellos de tristeza y nostalgia. Por ello
te he seguido a todas partes, Pedro, no puedo estar lejos de vos, me falta el
aire si no respiro el mismo, no veo más que sombras si no descubro el horizonte desde tus ojos.
Cuando dejo de verte
lanzo solo palabras muertas que gritan a mi alma y a mi mente llevando
mi mirada al firmamento que alguna vez fue nuestro, llamando desencantos y suspiros que se calan
en mi voz entrecortada buscando la paz y el descanso que necesita mi corazón
herido que quizá te ama.
Esencia que se va
abriendo paso en los inciertos, extrañando ese calor que me da el abrigo
de tu ser, consumiéndose en el frío indolente de tu ausencia, que sembraría la
llama perpetua de tu desamor. Palabras inertes que estremecen como las melodías
que hoy son acordes de mi corazón, sinfonías que puedes escribir en los
recónditos espacios de mi alma, donde un día quizá vos y yo podamos jurarnos
eternidad ante el que llaman Creador en el que nunca creí.
Yo sin vos solo fui un vuelo de lágrimas de corazones,
solo el sosiego de mi esperanza está en el roce acallado de tu alma, tus iris
dulce cielo de perlas encendidas roza mi alma.
Suspiros que desde mi tibieza me llevan al galáctico
mundo de tus estrellas, manantial de mi universo, lujuria de nuestro eterno,
donde mis párpados como cortinas pecan al único deseo de tus labios.
Nos acostumbramos a olvidarnos del sol que nos rozaba,
nos acostumbramos a olvidarnos del aire en los labios, nos acostumbramos a
olvidarnos de la amplitud en la mirada, nos acostumbramos a besarnos sin
preguntarnos.
Nos perdimos de vivir mientras nuestros labios vivían
juntos, más solo la muerte está tan segura de su victoria que nos da toda una
vida de ventaja, nos perdimos, nos perdimos amándonos entre suaves suspiros.
Yo sin vos solo fui más que una vela en un mástil, en
vuelo de briza caliente, un aire en la playa, hoy las lágrimas volaron, los
besos húmedos llegaron, la música de tus labios sosegaron mi calma, hoy soy un
hombre entero desde que tu mirada calmó a mi naciente, hoy a tu lado por fin
soy hombre.
__ Así te quiero…
mío, simplemente mío sin pensar en mañana porque sé que somos de mundos opuestos. Más te quiero sin
fecha de caducidad y sin horario, sin recuerdos de otro pasado, sin miedos, sin
límites, entregado por completo a este loco corazón que
te piensa por cada rincón.
te piensa por cada rincón.
Te quiero mío, tan solo mío, que todo el mundo sepa que
usted me pertenece, poder gritarle a todos que tan solo somos un corazón en dos
cuerpos, gritar al mundo entero que nos amamos, que no somos nuestros solo por
instantes, que lo nuestro no es de un rato, no es algo pasajero sino que es un
proyecto de vida soñado, planeado y que será eterno pero quizás eso sea
imposible.
Así eres mío, desde que tus ojos se clavaron en los míos
y tus finas manos acariciaron mi cuerpo, ahí me entregué a ti por completo, me
puse a merced de tus besos y tus sueños se convirtieron en mis sueños, desde
ese instante fuiste mío porque así te siento. Así te quiero porque así te
pertenezco.
__Quisiera hacerte el amor de la manera más hermosa,
profunda y sincera, déjame hacerte el amor en palabras primero, en miradas de
amor y en besos, que mis palabras hablen
de mi boca a tu boca, que no dejen de besarte, déjame amarte de la manera más
bella y quedar inmortal en cada una de mis palabras escritas en tus labios,
déjame que mi corazón viva con alegría, déjame que le grite al universo silente
que te amo con locura, déjame besarte en mis sueños, déjame secar
mis lágrimas en la brisa cálida, que la marea moje mis pies desnudos, que
mis huellas marquen de nuevo destino, déjame solo besarte, déjame dormir en tu
pecho como un niño asustado, que tus latidos me calmen, que tu aroma me llene,
déjame abrazar este sueño, déjame volver a hacerte el amor aunque solo sea en
sueños.
__No hables más y házmelo.
Encantado con aquella invitación, Guillermo lo acercó a
su cuerpo y lo besó con tal ardor, exaltación y fogosidad, que esta vez Pedro sí que se asustó, y
pensando que las piernas dejarían de sostenerlo en el resbaladizo paseo de
labios contra labios, dejó el vaso que tenía en las manos sobre la mesita. Se
entregó entreabriendo los suyos, la lengua se escurrió a la línea de los
dientes, esperando el permiso para asirse con el resto de la boca, bebiendo al
paso elixires de dioses, alientos, suspiros y muriendo sin aire.
Guillermo, consumido por la excitación, tomó con mimo y
delirio aquellos deseados labios, esa boca que lo llevaba volviendo loco
durante demasiadas noches y lo disfrutó. Lo devoró con ansia, con ambición de
una vida, con propiedad, mientras sentía cómo Pedro le quitaba el saco y,
cuando este cayó al suelo, le exigió en los labios.
__Ni se te ocurra agacharte a recogerlo.
Oírle decir aquello le hizo sonreír y, apretando sus
manos en aquel duro y formado montículo
trasero, supo que deseaba hundirse en él y besarlo por entero.
__Solo quiero darte placer, Pedro, hoy solo eso.
__ Y yo, recibirlo
y aprender a darte más. Eres azúcar y sal en mi boca, eres pasión y fuego en mi
cuerpo, eres burbuja que explotas en mis labios, hombre titánico que me
descontrolas, contigo me enganché al beso bello, a la lujuria rápida, me
descontrolas cada vez que te veo, tiemblo en deseos, hombre enigmático que seduces mis noches, eres quien convierte
mis sueños en deseos, el que abre mi pecho,
el que hincha mi alma, no me hace falta tenerte a mi lado para verte en
mi alma.
Eres el hombre que
posee el don de la lujuria en tus besos, el que trae luz en su alma, aliento en
sus ojos, artesano en darme la felicidad eterna, la felicidad más bella,
eres el único al que dejo que me muerda la boca. Cómo poder darle nombre a lo que
siento por ti si eres azúcar y sal en mi boca, boca de deseo y lujuria por tus
besos más íntimos, solo un cobarde cerraría los ojos para no verte, solo un
cobarde no saciaría tus deseos, solo un necio no se daría cuenta que eres un
cielo, vuela a mi lado y bésame, solo bésame y deja que saboree la dulce sal de
tu boca.
No hay nada más bueno que tus manos cuando recorren mi
cuerpo, eres ese hombre que siempre soñé, que siempre me humedecía estando
dormido, en mis sueños recorrías mi cuerpo rozando con tu lengua todo mi mapa,
despacio me ibas besando con la ternura que tú solo sabes, como un hombre desea
de su hombre.
No quiero despertar de este sueño, me decía cada día
mientras en mis sueños mojaba mis muslos, solo mis sábanas eran partícipes de
la lujuria de mis sueños, del deseo de sentirte dentro de mí mientras tus manos volaban mi pista, mientras
tu boca mordía mis pezones duros hasta que mis gemidos se escapaban como
mariposas que vuelan.
Ahora mis sueños ya no son sueños, ahora te encontré sin
buscarte, ahora tengo al hombre que deseo, me besas sin pedirte tu boca, me
tocas como nadie antes me había tocado, me excitas a cada momento, lo sabes y
en cualquier lugar paramos y me rozas con tus dedos, dedos que llevas a tu boca
como regalo de mi néctar sagrado.
Cómo me gustas, cómo mojas mis sueños ahora despierto,
tócame, no dejes de jugar con tus dedos dentro de mis sueños despiertos,
tócame, no pares que tú sí que sabes hacer que vuele, no pares que mi deseo te
desea, es el tuyo es lo mismo, no pares
que sin tus manos muero, tócame, tócame que mi lava explota en mis entrañas y
brota por mi fuente, tócame siempre
donde tú quieras, eres mi único sueño,
único hombre que despertó mis sueños.
__Quisiera que sepas que ya me es imposible parar de
mirarte en mis recuerdos, ya no puedo contener el deseo que tengo de querer
besarte a cada momento, el no poder aguantarme las ganas me está matando, es
como beber de tus labios agua de sal de mar, a más besos más ganas de vos, a
más besos, más sed de tus propios besos, no dejo de soñar que me deslizo entre
las curvas de tus labios, que me arropo en ellos como un niño con frío, sueño
en despertar en esa delicia que tienes por boca y besarte eternamente.
Espero que puedas perdonarme, que dentro de mi franqueza, mi atrevimiento y tal vez falta de respeto, sepas que lo único que tengo son buenas intenciones, que mi amor es verdadero.
La verdad es, que me traes como loco, me fascinas tanto, tanto, que las noches en mí son un verdadero calvario, soñarte y no tenerte, seguramente todo es culpa de esta mente mía, maquiavélica, lujuriosa, perversa a ratos que me pone a imaginarte, a fantasear cómo poco a poco te desvisto hasta despojarte completamente de tu ropa, deseando hacerte mío, deseándote poseerte despiadadamente, a mi antojo.
Tal vez, después de esto, no quieras saber más de mí, tal vez, pienses que soy un pobre diablo o un infeliz más con una mente podrida, dañada y sin remedio, tal vez, tengas razón, tal vez, solo soy un pervertido, que no sabe cómo contenerse ni refrenarse, o tal vez no entiendas lo importante que sos en mi vida.
Te confieso que yo nunca había sentido lo que siento por vos, por eso, por eso no puedo dejar de pensar en las curvas de tus labios, en fundirme en tus besos, en arroparme en la comisura y vivir en ellos un eterno.
Espero que puedas perdonarme, que dentro de mi franqueza, mi atrevimiento y tal vez falta de respeto, sepas que lo único que tengo son buenas intenciones, que mi amor es verdadero.
La verdad es, que me traes como loco, me fascinas tanto, tanto, que las noches en mí son un verdadero calvario, soñarte y no tenerte, seguramente todo es culpa de esta mente mía, maquiavélica, lujuriosa, perversa a ratos que me pone a imaginarte, a fantasear cómo poco a poco te desvisto hasta despojarte completamente de tu ropa, deseando hacerte mío, deseándote poseerte despiadadamente, a mi antojo.
Tal vez, después de esto, no quieras saber más de mí, tal vez, pienses que soy un pobre diablo o un infeliz más con una mente podrida, dañada y sin remedio, tal vez, tengas razón, tal vez, solo soy un pervertido, que no sabe cómo contenerse ni refrenarse, o tal vez no entiendas lo importante que sos en mi vida.
Te confieso que yo nunca había sentido lo que siento por vos, por eso, por eso no puedo dejar de pensar en las curvas de tus labios, en fundirme en tus besos, en arroparme en la comisura y vivir en ellos un eterno.
Guillermo susurró incoherencias que manaron como notas
escarchadas por el frío de años de ausencia, como maleta vieja guarda recuerdos
que ya no dicen nada, suspiros ahogados escaparon de la boca cerrada, besos,
besos guardados de Pedro para
devolverlos a esa boca.
Agua de lluvia que mojaba sus labios, gotas que rodaban por las comisuras, gotas que sus labios deseaban atrapar a besos que mordieran despacio, a suspiritos que erizaran los poros, a piel sobre mi piel y cerrar los ojos.
Deseos de este hombre, deseos de tenerlo sentado sobre él, mirándolo a los ojos mientras sus caderas comenzaban el baile, despacio, mirándose, mordiéndose uno al otro los labios, regalando gemidos, deseos, solo deseos de que esa boca besara sus labios y poseer a la rosa oculta en un túnel, la más bella sin ser dañado por las espinas.
Agua de lluvia que mojaba sus labios, gotas que rodaban por las comisuras, gotas que sus labios deseaban atrapar a besos que mordieran despacio, a suspiritos que erizaran los poros, a piel sobre mi piel y cerrar los ojos.
Deseos de este hombre, deseos de tenerlo sentado sobre él, mirándolo a los ojos mientras sus caderas comenzaban el baile, despacio, mirándose, mordiéndose uno al otro los labios, regalando gemidos, deseos, solo deseos de que esa boca besara sus labios y poseer a la rosa oculta en un túnel, la más bella sin ser dañado por las espinas.
__Hoy desempolvo de tiempos pasados mi vieja maleta, hoy
la limpio de mis viejos recuerdos que ya no me dicen nada, hoy solo espero
encontrarte y llenarla de tus besos para nunca más sentirme solo, eres mi sueño
encontrado, el deseo esperado, eres la esperanza de este hombre que te ama,
eres la única boca que mis besos desean.
Encantado por la magia de las palabras, Pedro, tras
desabrocharse los botones de la camisa y del jean que llevaba dejó caer las prendas olvidadas frente a
Guillermo, quedando vestido solo con el bóxer, y las botas.
__Sos precioso.
Pedro sonrió y con delicadeza le quitó la corbata, se la
ató a su cintura y susurró:
__Quizá la use para atarte mientras te hago el amor.
Enloquecido por la propuesta Guillermo suspiró y Pedro se
derritió.
__Se descubre el velo ante mis ojos, se desnuda el
deseo ante los tuyos.
En tu piel dibujo mil caricias con el lento paseo de mi mirar.
Y vienes a mí con el tacto encendido estremeciendo hasta el silencio de la noche y se hace eco entre tu cuerpo y el mío, mientras bebemos del elixir que provocan los suspiros.
Y me dejas rendido en tu regazo, cobijándonos con la dulzura de este, nuestro amor. Amar se siente, se ve en la mirada, se respira. Se ama intensamente o no se ama. Pero ni hay un segundo y valen más mil años. El Amor se sabe y mi alma te ama. A ti amor mío, te amo a ti.
En tu piel dibujo mil caricias con el lento paseo de mi mirar.
Y vienes a mí con el tacto encendido estremeciendo hasta el silencio de la noche y se hace eco entre tu cuerpo y el mío, mientras bebemos del elixir que provocan los suspiros.
Y me dejas rendido en tu regazo, cobijándonos con la dulzura de este, nuestro amor. Amar se siente, se ve en la mirada, se respira. Se ama intensamente o no se ama. Pero ni hay un segundo y valen más mil años. El Amor se sabe y mi alma te ama. A ti amor mío, te amo a ti.
¿Te gusta lo que
ves? __preguntó Pedro sin dejar de quemarlo con la mirada mientras iba
deslizando la única prenda que quedaba.
Lo recorrió con una mirada morbosa y plagada de lujuria,
y afirmó mirando sus erectos pezones.
__Mucho.
Acalorado por el descaro que aquel joven le mostraba en
todo lo referente a sexo sonrió y, dejándose de remilgos, lo miró y murmuró
mientras agarraba la corbata que él tenía atada a la cintura.
__Ven aquí cielito.
Se acercó mimoso, y cuando Guillermo lo tomó por las
nalgas y lo apretó intentando moldearlo como arcilla entre sus manos, Pedro
hiperventiló al oírle decir mientras le chupaba el lóbulo de la oreja paseando
a lamer el hueco sensible de abajo.
__Soy casi veinte años más grande que vos, pero el
influjo que ejerces sobre mí no lo logró nadie. Y te juro que nunca me gustaron
los muy jóvenes que es lo que dice siempre mi
hermanastro, por el contrario, me hice hombre con un par de mi edad,
pero nadie como vos a tu edad ha derribado mis defensas para volverme loco como
nunca antes un hombre lo había conseguido: Llegados a ese momento en el que
ambos deseamos continuar pese a todo, deseo decirte que en temas de sexo soy
muy impulsivo, ardiente y apasionado, y no el hombre reservado que conoces.
¿Entiendes lo que digo?
Excitado por sus palabras y por lo que a través de ellas
podía intuir, lo miró, y sin querer
entender a qué se refería, negó con la cabeza.
__Hablo de que me gusta disfrutar al máximo del sexo
__añadió__. Hablo de que no habrá barreras para que vos y yo alcancemos el
máximo disfrute. Hablo de que te haré gozar de mil y una maneras, pero a cambio
espero que vos también me hagas disfrutar a mí.
Casi sin respiración, asintió y se percató de que por
primera vez en la vida iba a estar con un hombre. Guillermo, con gesto serio y
morboso, lo miró: Lo tomó de la mano y metiéndola junto a la él en el interior
del bóxer, murmuró lentamente mientras lo tocaba y lo incitaba a tocarse.
__Soy exigente y muy posesivo con lo que deseo.
Amorcito nuestras
pasiones dejarán atrás búsquedas olvidadas.
Serás mío entre grises martirios de esperas y dulces lujurias consentidas, haré del silencio horas lentas, entre latidos y dulces arrebatos.
Serás mío entre grises martirios de esperas y dulces lujurias consentidas, haré del silencio horas lentas, entre latidos y dulces arrebatos.
Desnúdate despacio y deja que mis pupilas miren tus laderas, llanos y montañas.
Tengo celos hasta del espejo, que con desparpajo te contempla desnudo, porque te quiero solo mío, rotas todas mis quimeras y mi esperanza muda.
Tengo celos hasta del espejo, que con desparpajo te contempla desnudo, porque te quiero solo mío, rotas todas mis quimeras y mi esperanza muda.
El embrujo de la piel de tu cuerpo se aposenta sobre el
mío. Tu boca húmeda recorre mi pecho y mi vientre como mariposa en vuelo hasta
las regiones donde habitan las lujurias y mis esencias en revuelo.
Tus gemidos dulces habitan en el gozo de los silencios
tibios. Voy a ser el diablo mismo, y quemarte con mis fuegos cuando te haga mío
recorriendo dulcemente la tibia ruta del túnel de tu ser, en una total herejía.
Espérame amorcito, gocemos juntos el éxtasis de la vida.
Ente los
movimientos apresurados de la pasión pura de nuestros cuerpos y permanecer
temblando entre tus piernas, robando la vida… de tu aliento. Dejaré los bordes
del silencio, y seré pasajero de otra historia.
De un amor que será dulce, entre el largo y dormido letargo de mis penas la pasión florecerá en nuestras vidas con aromas de capullos.
De un amor que será dulce, entre el largo y dormido letargo de mis penas la pasión florecerá en nuestras vidas con aromas de capullos.
Las penumbras impregnadas de tu esencia vencerán todas
las esperas.
Quedará grabado tu aroma en la seda blanca donde reviven los amores y viviremos con amor la dicha inesperada, sembrando pasión.
Quedará grabado tu aroma en la seda blanca donde reviven los amores y viviremos con amor la dicha inesperada, sembrando pasión.
Somos peregrinos de los caminos de la pasión pura y
desatada. Dejemos atrás los senderos de
penumbras grises, enigmas y misterios susurrando amor y pasión, soñando
enamorados en tiempos de ensueños. Reposar en tu regazo es sentir un jardín y
un cielo de crepúsculos.
Vacío mi boca de tu pecho, descanso la pasión en tu deseo, en mi morada te espero tras recorrer la tuya mientras los pétalos de tus manos tibias, juegan, lujuriosos y enamorados.
Vacío mi boca de tu pecho, descanso la pasión en tu deseo, en mi morada te espero tras recorrer la tuya mientras los pétalos de tus manos tibias, juegan, lujuriosos y enamorados.
Ser feliz en el amor,
es el resultado de vivir y amar, intensamente.
__Con tus delicias conjugas mis ganas, con tus
ardientes deseos, con premura invades todos mis anhelos, tu aliento sobre mi
piel sumerges con tu pasión, mordisqueas mis botones y besas mi
candor. Al oír tu voz mis fibras palpitan, cuando tus labios me acarician,
mi esencia y tu instinto vibran, tus malicias se adhieren, brotan las
fantasías, tu caramelo y mi ambrosía hierven en conexión. Amoroso llegas
a mis adentros con tu fuego, me elevas aún más alto que el cielo,
maniobras con destreza el acople del sitio donde se unen los
amantes, allí como un nudo quedamos radiantes, de cuerpo y alma mojados, con
este amor que nos trastorna, que nos sofoca, cuando nos amamos.
__Espera.
Guillermo incitó a Pedro a masturbarse frente y
acompañado por él y cuando el rostro de Pedro estuvo rojo de pudor le pidió
mirándolo a los ojos, que le diera la mano, chupó cada dedo, y una vez que se
hubo relamido, habló:
__Me moría de deseo por saborearte, sin límites, lo
quiero todo de vos, de todas las maneras.
Hechizado y encendido por aquel acto y por el poder que
por de pronto Guillermo parecía tener sobre él, sin apenas moverse, notó, cómo
él, aún vestido, le bajaba el bóxer. Una vez se lo hubo quitado, lo miró a los
ojos mientras su mano paseaba ahora por su virilidad húmeda con total
tranquilidad.
__En mi vida diaria puedo ser muy anodino como pensaste
al conocerme y aburrido, abogado u hombre de negocios que pasa desapercibido
__murmuró con voz ronca__. Pero en el
sexo, el disfrute y el placer, te aseguro que soy todo lo contrario. Pero no temas,
Pedro, nunca haré nada que vos previamente no me hayas autorizado. No me excita
el dolor. Me excitan la complacencia y el deleite.
¿Vos deseas eso también?
Agitado por lo que escuchaba y por lo que le hacía
sentir, Pedro abrió la boca y se la ofreció junto al resto de su cuerpo.
Guillermo, sin dudarlo aceptó aquel ofrecimiento tan lleno de deseo.
En el silencio de la casa, lo besó con gusto mientras las
impacientes manos de Pedro le desabotonaban la camisa, esta cayó al suelo y
posteriormente le desabrochó y quitó los pantalones y bóxer.
Cuando Guillermo quedó desnudo ante él, con una
cautivadora sonrisa, lo miró, y le preguntó como había hecho Pedro
anteriormente:
__ ¿Te gusta lo que ves? __preguntó sin dejar de mirarlo.
Aquella chulería tan poco propia de él, lo hizo sonreír y
más cuando le oyó decir mientras Pedro le agarraba su umbría, con seguridad
para tocársela:
__Te haré gritar mi nombre de placer, Pedro.
Con la boca seca por el deseo, cuando tocó aquel enorme
miembro, erecto y listo para él, jadeó y supo que gritaría su nombre a los
cuatro vientos.
Como un lobo hambriento, Guillermo se dejó de remilgos y,
agarrando a Pedro, lo acercó a su cuerpo, piel con piel, sudor con sudor, pelvis contra pelvis. Su fuerte virilidad
chocó contra la de Pedro y tras besarlo con fervor, lo tomó entre sus brazos, y
se lo llevó a una oscura habitación.
Al entrar, sin encender la luz, lo dejó sobre una enorme
cama y murmuró sobre su boca:
__Ahora, sin quitarte esas botas, que tanto adoras y que
tanto me excitan en estos momentos, quiero que abras las piernas y te masturbes
para mí y te lubriques, mientras me coloco un preservativo… ¿Lo harás, Pedro?
Exaltado, asintió y, bajo la atenta mirada, se abrió de piernas,
y él mismo lentamente inició las caricias,
para que Guillermo lo observara.
Acto seguido, Guillermo encendió la luz de la lamparita
de la mesilla, abrió un cajón, y sacó una caja de preservativos.
Sin quitarle los ojos de encima, regresó frente a él y,
tras coger un condón, tiró la caja sobre la cama y, mirándolo, se lo puso.
__Nuestra música serán tus jadeos y posteriormente los de
ambos. Eso es… No cierres las piernas… Así… quiero ver tu ingreso y tu
sensualidad… Sí, acaríciate… para mí, tu rostro en la cornisa del clímax es alucinante.
Excitado por sus palabras, su mirada que era palpable y
ardía, el momento, el deseo, la locura y el frenesí, prosiguió masturbándose
para él… A continuación él se agachó
ante el manjar que Pedro le ofrecía sin reparos, le sacó la mano de su umbría y
se encargó él de la succión.
Pedro fue a moverse para mirarlo, pero él dijo:
__No te muevas, quédate quieto. Abre las piernas… eso es… Bien
abiertas para mí.
Con la respiración a mil obedeció.
Guillermo y su exigente manera de hablarle en aquel
momento le estaban volviendo loco. Aquello nada tenía que ver son sus
anteriores experiencias. Aquello era morbo en estado puro.
__Sos delicioso, Pedro… delicioso __murmuró él gustoso
mientras le retorcía los pezones y posaba la boca sobre el ombligo bebiendo el
rocío que lo poblaba.
Cuando sintió cómo lo tocaba para estimularlo y con su
caliente boca besaba hacia atrás mordisqueando y lamiendo sus glúteos, Pedro jadeó
en la expectativa.
__Túmbate del todo, levanta las caderas hacia mí, ábrete
para mí y déjame hacerlo con mi boca _le pidió Guillermo.
Locura. Aquello era pura locura.
Pedro obedeció y se expuso totalmente a él. Como un
maestro, Guillermo lo chupó y succionó por delante, se centró en los puntos más
sensibles, y Pedro extasiado le agarró la cabeza y lo apretó contra él,
perdiendo la poca cordura y verguenzaque le quedaban hasta gritar su nombre y
pedirle que no parara, que continuara, previendo el ascenso, la tensión de sus
miembros, la que pugnaba por llegar a alguna parte, supo que a estallar, a
explotar, a morir por ese hombre.
Encantado de oírlo, sonrió. Lo agarró de las caderas y
moviéndolo a su antojo dentro de su boca, lo despojó de todo, quedándose todo
para él. Enloquecido por aquello, Pedro cerró los ojos y jadeó mientras se
apretaba contra él y embestía, deseoso de dar y recibir, de darse en esa boca e
inundarlo en cada átomo con su propio ser.
Con destreza y posesión, Guillermo movió su lengua sobre
aquel sensible mástil pulsátil, mientras Pedro temblaba y ascendía al infinito
volviéndose literalmente loco.
Cuando lo tuvo totalmente entregado a él, le introdujo un
dedo en su apretado esfínter. Pedro gimió de placer y abrió los ojos.
__Todo lo que me ofrezcas será mío… todo __susurró
mirándolo.
Pedro asintió. Todo… le ofrecía todo de él y anhelaba que
lo tomase.
Durante varios minutos Pedro movió sus caderas en busca
de ese desmesurado placer y Guillermo, cuando no pudo más, sacó el dedo del interior
y, acomodándose sobre sus caderas volteándolo, ya embebido en la esencia de
Pedro bebida en el primer éxtasis que le regaló, guió su duro e impaciente
miembro y, sin apartar los ojos de él, lo penetró.
Pedro se onduló y jadeó. El placer era extremo, lo tomaba
cuando aún no remitía el primer orgasmo y sus piernas mecánicamente se abrieron mientras sus músculos se
contrajeron abrazándolo para recibirlo, acogerlo, mientras se apretaba contra
él. Guillermo sonrió y, cuando sintió los tobillos de él enroscándose en sus
piernas por detrás intentando engancharse a su cuerpo, mirándolo, murmuró:
__Me gusta poseerte. ¿Te gusta a vos?
__Sí... Mucho.
Loco por su reacción, su boca y su entrega, apretándose
de nuevo contra él, salió y lo volvió a penetrar dejándose caer desde lo alto
con fuerza. Pedro gritó y él tomó sus manos, y las puso sobre la cabeza. Los jadeos y los
gemidos de ambos se mezclaron como una canción.
Una… y otra… y otra vez… se hundía en él consiguiendo que
el placer mutuo fuera increíble. Ambos jadearon. Ambos gritaban. Ambos gozaban.
Y ambos querían más… todo.
__ ¿Disfrutas?
Pedro asintió y Guillermo con fuerza, lo embistió y
sintió cómo sus músculos se contraían para recibirlo, cómo desgarraba más allá,
casi atravesándolo, impelido por ser uno, un alma, un sudor, un jadeo, un
latir, una piel, lo quería todo de Pedro, su alma, su cuerpo, meterse debajo de
la piel… ser uno. Y sabía que
estallarían pronto, que habría una detonación, sin estruendo, sin colores, sin
sonido, solo una agonía que los catapultaría al infinito en Quantum de energía,
donde morirían para renacer, y volver a comenzar, una y otra vez, supo que ya
no podría dejar de desear cada vez más
de esa cópula de ansias y deseos, que eran lo mismo, que en el uno no eran
mundos opuestos, ni existían en él
diferencias de edades, costumbres o vidas, eran lo mismo, eran uno y todo, eran
la misma esencia.
__ ¿Te gusta así? _insistió mientras lo embestía de
nuevo.
__Sí… sí…
__consiguió balbucear enloquecido.
Repetidas penetraciones que los dejaron a ambos sin
aliento se sucedieron una y otra vez, vaivenes que susurraban en pieles
fundidas palabras jamás dichas ni entendibles. El deseo era tal que el
agotamiento no podía con ellos. Aquello era fantástico y Guillermo, cambiándolo
de posición, volvió a darle lo que Pedro tanto exigía y él deseaba ofrecer.
__Guille…
__Pedro… __balbuceó el vibrando al sentirse totalmente
dentro de él.
Ambos temblaron, se tensaron, Aquello era volar en uno,
con las mismas alas, era flotar en nubes sin
mirar atrás, era elixir, era éxtasis, convulsiones que poco importaban,
eran muertes y renaceres, era la muerte y la vida con sentido, y, cuando
Guillermo tomó aire, quiso más.
__Dame tu boca.
Aquella exigencia tan cargada de morbo y deseo lo excitó
a Pedro. Él se la entregó y Guillermo lo besó y se perdió en el ósculo, tragó
sus gritos de placer mientras lo empujaba y
lo empalaba sin descanso, hasta que el clímax les llegó como un huracán
arrasador, una hoguera devastadora y ambos se dejaron llevar por la lujuria y
el rotundo placer.
Unos minutos después, y una vez que sus pulsaciones se
acompasaron, Guillermo, que se había desecho sobre la espalda, salió con
parsimonia, se dejó caer al costado, lo miró perdido.
__Ha sido increíble, Pedro.
Extasiado por cómo aquel hombre le había hecho el amor,
asintió y afirmó todavía sin resuello.
__Flipante, Guille…
Oír cómo lo llamaba por aquel diminutivo le hizo sonreír,
luego Pedro susurró:
__Eres una máquina de dar placer, Guille.
__Vos también, precioso.
Divertido, tras decir aquello soltó una risotada y
todavía con el pulso acelerado fue a hablar cuando Pedro añadió:
__Nadie… nadie me había hecho el amor así.
A Guillermo no le gustó nada pensar en otro haciéndole el
amor, y con gesto serio murmuró:
__Desafortunado comentario, Pedro.
Pedro lo miró y frunciendo el ceño, gruñó:
__ ¿Desafortunado? Pero, si hablaba de mujeres, de antes
de saber que me gustas tú, y acabo de decirte que eres increíble y un maquinote
en el sexo.
__Sobra el haber mencionado que otros te han poseído. Eso
sobra en este momento, ¿no lo entiendes?
__Es verdad, te pido disculpas, pero no me escuchaste, no
hice el amor como contigo, no fueron hombres. No hace tanto que sé que me
gustan.
Ya bueno, que no puedes ofenderte porque tú sí que los
tuviste por varios o los tienes.
Sin ganas de polemizar por aquello, finalmente Guillermo
sonrió y, hundiendo la nariz en su pelo, supo que el que tenía un pasado que a
Pedro le iba a molestar era él.
__Me gusta dominar en la cama, cielito, y luego querré
atarte las muñecas y los tobillos para hacerte mío y sentirte vibrar bajo mi
cuerpo. Y luego querré bañarte en chocolate y beberlo de cada recoveco de vos,
devorarte, morderte, beberte. ¿Te agrada la idea?
Escuchar lo que proponía y cómo lo decía lo puso a mil
por hora y asintió. Guillermo sonrió y, al ver en él un buen compañero de
juegos, lo besó, lo tomó en brazos y murmuró.
__Vamos a la ducha.
Allí, bajo el agua, Pedro se sació del elixir de la
umbría de su hombre hasta que Guillermo
lo arrinconó contra las baldosas y de nuevo le hizo el amor con posesión y
deleite. Eran dos animales sexuales y lo sabían. Lo comprobaron y lo disfrutaron,
aunque Pedro deseaba tomar el control, por esa noche no lo diría.
Así estuvieron durante horas. No hubo una sola parte de
sus cuerpos que no se besaran, que no se poseyeran, que no gozaran, hasta que a
las seis de la mañana, agotados, se durmieron uno en brazos del otro.
A las siete y tantos, Pedro despertó sobresaltado. ¿Cómo
se había quedado dormido allí?
Al mirar la hora, suspiró. Sus padres seguro que ya se
habrían levantado y lo estarían esperando preocupados en la cocina. Si hubiera
avisado, si hubiera sabido que iba a pasar la noche fuera, todos habrían estado
contentos.
Sin muchas ganas, se levantó con cuidado de no despertar
a Guillermo y buscó su ropa. Una vez vestido, lo miró.
¿Querría volver a estar con él o con aquel encuentro ya se
daba la relación por terminada?
Le hubiese encantado darle un beso de despedida pero
sabía que, si lo hacía, lo despertaría, así que se dio la vuelta, tras la
increíble noche, y se marchó.
Debía regresar a su casa o su madre comenzaría a llamar a
todos los hospitales, buscándolo.
El aire de la calle lo cacheteó con una cuota de
realidad.
¿Qué fue de la ternura de esos ojos perturbadores, algo
duros, pero a la vez ingenuos; de esa sonrisa que dibujaba tu rostro? A veces
me pregunto, si confundimos los dos las ganas, o el aceptar todo yo.
Hoy por hoy, agradezco a la vida esta noche juntos, fue y será el recuerdo que me acompaña y lo hará siempre, tu boca roja, esos aires de hombre duro y la gracia innata de ser un buen ser humano.
Tu bisexualidad, me importaba poco, solo lo que veía dentro, y pudieron más mis celos y sentido de propiedad, pero te extraño tonto cariño.
Soy una bestia, sí, lo reconozco, pero el amor lo siento, te siento. Trascendimos caminos sórdidos, profundos. No quiero recordar lo que fue este día, pero tu ternura me acariciaba, pero los celos empezaron a hacer mella.
Nunca me mentiste, pero ese "pensamiento mágico" de "yo lo cambiaré con mi amor".
No cambiarás.
No sé si tomaré el teléfono y te diré que te extraño, y estoy seguro de que tú también. Pero siento miedo que paraliza mis ganas, pienso que podrías estar con otros.
Hoy por hoy, agradezco a la vida esta noche juntos, fue y será el recuerdo que me acompaña y lo hará siempre, tu boca roja, esos aires de hombre duro y la gracia innata de ser un buen ser humano.
Tu bisexualidad, me importaba poco, solo lo que veía dentro, y pudieron más mis celos y sentido de propiedad, pero te extraño tonto cariño.
Soy una bestia, sí, lo reconozco, pero el amor lo siento, te siento. Trascendimos caminos sórdidos, profundos. No quiero recordar lo que fue este día, pero tu ternura me acariciaba, pero los celos empezaron a hacer mella.
Nunca me mentiste, pero ese "pensamiento mágico" de "yo lo cambiaré con mi amor".
No cambiarás.
No sé si tomaré el teléfono y te diré que te extraño, y estoy seguro de que tú también. Pero siento miedo que paraliza mis ganas, pienso que podrías estar con otros.
Pero a pesar de que te amo, y tú también, quizá sea bueno
un respiro; una decisión, o un hasta luego. Porque te amo en exclusiva y pensé
que nunca me molestaría, pero ya no puedo compartirte, aunque si no lo hubiese
sabido, quizá hubiese sido mejor.
Quizá sea bueno poner distancia, corro el riesgo de perder, aunque solo espero volver a ver esos hechiceros ojos, que amé sin importarme siquiera que siempre, lo compartiría con otros.
Quizá sea bueno poner distancia, corro el riesgo de perder, aunque solo espero volver a ver esos hechiceros ojos, que amé sin importarme siquiera que siempre, lo compartiría con otros.
Guille ocupas todo
mi pensamiento ¡mejor dicho no dejo de hablar contigo! No dejo de contarte mis
cosas y me acercan más a ti, aunque sé qué estarás siempre a mi lado…
cómo olvidar nuestra noche llena de suspiros.
Cómo no desear paseos por el campo buscando la sombra y
la complicidad de los árboles para besarnos, ver morir el día y
sentir que pintas mi boca como lo haces con mi alma.
No hay momentos en que no desee beber tus suspiros,
suspirar tus palabras, besarte lentamente para que el día se haga más
brillante.
En mis noches de soledad con solo pensarte noto tu presencia
en mi alma y siento el consuelo que pronto estarás de regreso, que
llenarás el vacío que me dejó el no saborear la dulzura de esos
ojos que me miran con ternura.
Regresa pronto mi amor no dejes que la
soledad sea compañera de mis
noches. Deja que acaricie tu vida y que regrese a tus besos.
Regresa pronto mi amor calma mi sed de amor.
Déjame regalarte mis… Te amo. Déjame leer en tu
corazón y sentir sus te amo... Ese latido de
dos corazones que se aman que nacieron para estar juntos. Cómo entrar en tus sueños al verte dormido y decirte te amo y darte uno y mil besos siento que hasta durmiendo deseas amarme.
dos corazones que se aman que nacieron para estar juntos. Cómo entrar en tus sueños al verte dormido y decirte te amo y darte uno y mil besos siento que hasta durmiendo deseas amarme.
Mis besos te rozan desde conocerte al pasar a tu lado, te
rozan como la brisa de verano, te tocan y se alejan efímeros como las olas del
mar azul eterno del insondable de mi alma.
Como una temblorosa lejana, casi invisible mariposa.
Mis besos a veces se alejan por los senderos de tu casa pero regresan, te persiguen, te acechan escondidos entre las flores del camino, como una alondra viajera alza su vuelo pero vuelven a tu alma soñadora, a tu primavera eterna. Mis besos viajan en tus recuerdos en tus mojadas
añoranzas. Mis besos llenos de auroras han dormido en tu piel desnuda y se han despertado en tus brazos. Mis besos como lumbres derramadas de mañanas eternas cansadas acechan en el torbellino de mi alma. En los pretiles de tu casa mojados por el rocío de noches agónicas y te esperan en los recodos solitarios de caminos olvidados.
Mis besos duermen a orillas de tu boca esperando el roce de tu brisa fresca.
Como una temblorosa lejana, casi invisible mariposa.
Mis besos a veces se alejan por los senderos de tu casa pero regresan, te persiguen, te acechan escondidos entre las flores del camino, como una alondra viajera alza su vuelo pero vuelven a tu alma soñadora, a tu primavera eterna. Mis besos viajan en tus recuerdos en tus mojadas
añoranzas. Mis besos llenos de auroras han dormido en tu piel desnuda y se han despertado en tus brazos. Mis besos como lumbres derramadas de mañanas eternas cansadas acechan en el torbellino de mi alma. En los pretiles de tu casa mojados por el rocío de noches agónicas y te esperan en los recodos solitarios de caminos olvidados.
Mis besos duermen a orillas de tu boca esperando el roce de tu brisa fresca.
Un sensible y admirable escenario existe entre el palpitar de dos almas que se hacen mensajes en la
vida de un tiempo con miradas de paz.
Te dejé una carta, Guille, si no vuelves a buscarme sabré
que la echaste a la basura, como a mis ilusiones.
___
Guillermo despertó aturdido, no recordaba dónde estaba, y
ya era el día, debería estar en el trabajo, en alguno de ellos, apenas, regresó
del baño tras mojarse la cara, entonces vio el papel.
“Guille…
Decirte te amo… eso tú ya lo sabes, lo que siento por ti es un
sentimiento tan maravilloso que no me cuesta para nada poder explicártelo, creo
que mucho ayuda el hecho de ser simple, osado, porque nunca faltarán aquellas
palabras exactas que te atraviesen el alma y que se queden impregnadas en tu
corazón.
Tú sabes muy bien que estamos conectados, aun siendo de mundos y gustos opuestos y eso hoy es tan
difícil de poder encontrar, y esa es la palabra mágica encontrar... porque yo
no te encontré ni te busqué, tú llegaste a mí en el momento preciso, en el
momento exacto y como un vendaval te quedaste, aquí y ahora yo ya no te dejaré marchar.
Escuchar tu voz y nuestras conversaciones hace que me
entregue a ti y me abandone el alma completamente del cuerpo y que atraviese
esta larga distancia y llegue hasta donde tú estás y que como una suave brisa
roce tus labios y que con un ligero calorcito sientas que te estoy abrasando
por completo.
Siempre en sueños deseé que llegara alguien que realmente me amara por lo que soy,
por lo que valgo, por lo que puedo dar, tal vez no sea un millonario pero estoy
muy convencido que para amar no se necesita el dinero, para amar se necesita
demostrarlo no importa el contexto ni el lugar en donde estemos por nuestras
múltiples obligaciones. Lo importante es hacerlo de una manera muy sincera,
aunque para muchos de los mortales ya sean mujeres u hombres el amor en estos
tiempos se ha convertido en diversión, solo sexo y hasta en un juego en donde
los sentimientos de las personas que realmente aman no interesan y son solo
para ellos un mero trofeo.
Para mí, el amor
es algo más que llevarte e irnos a la cama, es verdad que ese es el lugar de
nuestra intimidad, de nuestro momento a solas, de conocer nuestros cuerpos, de sentirnos amados y vivos, pero también para
mí el amor es un detalle no importa que tan pequeño sea este, es demostrarte
que me importas.
Hubo un momento en que me hice la siguiente pregunta ¿qué
viste en mí, qué es lo que te atrajo de mí?
Y tú me respondiste " Me devolviste la sonrisa, la ilusión y las ganas de amar... de que otro modo piensas que te diría que "estoy empezando a sentir algo por vos" y tengo miedo... pero no de vos sino de mí, porque tienes el don de reavivar lo que ya estaba muerto en las personas, es por eso que le doy gracias a Dios por la oportunidad que me dio de conocerte, reavivaste lo que creí muerto en mí... Cuando te escucho la piel se me pone apretada y siento como te dije, mariposas en el estómago. Te quiero, ahora no me da miedo decírtelo y quizás estoy enamorándome cada día más de vos y te lo niegue a muerte, no supe amar antes, no sé si pueda."
Y tú me respondiste " Me devolviste la sonrisa, la ilusión y las ganas de amar... de que otro modo piensas que te diría que "estoy empezando a sentir algo por vos" y tengo miedo... pero no de vos sino de mí, porque tienes el don de reavivar lo que ya estaba muerto en las personas, es por eso que le doy gracias a Dios por la oportunidad que me dio de conocerte, reavivaste lo que creí muerto en mí... Cuando te escucho la piel se me pone apretada y siento como te dije, mariposas en el estómago. Te quiero, ahora no me da miedo decírtelo y quizás estoy enamorándome cada día más de vos y te lo niegue a muerte, no supe amar antes, no sé si pueda."
Al leer todo lo que me escribiste me confirmaste todo lo
que quería saber... Yo haré y daré todo lo mejor de mí para que nuestro amor
cada día se fortalezca más, solo te digo algo aunque tal vez no sea necesario
decirlo pero lo haré, no me dejes solo ningún instante con este sentimiento que cada
día va creciendo... porque creo que yo
también te amo. Y no me creas si te digo que no te amo.
Jueves, 05 de octubre de 2017.
Cuando Pedro a la mañana más tarde despertó en su cama,
ya que contra todo pronóstico sus padres no lo estaban cuando llegó, lo primero
que hizo es ver si tenía alguna llamada perdida, pero no.
No la tenía.
CONTINUARÁ.
HECHOS Y PERSONAJES SON FICTICIOS.
CUALQUIER PARECIDO CON LA REALIDAD ES MERA COINCIDENCIA.
LENGUAJE ADULTO. ESCENAS EXPLÍCITAS.
Noe Hermoso
ResponderEliminarRosy A Gracias Eve, qué sorpresa, gracias, buenos días para ti.
ResponderEliminarSantiaga Gracias Eve Monica Marzetti, es hermosa.
ResponderEliminarAna María Muchas gracias a ti amiga por mimarnos y dar el capítulo, beso grande.
ResponderEliminarGladis Preciosa
ResponderEliminarVictoria Hermosa
ResponderEliminarAlvis Hermoso
ResponderEliminarRosa Que bella
ResponderEliminarPatricia Bellísimo!!!
ResponderEliminarLucero Muy bello
ResponderEliminarAlejandra Hermoso sentimiento. Gracias
ResponderEliminarSol Urvino Un despliegue de erotismo y pasion que no tiene ningun otro referente anterior, ni lo precisa. UN BESO, EVE.
ResponderEliminarVeronica Lorena Piccinino Espectacular Eve... estoy sin palabras... Juntos son dinamita pura. Siento que me enamoro junto con ellos. Gracias.
ResponderEliminarVeronica Lorena Piccinino
Veronica Lorena Piccinino Creo que se viene la separación por los últimos pensamientos de Guillermo. Una historia hermosa . gracias
Eve Monica Marzetti
EliminarAdministrador del grupo
No. No te asustes o no me des la idea Veronica Lorena Piccinino. Están en pleno enamoramiento. No creo.
Bellísima historia Eve...Tanta seducción, tanta piel, no pueden ser otra cosa más que las manifestaciones de un amor incontrolable por parte de los dos...Espero que no haya separaciones ni terceros...
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