LETRADOS.
CAPÍTULO CUARTO.
Pedro había leído muchas cosas
acerca de él, y se preguntaba si de veras sería tan fiero. En el trascurso de
la ceremonia de juramento, le pareció que era más cordero que león, pero cuando
su aroma lo envolvió, Pedro sintió que el mundo le daba vueltas, y cuando
tendió la mano para estrechársela, la electricidad del roce, los impactó por
igual, haciendo que se estremecieran de cabeza a pies.
“El amor, esa estrella de sombra infinita, aunque muera
cien veces, cien veces resucita”. José Ángel Buesa.
cien veces, cien veces resucita”. José Ángel Buesa.
__Felicitaciones, Pedro Beggio
_ casi susurró la voz profunda del Juez, mientras la mirada se clavaba en la de
su colega como si lo conociera, como si… le perteneciera.
Pedro conversó unos momentos
con él acerca del periodo que había pasado en el tribunal superior y de su
previa actuación como abogado en uno de los más conocidos bufetes de la ciudad.
Era un hombre atractivo y con una carrera interesantísima a sus espaldas a
pesar de su juventud. Pedro calculaba que tendría unos cincuenta años. Durante
mucho tiempo fue una especie de niño prodigio. Estuvo muy amable con Pedro
cuando le estrechó la mano y volvió a felicitarle antes de marcharse.
“No caben en los verbos tanto amor, tantos suspiros
guardados, tantas nostalgias, te esperé tantos años tal vez escondido de la
vida sentado a la orilla de tu ausencia, esperando que el alba me reciba. No se
puede explicar esta pasión, no hay metáforas que llenen los silencios
ni luces que iluminen mis noches más que las estrellas que una vez soñé me regalaste.
No encuentro palabras para describir qué siento cuando tus dedos desabrochan mi camisa en mi imaginación, Pedro, cuando tus labios invaden mi piel y descubren mis deseos, cuando tomas mi rostro entre tus manos mientras tus ojos escudriñan en mi alma sabiendo de mi amor sin fronteras diciendo te amo en mil besos. No puedo explicar lo que incita tu aroma en mis manos, tu pelo entre mis dedos, lo que provocas en mi alma enamorada mientras la lluvia cae y se empaña lentamente el parabrisas.
ni luces que iluminen mis noches más que las estrellas que una vez soñé me regalaste.
No encuentro palabras para describir qué siento cuando tus dedos desabrochan mi camisa en mi imaginación, Pedro, cuando tus labios invaden mi piel y descubren mis deseos, cuando tomas mi rostro entre tus manos mientras tus ojos escudriñan en mi alma sabiendo de mi amor sin fronteras diciendo te amo en mil besos. No puedo explicar lo que incita tu aroma en mis manos, tu pelo entre mis dedos, lo que provocas en mi alma enamorada mientras la lluvia cae y se empaña lentamente el parabrisas.
Tengo la boca ávida de tus labios, de esos labios de rubí, de esos labios que
son mi refugio y donde quiero perderme, que como un fuego ardiente me encienden, me incineran y me embriagan de
deseo, de esos labios que cuando se unen a los míos, besándome apasionadamente,
logran que mi cuerpo perezca extasiado en el torbellino de la pasión, por esos
labios de rojo de rubí, que son a la vez, la puerta de entrada al cielo o al
mismo infierno,
esos labios del que soy esclavo y cautivo a la vez, que se trasforman en mi fruta prohibida y mi pecado mortal, esos labios por los que muero, si no puedo tenerlos y resucito cuando logro besarlos, en sueños aún.
esos labios del que soy esclavo y cautivo a la vez, que se trasforman en mi fruta prohibida y mi pecado mortal, esos labios por los que muero, si no puedo tenerlos y resucito cuando logro besarlos, en sueños aún.
Le voy a cobrar a tus labios mis besos, esta noche me
perderé en los callejones del olvido para encontrarme con vos y espantaré el
frío que mi piel siente, esa piel vestida de amor que desea ser desnudada por
tus caricias amor, hoy amor mío he decidido volar por donde las estrellas
cantan, voy a donde me lleve el viento, me subiré al tren de ese cielo, donde me
cante el destino como lo hacías vos en nuestras noches de amor, y al tiempo,
dejándome ver que no podías amarme en libertad, y detrás de una nube de amor
abrazado a tu guitarra, me dedicabas viejas canciones que habitan en nuestra
vida llenas de nostalgias.
Seguiré amándote no es nada nuevo, he decidido seguirte, así lo quiere el destino, y así lo decidió cuando entró en mi vida sin pedir permiso y sin tener la delicadeza de preguntarme si estaba preparado para amar.
Tampoco es nada nuevo que siga esperándote, no es nada nuevo, que al cerrar mis ojos, mi piel te sienta, aunque en esta eterna condena de soledad y hastío muera, no es nada nuevo, que no pueda encontrar la belleza en nada, el vacío llena mi alma y este desasosiego atroz se regodea en mí, causándome la más intensa de las tristezas.
Amor, de tantos sueños vividos, de tantos te amo, hice este sueño donde desaté amarras para vivirlos en mi velero perdido y mecido por la melodía en este mar donde la pasión sueña tus besos.
Aquí estoy vida mía, tras el cristal de los silencios, mirando a la luna, pidiéndole que te traiga mí, como ves, sigo creando sueños de papel, en ellos te abrazo, y en tus brazos me duermo en mis sueños con vos”.
Seguiré amándote no es nada nuevo, he decidido seguirte, así lo quiere el destino, y así lo decidió cuando entró en mi vida sin pedir permiso y sin tener la delicadeza de preguntarme si estaba preparado para amar.
Tampoco es nada nuevo que siga esperándote, no es nada nuevo, que al cerrar mis ojos, mi piel te sienta, aunque en esta eterna condena de soledad y hastío muera, no es nada nuevo, que no pueda encontrar la belleza en nada, el vacío llena mi alma y este desasosiego atroz se regodea en mí, causándome la más intensa de las tristezas.
Amor, de tantos sueños vividos, de tantos te amo, hice este sueño donde desaté amarras para vivirlos en mi velero perdido y mecido por la melodía en este mar donde la pasión sueña tus besos.
Aquí estoy vida mía, tras el cristal de los silencios, mirando a la luna, pidiéndole que te traiga mí, como ves, sigo creando sueños de papel, en ellos te abrazo, y en tus brazos me duermo en mis sueños con vos”.
__Estoy asombrado __ le dijo a Pedro, Miller__. Es la primera vez que veo a
Guillermo Graziani en una ceremonia de
toma de posesión. Vas a llegar muy lejos presumo.
-Seguramente se disponía a bajar a las cocheras para
pagar el importe de los billetes, y alguien lo reclutó.
Ambos se echaron a reír, en realidad era íntimo amigo del
presidente del tribunal y se había ofrecido voluntariamente a tomarle
juramento. Con su negro cabello y severo semblante, resultaba muy adecuado para
desempeñar aquel papel.
__Hubieras tenido que verle cuando era presidente del
tribunal, Pedro. Una vez envió a la sombra a uno de los fiscales por desacato y
no pude sacarlo de la cárcel.
Pedro se echó a reír al imaginarse la escena.
__Menos mal que no era yo.
__ ¿Nunca le viste como juez?
__Solo un par de veces. Lleva mucho tiempo en el tribunal
de apelaciones.
__Desde luego. Pero no es muy mayor.
__ ¿De quién hablan?
El presidente se acercó a ellos para estrechar de nuevo
la mano de Pedro. Era un gran día y este se alegró de que Matías no estuviera
allí. Era un alivio no tener que pedir disculpas.
__Estábamos hablando del magistrado Graziani.
__ ¿Guillermo? Tiene cuarenta y nueve. Estudiábamos
juntos __dijo Moravia. Después añadió sonriendo__. Aunque debo confesar que él
estaba varios cursos atrás que yo __en realidad, Graziani era alumno de tercero
cuando yo terminé los estudios, pero
nuestras familias se conocen__. Es un hombre estupendo, más listo que el
hambre.
--
Miller aferró a Guillermo antes de que subiera al auto
echando chispas por los ojos, pero el juez lo apartó.
__ ¿Te gusta verdad?
__Déjame en paz, José, fue tu colega y vos no sos mi
dueño, no te amo, y a él quiero cuidarlo.
__Sos una mierda, es tu nuevo juguete pero te advierto
que lleva años con un abogado, no será tuyo __bramó Miller.
__Eso lo veremos, conozco todo de él.
__ ¿Desde cuándo?
__Desde que supe que existía.
En los bellos atardeceres, un hermoso hombre era contemplado al pasar por un camino que conducía hacia una fuente donde desaparecía.
Quienes se cruzaban en su camino, se postraban a sus pies como saludo y muestra de respeto, otros se quitaban el sombrero; y los más jóvenes y avezados le lanzaban piropos y palabras de amor.
Un día un juez que siempre lo contempló en silencio, quiso seguirlo para saber a dónde iba en los atardeceres aquel adonis.
Lo siguió con sigilo, él siguió por un camino que poco a poco se fue haciendo enmarañado.
Con mucho trabajo lo siguió por zarzales y espinas llegando a una fuente donde como espejo él se contemplaba.
El hombre seducido por su belleza y llevado por los impulsos, con sigilo llegó a su lado e intento poseerlo, perdiéndose en el delirio de sus encantos porque lo asió con tanta fuerza que lo desquebrajó, quedando ciego y todo en tinieblas, vagando sin rumbo al destruir la salida.
El amor es una magia al igual que el encanto, y como tal; debe ser tratado para que perdure en el tiempo.
Quien se vuelve burdo, tosco, hostil, de palabras ordinarias y falto de caballerosidad ante la belleza, pierde parte vital de su vida, porque mata la fuente de la belleza, el amor, magia y encanto que le hace feliz al lado de su elegido.
Todo lo que trate de amor, belleza y encanto de sentimientos y relación de pareja, es mágico, y como tal se cultiva para que perdure en el tiempo de la relación, de lo contrario lo destruye y sos vos quien permanecerás en el limbo porque la magia ha desaparecido y tu vida se convierte en un vacío, será vana y fútil sintiendo en la desgracia de no vivir la vida a plenitud.
Si la relación de pareja es fuente de riqueza, cuando nace un hijo; allí la magia hace del amor algo mágico, porque la unión crece y los corazones se llenan de alegría.
No botes tu vida al pozo de los recuerdos, porque la vida es una sola y debes aprender que la magia perdura según tu corazón y la riqueza que haya en vos: no puedes ser posesivo de las riquezas mágicas, porque entonces el elixir de la vida volverá a la fuente dejándote ciego, y todo carece de sentido donde no hay la pócima mágica del amor. No quieras ser mi enemigo ahora ni apartarme de él, José. Lo amo.
En los bellos atardeceres, un hermoso hombre era contemplado al pasar por un camino que conducía hacia una fuente donde desaparecía.
Quienes se cruzaban en su camino, se postraban a sus pies como saludo y muestra de respeto, otros se quitaban el sombrero; y los más jóvenes y avezados le lanzaban piropos y palabras de amor.
Un día un juez que siempre lo contempló en silencio, quiso seguirlo para saber a dónde iba en los atardeceres aquel adonis.
Lo siguió con sigilo, él siguió por un camino que poco a poco se fue haciendo enmarañado.
Con mucho trabajo lo siguió por zarzales y espinas llegando a una fuente donde como espejo él se contemplaba.
El hombre seducido por su belleza y llevado por los impulsos, con sigilo llegó a su lado e intento poseerlo, perdiéndose en el delirio de sus encantos porque lo asió con tanta fuerza que lo desquebrajó, quedando ciego y todo en tinieblas, vagando sin rumbo al destruir la salida.
El amor es una magia al igual que el encanto, y como tal; debe ser tratado para que perdure en el tiempo.
Quien se vuelve burdo, tosco, hostil, de palabras ordinarias y falto de caballerosidad ante la belleza, pierde parte vital de su vida, porque mata la fuente de la belleza, el amor, magia y encanto que le hace feliz al lado de su elegido.
Todo lo que trate de amor, belleza y encanto de sentimientos y relación de pareja, es mágico, y como tal se cultiva para que perdure en el tiempo de la relación, de lo contrario lo destruye y sos vos quien permanecerás en el limbo porque la magia ha desaparecido y tu vida se convierte en un vacío, será vana y fútil sintiendo en la desgracia de no vivir la vida a plenitud.
Si la relación de pareja es fuente de riqueza, cuando nace un hijo; allí la magia hace del amor algo mágico, porque la unión crece y los corazones se llenan de alegría.
No botes tu vida al pozo de los recuerdos, porque la vida es una sola y debes aprender que la magia perdura según tu corazón y la riqueza que haya en vos: no puedes ser posesivo de las riquezas mágicas, porque entonces el elixir de la vida volverá a la fuente dejándote ciego, y todo carece de sentido donde no hay la pócima mágica del amor. No quieras ser mi enemigo ahora ni apartarme de él, José. Lo amo.
__
__No me cabe la menor duda __dijo, Pedro lleno de
admiración. Todavía le quedaba otro salto que hacer, el tribunal de
apelaciones. Qué idea absurda, tal vez veinte años más tarde. De momento
pensaba disfrutar lo que tenía. El tribunal superior le iba a gustar mucho.
Enseguida le iban a recomendar delitos penales ya que eran su especialidad __.
Ha sido muy amable en venir.
__Es un hombre muy simpático fuera del juzgado __ dijo
Moravia.
Todo el mundo lo apreciaba, y Pedro no pudo quitárselo de
la cabeza, le envió una nota de agradecimiento por la gentileza de haberle
tomado juramento y de haberle dado más realce a la ceremonia con su presencia.
Al día siguiente
Graziani lo llamó:
__Ha sido usted muy atento. Hacía veinte años que no
recibía una carta de agradecimiento.
Pedro se rio, un poco turbado le dio las gracias.
__Me pareció un detalle muy amable, algo así como si el
papa presidiera la misa.
__Dios bendito, no que soy agnóstico, qué ocurrencia. ¿Es
eso lo que hizo usted la semana pasada? Retiro lo dicho.
Soltaron una carcajada y pasaron un rato charlando. Pedro
lo invitó a visitarlo cuando tuviera un momento. Se sentía muy a gusto en ese
ambiente de camaradería del que había entrado a formar parte, en el que jueces
y magistrados trabajaban juntos. Era como si, al final, hubiera llegado al
olimpo, todo le parecía infinitamente más fácil y descansado que actuar como
fiscal en juicios por violación o asesinato, preparando sus argumentos, aunque
aquello también le gustaba mucho.
En su nuevo cargo, tenía que conservar la mente más clara
y tener una visión más objetiva de los casos.
Se encontraba en su despacho rodeado de libros de derecho
penal cuando el magistrado Graziani le tomó la palabra y acudió a visitarlo,
dos semanas más tarde.
“Cómo quisiera decirte lo que siento aquí muy dentro.
Hablarte de mis lamentos, mis pesares, mis angustias, mis tristezas allí donde las rosas mustias suspiran su desaliento. Donde mi pensamiento te vive con un… te amo y te extraño.
Decirte que vives dentro de mí y que por vos pierdo la calma, pero tus palabras que enamoran son bálsamo para mi alma.
Decirte que has abierto para mí un camino bordeado de bellas flores donde una diadema de mariposas amarillas envuelve nuestros cuerpos jadeantes de andar.
Pero es nuestro camino, de sol radiante que quema nuestras pieles que se iluminan de amor. Vamos andando y allá a lo lejos un mundo de suspiros, besos y caricias nos espera.
Un camino donde las aves trinan cantos maravillosos y los árboles descansan sus sombras en la laguna cristalina de tus ojos. Quiero entrar por ellos, leer tu alma y nadar por tu sangre para llegar a tu corazón y cubrirlo de tiernos besos. Navegar por tus venas para tocar cada fibra de tu ser.
Cómo quisiera decirte que por vos vivo o muero, que tus besos me embelesan y que lejos quedó la tristeza desde que llegaste a mi vida y no soportaría tu partida.
Quédate aquí a mi lado que quiero ser yo tu amado y vos el mío.
Cómo quisiera que nuestras ropas volaran a los cuatro vientos y que solo la piel nos cubriera para entregarnos en el más hermoso placer.
Cómo quisiera decirte que te sueño y ese rostro, esos ojos, tu bella mirada, tus palabras cargadas de pureza me llevaran a un amor donde nuestras almas se acaricien y se entreguen con fina sutileza”.
Hablarte de mis lamentos, mis pesares, mis angustias, mis tristezas allí donde las rosas mustias suspiran su desaliento. Donde mi pensamiento te vive con un… te amo y te extraño.
Decirte que vives dentro de mí y que por vos pierdo la calma, pero tus palabras que enamoran son bálsamo para mi alma.
Decirte que has abierto para mí un camino bordeado de bellas flores donde una diadema de mariposas amarillas envuelve nuestros cuerpos jadeantes de andar.
Pero es nuestro camino, de sol radiante que quema nuestras pieles que se iluminan de amor. Vamos andando y allá a lo lejos un mundo de suspiros, besos y caricias nos espera.
Un camino donde las aves trinan cantos maravillosos y los árboles descansan sus sombras en la laguna cristalina de tus ojos. Quiero entrar por ellos, leer tu alma y nadar por tu sangre para llegar a tu corazón y cubrirlo de tiernos besos. Navegar por tus venas para tocar cada fibra de tu ser.
Cómo quisiera decirte que por vos vivo o muero, que tus besos me embelesan y que lejos quedó la tristeza desde que llegaste a mi vida y no soportaría tu partida.
Quédate aquí a mi lado que quiero ser yo tu amado y vos el mío.
Cómo quisiera que nuestras ropas volaran a los cuatro vientos y que solo la piel nos cubriera para entregarnos en el más hermoso placer.
Cómo quisiera decirte que te sueño y ese rostro, esos ojos, tu bella mirada, tus palabras cargadas de pureza me llevaran a un amor donde nuestras almas se acaricien y se entreguen con fina sutileza”.
__ ¿A esto lo he condenado yo? __le preguntó en cambio
sonriendo en la puerta.
__Qué agradable sorpresa _dijo Pedro, levantándose e indicándole un cómodo sillón
de cuero__. Siéntese, por favor.
Le observó mientras se sentaba pensando que era un hombre
apuesto y viril, aunque con cierto aire de intelectual. No era guapo como
Matías, sino con una singular belleza masculina que robaba el aliento. Todo su
físico mucho más reposado y poderoso como todo él en verdad__. ¿Le apetece
tomar una copa?
En el despacho había un pequeño bar para esas ocasiones.
__No, gracias. Tengo mucho trabajo esta noche.
__ ¿Usted también? ¿Cómo logra soportarlo?
__No lo soporto. A veces me dan ganas de enviarlo todo al
infierno. Pero al final todo se va haciendo
poco a poco ¿En qué está trabajando?
Pedro describió brevemente el caso y Guillermo asintió
con aire pensativo.
__Puede ser interesante y hasta cabe la posibilidad de
que venga a parar a mí.
__No tiene usted demasiada confianza en mí si piensa que
uno de mis fallos llegará a usted, que lo van a apelar __dijo Pedro, echándose
a reír.
__No, no _ se apresuró a explicarle Guillermo__. Es que
ahora pisa usted un terreno nuevo y cualquier decisión que adopte, si no les
gusta apelarán contra ella, incluso es posible que intenten recusarlo. Tenga
cuidado y no les dé motivos.
Era un buen consejo.
Ambos se pasaron un buen rato charlando animadamente.
Guillermo tenía unos ojos color café y canela soñadores que le daban una
apariencia sensual, un poco en contraste con su seriedad. Era un personaje contradictorio
por muchos conceptos, y, Pedro estaba muy intrigado. Cuando este se levantó, lo
ayudó a llevar un montón de libros hasta su coche, y en el roce sintieron la
misma corriente. Luego Guillermo le preguntó algo vacilante.
__ ¿Podría invitarlo a comer en algún sitio?
Pedro lo miró sonriendo. Aquel hombre le gustaba. Jamás
había conocido otro igual.
__Podría, si me
promete devolverme a casa temprano para que pueda trabajar un poco.
Eligieron un elegante restaurante del centro, un lugar
agradable y simpático, poblado de jovenzuelos, en el que nadie hubiera podido
sospechar quiénes eran o cuán importantes eran sus cargos. Empezaron a hablar
de los casos difíciles que les habían pasado por las manos, y de las
universidades.
__De acuerdo, lo reconozco __dijo Pedro al final--: Su
universidad es mejor que la mía de Chile.
__Yo no he dicho eso – protestó riéndose Guillermo--: He
dicho que nuestro equipo de fútbol es mejor.
--Bueno, de eso no tengo yo la culpa, no intervine nunca
para nada, pero el nuestro no es malo.
__Ya me lo figuraba, pero supongo que te gustan los
deportes, ¿verdad?
__Todos, también el fútbol, aunque juego al tenis, al
golf, me gusta correr, nadar, cabalgar, navegar, se hace lo que se puede.
Pedro se sentía muy a gusto en compañía de Guillermo.
Ambos tenían intereses y amigos comunes. El tiempo pasó sin que lo advirtieran,
el tuteo llegó sin permiso.
Guillermo lo acompañó hasta su casa, y estaba a punto de
irse cuando Pedro lo invitó a pasar a
tomar una copa. Quedó impresionado ante lo bonita que era la casa y lo bien
decorada que estaba. Era un auténtico refugio en el que daban ganas de sentarse
a descansar frente a la chimenea.
__Aquí me encuentro muy bien _dijo, Pedro.
Y era cierto a condición de que estuviera solo.
Últimamente se encontraba incómodo cuando Matías iba a
verlo. Con Guillermo en cambio, todo era perfecto. Este encendió el fuego de la
chimenea, Pedro le ofreció un vaso de vino tinto. Pasaron un buen rato hablando
de sus familias y sus vidas.
Guillermo había perdido a su mujer hacía muchos años y su
amor era su hijo Fabián de veintitrés años. Era gay y había estado casado con
un abogado muerto hacía menos tiempo, Juan Arismendi.
__Por lo menos, aún no soy abuelo, aunque cada vez que
Fabi desaparece tiemblo __dijo sonriendo__.
Estudió física y hace poco cambió a abogacía, veremos si dura... Estoy
orgulloso de él, es bueno, pero de allí a tener nietos__ añadió casi con un
gruñido mientras Pedro le miraba sonriendo__. Todavía no tengo edad ni estoy preparado para eso.
__ ¿Lo amas aún a Juan? ¿Has pensado en volver a casarte?
Era un hombre demasiado interesante y Pedro sintió
curiosidad por sus cosas.
__Tuve un matrimonio largo y bueno por un tiempo, pero
terminó. Y no. Creo que no he conocido a nadie que me interesara en ese
sentido. __Miró alrededor__. Ya sabes lo que ocurre en estos casos. Se
acostumbra uno a un determinado estilo de vida y es difícil cambiarlo por otra
persona.
__Supongo que sí. Nunca lo he intentado en serio. Creo
que no he sido muy valiente. __A veces lo lamento un poco y siento que no me
hayan hecho esa propuesta antes de que la relación empezara a deteriorarse__.
El matrimonio me ha dado mucho miedo.
__Y con razón. Es un paso delicado. Pero cuando resulta
bien, es maravilloso. __Se le iluminaron
los ojos y Pedro advirtió que había sido feliz con Juan__. Solo conservo los
buenos recuerdos. __Ambos sabían que, en tales circunstancias, era muy difícil
volver a casarse__. Y mi hijo es estupendo. Me gustaría presentártelo.
__Y a mí me encantaría conocerlo.
Estuvieron charlando hasta tarde y Guillermo se marchó no
sin antes confesarle algo.
__Pedro, no puedo mentirte, no quiero, hace tiempo que
sigo tu carrera y a vos, me gusta todo de vos, precioso. Pienso todo el tiempo
en vos.
Esta noche, quiero
habitarte bajo el tenue reflejo de una luna cómplice, por eso comenzaré a
besarte en silencio, acariciaré tu cuerpo, con estas manos ansiosas y con el
fuego de mis labios, hasta hacerte al fin mío, mientras el tiempo parece
detenerse, por eso, déjame habitarte, porque este amor me está matando, mas
luego de un instante de indecisión,
te encerraré en esta loca pasión que vos provocas en mí, porque me atraes, me encantas,
me fascinas, me cautivas y sé que al fin caerás en mi red, por eso hombre de mis sueños, libérate hoy de tus temores, y permíteme habitarte de una vez, bajo el reflejo de esta luna cómplice, hasta hacerla sonrojar al escuchar nuestros gemidos alternados, con brotes de lujuria y pasión.
te encerraré en esta loca pasión que vos provocas en mí, porque me atraes, me encantas,
me fascinas, me cautivas y sé que al fin caerás en mi red, por eso hombre de mis sueños, libérate hoy de tus temores, y permíteme habitarte de una vez, bajo el reflejo de esta luna cómplice, hasta hacerla sonrojar al escuchar nuestros gemidos alternados, con brotes de lujuria y pasión.
__Guille, yo…
__Lo sé, solo piensa que la vida es un instante, y en tu
bella geografía quiero caminar descalzo.
Por el sendero de tu piel, errático y ciego voy sembrando
más allá de la planicie suave de tu espalda o el talud de tu cuello tibio,
guiado por el lucero de tu mirada y el lenguaje de tus labios... entre
penínsulas bañadas de golondrinas y túneles secretos, entre bosques encantados,
y selvas que seducen, en humedales tibias y trigales segados, con los ríos de
deseos corriendo hacia el mar, afluentes de tus besos son mis labios
caudalosos, en el desierto en llamarada de tu cuerpo lame la brisa las colinas
de tu pecho, voy descalzo caminando por tus playas, semilla al viento los
suspiros, cosecha en la luna llena de tu boca casi llegando al horizonte de tu
cintura, vive la fuente del deseo que me pertenece.
Tal vez mi amor, hoy estés ansioso por besarme, tal vez,
apures los relojes de la vida para encontrarme en los grises atardeceres, donde
nunca jamás te he de faltar, estaré revoloteando sobre tus pensamientos, estaré
a la espera, entretenido soñando el momento de besar tus labios, sedientos de
los míos, dejándote la dulzura de las mieles en tu boca.
Te contaré amor, como te he visto caminar sin prisas por mi sueño, no había caminos trazados, me mirabas, te recreabas en mis ojos, te reías a carcajadas, la vida estaba llena de gente triste, vacía, sin manos de amores donde sujetarse, carecían de la bocas donde dejar la huella de un beso enamorado, personas desafortunadas que envidiaban nuestro amor, pero vos vida mía, estás conmigo aquí en mis sueños, aunque tu mundo sea otro y abraces otra almohada que no es la mía, yo enamorado y soñador escucho los ecos de tu risa para no sentirme solo en mis noches en vela.
Seguirás siendo mi dulce amor de un instante, serás la magia que juega entre mis verbos, serás es arañazo que siento en mi alma cuando tardas en llegar por las noches, luego ya estás aquí, creo escucharte, pero no sos vos, es ese espejismo que me invento en tu silencio, el mismo que te reclama a gritos a través de la distancia que nos separa, pero al mismo tiempo, nos ata con hilos de oro para siempre, pues los dos sentimos el mismo deseo de amarnos en nuestras noches de insomnio cuando los párpados pesan como losas, esperando que llegue la vida.
Tal vez amor estés ansioso por besarme esta noche, hazlo amor, yo ya te he besado.
Te contaré amor, como te he visto caminar sin prisas por mi sueño, no había caminos trazados, me mirabas, te recreabas en mis ojos, te reías a carcajadas, la vida estaba llena de gente triste, vacía, sin manos de amores donde sujetarse, carecían de la bocas donde dejar la huella de un beso enamorado, personas desafortunadas que envidiaban nuestro amor, pero vos vida mía, estás conmigo aquí en mis sueños, aunque tu mundo sea otro y abraces otra almohada que no es la mía, yo enamorado y soñador escucho los ecos de tu risa para no sentirme solo en mis noches en vela.
Seguirás siendo mi dulce amor de un instante, serás la magia que juega entre mis verbos, serás es arañazo que siento en mi alma cuando tardas en llegar por las noches, luego ya estás aquí, creo escucharte, pero no sos vos, es ese espejismo que me invento en tu silencio, el mismo que te reclama a gritos a través de la distancia que nos separa, pero al mismo tiempo, nos ata con hilos de oro para siempre, pues los dos sentimos el mismo deseo de amarnos en nuestras noches de insomnio cuando los párpados pesan como losas, esperando que llegue la vida.
Tal vez amor estés ansioso por besarme esta noche, hazlo amor, yo ya te he besado.
“Se cae torpemente la copa de vino, el rojo líquido
mancha hojas blancas recién acariciadas por mi pluma, donde en lentos trazos
suaves fui tatuando tu nombre, se ven
difusas ahora en el texto, las letras ya ebrias su forma han perdido… no me
desespero por volver a crearlas, pues todo esto nació de un sorpresivo beso
mojado tuyo que mi boca ahogó y enmudeció mis ideas.
Tomaron mi rostro esas tibias manos tuyas como queriendo
evitar que mis labios huyan, mas a tu boca roja se entregan sorprendidos
atrapados en ese beso que me arrebató de un espacio de fantasías y me llevó por
un momento a un tiempo de pasión, que tú y yo a escondidas sabemos llenar, para
que este amor en mi corazón libere inspiración que mi mente puede descifrar.
El movimiento instintivo de mi mano que viajó hacia tu
cintura volteó en ese apresurado viaje aquella copa… no importó esa torpe
caída, pues mis sentidos estaban en mi tacto que por debajo de tu camisa
acariciaba tu piel fresca… estabas en mi boca adormecida donde tu lengua una
hipnótica danza realizaba, bebiéndote mis besos con un delicado sabor a vino,
embriagante sensación que entre bocas
compartimos.
Derramé sobre la mesa, derramé sobre hojas blancas y
ahora aquí, ahogados en pasión… mientras la pluma duerme, mientras las letras
lejos de nacer están, hay derrames de besos sobre la piel, derrames de caricias
en cuerpos desnudos que devoran el deseo
de amor en cada movimiento, el momento tan secreto, tan nuestro, finaliza y al
abrazar nuestros cuerpos en un imprevisto movimiento tu íntima fuente estalla,
y el licor producto de la pasión, sobre las sábanas se derrama. Recordatorio
será que la noche nos atrapó ya ebrios de este adictivo amor”.
__Tengo ansias de tu cuerpo, donde desvisto las noches,
cómplices de mis deseos. Madrugadas donde vuelas, en lo gris de tus dudosas
ilusiones, tus alas se congelan en la brisa de tus indecisiones, amainando
lentamente hacia el abismo. En el frágil destino de tus pasos, yacen las
cenizas de tus sueños, dejando en penumbras, nuestra fantasía de amar. Y ansío
tus misterios en lo oculto de cada palabra, que susurra como lenguaje mudo en
los espacios secretos de la nostalgia, donde caminamos entre recuerdos, de
placeres olvidados.
Y sigo con la ansiedad
de amarte con pasión, en busca de tu rostro en los retratos del tiempo, donde aun respira
aquella esperanza en mi silencio.
Como un demente. Con la fuerza de un huracán llegaste a
mi vida dándole una vuelta a todos
mis sentimientos, revolucionando mi vida
como nunca jamás nadie me la dio y sabes qué locura la mía, no me gusta, me encanta. Comencé a amarte en
el mismo instante en el que te conocí, algo muy fuerte dentro de mí se
desató y me volvió loco de amor, jamás
pensé que yo podría enamorarme de vos.
Te he amado como demente desde aquel día en que te vi
caminando con esa inmensa coquetería, tu pelo suelto, y sonrisa inmensa. Estás en los pasos de mi andar, quédate tranquilo a oscuras en ese eterno sueño, libre de mis pesadillas y melancólica soledad, el odio consume mi calma, porque respiro sin tu aliento no debo recordarte más, entiéndeme, nunca olvidaré tu alma, nada que un amor verdadero no pueda curar.
caminando con esa inmensa coquetería, tu pelo suelto, y sonrisa inmensa. Estás en los pasos de mi andar, quédate tranquilo a oscuras en ese eterno sueño, libre de mis pesadillas y melancólica soledad, el odio consume mi calma, porque respiro sin tu aliento no debo recordarte más, entiéndeme, nunca olvidaré tu alma, nada que un amor verdadero no pueda curar.
Tal vez he perdido
mi brújula en las locuras que se asoman en las sombras, pero el rastro de tu
inocencia me encamina siempre hacia tu destino. Mis anhelos proclaman estar
junto a vos, abrazarte contra mi pecho y descansar en esa tierra fría donde
estás, sé que hay espacio para ambos. Existe un límite al borde del abismo
entre nosotros que se esfuma y nuevamente nos deja solos a la deriva de
murmullos atormentados por monstruos imaginarios. A través de la muerte como en
un espejo del tiempo, el amor puede ver nuestros rostros y desenterrar los
recuerdos que aún respiran en la memoria. Nunca dudes que en mí habita el dolor
desde que me dejaste y te marchaste en alguna vida y prefiero morir a estar
lejos de vos, deseo estar por siempre a tu lado en ese suelo frío, donde
abrazaré ese sueño hermoso en el que estás, sintiendo ambos esa felicidad
deseada en silencio, seguro que me recuerdas y aun me amas, ámame como si fuera
tu fantasía loca, no importa que cuando
despierte solo escuche en mi mente tu voz agitada, sienta tu corazón retumbando
de pasión en las paredes de mi alma y respire el aroma inconfundible de tu piel,
desata todos tus deseos sobre mi cuerpo, acaríciame en cada rincón que
encuentres vacío sediento de placer,
entrégate sin dudar a los brazos del pecado donde vivirás esos momentos
imborrables que permanecerán atados por siempre como recuerdos en tu memoria.
Me enamoré. Algo que no sé explicar fue lo que me empujó a vos, a tus brazos, no sé el porqué, no encuentro nada más que una fuerte atracción, serían tus
encantos, ojos, sonrisa, labios, no
sé, tal vez tu perfume, la forma de
sonreírme, esa manera de agitar tu
cabeza, no lo sé, pero yo me enamoré.
Y sé que me vas a
amar, haré todo para ello cielito. Algo extraño es nuestro amor, tenemos
tanto en común, en nuestro amor existe un silencio pero la
expresión de nuestras miradas dicen tantas cosas que resalta a simple vista,
cuánto amor hay escondido detrás de este silencio. Nuestro amor no es ruidoso
es callado, dejamos que tus ojos y los míos lleven la misma sintonía, miradas
que dicen todo sin que los demás sepan, un amor hecho a nuestra medida, pero
sin ruidos.
Me encantan esos momentos que nos dejamos guiar por
nuestros sentimientos, instantes quietos pero sin pausas sin prisas, sin la menor interrupción solo viviendo este
amor, un amor extraño quizá para los demás, pero para nosotros es perfecto.
No sabes cómo me fascina cuando clavas tus pupilas a las
mías, me inquietas tanto , tu mirada es tan seductora que simplemente no me
resisto ante tus encantos y caigo rendido a vos , enamorándome cada día más .
Realmente me encanta vivir este amor extraño, un amor
como el nuestro no hay muchos, amor que nació de miradas sin ruido, sin palabras pero que bastó un simple cruce de
nuestras miradas, que dijo más que mil palabras. Que no te asuste mi amor, te
esperaré.
__
Guillermo se marchó sin más y Pedro intentó trabajar
hasta muy tarde.
Al día siguiente cuando estaba en su despacho un
ordenanza le entregó un sobre. Pedro no tuvo más remedio que sonreír. Era una
carta de agradecimiento del mismo estilo de la que él envió agradeciendo la
toma de juramento. Lo llamó para acusar recibo, la voz lo estremeció, mantuvo
con Guillermo una conversación mucho más agradable que la discusión que más
tarde mantuvo con Matías.
__ Sin tocarnos la piel el amor nos abrazó el alma, cómo
escapar de tan fuertes cadenas si sus eslabones
cada vez más fuertes los hemos
hecho con nuestro insaciable deseo… tan fuerte nos encadenó esta pasión que
otros fuegos no nos pueden fundir, ni
quebrar, esto por lo que hoy al firmamento imploramos, no dejes que terminemos
nuestros días sin amarnos piel a piel.
Besar tus labios sin que los míos lleguen a tocarte,
acariciar tu piel, jugar con tus cabellos… todo ello aprendí desde aquí e
incluso mi alma llegó en noches clandestinas en hurtadillas a hacerte el amor
en medio de tus sueños… y de regreso a mi cuerpo llenándome luego desde adentro
con tu esencia que invadió cada uno de mis sentidos, dejándome en la piel la
sensación de que llevo tu aroma.
Y así en ocasiones mi cuerpo una carcasa sin alma divaga,
transita calles de memoria, como un autómata, interactúa y ríe con la gente
como programado de antemano… pues alma y amor van de la mano en la distancia en
tu busca para en ti alimentarse… como un espectro te recorro sin que me
sientas, tan solo cuando tu alma y amor perciben a la mía y tu piel en ese momento logra
despertar.
Oculto entre las sombras aguardo a que en tus momentos de
soledad me despiertes… me lleves a sentir tu piel, pasearme por las líneas
ocultas de tu cuerpo… quedarme un momento en la comisura de tus labios para
sentir que allí soy el primero en beber tu aliento… y me hablas de amor en la
distancia… sintiéndome allí a tu lado, espectral amor que tan solo para ti se
vuelve perceptible… pero al momento de romperse el silencio, por otra presencia
cercana, vuelvo a la penumbra.
Oculto para vos mi rostro… no quiero veas el dolor en mi
fantasmal figura, por esos labios ajenos que te besan o a mí… por esas palabras
de amor que dices y que tan solo mías deberían ser… pero aquí está mi cuerpo y
mi mente esperando para amarte y contigo perder la cordura… a tu lado está mi
alma y entre tus manos mi amor, esperando esos instantes que me vuelves real,
para aún distante, así poder amarte.
__
Regreso a la ciudad que me vio nacer, no hace mucho, no
hace poco, me percato que el clima cálido es el mismo, su aroma muy peculiar a
comida, comercios que encontramos por todas las calles de día y de noche. Me
reí de mí mismo al ir conduciendo el automóvil con un sentimiento de emoción
combinado con nostalgia y melancolía de lo vivido en mis años de juventud y que
dejé por casarme y seguir hasta el fin del mundo al amor de mi vida; ese era el
pensamiento e idea que tenía de mi esposo que creía conocer como la palma de mi
mano, cuán equivocado estaba, conocía lo que aparentó ser mientras duró nuestro
noviazgo y que al casarnos cambió su máscara de hombre bueno por la de cínico,
celoso, manipulador y lo peor, mantenido, pero esa historia afortunadamente
terminó. Ahora en esta maravillosa ciudad, me da gusto ver cómo ha crecido; son
las 8:00 pm justo la hora en que todo mundo se reúne para ir a pasear al jardín
principal donde chicas y chicos dan vueltas al mismo, las chicas hacia un lado
y los chicos hacia el otro, algunos con el afán de regalar una flor o una
simple sonrisa llena de lisura que sería inicio de una relación efímera o para
toda la vida. El boulevard por el cual conduzco ya casi para llegar a la calle
principal, está como iluminado con luces que asemejan figuras caleidoscópicas,
me fascina. ¡Por fin! Llego al jardín principal, tan añorado, tan recordado.
Pero... me doy cuenta que hay muy pocas personas, rectifico la hora 8:15 pm, no
entiendo qué pasa, si no es porque me doy cuenta que los autos no dan vuelta en
derredor del jardín amado; ahora dos calles ya son de tipo peatonal. Me
estaciono en una calle aledaña, camino como autómata, me siento extraño en un
lugar entrañable. Este jardín está enmarcado por cuatro portales y en el centro
del mismo un kiosco donde los domingos y jueves social, social porque es el día
que por tradición las familias convergen en este jardín para pasear y escuchar
la banda de música municipal entonando melodías de época o algunas clásicas.
Camino por el portal y me doy cuenta que
ni remotamente es el mismo; no existe ya la perfumería, ni la tienda de ropa
para niños y niñas con bordado español o puntilla de rococó, la librería, la
tienda de trajes de baño , la mercería que alguna vez soñé comprar, la tienda
departamental, icónica, que daba prestigio a la ciudad, con su gran reloj
cuadrado que por instinto volteabas a ver para consultar la hora, las tiendas
Caporal donde podías encontrar desde un tornillo hasta un electrodoméstico, qué
cambiado está todo ¡ Por Dios ! No tampoco existen las perfumerías en donde
compraba mi perfume de otros tiempos amados, , tienda a donde acudía una vez
por semana para ver las novedades musicales de artistas como Tom Jones, Bee
Gees, Sandro, Raphael etc. ¡ Vaya ! por fin algo que todavía está igual: Los
Preciados regalos, también tienda departamental donde recuerdo que mi madre
acudía a comprar algún presente que nos haría quedar bien en alguna invitación
de cumpleaños, boda o alguna recepción, tuviera o no dinero pues contaba con
una línea de crédito que podía pagar en años. Sigo caminando y mi corazón se
acelera justo en la puerta de ascenso a lo que era EL CAFÉ, lugar donde cuidábamos
que se desocuparan las mesas que daban a las ventanas para desde ahí poder ver
al o los chicos que nos gustaban a placer y sin ser vistos. ¡Era otro mundo! No
está el café lugar donde acudían caballeros a jugar partidas de dominó o cubilete,
y por donde al pasar percibías el intenso aroma a tabaco y el ruido que hacían
los jugadores al hacer " la sopa " (revolver fichas), sigo caminando
y me doy cuenta tristemente del abandono en que se encuentra la casa de la ¿Sra.?,
amiga de mi madre, mujer adinerada y de abolengo que tuvo una vida complicada y
trágica muerte. Y la cafetería por excelencia de la ciudad provinciana, en
donde el periodismo entrevistó a algunos
personajes de la ciudad que acudían a degustar el aromático café, todo esto que
se vio en su mundialmente famoso programa; el cine en donde se escenifican
obras de teatro de primer nivel, y por supuesto funciones de cine donde al
cobijo de la oscuridad recibí mi primer beso, la película ni mandada filmar
para tal acontecimiento, la presidencia municipal en el mismo lugar. Tampoco
existe el café al que acudían los niños y niñas Popis, los que se creían que
estaban hechos a mano y que no los merecía la tierra que pisaban, cuántos
recuerdos, mi niñez revuelta con pubertad.¡ Qué emoción ! Está casi igual! La
tiendita de las coladas, su mismo mostrador viejo con el puestecito afuera, no
escucho la alaraca ensordecedora de pájaros buscando en qué árbol pasarían la
noche. No, ya nada es como antes, no veo a las personas en la puerta de su casa
por el atardecer para apaciguar el calor. No, ya nada es como antes, ya no
acaparo la mirada de más de veinte soñando acariciar mis huesos bien forrados.
Mi ciudad no es la de antes, yo no lo soy.
No necesito clases de superación para sanar mi alma, ni
lecciones sexuales, uno aprende a navegar en el cuerpo amado, buscando y
explorando con los ojos cerrados y con el alma a flor de piel, necesito esa
esencia, ese leve roce de pieles, indagarme poro a poro con el más diestro afán
de encontrarme, hazme sentir hombre, hazme saber lo que sería de mí entre tus
brazos, regálale mi sentir a tus labios y en tu boca, llévame a conocer ese, tu
cielo.
Anda, ven y llévame en tus labios.
Matías desenterró el hacha de guerra y empezaron a
discutir sobre qué harían el fin de semana. Pedro acabó hartándose y decidió
quedarse tranquilamente en su casa. Allí estaba el sábado contemplando unas
viejas fotografías, cuando llamaron a la puerta. Fue a abrir y se encontró con
Guillermo Graziani que le pedía disculpas con la mirada y llevaba un ramo de
rosas en las manos.
__Ya sé que es una terrible falta de educación y te pido disculpas
de antemano.
Estaba arrebatador.
__Jamás he pensado que pasar a saludar y con un ramo de
rosas fuera una falta de educación__contestó, Pedro sonriendo muy halagado.
_Es para que me perdones que haya venido sin aviso pero
pensaba en vos y no tenía tu número. Supongo que no figura en ninguna parte. Y
entonces he decidido correr el riesgo.
__No tenía absolutamente nada que hacer __dijo él
franqueándole el paso.
__Me sorprende encontrarte en casa. Estaba seguro de que
habrías salido.
Pedro colocó en agua las flores y le ofreció una copa de
vino, se sentó a su lado en el sofá.
__ En realidad tenía planes, pero los anulé.
La situación a la que había llegado con Matías era
imposible, y Pedro no sabía cómo resolverla. Tarde o temprano tendrían que
llegar a un acuerdo, pero, de inmediato prefería no enfrentarse con el
problema, solo Guillermo lo empujaba de súbito. Pero además, Matías estaba
fuera.
__Me alegra que lo hicieras __dijo Guillermo__. ¿Te gustaría acompañarme a una subasta?
__ ¿Una subasta?
Media hora más tarde ya estaban paseando entre piezas
antiguas y obra de arte orientales. A Pedro le resultaba muy agradable charlar
con Guillermo porque compartía puntos de vista acerca de casi todo con él. Hasta
le habló de su madre.
__Creo que a ella se debe en buena parte que nunca haya
querido casarme. La veía siempre
esperando a que su amante la llamara…
Odiaba ese recuerdo con el alma. Solo viejo y enfermo se
casó con ella.
__Pero tanta más razón para casarse con alguien y tener
apoyo y seguridad.
__Yo siempre supe que él engañaba a su mujer al inicio
hasta su muerte, no quise parecerme ni a una ni a otra, valga la distancia, no
salgo con tipos casados, hoy ni les hablo.
Al fin le contó de Diego.
__Fue muy difícil para vos.
Guillermo era un hombre muy comprensivo.
Aquella tarde mientras paseaban Pedro le habló de Beto y
su amistad de años, de la universidad, de su ahijada, de lo solo que se sentía
desde su muerte. Se le llenaron los ojos de lágrimas al recordarlo y miró a
Guillermo acongojado.
__Debió de ser un hombre estupendo__ dijo él,
acariciándole con la voz.
__Mucho más que eso. Era mi mejor amigo. Era
extraordinario. Antes de morir, quiso darnos a todos una parte de sí mismo…
__Pedro volvió a mirar a Guillermo__. Me gustaría que lo hubieras conocido.
__A mí también me hubiera gustado _dijo él, mirándolo con
dulzura__. ¿Estabas enamorado de él?
__No. Beto no era gay, yo le presenté a Gaby en la
facultad, el amor de su vida, se casaron un año después, era la esposa perfecta
para él, solo era como mi hermano, más, mi gemelo, una parte de mí.
__ ¿Y vos Pedro? __preguntó Guillermo mirándolo
inquisitivamente__. ¿Quién es perfecto para vos? ¿Quién ha habido? ¿Quién ha
sido el amor de tu vida?
La pregunta era un poco extraña, pero Guillermo estaba
seguro de que tenía que haber habido alguno. No era posible que un hombre como
aquel no tuviera un amor. Allí había algún misterio que él no podía
desentrañar.
--Nadie –contestó Pedro sonriendo---. He tenido algunos aciertos y algunos fracasos,
en general, eran personas inadecuadas, la verdad es que no he dispuesto de
mucho tiempo.
--Para llegar donde has llegado a tu edad, hay que pagar
un precio –dijo, Guillermo--. Y uno puede llegar a sentirse muy solo.
Tuvo la sensación de que Pedro se sentía colmado como
hombre, y pensó que quizá hubiera un hombre en su vida. Se lo preguntó tras
muchos rodeos.
__Hace unos años que salgo con un hombre. Bueno, en
realidad algo más que eso. Estuvimos viviendo juntos durante cierto tiempo. Y
aun seguimos viéndonos. Pero las cosas ya no son como antes _añadió_. Como
dices, es el precio que hay que pagar. La situación empezó a cambiar cuando me
nombraron juez, el año pasado. Después, se produjo la muerte de Beto, su socio,
y hemos sufrido mucho por eso.
__ ¿Son relaciones serias? _preguntó él preocupado e
intrigado a la vez.
__Lo fueron, pero ya empiezan a fallar. Creo que seguimos
juntos por costumbre y lealtad.
__Entonces, ¿aún no han terminado?
Guillermo lo miró con interés, mientras él movía la
cabeza en silencio. Con Matías no habían
renunciado a seguir juntos. Por lo menos de momento, aunque ninguno de los dos
sabía qué les iba a deparar el futuro.
__Por ahora seguimos juntos. Nuestra relación fue satisfactoria
durante mucho tiempo. Ambos compartíamos las mismas ideas, luego creo que
maduré y él no. Ni matrimonios ni hijos. Y, mientras estuvimos de acuerdo, todo
marchó bien.
__ ¿Y ahora?
Los grandes ojos lo miraban inquisidoramente y de súbito, Pedro ansió el contacto de las
manos y de los labios de Guillermo. Era el hombre más atractivo que jamás
hubiera visto. Pero tenía que hacerse un reproche. Aún pertenecía a Matías. Aunque
ya no estaba demasiado seguro de ello.
__No lo sé. Todo ha cambiado mucho para mí desde que
murió Beto. Algunas cosas que me dijo me han dado mucho que pensar. No sé cómo
explicarlo.
¿Eso es todo cuanto hay? A partir de aquí sigo con mi
trabajo…, con Matías o sin él, ¿y eso es todo? Quizá desee algo más en el
futuro. Nunca lo había pensado antes. Pero ahora sí lo pienso o, por lo menos,
me hago a veces algunas preguntas. Matías quiere ser libre, relación sin
atadura alguna y nada lo moverá de allí.
__Creo que vas por buen camino.
Parecía mundano y experto y, en cierto modo, le recordaba
al padre de Alberto.
__Eso es lo que decía, Beto __comentó con un suspiro. ¡Quién
sabe! A lo mejor, lo mismo da una cosa que otra. De repente, todo termina, tú
desapareces y, ¿qué importa?
__Importa mucho. Yo también pensaba lo mismo cuando murió
Juan. Es muy difícil adaptarse a una situación como esta, porque nos obliga a
pensar que un día tendremos que enfrentarnos también con la muerte. Todo tiene
su importancia, cada año, cada día, cada relación, el hecho de que uno esté
malgastando su vida o de que sea feliz en el lugar donde se encuentre.
Un día uno se despierta y tiene que pagar la factura.
Creo que merece la pena ser feliz allí donde uno esté.
__Esperó un instante y, después preguntó__. ¿Lo sos vos?
__ ¿Feliz? __Pedro vaciló y luego respondió__. En mi
profesión, sí.
__ ¿Y en lo demás?
__No mucho. Son tiempos difíciles para Matías y para mí.
__ ¿Te molesto entonces?
Guillermo quería saberlo todo, y a veces resultaba un
poco difícil contestarle.
--No, en absoluto –contestó contemplando aquellos ojos
que ya empezaba a conocer.
--Pero aún ves a tu amigo… Ese con el que viviste durante
cierto tiempo, ¿verdad?
Él lo miró con aquella sonrisa extraordinariamente
sofisticada y adulta. A su lado se sentía a veces un chico.
--Sí, nos seguimos viendo de vez en cuando.
-- Quería saber en qué situación te encontrabas vos, yo
solo tengo amantes ocasionales.
Pedro hubiera deseado hacerle muchas preguntas, más que
todo el porqué, pero no se atrevió.
Después, él lo llevó a su casa y le mostró todas las
habitaciones. Pedro quedó boquiabierto. En cuanto entró al vestíbulo. Jamás
hubiera podido adivinar que fuera tan rico.
__Sos el torrente que fluye por mis venas y que influye
directamente en mi vida arrastrando la sangre de mis heridas, cicatrizando
esperanzas mal habidas.
Corriendo el manto de tinieblas donde tiemblo sin refugio y aterido, poniendo una manta de sol, alegre sustento que me alivia.
Sos panacea, alimento, pan fresco; resumen de soledades, atavíos de fiesta.
Engalanas mi espíritu, me elevas al séptimo cielo tan solo sintiéndote cerca, tan solo acariciando mi pelo. Y me duermo con tu torrente en mi sangre, y me sanas como una suave brisa, y vuelo por sobre el nirvana atrapando en etéreos aleteos, el amor que engrandece tu alma, el amor que acontece en mi vida.
Corriendo el manto de tinieblas donde tiemblo sin refugio y aterido, poniendo una manta de sol, alegre sustento que me alivia.
Sos panacea, alimento, pan fresco; resumen de soledades, atavíos de fiesta.
Engalanas mi espíritu, me elevas al séptimo cielo tan solo sintiéndote cerca, tan solo acariciando mi pelo. Y me duermo con tu torrente en mi sangre, y me sanas como una suave brisa, y vuelo por sobre el nirvana atrapando en etéreos aleteos, el amor que engrandece tu alma, el amor que acontece en mi vida.
No es la noche que arrulla a tu calma, aun cuando el día
te cause desvelos; no es el silencio que besa tu frente, aun cuando el ruido te
quite tus sueños; no son tus sueños que acarician tu cuerpo, aun cuando la fatiga
te apriete en sus brazos; no es la sábana que te alberga en su manto, aun
cuando el frío somete a tu sombra; no es tu cabello que roza tu cuello, aun
cuando tus miedos reposen en ellos; no es tu lecho que sostiene tu cuerpo, aun
cuando tu silueta busca el descanso; no es el viento quien te canta a tu oído, aun
cuando te canta el himno del cielo; no es que sientas que alguien observe tus
sueños, aun cuando te sientas solo en tu cuarto.
Quisiera mentirte y decirte que no es mi alma, pero es mi deseo de ser el guardián de tus sueños, quisiera mentirte que cuando duermes yo muero, por ser el guardián que cuida tus sueños; soy la sombra que acaricia tu cuerpo en el dulce rincón de tus sueños más bellos;
quisiera mentirte y decirte que no te quiero, pero aun cuando duermes si no te veo me muero;
quisiera mentirte y decirte que no te estoy viendo, pero mi alma te cuida, aunque mi cuerpo esté muriendo; soy yo quien vive en tu lecho, aunque no esté junto a vos, aunque no esté en tus pensamientos; no se vivir sin amarte, solo vivo para inquietar tus presentimientos; te amo, perdóname amor mío, si me consuelo velando tus sueños.
Quisiera mentirte y decirte que no es mi alma, pero es mi deseo de ser el guardián de tus sueños, quisiera mentirte que cuando duermes yo muero, por ser el guardián que cuida tus sueños; soy la sombra que acaricia tu cuerpo en el dulce rincón de tus sueños más bellos;
quisiera mentirte y decirte que no te quiero, pero aun cuando duermes si no te veo me muero;
quisiera mentirte y decirte que no te estoy viendo, pero mi alma te cuida, aunque mi cuerpo esté muriendo; soy yo quien vive en tu lecho, aunque no esté junto a vos, aunque no esté en tus pensamientos; no se vivir sin amarte, solo vivo para inquietar tus presentimientos; te amo, perdóname amor mío, si me consuelo velando tus sueños.
Hoy en día no abundan los valores. El dar sin esperar
nada del otro. El dar por el placer de dar. Cuando damos esperando algo a
cambio no estamos dando nada realmente. Estamos intercambiando, negociando.
Dar por el placer de dar gratifica al dador y al receptor. La recompensa es ver en los ojos del receptor esa mirada de agradecimiento.
La madre da a sus hijos todo de sí, da de su tiempo, de su persona, de su dedicación, de su amor. El médico, la enfermera, cobran lo mismo al final de mes hagan lo que hagan, pero reciben mucho más cuando dan su cariño, su ternura, su comprensión, su amabilidad y su amor a los pacientes. El dinero a fin de mes les permite vivir, pero la sensación de ayudar y alegrar tratando con amor a sus pacientes es lo que les proporciona la felicidad y satisfacción diarias.
Quien más da, más recibe. No es rico el que tiene mucho sino el que da mucho.
Ama a tu prójimo como a ti mismo. Pero a mí me gusta expresarlo de otra manera: “Trata a los demás como querrías que te trataran a vos”.
Busca razones para tener una actitud optimista y esperanzadora frente a las situaciones duras que estás viviendo.
Dar por el placer de dar gratifica al dador y al receptor. La recompensa es ver en los ojos del receptor esa mirada de agradecimiento.
La madre da a sus hijos todo de sí, da de su tiempo, de su persona, de su dedicación, de su amor. El médico, la enfermera, cobran lo mismo al final de mes hagan lo que hagan, pero reciben mucho más cuando dan su cariño, su ternura, su comprensión, su amabilidad y su amor a los pacientes. El dinero a fin de mes les permite vivir, pero la sensación de ayudar y alegrar tratando con amor a sus pacientes es lo que les proporciona la felicidad y satisfacción diarias.
Quien más da, más recibe. No es rico el que tiene mucho sino el que da mucho.
Ama a tu prójimo como a ti mismo. Pero a mí me gusta expresarlo de otra manera: “Trata a los demás como querrías que te trataran a vos”.
Busca razones para tener una actitud optimista y esperanzadora frente a las situaciones duras que estás viviendo.
Pedro, me importas mucho, demasiado, pero no quisiera
complicarte la vida, ni la mía, ¿me podrías avisar cuando seas libre?
__Guille, yo a veces
paso las noches con él, pero lo que nos unió nunca fue esto… lo nuestro.
Nunca me enamoré, no he amado a nadie, tampoco es amor lo que me une a él.
__Ven, te mostraré la casa, y cuando ya nada te ate a ese
muchacho, que conozco, es abogado,
entonces, solo dímelo, solo déjame saberlo. ¿Lo prometes?
__ ¿Cómo sabes que podré dejarlo del todo?
__Intuición, relámpago, presentimiento… ¿lo harás?
__Creo… que sí. Sí.
CONTINUARÁ.
HECHOS Y PERSONAJES SON FICTICIOS.
CUALQUIER PARECIDO CON LA REALIDAD ES COINCIENCIA.
Lenguaje adulto.
Maria Wowww que bella letra de amor y pasión ardiente que erizas mi piel es un placer leerte.
ResponderEliminarDelia Bellísimo
ResponderEliminarMirella Simplemente hermoso, bellísima
ResponderEliminarFlor Hermoso
ResponderEliminarYuli Bello
ResponderEliminarCristina Hermoso
ResponderEliminarMarta Susana Bellooo.
ResponderEliminar
ResponderEliminarManolo Gracias, Eve Monica Marzetti
Maria Rosa Muy bello
ResponderEliminarLuis Tiernamente romántico felicidades
ResponderEliminarMaria RosaBello
ResponderEliminarHelena Hermoso
ResponderEliminarMiriam Hermoso. Afectuoso saludo,
ResponderEliminarAlfa Hermoso.
ResponderEliminarFelipe Que excelente!
ResponderEliminarVictoria Precioso . Gracias
ResponderEliminarPatricia Precioso!!!
ResponderEliminarGladis Hermoso
ResponderEliminarMaria Dolores Gracias amiga Eve Mónica Marzetti.
ResponderEliminarSOL. muy lindo, un beso.
ResponderEliminarSYL... PRECIOSO, GRACIAS
ResponderEliminarLILIANA. Me encanta, gracias.
ResponderEliminarRosa Maravillosa...
ResponderEliminarMargarita Es bellisimo.
ResponderEliminarIsabel, hermoso pero cuidate amiga, beso.
ResponderEliminarBELÉN.MARAVILLOSO, LEERTE UN PLACER.
ResponderEliminarDaniela Es genial
ResponderEliminarMARA, fuera MATÍAS, HERMOSOS.
ResponderEliminarGRACIELA. ME ENCANTÓ, CUIDATE.
ResponderEliminarALE, DIVINO.
ResponderEliminarNORMA. ADORABLE, TE EXTRAÑO QUERIDA
ResponderEliminarBellísimo Eve...Imposible que Pedro no caiga rendido ante toda la seducción de Guillermo...Siempre tan apurada yo pero ya quiero verlos desaparecer a Matías y a José...Y como me dijiste que Letrados es un relato corto me imagino que pronto Guille y Pedro podrán vivir su amor libremente... ...No te preocupes Eve por escribir, cuidate y curate esa fractura que eso es lo más importante...Te quiero y te mando un beso enorme...
ResponderEliminarTE DEJO EL FIN DE ATRAPADOS, CON UNA MANO COMO PUDE LO HICE, QUIERO EMPEZAR TRES, Y ME RETAS SI NO TERMINO ALGUNA, TERMINO ENIGMA Y NO TE SALVAS, ESPERO TE GUSTE, Y ESTA TE DIJE... PACIENCIA. BESOS MIL.
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