EL
EMBAJADOR.
TERCERA
PARTE.
CAPÍTULO
VEINTIDOS.
Mario
Benedetti (Uruguay 1920-2009)
“Tengo
miedo de verte
necesidad de verte
esperanza de verte
desazones de verte
tengo ganas de hallarte
preocupación de hallarte
certidumbre de hallarte
pobres dudas de hallarte
tengo urgencia de oírte
alegría de oírte
buena suerte de oírte
y temores de oírte
o sea
resumiendo
estoy jodido
y radiante
quizá más lo primero
que lo segundo
y también
viceversa”.
“Quizás
solo se trate de encontrar a quién te sigue mirando
cuando tú, cierras los ojos”. Elvira Sastre.
cuando tú, cierras los ojos”. Elvira Sastre.
“Sé que voy a quererte sin preguntas,
porque sé que vas a quererme sin respuestas”. Mario Benedetti.
porque sé que vas a quererme sin respuestas”. Mario Benedetti.
__Pedro,
debo irme __anunció Alberto__. El avión es de la fuerza y no puedo retenerlo por más tiempo.
__Lo
sé, ve Alberto, gracias, te avisaré en cuanto sepa algo, no me respondas, no
quiero que sepan dónde estamos __respondió Pedro abatido.
__Tranquilo,
me moveré en áreas seguras, y tenías razón sobre lo de Roma, acabo de recibir
un cable, nos estaban esperando. Cuídalo y
no pienses en nada más ahora.
__Gracias
por todo, y a Gaby, dile que distraiga a los chicos, que queda liberada de la
función si necesita estar con ellos, que
los lleve de paseo o de compras, que no sospechen nada _pidió Pedro embargado
de emoción__. No hace nada que perdieron a la madre, no pueden saber de esto.
__Nos
ocuparemos, deja tu mente acá, no te
agotes, hay gente que los está vigilando.
Hasta luego. Haré lo imposible por venir cada uno o dos días en la medida en que disponga
de algún vuelo.
__Está
bien, te mantendré informado, quisiera que estés atento allá, no quiero que ni
Arismendi ni Olazábal sepan de esto,
aunque los dos sabemos que el atentado vino de uno de ellos.
__Ya,
entendido.
__ ¿Qué
haré si muere, Beto? _dijo Pedro mirándolo tras el velo de lágrimas.
__Guillermo
es fuerte, no va a morir, no te tortures.
__
Su vida pende de un hilo, ya oíste al médico que se asomó, se debate entre la
vida y la muerte. Me demoré, tuve que tomar medidas antes, es…
__No,
no es tu culpa, estás haciendo lo
correcto, los dos lo sabemos. __Intercambiaron una larga mirada y Alberto en
ella leyó todo lo que Pedro estaba
sintiendo.
__Gracias
por tu ayuda _ dijo Pedro a modo de
despedida.
__Llama
si nos necesitas _dijo Alberto, y salió de la sala mientras Pedro ingresaba al
box de cuidados intensivos y se sentaba al lado de Guillermo como cada hora de
cada día desde que llegaran.
Cinco
días después Pedro entró al hospital a la tarde, solo se movía a un hotel
cercano a tomar un baño y cambiarse, para regresar al lado del embajador, mas
Guillermo seguía sin recuperar el conocimiento, conectado a un respirador,
alimentado por vía endovenosa, rodeado de cardiógrafo y aparatos. Su estado no
había empeorado pero tampoco mejoraba. Sentada al lado de la cama había una
enfermera especializada en cuidados intensivos que estaba atenta a cada
variable o cambio.
__Guille
_susurró para que no oyera la enfermera aunque era muy discreta__, eres mi
consuelo, mi compañero, mi roca, mi consejero, mi risa, mi alegría aunque no
termines de confiar en mí, pero ya entenderás y lo harás, supe que sería así
desde el minuto cero, eres el único hombre al que he amado, no me dejes.
Cada
vez que te tengo en mis brazos mi boca
se apodera de tus besos, y mis labios ya están tatuados con tu nombre, ese
sabor inconfundible con sabor a miel es
mi delirio y mi pasión y me haces sentir tan vivo, no me dejes… __susurró
mientras la enfermera iba y venía anotando los parámetros que registraba cada
aparato __. Eres mi amor prohibido, me apasiona enloquecerte, quiero seducirte
a mi manera. Demuéstrame con un beso que me amas, con una señal, necesito oírte
aunque me pelees. Dime que mis ojos te embelesan, te seducen
al grado de perder la razón, dime que me necesitas como yo a ti. Regálame esa mirada que tanto cautiva, que me apasiona, eres lo más bello cuando nos entregamos al placer, porque somos lo prohibido, porque yo te quiero tener en mis brazos haciendo pedazos el alma
y tu ser al entrelazar nuestros cuerpos, hacer el amor y más cuando lo deseamos tú y yo, porque lo nuestro es un amor sagrado que todo lo vale, una fantasía sublime de amor, que
quizás un día sea posible cuando todo termine, cuando huyamos fuera del país, cuando solo seamos tú y yo.
al grado de perder la razón, dime que me necesitas como yo a ti. Regálame esa mirada que tanto cautiva, que me apasiona, eres lo más bello cuando nos entregamos al placer, porque somos lo prohibido, porque yo te quiero tener en mis brazos haciendo pedazos el alma
y tu ser al entrelazar nuestros cuerpos, hacer el amor y más cuando lo deseamos tú y yo, porque lo nuestro es un amor sagrado que todo lo vale, una fantasía sublime de amor, que
quizás un día sea posible cuando todo termine, cuando huyamos fuera del país, cuando solo seamos tú y yo.
Estuvo
sentado durante días junto a esa cama, llorando, susurrando, dormitando,
siempre aferrado a esa mano.
__Guille,
por favor, vuelve, tus hijos te esperan, si ves a Silvina dondequiera que estés
no debes ir con ella, regresa, Fabián y Malena están acá, no puedes dejarlos,
despierta, te necesitamos.
En
mi despertar, junto a la luz del día, lo primero es ver el amanecer de tu
mirada iluminando mi mañana, en un parpadeo te beso profundo los labios, y mis
brazos retienen para mí tu calor, por
eternos minutos tus latidos y los míos marcan un solo ritmo, me rindo a tu tierna sonrisa, el amor en mis ojos
sientes y te abriga el alma.
Caminamos
juntos a la ducha, nos abraza entre espuma y agua el amor, entre mis caricias
el jabón lava tu espalda, tu vientre y recorre tus piernas, son míos tus
rincones secretos… nos tomamos a sorbos de pasión los besos que, infinitos
fluyen de las bocas desbordantes de deseos.
Me
adelanto a tus pasos, en la cocina preparo el café que como los besos en la
mañana nos quite la pereza que en la cama y en la ducha compartimos, enredados
en la noche de pasión y deseos, dejamos los cuerpos extasiados, sabrás te
llevaré en mi piel a la rutina diaria y sabré que por debajo de tu perfume
lucirás mi esencia de amor.
Llego
a casa, me recibe tu añorado beso, que calma la sed de mis labios, tu cálido
abrazo que quita el frío de horas
vestidas de tu ausencia, acompañamos la cena de miradas y cómplices roces que
estarán llamando en la noche, se haga presente el amor vestido de delirio y
pasión.
Luego
de amarte en la noche me duermo abrazado a tu cuerpo desnudo, me embriagará tu
aroma que me llevará a dormir en la
profundidad de tu aliento… de madrugada despierto abrazado a la almohada… la angustia
me invade los sentidos al buscarte y no
encontrarte por los rincones de la cama… despierto en esta fría realidad de que
por amarte así, nuevamente te he soñado despierto.
Te
veo y no puedo ya resistirme, siento tu
mirada unirse a mi mirada, siento tus labios llamándome y mi boca está sedienta de tus besos, cómo
resignarme a no tener esa mirada,
a no sentir esos labios, a la suavidad de tus caricias, al sabor de tu piel, al aroma de tu cuerpo,
a vivir sin tus suspiros, a no gozarte todas la noches y a descubrirte cada madrugada.
Cómo resignarme a este deseo que fluye como mi sangre y que hace vibrar mi ser con tan solo verte, pero cómo hacerte mío, si tú pareces un amor prohibido y eres como el insomnio que llega a mí cada noche, porque tú eres lo que el corazón no entiende y lo que la mente sí comprende, eres mi deseo, mi tentación y mi pecado, pero muchas veces el pecado, es la puerta de entrada al paraíso.
a no sentir esos labios, a la suavidad de tus caricias, al sabor de tu piel, al aroma de tu cuerpo,
a vivir sin tus suspiros, a no gozarte todas la noches y a descubrirte cada madrugada.
Cómo resignarme a este deseo que fluye como mi sangre y que hace vibrar mi ser con tan solo verte, pero cómo hacerte mío, si tú pareces un amor prohibido y eres como el insomnio que llega a mí cada noche, porque tú eres lo que el corazón no entiende y lo que la mente sí comprende, eres mi deseo, mi tentación y mi pecado, pero muchas veces el pecado, es la puerta de entrada al paraíso.
Déjame
hacer el amor a tus cielos azules. Déjame entrar en tus infiernos de negros
abedules. Déjame conocer la música de tus labios, cuyo solo despierta la
pasión. Déjame entorpecer mis sentidos
con tus caricias asonantes. Déjame respirar la neblina de tu piel que humedece
el tiempo de mi corazón. Déjame abrir
senderos en tu alma cuyos caminos muestran universos fascinantes. Déjame
descubrir el misterio que te hace ser y
en tu sexo hacerme hombre. Encender tu fuego en la oscuridad de mi alma y
percibir los deseos que no tienen nombre. Déjame ser el pan que humedezca en el vino de
tu boca, ser el alimento que en las noches te provoca. Déjame hurgar en tus pensamientos, conocer
cada lunar, cada marca a seguir, llegar a un mundo donde solo la magia te toca.
Déjame ser el que viva las lunas de tus
noches y el sol de tus primaveras al despertar. Deja que con un verbo en la boca despierte las
rimas de tu ser, eres mi poema con el que siempre vuelvo a soñar.
Me
encuentro varado en esta parte de mi vida, cae la tarde, y sin remedio las horas
pasan y viajo como cometa perdida hacia la irremediable madrugada vacía de ti,
de tu presencia, pero un recuerdo silencioso golpea las puertas de mi alma,
eres tú, recordándome que quieres que te ame, que te sueñe, que haga de este silencio la melodía más
bella, la que sonará en nuestro encuentro en ese momento perfecto y único donde buscarás el brillo de mis ojos
esperándote en la oscuridad de la noche negra, donde al cerrar tus ojos podrás
acariciar mi piel, a veces se demora tu presencia, y mi cuerpo tiembla, pero siempre apareces para dar vida a mis sueños.
Mostrando la desnudez de mi alma te espero en esta inmensidad de tiempo, donde mis palabras bañan la noche como la luna baña al mar, para tu llegada, y en ese lecho de amor te esperan mis labios vida mía, para hacerte entrega de este amor de pasión donde los sueños son el alimento de nuestra vida.
Mostrando la desnudez de mi alma te espero en esta inmensidad de tiempo, donde mis palabras bañan la noche como la luna baña al mar, para tu llegada, y en ese lecho de amor te esperan mis labios vida mía, para hacerte entrega de este amor de pasión donde los sueños son el alimento de nuestra vida.
Un
médico entró para comprobar los vendajes, y a medianoche prepararon como cada
día una cama para Pedro. Había decidido dormir allí. No quería estar en otro
sitio si moría o si despertaba. Estuvo despierto toda la noche, sin dejar de mirarle, sin
permitirse no hablarle y como si fuese un milagro, Guillermo se removió a la
madrugada, Pedro había empezado a adormilarse, pero en cuanto oyó el gemido se
incorporó. La enfermera estaba examinando con un haz de luz los ojos de
Guillermo.
__ ¿Qué
pasa? __preguntó él mientras la enfermera constataba las constantes vitales y
el oxígeno en sangre. Tenía un estetoscopio en los oídos y no le oyó. Guillermo
volvió a quejarse y, con los ojos cerrados todavía, movió la cabeza hacia él.
Era como si incluso en las cavernas de la inconsciencia, hubiera intuido su
presencia__. Guille, soy yo… Estoy aquí… Abre los ojos.
Guillermo
no volvió a emitir sonido alguno, y Pedro regresó a su cama, pero notaba una
extraña sensación en la estancia, como si alguien estuviera vigilándole, como
si lo pudiera sentir en la piel. Estaba aterrorizado por la posibilidad de que
muriera, lo cual le hizo comprender cuánto lo amaba. Contra todo pronóstico
Florián llevaba dos días fuera de peligro, y sin embargo Guillermo no despertaba.
No siempre deseaban lo mismo, no conocían todos los secretos del otro, pero el
amor no era menor por eso, solo que en esa carrera a veces los objetivos por
fuerza eran diferentes. Los dos lo habían aceptado.
No
sabía el porqué, pero se sentía culpable por el accidente, él sabía que ese
ataque llegaría aunque lo imaginó diferente, no lo había admitido ante nadie
pero pensaba que debía haber viajado con él, y sin embargo el embajador no lo hubiese permitido, y había
acabado pasando dos días maravillosos en el barco de un amigo compañero de
guerra, lo cierto era que Guillermo se negaba a que él lo vigilara las
veinticuatro horas del día y si se acercaba, él más se alejaba y se ponía en riesgo.
A
las seis de la mañana se levantó, se cepilló los dientes, se lavó la cara.
Apenas había regresado a su lado cuando Guillermo se removió y abrió los ojos,
Pedro quedó sin respiración a causa de la sorpresa, sin capacidad de formar
palabras por varios instantes.
__Eso
me gusta más. __Sonrió aliviado__. Bienvenido. Qué excelso regalo me haces,
ya empiezo a soñar con deslizar mi lengua tibia a lo largo de tu espalda, hasta llegar al nacimiento de tus caderas, en donde se concentran tus mundos y escucharte gemir en desconsuelo. Estirado en mí como una flor recién abierta, desprendido en mí como lluvia de pétalos, sigue mi lengua el rumbo de tu desquicio. Presiono y sostengo para hacerte mío, en la abundancia de tu cuerpo, en tu lengua libre. En tus piernas firmes, mío como jamás fuiste de nadie, mi lengua delinea los contornos nuevos, adivina los lugares intocados, venera tu vientre de trigo, tu boca abierta en pequeños gritos, tus ojos deseándome y entro en tus olores oscuros desesperado en tu baile africano. En tu pelo sudado de arrecifes me pierdo en fragancias, y cantas para mí y besas mi boca profunda y beso tu boca hasta la asfixia, nos abrimos en busca de aire, somos un solo ser con dos cuerpos perdidos en los rincones ya besados que toco otra vez. Para no olvidar tus muslos, tu ingle izquierda, que todavía tiembla, vuelta loca como un remolino de vientos, y tu cara desesperada no logra el sosiego, estás a punto de explotar y logras hacerlo sintiéndote y amándote.
ya empiezo a soñar con deslizar mi lengua tibia a lo largo de tu espalda, hasta llegar al nacimiento de tus caderas, en donde se concentran tus mundos y escucharte gemir en desconsuelo. Estirado en mí como una flor recién abierta, desprendido en mí como lluvia de pétalos, sigue mi lengua el rumbo de tu desquicio. Presiono y sostengo para hacerte mío, en la abundancia de tu cuerpo, en tu lengua libre. En tus piernas firmes, mío como jamás fuiste de nadie, mi lengua delinea los contornos nuevos, adivina los lugares intocados, venera tu vientre de trigo, tu boca abierta en pequeños gritos, tus ojos deseándome y entro en tus olores oscuros desesperado en tu baile africano. En tu pelo sudado de arrecifes me pierdo en fragancias, y cantas para mí y besas mi boca profunda y beso tu boca hasta la asfixia, nos abrimos en busca de aire, somos un solo ser con dos cuerpos perdidos en los rincones ya besados que toco otra vez. Para no olvidar tus muslos, tu ingle izquierda, que todavía tiembla, vuelta loca como un remolino de vientos, y tu cara desesperada no logra el sosiego, estás a punto de explotar y logras hacerlo sintiéndote y amándote.
Y
somos el mundo en su gemir, en su grito primigenio de muchas veces nacer, pero
estoy en ti, quien te nombra soy yo, este hombre de manos temblorosas, con las
que invade tu cuerpo y atenta contra ti mismo,
y tu pequeña soledad de siempre
hombre triste, son mis manos que
descubren tu hambre y descienden para saberte intacto.
Y te
nombro con otro nombre que no es tu nombre
y sigo el consejo, invadirte hasta la muerte, y decirte que te amo aunque no me ames o no lo sepas,
mientras me deslizo por tus caderas porque
nada sabrás hacer, sino cerrar tu voz para beber, y yo lo mismo pues es imposible no caer en ti como la lluvia, no
asirme a ti como la hiedra vista desde cualquier ventana. Soy tu otro, tu
respiro, conjuro de las aguas vivas de tu cuerpo. Y te amo como jamás he amado,
ya no tengo dudas de tu esencia, la que
cierra mi voz y solo escucho el respiro único de tu sentir bello y verdadero, ese, sí,
ese que me dice que me amas como
el silencio de tu ternura y tu locura, de saberme tuyo hasta que la muerte nos
separe y en susurro decirme, que hasta allí, me seguirás amando. O que el amor como
acto de fe resiste incluso la muerte.
Guillermo
emitió una especie de suspiro, volvió a cerrar los párpados y Pedro tuvo ganas
de ir a buscar a enfermeras y médicos para anunciar que había despertado, pero
supo que ella ya lo había hecho. Guillermo le miró de nuevo y llevó a cabo
un enorme esfuerzo para hablar con él,
no parecía sorprendido de verlo y alivió uno de los temores, que despertara sin
recuerdos.
__ ¿Qué ha pasado…? ¿Mis hijos…?
Su
voz era tan débil que apenas pudo oírlo, pero se inclinó para no perderse ni
una palabra.
__Tuviste
un accidente _ susurró, sin saber muy bien por qué, no quería hablar demasiado
alto para no sobresaltarlo__. Los chicos están con Gaby, bien.
__Fabi
y Malena ¿están bien…? Solo te oía a vos.
Pedro
sonrío, lo había escuchado.
__Sí
__ dijo Pedro besándole el dorso de la mano libre__. Tranquilo amor. Estoy
contigo… Te pondrás bien y nadie volverá a hacerte daño. __ Rezó para que fuera
así, en verdad había entrado a una iglesia luego de años para pedir el milagro
de verlo despertar.
Guillermo
frunció el entrecejo, como si intentara comprender las palabras.
__ ¿Por
qué estás aquí? ¿Estabas en el extranjero? ¿Dónde estamos?
_En Zúrich.
Ya he vuelto a Rumania y Alberto consiguió un avión, ¿recuerdas que no podemos
internarnos allá?
__ ¿Por qué…?
Ignoraba
la gravedad de sus lesiones y así era mejor de momento, lo miró y antes que
pudiera decir nada, las lágrimas resbalaron por sus mejillas.
__No,
Guille… __Le besó la mano y se la llevó a los labios__. Por favor amor mío no
llores.
__No
ha sido un accidente. Quisieron matarme, ¿verdad? __Emitió un sonido animal,
casi un aullido, mientras se aferraba a
Pedro que lo estrechó en sus brazos, procurando no hacerle daño en la cabeza, Guillermo había comprendido instintivamente
lo que había pasado, y él no podía mentirle, solo se alegraba porque estaba
vivo.
La
enfermera regresó acompañada del médico, y se mostraron complacidos de que
hubiera recuperado la consciencia, pero el doctor explicó a Pedro en el pasillo
que el peligro no había pasado aún. Guillermo había sufrido una conmoción
cerebral grave y estado en coma más de cinco días. Tenía una pierna fracturada
por varias partes y había perdido mucha sangre en hemorragias internas, la
convalecencia podría ser compleja y la recuperación total llevaría meses. Pedro
no dijo nada pero cada palabra se le clavaba en el corazón como una daga.
Comprendía su estado de ánimo aunque todo se le antojaba a veces irracional. El
accidente o lo que fuera podría haber sucedido tanto si él lo acompañaba como si no, aun si iba al
volante, o habría pasado en cualquier lugar como el día del intento de
secuestro, Guillermo no se dejaba cuidar, al menos no por él, no era Dios,
solo… alguien especial dentro de la embajada y su amor, pero la culpa no lo
dejaría hasta que hiciera lo que estaba planeando.
__Guille,
aunque la visita de los chicos te animaría _le dijo sinceramente__ no puedo
hacer que te trasladen a un hospital de Rumania, lo sabes. Ellos no lo saben.
__Si
no fuera por ellos quisiera morir, no quiero ver a nadie, no que me vean así,
murió Silvina _ balbuceó.
Pedro
pasó los peores días con él y hablaron por teléfono con Alberto, y un día con
Fabián, y Guillermo quedó deprimido, no podría salir caminando, y los
extrañaba.
_ En
una semana más Beto vendrá por nosotros, caminarás con escayola, te moverás en
silla o con muletas, pero en un mes, mes y medio podrás caminar, las heridas
están cicatrizando, Florián está mejorando, gracias a Dios todo ha salido bien.
Sin
embargo Guillermo había perdido mucho peso, y el hombre que Pedro hallaba cada
día no era del todo él, era como si la luz brillante que solía ver en su alma
se hubiera apagado, se preguntó cómo habría estado luego de la muerte de
Silvina, casi siempre estaba deprimido, cansado, no se interesaba por nada y
apenas hablaba.
__Perdón…
__ ¿Qué?
__El
día del atentado como idiota iba a una cita con Arismendi y no quise decirte
nada, aunque intuyo que si estoy vivo es porque me seguiste, ¿verdad? La alarma
del coche de rastreo no funcionó.
__Lo
sé, y te amo, no me debes nada, amén de que cuidarte es parte de mi trabajo.
__Sé
que debes empezar a odiarme, te trato mal, pero te deseo y necesito con
desesperación, pasa que a veces no puedo poner el dolor en palabras y al no
poderte decir que estoy enojado conmigo mismo, el amor se transmite en ira y
desesperación y te alejo en lugar de
agradecerte.
__No
quiero que me des las gracias ni que te enojes contigo, deseo que me ames y
confíes en mí _dijo Pedro acariciándole la mejilla con el dorso de la mano__.
Pongamos de moda el amarnos de todas las
formas posibles, hay que saturarnos de besos los labios y de esas miradas que intensas desvisten. Hay
que adoptar esa hermosa costumbre de buscar pretextos para hacer el amor, de
que en nuestra piel desgastemos nuestras bocas hasta que nuestro bajo vientre
hierba y el deseo expulse la lava, en
una singular y excitante explosión. Pongamos de moda explorarnos el alma con
miradas de fuego en una misma llama, con suaves caricias emulando un
poema, y que al finalizar el éxtasis final se derrita
el deseo en nuestras entrepiernas. Pongamos de moda el hacer el amor sin tabúes,
censuras y sin hipocresías, que nuestras lenguas se enfrenten en suculentas
batallas hasta satisfacer todas nuestras manías. Hay que adoptar la hermosa
costumbre de que cada noche nuestros cuerpos se fundan con ese descaro que hay
sellado en los labios, ahogar nuestras bocas en excitantes orgasmos, hasta
sentir nuestros rostros que sedientos se inundan. Pongamos de moda que cada noche transformemos en caricias diferencias,
reproches... Que nuestra intensidad solo sea para amarnos, desde la cocina, el
baño y la sala o más atrevidos en los
asientos de un coche. Dejémosle claro al calor en la piel que los dos portamos
el fuego en la sangre, que ante el mundo somos una pareja común pero que al más
mínimo contacto de cuerpos responden nuestros sentidos sin miedos mordaces. Pongamos
de moda devorarnos a besos, en cada te
amo devorarnos el alma, que lo que comience con amor y ternura termine en
humedad en la amplitud de la cama.
Pongamos de moda el amor carnal, ese que es eterno aunque pasen los años, que
cuando nos miremos nos queramos comer sin prejuicios ni errores como dos
enamorados.
__Sos
terrible, anda, ve a llamar a Alberto, ya me siento bien, quiero y debo
regresar si el plan es que nadie lo sepa, lo de la pierna es algo menor que
podré disimular con alguna excusa.
Mis
manos incitan tus sentidos al placer, esos que con timidez escondes bajo ropajes que fingen cubrir indecentes tu
bella desnudez. Es tu piel ardiente el templo de mi amanecer,
estepa de amor que a besos ha de florecer para abrir las puertas del paraíso que tu cuerpo con pasión ha de prometer. Y así, en el silencio, sin mediar palabra me invitas a besar tu cuerpo, a beber tu vino ofreciendo tu más íntimo secreto, fuente donde germina el placer divino al sentir el fuego del deseo quemar tu vientre, siendo la pálida luz de la luna único testigo de este amor ferviente. Momentos de amor sublime, éxtasis en explosión hacen especial tu mirada que refleja la pasión al sentirse deseado con amor. Y después, pasado el febril momento de entrega en que lluvia de fuego consumió la pasión de nuestro encuentro…
entonces hemos de llamar al sexo por su nombre y al amor por lo sublime, tal como le corresponde.
estepa de amor que a besos ha de florecer para abrir las puertas del paraíso que tu cuerpo con pasión ha de prometer. Y así, en el silencio, sin mediar palabra me invitas a besar tu cuerpo, a beber tu vino ofreciendo tu más íntimo secreto, fuente donde germina el placer divino al sentir el fuego del deseo quemar tu vientre, siendo la pálida luz de la luna único testigo de este amor ferviente. Momentos de amor sublime, éxtasis en explosión hacen especial tu mirada que refleja la pasión al sentirse deseado con amor. Y después, pasado el febril momento de entrega en que lluvia de fuego consumió la pasión de nuestro encuentro…
entonces hemos de llamar al sexo por su nombre y al amor por lo sublime, tal como le corresponde.
__
No sé si fue coincidencia encontrarnos, quizás el destino dibujó nuestro
camino, soñando nuevamente con tus deseos y tus besos que despiertan mi pasión.
Conmigo sueñas en el aire,
unidos estamos como gaviotas, traviesos como queremos, locos sin antídoto a la cordura. Tu camino me pertenece, colgando estoy en tus brazos, nunca me dejes caer en el vacío de un abismo interminable. Poemas que nacen de la imaginación, letras que crecen entre rimas, canciones que envejecen por el tiempo sentimientos que mueren sin razón. Solo recuerda,
me tienes colgando en tus brazos, nunca dejes caer mi corazón en las hostiles y temerosas lagunas de la desolación. Mi corazón yace de tristeza, y se aferra en su lucha, por no olvidarte,
para demorar los suspiros de tu ausencia.
unidos estamos como gaviotas, traviesos como queremos, locos sin antídoto a la cordura. Tu camino me pertenece, colgando estoy en tus brazos, nunca me dejes caer en el vacío de un abismo interminable. Poemas que nacen de la imaginación, letras que crecen entre rimas, canciones que envejecen por el tiempo sentimientos que mueren sin razón. Solo recuerda,
me tienes colgando en tus brazos, nunca dejes caer mi corazón en las hostiles y temerosas lagunas de la desolación. Mi corazón yace de tristeza, y se aferra en su lucha, por no olvidarte,
para demorar los suspiros de tu ausencia.
Hay
un silencio en la noche que anuncia la tormenta después de la calma, comienzo a
sentir el caer de las frías gotas de lluvia que rompen en mi ventana, me gusta
escucharla lo confieso, hay una fría tormenta dentro de mi alma al igual que la
que está transcurriendo fuera en la noche negra, en este frío invernal que
recorre mi cuerpo, donde guardados tengo recuerdos cargados de mil ilusiones,
invadiendo están las soledades mi realidad y la lluvia humedece mi alma tras la
ventana, en mi soledad estoy contemplando tus recuerdos que viven y se asoman a
través del tiempo, rodando como las gotas de agua en el cristal caen por los
precipicios de mi razón, está mi pobre corazón que se parte en dos en mi gran mundo de sonrisas que regalo al
mundo cada día y en la tristeza que se esconde tras de ellas.
En la noche, no sé por qué amor, tu nombre lo siento lento en ese silencio despiadado que circula por mi alcoba, algo quiere decirme ese silencio que con insistencia me rodea y abraza, algo, que espero con impaciencia y el ruido de la lluvia no deja que hable el amor.
Esta noche amor dejaré que tus brazos sean mi calor, dejaré que tus besos se enreden en mi pelo y tus manos acaricien mis labios que sedientos están de ti.
Te soñaré amor detrás de las cortinas de agua que adornan mi ventana.
En la noche, no sé por qué amor, tu nombre lo siento lento en ese silencio despiadado que circula por mi alcoba, algo quiere decirme ese silencio que con insistencia me rodea y abraza, algo, que espero con impaciencia y el ruido de la lluvia no deja que hable el amor.
Esta noche amor dejaré que tus brazos sean mi calor, dejaré que tus besos se enreden en mi pelo y tus manos acaricien mis labios que sedientos están de ti.
Te soñaré amor detrás de las cortinas de agua que adornan mi ventana.
“Su
mirada es un canto que hipnotiza, cada hoyuelo, cada rayita, cada lunar, enciende
en sus ojos un sabor singular; un roce tibio entre almas que se hechizan. Así
es él,
una melodía de vientos entre páramos y montañas, un incendio voraz que solo se apaga con las
llamas, que me consumen por dentro como el sol a la mañana.
Cierro
mis ojos, te pienso todo con ese fuego en
tu mirada que provoca y me invita a perderme dentro de tus deseos. Pienso en ti
y tiemblo entero, esa exquisita sensación que nace cada vez que te acercas mi
bien y te pierdes en las flores de mi jardín. Los latidos del corazón
danzan al ritmo de tus caricias de seda,
tus manos benditas recorren de norte a
sur mi agitada geografía. Momentos que suman y son tantos que como santo tesoro
los guardo, para traerlos a mi mente urgente cuando no estás y muero por
tenerte. Tu perfume se vuelve presente, me embriago de tus aromas, te siento mío, te
respiro y acaricio aunque no estés sé que eres tan mío. Me hiciste tocar el cielo.
Yo no sabía ni me imaginaba lo que era
tocar el cielo, hasta que hice el amor
contigo. De tu boca deseaba un
beso, un beso lleno de pasión y al
hablarme, no solo besaste mis
labios, me besaste hasta mi alma.
De
tus manos deseaba tu calor, y no solo
abrigaste mi piel, abrigaste el frío que en mi ser
yo sentía. De tu mente deseaba tus pensamientos, ahora tú me habitas todo el tiempo, en mi mente y en mis sueños. De tu pecho deseaba que fuera mío tu corazón, ahora no solo tengo tu corazón, ahora mi corazón es solo para ti. Hicimos el amor de sueños y fantasías, fuiste mío por un momento, y ahí en la oscuridad de la noche, te hice el amor, entre sábanas ocultas de mi corazón. No hizo falta ni ropa mucho menos perfumes, ni accesorios, solo con tu voz me hiciste sentir el hombre más hermoso y deseado, simplemente la gloria me hiciste alcanzar.
yo sentía. De tu mente deseaba tus pensamientos, ahora tú me habitas todo el tiempo, en mi mente y en mis sueños. De tu pecho deseaba que fuera mío tu corazón, ahora no solo tengo tu corazón, ahora mi corazón es solo para ti. Hicimos el amor de sueños y fantasías, fuiste mío por un momento, y ahí en la oscuridad de la noche, te hice el amor, entre sábanas ocultas de mi corazón. No hizo falta ni ropa mucho menos perfumes, ni accesorios, solo con tu voz me hiciste sentir el hombre más hermoso y deseado, simplemente la gloria me hiciste alcanzar.
Ahora
sé, lo que es hacer el amor, contigo aprendí que las noches se hicieron para amar
entre voces la gloria se puede alcanzar. Aunque hoy ya no estás aquí, cada noche me limito
a recordar aquellas largas charlas que culminaban hasta el amanecer.
entre voces la gloria se puede alcanzar. Aunque hoy ya no estás aquí, cada noche me limito
a recordar aquellas largas charlas que culminaban hasta el amanecer.
Eres
la historia más bonita que el destino
escribió en mi vida”.
__No
voy a ser frágil en el amor y tampoco quiero que tú lo seas, prefiero tu
fortaleza.
Se lo dijo así, a él que estaba cansado de escuchar decir a los hombres que aseveraron amarlo, que tenían miedo.
Se lo dijo así, a él que estaba cansado de escuchar decir a los hombres que aseveraron amarlo, que tenían miedo.
Miedo.
¿Miedo
de qué?
“De
tu seguridad”, confesaban.
Y
entonces llegó él y dijo aquello: “No voy a ser frágil en el amor y tampoco
quiero que tú lo seas, prefiero tu fortaleza”.
A lo
que Pedro respondió: “Para amarte solo
me hace falta saber que lo mereces, y que la forma en que mereces ser amado
está en sintonía con lo que eres. Has redimido el día de hoy y los días
venideros, porque me has devuelto la fe en lo improbable”.
__ No
me es suficiente gritar al viento un "Te amo" cuando siento a galope
mil palabras de amor en la garganta y escapan escurridizas letras de mi pluma
derramando tinta entre mis manos, dibujando versos en el cielo que cubre tu
cabeza y la tierra que pisa tu andar.
No
me es suficiente decir te amo, cuando el océano en mis ojos inunda los labios
anegando entre olas de sentimientos blancos; negras tempestades que grotescamente
atascan mi pensar, dejándome desvanecer como humo de cigarrillo entre los dedos
y nubes hechas de pensamientos, derrumbando ideales, pisoteando esos sueños
envueltos de fantasía y escasa pero dulce realidad.
¡No,
no es suficiente! Y nunca lo será... Pues abrazo a mi pecho palpitante con
dolor y amor el destello silente de la esperanza que como enredadera va uniendo
pedazos de vida, trozos de corazón, la piel de esos recuerdos que aún no
existen y ese bálsamo de fe que anhela curar las heridas del alma devastando la
fragilidad de este ser que deambula como espectro de su inmunda soledad.
En virtud
a la verdad te seré franco amor mío, te sueño como mi eterno amante enamorado,
te sueño por necesidad de verte y pensarte en mí, hoy mi vida será la confesión
que traslade mi alma a la tuya, la escribiré con toda la magia y energía
posible para que cuando me recibas en la noche y entres en mi sueño enamorado, te sientas morir de amor, solo así vida mía,
sabrás cómo te amo.
Aquí en el altar de mis pensamientos donde viven mis sentimientos ahogados, aquí amor mío, donde te adoro, nace por ti todo lo que nos lleva a soñarlo, que nos entretiene dejándonos al margen de lo divino y lo humano, aquí, emprendemos ese vuelo que nos hace soñar sin límites, que deja en las puertas del infierno esta soledad, compañera de ausencias y olvido, dejándonos libres para amarnos bajo los reflejos de esa luna enamorada.
Me he vestido de pasión y amor para ti esta noche vida mía, he marcado el camino y lo he llenado con los pétalos de las flores que cortabas cada día para mí, también te he dejado, palabras y suspiros ahogados, entremezclados con el deseo, se quieren salir de nuestro sueño, este sueño prohibido donde solo navego por las aguas de ese mar de pasión y ternura, donde cada momento de letargo solo en ti suspiro, solo en ti me encuentro y te siento abrazando todo mi cuerpo, y ese instante donde son tus ojos los que me buscan acariciando mis labios, con un suave roce de miedo y ternura, miedo a encadenarnos y perdernos con todo el cuerpo, en el abismo de la pasión y pecado donde vive nuestro sueño.
Así te sueño mi amor. Guille no insistiré en perseguirte si deseas otras experiencias, pero siempre te estaré cuidando.
Aquí en el altar de mis pensamientos donde viven mis sentimientos ahogados, aquí amor mío, donde te adoro, nace por ti todo lo que nos lleva a soñarlo, que nos entretiene dejándonos al margen de lo divino y lo humano, aquí, emprendemos ese vuelo que nos hace soñar sin límites, que deja en las puertas del infierno esta soledad, compañera de ausencias y olvido, dejándonos libres para amarnos bajo los reflejos de esa luna enamorada.
Me he vestido de pasión y amor para ti esta noche vida mía, he marcado el camino y lo he llenado con los pétalos de las flores que cortabas cada día para mí, también te he dejado, palabras y suspiros ahogados, entremezclados con el deseo, se quieren salir de nuestro sueño, este sueño prohibido donde solo navego por las aguas de ese mar de pasión y ternura, donde cada momento de letargo solo en ti suspiro, solo en ti me encuentro y te siento abrazando todo mi cuerpo, y ese instante donde son tus ojos los que me buscan acariciando mis labios, con un suave roce de miedo y ternura, miedo a encadenarnos y perdernos con todo el cuerpo, en el abismo de la pasión y pecado donde vive nuestro sueño.
Así te sueño mi amor. Guille no insistiré en perseguirte si deseas otras experiencias, pero siempre te estaré cuidando.
Rumania.
Guillermo insistió en regresar a la embajada, estaba
malhumorado de moverse en silla de ruedas, con muletas luego, aunque ya le
habían quitado el yeso, para todos había sufrido un accidente de tránsito, nada
grave, y para cuando regresó a la embajada, pidió a Gaby que le solicitara
audiencia con el presidente.
Cinco
minutos más tarde la secretaria entró en el despacho.
__Lo
siento embajador, pero se han suspendido las audiencias.
Guillermo
la miró intrigado.
__ ¿Eso
qué significa?
__No
estoy segura. Algo raro está pasando. Arismendi no recibe a nadie. De hecho,
nadie puede entrar siquiera al palacio.
Guillermo
se quedó pensando en los posibles motivos. ¿Estaría preparándose para hacer
algún anuncio trascendental? ¿Habría algún inminente golpe de estado? Algo
importante debía de estar pasando, y fuese lo que fuere, era imprescindible
saberlo.
__Gaby,
usted tiene algunos contactos con el palacio presidencial, ¿verdad?
__Sí,
soy amiga de algunas secretarias.
__ ¿Por
qué no me averigua qué está ocurriendo…?
Una
hora más tarde, le llegó el informe.
__Ya
investigué lo que quería saber. Están manteniéndolo en el más estricto secreto.
__ ¿Qué
cosa?
__El
hijo del presidente se halla al borde de la muerte.
Guillermo
quedó estupefacto.
__ ¿Qué
le pasó?
__Es
un caso de botulismo.
__ ¿Qué?
¿Hay alguna epidemia aquí, en Bucarest?
__No,
señor. ¿Recuerda los casos que hubo hace poco en Alemania Oriental? Al parecer
el chico estuvo allí y alguien le regaló una lata de alimento, lo probó ayer.
__!
Pero para eso existe un suero!
__Se
acabaron las existencias en los países europeos con el brote que hubo en
Alemania.
__Dios
mío.
Gaby
se marchó de la oficina, y Guillermo permaneció cavilando. Tal vez fuese
demasiado tarde pero… Recordó lo simpático y alegre que era el muchacho, casi
un niño, apenas mayor que Malena.
Apretó
entonces un botón del intercomunicador.
__Gabriela,
consígame con el Centro para el Control de Enfermedades de Atlanta, Georgia.
Cinco
minutos más tarde hablaba con su director.
__Sí,
señor embajador. Tenemos el suero para tratar el botulismo, pero no me había enterado de que hubiese casos en
los Estados Unidos.
__Yo
no estoy en el país sino en Bucarest, y necesito ese suero inmediatamente.
Se
produjo una pausa.
__Con
gusto, pero la infección botulínica actúa en muy poco tiempo, por lo cual no sé
si cuando el suero le llegue…
__Yo
me encargo de arreglar la forma de envío. Usted téngalo listo, nada más. Muchas
gracias.
Diez
minutos después, Guillermo hablaba con el brigadier Ralph Zukor que se hallaba en
Whashington.
__Buenos
días, embajador. Bueno, este sí que es un placer inesperado. Mi mujer y yo
somos grandes admiradores suyos.
__Brigadier,
acá no dispongo de aviones, necesito un favor.
__Desde
luego. Lo que sea.
__Preciso
su jet más veloz, entiendo que hace poco
el coronel Marini lo molestó para un traslado…
__Entiendo.
__ ¿Puede
encargarse usted?
__Bueno,
sí, pero primero deberá conseguir autorización del secretario de Defensa, para
lo cual habrá que llenar ciertos formularios, después una copia queda para mí,
la otra para el departamento de defensa…
Guillermo
echaba chispas de indignación.
__Brigadier,
permítame decirle lo que usted debe de hacer. Primero, deje de hablar y mande
de una vez ese jet. Si…
__Yo
no puedo…
__Está
en juego la vida de un niño. Y sucede que ese chico es el hijo del presidente
de Rumania.
__Lo
siento pero no puedo autorizar…
__Brigadier,
si esa criatura muere porque no se llenó algún maldito formulario, le prometo
que voy a convocar a la mayor conferencia de prensa que haya visto jamás, y
allí explicará usted por qué permitió que muriera el hijo de Arismendi...
__De
ningún modo puedo autorizar semejante operativo sin contar con el aval de la
Casa Blanca…
__Entonces
consígalo, hable al presidente de mi parte. El suero estará esperándolo en el
aeropuerto de Atlanta. Y le reitero, cada minuto que pasa es vital.
Cortó
y permaneció quieto, rezando en silencio.
El
edecán del brigadier le preguntó:
__ ¿Qué
sucede señor?
__El
embajador pretende que fletemos un SR- 71 para enviar un suero a Rumania.
__Seguramente
no tiene ni idea de lo que eso involucra.
__Es
obvio, pero de todos modos nos conviene cubrirnos con el asesor presidencial
sobre asuntos extranjeros.
__Solo
quería comunicarle que recibí este pedido y naturalmente me negué…
__Brigadier
_le interrumpió Rogers__, ¿cuánto tiempo necesita para que esté en vuelo el SR-
71?
__Diez
minutos, pero…
__
¿Sabe lo que significa si muere el hijo del presidente por su puto jet? Hágalo.
Es una orden.
Se
habían producido lesiones neurológicas en el sistema nervioso del niño que
permanecía pálido y sudoroso, postrado en la cama, conectado a un respirador.
Tres médicos lo observaban junto a la cabecera.
De
pronto entró en el cuarto el presidente.
__ ¿Qué
novedades hay? __preguntó.
__Excelencia,
nos hemos comunicado con nuestros colegas de toda Europa del Este y el oeste, y
no quedan más existencias de suero antibotulínico.
__ ¿No
averiguaron si había en Los Estados Unidos?
El
médico se encogió de hombros.
__Si
consiguiéramos hacerlo enviar, cuando llegara aquí sería demasiado tarde.
Arismendi
se acercó a la cama y tomó la mano de su hijo. La notó húmeda y fría.
__No
va a morir _sollozó__. No va a morir.
__
Cuando
la máquina aterrizó en el Aeropuerto Internacional de Atlanta una limusina de
la Fuerza Aérea aguardaba el suero, que llegó envasado en hielo. Tres minutos
más tarde el jet volvía a despegar, esta vez con rumbo al nordeste.
El
SR- 71 _el jet supersónico más veloz de la Fuerza Aérea__ desarrolla una
velocidad tres veces superior a la del sonido. Aminoró la marcha una vez sobre
el Atlántico para reabastecerse de combustible. Cubrió el trayecto de siete mil
kilómetros hasta Bucarest en poco más de dos horas y media.
El coronel Marini estaba esperando en el aeropuerto. Una
escolta armada le abrió paso hacia el palacio presidencial.
__
Guillermo
no se había movido en toda la noche de su oficina para recibir informes al
minuto de la situación. El último le
llegó a las seis de la mañana.
__Se
le aplicó el suero al niño__ le comunicó el coronel Marini__. Los médicos
aseguran que sobrevivirá.
__Gracias.
Dos
días después llegaba a la oficina del embajador
unos gemelos y un reloj de oro, con una notita.
“Nunca
podré agradecerle lo suficiente.
Juan
Arismendi”.
__!
Mire esto! _exclamó Gaby__. Por lo bajo debe de costar medio millón de dólares.
__Por
lo menos _estimó Guillermo__. Devuélvalo.
__
A la mañana, Arismendi le mandó llamar.
__El
presidente le espera en el despacho _le informó a Guillermo un edecán.
__
¿Puedo ver al niño primero?
__Sí,
por supuesto. __ Lo acompañó a la planta alta.
El
chico estaba acostado leyendo, y levantó la mirada al ver que entraba
Guillermo.
__Hola,
señor embajador.
__Buenos
días.
__Mi
padre me contó lo que hizo usted. Le agradezco mucho.
__No
podía permitir que murieras. Estoy reservándote para mi hija Malena.
Rieron.
__Tráigala
aquí y después hablamos.
El
presidente lo aguardaba en la planta baja.
__Envió
de vuelta mi regalo __dijo, sin ambages.
__Sí,
Excelencia.
__Tome
asiento. __Lo estudió unos instantes. __ ¿Qué es lo que quiere?
__Yo
no comercio con la vida de los niños.
__Le
salvó la vida a mi hijo, y, por lo tanto debo retribuirle con algo.
__No
me debe nada, Excelencia.
Arismendi
dio un fuerte puñetazo sobre el escritorio.
__ ¡No
voy a quedar en deuda con usted! Dígame su precio Graziani.
__Excelencia,
no hay tal precio. Como yo también tengo hijos, comprendo lo que debe de haber
sufrido.
__Es
mi único hijo _ dijo Juan abatido__. Si le hubiese pasado algo… _No pudo
terminar la frase.
__Fui
arriba a verlo y lo encontré muy bien. __Se puso de pie.__Si no se le ofrece
nada más, Excelencia me retiro. Tengo una reunión en la embajada. __Hizo ademán
de marcharse.
__!Espere!
Guillermo
se volvió.
__ ¿No
aceptará un obsequio?
__No.
Ya lo expliqué…
Arismendi
levantó una mano.
__Está
bien. __Pensó un instante. __Si le concediera un deseo, ¿qué pediría?
__No
hay nada…
__Debe
de haber algo. Insisto, un solo deseo, lo que quiera.
Guillermo
escrutó el rostro y finalmente dijo:
__Desearía
que levante la prohibición que impide a los judíos abandonar Rumania.
Arismendi
le escuchó tamborileando los dedos sobre el escritorio.
__Ah
_ musitó. Largo rato permaneció mudo__. Así se hará _ aceptó, por fin__. No se
les permitirá salir a todos, por supuesto, pero… facilitaré el trámite.
Cuando
dos días después, se efectuó el anuncio Guillermo recibió un llamado del propio
presidente Labrapoulus.
__Yo
creí que enviaba allí a un diplomático, y resulta que se convierte en un
hacedor de milagros.
__Tuve
suerte, nada más, señor.
__Es
la clase de suerte que ojalá tuvieran todos mis embajadores. Permítame
felicitarle, Guillermo, por su notable actuación.
__Gracias
señor presidente.
Cortó
invadido por una profunda complacencia.
Pedro
y Sonia entraron casi con diferencia de
minutos, el primero con una sonrisa, y la taza de café.
_ Un
día frío y lluvioso no existe para opacar este amor de los dos, que fluye como
el aire que respiramos en medio de tormentas, donde el más mínimo contacto de
piel enciende nuestras tenues hogueras, dando lugar a fuegos candentes.
Lo
más preciado del mundo es nuestro sentir rodeado de amor, sin importar las
inclemencias del clima, porque donde hay sentimientos y entrega, el calor está
ahí a flor de piel para avivar estos fríos así sea bajo la lluvia.
__Pedro,
acá, no.
__Solo
hablo del amor embajador.
Sentir
nuestros abrazos bajo la lluvia, es comprender que estos besos se tornan infinitos
y son llamaradas que eclipsan, chocan y queman esta piel que
es una sola en un espacio equidistante de estrellas, donde cada mañana es un rocío
de palabras de amor con tan solo verte a mi lado.
Empapados
por esta inclemencia, el agua escurre por nuestras vestiduras y nuestra piel
tan solo aflora lava candente y nos deshoja dando a lugar a esas caricias
candentes que nos consumen en las más hermosas fantasías en el calor bajo la
lluvia.
__Basta.
__Es
que ya estamos a un paso de las fiestas, de eso viene a hablarte Sonia.
__ ¿Y?
“Mírame
el alma. Mírame fijamente a los ojos del alma, descubre quién es el responsable
de mi calma... Tal vez te sorprendas reflejarte en ella así unidos, amándonos al unísono, los dos. Escucha la voz
de mi corazón: en el hay tanto amor. Oyes, ¿cómo suspira por vos recordando
tantas caricias de pasión, donde fuimos guerra y paz?”
__Cada
segundo que pasa, somos tú y yo, no hay lugar para alguien más. Ese mundo tan
nuestro, enamorados, cada minuto somos una obra de arte por un mismo
sentimiento, dibujado. Cuando esa melodía nos abraza sin soltarnos, y
profundiza nuestros lazos. Acentúa cada estación sin atarnos, pero me hace solo
amarte desde el comienzo hasta el final.
Mírame
con esos ojos que no saben mentir, bucea mi mar interno, y desnuda mi sentir.
Viaja en un crucero espacial, en el de
mi cuerpo. Te aseguro serás feliz. Mírame con esa transparencia especial. En
pocas palabras, desnúdame sin dudar, mírame con los ojos del alma, y de allí no
podrás huir... Es el rincón predilecto para residir, porque este guerrero en
verdad te ama. Claro que te quiero como se quiere al sol en pleno invierno.
Como se quiere a la vida
cuando la muerte acecha. Te quiero de mil maneras pero solo es una la que desgarró mi corazón. Claro que te quiero entre cien silencios y mil quejidos, entre soledades y encuentros,
entre la nada y el alma. Te quiero desde lo profundo hasta lo más banal en medio del tiempo, en medio de todo. Claro que te quiero sin prisas, sin sombras, sin regreso como se quieren los recuerdos, como se anhela el olvido. Aunque lastime, hiera y mate y aunque no te quiera más.
cuando la muerte acecha. Te quiero de mil maneras pero solo es una la que desgarró mi corazón. Claro que te quiero entre cien silencios y mil quejidos, entre soledades y encuentros,
entre la nada y el alma. Te quiero desde lo profundo hasta lo más banal en medio del tiempo, en medio de todo. Claro que te quiero sin prisas, sin sombras, sin regreso como se quieren los recuerdos, como se anhela el olvido. Aunque lastime, hiera y mate y aunque no te quiera más.
Claro
que te quiero como se quiere al amor. De todas las formas posibles, como se
quiere a los sueños. Podría no quererte pero te quiero irremediablemente,
perdidamente, desesperadamente. Nuestro amor se espejó en esa luna que apareció
iluminando nuestro encuentro con la luz de la pasión. Invadimos nuestra piel
con esas caricias de miel que la noche nos brindó cuando el sol se escondió y
el cielo se estrelló con chispeantes destellos de estrellitas traviesas que jugaban
al amor cuando se escondían en unas
nubes pasajeras. Y nosotros enamorados soltábamos nuestras manos en un
torbellino de mimos acariciando nuestro romance y aprovechando la ceguera de
ese cielo cuando sus estrellas parpadeaban
al compás de este idilio de amor.
al compás de este idilio de amor.
__De
eso hace un siglo, Pedro, ¿en que habíamos quedado?
__Soy
fuego que arrasa los sueños que enciende los volcanes, que incinera tu alma
enamorada. Soy ese fuego que nace de tus besos. Soy amante que brilla como
antorcha, soy lumbre que abriga mis deseos. Soy lava que calienta los sueños,
sinuoso infierno de mis lamentos. Soy amigo que te protege con amor que entrega
su ternura con ilusión, que cada paso junto a ti es de ensueño. Amigo que da su
vida por tu felicidad. Amigos por siempre como flor y colibrí, amigos como luna
y océanos. Somos amigos que aman los cielos. Amigos que añoran estar
enamorados. ¿Amantes o amigos en nuestra locura? Amantes porque nos amamos con
locura. Amigos porque somos tiernos de alma. Somos amantes y amigos por los te
amo. Amarte es mi plenitud de vida, protegerte
es la dicha de mi alma. Amigos por ser dulces apasionados… ¡Amantes y amigos
por estar enamorados!
__Somos
compañeros de trabajo acá _ dijo Guillermo evadiendo la mirada.
_Me
cubrí con la sábana de la noche profunda bebiendo del elixir que me dio tu
pasión, jugueteamos los labios bebiendo mil estrellas iluminando los cuerpos
rojizos de rubor. Nos bañamos al raso sin sentir ni una pena calcinando miradas
que fugasen dolor, elevamos plegarias en
altares de piedra deshaciendo los nudos del deseo sin razón. Enlazamos al alba
nuestras híbridas piernas luchando por volver a sentir el amor hasta hacer de
este rito la bendita condena donde nuestros espasmos se volvieron canción.
No
todo se puede cuantificar, hay cosas que son imposibles, escapan a cualquier
ecuación
que se pueda usar así somos nosotros la excepción a cualquier regla, nuestra conexión,
nuestro amor, nuestro deseo son una brisa fresca que ha vencido a huracanes sin que estropeen ni un poco nuestra brisa de amor. Esta noche solo quiero ser el invitado especial en tus sueños y así poder sentir el sabor de tus labios y el candor de tus besos, para luego deleitarme también con el aroma de tu piel, hasta cubrirme con tu transpiración, mientras nuestros cuerpos se aceleran, se agitan y se disfrutan juntos hasta el amanecer, y hasta que el propio sol sienta celos de nuestra noche de pasión. Llévame a lugares que no conozca. Llévame a lugares donde el viaje seas tú.
que se pueda usar así somos nosotros la excepción a cualquier regla, nuestra conexión,
nuestro amor, nuestro deseo son una brisa fresca que ha vencido a huracanes sin que estropeen ni un poco nuestra brisa de amor. Esta noche solo quiero ser el invitado especial en tus sueños y así poder sentir el sabor de tus labios y el candor de tus besos, para luego deleitarme también con el aroma de tu piel, hasta cubrirme con tu transpiración, mientras nuestros cuerpos se aceleran, se agitan y se disfrutan juntos hasta el amanecer, y hasta que el propio sol sienta celos de nuestra noche de pasión. Llévame a lugares que no conozca. Llévame a lugares donde el viaje seas tú.
¿Por
qué tú, alma de mi alma, quieres atormentarme con tu eterna ausencia? ¿Por qué
tú amor de mis amores al verme afligido,
el remordimiento no llega a tu corazón?
¿Por qué vida mía al verme perdido el pesar no asoma a tu alma? ¿Por qué mi eterno amor
me cubres de fría soledad?
¿Por qué vida mía al verme perdido el pesar no asoma a tu alma? ¿Por qué mi eterno amor
me cubres de fría soledad?
Somos
amigos sí, pero ¿qué crees? me enamoré de ti, de tu forma de ser, eres alegre,
gentil, un caballero, a tu lado he pasado
momentos bellos, en tu hombro he llorado, tomado de tu mano he reído, de
tonterías tal vez, pero te amo. Hoy lo
descubrí al no encontrarte en mi diario
camino, me entró angustia y celos de pensar
que estuvieras con alguien, me sentí morir.
De tanto pensar dónde podrías estar, no me di cuenta que siempre a mi lado estás, pasó que al mirarme a los ojos, te diste cuenta de mi penar. En tus brazos me tomaste y con un tierno beso me confesaste que también desde tiempo atrás sientes amor por mí, y que ya sabías lo que yo sentía. Hoy somos amigos, compañeros y amantes. Casi muero contigo tras el atentado, deja de fingir que no me amas…
De tanto pensar dónde podrías estar, no me di cuenta que siempre a mi lado estás, pasó que al mirarme a los ojos, te diste cuenta de mi penar. En tus brazos me tomaste y con un tierno beso me confesaste que también desde tiempo atrás sientes amor por mí, y que ya sabías lo que yo sentía. Hoy somos amigos, compañeros y amantes. Casi muero contigo tras el atentado, deja de fingir que no me amas…
__Guillermo
_dijo Sonia que entró radiante__. Estamos a un paso de julio__. Antes los embajadores organizaban
una fiesta, tanto el cuatro de julio como para noviembre acción de gracias,
para los norteamericanos radicados en Bucarest, si usted prefiere no…
__No.
Me encanta la idea.
__Bien.
Yo me encargo de todo, entonces. Muchas banderas, la comida, globos, una orquesta… que no falte
nada.
__Excelente,
gracias.
Se
reduciría notablemente la asignación para gastos de la residencia, pero bien
valía la pena. La verdad, pensó mirando a Pedro, es que extraño mucho.
__Estuvo
a punto de oírte _lo amonestó.
__A
eso quería referirme, que podrías escapar un rato de los festejos.
El
teléfono los interrumpió. Los Baunes lo llamaron sorpresivamente.
__Estamos
en Roma _gritó ella__. ¿Podemos ir a verte?
A
Guillermo le pareció una idea apasionante.
__ ¿Cuándo?
__ ¿Te
viene bien mañana?
Cuando
los Baunes llegaron al Aeropuerto Otopeni
al día siguiente Guillermo estaba esperándolos con el coche de la
embajada. Hubo un emocionado intercambio de besos y abrazos.
__Estás
fantástico _ exclamó ella__: El puesto de embajador no te ha cambiado en
absoluto.
Te
sorprenderías, pensó él.
En
el trayecto hasta la residencia, Guillermo fue mostrándoles los sitios de
interés, los mismos que él mismo había conocido apenas cuatro meses antes.
¿Solo cuatro meses? Le parecía que había pasado una eternidad.
__ ¿Aquí
es donde vives? _preguntó el amigo al trasponer los portones de la residencia
custodiada por un infante de marina__. Esto es impresionante.
Guillermo
llevó al matrimonio a recorrer la casa.
__Caramba.
Piscina. Teatro, mil habitaciones, un parque propio.
Estaban
almorzando en el amplio comedor, contando chismes de Junction City y sus vecinos.
__ ¿Extrañas
el pueblo?
__Si.
__Y al reconocerlo, tomó consciencia de lo mucho que se había alejado, Junction
City significaba paz y seguridad, una vida fácil, el contacto con amigos. Allí
en Rumania sin embargo, había miedo, el terror que le inspiraban las amenazas
garabateadas en las paredes de su oficina en pintura roja. Rojo, el color de la
violencia y de la sangre.
__ ¿En
qué estás pensando?
__No.
En nada. Soñaba despierto. ¿Y a qué han venido a Europa?
__Yo
tenía una convención en Roma.
__Vamos,
dile toda la verdad__ lo apuró la mujer.
__Bueno,
en realidad no tenía muchas ganas de venir, pero como estábamos preocupados por
ti, decidimos asistir y venir a verte. Y aquí estamos.
__Me
alegro mucho.
__ Nunca
pensé que llegaría a conocer a una estrella tan importante _suspiró ella.
__El
hecho de ser embajador no me convierte en estrella.
__No
hablo de eso.
__Entonces,
¿de qué hablas?
__El
Time de la semana pasada publicó un largo artículo sobre ti, apareces en una
foto con los chicos. Cuando Orestes Moravia realiza conferencia de prensa
vinculadas con asuntos extranjeros, te
menciona como ejemplo y modelo. El
presidente también habla de ti. Créeme, tu nombre está en boca de todo el
mundo.
__Supongo
que he estado un poco desconectado. __Guillermo recordó lo que le dijo Orestes:
que el presidente había ordenado esa campaña de publicidad. __ ¿Hasta cuándo
pueden quedarse?
__Ojalá
no tuviéramos que irnos nunca, pero pensábamos pasar tres días aquí y
volvernos.
Baunes
preguntó:
__ ¿Cómo
andas realmente, Guillermo? Me refiero a… lo de Silvina…
__Estoy
mejor _ expresó__. Hablo a veces con ella. ¿Te parece una locura?
__No.
__No
la olvidaré nunca, todavía sufro enormemente, pero hago todo lo posible por
superarlo.
__ ¿No
has… salido con nadie? __preguntó ella con delicadeza.
Guillermo
sonrió.
__Casualmente
sí, aunque no significa que olvide a Silvina. Esta noche van a conocerlo en la
cena.
Los
Baunes congeniaron de inmediato con el doctor Matías Olazábal. Pese a la fama
que tenían los franceses de reservados y antipáticos, Matías les pareció
agradable, extravertido, cálido. Y se enfrascaron en largas charlas de
medicina. Para Guillermo fue una de las noches más felices desde su llegada al
país, aunque los chicos, si bien simpatizaban con el médico, no entendían por qué no había
invitado a Pedro Beggio que era más amigo de ellos.
A
eso de las once los amigos subieron a acostarse en el cuarto de invitados que
se les había preparado y Guillermo se quedó abajo con Matías.
__Me
gustan mucho tus amigos, espero volver a verlos.
__A
ellos también les caíste bien. Se vuelven dentro de dos días a Kansas.
__Guillermo,
¿no estarás pensando en irte, verdad?
__No.
Yo me quedo.
__Me
alegro. __Titubeó, pero luego dijo con voz seductora __. Este fin de semana me voy a la montaña y me
encantaría que vinieras conmigo.
__Sí.
Fue
así de sencillo. Pedro era un torbellino de pasión y excitación fascinante pero
también peligroso. Matías era la serenidad y la certeza, se dijo.
Esa
noche se quedó despierto largo rato, conversando con Silvina. “Querida, siempre
voy a quererte, pero no debo necesitarte más. Ya es hora de que empiece una
vida nueva, y sé que es lo que quieres. Tú siempre formarás parte de esa vida,
pero debe de existir otra persona real también. Matías no es como tú, pero es
un hombre fuerte, bueno, valiente. Es lo que más se aproxima a tenerte a ti.
Compréndeme, Silvina, por favor”.
Se incorporó
y encendió el velador. Largo rato estuvo mirando su anillo de bodas. Después
muy despacito, se lo quitó. Era un círculo que simbolizaba un fin y tal vez un
comienzo.
Llevó
a los Baunes en alocada gira por la ciudad, y trató de organizarles actividades
para los tres días. El tiempo se pasó volando, y cuando ellos finalmente se
fueron, se sintió tremendamente solo, separado de sus raíces, una vez más un
náufrago a la deriva en medio de un mar extraño y proceloso.
Estaba
tomando el habitual café de la mañana con Pedro, conversando sobre las
actividades de ese día. Y al terminar dijo Pedro.
__Me
han llegado ciertos rumores.
Guillermo
también los había oído.
__ ¿Sobre
Arismendi y su nuevo amante?
__Sobre
usted.
Se
puso tenso.
__
¿De veras? ¿Qué clase de rumores?
__Lo
de Arismendi es una suerte para usted sumado a que salvó a su hijo. Dicen que
se lo ve frecuentemente con el doctor Olazábal.
Guillermo
se indignó.
__Mi
vida social es asunto exclusivamente mío.
__Lamentablemente
no concuerdo con usted, embajador. Es asunto de todos los de esta delegación.
Tenemos una norma estricta que nos prohíbe relacionarnos con extranjeros, por
seguridad, y el doctor lo es. Además, sucede que es un agente enemigo.
Guillermo
quedó demasiado azorado como para contestarle.
__Eso
es absurdo __polemizó_. ¿Qué sabe usted del doctor Olazábal?
__Piense en qué forma lo conoció. El extraño en apuros
y el caballero de brillante armadura que justo estaba allí. Es el truco más
viejo del mundo, que yo mismo he usado alguna vez.
__Me
importa un bledo lo que haya hecho o dejado de hacer. Él vale diez veces más
que usted. Luchó contra los terroristas en Argelia, y ellos le torturaron y
mataron a la mujer y las hijas.
__Qué
interesante. Estuve examinando el legajo de él: su… amigo no tuvo nunca mujer
ni hijos… señor embajador.
CONTINUARÁ.
HECHOS
Y PERSONAJES SON FICTICIOS.
Cualquier
parecido con la realidad es coincidencia.
Lenguaje
adulto.
Escenas
explícitas.
Libro
de anclaje. El capricho de los dioses. Sidney Sheldon.
Delia Bellísimo
ResponderEliminarTeresita Bellisimo
ResponderEliminarBlanca Bellísimo
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ResponderEliminarMarlene Perfeito🏆
Raul A. Que bueno
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ResponderEliminarNilda Bellisimo!!
ResponderEliminarJuanita Bello
ResponderEliminarAna Muy lindo 🎶🎶🎶🎶👏
ResponderEliminarR Sonia Eve Monica Marzetti 😊Querida amiga, muchas gracias
Elisa Como siempre
ResponderEliminarExquisito,bellísimo
Myriam JPero qué belleza
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ResponderEliminarMagdalena Hermoso felicitaciones
Guillermo me está cansando Eve, cómo puede creer que Matías es lo mejor para él...Se merece que Pedro renuncie y lo deje solo...Loco tiene que estar para no darse cuenta de sus sentimientos...Después se va a arrepentir pero me gustaría que ya fuese tarde y que Pedro ya estuviera con otro...Y no tiene que ver con que Matías sea un agente enemigo, aunque no lo fuera Guillermo no puede estar enamorado de él...
ResponderEliminarNo lo está, pero está en duelo y reconocerse gay y desconfía de Pedro, falta nada para que aut, besotes mil mi bella.
EliminarVeronica Lorena Piccinino Es buena la trama... Odio a ese Olazábal y a Guillermo.. ni soporto que trate de esa manera a Pedro.. ..se merece que lo deje sólo .... el embajador no se merece a Pedro Beggio
ResponderEliminarVeronica Lorena Piccinino Aquí no hay diferencia de clases creo yo en relación a ellos digo. . Creo que el.embajador aquí es un poco cínico con sus sentimientos... espero que cambie. Besos Eve Monica Marzetti y Sol Urvino
EliminarSol Urvino Si hay verdadero amor, va a prevalecer, las diferencias de clases existieron siempre y no son faciles de vencer. UN BESO, EVE.
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