lunes, 1 de marzo de 2021

¿Y SI FUERA POSIBLE? CAPÍTULO SETENTA Y CINCO

¿Y SI FUERA POSIBLE?

CAPÍTULO SETENTA Y CINCO

 




 

Aprendí a amarte rápidamente y en poco tiempo, porque supe que

tú eras lo que nunca busqué, pero siempre necesité. “Montecristo”.

Un hermoso y tierno amor no es fácil de encontrar, pero cuando

lo tienes y lo pierdes, es imposible de olvidar. “Montecristo”

“Siempre que hablo contigo, acabo muriéndome

un poco más. ” Frida Kahlo.

Ángel mío: estabas aburrido en tu cielo y bajaste

a jugar al amor conmigo en mi infierno. “Montecristo”.

“Hay veces que el amor más intenso se oculta

detrás del silencio más profundo”. Ch. Dowson.

 

Sentado en estado de ansiedad total, espero ser favorecido en la entrega de premios. Los artistas pintamos muchas obras en el transcurso de nuestra vida. El mayor reconocimiento es tener la tranquilidad de saber que hicimos lo mejor que pudimos, que nuestra obra refleja fielmente lo que quisimos representar. Ahí estaba el problema. Yo estaba muy consciente de mis errores, las manchas estaban a la vista de cualquiera que quisiera escrutar mi obra, pero eso no me preocupaba demasiado, siempre el mayor crítico fui yo. Debo admitir, sin embargo, que la posibilidad de recibir un premio a esta altura, me hacía sentir inquieto, expectante, como un niño otra vez.

La voz me sacó de mis pensamientos y presté atención a lo que se iba a decir y hacer. Al escuchar mi nombre, sentí un escalofrío. Me apersoné en el lugar asignado, listo para recibir lo que me fueran a dar. No pude prestar atención al portador de semejante trofeo, tu imagen captó todo lo sensible que había en mi ser y deslumbrado, solo atiné a recibirte en mi vida sabiendo sí, que eras más de lo que merecía. Pensé en las injusticias de la vida… yo que estaba más para recibir como premio una larga soledad, ahora había sido coronado con “La estatuilla del hombre”, cosas que la vida reserva, sorpresas que no están a la altura de ciertos artistas que aunque no lo demuestren abiertamente, están conscientes de que su obra dista mucho de ser inmaculada.

Mirando tus ojos dulces y lindos, comprendí que la exquisitez de un ser así, no merecía menos de mi parte que estrujar mi corazón y extraer de él los sentimientos más puros y enjugar con ellos tu rostro y toda tu vida, para hacerte sentir el hombre más  feliz que siempre mereciste ser. Antes de retornar a mi lugar y aferrado a tu mano, no pude dejar de notar que el público presente aplaudía de pie y sus rostros parecían confiarme sus sentimientos profundos y contradictorios de felicidad. Yo había sido premiado, pero de igual modo, era como que cada uno se imaginó en mi lugar.

Aún me quedan unos cuadros por pintar. Quizá pueda hacerlo mejor. Te abracé fuerte y te besé de nuevo con corazón de niño, como si todo comenzara hoy. Solo tengo cosas para agradecer.

 

Guillermo despertó  con la sensación adherida a la piel de haber oído la dulce voz del hombre que lo desvelaba, mas estaba solo en la cama, sin embargo a su lado  la ropa despedía la tibieza de la presencia, el aroma de su artista  escurridizo, y de pronto recordó la entrevista con Alejo, y se sobresaltó, miró hacia el reloj, pero comprobó que aún era temprano, simplemente pudo imaginar que pese a las pocas horas de sueño,  Pedro ya estaría en el estudio.

Sonrió a la nada como tonto enamorado, tal vez lo había convencido, y ya no insistiría con la historia del retrato, aunque en verdad, atolondrado de amor ya no recordaba en qué había quedado el tema,  solo sabía que  esos ojos de miel leían su alma, y que ese ser se había colado bajo su piel, en su corazón, en cada poro sin esperarlo,  luego de años de cumplir normas de otros como autómata, de buscar alivio físico y algo de compañía en hombres equivocados, hasta en la propia Camila que al menos sabía que lo apreciaba, terminando las jornadas  cansado, hastiado, hueco, vacío.

“Mi precioso artista, mi amor, mi amante, mi amigo, solo en tus brazos siento el calor intenso del amor, la vida me pide a gritos no recordar mi pasado, la muerte me acechó, creí morir más de una vez. Me preguntaba ¿por qué el amor no se hizo para mí? Cegado por tantos fracasos, aventuras sin tiempo, cariño que no fue cierto,  ilusiones por seres inalcanzables como lo pareciste cuando llegaste,  dejé de odiar para empezar a amar, mi voz interior me dijo: "lo más importante no es el amor, disfruta de vos, esto de amar es una rama complicada,  o quedas vacío, o pueden romperte el corazón, o te obsesionas o simplemente ese ser que esperas no ha nacido,  ya no busques más, primero ámate vos antes que nada," me miré al espejo, me dije ya no más apegos, si ha de llegar me querrá tal como soy,  olvídate de esos quereres que solo dañan sentimientos. Llegaste vos  sin nombre aun antes de verte cuando conociste a mi hermana, o tal vez a Sarah, y mi mundo se puso patas arriba, sin que yo siquiera supiera el porqué, solo una extraña conexión con algo superior, una rara inquietud de anticipación, la certeza de que algo o todo estaba por cambiar, y aquel día en que ansiaba reencontrarme con la que creía era mi madre, llegaste de su mano, miraste mis ojos y yo ausente del entorno, me perdí en ellos, me adentré en los recovecos de tu alma, supe que no podría renunciar aunque todo lo exigiera y desconcertado me hiciste reír y llorar, rabiar y frustrar, hasta llegar a pelear por la injusticia de las circunstancias. La forma en que te conocí fue tan especial, hoy hasta el tiempo quiere detenerse cuando te miro,  esos ojos cautelosos supieron descubrirme poco a poco, me tocaste el corazón,  me enamoraste paso a paso,  florecí ante tus besos, tu boca es para mí sempiterna, tus labios encienden mi piel, fuerte sensación de pasión y deseo, me doblegué ante tus manos pidiendo caricias extremas, pinceles que viajan por mis veredas ignotas, me atraes, me conquistas, me estremeces, es como volver a renacer, a sentirme vivo, y fui tu pentagrama, tu teclado, tu lienzo, lo que quisiste hacer de mí en cada instante, y llevo en mis fosas nasales perfumes de primavera mezclados por nuestra naturaleza, quiero que crezcas dentro de mí, hasta que mi alma se llene de vos, descríbeme tantas veces como puedas, imagíname sediento, sos  mi alimento, vestiré de sedas, amemos nuestras quimeras,  si en un mar de tinieblas nos movemos, todo es oscuridad en esta habitación, arcano, con ardor cubriré tu piel, tu cuerpo, si traduzco el lenguaje de las caderas, esclavo de mi experiencia, conexión sensual, combinación perfecta,  convenciste a mi soledad de que todo estaba bien, inspiraste mis ganas para adorarte, desbordaste mis sentidos, construyendo sueños fascinantes.

Confíame los  bemoles, tus contornos para explorar tu sensibilidad, descifrémonos simplemente, te pienso, vives en mi mente, brilla tu imagen apacible, pura, enséñame a amar como vos lo haces, amor de mi vida, hoy renace  un hombre en los brazos de un romántico hombre que perturba mi ser, muero cada día si no te tengo, tu corazón noble, el que siempre me inquieta, el que ha demostrado que existe el verdadero cariño en todas las formas posibles, gracias por existir, me amas con fervor.”

 

Se levantó con tiempo, se duchó ensimismado, se vistió con esmero, y salió de la suite, comprobando que Gian dormía arrullado por sus mejores sueños, posó los labios en los cachetes regordetes, deseando que siempre fuera feliz, viviera en la paz de esos primeros meses, rodeado de amor. Volvió sobre sus pasos, y al llegar a la sala lo sorprendió hallar a Natasha, desayunando sola.

 

__Buenos días, qué facha _ lo alabó ella con una sonrisa,  al tiempo que el hermano se acercó, le besó en la mejilla, y apoyó la mano en la pancita intentando adivinar la vida que latía en su hermana.

__ No patea _ dijo ella sonriendo__, no al menos a esta hora.

__ ¿Y qué haces tan temprano y sola acá? _ interrogó sentándose  mientras la mucama le traía su café amargo y las tostadas con mermelada. __ Natasha  deseaba contener la risa, apenas podía disimularla al verlo revolotear con la mirada o el cuello buscando la presencia de Pedro, no podía creer cómo se necesitaban, y al fin una sana envidia por semejante amor anidaba en su pecho__. ¿Pedro no se asomó?

 

__Pasó como flecha hacia el estudio, muy bonito si te interesa saberlo, listo para la cita,  creo conociéndolo que fue por las muestras que le presentará a su potencial marchante _le informó__, y yo vine temprano porque no termino de resignarme a  que otro lo termine de llevar al mundo, yo lo descubrí, y lamento que mamá en su dolor y rabia inicial no separara las cosas, perder a Pedro como artista fue lo peor que hemos hecho en la vida _ confesó frustrada.

__ No lo perdiste, él te aprecia, a ambas, siempre les agradecerá que lo descubrieran, que le dieran el puntapié inicial __ la consoló Guillermo.

__Los acompañaré, por nada quiero perderme lo que viene y no pierdo las esperanzas de que Alejo me deje asistirlo _le informó __. Para serte sincera, creo que tan solo con las muestras digitales que le envió y lo que mamá pueda haberle mostrado, ya debe de saber que Pedro está listo para todo, que tiene obras y estilos como para diez exposiciones, que es hora de volar.

 

Guillermo dejó la taza a mitad de camino, enarcó las cejas.

__ ¿Volar?

__ Solo espero que me dé tiempo a que nazca mi niña. Porque estoy segura  que es hora de que llegue una nena a casa, pero a mi entender, aunque lo vi a Pedro romper y romper bocetos inigualables en París, y no logré convencerlo de su valor, no hasta que lo vio y estimó Sarah, creo que está listo para presentarse en la ciudad que conoce y donde lo valoran, aunque él no lo aceptara,  y que Alejo ya lo sabe.

__ ¿París?

_ París, Londres, la bienal de Venecia, Europa ya es suya aun antes de exponer _ aseguró con el orgullo de una mentora__. Solo falta que él mismo lo entienda.

__ Pero tiene que exponer acá, no aceptará no hacerlo, además tenían una fecha más lejana para eso, espero que  nazca mi sobrina, y que Gian sea un poquito mayor al menos __ se atajó.

__Tranquilo, no te alarmes, nadie pretende cortarle las alas ni quitarle su libertad, es obvio que debe de exponer acá antes, pero sin mucho intervalo, Alejo lo llevará a Europa, mucho antes de lo que había pensado mamá __ le hizo saber__, y me temo que si quieres seguirlo, ya deberías estar preparando gente para que te reemplace en las administraciones, eres su inspiración, su talento se potenció desde que se enamoró, también su estima, no puedes estar lejos.

__ Ni loco lo dejaría solo _ afirmó sin dudas__, nos prometimos no separarnos nunca más, después de todo soy administrador de empresas por seguir los pasos de papá, sus mandatos, pero él ya no está, nunca quise interferir con ustedes, pero tampoco puedo eludir que llevo los genes  de los artistas de la familia, y así tuviese que fingir que deseo que me enseñe a pintar, lo haría por estar a su lado, amén de ser su modelo.

 

__ Bastante huidizo por ser mi modelo __ dijo Pedro sorprendiéndole al ingresar con un adormilado Michael pendiendo de su mano.

__Llegó el objeto de tus pensamientos _ sonrió Natasha mientras ellos le daban un beso y Pedro abrazaba luego a Guillermo que buscó sus labios, aún no podía articular palabras, verlo todo vestido de blanco, con la piel tostada, sin corbata, con la sonrisa encantada con todos sus hoyuelos le robaron la cordura y el aliento._ Y me parece que ese niño necesita una semana de sueño, Pedro.

 

__ Pasa que demoré porque no podía despertarlo, pareciera que anoche anduvo de fiesta _ bromeó Pedro revolviéndole el pelo.

__ No estuve de fiesta _ protestó el hijo__, me quedé estudiando, lo sabes.

__Lo sé mi niño __ convino Pedro mientras se sentaron y la empleada se apresuró a traerles el desayuno__, y no quiero que te agotes así desde ahora, o no tendrás resto ni para el día ni para cuando necesites adelantar tareas para ir a una de mis muestras.

__Pero iré, lo prometiste _ reclamó Michael de súbito espabilado.

__Irás, pero sabes que yo viajo antes para arreglarlo todo, a lo sumo podrás unirte a nosotros con mamá un par de días para la inauguración __ le informó el padre.

__Es poco papi, sabes que me gusta…, bueno, lo acepto, pero con una condición _ bufó el hijo, mientras Pedro y Guillermo cruzaron una mirada de asombro y diversión.

__ ¿Qué sería…?

__Que no abandones el teclado, porque cuando yo sea famoso y dé mi primer concierto, quiero que te sumes a parte de él _ le reclamó el niño.

__Mire usted, primero nadie dijo que dejaré el teclado, es solo que hoy apenas tengo tiempo de ver a tu otro papá.

__Cierto _ reclamo y asintió Guillermo fingiendo enojo __ no puede con tanto tu papi hijito, es demasiado, porque algo me dice que escuchó todo lo que dijo la tía y que se está preparando para volar a Europa antes de lo previsto por Sarah, ¿no es así?

__ Soy obsesivo y no paro de trabajar, no pretendo ahora más que no defraudar a la gente de la galería de Buenos Aires, quiero ser profeta en mi tierra _ dijo sinceramente Pedro__, segundo pequeño Chopin, por nada del mundo rechazaría compartir tu primer concierto, pero creo que falta un  poquito para ello, que tengo tiempo de exponer y practicar __ concluyó, mientras el hijo no replicó porque bostezaba.

__ No me digan nada, ya dormiré durante el viaje, total, ustedes no hacen más que mimarse _ los amonestó, y Guillermo lo miró con expresión de ofendido.

__ ¿Tienes todo listo? _ lo interrogó Natasha.

__ Creo que sí _ le informó Pedro__, ayer hablamos por teléfono, lo sabes, le envié muestras digitales, me dijo que… Sarah le acercó las fotos, críticas y catálogos de lo que expuse con ustedes, y solo me pidió que le llevara un par de lienzos de cada estilo, para ver la técnica, la pincelada _  continuó Pedro_, lo cual es lógico, son cosas que no puede apreciar en una computadora.

__ Me dices que llevas lo nuestro de amor en el lienzo, y no voy _ amenazó Guillermo__, me muero de vergüenza, no estoy preparado.

__Amor, sabes que es la base de la muestra de Buenos Aires y que irá a todas, más te vale trabajar el pudor, es arte puro _  convino Pedro__. Para tu tranquilidad y por respeto a Sarah que debe o puede estar allí, llevo lo que hice con los chicos de la temática, no lo nuestro, tienes un tiempito para ir al psicólogo para que te saque la vergüenza _ se burló Pedro ante la risa de todos y la mirada de Guillermo que los horadó.

 

__ Muy gracioso, encima  por si quedara alguna duda, anoche me propuso retratarme. __ Miró a la hermana que evadió los ojos penetrantes mas se ruborizó delatándose__. ¡Lo sabías, traidora!

__ Guille, eres su talento, su amor, su inspiración y su modelo, no es más que lo único que le falta a su obra, seguramente también retratará al nene __ intentó Natasha.

__ Se supone que su estilo era abstracto, que nunca pensó en retratos _ continuó Guillermo.

__Era… y te equivocas _ le informó Natasha, Guillermo enarcó las cejas__.  Cuando este señor creía que su arte no servía para nada e hizo miles de bollitos que echó a la basura, allí fueron muchos retratos, y  yo moría por recogerlos, para mí valían oro, pero de nada servía si el artista no se valoraba, y lamentablemente yo no pude convencerlo, tuve que llevarlo ante  mamá _ informó Natasha ante la mirada de asombro de  Pedro__, y ahora será mejor que vayamos, no quiero que lo pierdas, en verdad es bueno, tiene galerías en todo el mundo, podrás exponer con él donde sea, incluso acá, pero no ahora claro, no puedes dejar a quienes confiaron en ti, pero sería bueno que para el año entrante firmaras exclusividad, dicho sea de paso, si la relación con mamá se da como pienso, yo estaría feliz, porque quizá seguirías siendo nuestro también después de todo _  concluyó Natasha con una amplia sonrisa.

 

__Momentito que es mío primero _ protestó Guillermo__, ¿y de verdad Sarah y Alejo…?

__Vamos yendo mejor.

 

 Al llegar Sarah los recibió con una sonrisa y un beso en la mejilla a todos, lo que dejó atónitos a la pareja, nunca imaginaron que el cambio del que les hablaba Natasha fuese tan radical, y sentado por la lesión en la pierna se acercaron a saludar a Alejo.

Hechos los saludos de rigor, invitados a tomar café, Alejo desplegó los lienzos.

El resto lo había estudiado al detalle con Sarah. Pedro había llevado de cada estilo, y una sorpresa que ni siquiera Natasha había descubierto, que pensaba entregar en privado.

Guillermo miraba de reojo la lista de galerías de París que de entrada Alejo le diera a Pedro, al parecer aun sin contrato, ya se consideraba su dueño, sin poder evitarlo, una punzada de celos lo alarmó y se reprochó, Pedro era suyo, y Alejo iba por su madre, no por él.

 

__Bueno como no dudé luego de leer la crítica de Nueva York, tu técnica con el pincel es excelente, y nunca vi un artista que manejara tantos estilos, amor en el lienzo, me parece alucinante __ opinó Alejo__, y sé que guardas lo mejor.

__ Si me perdonan _ adujo Sarah que no quería que nadie se sintiera incómodo por ella__, tengo algo que resolver.

__ Ve tranquila _ entendió Alejo.

 

__ Pedro, tienes una lista de galerías, unas son mías, otras de amigos, y están las de ellas obvio, te descubrieron y tiene su valor _ le informó mirando a Natasha __, sé que tienes que exponer en poco acá, no pretendo aturdirte ahora ni quitar protagonismo a los galeristas locales, son muy buenos, además pronto comenzarás las ruedas de prensa, pero al igual que las damas de la familia opino que tienes lienzos para varias exposiciones, quizá no debas agregar nada más hasta la próxima en Estados Unidos.

__ ¿De veras?

__No llamaré a todas estas galerías, me quedaré con las de ustedes, la que digas _ le informó cuando se convenció.__ A Pedro le gustó Alejo y sus galerías, tanto como a este el trabajo que él había llevado. La técnica le pareció magistral y los temas, muy atractivos. Para asombro de Pedro, le ofreció una muestra en marzo en París apenas con tiempo para viajar a ruedas de prensa luego de la de diciembre en Buenos Aires.

__ ¿Tan pronto?

__ Un artista acaba de informar que no estará listo para exponer, queda el hueco en la agenda, y qué mejor que una exposición individual, obras te sobran.

__! Lo dije! _ celebró Natasha__, y así sea con mi beba de  dos meses allí estaré, y podrías luego continuar en una de nuestras galerías de Londres. Pero por fin vas a exponer en París, hace tiempo que lo veo.

__ Guau, bueno, intentaré no defraudarlos.

 

La reunión no pudo ser más exitosa, Pedro pensaba apenas regresar revisar el estudio y empezar a apartar los cuadros que deseaba para exponer con Alejo. Cuando todos se despidieron, se demoró, y en secreto le deslizó un lienzo.

___ ¿Y esto?

__Secreto, pero no se expone acá, solo en París, y no está a la venta _ le informó, mientras Alejo al admirarlo quedó estupefacto.

__ ¿Nadie lo ha visto?

 

Quedaron en firmar contrato esa semana, y Pedro mientras se unió al grupo que deseaba ir a festejar, pensaba en lo que le diera a Alejo al final, era demasiado personal, y privado, no sabía si deseaba mostrarlo, de seguro nunca venderlo, quería conservarlo y que fuera un recordatorio eterno, un tributo a su amor por ese hombre que al llegar le pareciera solo una obsesión, una locura prohibida e inalcanzable.

Natasha vio a Guillermo charlando con Sarah y detuvo a Pedro cuando salió.

 

__Hijo, no quiero molestar _ le dijo respecto de ir a festejar__. Es algo muy íntimo.__Guillermo solo oyó la palabra “hijo” que lo conmocionó, nunca pensó en volver a oírla en boca de Sarah.

__ ¿De veras sigo siendo tu hijo?

Sarah lo miró con ternura.

__ ¿Lo dudas? __ respondió con los ojos brillantes__. ¿Acaso no te di el biberón, no te cambié los pañales, no te cuidé en cada enfermedad, no te sientes ya mi hijo? Perdón, no tengo derecho a reclamarte nada, fui yo quien se alejó,  me costó asumir el divorcio, que fueras gay, que amaras a Pedro…, me superó.

__Shhh… __ la cortó Guillermo y con toda su ternura la envolvió en sus brazos.

__ Siempre serás mi madre, nunca dejé de sentirlo, lamento lo sucedido, y no poder amar a quien me parió, pero a la única que tuve a mi lado fue a vos.

__! Hijo! He querido mil veces ir a conocer a mi nieto, no quiero que creas que  lo rechazo, siempre le pregunto a Nattu, solo me daba vergüenza, y no quiero que Camila se sienta ofendida __ le dijo en un hilo de voz.

__No lo está, ella te adora, y tu nieto es hermoso.

 

Natasha y Pedro estaban muy cerca embargados de emoción.

__ Para que sientas cuánto lo amo, ya sabes que tu hermana irá de una estancia a la otra, que armé una habitación en Pilar para su bebé _ le susurró__, pero también otra para Gian. __Guillermo quedó sin palabras, con un nudo de lágrimas en la garganta__. Lo armé en el que fuera tu cuarto, pues espero que  alguna vez se quede allá, o se queden todos.

Las lágrimas fluyeron en torrente y Natasha se acercó de la mano de Pedro.

__Bueno, ya basta de dramas, que esto llevo siglos esperando, ahora al fin puedo organizar la cena con el padre de mi hijo con todos presentes, y no solo mamá, y ni intentes negarte hermano _ lo amonestó con anticipación.

__No iba a hacerlo, quizá Camila acierte y se comporte como debe de ser después de todo _ le dijo con voz ronca mientras Pedro lo abrazaba__. Es más, creo que como por el atentado nos conoció a todos y para no mover a los chicos, mamá, Alejo  y él podrían ir a Pergamino, y estaríamos todos presentes.

__Gracias hermanito querido _ le hijo Natasha mientras le estampó un beso en la mejilla__. Y ahora vamos a celebrar este reencuentro y que nuestro artista en poco brillará en la ciudad luz, ya podemos ir preparándonos, ¿pensabas viajar hacia allá mamá?

__Pues la verdad es que no, no al menos hasta  tu parto _ confesó.

__Y hasta que lo hiciera Alejo.

__! Hija! Solo lo estoy ayudando, me salvó la vida, ¿lo olvidaste?

 

Decidieron almorzar en un coqueto restaurante cercano, y Pedro parecía ausente de las conversaciones y elogios  a su obra,  pendiente de cada palabra y movimiento de Guillermo, mientras entre todos comentaban la carta. Guillermo podía sentir que lo miraba con intensidad, le sorprendían esos claros ojos castaños en su seriedad, aunque lo penetraban hasta desnudarlo, mientras Pedro pensaba que su hombre era en sí mismo la mejor obra de arte, y no podía arrancar de él los ojos mientras hablaba de todo un poco con su madre reencontrada tranquilamente y le contaba de los progresos de Gian. Incluso había reparado en lo elegantes que eran sus manos mientras sostenía la carta y vio con deleite el reloj Cartier de oro que él le había regalado brillando en su muñeca. Guillermo encontró su mirada durante unos minutos como diciéndole que lo había descubierto examinándolo y quizás el porqué.

Aun cuando la dueña del sitio, conocida de Alejo pues tenía una pequeña colección privada de arte se acercó a saludar, cuando envió el camarero a la mesa, Pedro continuó en trance contemplando a Guillermo pensando en que después de verlo aquella primera vez, de conocer a un hombre fascinante y bello como él, no en el sentido literal sino en el referido a distinguido, elegante, interesante, era lógico que le costara imaginar posando sus ojos nuevamente en Sarah o,  descubierta su elección sexual, en  otro hombre, pues Guillermo era el dueño de su cordura y corazón, todo en él era delicado y elegante, o duro y rebelde como aquel día en que rodaron por el pasto de Pilar y cuando lo recibiera a puñetes, mas desde que estaban juntos se movía como si lo hiciera al son de una música que solo él podía oír, en una especie de obra de ballet privada, y estaba completamente pendiente de ese hombre, deseando conservarlo en sus retinas y en su mente eternamente.

Pedro oyó decir al sumiller que Alejo había pedido la botella de vino más cara de la bodega, le vio a Guillermo ponerse de pie para acompañar a su hermana a recorrer unos instantes la zona del sitio donde se exponían las obras de arte, lo oyó pasar a su lado y se sintió atraído en forma inexorable hacia el interior,  antes de llegar a él le brindó una cálida sonrisa con hoyuelos.

 

 __Hermosas obras, ¿verdad? _ comentó__. Su acento le resultó más atractivo que nunca, y su voz suave y sexy, profunda hizo que un escalofrío le recorriera la espalda.

Natasha les contaba parte de la historia que relataban los lienzos, y Pedro sentía sin siquiera prestar atención, sin intención de capturar a  su esencia de pintor y centrarse en las obras. No necesitaba que nadie lo reconociera, que le vieran o pidieran opinión, solo pasar anónimamente sintiéndose casi invisible pues solo deseaba el placer de mirarlo a Guillermo del mismo modo en que él parecía disfrutar de las obras, del arte, tal vez comparándolo al suyo. Pedro adoraba el sonido de su voz, relajado y contento casi ronroneaba, hasta que Guillermo le brindó una sonrisa seductora cuando Natasha propuso regresar a la mesa y él lo siguió con la mirada hasta engancharse en ella pensando que su hombre era aún más hermoso que las obras de arte, casi podía ver su cuadro expuesto en los museos del mundo, mas de pronto eso no le atrajo, en ese caso él sería inalcanzable, tendría un precio, no podría tenerlo, no se lo podría permitir. No, solamente ese hombre era su obra, pero con alma y su cuerpo vibraba solo  junto a su piel, era un placer contemplarlo como a una pieza de arte, pero no desde la distancia, ya no como en esos días en que era imposible, en que pensó le rompería el corazón, en que era peligroso hasta mirarlo, en que era  el hijo de su esposa, propiedad  casi exclusiva de Camila y de Juan, no suya, y le resultó escalofriante el recuerdo.

 

Pedro se transportó en el tiempo a  aquella llegada a Pilar de la mano de Sarah, extraña pieza esa mujer que ni siquiera era la madre biológica del hombre al que lo llevara, en aquel momento él era pobre, desconocido, pensaba que no había hallado a la mujer adecuada o que tal vez sería incompatible ser artista y al tiempo amar a alguien, sin darse cuenta que era un hombre quien le robaría el corazón y la cordura, uno sin competencia válida  en nada similar a lo conocido, pero amén de ser el hijo de su esposa, al llegar supo estaba conviviendo con Camila y poco después casi leyó el cartel de que era gay y que era amante de Juan, que su ropa costaba más que uno de sus lienzos de entonces, que era un hombre rico, poderoso, seguro, impactante como las propiedades que tenían con la familia, mientras él casi había vivido siempre en un miserable atelier, todo en él desprendía anhelo mas no por sus riquezas precisamente. Si bien pensó que al menos debería ser rico como él para ponerse a su altura, él no tenía derecho de ninguna manera ni a mirarlo, prácticamente le prometió amor eterno a la madre, y se sentía poco menos que su esclavo, siendo además su marchante, y pensó en lo solitaria que seguiría siendo su vida, aun entre millones.

Luego de aquella furia que no fue más que amor disfrazado que los llevara a los puñetes,  se preguntó si en verdad él se sentía propiedad, casi un esclavo de Sarah, y sintió escalofríos al descubrir cómo se había equivocado al creer que la amaba, sentirse solo atado a ella le resultaba  enfermizo.

Cuando recibió de manos de Alberto a ese Guillermo borracho y rodaron por el pasto, cuando sus pieles parecieron reconocerse y en el suave roce sus labios se saborearon la esencia, supo que solo soportaría esa promesa de dejarlo casarse, de ser fiel a Sarah, de mantenerse alejado, si de memoria,  atesoraba los recuerdos de esos minutos y lo llevaba al retrato.

Cuando se alejó de él tratando de olvidarlo,  y no hacía más que pensarlo, supo que tenía que pintarlo, ese sería su secreto. Ese era el único modo en que podría acercarse a él, o ver su alma y  hacerla suya, y ese secreto no compartido con nadie a ese día, es el que había puesto en manos de Alejo, para encabezar la exposición de París, aunque con la promesa de que jamás se vendería, era su tesoro, nunca tendría precio, siempre lo conservaría, era su compañero en ese desamparo  y desolación de aquellos meses en que todo pareció imposible.

Pensó en conocer a otros hombres, en intentar volver a poner los pies  en la realidad, estaba loco por sentirse fascinado por el amante de otro hombre, por casarse con una mujer, amén de hijo de su esposa, nada tenía que ver con él además. No habría sabido, pensó erróneamente qué hacer con un hombre así, pero de repente,  no hubo hombre menos mujer que lo atrajera, hasta Sarah perdió su encanto frente a sus ojos, y de súbito, sin tener idea de por qué, nunca se había sentido tan solo en toda su vida. Y en esos días previos al casamiento de Guillermo en que se prometieron distancia, fue a su estudio, pensando dedicarse frenéticamente a su arte, sacó uno de sus lienzos en blanco de los que estaban apoyados contra la pared, y lo único que pudo ver al contemplarlo fue el rostro de Guillermo, suplicando que lo pintase, el hombre que desconocía que él era mucho más fascinante que nada en el mundo.

 

En el viaje de regreso a Pergamino, Natasha se impuso manejar, la pareja fue detrás y Pedro se acurrucó en el pecho de su amor, cerró los ojos adormilándose siguiendo el latir del corazón de Guillermo.

 

__Amorcito, está tan agotado como el hijo _ susurró Guillermo dirigiéndose a la hermana__, Nattu, en verdad, me parecería más lógico que respetaran las fechas previas, es demasiado lo que le piden, casi  sería exponer cada cuatro meses, apenas desmontar una muestra para viajar y enfrentar a la prensa de la siguiente _ razonó, y su hermana le sonrió desde el espejo.

 

__ Guille, Pedro no valoró nunca su arte hasta que te amó, al menos hasta que lo hizo mamá, pero te aseguro que en París lo veía pintar casi sin comer ni dormir, tampoco deseaba salir, y nada le conformaba, los lienzos terminaban en el piso, de no haber parecido una intrusa, más de una vez pensé en robar los tachos de basura repletos y exponerlos, eran excelentes, y estoy segura que si pones atención en su atelier debe de estar haciendo lo mismo.

__ ¿Qué cosa?

__ Echar al piso montones de pinturas que pueden exponerse.

__ Es imposible de pisar ese atelier, y yo no entiendo.

__Una cosa son los tarros y pinceles por todos lados, otra lienzos desparramados, si no están en sus caballetes o a resguardo, rescátalos, con ellos podría armar una muestra. __Guillermo miró el rostro con amor y se conmovió.

__ Insisto, me parece demasiado.

__ Te sello y firmo que o Pedro no se quería ni valoraba antes de amarte, o yo soy la peor marchante del mundo, y no creo serlo, te aseguro que a lo sumo, necesitará renovar porque venderá todo para la próxima muestra de Nueva York, no antes _ le aseguró.

 

“Pedro los escuchaba y recordaba, Guillermo en Pilar, amo y señor, aquella cabalgata que los llevó a la primera vez, antes…  las miradas y roces furtivos, las escapadas al campo, los encuentros en la piscina, él sin remedio se sentía irremediablemente atraído por él, no por su madre, y en muchos momentos de locura había pensado en qué ocurriría si lo besaba en la boca frente a todos, luego reía de las descabelladas fantasías, mas Guillermo en esos momentos le brindaba sonrisas como si pudiera leerle la mente, y él también parecía fascinado por el esposo de su madre. Lo que más le atraía era que pese a ser hermoso y sensual, no tenía nada de vulgar ni coqueteaba de forma descarada, todo era sutil y al tiempo  violento entre ellos. Mas entonces todo les parecía imposible, y Pedro pensaba que solo le quedaría el recuerdo de las horas en compañía, recuerdos que atesoraría para siempre, Guillermo sería como una pintura preciosa guardada en una caja fuerte que raras veces podría contemplar de cerca.

Y aunque lo intentara, aunque quiso volver a ver en Sarah a la mujer que lo deslumbró una vez, después de pasar horas con Guillermo, no quería que nada lo estropeara ni se entrometiera en su imagen mental de él. Pero por otra parte volvía a intentar con su esposa pues deseaba volver a la realidad y plantar los pies en tierra firme otra vez, los hombres como Guille tenían un atractivo letal y le parecía del todo inalcanzable, sin embargo él no engañó a Sarah, tal vez lo hizo consigo, porque tenía la esperanza, la descabellada idea de enamorarse de alguien antes de pasar el resto de su vida con esa persona, se casara o no, y Guillermo aun imposible tenía corazón y alma, y podía verlos.

Y fue en la víspera de la farsa de casamiento con Camila, en que entró a su estudio, y se quedó de pie, perdido durante un instante. Sabía qué tenía que hacer, se sentía impulsado a hacerlo, pero también sabía que no debía. No pudo evitarlo, como no pudo evitar amarlo, una fuerza más poderosa que él, lo colocó  ante el lienzo que había separado del resto, y al fin lo acomodó en el caballete. Ni siquiera realizó  un esbozo preliminar antes de comenzar a pintarlo al óleo. No lo necesitaba. Lo tenía grabado a fuego en su memoria y podía ver su rostro como si estuviese delante de él. Podía verlo reír con algunos comentarios, y su sonrisa nostálgica cuando se prometían distancia, apartándose de él, podía oír la forma en que pronunció su nombre al hacer el amor. El andar pausado y seguro, sus labios finos, su mirada… su mirada.

Guillermo llenaba cada resquicio de su mente y provocaba que una descarga eléctrica recorriera su cuerpo mientras empezaba a pintarlo a escondidas. Poco después vio surgir entre la niebla del lienzo el rostro… Lo había embrujado en cuerpo y alma, se sentía poseído mientras continuaba pintándolo de forma frenética hasta el amanecer. Ni sabía ni le importaba qué hora era, solo que podía estar cerca de él. Para entonces sus ojos café se clavaron para siempre, profundamente en los de él.

Guillermo no sabía que Alejo tenía una obra inédita que guardaría su secreto como no sabía que había estado ya trabajando en un retrato suyo día y noche desde el día en que se conocieron, primero en su mente, y decirlo entonces habría sido mortificarle. Pensaría que era un acosador, un pervertido. No había forma de explicar su casamiento con la madre y su fascinación por el hijo, el tiempo que pasaba pensando en él y deseando conocerlo cada vez más, cómo se sentía frente a él, y cuando se casó con Camila, como si alguien le hubiera arrancado el corazón del pecho, y sabía que tenía que olvidarlo, pero no tenía idea de cómo hacerlo. Tal vez con el tiempo… La idea de hacer carrera pintando retratos de él le pareció ridícula, pero no dejaba de pensarlo, y cada vez que lo veía su corazón comenzaba a latir con fuerza mientras lo observaba incrédulo, su mundo se ponía patas arriba, era incapaz de no reaccionar a él, era como si estuviesen unidos por una corriente eléctrica que le recorría cada vez que se encontraban sus miradas tan solo.

“Fuimos amantes de un momento, de una sola noche, nos entregamos al deseo, a la desesperación de sentirnos, a las prisas de vivir algo diferente, algo descarado, nos volvimos locos sin ningún razonamiento, incoherentes, éramos totalmente prohibidos, ajenos, pero así nos gustábamos más, nos metimos por los ojos y sin permiso nos volvimos pensamientos, nos habíamos ya seducido con la mente, esta fantaseaba ya con nuestras manos, con nuestros labios, con nuestra piel y aprovechamos el momento, era nuestra oportunidad y nos entregamos, nos sentimos libres mientras nos enredamos entre la hierba, mientras nuestros labios se unían y en un beso nos dejamos el alma, tomamos nuestra carne caliente, que desde hace tiempo ya se reclamaba y consumimos nuestro deseo, en la cama, el piso, cada espacio  del campo y de esa estancia  fue testigo de la lujuria que se nos derramaba...

Me hizo suyo de todas las manera posibles, me hizo gritar su nombre tan fuerte, que hizo que me olvidara del mío, me convirtió en su amante esa noche, en gay y disfruté de  serlo mientras me tenía postrado ante él, dominado, esclavizado  a su pasión, lo hice mío convirtiéndolo por un instante en mi dueño, complaciendo toda su perversión, me tumbó ahí frente al cielo  y mientras me tiraba del cabello, me destrozaba todo, el cuerpo, el alma, las ganas y hasta la razón...

Me hizo suyo... lo hice mío... una sola vez y creímos que bastaría, pero una sola noche no nos alcanzó y no solo nos dejamos marcas en el alma, en el cuerpo, en el deseo y en el corazón, nos dejamos las ganas colgadas en un tal vez, para jamás olvidarnos, nos dejamos un te quiero suspendido en la garganta, para ver si nos atrevíamos de nuevo y ahora sí poder amarnos...

Los hombres también florecen. Lo hacen cuando son tratados con amor, me enseñó.  Cuando les hablas con respeto y potencializas sus virtudes. Los hombres crecen cuando el par tiene fe en él, cuando le impulsa a realizar sus sueños, muy por encima del miedo a perder estabilidad.

Cuando valora  todo su sacrificio, su cansancio, su esfuerzo. Cuando admira sus cualidades, cuando se siente deseado, cuando siente que no tienes ojos para nadie más, solo para él. Cuando le das y respetas su espacio, cuando no controlas sus pasos, cuando lo dejas expandir sus alas. Cuando no le exiges demás, cuando no lo chantajeas emocionalmente,  cuando lo dejas ser él.

Yo beso todas esas partes de él donde he visto soledad. Beso sus ojos, su frente, sus manos, sus pies para romper con todo aquello que antes no podía ver. Entrelazo mis manos en las suyas para que sepa que no le voy a soltar a menos que necesite ser libre para evolucionar, no importa lo que tarde, porque él lo vale. Yo veo la esencia de lo que es, la luz que irradia cuando mira, aun sin verme, honro todo lo que le trajo hasta mí, todo lo que me dio. Aquí estaré, no para atarlo, para amarlo aun en la inmensa soledad.

No, no sé bien qué es lo que más me gusta de él. No puedo decidirme. Me debato entre:

Su boca, o  el color de su piel. Entre su sonrisa  o  lo que dicen sus manos inquietas. Entre su voz que suena a mi oído o  lo fuerte de sus palabras. No sé qué es lo que me hace temblar, si lo vigoroso de sus brazos o la elocuencia de sus palabras.  Su físico perfecto, o  su magnífica inteligencia. Su mirada que me huye, o  su piel que me busca. No sé quién está más expuesto.  Si él cuando mi mirada lo desnuda, o  yo, cuando él  desnuda mi alma  con un te amo.  De él me gusta mucho…  todo, él me inquieta el cuerpo, el corazón y la mente.  Estimula mi imaginación,  excita mis dedos.  Me gusta esto,  esto que me hace sentir debajo de la piel cada que lo veo.  No hay nada más exquisito  que robarle un orgasmo a un hombre… Puedes robarle un beso, puedes robarle un abrazo, puedes robarle una sonrisa, puedes robarle un suspiro, pero un orgasmo… no cualquiera. Es como robarle el panal a la abeja, pero al final, sabes que probarás lo dulce de su miel... Es tan delicioso, hacerlo llegar al punto máximo de su placer, verlo tan expuesto, ver cómo su cuerpo se estremece,  cómo vibra.

Ver esas contracciones acompañadas de gemidos, de gritos, de jadeos, sus manos sujetando fuerte las sábanas, como queriendo arrancarlas de la cama. Sus piernas se debilitan, tiemblan y llega ese momento, ese justo momento en que su sexo, desprende sus fluidos como cascada.  Como agua de manantial, que te invita a beberla, a probarla, a mojarse de ella...  Y enseguida cae su cuerpo desmayado, extasiado, empapado ante ti... Siéntete orgulloso  y disfruta del espectáculo  que es ver a un hombre así...”

 

Pedro había trabajado en el retrato de Guillermo a hurtadillas sin tomarse tiempo apenas más que para comer o dormir. Estaba inspirado, se sentía en la obligación de seguir con él hasta haberlo capturado, pues él siempre en su obra sabía que contaba una historia, aunque a veces al inicio no supiera bien qué, mas conocer a Guillermo le llevaría más tiempo de lo que había pensado. Tenía en ese inicio algo esquivo, que continuaba eludiéndolo, y por fin se dio cuenta que era algo en su expresión, en sus ojos que eran un enigma. Era en esos inicios mucho lo que no sabía de él, y sin embargo le había llegado al alma desde la primera mirada.

Estaba contemplando el lienzo tomando el milésimo café, sumido en sus pensamientos, comiendo apenas un sándwich rancio, primera comida de verdad que tomaba en dos días. Tenía el mismo aspecto que un demente, con las mejillas cubiertas con barbilla de dos días, el cabello alborotado y la mirada perdida mientras pensaba en el cuadro que lo acompañaba en sus noches de soledad. Ni siquiera oyó cuando alguien entró, era Diego, su amigo de París que pidió darle la sorpresa. Habían estudiado bellas artes juntos y trabajado codo a codo un tiempo, se conocían mucho, Diego era más escultor que pintor y hasta para aprender mejor había ido a trabajar a una cantera pues le gustaba el mármol. Tenía la edad de Pedro, alto, delgado, y sentía debilidad como él antes por las mujeres vulnerables,  les daba el poco dinero que tenía, así que siempre andaba sin él, aunque no le importaba demasiado, y no hacía  mucho que había entendido que en verdad era gay, precisamente Pedro no le era indiferente, aunque ya sabía que era causa perdida.

 

__Ay amigo, pero ¿qué te ha pasado? Pareces un náufrago. ¿Estás enfermo?

 __Puede que sí __ respondió, Pedro__. O puede que solo haya perdido la cabeza.

__ ¿De dónde has sacado esta porquería? ¿No tienes nada decente para comer y beber en esta casona?

Pedro meneó la cabeza con una amplia sonrisa, de eso hacía meses.

__No he parado para comer.

__No me extraña. ¿Necesitas un préstamo acaso? __ Aunque Diego lo necesitaba más que la mayoría, él era el único de sus amigos que jamás pedía dinero prestado. Ganaba lo justo para ir tirando, pero su amistad tenía lazos fuertes, no se basaba en quién era Pedro, lo que hacía de él un amigo leal__. ¿En qué andas trabajando que estás en ese estado?

 

__En un retrato de un hombre que me persigue hasta en sueños, tiene un aura especial. Y no consigo sacármelo de la cabeza.

__ ¿Un nuevo ligue? __Diego estaba intrigado__. ¿Qué ha pasado con tu marchante… bueno con tu mujer? ¿O con la hija?

__ Pues no era lo que pensé, yo no siento lo que creí.

Diego pareció pensativo durante un instante mientras asimilaba lo que Pedro le había dicho y lo que de él se decía.

__ Están de infarto las dos. Si me gustaran las mujeres…

__ Da igual. Tú necesitas a alguien que te ame y con corazón, no solo alguien para tener sexo ya, al fin eso no es nada divertido.

__ Supe todo de lo tuyo, no sé si termino de sorprenderme, pero ¿quién es ese nuevo amor? __Parecía más intrigado.

 

__No tengo ninguno. Él es la fantasía de mi vida arrastrándome hacia el infierno, y por él.

__No me extraña que parezca que te ha arrollado un tren. ¿Un producto de tu frondosa imaginación?

__Existe, pero es el hijo de mi esposa, el novio de otra, el amante de otro, esclavo de normas y mandatos del padre _ resumió lo que lo separaba de Guillermo.

__ ¿El hijo de Sarah? ¿No tuviste un ligue con la hija acaso?

__Sí, pero nunca pasó de ahí, tuve decenas de mujeres, tengo un hijo, pero… él es otra cosa.

__ Entonces era cierto, nos pasó lo mismo, pasa que en ti no podía creerlo. ¿Te acuestas con él? La mujer si se entera podría matarte, o echarte al menos.

__Echarme, no me cabe duda. No nos acostamos, intento no verlo, vivo encerrado.

__ ¿Estás enamorado de él?

__No sé lo que siento. Estoy obsesionado. Intento pintarlo porque me fascina más allá de lo que sienta, y no consigo hacerlo bien.

__ ¿Por qué tienes que hacerlo? Invéntatelo.

__Lo más seguro es que lo vea cada vez menos, está al casarse, su mujer está embarazada, solo lo veré en este retrato, me siento obligado a pintarlo, y no consigo sacármelo de la cabeza ni en sueños.

__Esto suena fatal. ¿A él le pasa lo mismo?

__Desde luego que no. Me recibió a las trompadas. Y es feliz con su vida de farsa supongo. Por cierto, adora a Sarah.

__Estás jodido. Parece que no tienes ninguna posibilidad, pensé que te habías enamorado de ella, pero suele suceder, siempre puedes raptarlo. __Ambos se echaron a reír__. ¿Qué es lo que tiene que tanto te altera? porque que hayas descubierto que no te gustan  tanto las mujeres, no es irremediable.

__No lo  sé. Puede que sea el hecho de que es totalmente imposible, completamente inalcanzable, aunque cuando quiere es amable, seductor, y enigmático, sereno, tiene un aire mágico.

__ ¿Parece infeliz?

__No _respondió con dudas__. Pero… igual creo que estoy loco por solo pensar en él. Es todo tan inaccesible.

__ No perece una buena situación en verdad, te creíste enamorado de la madre. ¿Puedo echar un vistazo?

__Es un caos y sus ojos no están bien. Llevo días trabajando en él. __ Diego  miró el cuadro sobre el caballete. A continuación se detuvo y lo contempló largo rato__. ¿Ves a qué me refiero?

__ Pues lo que yo veo es que es tu mejor obra hasta la fecha, o de tu vida. Hay algo que me cala hondo y hace que se me encoja el corazón. Es el hombre más atractivo e interesante que he visto en toda mi vida. __ El retrato estaba inacabado entonces, pero los elementos más importantes estaban ya ahí. El hombre del cuadro tenía alma, y Diego también podía verla__. ¿Estás seguro de que no hay forma de llegar a él? A lo mejor él también  está obsesionado contigo y no se case al fin.

__ ¿Por qué iba a estarlo? Ni sabe quién soy, más que un artista que cautivó a sus mujeres, y que se casó con la madre. No sabe nada de mí, apenas hemos charlado, es más, casi siempre terminamos peleando…

__Bueno, me da igual si se obligan a negar lo que les pasa, si se ven o no, pero tienes que acabar el retrato, es una obra magistral. De verdad pienso que es tu mejor trabajo, merece la pena que sigas sufriendo.

__Gracias. __Pedro miró a su amigo con afecto.

__ ¿Quieres que vayamos a comer algo?

__Me parece que volveré a trabajar. Me has animado a que no me rinda.

Diego se marchó pero regresó de la cocina un rato después con una pizza y un vino, siempre eran críticos uno del trabajo del otro y sinceros a más no poder.

 

Pedro al rato se concentró de nuevo en el retrato y pintó durante toda esa noche. Se quedó dormido al amanecer, tendido en el suelo de su estudio, contemplando lo que había pintado. Sonreía. Por fin había conseguido plasmar los ojos, y él le sonreía desde el retrato. Era el rostro que recordaba tan bien, sonriéndole antes del primer beso, cuando rodaron por el pasto, cosa que no contó a su amigo, y en la mirada todas las dudas  y la culpa que acarreaba por aquel entonces.

Le intrigaba entonces, le fascinaba, y era cierto que estaba obsesionado con él mientras trabajaba en su retrato, pero ¿cómo podía amar al hijo de su mujer, a un hombre del que apenas sabía nada, que la mayor parte del tiempo parecía odiarlo? Le habría gustado que pasaran más tiempo juntos, conocerlo mejor, antes, pero era consciente de que no habría ninguna posibilidad. Sin embargo, en momentos de introspección, reconocía que nunca había estado enamorado pese a su fama. Se había encaprichado. Había tenido muchas aventuras, algunas apasionadas, había salido con mujeres durante largas temporadas, hasta estaba su hijo con Dana, había vivido con ella un tiempo, pero nunca había amado a ninguna con alma y cuerpo, con pasión y dolor, ni le había nadie roto el corazón al terminar. A veces se preguntaba si le pasaba algo, si el arte y amar eran incompatibles, el caso es que el único hombre que tenía su alma en las manos, hasta el punto de llevarle a veces a la locura, era el único que sería siempre… imposible.

Cuando dejó, o intentó verlo muy poco, dejó de trabajar en el retrato durante un tiempo. Al ser consciente de esto, para que su obsesión por él se enfriase. Intentó concentrarse en otras obras, en reconstruir su vínculo con Sarah… sin embargo…

 

 

__ No la tendrás fácil hermano, Pedro pasará mucho tiempo una vez en Europa _ le informó la hermana.

 

__ Mientras Camila esté soltera no se negará a acompañarnos _ razonó Guillermo__, mayor drama será Michael que ya se queja por no estar con él, si Dana se casara con Juan, excepto que viaje solo se complicará _ continuó__, pero de última todos,  hasta mamá con Alejo,  la tendremos complicada, ya veremos en el camino.

__ Mamá… no. Alejo y ella pueden recorrer el mundo trabajando, y Camila y yo solteras con nuestros hijos chiquitos tampoco, al fin somos las únicas solas acá, bueno no solas, con la mayor bendición.__ ¿Y qué tal el reencuentro con mamá?

__ Guau que tenías razón,  está muy cambiada, me sorprendió _ reconoció Guillermo curvando los labios en una sonrisa sin dejar de acariciar el cabello de Pedro.

__ Siempre fuiste su niño mimado _ le dijo Natasha__, no podía durar lejos.

__Qué dices, siempre  lo fuiste vos, para los dos _ porfió Guillermo__, sos hija única y te llevó en el vientre.

__ Eso no tiene nada que ver, ella siempre te amó como lo que eres, su hijo, y puede que se distrajeran un tiempo con la menor, pero los dos siempre te quisieron más a ti, estuviste más cerca de ellos.

__No digas tonterías, quizá papá, aunque dudo que si viviera ahora  siguiera aceptándome _ concluyó Guillermo__, he abandonado todo lo que deseaba de mí, gay, por casarme con un hombre, creo que me desheredaría.

__ No lo haría, son otros tiempos, y el amor es más fuerte o mamá no te estaría recibiendo de nuevo en sus brazos, fue duro que justo fuera Pedro tu amor, que supiera de tu elección, pero nadie renace de un atentado sin modificaciones _  adujo la hermana__, y a mamá estas le favorecen, y mucho.

__ ¿De qué hablan? __ preguntó de súbito Pedro abriendo los ojos.

__Pensé que dormías.

__Soñaba… contigo, obvio.

__Bueno es saberlo. Natasha cree que mis padres me querían más a mí, y yo pienso a la inversa _ confesó robándole un beso.

__Yo nunca tuve esa duda, a mí nunca me quisieron _  reconoció pero ya sin dolor__. Mis padres eran fríos como el hielo, mi padre me marcó en la carrera, mamá no hizo lo suficiente como para que no me traumatizara, Nattu lo sabe.

__ Y el trabajo que me diste _ reconoció la aludida.

 

El día anterior, Natasha lo había descubierto embalando con delicadeza el cuadro de su hermano, compartía con Alejo ese secreto, estaba acabado, aunque Pedro como siempre insistía en que había que darle los últimos retoques, era una pieza extraordinaria, y ella coincidió con el amigo en que era su mejor obra.

__Le decía a Guille que como Alejo,  creo que debes y estás más que listo para exponer en París y Londres __ afirmó ella con seriedad, salvo que sea lo que Carlos dijo de mí en esa crítica espantosa y esté totalmente equivocada__. Pienso que deberías ir mirando galerías que te hemos recomendado. Luego de la muestra de acá,  no tienes razones para esperar. __Pedro antes quería presentar su obra representado por el marchante de Buenos Aires en la feria de arte de Londres, ver cómo era acogido, pero se lo guardó__. Deberías exponer en la Bienal de Venecia el año que viene _le animó ella__. En dos regresas a Nueva York. No puedes ocultar tu talento. El mundo necesita más artistas como tú, Pedro. No le prives de tu obra.

 

 Aquello sonaba muy bonito. Ella se había convertido en una gran mujer, y  tenía un conocimiento impresionante del mundo del arte. El retrato de Guillermo estaba terminado. Los ojos ya eran perfectos, poseían la expresión exacta que ahora conocía. Su boca era tal y como debía ser, como si estuviera a punto de hablar, solo por el retrato se estaba enamorando cada día más de él, ese amor que no había querido admitir por meses, pensando que estaba solo obsesionado aunque fuera incluso más incómodo de lo que le parecía habría sido estar enamorado.

 

__ Iré mirando __ dijo observando a Guillermo__. Pensaba en aquel sueño.

__ ¿Cuál? __interrogó este.

__Ese de que lo nuestro fuese posible, o de huir a la orilla izquierda del Sena, juntos, con los chicos, y atendernos uno al otro, ¿recuerdas?

__Claro que sí, vos  no te cargues con preocupaciones, ya nos arreglaremos, en el camino saldrá el cómo, yo te seguiré donde vayas, no pertenezco a ningún lugar, ya no sigo normas, nunca quise se administrador de empresas, papá no está para censurarme, puedo delegar, mi lugar en el mundo sos vos, nos pertenecemos el uno al otro.__ De pronto una idea al inicio descabellada comenzó a tomar forma__. Hasta pienso que al fin podría hacerme cargo de las galerías de Europa, Nattu quedarse en Buenos Aires y mamá en Nueva York, o a la inversa, según cómo se mueva Alejo, y Carlos, ¿no es así?

Natasha observó a su hermano por el espejo retrovisor, notablemente sorprendida.

 

__ O tal vez, si las cosas siguen así__ aventuró Pedro__,  se me ocurre que pronto podría tener mi propia galería, y tú podrás administrarla. _ Miró al encantado Guillermo__. Y yo ayudarte a descubrir nuevos artistas cuando me canse de pintar, y yendo más lejos aún, podríamos en ese caso radicarnos todos en alguna ciudad de Europa, para evitar el ir y venir de los chicos, como parte de aquel sueño, ¿qué opinan?

 

__Me parece genial __ lo  festejó Guillermo mientras Natasha lo vio.

__ La charla que he mantenido con Alejo _ siguió Pedro__, me ha recordado cuán importantes pueden ser algunas personas en las vidas de otros, y lo nuestro, que hay encuentros entre individuos que traerán consecuencias imprevisibles, citas del destino que desatarán cambios y marcarán vidas. Personas que al conocerse unirán sus existencias de una u otra manera, imprimiéndose mutuamente su esencia para siempre, lo vi en mi encuentro contigo Natasha, con Sarah, obvio con Guille, en el de tu madre con Alejo, todo está conectado, y para bien o para mal, allí está la magia, revelándose, iluminando, son nuestras vidas uniéndose a las de los demás. Los seres humanos construyendo vida junto a otros, y todos nosotros ya somos parte de lo mismo, dudo podamos separarnos, ya somos como encastres de un rompecabezas donde ya no se distingue cuál pieza es cada cual. Es claro que hay piezas esenciales, como también hay personas fundamentales que tiñen las demás vidas. A veces, el ojo avezado, o la intuición lo reconoce, y eso empiezo a ver en el entramado que se inició al conocerte Nattu, solo para unirnos en pares, para nada creo que Camila o tú queden solas fuera de esto con los chicos.

 

Guillermo vio asomar en los ojos de miel de Pedro lo que él sabía era una puerta abierta a su alma de par en par. Se metió en ellos, y desde allí pasó a su alma, y así, ensamblado a ella, habló:

__Pedro, más allá de lo escrito y a partir de ello somos dueños de nuestras vidas, y si lo deseamos, podemos ir a parar todos donde queramos _lo tenía a su lado, muy cerca. Sostuvo la mirada penetrante, y con voz suave agregó: __ ¿Quieres que nos mudemos a Europa luego de esta muestra? ¿Qué dejemos de ir y venir?

__Es lo que estaba pensando, más por los chicos, y porque extrañaría demasiado a el que no fuera de no hacerlo, ni pensar si tú no pudieras seguirme alguna vez.

__ ¿Tanto?

__Tanto, porque yo a ti te amo… Te amo de una forma que…

__Una forma que…

__De todas las formas que puedan existir… __explotó Pedro con sinceridad.

 

Guillermo sintió que esas palabras le otorgaban el permiso que esperaba para lo que deseaba hacer desde que lo vio esa mañana, y sin importarle de su hermana, le tomó el rostro con las manos y apoyó sus labios en la boca anhelante. Su lengua buscó los lugares recónditos de la boca de Pedro que sabía eran solo suyos, con suaves movimientos le rozó el paladar y las comisuras de los labios, luego llegó hasta el fondo del ósculo, lo más profundo que pudo.

Pedro que solo sentía, creyó morir, el mismo Guillermo se sintió al borde del precipicio. Un simple beso y casi había sentido que lo había penetrado sexualmente. Se separó y quedaron enganchados por la mirada asombrados por lo sentido, con un mundo de sensaciones recorriendo los cuerpos, palpitando partes que aún no sabían que poseían, la imaginación de Pedro voló al pasado.

 

“Pedro, ¿has tenido novio antes?

__No.

__ Pues entonces yo seré el primero _ sus palabras le sonaron extrañas. ¿Él? ¿Guillermo ser el primer novio a esas alturas de su vida?”

 

Ante su hermana lo volvió a besar, Pedro le respondió como correspondía. Su lengua ávida jugaba con la de él en pleno gozo, esa lengua de hombre que había borrado todos los besos de otras que diera en su vida, al enamorarse de él todo el resto se había esfumado. Edades, diferencias, amantes… solo fueron detalles que, cuando se instala el amor, dejaron de importar. Pedro había tenido a muchas mujeres, Guillermo a muchos hombres, los dos lo sabían mas no les interesaba, lo de ellos era único, así lo marcaba el amor que había derruido las barreras de los imposibles como siempre hacía al posar su dedo sobre una pareja.

Le gustaba todo de Pedro, su arte, su música, sus obras, y a este que lo abrazara y besara de esa forma, salvaje, posesiva a veces, tierna, sentía cómo la esencia de cada uno de ellos se complementaba y amalgamaba con la del otro en cada unión, lo percibía cuando era su modelo, cuando Guillermo intentaba pintar de a dos, cuando compartían gustos, en los sentimientos que les llenaban el alma cuando estaban juntos, en eso solo comparable a la unión con su hijo, exclusivo en el goce físico que les producía la cercanía del otro. Abrazarse y sentir el cuerpo del otro… era morir… y volver a nacer una y otra vez. A veces no entendía todo lo que sentía, no le hallaba explicación, pero de una cosa estaba seguro, él quería estar siempre cerca de Guillermo, quería ser su maestro, o su ayudante, que fuese su único modelo, su hombre, su esposo, su todo, quería como soñaron antes cuidarlo y que lo cuidara, quería pintar cuadros con y desde él, comer con él, soñar con él, reposar, cada noche, la cabeza en su pecho, y un montón de fantasías que ni siquiera habían imaginado… todavía.

 

Si aviso se abalanzó sobre él, enredó sus brazos en el cuello, allí, su piel olía a madera y perfume de hombre, el aroma provocó que su boca deseara besarle el cuello, y lo hizo. Luego, los dedos de pianista acariciaron el cuello, la nuca, en donde su vello era suave. Guillermo, estremecido volaba lleno de sensaciones.

 

__Sos demasiado importante para mí __ articuló con voz ronca.

__ Tú también eres muy importante para mí.

__Sí, pero lo mío es más meritorio, porque mira la edad que tengo.

__Deja de hacerte el anciano, que no te va _ le reprendió Pedro y ambos comenzaron a reírse.

Guillermo lo miraba embobado, Pedro estaba hecho a su medida, manejaba las cosas que para él eran problemas y viceversa, mirándolo, mientras hablaba sonriente y movía las manos, maquinando cómo enfrentarían el mañana, pensó en que cada día estaba más enamorado de ese muchacho que le había cambiado la vida. Lo quería todo el tiempo con él, con él toda la vida, lo que  sea que le quedara, lo que esta durara y más allá también.

 

Pergamino. Una hora después. 01 de setiembre 2016.

 

 

__Dime tú, amor de mi vida… Déjame sentir el tibio rumor de tus manos en mi piel, palomas en vuelo que aletean curiosas, dibujando palabras en lo agreste de mi pecho y rompamos las quimeras de las esperas y entremos al amor consentido con un verbo entre mis labios en el ensueño de amarnos en lo prohibido.

¿Y si me dejas al fin, tomar tu mejilla y estrellar tus labios con los míos,  para luego recorrer lujurioso todo el centro de tu espalda hasta tu cuello acariciándote apasionadamente hasta el tatuaje  en el final de tu  vientre cuando mi lengua bebe sus bordes sin consuelo y llegar, buscando lujurioso tu boca, y devolverte el beso que te robé?

Sabes que soy tu néctar amor, bébeme, deja que embriague tus sentidos y erice tu piel caoba con la fuerza de la pasión de tu vientre y pelvis, que son míos. Tal vez me dejes antes que te desnude mirar tu alma en tus ojos de miel y entonces bebería de tu garganta todo el calor de tu aliento de fuego. ¿Y, si uniéramos nuestros cuerpos, entre tus piernas y vuelos etéreos amándonos al extremo de la misma vida, entre crepúsculos y misterios  sentir la sensación de querer escaparnos de este mundo ajeno y hostil antes de enloquecer de lujuria y sentir el amor, unidos en la misma piel? ¿Qué pasaría? Tal sentiremos al fin la tibia caricia de amarnos, y el amor. Deja que los puros cristales de tus lágrimas recorran tus mejillas de flor y se detengan en la comisura de mis labios sedientos y no quieran  escapar. Vibremos juntos como mariposas en la brisa, uniendo nuestros cuerpos en la búsqueda amorosa del instante de los gozos dulces del éxtasis final. Mis manos vuelan instintivamente al contacto de tu piel de seda y descubren en cada poro y cada curva, el ensueño de sentirte y tenerte y la dimensión de tu desnudez, que desgaja los sentidos de mi vientre. Entonces amor de mi vida ¡cómo no desearte y quererte hasta la muerte! Bébeme y ámame amor, soy tu elixir del amor y la vida.

 

Exploramos el misticismo de crear sensualidad, noche de silencios sin ataduras morales, confesándonos ante el deseo de proclamarnos amantes, entintamos palabras mayúsculas, que de nuestras inconscientes mentes creamos tantas fantasías,  que de nuestras entrañas sentimos condenándonos a ser exageradamente prohibidos, rindiéndonos ante tanta pleitesía  a los sentidos, a la voluptuosidad, al tenernos frente a frente con gran naturalidad. Transformamos nuestras conductas, emociones,  esos sabores especiales que da el tan solo hecho de amar, nuestras manos inquietas empiezan a coquetear, entra con pasos húmedos, titubeantes, tu olor me guía a tu oleaje, brasas intermitentes, explorando mis rincones en agonía ensimismado, esta noche será la historia más erótica, océanos fundiéndose en este silencio, conquistando nuestros inexplorados territorios, sudoroso y con resuello, cortas mi aliento con tantos besos de tu boca. Abrigas a la perfección mi ropaje, en el éxtasis de esta noche, yo fuego, tú osadía, como dulce veneno circulando en las venas, poseído, sumiso, entre tus ramas me sentí enredado, aceleras mis latidos, ¡oh corazón mío! somos dos pecadores en la tierra,  dos enamorados infieles en el edén, es el sacrificio inventado por el hombre, por nuestra inquisición, destinándonos a la hoguera por ser herejes. Mi boca te demostrará las ansias que de ti tengo,  no consumamos deprisa lo que hemos consumido, porque la noche no termina, ni este tiempo a solas de una madrugada llena de pasiones, en que mi escultura te reclama, mientras te disuelves en mis sábanas, volviendo a renacer, viviendo cada placer que nos hace perfectos, alimentándonos al explorarnos con gran sensatez.

Cuando te vi era un manojo de nervios, era como un sueño que te acercaras, esa sonrisa, ese rostro perfecto, esos gestos, siempre me llamaron la atención;  tus bellos ojos se clavaron sin piedad, no sé ¿cómo es que pude enamorarme de ti? Te fuiste metiendo lentamente en mi corazón, siendo que para mí, pudiste ser un pasatiempo nada más, transcurrieron dos  minutos  y me fui perdiendo en tus brazos, ya éramos un lazo,  estábamos amarrados en besos tiernos y después el deseo que tu boca me brindó, no sé si será el destino que ibas ya a ser mío sin condición, yo un  adolescente en este tipo de amor que no sabía lo que era amar de verdad, me enseñaste a adorarte, aquí estoy, ¡juntos para siempre mi amor! Bajo el color confuso de las flores salvajes, inesperadamente me ofreciste tu memoria de labios entreabiertos, soy  el fruto que para ti solo da mieles y olor,  en las calladas noches, esperaba tu barco de sentimientos y emociones anclando un día aquí en mi regazo,  vencedor llegaste desatado  a mi isla  sedienta, viniste a mí… misterioso, vertiginoso, río bravío sobre mis valles y montañas, sentí tu corazón palpitar, tu pecho arder, tus ganas sobre mí, así como te amo, así te quiero, ¡por siempre juntos mi amor! nunca pierdas esa hermosa costumbre de hacerme suspirar. He probado tus comisuras, tu piel, tu cuerpo y hasta tu sexo, me he desarmado ante tu esencia, ese que es mi aroma ya de ti, eres sublime, imperfectamente perfecto, la combinación exacta entre la timidez e intrepidez, la ternura y pasión, es necesario que sepas que eres mi mundo mi vida entera, sin duda el que me da felicidad, mi oxígeno,  lo único que necesito para vivir.

¿Quién evita arder en este frenesí? Cuando el alma se da completamente, como yo te amo, con todo mi ser. Ya es costumbre percibir la sinfonía de nuestra agonía, corriendo ese escalofrío al conquistar ambos ese trofeo, fusionándonos en este altar bendecido, con alevosía y premeditación dedicando el tiempo preciso diariamente a este amor que nunca acabará de amarse, sintámonos vivos, hasta el último día que amanezca, hasta morir en los brazos uno de otro, con sutil apetito, bebámonos hasta el fin y quizás en otra vida amándonos más que ahora, te sigo soñando, te sigo deseando, eres mi dueño, yo tu ciervo, tu esclavo  que seguirá tus pasos a donde quiera que vayas, siempre y cuando no te enamores de otra piel, de otra esencia todo soy para ti, mi alma en todas formas, tu hombre, tu dueño, tu caballero, amo y señor, el agua viva que siempre recorrerá tu vida.

 

__Precioso, necesitas dormir, vamos a la suite _ lo amonestó Guillermo.

__ Luego… necesito rever una técnica para comenzar con tus retratos _ le dijo al paso, Guillermo le clavó la mirada__, quiero tenerlos como algo nuevo para París.

Guillermo se rindió.

__Te daré una hora y a dormir __ dijo__, pasaré a ver a mi niño, y volveré con algo para que comas,  no creas que no sé que no probaste bocado y te dedicaste a mirarme en la reunión _ le hizo saber.

__ Devoré lo más rico, tu rostro, quiero pintar cada gesto, detalle y expresión, inventar técnicas y modos, crearte y recrearte_ se cortó ante el temor pintado en el rostro de Guillermo__, un café negro quiero, ve.

 

El atelier, dese hacía tiempo era un caos, pero un caos ordenado. Porque aunque todo parecía estar patas arriba, en realidad, seguía el desorden que Pedro y Guillermo ordenaban que siga. El cuarto mantenía un orden en el desorden. Porque ellos, en medio del lío, encontraban las cosas y podían trabajar. Pedro ya conocía esto, la sensación de estar avanzando en una obra y que no importara nada más, no querer detenerse ni para comer, ni siquiera dormir, mucho menos para acomodar una taza, una ropa, un plato, la necesidad de sacarse el abrigo, echarlo al piso, andar descalzo, dejar todo donde cayese sin ordenar para no malgastar los minutos en trivialidades, sacarse los zapatos porque incomodaban y darse cuenta de andar descalzo horas después. Tomar solo agua o café, comer solo pan, ingerir lo justo y necesario como para que el cuerpo siga. Porque la obra se vuelve el padre, el artista, el hijo. Ella manda, y su hacedor solo obedece, el orgasmo que solo conocen los creadores, la delicia del artista y también su calvario, todo en uno, porque se hace lo que se ama, pero poco puede hacerse  de otra cosa. Ímpetu, fanatismo, esclavitud, exaltación, arrebato, fervor, todo en uno, y quizás  el teclado fuera peor  todavía, temía por Michael.

Pedro que pintaba desde niño, ya había sentido esa emoción infinidad de veces, y se daba cuenta de que era casi una droga, una adicción, porque una vez se conocía la sensación ya no se podía vivir sin ella.

Guillermo, que venía sumergiéndose en la experiencia desde el inicio de amor en el lienzo, estaba en esa locura aun más que Pedro, que ya la había vivenciado. En algunas ocasiones se miraban cómplices, como diciéndose que eran conscientes de lo que vivían, en otras uno contemplaba al otro en detalle pareciéndole que ese ser era uno con el personaje del cuadro en curso, la misma cosa, todo tan precioso y armónico que entraba por los ojos y se instalaba en el corazón y en el lienzo.

 

En cada rincón de la estancia se respiraba pasión, ya no se sabía si era mañana o tarde, si comieron o no y si se durmió lo suficiente si alguien no venía a rescatarlos, generalmente Natasha o Michael pidiendo auxilio a Pedro con sus materias de música... A veces, la misma euforia de Pedro al ver que su obra iba quedando bien, lo hacía ir en busca de Guillermo que apenas huía para ver a su hijo, para estrecharlo con fuerza en sus brazos y besarlo con ardor, quería pintar una decena de retratos, no ya de memoria y a escondidas como el secreto, ahora conociendo su esencia, con el modelo presente, y todo lo mostraría en París. Lo besaba tal como si esa misma pasión aplicada instantes antes a la pintura, su cuerpo de hombre le exigiera que la impusiese a las exactas formas de hombre con que Guillermo parecía amoldarse a la perfección cuando lo apretaba contra su cuerpo. Guillermo en medio de besos y abrazos, ya rendido a ser modelo o ayudante se perdía en Pedro, los límites se difuminaban como si fueran uno solo, conscientes de que la creación artística como sus sueños crecía, sintiendo que subían una cuesta desde donde ya comenzaban a avizorar la cima, todavía deberían llegar a ella, pero  ya la divisaban, y en pos de eso se esforzaban.

A veces Pedro como en el loft apenas dormía y Guillermo se lo encontraba al descubrir las sábanas a su lado vacías  ya trabajando, confesando que apenas se echó en las mantas que tenía en el suelo, las que solían usar cuando deseaban descansar unos minutos, y ahora, ya muriendo el día, agotados como estaban en el submundo del sueño y cansancio, no querían parar.

 

 __Pedro, debes descansar un rato.

__Quiero terminar de pintar tus ojos.

__Puedes hacerlo luego, no iré a ninguna parte.

__No. Quiero hacerlo ahora o huye la idea. Tú eres quien podría dormir unos minutos, ¿acaso no te levantaste al alba para ir al campo a dejar instrucciones? Yo ni siquiera cabalgo ya.

__No quiero. Al menos yo he comido algo, vos nada.

__No tengo hambre.

__Te hago un trato,  te comes lo que te traje, yo me recuesto unos minutos en las mantas.

Pedro, sin soltar el pincel que limpiaba en sus manos, lo miraba, en medio de su piel aterciopelada vio un círculo oscuro bajo los ojos, su Guille estaba exhausto.

__Acepto, yo comeré algo y tú dormirás un rato.

__ Trato hecho _ dijo Guillermo y se tendió  sobre las frazadas. Se durmió tal como si fuese la mullida cama de la suite y no unas cobijas en el piso duro. Pedro comió una picada, tomó un café y prosiguió con su tarea. Pero al pasar los minutos,  el sueño lo vencía, y viendo a Guillermo tendido plácidamente se le mezclaron las ganas de estar con él y de dormir un rato. Se tiró junto a su hombre, quien ni siquiera se percató de que él se ubicaba a su lado, y en segundos, él también se quedó profundamente dormido.

El cansancio los había dominado, los cuerpos exigían descanso, hacía meses que venían excediéndose.

 

Cuando la noche ahogó al día Guillermo se sentó de súbito, miró a Pedro pensando que él también comenzaba a despertar, sin embargo no era así. Intentó hablarle, pero lo sobrecogió la visión del joven dormido. Sus pómulos arrebolados, sus ojos almendrados, sus largas pestañas, el cabello despeinado, la boca entreabierta, el cuello que amaba besar en cada trocito de piel, y luego recorrer sus caminos rumbo al llano del pecho que muchas veces se volvía su obsesión prediciendo los accidentes de la geografía que la escasa ropa le escondía y refrenaba sus manos que deseaban ir a esos lugares, vagar y viajar por cada sendero.

Con el rostro pegado, Guillermo le habló con dulzura.

 

__Pedro… Amor…

Este gimió. Y a él le gustó el sonido que escuchó,  como gemía en el concierto cuando le hacía el amor, esa sinfonía que brotaba y se brindaba con sonrisas desde sus labios gruesos, en medio de la penumbra insistió.

__Vamos, precioso.

Pedro, somnoliento, sin abrir los ojos, lo rodeó con los brazos y lo atrajo hacia él.

__Ven acá amor mío.

Como si fuera su esclavo, Guillermo obedeció la orden sin dudar, y atreviéndose a dar un paso más al pedido, se trepó sobre él para besarlo. Un instante, y se estaban devorando locamente, Pedro semiinconsciente, le respondía con ardor, cómo funcionarían los detalles en ese estado no lo sabía, su instinto siempre lo guiaba en sus fantasías, desde  la primera vez en que él no sabía nada, su cuerpo lo sabía todo. Se besaban, se olían, se saboreaban, sus bocas pedían más y ellos se lo entregaban, pero, aun así, no les alcanzaba… sus cuerpos exigían más, mucho más.

__ Amor mío _ balbuceó Pedro con voz dulce.

__Pedro… _le respondió Guillermo con voz trémula de deseo.

__Te amo Guillermo Graziani.

__Yo también te amo, Pedro Beggio.

 

 La mutua declaración, inició en nuevo estadio. Y Guillermo besándolo nuevamente, comenzó a arrancarle la ropa, sus manos torpes no podían quitarla con cuidado, a Pedro no le importaba _ quería que las prendas desaparecieran como fuera__, deseaba que esas manos se apropiaran de todo, que su piel entera quedara expuesta a la mirada de Guillermo, anhelaba una fiesta de pieles fundidas, en donde la de él bailara al compás de  la de su amor. Pedro estaba completamente desnudo, a Guillermo le faltaba poco para estarlo, cuando el último rayo de claridad vespertina entró por la ventana, cayendo sobre los cuerpos, iluminó la espalda ancha, blanca, con algunas pecas de ese hombre maduro y apuesto que se pegaba y amoldaba a la figura de piel lisa y bronceada. Guillermo, desbocado, dirigió su mano a los lugares íntimos de Pedro, por delante y detrás buceó en ellos, sonrió al saberlos inexplorados por otro hombre la primera vez, cuando dibujó con sus dedos diestros figuras pequeñas donde nunca nadie había dibujado nada, y esa vez el cuerpo de Pedro al remedarlo se convulsionó en mil sensaciones y de sus labios le brindó jadeos y gruñidos.

__No te detengas…

Contra su propia voluntad, Guillermo fuera de toda lucidez, generoso le obsequió el pedido, a Pedro ya no le quedaban sonidos, los había perdido a todos entre las mantas. Guillermo lo miró, lo amaba hasta el delirio, quería que fuera su esposo, lo amaba para siempre, lo amaba hasta darle rabia el tiempo, hasta odiar los años. ¿Por qué no había aparecido antes? ¿Por qué no había nacido antes?

Quería todo de él, su pasado de niño, el de adolescente solitario y creativo que se hacía hombre, su presente de hombre en sus brazos, de padre, su futuro con más hijos y el éxito en cada esquina, esquivo por mandatos tanto tiempo… todo lo venía pensando.

Miró el cuerpo de adonis de joven de Pedro, su cintura y sus caderas más anchas, los pezones rosados en el llano de su pecho, su trasero apretado, y lo deseó hasta el delirio, hasta el extravío.

Quería hacerle sentir su violencia de hombre hasta hacerle doler y que él se quejara, pero también quería cuidarlo, estaba a punto de volverse loco. Queriendo tantas cosas, ya no sabía qué deseaba, y entonces solo hizo lo que su cuerpo le urgía. Con delicadeza se trepó por completo sobre Pedro, y mientras él agonizaba en gemidos con esos sonidos alucinantes, los dos cuerpos se encontraron en uno y armaron el rompecabezas que el interior tórrido y húmedo de Pedro exigía a gritos al cobijarlo, porque las manos y los besos de Guillermo ya no le alcanzaban. La hombría de su hombre abriéndose camino en sus túneles, derribando fortalezas solo desbaratadas por él, lo colmó, lo trastornó, lo desgarró más allá de las entrañas, lo sació, y le hizo gritar, pero Pedro quería todo eso y más, el piso del atelier temblaba al son del vaivén de las embestidas y la vida era otra, se les partía en dos, un antes y un después. El pacto se renovaba, se pertenecían, eran el uno del otro, los latidos de ambos mezclándose como sus fluidos por completo, el pacto se sellaba en un sinfín de suspiros, confirmando en lo físico lo que antes venía sucediendo desde eones en lo espiritual.

Luego de un largo rato las respiraciones se fueron acallando, incorporándose apenas, Pedro le dijo:

__No podemos haber hecho esto acá..._ explicó mirando las cobijas__. Lo que me has dado merecía al menos nuestra cama _ dijo intentando ponerse de pie y comenzando a buscar su ropa.

__No es tarde para continuar en ella _ prometió Guillermo, y cuando entraron en la suite sorteando personas y obstáculos se dejaron caer en la cama sabiendo que allí solo habían dormido ellos, los cuerpos desnudos resplandecientes.

__Nunca pasó otro hombre por esta cama _ dijo Guillermo leyendo su mente__, y los que pasaron en otro sitio no fueron nada, a ninguno me había sentido unido de la manera en que lo estoy con vos.

Sorprendido, Pedro levantó las cejas y una sonrisa se plantó en sus ojos.

__No puedo saber cómo haces para conocer siempre lo que estoy pensando.

__Es que una parte de mí… vive siempre dentro de vos cielito, ese es mi secreto.

 

__Sabes, a veces deseo amarte vestido, me excita cada una de tus expresiones, pero me gana el deseo de pintarte _ confesó Pedro__. Un maestro me dijo que pintar  a la persona que amas es como sentir un orgasmo lento, y ahora las palabras cobran vida, mirar cada uno de tus rasgos para retratarte hasta que se saturan las retinas… es casi como tener sexo… Lo prometo, y te amo, siempre te amaré. Mi amor posible.

 

CONTINUARÁ.

HECHOS Y PERSONAJES SON FICTICIOS.

CUALQUIER PARECIDO CON LA REALIDAD ES COINCIDENCIA.

LENGUAJE ADULTO.

ESCENAS EXPLÍCITAS.

 

 

2 comentarios:

  1. Susana Alcaraz
    Esa es mi preferida Eve la retomare mas o menos me acuerdo de la trama pero vere algunos cap para recordar , es la que Pedro se casa con la mamá de Guille y es un famoso pintor , leanla porque esta muy buena , gracias Eve !!!!

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