martes, 30 de julio de 2019

"SEÑALES DE AMOR" CAPÍTULO TREINTA Y UNO.


"SEÑALES DE AMOR"
 CAPÍTULO TREINTA Y UNO.


06  de diciembre de 2016.
“Te quiero como para leerte
cada noche, como mi libro
favorito quiero leerte, línea
tras línea, letra por letra
espacio por espacio”.
Mario Benedetti.

__! Hijo, basta!
__No me digas hijo, no me hablen, no quiero verlos, no quiero… __ la voz se rompió y Fabián salió corriendo. Guillermo intentó ir detrás pero Ana lo detuvo.

__Déjalo, necesita estar solo, ¿por qué hablaste? Creí que ibas a esperar a que naciera Guillermito. ¿Es por Pedro?
__Es por mí, por vos, por ellos, no quiero más secretos, Ana, estoy harto de mentir. ¿Te sirve que te diga que no duermo acá porque tengo mucho trabajo  o que ceno fuera por clientes?
Gaby puede tener cáncer, la operan en horas y me di cuenta que la vida puede ser corta, y que llevo cincuenta años echándola a la basura y arrastrando a todos en la farsa, en mis mentiras, a vos, perdón a vos, te pedí demasiado.
__No Guille, a tu hijo tienes que pedirle perdón, yo te llevé a la cama adrede, borracho, y sabía que no me amarías nunca, luego la verdad, a mí no tienes que pedirme perdón _dijo Ana calma contra lo esperado por Guillermo__. Lo que sí te pido es que lo dejes procesarlo, y que esperes a que nazca el nene para irte, sería duro para todos ahora, cuando pase el parto, yo te firmaré todo, no te preocupes. ¿Lo amas?

09 de diciembre de 2016.

__Nadie lo haría, Pedro, lo amas.
__Porque lo amo, prefiero morirme de amor lejos, intentar olvidarlo, pero que él sea feliz. __Me di cuenta de que estaba levantando la voz __. Sé que es irracional. No pude contenerme, fue como si hubiera alguien más dentro de mí, sacándomelo de encima porque estaba aterrorizado de perderlo.

__Pedro. Lo echaste de tu lado por terror a perderlo y entonces lo pierdes de todos modos. ¿Crees que en Chile o en el Congo lo vas a poder olvidar?
Yo pienso que desde el principio sabes que será un esfuerzo inútil.

__Pedro. __La voz de la buena doctora sonó suave, tranquilizadora__. Irracional, sí, pero comprensible. Sufriste muchas pérdidas, y cargaste con la culpa. Guillermo sabe exactamente lo que estabas haciendo. Por eso no estaba renunciando. Habló con su hijo, se va a divorciar.

__Renunció ante el primer par de piernas largas que llegaron al estudio a reemplazar a Gaby.
__ ¿Esa es la verdadera razón de que te vayas?
__Sé que sueno como un loco. Un minuto soy firme y no quiero estar con él y en cuanto descubro que se está viendo con otra persona, se me va la pinza. La cuestión es que no ha cambiado nada, salvo que ahora no quiero estar con él, porque claramente no me ama como yo lo amo, siempre él ha sido así, salta de amante en amante, nunca amó. Siempre ha sido la emoción de la caza con él.
__

__Tomaremos un taxi juntos __. ¿Quieres decirme por qué me sometes al castigo del silencio? __preguntó en voz brusca, con aliento candente en mi oído y envolviéndome en el aura de su perfume.

__Estamos apurados, debemos regresar más tarde, no es  momento, además… estoy hablando contigo.
__Apenas, pero supongo tienes razón, hablaremos cuando todo termine.
Me encogí de hombros.
__ ¿Pedro?
__Vale…
--- Pedro, quiero llevarte de vuelta a la primera noche, repetir, volver al momento exacto cuando volteé y te vi, como una aparición inexplicable, sorpresiva y fantástica, sin  vislumbrar -yo, recurrente innato de los rostros bellos- que te pegarías como un póster en la pared de mi alma, ajeno a las lluvias, al sol, a raspones, imposible de quitar, irrompible a mis olvidos más tenaces; una vez ahí, luego de que te sentaras y rompieras todos mis movimientos estudiados, desandar por dos segundos  tu presencia, cambiar palabras, adornarte diferente, no  soñar, dejarte estático -tú, con los ojos cerrados- para  desdibujar los cantos, la voz y tu acento, segundos fijos en mis ojos, grabaciones infinitas que aún no puedo, ni quiero, desvanecer, anhelos vanos que me repiten día a
día, la imposibilidad de olvidarte; quiero, no beber vino en la copa de tus manos, ni estar pendiente (a toda hora) de algún suspiro que me llegue de tu imagen, de los movimientos que haces cuando te colma la nostalgia y sales a la calle, y tu mirada se transforma, huyes de la trampa hábil que te tiende la sala cerrada, el cuarto en penumbra, las miradas que no te entienden, los reclamos persistentes de las noches, esas, parecidas a las noches invierno; quiero, a veces, llevarte de vuelta a la primera madrugada, cuando ya habías desterrado a las lluvias, a la tierra que me cautivaba (húmeda), y los astros entraban y salían de ti sin causar estragos en el orden, como consecuencia leve, regalo para los dos, jugadores y poetas de las canciones y sinfonías encima del techo, sin golpes de tormentas, sin
golpes de algarrobas, todo -tú-, lo habías reemplazado.

__Guille, tengo muchas cosas en la cabeza.
__ ¿Quieres hablar de ellas?
Sentí que el calor se hacía más intenso cuando él se acercó, deslizando la mano sobre mi cadera.
__Antes me hablabas, Pedro. No simules que no lo hiciste.
Viendo el familiar taxi doblando la esquina en nuestra parte del edificio salí rápidamente.
__Taxi aquí. __Y empecé a caminar hacia él.

Cuando nos acomodamos en el coche sentí que estaba enfadado. También sabía suficientemente bien que iba a tratar de hablar conmigo aunque eso significara seguirme a casa. Le di al taxista la dirección de Emanuel y Diego y Guille me lanzó una mirada, me encogí de hombros.
__Emanuel mi pidió que pasara.
__Pedro _ dijo en susurro. Le dije la verdad a Fabián, me voy a divorciar de Ana __ ¿Lo registraste?

__No habrá sido por mí seguramente.

Después de unas cuantas preguntas estúpidas más y pocas respuestas casi monosilábicas, me lanzó un último intento antes de rendirse tras lanzarme una mirada letal que decía que la cuestión no había terminado.
__ ¿Qué te ofrezco? La verdad. Ofrezco el tomar de tu alma, ofrezco, entera, la mía.
Ofrezco mi corazón, sin permiso, cada día. Ofrezco entregarte paz, mantenerte siempre vivo, ofrezco exaltar candor, el sentir de nuestras vidas. Ofrezco mis sentimientos.
Y el aliento tentador. Ofrezco tiernos susurros al disfrute en tu pudor. Ofrezco aliento, existencia degustando de tus poros; mi virilidad y esencia, beber de tu piel que adoro.  Ofrezco estar abrazados y mi talante de amante; éxtasis de enamorados con sus finales vibrantes.  Me ofrezco todo, amor.
Soy la imagen  que se refleja en tus ojos, soy los labios  que besan tu boca,  soy el aire que respiras a diario, soy el oído al que le susurras un te amo, soy las caricias que envuelven tu cuerpo, soy quien enciende tu fuego oculto, soy los instantes que no olvidarás jamás, soy tu sueño hecho realidad,
soy tu deseo, tu placer y tu destino, soy tu paraíso y tu reino secreto, soy el hombre, al que amas
y el que te amará por siempre.
__Ya basta Graziani.

Bajé en casa de Emanuel sin un adiós y observé que el taxi se alejaba. Llamé para asegurarme que estaba en casa y subí a su departamento. Pasé la noche allí.

Evitar a Guille, requería talento. Bueno no, solo implicaba no estar en mis lugares. También significaba tomar un taxi solo para visitar a Gaby. Cada día sin falta recibía un mensaje de texto de Guille en el que me preguntaba si quería que pasara a recogerme en taxi por  casa antes de las horas de visita en el hospital.  Y cada vez le mandé un educado: “no gracias” de contestación. Las horas de visitas estaban centradas en Gaby así que estaba a salvo,  allí tenía una habitación privada estaba aburridísima y desesperada por irse a casa pero tenía que pasar por una semana entera allí. La hinchazón iba disminuyendo día a día, pero me daba cuenta de que estaba agotada. Dejó que todos y por todos me refiero a Aída e Isabel,  charláramos a su alrededor sonriendo y asimilándolo.
Por fortuna, no veía la parte triste, cuando sus ojos se ponían inevitablemente llorosos al dejarla allí. Yo no presenciaba esa parte triste porque me iba antes que todos los demás. No solo veía las preguntas en los ojos de Gaby cuando hacía eso, sino también en los de todos los demás sobre todo en los de mi hermano. Traté de compensarlo dándole un regalo tonto cada vez que la visitaba por  más que sabía que ella se moría de ganas de preguntarme qué iba mal.
No me sorprendió en absoluto que Guillermo no me persiguiera al salir de allí.
Había pasado página así que en realidad no necesitaba saber por qué lo estaba evitando
O eso pensaba.

Pasé la Nochevieja con Emanuel y Diego y recibí llamados de todos, mensajes hasta de Camila. Y por supuesto un mensaje de texto de Guille.
“Feliz año nuevo, Pedro. Espero que sea bueno para vos”.
¿Quién sabe por qué un mensaje puede ser tan desgarrador?
Le mandé una respuesta… espera…
“Lo mismo para ti.”
Sí, lo hice. Hice eso. Soy un idiota.
Al empezar a mantenerme alejado de mis lugares, a  nadar en una piscina diferente y a evitar el gimnasio que compartíamos pensé que Guille habría comprendido que estaba al corriente de lo de su nueva socia.
A los cuatro días de la recuperación de Gaby en el hospital. Y solo unos cuantos días antes de que volviera a casa. Recibí otro mensaje de él.

__”Pedro, de verdad, tenemos que hablar. He pasado por la casa, el loft,  la fábrica varias veces pero nunca estás. ¿Podemos vernos? “
No le contesté. Obviamente, quería hablarme de su nueva conquista.
No importaba lo que le respondiera. El destino ya tenía planeado el modo para que nos reuniéramos. Dos días después del mensaje estaba esquivando mi casa y comiendo en ese gran pub del club. Iba a dirigirme a un sitio donde le gustaba a Gaby, donde vendían paraguas como parasoles ya que ella había estado insistiendo en comprarse uno, pero nunca lo había hecho. Así que iba a comprarle uno pequeño como regalo por  su regreso al día siguiente.
Acababa de terminar de comer y había salido del pub. Estaba tratando de volver a meter  la cartera en el morral, cuando oí:

__ ¿Pedro?
Levanté la cabeza y mi corazón hizo eso de latir tan fuerte que se descolgaba de mi pecho, me quedé sin respiro, y el latir se precipitaba a la boca de mi estómago, Guillermo estaba delante de mí, y a su lado, esa rubia alta y sensacional. Ella llevaba un traje chaqueta entallado, de estilo victoriano y seductores zapatos de taco aguja. Lucía una larga cabellera rubia perfectamente alborotada y el maquillaje era tan impecable como sus facciones.
¿Era real?
La odié al instante.

__Guillermo _murmuré con mis ojos volando a cualquier parte para evitar el ascendente de su mirada.

Debería mencionar que iba con mis vaqueros rotos en la rodilla y una camiseta vieja que anunciaba una famosa gaseosa. Llevaba el pelo  alborotado y tenía un aspecto horrible.
La verdad es que le facilitaba al máximo su elección.

__Te mandé un mensaje de texto _ dijo con voz irritantemente severa. Al oírlo mis ojos buscaron los suyos.

__Ya lo sé.
Apretó la mandíbula.
Alicis se aclaró la garganta de manera educada y trató de relajarse, aunque su mirada penetrante no abandonó la mía cuando Guillermo dijo:
__Alicis él es Pedro Beggio, Pedro ella es Alicis, mi nueva socia.
Recurrí a mis mejores aptitudes interpretativas para sonreír educadamente y le tendí la mano a la rubia para que me la estrechara. Ella me sonrió con curiosidad.
__He oído todo de ti _dijo de manera significativa.

Todo el cuerpo de Guille se paralizó entonces y le envié una sonrisa amarga, transmitiendo mi propio mensaje con la mirada: “Sí, lo sé todo de ella.”
Alicis se volvió  hacia Guillermo torciendo la boca de manera excepcionalmente atractiva y seductora.

__ ¿Has estado hablando de mí a la gente?
Él no respondió. Estaba demasiado ocupado matándome con los ojos.
__Alicis, puedes darnos un momento, por favor.
Ajá.
Y entonces ocurrió un milagro.  Bon Jovi acudió en mi auxilio. Había cambiado el tono a mi móvil.
“Un disparo en el corazón y tú eres el culpable, le das un mal nombre al amor.”
Sí, no me sentía muy sutil el día que cambié el tono.
Guille levantó la mirada, una ceja al oírlo y una sonrisa estúpidamente divertida curvó los labios cuando saqué el móvil.  Emanuel. Gracias a Dios.

__Tengo que contestar. Ya hablaremos.
La sonrisa de Guille se convirtió rápidamente en una mirada asesina.
Pedro…
__Emanuel _respondí con afectada alegría haciendo un pequeño gesto de adiós a Alicis que ella devolvió de manera ausente.

Guille resopló.
__Suenas tenso.
Caminé con paso ligero más allá de los pubs dirigiéndome a un atajo a un puente.
__No te hice una regalo de Navidad lo bastaste bueno, que lo sepas.
__ ¿Eh, por qué?
__Porque acabas de salvarme la vida. Te mandaré algo como agradecimiento.
__Oh, chocolate, por favor.
__Hecho.     

Dejé que me hablara  de algo y nada durante quince minutos en un intento desesperado de apagar el insoportable dolor en el pecho que me había producido ver a Guille. No duró mucho. Fui a casa, me acurruqué bajo las sábanas sin lavar que olían a él y lloré durante tres horas antes de reunir por fin el valor de ponerlas en la lavadora.

Quizá todavía me sentía culpable por haberle fallado a Gaby aquella primera noche así que cuando Beto me dijo que se instalaría en casa, me pasé un poco preparando todo para su regreso. Estaba limpio de suelo a techo. Pero había contenido mi propia inclinación al orden y había dejado las cosas de ella porque sabía que eso la haría sentirse en casa. Encargué en internet un espléndido juego de cama color verde pálido porque sabía que le encantaba el color, compré unos cuantos  cojines decorativos y convertí la cama de ellos en los de dos reyes. Compré también una bandeja para desayunar en la cama que rodaba por el lateral y doblaba hacia dentro. Compré flores. Chocolate. Llené la nevera con su helado favorito. Había una pila de todos los últimos números de todas las revistas que ella leía en un armarito al lado de la cama. Un par de libros y crucigramas. Y lo más extravagante… Una pequeña televisión de pantalla plana con DVD incorporado. Probablemente era demasiado para una convaleciente pasa que mi hermano a decir verdad se internó con ella y me pasó la lista y a la hora de exagerar qué mejor que un enamorado a punto de casarse, en  principio ella solo tenía que estar en cama dos semanas y no quería que se aburriese.

__Oh, Dios mío. __Los ojos de Gaby se ensancharon en cuando entró a la habitación y Alberto me palmeó.


 Ella estaba de pie con el brazo enlazado en la cintura de Beto. Y Aída, Marcos e Isabel ya estaban en el dormitorio sonriendo ante todo ello. Solange había vuelto a la escuela así que se perdió el Pedro se ha pasado. Los ojos de Gaby se clavaron en mí.

__ ¿Tú has hecho todo esto?

Me encogí de hombros sintiéndome muy incómodo de repente.
__No es nada, tu novio me dio indicaciones.

Ella rio y se acercó a mí despacio.
__Eres asombroso, sé que Albert te pidió algunas cosas, pero no todo esto.

Resoplé.
__Si tú lo dices.
__Ven. __Me envolvió con sus brazos y yo la abracé. Como siempre sintiéndome como un niño pequeño abrazado a su padre porque era muy alta__. Me encanta, eres mi hermano ahora, gracias.

__Me alegro. __La aparté con suavidad y puse ceño__. Túmbate.

Gaby gruñó.
__Esto va a ser divertido

Cuando Alberto estaba ayudando a Gaby a sacarse los zapatos y meterla en la cama, Aída comentaba  al que quisiera oírlo.

__El médico dice que hay que asegurarse que no se humedezca el vendaje cuando se duche.
__Puede bañarse por ahora.
__Bien. Y tiene que descansar. Puede caminar un poco, media hora a paso lento, cada tres, no constantemente.
__Entendido.
__Y comer liviano y de a poco incorporar carnes rojas. Y tiene que volver dentro de dos semanas para que le quite el vendaje.
__Vale.
__Y luego tiene un control en tres meses.  Si todo sale bien el siguiente será en un año.

Puse ceño.
__Espera. __Lancé una sonrisa de esperanza en dirección a Gaby__. ¿Tienes los resultados de la biopsia?

__ ¿Nadie se lo ha dicho? __Gaby arrugó el entrecejo al mirar de manera acusadora por la habitación.

Guille suspiró.
__A lo mejor si dejara de evitar a todo el mundo…
__Hola. __Moví la mano__. ¿Resultado, por favor?

Ella sonrió.
__Benigno.

Suspiré aliviado al oír la confirmación de lo que el doctor había predicho.
__Tendrías que haber empezado por ahí.
__Perdón.
__Ajá. __Levanté  una ceja a las mujeres_. Posdata: vamos a cuidar bien de ella. __ Fijé la atención en mi hermano que se había aupado a la parte superior de las mantas en el otro lado de la cama__. Eso si el osito amoroso me deja alguna tarea.

Beto hizo una mueca.
__Soy demasiado mayor para que me llames osito amoroso.
__A mí me gusta. __Gaby sonrió con malicia.

__Entonces, osito amoroso.
__Bueno, creo que iré a preparar algo de café antes de vomitar en la colcha nueva de Gaby.

Reí y me dirigí hacia la puerta.
Guille se interpuso con un rostro inexpresivo.
__Tenemos que hablar. __Dicho esto, dio media vuelta y salió de la habitación, sin dejarme otra opción que seguirle.

Lo encontré en el dormitorio y en cuanto entré él pasó a mi lado para cerrar la puerta.

__Evitar amarte es morir con el alma destilando vivir teniendo  el corazón tatuado de tu ser. Sos el manantial de mis deseos, agua que vibra en mis anhelos. Cada gota es pétalo de tus caricias. Es tu amor lluvia de mis delicias. Amarte con la ternura del amor que brota del alma, el espíritu desbordado en tu mirar, como río salvaje iré a la mar. Te amo en el sueño eterno, soy tuyo como tú eres mío. Somos fe y esperanza de amor fundidos en melodía de amor.
__Podemos hablar en el living _le dije con irritación odiando tenerlo allí donde conservaba tantos recuerdos.

Además la presencia en mi habitación siempre había sido abrumadora.
En respuesta él se acercó a mí y solo se detuvo a dos dedos de distancia. Quería retroceder, pero no pensaba darle esa satisfacción. Lo miré desafiante y él inclinó un poco la cabeza para mirarme directamente a los ojos.

__He estado tratando de darte espacio pero esto es ridículo y lo sabes.
__Eh, ¿qué?__Di un cabezazo al oírlo.


 -Hombre de mis sueños, cerremos los ojos,  y dejémonos llevar por lo deseos,  para que así podamos llegar  juntos a ese lugar especial, el mundo de los sueños, sitio este donde los sueños se hacen realidad, donde las distancias no exciten, donde los besos cubren nuestros labios, donde las manos recorren los  infinitos relieves de los cuerpos, donde podamos al fin hacer eternas  nuestras fantasías más intensas, y donde naveguemos juntos,  por los ríos caudalosos de la pasión y así intentar detener el tiempo cuando  nos unamos el uno con el otro… ¡Abrázame! Mantenme muy junto a ti y deja que tu piel me queme, porque tengo tantas ganas  de volver a sentir  tus caricias envolviendo mi ser, por eso cierro mis ojos  y puedo percibir cómo el  fuego de tus ardientes labios me transporta  del cielo al infierno, y muy lentamente me vas  llenando de un inmenso placer, abrázame fuerte  y ámame hasta el amanecer. Abrázame te lo pido porque tú eres mi amor y mi vida, mas la vida es hermosa porque tú formas parte de ella.
Y aquí aún aguardo, en esta estación fría de soledad, sentado en una banca de recuerdos, esperándote en este andén del tiempo, viendo cómo a cada instante llega ese tren de horas que se lleva mis pensamientos, con sus sesenta vagones en minutos y buscándote en cada uno de ellos, en sus sesenta asientos de segundos espero  traiga algo de vos y me vuelva el aliento.
A diario mi atención absoluta está en esas puertas, cuando se abren esos minutos esperando descienda entre palabras, entre imágenes y voces que en esos segundos vienen viajando, algo que me hable de vos, una palabra que me diga aún me piensas, una imagen tuya que ilumine mis días de espera, el sonido de tu voz que llene de melodías el pecho.
En espera aquí me tienes, las horas diurnas pensando, las horas nocturnas soñando, solo en vos mi tiempo se ocupa, a cada tren de horas que llega con el reloj, con ansias lo espero a que venga con tu nombre, que los vagones de minutos me traigan de vos esas palabras simples tuyas, palabras de amor que permanecen grabadas en mi corazón y mis sentidos.
Seguiré  aguardando por vos, en compañía de nuestros recuerdos, de tantos momentos que llenaste mis silencios, cuando el tren de las horas de vos venga repleto, detendré para nosotros el tiempo, besaré  tus palabras, abrazaré  tu voz para que mis latidos vuelvan a tener tu ritmo, montaremos juntos un nuevo tren llamado nuestro tiempo, donde comenzaremos el recorrido sin final… que será por siempre amarnos.
__Ya basta Graziani.
Observé sus ojos excepcionales y furiosos entornándose.
__Nunca estás aquí. ¿Estás viendo a otra persona, volviste con Camila? Porque juro por Dios…
Decir que me enfureció se quedaba muy corto.
__ ¿Me estás tomando el pelo? _grité olvidando que había gente del otro lado del pasillo__. Yo no comparto a mi hombre.

__ ¿Qué? ¿Qué demonios está pasando>?
Tomé una respiración temblorosa tratando de calmarme.
__Eres un idiota. Cómo se te ocurre entrar aquí y acusarme de hacer cosas a tu espalda cuando eres tú el que se está acostando con tu nueva socia, hasta te vas a divorciar de Ana por ella.
 Ahora Guille echó la cabeza atrás, desconcertado. ¿Y la mirada que me dedicó? Bueno, digamos solo que no era una mirada o forma adecuada o educada de expresar que me faltaba un tornillo.

__ ¿Alicis? ¿Crees que estoy… con Alicis? No puedo creerlo.

Vale. Estaba completamente confundido. Crucé los brazos sobre el pecho en un intento de mostrar que controlaba esa conversación.

__Gaby me lo contó todo.
Se quedó con la boca abierta. Habría sido divertido si la situación no hubiera sido como un cuchillo en una tripa.
__ ¿Gaby? ¿Qué te dijo ella exactamente?
__Los vio en la comida. Los dos se encontraron con ella y mi hermano para comer, y dijo que estaban coqueteando y que se los veía muy bien juntos.

Ahora Guille cruzó  los brazos sobre el pecho y la seda suave de la camisa se tensó contra los músculos de su bíceps y maldición como deseé  tocar ese músculo. Tuve un flash de él encima de mí con sus manos presionándome las muñecas al colchón. Moviendo los músculos de sus brazos al empujar con fuerza en mi interior una y otra vez.
Me ruboricé. Apartando la imagen de la cabeza.

Mierda.
__ ¿Gaby te contó que comió conmigo y con Alicis y que yo estaba coqueteando con ella? _me preguntó lentamente, como si fuera un paciente psiquiátrico__ ¿De verdad crees que le dije todo a Fabián…  que soy gay y que me divorcio de Ana por Alicis, Pedro?

Respondí con los dientes apretados.
__Sí.
__Si no acabaran de operarla del cerebro juro por su Dios que la mataría.
Pestañeé.
__ ¿Qué?

Guille dio un paso adelante lo cual me obligó a dar un paso atrás porque no quería que mi torso rozara con el de él.

__Nunca he comido con Alicis y Gaby. Se conocieron cuando ella y Beto se pasaron por el club a traerme un USB que dejé en el loft. Se vieron dos segundos, puedes preguntarle a tu hermano.
Me rasgué detrás de la oreja porque no me gustaba en absoluto dónde me dejaba eso en esta conversación.
__ ¿Por qué iba a contarme eso?

Guille suspiró profundamente y se volvió pasándose una mano  por el pelo en señal de frustración.

__No lo sé. Probablemente porque le dije que iba a darte  espacio como parte de la siguiente fase del plan para recuperarte y a Gaby no le pareció buena idea. Aparentemente, pensó que el siguiente paso eran los celos. __Negó con la cabeza al lanzarme una mirada insondable__. Y aparentemente se equivocaba.

Lo observé paseando por mi habitación claramente ordenando sus ideas tanto como yo trataba de afrontar la idea de que Guille no había pasado página en absoluto. Pero todavía no podía entender que Gaby me hubiera hecho daño de esa manera. También me preguntaba cuándo demonios había aprendido a mentir tan bien. No tenía idea de mentir cuando la conocí.
Oh.
¿Culpa mía?

__Todavía no lo entiendo. Conocí a esa Alicis y es exactamente tu tipo y está claro que coqueteaba contigo.
__Pedro… soy gay, pero…  ¿por qué te importa? __ Sonrió pasando las manos por mi estantería__. Dijiste que no querías nada más entre nosotros. Pero créeme… en la tenue oscuridad de la noche
temblorosas manos te palparán, y, del amor pues haremos derroche,  besos y caricias se fundirán. Lujuriantes los cuerpos pervertidos de dos almas que se aman descifrando los encantos tan sublimes y fluidos, poseídos en sus actos y volando. Impetuosa la noche pasé  ardiendo, en la recámara recuerdos quedan; y en la cama perfumes emitiendo fragancias únicas que nos enredan. Tentación prohibida que enciende y quema derritiéndose en tus labios mis besos de un cariño cual ansiedad suprema  de delirios candentes y traviesos. Con sus hilos de oro su luz radiante florece pronto en el alba un nuevo día, el filón de la noche va menguante en pos de nuestro amor el sol bruñía.
¡Adoro tus ojos que me ilusionan que encienden el cielo al despertar! Tu voz que me adormece…
¡Adoro tu alma que me pertenece! Adoración suprema tengo por ti soy hechizado por tus suspiros. Son besos que me trastornan.  Adoro aquello que tanto deseas. Es fuerza que filtra las flores
al sentir tu presencia con amores. Son murmullos de la naturaleza. ¡Tú eres adoración y belleza! Adoro la luna y las estrellas que encienden los cielos oscuros pero al verte te adoro… ¡Eres la adoración de mis oraciones!
Anoche  soñé que nos besábamos, con besos apasionados e intensos, y hoy al verte, nos saludamos como siempre, tú sonreíste, te miré  intensamente, mas dudé por un instante,  pero en un arrebato de locura, besé  tus labios rojos, carnosos y frescos,  y supe que te había robado, mas no pienso que he sido un ladrón o un criminal, porque ese beso robado, te lo he dado por amor y llevaré el sabor de esos labios, por siempre en los míos. Qué bello que es el amanecer,  pero mucho más bello es despertar  en el aroma de tu ser, porque es la pasión de tus besos  los que guía mi destino, muérdeme los labios que quiero agonizar  y morir en tu boca, mientras nuestras lenguas  se entrelazan en un remolino  de lujuria, excitación y amor, en tanto tu cuerpo se va  adhiriendo contra el mío, dándose  ese erótico placer de sentir tus latidos, controlando mi respiración y así poder hacer realidad nuestros deseos y anhelos más incontrolables, mientras las noches mueren amándonos… Mis ojos tienen la perfecta descripción de tu hermosa anatomía, perfecto para mis labios para mis besos y manías,  para el bufete de caricias que nacen al mirar tu imagen y  que humedecen parte de mí.
¡Mis desiertos y sequías!
Retrato, perfecto ejemplo donde calculo mis tiempos del intenso recorrido, una seducción no buscada
pero bajo mi mirada de deseo nuestros alientos fundidos, todo eso en mi mente se desata
al contemplar esa pose natural que obsequias cuando complacido yo te miro. Retrato de tu imagen hermosa sin poses superficiales pero con una coquetería sutil no sexual, pero sensual... No ruidosa, no jactanciosa, manteniendo la postura de un rey permitiendo lo permisible en los límites de un amante seductor. Tú no te das cuenta pero tu retrato es una invitación a  beber campos de miel mientras recorro esa perfección de una imagen que habla por sí sola. Y en cada uno de sus puntos cardinales
son pixeles que detallan y enamoran la libido ocular de mi pasión.

Benditos sean mis ojos que contemplan  cada detalle en esa imagen de un rostro natural sin maquillaje, retrato con un paisaje de alcoba casi abstracto, donde mi mirada enamorada
suele deleitarse. Aquí sigo a tu espera  viviendo recuerdos ya vamos deseando nuevamente ser tocados  por tus manos en mi cuerpo  entre gritos ahogados  y sábanas blancas  que rozan mi piel
imaginando sentir tu aliento  anudado a mis ganas. Tejiendo tu nombre  con hilo plateado  entre las estrellas y la luna que son testigos de la pasión  con que te escribo entre cada verso  deseando te leas en ellos  y tu corazón  toque en recuerdo.  Cómo olvidar  esos ojos fascinantes, esa mirada encubridora, esa sonrisa incitante, el roce de nuestras manos, el aroma de tu piel, nuestro labios uniéndose  en esa noche inolvidable, donde solo de recordarla, la pasión vuelve a encenderme,
donde tus labios y tu cuerpo fueron mi desayuno favorito, cómo olvidarte, si tú eres mi pasado, mi presente y mi futuro.
Quiero paz, mi rostro refleja la agonía de esta soledad, quisiera cerrar mis ojos por siempre y dejar de pensar en todo el sufrimiento, mi corazón está enfermo, y no siente algarabía de dar amor a nadie, le han detectado depresión de por vida.
Las cosas importantes y esos momentos que fueron felices ya no los recuerdo, quedaron en el olvido a la fuerza, amé tanto, di mi vida, mi esencia, el amor en charola de plata, y qué hicieron conmigo, solo se mofaron, se burlaron y me destrozaron el alma, hicieron de mí darles todo mi ser, me utilizaron solamente.
Hoy recuerdo cuando me tatué, rosas rojas son mis preferidas, su aroma es inefable como lo era mi piel aquellos días, era mi esencia, mi cuerpo perfumado, el perfume de rosas que anhelaban tanto, era feliz una paloma de la paz, o un pájaro trinar con gran alegría, y a él solo le fascinaba ver en mí su nombre grabado en mi piel.
Yo creo que enloquecí, pero estaba enamorado, tenía una venda que no me dejaba ver más allá de la lealtad, hasta que él me la quitó, osadía con contarme que solo fui un juguete para él, que yo no era el amor de su vida, y que para él solo fui esa fantasía de un rato de pasión, y yo solo creí que me amaba, me perdí, lloré, dolor al alma tengo, cicatrices abiertas que dejó gravemente y no podrán curarse nunca.
__ ¿De quién hablas?
__ De todos los hombres que creí amar pero pensé que vos sanarías mis heridas, del cuerpo y del alma, sé que te duele saber de otros, pero solo a vos te llevo tatuado en los sitios que importan… en el corazón,  en las retinas, en la mente y la memoria, en el alma…  solo a vos, Pedro.

__Me han dicho que soy prohibido  para ti, sé que es cierto, soy ese nombre que nunca pronunciarás, ni podrás hablar de mí, sé que para ti soy seducción, que te cautivo con mi mirar, que soy una perversidad, soy una  persona llena de sensualidad y erotismo, me critica la gente por ser especial, sensible ante los ojos de un hombre que me dé su cariño.
No pretendo ser modelo, una imagen en que todo caballero quiera gozarme, solo vivo para un solo hombre, que me enamore, que me quiera en sus brazos, que me haga sentirme vivo, que goce de mi piel, de mis encantos, que me convenza para fusionar esencias, que sea sugerente, incitando a mi cuerpo a pecar solamente.
Soy lo prohibido para ti, siento tu vista como si se perdiera en el paisaje de mi piel, tu tibieza recorrer mi espalda, junto con tus besos más dulces, más tiernos, que enloquezcan, seré el que te haga vibrar, al que no puedas olvidar, te daré mis fantasías, mi lascivia,  que te acariciará tu piel,  que te hará perder la razón y la cordura, pero soy prohibido.
De mí nunca te podrás desprender, me traerás en tu mente, y por las noches soñarás tenerme, haciéndome el amor, seré tu placer, tu deseo, hervirá tu sangre con tan solo desearme, soy lo prohibido, porque quisieras mis besos, tocarme, beber y embriagarte de mi esencia.
Soy prohibido, con sabor a censura, me sueñas desnudo, esclavo a placer de tus emociones cada madrugada y hasta el amanecer tu virilidad está presente en mis adentros, disfrutando de mi sexo, siendo yo complaciente ante tus caricias, ante estas pieles y cuerpos perfectos.

__Esta vez y esta noche quedamos desnudos, de caricias y besos en un solo cuerpo  fundidos en llamas, prendiendo las ganas de tenerte junto a mí, tú eres mi abrigo, mi piel tiene frío, tu cuerpo exquisito, prende mi erotismo, eres un volcán  en llamas, vienes y me cubres todo con tus brazos y me encanta.
El tiempo no se detiene, tu mirada se me clava en todo mi ser, te pertenece mi piel y mi esencia, me derrotas cuando me tomas, me estremeces todo, caigo en las redes de seducción y me vuelvo loco, nos deseamos con  locura, nos entregamos a esta pasión desenfrenada... Muero de deseos de ti, soy tu esclavo y tú mi dueño, aromas que dejas  impregnados en mi piel, sudor de ti que se queda en mis sábanas, es el aroma perfecto, seremos festín y luego hambre, devórame, bébeme,  acaríciame, descúbreme lentamente, has de mí el que goza vivir de ti... Quiero que duermas en mis brazos
hasta el amanecer, y luego de despertar volverte a amar como tempestad, la noche fue espectacular y yo quiero otra vez tomarte, seré tu paraíso y tú mi infierno exquisito.
Me he  enamorado de ti, de tu deseo por mí, eres el hombre que quiero pronunciar tu nombre a cualquier hora a cualquier instante, tomar lo que me pertenece, tu piel, tu cuerpo incandescente, amarte hasta que duela, incluso aún amarte hasta olvidarme de ti. Porque tu piel la amo, con intensidad, y yo me he de entregar completo, entero, tu nombre lo pronunciaré siempre aunque ya no estés, porque erizaste mi piel, y me dominaste a tu querer.

__Está cayendo la lluvia, es como si se desprendiera el cielo a pedazos, es la sinfonía preciosa cuando se despliega toda esa tormenta y gotas caen al suelo, a mí no me importa, todo se vuelve inefable junto a ti, mojadas están nuestras ropas, nuestros cuerpos se denotan, y tú y yo felices estamos.
Estas ganas de abrazarte, de estrujarte ante mi corazón, sentir el calor de tu cuerpo sin pudor, penetrar tus labios con mis besos, inmerso  a tu boca, aromas que se encuentran y se pierden en dos cuerpos perfectos, dame las mil caricias que soñé sobre tu cuerpo, muriendo estoy por hacerte el amor bajo esta lluvia intensa.
Revolcarnos en los charcos y deslizarnos descalzos en hojas empapadas junto al pasto como si fuera nuestra cama, que nuestro aroma huela a tierra mojada, nuestros besos se vuelven fuego, ardor y nos comemos, nos saboreamos, tenemos sed de nosotros mismos, nuestra mente empieza a fantasear, se vuelve perversa.
Hoy bajo la lluvia quiero amarte, sin importar el frío, porque tú eres mi abrigo, tu piel es mi cobija, es lo más sublime la entrega de dos seres que desean entrelazarse y ser solo uno, tatúame con tus manos cada espacio de mi ser, con delicias de tu amor, huelo a ti, solo a ti.
Emano tu vitalidad, hipnotizado  de tus antojos, llevo tus huellas en mi piel, te inhalo, te respiro, eres la lascivia que me cautiva y me hace enloquecer, derramando sobre mí la miel de tu hombría, de toda tu esencia, que me envenena, siendo tú mi droga perfecta.

__Pedro… __Se detuvo, con el cuerpo tenso con una alerta repentina.

__ ¿Qué?
Tiró de algo en mi estantería, inclinando La cabeza, y luego se volvió hacia mí con ojos acusadores.
__ ¿Vas a alguna parte? __Sostuvo mi billete electrónico impreso para mi viaje a Chile.

Mi cerebro y mis emociones todavía estaban decidiendo si esta información afectaba a mis planes de modo que mi cerebro solo dijo la primera parte que era técnicamente cierta.
__Me voy a casa.

Supe que me equivoqué porque Guille no dijo nada. Me clavó en la pared con una expresión que nunca más quería ver en sus ojos, y a continuación se volvió y salió de mi habitación dando un portazo: desesperación, desolación, ira,  enojo, ¿amor? Todo eso vi.
Sin argumento. Sin discusión.

Quería volver a llorar. Una vez había iniciado un camino de ceder a las lágrimas después de años de contenerlas, parecía que ya no había forma de pararlas. Mi boca tembló y me abracé a mí mismo para contener los temblores que me sacudían.

Diez minutos después estaba lo suficiente calmado para  preparar café para todos y llevarlo a la habitación de Gaby. Todos nos habían oído discutir y todos habían oído a Guille casi astillando la  madera de la puerta de mi dormitorio al dar el portazo. Era incómodo.
Al darse cuenta por fin de que su humor estaba al fin envenenando el regreso de Gaby, Guille se levantó, besó a su amiga en la frente y le dijo que llamaría más tarde. Ella asintió mordiéndose el labio con preocupación  al verlo  salir. Me lanzó una mirada de colegiala culpable y yo aparté la vista.
Aída, Marcos e Isabel salieron después y yo ya me estaba levantando para dejar solos a Gaby con Beto cuando ella me detuvo.

__ ¿Qué está pasando contigo y con Guille?
__Gaby no voy a arrastrarte a nuestro drama cuando aún estás en recuperación.
__Es por la mentirilla piadosa que te conté sobre Alicis ¿verdad?
Me volví levantando una ceja ante la expresión abochornada de Gaby.
__Sí acabo de descubrirlo.
Gaby miró a Beto, que estaba torciendo el gesto, claramente confundido.
__Hice una cosa mal.
Asintió.
__Me estoy dando cuenta. ¿Qué pasó?
__Le dije a Pedro que tú y yo habíamos cenado con Alicis y Guille y que estaban coqueteando el uno con el otro.

Mi hermano, su novio retrocedió igual que había hecho Guille. De hecho me di cuenta de que los dos tenían muchos gestos similares. Pasaban demasiado tiempo juntos.

__Nunca comimos con ellos. Pasamos dos segundos por el club.
__Vale, ese juego ya no tiene gracia _solté olvidando que se lo estaba soltando a una convaleciente__. ¿Por qué me mentiste?

Los ojos de Gaby estaban llenos de pena. Podía salvarse del asesinato de bonita que era.
__Guille me contó que como ponerse delante no estaba funcionando, se le había ocurrido el estúpido plan de retirarse y hacer que lo echaras de menos tanto que volvieras con él. Le dije que eras demasiado terco para caer por eso.

De hecho había estado echándolo de menos. El cabrón me conocía muy bien.
__Mmm __respondí sin comprometerme.         

__Estabas siendo muy cabezota, Pedro. Pensé que si provocaba tus celos te asustarías y saldrías corriendo detrás de él, no en sentido contrario. __Tenía la cara pálida al mirar a los ojos de Beto__. Me salió el tiro por la culata.

__Ya lo veo __murmuró él tratando de no sonreír.

¡No tenía gracia!
__Tienes suerte de que acabas de salir del quirófano.
Gaby hizo un gesto de dolor.
__Lo siento, Pedro. __Entonces la esperanza asomó en su mirada__. Quería decírtelo antes de la cirugía pero estaba tan asustada ese día que me olvidé. Pero ahora sabes la verdad. Puedes dejar de resistirte e ir a recuperarlo.

Era mi turno de suspirar.
__Ahora está enojado conmigo, más bien furioso.
__ ¿Por no confiar en él?
__Algo así _murmuré, preguntándome qué demonios iba a hacer a continuación.

__ ¿Me has perdonado? __Preguntó Gaby con calma.

Puse los ojos en blanco ante la pregunta.
__Por supuesto. Pero… deja el negocio de celestina. Eres penosa. __Les dediqué un tímido y triste saludo con la mano y salí de la habitación, cerrando la puerta en silencio tras ellos.

Me senté ante la máquina de escribir, mirando la última página, tratando de entender qué significaba eso para mí ahora. La doctora dijo que lamentaría no ser sincero con Guille. Y la verdad era que todas las cosas que me preocupaban al respecto __no ser lo bastante bueno,  que Guille fuera tan intenso, qué podía ocurrirnos en el futuro, su inconstancia en las relaciones__ parecían calderilla después de tener un pequeño anticipo de lo que sería sentir que pensaba que ya no me quería.
Debería hablar con él.

De todos modos iba a ir a Chile para afrontar la muerte de mi familia.
Pero debería hablar con él. Explicarle.
Espera un minuto. Me volví en mi silla para mirar el estante donde había estado mi billete de avión. No estaba allí. Y ahora que lo pensaba, no había visto a Guille dejándolo otra vez.

Oh Dios mío.  ! Me había robado el billete!
Mi ira alimentó mi hiperenergía. ¡Intenso! ¿Guille intenso?
¡Era un puto capullo mandón cavernícola! Me calcé las botas, me puse el abrigo, abotonándolo mal y luego gritando entre dientes de exasperación. Cogí las llaves y el morral e intenté armarme con un poco de calma cuando le dije a Beto y a Gaby que iba a salir. Ellos me saludaron y yo salí dando un portazo con la mano ya estirada para pedir un taxi.
No podía pensar. No podía respirar. O sea, era el colmo.
Robarme el billete de avión.
Era un cavernícola machista.
Prácticamente le eché el importe de la carrera al taxista y bajé de un salto corriendo hasta la entrada del estudio. Sabía que me enfocaba la cámara. Así que levanté la mirada medio esperando que no me dejara entrar.
Me dejó entrar.
Fue el trayecto más largo de mi vida.

Al bajar me encontré a Guillermo de pie en su puerta con aspecto despreocupado y natural, con suéter, vaqueros y pies descalzos. Se echó rápidamente atrás para sostener la puerta abierta para mí cuando yo pasé hecho una furia a su lado.
Me volví, casi perdiendo el equilibrio por la inercia de mi ira.

El idiota me estaba sonriendo al cerrar la puerta y caminó hacia mí en la sala de estar.

__No tiene gracia __solté, probablemente reaccionando en exceso… pero estaba tratando con un conjunto de emociones que él me había hecho pasar en las últimas semanas.

Vale quizá la mitad me las había ganado solo pero también estaba enfadado conmigo mismo. De todos modos no podía discutir conmigo, así que lo iba a pagar él.
La sonrisa desapareció del rostro de Guille y apareció el ceño.
__Ya sé que no tiene ninguna gracia. Créeme.
Estiré la mano.
__Devuélveme el billete, Guille. No estoy de broma.
Asintió y sacó el billete del bolsillo de atrás.
__ ¿Este billete?
__Sí. Dámelo.
Entonces encendió mi furia volcánica.
Guillermo rompió mi billete y dejó que los trocitos cayeran al suelo.

__ ¿Qué billete?

A pesar de la idea que estaba alojada en la parte de atrás de mi cerebro de que podía volver a imprimirlo… perdí los estribos.
Con un gruñido animal del que ni siquiera me creía capaz lancé mi cuerpo contra el suyo arremetiendo con las manos  por delante y empujándolo con fuerza suficiente para hacerlo trastabillar. De repente estaba todo en mis entrañas: los últimos seis meses de agitación emocional, los cambios drásticos que había traído a mi vida, la incertidumbre,  los celos,  el sufrimiento…
__Te odio _grité. Las palabras salieron de mi boca con voluntad propia. Me aparté de él__. Estaba bien hasta que llegaste.

Empezaron a picarme los ojos cuando miré su rostro pétreo.

__ ¿Por qué? __Se me quebró la voz y empezaron a resbalar lágrimas por mis mejillas __. Estaba bien. Estaba bien y a salvo. Estoy roto, Guille. Deja de tratar de arreglarme y déjame estar roto.

Él negó con la cabeza lentamente, también con los ojos brillantes, y yo me quedé petrificado cuando vino hacia mí. Cerré los ojos al notar su contacto, sus manos envolviéndome, sus labios cálidos dejando lluvia de besos suaves por mi rostro, los brazos atrayéndome hacia él.
__Vos no estás roto, precioso _dijo con la voz afectada__. Vos sos el ser más bueno,  admirable y bello que conozco, no te imaginas cuánto te respeto y te admiro.

__No lo soy.
__Lo sos…  sobreviviste a cosas que a otros enloquecerían amorcito, pasa que te exiges demasiado.
__Guille necesito viajar a Chille por favor __ admití__. Admito que la mentirilla de Gaby hizo que pensara que habías pasado página y que no quisiera regresar pero necesito ir a cerrar algo que quedó allá. Estoy muy roto.

Abrí los párpados y miré su bello rostro, su bello y angustiado rostro.
__No lo estás.
Esta vez me dio un enfadado zarandeo.
Inclinó su cara hacia la mía y me encontré atrapado en sus ojos que sé me leen la mente, así es de profunda esta conexión que aunque reciente nos fue atando y enlazando de tal modo que es imposible  soltarnos, hipnotizado por el brillo de las vetas en su iris.
__Pedro no estás roto, precioso __susurró con voz ronca con un ruego en la mirada__. Tienes unas pocas grietas pero todos las tenemos.

Vertí más lágrimas y mi boca tembló cuando susurré.
__No te odio.
Nuestras miradas se encontraron: tanta emoción, tanta incertidumbre, tanto de todo se había construido a nuestro alrededor en esa tensión gruesa. El aire se notaba cargado desesperado. La expresión de Guille había cambiado, sus ojos quemaban al bajar a mi boca.

Mis labios rozan tus labios, y dejan expuestos mis deseos, las caricias erotizan la piel, los cuerpos se vuelven intensidad,  y lentamente se agita la respiración, la sangre fluye como un volcán,  la excitación se desborda, y la única forma de poder saciar  esa sed desenfrenada, es,  bebiendo la humedad de tu esencia, para que así  nos entreguemos mansamente al placer,  y nos perdamos entre las letras  de una apasionada  verdad y en el intenso abrazo de la pasión.

No sé quién de los dos hizo el primer movimiento pero segundos después mis labios estaban aplastados bajo los suyos y su mano estaba tirando casi dolorosamente de mi pelo. Y al instante sentí su lengua exigente, deslizándose en la mía ávida hambrienta, cobrándome la desconfianza, la ausencia, los celos, el enfado, las dudas, mas pude saborearlo, olerlo, morderlo, percibir la fuerza a su alrededor, su fuerza a mi alrededor.
Lo extrañaba tanto.
Echaba de menos la asombrosa sensación de hacerle reír.
Pero todavía estaba enfadado. Y en el beso doloroso del que no iba a apartarme sentí lo enfadado que estaba Guille también.
Eso no nos detuvo. Interrumpimos el beso durante dos segundos para que Guille pudiera soltar los botones de mi saco y quitármelo. Yo tire del borde de su suéter y se lo quité frenéticamente antes de que mis manos volvieran a perderse en su pecho duro y caliente y en sus abdominales. Me abalancé para darle otro beso pero Guille no había terminado de quitarme la ropa.
Con impaciencia me eché atrás para ayudarle a que me quitara el suéter pero no iba a esperar mucho más después de eso.
Mis manos en su nuca lo obligaron a bajar y lo besé por todos los días que no lo había besado. Era un nudo desesperado y sensual de lenguas y aliento, intercambio de salivas calientes con los sexos pulsando inmediatamente después de la fuerza húmeda de ese único beso.
Así que en medio del beso, apenas reparé que Guille me arrastraba sin demasiada delicadeza contra una pared, separando su boca de la mía al trazar un reguero de besos por mi cuello que doblé para facilitar el acceso, cogiéndome con sus brazos fuertes por debajo de mis  muslos para envolverme la cadera con sus piernas. Mi cuerpo subió por la pared, con su pene duro en mi  grieta entre los glúteos, vaquero contra vaquero.

__Mío __murmuró él con voz caliente hundiendo su boca en mi cuello.

Me sostuvo con una mano acariciando el trasero, mientras me desprendía el cierre, bajaba el pantalón, hacía lo propio con el de él, dejando que el aire frío susurrara en mi pezón su deseo  al  subir mi camiseta. Este se endureció con el beso de Guille que me volvió para  engullirlo y morderlo y yo jadeé por el relámpago de placer que estalló entre mis piernas cuando él lo introdujo y ardió tras envolverlo con la lengua. Arqueé las caderas, frotando mi erección contra su pelvis.
__No puedo esperar _jadeé agarrándome a sus hombros.

Como para comprobarlo, Guille desabotonó mi pantalón y deslizó la mano bajo el bóxer. Gimoteé, presionando contra sus dedos que circulaban el glande.
Su cabeza cayó contra mi pecho al deslizar por mi sendero posterior sus dedos, adentro afuera.
__Guille __gruñí, clavando mis dedos en su piel__, Guille.

Y entonces me penetró y ascendí por la pared, una estocada corta y profunda, que pareció detener para sentir cada centímetro de su carne contenida por la mía y al tiempo estábamos moviéndonos, yo sujetándome a la pared cuando dentro de mí se volvió y  fuimos desplazándonos hasta el sofá sus manos rápidas al echarse atrás y sacarse los pantalones y el bóxer al tiempo que yo hacía un movimiento de pies para desembarazarme de todo. Jadeando de anticipación con la piel ardiendo caí separando las piernas para él.

__Guille, ahora regresa.
Se había detenido paralizado mientras me miraba desnudo con veneración debajo de él con mi pecho aplastado con respiraciones cortas y excitadas, mi pelo alborotado. Observé su expresión cambiada no menos excitada, pero más suave de algún modo. Presionó una mano en mi vientre temblando y subió suavemente hasta el obligo o por mi estómago entre mis pezones, a mi mandíbula. Empezó a moverse encima de mí erosionando mis piernas desnudas con el tejido de sus jeans, golpeando sus testículos con mis glúteos en cada embiste.
__Pídelo _ susurró con brusquedad en mis labios.   

Deslicé una mano entre nuestros cuerpos para bajarle la cremallera de los jeans. Mis dedos se colaron bajo el bóxer y se curvaron en torno a su pene.
Lo saqué de sus vaqueros y observé que cerraba los ojos con su respiración entrecortada.
Di un lametón pequeño a sus labios que volvió a abrirle los ojos. Me miró desde arriba. Con el gemido corto que había echado de menos, Guille se bajó un poco los jeans y envolvió su mano en torno a la mía para que ambos guiáramos su miembro entre mis piernas dentro de mi ser. Al sentir el más ligero roce de él me puse más excitado. Lo solté liberando las manos para clavar mis dedos atrás en sus glúteos al tiempo que él se reintroducía lentamente dentro de mí, quise ver el sitio de encuentro, hasta que todo él se enterró en mi ser. Le apreté las nalgas, instándolo a ir más deprisa.
Y él lo hizo encantado.
__Más fuerte _ gemí__. Más fuerte más.

Pedirle que lo hiciera más fuerte nunca fallaba para espolear a Guille. Me besó y se hundió en mí. El placer se enrolló con tanta fuerza como ardió la mecha que encendió la hoguera de la pasión y fundió las entrañas de los dos, y su pene me besó tan adentro que eché la cabeza atrás para gritar, y mis gritos fueron subiendo de volumen a medida que él empujaba deliciosamente en mi interior, lo que estaba haciendo por dentro, la visión de él tensándose encima de mí, sus ojos perdidos oscuros, los labios entreabiertos, los tendones duros en su cuello,  nuestros jadeos y gemidos, gruñidos largos  de excitación y el húmedo sonido primigenio del sexo, todo ello nos propulsó hacia la satisfacción, y deprisa. Estallé gritando su nombre al alivio. Con tanta fuerza con mi sexo liberando el fruto mientras provocaba su propio orgasmo, con sacudones fuertes, su cuerpo se tensó recorrido por el placer, y siguió moviendo las caderas adelante y atrás en tanto liberaba hasta la última gota de semen dentro de mí prolongando nuestros dos orgasmos.
El mejor sexo de mi vida.
Guille gruñó y se derrumbó encima de mí. Yo frotaba las manos en sus nalgas con dulzura antes de deslizarlas a su espalda para acercarlo.
Él giró la cabeza para plantarme un beso familiar en el cuello.
__ ¿Todavía estás enojado conmigo? __murmuró.

Suspiré.
__Iba a ir a casa para lo que debí de hacer años antes… Iba a ir y quiero ir a casa para despedirme de Eloísa y de David.

Guille se quedó quieto y luego se echó atrás para mirarme la cara, con los ojos cargados de remordimiento.
__Dios, lo siento. Por el billete.
__Puedo volver a imprimirlo. Y… estaba pensando en quedarme en Chile permanentemente después de que Gaby se recupere.

El remordimiento se volatilizó en un abrir y cerrar de ojos.
__Por encima de mi cadáver.
__Sí, pensaba que dirías eso.
Puso ceño.
__Todavía estoy dentro de vos.
__Ya lo noto. __ Sonreí desconcertado.

__Bueno al menos déjame salir antes de que me digas que estás intentando dejarme.
Me incliné sobre él y lo besé.
__Todavía no sé si eso es lo que estoy haciendo…

CONTINUARÁ.
HECHOS Y PERSONAJES SON FICTICIOS.
CUALQUIER PARECIDO CON LA REALIDAD ES COINCIDENCIA.
LENGUAJE ADULTO
ESCENAS EXPLÍCITAS.