domingo, 31 de marzo de 2019

“LA CÁTEDRA”. CAPÍTULO CUARENTA Y DOS.


“LA CÁTEDRA”.

CAPÍTULO CUARENTA Y DOS.





Viernes, 24 de diciembre de 2016.



TRES MESES DESPUÉS.






__Beto, ayúdame a buscar a Pedro.

__Hermano, puede estar en cualquier lado, es muy difícil.

__Tal vez, pero dudo que arrastre al hermano, por favor, Beto ayúdame a encontrar a Agustín.

_Está bien, yo te ayudo, pero si me prometes que te vas a cuidar, otro infarto, y no sé si te vas a salvar de la cirugía.

__Lo prometo.

Tengo una dirección, es algo, te la pasaré y le escribiré.



23 de diciembre. Tres meses antes. Nueva York.



__Sí, mucho. ¿Por qué no vienes a pasar la noche a mi sofá? Es Navidad. Y en mi apartamento hace más calor que aquí.

__Estoy bien aquí, no quiero abusar, ya te has portado fenomenal conmigo.

__Sé que estás bien. Pero quiero que vengas conmigo a mi casa. Dicen que mañana va a hacer más frío todavía. No quiero que te congeles o enfermes. Además quiero presentarte a mi hermano.



El chico titubeó y, entonces, como si le faltasen las fuerzas para discutir, abrió la puerta del todo, se levantó del suelo con la ropa y las zapatillas puestas, enrolló el saco de dormir y lo siguió. No pudo resistirse a la idea de dormir en un sitio caliente, y Pedro parecía cada vez más bueno, quizá, solo quizá, podría ser muy importante en su vida, se permitió soñar.



31 de marzo de 2017. Bs. As.



__ ¿Cómo? ¿Qué mierda dices ahora?

__Guille, espera, tranquilo.  Marcial y la familia fueron a pasar unos días a otro sitio, este teléfono es seguro, es solo cuestión de días __suplicó Gaby cruzando miradas que Guillermo no vio al tener la frente en la mano y los ojos cerrados.



__Guille, mira, el ama de llaves sabe algo, pero no  te pongas loco.

__Y hablen entonces, o quieren que los mate a todos, empezando por mi hijo y por Miller que causaron este desastre, por mi… __la voz se rompió pero no el contacto visual.



__Guille, tampoco es tan así, les dije mil veces que aflojaran, pero bueno, al parecer Pedro está en una misión y las cosas con el primo no andan muy bien.

__No me lo creo, tantas veces negó que volviera a eso, ¿y Agustín? ¿Viajó  también? ¿Y Camila o Diego? Ellos también lo empujaron a esta locura.

__El pibe… ya ni vive allí, al parecer está internado en un colegio. Diego y Camila… no sé, se los podría hablar.

__ ¿Qué? No. Pedro no sería capaz, excepto… Jamás dejaría al hermano excepto que piense en morir o matarse, no. Tengo que viajar.

__Guille, espera _ suplicó Gaby. A ver, no. ¿A dónde piensa ir? Se pueden cruzar. A ver, escúchame, esta mujer dice algo extraño, que discutió con Marcial, que Agustín no quiso seguir allí, pero también que Pedro intenta desligarse del activismo, que no quiere seguir.



__No va a seguir porque lo van a recoger en pedazos. Quiero viajar, Agustín me está necesitando, lo esperaré allá con él.

__Guille, no sabemos dónde está el nene, puedes esperar a que regrese Marcial _  dijo Alberto soplando.



__Y no… Qué idiota. Pero cómo no lo pensé antes. Es posible que no quiera decirme nada, pero no voy a dejar de intentarlo, vamos Alberto.

__ ¿A dónde?

__A la empresa, el director o gerente ese que Pedro dejó debe de saber todo, vamos. No me voy a quedar acá esperando a que me digan que murió,  menos sabiendo que el nene está solo.



Ártico. Marzo de 2017.



“Y... ¿Ahora qué hago sin ti? ¿Qué hago con este llanto que traigo en el parpadear de mis ojos?
Doy pasos en medio de una sala de estar de un lado a otro, mirando el paisaje de un silencio que como dueño abarca todo lo que mis ojos tristes pueden alcanzar.
Y suspiro en el vacío de mi recámara, donde se escucha el eco de mi respiración, donde tantas veces mi almohada me ha abrazado en las noches, donde se han mojado mis sábanas con la soledad hiriente del tiempo burlón.
Se escucha el sonido de mis pasos, el rechinar de los maderos que forran el piso de la casa... El sol que tímido alumbra por las ventanas, entrando sin pedir permiso, como si fuera el señor al que hay que darle las respuestas de todos los acontecimientos.
Qué solos se ven los sillones de la casa, qué triste el patio sin las plantas que tanto regabas cada amanecer. Que silencio en la cocina, ahora que ya no estás. Y la recámara tan fría como si estuviera yo durmiendo en el llamado frío polar.
Mis huellas se notan en el pasillo, cada minuto que pasa me recuerda tu mirada, me recuerda tus palabras antes de que yo saliera a trabajar.
A veces sonrío solo a causa del recuerdo de aquellos diálogos, en medio de noches y madrugadas que parecían no tener fin. En ese entonces la casa no estaba tan sola, ni tan llenos de polvo los ventanales. El patio era un bosque diminuto en medio de la ciudad donde las flores se veían retoñar cada día.
Luego ahogo en medio de un café tu ausencia, tu partida, hasta que la soledad parece abandonar mi casa cuando es hora de salir una vez más, como todos los días a la misma hora
¿Ahora qué hago sin ti? Aún la vida no me enseña cómo debo continuar...

Hoy mi sueño es poder amarte sin miedos, poder amarte libre, siento que se me rompen los labios por guardar tu nombre, por guardar con celo este amor que vive en mí, por dejar de vivir mi mundo en blanco y negro, se me desangran los labios por no poder gritar que te amo y poder besar los tuyos, poder amarte sin miedo es mi sueño. No pude quedarme allá sin ti amor, no pude.
Mi vida transcurría donde mis pies me llevaban, sin rumbo fijo, sin parajes buscados, parajes de olvido diría mi alma, nunca el sol brillaba, ni buscaba las puestas de sol en el atardecer de cada día que nacía para mí, mi corazón vivía enzarzado del mundo, sin pensar en amores, las flores eran de papel, no podía sentir su aroma ni ver su belleza, tampoco buscaba en la noche por muy negra que fuese a la luna,  me escondía en su oscuridad, la luna que hoy es partícipe de mi sueño, la que me invita a crear versos para ti vida mía, yo no sabía que, eras tú el que me buscaba a través de los versos, el que abría la ventana de su corazón para ver volar mis sueños, sí, eras tú mi enamorado en las noches de luna blanca y que hoy amo con todo mi ser, porque me hacías entrega de las rosas más bellas que traían tus manos, rosas cogidas de tu jardín, hoy soy yo tu enamorado el que te sueña y ama bajo las noches iluminadas,  ahora soy yo el que pinta luceros y crea versos para entregártelos cada noche, al que se le rompen los labios por gritar tu nombre y el mundo se entere de este amor que siento.
Seguirás siendo tú mi dulce amor de un instante, serás la magia que juega entre mis versos, serás es arañazo que siento en mi alma cuando tardas en llegar por las noches, luego ya estás aquí,  creo escucharte, pero no eres tú, es ese espejismo que me invento en tu silencio, el mismo que te reclama a gritos a través de la distancia que nos separa, pero al mismo tiempo, nos ata con hilos de plata para siempre, pues los dos sentimos el mismo deseo de amarnos en nuestras noches de insomnio cuando los párpados pesan como losas, esperando que llegue la vida.
Tal vez amor hayas sentido mis besos rotos en tus labios, tal vez amor si cierras tus ojos puedas soñarme.
Tu presencia me lleva a un mundo de desvarío, de muchas emociones que abriga mi alma y mi corazón, ¡ay amor! Cuánto te extraño, gracias por hacerme sentir amado en todos los sentidos, bastaba con vernos a los ojos, enrollarme en tus brazos, y el deseo se apresuraba.

Hagamos de este amor lo mejor, hasta agotarnos en el último suspiro del placer, entrelazando nuestros cuerpos como uno solo, abrázame, recorre mi piel ígnea, no te detengas, dejemos que los gemidos fluyan y se confundan con el ruido de la lluvia, y cada gota se mezcle con la exudación pasional.

Ven, ingresa a la oscuridad húmeda de mi intimidad, devórame tal como solo tú sabes hacerlo, así como en tiempos de antaño quiero sentirte, en esta noche de diluvio, alucinando como siempre lo hago, me siento cautivado contigo, quédate esta noche hasta que salga el alba.

Tu hermoso recuerdo se apoderó de mí, que ahora me transporta a esos momentos inolvidables, sigilosamente se quedaron guardados en mi corazón, porque me llenan de paz; al cerrar mis ojos te siento en mi piel, que aún arde por ti. Recuerdo tu bella mirada, tu dulce sonrisa que se quedaron atesorados en mi mente, en mi alma y mi lecho, aunque pase el tiempo tu memoria vive en mí, gracias por visitarme en mis sueños.”



__ ¿Pedro? ¿Vamos?

__Sí Julieta, ya te sigo.



Pedro elevó la mirada hacia su compañera alemana de misión y dejó  de escribir.



Bs. As.



__ Sí, sé todo de Pedro doctor Graziani _ dijo Gutiérrez afable mientras una secretaria les servía café__. Es muy responsable y no pierde contacto con la empresa, es más,  le vi hace  un tiempo, viajé a que firmara unos papeles.



__Por favor, sé que no debe de querer saber nada de mí, pero le suplico que me cuente todo, no sabrá que me dijo nada, lo prometo.

__Mire doctor, sé que lo que sucedió acá y la vinculación con su hermano terminó separándolos, y porque sé cómo se quieren es que me permito decirle algo. Pedro hizo locuras, y creo las sigue haciendo,  no puedo ocultarle nada porque temo que antes de regresar termine muerto _ dijo el hombre ante la mirada desesperada de Guillermo.



__Cuénteme, porque desde verlo en las carreras que opino lo mismo.

__Me asombró ver cómo vive, casi sin nada, aunque lo sospechaba porque no retira dinero de su cuenta, sí hago giros importantes a otra que es la del colegio, jamás le negaría algo a su hermano. Vive en un departamento destartalado los días en que regresa de misiones, en Nueva York, casi sin muebles, con poca ropa, mal, nada que ver con el Pedro rico y sofisticado que ve en el estudio o en la cátedra. En principio viajó a dar unas charlas, pero luego lo mandaron a misiones y se instaló,  yo mismo le pedí saliera de acá cuando casi atrapan como díler a Agustín.

__Lo sé.

__ Estuvo… a punto de suicidarse.

__ ¿Qué? Las formas como corría eran como para eso _dijo Guillermo con lágrimas en las comisuras de los ojos y una losa en el pecho.



__No  me refiero a eso ni al riesgo de las misiones, para Navidad casi se tiró al río, estaba en Nueva York, me lo confesó, pero alguien lo salvó, un chico.

__No entiendo…

__Pedro  aceptó una última misión y el nene está interno porque no quiso volver con el tío. A Pedro esa noche lo salvó el destino, no estaba en el suyo morir, y un chico en condición de calle lo sacó del intento. Willy, como usted se llama, y tiene trece años como Agustín, Pedro intenta conseguir su tutela. Creo que lo impactó encontrarlo para Nochebuena porque está en la misma condición que Agustín cuando su padre lo rescató, estaba en la calle, y lo llevó a su departamento, por ratos primero, y al fin conoció a Agustín, se hicieron amigos, se quedó allí, y como  a Marcial le pareció todo una locura, Agustín no quiso regresar a su casa. Básicamente rechazan a Willy, y a Pedro lo llamaron a misión, quisieron quedarse los dos en el departamento, pero como imaginará era una locura, y Pedro no aceptó, a regañadientes pero por no separarse, los dejó internos en un excelente colegio, yo  hago los giros, créame que a ellos no les falta nada, y están muy bien allí.

__Le creo, ¿Y Pedro…  dónde está?

__En el Ártico.

__! Dios! Con solo oírlo se me congela la sangre _ dijo Guillermo con las lágrimas rodando y el corazón contrito.



__No se preocupe, nosotros moriríamos en menos de una hora a noventa grados bajo cero, pero él tiene experiencia, ropas especiales,  va a regresar sano y salvo, quiso rechazarlo, pero no pudo, mas entiendo es la última misión __dijo Gutiérrez con pena por los dos.



__ Tiene experiencia pero no la edad y el entrenamiento de hace diez o veinte años Gutiérrez, le creo con lo del nene, él quiere lo mejor para él, y no me asombra que quiera adoptar a otro chico en condición de calle, lamentablemente, tampoco que deseara suicidarse,  gente de mi entorno le dijo mentiras dolorosas, y yo estaba enfermo como para buscarlo antes.

__Le aconsejo que no viaje, los chicos están bien, no les falta nada, podrían cruzarse, le prometo que en cuanto él me avise que regresó lo llamaré, aunque de verdad creo que apenas termine esta misión, intentará la custodia del muchacho y regresará, no seguirá lejos de Argentina, tiene que volver al menos a la empresa sino a todos sus lugares __ afirmó Gutiérrez con seguridad.



__ ¿Por qué ya no tiene la tutela de ese muchacho?

__Porque él tiene familia, pero no pueden mantenerlo, y Pedro no intentó pedirla porque en su condición de activista no la conseguiría, va y viene, prefirió conseguir firmas de los tíos que tiene para el colegio y trámites menores hasta renunciar a esto.

__Entiendo. ¿De veras cree que volverá al país?

__Estoy seguro, doctor, yo solo lo reemplazo, pero el dueño de esto es él. Lo hará, además no lo ha olvidado, créame, ni a su familia, ni a sus socios. Regresará.

__Muchas gracias por la confianza, y le pido por favor, si Agustín necesitara que viaje, yo lo haría sin pensarlo, él me quiere mucho, y si Pedro se comunicara…

__Descuide, lo mantendré al tanto de todo.



Guillermo más tranquilo, pidió a Beto que lo dejara solo, y caminó lento, mirando el río, tratando de procesar el torbellino de información, de imaginar lo sucedido tan lejos tres meses atrás.



 Cielito, casi te pierdo y ese nene que adoptas, que se llama como yo te salvó. Te busco entre el cielo y el mar, no te he podido encontrar. Te busco entre la noche y el alba pero nunca apareces. Ni siquiera en mis sueños estás. Te busco entre un beso y un abrazo, necesito saborear tus labios, necesito tu boca a la que deseo tanto, un abrazo, una caricia, un te amo. Anhelo amarte, soñarte, pertenecerte, entregarte mi fuego encendido, mis ganas de sentirte en mi pie, que me abrigues y me arropes bien con tu cuerpo, de hacerte mío y pertenecerte siempre. Grabaría en tu piel mi nombre, tatuaría y escribiría verbos, serías mi inspiración. Grabaría cada letra de mi  prosa en vos mi vida, serías mi existencia, me sentiría vivo en tu cuerpo, en tus adentros, y te amaría con toda el alma.

Te buscaría entre mi soledad. Te imaginaría haciéndome el amor, te buscaría en mis alegrías haciéndome mil ilusiones, adorándote mi amor. En otro lado del mundo. ¿Dónde estás? Quizá solo en mi corazón, quizá solo en mi alma o tal vez no existas en mi cielo, en mi infierno, en mi vida porque te anhelo, porque serías mi delirio y a la vez mi dulce perdición. Regresa amorcito, por favor no  te rindas en ese sitio, cuídate y regresa, quédate con esos chicos, y conmigo, siente mi amor dondequiera que estés.



Nueva York. Tres meses antes. 25 de diciembre de 2016.




¿Por qué el amor es tan fugaz y los seres amados de repente ya no están a nuestro lado?
Los acordes de la guitarra y las notas musicales son como lluvia en el tejado, solo que está vez todo está en mi cabeza y corazón porque dos seres importantes en mi vida, volarán alto y mañana habrán cruzado la frontera y solo estarán presente en nuestros corazones; un hermoso niño siempre esperará con los brazos abiertos al igual que un padre y un esposo; la vida es una aventura y a ti te llegó la hora de remar en alta mar.
Serán dos capitanes de aventura y protagonistas de su propia vida.
El silencio hace del ambiente un suspenso de soledad y lobo estepario perdido de nuevo en la manigua de la soledad
He llegado a la conclusión que solos vinimos y así partimos; pero el silencio y la incertidumbre de la soledad, hace de mi corazón un mundo gélido ante la expectativa de contemplar un mundo gris
Los árboles parece que envejecieron y esta vez no hay hojas porque se las llevó el otoño.
Un día seremos olvido y aun así estando acompañados, hemos de comprender que siempre hay un viaje sin regreso y seremos olvido.
Pero el amor, ese tesoro latente en nuestros corazones, es lo que nos da vitalidad o nos mata en la soledad. Somos mundos tan pequeños que como estrella fugaz llegamos y desaparecemos sin dejar rastro.
Hoy que disfruto del amor, lo he ofrendado a quien ha sido mi más grande amor y volará como el viento: con nuevos horizontes; ave con alas de libertad, que vuela tan alto como tú pensamiento.
No dejes de mirar hacia abajo, que los seres amados estaremos ahí contemplando tu altura y deseando volver a los tiempos de amor de familia; feliz viaje par de aventureros que saben cuál es el norte: hermanos.



Aquella noche regresaron al apartamento, Pedro preparó el sofá para que durmiera él, con un par de almohadas, sábanas y una manta. Para Willy, era lo más parecido a una cama que había tenido en meses de vagar entre vagones de trenes abandonados, reparo bajo puentes y casillas, y parecía un niño pequeño con el pijama prestado.



__ ¿No te importa dormir aquí? __le preguntó Pedro preocupado, y él sonrió de oreja a oreja.



__ ¿Me tomas el pelo? Es mucho mejor que mi saco de dormir, ¿pero dónde se quedará tu hermano cuando llegue?

_Agustín duerme en cualquier parte, no te preocupes, ya le pondré un colchón.



Williams no comprendía qué le había pasado a Pedro, por qué actuaba como si quisiera colmarlo de favores. Superaba todo lo imaginable. Aun así, tenía intención de disfrutarlo mientras durase.

Pedro esperó que se metiera entre sábanas y a continuación apagó las luces y se fue a su habitación, a ponerse el pijama a la vez y leer un rato en la cama. Se le hacía extraño lo agradable que resultaba saber que había alguien más en el apartamento con él, otra persona humana, aunque no lo viera desde su cuarto, sabía que el chico estaba allí. Se asomó una vez y vio que se había quedado profundamente dormido. Entonces se acostó, sonriendo para sí. Después de todo, había resultado ser una Nochebuena muy agradable, la mejor en años. Y para él también, y con Agustín la Nochevieja sería aún mejor.



A la mañana siguiente Pedro estaba preparando café con leche, ya había ido por su hermano y estaba en la cocina cuando Willy entró, algo despistado, todavía con el pijama puesto. Parecía uno de los niños perdidos y Pedro le sonrió al volverse,  presentándole con orgullo a su hermano que en principio lo miró con recelo, pero luego  se relajó.



__ ¿Has dormido bien? _preguntó.



__Sí, como un bebe. ¿Te has levantado muy temprano?

Pedro asintió señalando a su hermano zambullido en la taza.

__Fui a buscarlo, además todavía estoy en otro huso horario. ¿Tienen hambre criaturas? __ No había dejado de darle de comer al chico desde que se habían conocido, ya le había prevenido en el recorrido a casa a su hermano, lo cierto era que Willy parecía necesitarlo. Además los dos estaban en etapa de crecimiento.



Con gesto avergonzado respondió.

__Eres muy amable, pero normalmente como una vez al día.

__ ¿Por necesidad o elección?

__Las dos cosas.

__No lo desprecies, mi hermano cocina pésimo _ dijo Agustín__, pero las tortitas le salen bastante bien y más si tiene esos paquetes con la mezcla ya hecha.



__Basta hermano. ¿Quieren?__Lo había comprado un día, llevado por un arrebato de nostalgia, pero no había llegado a abrirlo, como tampoco la pasta en recuerdo de Guillermo. Procuraba no pensar en las tortitas de Mickey Mouse que solía prepararle Guillermito, mientras Guillermo hacía la pasta.



__ Estaría muy bien _dijo Willy.



Pedro sacó el paquete con la mezcla preparada y se puso a cocinarles. Tenía mantequilla en el congelador y sirope de arce en el armario. Cuando se hubieron devorado todo, llamaron a Marcial para avisar que Agustín había llegado bien y para felicitarlo por Navidad.



__ ¿Qué me cuentas? ¿Estás mejor ahora con tu hermano? __podría imaginar lo difícil que era para su primo pasar esas fechas con fantasmas que dejara en Bs. As.



__Bien, con él y con un amigo _dijo Pedro mirando con picardía a los dos que ya estaban juntos acomodando las cosas de Agustín en un armario. Pedro les había dicho a los dos que se dieran una ducha, en ese momento oyó a uno entrar al baño. Deseaba poner la ropa en la lavadora y en la secadora del edificio, sobre todo para que Willy pudiera ponérsela limpia.



__Pensaba que no tenías amigos en Nueva York __dijo Marcial, encantado.



Había renunciado a tratar de convencer a Pedro para que conociera gente nueva, nunca lo hacía ni quería hacerlo. Su respuesta era que ya conocía bastante gente en sus misiones y que no necesitaba conocer a nadie en Nueva York, ya que estaba allí muy poco tiempo, apenas unas semanas de paso. Además, siempre le resultaba demasiado complicado explicar su situación personal. No quería compartir su historia. No le importaba a nadie, pero no lograría hacer amistades si no estaba dispuesto a abrirse a los demás, y no era su caso. Se cerraba como una ostra.

__Y no tengo. Acabo de conocerlo __respondió sin entrar en detalles.



__ ¿Un tío joven y guapo? __ Marcial se quedó unos segundos impactado.



__Un hombre no. Un chico de la edad de mi hermano __le explicó Pedro, y se preguntó si no habría sido mejor que no hubiese dicho nada.



__ ¿Cómo que un chico?

__Un chico sin hogar. He dejado que pasara la noche en casa.



Nada más decirlo, supo que no debería haberlo hecho. Hacía años que Marcial y él estaban en ondas distintas. Su primo tenía una vida, su familia, su mansión, y mucho que perder, Pedro en cambio excepto Agustín en ese momento sentía no tener nada y no le importaba.

__ ¿Has  dejado que un sin techo pase la noche ahí? _dijo Marcial horrorizado__. ¿Has dormido con él?



__Pues claro que no. Es un crío. Ha dormido en el sofá. Vivía en una caseta de obra que hay cerca de mi casa y estamos teniendo temperaturas de muchos grados bajo cero. En noches así, puedes morir congelado. __No era que pensase que iba a ocurrir, Willy era joven y fuerte, pero todo era posible.



__ ¿Estás loco? ¿Y si te mata mientras duermes?

__No va a hacer nada de eso. Tiene doce años, y es un buen chico.

__No tienes idea de quién es y ahora arriesgarás también tu hermano, no sabes de dónde ha salido, quizá sea mayor de lo que dice, y un delincuente de algún tipo. __La imagen de Willy como delincuente, con el pijama grande resultaba absurda. Ni siquiera se había tomado la molestia de cerrar con pestillo la puerta de su cuarto la noche anterior. Se lo había planteado, pero había desechado la idea. No había nada que le hiciera temer.



__Créeme, es un cielo de chico, y al fin y al cabo me recuerda a lo que le pasó a mi hermano. No va a hacernos nada. Voy a intentar convencerle para que vaya a un albergue para menores antes que vuelva a irme, no puede quedarse en la calle con este tiempo.



__ ¿Y por qué iba a querer ir, si tú vas, y le abres la puerta de tu apartamento?

__Para empezar, porque me marcho otra vez dentro de pocas semanas, y no puede quedarse aquí. __Willy había aparecido en al vano de la puerta, con el enorme pijama puesto otra vez, y la ropa en las manos, para que la lavara, tal como le había pedido, Pedro __. En todo caso, ahora mismo no puedo hablar de eso. Tengo que hacer la colada, Solo llamaba para felicitarte por Navidad, abrazos a todos, mi hermano está ya acá.



__Pedro… echa a ese chaval de tu casa _ Marcial casi le gritó__ ¡Te va a matar!



__Te digo que no. Confía en mí. Hablemos luego. Dale un beso a tu mujer y a los chicos, chao.

__Santo Dios, no estás cuerdo dejando dormir allí a un chico vagabundo, es inadmisible, o empiezas a vivir con algo de normalidad o conseguirás que te maten.

__ ¿Quién era? __interrogó Willy preocupado.



__Mi primo _respondió Pedro, al tiempo que cogía la ropa sucia del chico para lavarla__. Allí ha vivido Agustín hasta ahora.



__ ¿Vas a marcharte dentro de poco? __preguntó el chico con tristeza. Había oído lo que decía. Acababa de conocerlo y ya estaba a punto de perderlo, a él también.



__Dentro de un tiempo__respondió Pedro sereno. El semblante del chico y sus intensos ojos reflejaban miedo al abandono. Se sentaron en el sofá. Willy tenía aspecto limpio__. Puede que tenga que irme en enero, pero aún no lo sé. Aunque luego volveré. Siempre vuelvo. __Le sonrió.

_ ¿Y si te matan? Dijiste que era peligroso.



Pedro estuvo a punto de responder que nadie lo echaría de menos, pero vio en su mirada que, a pesar de que casi  no se conocían, él sí lo extrañaría, como Agustín que acababa de salir de la ducha y observaba, parecía que les aterraba la idea de que se marchara.

__No me van a matar. He pasado años con todo esto. Se me da bien. Y tendré cuidado. No se preocupen. Y ahora hablemos de lo que vamos a hacer hoy. Los tres odiamos la Navidad, así que hagamos algo que no tenga nada que ver. ¿Qué les gustaría? ¿Ir al cine? ¿A jugar a los bolos? ¿Sabes patinar sobre hielo?

Willy negó con la cabeza, seguía angustiado.



__Solía ir a jugar con los bolos con mi tía, ates que… antes que estuviera tan complicada.

__ ¿Les gustaría probar?

__Vale _ contestaron a coro sonriendo poco a poco.



__Y luego podríamos ir al cine y a cenar fuera.



A Willy le sonó como si le regalasen un pedacito de cielo. Pedro deseaba que disfrutara del tiempo que estuviese con ellos. No sabía lo que ocurriría después. Solo tenían que dejar que transcurriera el día y conseguir pasar una Navidad aceptable para los tres. Pedro había previsto quedarse en la cama, leer y terminar el informe, pero ya no iba a ser así. Eso podría esperar.



__Cómo te extraño,  quizá tú ya ni me pienses, pero en un rincón de tu memoria olvidado, ahí te espera el momento en que te quise; cuánto extraño el idioma de tus manos las que amarme hoy ya no me dicen, y aunque ahora ya no se posen en mi labios, son sus sombras, son sus sombras las que siempre me maldicen.
Cómo te extrañan las luces de mi alcoba, ahora solo son errantes en lo oscuro,
tu brillo ausente atormenta mi memoria al saber que ya no estoy como ayer al lado tuyo; quizá ya no sea tu señor,  quizá no quieras ser tú mi señor, serás mi presidiario amor, encerrado... en esta alma que te llora; y si alguna vez logras escapar, promete no olvidar que es mi alma  la que tanto a ti te adora.


Prometo no recordarte más, tú promete acordarte de mí, que yo a mi memoria me la tendré que arrancar, para así nunca más  tener que recordarte; mas tú me debes recordar para que puedas comprobar, que es en alguien tu pensar y ese alguien ya no sabe recordarte.

__ ¿Lo amas verdad?

__Hermano, qué susto.

__Llamó la socia, te está buscando, quiere saber de ti, ¿por qué no le llamas aunque sea a Gaby?

__No ahora, no estoy preparado Agustín, él está con otro, no quiero arruinarle la vida, cuando pueda regresaremos, lo prometo.


Tendría que volver a inventarme un lenguaje para describir su ausencia.
Siempre fui tan apegado a las palabras y hoy no encuentro aquellas que corran en mi auxilio para atraparle en los recuerdos.
El lenguaje ordinario que nombra la futilidad de lo cotidiano no me sirve para decir lo que ya no es y lo que ya no está.
Deambulo por esta casa oscura buscándole en cada rincón donde  ni siquiera posó su cuerpo y miro cada espacio con la inútil esperanza de encontrarle allí donde nos reímos tantas veces.
Y voy por la ciudad a aquellos lugares que se transformaron en nuestros creyendo ver en cada esquina fragmentos de su ser sin materialidad.
Como si el cielo se cubriese de negros nubarrones que preanuncian la tormenta así es su ausencia en lo que me resta de esta vida sin sentido desde que se fue.
Cada noche le busco entre sueños, como quien busca sediento un oasis que calme la sed y mitigue mi necesidad de él.
Y tengo miedo que mi mente pierda la cordura y sus recuerdos se desvanezcan como un mensaje de amor escrito en la arena que las olas implacables del mar se llevan para siempre.
En cada amanecer abro mis ojos, mi mirada vacía ya no se llena con su existencia a la que me tenía tan acostumbrado amorosamente.
Me despierto y miro al costado de mi cama como cuando le miraba dormir velando sus sueños y mi mirada recorría sus pestañas, su nariz, su boca.
Ahora ya no está y su ausencia me derrota y me condena a despertarme cada día sabiendo que debo recomenzar la búsqueda para no perder su recuerdo.

__ ¿Estás seguro de que se casó con otro?

__Me lo dijo Fabián, le he escrito, hermanito, vamos a hacer algo por este chico, me recuerda a ti, ¿sabes?

__Lo sé, aunque él está peor, yo al menos estaba en un orfanato, me cae bien.

__Anda, ve a cambiarte así salimos de acá. Préstale algo de abrigo, no tiene casi nada, ya iremos a comprarle, al menos ropa.



“Qué hace tu piel, entre frías sábanas que de calor engañoso la envuelven, falsas caricias recibe tu cuerpo, mientras dormido te volteas en la cama cuando entre sueños te pierdes entre inconscientes deseos de amarme.

Qué hace tu piel, llenándose de vacío tan distante de mí, cómo harás para que tus poros transpiren de pasión si mis labios de suaves besos no la adornan, sin el calor de mi cuerpo incendiando tu piel al amarnos.

Qué hace tu piel, que su suavidad, de mis manos ávidas de recorrerla en caricias, encierras entre distintas prendas, la vistes de vacío… ese vacío que mi calor hurgando entre las prendas que luces, de ti erradicaría.

Qué hace tu piel, mientras la mía aquí se llena de vacío sin tu tibieza… aquí acurrucándose mi cuerpo trata de abrigar los poros que estallan de frío por no tener el fuego de tu pasión, que tan distante de mí se pierde entre tus frías sábanas.

Dime qué hace tu piel, durmiendo y despertando tan lejos de la mía… déjala confesar en las noches que desea mis caricias, desespera por mis besos… dejaba confesar que, como la mía, en silencio clama de una vez arder en este amor que nos estalla en el alma”.



La ropa de Willy salió limpia y seca al cabo de una hora, y se marcharon los tres a una bolera del centro, a la que Pedro llamó por teléfono para asegurarse de que estaría abierta. Eran los tres malos para los bolos pero se lo pasaron genial. Luego fueron al cine. Pedro escogió una película de acción en 3D que pensó que les gustaría y a los chicos les encantó. Willy nunca había visto una en tres dimensiones y salió fascinado. Después cenaron perritos calientes en el deli y pararon en una tienda de alimentos para comprar algunas cosas antes de regresar al apartamento. Cuando llegaron, era noche cerrada y se había puesto a nevar otra vez, Pedro le preguntó a Willy si quería quedarse a dormir en el sofá en vez de regresar a la caseta y él luego de que Agustín asintió dijo que sí.

Entre los tres improvisaron una cama para Agustín y allí los dejó riendo viendo la tele, mientras él iba a su cuarto, llamó Marcial.



__ ¿Sigues vivo? ¿Todavía no los ha matado? __Lo decía medio en broma. Llevaba todo el día enfermo de preocupación, por ellos, por la salud mental de Pedro y por la falta de criterio para haber hecho algo tan peligroso.



__No, ni lo va a hacer, primo, es Navidad, dale un respiro. __Él se lo había dado y ahora su hermano. Más que eso: gracias a él, el chico lo había pasado en grande y los tres habían disfrutado mucho.



__ ¿Mañana le dirás que se vaya?

__Ya veré. Quiero buscarle el sitio adecuado. Los albergues que he visto dan miedo.

__Por el amor de Dios. Y a mí me da miedo que corra peligro la vida de ustedes. ¿A quién le importa que le asusten los albergues? ¿Dónde está su familia?

__Todavía no lo sé. Sus padres murieron. Antes vivía con unos tíos, pero debió de pasar algo, por lo que  sospecho, no tienen recursos como para tenerlo con ellos.

__No es problema tuyo, Pedro. Hay millones de personas sin hogar en este mundo. No puedes acogerlos a todos. No puedes curar a todas las almas rotas y heridas del mundo. Tienes que cuidar de ti mismo. ¿Por qué no buscar un empleo como se debe allí en la ciudad? Yo creo que todo ese trabajo humanitario que haces te ha creado un complejo. En lugar de recoger huérfanos de la calle ven a vernos.

Pedro hizo oídos sordos del comentario.

__Marcial, a mí no me espera una familia al salir del trabajo _le recordó__. Gracias a eso puedo dedicar mi vida al prójimo.



_Tienes a tu hermano, nos tienes a nosotros. Vente a vivir aquí.

__No puedo, me moriría _dijo Pedro con tristeza. Y no quiero un trabajo de oficina en Nueva York. Me llena lo que hago.



__Pero no puedes pasarte la vida dando vueltas por el mundo, no eres un chico ya. Y si quieres una familia que te espere en casa al salir de trabajar, tendrás que permanecer más que diez minutos en algún sitio, dejar de viajar a zonas peligrosas en guerra y de trabajar en campos de refugiados. Necesitas una vida propia, real, mientras puedas tenerla. Si sigues dedicándote a eso, llegará un momento en que ya no podrás volver a sentar cabeza.

__Es que a lo mejor no quiero volver a hacerlo, no me fue bien cuando lo hice _replicó él.



Marcial dijo que tenía que llevar a su hija a lo de una amiga y gracias a Dios cortó. Pedro se quedó leyendo mientras los chicos veían tele en el salón. A las diez fue a ver cómo estaban y los encontró profundamente dormidos en el sofá con el mando a distancia entre ambos. Lo quitó con delicadeza, los arropó y apagó la luz. Entonces regresó a la habitación, se quedó leyendo hasta media noche, pensando entre tanto en lo que dijo Marcial, ellos pensaban que estaba loco por haber acogido a Willy, pero él sabía que era la decisión acertada, al menos de momento. Quería convencerlo de contactarse con sus tíos, para que supieran  que estaba bien. Y luego quería llevarlo a un buen albergue en el que pudieran ayudarlo. De momento, él era su misión. Y quería cerciorarse de que quedara en buenas manos cuando tuviera que marcharse de nuevo. Estaba seguro de que sus caminos se habían cruzado por algo, no le cabía duda de que estaba escrito así. Él era la persona que debía llevarlo a puerto seguro. Se prometió hacerlo, Apagó la luz y al cabo de minutos estaba profundamente dormido. Soñó con Guillermo.



“En su espalda me recosté después de amarnos, quise  arroparla con mi piel, darle calor, que sintiera mi corazón latir lleno de felicidad por haber logrado satisfacerme.  Me llenó de lindos detalles,  supo amarme de pies a cabeza, fuimos juntos a conocer el paraíso, nos fundimos entre las ramas de la pasión y gozamos del amor. Yo me perdí de deseo entre las vellosidades de su pecho, grabé entre sus caderas mis gemidos, rocié con mis orgasmos el  cartucho de su piel ansiosa. Mojé su esbelto cuerpo con mis humedades hirvientes, le hice ver un arcoíris de emociones, llevándote  a la cúspide de las pasiones…  nos entregamos con locura en el túnel de los deseos.

Así pasaron los segundos, los minutos,  las horas y el tiempo se iba agotando, el día terminando,  caía la noche y aún nos seguíamos amando con la alegría de otro amanecer. Un instante en el tiempo. Nunca sabrás cuántas veces pronuncio tu  nombre sin querer en un día, así tampoco sabrás  cómo pienso en ti  cada segundo de mi vida.

Qué importa  mientras espero que tu recuerdo  se disuelva en los colores del arco iris.  Tu amor  fue color de mis fantasías, el café de tus pupilas  era toda mi esperanza  en aquel tiempo. Las rosa roja  que me regalabas día a día, era como la pasión  que nos teníamos. El que te hayas marchado  no significa
que tu nombre dejara  todo en blanco. Aun cuando miro el cielo azul  tú estás en cada nube que miro. Hoy comprendí  que lo nuestro fue solo  un instante apresado  en el tiempo. En el hermoso y fugaz, como bello arcoíris, donde dejo que tus recuerdos se pierdan con él. O no,  y soy el sentimiento más sublime
que te abraza y acuna, recorriendo todos tus senderos y te eleva al cielo. Soy tu anhelo y desvelo. Manantial de vida que sacia tu sed. Viento suave
que acaricia  el ventanal de tu alma, susurrándote al oído mis te amo, besando tu pensamiento. Soy fuego intenso  que enciende y  arrasa con todo; hoguera que activa todos tus sentidos. Fuerza predominante  y energética, conexión con lo divino, que te hace desatar suspiros. Soy manjar exquisito  para Dioses que saben apreciar las delicias de la vida.

Y soy tu luna, luminar menor que señorea  tu noche y tú eres mi sol
luminar mayor  que enciende mi día. Soy tu eterno compañero que te envuelve con su fragancia mágica e hipnótica,  misma que altera tus sentidos. Yo soy tu fruto predilecto que deleitas muy despacio, digiriéndolo lentamente para nutrir tu alma, soy todo eso que tú ves…  transparencia y amor. ! Soy puro amor ¡Siente cómo hago latir y vibrar tu corazón, te estremeces, ven y te abrazo amor y no querrás que te suelte, juntos por la eternidad.

Volveré Guille, merecemos otra oportunidad, veremos si amas a Miller como dice él.”



Mientras Pedro hacía el desayuno al día siguiente, los chicos volvieron a entrar en  internet, Willy abrió sesión en varias páginas, y Pedro advirtió que de nuevo consultaba sitios dedicados a gente joven y a personas sin hogar, donde se intercambiaban mensajes. Y vio que, al leer uno con más interés el chico arrugaba la frente. Cuando los llamó a la mesa y daban cuenta de huevos revueltos, descubrió que era un mensaje de su tía, que le pedía que la llamase. Era obvio que se trataba de ella, pues llevaba el nombre que Willy había mencionado. Disimuladamente, Pedro se fijó en el sitio web con atención para poder visitarlo después si él salía. Quería contactarla  para saber más de él y para decidir qué hacer cuando él tuviera que irse de la ciudad.

Después de desayunar sacó el tema de dónde iba a quedarse Willy en el futuro.



__No puedes volver a la caseta. Hace demasiado frío. Y tarde o temprano alguien de los servicios municipales echará candado otra vez.

__Hay más sitios en los que puedo quedarme _dijo él. Levantando el mentón con actitud desafiante. Entonces lo miró y la expresión de sus ojos se suavizó__. Pero no tan agradables como este.



__Puedes quedarte con nosotros todo el tiempo que yo esté aquí __le ofreció, Pedro con generosidad. No se daba cuenta de lo terriblemente solo que había vivido hasta que apareció él. Ahora era consciente __. Pero el mes que viene tengo que volver a trabajar y estaré fuera una temporada. Busquemos un buen sitio en el que puedas quedarte antes de que me vaya.



__Un albergue no _insistió él con terquedad.



__Existen lugares para menores sin casa en los que puedes quedarte mucho tiempo. Algunos tienen bastante buena pinta, y puedes entrar y salir si quieres. _Había estado mirando en internet. No sería la situación ideal, pero de esa manera podría dormir bajo techo, tener alojamiento, comida y orientación psicológica.



__Ya te dije que te desvalijan y la mayoría de chicos se drogan.

Pedro sabía que ese no era su caso. Lo cual teniendo en cuenta lo dura que era su vida, resultaba sorprendente.



__Bueno, tendremos que pensar en algo. No puedo llevarte conmigo.

__Pedro _ dijo Agustín metiéndose por primera vez__. Yo me aburro en lo de Marcial, soy de otro pozo, podrías dejarnos a los dos acá, e inscribirnos en un colegio _ propuso seguro.



__Ni lo sueñes, ni loco se quedarán solos en un sitio como este, no Agustín.

__Pero…

__Dije que no.



Pedro sentía que era como si los hubiese adoptado a ambos, y estaba decidido a solucionar el tema del alojamiento de Willy, cuando en realidad, el chico era un pajarillo que se había posado en su rama y que de momento permanecía quieto a su lado. La única opción que tenía, sin embargo, era alzar de nuevo vuelo cuando él se marchase. Y Pedro quería dejarlo en algún lugar donde estuviera a salvo después de su partida. Lo que decía su hermano no lo permitiría, tampoco Marcial los aceptaría a los dos por amigos que se estuvieran haciendo, no era opción.



__Yo solo quiero una habitación segura en alguna parte y un trabajo _respondió el chico.



Era mucho pedir para alguien de su edad, por muy brillante que fuera, nadie contrataba a chicos de once a doce años, salvo como camellos en barrios deprimidos y, por lo que se veía, Willy se había mantenido apartado de esas cosas.



__ ¿Cuántos años tienes, Willy? Esta vez dime la verdad _le pidió con gesto serio, y él tardó en contestar un rato, durante el cual aprovechó, obviamente, para decidir si se lo decía o no.



Y entonces habló.

__Trece __gruñó__, pero sé hacer un montón de cosas, se me dan bien los ordenadores y soy fuerte. _Aunque estaba delgado por la falta de alimento, se lo veía dispuesto.



__ ¿Cuándo fue la última vez que pisaste la escuela?__Le dio miedo que tal vez nunca hubiera ido.



__En junio, cuando pasé a octavo, acá son ocho antes del instituto.

__Eso quiere decir que podrías ir al instituto a partir de un año. _Se quedó pensando un momento y lo miró a los ojos. Pedro tenía experiencia con adolescentes por su hermano, había estado ausente durante su niñez y pubertad, pero muy presente en el último año, y él también estaba en ese curso__. Te propongo algo _ dijo en voz baja__. Si vuelves a estudiar, podrás ir con mi hermano como dijo, y te pagaré trabajillos que puedas hacer para mí.



__ ¿Qué tipo de trabajos? __El chico se mostró receloso.



__Agustín puede ayudarte, él ya recibe buena paga, pero hay un montón de cosas que puedes hacer por mí. Hay que limpiar el departamento con regularidad. Quiero cambiar algunas cosas de sitio. Supongo que podría deshacerme de algunos muebles y modernizarlo un poquito. __Echó un vistazo alrededor.



__Sí, quizá podríamos quemarlos _bromeó Agustín, y los tres se echaron a reír.



__No nos pongamos tan radicales. Puedes hacer recados. Ya veremos.

__ ¿Cuánto pagas? __preguntó él, muy serio, y Pedro de rio de nuevo.



__Pues depende del trabajo. ¿Qué te parece comenzar con el salario mínimo?

El chico reflexionó y asintió. Le parecía bien.

__ ¿Por qué tengo que ir al colegio? Siempre me aburro.

__Pues, si no te sacas el graduado, te vas a aburrir el resto de tu vida. Eres un chico inteligente, necesitas ir a la escuela. Es imposible que consigas un trabajo decente si no vas, como mínimo al instituto. Y a lo mejor algún día puedes ir a la universidad.

__Tiene razón, Willy, yo tampoco quería pero me convenció, y podríamos ir juntos.

__ ¿Y luego qué?

__Eso depende de ti. Pero si no vas a la escuela, acabarás dedicándote a sacar papas fritas de la freidora de un Mc Donald”s. Te mereces algo mejor _ dijo, convencido.



__ ¿Y tú cómo lo sabes?

__Lo sé.

__Si ni siquiera me conoces _dijo él.



__Eso es verdad, pero sé que eres listo y podrías llegar lejos si quisieras. __Se daba cuenta de que era un buen chico con recursos e iniciativa. Solo necesitaba que le echasen una mano para empezar __. ¿Lo harás? Quiero decir que si volverás a estudiar. Yo te ayudaré con la inscripción en el colegio público que está cerca de acá. Podemos decir que has estado un tiempo fuera. __Transcurrió una eternidad hasta que Willy respondió, y entonces, lo hizo moviendo la cabeza afirmativamente, despacio, mirándolo. No se lo veía muy convencido, pero aceptó el trato.



__Lo intentaré __se comprometió__. Pero como sea un tostón y esté lleno de idiotas, o los profes sean mala gente, me largo.



__No. Con idiotas o sin ellos, aguantarás hasta graduarte en junio, y luego del verano empezarás el instituto. Ese es el trato.

Pedro levantó la mano para  que le chocase los cinco y al final él acercó la suya.

__Vale. ¿Y cuándo empiezo a trabajar para ti?

__ ¿Qué te parece ahora mismo? Puedes lavar los platos y pasar la aspiradora. Y vamos a necesitar algo de compra.__Willy se había acabado la leche que había comprado la tarde anterior y a Pedro se le había olvidado ir por fruta__. ¿Y si bajas tú a la tienda? Te haré la lista. ¿Qué comida te gusta?



Cuando fue al escritorio por papel y bolígrafo anotó cosas básicas, Agustín le susurró.



__ ¿Puedo ayudarlo e ir con él?

__No. Déjalo sentirse útil.

__Pedro, no quiero volver a lo de Marcial.

__Agus, más líos ahora no.

__Es que si me dejas, podrías anotarnos en el mismo colegio, internos y yo cuidaría de él, el dinero yo se lo presto, me sobra dijiste, quiero hacerlo.

__ ¿De veras es lo que deseas?

__Si no podemos estar acá… sí.

__No se lo adelantes, déjame pensarlo.

__ ¿Podrías adoptarlo y que luego regrese a Buenos Aires con nosotros?

__Hermano,  no vueles, tengo que terminar mis misiones para ello… estoy buscando a la familia, ya veremos.

La prioridad es que retome los estudios, no sería mala idea lo que propones. Me contentaré con sacarlo de la calle, llevarlo a un sitio seguro y lograr que retome el colegio, e ir contigo ayudaría a que no huya.



 Unos minutos más tarde envió a Willy a la tienda con cien dólares y la lista de compras. Y tan pronto como oyó que se cerraba la puerta, fue a mirar la página web que había estado consultando en el portátil, encontró el mensaje de la tía. Agustín hizo de campana. Llevaba fecha del día anterior, Pedro respondió con rapidez.



“Tengo información de Willy. Está sano y salvo y en buenas manos. Llámeme por favor.” A continuación añadió su número de móvil.



CONTINUARÁ.

HECHOS Y PERSONAJES SON FICTICIOS.

CUALQUIER PARECIDO CON LA REALIDAD ES COINCIDENCIA.

LENGUAJE ADULTO.

ESCENAS EXPLÍCITAS.