viernes, 31 de octubre de 2014

NAUFRAGIO. CAPÍTULO DOS. GUILLERMO.

















 Bs. As., octubre de 2014.



___ En un restaurante de Bs. As.  Guillermo Graziani hijo, 52 años, jefe del departamento de cirugía de  una clínica de la ciudad,  cenaba relajado con su hijo Fabián, abogado de 27 años de edad.


…. Pa, ¿por qué me citaste aquí?
…. Porque mañana es sábado, no tienes que ir al estudio. Estoy de guardia pasiva y deseo contarte al fin la historia de tus abuelos, la historia del naufragio. El por qué soy jefe del departamento de cirugía de la Clínica y no cumplí con mi sueño de ser actor. Todo, quiero que lo sepas. Todo.
… ¡Qué bueno!, apenas sé lo poco que me dijo el abuelo antes…
… Lo sé hijito, lo sé. Antes que te separara de él, de tus orígenes.
Pero ahora quiero compartir esta cena con vos y luego  que vayamos a la clínica y contarte todo tranquilo.
… ¿Y por qué no a casa? ¿Mamá lo sabe?
…. Lo sabe, por eso mismo, ¿para qué vamos a someterla a escuchar todo esto de nuevo?, no es una historia linda hijito. Pero es parte de la tuya y hoy me siento en condiciones de poder compartirla.
… Buenísimo, me encanta tu despacho con esa biblioteca gigante llena de tus libros de niño más los de medicina.
… Y faltan hijo,  no tienes idea la cantidad que llevé a aquel viaje pensando en que me aburriría mientras tus abuelos paseaban.
… Y que perdiste.
… Que perdí, como casi pierdo la vida, como…
…. Como perdiste a tu madre, a la abuela Mirna.


___ Cuando llegaron a la clínica, el movimiento febril del día había dado paso a las tenues luces y sonidos de la noche y Guillermo condujo a su hijo a su despacho, donde tenía sus novelas de niño en una biblioteca enorme y sus libros actuales. Preparó café y se sentaron en sillones para compartir la historia del viaje, de cuando Guillermo contaba con 12 años,  Mirna, su madre 30 y su padre Guillermo, socio fundador del bufete de abogados 40 años.
Guillermo relató a Fabián lo que ya sabía de su infancia y el viaje por Europa hasta el día y momento en que comenzara la desesperación del naufragio.

… Y así fue hijito, en Europa tus abuelos la pasaron como en un cuento, felices fueron cumpliendo sus sueños de conocer los lugares  históricos que deseaban y por mi parte también lo disfruté.

___ Aquel   día habíamos estado en cubierta los tres contemplando la belleza del Océano Índico, hasta que papá y yo nos fuimos a dormir un rato. Tu abuela Mirna se quedó sacando fotos porque estaba extasiada. Recuerdo que me dormí acurrucado en los brazos del abuelo Guillermo y que al despertar todo era el infierno emergiendo al barco: ruidos, gritos, sacudidas, y de pronto,…, fuego. Los motores del barco al entrar en corto desencadenaron un incendio que arrasó con parte de la embarcación antes  de que las olas gigantes lo apagaran y se hundiera.  Tu abuelo me estrechó contra sí mientras las llamas entraban al camarote, lloraba conmigo y recuerdo que me repetía:
… Tranquilo hijito, tranquilo que te voy a proteger, vamos a cruzar esas llamas e iremos a buscar a mamá.
… ¿Y entonces?
… Lo hizo, si permanecíamos allí un rato más moriríamos de todos modos, me envolvió en su cuerpo y atravesó las llamas pagando con él mi vida. Cuando llegamos a uno de los pasillos con agua y no fuego me bajó y se acostó para no terminar incinerado.
… Pa, es espantoso, si no puedes seguir…
… Puedo, déjame, necesito poder alguna vez.

___Se levantó y casi no podía reconocerlo, se  quitó las prendas quemadas y antes de ahogarnos creo que perdí el conocimiento, porque mi mente lleva años buscando qué sucedió desde ese momento sin respuestas. Sin ninguna respuesta hasta que desperté en una sala de hospital en Kenia.

… ¿En Kenia? ¿Solo?
… Con una decena de niños agonizando, yo estaba casi bien, los brazos de tu abuelo obviamente me habían salvado. Apenas tenía un principio de asfixia por el monóxido de carbono y quemaduras superficiales pero los demás…, no importa que sepas eso. El caso es que al abrir los ojos todo era confusión, luces, ruidos, aparatos, yo mismo con mi cuerpo lleno de cables conectados a un aparato y con una máscara de oxígeno,…, hasta que una enfermera se acercó y me preguntó si recordaba lo sucedido. Asentí. Me  tomó los signos vitales, me preguntó el nombre y le dije: Guillermo Graziani. Y que además viajaba con mis padres.
Lo que más grabado en mi memoria quedó fue mi súplica de que buscaran a mis padres: a Mirna y a Guillermo Graziani. Me dijo que lo haría, aunque podía ocurrir que no hubieran sobrevivido o que hubieran sido derivados a otro hospital. Que como nadie tenía dinero, ya que todo lo habíamos perdido,  los escasos sobrevivientes habían sido trasladados a hospitales públicos. Que iría a verificar en el registro de los ingresos.
A las horas regresó para avisarme que había encontrado a mi padre, que estaba internado en terapia de quemados y que por ahora no podría verlo.
Si el abuelo no hubiera estado allí hijito, lo más probable es que yo hubiera terminado siendo llevado a un instituto de menores o tomado como esclavo. Hoy la ruta de los esclavos es África occidental, pero en realidad, se da en todo el continente.
…. ¡Dios Pa!, ¿Y cuándo viste al abuelo?
…. No lo vi hijito, no me dejaron verlo allí. Tu abuelo Guillermo sufrió daños pulmonares por el fuego y el agua, estuvo en respirador y muy grave por quemaduras de tercer grado que casi lo llevaron a la muerte. Estaba irreconocible, por lo cual no me permitieron verlo. Gracias a Dios, cuando su estado respiratorio se estabilizó, le quitaron la medicación que lo adaptaba al respirador, y al ver que estaba lúcido lo destetaron de éste y pudo confirmar que yo era su hijo, pedir que por favor me mantuvieran cerca hasta que se comunicara con alguien. Entonces hizo llamar a Marcos que inmediatamente viajó a Kenia trayéndonos documentos y dinero.
 Marcos era el socio de tu abuelo en el estudio, habían estudiado juntos, hoy tendrían 80 años. Estaba casado con Isabel que era muy amiga de Mirna y con ella tuvieron a Máximo, que quedó a cargo del estudio cuando el abuelo y Marcos murieron. Sabes que Máximo y yo crecimos juntos, tenemos la misma edad, cuando salimos de viaje, él tenía como yo 12 años y Solange era recién nacida.
…. Y Cuando Marcos llegó a Kenia,…, ¿qué pasó?
…. Pasó que habló con mi padre, él le pidió que cuidara de mí y que buscara a tu abuela Mirna entre muertos y vivos en todos los hospitales. Y juntos cuando me dieron de alta lo hicimos.
…. Y no la encontraron.
…. En ningún registro de ingreso figuraba Mirna de Graziani, tampoco vimos su cadáver, pero muchos se  habían perdido en el mar.
Al mes de buscarla, la policía científica nos mostró varias cosas que el mar  había arrojado a las playas y Marcos y yo reconocimos la cámara de fotos y una cadena que tu abuelo le había regalado grabada con sus nombres, la cadena de oro que  desde entonces llevo en mi cuello con la medalla grabada: “Mirna y Guillermo Graziani, una historia de amor”. Nos dijeron que habían aparecido en la playa entre tantas cosas, sin ningún cuerpo cercano y que nadie las había reclamado hasta entonces. Cuando Marcos mostró los documentos nos las dieron y mi padre las reconoció. Le pidió a Marcos que me pusiera la cadena como recuerdo de mi madre y que me llevara a vivir con ellos a Bs. As.
Él estaba en terapia de quemados muy grave y los médicos no autorizaron su traslado.

…. Y  regresaste sin tus padres, a casa de Marcos.
…. Regresé dejando a mi padre internado y  de mi madre solamente con una cadena en mi cuello que hoy tengo todavía y la cámara de fotos que llevaba en la mano. La policía dijo que si no estaba en los hospitales seguramente era una más de los tantos desaparecidos.
Mi padre  para quedar  reconocible como lo conociste pasó por varias cirugías, por varias complicaciones infecciosas de piel y pulmonares, estuvo meses internado y otros tantos volviendo a hacer el camino que habíamos recorrido con Marcos buscando a mi madre, hasta que al fin  se dio por vencido.
Yo ya cursaba con Máximo y con Juan el colegio secundario cuando a más de un año del horror lo vi en lo de Marcos. Al comienzo me costó reconocerlo hasta que nos abrazamos y lloramos,…, por mamá, por él y por mí. Esa misma noche regresamos a nuestra casona en Temperley y tratamos de reiniciar nuestra vida sin Mirna, sin mi madre.
 Continué con el colegio y mi padre con el estudio, estudiaba con Máximo y con Juan,  pocas veces en casa, a veces sí en el estudio y regresábamos a la casa casi al anochecer.  El abuelo cocinaba y así fui aprendiendo lo que sé, cenábamos contándonos el día y luego a veces veíamos televisión o jugábamos al ajedrez.  Como en un acuerdo tácito evitábamos el tema de mi madre y nunca más volví a tocar los libros de ficción.
 Para cumpleaños y fiestas de fin de año, intentando mitigar el dolor de la ausencia, nos invitaban Marcos e Isabel  u organizaban algo en el estudio y el tiempo transcurría sin alarma.
 Nunca tuve problemas en el colegio ni  le causaba conflictos a mi padre y los años pasaron sin aviso.

… ¿Y por qué dejaste de lado los libros y tu sueño de ser actor?
…. Temía que si seguía enfrascado en ellos  e improvisando parlamentos no pudiera cumplir con la misión que  luego del viaje apareció en mí.
Cuando puede presenciar lo que los médicos de esos pobres hospitales hicieron por la gente desconocida, anónima que recibían, entre ellos tu abuelo y yo, cuando vi como él de a poco recobró su rostro y las cicatrices físicas se fueron amortiguando por el gran equipo que lo atendió en su momento, cuando imaginé que quizá en un lugar que nunca encontramos alguien pudo haber hecho lo mismo por mi madre, decidí que ese sería mi camino.
Como una forma de agradecimiento a estar vivos con tu abuelo, y a toda la gente que ayudaron, se despertó en mí la necesidad de estudiar medicina. Ya sabes que nunca me gustó la abogacía. Poco antes de terminar el secundario Máximo y Juan trataron de convencerme de seguir con la tradición familiar pero no lo lograron y a mi padre que cambiara mi antiguo sueño por una carrera así le resultó agradable.  Por la tanto ingresé en la UBA y en seis años ya era médico para luego hacer la residencia de cirugía. Máximo y Juan fueron a abogacía y hoy están con vos en el estudio. Y ya sabes lo que sucedió en medio de mis estudios.
…. Tu pelea con el abuelo.
….. Nunca estaba lo suficientemente desocupado como para percibir el cambio sutil que fue sufriendo desde mis 20 años más o menos,  y fue raro, porque hasta entonces vivía para mí, estábamos siempre juntos. Pero desde un día cualquiera, comenzó a dejarme por las noches en casa de los Labrapoulus, me recalcaba que estudiara los fines de semana y puso una empleada para que estuviera acompañado y que nos cocinara.
…. Julieta.
… Julieta. Estaba sola en el mundo y se fue convirtiendo en parte de la familia, tenía unos 50 años cuando llegó a casa cama adentro y prácticamente los fines de semana papá dejó de venir, me quedaba estudiando  y ella era mi compañía. Hasta que cuando tenía 50 años, un sábado a la noche, Julieta me dijo que mi padre iba a dar una cena, que me preparara para ella,  y no supo darme más detalles.
Mientras ella cocinaba subí a ducharme, a  vestirme y al bajar estaban Marcos, Isabel, Máximo con una chica de la facultad que era su novia y una mujer a quien no conocía,…, una mujer que tu abuelo me presentó como su futura esposa: Lucía.
Entonces me enteré que hacía tiempo le habían dado la sentencia de viudo por presunción de fallecimiento de Mirna y que podía casarse con Lucía por civil y por iglesia.
… Y no lo pudiste entender ni perdonar.
… No hijito, no pude, ni sé si al día de hoy he podido. A ver Fabi, mira, nunca pude ver el cuerpo de mi madre, ni su tumba, ni nada y nunca pude sentir que ella estuviera muerta. Todas las noches y a veces en el día la veo, en mis sueños o despierto, siento que me habla y yo a ella, siento que está en algún lugar, viva…

___ La voz de Guillermo se quebró y Fabián lo estrechó en un abrazo.

… Ahora entiendo por qué odias los viajes y tienes fobia a los aviones y a los barcos, por qué vas a los congresos protestando y en remis o en colectivo.
… Se me ocurre que quizá podríamos regresar a Kenia e intentar averiguar algo, ¿quieres?
…. ¿Luego de 40 años? NO hijito, si no la encontraron inmediatamente es una locura pensar que podríamos ahora. Además si realmente estuviese viva, que es lo que mi padre pensó y por ello se vino, en algún momento hubiera regresado a casa. No, seguramente es mi deseo de mantenerla viva en mi alma, solamente eso. Pero en verdad cuando tu abuelo  anunció en esa cena que se casaría con Lucía, al otro día me fui de casa. No pude perdonarlo, no fui a ese casamiento y luego de una fuerte discusión no volvimos a vernos por años.
…. ¿Adónde fuiste?
… Alquilamos un departamento con Juan, y me puse a trabajar mientras terminaba la facultad. No quise recibir nada de Guillermo en aquellos años.
 Se casó con lucía, yo me recibí sin decirle que fuera a la recepción del título, de médico primero, de cirujano luego y como ya venía haciendo guardias voluntarias en la clínica,…, la conocía, me conocían y al año de recibirme ya obtuve por concurso el cargo de cirujano de Planta Permanente, y como sabes desde hace doce años me dieron la jefatura.
… ¿Y no te arrepientes, realmente te gusta?
… Sí, cada vez que salvo una vida o que cierro una  herida es como sanar una de las mías, a las emocionales me refiero. Me hubiera gustado trabajar con gente carenciada, en un hospital público, pero,…, las cosas se dan como se dan y lo tomé hijito.
Como tu madre o tu tía te habrán contado a poco más de un año de casarse con Lucía nació Miguel, mi medio hermano. Hoy con 30 años casi tiene tu edad y él sí aceptó el mandato familiar de ser abogado, por tanto apenas se recibió entró al estudio en el lugar de los Graziani. Máximo dirigiendo por ser el mayor, Miguel y vos son los socios del bufete que todos convinieron en que mantuviera el apellido, Graziani y asociados, Juan es asociado.
… Sí y estamos necesitando un penalista, vamos a llamar a concurso, no puedo solo, Máximo y Juan hacen derecho civil. Perdón, continúa.

___ Como sabes, cuando Miguel estaba por recibirse, tu abuelo ya estaba muy enfermo,  a los 75 años ya su corazón estaba muy débil, tenía episodios recurrentes de descompensación de insuficiencia cardíaca y  hace 5 años, poco antes  de que muriera, acepté al fin volver a verlo. Fue entonces cuando lo conociste, y apenas lo disfrutaste unos pocos meses. Me habló de su amor por mi madre, de que a Lucía la quería pero no era lo mismo, solamente que necesitaba una compañía. Entonces comprendí que era una buena mujer, que lo había amado y cuidado y que yo había sido muy egoísta privándonos de vernos y de compartir tantos años. Sabiendo que el final se acercaba y que no deseaba nada de él, dividió formalmente su parte del estudio entre Miguel y vos para que mantuvieran el apellido y la sociedad, yo  te cedí mi parte en vida.
A los pocos meses, a poco de cumplir 76 años falleció  y lo demás ya lo sabes.
 Con Miguel nos llevamos más de 20 años, nos conocemos muy poco y las pocas veces que lo vi no hizo más que agredirme y culparme por los años en que abandoné a mi padre y por el sufrimiento que le causé.

… ¿Siempre estuviste cerca de Juan, desde niños?
… Siempre sí, fuimos compañeros de primaria y secundaria, luego seguimos viéndonos, vivimos juntos hasta que me casé con tu madre a los 25 años y repitiendo la historia de los abuelos, como parece que sucede en los Graziani, estando embarazada de vos.
…. Tampoco sé cómo conociste a mamá. ¿Por qué ella nunca me contó la historia de los abuelos?
…. Porque hicimos un pacto, que  ella no diría nada porque era el derecho que me asistía, contártelo todo cuando estuviera preparado. Ella apenas conoció a mi padre tanto como vos. Aceptó mi decisión de no verlo.
 A Ana, la conocí por casualidad, trabajaba en una inmobiliaria cuando fuimos con Juan buscando un departamento para alquilar, luego me dio la tarjeta y un día me invitó a una fiesta en su casa, en la casa de sus padres en verdad. Ellos eran ricos y celebraban las bodas de plata. Como Ana no tenía novio me pidió que fuera para el baile.
 Hijito, esa historia me da un poco de pudor contártela. Ana ha sido muy buena madre para vos, como Valeria lo es para Guillermito. Yo…, la quiero mucho en verdad, a pesar de sus problemitas.
¿Te quedas a dormir? Ya sabes que al lado tenemos la habitación para los médicos de guardia.
… ¿Te gustaría,…, no estoy demasiado grande para dormir acurrucado a mi padre como cuando era bebé?
… ¡Ahhhh, grandulón!, tengo dos camas si no quieres estar a mi lado.
…. Dale, llamo a casa para avisarle a mi amor y me quedo.
Te está sonando el celu pa. Atiende mientras.

...! Hola mi amor!
…. Juan, perdón.
… ¿Qué pasó que me dejaste esperándote, acaso no estás de pasiva?
… Sí, se me pasó. Pasa que me encontré a cenar con Fabi y está en la clínica conmigo. Decidí contarle la historia.
… ¿Qué historia?
… La suya, la mía, la de los abuelos.
… ¡Qué tonto!, por un momento pensé que te referían a la nuestra.
Pero no,…, para la nuestra dudo que el Dr. Graziani alguna vez esté preparado para blanquearla.
. … Juan, por favor, estoy muy movilizado por lo que he hablado con mi hijo. ¿Te parece que es momento para reproches,.., o para que encima le diga que somos amantes desde los 13 años?
… Siempre será una vergüenza para vos Guille, primero era por tu padre, luego porque embarazaste a Ana, ahora por Fabián y por tu estatus, siempre será un secreto. Olvídalo. Cuando tengas tiempo de estar a mi lado avísame.
… Juan, espera, no quise  herirte. Ya en el fin de semana me inventaré alguna urgencia y pasamos el día juntos. ¿Te parece?
… Y la noche, te quiero al menos un día a la semana en mi casa y en mi cama Guillermo.
… Está bien Juan, te aviso. Un beso.
…. Te amo. Desde siempre te amo. No lo olvides.
… Lo sé, lo sé Juan.

… Listo Graziani, Valeria protestó un poco pero al fin se conformó, va a dormir con el nene.
¿Quieres seguir charlando o vamos a dormir un rato?
… Mejor vamos a descansar hijo, creo que por hoy fue suficiente.
…. Pa., ¿Puedo hacerte una pregunta?
… Claro.
… ¿Lo perdonaste al abuelo antes de que muriera?
…. Sí, le dije que sí, que lo amaba como cuando era chico, se fue en paz.
… Viejo, el tío Miguel,…, bueno se comenta en el estudio que Juan es gay, como tiene tu edad y nunca  se le conoció una novia.
…. Es su intimidad hijo, no tienen que meterse.
… Pero,… ,viviste mucho tiempo con él, lo conoces de toda la vida.  ¿No sabes si es…
… ¿Si es?
… Puto papá, Miguel dice que es puto y que tiene un tipo a escondidas.
 Y necesitaba decírtelo. De ser así, no es bueno que pases tanto tiempo con él, sos un profesional de prestigio, me parece que no te conviene su amistad.
… ¿Eso piensas? En pleno siglo XXI ¿en verdad te molestaría que Juan fuese gay?
… Creo que sí. No me gustaría si lo es que siga en el estudio, que se yo, no me gusta.
___ Guillermo sintió que  a manos de su hijo su vida volvía a naufragar y una opresión en el pecho lo hizo sentarse. Juan no era el gran amor con el que alguna vez había soñado pero era su pareja desde siempre, desde que le hizo saber que era gay, a poco de regresar de Kenia.

…. Viejo, ¿estás bien?
…. Sí hijo, fue solamente un mareo. Vamos a acostarnos mejor, seguramente es cansancio y me pueden llamar en cualquier momento, vamos.





---- En un edificio moderno de Palermo, ese mismo viernes, Manuel Agustín Beggio ingresaba a su departamento luego de haber salido de copas con amigos y al entrar el teléfono estaba sonando.
… ¡Hola!,
… Manu, ¿eres tú?
…. ¡Pedro, hermano  sí!, ya no me conoces la vos. ¡Por Dios¡¿adónde estás?
…. En  aeroparque, llegando a Bs. As.
… Al fin, pero… ¿de visita o te quedas?
… Me quedo. Es largo Manu. ¿Puedo ir a tu departamento o estás en una,…, de las tuyas?
… Vengo de estar con mis amigos, por supuesto que te espero, ¿no quieres que vaya a buscarte?
… No, sabes que no estoy solo, paso a dejar a mi novia  en su departamento y voy para allá.
… Pero,…, si vienes con ella entonces es una visita, si conviven hacen años.
… No Manu,  convivir en Salta o en la frontera no es lo mismo que en Bs. As. Antes que sus padres me conozcan y lo sepan, no voy a vivir con ella permanentemente, quiero comprar algo.
…. Pero,… si acá tienes lugar.
…. Manu, estoy ya en el remis, lo hablamos. Te quiero hermano. ¿Sabes en qué día vives no?
…. Claro tonto, hacen siete años que no festejamos juntos nuestro cumpleaños y ¿piensas que este año  estando acá no vamos a tirar el departamento por la ventana? Es el viernes que viene, 21 de octubre y ya cumplimos 35 años. Los dos solteros, ¡qué desastre! Al menos tú tienes una novia formal, yo dije que a los cuarenta sentaba cabeza, será tiempo de que empiece a buscarla.
…. ¿Desde ahora para los cuarenta? Mejor espérame, que no quiero que Camila sepa la clase de hermano que tengo. Chao.
…. Apenas me has contado de ella. ¿Está buena?
… ¡Manu por Dios!
…  Bueno, con respeto, ¿es linda?
… Muy linda.
… ¿Te das cuenta que si nuestro padre lo supiera quizá podríamos verlos?
. .Manuel, tú puedes ir a verlos o traerlos cuando quieras. Yo no quiero verlos. A propósito, ¿no sabes nada de ellos, de Mirna? ¿No les escribiste?
… No, si íbamos a seguir enojados. ¿Para qué?
…. Yo sí tengo que escribir, no a nuestros padres,…, a Mirna.
…¿A Mirna?
… Manu, te conté hace poco  que le prometí enviarle un pasaje y traerla a Bs. As, sino fuera por ella hubiera seguido siendo médico sin fronteras, pero he regresado para hacer la residencia de cirugía plástica y para  cumplir con ella, para enviarle el pasaje y luego borrarle las cicatrices del naufragio.
… ¿A su edad?
… A la que sea Manu, si lo desea quiero cumplir con mi promesa. Debe pensar que lo olvidé pero cuando le cuente todo lo entenderá. Y aunque tenga 70 años, sin esas cicatrices, es una mujer muy bella.



----  Kenia, 21 de octubre 2014.

Anoche no soñé con mi niño, anoche soñé con Pedro. Es lógico porque hoy mis niños cumplen 35 años, aunque mis patrones no lo digan sé que están más en silencio que nunca por ello.

… Mirna  aquí tienes la correspondencia para calificar.
… Sí gracias.

___ Todas las mañanas recibo las cartas para las plantas y para la casa. Hace años que el patrón me encargó que me ocupe de dividirle lo de cada planta y de dejarle todo por orden de prioridad en su despacho de la casa para revisarlo de noche, pero hoy una carta, una carta de Argentina lleva mi nombre, no la de ellos, esta carta dice Mirna Beggio y el remitente dice Pedro Daniel Beggio. Dr. Pedro Daniel Beggio.

___Mirna arrasada en lágrimas hizo memoria y entonces supo que para cuando los gemelos viajaron, ella había recordado su nombre pero no su apellido y ahora Pedro, su amado Pedrito le escribía como Mirna Beggio, sabiendo que así la recibiría.

…. “¡Dios, gracias!, Pedro querido, al fin.”

___ Con las manos temblorosas, encerrada en su habitación, luego de que todos se fueran a dormir en la noche, Mirna abrió el sobre que tenía muchos papeles, pero enseguida tomó la carta  en la que reconoció la letra de Pedro y entre las nubes que tapaban sus ojos comenzó a leer.


“Bs. As., lunes 17 de octubre de 2014.


 Mi querida Mirna, mi segunda mamá.

 Sé que luego de tantos años ya debes haber pensado que  te hemos olvidado, que jamás cumpliría mi promesa.
¿Cómo explicarte tanto en un papel?
.  Nada nos fue fácil al llegar a esta ciudad, no teníamos dinero como para comenzar la universidad de inmediato. Lo importante era conseguir un trabajo cada uno para mantener alquiler, impuestos, comida, ropa y ahorrar para al fin poder estudiar.
Manu consiguió con su simpatía más rápido que yo un puesto de secretario  en una Multinacional, un tiempo después me encontré con que con título de bachiller era muy poco lo que podía llegar a hacer, por tanto, como ya con lo que Manuel ganaba cubríamos lo básico, hice un curso de enfermería y me recibí. Entonces sí comencé a trabajar, sí mi querida Mirna, no de médico sino de enfermero. Cuidaba enfermos, y cubría turnos en un hospital y en un inyectable.
 Alquilamos un monoambiente en la provincia y al fin en el 2000 ambos ingresamos a la UBA,  tú sabes porque eres de acá, Manuel en abogacía y yo en medicina. Él se recibió antes, siempre me gana, a los 26 años fui a su graduación y estaba feliz y como ya imaginarás rodeado de mujeres.
 Con el tiempo que llevaba allí y su simpatía, ni bien se recibió lo tomaron en la misma empresa como abogado corporativo y allí trabaja todavía. Por lo demás ya se compró un departamento en capital y sigue  saliendo con muchas mujeres sin atarse a ninguna. Me acaba de confirmar que pronto comenzará a pensarlo.
Sé que no olvidas que quizá para cuando recibas la carta sea nuestro cumpleaños número 35. Este año, por primera vez desde que salimos de Kenia hemos decidido festejarlo.
 Manuel me confirmó que nunca les escribió. Tampoco lo hice yo.
 Mi carrera tenía un año más que la de Manuel y haciendo mi trabajo de enfermero pude terminarla en el 2007, al año de Manuel.
 En los últimos años de la carrera dejé mi trabajo de enfermero en el hospital para hacer guardias ya como  practicante, como futuro médico, gratuitas, y mantenía el trabajo privado viviendo con Manuel. En ese trabajo solidario, fui quedando cada día más cerca de la gente humilde, de la gente indigente  que aunque no sean esclavos oficiales, lo son de su ignorancia y de sus carencias, de su falta de inclusión. Con ellos conocí otro mundo, muy distinto al de mis padres y también a sacerdotes o estudiantes del seminario que iban a las villas a enseñar y con ellos comencé a ir a llevar medicinas y asistencia.
Entonces descubrí que no deseaba inmediatamente especializarme como te prometí y comencé a trabajar como médico clínico en centros de salud periféricos, como médico de familia a domicilio hasta que en el 2008 me fui de Bs. As como médico sin fronteras.
Mi querida Mirna, esa fue la causa por la cual no has sabido nada de mí en tantos años, por la cual todavía no hago la especialidad en cirugía plástica, por la cual  no te envié antes el pasaje.  Estuve en la triple frontera, por aquí y allá trabajando con  sacerdotes y colegas, y al fin viví dos años en Salta y otro en Jujuy, casi en la frontera con Bolivia.
He llevado una vida humilde y de servicio, he hecho de médico clínico, cirujano, obstetra, pediatra, ya sabes, en estos lugares aprendes de todo, soy médico de familia y en este peregrinar conocí a Camila, mi novia desde hace 4 años. Ella también es médica y cursó en la UBA pero no nos cruzamos en la facultad sino en la triple frontera, convivo con ella desde casi conocerla. Si me preguntas si estoy enamorado, no lo sé. No sé si lo que me une a ella es ese Amor que te conté que iba a conocer. Es buena, cariñosa, compartimos la profesión, nos respetamos, y a veces nos divertimos.  Hemos estado siempre juntos, no he tenido oportunidad de extrañarla, nunca hemos peleado. Ahora si eso es el Amor, no lo sé.
 Mi querida Mirna, he regresado a Bs. As por ti,  hacen dos días, el viernes a la noche, para iniciar la especialidad en cirugía y para comprar un departamento  donde pueda alojarte mientras buscas a tu gente. Camila tiene el suyo y no deseo invadirla, sus padres son ricos, el padre es juez, no me conocen aún y deseo tomar las cosas con calma respecto a esa relación.
 He ahorrado el dinero para regresar y comprar mi departamento para recibirte y si  miras en el sobre sabrás que mi corazón nunca te olvidó,…, si miras…, encontrarás tu pasaje de regreso a Argentina.
 Mirna querida, Manuel no lo supo hasta poco antes de mi regreso, ni de mi promesa de traerte ni de la otra, por ello nunca te escribió. No le digas  a mi padre de mí, no quiero que me acepte porque estoy de novio con la hija de un juez. Si crees conveniente dile a mi madre adónde estarás. Por ahora te escribo la dirección de Manuel pero para cuando llegues y bajes del avión ambos estaremos al pie. Te estaremos esperando y Dios lo quiera también en poco tiempo puedas encontrar a tu gente.
 Con mi amor de siempre.

 Tu Pedro.”




  Dos destinos…. Dos amores… Guille y Pedro…. Pedro y Guille.



 Continuará.





jueves, 30 de octubre de 2014

EL VIAJE. CAPÍTULO 24


 


____ El lunes por la mañana fueron al estudio felices, las cicatrices estaban, pero no dolían.
 Entre Beto y Cuca habían ordenado los destrozos de ambos aunque faltaban algunos adornos.
Al llegar, los esperaba un montículo de papeles en el escritorio.

… ¿Y esto?
… Guille, Pedro, ¿todo bien?
… Hasta ahora sí. ¿Qué mierda es todo esto Gabriela?
… Guille,  son las pericias de las víctimas, las certificaciones de los integrantes de las 20 familias demandantes y la conclusión en cada uno de la cifra a solicitar, esto según el daño estimado en cada una.
¿Quieren que los ayude?
… ¿Qué estás haciendo?
… Lo de siempre, en un rato tengo un divorcio contencioso. Y Marcos fue a tribunales.
… Gaby, hablando de divorcio, con la semana que pasó no te he preguntado. ¿Alguna noticia de Ana?
… No, ¿quieres que la llame?
… No deja, vamos a darle más tiempo, si está tratando el tema en el grupo como le sugeriste necesitará de más tiempo para entender y firmar. No nos importan los papeles, ¿verdad precioso?
…. No,  a mí no. Vamos Guiie, veamos todo esto y saquemos el cálculo a ver si hoy mismo  ya citamos a los de la multinacional o le damos la cifra por teléfono y si aceptan, mañana vamos a tribunales a parar la demanda y pedir fecha para la audiencia de conciliación.
… Bueno, los dejo.  Me olvidaba,.., Pedro, hay un cliente  que pide por vos.
… ¿Por mí?
…. Dice que  tiene un caso de estafa, pero al parecer no sé el motivo no quiere verlo con  Guille.
… ¿Cómo, acaso me conoce?
…. No sé, te juro que no entendí, me preguntó los miembros del bufete, las edades, los nombres y lo eligió a Pedro. Se llama Alberto Ramírez, le dije que llamara en horario de oficina. Te lo paso.
… ¡Qué raro! Veremos. Guiie, debe ser un idiota,  olvídalo, seguro que ni llama ni aparece más.
Vamos con esto.

___ Pasaron el día con los papeles, al fin de la tarde comunicaron la cifra final y la empresa aceptó la mediación.
… Mire Graziani, es una barbaridad, ¿quién puede demostrar que lo que tiene esa gente se debe a productos emanados de la planta?
…. Todos o cualquiera. La mayoría tienen espasmos bronquiales similares a asma, erupciones cutáneas y trastornos gastrointestinales y viven en la manzana  circundante a la planta. ¿Cree que algún juez pensará que esto es casual?
…. Está bien, pida fecha que aceptamos la mediación.

… Era obvio amor, es una suma importante para la gente común, para ellos es nada si evitan a la prensa y el juicio, se van del país o quizá de la zona y la recuperan en un par de meses.
Bueno, este cuerpito necesita ejercicio o descanso y además ¿qué tal si pasamos a  comprar las cosas para reponer lo que rompimos Graziani?
… Ven aquí atorrante. ¿Cómo es eso de descanso o ejercicio? ¿Te da lo mismo?
…. Y sí, bueno en realidad necesito algún ejercicio que compense estas horas de estar sentado y luego una cama. Ya sé,…, vamos al loft y nadamos en la piscina cubierta, no hemos ido todavía.
… NO, al loft no, por ahora no. Tengo que procesar la semana que pasó antes de regresar y además no puedes nadar.
… ¿Por?
… Por las heridas, se pueden infectar.
… ¡UY; amor!
…. Es la verdad. Hiciste una locura, hazte cargo. Bueno, vayamos de compras de lo que hemos roto acá y en la cocina y a la casa.

.___ Mientras Guillermo pagaba lo que compraron para el estudio Pedro se deslizó a un negocio contiguo sin que lo viera.

… Cielito, no entiendo qué necesidad hay de llevar estas tonterías al estudio ahora.
… Que sí amor, así mañana Cuca las ordena al llegar, es lo mejor.
…  Bueno, vamos a dejarle todo en la cocina.

___ Cuando llegaron de tribunales el martes con la fecha de la mediación,  Guillermo les comunicó a las partes y Pedro lo miraba desde su sillón con picardía.
Cuando cortó los ojos negros lo  estudiaron mientras los anteojos bajaban a los labios.
…. ¿Me estás provocando tan temprano?
… No mi amor, solamente te estoy admirando, como siempre.
… Buenos días, veo que están contentos.
… Tranquilos Gaby por ahora.  Gaby ¿Beto estudia y cursa con Fabi y con Valeria? ¿Sabes de ellos?
… Sí, a veces se juntan en casa, no hablan de ustedes, están bien, tranquilo, dale tiempo.

___ Guillermo suspiró y al bajar la vista al escritorio vio una cajita que no había registrado al entrar y a Pedro hacer un guiño a Gaby.
…. ¿Y esto? ¿Qué me has comprado?
___ Gaby se fue para dejarlos a solas, Guillermo  vio que estaba envuelta con todo el mimo del mundo y dio un salto cuando al abrirla se encontró con un Rolex de oro.
… ¡Mi madre! ¡Uy, uy, uy! Que relojazo precioso. Sonriendo  lo sacó y Pedro le tomó la muñeca y se lo colocó, no sin antes mostrarle que estaba grabado y decía: “para Guille,…, de Pedro”.
… Amorcito, no es mi cumpleaños, ni mes ni nada.
…. No importa, es un símbolo de mi amor, las alianzas las compraste tú.
…. Me encanta, un poquito menos que vos, me fascina. Pedro...
… ¿Qué?
… La noche del terremoto, o antes cuando indirectamente por teléfono me confesaste tu amor, todo cobró sentido y a la vez todo parecía borroso. Quería que me amaras pero sabía que no me conocías de verdad. Sabía que había cosas que te podían llevar a huir de mí. Pero también sabía que te pertenecía y me daba un miedo mortal pensar que, cuando empezaras a atar cabos, o cuando te contara, te marcharías. No podía arriesgarme, no después de que me había costado tantos años encontrarte.
 Luego de hacer el amor en el piso, en Santiago, pasé horas mientras dormías observándote, como antes en La Toma o en los viajes, y en lo único que podía pensar era en todas y cada una de las razones por las que no ibas a soportar seguir mucho tiempo a mi lado y estaba desesperado, lo sigo estando a veces como la semana pasada.

___ Pedro se acercó y lo besó una eternidad sentándose en sus rodillas, se relajó con la cara hundida en su cuello y le dedicó la luz de la sonrisa con hoyuelos que lo había enamorado en forma instantánea en Mendoza.

… Quiero el mundo entero con vos precioso. Y lo quiero para el año pasado.
… En el fondo, creo que eso lo sabía mi amor y es lo mismo que deseo yo.
… Gracias por el reloj.

___ Pedro sonrió pasándole el dedo por los labios.
… De nada.
___ Selló los labios y Guillermo se perdió en él, en un beso lento, suave y exquisito, justo como tenía que ser allí y en ese momento.

…. ¿Me dejas ir a nadar?, no pasará nada, las heridas son superficiales y el agua estará limpia. Por favor, y vienes a flotar a mi lado.
… No, no, no sé nadar, no me gusta, no.
… Guiie, el jueves es el asado, mira, no tiene sentido que sigamos alquilando una casa en Quilmes si todos saben que estamos juntos y Ana no tiene otra salida que darte el divorcio. Ya amor, estamos tirando ese dinero y yendo de acá para allá, teniendo un lugar nuestro.
… No sé si lo elijo lindo, me da miedo. Está Diego a un paso, Matías va y viene...
… ¡Guiie!, no empieces…
… Déjame pensarlo, quizá tengas razón, veremos, no me presiones.

___ Pedro le estaba comiendo a besos y le ponía caritas hasta que le dio el sí para pasar la noche en el loft y mientras él hacía la cena  para que fuera a nadar.

…. Gaby, dile a Beto que el jueves al fin es mi bienvenida como Dios manda, la que siempre soñé desde que Guiie me habló de ustedes.
… Más vale Pedro, ya sabe, ya sabemos, va a estar hermoso.
… Ojo Gaby, sin visitas extrañas por favor que ya hemos tenido suficiente. Qué raro, ese cliente que me dices,  no para de llamar, al fin tuve que aceptar verlo el martes, encima no puede venir al estudio y me citó en la casa.
…¿Qué? A la casa de un extraño vos no vas, que ya  ha sido suficiente.
… Guiie, que no soy tonto, le dije que en un bar café, igualmente es extraño. Bueno ya nos vamos a enterar y seguramente no le aceptaré el caso y se terminará todo.

___ Llegaron al loft como siempre, devorándose desde el ascensor con dificultades para abrir la puerta y sacar la alarma… ¡Suelta Guiie!, que quiero nadar.
___ Pedro corrió escaleras arriba y al rato mientras Guillermo suspiraba bebiendo un whisky en el sillón apareció ante sus ojos con un bañador minúsculo envuelto en una  toalla con la bata en la mano.
 Guillermo quedó paralizado ante la visión.
… ¿Qué es eso?
___ Pedro se miró y luego a los ojos negros sorprendidos.
… Un bañador, pantalones cortos. Con qué quieres que vaya a la piscina, ¿de traje?
… Querrás decir bóxer minúsculo.
___ Pedro reía y Guillermo  montaba en cólera. Tragaba saliva estudiando la prenda tentadora a lucir para él pero ofensora si lo vería otro con ella.
… Pedro, por favor, sé razonable, anda a ponerte unos pantalones cortos o una bermuda, ni pienses que voy a dejar que alguien te vea con eso.
… Ya Guiie, termina, para usar eso búscate a alguien de tu edad, y ni siquiera, o ven conmigo. Mira si sigues protestando porque use esto en una piscina desierta lo usaré en una playa pública.
___ La expresión gruñona de Guillermo pasó a ser de terror.
… ¿Así?
… No, en mono de esquí, así claro, en bañador.
___ Pedro reía y sabía que estaba tentando su suerte.
… Lo estás haciendo a propósito.
… Quiero ir a nadar.
… Y yo estoy pensando en estrangularte ¿Por qué me haces esto?
… Porque eres un celoso imposible y tienes que relajarte. Sólo tengo 33 años y me gustan los deportes, ya sabes, para ello quería hacer amigos en la fiesta.
¿Qué pasaría si cruzamos con el yate a la playa?
…. Podría enseñarte lo bien que me salen los deportes extremos sin que pises la arena precioso.

___ Pedro se abalanzó sobre su cuerpo y hundió la nariz en el cuello.
… Hueles a gloria. Inhalando el delicioso aroma.
… Voy a empezar a quitarte las manías y las fobias y este lugar es perfecto para comenzar. Empezaré por nadar aquí, si eres capaz de soportarlo, luego lo harás en cualquier parte.
… ¿Quieres nadar o prefieres quedarte conmigo?
… ¿Y tú, qué vas a hacer?
… Cocinar, ¿me quieres ayudar?
… Sí, te ayudaré. Pero luego me iré a nadar.
…Vete a nadar porque no respondo de mí por más de 5 segundos.

___ Los vestuarios estaban vacíos No habían usado nunca el spa ni las instalaciones deportivas más que el gimnasio, los carteles decían que estaba prohibido nadar desnudo y Pedro pensó que quería estrenar aquello y al mismo tiempo poner a prueba a Guillermo. Paseó buscando alguna señal de vida pero estaba vacío. Entró al enorme edificio de cristal. Los jacuzzis, la piscina y más allá un solarium, estaban vacíos. El único sonido era el de las bombas de agua y suspiró al ingresar. Estaba tibia, era delicioso. Bajó unos escalones y comenzó  nadar hasta el otro extremo, disfrutando de la paz y la tranquilidad y siguió con un largo detrás de otro. Hasta que escuchó un movimiento y se detuvo a mitad de un largo para ver quién aparecía en la entrada de los vestuarios, y apareció Guillermo con un bañador negro sonriendo... Se estremeció al verlo y su sonrisa lo cegó, hasta que lo vio entrar al agua sin apenas salpicar ni hacer ruido e ir hacia él. Fue observando el cuerpo que se le acercaba bajo el agua hasta que lo tuvo enfrente, pero ambos sumergidos.
 Pedro lo tomó de los tobillos y lo llevó bajo el agua y Guillermo apenas alcanzó a tomar aire antes de que lo hiciera, cerrando los ojos al tiempo que los labios carnosos que conocía atraparon los suyos, y los brazos esbeltos los rodearon atrayéndolo hasta que las pieles resbalaron la una contra la otra mientras las lenguas bailaban la danza salvaje.
___ Guillermo sentía que quería morir así pero también seguir disfrutándolo en vida así que lo pellizcó como para indicarle que necesitaban tomar aire y los pulmones dieron las gracias a gritos cuando emergieron. Pedro seguía rodeando su cintura con las piernas y su cuello con los brazos y mientras recuperaban el aliento y al abrir los ojos una enorme sonrisa picarona con hoyuelos le dio la bienvenida.
__ Guillermo le apartó el pelo mojado de la cara y le devolvió la sonrisa.
… Has hecho cerrar el spa.
.. No sé de qué me hablas.
… No te creo. No podrías soportar que nadie me viera con este bañador y por la hora has hablado al guardia para que cierren. Confiésalo. Te conozco de sobra mi señor.
__ Llegaron al borde de la piscina y Pedro lo puso de espaldas contra la pared.
… Me encanta imaginarte con eso que llevas.
… Pero sólo para tus ojos.
… Ya te lo he dicho. No te comparto con nada ni con nadie, ni siquiera con los ojos.
__ Pedro deslizó las manos por los costados hasta las caderas.
…Sólo puedo tocarte yo precioso y vos a mí y te quiero sólo para mis ojos.
__ Pedro no pudo evitar apretarlo con los muslos y buscar la boca con dulzura antes que Guillermo lo observara con atención, minuciosamente en todo su esplendor.
… Sólo para mis ojos mi Pedro. Y deslizó un dedo bajo el minúsculo bañador  mientras Pedro contuvo la respiración dejándose acariciar.
… Sólo para darme  placer a mí. Sé que lo entiendes.
… Sí…
___ Pedro se recolocó para abrazarlo y se lanzó  a ir por su boca para demostrarle su gratitud con un beso largo, apasionado, ardiente que les hizo gemir ambos... Guillermo pasó sus manos fuertes por la cintura y se mantuvieron en el beso una eternidad en la piscina, solos el uno con el otro, ahogándose el uno en el otro, consumiéndose, amándose. Sintiendo que todo entre ellos era el resultado del amor,  fiero, a veces venenoso, posesivo y celoso, pero también generoso, sin límites y absoluto, el amor que los dejaba tontos, y los empujaba a comportarse de manera imprevisible. Sintiéndose que estaban más o menos iguales de locos, y así se sentían al contacto o a la mirada o al pensamiento, al borde de perder la razón.

___ El miércoles por la mañana Pedro despertó acurrucado  y tomándolo a ciegas entre sus brazos le susurró:
… Te amo.
…Mmm, atrayendo el cuerpo más.
… Guiie, siete y media, despierta.
… Lo sé. Quiero hacerte el amor dormido.
___ Poniéndole las manos en los muslos hasta encontrar lo que deseaba tomar con fuerza.
… Me encantaría mi amor, pero cuando te despiertes  te dará un ataque y me dejarás en la mitad.
___ Pedro le tomó la mano y le fue besando cada dedo con ternura. Es miércoles, siete y media de la mañana y tenemos que ir a trabajar, no quiero que me eches la culpa si no vamos.
___ Guillermo abrió los ojos y vio su cara suspendida sobre la de él. Se había duchado, lo que significaba que era tarde. Se levantó de un salto y Pedro se apartó para evitar el coscorrón.
… ¿Qué hora es?
…Siete y media amor.
… ¡Pedro!,… ¿Por qué no me has despertado antes?, corriendo hacia la ducha.
… No quería despertarte, el estudio es tuyo después de todo y no tenemos ninguna audiencia.
__ Pedro se apoyó en el marco viendo cómo se cepillaba los dientes a  mil por hora riendo que estuviera tan apurado
…. Perdón.
___ Guillermo negó con la cabeza, se miró al espejo y terminó de enjuagarse la boca.
… Otro día puede ser importante. ¿Por qué no me has sacado de la cama?
… Lo haré si eso es lo que quieres.
___ Volando se duchó,  se puso el traje azul marino que primero encontró, tomó un café al paso que Pedro le pasó y casi lo empujaba hacia la puerta.
… ¿Lo llevas todo?
… Sí. Si no hubieras querido ir a nadar…
… ¿Te quejas Graziani?
 ____Y en el ascensor le respondió y no con palabras.

___ Miércoles  y jueves prepararon la mediación para la semana próxima y trabajaron en otros casos menores hasta que al fin llegó con atraso, el tan ansiado asado de Beto para Pedro.
 Estaba todos felices y mientras Pedro charlaba con Beto y Gaby conociendo a su hijo que ya tenía dos años y habían llamado Julio Renzo Marini en honor a un actor que admiraban, de repente lo vio. Asomando del despacho allí estaba, su pareja, su hombre que parecía haber aterrizado del planeta de los hombres perfectos y sonriendo esplendorosamente se les acercó.
…. Bueno, vamos al brindis y a comer, que luego aunque sea entre nosotros hemos organizado un baile, y Guille no digas que no porque sabemos que Pedro te ha enseñado y con él bailas.

___ Se sentaron a comer en el patio y como siempre Guillermo levantó la copa y mirando más allá de los ojos de Pedro, a su interior lleno de amor,  habló.
…. Hoy quiero brindar por aquel caso de La Toma que me hizo conocer a este hombre, mí hombre, por ese terremoto de Chile que lo arrojó a mis brazos y por el Amor que me viene enseñando, que me enseñó a creer en Dios, a comulgar con el universo y que me devolvió la vida. Por vos Pedro, mi amor, mi compañero, mi comprometido, mi futuro esposo, y finalmente mi socio penalista.
 Y por todos ustedes que al fin lo aceptaron y han aprendido a quererlo.
…. Y yo brindo por ti, mi único amor, el hombre que me enseñó mi destino, el hombre a quien  elijo cada día, el hombre que amo. Y soy feliz, por ser parte de esta familia, por todos ustedes, por Cuca y por Fabi aunque todavía no esté con nosotros, por él también y por Valeria. Los amo.
 Y Aplausos al fin al asador, Beto vengo soñando con tu asado desde que Guille me contó de ellos en San Luis y luego en Santiago, al fin lo voy a probar…. A comer.

___ El celular de Guillermo sonó y Pedro vio cómo su cara se transformaba, dudó y al fin atendió apartándose pero  había alcanzado a leer que era Juan...
 Cuando regresó no dijo palabra de lo conversado.
___ Comieron y contaron anécdotas relajados hasta que Gaby puso música.
…. No Pedro, acá no voy a bailar.
…. ¿Que no? Yo sí, te espero en el patio amor. Pedro dejó la copa de vino y se puso a bailar solo en el patio hasta que sus fieles amigos se le unieron.
… ¿Qué intentas demostrar Pedro, por qué no viene Guille?
… Está encaprichado, sabe bailar ahora. Y además el que lo llamó fue Juan Gaby, no me ha contado, no me gusta nada y no soporto ya que sigan molestando.
___ Pedro puso la mente en blanco y dejó de pensar en su hombre imposible. La música se apoderó de él, su cuerpo se movía al ritmo de las canciones. Levantó los brazos por encima de la cabeza y siguió el ritmo. Solo era conciente de la música a todo volumen.
Se sentía perdido, atontado, destrozado pero él estaba cerca. Podía sentirlo. Su aroma lo embriagaba hasta que lo tuvo pegado y sus brazos cayeron cuando las manos fuertes se deslizaron por su vientre y luego a sus muslos con su aliento en el cuello. Su mente seguía en blanco, seguía moviéndose con él cuando le besó el cuello y sintió su sexo contra su espalda. Se sintió indefenso como siempre y no pudo evitar ladearse para que lo besara. Tenía el cuello tenso, hipersensible  a su lengua implacable, que seguía su trayectoria hacia su oído. Su respiración era ardiente, lenta y controlada. No pudo contenerse, gimió y se apretó contra su cuerpo. Apartó de su mente el llamado y la música parecía sonar más alto. Guillermo lo sujetó con más fuerza y cuando Pedro abrió los ojos vio que se lo estaba llevando del grupo que bailaba. Podía intentar detenerlo pero no lo hizo... Lo siguió y lo llevó hacia dentro. Todo parecía moverse en cámara lenta, borroso y lo único que veía con claridad eran sus anchas espaldas.
 Entraron al despacho, cerró con llave y mientras la música resonaba más fuerte lo empujó contra la pared. Las miradas se cruzaron. Los ojos negros turbios y la boca entreabierta lo llevaron a jadear. Guillermo le tomó las manos, le levantó los brazos y los clavó a los lados de su cuerpo antes de morderle el labio inferior y apartarse sin soltarlo. Pedro ya había perdido el dominio de su cuerpo pese al enojo de su mente por la llamada que no había pronunciado. El estómago enviaba las punzadas que martilleaban dentro de sí hacia abajo. …
…Guiie, ya basta, ganaste, te necesito con desesperación pero con el cuerpo contra la pared y tu cuerpo sobre el mío lo único que puedo mover es la cabeza.
___ Intentó atrapar su boca pero Guillermo lo esquivó, para luego acercar los labios a pocos milímetros embriagando a Pedro con su aliento ardiente y mentolado para volver a apartarse.
…. Guiie, bésame, te lo suplico y no me importa. Te deseo, te  necesito en mi interior.
___ Su rostro seguía impasible, le sujetó las manos contra la pared y su cuerpo se apretó más contra el suyo. Los ojos negros lo penetraron por completo y le provocaron cosquillas en la boca. Intentó besarlo pero volvió a apartarse manteniendo el control que  Pedro ya había perdido enloqueciendo de desesperación.
Guillermo Juntó sus muñecas para sujetarlas encima de la cabeza con una mano. La otra descendió a las rodillas y lentamente lo sometió a la tortura de ir ascendiendo por el muslo, la cadera, por las costillas, por el pecho, arriba cada vez más hasta tenerlo agarrado por la garganta, con el pulgar en la nuez  de Adán y los otros dedos en la nuca. Pedro sentía el pulso acelerado. Recostó la frente contra la pared con los ojos cerrados, indefenso. La sensación punzante era insoportable, el corazón quería salir del pecho y sus rodillas cederían en cualquier momento Y durante todo ese tiempo lo había taladrado con sus adictivos ojos negros.
 Moría por sus caricias, por tocarlo y ahora que había comenzado no deseaba que de detuviera jamás.
 Su respiración febril era densa y jadeante, la de Guillermo en cambio todavía era lenta y controlada. Pedro chocó contra la pared empotrado y ladeó la cabeza apoyando la mejilla en la superficie fría. Guillermo con la rodilla le abrió las piernas y no necesita ordenar que no moviera las manos, Pedro sabía lo que esperaba de él.
 Eso y que había pegado los labios a su oído. Cuando sus manos desabrocharon el cinto, desabotonaron el pantalón y bajaron el cierre la respiración se le aceleró más y más y escuchó cómo detrás su hombre se bajaba su cremallera y los pantalones. Impaciente Pedro se arqueó invitándolo,…, gritando a que ingresara a su interior sin más.
… ¡Guiie!

___ Apoyó la frente nuevamente pensando en cuánto tiempo iba a pasar así, pero entones Guillermo tiró de sus caderas  y penetró en su interior hasta el fondo de su ser. Pedro gritó sorprendido ante la repentina invasión, pero Guillermo permanecía en silencio, apenas jadeando, temblando. Se apartó despacio y se quedó quieto un instante antes de embestirlo nuevamente y a Pedro se le tensó el estómago, la cabeza le daba vueltas y su frente golpeaba contra la pared.
 Volvió a penetrarlo rápido, sin piedad, y gritó. Se retiró despacio y su mano se elevó a la nuca para hacer que volviera la cabeza y arremetió contra su boca. Pedro gimió aceptando el beso y deleitándose con la familiaridad quedándose con ganas de mucho más...
 Se quedó quieto como muerto por una eternidad para luego separar los pies, preparándose para perder el control. Tiró de Pedro para que fuera a su encuentro una y otra vez, a cada estocada fuerte acercándolo un poco más a su objetivo: La gran explosión. Pedro echó la cabeza hacia atrás cuando Guillermo salió para ingresar más profundo en su interior y cargó hacia delante mientras su boca calentaba la nuca con su aliento. Lo mordía, lo lamía, lo succionaba por todas partes, Y se echaron a temblar cunado las oleadas de placer se expandieron por los cuerpos, todas a la vez y comenzaron a gritar incluso antes de la llegada al clímax. La presión  se disparó y fueron catapultados a un abismo de placer embriagador que los hizo añicos, gritando a todo pulmón, empapados y Pedro se mantenía en pie gracias al apoyo en la pared mientras Guillermo se aferró de su pelo echándose sobre su cuerpo jadeando, una eternidad.
…. Guiie, ¿por qué me has sacado de la fiesta justo luego del llamado de Juan?
… Porque deseaba hacerte el amor, Juan no tiene nada que ver.
…. ¿Seguro,…, no podías esperar a regresar a casa?
…. No amorcito, no podía y que sepa no te has resistido demasiado, no me provoques ahora.
…. Está bien. Te amo.
…. Salgo primero, deja pasar un ratito.
…. Ahora quieres que no se sepa, amor por favor, que ya todos se lo deben de imaginar.

___Pedro se quedó un rato en el despacho arreglándose la ropa y pensando que todo esto había sido raro, había algo que ya le estaba arruinando su fiesta nuevamente y al parecer esta vez ese algo se llamaba Juan Arismendi, y si aparecía en escena sería peor que el marido, porque había tenido una relación seria con Guillermo, había sido el primero, como Guillermo para él y seguía enamorado. La incertidumbre lo estaba oprimiendo cuando la puerta se abrió y entró Gabriela.
… ¡Pedro!, estabas acá. ¿Dónde está Guillermo?
… En el patio supongo, ¿no lo viste?
….No, pero debe estar allí. Perdón, quería explicarte que además del asado como la otra fiesta no terminó bien, quisimos seguir luego con el baile un rato y unas copas.
… Está bien amiga, está todo hermoso. Igual  lo que más deseaba era probar el asado de tu marido, muy bueno de verdad. Se nota que come y mucho.
… Sí, muchísimo, es increíble que sea tan flaco.
… ¿Vamos fuera?

___ Cuando salieron, Pedro observó en el bar improvisado a su hombre, con un vaso en una mano y la otra abrazando por la nuca a Juan y sintió que la sangre le hervía.

… Pedro, no le invitamos, no sé qué hace acá.
… Lo sé amiga, lo llamó a Guiie hace un rato y seguramente quien lo ha invitado ha sido él.
___ Pedro se abrió paso entre todos a ciegas, Guillermo lo vio venir pero no pareció sentirse culpable ni incómodo mientras que Beto que miraba la escena sí ponía cara de pánico.
Lo primero que hizo al tenerlo a su alcance fue tomarle el vaso de vino y beberlo a fondo blanco, lo tiró al piso y el sonido de los cristales era apenas audible confundido en la música y la gente que charlaba. Pedro se volvió hacia Juan, que todavía mantenía abrazado a Guillermo y sonreía.
… Piérdete Juan, vete si no quieres terminar como tu supuesto marido.
__ Pedro gritaba y lo separó de Guillermo. No tuvo necesidad de repetirlo, Juan puso cara de sorpresa y se marchó receloso. Pedro pensó que era más sensato que José, porque estaba que mordía.
Y entonces le gritó a Guillermo.
…. ¿Qué mierda estabas haciendo Graziani? ¿Para esto me dejaste en el despacho? ¡Contéstame!
___ Guillermo negó con la cabeza y se volvió hacia la barra para cuando otro abogado no invitado entraba y Pedro lo vio: Matías.
… Bien Guiie, tú te lo has buscado.
___ Pedro fue hacia Matías viendo a sus amigos que intentaban evitar el desastre, pero los empujó para poder pasar. Tomó a Matías de la mano que sonrió feliz y lo condujo a la zona del baile. Pedro le dejó mirarlo extasiado como siempre, le pasó los brazos al cuello y Matías lo aceptó encantado rodeándole la cintura con su brazo y acercándole los labios fundiéndose en el ritmo, hasta que de repente algo lo hizo desaparecer.
 Pedro abrió los ojos y vio que Guillermo lo había agarrado del brazo.
... ¿Qué crees que estás haciendo pelotudo?
___ Guillermo gritó a más no poder y de inmediato le propinó un puñetazo en la nariz y Pedro observó horrorizado el chorro de sangre que salpicó alrededor pero no los detuvo.
 Esta vez, Matías se abalanzó sobre Guillermo y lo derribó. Volaron puñetazos e intentos de estrangulamiento mientras todos se apartaban para dejarlos luchar
…. ¿Pedro, en qué estabas pensando?
… Ese es el problema Gaby, que no estaba pensando, lo vi abrazado a Juan y éste llegó.
 … Albert, mi amor, haz que paren por favor.
___ Todo lo que se veía era la camisa de Guillermo con sangre y la cara de Matías  hecha puré.
…. Paren. Pedro estaba a punto  de suplicar cuando vio que Guillermo se levantó, lo agarró a Matías, lo empotró contra un pilar antes de clavarle un rodillazo en las costillas con toda su fuerza,
Pedro se sentía fatal, no sólo porque Guillermo se palpaba la mandíbula con gesto de dolor. Se sintió responsable por Matías a quien escogió para que le dieran la paliza de su vida.
… ¡Por la cresta!, ¿qué mierda me pasa? No soy así, en Chile no era así.
___ Tragó saliva y ayudado por Beto agarraron a Guillermo y lo sacaron hacia el bar, de inmediato Guillermo le tomó el brazo y le gritó que salieran.
___ Pedro de repente entendió que había cometido el tremendo error de siempre, de devolverle con la misma paga. Ahora no quería oír la furia de su hombre que le esperaba en la calle  Decidió que lo más seguro era quedarse allí hasta que se calmara y se revolvió contra Guillermo y él contra Beto.
… ¡Afuera Pedro!, de repente lo levantó del piso apartándolo contra su pecho
… Suéltame.
… Me vuelves loco Pedro. Tengo que tener cuidado con vos.
___ Lanzándole una mirada de disgusto y pasándose la mano por la mandíbula mientras otros iban a refrescar y a curar a Matías.
Llegaron a la calle tanteándose con la mirada cuando de repente Pedro vio bajar de un taxi a Marcial que quedó atónito. Al mismo tiempo los demás salían del estudio.
… Pero, mierda, Marcial ¿qué haces acá?
… Vine a ver tu nueva vida feliz junto a este,…., Sr., pero ya veo lo bien que la pasas.
… Vete Marcial, no es momento, luego verás a tu primo.
…. ¿Te crees que voy a dejarlo irse contigo?, no me equivoqué en Chile con mi primera impresión.

___ Pedro rezaba para que Marcial se callara, no tenía dudas luego de lo visto que su hombre imposible sería capaz de aniquilarlo esa noche. Los demás miraban a uno y a otro pero sabiendo lo enloquecido que estaba Guillermo no ayudaban para nada. Guillermo tomó a Pedro del brazo y miró desafiante a Marcial.
.. ¿Te importa que me lleve a mi prometido a casa?
…. La verdad es que sí me importa. Mi primo no va a bajar del burro. Lo veo en su mirada.
… Marcial, no pasa nada, tranquilo, estoy bien. Vete por favor. Luego nos vemos Todos vayan a lo suyo por favor.
… ¿Qué mierda crees que voy a hacerle Marcial?, Pedro es mi vida.
--- Pedro se echó hacia atrás ante la declaración pensando para sí: “Si soy tu vida: ¿por qué me hiciste el amor en el estudio para distraerme? ¿Por qué al salir estabas abrazado a Juan? Se soltó y dio un paso atrás. Su lado rebelde  le estaba gritando que le consintiera dejarlo mal y su lado sensato intentaba tranquilizarlo y le aconsejaba que no se dejara en mal lugar él mismo. La mirada de Gaby animaba a acercarse, y en un acto estúpido Pedro le sacó la copa de vino y la bebió completa. Gaby intentó detenerlo pero no pudo.
… ¡Pedro!...
… Nos vemos mañana Gaby, entren. Marcial vete primo, luego te llamo.
__ Pedro miró a Guillermo que tenía el labio torcido en gesto de advertencia pero a Pedro no le importó. Mentalmente no dejaba de ver lo que había hecho luego del llamado de Juan. Le echó una mirada de desafío empujándolo para pasar pero otra vez  el vino lo hacía tambalear. Bajó para llamar a un taxi pero no llegó ni a levantar el brazo.
… No bajes de la acera Pedro ¿Sos tonto?

___ Guillermo lo volvió a tomar en brazos hacia la vereda.
… ¡Suéltame Guiie!, esta escenita se viene repitiendo muy a menudo.
… NO.
.... ¡Me haces daño!
___ Lo soltó al instante y los ojos negros lo examinaron preocupados.
…. ¿Dónde te he hecho daño?
___ Pedro se llevó la mano al pecho. Guillermo dio un pasó atrás e hizo el mismo gesto.
… Aquí Guiie.
… Bienvenido al Club Pedro.
… No voy a conseguir nada intentando escapar supongo, estoy borrachito y tú estás decidido. Pedro se puso a caminar y Guillermo lo seguía a un paso diciéndole cosas.
… No me gusta esa ropa para que vinieras acá, ya sabes.
… A mí sí, era un asado informal en teoría.
…. Pero sabes que hay cierta ropa que no me gusta que te pongas para otros.
…. Ya Guiie, termina. ¿Estás enojado por la ropa, porque estoy medio borracho o por Matías?
… ¡Por todo!, pero lo de abrazar a Matías se lleva el premio mayor. Temblando de rabia.
... ¿Y Tú? ,…, ¿adónde tenías los brazos a 5 minutos de hacerme el amor eh?
… ¡Ya lo sé! Guillermo lo miró y Pedro le respondió.
… ¿Por qué Guiie? ¿Un solo hombre te resulta aburrido? ¿Esto siempre va a ser así?
 ___Podría haberlo atacado por ser tan celoso a punto de matar a Matías pero no, fue y eligió su vida sexual pasada. Guillermo lo miró con los ojos negros entornados y los labios apretados.
… Vino a decirme que José le pidió el divorcio. Estaba mal.
… Sí, Juancito estaba mal porque el otro lo dejó. Y Mañana va a venir el otro y también Guillermo Graziani lo va a estar esperando para consolarlo.
… Vamos precioso que Matías no se queda atrás, me explicas ¿Cómo mierda apareció?
… Yo no la llamé, te lo aseguro, pero al  verte abrazado a Juan,…, no pude contenerme.

___  Quedaron uno frente al otro, mirándose como un par de lobos a punto de saltar a la yugular del otro. Ninguno de los dos se echaba atrás. Los dos tenían motivos para el enojo. Y cada uno pensaba que sus motivos eran mayores.
… Guiie, soy yo quien más motivos tiene para estar enfadado, pero no pienso pasar la noche discutiendo o caminando por la calle. No soy tan cabezón como tú.
___ Pedro echó a andar y dio un traspié al chocar con  el bordillo de la acera.
Guillermo lo tomó por detrás y lo levantó en brazos.
…. Bájame, que no soy tu hijo, soy tu pareja. Pedro protestaba sin mucha convicción con más ganas de un beso que de que lo bajara y su débil intento de bajarse parecía patético.
… No pienso bajarte precioso.
___ Pedro se rindió, su cuerpo era débil y su mente estaba aún peor, le dolía la garganta de tanto gritar. Guillermo paró un taxi y lo sentó poniéndole el cinturón ubicándose a su lado y cerrando la puerta de un portazo dio la dirección del loft.
Al llegar el guardia se asustó, estos abogados daban qué hablar sin dudas.
…. ¿Llamo al ascensor Sr.?
…. Gracias, puedo. Entrando en cuanto las puertas se abrieron con Pedro despertando en sus brazos y revolviéndose para que lo soltara.
… Puedo andar acá.
___ Guillermo lo dejó en el suelo pero sólo porque no tenía escapatoria ni coches a los cuales pudiera subirse o que lo atropellaran.
Al abrirse el ascensor Pedro fue el primero en salir, buscando las llaves en el bolsillo del pantalón que no tardó en encontrar teniendo en cuenta que las manos no le respondían, pero introducir la llave correcta era otro cantar. Pedro cerró los ojos intentando concentrarse, con Guillermo gruñendo detrás, siguió insistiendo. Hasta que Guillermo harto de esperar le tomó la muñeca y guió su mano acertando con la primera. Las puertas se abrieron.
 Pedro se quitó los zapatos, se tambaleó en el estar, subió la escalera con cuidado y se desplomó sobre la cama, señal de que estaba molido. No se paró a pensarlo, se le cerraron los ojos cayendo rendido en el sueño de los borrachos.
…. Hay que quitarte la ropa.
___ Notó que tiraba de sus pantalones luego de desprenderlos. Estaba muy adormilado, se sentía cansado y borracho.
… Vas a cortar la ropa en trocitos.
… No lo haré si me ayudas.
___ Los brazos fuertes y familiares lo levantaron de la cama y los bazos de Pedo le rodearon el cuello en forma automática, hundiendo la cara en él. Podía ser que estuviera ligeramente ebrio y enojado pero sabía cuál era su lugar favorito. Guillermo le terminó de sacar la ropa, lo depositó sobre el somier y poco después lo atrajo contra su pecho y le susurró al oído.
… ¡Pedro!
… ¿Qué?
… Me vuelves loco precioso
… ¿Un loco enamorado?
___ Guillermo lo acercó más.
… Eso también. Te amo precioso.
… ¿Qué ha sido eso?
___ Pedro abrió los ojos.
… Bebe
___ Pedro gimió lloriqueando dándose vuelta.
… Déjame en paz.
… Ven aquí.
___ Guillermo le enroscó el brazo en la cintura y lo arrastró por la cama hasta tenerlo en su regazo. Le pasó la mano por el pelo apartándolo de la cara y Pedro vio el agua en sus labios.
… Bebe.
___ Dejó que le pusiera el vaso en los labios y bebió el líquido frío con gusto.
… Bébelo todo.
___ Pedro lo hizo y se dejó caer con su peor resaca sobre su pecho desnudo. Le pesaban los párpados y se sentía demasiado cómodo como para pensar en lo que le había causado esa espantosa resaca a su hombre que lo sacaba de sus casillas.
Guillermo se recostó en la cama llevándolo con él. Al menos lo hablaba lo suficiente como para cuidar de él en su estado lamentable.
“¿Qué clase de persona castiga al amor de su vida emborrachándose? ¿Qué clase de persona tortura a su prometido, celoso a más no poder, casi besando a otro hombre?
…La misma clase de persona que frente a él a cinco minutos de hacerle el amor abrazaba a otro.
Estamos hechos el uno para el otro Guiie”
… Lo siento, más o menos.
… Yo también.

___ Pedro se quedó hecho un ovillo en su pecho, medio dormido, medio despierto vagando en sus pensamientos y Guillermo casi con miedo le preguntó:
… ¿En qué piensas?
… En que no podemos seguir así, no es bueno para ti, tampoco para mí y los terceros no ayudan.
___ Guillermo suspiró.
…. Yo de mí no me preocupo.
… Yo sí. ¿Qué vamos a hacer?
___ Se quedó unos momentos en silencio. Luego lo tumbó de espaldas, le separó las piernas y se acomodó entre sus muslos... Respiró hondo dejando caer la cabeza en su pecho.
… No lo sé precioso, pero sé que te amo muchísimo y que no voy a perderte.
… Eso ya lo sé Guiie, pero estamos poniendo a prueba el dicho de que el amor todo lo puede y no sé si es así. Eso no disculpa las piñas ni nuestras neuras ni locuras.
…. ¿Por qué lo hiciste? No necesitaba darle detalles porque a Matías ya le había pegado mil veces.
… Porque te amo. Todo lo hago porque te amo.

… Me haces el amor a lo loco sin hablarme en el despacho para dejarme solo e irte a consolar a Juan, te veo abrazándolo,… ¿Eso lo has hecho porque me amas?
… Estaba intentando demostrártelo.
… No Guiie, así no. Necesito una ducha.

___ Guillermo buscó la mirada pero al fin se apartó dejándolo levantar. Pedro fue al cuarto de baño, cerró, se cepilló los dientes y entró bajo el agua desanimado y con su resaca. Sólo quería volver a la cama y olvidarlo todo, pero su cerebro iba a cien, entrando en terreno pantanoso, lo que empeoraba su cefalea.
Pegó un brinco cuando notó la mano fuerte en su vientre y el beso en el hombro.
… Yo lo hago.
___ Guillermo le susurró quitándole la esponja y dándole la vuelta. Se arrodilló delante, apoyó el pie en el muslo y comenzó a enjabonarle las piernas. Parecía contento, relajado y en paz, porque volvía a cuidarlo, seguía enjabonándolo mientras  el agua caía sobre ambos.
… ¿Dónde has estado?
… En el infierno, como cada vez que me despego de vos, pero intentaba darte espacio para que hicieras amigos. Sé cómo me pongo con vos, ojalá pudiera evitarlo, pero no puedo, menos si aparece Matías cada cinco minutos.
Mi único consuelo es que vos también te sientes solo sin mí.
___ Le tiró de la mano para arrodillarlo también, le apartó el pelo mojado y buscó los labios con ternura.
… No somos como todos precioso, no somos convencionales. Pero somos especiales. Lo que tenemos es muy especial. Me perteneces y yo a vos, eso es así. No es natural que estemos separados y no podemos estarlo.
… Nos volvemos locos el uno al otro. No es sano.
… Lo que no sería sano es mi vida sin vos.
___ Lo sentó en su regazo y rodeó su cuello con los brazos de Pedro antes de rodearlo él por la cintura y apretándolo más para enfatizar las palabras.
…. Aquí es donde debes estar. Justo aquí. Siempre a mi lado. No vuelvas a acercarte a otro hombre, que no te vuelvan a tocar o me meterán en la sombra  durante el resto de mi vida.
… Tienes que dejar de hacer locuras.
___ El enfado de Pedro había desaparecido porque sabía lo mucho que lo amaba. Dejaba de autodestruirse en cuanto lo tenía en sus brazos. Este lado suyo tierno, protector y afectuoso superaba su confusa forma de ser.
__ Guillermo le tomó el rostro y lo besó con devoción.
…. Y vos tienes que dejar de darme la contra.
…. Eso nunca mi dios arrogante.
--- Y Pedro se lo comió a besos bajo el agua caliente.

___ Despertó pensando en  que podía quedarse allí tumbado eternamente, observándolo dormir con sus tranquilas bocanadas de aliento acariciándole el rostro, a intervalos intermitentes, reforzando la profunda sensación de pertenecerle en su interior... Su manera tierna de colocarle la mano en el vientre estaba intensificando el amor por ese hombre. La perfección de su cuerpo que se soldaba al suyo aumentaba la sed por su tacto... Lo exasperaban un millón de cosas de él y por otro lado una infinidad de cosas hacían que lo adorara. Incluso había llegado a adorar alguna de esas cosas exasperantes como sus celos...
Incapaz de resistirse, acercó la mano y le pasó el pulgar por la mejilla y por los labios separados. Sonrió al ver cómo se encogió ligeramente y después suspiró y volvió a relajarse. Las manos que tenía en su vientre comenzaron a trazar círculos de manera inconciente. La perfección de su rostro lo iba a fascinar hasta más allá de la muerte, las largas pestañas coronando los ojos negros, los labios finos, la arruga de la frente que se acentuaba al hacerle el amor eran sólo algunos de sus maravillosos rasgos. Tardaría una vida en describirlos a todos. Era su hombre, arrebatador, celoso, controlador, posesivo, con su manera de ser imposible pero lo amaba y era suyo.
 Con la yema de los dedos le acarició la piel firme de su garganta y después deslizó la palma por el torso suspirando embelezado de satisfacción. Era uno de esos momentos mágicos de la serenidad de estar explorando su cuerpo y su rostro. Por un instante quiso que permaneciera así eternamente, pero entonces supo que no podría oírlo, ver sus ojos y el alma en ellos, y tampoco experimentaría el placer que se regalaban.
… ¿Has terminado de palparme? Con los ojos cerrados la voz lo sacó del ensueño. Tendrías que ser médico precioso.
… Shhhhh, cállate y no te muevas que no he terminado.
… Como ordenes amorcito.
__ Pedro continuó con las caricias. Guillermo movía los párpados y se esforzaba por contener la sonrisa.
… ¿Y si quiero ser un chico malo?
… Estás hablando.
___ Guillermo abrió un ojo para desafiarlo y por serio que intentara parecer Pedro le regaló la sonrisa magistral.
… ¡Buenos días!
--- Fue demasiado rápido, en una milésima de segundo, se encontró boca arriba atrapado bajo su cuerpo, con los brazos sujetos por las muñecas por encima de la cabeza sin tiempo para asimilar su ataque ni para gritar por la sorpresa.
…. ¿Alguien está pensando en hacer el amor adormilados? Y se inclinó para mordisquearlo.
… No. Estoy pensando en Guillermo Graziani, lo que significa que tengo diferentes variantes para hacer el amor con él.
… Sos insaciable precioso mío.
___ Y Guillermo lo atrapó en un beso voraz y fuerte hasta el jadeo. Pedro se apresuró en devolvérselo, pero luego se apartó y le sonrió con sonrisa de pillo.
… He estado pensando…
… ¿En qué cielito?
… En lo dramática que viene siendo nuestra vida en Bs. As. amor.

… La verdad…. No puedo discutirlo, pero, ¿adónde quieres ir a parar con eso? ¿Y?
… Vayámonos unos días, hasta el martes, solos.
___ Los ojos marrones suplicaban, hacía caritas y pucheros, dándose cuenta que esas caritas surgían el mismo efecto que hacer el amor. Los dos solos.
… Siempre vamos al yate los dos solos, bueno salvo estas desastrosas excepciones.
… No digo al yate, Guiie, déjame amarte, deja que te tenga para mi solo unos días.
… ¿Y el trabajo?
… Nos  vamos hoy y regresamos el martes, la audiencia es el miércoles.
___ Guillermo sonrió.
… ¿Eso es un sí?
… Sí. Necesito un respiro tanto como vos, probablemente más. Lo sucedido ayer no ayudó en nada. ¿Adónde vamos?
… A cualquier sitio, me da igual.
… Pero a mí no. ¡No pienses en llevarme al campo por ejemplo! Ya bastante he hecho persiguiéndote como ir a La Toma, a Chile, pero al campo no.
…. No seas tonto.
___ Pedro le dio un beso y de un salto desapareció en el vestidor para reaparecer con dos valijas.
…¿Nos vamos de viaje?
… ¿Prefieres que te encadene a la cama?
…. No estaría nada mal. Creo que no protestaría.
… Eres un seductor incorregible.
___ Volvió al vestidor y lo dejó esperándolo en la cama. Guillermo con un gruñido como para que lo escuchara se incorporó y lo siguió. Estaba sacando ropa al azar y tirándola en un montón, haciendo la maleta feliz de la vida, de repente levantó la vista a Guillermo que lo observaba apoyado en el marco de la puerta.
… ¿No haces la tuya?
… No si no sé adónde vamos, si hará frío o calor… ¿Iremos en coche o en avión?
… En coche, luego en el yate o en avión, veremos. Pero antes desayuna y prepara tus cosas. Tengo que hacer unos llamados.
… Te amo.
… Lo sé.
… Vamos Guiie, la maleta.
…. No quiero hacerla.
___ Guillermo lo estaba provocando deleitándose con la carita feroz y la bronca que emanaba de su esbelto físico que lo estaba derritiendo. Sonrió y fue a acariciarlo pero le apartó la mano. Guillermo terminó con su resistencia, lo cargó con él sacándole un alarido de complacencia cuando lo regresó a la cama cubriéndolo con su cuerpo y apartándole el pelo de la cara...
… ¿Cuándo vas a aprender?
… Nunca.
___ Guillermo le levantó desde la nuca rozándole los labios y sonriendo con lo que a él le regalaba.
… Eso espero. Bésame.
… ¿Y si no la hago?
 ___Pedro sabía que lo haría y Guillermo también.
Guillermo se inclinó y apoyó la punta del dedo en el hueco sobre el hueso de la cadera y Pedro contuvo la respiración.
… Los dos sabemos que vas a besarme Pedro. No perdamos el tiempo en tonterías cuando podría estar perdiendo el sentido con vos. Bésame ya.
___ La lengua de Pedro se deslizó entre los  labios finos, rozando el labio inferior y empezó a provocarlo dándole pequeños lametones hasta que cedió y también liberó su lengua. Se encontraron en el centro y trazaron dulces círculos hasta que gruñó y atacó la boca de Pedro con una fuerza bruta, anotándose un tanto mental, le resultaba imposible resistirse a él como sabía que a la inversa también.
… Mmmmm, Pedro suspiró, al tiempo que igualó la intensidad de sus lametones.
… Esto es lo que necesitamos, unos cuantos días solos para amarnos y acostumbrarnos a nuestro inminente futuro juntos. Un futuro  mejor. Guie, te necesito para mí solo un tiempo, sin distracciones. Sólo tú, sin problemas. Sólo nosotros.
___ Guillermo lo mordió y le succionó los labios.
… Vas a llevarme a algún sitio cálido para dejar que me sacie con vos todo lo que quiera. Contacto constante es lo que quiero. Sé que esto te complacerá.
___ Cuando levantó la cabeza arrastrando los labios con sus dientes la maravillosa sonrisa dibujada en su rostro confirmaba lo que estaba imaginando.
… Me muero de ganas Guiie.
___ Pedro le besó  la nariz y se levantó. Venga. Vamos. Estamos perdiendo mucho tiempo de saciarnos. Le guiñó un ojo, se  dio vuelta y lo dejó holgazaneando entre las sábanas.
… Haré las llamadas y cargaré mis cosas en el auto.
… El martes tenemos que estar en el estudio.
… Lo sé. Llama a Beto  y avísale porque cuando pisemos el ascensor te confisco el celular y no más llamadas. Solos tú y yo. Cuando hayas llamado a todos quienes deban saber que nos vamos me lo das.
___ Guillermo no intentó reclamar, no quería, llamó a Beto y se relajó apagando el celular.

…. ¡Hola Marcial!, pero,… ¿cómo no avisaste antes de venir así?
… Perdón, no sabía que estando con ese ogro tengo que pedir audiencia para verte primo. Vine por negocios y voy a quedarme unos días, fui al loft y el guardia me dio la dirección del estudio.
…. Bueno, ahora no puedo verte, te llamo la semana que viene para encontrarnos, pero ni se te ocurra pelearlo a Guiie. Dime, ese lugar de mis padres del cual tengo llaves, ¿está habitable?
… Obvio, sabes que siempre lo está. ¿Por?
…. No irá nadie en estos días, ¿no?
… No Pedro, ya sabes que tus padres no salen de Chile salvo una vez por año en verano.
… Bueno, gracias. Quiero darle una sorpresa a Guiie.
…. Claro, porque es un santo tu Guiie….
… Marcial, termina. Beso. ¡Qué pesadilla!
… Amorcito, ¿qué pasa que estás protestando?
… Marcial, que dice cosas que no debe.
… De mí.
… Ya mi amor, no importa. Mira, tengo que salir un ratito, en verdad voy y vengo.
… ¿Solo?
… Solo vida, no protestes.
… ¿No irás a ver a ese cliente misterioso que te persigue no?
…. Guiie, amor, que no. Ya te dije que quedamos para el martes, porque el miércoles tenemos la mediación. Si quieres entretenerte, prepara…
… ¿Que?
… Nada, desayuna que mientras regreso. Marcial no va a molestar por unos días.

___ Pedro le dio un beso para evitar la protesta hasta dejarlo sin aire y antes que emitiera sonido salió corriendo. Cuando llegó al bar al que lo había citado por mensaje de texto lo vio esperándolo y le heló la sangre, ese hombre le resultaba siniestro.
… ¡Pedro!, siéntate.
___ Pedro se recuperó del susto de esa voz que le provocaba  opresión y se sentó, sorprendido de que hubiese llamado para verlo, sobretodo después de lo sucedido la última vez en el estudio.
… José, ¿te has propuesto sumarte a mi lista de preocupaciones? ¿Qué mierda quieres ahora?
… Esperaba que pudiéramos hablar.
… Me has tomado por sorpresa, los viernes no vamos al estudio, tuve que salir sin decirle a Guiie, ¿a qué juegas ahora?
 ¡Hablar! ¿De qué? No tengo nada más que decirte.
… ¿Puedo invitarte una taza de café?

___ Pedro miró el reloj, debería  marcharse o no haber venido pero lo había podido la curiosidad.
… Media hora te doy,  no más.
___ El corazón le latía desbocado, pensaba que no volvería a ver a esa bruja insolente y ahora lo tenía enfrente. Tenía fresco en la memoria lo mal que le había hecho pasar y los dramas que había montado en su vida. Sabía que tenía una cara de asco mayúscula pero no podía disimular. Además deseaba que supiera lo mucho que lo detestaba, a él y al ex o marido o lo que fuera.
… Pedro,… ¿Te pido un café o algo para tomar?
… No, gracias, recién he desayunado.
… Yo voy a pedir. ¿Seguro no quieres nada? No creo que nos dejen sentados sin consumir.
… No quiero nada.

___ José removía el café con cuidado, sin levantar la vista.
… Ya sabes lo de Juan,  estoy confundido, necesito estar solo. Pero  eso es cosa nuestra. Quería pedirte disculpas por todo lo ocurrido.
… ¿Te estás burlando de mí?
___ Pedro reía nervioso y José dejó de revolver el café y lo miró sonriendo nervioso.
… Pedro, lo siento. Supongo que tu llegada a la vida de Guillermo nos tomó por sorpresa.
… ¿Ah, sí?
… No te culpo por los golpes o por si me mandas de paseo. Me he portado fatal con vos. No tengo excusas.
… Excepto que estás enamorado de él. ¿Por qué otro motivo  ibas a comportarte así?
___ José apartó la mirada y Pedro creyó ver lágrimas en sus ojos. Estaba enamorado de Guillermo hasta la médula, por eso le pedía el divorcio a Juan y con el otro pasaba lo mismo.
…. ¿Le he restado importancia al problema pensando que eran amigos?
… No voy a engañarte Pedro. Llevo tanto tiempo enamorado de Guillermo que ya perdí la cuenta. Pero eso no es excusa. Siempre supe que nunca se enamoraría de mí, de nadie en verdad.
…. Pero, aún así te acostabas con él.
… Sí, pero sólo hace tiempo y luego de perseguirlo por meses.
“Sí, está conteniendo las lágrimas. He subestimado el problema”
… Tiene gracia, ¿sabes? Ni siquiera borracho me quería. Se acostaba con cualquiera como ese Nazarre menos conmigo.
… Empiezo a comprender, aunque no me entusiasma que me recuerdes la vida pasada de Guiie. Se acostaba con cualquiera, le daba todo igual, pero a ti te costó más trabajo que te mirara, como a Matías con el que  no estuvo nunca. Por eso  cuando se fue de casa luego de la fiesta, lo emborrachaste con la esperanza de que luego se acostara contigo. Sólo de pensarlo se me revuelve el estómago.
___ José negó con la cabeza.
… No. Sabía que no iba a hacerlo. Estaba en un estado lamentable luego de lo tuyo en la fiesta de Diego, por vos, por no herirte. Jamás pensé que llegaría el día en que vería a Guillermo de rodillas por otro hombre. Yo estaba en el estudio por un caso de Gaby cuando llegó y simplemente traté de contenerlo.
… Sí, ya veo cómo. Y quieres decir que esperabas que ese día de verlo así a Guiie no llegara nunca.
… Eso es. También esperaba que salieras corriendo en cuanto descubrieras su farsa, su pasado, sus ex, todo.
… Y salí corriendo. Pero regresé de inmediato. Siempre regreso y él a mí. Nos amamos José y ni tú ni Juan podrán con eso.
___ Pedro lo miraba y sentía lástima por el pobre tipo que tenía delante. Se odiaba a sí mismo por sentirse así, pero le daba mucha pena.
… José, Guiie los considera amigos.
___ Pedro no podía creer que estuviera intentando que ese hombre se encontrara mejor después de todo lo que había hecho y de casi haberlo ahorcado por ello.
… Lo sé. Después de lo que hiciste y de cómo reaccionaste el viernes me he dado cuenta de lo estúpido que he sido. Guillermo se merece ser feliz. Se merece a alguien como vos... Lo amas a pesar  de todo lo que hizo y de todos sus problemas. Lo amas tal  y como es, incluso amas las locuras que hace cuando se trata de vos. Haces que se sienta vivo. Nunca debería haber intentado arrebatarle eso.
___ Pedro estaba atónito. Se quedó mirándolo sin saber qué decir. Le daba lástima, pero no podía extenderle una invitación para que volviera a sus vidas, ahora ni como amigo, al menos por un tiempo.
… José, debes haberlo visto con muchísimos hombres, ¿por qué te la agarraste conmigo?
… Saltaba a la vista que con vos era todo distinto, Guillermo Graziani no persigue a nadie, no se preocupa por nadie. Nunca antes lo hizo ni por mujeres ni por hombres. Nunca llevó a nadie a su estudio ni a su cama. No era casi abstemio. Has cambiado a ese hombre. Has logrado lo que muchos hemos intentado hacer durante años sin éxito, Pedro.  Te has ganado al señor. Felicidades Dr. Beggio. Cuídalo bien. Hazlo muy feliz. Se lo merece.
___ Se puso de pie y se fue. Pedro lo vio desaparecer y le dieron ganas de llorar otra vez.
“Me he ganado al señor. Lo he hecho cambiar. He hecho que deje de beber y de acostarse con todo lo que se mueve. He hecho que sienta y que ame. Y me ama. Vaya si me ama. Y yo también lo amo. Necesito verlo, estar con él”
___ Pedro al fin pidió un café y llamó a Matías, no sabía siquiera si estaba vivo o internado. Llamó a Baunes para darle a lo suyo un carácter formal pero le informaron que hacía días que no iba a las oficinas, lo cual no le conmovía ni le preocupaba. Nada iba a enfriar el resentimiento y el desprecio que ya le provocaba. Y llamó al celular. Necesitaba saber que no había denunciado a Guillermo y nada más.
… ¡Hola!, Pedro.
___ Esperaba una voz altanera y de soberbia como siempre pero parecía que hablaba forzado y abatido, lo descolocó por completo. Le costó unos segundos articular una frase y cuando lo logró no era lo que tenía intención de decirle.

… ¿Estás bien?
… ¿Por qué no le preguntas a tu futuro marido?
… ¿Es grave?, él está bien.
… Bueno, sólo un par de costillas rotas y otra vez los ojos en compota, nada serio. Tu Guillermo sí que sabe cómo hacer las cosas bien. Lo admito.
… ¿Por qué lo hiciste? ¿Por qué apareces en todos lados? Mira me porté mal anoche porque estaba celoso pero tú siempre estás.
… Te sigo,…, a todos lados.
…. ¿Qué,.., te volviste loco? No lo creo, pero…. ¿Fuiste tú quien me drogó en la fiesta del loft para violarme?
Contéstame Matías, ¿Por qué?

… Porque deseaba todo lo que tienes con él. Quiero todo lo que Guillermo tiene con vos. O lo quería.

___ El silencio se apoderó de la línea, Pedro no deseaba saber más.
… Es hora de rendirte Matías. Nos veremos en tribunales, en el estudio y esto no puede seguir así. Nunca me voy a alejar de Guiie.
… Lo sé. No me apetece otra paliza del energúmeno de tu novio. Ni siquiera vos vales lo que estoy sufriendo ahora mismo Pedro, sino, no estarías con un tipo así.
___ Pedro se reía por compadecerse de un tipo así cuando se dio cuenta que había cortado y no le había dicho ni la mitad de lo que le tenía preparado. Le hubiera gustado abofetearlo pero sonrió a carcajadas imaginando a Guillermo dándole la paliza de la noche al perdedor de Matías... Se lo merecía y no tenía dudas de que no iba a volver a oír de él como hombre.
Pensó que otra cosa podía tachar de su lista: Ana parecía asunto resuelto, José se había disculpado y se había ido, eso era importante, a Nazarre lo había borrado el día uno, Matías había recibido dos palizas de Guiie y se retiraba, Diego no parecía querer intentar nada raro. Lo ideal  que le faltaría saber es que Juan supiera que Guiie era caso perdido y regresara con José y Fabián, el único tema importante. Ahora también estaba Marcial que de hecho de entrada nunca aceptó del todo a Guillermo. Pero en definitiva estaba haciendo limpieza. Se había ocupado de un montón de cosas, algunas por accidente, pero confiaba que su vida junto a Guillermo estuviera libre de problemas pronto.
 Le quedaba la duda de quién lo había drogado,.., pero de última no había pasado nada.




____ Cielito, amor, ¿adónde has estado?
… Graziani, ya estoy acá, vamos a cargar tus cosas en el coche y viajaremos en el yate, ya he llamado a Julián y nos estará esperando en el Delta.
… ¿Adónde me llevarás?
… Es una sorpresa amor.
… ¿Adónde?
…. Al cielo Graziani, al cielo, ¿vale?
___ Bajaron y fueron por el coche, Guillermo  se dejó poner el cinturón con un beso al pasó y se relajó a contemplarlo apoyado en la ventanilla, a ratos el paisaje conocido, lleno de expectativa y de deseo contenido. Llegaron al Delta, Julián los ayudó a bajar las maletas. Guillermo entró y  no alcanzó a escuchar las instrucciones que Pedro le daba. Pero claramente sí una palabra: Mar y sintió que moriría en el intento.
…. Cielito, ¿vamos a navegar el Atlántico?
… Algo así, relájate.
___ Pedro lo besó de todas las formas en el sillón hasta que logró que perdiera la conciencia y para entonces estaban en medio del océano sin que Guillermo lo supiera. El tiempo acercándose la primavera era cálido y al sur de Brasil, cerca de Florianópolis mucho más.
Guillermo se revolvía en el sillón escuchando la risa suave de Pedro y luego  sintiendo el calor húmedo de su lengua en los dedos de sus pies. Sonrió mientras su precioso novio lo sacaba de su ensoñación. Abrió los ojos y se encontró con la sonrisa reservada para él, la luz de esos labios marcando los hoyuelos.
… ¿Estabas soñando?
…. Con vos, siempre con vos. Avísame cuando entremos en el mar.
…. Te haré el amor mientras para que te olvides del entorno.
… Tú avísame, y lo otro también.
___ Guillermo se asomó esperando ver los canales del Delta cuando lo sorprendió el infinito del mar en todo su esplendor. Por un segundo entró en pánico, pero entonces sintió que se deslizaban, que todo era tranquilidad. Miró al otro lado y Pedro venía con una bandeja.
…¿Por qué no me has avisado?
…. ¿Y perderme los sonidos y las caras que estabas poniendo al soñar conmigo? Ni loco. Ven aquí.
 ___ Guillermo no lo dudó, se fue a su regazo, hundió la cabeza bajo su barbilla y le rodeó el cuello con los brazos.
…. Vuelve a dormirte y sueña conmigo si lo deseas.
… Ni falta que hace que lo digas. ¿Te tiro del pelo dormido?
… Haces muchas cosas mientras duermes. Me pasaría la vida mirándote. ¿Quieres  champán?
…. Sí, así si estoy mareado puedo decir que es por ello.

___ Al tiempo Julián  llegaba a destino y salieron a la luz del día sonriendo al sentir el calor que los acariciaba y calentaba los cuerpos, calor que aumentaría en las próximas horas. Guillermo vio a un hombre acercarse y darle a Pedro unas llaves con unos papeles, Pedro firmó y regresó llevándolo a un coche de alquiler. Mientras Guillermo se acomodaba escuchaba cómo guardaban el equipaje.
…. Pedro subió, lo besó y se puso los anteojos de sol.
… ¿Preparado para darte el atracón de los próximos cuatro días?
… NO, creo que me voy a morir. Llévame a casa.
--- Guillermo sonrió y se inclinó para atraparle los labios.
… De eso nada mi Sr. Es todo mío y pienso aprovecharlo al máximo. Le devolvió el beso y puso en marcha el coche.
… Siempre soy tuyo.
.. Exacto.  Ve acostumbrándote que no habrá nadie después.
… Ya estoy acostumbrado, nunca hubo nadie, nunca más que vos.
___ Guillermo se volvió a apreciar el paisaje desconocido hasta que vio que tomaron una carretera que bordeaba la costa y quedó cautivado por la fusión del mar con el cielo. Al volverse lo mismo sintió por ese perfil y sonrió antes de cerrar los ojos y relajarse para pensar en el tiempo tranquilo y sin interrupciones que tenían por delante.
Lo despertó un aroma delicioso y estaban engullidos en una bóveda vegetal, la más verde que jamás viera con flores blancas aquí y allá en medio del follaje.
…. ¿Qué es ese perfume?, Guillermo inhaló y exhaló con fuerza en un suspiro.
… Pues esto no es nada, por la noche es más intenso.
___ El aroma era divino, y Guillermo seguía preocupado por el lugar, pero entonces el sol apareció con rayos intermitentes que penetraban a través del parabrisas. Como si de repente hubieran encendido una luz, como si Pedro lo estuviera transportando al…

“Cielo, al paraíso”.ç

___ Se quedó sin palabras, era un lugar idílico, rebosante de vegetación, de céspedes cortados y de pérgolas repletas de flores. Pedro se detuvo y Guillermo bajó en un instante para absorber esa magnificencia del espacio que los rodeaba. Echó a andar un camino empedrado que daba a una villa de terracota por delante. Subió los escalones hacia el porche que rodeaba la propiedad y volvió a admirar los jardines.
En efecto,…, era el paraíso.
Se volvió y Pedro sonreía apoyado en el auto.
…. ¿En qué piensa mi Sr.?
… En que creo que acabo de llegar oficialmente a tu cielo amorcito.
…. Es mi lugar preferido en el mundo.
___ Guillermo comprendió que Pedro lo conocía de antes pero se obligó a no preguntar, fue hacia él que se le trepó como un monito devorándole la boca con entusiasmo.
… ¿Estás contento?
… Estoy feliz. Guillermo hundió los dedos en el pelo alborotado y le dio su tironcito.
… Entonces vamos a entrar las maletas.
___ Las dejaron en el suelo mientras Pedro probaba llaves hasta al fin abrir y entrar a un sitio oscuro donde Guillermo en vano buscaba algún interruptor.
… Espera aquí amor.
___  De repente como si un foco hubiese encendido un escenario oscuro, la luz del sol inundó la habitación, haces cruzados que penetraban por las ventanas dejando ver paredes blancas y lisas colmaron el todo. El suelo con baldosas de color miel adornadas con alfombrillas dispuestas aleatoriamente. Un sofá gigante en U mirando a las puertas que daban a una piscina rodeada de césped y más allá se veía la playa. Guillermo caminó hacia delante y a cada paso su emoción iba en aumento, conforme iba viendo maravillas  Sin darse cuenta había atravesado la terraza, recorrido el césped e intentaba abrir una puerta de hierro que se interponía entre la playa y él.
… Espera amor, te abro.
___ Diez maderas a modo de escalones cubiertos de césped lo llevaron hasta la playa desierta  y al mirar se dio cuenta que estaban en una bahía. No había ninguna propiedad a la vista, ni hoteles,…, nada. Estaban solos, en esa hermosa villa, rodeados del calor de algún lugar de Brasil que ya no le importaba averiguar.
Pedro lo abrazó desde atrás atrayéndolo a su pecho y susurrándole:
… ¿Sigues en el cielo?
… Sí, ¿Y vos, dónde estabas?
___ Pedro le besó la mejilla descendiendo las manos.
… En el paraíso...
___ Cerraron los ojos y Guillermo entrelazó los dedos sobre su vientre. Permanecieron así, sintiéndose el uno con el otro, el uno al otro, el uno en el otro y Uno con ese atardecer mirando el mar  en el cielo, el paraíso de a dos.
___ Pasaron la tarde deshaciendo valijas y acomodando la ropa. La cocina era blanca y moderna y las habitaciones de paredes sencillas, pero con telas suntuosas cubriendo las camas y largas cortinas de gasa.
… ¿Qué quieres cenar mi Sr.?
…. ¿Vas a cocinar para mí? Odias cocinar pero no estaría mal que te ocuparas de darme de comer.
… ¡Uy qué machista!
… Es tu deber.
… ¿Mi deber? Cuando llegamos a Bs. As. sabías que  no sé cocinar.
… Y vos que yo cocino muy bien, pero el pollo que hiciste una vez estaba muy bueno.
… En verdad lo estaba y si bien no disfruté haciéndolo, sí lo hice viéndote comerlo.
… Está bien cumpliré con mi deber.
… Fantástico precioso, ya iba siendo hora de que hicieses lo que Dios manda.
… No te pases Graziani.
___ Pedro fue a la faena de hacer cordero al horno y ensaladas.
…. Estás haciendo muy buen trabajo.
… No seas condescendiente conmigo antes de probarlo, abre los vinos y dispone de la mesa.
___ Pedro bajó la luz, fue por unas velas que colocó en el centro, y puso música suave mientras le servía.
… Cocinas muy bien, creo que ya podemos casarnos.
… No he dicho que no sepa cocinar. No me gusta hacerlo.
… ¿Ni siquiera para mí? Me gusta que cocines para mí.
… En ese caso, no me importa hacerlo.
… Eso es normal para nosotros.
… ¿Normal? ¿Quieres normalidad? Entonces deberías comenzar por comportarte de manera más normal. Pero ¿Quiero que lo seas?
 NO. No serías  mi Guiie. Nosotros no seríamos nosotros si fueras normal. Jamás seremos normales, no del todo, al menos espero que no lo seamos.

___ Guillermo dejó los cubiertos, se apoyó en el respaldo y lo atravesó con la mirada. Los ojos negros lo cautivaron y Pedro comenzó a comer muy despacio.
…. ¿Esto te parece normal?
… ¿Te refieres a que cenemos juntos?
… Sí.
… Sí, esto es normal.
… Y si te echara sobre la mesa y te hiciera el amor, ¿sería normal?
 …Sí, para nosotros es normal que consigas lo que quieras donde quieras.
… Bien, entonces me gusta nuestra normalidad.

___ Y ahora…
… Vamos a jugar un juego, espérame en el salón, en la alfombra, deja la música suave.
___ Guillermo se echó sobre la alfombra viéndolo desaparecer en el dormitorio.
… ¿Vamos a jugar a las cartas? NO. ¿No prefieres devorarme?
… Vamos a jugar a las cartas.
… Yo no sé no jugar al truco ni al póquer ni nada y no me parece justo que pierda si no sé. NO.
… Vamos a jugar al juego del 21.
…. ¿Qué?
… El Veintiuno ¿Pedir, pasar, rendirse?
… Sigo perdido.
 …Guiie, gana el que se acerque más al veintiuno cuando todos los jugadores han hecho sus movimientos de pedir más cartas o plantarse y arriesgarse. Necesitas acercarte lo más al veintiuno  sin superarlo pidiendo cartas o pasando, ¿vale?
… Vale.
… Bien, ahora qué vamos a apostarnos.
 Propongo…
…. ¿Apostarnos? Cada vez me gusta más este juego y creo saber cómo va a terminar. Me gusta jugar a las cartas.
… ¿Cuántas prendas llevas puestas? Repasándolo. Yo sólo llevo dos si nos quedamos descalzos,  la remera y el short, tres con el bóxer.
… Nada de obstáculos. El primero que queda desnudo pierde y el que gana tiene el mando.
…. Llevo remera, bóxer, pantalón y medias, cuatro, estoy en desventaja.
… Es parte de nuestra normalidad.
¿Empezamos?
___  Comenzaron a jugar.
… Me he pasado.
… Has perdido una mano, pierdes la remera.
___ Pedro dejó las cartas y reptando llegó a él sacándole la remera sobre la cabeza sin apartar la mirada, obligándolo a levantarse cuando lo único que deseaba era echarlo en el piso y dejarse poseer al instante, podía quedarse con el poder, no lo deseaba. Pedro tiró la remera al sofá, le mordió el hombro y el calor del aliento lo erizó a Guillermo tensándolo cuando lo dejó de pie ardiente de deseo y volvió a sentarse.
.. Siéntate, otra mano. Como buen seductor Pedro abrió las piernas y se apoyó en el piso con los brazos detrás mientras Guillermo daba las cartas. Y la astuta sonrisa en ese rostro perfecto decía saber lo que de él pretendía.
.. Reparte mi dios.
___ Guillermo ganó y reptó hasta llegar a la remera que iba a quitarle y suspiró besándole el pecho y tomándole el muslo con intención, mientras Pedro dejó escapar un grito ahogado antes de apartarlo para continuar. Era evidente que le estaba costando no echarse sobre la alfombra, estaba intentando concentrarse y fascinaba con ello. Nuevo reparto.
___ Guillermo apartó las cartas, miró el torso desnudo y su precioso rostro.
… Te has arriesgado, mis cartas suman dieciséis. Y yo no. Pierdes los shorts.
… Tú ganas Guiie, ha sido el juego de cartas más largo de mi vida No me interesa el mando, ni nada, no quiero perder ni un segundo más sin acariciarte.
___ Pedro gateó y le bajó la cremallera de los pantalones. Guillermo no lo detuvo. Apoyó la espalda en el sillón y se arqueó para que los quitara arrastrando lo que quedaba debajo y cuando su erección quedó al descubierto tuvo que esforzarse por contenerse.
…. ¿Cómo te sientes precioso?
… Me siento poderoso...
 ___ Guillermo lanzó los shorts por sobre su cabeza, le quitó las cartas y Pedro le pasó el pulgar por el labio inferior arrastrándolo y mirándolo.
…. ¿Qué plan tiene mi seductor imposible?
….  ¿Puedes darme el poder? ¿Qué tiene para decirme mi dios arrogante? Y regalándole la sonrisa adorada.
… Tu dios dice que su seductor ha aprendido muy bien.
___ Las manos le rodearon la cintura y Pedro apoyó las suyas en los hombros.
…. Tu dios dice que su seductor no se arrepentirá si le deja el poder.

___ Pegó los labios a los carnosos y su lengua penetró a la garganta pero lentamente, pues tanto el dios como el seductor sabían cómo funcionaba esa relación Y funcionaba perfectamente...
…  Sos perfecto precioso.
… Lo sé. En un murmullo en los labios sedientos deslizando las manos a las nalgas. Pero creía que ibas a renunciar al poder. No podría detenerme ni aunque mi vida dependiera de ello Guiie. Y ruego que no pretendas imponer tu autoridad porque estoy desesperado, ansioso y necesitado. Por favor no me detengas.
___ Hundiendo más la lengua en la boca. Guillermo gruñó apretándolo contra sí sin aparente intención de detenerlo. Estaba dejando que hiciera lo que quisiera con él,
… Sabes que no puedo negarte nada cielito.
…. Sí que puedes, entre profundos y firmes lametones, aunque sé que sería mejor que no lo hicieras ahora.
… Ahora no.
 ___Estaban de pie, Guillermo envuelto por Pedro, demasiado extasiados para saber cómo había sucedido. Sintiendo el aire fresco de la noche en el cuerpo desnudo, pegándose más uno al otro, besándose con más intensidad cada vez. Guillermo pensaba  adónde irían, pero le daba igual.

---- El susurro de las olas que  lamían la costa en la noche fue lo primero que escucharon. Después la esencia salada del mar. El aire era frío, pero el calor de los cuerpos  pegados mitigaba toda molestia. Las piernas de Guillermo lucharon bajo su cuerpo para liberarse y aferrarse a él y pronto quedó sin aliento.
 De repente, una ola los alcanzó y el cuerpo tendido de Guillermo fue rodeado  de agua fresca y salada, lo que hizo que le costara más respirar. La impresión le obligó a lanzar un grito ahogado y hundió las uñas en sus brazos. Su espalda se arqueó intentando huir del frío y sus senos se pegaron a  la piel desnuda de su pecho. Su ardor se enfrió.
… Chss…, lo tranquilizó Pedro. Tranquilo.
___ Sus palabras suaves lo relajaron por completo. No sabía cómo ni por qué. Seguía teniendo frío, pero siempre conseguía sosegarlo. Empezó a besarlo hasta llegar al cuello, lo mordió y le succionó los pezones hasta que los besos se dirigieron al rostro nuevamente. Y a Guillermo le estalló el corazón.
… Lo sé, sé que me amas, Hazme el amor.
 ….Es lo que necesitamos ahora, nada de sexo salvaje, que me hagas el amor.
… No pensaba en hacer otra cosa Guiie. Le llamaremos hacer el amor adormilados al anochecer.
 ___ Guillermo dejó resbalar las palmas por sus brazos hasta alcanzar sus mejillas. Le vio perfectamente la cara, a pesar de la oscuridad. Y podía que ese hacer el amor en la oscuridad se convirtiera en su favorito.

… Hecho. Murmuró separando las piernas y con los labios fusionados aún.

___ Deseaba seguir con los labios sellados, con la lengua de Pedro acariciando la suya enviándolo al cielo.
 _ Sus pezones se endurecieron por el frío y por el placer. Pedro apartó la cara de las manos de Guillermo con un gemido y se echó hacia atrás. Lo estudió durante unos segundos, y ladeándolo se hundió en su interior de una manera meticulosa, sostenida y controlada, perfecta, deteniéndose a medio camino.
Guillermo no sabía interpretar su rostro, pero esos ojos narraban una historia totalmente diferente a las ya contadas. Penetraron hasta lo más profundo de su ser cargados de admiración y devoción.
… ¿Hasta el fondo?
___ Guillermo asintió arqueándose con silenciosa impaciencia. El plan de seducción de Pedro funcionaba a la perfección. Inspiró profunda e irregularmente y se apresuró a levantarlo cuando otra ola los bañó. Gritaron al sentir el frío pero Guillermo sobretodo al sentir de inmediato su penetración completa. Y lo sostuvo contra sí mientras el agua se filtró, con su mejilla  en la nuca para luego apartarse y depositarlo nuevamente en la arena.
 Guillermo y Pedro apoyaron los brazos en  ella y buscaron la mirada, y esa sensación de por sí era más que placentera. Y se quedaron mirándose. Pedro lo estaba inundando por completo, y Guillermo sintió cómo su miembro palpitaba en su interior contrayendo los glúteos a su alrededor, aunque ninguno tenía prisa. Hacía frío, estaban mojados, pero absolutamente felices. No existía nada más que sus cuerpos y almas fusionados en el cielo.
… ¿Quieres que me mueva? Dime lo que desees Guiie.
… A vos Pedro. Sea como sea.
…. Pues será con un amor incontrolable hacia ti, ¿te parece bien?
… Me parece perfecto, en un suspiro silencioso y un beso. Y era verdad, era perfecto.
… Me alegro.
___ Pedro meneó las  caderas hacia arriba dejándolo sin aliento y tensando los músculos del cuello.
… Cielito, siento tanto estando con vos que no sé cómo he podido sobrevivir sin esto. Existía Pedro. Pero no vivía...
___ Pedro se retiró un poco y volvió a hundirse en él sin prisa, pegando los labios a su boca y atrapando el pequeño grito, mezcla de placer y de frío, cuando otra ola volvía a sorprenderlos.
… Ahora estoy vivo. Y sólo por vos.
… Lo entiendo Guiie. Entiendo lo que quieres decir.
… Bien, necesito que lo hagas.
___ Pedro salió y volvió a ingresar, y ambos suspiraron y tensaron los cuerpos.
… Me encanta esta normalidad.
___ Guillermo sonrió y se retorció debajo de Pedro con otra embestida.
….Nuestra normalidad. A mi también me encanta. Nuestra normalidad es amarnos de manera tan violenta como para volvernos locos, o que el otro devuelva ese amor de manera tierna, que se  acepten estados dominantes y que se asuma que todo estaba permitido... El deseo corría por la sangre calentando la piel.
 Guillermo se aferró a cada embestida con todos los músculos de su cuerpo, igualando su pasión con la de Pedro, besándolo, sintiéndolo, tirándole el pelo y gimiendo. Pedro movió las caderas hacia delante y hacia atrás con tanta precisión y a un ritmo tan regular que cada penetración los acercaba al nirvana más y más. La suavidad de su lengua que exploraba cada rincón de la boca, y la aterciopelada dureza de su miembro deslizándose en su interior habían sumido a Guillermo en un éxtasis absoluto, como siempre.
 Mostró su desazón cuando interrumpió el contacto bucal pero Pedro hizo caso omiso y se apartó mientras mantenía el ritmo de los embates.
… Necesito verte, ver el ardor de tus ojos, ver cuando lleguemos al verdadero paraíso.
… Pedro, estoy jadeando amorcito, no tienes que esperar ya. Estaba rozando cada punto demostrando su maestría sexual aprendida con él y a Guillermo le costaba no cerrar los ojos con lo que le estaba haciendo.
 Pedro elevó su cuerpo y se apoyó en sus puños en la arena.
… No pares, por favor. Y Guillermo deslizó las manos a las nalgas de Pedro aferrándose a él con fuerza apretándolo contra sí...
… Ya sabes lo que tienes que hacer.
 ___ Empezó a menearse en círculos hundido en Guillermo, poniéndoselo más difícil. Contuvo un grito empeñándose ambos en retrasar lo inevitable sabiendo lo que les estaba costando. Pedro lo miró sonriendo acelerando las arremetidas. Sus bíceps se hincharon al mover los puños en la arena para controlar mejor los movimientos y seguir atormentando a Guillermo con una tortuosa manera de hacerle el amor y lo estaba consiguiendo. Cada estocada era más y más placentera. Guillermo estaba tumbado debajo de él, absorbiendo sus atenciones, mordiéndose el labio, muriéndose de ganas de dejarse llevar. A través de su salvaje sensualidad, buscó alguna señal de que Pedro también estuviera al límite y empezó a desesperar al no ver ninguna, pero entonces sus ojos desaparecieron tras los párpados y sus caderas se sacudieron, Guillermo enroscó las piernas por detrás y usó todos sus músculos para hundirlo más en su ser. Era su perdición. Comenzó a sisear, dio otra sacudida y Guillermo gritó de deleite y lo agarró con más fuerzas.
___ Pedro echó la cabeza hacia atrás y su ritmo empezó a acelerarse con penetraciones más intensas, Guillermo aprovechó el momento para cerrar los ojos conteniendo la respiración. La oscuridad duró poco. Abrió los ojos y vio el rostro húmedo cargado de frustración por no poder controlarse más.
…. No puedo más amor.
… Lo sé.
___ Empezó a percutirlo, gritando explícitamente una y otra vez hasta que las tensiones corporales se liberaron al unísono y empezaron a sacudirse en violentos espasmos y a palpitar con los persistentes e incesantes estallidos de placer. Su semen inundó a Guillermo en lo más profundo y el de éste la arena, gimiendo, con la respiración entrecortada, apoyados sobre los brazos, sudando abundantemente, moviendo la cabeza de un lado al otro casi desorientados por la intensidad del orgasmo.
…. Guiie ¡Dios!, me has hecho perder todo control... Me vuelves completamente loco.
 ___Guillermo dejó de apoyarse en los brazos dejándose caer en un charco que no había notado. Seguía hirviendo.
___ Al fin Pedro abandonó su cuerpo dejándose caer sobre los antebrazos tomando los pezones de su hombre que apenas sentía el calor de su boca.
… Me encanta que hagas eso y mientras mordía y succionaba cerró los ojos un tiempo razonable.
… ¡Qué rico eres! Y siguió succionando y Guillermo dejándolo tratando de recuperar respiración y latidos normales.
… Llévame al agua.
… ¿Por qué?
… Mi temperatura corporal sale de lo normal, me estoy incinerando precioso.
___ Pedro lo puso de pie
… Tenemos que refrescarnos.
… Despacio, para que me acostumbre a la temperatura.
… De eso nada mi Sr.
___ Se abrazaron y se miraron.
… ¡Hola precioso!
… Hola.
___ Guillermo empezó a prepararse, sabía lo que iba a pasar.
… Adiós mi Sr. mi hombre.
___ Los brazos de Pedro se tensaron y lo echó al agua luego de darle un fuerte beso en los labios.
 Guillermo lanzó un grito agitando brazos y piernas muerto de risa. Los sonidos eran amortiguados por la actividad del mar, porque chillaba, pataleaba con urgencia y subiendo a superficie buscaba a Pedro. No estaba por ningún lado  y sólo encontró silencio ante su llamado. Se mantuvo  apenas agitando las piernas para flotar buscándolo cuando unas silenciosas ondas de agua se veían desde su posición. No estaba seguro de ser él quien las formaba, o alguien procedente de las profundidades o alguien maravilloso y musculoso, capaz de mantener la respiración una eternidad. Y se atormentaba pensando en si se dejaba sacar o se quedaba. Estaba dividido. Su corazón galopaba ante su indecisión y entonces el agua salpicó detrás y sus piernas sin instrucciones entraron en acción. Como si su vida dependiera de ello trató de nadar a su manera para salir, cuando alguien lo tomó de los tobillos y lo hundió.
Se transformaron en un amasijo de brazos y piernas y forcejeaba con las manos que lo atrapaban. La sal le impedía mirar, los pulmones estaban a punto de estallar y de repente sintió la cabeza entre sus piernas. Inmediatamente emergieron liberando el aire y gritó:
…. ¡Pedro!
Estaba sentado sobre sus hombros mientras se dirigía a la orilla sujetándolo de los gemelos muerto de risa.
… Ya mi amor, que estás en mis brazos, relájate.
___ Pedro ni siquiera jadeaba.
… ¿Qué has hecho?, déjame verte.
… ¡Hola amor!
… Sos un peligro vos.
___ Se desplazó por el agua sin el menor esfuerzo, como si fuera alguna criatura de otro mundo y seguro de sí mismo, llegando a la orilla le susurró:
… Me amas.
…. Loco y todo te amo  y quiero darte un beso.
…. Lo sé.
___ Con una serie de movimientos firmes y coordinados, lo bajó de sus hombros, y lo levantó en brazos en segundos.
…. Y ahora ya puedes.
___ La sonrisa de Guillermo pareció haber quedado grabada en su rostro al ver la regalada con hoyuelos y el brillo de la mirada no parecía disiparse. Estaban felices. Eran felices.


… Precioso, me encanta este Pedro relajado y travieso. El cielo al que me has traído es tan maravilloso como vos. Te amo.
…. Yo más
___ Y al fin los labios se sellaron y solamente hablaban la noche con el mar.




Continuará.


 …El tiempo versa
sobre lo que será.
La realidad versa sobre lo que es.


 Richard Bach.