lunes, 31 de enero de 2022

EL VIAJE CAPÍTULO 139

 

EL VIAJE

 CAPÍTULO 139

 


Mis labios están hechos solo para tu boca, y mis intenciones son

para darte todo el amor que guardo, solo para ti. “Montecristo”

“No camines delante de mí, puede que no te siga. No camines

detrás de mí, puede que no te guíe. Camina junto a mí y te amaré”.

Albert Camus.

“Hay besos que producen desvaríos de amorosa pasión ardiente, loca

Tú los conoces bien, son besos míos inventados por mí,

solo para tu boca…” Gabriela Mistral.

 

Pedro se hallaba contemplando el río, hacía minutos que había llegado del estudio, quiso relajarse con las vistas, estaba  pensando en algo, que no le agradaba, cuando de pronto retumbó la voz.

 

__ ¿Dónde está Belén? __bramó Guillermo al tiempo que le posaba un beso apresurado.

__En su suite, estudiando, supongo, acabo de llegar Guiie_ le respondió.

__Perdón cielito, es que no, Paula sí está en su suite, están en época de exámenes, y ella sí está estudiando, pero  hace horas que ando tras la hermana díscola, y no la encuentro.

__Guiiermo, ya sabes que no me agrada que hables así de ella, de ninguno en verdad _ lo retó Pedro__. Debe de estar con alguno de los tantos hermanos, o habrá salido a correr para  relajarse un rato _sugirió Pedro.

__Ya he preguntado a Julieta  y a todos los miembros presentes de la casa, nadie la ha visto saliendo, ni deambulando por algún sector, hasta he ido a buscarla a la piscina que es su pasión heredada de vos,  no puedo creer que no llegaras y fueses directo a ver a los chicos.

__Fui, pero no llegué a las chicas _ murmuró Pedro, recorriendo con la mirada  la ribera en sombras, ya  a medias convencido de lo que su esposo le decía.

__ ¿Los otros están todos? ¿Los peques?

__Los ya no tan peques, jugando, las nenas torturando a Josecito, como siempre, en  la piscina de afuera, tienen que entrar, ahora que lo pienso_ comprendió Pedro al ver que la noche había consumido el día _. Los mellizos, comiendo prendidos al pecho de la madre como corresponde, Fabián se perdió hacia su ala de la casa cuando llegamos del estudio, supongo que estará con tus nietos y Valeria, y no había ido a lo de las chicas porque no quería molestarlas, por el estudio.

Guillermo le clavó una mirada colmada de angustia.

 

_Los acosadores, alguno se colgó por la ventana y se la llevó _ dijo de súbito__, o lo que es peor, ella se lo pidió.

__Ya Guiiermo, termínala con difamar siempre a Belén,   y no hay ningún acosador de nadie en esta casa _ lo enfrentó Pedro comenzando a enojarse. ¿Le preguntaste a la hermana? Ellas siempre se dicen todo.

__La hermana, que aclaro es una santa, no sabe nada de nada desde la mañana, creía que Belencita estaba como ella encerrada estudiando, pero resulta ser que no _le retrucó Guillermo, de pronto sintiendo un escalofrío__. Pedrito, ya deja de pelearme, no estoy en un berrinche, no está de verdad por ninguna parte, y además nadie la ha visto salir. Como las dos dijeron de comer  en sus habitaciones, nadie las reclamó, ¿y si la raptaron? No me digas que exagero, porque ya sabes de los cientos de chicas desaparecidas en todas partes.

__Guiie, bien dijiste, ella no salió, por tanto dudo que alguien entrara a secuestrarla, no hagas un melodrama, debe de estar en algún sitio de la casa, o de lo contrario, nadie la vio salir, estaría harta de estudiar sola, y estará en casa de alguna amiguita _ dedujo, Pedro.

__Sabes de sobras que ellas no van a ninguna parte solas, y nadie la ha llevado a ninguna parte, menos ha pedido permiso para salir _ lo amonestó de nuevo __. ¿Qué haces?

Pedro tecleaba en su móvil, Guillermo se asomó.

__ Shhh_ lo cortó__. No puede haber desaparecido, en  casa   hay demasiada gente, y puede que no la vieran salir, llamaré a las amiguitas, la encontraremos estudiando con alguna, mientras ve a revisar la casa.

__ Me quedó con vos, te dije que ya he revisado hasta en los rincones secretos del gimnasio y la piscina.

__ Guiiermo, me pones nervioso acá, ve a sacar a los peques de la otra piscina dicho sea de paso,  o dile a Julieta que los lleve a bañarse, mientras encontraré a Belén.

-Como es tu nena mimada, ni te preocupas, está bien, llama a las amigas, que yo iré por las pequeñas seductoras, y luego llamaré a la policía, la raptaron __ concluyó.

__ Ya termínala, luego del papelón del yate, de que estuvimos presos, lo último que falta es que siendo penalista, llames porque tu hija mayor está perdida en la casa, desde hace seguramente dos horas, sabes que nadie te tomará la denuncia.

__ No hace dos horas.

_Tampoco dos días.

__Estás odioso, iré a ver que no se ahoguen los trillizos, pero espero que tengas éxito con ese teléfono, o cuando regrese, te guste o no llamaré _ afirmó enojado.

 

Fabián venía a saludar a los hermanos, y escuchó  lo  que pensó nuevo ataque de celos por alguna razón sin sentido de su padre, y se asombró al oír a Pedro preguntando por Belén a sus compañeras.

__Gracias, si apareciera por allí, dile que me llame, que  queremos saber dónde anda _ le dijo a una y al girar vio a Fabián, negando con la cabeza.

_ ¿Qué sucede con mi hermana?

__ Según tu padre, desapareció, se supone que están con exámenes, Paulita estudia en su suite, dice no  saber nada de Belu, y Guiie dice que ella hace horas que no está en la casa, al parecer, aunque nadie la vio salir, ni él sabe desde cuándo no está en su cuarto.

_! Oh, no! Ya imagino las teorías del viejo, mejor iré a buscarla, entre tus escapadas y las de ella, no me dan respiro. __Lo miró con intensidad, justo cuando Guillermo entraba empapado, por los trillizos, enfurruñado, luego de dejarlos con Julieta.

_Pedro hace mucho que no escapa a ninguna parte, aunque reconozco que en eso se parece a él esa hija _ afirmó el mayor__. Hijito, no está, de verdad. ¿Crees que es un secuestro?

_Pa, no empieces, ¿quién la secuestraría dentro de la casa? Cuando salimos para el estudio, les pregunté clarito a todos si alguien tenía que ir a alguna parte, y solo salimos Pedro y yo _le aclaró el hijo__. Seguramente está corriendo, iré a buscarla, es mi destino, pero no saco el coche de nuevo ni loco, bajaré a la ribera,  me la juego que fue a correr.

_ ¿Y a vos cómo te fue jugando con ese aparatito? _le recriminó a Pedro.

__ El mismo aparatito por el que Fabián nos dirá que la encontró junto al río, amor mío. _ Pasó por su lado y le robó un beso que dejó a Guillermo algo mareado.

__Me voy, como dice Pedro, no hagan más lío, en un ratito se las traigo, puede haber salido por atrás al jardín, y por ello nadie la vio, si no está con las amigas ni la hermana, está corriendo, ya vuelvo.

 

Pedro quiso corroborar los dichos de su esposo, en efecto, Paula no sabía nada de la hermana, y entró a su habitación. Había un libro abierto sobre la cama, y el camisón rosa que tanto le gustaba, un revoltijo de ropa, y su perfume, la ventana corredera cerrada, nada que hiciera pensar en violencia, su ropa en el vestidor, todo parecía en orden, fue acariciando cada cosa,  sentía que le escocía el alma, le pesaba la ausencia de su hija, y algo que sucedía entre ellos, con su Guiie.

 Sin darse cuenta se sentó en la cama, cerró los ojos, los recuerdos de lo que pareciera otra vida lo asaltaron. Guiiermo estaba raro, más allá de lo de Belén y él sentía una extraña sensación de vacío, que nunca apareció en años.

 

Apoyó la cabeza nuevamente en la cama y luchó contra la pesadez de sus párpados hasta que el agotamiento  se apoderó de él y comenzó a cerrarlos con lentitud iniciando un viaje hacia atrás en el tiempo, a un lugar en el que lo hacía rabiar negándole cosas que le pedía, al día en que lo amó en el escritorio del estudio, al yate, al loft, al Sheraton Mendoza y al hotelucho de La Toma y de Bs. As, a sus abrazos, a sus caricias, sentía su manos fuertes acariciándole el pelo alborotado como reales. En el sueño se veían perfectos, Pedro no tenía la cara hinchada, ni estaba desaliñado, ni pálido, ni cansado. Se veía en un lugar feliz, quizá  fuera el Paraíso, reviviendo cada momento con Guillermo, sus suspiros, sus charlas, su risa, la pasión, los enojos, los celos, todas las promesas hechas y las caricias que habían intercambiado. Cada paso dado juntos, cada momento, cada encuentro de los labios con los suyos. Su cuerpo alzándolo o sobre o dentro del suyo, cómo aumentaba su belleza a cada paso que daba hacia él,  hasta que su aroma lo embriagaba antes de hacerlo delirar en el beso. Recordaba la primera vez en que su tacto y posesión delicada en el piso despertaron las exquisitas sensaciones que desconocía, cada momento y los veía como si los estuviera viviendo, de manera clara y dichosa. Estuvo dispuesto a  no separarse más de su lado desde el momento en que sus miradas se cruzaron en Mendoza.

 

__ ¿Qué haces acá durmiendo? _ casi lo escuchó como un ataque.

__No dormía, busqué a la nena, y está todo en orden, ahora recordaba. _ Lo miró al alma__. Épocas felices.

-¿Épocas felices?

__Si Guiiermo, cuando éramos uno, cuando luchamos contra el mundo para estar juntos, cuando  dábamos la vida el uno por el otro en cada atentado, cuando pese a los prejuicios de todos,  vivíamos nuestro amor.

Es interesante escuchar, me hace pensar en la vulnerabilidad del ser, criticamos sin pensarlo, juzgamos sin detenernos en un porqué, tan proclives a ver los defectos en otros, como si hubiera en nosotros perfección. Si antes de hablar razonáramos en la dualidad con la que en ocasiones actuamos, si nos detuviésemos tan solo un segundo en comentar algo que llamó nuestra atención, quizá no seríamos a veces insensatos, callaríamos y buscaríamos otro tema para compartir. Así pues, que lo tengamos siempre presente, si no podemos confirmar lo que se dice, si tan solo son habladurías sin justificación, siempre será mejor abstenernos de dar apreciaciones, es un sentimiento sano que ayuda al otro y nos aporta a nosotros tanto bien.

__ Yo no te he juzgado _ se defendió el mayor__, ¿acaso estás diciendo que la rutina está desgastando nuestro amor?

_La rutina, los celos, los chicos, qué sé yo, vivimos peleando Guiie, luego hacemos el amor y lo dejamos pasar, y no es así, quisiera que volviéramos a tener aquella complicidad, estando de pie _ habló Pedro más para sí, una alarma venía sonando, lo que no supo es que en los dos__. Pero ahora lo que importa es nuestra nena, acá se ve que estaba estudiando, los libros están en la cama, la ropa en su vestidor, no escapó de casa ni mucho menos, está todo en orden, excepto que ella no está.

__ ¿Piensas que yo juzgo a Belén? _interrogó Guillermo con un deje de temor.

__Digamos que siempre te inclinas hacia Barby y Paula _adujo Pedro.

__ Y vos al revés, siempre fue así _se defendió el esposo__, no puedes negar que Paulita es un tesoro, calladita, estudiosa, nunca se mete en líos…

__Y Belu según tu opinión una borracha, porque una vez las amigas entraron alcohol a casa _ le regañó Pedro, y te recuerdo que bien que se lo hiciste pagar,  me pregunto si ahora mismo, esta ausencia no tendrá que ver contigo. _Lo fulminó con la mirada.

_ ¿Me estás culpando de la huida de tu hija?

_Me estoy preguntando dónde está, por qué no está acá.

_Llamé a los otros _ le hizo saber Guillermo.

_ ¿A quiénes?

_A todos, en estos momentos necesitamos de todos, a Gaby, a Marcos, a Juan y José...

_Mira tú, creí que no querías saber nada más con ellos, desde el episodio del yate eran mala palabra, ¿para qué los llamas entonces? Te digo que en diez minutos llenarán la casa, y yo no tengo nada que ver, por las dudas _ le reprochó, Pedro.

 

 Guillermo lanzó un sonoro suspiro, y se sentó en la cama, tomó la mano de su esposo.

__Pedrito no quiero discutir, pero tienes que reconocer que Belén es una chica rebelde, que le gusta coquetear con sus amigos, que le gusta pasar tiempo fuera de casa, que… no sería extraño que tenga algún noviecito y temo que tal vez logre escapar sin permiso y alguien se la haya llevado.

__ Eso no es posible _ sonó firme la voz__, nuestras hijas están bien educadas al respecto, ninguna iría a ninguna parte con un extraño, Belén tampoco, como no es una borracha o perdida por aquel episodio, y allí está, la estás juzgando.

__No, estoy diciendo lo que es, y si no es así, si no escapó para hacer alguna travesura, entonces hice bien en llamar a todos, para que estén atentos, y ayuden, le pedí a José que verifique si aquellos que mandamos presos por la pedofilia siguen  enterrados, porque si salieron… temo a su venganza, ¿olvidaste cómo nos expusimos con ellos?

Pedro abrió los ojos como ventanas.

__De eso hace mucho, y… ¿Qué se supone que crees? ¿Que alguien entró por la ventana y se llevó a la nena? Además, si vamos a pensar en eso, aunque estén presos, bien sabes que esos tipos hacen lo que quieren.

__Me quedaré más tranquilo si sé que los capos están incomunicados.      

 

Los ojos de Pedro se posaron en Guillermo. Pedro se pasó un dedo por los labios, de súbito el inoportuno deseo de Guillermo se volvió  doloroso.

_Si llamaste a todos, entonces yo llamaré a Diego _ le informó Pedro__, desde que te pidió que esperaras con el divorcio, pasó a estar prohibido también.

__Lo llamé, necesitaba saber si los hijos de todos estaban bien, después de todo, nosotros tuvimos que ver en todas las adopciones.__ La mirada de reproche hirió a Pedro antes de las palabras__. ¿Desde cuándo sabes que Matías había regresado, que el viejo lo dejó tirado, que extrañaba a los chicos y que volvió con Diego?

_Por Dios Guiie, ¿importa?

_Importa que lo sabías, ¿no es así?

__Me llamó una vez Diego  bailando de alegría, ¿qué sucede? ¿Vas a montar ahora una de tus escenitas por ello? _Se incorporó como flecha.

_ ¿Adónde se supone que vas?

__ A ver a nuestros bebes, se dormirán y quiero darles un beso.

Moni había parido hacía dos meses a mellizos, una nena, un varón, tras largas discusiones, de aquella inseminación mixta al fin había nacido la nena igual a Pedro, el nene  a Guillermo, mas con los ojos claros de la madre.

__No te  vayas así, no me gustó lo que dijiste de la rutina y todo eso,  a veces las cosas me superan, soy un hombre grande, lo olvidas _ dijo con dulzura en la voz y ternura en la mirada__. Por ejemplo, hoy tenemos a la mayor desaparecida y acaban de nacer los mellizos, y ya sabes por qué deseaba que fuesen solo tuyos.

 

Pedro acusó el impacto, lo miró quemándolo.

__No me mires así, es la ley de la vida, yo no disfrutaré de verlos crecer,  lo sabes, siempre te dije, aun con los trillizos, que en algún momento quedarían a tu cargo.

__ ¡Basta! ¿Acaso olvidas que hicimos un pacto? Nos iremos juntos… a la edad que sea, si uno cambia de plano, el otro lo seguirá, como siempre fue. Hace tiempo yo morí, y tú me seguiste, me rescataste del otro lado del camino, y si en algún momento sucediera a la inversa, que te quede en claro, yo haré lo mismo, y si no quisieras o no pudieras regresar, yo te seguiría más allá de la luz. ¿Dónde quedó tu teoría de que el amor resiste más allá de la muerte?

Guillermo sintió el nudo en la garganta, las lágrimas que se agolparon en los párpados, que intentó dominar.

 

__Pedro, eso no podrá ser, tenemos una responsabilidad, no somos libres como antes, hay ocho hijos que necesitan que al menos uno de nosotros se quede con ellos _ pudo decir.

 

 El silencio dominó la estancia, el tiempo se detuvo, quedaron hilvanadas las miradas, hasta que Pedro encontró la voz.

__No puedo _ balbuceó__. Lo siento, pero ni siquiera por los chicos que adoro, podría romper nuestro pacto, yo no sé vivir sin ti, ni siquiera podría sobrevivir para ellos, no podría respirar si no es tu mismo aire. _Las lágrimas corrieron silentes por su rostro, la emoción de Guillermo lo llevó a secarlas con sus labios, a apretujarlo como al chiquillo asustado en La Toma__: Si un día te fueras, yo te seguiré, como lo hiciste tú hace años. Las nenas volarán a su propio nido,  los más peques tienen a Moni que casi tiene la edad de Belén, ella es fuerte, joven, capaz, y los trillizos… tienen a Fabián, él adora a sus hermanos, no los abandonaría a su suerte.

__Pedro… Ellos necesitarán a uno de nosotros.

__A ambos  o a ninguno. ¿Es que no entiendes que no puedo vivir sin ti? ¿Que fuiste y serás para la eternidad mi único amor, el hombre de mi vida?

 

Los labios de Guillermo se movieron dispuestos a refutar, la mirada de Pedro los detuvo, Guillermo la capturó, y oyó el: “Shhh…”  Forzó una sonrisa que Pedro devolvió, suave, ligera, tímida, sin embargo los ojos bailaron ante los de Guillermo, y al mirarlos, el corazón de este como aquella primera vez en el aeropuerto pareció simultáneamente detenerse y comenzar a latir por primera vez, golpeando, casi amenazando con estallar para salirse del cuerpo e ir a unirse al de su esposo.

_Tranquilo, mi amor, tranquilo, vamos con Moni, y luego a seguir buscando a Belén, ¿sí?

_! Tú!

Pedro se apretó contra la puerta cerrada, claramente alterado.

__Pedro… ¿Estás bien?

__Tú… ¿Tienes alguna idea de lo que siento cuando hablas de dejarme solo? ¿Lo entiendes? Yo no puedo pensar en los amigos, en el trabajo, en mis padres, ni siquiera en los chicos, solo puedo pensar en ti, en verte y estar contigo, en este lado o en el otro lado del camino, pero contigo.

 

Guillermo se sintió avergonzado. Su insistencia con la diferencia de edad había provocado una crisis de angustia en el hombre que amaba más que a su vida. Súbitamente, Pedro corrió hacia él con los puños apretados, Guillermo extendió los brazos cuando su esposo chocó con él.

 Lo golpeó en el pecho, lo mordió, mientras sus lágrimas los mojaron a los dos. Guillermo aceptó los golpes, los prefería a que sufriera un ataque de pánico de los otros, y esperó hasta que desaparecieron. Luego lentamente le levantó el rostro, le secó las lágrimas e intentó besarlo. Pedro se apartó. Guillermo estiró los brazos para hacer que él volviera a los suyos. Al notar la resistencia, los bajó, mas Pedro corrió hacia él otra vez, esta,  empujándolo  hasta dejarlo con la espalda contra la pared mientras las manos intentaban arrancarle la camisa. Aturdido, Guillermo mantuvo la distancia, pero Pedro resistió, se apretó con fuerza sobre él, besándolo violentamente. Guillermo ya perdió la cordura,  y besándolo con avidez mordió el labio inferior. Pedro sintió el gusto salado de la sangre, pero lo besó nuevamente, para caer enredados en la cama, arrancándose mutuamente la ropa, terminaron haciendo el amor apasionadamente, imprudentemente, desesperadamente, en una necesidad en que les iba la vida, a la que no pudieron negarse. Como dos personas ávidas de amor y de la intimidad que creyeron perdida, y volvieron en ello a sellar el compromiso del uno con el otro, fortaleciendo la determinación de continuar uno y otro día, de ser libres de amarse cuando fuere, donde fuese, hasta  que llegara el final, también para continuar en el otro sendero, juntos.

Exhaustos, yació uno en brazos del otro. Pedro dormitó, Guillermo se quedó contemplándolo. La lucha física había terminado, reemplazada por un tumulto de emociones dentro de Guillermo.

“No debo recordarle mi edad. Le causé dolor. Nunca debo hacer eso”.

Suavemente despertó a Pedro con un beso.

__Hola—susurró.

Pedro giró sobre sí, lo miró preocupado.

_ ¿Estás bien? No sé… Yo me enojé… Pero tú también tienes un aspecto terrible.

__Digamos que tener más hijos me hizo dar un paso más dentro del abismo de mis dudas, pero he logrado salir, ¿vamos?

__Mmm. Quiero quedarme contigo para siempre.

_Ahora para siempre así, es mucho tiempo. Vamos a buscar nuestra ropa, a ver a los bebés, y a seguir buscando a Belén, ¿sí? _le susurró sin que la sonrisa abandonara su rostro.

__Guiie, yo en estos años he intentado aprender a escucharte, incluso estando cansado, nunca ha sido suficiente como para no hacerlo, quiero escuchar siempre todo lo que tengas para decir, quiero saber lo que te gusta, y sobre todo lo que no te gusta, y regalarte flores, chocolates, lo que te guste, quiero amarte, y que me ames siempre, hacerte feliz, desde que capturaste mi corazón, es mi único objetivo.

Guillermo lo tomó en sus brazos, le acarició el pelo pues su imagen se borroneó en las lágrimas. Trató de contener las lágrimas que se acumulaban, mientras sabía que él era el amor más profundo que jamás había sentido, ya habría tiempo para hacer el amor lentamente, con dulzura, entonces no había nada más que decir, o eso pensó en ese instante.

 

En silencio fueron los dos a verlos, en el camino los chocó Fabián.

_ ¿Y?

__Nada, recorrí toda la ribera  y ni huellas en el césped del jardín hay, no la encontré _ informó ahora preocupado__, lo que no significa que no esté en otro rincón de la casa, corroboré hasta con los guardias, y nadie la vio salir.

 

De súbito llantos, corridas y gritos los pararon en seco, los trillizos corrían hacia ellos seguidos por Julieta, y lloraban a moco tendido.

__ ¿Qué está pasando? _quiso saber Guillermo.

__Lo siento señor, Paulita sin querer dijo lo de la hermanita y se enteraron, no pude detenerlos _ se excusó la empleada.

 

Solo Francesca no lloraba, miraba a Guillermo con desafío, ¿rabia?

__ Tú tienes la culpa, papá. Por ti nuestra hermana se fue _ lo acusó la pequeña ante la mirada atónita de todos, la de Pedro que se clavó en Guillermo como daga.

__ ¿Qué?

__Nosotros escuchamos todo, lo sabes, fue esta mañana, cuando huimos de ti y nos escondimos donde ella, estaba estudiando, y entraste, pero en lugar de retarnos a nosotros, la viste con los auriculares y el libro en el regazo _ dijo Francesca_. Le quitaste todo, oíste.

Ella se moría por ir  al concierto de Abel, papi, lo sabes _ se dirigió a Pedro.

 

__ Sí, pero estuvimos de acuerdo todos que en  esos sitios pueden pasar cosas feas, dijimos que más adelante.

__ Pero Abel es su ídolo, y ella acostumbra a estudiar con música, papá eso no lo entiende, entonces le gritó que si a eso le llamaba estudiar.

__ ¡Francesca!

__Es cierto papá, los tres lo vimos.

Barby, no dijo nada, solo lloraba, pero José asintió.

 

-Cuando escuchaste que estaba escuchando cien años te enojaste más todavía, y entonces lo dijiste, por eso ella se fue.

__ ¿Papá dijo qué, mi niña? _ tanteó Pedro confirmando su sospecha de rato antes.

 

__  Belu es muy sensible, y se cree  no merecer el cariño de ustedes como Paula, y él dijo… papá le dijo que así… ni en cien años aprobaría ninguna materia, le arrancó los auriculares y todo, y nos sacó de una oreja, y antes de salir, ella se quedó llorando.

__ Guille… _ balbuceó Pedro con los ojos brillantes y el dolor de Belén en su alma y cuerpo.

__Lo dije sin pensar, y no.  ¿A quién se le ocurre intentar estudiar con ese ruido en los oídos?, en mi época no volaba una mosca _se defendió.

 

__Pues en tu época, yo muchas veces estudié con música, a muchos los ayuda, además Belén ama a Abel, pero no es eso lo que importa, las palabras, Guiie, las palabras. ¿Cuántas veces dijimos lo que los chicos deberían oír de nosotros y lo que no? ¿Te das cuenta lo que le dijiste? Ella te idolatra, más de lo que crees, y por eso mismo, la marcaste, ahora ella creerá que nunca más aprobará una materia, por eso huyó, de ti huyó, de no querer defraudar huyó, de sentirse menos que los demás huyó… _Pedro se dejó caer en el sillón, Francesca se acurrucó entre sus piernas llorando_. Ni secuestro, ni pedofilia ni novios, huyó de ti… __Ya preciosa, yo la encontraré, tu hermana no está lejos _. La mirada que dirigió a Guillermo era de hielo.

__  Yo… la encontraré. ¿Me crees?

__Sí, tráela, papi, ella es más inteligente que todos, no tiene que creer lo que le dijo papá.

__Viejo, ¿cómo puede ser que nunca pienses antes de hablar? Con nosotros vaya y pase, pero con los chicos.

__No piensa, ese es el problema _ dijo Pedro sin mirarlo__. Fabi, ¿hasta dónde llegaste en la recorrida?

__ Casi hasta el linde de la propiedad.

_Bien, si la causa fue esta, creo saber dónde hallarla _ anunció Pedro. ¿A qué hora desapareció?

_Solo desayunó _ dijo balbuceando Guillermo_, luego las dos dijeron de almorzar en el cuarto, Julieta le subió la comida y no la halló, pero pensó estaría por allí, solo cuando regresó por la bandeja y vio que no la había tocado me avisó.

__Bien, iré a buscarla _ anunció Pedro.

__Iremos.

__Dije iré, Graziani, si llegara verte a ti escapará de verdad, necesito ir solo, ni tú Fabián, yo sabré cómo traerla si la intuición no me falla. Mejor ustedes detengan la avalancha de alarmas a todos que lanzaste Guiie, antes que se llene la casa de gente.

Pedro le echó una mirada fulminante, besó a los trillizos, y sin más salió de la habitación.

 

Corrió a la mayor velocidad que sus piernas le permitieron, recorrió la  ribera sintiendo que el corazón se le salía por la boca, mientras musitaba un rezo mudo de encontrarla allí,  de lo contrario… sí, sería una pesadilla. Hacía meses, aburrido durante la cuarentena,  había hallado el sitio corriendo con ella, y un día decidieron acondicionarlo para refugio, lo aprovisionaron como para hacer campamentos. Y cuando todo estuvo listo llevaron a los demás… y, a Guillermo, que apenas asomarse empezó como en el hotel de La Toma a buscar bichos por las paredes, y bajo la camita, y enojado al fin se fue. Tanto era su espanto que nunca quiso regresar, y ahora al parecer ya había olvidado el sitio. Pedro se reprochó no haberlo pensado antes, pero las ideas descabelladas de su esposo aunadas a su propio dolor al sentir que con palabras hería a sus hijos, aun sabiendo cómo los amaba, lo llevaron a olvidarlo.

Apenas llegar, se detuvo, apoyando las manos en los muslos trató de recuperar el aire, estaba jadeando. La casita semejaba una cabaña de guardabosque,  a Belén y a las peques les encantaba, Francesca decía que era su casita de hadas, y él disfrutaba de verlas jugar allí a veces.

Movió la puerta de madera blanca con sigilo, él mismo la había pintado como el resto que quiso remedar las que vio alguna vez en Bariloche, en el bosque de arrayanes, con maderas, troncos y piedras, y al dar los primeros pasos, tan solo con la luz que se colaba del exterior, la vio, enroscada como él en sus ataques de pánico, recostada en la camita, cubierta con una manta, el cabello largo alborotado desparramado, y a cada paso que daba tropezaba con libros que sembraban el piso, hasta ver lo que le estrujó el alma, regueros de lágrimas marcaban surcos en el bello rostro de la jovencita, que parecía dormir, mas al mínimo roce de sus manos en la caricia, el respingo le hizo ahogar un grito.

 

__Shhh, tranquila mi   muchachita preciosa, soy yo, papi.

 

No bien hubo dicho lo último, ella se arrojó a sus brazos, enroscó los brazos en el cuello y rompió a llorar abiertamente empapando su ropa  mas Pedro la dejó allí, necesitaba desahogarse, y hacerlo, él sabía bien lo que tener ese abrazo continente significaba en esos casos, le dolía cada lágrima pero el alivio de hallarla tan cerca era mayor.

Cuando sintió que se agotaban las lágrimas, le secó el rostro con su propio pañuelo, y manteniendo el abrazo se acomodó a su lado en la camita, también con respaldo de madera.

__Perdón __musitó su hija.

__Nada que perdonar, solo que nos diste un susto de muerte, no tienes que hacer esto sin avisar _ le dijo entre una lluvia de besos que desparramó por la cabeza.

__ Papi, no quise alarmar a nadie, solo es que…

__ Olvida lo que dijo papá, ya  sé todo, no tienes que repetir esa tontería _ afirmó con suavidad, él dice las cosas sin pensar, ya sabes cómo es, a mí me cela sin motivos sabiendo que es el amor de mi vida, a ustedes los reta por nada, y a veces se le escapan cosas que no tiene que decir.

__ Los defraudé, yo a ustedes los defraudo, Papi, él tiene razón, yo no soy como mi hermana, ni siquiera como los peques, pero tampoco lo hago a propósito, es solo que ustedes dieron todo por… bueno, por todos, pero más por nosotras, sin los abuelos hoy, Paula y yo estaríamos en la calle si ustedes no nos adoptaban, nadie nos quería, y yo no logro estar a la altura, por eso, salí a caminar, y no me di cuenta de lo tarde que se hizo, me dio miedo regresar, y  terminé acá… me dormí, no quise asustarlos _ dijo a borbotones y Pedro solo le acariciaba el cabello, necesitaba no interrumpirla.

__Nunca nos defraudaste ni lo harás. _ Le tomó el rostro entre las manos, le elevó la barbilla para encontrar la mirada__. Nunca, escúchame, olvida lo que dijo papá, no es lo que siente, él te adora tanto como yo, y nos importa un rábano si  aprueban o no una materia, un curso, siquiera si quieren estudiar o no, siempre los amaremos, a todos,  decidan lo que decidan ser y hacer, ustedes dan sentido a nuestra vida, y lo único que deseamos es que sean felices.

__ Tú sí, me quieres, pero a papá lo defraudo _ insistió ella__, yo no puedo ser como Paula, calladita, tímida, y la mejor en todo, yo trato de callar y aceptarlo todo, pero termino siempre rebelándome, embarrándola, y él nunca me perdonó lo del día en que mis amigas llevaron alcohol, aunque nunca tuve nada que ver.

 

__Belu, mi amor, papá te adora, como a todos sus hijos, como a mí, y porque nos ama nos aporrea, es así, tiene sus berrinches, ya sabes, habla y no piensa lo que dice, menos lo siente. Él es más grande que yo, mucho más que ustedes, y es muy exigente consigo mismo, porque a él le exigían así, no entiende que pueda estudiarse con música, y siempre querrá más de cada uno, pero entre nosotros, a mí no me importa lo que suceda en un examen, es más, me bocharon un montón de veces, y aun a él.

Belén abrió los ojos como ventana pintando una sonrisa leve.

 

_Mientes, solo para conformarme.

__Nunca miento, de verdad, bueno, no muchas veces, pero alguna vez, sí, y ya vez, no pasó nada, acá estoy, ejerciendo.

__Eres un genio como papá y Fabián, son los mejores  penalistas, y yo soy buena alumna, pasa que…

__ ¿Qué?

__Yo quería rendir todo entre voluntario y diciembre, y ya, liberarme, pero con esta porquería de materia no puedo, papi, no me queda nada, no me entra, cuando creo que la tengo, luego tengo pesadillas,  despierto, y no recuerdo nada.

Pedro tomó uno de los libros, y leyó, la maldita materia  era estadística.

 

__ Mi linda, es que esta materia es odiosa, para todos,  yo la rendí raspando alguna vez, y no recuerdo nada, no sirve para nada, solo para mirarla, rendir y olvidarla, ni la usarás en la carrera, y menos en la vida.

_Pero es promocional, papi, debo aprobarla, y papá tiene razón, nunca podré, y  si puedo algún día, perderé años. Solo se equivoca echando la culpa a Abel, afuera, pero no en que no podré aprobarla.

_! No vuelvas a decir que no puedes! _ la conminó Pedro__. Lo que hizo papá fue prejuzgarte, cosa que con lo que sufrimos nosotros ya debería saber que nunca debe, pero claro que puedes aprobarla, esta y todas.

_ En parte, es raro, sí, ustedes contaron cómo debieron luchar hasta con Fabián por amarse, con la gente del estudio, y sí, no en esto, pero a veces papá dice cosas que duelen _ reconoció ella sollozando.

__Y sí, es un burro como inteligente es en la abogacía,  a veces  olvida lo que nos costó llegar a formar nuestra familia, los juicios que enfrentamos del afuera, ustedes saben porque no les ocultamos nada, pero olvídalo, él no piensa, se enoja y larga lo que le viene, se arrepiente al instante, pero ya lo lanzó, sin embargo nos ama, y ahora mismo está desesperado, quería ir a la policía, cree que te raptaron, está trepado a las paredes _ le contó y ella lanzó una risita contagiosa.

 

__No quise asustarlo, ni a ti, pasa que cuando me sacó los auriculares, y se fue tan enojado, no me dejó ni hablar. Detesto tanto esta materia, que pensé que si la asociaba con algo que me guste mucho quizá me entrara, entonces puse la música de Abel, estaba despacito, papi, pero ni así, y encima me encontró con ella, creyó que era un desafío porque me negó ir al recital y más se enojó. Estuve largo rato pensando, y entonces salí a caminar con los libros, me dije que tal vez acá, en la casita encantada  funcionaría, y al fin desistí, en realidad no llego, me van a reprobar, y papá me va a matar. Nunca me aplazaron en nada y no puedo… _Las lágrimas asomaron de nuevo, Pedro la cobijó en el abrazo.

__Ya, ahora entiendo, es muy interesante lo que intentaste para que al fin recordaras mi cielo, pero ya está, deja de torturarte. A ver, dime una cosa, ¿en verdad crees que no sabes como para ir al examen o le temes?

__No sé, papi, como me cuesta tanto, no he llegado a verla entera, ya sabes que si no estudio todo, no puedo ser deshonesta e ir lo mismo, no puedo llegar, es pasado mañana,  no voy a llegar, y te juro que no he parado de estudiar, como mi hermana, pero es con esta materia.

_No te compares nunca con ella, en nada, con nadie preciosa, ella está estudiando algo previsible, lo único que debe de hacer es  de última saber de memoria las fechas, batallas, nombres, es historia, esto es una porquería, que puede traicionarte si te dan un ejercicio, es otra cosa, lo cual no te hace ni más ni menos inteligente que nadie.

__ Pero a papá lo defraudaré, pensará que anduve tonteando, que no valoro lo que hacen por nosotras. Y eso es lo que me duele, no quiero que no me ame _confesó sin mirarlo.

_! Ey! Ahora lo estás  juzgando tú a papá. Él nunca dejará de amar a ninguno, ni yo,  por una materia, ni por nada del mundo señorita, aunque pelee y los rete _reconvino Pedro_. A ver, ya te hemos contado de los atentados que sufrimos, de mi parálisis, de que casi me muero, en realidad estuve muerto, y papá fue a buscarme, lo recuerdas, ¿verdad?

__Sí, tú querías ir a la luz, y el niño los detuvo cuando estabas a punto de convencer a papá, pero volvieron por él, por ¿los peques?

__No amorcito, los peques entonces ni eran proyecto siquiera _ le aclaró Pedro__, éramos novios entonces con papá, pensamos que ese niño era Guillermito, pero luego, cuando todo pasó, y tomamos aquel caso de trata de personas, y fuimos casa de acogida, y llegaron ustedes, y las mamás a las que rescatamos, entonces entendimos que ese niño representaba una misión que teníamos que cumplir en vida, y era los peques, ustedes, Guillermito y Dianita, los hijitos que dimos a los amigos, eran todos en uno, son nuestra misión de vida, por eso estamos acá y los amamos más allá de la muerte, desde antes de aparecer, ¿lo entiendes?

_! Qué bonito lo que dices! Y si llenamos sus vidas, ¿por qué quisieron tener a los mellizos? _interrogó con dudas.

 

__Eso fue un capricho de papá, a mí me daba igual que alguno llevara mi sangre y mis genes o no, yo los amaré siempre a todos por igual, él lo sabe, pero como Fabián vino en el paquete cuando  yo lo conocí, se sentía culpable si yo no tenía un hijo biológico, y  bueno, ahora que me ve en Dayana, está contento _ le hizo saber Pedro.

__Ella es igual a ti, y Tomás a él, va no, en realidad a Fabi, pero con los ojos verdes de Moni, pero ¿por qué si él tenía a Fabián quisiste la inseminación mixta?

__Un sueño loco mío, como nosotros somos dos hombres, y no podemos llevar un niño, pensé  que tener uno de cada uno, con Moni, sería como que ellos son los que nacieron de nosotros, de nuestro amor, es muy loco, ¿verdad?

_Es precioso.

_Igual ahora confirmo lo que pensé antes, que los amo igual que a ustedes, no hay diferencia _ concluyó, Pedro_. Igualmente Moni deseaba ser mamá, será una gran mamá, y le cumplimos un sueño también a ella. Pero, a ver, antes de regresar a casa o tu padre sufrirá un infarto, volviendo al temita ese detestable, se terminó acá.

_ ¿Qué quieres decir? ¿Que no rinda nunca y no pueda entrar  a la universidad?

__No mi amor, no. No vas a rendir ahora porque no tiene sentido, la sepas o no, no la aprobarías _le informó, y la sentó en su regazo__. Lo que haremos es ir a navegar en el yate este fin de semana, cerrarás esos libros, y… como yo siempre la odié, creo que la aprobé de suerte y no recuerdo nada, el lunes empezaremos de cero, a estudiarla juntos, para que la rindas en diciembre, ¿aceptas?

_ ¿De verdad papi harías eso por mí?

_Y por mí, ahora me siento mal por no saberla.

_Sí, si estudio contigo seguro que me quedará. _ Se colgó feliz del cuello de Pedro nuevamente.

_A los dos.

 

Guillermo ya había formado surcos en el entablonado del piso, caminaba de un lado al otro como perro enjaulado, mirando de soslayo a los trillizos que no querían irse de allí sin ver a la hermana, a Paula abrazada a Fabián, llorisqueando, y rumiando sus temores, y no solo respecto de Belén. Ya había detenido la avalancha de visitas, que podrían terminar de arruinar su matrimonio, y Fabián les confirmaría a todos al fin, si la nena mayor aparecía sana y salva.

Lo supo antes de volverse, por los gritos de los trillizos.

 

_! Belu! _ dijeron a coro y la envolvieron entre ellos en un abrazo de oso, aplastando a Pedro, al que se unieron Paula y Fabián. Guillermo deseaba dar un paso, pero había quedado estaqueado en el sitio. Solo miraba la bella familia que tenían, y al fin pudo sonreír agradecido, aunque seguía paralizado, y sin hallar las palabras.

 Cuando al fin las recordó, rompió el hechizo.

 

__ ¿Y para mí no hay ni siquiera en coscorrón por la burrada que dije? _ Se dirigió a su chica, Belén lo miró, las lágrimas corrieron silentes, se desenredó del abrazo, y fue avanzando hacia el padre, él seguía quieto, ella supo que no se movería, al fin corrió a los brazos abiertos, y llorando de nuevo como con Pedro se hundió en el abrazo continente, en el fuerte pecho de Guillermo que lloraba a la par sin dejar de besarla por todos lados.

__ ¡Qué susto hija! Pero si casi llamo a policías y jueces, nunca más, diga lo que diga el burro de tu padre, o el otro, nunca más haces esto de huir, ¿está claro? _Le clavó los ojos penetrantes, y la picardía que asomó en los de la hija los llevó a todos a la carcajada.

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_Por favor papá, queremos ir con ella _suplicó Barbarita__. No la molestaremos, nosotras estamos listas para la cena.

__Dije que no peque seductora de papá, ella lleva un día sin comer, y si ustedes se le pegan, no terminará más.

__Porfa papi _ dijo Francesca a Pedro__, convéncelo.

 

Los esposos cruzaron miradas, las peques eran caso perdido con ellos, al fin los dos cedieron en que en lugar de seguir a Julieta, fueran con Belén a su suite, ella  se daría un baño, ellas ayudarían a elegir la ropa para la cena.

__Bueno, yo parto a tranquilizar a los míos _ les informó Fabián aliviado de no tener que terminar de nuevo en alguna comisaría.

_Hijito, sos de la familia, pueden venir todos a cenar acá _ dijo Guillermo.

_No pa, esta noche mejor no, creo que tienen que cenar ustedes dos y ellas, otro día. _los besó y salió de la estancia.

 

Pedro se dejó caer en el sofá cerrando los ojos, sabía que necesitaba un baño, estaba cansado y sucio, pero no tenía las fuerzas de llegar a la ducha.

Guillermo lo pispió con cautela, y con sigilo se sentó cerca.

 

_ ¿Me vas a contar cómo puede ser que esa chica prefiera ese sitio lleno de bichos a estar en casa?

__Guiie, no sigas porque me encierro en el baño para siempre.

_Cuéntame todo.

Y Pedro le contó.

 

_Y así es que no rendirá esta semana sino el mes que viene, y estudiaré con ella, ¿vale? Iré a ducharme para la cena.

_ Que no deseaba defraudarme, eso pensó _ musitó Guillermo con la cara entre las manos.

__Lo mínimo, pero no quiero hablar más de esto, ya sabes lo que sucede, Guiie.

Guillermo elevó la mirada hacia Pedro.

__ ¿Por qué siento que te hice más daño a vos que a ella?

__Quizás así sea, solo quizá. Las palabras, Guiie, yo estoy grande, ya no soy el chico en pánico que corría  a tus brazos en La Toma, pero con ellos no, con ninguno, las palabras  o los silencios, pueden ser peores que los golpes, lo sabes.

_Y yo le pegué a ella, pero más a vos.

__ Preocúpate por medir lo que sale de tus labios. Yo sané mi historia con mi padre, pero no quiero que ninguno de ellos tenga una similar contigo, ¿vale?

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La cena fue distendida, al fin Belén se liberó y contó ella a Guillermo los planes de estudio, lo que había sucedido con la música, lo mismo que a papi, y los trillizos escuchaban atentos, Moni sonreía, los más bebitos ya dormían.

 

__Hijos, a los que están, el grandote ya lo sabe _ dijo en un momento Guillermo__. Lo que dijo papi a Belu es verdad. A mí me pasa  lo que a él, me importa un pimiento si rinden o no, si sacan sobresaliente o  un cero, si estudian o no, si se casan con un acosador o con una acosadora o al revés, yo siempre los amaré. _los miró__. Y papi igual, y a todos, demasiado nos juzgaron a nosotros por gais como para hacer diferencias entre nuestros hijos.

_Papá gruñe, pero en el fondo es más dulce que la mermelada que come a cucharadas _ se le escapó a Pedro e hizo reír a todos, de súbito recuperó su expresión adusta, recordando que seguía enojado con su esposo, o al menos eso tenía que hacerle creer.

 

__Ya  que van a estudiar estadística de  cero, Belén, ahora que lo pienso, yo tampoco recuerdo nada, es en realidad una materia de espanto, ¿podría ser de la partida? _lanzó ante el asombro de Pedro, y la algarabía de Belén que se incorporó de su silla para ir a abrazar al padre.

 

Rato después.

 

 

_ ¿Qué se supone que estás haciendo?-- preguntó Guillermo mirándolo ir y venir, él acostado sobre el edredón.

__Intentar romper con la rutina antes de llegar al divorcio, Graziani.

__ ¿Cómo?

__Vamos, levántate, ya preparé también lo tuyo, es cerca, si quieres estudiar con nosotros lo haremos en el refugio, y antes tienes que vencer tu fobia, por tanto nos vamos a pasar la noche solos, de campamento.

__ ¿Qué? ¿Te volviste loco que iré a dormir allí teniendo esta casa y mil habitaciones de lujo?

Pedro se paró en seco, la ira hirviendo en la sangre.

 

__Guiiermo, el sitio es una cabaña que ya quisieran los turistas alquilar, es preciosa, a tus hijos a y a mí nos encanta, y allí iremos a estudiar, está a la vera del río, quiero que pasemos solos la noche allí, tú vienes reclamando las aventuras de la época de novios, qué mejor que en casa sin estarlo, vamos _ siguió hablando mientras cerraba el bolso__. Y no hay bichos, se fumiga junto con la casa y el jardín.

__ Ya te dije que ni loco, ven acá y deja eso por favor, que por hoy ya tuvimos suficiente.

__ ¿Es tu última palabra?

_Yo tengo solo una palabra.

_Bien, después de todo necesito pensar, ha sido un día intenso, no me vendrá mal pasar solo la noche allí, en la camita donde estuvo Belén.

_! Pedro! Nunca dormimos separados, excepto…

_Tal vez sea hora de empezar, Guiiermo. Tal vez no sea bueno seguir pegoteados, y podríamos dormir en cuartos separados de vez en cuando _ le lanzó y abrió la puerta echándose la mochila al hombro.

__ Pedro, ven acá _ gritó el mayor_. Es tu deber de esposo compartir el lecho. Otras veces hemos peleado y a lo sumo fumas un cigarrillo de rescate y ya.

__Dormiré en el refugio _ siguió_, hoy no me suma un cigarrillo, si cambias de opinión, Belén y Fabián sabrán llevarte, hasta luego. _Salió_. Y no por no compartir la cama una noche incumplo con mis deberes _ lanzó volviéndose para volver a desaparecer.

 

_! Pedro! _ gritó Guillermo mas él no regresó__. Mocoso atrevido, pensar que yo iré a dormir entre los bichos como en La Toma, ni loco, ya volverá en minutos.

 

Sin embargo, Pedro no regresó, es más, al alba se escabulló hacia el estudio sin despedirse de él, y Guillermo no acudió al refugio… aunque ninguno de los dos, pegó un ojo esa noche.

Pocos días después.

 

Guillermo  estaba un poco receloso con su marido, porque se acercaba su aniversario y no le había comentado nada, algo muy extraño en él, ¡siempre había sido tan atento y detallista!, pero últimamente su actitud había cambiado, él sentía su apoyo, pero parecía que el romanticismo se hubiera difuminado, por ejemplo, esa mañana se había despedido de  él con un beso que parecía más por compromiso que sentido.

Por su parte, Pedro, también estaba algo mosqueado, porque su marido estaba absorto en su trabajo, la casa y los niños, parecía que no le importaba lo que le ocurriese, pero, además, el día anterior había escuchado algo que le dejó descolocado.

Los días pasaban y la situación se mantenía más o menos igual, pero ninguno de los dos decía nada por no molestar al otro, aunque por dentro se consumían, al no ver al otro feliz, lo cual hacía que su ansiedad aumentase.

Guillermo  no podía seguir así, veía que su esposo estaba triste y quería que volviera a sonreír, así que el día antes de su aniversario, aprovechando que los niños estarían fuera un par de días, por una excursión del colegio, aprovechó para darle una sorpresa.

Poco antes de salir para comer, Pedro recibió, en su despacho, un ramo de sus rosas favoritas y en lugar de tarjeta encontró la llave de la habitación de un hotel que estaba en las afueras de la ciudad.

— ¡Mira lo que me ha regalado mi marido, Beto!—comentó muy ilusionado.

—Es muy bonito, pero déjame ver eso que tienes en la mano, por favor—le replicó  el socio con cierto tono de preocupación.

 

Pedro enseñó la llave de la habitación del hotel donde su esposo lo quería llevar a su amigo y este se puso a llorar.

— ¿Por qué sollozas?

—En ese lugar es donde  Gaby se encontraba con su amante, con Antonio. Lo habrás visto, está en las afueras y es donde se reúnen las parejas cuando quieren que no se les vea, es muy discreto, ya me entiendes. No sé, algo me huele mal.

—Se lo habrá recomendado Gaby, sabes que son muy amigos, y querrá darme una sorpresa.

Pedro no se quedó muy tranquilo y unido a la actitud de  Guiiermo, le saltaron todas las alarmas y pensó que se había equivocado de destinatario, a pesar de que eran sus flores favoritas, el color blanco era la bandera de la paz, Matías estaba de regreso, le decía una voz que desalojó, y  aun así, al salir de su trabajo, se fue hacia el hotel, aparcó el coche en la plaza asignada y subió para la habitación. La verdad es que era súper discreto, ya que se podía subir hasta el cuarto desde el garaje y las estancias tenían un montacargas para que nadie del personal tuviera que entrar, ideal para amantes.

Cuando entró vio una rosa  blanca  y una nota encima de la cama, donde estaba escrito: "Déjate llevar, mi amor. Te quiere, tu amante furtivo", al final había dibujado un corazón. Estaba seguro que pertenecía a su marido, porque era el pseudónimo con el que solía firmar sus cartas de amor años atrás, así que sentía que era para él, pero en su cabeza retumbaban las palabras de Beto, lo que le provocaba cierta tristeza.

Llamaron a la puerta, era un chico  japonés que le iba a dar un masaje. Le indicó que se desnudara y se tendiera en la camilla que había subido para él, Pedro  así lo hizo y esperaba que eso lo relajase, pero cuál fue su sorpresa cuando se dio cuenta que era sensual y con final feliz. Las manos recorrían su cuerpo con suavidad y de una forma que le excitaban, por lo que se imaginaba que eran las de su esposo, para no sentirse incómodo, cuando le rozaba sus zonas erógenas se estremecía e intentaba reprimir sus gemidos, aunque al final le resultó imposible al sentir un intenso orgasmo.

Para relajarse y limpiarse el aceite decidió darse un baño, pero la bañera también era un jacuzzi, lo comprobó cuando al apoyar sus brazos en los lados, se activaron las burbujas que empezaron a hacerle cosquillas y una agradable sensación en sus zonas sensibles, lo que le provocó que se excitara hasta el punto de que su mano se dirigiera hacia su sexo, tocándose su virilidad, que palpitaba de placer. Con suavidad y agilidad sus dedos estimulaban, primero rozándolo de arriba a abajo con dos dedos, después de lado a lado, con excursiones al interior de su secreto, atravesando  su esfínter con el dedo corazón, hasta que cuando estaba a punto de llegar al clímax, se colocó de tal forma que el agua le rozara sus pezones  que sentía duros, al tiempo introdujo dos dedos dentro de su pícaro túnel, que entraban y salían a ritmo constante, mientras dibujaba círculos con el pulgar, hasta que tocó su pasional cielo. En su mente estaba su amante furtivo, el único hombre al que amaba y con el que se veía compartiendo lo que le quedaba de vida.

Sonó un timbre, era el montacargas que había subido, dentro había una caja de regalo y en su interior pudo descubrir un  albornoz celeste casi transparente,  un bóxer, como los que había visto en un Sex Shop, que dejaba al descubierto más de lo que ocultaba, del mismo color, y unas medias de seda, en el fondo del paquete estaba escrito: "Para que te entregues a tu furtivo amante". Pedro decidió dejar en silencio su cabeza y disfrutar de ese momento, ya habría tiempo de aclararlo todo.

El hombre se puso esas prendas delante del espejo de la habitación y se tendió en la cama con forma de corazón, esperando a su marido. Se apagaron las luces y se abrió la puerta, percibió el inconfundible perfume de su esposo.

El hombre se acercó despacio y le dio un beso apasionado, lo tumbó y acarició su cuerpo con la rosa mientras le decía amorosas palabras al oído. Pedro suspiraba y su piel se empezaba a erizar. Guillermo  desabrochó  el albornoz y succionó el pezón izquierdo estirándolo todo lo que dio de sí, después recorrió con su lengua el  sendero  hasta llegar al otro y repetir la misma acción.

Pedro abrió y reflexionó ligeramente sus piernas, para permitir que el cuerpo de su esposo pudiera recorrer su torso, disfrutara de su  sabor y lo impregnara con su perfume. Con gran agilidad y ternura, Guillermo estimuló el sexo de su esposo, que parecía que salivaba al recibir los besos de ese amante tan entregado. El cuerpo de  Pedro se estremeció al sentir el más intenso orgasmo de su vida.

 

— ¡Dámelo todo, mi amor!—gritó mientras sus manos acariciaban la cabeza de su marido.

— ¡Te haré ver las estrellas, mi adonis!—exclamó Guillermo mientras introducía su miembro despacio en el interior de su esposo. Lo sacó por completo y se lo volvió a meter entre los suspiros de él.

Probaron todas las posturas que se les ocurrió.  Pedro perdió la cuenta de los orgasmos que sintió y  Guillermo  estalló dos veces. Exhaustos y extasiados se quedaron dormidos.

Les despertó el timbre del montacargas con el desayuno, aunque también tenía el auténtico regalo para Pedro.

 

—Mi vida, ¿te quieres volver a casar conmigo?—preguntó Guillermo mostrando un anillo de diamantes a su esposo__. En verdad lo que quiero saber es si esta fuera la primera vez, si volverías a aceptarme luego de todo.

-Siempre, y para siempre, pero, ¿no tienes un amante?—replicó sorprendido.

—Mi único amante  sos vos, precioso.

—Entonces, ¿lo de estos días atrás era esta sorpresa?

—El otro día te oí masturbarte y dijiste que querías…  que querías que tu amante secreto te hiciera disfrutar como antes, por lo que volví a ser el hombre que te conquistó. ¿De dónde has sacado la idea del amante? Eso fue en otras vidas.

—De Beto, al ver la llave del hotel, me comentó que era donde  Gaby antaño se reunía con su amante, entonces mi cabeza lo empezó a dar vueltas. Perdóname por haber desconfiado de ti. Pero renovar votos otra vez… me parece ya abuso, Graziani, aunque acepto ese anillo, es lo más bello que he visto en mi vida. Lo segundo más bello _agregó con picardía.

 

—No te preocupes, lo importante es que has aceptado mi juego y ha sido fabuloso.

—Gracias por tu comprensión y por esta noche mágica. Ahora ya me has podido regalar el anillo y me casaría contigo mil veces.

 

Pedro, al acariciar el cuerpo de su esposo, notó que tenía su miembro en erección, lo descubrió y empezó a hacerle una felación. Guillermo  le indicó que se colocara para hacer un sesenta y nueve donde ambos volvieron a ver el cielo.

La pareja descubrió la verdadera importancia de la comunicación y, al mismo tiempo, avivaron el fuego de su amor, todo por una noche  que sería difícil de olvidar.

_Y te beso... Y te siento... Y me pierdo... Y qué si nunca más vuelvo a ser el mismo, ya qué importa si tú y tu lujuria me tienen invadido, cada átomo de mi existencia se acopló a tus labios de una manera perfecta, por eso ahora solo puedo existir en tus besos, besos de hombre seguro, libre, sublime y sagrado. Tus manos dibujan mapas sobre mi cuerpo, dejándome ver los puntos de placer que solo tú sabes explotar, que a la humedad de tu boca florecen llenos de lujuria y encanto. Y cuando la humedad de tu sexo me moja, los mares sagrados de tus orgasmos me llevan a ese espacio que no tiene tiempo. Sin duda eres ese delicioso pecado por el cual vale la pena pasar una temporada en el infierno, y quemarse en ese fuego sagrado de tus perfectos genitales...

“Cómo me hace sentir intenso, ardiente, apasionado y loco por su amor, mi tez pide a gritos su piel, tener sus latidos en mis manos es morir todas las noches cuerpo a cuerpo disfrutando de los placeres, de las fantasías del mar su sabor.  A la noche esa fragancia que me impregnó de su olor, en la que quiero volver a beberme mis ganas, cierro los ojos, lo veo, los abro, me aviento a sus brazos. Sigue siendo usted el que me derroca con sus caricias interminables, dibújeme su nombre en líneas, mi paladar espera gozar sus incesantes besos, que enardecen como infierno, intranquiliza a mis demonios que se apoderan de mi conciencia.

Carnes fundidas iniciando el ritual del amor, la fragilidad de mis fronteras ante usted, despoje mis sentidos, mis emociones, desabrócheme sin inhibiciones, quiero aprendérmelo de memoria. Me envuelvo en lencería, para permitirle esta noche eternizar nuestras pasiones. ¡Insoportablemente mío! Embistiéndome sin preámbulos, sin rechazo, solo torture despacio. He querido extremarme por la fiebre anónima de su vértigo, cautivo, preso lo quiero conmigo, avíveme en su hoguera, góceme por otro verbo, soy su propiedad, se ha adueñado de mi ser, suspiros indescifrables ahogándome en sus ríos de ansiedad, híbrido de placer lo reconozco y me sumergió en la obscuridad,  ese olor intangible de sus poros en que lo empalaga mi esencia. Nos cegamos ante la desnudez tan natural de dos cuerpos inmersos, estrechados, fusionados. Brindis derramado con sudor y champagne, róbeme la pulcritud, ¡fálteme al respeto! mímeme, conversando, halagándome... flote en mi tez.

Es la avidez de sus dedos sobre el libro abierto de mis piernas, cobijado entre su calor, abrigado por su fuego, disculpe mi osadía, por atreverme a amarlo, sigue siendo usted el más apasionado, el más seductor hombre varonil por quien me he enamorado.

 

_El amor es el sentimiento más puro que nace en el corazón y se expresa en el alma besándote,  el amor es la expresión de  dos personas que se aman  con frenesí… El amor es la fuerza que nos unió, el amor es el sentimiento  que guía nuestras almas  para que juntos caminemos  por esta vida de pasión.

El amor lo encontré en tus ojos  pues en ellos pude ver  el verdadero amor, sé que tú eres mi otra mitad,  lo sé desde el primer momento  que te conocí, tu  eres la razón de mi alegría,  ilusión de mi vida,  contigo quiero vivir la vida, te amo Guiiermo, feliz aniversario, ya perdí la cuenta de los años, de las vidas y muertes en la misma, de los recodos de… el viaje.

_Feliz aniversario precioso, con ocho hijos, y el mismo amor _ concluyó emocionado Guillermo.

__Guiie…

__ ¿Qué?

_Esta sorpresa cinco estrellas estuvo de mil, pero me debes una.

__ ¿Yo?

__Tú, nos debes una, a tus hijos y a mí, pasar la noche en la cabaña, vencer esa fobia, fue un propósito en alguno de los tantos recodos de… el viaje.

CONTINUARÁ.

HECHOS Y PERSONAJES SON FICTICIOS.

CUALQUIER PARECIDO CON LA REALIDAD ES COINCIDENCIA.

LENGUAJE ADULTO.

ESCENAS EXPLÍCITAS.