sábado, 29 de mayo de 2021

EQUIVOCADO CAPÍTULO TREINTA Y NUEVE.


EQUIVOCADO

 CAPÍTULO TREINTA Y NUEVE.

 

__Cami, todo ha sido muy confuso, y no estarás bien, en casa de Orestes…

__Dije que no _ casi gritó y la furia apareció en la mirada__. Si piensas usar esto, para que todos crean que sola no podré salir adelante, que necesito psiquiatras y todo eso, olvídalo, quiero quedarme sola, a lo sumo con una mucama de día en la casa que compré.

TRES MESES DESPUÉS.

 

Camila abrió los ojos y no supo cuánto tiempo llevaba observándola dormida el hombre sentado frente a ella.

El profesor Donato Álvarez estaba en su sillón con las manos plegadas sobre el vientre, al tiempo que su mirada pensativa se posaba con melancólica pesadez en el rostro de ella.

__Sabes exactamente por qué estás aquí.

__Pues no __ mintió ella.

 

Claro que el abogado deseaba hablar del paquete, de lo contrario, ¿de qué?

__No __repitió ella en un murmullo.

 

__Por favor, Camila, si he de defenderte, debes contarme  todo lo que sucedió aquel día hace dos semanas en tu casa.

Ella cerró los ojos y deseó que los cojines del sofá la tragaran para siempre, pero por desgracia no ocurrió. Y porque quizá no le quedaba otra opción, comenzó la historia con voz monocorde. Empezó a hablar del paquete, y cómo con él, el horror que se había iniciado tras su disertación aquella noche en el hotel, llamó a la puerta de su nueva casa rodeada de una cerca rústica, situada al final de una calle sin salida, y entró en su vida… de nuevo.

__ ¿Qué pasa Pedro? __preguntó Guillermo viéndolo dar vueltas en la cama sin encontrar el sueño__. ¿EL asesino?

 

__ ¿Cuál de todos?

__Amorcito…

__Camila, Guille, Orestes y Marcial fueron por su lado a intentar convencerla de mudarse a su casa y no quiere, insiste en demostrar que puede sola, y no lo creo__ dijo abrumado, al fin colocándose de espaldas, cubriéndose los ojos con el antebrazo__. Me cuesta creer que estaba embarazada, y no me había dicho nada, me cuesta mentirles a mis hijos que su madre regresó a Chile por trabajo. ¿Cuánto podré? __Lo miró.

 

__Han hecho todos lo más que pueden, asegurar esa casa, me temo que no puedes obligarla a nada que no desee _respondió Guillermo atrayéndolo a su cuerpo.

__

__Guille, no, es solo mi amigo.

__Perdón amorcito, no puedo con mis demonios, me desubiqué, ahora solo importa que ella confía en él. ¿Cuándo crees que llegará?

__Me pidió un par de semanas, por ahora más que tener los teléfonos abiertos, y Orestes, Marcial y yo ir a diario no podemos hacer, lejos de querer ver a los chicos, al perder ese embarazo, menos desea verlos.

Guillermo lo miró y Pedro vio una tormenta en los ojos de color café.

__ ¿Qué?

__Que lo digas o no antes de mi llamado… equivocado, vivías en paz en Chile, que mi aparición causó un terremoto _ asumió acariciándole las mejillas con el dorso de los dedos y Pedro negó con la cabeza.

__

Malvárez asintió, cuando Guillermo le preguntó por el modo de muerte, la víctima tenía las manos atadas con el mismo tipo de nudo que usaron para construir el pequeño refugio, algo improvisado para proteger a la niña del sol, y la mujer, tenía una herida de bala en la nuca.

 

__ ¿Qué clase de persona abandonaría así a un bebé luego de ejecutar a su madre? __preguntó un periodista.

 

“Bastante trabajo me ha costado cometer mis pecados, como

para malbaratarlos en recuerdos vanos”. Joaquín Sabina

Nunca calles y guardes en tu memoria tus pesares.

Porque tu alma guardará tu tristeza y angustias. “Montecristo”

“Amurallar el propio sufrimiento, es arriesgarse

a que te devore desde el interior”. Frida Kahlo.

 

 __ No sé qué hacer, no me recibe, no atiende a mis llamados _ les informó Orestes apesadumbrado__, y es todo por mi culpa, debí internarla, desde que murió la madre la dejé de lado, y ahora  me rechaza.

__En todo caso  la culpa es mía __  musitó Pedro tomándose la cabeza entre las manos__, yo estuve a su lado en Chile, me empeciné en sacarla solo del pozo, y necesitaba ayuda, además siempre tuve señales, y siendo psiquiatra las dejé pasar, por empezar el trato que le dio a Dayana, nunca debí permitirlo. Recién ahora me vine a enterar que no la quiso porque para ella ser mujer es ser débil.

__Ya, basta, yo en todo caso fui el origen de todo con mi desamor _ opinó Guillermo__, creo que nadie es responsable de esto, Camila estuvo siempre enferma, tal vez como la mamá, pero desde edad prematura, y sí, lamento lo que sucedió ahora en ese congreso.

__Otro punto para mí _ se resignó Pedro__, ella me invitó y no quise ir, obsesionado con este asesino de mierda, la dejé sola, aunque tampoco tenía que ir, menos disertar, y terminó en ese desastre. __ Guillermo le rodeó con su brazo para consolarlo__. Lo peor es que ya no sé qué inventarle a los chicos, por chiquitos que sean es la mamá, amén de que  la policía no le cree nada, yo sí le creo, es todo muy raro, pero creo en ese otro asesino, que por algún motivo a ella la dejó con vida, pero algo me dice que no delira ni alucina, que lo del hotel es real, ella no pudo cortarse el cabello así, y que no encontraran signos de violencia, no quiere decir que no haya sido violada.

Orestes clavó en él los ojos claros atormentados.

__Diego opina lo mismo __ le dijo dejando rodar las lágrimas__, pero  ¿por qué la policía no le da importancia?  Si sabe de ese hombre, de las chicas muertas.

_Porque con ella fue diferente, Orestes, porque  ella es  psicóloga, bella, mi esposa en los papeles, y ni le cortó la lengua ni la asesinó, el perfil de ese tipo acomete violentamente contra mujeres de la calle, y ninguna vive para contarlo, menos habla de una habitación que no existe, de un hijo perdido en una violación cuando no se halló nada, del cual ni yo sabía, y no saben nada en recepción de nada de lo que declaró, es un escenario muy complejo __caviló Pedro.

__Pero le crees __ afirmó Guillermo.

__La vida de Camila siempre ha sido un error, y nadie la apoyó como se debía, desde esa infancia adolescencia, Guille, en que se enamoró de ti y no captó que eras gay, luego su misma especialidad, la marca de la enfermedad  de la mamá la empujó a ella estando enferma, el pozo en que la conocí, cómo se aferró a mí para salir sin amarme, el tener hijos sin desearlos, y ahora ese empecinamiento en negar lo que somos y lo que no podemos darle, más esa locura de irse a vivir sola, de desear retomar su carrera en medio de este ataque tan extraño, cuando se sospecha tanto de su cordura como de su seguridad…, pero creo que alguien la sigue,  ese asesino de prostitutas, creo que a ella la tiene en la mira desde hace tiempo, y que la drogó lo justo como para violarla sin violencia, y dejarla abandonada o que ella llegara sin saber cómo donde fue hallada, la rapó, y no hizo nada más porque no quiso, no pudo. __ Miró a Orestes__. Quiero decir que es alguien conocido, que siente algo por ella. Que seguirá cerca, y que debemos saber quién es, piensa Orestes por favor,  dile a Marcial,  yo me torturo buscando un rostro, un nombre que se obsesionara con ella, pero no encuentro a nadie.

 

__ ¿De verdad eso es lo que crees? ¿No puede ser alguien que la sigue desde aquel oscuro pasado del que la sacaste en Chile?_ interrogó el padre.

__Totalmente, o estaría muerta o ilesa, no es el tipo de mujer que ese ataca. No creo que quedara nadie de aquellos mafiosos como para seguirla, Orestes, pero tampoco puedo descartarlo, lamentablemente nadie tiene una huella, una sospecha de estos asesinos.

__ ¿Plural? __ se asombró Guillermo.

__ Perdón, no, sí, mezclé a nuestro asesino psicópata, y al de prostitutas, pero no es el mismo, son perfiles diferentes, pensé en ambos y lancé el plural, pero no son uno _ aclaró Pedro.

 

__ ¿Usted qué desea? __ bromeó Guillermo cuando Orestes fue  hacia sus nietos que se le colgaron al cuello.

 

__ Yo quisiera encontrar un amor, el amor. Esa persona con la cual pasar el resto de mis días y sin embargo ese lapso de tiempo sepa a segundos. Sé que no es fácil pero la ilusión impera, gobierna mi ser, y quién soy yo para desobedecerla. Quisiera tener la oportunidad de decirle a alguien todos los días que lo amo, que es mi esencia, que si él  lo desea yo lo voy a amar por siempre. Quisiera encontrar esa persona a quien pueda escuchar tal vez mil veces decir lo mismo, pero con admiración, como embobado, preguntándome cómo tuve yo la suerte de encontrar un ser así. Quizá le contestaría frases armadas, no sé, pero qué importa si con su sola presencia él sería las preguntas y respuestas.

Usted me pregunta qué deseo y no puedo menos que pensar en manos, hermosas manos de hombre. No quiero ojos, ni boca, ni color, ni años, ni peso y menos altura, solo manos. Prefiero imaginarlo, sentirlo. Caminando a mi lado solo necesito tomar sus manos ¿entiende? Todo lo demás sería superficial. Yo caminaría como quien luce una joya y él lo es en verdad. A su lado no podría sentir el suelo, ni el ruido, solo su presencia que cubre cada hueco que este ser casi vacío se empeñaría en exagerar para que él cada vez esté más en mi presencia, que sea mi gobierno. Mi amor sería mi país.

Deseo encontrarlo porque sé que él me busca a mí, quizá no lo sepa, pero percibe la necesidad, lucha contra ese sentimiento de vacuidad y es lógico, si le falta una mitad. Va y viene, compra, hace, piensa y decide así y asá, pero la voz… esa voz, no la puede callar. Le pide a gritos por mí, que me busque, que no se deje estar, que la felicidad no es por ahí. Espero que lo pueda escuchar. En definitiva, lo que deseo es el  gran amor.

__ ¿Y para tomar?

__ Un café y un vaso de jugo de naranjas.

__ Enseguida señor.__ Pedro lo abrazó, él lo era todo, no estaba equivocado, al fin su sueño se había aclarado y cumplido.

__Papi, el Abu no sabe tampoco cuándo vuelve mamá _ dijo Dayana apesadumbrada.

__Está trabajando hijita, vayan con el abuelo que la pasarán mejor, ¿sí?

__ Por supuesto que sí, las llevo, y suerte hoy con… los casos _ dijo Orestes tomando a sus nietos de la mano, los llevaría a comer, de paseo, a juegos, quería mimarlos él esta vez__. Si regresarán tarde, avísame y  se quedan a dormir en casa, dale descanso a la nana _ofreció.

__ Orestes __ llamó Pedro luego de besar a sus hijos__ yo pasaré a verla y a llevarle provisiones, a Diego y a mí, nos atiende, te veré cuando regreses a los chicos, y te llamaré.

__Gracias.

__Igualmente abuelo,  papi ahora es el novio de Guille, dice que mamá ya no será su esposa, y así estamos mejor _ explicó Thomas__, ellos no discuten y nos tratan bien.

__Sí mi amor, lo sé, vamos de paseo ahora.

 

Cuando Orestes salió, Pedro se dejó caer con un sonoro suspiro, la esperanza bailó en sus pupilas cuando sus ojos dulces tropezaron con los de su amor.

__Fuerte como nos ven los chicos, pero hermoso al fin _ le dijo Guillermo abrazándolo__, tan chiquitos y sabios y el mío tan grande y rencoroso.

__Y eso que no sabe que vives conmigo, debes de hablar con él.

__No amor, es un hombre, es adulto, tus hijos son criaturas indefensas que tal vez nunca recuperen a la madre, aquel ¿qué puede reprocharme, qué quiere que le explique, que no deseo a las mujeres, que mi natural no es ese, que nací así, que si bien  nació de un accidente fue lo que más amé en la vida hasta encontrarte, que casarme con Ana fue por su bien y que no la engañé, que te encontré y que ya te amaba pues así venía siendo? no tengo por qué hacerlo, es grande, me conoce, debería poder entenderlo _ afirmó Guillermo__, y en cuanto a lo de Camila, tampoco pienso cargar con culpas ni las tienes vos, no quiso ver lo que tenía en su rostro. No quiso o no pudo ver nuestro amor.

__ Es fácil imaginar cada prohibición con ese gran eros, resistiéndose ante las caricias que dominan  un ser,  adhiriéndose a tu cuerpo con gran devoción, en el que el erotismo es también heroísmo volviéndose desafío ante el cúmulo de la pasión, nectario de miel, de veneno, ataque de la piel en la que se vuelve húmeda, ojos que se contraen, se pierden, que se cierran a lo más majestuoso,  entregarse en el sueño de amor ondulando como una corriente. Palidece tu voz, eres mi comunión ¡mi amante! Me encuentro absorbido en tu regazo, soy fiera del amor, manjar que te tienta, plácidamente te entrego mi carne,  tiempo de dejar que me ames sin condición, desplegamos nuestras alas en toda su extensión, ¡aire! Que el aire me falta, cuando tiemblas..., cuando callas, rompe mi inercia  de lo destinado, en la inquieta creación de fusionarnos, descubriendo la fragilidad poderosa que humanamente somos. Testimonios fehacientes, exorcizando nuestros demonios, acosándome con ternura, mojándome en el flujo de tus cascadas, que mis brazos sean los culpables, en constante explosión de nuestras alboradas, vuélveme loco a la espera de tu tacto, tengo ansias de sentir tus labios, al entreabrir la boca, deseando tus besos con resultados caóticos, te creo..., cuando tus murmullos me hablan de amor, desafiemos vientos y mares, callemos mil verdades, somos tan complicados como el verbo amar, la noche avanzará, los minutos, los segundos,  las horas nos arrastrarán, atesoro tus palabras puras, revelaciones en quien quiero morir.

Ven, asómate a la memoria de mi piel. Observa la mirada que vive  a centímetros de ti. Deja atrás el miedo y quédate  justo a la altura de tanto  como te ofrece este amor. Ven, baila conmigo muy lento,  con la música de nuestros cuerpos.  Al otro lado intento recordar  cómo comenzamos a recorrer la verdad  de sentirnos bien,  vámonos los dos  de esta tristeza, del gris que apaga el brillo de contar  nuestros pasos, no me importa  si es cielo o infierno lo que descubramos  a través de los sentimientos.  Ya soy tuyo a lo largo de la historia  que nos escribe. Ven, tengo ganas de verte, quiero tocarte y guardar tu imagen. Para acariciarte en mis sueños más atrevidos, paso mi mirada por todo tu cuerpo que va apareciendo poco a poco.

El caudal de los delirios, de goces al viento, centímetro a centímetro, en la urbe de mi cuerpo, te esperan insaciables mis caricias y mis besos, quiero respirarte, navegar ese océano, volviéndose locura, fantasías y deseos, pones el broche de tus ansias a mi tez abstracta, prisionero de mis sentidos, tienes el fuego que me debilita, me moldeas a tu gusto. Sé mi misterio despeinado, conquista, como si descubrieras un mundo sin igual. Con silencios, sin decir palabras, entra en mis tesoros, llévate mi perpetuidad,  resquebrájame entre tus brazos, te he de seducir, sabes tentar lo prohibido, sé perverso, erótico, sensual, elegante, dominante, sin prejuicios, sin tabúes ámame calmadamente en el gloria de la pasión. Excita mi carne, atrévete a surcar todos mis mares, se desbordaran nuestras alboradas en el cristal de las ganas. Siente el cielo en tus curvaturas, poséeme, quítame estas ganas, soy presa de tus mil encantos, mi  pudor ha caído al piso, la naturaleza exquisita de dos cuerpos ardientes enlazando todos los sentidos, hunde tu velero, déjame ser el que naufrague calmando mi voracidad, esta sed para de nuevo zarpar,  quemando mi piel, dejándome exhausto. Tortúrame, tú serás el único dueño de mi ser, mi caballero galante, mi orgullo en trizas derrocas, me hipnotizas con tu sublime seducción, mis puntos débiles  gozan de ti.

Mis puntos fuertes los encallo en tu piel, yo solo quiero ser la esclavo de tu amor, no puedo negar este gusto por saciarme de ti, eres mi vicio más poderoso, la droga que recorre mis venas y quiere solo morir en tus labios, en tu boca que tanto me espera. Tú eres el encanto que cautivó mi alma...  Tú eres ese amor que mi corazón necesita para latir...

Cuántas veces ese deseo de besar tu boca. Sentir el dulce sabor de tus besos, ese cálido calor que sentía al rozar, tan solo rozarlos me  hacía vivir. Mi corazón palpitaba, mi pulso se aceleraba, sentía morir por ti. Así quisiera estar contigo siempre, envolverme en tus brazos, encadenarme a ti. Contemplar la luna que como mudo testigo nos brinde su magia para poder hacer de ese momento una eternidad, estar contigo solo contigo. Qué intenso sería ese momento, lograr detener el tiempo por amor… por ti. Tú eres mi sueño,  eres mi realidad, el fin de días oscuros de nubes cargadas de lágrimas, de fuertes vientos, de aires de soledad.

Relámpagos de melancolía que azotaban mis días… Llegará la calma, volverá a brillar el sol,  lo sé. Volveré a ver esa luz... tu luz que hace vibrar mi cuerpo, latir mi corazón, alegrar mi alma... Momentos que deseo en lo más profundo de mi corazón _ susurró Pedro__. Cómo añoro aquellos días y momentos en paz en Chile, de pronto estamos en medio de una tormenta feroz, solo tú me sostienes, no te vayas, no te alejes de mí, dale un poco de luz a esos sueños de soledad de mi alma... Alma que sueña con solo un roce de ti y de tu alma.

 

-Mi corazón se acelera, me vas matando voy cayendo. No eres un sueño que se escribe en letras, se ilumina al decirte que te quiero tocar. Te digo que te amo,  sin ti me moriría, ve con mis besos lo que estoy sintiendo.  Con las palabras de amor aprovecho para vaciar el agua de tu cuerpo,  caer como  el río furioso al mar. Mi amor te quiero decir no te preocupes, vente con tu agua bendita de mar. Estoy clavado ahogado en tu mar, me gusta demasiado amor.  Y quiero más, por favor,  no hablaré más,  solo quiero más. Quiero que me abraces muy fuerte, siento tu respiración,  te beso muy despacito.  Solo vivo para ti,  déjame decirte otra vez te amo, me voy y nadie me sacará de ti. Me pregunto  si existe algo más bello que tus ojos, algo más sensual que tu sonrisa, algo más dulce que tu mirada, algo más exquisito que tus labios, algo más hermoso que tu cabello, algo más divino  que tu rostro y creo que la respuesta es,  el afable, maravilloso corazón de oro que posees.

 

Vamos amor, no sabemos nada de esa criatura, solo espero que este desgraciado como siempre  no llame por unos días,  y me deje pensar en el otro __ le informó deshaciendo el abrazo.

 

__ ¿Me parece a mí o te cuesta menos perfilar al atacante de Camila que a este? _interrogó Guillermo.

__Es que lo dije sin pensar, pero empiezo a creer como cierta la teoría de que a Camila la viene siguiendo alguien que la conoce, quizá más que yo, y no deseo ir a verla, no soporto que ni pregunte por los chicos, que intente mostrar lo que no es, que se encierre en esa casa, le pediré a Diego que la acompañe, al menos por hoy.  __Marcó el número, puso altavoz, hizo el pedido al amigo__. Cuídala, necesito ver las cosas desde afuera, intento recordar rostros, nombres, pero si ves algo raro, o las cámaras lo muestran llámame de inmediato.

 

__Tranquilo, Pedro, sé cómo contener a Camila, ya lo hacía en Chile, es más, pienso trabajar desde su casa cuando pueda _le respondió__, ya sabes que la quiero mucho, de no ser gay  te la hubiera peleado, no es de extrañar que te confundieras con ella, es hermosa, pero sí, enferma.

__Diego, no dudes en que acá tienes una casa, es lo menos que puedo ofrecerte, o si necesitas a la niñera para los chicos,  o dejarlos acá, lo que sea, te mudaste por nosotros _ ofreció.

__Lo tendré en cuenta, lo de dejar a los chicos, lo de mudarme, sabes que desde que quedamos solos, y ustedes se vinieron no tenía a nadie en Chile, acá estaré mejor, y de verdad me alegro que al fin aun en medio de esto de Camila y de lo complejo del caso que llevas, puedas haber terminado con aquella tortura del sueño que tanto  te atormentó, y que descubrieras a ese hombre, que sin saber,  amabas desde siempre, que no era tu padre, les deseo lo mejor.

 

La punzada de celos que mantenía sin respiro a Guillermo se deshizo en las palabras que escuchó, en sus ojos bailó la ilusión, y en sus labios se pintó una sonrisa.

__Saludos, Diego, lo cuidaré con mi vida a tu amigo _ le lanzó Guillermo__, y cena con nosotros uno de estos días, como él te ha dicho esta casa es tuya, y de los chicos, claro, es más…  puede que te presente a un amigo. __Pensó en Miller y al oírlo quien lo dedujo y sonrió fue Pedro__. Ahora vamos por nuestro caso, pero no te cierres ni te aísles, acá tienes amigos y puedes volver a amar.

 

__Gracias, Guillermo, y gracias por estar junto a Pedro pese a todas las dificultades, lo liberaste __ le confesó sin reparos __. Pasando a otra cosa, ¿creen que la policía está cerca de atrapar a ese asesino serial que los llama?

__No, qué va, el asesino parece jugar con ellos, con sus descripciones parciales e intrigas, me gustaría  charlarlo contigo, no acierto con su perfil, se cree que por haber estado en la guerra puede ir ejecutando gente… si es que no miente en eso también, pero por otro lado, pareciera tomar sus víctimas al azar, es más creo que sí, que juega con todos, nos deja en espera, pero apostaría que tiene su listado completo desde hace tiempo, solo juega sus tiempos.

__Cuidado.

__Daniel y yo parecemos estar en un extremo de una cuerda, el tira y yo respondo, él llama y el periodista escribe, la distancia sigue siendo infinita.

__No __ repuso Diego__. Te equivocas. Con cada llamada, al haber dado con ustedes, con cada conversación estrecha los vínculos, al parecer solo con ustedes tres, y creo que la distancia disminuye.

__No tenemos miedo.

__Deberían, Pedro, y por los chicos, así como rodeaste a Camila de alarmas y sensores, hazlo allí, que Orestes lo haga.

__Estaremos bien, tu cuida de Camila,  mantenla entretenida, y cualquier cosa que sirva cuéntamelo_ pidió Pedro__, sospecho que el atacante estaba en ese congreso al que no debió ir, que incluso puede que sea un colega, era un congreso de psiquiatría, ella suele desafiarlos con temas que les hacen cosquillas, y no tengo que decirte que a los psiquiatras los psicólogos no les gustan demasiado, menos si es mujer. Puede que haya sido algo de eso, o alguien conocido con quien no he dado, o lo mismo en una persona, necesito pensar.

__

No se identificó a la mujer ni a la niña, sino hasta días después, no podíamos darle a la mujer asesinada ni un pasado ni un perfil, y con los días aumentaban los interrogantes.

 

__ ¿Qué relación pudo haber tenido con él? Sospecho que ninguna __ les hablaba  Pedro__. ¿Cuál sería su papel en el escenario simbólico de ese loco? Son tantas especulaciones que hacemos la muerte más importante que la vida… El asesino de los números, el asesino del teléfono, títulos sensacionalistas,  hasta reponen películas relacionadas, andamos haciendo preguntas en los barrios, le hacemos el juego que desea en realidad.

__ Sí _ dijo Daniel__, hablando de los vecinos, anduve por donde vivía esta mujer, han organizado zonas de patrullaje entre ellos, asociaciones vecinales. Asistí a una reunión del grupo civil, pusieron en duda los esfuerzos de la policía, y todos se preguntaban lo mismo ¿qué hacer? Y yo pensé nada, no podemos hacer nada…  más que esperar que se le antoje llamar, pero ya sabemos lo que viene tras cada llamado.

Hablaron vecinos, políticos, policías, y nada.

__A mí me detuvo una mujer _  reconoció Pedro __ Me preguntó si hablaba con él,  le dije que a veces.

 

“¿Por qué no le dice que deje de matar? ¿Por qué no hace que pare? __inquirió.

__Lo intentamos _ respondí.

__ Pues vuelvan a hacerlo __ gritó.

__ ¿Cómo? _le pregunté.

__! Dígale que lo esperamos, que no le tenemos miedo!”

 

__Pensé en lo simple que era todo. El miedo engendra esas reacciones básicas: el hombre amenazado responde con violencia, agresividad, se pavonea, la mujer, realista a su manera responde con angustia.

Pienso en lo que me dijo, vuelvan a intentarlo, ¿cómo podemos hacer eso? Por la cresta, ni siquiera doy con su perfil, ni sé si estuvo en la guerra, si lo que cuenta es su historia o fabula.

__Y ustedes no pasaron por la crisis de Malvárez contra un pibe que se presentó como el asesino, intentó describir que había matado a la mujer y  echado al río el arma, que  lo había hecho para sentirse importante saliendo en la prensa,  perjuró que había sido él, y por lógico era todo mentira. Ocho se presentaron en la semana diciendo que son los asesinos, que quieren descargar su culpa, pero no hacen más que hacerlos perder el tiempo, no cuentan ni con la personalidad ni con la información que tiene nuestro hombre, menos con el arma.

Le pedí que nos pasaran las fechas en que se alistó y en que se licenció en el ejército. Qué rango alcanzó, me prometió intentar dar con los datos, solo me preguntó si había vuelto a llamar_ informó Guillermo.

 

Sonó el teléfono en la redacción.

__Malvárez y Jésica _ dijo Daniel__, dicen que tienen los datos de la mujer y de la nena, nos esperan en un bar, vamos, temen que las paredes escuchen.

 

El bar estaba frente a tribunales, un sitio austero donde se centraban abogados, defensores, fiscales y detectives y hasta se soltaban insultos. La barra de caoba los reunía, las mesas a la tenue luz invitaba a reunirse, cuando entraron allí esperaban los detectives.

Pidieron unas cervezas, y esperaban los datos.

 

__Mierda… aquí lo tienen _ soltó Malvárez, mientras la chica seguía con la vista la mano del jefe que extrajo del bolsillo de la chaqueta un papel que puso sobre la mesa mientras los tres clavaron los ojos allí.

 

COMUNICADO DE PRENSA:

Abajo Se leían los datos de filiación, domicilio de la mujer de 29 años, y de la hija de 20 meses, que se encontraba estable internada en el hospital de niños… La investigación continúa.

__Esto no dice gran cosa  __ afirmó Guillermo quitándose las gafas__. ¿Cómo realizaron la identificación? ¿Cómo o por qué la eligió el asesino como cuarta víctima?

Pedro resopló con resignación, seguro de que no había un porqué.

__Esperábamos _ dijo el detective __, que a estas alturas ustedes que hablan con él tuvieran esos datos.

__No llamará hasta que Daniel publique sobre esto _ dijo Pedro__, y no tenemos idea de por qué la eligió ni cómo, él solo avisa y corta, luego desaparece un tiempo.

__Es obvio que usó un coche para llegar al sitio, a juzgar por los restos de comida y desperdicios tal vez pasaron allí la noche. No llevaba ningún documento encima, tampoco el bebé. Solo esta mañana una vecina ha llamado a la oficina porque la reconoció en las fotos de los diarios, no la había visto esta semana y estaba preocupada. Fuimos a verificar en el domicilio, el administrador nos dejó pasar al departamento, y apenas cruzar la puerta vimos una foto de la mujer y la nena, y no hay duda de que son ellas, será de un mes atrás.

__ ¿Quién es? _interrogó Pedro.

__Una mujer común_ respondió Santiago__. Acababa de divorciarse, es maestra pero estaba de vacaciones.

__ ¿El ex?

__ Es un  empresario, estaba de viaje, llegó ayer, se contactó de inmediato, reconoció el cuerpo, y cuando se recupere, y la nena tenga el alta se la llevará, al menos tiene un padre.

__ ¿Dónde está? _interrogó Daniel.

__Ya déjalo, ha tenido suficiente por estas horas, ya declaró con nosotros, pero te propongo que lo decida él, le daré tu número, si quiere prensa, te llamará.

__Okey, no quiero torturarlo, solo que por cómo se maneja este asesino, es importante la nota, solo entonces sale de la madriguera.

__ ¿Cómo se las llevó?

__Ni idea__ se resignó el detective__, nadie del complejo vio nada, nadie vio a extraños merodeando. Nada.

__ ¿Y los registros del ejército?

__Demorarán muchísimo, solicitamos los de una década, estamos hablando de miles de nombres…, además está el detalle del color de los ojos, si fuera cierto… Hay más  posibilidades de que se descubra algo acá antes, a menos de que él revele algo más.

__ Coincido con el psiquiatra que consulté _  informó Pedro__, en que él seguirá suministrando información, es como un juego para desafiarnos.

__Eso es lo que más me irrita__ masculló el detective__, hoy he decidido enviar a mi esposa y mis hijos a lo de mi suegra, tal vez cada uno debería hacer lo mismo con los suyos.

 

Pedro pensó ellos chicos, en Fabián, en Camila, ya los habían puesto bajo custodia y con medidas, solo esperaba que fuese suficiente.

__Salimos a interrogar por las calles, nadie dice nada _ dijo Malvárez__. A la oficina llaman cientos con pistas falsas, verificamos lo que sea y cada detalle y a hoy no tenemos nada.

__Algo aparecerá _ murmuró Guillermo pensativo.

__Sí, cuando el maldito deje el próximo cadáver en la entrada de la comisaría, al menos así tendríamos la primicia.

 

Al levantar la vita vieron a un hombre alto, que se les acercó con una copa en la mano, algo titubeante, era el esposo de la víctima, y Malvárez los presentó, y lo convenció de sentarse con ellos, más bien se dejó caer en la silla.

__ ¿Quiénes son los que hablan con el tipo? __interrogó aunque lo sabía paseó  la mirada por los tres.

__ La víctima era su esposa _  comenzó Pedro. __El hombre iba de traje formal mas este parecía colgar de sus hombros, como si él se hubiese empequeñecido__. Lo siento.

__No. No lo siente, ninguno de ustedes lo siente. __Los fulminó con la mirada__. No lo tomen a mal, pero ¿por qué habría de importarle a nadie?__Advirtieron la vista nublada__. Es curioso, hace tres meses, cuando terminábamos el divorcio peleábamos por todo, debo haber deseado su muerte cien veces… y ahora está muerta, y mi beba ni siquiera la recordará. __Miró a cada uno con ojos llorosos, luego se volvió a los policías__. Un cadáver más, uno del montón, ¿verdad?

Malvárez quiso protestar pero él continuó:

 

__No se enfaden. Ella no era alguien especial ya para mí, claro, no fue una pérdida terrible, ni para la beba que no la recordará. Solo otra víctima de asesinato. Oiga, si tienen algo de tiempo, tal vez alguna vez encuentren a ese tipo. Sé que tienen mejores cosas que hacer.__ Se puso de pie, la silla cayó hacia atrás, el estrépito atrajo miradas__. ¡No se levanten! _ exclamó__. No se esfuercen demasiado. Sigan con su pequeña investigación, y usted… con su articulito, nadie significa nada. __Dio media vuelta y con movimientos inseguros insultó a quienes lo miraban que quedaron atónitos, sus palabras quedaron flotando cuando huyó del lugar.

Daniel escribía, Guille pensaba, Pedro encontró la mirada del detective.

 

__! Tiéndale una trampa, Doctor! _ dijo abatido__. Piensen entre los tres, y háganlo.

Cuando salieron todos llevaban la imagen del exmarido, aturdido por su dolor y el de su hija, borracho, tambaleándose, amenazando al vacío en el bar.

 

Decidieron ir al departamento de la mujer, Daniel llamó a su fotógrafo. Los vecinos parecían resignados, habían estado con los detectives respondiendo preguntas similares, sabían  que la vecina era otra del asesino serial, decían que era amable y dulce, mas solo se ocupaba de ella y su hija, no tenía amigos, era callada, no recibía visitas, el flash resplandecía una y otra vez. El administrador corroboró que era callada, que pagaba el alquiler en término y nunca se quejaba de nada, no recibía hombres ni amigas, y  dio cinco minutos para entrar en la propiedad privada.

Parecíamos ladrones, ansiosos por robar un detalle, algo de sustancia para  que la mujer reviviera en páginas y videos. En una pared había una hilera de fotos de la mujer y su hija en un picnic, otras de la beba gateando, la madre meciéndola, otra con el esposo y más parientes sonrientes. El departamento tenía dos dormitorios inmaculados, de colores y encajes, un hogar femenino. Sobre la cuna colgaban animalitos de plástico, junto a la cama, un libro de autoayuda: “vive cada día como si fuese un reto”. En la cocina la nevera tenía leche y potes de comida preparada, un listín de una dieta. En la sala…  cintas, discos de fines de los sesenta, rock, cada cosa en su lugar, con muebles modernos pero no caros, y al momento percibieron las furgonetas de tv y se marcharon.

 

__Todas las víctimas gente común y corriente__murmuró Pedro en el coche. Salvo para quienes los conocen _. Daniel, la nota, ya tienes material, ahora sé  por qué ese malnacido ha esperado tanto para llamar, esperaba que la policía identificara a la víctima, vamos, ponte a la pc, y escribe, debe de salir en la mañana, necesitamos que llame, que hable.

 

Daniel perfiló la información de ella, de su domicilio, de los vecinos, el estado emocional del esposo, y datos objetivos del día… La policía sigue investigando cómo fue raptada y los motivos que lo condujeron al crimen. Por el momento él no ha vuelto a telefonear para exponer su versión, como ha hecho con cada víctima. Intercalaron fotos, citas del esposo y vecinos, los posters colgados en la pared que conducían al texto del libro.

El  jefe de Daniel aprobó la nota, les aconsejó tomar un respiro, mas todos se negaron.

 

__Llamará, en cuanto lea la nota llamará, a quién… dónde… no lo sabemos.

 Ninguno de ellos sabía que la policía recurriendo a un juez amigo, ex policía, había logrado conseguir la autorización para intervenir las líneas telefónicas, y la compañía había desarrollado un sistema lento pero preciso de rastreo de llamadas recibidas por un ordenador en su central, lo supieron después de boca de  Malvárez.

Pedro y Guillermo no sospecharon de un hombre bajito con especie de auriculares, era la escucha, detrás de ellos fue al sótano donde se encontraban las terminales telefónicas, tenía dos cables conectados a la terminal del teléfono de ellos y uno que lo comunicaba con la jefatura de policía. Otro hombre era el operador que comenzaría a introducir posibles centrales en el sistema informático hasta dar con la correcta, y todo era cuestión de que el ordenador comprobara todas las líneas abiertas a dicha central hasta encontrar la señal correcta.

 

 

__Los días nublados tienen otro color, su gris se mira con otros ojos, cada nube que va cubriendo el cielo es como un suave beso que se posa en el cuello, así se siente cuando dos corazones enamorados consumen un día de otoño y se espera que el plomizo firmamento en algún momento deje caer su velo hecho frías gotas de lluvia,  que al  sentirlas en el rostro o verlas caer por la ventana es como una caricia de amor que eriza la piel.

Las frías y pequeñas gotas que visten una tarde de fina lluvia ya no son como un velo en el rostro que esconde lágrimas de tristeza, sus gotas no son solitarios sonidos de campana en los paraguas… ahora son gotas que acarician aquel beso aun tibio en la mejilla, son humedad en los labios que llama a entregarse, un beso sabor a otoño cuando el paraguas es para dos.

Paso a paso es  avanzar entre un suave mar de hojas, los pies cortando el frío aire dejando tras los pasos un lento remolino que provoca el nacer de pequeñas olas amarillas… es un caminar distinto, es haciendo un camino cuando los pasos no son solitarios, cuando los pasos van unidos de un abrazo o tomados de la mano.

Sonidos de otoño que se anuncian como nostalgia, como soledad, pero aquella melodía que toca el viento con el instrumento de árboles, el sacudir de las ramas que como cuerdas tuercen el aire y provocan el caer de una amarilla lluvia, orquesta natural regalando a los oídos su música que enamora aun más los sentidos cuando el balcón es la cama, cuando son dos corazones de otoño al amor entregándose. _La nostalgia de Pedro como la ansiedad que le aleteaba en el pecho durante la cena y luego abrazados en el sofá eran palpables.

 

__Ya me conoces, me torturas con tu cuerpo. Pareciera absurdo, unas buenas ideas se activan en nuestras mentes.  Seguimos nuestra necesidad, es demasiado grande, todo me lleva a ti. Cada uno de tus rincones me atrae a ti, doy masaje en tu espalda. Oigo tu respiración,  te recuesto, te menciono,  eres mi necesidad yo estoy muy viejo ya. Tienes tantos rincones donde quiero perderme, besarte antes de apagar la luz y se te escapen los suspiros.  No entiendes que eres todo para mí, estas malditas ganas de ti que no puedo detener. Veo tu cuerpo comienzo a desnudarlo…  bello, lo vuelvo a ver amor,  es divino.  Corro por todo tu cuerpo encendido de pasión, me tienes en tus manos. Con besos cruzo tus  rincones y senderos, despierto tu cuerpo con mis besos. Tu piel arde, tu humedad y aroma llena el poco espacio para mí. Siento tu respiración, cómo va erizando mi piel, la pasas por todo mi cuerpo y me hace vibrar. Me voy cayendo lentamente, sin aire, sin aliento pido ver cómo te llevo al cielo.

 Tu mirada esconde la pasión, el tiempo pasa, nuestros cuerpos toman fuerzas en la oscuridad. Estoy dentro de ti, tus ojos me enloquecen, tendremos una noche llena de mucha pasión.  Tus labios hoy serán míos y tu aroma se quedará en mí. No lo puedes entender renazco en tu paraíso y todo sea por alcanzar el clímax, no hay que temer solo nuestros cuerpos agonizan por el amor. No tengas miedo tenemos algo nuevo para robarnos todas la caricias, deja que vaya preparando el lugar, no sé qué haría sin tu calor…  bésame.

Si escuchas las olas del mar, sé que piensas en mí,  si sientes el viento soplar  sé que piensas en mí… Si el sol te cobija al despertar, sé que piensas en mí,  si escuchas al ave trinar, sé que piensas en mí… Si miras el color de una flor,  sé que piensas en mí, si percibes del bosque su aroma, sé que piensas en mí… Si te impresiona el correr  del agua en un manantial, sé que piensas en mí, si ves un cervatillo saltar, sé que piensas en mí… Si ves al águila volar, sé que piensas en mí, y si en la cima lo ves descansar, sé que piensas en mí… Si te asombra un niño besar, sé que piensas en mí, si consuelas un hombre al llorar, sé que piensas en mí… Cuando miras el cielo y sus estrellas, sé que piensas en mí, y al agarrar tu almohada, seguirás pensando en mí… En tus sueños perdidos, sé que piensas en mí, y en tus encuentros prohibidos sé que piensas en mí… Si al caminar tropiezas con  una piedra, sé que piensas en mí, y al quitarla de tu camino, sé que pensaras en mí… Pero yo… yo pienso más en ti, porque formas parte  de mi maravilloso universo.

Y, sí, así será, cuando en un lento atardecer, te encuentre. Aprenderé allí a amarte, dejar de pensarte al nacer el amor y tenerte,  existía siempre en mi corazón enamorado el tibio sentir de amarte. Contigo, la noche vive en el mar profundo de tus ojos amantes. Dejaré de estrujar en mis brazos tu sombra y amaré tu piel de seda con mi cuerpo y el tuyo,  atrapados mis sentidos en dulces quimeras. Reviviré, entre el deseo y la ternura, en la miel de tus ojos. Una nube azul enturbia mis pupilas ante tu desnudez de un dios, siento correr en mi piel un torrente de sangre que me grita ansiosa. El suave aleteo de tus manos, se asientan tibias en mi cuerpo. Busco en tu cuerpo las sombras dulces, que sacuden mis letargos entre mi lujuria y tu pudor atrapados en locos latidos, amándonos. Yo ya no existo, porque sé que si te vas, no podré vivir sin ti. Eres lluvia en mi vida yerma, oasis dulce en mis desiertos secos,  brisa tibia que aviva mi fuego, amor sublime de mis otoños viejos.

Y, sí, así era nuestro prohibido amor,  hasta cuando en un lento atardecer para bien o para mal nos elegimos.

 

Era casi medianoche, cuando sonó el teléfono, por suerte Orestes no había devuelto a los niños, ya pensaban que sería mejor que estuviese con él, no dudaron de quién era.

 

__Ten cuidado __ advirtió Guillermo__, y pon altavoz, ya encendí la grabadora.

__ ¿Sí? _ contestó Pedro.

__Soy yo. Supongo que me esperaban.

-Sí, sabíamos que llamaría.

__Sí. __Su voz sonaba distante, imprecisa, como si pensara mientras hablaba__.Creo que sí. Así que era divorciada. Me dijo que su marido regresaría a casa y que debía estar allí para recibirlo. Casi todo el tiempo estuvo histérica, solo recobró los modales cuando lloró la beba.

 

En el sótano, el detective se puso rígido, escuchó segundos, marcó el número de la jefatura.

-Es él __ susurró __. Están hablando ahora.

 

Como siempre hablaba en tono sereno pausado.

__Ella fue la víctima más fácil de raptar. Solo tuve que observarla unos días para comprender su rutina. Era metódica, limpia, ordenada, recorría el mismo camino cada día, salía del departamento cuando a la tarde paseaba a la nena, y llegaba a la pista de tenis, allí fingí estar reparando mi coche, en un día tan claro que el sol parecía buscarme, ella se acercaba, notaba la tensión en mi boca, respiraba con miedo, nunca había trabajado a pleno día. Entonces llegó, me dedicó una sonrisa tímida y luminosa.

En la central el detective supervisaba el ordenador. Los detectives también esperaban en el coche patrulla el dato de la dirección.

 

__Ella no gritó al ver la automática. Se tapó la boca con la mano, pero no gritó. Le inculqué que subiera al coche con el bebé, lo repetí pues parecía aturdida, pero enseguida cooperó, levantó a la niña del cochecito y subió, ni tuve que tocarla. Plegué el cochecito, y arranqué.

__ ¿Por qué ella?

__Porque yo quería una madre y un bebé _ dijo__, creí que le había hablado de ellos doctor.  He visto fotos de bombardeos, y supongo que los niños siempre mueren, lo mismo que las madres, yo decidí ser diferente.

 

Esa mujer, no fue la primera madre que maté. Hubo otra que también llevaba un bebé, con igual actitud protectora y asustada. En Vietnam, como ya le he dicho, se produjo un accidente, y ella desempeñó un importante papel en él.

Entonces tomó aliento, una respiración rápida y corta.

 

En la central telefónica, el detective observaba al técnico introduciendo datos electrónicos.

__! Lo tengo! _ gritó el informático__. Centrales setenta y ocho en…

El detective llamó a la central de policía.

 

__No hablamos, ella estaba demasiado nerviosa, creo que temía que la violara, aunque intenté explicarle que no, no entendía _  siguió el asesino__, entonces le dije que alimentara a la bebé y le cambiara los pañales. Ya había construido el refugio para la niña que poco después se durmió. Ella pasó la noche con los ojos clavados en mí, yo había renunciado al intento de hablar con ella, me daba igual. Tenía las manos atadas, la hice apartarse de la niña, hasta el sitio donde la hallaron. Estaba inquieta, pero el pánico la dejó exhausta, de madrugada se durmió, y esperé hasta estar seguro de que ella no sentiría nada. El disparo ni siquiera despertó a la beba. Siguió durmiendo. __Eso es todo__añadió__. Estoy cansado.

 

__No se vaya_ exclamó Pedro.

__Volveré a  llamarlo. Más tarde.

__Quiero que nos veamos _  dijo ante el gesto de horror de Guillermo. Cara a cara.

__No sea ridículo_  espetó el asesino. Río brevemente y cortó.

Guillermo lo abrazó, y Pedro no pudo decirle que pensaba que era la única forma que creía de poder atraparlo.

 

Escóndeme entre la sombra de tus dedos, que yo te arroparé entre la comisura de mis labios, vísteme con el endocardio de tu corazón, que yo mimaré tu alma. Ríe con mis ocurrencias que de tu locura haré cosquillas  con tal de que no decaigas en el tono gris del desánimo. Eres la suma de todo el bien que me haces,  la multiplicación de los instantes que nos viven, el resultado de tocarte en la imposibilidad de lo cansado de la vida, pero vales la pena intentarlo en lo inconcluso de lo que no se puede concretar, pues ya no creo que amar (te) sea razonable con las palabras, por eso quiero descubrir una forma de amor para amarte sin razón, sin sentido, profundamente. Anoche soñé contigo... Anoche me perdí en tu ternura,  en el brillo de tu mirada  que irradiaba cual lucero en la madrugada, pude sentirte cerca de mí, después de tanto tiempo mi piel se embriagó en el aroma de un hombre. Mi alma se deslumbró en tu piel  y con tu aroma mi cuerpo se encendió, se perdieron mis dedos entre tus muslos  y  mis tetillas fueron tu refugio, pude sentirte tan cerca de mí, que me perdí entre tus brazos y nos llegó el ocaso acompañado de esa lluvia que empañaba el vidrio de la ventana que hay en mi habitación al juntar nuestra respiración.  La noche se volvió eterna,  pero incomparable... me quedé perplejo  al despertar y no encontrarte hubiese deseado que no solo fuera un sueño, le pido a la vida hacerlo realidad porque sé que no me defraudarías jamás. Anoche soñé contigo... al despertar me aferré a mi almohada,  escribí para ti porque ya no quise dormir sin sentirte a mi lado, el insomnio se adueñó de mí. Cierro mis ojos y aún puedo ver tus bonitos ojos.  Y ¿sabes? Te escucho sonreír.

__No soy un sueño __ afirmó Guillermo__, hace mucho que dejé de serlo, y no te dejaré ir a ninguna parte. __Lo miró y ser perdió en la miel de los ojos dulces.

 

Hazme el amor, con tu respeto. Con tu mano tomando de mi mano. Mírame con amor, y limpiarás el miedo de mis defectos.  Hazme el amor, cuidando de mi salud, como si de eso se tratara tu total plenitud. A la hora de probar bocado, espérame contigo al lado, para intercambiar completitud. Hazme el amor, a la mañana, con el sonido de tu voz, asomando los momentos.  Buenas noches, aunque sea durmiendo a mi lado, rodeando tu desnudez con mi cuerpo. Hazme el amor, apagando el frío, con el calor de tu alocado sistema de humor. Aunque enojado, me digas no te soporto, esperaré que vuelvas con tu perdón, y hazme el amor, que para ti no dejo orgullo, ni labios secos, ni muerta la habitación. Hazme el amor, bajo la ducha, vestidos de tú y yo, arrugados e imperfectos, desde niños o desde viejos. Hazme el amor, desde ahora, trotando por los caminos, cayendo y creciendo conmigo...,  contigo.  Después, habré dicho que no hubo un día ni una noche en los trescientos sesenta y cinco días del calendario, que no me hayas hecho el amor...  ¡y qué bien lo has hecho!

 

TRES MESES DESPUÉS.

Tres semanas antes…

Una especie de sierra se abría paso a través del tímpano en los oídos de Camila y se introducía en su cerebro. No sabía quién había conectado el taladro acústico que tocaba el punto del cerebro donde reside el miedo, tan temprano por la mañana ya estaba en pánico.

Desde que insistiera en vivir en esa casa no la había considerado especial, solo buscaba paz, y   poder demostrar a todos que saldría adelante, que no necesitaba de nadie más, y tal vez por ello era la única residencia aislada del barrio. Este consistía en encantadoras casas adosadas, hasta que Pedro y su padre la habían convertido en una fortaleza, la pequeña casa antes solo destacaba porque podía rodearse sin entrar al terreno del vecino, y el jardín albergaba a niños que corrían y jugaban en él, o cruzaban en carrera para llegar a la calle, antes, de haberse mudado antes de ese maldito congreso, la casa no sería esa fortaleza del hoy ni ella viviría en esa niebla del miedo. En la actualidad la cerca de madera había sido reemplazada por puntales metálicos grises electrificados anclados en la tierra.

Diego pensaba que tenía un miedo cerval a ese hombre que aquella noche en el hotel le había hecho cosas horrorosas, pero se equivocaba, claro que temía que pudiera volver, pero más se temía a ella misma.

Como psicóloga y con un marido psiquiatra conocía de memoria los síntomas de la paranoia y, la pseudología_ el estudio de las mentiras enfermizas_ era una de sus especialidades, había visto demasiados pacientes extraviados en sus alucinaciones y sabía cómo acababan, y peor, sabía cómo la paranoia se había iniciado en ellos, al igual que en su caso.

Con el agudo timbre aún resonando en los oídos, Camila avanzó sigilosamente hacia la puerta, pensando en por qué justo tenía visitas cuando Pedro se había marchado. No había retorno con él, no hablaban de ello, no podía con eso en su estado mas lo sabía con sus hijos y con Guillermo, ese maldito se lo había robado, aunque en verdad, no los quería a ninguno de los dos, si eran gay, ella merecía ser amada de verdad, pero no  se animaba a soltar a Pedro, él la cuidaba… a su manera la quería y la protegía, siempre la había salvado, desde aquella vez en Chile… aunque no esa noche en el hotel.

De momento tenía ganas de echarse a llorar, lo cual era su actividad favorita cuando quedaba sola, con el perro que le había pedido a Pedro, desde su nuevo peinado_ se llevó la mano al cuello, el cabello estaba renaciendo, al fin estaba creciendo, ese día lo había comprobado obsesivamente.

Se acercó a la pesada puerta de roble y abrió la cortinilla que cubría el cristal del tamaño de un platillo empotrado a la altura de los ojos.

En comparación con las mansiones de ese barrio elegante, su pequeño hogar parecía un tuder, menos, una caseta de perro con peldaños en la entrada, se encontraba en el centro de la rotonda de una calleja empedrada difícil de rodear para coches grandes. Vista de lejos, su casa encajaba muy bien, las anticuadas ventanas de marco de madera, el techo de tejas color arcilla y los escalones rojo pardos que conducían a la puerta, a través de la cual ella espiaba en ese momento.

Además de la cerca, entre las medidas de seguridad se encontraban, los sensores de cristales rotos, cerraduras electrónicas, detectores de movimiento en los techos, botón de emergencias que por si acaso estaba rozando, todo invisible desde afuera, ideado por su padre, instalado con Pedro.

Apenas eran las doce de mediodía de un día gris, nublado como su estado de ánimo__ el cielo cubierto de nubes grises parecía al alcance de su mano__, pero no llovía. Pudo distinguir al hombre tras la cerca claramente: tez morena, pelo corto, barriga, barba larga, aros, un hombretón de cien kilos.

“No es él, gracias a Dios”, pensó, y fue como si su alma se liberase de toneladas de peso. Ese maldito la había drogado, ella no había podido defenderse, por ello no le creían lo de la violación, hasta algunos insinuaban que ella había consentido, mas estaba paralizada, pero había observado el rostro, recordaba el olor, el asco del sabor le erizaba el vello del cuerpo. Recordando al hombre, pulsó el botón de apertura de la cerca y aguardó.

Alrededor de doscientas familias clase media alta tenían el hogar en ese barrio, una especie de comunidad en medio de la ciudad de millones de habitantes, con ventajas y desventajas de vivir en una aldea, se supone que todos saben todo de todos.

También el cartero.

__Buenos días, doctora __la saludó.

 

Ella había aguardado que subiera los escalones y solo entonces entreabrió la puerta, tanto como permitía el pestillo de metal.

 

__Lamento haberlo hecho esperar, estaba en la planta alta _ se disculpó Camila, había perdido la costumbre de hablar.

__No importa.

El hombre depositó un paquete en el escalón superior bajo el alero, y le entregó una galleta a su perro.

__ ¿Cómo se encuentra hoy, doctora? _quiso saber.

“Bien, acabo de tragar 6 miligramos de clonazepám, y respiré tres horas metida en una bolsa de papel, gracias.”

__Un poco mejor _mintió, con la sensación de que su intento de devolverle la sonrisa resultaba forzado.

 

El hombre era compasivo, y de vez en cuando  se dejaba caer con algún platillo preparado por su esposa, la veía en los huesos, y Pedro había dejado correr otros motivos para su estado, para que el vecindario no se excediera en cotilleos acerca de por qué la doctora de pronto no salía de la casa, solo recibía a su esposo, la suponían separada al menos y a su amigo, siempre andaba  en bata, y desatendía su consulta, Pedro había dejado correr que tras una grave intoxicación alimentaria, llevaba una dieta estricta, y había perdido varios kilos de peso, y que la enfermedad había afectado sus órganos al punto de haber sido internada. Cuando el rumor corrió, la intoxicación ya era un cáncer, pero era mejor que la gente creyera que había perdido el pelo a causa de una quimioterapia y no que conocieran la verdad.

¿Cómo habría alguien de creerle si ni Pedro la creía del todo? Él se esforzaba por ocultar sus dudas, y había realizado investigaciones, pero no descubrió nada que apoyara la versión de Camila sobre lo sucedido en ese hotel.

La habitación, el número por cábala no existía, pues significaba muerte, y que se había equivocado en cuanto al número de habitación, tampoco resultó útil, las supuestas habitaciones adyacentes habían sido reservadas por las vacaciones por dos familias, ninguna sufrió irrupción violenta o ataque alguno ni hallaron extraños retratos, y era lógico que todos dudaran de su cordura. ¿Cómo tomar a mal el escepticismo de Pedro? La historia no la creía ni ella. Una violación en una habitación de hotel que oficialmente no existía, y que unos momentos antes del hecho había sido registrada por ella a fondo…

Además ella afirmaba haber sido violada por un asesino serial sin rostro, que de hecho era conocido por rapar la cabeza de sus víctimas, todas ellas del ámbito de la prostitución, y ninguna había sobrevivido, otra de las marcas de la casa, asesinaba a señoritas Scort y prostitutas en hoteles vip, las asaltaba en habitaciones de hotel. Y solo la había dejado con vida a ella.

“¿Por qué?”

Por tanto siendo quien era y estando viva, era comprensible que la policía no adjudicara sus dichos a ese asesino, y debido a eso los colegas de Pedro la consideraban una chiflada, fabuladora, en brote sicótico alucinando esa noche, y en ese estado se habría automutilado e inventaba la historia de terror. Gracias a eso se había quitado de encima a la prensa.

 

__No lo esperaba _ le dijo abriendo la puerta.

Desde que no salía de la casa, Pedro la aprovisionaba de todo, ayudado por Diego, o ella pedía a domicilio, y ese día el hombre cargaba con pocos paquetes. Firmó el recibo de sus lentillas, se alegró de que la farmacia on line le hubiese enviado sus remedios, y el paquete de cartón mayor debería albergar un pijama abrigado, y por último la caja semanal de comestibles del supermercado on line.

Bebidas y todo lo que le faltara le era provisto por Pedro, pero verduras, lácteos, pan era mejor que no quedaran tirados en su coche.

Últimamente no se había ausentado, excepto ese fin de semana, no como aquella noche en que ese psicópata la había anestesiado, inmovilizado, quitado el pijama y violado.

En los últimos meses, Pedro había insistido en permanecer algunas noches con ella, había faltado a convenciones de perfiladores, pero ella se había negado, solo se arrepentía cuando las sombras ganaban su alma, pero no lo llamaría, menos a su padre, a veces sí acudía a Diego.

-Ve tranquilo, si algo pasa te llamo, estás a menos de una hora de casa __ le había dicho Camila a Pedro esa mañana cuando pasó corriendo, llevaba ese maldito caso que nunca resolvían con Guillermo, el de otro asesino, del cual también los cuidaba a todos__. Debo conseguir salir de este agujero sola, por mí misma, con algo de apoyo de Diego__ añadió confiando en que él se diera cuenta de que solo pronunciaba frases de manual en las que, una vez convertida en paciente, ella misma ya no creía desde hacía tiempo, y tampoco en la última mentira que le dijo a Pedro__: Me las arreglaré sola, descuida, ve a la convención, es cerca, es solo un fin  de semana.”

 

__Gracias_ dijo ahora tras recoger lo que el cartero le ofrecía y amontonarlo en el pasillo, pues no aceptó que él se lo llevara hasta la cocina.

__Casi lo olvido. ¿Podría aceptar este paquete que le envían a su vecino?

El hombre tomó un paquete del tamaño de una caja de zapatos del suelo.

__ ¿A mi vecino?

Las piernas empezaron a temblarle al tiempo que asimilaba las consecuencias del pedido, como el día en que aceptó los libros que llegaran para un médico, y pasó horas sentada temblando esperando a la visita no deseada, mientras sus manos se humedecían y la boca se secaba contaría los segundos hasta que aquello desapareciera de sus manos, de su casa.

Y pensar en ello no era lo peor, lo peor fue leer el nombre del destinatario que aparecía en la etiqueta del paquete

A lo mejor no  tendría problemas con ese objeto en su casa hasta que lo reclamaran como la otra vez, rompería su rutina, interrumpiría el transcurso de su día, la sumiría en la confusión, pero el paquete no era el problema. “El problema es el nombre.”

Ese nombre no existía.

   Con el pulso acelerado, releyó la etiqueta y quiso echarse a llorar.

Ese número se encontraba a su derecha,  a cuatro casas más abajo, pero allí, vivía una viejecita… completamente sola, conocía porque le había pedido hasta una lista a su padre de los apellidos de todos los vecinos de los alrededores, pero jamás había leído menos oído ese nombre y apellido, y su ignorancia dio alas a sus más oscuras fantasías, lo que la atemorizó tanto a punto de estar al borde del llanto.

 

__ ¿Quiere que acepte esto? _ preguntó Camila sin tocar el paquete envuelto en papel de estraza marrón, con bordes reforzados con tela adhesiva, unos cordeles en cruz en la parte delantera, y en el dorso, todo normal…  Excepto el nombre.

__Por favor _ Rogó el cartero, y acercó el bulto más__. Dejaré aviso al dueño, poniendo que puede recogerlo aquí.

__! No!

__ ¿Por qué? __ preguntó el hombre, desconcertado__. Es el reglamento para dejarlo seguro.

__Lo siento, pero no puedo…

__Por favor, doctora Moravia, mi turno termina en media hora, y por un tiempo, pues mi mujer sale de cuentas, me haría un gran favor, no hay nadie en la casa __  dijo__, en realidad no, está solo de cinco meses, pero me darán un cargo administrativo con mejor sueldo, y ya no la veré, lo lamento.

 

“Embarazada”, solo unos meses antes, había significado la esperanza de otro varón, de seguir junto a Pedro, hoy… luego de aquello, solo era un no nato, un sueño imposible.

__Me alegro _fue lo único que logró decir.

Antes hubiese sentido alegría, de hecho lo había sentido hasta con Dayana aunque todos pensaran que no la quería, no era así, ya su madre solo había podido tenerla a ella, y Camila había soñado con media docena de hijos, y desde esa noche, solo era una vagina lastimada, una mujer infértil, una que conocía el sabor del látex, y la sensación del acero vibrando en el cráneo rapado, aunque ni la policía le creyera.

__Espere un momento por favor __ le dijo dejando al perro en la entrada.

__No es necesario que me dé nada.

Una vez en la sala, Camila notó que tenía el paquete entre sus brazos, seguramente en su ensoñación lo había recibido, y ya estaba en casa. Lo dejó sobre el escritorio, y buscó unos billetes en el cajón para darle la propina al hombre,  estaban al fondo, tuvo que lidiar con biromes, post it, papeles, cartas, folletos de publicidad de lavadoras y…

Se quedó de piedra sosteniendo la hoja de publicidad en la mano.

Quiso apartar la mirada de la foto.

“¡Zummm…!”

Oyó el zumbido en la cabeza, notó la vibración en el cuero cabelludo, el picor, quiso rascarse pero no lo logró, como tampoco librarse del tornillo de banco que le inmovilizaba la cabeza y la obligaba a mantener la vista clavada en aquella hoja.

Pedro había descolgado todos los espejos para evitar que su  aspecto, sin su cabellera rubia le recordara siempre aquella noche. Todas las tijeras y afeitadoras habían sido eliminadas del baño, pero Pedro no pensó en un anuncio de un diario.

Afeitadoras con cuchillas… función de corte de cabello…

Camila oyó el suave crujido que precedía  el alud de sus pesadillas, justo antes de que rodara por la pendiente de su alma. Cerró los ojos y cuando cayó al suelo, se precipitó al abismo de sus recuerdos.

 

Actualidad.

 

__No vuelvas a decir eso, Pedro, nunca _lo amonestó Guillermo apretándolo contra él, al borde del llanto__. Nunca debí meterte en este maldito caso, si esto  sigue así, renunciaremos, nos iremos un tiempo de viaje, cualquier cosa.

 Pedro hizo una mueca.

__Tarde mi amor, ese tipo nos encontraría en cualquier parte.

__No es Dios, además déjalo en manos de la policía __ le recriminó.

__Ellos nunca lo atraparán, les dará una y mil pistas, no podrán, solo nos eligió a Daniel porque le da la publicidad a sus actos, y a nosotros, para mí perfilarlo es mi mayor desafío, quiere ver o demostrar que es más inteligente, más hábil, solo yo puedo encontrarlo, porque conozco su psiquis, Guille.

__Llegado ese momento, que espero que no, iré con vos, y la policía detrás.

__No amor__ continuó__, él lo sabría.

__Apártate, sigue al tipo que violentó a Camila, olvídate de este _ le rogó.

__No me soltará. __Pedro resopló y se dejó caer en el sofá, arrastrando a Guillermo que no lo soltó__, te prometo no hacer nada más que oírlo, de momento, espero que vuelva a llamar. Te amo demasiado como para causarte más dolor.

__Yo te metí en esto, yo te hice venir de Chile.

__Mis casos de allá no eran mejores, algo quizás,  no me hiciste venir, te recuerdo que fue Camila quien quiso seguirte, demostrar lo imposible, obvio yo no me negué, y jamás te dejaría solo en esto, vine para trabajar contigo.

Cuando se elige a alguien, se renuncia al resto en su momento  no sabiendo si nuestro amor es un secreto, o si el secreto  es que lo nuestro es amor; en este momento necesito un momento contigo a solas,  a oscuras, a desnudos, a gritos y a gemidos  porque no hay nada tan excitante como  un orgasmo en la madrugada estando muy lleno de conciencia tranquila. Sabiendo de lo vivido tú y yo en esa hora trece o ese ser de anoche trece,  en este momento no lo sé,  no fuimos novios, esposos o amantes; solamente seremos y fuimos esos deliciosos momentos robados a la felicidad de lo íntimo;  estando los dos juntos en alma y cuerpo, como seres humanos. No existiendo falta de tiempo, existe la falta de interés; porque cuando la gente realmente se quiere la madrugada se vuelve día, el martes se vuelve sábado y un momento  se vuelve oportunidad, donde el gemido engaña, pero en realidad; la humedad no engaña a nadie. Esos deseos de amarnos, con la pasión de mi deseo  al sentir el aroma íntimo en nuestras pieles, con el calor de nuestros cuerpos súper mojados, de lo mucho deseado; sin tener que arrepentirnos, de lo entregado mutuamente porque son semillas de grandes frutos románticos, después de estar vestidos de etiqueta. Quedando nuestras pieles marcadas, en ese fuego del deseo con amor siendo tan real como un suspiro, tan inmenso como el mar, ya no deseando que sea secreto lejano, solo quiero que sea ese amor que anhelamos los dos; en este hoy vivido, en esa viva madrugada excitante.

Ocurrió un día, así como ocurren los milagros, te tenía enfrente de mi cuerpo que temblaba sin saber el motivo, ocurrió vida mía lo que el destino guardó en los bolsillos de la vida, el encuentro de nuestros ojos que no podían parpadear para no borrar el momento, no podíamos respirar por si el aire empañara la imagen que nuestras almas buscaban en tantos años, nos fuimos acercando poquito a poco con cuidado y recelo para que la escena siguiera viva sin derrumbarse hasta que nuestros cuerpos fueran abrazados por el amor.

Podían mis pies sentir los latidos de la tierra, mi cuerpo podía sentir el calor del magma del volcán de la vida, así fue ese momento dulce que la vida escribió para nosotros, el encuentro en el aeropuerto de Chile, luego  de una voz al teléfono, y en medio del mundo solo fuimos tú y yo.

Y hoy,  lo que son las cosas, hoy, he puesto mi mano en la tierra y he sentido los latidos del amor, hoy, siento que quiero tenerte. Te amo.

 

El teléfono los hizo dar un respingo, pensaron en el asesino, y los sorprendió la voz de Malvárez.

 

__! Lo tenemos! _ exclamó eufórico.

__ ¿Qué?

__Rastrearon la llamada, estamos yendo tras él. __ Cortó.

Pedro negó con la cabeza, Guillermo le clavó la mirada.

_No lo van a encontrar _ le informó sereno___.  Lo sabe, lo supo, nunca lo van a atrapar, lo ha dicho miles de veces.

Guille, no estaba cansado, solo lo supo, y… por ello cortó la llamada. ¡Maldito!

El grito se perdió en la oscuridad silenciosa de la noche, la misma en la que navegaba la policía, hacia el sitio donde supuestamente hallarían al asesino de ojos… grises.

 

CONTINUARÁ.

HECHOS Y PERSONAJES SON FICTICIOS.

CUALQUIER PARECIDO CON LA REALIDAD ES COINCIDENCIA.

LENGUAJE ADULTO.

ESCENAS EXPLÍCITAS.