lunes, 31 de agosto de 2015

AMOR ETERNO. CAPÍTULO VEINTINUEVE.



 


AMOR ETERNO.

CAPÍTULO VEINTINUEVE.




Inglaterra, 28 de febrero de 1837.



___Peter nunca había estado en casa de la condesa, y apenas entrar le asombró el mal gusto en la decoración.

Los salones eran de estilo francés pero era obvio que de cada amante, Helena lograba regalos caros, porque todo estaba mezclado en el lugar,…, de aspecto y colorido recargado y estrafalario.
El mayordomo arqueó la ceja cuando Peter se presentó.


… Sí Sr., la condesa me avisó de su visita, me dijo que lo esperaba. Que tomarían algo en el salón privado en planta alta, venga que lo acompañaré.


___ A Peter se le agolpó el aire en la garganta y fue tras el mayordomo, mientras sus sentidos quedaron en alerta, al comprender la escasez de criados en la mansión, solamente vio al mayordomo y a una doncella que estaba en planta baja.

Al llegar, el salón privado no distaba en el aspecto y en el decorado de los salones que viera al entrar, y tamborileó inquieto los dedos sentándose en el sofá esperándola, pensando en lo importante que sería poder  obtener información acerca de Gregory.
La expectativa era grande como la inquietud de estar en el salón privado sin  haberlo hablado con Spencer, la cual se instaló en forma de roca en el estómago, mientras recorrió con la mirada las paredes del lugar, preguntándose cuándo aparecería la dichosa mujer.

La puerta del dormitorio estaba cerrada, y de súbito…. ruidos provenientes de allí lo hicieron ponerse de pie.
Eran sonidos extraños, como golpe de muebles, hasta un chasquido y un gemido ahogado que terminó por desbocar su corazón.
Helena podría haber caído o sentirse mal, y se acercó con cautela a la puerta de madera maciza, pero los ruidos habían cesado.

Llevado por la curiosidad, por la preocupación, y preparándose para la furia de la mujer, decidió comprobar si estaba realmente bien, tomó el picaporte de plata, y en un movimiento abrió.

Una exclamación ahogada quedó en la garganta, al ver a Helena desparramada en la inmensa cama, con los ojos abiertos sombríos, pálida como las mantas, y el cuello torcido hacia atrás y en un ángulo extraño, haciendo evidente que estaba roto.

Temblando, pensando que caería en el lugar, se acercó a ella, justo a tiempo de ver al agresor escapando por la puerta balcón, hacia la cual fue.
Era un hombre alto, corpulento, de pelo muy oscuro, y se estremeció por entero, pensando en el parecido que tenía con Spencer, en el odio de éste por la condesa, en la ansiedad de terminar con Gregory, pero en verdad no pudo ver el rostro,.., porque raudo el delincuente escapó oculto entre las plantas del jardín.

Las piernas se tornaron endebles, a punto de caer se tomó del poste de la cama, mirando a la condesa, mientras la respiración se le hizo irregular, forzada, entrecortada y difícil al ver los ojos cubiertos de terror mortal, la palidez, la falta de movimientos del pecho, el ángulo del cuello, y no dudó en que a la condesa, manos de un hombre fuerte acababan de romperle el cuello, y como evidencia de ellas comenzó a ver aparecer oscuros hematomas en la zona de compresión.

Los temblores se acentuaron por todos lados y se aferró con ahínco para no caer.

Habían asesinado a la condesa. ¿Por qué? ¿Quién? Un hombre corpulento de pelo negro como Spencer, y aunque todo el cuerpo se estremeció cual volcán en erupción, supo que éste no era un asesino, que jamás llegaría a matar, que además necesitaba viva a Helena.

Cuando apenas las piernas lo sostenían,…, un ruido le hizo volver la mirada y vio de pie, paralizado y atónito, a Spencer en el umbral de la puerta, pálido y asombrado como él.


… ¡Peter! ¿Qué sucedió aquí?


__ Pero a éste las fuerzas lo abandonaron, y la conciencia se fugó al tiempo que Spencer logró sostenerlo antes de la caída.


.. Vamos, tenemos que salir de acá, luego veremos qué hacer.



___ Spencer lo condujo por la escalera de servicio hacia la puerta de atrás de la casa, desde allí subieron al carruaje que esperaba y fueron con discreción a ordenar al cochero que estaba frente a la puerta principal, que regresara tras ellos.

Al fin, los dos se dejaron caer contra el respaldo de cuero del carruaje sin dar crédito a lo que acababa de suceder.



… ¿Cómo supiste que estaba allí?

__ Spencer miraba hacia afuera perdido, con el entrecejo fruncido, la mandíbula tensa y tardó en hacer regresar la atención a las palabras de Peter.



… No lo sabía. Vine sin planearlo a hablar con ella, para que declarara contra Gregory ante un tribunal, y al salir vi el carruaje, entonces regresé.
Ella había dado su palabra de confesar la verdad, pero ahora la mataron y ya poco importa.

 ¿Qué sucedió, Peter? ¿Qué hacías en casa de Helena?
… Ella me invitó a tomar algo el día de la fiesta, prometió hablarme de cómo Gregory se casó con Melany, pensé en poder obtener información, y entonces vine.
El mayordomo me condujo a sus habitaciones, dijo que me esperaba allí.
… Entonces, ¿te estaba esperando a vos? Pensé que esperaba a Gregory o a otro amante por la ausencia de criados.
.. Quizá intentaba seducirme, no se apartó de mí nunca desde que la conocí.
… Peter. ¿Cuándo harás caso a lo que te digo? Mil veces te advertí que no te acercaras a ella, que era peligrosa.
… No me quedaré quieto si puedo ayudarte, ya te lo he dicho.
… Continúa.
.. Estaba esperando en el salón privado y oí ruidos extraños en el dormitorio, abrí, y vi lo que tú, estaba muerta, y el hombre…
… ¿Qué? ¿Viste al asesino?
.. Sí, bueno el rostro no, pero lo vi.
.. ¿Y él a vos?
… Sí, creo que sí.



___Spencer se tensó en cada músculo y le espetó con furia:



…¡Maldita sea, Peter! ¿Te das cuenta de que ahora puede venir por vos? ¿Nunca harás caso en  no ponerte en riesgo?
.. Si puedo ayudarte, no. Y quizá ella iba a decirme algo importante.
Pero, ¿qué haré? No debí irme. El mayordomo me vio, debo denunciar el crimen.
… Está bien, no iba a dejarte allí, el asesino puede regresar, llegaremos a casa y llamaremos al comisario, dirás que te impresionó descubrir el cadáver, que saliste y denunciaste de inmediato. Y si alguien me vio que no creo, si el comisario no me relaciona o no estuvo involucrado con la muerte de mi padre, puedo declarar también.

¿Era Gregory?
… No. No era él. Era alguien,… parecido a ti.
… ¿No pensarás que yo la maté?
… Dije parecido, no que fueras tú, era grande, de hombros anchos, pelo más negro, el hombre que trabaja para Gregory seguramente.
… Era la única testigo válida que tenía, Peter, nadie puede creer que la quisiera muerta.



___ Fijó la mirada turbulenta, sombría, intensa en Peter al cual se le encogió el alma y una oleada de amargura lo envolvió al tomarle la mano y percibir la tensión y la frustración que lo dominó.
El color de los ojos se oscureció, sintiendo la derrota y el miedo.



.. El asesino te ha visto, ahora puede venir por vos, por los dos.
.. Tengo miedo por los dos, ¿qué haremos?
… Pondré vigilancia en la casa y cuando salgamos también.



___Peter se aferró a los brazos fuertes percibiendo el sufrimiento.


… Encontraremos la manera mi amor, no permitiré que te rindas, con un dolor persistente en el pecho y un nudo en la garganta.



__ Spencer lo miró penetrante, con ternura y le acarició la mejilla con los nudillos, cuando llegaron al fin a la mansión.

Cenaron en silencio, Spencer pensativo, con la mirada distante, más allá de la muerte reciente, y Peter sopesando las posibilidades del hombre que viera, de su identidad, concluyendo que sin dudas era el ex comisario amigo de Gregory, pero como siempre, no podía probarlo.

En las habitaciones se  desvistieron en silencio y se acurrucaron en la cama, Spencer en el mismo estado acariciando el pelo a Peter que lo miraba sin pausa, escudriñando sus emociones.



… ¿Sucede algo más que no sé?
… Sí. Está muriendo mi padre, el Duque.
… ¿Cómo?
… En la vida de Guillermo, está muriendo nuestro padre, él lo sabe, estuvo a su lado.
… ¿Lo mataron a su padre también allí?
… No amorcito, es complejo, allá no encarnó como padre, sino como un cliente pero se amaron como padre- hijo sin serlo ni saberlo. Lo fue a visitar, y lo supieron los dos. Ahora acaba de partir, de viejito, de muerte natural.
…. ¿Quieres ir a ver a Guillermo?
… No diablito, él lo sabía, estaba preparado. Necesito estar a tu lado para que no hagas más locuras como hoy.
… No fue una locura, ella me buscó, me invitó, y no podía dejar pasar la oportunidad de hablar sobre Gregory.
¿Crees que el comisario nos creyó?
… Espero que sí, investigará, el mayordomo mucho no debe haber visto, por donde entró y salió el asesino excepto vos, no creo que nadie lo viera.
Estamos casi en punto cero de nuevo. Excepto que…
… ¿Qué?
… Que mañana cuando regrese Anthony con los papeles de mi filiación, lo enfrente a Gregory con la verdad, lo haga estallar y quizá se pise,  en el peligro de poder llegar a perderlo todo, quizá intente…
… No. ¿Matarte?, ¿eso quieres para demostrar que es un asesino?, ¿provocarlo para que intente matarte? Te conozco, Spencer, no lo permitiré.
… Chsss. Ya precioso, está bien. Era una idea extremista. Ya pasó.
… Después el que hace locuras soy yo. Mira qué ocurrencia fantástica. Te recuerdo que tienes un esposo, y que eres el tutor de Gerard.
… Ya cielito, tranquilo, no lo haré por ahora, veremos qué sucede con la investigación, con Melany, ya pasó.



___ Spencer lo miró derritiéndose de ternura en la mirada de pánico y súplica que le acarició escaldándole la piel en su calidez, y sin dudas ni reparos supo que no quería morir, sino vivir por siempre amando a ese hombre, y a ello se dedicó, yendo a buscar los labios anhelantes trémulos que intentaron una protesta, pero ante la primera intrusión de los finos que los acariciaron en leve roce, se rindieron deponiendo armas para dejar ingresar a la lengua que fue a jugar con la propia en una danza húmeda erótica única de alientos y salivas, de agonías y renacer, de vida y de muerte en el hambre del ser, mientras las manos surcaron los cuerpos, con la maestría de cada vez y de siempre de arriba abajo y al revés, por los brazos, los costados, moldeando las caderas, modelando los glúteos, esculpiendo las cumbres, recorriendo el vientre, enroscándose en el vello, para continuar con la boca de uno y del otro… dejando las marcas de regueros y mordiscos desde los dedos de los pies hasta el regreso a morir en la garganta, mientras el sudor se mezcló envolviéndolos como las oleadas de placer y excitación, como las llamaradas de pasión que detonaron adentro y ascendieron fuera de ellos más allá del espacio, cuando rodaron y rodaron hasta quedar anclados al hundirse uno en el otro que lo albergó y cobijó sin dudas, sin temores, sin reparos, sin excusas, para sentir el palpitar, para abrazarlo y retenerlo fijo, para instarlo al vaivén sin fin, de embestidas miles más y más allá, y profundas, rápidas, precisas,  en sintonía de ritmo con el otro , en la misma cadencia de los besos, mientras el fuego se incrementó, el ascenso los agotó, el dolor los demolió y avistaron desde la cornisa, la oscuridad del abismo y hacia allí se dejaron ir al grito universal del mismo Amor.



Inglaterra, 01 de  marzo de 1837.




___ La noticia del asesinato de la condesa, se extendió sin remedio por toda la nobleza inglesa a velocidad del rayo y Den al leer el periódico lo arrojó con furia al tiempo que recibió un  mensaje no más halagüeño de Spencer y decidió que era momento de actuar en forma directa sobre Gregory, partiendo a casa de Spencer.



___ Mientras,… en el despacho de su  casa londinense, Gregory se paseaba con las manos en la espalda, cuando su hombre de confianza entró temblando como siempre ante su presencia.


.. ¿Lo hiciste? ¿La mataste?
… Está hecho Su Excelencia.
.. ¿Y nadie te ha visto como quedamos?
.. La seguí en estos días, anoche despejó la casa de criados, me pareció el mejor momento.
… Bien hecho. No esperaba menos de ti.
… No estaban los criados, pero alguien me vio, no la cara pero me vio de cerca.
… ¿Cómo?___ La furia de Gregory se disparó en la mirada y comenzó a perlarse en sudor que descendió por las sienes.

… El amigo español, ese Pedro que ha estado en el palacio con Spencer y Den, entró apenas terminé de matarla.
.. ¿Y qué hacía ese tipo en lo de Helena?
Seguramente la muy zorra lo llevaría a la cama, ahora que pienso… estuvieron hablando.
… No lo sé. Pero ese hombre ha estado preguntando con su hermano acerca de la muerte de su padre, algo sabe.
… ¡Imbécil! ¿Te das cuenta de que tu vida ahora no vale un penique?
… Ni la suya Su Excelencia.
… Mátalo.
.. Sr., son muchas muertes en poco tiempo.
… Dije que lo mates, ahora, o terminará denunciándote y tú en la horca.
Aunque matándolo nunca sabré qué pensaban hablar, pero no podemos arriesgarnos. Muerto no hablará, será cuestión de vigilar a Spencer y a Den. Mátalo.
… Está bien, lo haré.


___

… Den, primo, ¿qué sucede?
… Me harté, Spencer, esto tiene que terminar o la próxima muerte será la de Melany y no lo puedo permitir.
Tengo un plan y quiero ponerlos al tanto, sé que es arriesgado, pero a esta altura, todo lo es, estamos siendo seguidos seguramente, todos.



___ Por un instante Spencer sintió un dejo de entusiasmo que limpió la visión de nubarrones y Peter de esperanza y atentos escucharon a Den, bebiendo un licor frente a la chimenea, mientras éste desplegaba un plano en la mesa.


… ¿Qué es esto?
… Un depósito de un bodegón de la familia. No está lejos de acá.
… Creo que lo recuerdo, pero está abandonado. ¿Qué es lo que tienes in mente primo?
… Con la muerte de Helena, perdimos su confesión, ¿no es así?
Bueno, entonces lo único válido para el Tribunal siendo Gregory lo que aparenta ser sería...
… ¡No!, eres un genio Den. La propia confesión de Gregory.
… Exacto.
Pero no podemos fallar porque es nuestra última y única carta, tenemos que planificar las cosas muy bien. Trazar un plan y verlo mil veces antes de actuar.
… Es lo que dijeron Guille y Pedro.
… ¿Quiénes?
… Nada, no importa, ya te explicaremos, pensé que tenías sueños… déjalo por ahora.

… A ver, Spencer, tenemos que embaucarlo para hacerlo hablar, o sacarle de mentira verdad, o presionarlo con los papeles que te dan lo que te pertenece y desesperarlo.
… Pero nos matará a todos, Den.
… No si logro que un juez infiltrado en este lugar escuche todas las amenazas y demás que comience a proferir.
… ¿Un juez?
¿Y quién se prestaría a ir a un sitio así?
… Es amigo de mi padre, y no olvides que estamos hablando de asesinatos, del hurto de títulos nobiliarios y de filiación, Spencer ahora tiene muchas armas para mostrar, además de las pruebas anteriores y testigos que con la palabra de Gregory sí se sumarían para imputarlo.
… Me parece genial, arriesgado porque no irá solo, seguramente, pero supongo que es la única carta válida que tenemos, presionarlo y desesperarlo para que confiese.

Den, ¿tienes en claro que el éxito de esto  se encuentra en la presencia del magistrado, no? De no ir, Gregory y sus matones terminarán con todos nosotros sin dudarlo.
… Lo sé, para eso vine, a buscarte para que me acompañes a verlo, que te conozca antes. El comisario amigo también irá, el pobre ha hecho lo posible, pero no alcanza.
… Vamos, entonces, busco un abrigo y vamos ahora.
… Vamos.
…. Lo dije por Den y por mí, Peter, tú te quedas en la casa.
… ¡Spencer!
…. Dije que te quedas, y no se discute, es una decisión tomada.
 Te pones con Anthony a preparar y ordenar los papeles que trajo. Regresaré pronto, sin caritas ni sonrisas, ni nada.
… Está bien.
… No te  muevas de la casa, iré con Den a ver al juez y luego a almorzar para continuar dando forma al plan, ¿sí?
…Bueno, ya que me dejas acá, veré qué noticias tienen Anthony de Gerard y del casamiento, quizá todavía podamos estar allí.



___ Spencer partió con Den  y Peter en la sala junto a Anthony comenzó a ordenar los papeles que enviara Sarah.


… ¿Están todos bien?
… Sí milord, extrañándolos, sobretodo Gerard.
… Me imagino. Ojalá esto resulte así podremos regresar.
… ¿Cuándo es la boda, Anthony?
  Justamente, pensando en que puedan estar, pusieron fecha a fines de abril, el 21.
… Dios lo quiera.

… Lo siento, milord, charlando olvidé que al entrar me dieron un mensaje lacrado para Spencer.
… ¿Cómo?
… Sí, como salía lo dejé en el escritorio.
… Pero… Spencer puede demorar, y podría ser algo urgente. Tráelo, por favor.
… Enseguida milord.



___ Peter tembló pero en realidad si Spencer no regresaba, de acuerdo a la emergencia del mensaje, no esperaría a ello.


… Es éste.


___ Efectivamente era un sobre lacrado,…, Peter lo abrió y lo leyó.

… ¡Guau! Anthony.
… ¿Qué sucede milord?
… No tiene firma, dice ser un amigo que espera a Spencer en una dirección ahora, en media hora. Dice tener información sobre la participación de Gregory en el asesinato del padre.



___ Anthony y Peter se miraron, y supieron que no podrían esperar el regreso de Spencer.


… Milord, Spencer se enojará por esto.
… No podemos esperarlo, Anthony, el tiempo se termina, puede estar en peligro Melany, nosotros incluso, y si este hombre en verdad es testigo del asesinato del Duque y por dinero está dispuesto a declarar, no lo podemos perder.

Prepara el carruaje, estamos con el tiempo justo para llegar allí.
Iremos con los custodios por las dudas, avísales.

… Sí milord, esto podría ser una trampa.
… Lo sé.

Dejaré un mensaje a Spencer diciéndole adónde encontrarnos por si regresara a tiempo, espérame en el carruaje que ya salimos para allá.
… Sí milord. Ojalá esta vez obtengamos resultados.





CONTINUARÁ.





domingo, 30 de agosto de 2015

NAUFRAGIO, CAPÍTULO 56. DOBLE.

 


NAUFRAGIO.


CAPÍTULO 56.


 Bs. As., lunes 27 de diciembre de 2014.



----- Guillermo se dejó conducir al Delta por Orestes, con la mirada perdida en el río, la mente vagando sin rumbo, con una única imagen grabada  en el  ser, la sonrisa y la mirada de Pedro. La que viera en Palermo al abrir los ojos el 22 de octubre del año anterior y que le diera sentido y propósito a la vida de los dos.


… ¿Qué puede significar que dejaran el auto en el puerto, Orestes?
… Mucho o nada, puede que usaran  un yate para esconderlo en tanto llegue Miguel o que lo dejaran para desviar la atención a ello y esté muy cerca, en alguna casa de acá.
… Pedro, quizá esté cerca,… no. No lo está Orestes. Percibo que no está cerca de acá.
Se lo llevaron.
… Tranquilo, lo encontraremos, no le harán nada hasta que Miguel no dé la orden y él aún está acá, en su casa, en cuanto se mueva,…, Miller lo seguirá y nos llevará a Pedro.
… No conoces a Martín, estuvo desde verlo obsesionado con él, y Juan conmigo. Nos quieren separados más ellos dos que Miguel.
… Miguel lo sacó a Juan de la cárcel, Guillermo, le pagó la fianza, se convirtió en su abogado, para algo lo quería. Tiene mucho que ver en esto aunque estuviera en su casa como coartada para la familia.
… Pobres infelices, la madre y la esposa, sumisas, crédulas, desconociendo que viven con un ser abominable.

.. Bueno, llegamos. ¿Quieres que hable yo con María?
.. No, me corresponde a mí. Igualmente Alberto ya le debe haber contado.

¿Crees que llamarán? ¿Para qué? Si no quieren rescate, quieren hacerme daño, para eso lo único que podían hacer lo ejecutaron, tocar a mi hijo y a Pedro.
… Juan te debe querer a vos, y Miguel también, llamarán. De alguna manera querrán que vayas vos a rescatar a Pedro. Baja que entraré el coche y quiero hablar con los guardias.




___ Guillermo descendió del auto mirando el piso, con el alma en las manos, arrastrando los pies, sintiendo las piernas de un material gelatinoso que se negaba a avanzar, intentando que el aire ingresara a pulmones demasiado pequeños para albergarlo, y así no supo en qué momento estuvo en el vestíbulo, llorando en brazos de Alberto,…, mientras  detrás del telón alcanzó a vislumbrar la imagen desolada de María sostenida por Gaby y por Mirna, y secándose el rostro con las mangas de la camisa, con lágrimas que seguían rodando sin permiso, fue hacia la madre del hombre que amaba, que todo ya lo sabía.



… ¡Hijo!
… Lo siento María, no sé cómo se explica algo así.



___Desbordados por una represa vencida, con la visión nublada, Guillermo cobijó en sus brazos al ser que diera vida a Pedro como la totalidad  de las almas de Pedro y Manuel y Mirna se unió al abrazo.
Se obligó a tragar las lágrimas, y temblando habló, llevándolas a sentarse al sillón, mientras Gabriela les hacía café porque supuso que nadie dormiría esa noche.



… Guille, dame el celular, a ver si puedo arreglarlo.
.. Toma Alberto, gracias, lo tiré contra la pared, no lo creo.

Nos tendieron una trampa bien hecha. Seguramente encontraron el momento preciso, durante la feria judicial, con Fabi internado y Manuel de viaje, en medio de las fiestas de fin de año.
Me entretuvieron con un llamado falso en Clínica, Pedro no me encontró y seguramente le dijeron que me tenían secuestrado a mí o a ustedes para hacerlo salir como si nada pasara y subir a un coche que abandonaron en el puerto, no lejos de acá.

Las cámaras de seguridad de la salida de la Guardia muestran que salió con el enfermero falso que me llevó minutos antes a clínica, y cuando el guardia me contó que lo esperaba en el auto un colega, y escuchó algunas cosas que le dijo, supe quién era.
Se lo llevaron mi ex pareja Juan, y un ex residente que lo acosó cuando entró a la clínica e hice echar. Uno lo quiere a él, el otro a mí, y al parecer comandados por Miguel que supuestamente me debe querer hacer daño a mí  través de él.


… Hijo, otra vez ese hombre.
… Fuimos a la casa con Orestes y el degenerado estaba allí. Se quedó como coartada, seguramente, niega todo.
…¿Orestes, qué se hace?
…. María, el Fiscal que me acompañó está limpio, es nuevo, con él los íbamos a investigar. Está rastrillando la zona donde abandonaron el coche, allanando las casas del pibe, de Miguel, el estudio, interviniendo los teléfonos. Es de esperar que Miguel salga al punto de encuentro y nos lleve a ellos. Es cuestión de esperar un poco a ver qué se dispara primero.
También pueden llamar a Guillermo, si Miguel lo quiere a él, seguramente le pedirá que vaya solo, y lo seguiremos obviamente.
… ¿Y Fabi lo sabe?
.. No madre, vio a Pedro antes de esto, pasó buscándome, ahora dormía y no quise preocuparlo, ya tuvo bastante.

Gaby, si en un rato tuviéramos que salir por lo que dice Orestes, te pido que en la mañana le cuentes pero que lo tranquilices, no quiero que retroceda en su recuperación por esto.
… Sí, Guille, obvio, yo cuidaré de Fabián.
… Yo voy con ustedes Guille.
…. No, no Beto, necesito que te quedes cuidando a María y a Mirna, por favor. Nosotros  tendremos a toda la policía y la prefectura detrás. Necesito saber que ellas y los chicos están seguras.
.. Está bien. Pero manténganos informados por favor.
… ¿Quieren comer algo liviano?, seguramente la noche se extenderá.
… No Gaby, gracias, no podría pasar ni el agua. Yo almorcé, mi Pedrito ni siquiera eso porque estuvo en quirófano.



___ Mientras el llanto de Guillermo se correspondía con los temblores y la pesadez en el pecho de la angustia que le atenazaba, el teléfono sonó y corrió hacia él.


… ¡Hola! Amorcito, dime que sos vos.
…. ¡Hay, amorcito!, no degenerado puto, no soy tu amorcito.
… Miguel, sabía. Acá me tienes a mí, Pedro no tiene nada que ver. Llévame a mí, vos me quieres a mí.



___ Orestes le hizo señas de que lo entretuviera.


… Claro que te quiero a vos estúpido, los taraditos que se llevaron a tu noviecito piensan que se los repartirán, yo los quiero muertos, a los dos.
…. Degenerado, a Pedro no.
… Mira hermanito, mejor deja de insultar o el putito la pasará peor, y yo nada más quiero verlos sufrir cuando los vaya a matar, no antes, pero ya te dije, los otros dos quieren algo más.
… ¿Qué quieres degenerado?
… Muy mal lo que hiciste de ir a mi casa, pero bueno, por suerte mi madre y mi esposa me conocen y me valoran. En un rato recibirás instrucciones de cómo llegar al putito, pero más vale que antes te saques de encima al estúpido de Moravia  y a la policía,  me temo que de lo contrario no volverás a verlo.
… ¿Adónde está? ¿Qué hago?
¡Hola! ¡Ahhh, cortó! Tenías razón, los maneja él, dice que me libere de ustedes que me dará instrucciones.



___ El teléfono volvió a sonar y Guillermo con las vísceras convertidas en un amasijo,… retorcidas y doliendo de furia atendió a los gritos.


… ¿Qué quieres degenerado?
… Tranquilo, Guillermo, soy yo, Miller. Tenemos novedades. ¿Puedes poner altavoz para que escuche Moravia, está allí?
… Perdón, sí. ¿Qué sabes?

… Bueno, Miguel acaba de salir de la casa, estamos detrás, va con otro auto que lo sigue como custodia, están dando vueltas para desorientarnos, pero sospecho que quiere aprovechar la noche para encontrarse con los demás.
… ¿Adónde está exactamente así nos unimos a ustedes, José?
… No salió de la Panamericana todavía. Guillermo, sería conveniente que pensaras, a ver si puedes saber o recordar si tu padre o Miguel tienen alguna propiedad y dónde fuera de capital.
… No sé. Yo no supe nada de ellos.

… Bueno, lo otro, a Pedro se lo llevaron en barco, es casi seguro.
… ¿Cómo?
… La gente de prefectura con los datos de Martín localizó el barco que salió del puerto hace unas horas.

En el edificio donde vive el pibe, nos dijeron que tiene un barco anclado en el puerto deportivo, Y que lo vieron más temprano salir con un bolso, por lo cual todo hace pensar que fue por Pedro y que lo esperaron con Juan para llevarlo al puerto.

Allí nos dieron los datos del barco, y una persona al escuchar se acercó a contarnos que le llamó la atención la salida de tres hombres porque uno parecía inconciente.
.. No, Pedro. No.
… Tranquilo, es obvio que lo deben haber dormido de alguna manera al salir del centro para que no reconociera el lugar.

Subieron los tres solos al barco propiedad de Martín, no tiene al parecer propiedad alguna en el Delta y no sabemos en la Costa, pero si Miguel esta yendo por tierra, van a amarrar en algún sitio.
… La Costa…. Claro.
… ¿Qué sucede hijo?
… Hay pero qué pelotudo, ¿cómo no me acordé antes?
… Guillermo, ¿qué sucede?



___ Mientras,.. .estremecimientos y escalofríos que no podía ni siquiera ocultar para no preocupar a Camila, Manuel al fin obtuvo señal.


… ¿Y?
… Nada, Camila, nada. Pedro no responde, dice apagado o fuera del área de cobertura.
.. Pedro con el celular apagado siendo médico y con un hijo en mi panza es imposible.
… ¿Ves?, Algo pasa. El de Guillermo está mudo.
¡Mierda!
… Tranquilo amor, trata con mi papá, si algo sucedió lo deben haber llamando a él.
… Tienes razón, estoy tan nervioso que no pienso con claridad. Llama.
¡Orestes! Al fin.
… Manuel, querido.
… ¿Qué le pasó a Pedro?
… ¿Cómo sabes?
.. Lo sé, somos gemelos, ¿Qué sucedió?
.. Lo secuestraron, Manu.
… ¿Qué? Juan y Miguel, ¿ellos?
… Ellos y un tercero, Martín.
… El desgraciado que lo acosó en la clínica, lo sé todo, sí, lo supe, Dios, ¿qué se hace? ¿Y María?



___ Camila comenzó a llorar abrazada por Manuel, llevando instintivamente las manos a la panza como si pudiese así tranquilizar a José Thomas.



… Hijito, estamos todos en el Delta, estoy bien mi amor, tranquilo.
… Ya salimos de regreso.
.. No, Manuel espera. ¿Adónde estás más o menos?
.. Llegando a Santa Teresita, a esa altura más o menos pero navegando. ¿Por?
… No regreses,  te daré el número del Fiscal, José Miller, llámalo y dale tus coordenadas.

A Pedro lo tienen en un barco que salió del Delta, no sabemos adónde van todavía, pero puede ser interesante que estés en el mar, estamos siguiendo a Miguel en coche que seguramente nos dirá adónde va el barco. Quédate adonde estés.
… ¿Piensan que lo llevarán a la Costa?
… Sí, de ser el plan seguir en barco Miguel no estaría yendo en auto. Quédate allí Manu,  pasa las coordenadas y mantén contacto con el Fiscal. Con Guillermo iremos tras Miguel por tierra. Pon a salvo a Camila. Te mantendremos informados en cuanto prefectura localice el barco que es de Martín, entonces te diremos adónde están y hacia adónde se dirigen. Si los cercáramos por tierra intentarán escapar por mar.
… Espero entonces, en cinco llamo a Miller. Beso madre, tranquila, lo encontraremos, le devolveré a Pedro sano y salvo.
… Cuídate hijo, y a Camila.

___

… ¿Escuchaste José?
… Sí. Guillermo, confirmado, salgan ya si quieren acompañarnos porque solo no irás a ninguna parte, Miguel tomó la ruta dos, va a la Costa, sin dudas.
¿Qué decías recién?

… Hace años, antes de casarme, compré la casa adonde iban Manuel y Camila, para recordar a mi madre, en Santa Teresita. En uno de los viajes, encontré en la ruta a mi padre. Miguel era chico todavía pero ya sarcástico y malvado, y se burló de mí diciéndome que papá le había comprado una casa para el verano, en Pinamar, van hacia Pinamar, estoy seguro.
… Manuel está cerca entonces, ya mismo les digo a Prefectura y a él que se acerquen y ¿nunca fuiste?
… No, no conocí la casa, pero si llegamos allí, la policía sabrá, seguramente la conocen como la propiedad de los Graziani.
… Salimos tras ustedes, los alcanzaremos, amorcito ya estamos yendo, te están llevando hacia allí.

Espera Orestes, Juan, pero qué pelotudo, lo llamaré a Juan, no podrá disimular ante mí.



___ Guillermo sin aire, con el corazón latiendo desbocado tomó el teléfono de línea y llamó, y Juan no reconociendo número alguno atendió.



… ¡Hola! Miguel, ¿ Sos vos?
… Soy Guillermo, Juan.
… Guille, mi amor. ¿Adónde estás?
… Eso lo tendría que preguntar yo, ¿no crees?
… Guille, Pedro está bien, no le hemos hecho nada, no quise estar involucrado en esto,…, pero desde que me dejaste, perdí el rumbo, Miguel me metió en negocios sucios y ahora me amenaza con ello si no le hago caso.
… ¿Adónde están? Juan, sabes que la otra vez intenté salvarte de la cárcel, que valoro los años que me diste, la ayuda que me acogió cuando regresé del Naufragio, si me devuelves sano a Pedro, te prometo dejarlo y regresar a tu lado.
… ¿De verdad?
… Te lo juro. Quizá fue un error intentar un cambio de vida  a esta edad, luego de tantos años a tu lado e involucrar a Pedro en un mundo tan complicado como el mío, pero dime adónde lo tienen, o déjalo escapar.
… No puedo Guille, aunque quisiera, te juro que no podría. Martín está como loco y me mataría y además estamos…
… En un barco, ¿no es así?
No intentes negarlo, ya sabemos todo. Juan, aún estás a tiempo de no caer con ellos si ayudas a que Pedro escape. De lo contario, en poco tiempo los atraparán y no saldrás de la cárcel nunca más.
… No puedo hacer nada, Guille, aunque quisiera, te lo juro. Sabes que te amo y que por recuperarte daría mi vida, no quiero que le hagan nada a Pedro pero tampoco está en mis manos liberarlo. Lo siento.
Si sabes adónde estamos ven a buscarlo entonces, solamente vos puedes llevártelo.



___ Juan cortó y Guillermo les dio un abrazo a su madre y a María y salió  en busca del auto donde Orestes lo esperaba.


… Cuídense hijo.



___Océano Atlántico, lunes 27 de diciembre de 2014.




.. Pedro, no sé si me escuchas. Llamó Guillermo. Estás triste, te estamos truncando la posibilidad de formar una familia y te separamos de todos, créeme que no quisiera que te hagan daño, pero Miguel es impredecible y este pibe Martín está obsesionado con vos.



___ Pedro, escuchó a Juan como un eco lejano que comenzó a resonar en su confundida mente, apenas estaba regresando la conciencia de las partes de su cuerpo, sentía el dolor sobre la vena en el brazo, las piernas y las manos atadas, el frío y el rocío del agua helada habían sido desterradas por  un dolorimiento agudo en tobillos y muñecas que sintió atados, los brazos por detrás de la espalda, pero supo que ya no estaba en cubierta, aunque el mar seguía meciéndolo, las olas seguían golpeando afuera la embarcación y no había duda alguna que estaban navegando.


Solamente alcanzó a percibir que Juan nombró a Guillermo y con ello el corazón despertó con el alma y se desbocó de emoción y de miedo por lo que pudieran hacerle a su amor si venía a rescatarlo. Y casi en una plegaria lastimosa, en un lamento silencioso, rezó a su modo para que no lo hiciera, para que no volviera a caer en la trampa.


Loa párpados seguían pesando, la boca estaba seca y pastosa, y comprendió que algo la comprimía, sí, lo habían amordazado, como si pudiese gritar o alguien oírlo en medio del océano, las piernas ahora alternaban entre hormigueos y espasmos fibrilares de los músculos y creyó estar despertando de una anestesia suave, necesitaba hacerlo, desesperadamente necesitaba recuperar su fuerza para intentar liberarse solo, y escapar de allí, sobretodo de Martín, pero supo que todavía faltaba, que estaba bajo efectos residuales de lo que le hubiera inyectado, pero no pensaba  dar señales de vida hasta que no pudiese liberarse, al menos las manos para defenderse de Martín, ya que por lo que acababa de escuchar, Juan le daba más lástima que miedo.




… Che Juan, déjame solo un rato con mi amor, ya llegará el tuyo.
… No te hagas el loco con él Martín, déjalo en paz hasta que llegue Miguel.



___ Pedro comenzó a percibir la adrenalina al fin bullendo en las venas, alertando las terminales nerviosas, poniendo en marcha las defensas, crispando los sentidos.

Supo que Martín estaba más interesado en algo más trascendental para su futuro que lo que planeaba hacer Miguel con ellos. Las imágenes del acoso en la clínica perturbaron su mente, lo llenaron de inquietud y sintió de nuevo las manos tratando de acariciarlo como aquella única vez, y el asco subsiguiente. Estaba regresando gracias al rechazo que le generaba ese hombre dispuesto a cualquier cosa con tal de lanzar sus redes para atraparlo en sus  supuestos encantos.

Comenzó a mover los dedos de manos y pies desesperadamente,….mientras escuchó a Juan que salía a regañadientes, y el aliento cálido de Martín con su aroma nauseabundo muy cerca, demasiado cerca.



… Vamos amor mío, no te hagas el dormido, conmigo no. Vos y yo sabemos que no da con lo que te inyecté para que sigas con los ojitos cerrados.

La verdad es que me has hecho insumir un esfuerzo inusitado para conquistarte, no eludas lo evidente, no dilates la certeza de tu aceptación. Entiendo que te acostaras con Graziani, es el jefe, te convenía para trepar, pero ahora el hermano lo matará, no tiene sentido que sigas pensando en él en lugar de  dejar de esquivarme, de dejar que intimemos y suba al escalón siguiente al que dejamos.
Ese famoso novio en horas no existirá y lo que crees que es amor por él no será nada cuando hagas el amor conmigo. Siempre fui tu mejor candidato y te cegaste.


Pedro sollozaba y lloraba sangre hacia el interior, no podía aún articular palabras, pero segundo a segundo , con un lamento inconfesable de su alma llamaba a Guillermo, sentía su aroma, sus caricias, deseaba tenerlo cerca y acurrucarse en sus brazos, que llegara a buscarlo y lo hiciera suyo como siempre y más, para siempre.
Al cabo de no supo cuánto tiempo, lanzando ruegos mudos que aparentemente nadie escuchaba, dándose de lleno con la cruda realidad de estar allí solo, cerró los párpados con fuerza, intentando llevar su atención ayudado por la adrenalina del miedo y la furia, a recobrar las fuerzas para escapar antes que fuese tarde. Comprendió que clamar en lamentos sería inútil, Guillermo jamás podría escucharlo, menos imaginar adónde estaba cosa que ni él sabía, la realidad era que ahora los separaba un mundo, un abismo infinito que las almas podían salvar sin inconvenientes, pero la razón y el cuerpo no.

Estaba horrorizado, pero también furioso, y tenía que lograr que ganara la furia esa batalla. El miedo lo incapacitaba para actuar, lo paralizaba, lo debilitaba hasta hacerlo sentir como al niño atrapado que fue en Kenia, desbordado por el torbellino de reminiscencias de aquel horror junto a su padre y del actual lejos de su amor.
¡Cuán poco valía Martín para él desde siempre y ahora mucho más! Siempre lo vio como un egocéntrico cobarde, hipócrita, farsante, no sabiendo en qué recodo de su vida había perdido su dignidad, su hombría de bien.



___ En cubierta la tarde dio paso a la noche, que se fue tornando desapacible, taciturna como el ánimo de Pedro, mientras  el barco fue cubierto de nubes, la niebla lo fue envolviendo tornándolo casi invisible, y lleno de melancolía como estaban los tripulantes.



… No se ve nada Sr. Juan, estoy llevando el timón a ciegas.
… No entiendo nada de esto, lo hubieran pensado antes. Supongo que Martín sabrá qué hacer.



___El falso enfermero que no vieran  subir la gente de prefectura, se había adelantado y estaba al timón, era en ex enfermero, amigo de Martín, separado de la profesión por motivos similares



“…Guille, mi amor, me siento desolado sin ti, la nostalgia embarga mi ser, la pasión se adormeció, temo que evocarte en el recuerdo también se vaya diluyendo si esto se prolongara,.., hasta quedar encerrado lo que siento en un rincón apartado de mi alma, bajo llave, para siempre.”


___En tanto a Martín su miseria no le molestaba para nada, ese y así era él, y podría dejar volar sus alas hacia Pedro al fin, aunque tuviera minutos para hacerlo, y luego encontraría la manera de llevarlo con él. Su pérfida esencia podía manifestarse y eso lo llenaba de mayor excitación.
Observó hacia todos lados sintiendo que el barco se movía demasiado, que las olas parecían estar furiosas como el interior de Pedro, …., anhelante, con los ojos lanzando chispas de deseo en la visión de Pedro que estaba aún mojado y con el cuerpo esculpido demarcado bajo la ropa así, y la impaciencia bombeó la sangre a su virilidad.

Pedro sentía como una daga que lo escarbaba internamente por la mirada que lo escudriñaba, no como la caricia que le daba Guillermo en ella, mientras Martín lo disfrutaba milímetro a milímetro perlado en sudor, apretando su deseo pulsando por escapar, repleto de lujuria, mezclada con una ira letal y corrosiva por el rechazo eterno de Pedro que podía percibir aunque ni siquiera abriera los ojos, o justamente en esa negación a tan solo mirarlo.

El silencio solamente se cortaba por los ruidos del afuera y la respiración agitada de Martín, mientras Pedro  iba siendo dominado por una febril impaciencia de salir de allí, una nostalgia incontenible de estar con Guillermo, un dolor agudo y lacerante invadiendo el alma y un deseo incontenible de llorar su soledad, sucumbiendo  ante el recuerdo de Guillermo en peligro, separado de él, llenándose de sensaciones extremas, doblegado por el peso del desconsuelo, de la tristeza, sumergido en ella en profundos sollozos, añorando los labios finos, las manos fuertes, los brazos continentes, sin querer ni pensar su nombre ante ese hombre indigno, que quizá leyera sus pensamientos y los corrompiera pero sin poder no hundirse en el recuerdo de los momentos de amor con su hombre, abrazados, cuidándose, disfrutándose, perdidos en los mágicos recovecos del otro y del Amor.

Y sintió sus caricias escaldándole la piel, sus ardientes besos dibujando y moldeando sus labios, sus movimientos danzantes o salvajes en su interior, en perfecta armonía de ritmo con los suyos en la fusión absoluta, y en el recuerdo supo... que daría la vida por él… por Guillermo Graziani., su único Amor.


De pronto percibió que él le había devuelto las fuerzas que necesitaba, el motor para ponerse en marcha contra ese detestable hombre que despreció desde verlo, y su martirio de no tenerlo se disipó como las nubes cuando pasaban raudas arrastradas por el viento.



… Me cansaste Pedro, estás despierto, no soy estúpido,  no quiero violarte, quiero hacer el amor con un hombre lúcido.



___ Martín lo cacheteó y de pronto Pedro bramó abriendo los ojos cargados de odio,… mientras las manos esposadas detrás se retorcieron sangrando, y Martín aprovechó el momento de soledad para acometer lo que deseaba desde que lo había conocido en la clínica.


… Tranquilo bonito, estamos casi solos acá, Juan no va a interrumpir por tus quejas. Me hartó tu jueguito de seducirme  para irte con otro. Si hubieras venido a Boston, otra hubiese sido la historia, ahora estaríamos casados y trabajando allá. Pero no, te empeñaste en seducir al jefe, en sacarlo de su lugar junto a  Juan. Y arruinaste todo y a todos. Al fin no sos mejor que yo.



___ Pedro se retorcía y con las rodillas le pegó en el pecho intentando patearlo con todas las fuerzas que acababa de recuperar, pero no disponía de las manos, y Martín lo atrapó con su cuerpo, abofeteándolo con fuerza haciendo resonar el cerebro en el cráneo, pero al mover la cabeza, Pedro vio jeringas, la droga que le inyectara a centímetros, y notó en el pantalón de Martín el sonido de llaves que en la excitación de intentar desabotonárselo para violarlo no vio que cayeron en la cama.


Una intrépida idea dominó la mente, pero era la única que podía ejecutar o morir en el intento, y dulcificó la expresión del rostro mientras simuló contornearse para complacer a Martín, intentando desesperadamente llegar con las  manos al llavero, a las llaves que pudiera usar para liberar las manos.


Ladeó la cabeza para eludir que los labios se apropiaran de los suyos que tenían dueño, se arrastró, se retorció, se hundió y rodó  hasta,….., llegar a su fin, mientras Martín jadeaba sin ver por el telón de pasión en los ojos, intentando quitarse la ropa, sin enterarse de lo que Pedro estaba haciendo detrás.




Bs. AS. , lunes 27 de  diciembre de 2014.

Ruta Nacional número dos.



… No los veo Guillermo, no localizo a la policía. Tendrías que haberte quedado en el Delta.
… ¡Estás loco! No importa, mientras mantengamos contacto telefónico te agradeceré que aceleres sin tener en cuenta la vía, el zigzag o lo que sea para llegar, necesito entrar a Pinamar y ubicar la propiedad, es más, quizá podríamos llegar antes que Miguel, igualmente Miller llegará detrás.
… Es una locura, ¿trajiste arma vos?
… Mis manos, solo mis manos. Desde que pasó lo de Juan, la que tenía en mi despacho la descarté.
Acelera Orestes, tenemos que llegar a la casa antes que Miguel y que José. Esos dos maricones me entregarán a Pedro si lo logramos, no esperes a encontrarlos.


“___ La mente de Guillermo vagó a las palabras de Juan, y las sintió  como dagas retorciéndose en su corazón, vaticinando que no sería feliz con Pedro, que al fin él estaría esperándolo.
Aquella vez en que no lo entregó a la policía, cuando se quedaron a solas luego de sacar a Camila, él lo dejó desnudar su furia, desahogarla sintiéndose merecedor de ella. Dejó que le dolieran los golpes furiosos en el pecho una y otra vez.


… ¿Cómo pudiste?, maldito seas Guillermo. Cuarenta años te di. ¿Cómo has podido hacerme esto? ¿Cómo pretendes que siga viviendo?



___Y lo había dejado continuar hasta el agotamiento, hasta que los golpes, el llanto y las palabras se debilitaron,…., esbozando un lo siento, te ruego que entiendas que uno no elige de quién se enamora.


… ¿Cómo se entiende algo así? Recordando a Juan derrumbado en el sillón porque sus peores temores acababan de hacerse realidad, le estaba confirmando que no era una aventura más de tantas, que esa vez no regresaría a él.

… Juan, te juro que luché con todas mis fuerzas para no hacer este daño, a vos, a Ana y a tantos, no pensaba volver a verlo. Pero el destino nos unió.
… No digas estupideces. El destino no te obligó a acostarte con ese pendejo.
… No lo pude controlar, me necesitó y lo amo. Pero no tuve intención de herir a nadie, ni él, no mereces esto, lo sé.
… Claro que no lo merezco. Pasé mi vida con vos, puse en tus manos los sueños, los planes, las ilusiones, los miedos,….todo.
¿Qué se supone que tenía que hacer cuando me dejaste?.... sabiendo que te acuestas con Pedro, que dices amarlo a él, que por él sí te juegas a decir tu verdad a todos, que por él no te importa ni tu hijo.
… No mereces el daño que te estoy haciendo, nadie lo merece, pero sucedió, es así.
….No soy capaz de entenderlo, a mí siempre me escondiste, me diste un segundo plano o ni siquiera…
… En realidad es algo que no se puede explicar, Juan. Sucede o no sucede. Peor sería que te lo hubiera ocultado, que mantuviese la mentira a tu lado, que dejara que me hicieras el amor como la última vez…. mientras lo pienso y lo siento a Pedro, no mereces semejante humillación. No quise hacerte más daño.
… ¿Me estás apartando de tu vida?, ___, con los ojos colmados en lágrimas.
… Ya lo hice, Juan, mereces ser feliz, encontrar a quien te ame como yo nunca pude.


___Pero Juan se quedó en el momento, esperando un regreso… para recoger los pedazos del corazón que se había destrozado.”



… Guillermo, ¿qué te sucede?
.. Perdón.___ La culpa y los remordimientos lo hicieron sacudir la cabeza y tomar una bocanada de aire, hasta entender que no existían, que nadie había tenido  la culpa de nada, que el destino había trazado los caminos, que los cruzó más tarde, a Mirna con los Beggio, mientras él se aferraba a Juan, luego la irrupción de Pedro trayendo su Amor y a su madre, nadie había sido culpable.



___ El alma de Moravia se compungió ante el sonido de las palabras que parecieron salir de algún rincón perdido de los pensamientos, ante su agonía de creer que perdería a Pedro.
 Pudo sentir el sufrimiento que cargaba el alma de Guillermo y ver el Amor por otro hombre que tanto le costó al comienzo entender,… en su mirada, en el temblor de la voz, en la angustia agolpándose en lágrimas y se conmovió agradeciendo que Camila hubiera encontrado el mismo Amor en Manuel.



… Me dice José que pareciera que Miguel sospecha, porque está dando rodeos, y que el otro coche que lo sigue les dificulta la visión.
… Con más razón, tenemos que llegar nosotros, sabré llegar, necesito que no me falten dos miserables minutos en los cuales alguien despedace nuestro futuro con un disparo, con una violación. ___ Suspiró en la angustia y lloró hacia dentro pegando la nariz en la ventanilla salpicada de a ratos por sus lágrimas, sumido en el recuerdo, a la vez en el pánico al ver el auto zigzagueando peligrosamente, pero a la vez agradecido por ello, en un silencio denso que achicaba el ambiente y lo comprimía contra el asiento.




Bs. As., lunes 27 de diciembre de 2014.

 Océano Atlántico.



 ___ En el instante preciso, como dirigido por una fuerza superior, cuando la lengua de Martín comenzó a surcar la piel inocente, Pedro abrió las esposas y con ellas puestas aún estiró la mano,…, con un dejo de terror y toda la ira logró inyectar el líquido en el cuello de Martín que se apartó atónito, a medida que su cuerpo fue recibiendo la misma droga con la que lo dominara a Pedro en el auto para ejecutar su plan.


Casi igualmente perplejo quedó Pedro, cuando un movimiento del barco seguido de la entrada de Juan lo trajo a la realidad, y empujó el cuerpo de Martín del suyo colocándole las esposas que quitara de él.


.. ¿Qué hiciste?
… Lo  mismo que te haré a ti, Juan, si no dejas libre esa puerta y me dejas salir.
… Estamos perdidos, hay niebla, Martín era el único que sabía. Estábamos llegando a la Costa, y de pronto se difuminó.

No puedo dejarte ir, Pedro. Me quitaste a Guillermo, y además Miguel me mataría.
… No quiero hacerte daño, Juan, ___Pedro se acomodó la ropa. No te quité a Guillermo, las cosas fueron así, nunca tuviste su amor.
… No es así.
… Sí, Juan lo sabes. Sabes que jamás se jugó por ti, jamás dijo su verdad, ni hubiera dejado a Ana, menos le hubiese dicho algo a Fabián, ¿acaso eso era amor?



__ Pedro comenzó a acercarse, mirando atentamente el arma que tenía Juan, conservaba un resto de droga en la jeringa, las lágrimas formaron un telón que nubló la visión en Juan, que como aquella vez ante Camila, Manuel y Guillermo, como si lo hubiese inyectado aunque no lo hiciera, sintió que las piernas dejaban de sostenerlo, que las manos soltaron el arma, y se derrumbó de rodillas llorando su dolor y frustración allí, hacia el suelo del barco perdido en el mar.



… No podrás escapar. Terminarás naufragando.
… Puedo nadar, necesito salvar a Guillermo de Miguel, advertirle. ¿Cuál es la trampa Juan? ¿Adónde me llevaban para que Guille fuera?
¡Habla carajo!
¡Si tanto lo amas demuéstralo!
… A una casa que Miguel tiene en Pinamar, estábamos llegando, Miguel esperaría allí,…a vos y a Guillermo que lo debe estar siguiendo por la ruta.
…Hiciste lo correcto, avisaré en la costa que el barco está perdido, prefectura los ayudará.
… Pégame.
… ¿Qué?
… Que me duermas, o con eso como a Martín o con lo que sea, e intenta escapar nadando, no creo que puedas. Toma la radio, pide ayuda.
… Gracias, Juan. Lo siento. Tengo que salvar a Guillermo, es mío, es mi hombre y mi único Amor.



___ Un golpe seco con el arma que tomó del piso llevó a Juan al abismo, y quedó allí, sumido en la oscuridad, al tiempo que Pedro los miró y salió a cubierta, sin saber, que allí lo esperaba alguien más.


… Hola a todos, a quien pueda escuchar, Manuel, hermano, soy Pedro, Pedro Beggio, me secuestraron,…, estamos a la deriva, hay dos hombres en el camarote, estoy en…, cerca de la Costa de Pinamar, creo...

___Para cuando lo vio ya le estaba apuntando, dejó caer el arma y la radio, fingiendo sumisión, mientras el falso enfermero cuyo accionar él desconocía, se acercó despacio, y en un súbito arrebato de coraje y decisión Pedro se agachó pasando por debajo de los brazos y  se perfiló hacia el agua al tiempo que el enfermero disparó y se acercó a corroborar, que en la furia del mar, el cuerpo no pudiera reaparecer.




___ Mientras,… Manuel se  llevó las manos al pecho, Camila lo abrazó  y le besó las lágrimas que comenzó a derramar, al tiempo que Manuel se apartó para comunicarse con prefectura.



… Por favor, díganme que localizaron el barco, hace mucho ya que les dieron los datos.
¡Mierda, ya sé que hay niebla!, estoy navegando también.


___Camila lo miró buscando algo que pudiera serenarlo. ¿Qué había percibido ahora de Pedro?

Un estruendo de disparos los paralizó, y Manuel sintió proyectiles impactando en el pecho doblándose en dos como si hubieran sido disparados allí. El dolor todo lo ahogó, la gente de prefectura de las cercanías captaron desde la radio, y Manuel gritó tratando de encontrar alivio,…al aire y a Dios…. el nombre de Pedro.

En un hilo de voz, casi ordenó él.


… Avisen a Miller y busquen a fondo, mi hermano está muy cerca, está cerca…




Bs. AS., lunes 27 de diciembre de 2014.
Pinamar.




___ Guillermo se estremeció sin motivo y sin remedio sacudiéndose en el asiento, al tiempo que el auto chilló levantando polvareda al detenerse con brusquedad, frente a la central de Policía buscando la dirección que necesitaban.

Tras un instante eterno, temeroso, y vacilante,  esperó a que su ya considerado amigo más que Juez, bajara del coche a buscar la información, y regresó con ella y con la noticia de que la policía estaba avisada esperando a Miller que venía apenas detrás, pero ellos no esperaron, y fueron  hacia el lugar, al tiempo que Miguel dejando al otro auto en una calle, se escabulló por otra para marear a José que siguió al auto de atrás hasta que comprendió la maniobra y fue a la policía a preguntar.


___Guillermo abrió la puerta aspirando el aire de mar, que se le antojó de muerte y desolación, mientras escalofríos incontrolables lo dominaron por doquier, pese a lo cual descendió como apoyándose en el aire que lo podría conducir a un abismo sin fin, del cual no emergería jamás, si no había llegado a tiempo al lugar del martirio de su amor.

Y asombrado de que el cuerpo respondiera a un alma rota comenzó a caminar, deseando gritar al aire el dolor que se derramaba en sangre en el interior, pero ahora por más que lo intentó las lágrimas no  lograron salir.

Todo era silencio, el cielo comenzaba a llorar el mismo dolor, cuando elevó los ojos y vio la tormenta que antes  ni siquiera había podido vislumbrar, el sonido del mar era un eco lejano, y de pronto las pupilas se dilataron pero en la retina aparecieron grabadas las imágenes de Amor junto a Pedro, desde los besos en Palermo hasta el día anterior, y la angustia corrió aprisionando el pecho, impidiendo el ingreso del aire, pero se obligó a continuar, a acabar con el padecimiento de la duda, con Juan y Miguel, con Martín y con todo o dejarse morir ahogándose en el dolor de la pérdida de su único amor.



… Guillermo espera, no podemos entras solos, estamos desarmados.
… No me importa, Miller no tardará en llegar, pero... tal vez… Miguel aún no esté.


__Lograron subir  apoyándose en los árboles hasta trepar a la medianera para saltar al jardín, desde allí intentaron escuchar algo más allá del propio palpitar desbocado de miedo, pero no había luz alguna, tampoco sonidos,…, como si fuese el lugar equivocado, mientras el alma decía que no lo era.


Al llegar a la puerta de roble macizo, supieron que sería imposible de abrir, y entonces rodearon la casa, buscando alguna ventana accesible, alguna puerta de vidrio, algo que les permitiera ingresar, y cuando  los dos se asomaron, por las rendijas de una persiana que cubría un ventanal, desde atrás los  impactaron contra él, sintiendo en la nuca el contacto del metal, y la voz inconfundible del hermano que no debió ser.



… Buenas noches hermanito, ¡qué sorpresa! Mira vos, te viniste con el juez, pobre Camila, tendré que dejarla huérfana.
… ¡Hijo de puta! ¿Adónde está Pedro?
… ¿Qué sé yo? Tendría que estar acá, pero al parecer Martín y Juan decidieron otra cosa, o estarán dándose antes un festín con él, pero no te preocupes que tarde o temprano vendrán. Espero que temprano, porque mucho más vivo no te voy a mantener.

Vamos, caminen, que trajiste a toda la policía con vos, infeliz. No vamos a quedarnos a esperarlos acá.
Mira vos qué memoria tenías, venir justo a acordarte de esta casa, pero lamentablemente no tendremos tiempo para recorrerla, por tu culpa, estúpido, camina.




Bs. As., martes 28 de diciembre de 2014.
Océano Atlántico.


___Los minutos y horas transcurrieron sin descanso, Pedro nuevamente sintió el frío colándose por los poros, calando hasta la médula, estremecimientos generales, y otra vez pensó en si estaba muerto o dónde si no.

El agua lo acunaba por todos lados, y en gotas gruesas caía desde el cielo, y se transportó a Kenia, cuando alguna vez, navegando con su padre y Manuel, jugaban a echarse al otro mar y a hacerse los ahogados, sintiendo al otro  nadando para salvar al hermano en peligro, y luego el enojo del padre, diciéndoles que el mar majestuoso tenía la fuerza para hacer sucumbir a cualquiera, y que se le debía respetar y ser humilde ante él.

Pedro sonrió, deseando un abrazo de aquel padre que conociera antes de los golpes, el que lo esperó con Amor y ansiedad junto a María, el que los recibiera al nacer, el que los atendiera por igual cuando  comenzaron a caminar.

De pronto un dolor lacerante en el pecho lo trajo al mundo de regreso, supo que estaba vivo, sin duda alguna, y todo se agolpó en la mente… Martín casi desnudo intentando violarlo, lo que lo hizo desistir, el golpe a Juan, y su caída al agua cuando el disparo del desconocido le impactó.

Supo que nadó raudo con las piernas y el brazo que no dolía, que se defendió como aprendiera de niño en Kenia, que buscó la Costa por una eternidad, hasta que creyéndose morir, se colocó boca arriba acostándose en el agua, dejándose llevar… y recién ahora entreabría los ojos, podía respirar cuando las olas lo dejaban, toser le acentuaba un profundo dolor que supo que si no estuviera anestesiado por el agua helada del mar sería mayor, y a lo lejos alucinó con relámpagos de colores que se movían pareciendo acercarse a él.



“….Manuel, hermanito… ¿estarás por acá? Te estoy esperando. Te necesito para que me salves como en Kenia. No puedo seguir yo… Manu, ven.”

___Manuel escoltado por las embarcaciones de prefectura que ya habían avistado al barco de Martín, surcaba las aguas embravecidas por la tormenta, empapándose en cubierta, con luces insistentes y porfiadas, que se negaron a esperar  al sol o al menos al amanecer para buscar algo en el agua, que solamente Manuel presintió que podrían encontrar.



… Camila, mi amor, escúchame. Pedro está cerca, lo siento, lo sé. Necesito que te encierres en el camarote, no temas preciosa mía. Necesito buscar al papá de José Thomas. Lo traeré o lo llevaremos a la Costa donde habrá una ambulancia esperando.
Julián llevará el catamarán hacia allá, no te muevas hasta que no regrese  o envíe a tu papá.
… Manu,… ¿Qué harás?
… Buscar a Pedro, no temas, sé que  si salió de ese maldito barco está vivo en algún lugar. No hay mar ni océano que nos detenga.
… Pero si está…



___ Manuel la calló en un beso profundo, y la fue guiando a descender al camarote, al tiempo que desde la embarcación contigua comenzaron un juego de luces, y en medio de los colores y de la espuma de las olas que atontadas se estrellaban unas en otras, lo vio aparecer, ascender y descender, inerte, tenía que ser, era él.


… ¡Pedro, hermano, espérame, ya te vi,… ya llegué! ¡Resiste hermanito por Dios!



__ Y gritó por radio a Prefectura que  iba al rescate nadando, les dio las coordenadas exactas, dejó los instrumentos y se dejó caer, nadando con mayor bravura que el mar, de a ratos viendo a Pedro, en otros perdiéndolo para reencontrarlo después….





Bs. AS, martes 28 de diciembre de 2014.
Pinamar.



___José recorrió el mismo camino con sus hombres que rato antes Guillermo y Orestes, a golpes y con instrumentos especiales lograron allanar la propiedad, pero nada encontraron dentro, más que muebles cubiertos de mantas y silencio sepulcral.

… ¿Qué hacemos Sr.? No  hay rastros de nadie acá.
… Vamos por la parte de atrás, afuera está el coche de Moravia, deben estar cerca.
Que otro grupo busque el coche de Miguel. No está exactamente acá.
… Sr. de Prefectura, para Usted, parece que encontraron el barco y un cuerpo en el mar.
…¿Pedro Beggio?




___ Apenas a metros de donde José recibía noticias del barco, y del cuerpo en el mar, en una casa pequeña, cercana a la costa, que antaño usaran para resguardarse del sol o de tormentas imprevistas, a metros de la propiedad principal, apenas alumbrados por mortecinas velas, se encontraban Orestes y Guillermo, atados, contra unos postes de una pared de chapa muy cerca del mar.


Los ojos claros de Miguel recorrieron a Guillermo como aguijones que dolían al paso, mientra sonreía disfrutando el roce del revólver en el cuello, en la nuca, en las sienes, en el pecho, y Orestes observaba a su lado temblando.



… ¡Qué pena hermanito! Parece que tu putito novio naufragó, el barco que los traía se perdió.
… Estás mintiendo. Sos una basura, eso es mentira.
…. Es verdad, ___, volviéndose hacia sus hombres.__A ver muchachos, pongan en altavoz lo que dice prefectura en la zona, así mi hermanito escucha:



___ Las palabras golpearon como  disparadas por ametralladoras en el cuerpo y en el alma de Guillermo, que se sacudió convulsionando de dolor, desgarrándose en un grito a Dios que hizo retroceder asustado a Miguel, mientas sus hombres salieron de la casa.




… ¡Nooo! ¡Otro Naufragio, no!___ Ahora sí gritando todo el dolor del niño y del adulto, de las pérdidas de Mirna, de Graziani padre, y de Pedro en la misma grieta álmica, llorando el mismo líquido salado del mar que los arrebataba de su vida como si fuera un conjuro maldito echado al universo por los dioses o demonios de algún lugar.

… Y bueno hermanito, es la ley de las compensaciones. ¡Qué vas a hacer!  Tu noviecito te trajo a la mamita, y terminó tragado  él por el mar. Es Justicia.
… ¡Hijo de puta!
… Bueno, me cansé, con aquellos tres bajo el agua, la policía llegando, ni tiempo de disfrutar de tu sufrimiento puedo darme,  hasta acá llegaste Graziani: el mejor, el modelo, el que renegó de su apellido y de la profesión de su padre, del mismo viejo, el que se burló de mí desde que nací, el que humilló a mi madre, el preferido de  nuestro padre, el ¡puto!

Ve a reencontrarte con  tu novio,… ¡En el infierno! ¡Adiós!




___ A menos de cien metros cuando ya José y los suyos habían localizado la casa, ya reduciendo a los hombres de Miguel que intentaron huir, dos disparos los detuvieron en seco, y el Fiscal se sacudió de impotencia, pensando en los cuerpos inertes de Moravia y Graziani al entrar, y corriendo al fin entraron al lugar…






Guillermo y Orestes seguían contra la pared,…, atónitos, empapados, uno anegado enrojecido por el llanto, el otro pálido.

Miguel en el piso desangrándose  parecía mirarlos….y,… Juan Arismendi detrás dejándose esposar y quitar el arma de las manos por tercera vez,  llorando empapado la pérdida definitiva de su amor y de la propia vida cuyo rumbo no había podido mantener sin él.





UN DESTINO… UN AMOR… GUILLE Y PEDRO… PEDRO Y GUILLE…




CONTINUARÁ.