domingo, 29 de agosto de 2021

VECINOS CAPÍTULO SESENTA

 

VECINOS

CAPÍTULO SESENTA

 


La fuerza del amor de un hombre enamorado

depende de lo que sienta su corazón. “Montecristo”.

 

__ ¿Cómo puedes estar tan seguro de todo?

__¿Y vos cómo estuviste tan seguro de que yo era inocente de la muerte de los míos, cómo me amaste pese a saber de Juan, de mi adicción, y de todo y contra la vida de tristeza y de farsa que llevaba?

__Por amor, porque me enseñaste el placer con plumas, y  amar al tiempo que lo aprendías, nunca pude dudar de ti _ le confió__, menos separarme, aunque a veces le temía a tus juegos.

Años atrás…

Del otro lado de la puerta, Hannah había estado escuchando los alaridos, y cuando reinó el silencio, corrió hacia el teléfono… a informarle a Demetrio.

 

No alcanzó a oír el susurro final  de Diana.

“Del pasado solo queda… mi niño, el recuerdo de Pedro, mi único hijo, solo mío, mi… Pedro.”

 

Residencia de ancianos la Guarda, Vicente Landroy.

 

 Previos…

_ ¿Quién es Vicente?

__El hermano de la mujer de  Demetrio, si alguien sabe algo de todos… es él.

__No, Pedro, tu papá intentó matar a Diana, no puedo negártelo, Noelia manejaba a los hombres a su antojo, pero al fin creo que se arrepintió, y aquella noche en que tu madre huyó de la cabaña y cayó de la balsa, él le pegó a su amante, la pensó muerta, pero no fue así.

__Amor, déjame seguir__ lo retó Guillermo mientras los ojos de Fabián se abrían como ventanas y el corazón de Pedro saltaba en el pecho__. Y eso es así, pero encontró  el apellido de Alan, Hale… Alan Hale, que no es muy común __ continuó.

__ Nuestro hombre, uno, viejo, tenías razón.__ Fabián les giró la pc, los enfrentó a la pantalla__. Parke… Jefe de archivos, “Clínica  de Salud Mental Manos que Ofrendan”. Londres… Fotos, currículo, todo. Genio matemático,  maestro de análisis financiero, más veloz que una máquina de calcular o de recordar, más rápido que un buscador, etc. etc., graduado en administración de empresas, y por la fecha pareciera que luego de la muerte de Demetrio, trabajos previos… empresa de este en Londres, previo en Roma… es él, y en esta clínica…

__Foto que tiene este hombre, al parecer más o menos actual de la clínica, esperen, voy directamente a la clínica, acá, está todo, Director. Doctor Alan Hale, fallecido año 2002,  Director honorífico… __ Directora actual, licenciada en psicología clínica, Diana Beggio de Hale, año 2002 a la actualidad.__ Fabián miró a su padre, la tenía en pantalla en cientos de fotos, estaba viva, y era la propia imagen de Pedro, sus ojos, sus hoyuelos, sus labios… __. Pedro, está viva, puedes verla mañana mismo, es viuda,  es la directora de la clínica,  seguramente por Alan estudió psicología, es…

 

“El otoño de un hombre es una segunda primavera

cuando cada hoja es una flor.” Albert Camus.

“Hay amores tan bellos que justifican todas

las locuras que te hacen cometer”. Plutarco.

 

__ Voy hacer   el amor a tu cuerpo con el susurro de mi voz posando en tu piel el suave roce de mi mano y su calor,   con el aliento corriendo cual incendio rogando al ardor penetrar por tu alma, con la mirada sacando ese  rubor.  Te haré el amor lentamente y cada  pausa será ardiente,  voy a lamerte el corazón hasta que ese deseo deje verse al perderse por ese presente que represente,  si enciende o si pretende cuanto prende verme caliente y me pervierte. Hacerte lentamente el amor sacando el sabor que lega si todo tacto hace que ceda en la llama que me conceda, aun proceda en la fragua a la que sienta toda hoguera, si con ella gozo la fama que ese túnel reza  en su averno. El amor a mi manera, sellando en tu espalda un  grabado con ese agasajo igual que la seda,  si doblega cada poro  y con ello logro quiera sea la mano que mece tu cadera,  si así fuera como lo hiciera arderás  más cuanto te bese.  Hacerte el amor de tantas maneras que en cada una  vea el resplandor del sol en tus pupilas y la poesía que lleva a recorrer tu figura con esa caricia que se entrega  para que sean tus labios quienes cumplan  su condena.

El amor con mis palabras, con mi lengua dando guerra buscando esa culpa en cada peca donde no se contenga y cuando la prenda se sorprenda en cómo se me tienta si tu mirar es quien alienta a tener tan cerca el pecado.

Quiero descubrir el lenguaje que releve tus silencios, confiar en tus palabras sin sonrisas falsas y mentiras que atormenten mi suplicio, perturbado con cruel ira saber que  me amas y no me traicionas, sin lamentos. Tu belleza y tu lujuria, desbarrancan mi conciencia  y arde mi corazón perdido en tu primavera, rizos de miel y oro tu cabello, un sol que centellea tu boca, aliento y fuego enloquecen mis querencias. Y caminas desnudo, hermoso, soberbio y descarado sin pudor y sonriente, retozando entre mis anhelos, te rebujas en mi pelvis, te estremeces en el desvelo en la noche del goce, extasiado,  gimiendo penetrado.  Tanto te amo, solo verte y tenerte nada me importa, deleitas la gula de mis deseos,  ardiente y conmovida  mi alma acongojada te exige la verdad encarnecida de tu amor que me ahoga, sin tu misericordia.

Un bello  ser de avidez y avaricias satisfechas, me calcinaste con tu fuego de urgencias y arrebatos  y mi amor yace torturado entre la furia de tus gozos alma que vuela al viento y era cenizas, yerma y seca.

Ya satisfecho,  en el éxtasis final, te invade la pereza gemidos y placer, en tu boca fogosa, roja y caliente y embriagas gozando  mis simientes, lujuria es  tu cuerpo reposando en las sábanas de seda. Caminamos juntos, abrazados en la noche del pecado,  tus  laderas y tu belleza, con tu desparpajo irreverente, todos te miran insolentes, que tú intuyes  indiferente  esclavizando miradas codiciosas, en impúdico deseo.

Hermoso  mío que no solo  buscas los placeres carnales y no desdeñas al amor al gozo liberando crueles enconos  de alguna traición o un muy triste, doloroso abandono, la felicidad y amor  alimentarán  tus manantiales.

Amanece y hoy quiero escribir  en tu ardiente cuerpo, los más bellos   deseos con mis besos, para así poder describir el inmenso  placer que siento al saber que tú eres completamente mío. Hoy como la lluvia quiero ser parte de ti y como una tormenta de pasiones, recorrer tu cuerpo con mis caricias, mientras bebo el placer de tus mojados labios, por eso esta noche, como otras tantas noches,  solo quiero ser esclavo de tu cuerpo,  para así poder amarte infinitamente, porque añoro el aroma de tu piel y necesito de tus placenteros sabores,  para así satisfacer mis deseos,  cuando mis labios sedientos de pasión, se unan a los tuyos,  en ese beso desenfrenado para  así poder al fin ahogarme de placer en la hoguera de nuestra excitación y una vez más deambular  por ese cielo o infierno que es tu cuerpo, porque tú siempre has sido para mí, la atracción de lo indomable, lo imposible e inigualable, lo que me hace enloquecer de lujuria, porque tú eres mi cielo, pero definitivamente mi infierno…

Una vez más,  aquí estoy esperándote, mientras el cielo se va  tiñendo de naranja y rojo, y las olas del mar acarician  la ardiente arena,  mientras el viento encuentra la calma, dando paso así a un bello atardecer  y en ese preciso instante pienso en ti,  mientras entrecierro los ojos y cuando los vuelvo a abrir una tenue luz ilumina tu bella sonrisa,  lentamente te acercas a mí,  me abrazas  y tus labios se unen con los míos, somos dos enamorados  que mientras el sol se  oculta en el inmenso mar,  nosotros nos amamos,  por eso cada día elijo estar contigo, porque encuentro en tus ojos  y en tus labios,  esas palabras que hacen que se alimenten día tras día  mi deseos y mi amor por ti…

_Despierto pensándote y aunque sé que la vida no es más que un sueño, en este invierno repleto de aromas y colores, solo quiero que amanezcas conmigo, como lo haces en mis sueños. Otra noche ha llegado  y mientras el insomnio  parece ser mi acompañante,  te pienso, te deseo y te imagino,  las horas pasan  y el sueño al fin ha llegado, pero mientras duermo, sueño con contigo una vez más,  veo tu desnudez  y lentamente mis manos comienzan  a deslizarse por tu ardiente piel y siento en mis manos cómo  tu cuerpo comienza a encenderse, se erizan tus poros y yo empiezo a besar tus labios, bebiendo el néctar de ellos y sofocando tus gemidos, con mis labios  y libre de inhibiciones me pierdo,  en el vicio exquisito de poseerte, mas despierto sobresaltado  y totalmente empapado en sudor, sé que una vez más te he vuelto a soñar y solo pienso, que sería capaz de dar el resto de los días que me quedan de vida, por poder te tenerte aunque sea una noche conmigo. __ Eso pensaba cuando te ibas de la casa del Delta y hoy eres mi realidad amorcito.

 

__ Dejemos fluir el placer que funde nuestros cuerpos,  así amor mío, así solo siente el placer  que me provocas cuando acortamos la distancia  y juntando nuestros cuerpos,  vivo  nuestra felicidad. Tú eres mi cielo, no lo olvides jamás,  ven amor mío,  cierra la puerta  y abre tu corazón.  Yo sin ti no soy nada pero tú sin mí tampoco. Todos mis pensamientos son intensamente indecentes  cuando se trata de ti y de tu cuerpo y hoy solo quiero llevar a cabo todas mis fantasías,  que seas tú la carne de mis deseos,  deseos que desprenderé de mi alma en cada  uno de los roces de tu piel lasciva,  ese cuerpo que despierta en mí  los instintos más primarios del ser humano,  deseos de agarrarte y arrastrarte hasta mi  secreto y darte fuerte, duro por todas partes  sin miedo, sin piedad y sé que tú  también lo estás deseando con esa forma  de contonearte al pasar junto a mí,  desprendes feromonas cargadas de deseo  y más hoy con esa mirada como el fuego que arde,  esa que mirándome directamente a los ojos  atraviesa mi alma y solo  por haberte agarrado de la cadera. 

 

Subimos en el ascensor, al entrar en  la suite  le dije a  Pedro en chiste:

- Bueno este es mi piso, ponte cómodo mientras me cambio.

Lo escuché trasteando por la estancia  mientras que me daba una ducha  para entrar en calor pero mi sorpresa fue al darme la vuelta mientras me secaba la cabeza con una toalla, estaba desnudo  y él estaba junto a la puerta mirándome embobado,  hice como si no lo hubiese visto y continué secándome,  al mirar de nuevo ya no estaba, me puse un albornoz y fui  al vestidor a cambiarme, llevaba un rato sin escucharlo cuando  al entrar en el  cuarto lo vi, estaba desnudo sobre la cama,  me quedé mirándolo sin saber qué decir mientras  que mi  virilidad  ya lo apuntaba muy descaradamente. 

 

- ¿No me dijiste que me ponga cómodo? ¿Sirve así de cómodo?

- Ufff, lo cierto es que me parece estupendo.

Subí gateando a la cama besándole los pies, las piernas,  tobillos, al alcanzar sus rodillas se abrió más de piernas mostrándome un  mundo  de bosque, montes y fuente brillante, se veía su humedad aflorando, encharcando  el glande tan delicioso,  seguí subiendo lentamente, sentía su  respiración entrecortada más aun cuando besando sus  muslos subí por su pubis sin detenerme en su pene,  lo escuché protestar pero sin importarme sus réplicas le besé  los pezones  pasando mi lengua, los lamí y succioné  tirando de ellos mientras mis dedos acariciaban su  virilidad,  sentía cómo temblaba mientras mi dedo corazón y mi dedo anular  acariciaban  y lentamente los fui introduciendo  en el epicentro de  mis deseos, en su  entrada que estaba muy lubricada, mis dedos entraban y salían,  la palma de mi mano frotaba mientras mis dedos  se estiraban y encogían dentro de él, mientras él   me  daba placer lentamente yo le ofrecía mi  pene poniéndoselo  muy cerca de sus labios…  Abrió la boca y se lo tragó entero chupándomelo, lamiéndolo,  se lo tragaba entero mientras yo lo llevaba a las puertas  del orgasmo,  solo que al comenzar a sentir sus contracciones  paraba acariciando su cabeza con la otra mano tratando  de relajarlo y volviendo a la carga cuando sentía que estaba más relajado, así como tres o cuatro veces,  sentía cómo él  cada vez se enfurecía más apretando  mi  sexo entre sus labios, sentía su enfado en la última  vez que paré, sacando mi  pene de la boca y con los ojos  inyectados en sangre me digo:

-          Ya basta, me tienes a mil.

Sonriendo le di un beso y me situé entre sus piernas, volteándolo y comencé  a penetrarlo dándole unos caderazos, me enterré en lo más hondo,  sentía sus uñas en mi carne,  entraba de un golpe, salía lento y otra vez de un caderazo hasta el fondo,  estuvimos así más de un cuarto de hora después se puso  sobre mí y comenzó a penetrarme con sus manos en mi espalda  cabalgando como un centauro, era súper delicioso, sentía  sus nalgas  en mis manos, comenzó acelerar hasta  el estallido,  exprimía mi  pene,   exploté al mismo tiempo, fue delicioso sentir a ese  dios  sobre mí, su cuerpo sobre mí,  me encantaba verlo sudado y con esa cara de felicidad…  se tumbó sobre mí, nos besamos.

 

“Pedro, precioso, hoy es el día al fin… Pocos son los instantes y muchos los deseos, en los que nuestros cuerpos, se aman y se gozan, las miradas  se insinúan y acongojan por falta de tiempo, trabajo, y ajetreos. El anhelo del roce de nuestra piel, pausado, violado, solo por las prisas de este mundo cada día más complicado e infecundo, la luna de miel, es ya un sueño del pasado. Luchamos por nuestros amores como jabatos,  a pesar de la vida y de sus vanidades, venceremos cada día las dificultades, y haremos de los malos tiempos buenos ratos. Detendremos el tiempo con pasiones y gozos, haremos que el amor vuelva con sus sonrisas, que los mares nos rieguen con sus suaves brisas y sea nuestro lecho rosas y alborozos. Curación de amor… Dejaré que corra el tiempo, fascinado,  dejaré que llegue la noche, a deshora,  para que mi vista, arrobada ahora, no olvide mi sueño, enamorado.  Miraré tu rostro, allí en mi lecho,  tus ojazos abiertos al amor,  que guardan el tierno candor,  de los frescos y verdes helechos.  Tu ropa abierta, sensual y roja,  tu mirada clara, e ilusionada,  tu alma bella, que olvidada,  dejó atrás, atrás mi paradoja. Qué  belleza hay en mi vida,  tranquilidad, sin desconsuelo,  porque me llevaste  al mismo cielo, sanaste cada una de mis heridas, amaste a mis hijos, perdonaste mis errores, sanaste mi corazón de su herida. Quédate ahí, quieto, recostado,  deja que te mire  sin cansarme,  pues tanto costó  el enamorarme,  para que mi alma  esté hoy curada. Pago de amor. Déjame mirarte todo, déjame,  déjame admirar tus caminos a mis deseos, esos que por momento enturbian  mis sentidos, mis ansias de amarte;  déjame tocarte, déjame adorarte con esta mirada insolente   que te desviste hasta la mente,  y con el mismo corazón,  te hago… te hago el amor,  hasta quedar inconscientes.  Déjame bajar por tu espalda,  siguiendo el hilo divino  que crea el desatino  de un deseo que escalda;  dime ¿qué me falta  para lograr tu  eterno amor?,  dímelo,  para poder tomarme el vino  de tu sexo, ardiente, divino,  y robarme tu querer. Déjame mirarte todo,  déjame admirar tus  laderas,  las derechas y las zurdas,  déjame regalarte una oda,  te llevaré a la pagoda del deseo y el placer,  y solos los dos  disfrutaremos del amar,  hasta agotar  nuestros cuerpos  y luego volverlo… volverlo a hacer.

Yo sin ti no soy nada pero tú sin mí tampoco …  Todos mis pensamientos son intensamente indecentes  cuando se trata de ti y de tu cuerpo y hoy solo quiero llevar a cabo todas mis fantasías,  que seas tú la carne de mis deseos,  deseos que desprenderé de mi alma en cada  uno de los roces de tu piel lasciva,  ese cuerpo que despierta en mí  los instintos más primarios del ser humano,  deseos de agarrarte y arrastrarte hasta mi secreto  y  tomarte fuerte, duro por todas partes…   sin miedo, sin piedad y sé que tú  también lo estás deseando con esa forma  de contonearte al pasar junto a mí,  desprendes feromonas de hombre  fatal cargadas de deseo  y más hoy,  con esa mirada como el fuego que arde, con  esa,  que mirándome directamente a los ojos  has atravesado mi alma y solo  por haberte agarrado de la cadera.

Sabía que yo también te atraía  y no solo no te apartaste ni me partiste la cara  al inicio de todo,  que mirándome a los ojos vi  cómo mordías tu labio inferior  y eso me dio aun más fuerza para  acercarme a tu oído y decirte…  voy a arrancarte  toda la ropa porque tú eres mi mayor deseo y de hoy no pasa sin que fundamos nuestros cuerpos  en el mayor  desatino  de tu vida, hoy voy a  amarte hasta que caigamos rendidos en un sueño profundo pero al despertar volveré a  poseerte para que no olvides quién es tu dueño.

 Shhh… no digas nada  y dándote un beso firme fue  mi promesa, el beso más rico de mi existencia,  ese que siempre que te veía soñaba con darle, ese beso que vos  también deseabas,  si lo noté, noté cómo se aflojaban tus piernas  mientras mi mano traviesa se metía bajo tu bóxer y pude notar ese manantial en plena acción, el beso fue largo, más de  treinta segundos,  en el que nuestras lenguas ya comenzaron  su propia batalla buscando  proclamarme con el poder,  aunque tu batalla   ya estaba perdida …  Desde ese mismo instante ya fuiste mío,  mi mayor deseo, eres mi cárcel, aunque  tú no lo sabes  yo siempre fui prisionero de tu forma de caminar, del contoneo de tus caderas, tus miradas sexis  y de esos labios que nunca dejaré  de amar,  puede que mi dominación, esa forma  de ser tan severa ante ti tratando de dominarte  solamente sea una postura o quizá  sea nuestro juego de seducción,  lo cierto es que tú eres mío porque  deseaste que yo sea tuyo y lo sé,   pero lo cierto es que yo  sin ti no soy nada, pero tú sin mí tampoco,  somos tal para cual y qué más da si solo nos interesa a ti y a mí.  Con la fuerza interna, esa  fortaleza que sale del alma, la que nos empuja siempre  a avanzar sin rendimientos,  aun cuando parece  que estamos exhaustos, sin aliento  derrotados,  ese coraje  que sale del interior en  el momento que lo necesitamos  aunque parezca que  no podemos más…  Cuando a nuestros seres queridos  les  sucede algo malo y necesitan  de nuestra ayuda nos sale del interior  esa fuerza vital, cuando  aparece en nuestra vida el amor,  esa persona por la  que merece la pena luchar  a capa y espada sin tregua  sin descanso, esa lucha y perseverancia por conseguir el amor de la persona con  la que deseas compartir  tu vida se demuestra a diario con lucha, con perseverancia, siempre cortés, caballeroso,  esa demostración de amor y confianza  estando siempre a su lado, disponible para todo lo que desee, es la forma de demostrar  que eres suyo, romántico, fuerte y siempre a su lado luchando con la fuerza  de tu corazón…  Por eso precioso, hoy estaré allí, con ella, a tu lado, juntos a la par.”

 

“Clínica  de Salud Mental Manos que Ofrendan”

Londres.

 

__ Fabián Graziani, y papá Guillermo, ¿verdad? __ interrogó Diana afable.

__ Así es __ respondió Fabián sintiendo el rubor en las mejillas.

__ Asombroso, no suelo encontrarme con los papás que vienen a consulta con sus hijos, los felicito _ dijo Diana mirándolos directamente. ¿Adicto a qué Fabián?

__Bueno…, creo que luego de esto pensará que a la mentira __ se sinceró el muchacho __.Mire licenciada, si yo consumiera algo que no fuese café, mi padre ya me hubiera  asesinado.

__ ¡Hijo por Dios!

__A ver __ se impacientó Diana__, no estoy entendiendo demasiado, ¿qué te sucede exactamente Fabián? ¿En qué puedo ayudarlos? Miró a Guillermo.

__En verdad Diana, creo que nosotros deseamos ayudarla a usted, y a la persona que más amamos en el mundo _ convino Guillermo mirándola con ternura recordando su pasado__. Sé que la estamos poniendo nerviosa, pero créame que merece la pena, no encontramos mejor manera de hablar con usted que viniendo a consulta, no nos sucede nada… bueno, al menos nada grave.

Diana se puso de pie con expresión de disgusto.

__ Perdón señores, pero esto es un consultorio, los temas personales no acostumbro a tratarlos acá.

__Diana, por favor, solo unos minutos, y luego podrá decidir dónde seguir con esto _ le suplicó Guillermo, y ella volvió a su sillón, sin apartar la mirada.

__ Venimos de Roma, Diana, y conocemos el convento donde  usted vivió, su historia,  a su familia, todo, tal vez más que usted misma.

__ ¿Cómo? Por empezar no me gusta oír que me llamen Beggio, ese apellido no lo uso ya, el mío de soltera es Vicun o el de mi esposo, ¿cómo conocen el otro?

__Podría decirle que por internet, pero no sería la verdad, disculpe, pero creo que no renegaría del apellido de su hijo, ¿no es así?

__! Yo no tengo hijos! Mi marido murió, nos casamos mayores, no los tengo, ¿qué…?

__Diana, le hablo de Alberto Beggio, de su primer esposo, de quien está preso hace años por un crimen que no cometió.

__ ¿Alberto? Él murió… con su amante, ellos intentaron…

__ Asesinarla, sí, lo sabemos, pero no, él vive, y la amó siempre Diana, esa mala mujer lo dominó, lo incentivó a asesinarla, pero él no fue capaz, más allá de su arrojo de huir aquella noche al oírlos,  ella se suicidó en la cárcel, Alberto no ha cometido delito alguno, sin embargo está preso por su asesinato.

__ ¿Qué?

__Lo que oye, en el juicio  se la dio por muerta, y aunque nunca apareció su cuerpo porque usted estaba en el convento y sin memoria, ese maldito hombre, el mismo que quiso asesinarla cuando Alan la salvó, pagó porque lo condenaran _ confesó Guillermo ante el asombro de ella.

__ No lo sabía, nadie nunca me lo dijo… ¿Es usted su abogado?

__Soy abogado, pero argentino, acá no puedo ejercer, pero antes de dejar Roma contacté a un bufete para que tome el caso de Alberto, creo que ni usted querrá que siga allí siendo inocente _le confesó sin tapujos.

__ Claro que no, pero sigo sin entender qué hacen acá, cómo llegó a mi esposo, menos a mí, el porqué.

__Papá, habla de una vez _ pidió Fabián.

__Diana,  mi identidad y profesión son reales, soy gay, tengo dos hijos, esa mujercita preciosa que apenas la saludó se llama Malena, y Fabián. __ Diana reparó por primera vez en la condición de la nena, a decir verdad en su callada presencia y se conmovió al mirarla__. Yo era un hombre sin vida, un zombi, un ser adormecido que andaba como autómata, creo que sabe de qué le hablo _la miró__, hasta que apenas separado de la mamá de Fabián fui a vivir a un edificio, sencillo, humilde, y un vecino no me dejaba dormir, cada noche cuando yo malhumorado llegaba del estudio, tomaba su guitarra, y cantaba “horrible” pensaba yo, y un día lo enfrenté dispuesto a asesinarlo, y resultó ser que… me enamoré de él, que hoy es el hombre de mi vida, que vamos a casarnos, que es un ángel que me despertó de ese largo periodo de adormecimiento, que ama a mis hijos, y que está muy cerca de acá __ logró decir casi sin respirar--. El ser más honesto y puro que conozco.

__ Papá, dale, que ya ni yo soporto __ pidió Fabián.

__ ¿Qué y cómo supo de mí doctor? No creo que esté acá por ser gay, eso no es una enfermedad, al menos para mí _ le refutó.

__ Por mi vecino supe desde su nacimiento en Chile hasta su desaparición en Roma, luego, lo de acá,  por Alberto y el hermano de la mujer que le salvó la vida, mi vecino se llama Pedro, Diana, el amor de mi vida es Pedro, Pedro Beggio. Su hijo.

 

Diana se congeló, de a poco se puso de pie,  sin darse cuenta que silentes,  las atrevidas lágrimas resbalaban por las mejillas.

__ Como broma es de muy mal gusto, yo tuve un hijo que murió al nacer, el recuerdo de los meses en mi panza, el imaginar su carita mientras crecía… me ha sostenido en cada día, en cada minuto de cada año desde ese día, el peor de mi vida, y mi niño es lo más sagrado que tengo, aunque ni sepa dónde está su tumba… Fue lo primero que recordé, Pedro, lo elegimos con Alberto antes de concebirlo…

_Diana cómo cree que haría una broma con esto,  sus padres no la sacaron de Chile por la dictadura, eso fue solo una excusa, de hecho ellos regresaron, con documentos falsos por pasos disimulados, hasta con la ayuda de Alberto, ellos, no soportaban la… vergüenza de su embarazo, ni estaban dispuestos a dejarla casar con Alberto, la llevaron a Roma engañada solo para que tuviera a  su hijo, y abandonarla en el convento. Su madre era creo sumisa, le temía a su padre, él… era un monstruo, planeó todo desde el inicio, y cuando parió le mintieron, Pedro no murió, solo se lo arrebataron ellos, hay que agradecer que no lo vendieran creo, al menos decidieron criarlo como propio, le dieron el apellido, y les mintieron a usted y a Alberto, él acaba de conocerlo, hace días en Roma _  se sinceró Guillermo, mientras Diana se apoyó en los codos y ocultó el rostro entre las manos, las lágrimas caían en el escritorio.

 

__ Mi Pedro, Pedrito, murió, por eso enloquecí de dolor y perdí la memoria, y me dejaron encerrada, sí, luego Alberto me encontró, y nos casamos… Mi padre era un sádico, sí, mi madre una esclava,  y si me hubiera dejado con mi amor, quizás otra habría sido la historia, por allí hoy éramos una familia feliz, él destrozó el futuro de los tres __ borbotó las palabras como en trance, Fabián deseaba hablar, Guillermo le susurraba que la dejara, que estaba en shock.

 

__ Seguramente ellos huyeron hacia Argentina y le contaron parte de la historia y por eso me encontró, ¿verdad?

__No Diana, yo no los conocí, acabo de conocer a Alberto y Vicente, por ellos atamos retazos que nos faltaban, trabajamos meses desde Bs. As.  vía embajada y consulado desde la historia que ya muerto su padre, enferma su mamá ella le contó a Pedro. Él vivió hasta grande creyendo que era hijo de ellos, y luego con la terrible duda de que tal vez su abuelo fuese su padre, porque él… cayó en lo peor, con la pobreza, despojado de todo, sin tener que dar explicaciones a nadie alejado en un pueblo, fue presa del alcohol, de las drogas, de la perversión, y cuando su madre le dijo a Pedro la verdad temió que la hubiera violado, que Alberto no existiera. __ Diana elevó la mirada nublada por la cortina de lágrimas__. Ahora que habló con él se sacó ese peso de encima, aunque no logra quererlo como papá por lo que la hizo sufrir. Su madre le dio las partidas de nacimiento reales, documentos, álbumes,  sus fotos antes de morir, con ello Pedro viajó a Argentina, y allí comenzó a ser mi vecino. Daba clases de música para estudiar de noche abogacía, e intentaba ahorrar el dinero para buscarla, Diana, Pedro no murió y la ama.

__No, no puede ser, no… ¿Si lo que dice es cierto, al menos le dieron una buena vida a mi niño?

Guillermo tragó el nudo que se formó en la garganta, cómo contarle la tortura que  vivió Pedro con esos abuelos, su hija lo salvó de momento.

 

__Dianita, no llores. __ Malena silenciosa y guiándose por la voz había llegado a ella y con un pañuelo que le dio Guillermo intentó secar las lágrimas como antes le diera consuelo a Pedro__. Pedrito vive, y es el novio de mi papá, será mi papi también, él te ama, y cuando vio tu foto lloró, yo lo consolé.

Diana la miraba con dulzura y atónita.

__ ¿Puedo conocerte? Yo no veo __ aclaró la nena, pero lo leo todo con mis manos, puedo saber cómo eres, seguro que rubia, porque Pedrito era muy rubio de niñito y bonita. Él sigue siendo precioso aunque el cabello se oscureció un poco, seguramente como el tuyo.

 

Diana solo la miró, se conmovió hasta el alma mientras Malena  deslizó sus dedos delicados leyendo cada línea del rostro terminando de tomar la humedad, sonriendo, y en la dulzura de la niña, Diana encontró la paz.

 

__ Eres igual a Pedrito, Diana, solo que con cabello largo, pero él es precioso como tú _ afirmó la nena convencida.

__ Y tú eres un ángel, porque lograste que dejara de llorar __ le hizo saber__, ¿en verdad él está vivo y será tu papi?

__ Sí, créenos, y serás la suegra de papá, Pedrito mi otro papá porque yo perdí a mi mamá, y eso le dije para consolarlo, que te encontraríamos, y que él podría abrazarte __ le contó Malena y Diana volvió a llorar ahora de emoción.

 

__Mi Pedro, el primer recuerdo que tuve, cuando éramos novios con Alberto… decidimos que nuestro primer hijo llevaría solo un nombre, simple y bello, y entonces elegimos… Pedro, y en toda mi vida de recuerdos, creí que no vería su rostro, no sabía que se parecía a mí, nunca lo vi _ habló ella más para sí, sin notar la presencia de ese hijo añorado que había decidido que ya era hora de aparecer, y que con el rostro anegado al sentir ese amor por primera vez, avanzaba hacia ella.

 

__ Acá estoy, vivo, mírame mamá_ balbuceó entre lágrimas Pedro y el mundo se detuvo en el enlace de miradas, en el puente tendido entre las almas.

 

Guillermo contuvo el respiro, el aire no se movía, solo trepidaban almas y piel, cuando ellos quedaron congelados, solo Pedro y Diana hablaban siglos en esa mirada, los ojos corrían de un rasgo al otro, conociéndose, estudiándose, encontrándose, reconociéndose, mientras los pies no se movían, Diana solo había atinado a incorporarse, ninguno articulaba sonido, palabras y movimientos estaban  en el exilio, y solo las lágrimas en todos brotaban imprudentes y sin pedir permiso. Parecía una película muda, en cámara lenta, y la única que sonreía era Malena… todavía.

En un momento Pedro avanzó dos pasos, los pies pesaban como plomo, Guillermo reaccionó por la sincronía que los unía y supo que no podría solo, imaginó lo que él sentiría de haber tenido la oportunidad de un reencuentro con Bruno, si este hubiera sobrevivido, y entonces salió de la inmovilidad y se acercó a su amor, lo tomó de la mano, y Pedro entrelazó los dedos, se la aferró, agradeciendo ese apoyo, ese pilar que era su vecino, allí estaba como antes él en los peores momentos, y se dejó guiar hacia su madre sin apartar de ella la mirada, esa en la que leía un torrente de amor y ternura que había creído jamás podría conocer, el negado, el robado, años de emociones y sensaciones se reflejaban en los ojos claros que lo capturaban e impelían,  que lo ataban a ella y le permitían leer su alma, todo  un pasado de dolor y ausencia mas intuyendo un porvenir maravilloso. El corazón le resonaba en las sienes, parecía un tambor a punto de escapar del pecho, Guillermo sentía el temblor de la mano, el sudor frío en la palma, y lloraba a la par, ya hasta por la bella mejilla de Malena huían  las gotas intuyendo la emoción de todos.

Guillermo se detuvo, y sopesó si Pedro se sostendría solo, y en un momento sin darse cuenta ni cómo, vio los brazos esperando contener, los  de la madre amorosa y anhelante, y al instante siguiente sintió que caía uno en el abrazo del otro, como arrojándose desde una cornisa al vacío  sabiendo que estarían seguros, que las alas se desplegarían a tiempo y podrían volar sin morir, allí estaban  como deseando ser uno, fusionándose en el abrazo del hogar, apretujándose deseando ser un alma, compartir el dolor de años, y de todo lo desconocido y perdido hasta entonces, hasta que luego de instantes eternos con  el averno derruido, las dudas y miedos en fuga,  Diana  apartó el rostro y lo sostuvo entre sus manos, barriéndolo con la mirada con las lágrimas columpiándose en los párpados, en cada línea y rasgo, como estudiándolo, y al tiempo sabiendo que ese rostro la había acompañado cada minuto de su larga ausencia, aun cuando lo olvidara todo,  no a él, no a su Pedro,  alojado desde concebirlo en su alma y esencia, fuera de todo mal.

Reían y lloraban entre caricias y besos, apenas balbuceando el mamá, el hijo, los nombres.

 

__Hijo mío, mi adorado Pedro, estás vivo,  viniste a buscarme, supiste que siempre te amé, perdón __ balbuceó ella.__ Moría de amor por ese hijo, temiendo que el corazón le estallara por la velocidad con la que galopaba. El rostro lo decía todo, intentaba detener las lágrimas con estoicismo mas no triunfaba__. Déjame que te mire, hace tanto tiempo que falto de casa, perdón,  necesitas respuestas a una infinidad de preguntas y yo de ti mi cielo.

 

__ No. Nunca pidas perdón, todos deberían hacerlo menos tú __ afirmó Pedro de súbito dominado por la ira ante el recuerdo de sus abuelos, del engaño, del pasado__, nunca más pidas perdón.

__ Es que fui una ingenua, no supe imponerme a mi padre, defender mi amor, y luego darme cuenta del engaño que encerraba aquel viaje __ confesó sentándose y llevando a Pedro a su regazo.

 

__ Olvida ese infierno, madre, no quiero hablar de ellos ni del pasado, no hoy, hoy es nuestro y el mañana y para siempre, ya nada ni nadie volverá a separarnos. __Diana sonrió y de nuevo con la catarata de llanto nublándole la visión regresó a las caricias, y de súbito volvió la mirada hacia Guillermo y Fabián que abrazados los contemplaban expectantes.

__ Gracias yerno, gracias Fabián, por cuidarlo, gracias angelito _miró a Malena_ por amarlo, por haberlo regresado a mis brazos, por estar aquí _ la voz se diluyó en agua y sal, y Malena guiándose por ella llegó a madre e hijo abrazándose a las piernas, tratado de abarcarlos, y en esa contención coordinados Pedro y Diana se mantuvieron enlazados en la mirada,  y con un brazo,  mientras el otro lo usaron para contener contra ellos a esa nena, que parecía un nexo  celestial que se empeñaba en consolarlos y hacerlos reaccionar.

__ Nada que agradecer, Diana __ dijo recompuesto Guillermo__, Pedro es el hombre que amamos, él me dio la vida que había olvidado, como hoy a ti, a vos, él es sanador porque su ser pese a todo siempre fue puro, y sano, yo no hice más que caminar a su lado y empujarlo si las fuerzas no alcanzaban, pero él llegó a Buenos Aires solo con el propósito de recorrer el camino que fuere para hallarte __afirmó.

 

__ ¿Sigues torturando a tu novio con el canto amor mío?_ le preguntó la madre acariciándole el rostro apartando mechones de cabello rebelde__.  ¿Sabes que yo amaba cantar allá en Chile?

__ Sí, la abuela me contó, lo heredé de ti, pero ahora ya  casi no trabajo en la música, gracias a Guille y a Fabián soy abogado, me recibí poco antes de viajar, rendí libre,  y logré mi título __ le contó con timidez y el rostro invadido por una sonrisa.

__ ¡Qué maravilla… los dos abogados! ¿Los tres?

 Guillermo afirmó.

 

__Bueno, hijos __ llamó Guillermo __, creo que es hora de que los dejemos solos un rato y vayamos al hotel nosotros, ¿sí?

__ ¿Hotel? ¿Están  en un hotel? __ se asombró Diana.

__De momento, aunque pensábamos alquilar algo, si nos quedábamos acá un tiempo.

__ De ninguna manera, ¿de verdad no regresarán ya a Argentina? ¿Esperarán a que yo reorganice mi vida y pueda acompañarlos?

 

 En ese momentos los que quedaron atónitos fueron ellos, nunca pensaron que ella dejaría todo por Pedro, o al menos, no de inmediato.

 

__Mamá __ se sinceró el hijo__, nada nos apura, podemos quedarnos contigo, pero no puedo mudarme de Argentina, yo no  dispongo ni de una casa todavía, solo Guille y Fabián me alojan, a ellos les debo el viaje, ellos son ricos, yo estoy comenzando en el bufete junto a mi jefe y…

__ ¿Jefe? __ se enfurruñó Guillermo__, pensé que éramos socios, bueno aunque no has terminado el posgrado, tu madre debe de saber que serás penalista y mi socio, en el trabajo y en la vida, y no  le dices lo principal. __ Pedro había atravesado su mirar con sus ojos de miel y entendido el mensaje.

 

__ ¿Qué? __ se confundió Pedro, aunque de pronto lo supo.

__Nuestro casamiento precioso __ convino Guillermo.

__ Supongo que se refiere a que vine a buscarte para invitarte a nuestro casamiento,  te esperábamos para que estuvieras presente, aunque somos gais y no podamos casarnos por iglesia, serás una especie de madrina lo mismo, ¿verdad? ¿Podrás viajar?

__ Hijo, a eso me refería, necesito reordenar mi vida,  cuando Alan murió yo pensé que le debía el seguir con su obra, y me aferré al trabajo porque no tenía nada más, los recuerdos dolían, pero creo que él será feliz si delego todo, y me sabe contigo, allá, donde vivas, ¡qué hermosa familia formaste hijito! ¿Me aceptan como parte e integrante? ¿Puedo ejercer de mamá, y de abuela de estas bellezas?  ¿De todo lo que nunca pensé en tener?

__ ¿Dejarías todo esto para viajar con nosotros?

Diana lo llevó al abrazo estrecho de nuevo asintiendo.

__ Es lo que digo hijito, ¿cómo supones que podría vivir lejos de ti ahora que te sé vivo? No quiero perder un minuto más, si algún día vuelvo a trabajar que sea en Argentina, aunque no sé si lo haga, a Chile no quisiera regresar, si creo tengo deudas en Roma ¿no es así?  __ Y miró a Guillermo.

 

__Vicente desea conocerte, y solo de ti depende que Alberto logre su libertad, pero ya hablaremos de todo eso, hay tiempo _ informó Guillermo.

 

__ Hijo, él…

__Madre, no quiero hablar de mi padre, no aún, tendremos una vida ahora _ pidió Pedro.

__ Él no es un mal hombre, tal vez fue también una víctima.

__ Nunca como tú, no __ porfió Pedro.

__ ¿Viven tus padres Guillermo?

__No Diana, y fue Pedro quien me rescató del dolor de esa pérdida y de la de mi hermano _ confesó Guillermo__, en efecto eres la única abuela de mis hijos, y también te digo que Fabián es millonario y le regaló este viaje a Pedro, mejor dicho le puso una garantía que de cumplirla, con tus disculpas, lo asesinaría yo.

__ ¿Qué?

__ Cuando se divorcie de mí, cosa que no ocurrirá jamás obvio __ adujo el yerno y Diana rio.

 

__Hijito, yo tengo dinero de sobra para ti, y para la familia, eso seremos, solo necesito un poco de tiempo para derivar pacientes y la clínica, vender propiedades, y me gustaría si pueden que me esperen en tanto, pero no en hoteles ni lejos __ afirmó con enojo fingido__. Tengo una casa enorme para todos, y ya quiero que se muden, si quieres Guillermo ir al hotel pues que sea a hacer el chek out porque esta noche cenamos para celebrar, hablar de todo, y duermen en casa.

 

__Si es el deseo de Pedro y orden de mi suegra, aunque sea bella y tan joven, no pienso discutirlo _le respondió el aludido sonriendo__. Hijos, ya oyeron a su abuela, vamos por las cosas al hotel entonces.

__ Yo quiero quedarme con ellos papá _ pidió Malena__, por favor.

__Déjala _pidió Diana__, quisiera mostrarles la clínica y al tiempo que voy presentando a mi hijo que vayan sabiendo que me iré, tengo la persona justa para dejar en mi lugar, como Director, es un genio, ¿saben también de Wynny Parke?

__ Sí, por Vicente y la web sabemos de todos, él recibió la llamada de la hermana que llevó a Alan a salvarte la vida _afirmó Pedro.

 

__ En efecto, hay tanto que contar, es un ser especial, lo extrañaré, pero nunca dejaría este sitio en otras manos, y pudo salvarme casi por una burla del destino, porque le confesó la trampa que me armarían a Alan en consulta, y fui yo quien lo condujo a ella porque no entendía su mente, es todo un caso, hijo ve a despedir a Guillermo que suspenderé los turnos, luego iremos a recorrer la clínica y esta noche nos contaremos lo que se pueda, pero cenaremos en casa. __ Se desenredó del hijo y buscó en el tarjetero una tarjeta personal que tendió a Guillermo__. No demoren demasiado, yo en una hora ya quiero que Pedro esté en su casa, porque es lo que será en tanto estemos aquí, y te prometo hacer todo lo más rápido posible para que volvamos todos a Buenos Aires, y puedan casarse, aunque deberemos ir a Roma, y además quiero hablar contigo, con los tres acerca de algo_  señaló a Malena y todos sintieron un ramalazo de esperanza.

 

  Diana y Pedro recorrieron la clínica mientras Guillermo y Fabián fueron por las cosas al hotel, ella presentaba a su hijo con la dicha pintada en el rostro, y el asombro ganó la partida unido a la pena de que la perdieran como jefa y colega,  aunque eran felices por ella, muchos conocían su historia.

 

La mansión en las afueras de Londres era más de lo que Pedro habría soñado en una vida, casi tan grande como la del Delta mas decorada con un gusto exquisito y caro, con patios y jardines rodeando las dos plantas, un río haciendo oír su murmullo muy cerca, y el sol reflejando  figuras de colores al colarse entre los árboles.

Extasiado la acompañó por todos lados, tomados del brazo, deteniéndose de a ratos para besarse o unirse en mudo abrazo, hablando de todo y de nada mientras Malena iba de la mano de uno o del otro aguzando sus sentidos.

 

__Hijo, quiero hablarlo a solas, pero antes de regresar a Argentina, sé de un sitio donde pueden curar a la nena _ le confesó lo sospechado__, o al menos intentarlo.

 

__ Mamá, Guillermo lo ha intentado, es ciega de nacimiento, y ha sufrido muchas decepciones, no quiere torturarla por ahora _ le confesó sus temores.

__ Es que es el mejor lugar del mundo, no lo ofrecería de lo contrario, no pueden no intentarlo, hijo __ le suplicó.

__ Está bien, lo hablaremos con todos, ¿vale?

 

 Pedro ayudó a su madre a cocinar aunque en  verdad tenía una tropa de criados, quiso hacerlo ella, y tararearon juntos canciones conocidas, y así los hallaba Malena que iba aprendiendo la casa con sus manos.

 

__Entra en mi vida, hijo. Cuando estás a mi lado  entras en mi alma sin pretenderlo,  es una sensación muy extraña,  sé que tú lo haces sin  intención,  puede que solo sean estas ganas  de hacerte mío, no lo sé. Cuando estás conmigo  solo deseo cerrar la puerta  para que nunca más puedas separarte de mí, qué locura la mía, si estás a mi lado  por propia voluntad y tus deseos  son los mismos que los míos,  tus ganas de sentirme, de abrazarme  son las que me dan fuerzas de vivir __ le confesó__. Aunque incluyo a tu familia, somos uno mi amor, no temas que no seré una bruja con tu amor, no creas que no sé que temes los juzgue, no mi cielo, yo no veo dos hombres, yo veo solo almas gemelas envueltas  en  un halo de amor, cuando están los cuatro, ahora seremos cinco, solo percibo amor. Y dejemos el mundo afuera,  un mundo que siempre nos dio la espalda, desnudémonos de prejuicios,  dejemos atrás los momentos tristes,  los problemas de un mundo  que siempre nos negó la felicidad,  déjame abrazarte, abrigarte con mi cuerpo,  que nuestra piel se junte, hoy nos abrigará el amor.

Esta casa, luego la que decidas en Buenos Aires será nuestro refugio,  nuestro hogar, un espacio donde reinará  la fantasías del amor que vivamos,  sellémoslo con la fantasía  de nuestros sueños futuros,  sueños en los que  ni gritos ni ausencias serán parte  de tu  cotidiano vivir, escuchemos juntos  los susurros entrecortados del  Señor, pero quiero que sepas todo de mí, y saberlo todo de lo que mis padres hicieron contigo, aunque sea doloroso, no quiero que queden secretos __ le aclaró.

 

__ Así será, me fue fácil saber de… mi padre por la embajada al estar preso, pero no sabía de ti, y decidimos viajar solo con la información de la abuela de que te habían dejado en ese convento, empezamos el recorrido en Roma, y Alberto me dio las primeras pistas, él también recordó a Vicente.

__ A quien deseo conocer, su hermana dio la vida por salvarme, al menos quiero agradecerle a él _ reconvino Diana.

 

__ No madre, no eres culpable de ese  suicidio, ella lo hizo por huir del monstruo que tenía por marido, y a modo de venganza, y quiso salvarte como acto final  __ le aclaró Pero__, como sea sí, Vicente es anciano, nos ayudó mucho y desea conocerte.

__Pedro… Alan me trató como psiquiatra al inicio, cuando los recuerdos comenzaron a aturdirme,  luego nos enamoramos, me devolvió la esperanza y me dio todo, me salvó la vida, pero el amor de mi vida aunque hoy no lo entiendas, aunque no lo creas, fue tu papá, sé que esa mujer lo arruinó, que él me amó, y fuiste un hijo deseado, desde conocernos, debes de saberlo y entenderlo, no quiero que lo rechaces__ le pidió__, yo haré todo por sacarlo de donde está, no sé qué sentiré hoy al verlo, lo pensé muerto, pero es tu papá,  fue engañado como yo, y merece le des una oportunidad, ¿lo intentarás?

__ Lo prometo madre, ahora que sé que sanaste tus heridas, lo prometo _ confirmó Pedro__. Sé lo que me contó la abuela, y de tu vida en Roma, no sabemos de tu vida en Londres, ni de la que llevaste junto a Alan, todo quiero saberlo, y yo te relataré de ellos, de una infancia que pudo arruinarme la vida, pero quiero que sepas que si estoy acá entero, y feliz, fue porque la fe de llegar a ti siempre estuvo, y luego por la ayuda que  me dio amar a Guille, a Fabián, a Malena, y además un montón de amigos, del estudio, ya los conocerás, pero aunque creo lograré perdonar, quizás amar a mi padre, no me pidas que perdone al tuyo, al abuelo, no, nunca podré mamá.

__ Hijo…  ¿acaso abusó de ti? Guillermo me dijo que cayó en lo peor.

__ ¡No! Nunca me dio más que indiferencia y maltrato, pero no, aunque le temía, y llegué a vivir en la montaña. A huir de él, a dormir en cuevas.

__ ¡Dios mío! Es peor de lo que pude imaginar. ¿Y ella?

__Ella era su víctima, y no puedo no admitir que me dio todo como para saber que existías primero y para buscarte luego, a ella… la pude perdonar en su lecho de muerte, ¿te molesta? __ interrogó Pedro.

 

__No, pero cuéntame todo lo que recuerdes, hasta llegar acá mi amor, por favor.

Y sentados en el living, mientras esperaban al resto de la familia, Pedro revivió lo que tanto le había costado confesar a su… vecino casi dos años atrás.

 

__Abrazados y en silencio los hallaron Guillermo y Fabián y por los surcos y los ojos supieron que ya se había relatado una historia, aunque no cuál.

 

Pedro y Malena los acompañaron a recorrer la casa mientras Diana fue a ducharse y cambiarse para la cena, a borrar los rastros del relato de la odisea de su hijo, a manos de sus padres, sabiendo que ahora le tocaba a ella relatar su parte, su vida sin ellos.

 Se acomodaron contentos, y cenaron hablando de nimiedades, fue solo luego en que le relataron a Diana lo que sabían y ella inició su relato, sin regresar a lo peor, a sus dos estancias en el convento, a esas huidas en mente y cuerpo, a ese último rescate por Demetrio.

 

__ Fue ese monstruo que cuando aún yo recordaba retazos me dijo que Noelia y tu padre habían muerto, obviamente le creí, parecía un santo, se presentó como amigo de mis padres, y yo no sabía de las mentiras ni del abandono, o   las relacioné con la dictadura, mucho tiempo después recordé todo _confesó Diana__. Demetrio quería que fuera su amante, en el mismo sitio de encuentro de su mujer y tu padre, y luego asesinarme, ese fin perseguía, macabro, y lo supe mucho tiempo después.

 

 

Años atrás. Londres.

 

__Me deslumbró su compañía, ubicada en un antiguo edificio del gobierno, remodelado, su fachada era una obra maestra de arquitectura y cuando llegué, todo el personal me esperaba, o demasiados, en especial Anabela, la gerente, ella me presentó a todos, me llevó a recorrer la empresa y la ciudad, sitios nocturnos, y me nombró su asistente, yo estaba feliz al sentirme útil, trabajando, y de a poco sentí que ella era mi amiga. Salíamos a teatros, a cenar, de compras, era mi compañera en el trabajo y afuera, hasta que entendí años después que todos, desde el mayordomo, el ama de llaves, y ella eran espías de Demetrio, e informaban de cada uno de mis movimientos al jefe, creo que a diario, sobre todo de mis recuerdos, de mis sueños.

 

Todo era alucinante, y al tiempo me interesaba el trabajo, diariamente llegaban informes sobre el imperio del hombre: embarques provenientes de fábricas de acero, auditorías de una fábrica italiana de autos, facturas de una cadena de medios, de minas de oro, de una compañía de seguros. Yo cotejaba los informes y enviaba los datos al genio de la empresa, que los miraba una vez, los pasaba por su computadora mental y calculaba porcentajes de ganancias y pérdidas para la empresa.

De algún modo aunque era difícil comunicarse con él, llegué a sentir que era mi amigo, de hecho lo es dentro de su excentricidad, él no era otro espía de ese hombre.

Lamentablemente para mí fue un placer llegar a conocer a mis compañeros de trabajo, y además me impresionaba la belleza del lugar y me impactaba lo que se hacía, aunque en verdad no todos eran falsos.

 

Un día le comenté algo a Parke, y él inició su disertación histórica del edificio, pero todo, desde el ideólogo a sus detalles.

Entonces fue que sentí una alarma, cuando empezó a describirlo, pues dijo que en la segunda guerra mundial había funcionado como un refugio, entonces le interrogué  el porqué.

 Y me dijo que había un refugio, una amplia habitación a prueba de bombas continua al sótano, a la que se accedía pasando por una puerta de hierro. Entonces le pedí visitarlo.

Observé el recinto modificado y pensé en los valientes hombres, mujeres y niños que se habían guarecido allí durante los bombardeos de Hitler.

El subsuelo era inmenso, ocupaba todo el largo del edificio. Y allí vi una enorme caldera para la calefacción, así como también material electrónico y de teléfonos.

La caldera era un problema, en varias oportunidades acompañé al sótano a técnicos de reparaciones por ella. Cada uno le hacía alguna cosa, la declaraba curada de cualquier mal y se iba.

__Parece tan peligrosa __ me atemoricé__. ¿No hay posibilidades de que estalle?

 

__No señorita. ¿Ve esa válvula de seguridad? Bueno, si la caldera se recalienta de más, la válvula  deja escapar el vapor sobrante, entonces no hay ningún problema.

 

 Ese sitio, esa válvula, esa caldera, fueron prácticamente mi tumba, allí me dejaron encerrada los sicarios de Demetrio.

 

En tanto, sus planes de seducirme eran inocentes, desde las flores que envió al despacho en mi primer día de trabajo, a llamados para saber cómo estaba casi a diario, hasta excusas de visitas por trabajo, donde siempre terminaba invitándome a cenar, y algo más, aunque para mi bien, se tomaba su tiempo, deseaba disfrutar de su obra maestra, y además yo guardaba mis temores hacia los hombres, lo que también me mantenía alerta aunque con él bajaba las defensas.

 

__Una noche llamó:

 

“_Espero no haberte despertado.

__No. Por supuesto que no. __ Diana se alegró de oír su voz. Echaba de menos hablar con él, poder pedir consejos, al fin de al cabo era la única persona del mundo que conocía su pasado, por lo cual lo consideraba un viejo amigo.

 

__ Estuve pensando en ti, Diana. Me preocupa que puedas sentirte sola, después de todo allí no conoces a nadie.

__ Sí, a veces me siento sola, pero me las arreglo. Siempre recuerdo lo que me dijo… eso de que olvidara el pasado, o lo dejara allí en el olvido y viviera para el futuro.

__ Hablando de futuro. Mañana estaré allí. Me gustaría invitarte a cenar.

__Será un placer. __ Se puso contenta de tener la oportunidad de demostrarle lo agradecida que se sentía.

 

Cuando el hombre cortó, sonrió para sus adentros. Había enviado a comprar la villa que usaran los amantes para reírse de él a escondidas, allí donde pensaba disfrutar de Diana antes de matarla, y la cacería… había comenzado.

Cenaron en un hotel de lujo, el comedor era distinguido, la comida exquisita, pero Diana estaba demasiado emocionada para prestar atención a los detalles que no fuera ese hombre que tenía delante. Tantas cosas tenía para contarle.

__ El personal es maravilloso __ comentó…

 

Pero él no la escuchaba sino que se limitaba a estudiarla, mientras pensaba en lo bonita y vulnerable que era. Pero no tengo que apresurarla, se dijo. No. Voy a jugar mis cartas lentamente. Y a saborear la victoria. Esto va por ustedes: Noelia y Alberto.

 

__ ¿Se quedará mucho tiempo?

__Un par de días, nada más. Tuve que venir por unos negocios. __ Era verdad, pero también era cierto que podría haberlos resuelto desde Roma. No, había viajado para iniciar la campaña tendiente a que ella se encariñara con él.

__ ¿Te conté de la época en que trabajaba en pozos petroleros de Arabia?

 

Volvió a invitarla a cenar la noche siguiente.

 

 __ Tu jefa me informó lo bien que trabajas, y he decidido darte un aumento.

__ No, ya ha sido muy generoso __protestó ella.

__ Y no te imaginas lo generoso que puedo llegar a ser.

Diana se quedó cohibida.

“Lo dice solamente de amable que es. Debo estar  teniendo visiones.”

Al día siguiente le pidió lo acompañara al aeropuerto, listo para marcharse.

A Diana ya le parecía un hombre cautivante, encantador, divertido, inteligente y le impresionaba la atención que le dispensaba.

Al despedirse, él le dio un beso en la mejilla.

 

__ Me alegro de que hayamos podido pasar unos momentos juntos, Diana.

_Y yo. Gracias.

 Se quedó mirándolo cuando el avión decolaba.

“Es un hombre muy especial”, se dijo. “Voy a extrañarlo.”

__Hoy…

 

__Oh no, mamá, no me digas que consiguió seducirte _ se alarmó Pedro ante el relato.

 

__No hijito, solo un milagro más me salvó __ respondió__ me llamaba y recibía sus informes, pero no viajó por un tiempo, y en ese, yo conocí y me enamoré de alguien, de un abogado de la empresa, tuve una linda relación con él.

 

__ ¿Y Alan?

__ Fue antes de conocer a Alan, pero ese monstruo lo supo por sus espías, y en una escapada que hicimos un fin de semana, lo envió a asesinar, aunque por supuesto nada pudo demostrarse, y todo fue catalogado como un… accidente.

 

 

CONTINUARÁ.

 

HECHOS Y PERSONAJES SON FICTICIOS.

 

CUALQUIER PARECIDO CON LA REALIDAD ES COINCIDENCIA.

 

LENGUAJE ADULTO. ESCENAS EXPLÍCITAS.