miércoles, 31 de mayo de 2017

"EL OTRO". CAPÍTULO TREINTA Y UNO.



“EL OTRO”.


 



CAPÍTULO TREINTA Y UNO.
"Un cronopio pequeñito buscaba la llave de la puerta de calle en la mesa de luz, la mesa de luz en el dormitorio, el dormitorio en la casa, la casa en la calle. Aquí se detenía el cronopio, pues para salir a la calle precisaba la llave de la puerta."
Julio Cortázar.
Historias de Cronopios y de Famas.
"Cada momento de su cuerpo frente a un desencuentro delicioso, tener que alargarse un poco más, o bajar la cabeza para encontrar la boca que antes estaba ahí tan cerca, acariciar una cadera más ceñida, incitar a una réplica y no encontrarla, insistir, distraído, hasta darse cuenta de que todo hay que inventarlo otra vez, que el código no ha sido estatuido, que las claves y las cifras van a nacer de nuevo, serán diferentes, responderán a otra cosa. El peso, el olor, el tono de una risa o de una súplica, los tiempos y las precipitaciones, nada coincide siendo igual, todo nace de nuevo siendo inmortal, el amor juega a inventarse, huye de sí mismo para volver en su espiral sobrecogedora, los senos cantan de otro modo, la boca besa más profundamente o como de lejos, y en un momento donde antes había como cólera y angustia es ahora el juego puro, el retozo increíble, o al revés, a la hora en que antes se caía en el sueño, el balbuceo de dulces cosas tontas, ahora hay una tensión, algo incomunicado pero presente que exige incorporarse, algo como una rabia insaciable. Sólo el placer en su aletazo último es el mismo; antes y después el mundo se ha hecho pedazos y hay que nombrarlo de nuevo, dedo por dedo, labio por labio, sombra por sombra."
*Julio Cortázar /Rayuela Cap.92.
“Mario Benedetti - Adioses (En defensa propia).
Este adiós que te guardo
está madurando con los días
Exprimo nuestra vivencia
y no la dejo quedarse
en el pasado.
No puedo avanzar contigo
por qué te deseo a cada instante
y desear lo que no se puede tener
es como escribir
sin que nadie te lea
Eso seguro que lo entiendes
Te quiero pero no deseo luchar
contra el destino
Disfrutaré de vez en cuando
de tu recuerdo
que seguirá alterándome.
«Mañana, cuando el reloj de la prisión dé las nueve, yo habré entrado en la muerte; es natural que piense en mis mayores, ya que tan cerca estoy de su sombra, ya que de algún modo soy ellos».
*Deutches Requiem - Jorge Luis Borges.
___Previos…

__Orestes se dejó caer en el sillón derrotado, se paseó las manos por el pelo.

… No lo sé, hija, quizá este John Miller sea la clave de todo, algo no les dije, pero nunca lo dejó, tuvo amantes paralelos, Miller lo usaba como intermediario para obtener información de tipos poderosos, y así usarla para su fines.
Es alguien que jamás olvida una ofensa, para él todo agravio requiere justicia, que en sus códigos es igual a venganza, no tiene límites.
Si hoy le sacara a Matías de las manos de nuevo, tendrías que salir del país, aun así, jamás nadie estaría seguro, no le importa esperar para cobrar sus deudas, le encantan las matemáticas, programar cada  muerte, hace sufrir a sus víctimas, las encuentra, las estudia, reconoce fortalezas  y debilidades, en la espera se satisface, puede demorar años en darle mate.
Es un excelente jugador de ajedrez.
__
…¿Qué intentas decir?
… Que no tiene pelotas para hacerles nada, a nadie, regresó con el tipo, para que él les haga daño, a Guille, a Pedro, anoche de alguna manera se los marcó.
__
Precioso, mira, mañana te darán el  veredicto, ganaste ese juicio, con ello irás a definir tu retiro de Baunes, las demandas están en curso, eso sí le creí a tu tío, no las detendrá.
Llevaremos todo a casa, y  mientras averiguan todo, viajaremos al Sur.
__
No soy el enemigo, tu enemigo... el de Guillermo, es y será siempre… “el otro”.

Martes, 24 de mayo de 2016.
Juzgado.

… No Matías, no entiendo lo que hiciste, no que vuelvas a relacionarte con alguien tan peligroso, para todos  __ afirmó Orestes, mientras “el otro”… indolente escuchaba en el flamante despacho de Procurador.
…John no me hará daño, no a mí, y puede ayudarme a recuperar a Pedro, tú siempre serás su tío, aunque me quieras, no estarás nunca de mi lado.
.. Te he defendido por sobre Pedro, más… por sobre Camila, nunca pensé que hicieras esto, Matías puedes terminar mal, peor, y lo sabes, yo te había rescatado de manos de ese tipo.
… Lo siento, Orestes, no tengo a nadie que pueda ayudarme, ya tú no lo harás, ganamos el juicio, y sé que Pedro en este momento debe estar desligándose de Baunes, no puedo perderlo, él es mi esposo, mi ancla, y ya no me vas a ayudar.
…¿Qué piensas hacer que no me está gustando?
No te equivoques, Matías, no le hagas más daño.
… Jamás  podría, a Pedro lo amo, me voy, estás iniciando tu nuevo cargo, molesto, y debo ir al estudio, supongo que a buscar a otro socio, quedé en días sin marido, sin hijos, sin socio, sin ti, de nuevo solo, por la culpa de… “el otro”.

 __Orestes sopesó las palabras de Matías largo rato hasta que al fin había llegado Camila a visitarlo en el primer día de funciones, luego de la recepción general del día anterior.

…¿Y papá?
Me crucé con Matías, ¿qué sucedió? __ interrogó ansiosa.

… Nada bueno, hija, nada __ anunció con ceño de preocupación el Procurador __, hablamos, me dijo que yo siempre los elegiría a ustedes, a Pedro y a ti, que ese tipo en cambio lo apoya a él, y temo que vaya contra Guillermo.

…¿Y Pedro?
… No, no lo creo, al menos dice amarlo, al parecer desea recuperarlo, lo cual es imposible si está junto a Guillermo.
…Papá, eres Procurador, la máxima autoridad judicial del país, puedes hacer algo con ese tipo, sin él Matías dejará de existir.
.. Camila, amor __ Orestes se inclinó hacia delante hasta alcanzar el rostro de su hija con las manos __, no hay cargo que valga frente a John Miller, jamás, ni en este país ni la CIA con el FBI, lograron demostrarle nada, no deja prueba alguna, el modus operandi de su accionar delictivo, pausado, premeditado, con tiempo, lo impide.

… No hay crimen perfecto, papi, debes poder contra él.
¿Hablaste con los padres de… el otro?
… Con ellos fue casi peor, no quieren saber nada con Matías, es más,  se irán de viaje a Londres, quizá se queden allá. Dicen que si no pudieron cuando era niño, menos podrían hacer algo por él hoy, cosa que es verdad por otra parte, no moverán un dedo, y temo que termine como chivo expiatorio de este tipo, drogado, en una zanja muerto o preso.
Salvo que…
…¿Qué? Dime.
… Que  le ponga un señuelo hoy a John, y lo siga con Miller para atraparlo, algo real, mas es peligroso, en algún momento tendrías que salir del país un tiempo, y tampoco sería seguro que no descubra que lo seguimos, no lo sé.
  Hazlo, papá, tienes que hacerlo, o irán por Guillermo, y luego por todos, hazlo.
… Déjame pensar en algo, Cami, necesito pensarlo, verlo con Miller, quizá con Graziani, por ahora lo mejor será que Pedro salga de la ciudad con él, que deje en marcha las demandas, y veré qué trampa podríamos tenderle sin que peligre Matías, no es malo Camila, está enfermo, debí internarlo cuando intentó el suicidio, me equivoqué.

Ciudad Autónoma.
Apart Hotel.

…Sí amor, ya terminé todo en Baunes, depositarán en mi cuenta lo que me deben al cobrar el caso, aceptaron la renuncia, tranquilo.
…Me alegro, precioso. ¿Dónde estás?
… En el hotel, empacando las cosas, ya salgo para el estudio, te busco y así iremos juntos a tribunales, espérame allí.
… No demores, ven, no me gusta que andes solo por allí.
… Guille, soy grande, no seas supersticioso, piensa en cosas lindas, como que en la tarde llevaremos todo a tu casa, que el viernes estaremos en el Nahuel, que terminaremos la partida de ajedrez, tramposo, te amo.
…Yo te amo, apúrate que extraño.

“Al momento de cortar, lo vi, sonriendo con sorna, impecablemente vestido, con su traje gris claro, corbata, camisa, en el umbral de la puerta, la sangre se me congeló, al tiempo que algo amargo subió a la garganta, era el miedo, con el asco mezclado que hoy me causaba… el otro”.

… ¿Qué quieres?
¿Cómo me encontraste? __ dije fingiendo calma.

… Te seguí desde Baunes amor, deja eso, o no, termina, y regresa a casa, Pedro, mi amor, entiende que soy tu esposo, que te amo, que todo estaba bien antes de la convención, que eres un juguete para el otro, que el que te ama soy yo.
¿Te estás mudando a su casa?  No lo hagas, busca revancha, te dejará.
… Basta, Matías, deja de decir tonterías, pareciera que olvidaste que sé casi todo de ti, que sé que tienes un amante, que siempre lo has tenido.
…. Es mentira, jamás te he sido infiel, al imbécil del otro sí, me aburría, no a ti, pero John entendió, entiende que te amo, es más hoy sigo siéndote fiel.
… Te libero entonces porque yo no, y estamos separados por si no te diste cuenta.
Matías, eres joven, inteligente, sano, tienes dinero, puedes enamorarte, deja a ese tipo, terminarás muerto o preso, por Dios.
… No, Pedro, él jamás me haría daño, no a mí.
… Tienes a Orestes que te adora, él no te hará daño.
… Orestes es tu tío, siempre jugará antes por ti, por Camila, yo estoy al final, para John soy el primero, me perdonó, y me ayudará a regresar a ti, aunque no lo creas, soy yo tu futuro, Guillermo es y siempre fue el otro.
John hoy no es mi amante, tampoco es celoso, tiene familia, a sus hijos, a otros.
… Vete, estoy mudándome con él, antes de que te enteres por otros, te lo digo, no te amo, nunca te amé, perdón, me confundió mi tío, los juicios, tú, pero no te amo, vete.
… Pedro, no es opción que me dejes. __ Dejé la valija y detuve la mirada en él, una estremecimiento me dominó, intenté desalojar el pánico que me estaba invadiendo, el presagio de lo que estaba por escuchar.

… ¿Qué quieres decir?
… Que o regresas a mi lado a la buena, o en un mes estarás viudo, jamás te haría daño, si amas tanto al otro, déjalo y vuelve a casa, o me temo que desaparecerá, y John no suele contar sus métodos.
Yo intenté matarme, te violé según tu modo de ver mi amor, lo amenacé, pero mi amigo  no le avisará, lo hará.
… Deja de amenazar, hijo de mil putas.  ___ Me encontré tomándolo del nudo de la corbata  empujándolo contra la pared, le di una patada en el vientre, que lo dobló, y cuando encontré la mirada de desdén, el puñete le borró la sonrisa, cayó, continué dándole patadas, la furia me dominaba, era una bestia que no conocía en mí, casi disfrutaba de verlo retorcerse de dolor en el piso, no sé cuánto tiempo pasó, pero oí la voz de Guille, sólo entonces dejé de pegarle, creo que de no haber llegado, podría haberlo matado, pero me aferró con los fuertes brazos, me revolví en ellos hasta que me fui relajando, y la mirada de Matías seguía amenazante paseando de uno al otro.

… ¡Basta, Pedro!
 Déjalo, ¿qué sucedió?
… Es un cobarde desgraciado, vino a amenazar con el matón que hoy lo protege.
Suéltame, Guille.
Vete, levántate y desaparece, recuerda que tienes una demanda por violación, la de divorcio, y que podríamos denunciarte por tenencia de drogas y de armas, la estás sacando barata, si nos sigues molestando, hoy mi tío te hundirá, él dirige la justicia, no ese matón, ¡vete!
… Ya oíste, Matías, sal de acá, Pedro se muda conmigo, cuando salga el divorcio nos casaremos, desaparece, e invéntate o créate una vida, con nosotros no más.

San Isidro, dos horas después.

…Matías, pero mira cómo estás, no tienes que exponerte más, esos tipos no merecen la pena __ dijo John acariciándolo mientras en la mansión  una de sus asistentes le curaba las heridas.

… No es así, Pedro nunca fue violento, al contrario es el otro el que lo pone así, John, necesito que me ayudes a recuperarlo.
… Lindo, ¿por qué no regresas a nuestra vida de antes y te olvidas de los dos? Podríamos viajar, a Europa. Sabes que puedo darte todo.
… No. No ahora, te acompañaré, pero amo a Pedro, sabes que no seré tu amante, sino sólo tu acompañante.

“El hombre suspiró meneando la cabeza, de la edad de Guillermo o quizá algo más, era un hombre de  porte distinguido en el rol de político o diplomático, alto,  peso medio, de rasgos normales, sin nada en particular y al mirar a Matías hasta parecía afable, seducía al tiempo y con la misma facilidad con que asesinaba o planeaba las muertes, gozando del plan, de lo preliminar”.

…No quieres que le haga daño a Pedro ¿verdad?
… No. Necesito que elimines al otro, eres el único que puede lograrlo.
… Matías, lindo, sabes que te aprecio, pero Moravia hoy es Procurador, no quisiera tirar de la cuerda demasiado, Pedro es el sobrino.
.. Por eso mismo, no es con él la cosa, Guillermo no es nada suyo.
… Tampoco Graziani es nadie, Matías, hoy es juez.
… De medio pelo, porque lo ayudaron, no es más que un abogado de provincia llevado a más, créeme.
…¿Cuánto de daño quieres hacerle? __ interrogó John acariciando la copa de whisky, Matías saboreaba en la suya la aceptación de su amigo __ ¿Qué me darías a cambio?

… Lo que pidas, te acompañaré en todo, pero amo a Pedro, no sería hoy tu amante. Quiero que muera Guillermo, mátalo, sabes cómo hacerlo y que nadie lo sepa, que parezca un accidente como todos, nunca nadie sospechó de ti.
… Muchacho, mira que me pides demasiado, es juez, todos saben que te protejo.
… John, por favor, necesito liberarme del otro.
… Déjame pensarlo, no es un don nadie, es demasiado para empezar, demasiado previsible hoy, Matías, además me pegó, si le pasara algo, sabrían que fui yo, o tú.
… Está bien, podemos empezar por otra cosa, ese infeliz tiene pocos puntos débiles, es un egoísta egocéntrico, el único es Pedro, a él no lo tocaría, pero hay algo que sí le interesa además, puedes con ellos, el estudio, húndelos, aniquílalo.

__John se tomó la barbilla… pensativo.

… Sé que es de nombre, que tiene tres socios y la tía, allí, ¿verdad?
… Dos de poca monta, dos idiotas, Marcos es el que quedará al frente con él en el juzgado, y tiene dos puntos claves que puedes tocar, la plata y las minas.
… Interesante, ¿y se te ocurre algo?
… No exactamente, pero quizá podrías hacer que se entretenga con alguna minita, y darle un señuelo __ lanzó Matías de nuevo con sonrisa sarcástica.

… Distraerlo, darle un caso armado, llevarlo a un juicio ficticio que obviamente perdería, y con él una fortuna que quiebre a Graziani y socios. Esa maldad me gustó, es en lo que más experiencia tengo, en hundir a la gente hasta que se desesperan y se matan, quién dice que Guillermo luego no se muera, la gente tiene infartos, accidentes cerebrovasculares cuando lo pierde todo, déjame pensarlo, no podemos fallar. En tanto déjalos, no te expongas o te denunciarán y ya tienes dos demandas, déjalos disfrutar unos días.
… Están yéndose de viaje creo, o  mudándose juntos.
… Mejor, mientras más lejos se encuentren más sencillo me será entrar al socio, quizá a la socia, ¿está buena para los muchachos?
… Gaby, si, es preciosa, boludita, pero linda, pero… el idiota de Marini no la deja ni a sol ni a sombra.
… ¿El alto rubio? Ese pibe me gusta para mí, no para la cama, no me daría la hora, pero lo vi en el boliche, tiene porte para pegar, me interesaría tenerlo como  custodio, algo así, ya entiendes, ¿verdad?

__Rieron entendiéndose como años atrás, quizá más.


Bs. As., Provincia. 18.00 horas.

…Amor, ¿qué estás haciendo?
…Salsa, como la noche en que te quedaste, ¿recuerdas?
Termina de acomodar tu ropa, extrañaba la casa, suerte que mandé a limpiarla y ordenarla, aunque por el tiempo que queda hasta el viaje yo al menos dejé armado el bolso para Bariloche.
… También yo.

“Pedro bajó corriendo, llegó a la cocina y por asalto mojó el pancito sin que Guillermo pudiera impedirlo, pelearon por él hasta que terminaron con la salsa entre los dos, riendo, y los labios se unieron, al roce, las entrañas se derritieron, se quemaron como los labios en la salsa, enloquecidos de soñar los días juntos, ahora deseaban el beso, el tacto, sentir el piel a piel, los cuerpos pegados, delirar en el otro, y estaban apenas vestidos con  remeras y pantalones, despojados de la etiqueta con que se presentaron en tribunales”.

… Tramposo, mira el enchastre que hiciste, limpia ahora.
Descorcha el vino y prepara la mesa.
… Guille, no tomes ningún caso ahora, o no podremos viajar.
.. No amorcito, estuve firmando papeles, conociendo al personal, vi a tu tío, me contó de su estrepitoso fracaso con los padres de Matías y con él, no más.
… Lo mismo yo, sabía, en el estudio salió todo bien, estuve con Camila, ella es la que me preocupa, dejarla sola un mes.
… No le pasará nada, el padre ahora está a su lado, y Matías tonto no es, Camila es intocable, al menos por ahora.
Ven a comer, que esto está exquisito. Suerte que pasamos por el supermercado, aunque dejaremos algunas cosas al irnos, compramos de más.
… No veo la hora de estar en el Llao Llao, libres. Solos.
..Llamé a juan, como me pediste. __ Las entrañas de Pedro se retorcieron sin remedio. __ Quedé de tomar un café en tribunales mañana, te aviso por si lo encuentras, no pasará nada, es que le contaré que estoy con vos, es lo que me pediste, ¿verdad?

… Bueno, sí, yo citaré a Diego, aunque lo sabe por Camila, corresponde que se lo diga.
… Pedro, deberías llamar a tus padres, intentar que vengan, que conozcan lo nuestro.
… No. ¿Para qué?
¿Te importaría tener esa aprobación?
… Creo que a vos te importaría. Ya lo hablaremos mejor. Tranquilos, por ahora con Juan y con Diego, tendremos de más.
Dedicaré la semana al estudio más que al juzgado, Marcos quedará en mi lugar, no quiero abandonarlos, cuando regresemos iré de vez en cuando, podrías asociarte ahora que al fin saliste de Baunes.
… Vale, me encantará, ¿socios, Graziani?
… ¿Socios?
… Claro, pero mira que tengo mis condiciones, no acepto órdenes de nadie, de jueces, menos.
… ¡No me digas!
Lástima, creí que serías mi fiscal.
… Más te vale que me llames siempre, no tendrás a otro, te lo sello.
Ni se te ocurra que trabajarás aluna vez con José, sobre mi cadáver.
… Celosín.
.. Tontín.

“Levantaron la mesa sonriendo , seduciéndose, libres, felices, plenos,  rozándose, aspirando el aroma, el perfume que sublimaba, deseándose, encendiéndose, alucinando rehenes de caprichos, con la pasión recorriendo las arterias, las venas en cálidas corrientes eclécticas que fueron mareas lamiendo en la espuma terminales nerviosas, con cortocircuitos disparados en cada terminal  invadiendo el cuerpo por entero, de ambos.
 En la mirada fulgurante sintieron los sentimientos de fuego intenso atormentando deseos en derroche de anhelos, y las  manos presurosas inventaron excusas para recorrer caminos y crear cauces en los cuerpos, una boca en la otra, dando cuentas de las prendas, y la lengua de fuego surcando piel en senderos descubiertos, intentando por momentos escapar de las manos, mas enredándose en mayores deseos, en besos y abrazos como perfectos refugios de todo mal, perdiéndose en el tiempo como en la primera vez en la casona a solas, sorprendiéndose uno al otro como en Bariloche al descubrirse, entrando en el sueño o la ensoñación que pareciera ser cada vez más realidad, con la certeza de que realizarían esos sueños lejanos”.
…Esos labios gruesos que amé desde la primera vez en el lago, me gusta tu boca casi como tu mirada, más que los hoyuelos y mucho más fusionada a la mía __ susurró Guillermo en los labios __ en mil besos de amor __ continuó.

Me gustan tus labios, dibujando en mi piel, trazando garabatos a tu antojo y yo en la tuya __ decían y accionaban, de pie, y acurrucados en el sillón.

Me gusta tu sabor, y ese olor que desprendes. Movemos nuestros cuerpos en envíos de placer.
Me gusta tu mano curiosa, entrando en mi pantalón. Me gusta tocar tu bóxer, e ir más allá. Dulces deseos me fascinan.
Me gustan tus besos de miel porque son ambrosía para mí. Deleito tu sensualidad, hago mío tu cuerpo. Comparto contigo momentos  de exquisitos y deleitantes placeres donde vos y yo nos fundimos, y nos convertimos  en un único ser.

… Guille, tan sólo con ese beso que me das, haces que mis sentidos se desborden, que mi cuerpo se estremezca al sentirte muy cerca de mí y  deseo tantos de tus besos, porque tus labios son tan tersos como los pétalos de una rosa y al besarme dejas impregnado en mis labios ese dulce sabor que me embriaga de ti, hacen que me sienta vivo, tanto que deseo pasen rápido las horas para sentirlos de nuevo, no sólo en mis labios sino en mi cuerpo que está sediento de ti. En tus besos no temo, no existe la amenaza ni el otro, encuentro el abrigo, la seguridad, la calma, la certeza de que todo va a pasar, de que todo estará bien, de que nos equivocamos, pero que ya pasó, que el otro pasó y disparas el deseo incontrolable por no dejarlos de sentir, porque en ellos encuentro la llama que aviva nuestro amor, en nuestros cuerpos y alma.
Aire al viento del levante, sol al calor, tierra a la piedra. Somos inseparables.
Como esa hoja de bosque al árbol, una huella en el camino, una cicatriz tras una ruptura, o una bruja con su brebaje. El campeón a su valor, la ira divina de Dios, el Infierno a Satanás o la filosofía de Descartes como también la de Platón, una estrella que es un sol y el beso que, con su conjuro, nos encante. Somos esas almas gemelas hechizadas, la otra parte que hace el uno, difícil de imaginar, más de encontrar. Somos invulnerables.
“Todo lo que es tuyo, también es mío”. Me enamora tanto esa frase, que quiero que te la grabes,  es cierta. Vívida energía que nos une, el hilo rojo  de la magia de la eternidad.
Somos leyendas y dioses para los demás mortales. Conjugamos nuestra propia serenidad, nuestro mundo y destino, como tú eres mi nido, eres mi hogar, somos inteligencia artificial y natural, somos los hechizos de una sirena brutal, como quien dice que somos un mundo aparte y hablo de nuestro amor eterno inescrutable.
Nacimos unidos, estábamos separados, pero ahora nos hemos encontrado. Sí, ahora es nuestro momento, así lo es. Así somos… entes de lo inenarrable. Como el fuego a sus ascuas, el agua a las gotas y viento al aire, la tierra a su barro, no puede la miseria humana, menos la de el otro tener poder sobre “esto... lo nuestro·”. Somos más que uña y carne.
Que este universo no te ensucie, no te manche con sus injurias. Mi lengua será tu diaria limpieza. No quiero que tus pies pisen esta tierra de nadie. Llora, llora amor mío, llueve conmigo, pues te siento todo como tus dolores, tus felicidades, tus risas y mimos de niño.
Eres mi dulce de infantiles juegos inacabables. Igual que el átomo a lo nuclear, una bomba mega destructiva, mi hombre amado, gobernante de mi tranquilidad, rey de mi existir, mi alma es tu estandarte, mis palabras son para ti. Nos persigue lo incansable, y siempre vencemos con cañones como castillos, con misiles de divinos tanques.
Nuestros nombres riman, gritan gemidos al placer,  lujuria a la pasión…El orgasmo de un dual ángel. Me embelesa susurrarte mi amor, a tu oído hablarte, narrarte la historia del Elíseo, de Itaco, de Ulises, y de repente decirte: “me encanta tu sangre”. Somos uno y dos de otras verdades.
Dicen de Lorca, hablan de Bécquer, de Romeo y Julieta, de poetas que padecieron amores prohibidos, de los sonetos oscuros, pero soy el amante eterno del amor en los tiempos del cólera, el que esperó una vida, el que amó en medio de la nada para siempre, ocultos de todos, así te amo, así nos amaremos, tú eres mi origen y ley, que además de muchas cosas,
soy tu hombre de romance inagotable. Te amo, amor mío, te amo con la “T” del título que lleva Dios, esa del Todo, y cuando estés en inminente peligro, recuerda que no tengo barreras.
Mi muerte será tu resurrección, y mi espíritu, el abrazo de tu padre. En la salud y la enfermedad, en la riqueza y la pobreza, y todo eso de las iglesias que nos rechazarán pero igualmente diremos esos votos, el día en que podamos casarnos,  contigo cada día quiero casarme. Aquí estoy, contigo, constantemente. Siempre estaremos juntos, amor mío, pase lo que pase.
En mi sueño te veo tan concentrado escribiendo; estás tan cómodo en tu escritorio, donde tu destreza es admirable para mí. Me encuentro sentado en tu ventana; observo tus manos delicadas, me imagino lo que pueden hacer con mi cuerpo. Te levantas con delicadeza y te diriges a la ventana con la libreta. Suspiras tan profundo que el aire de tus pulmones llega a mi alma. Siento tu calor tan cerca de mí, que las mariposas se encuentran en los caminos de mi vientre, me toco y puedo sentir el baile de amor que ellas producen. Escucho tu dulce voz que lee mis pensamientos. Perdona mi forma de pecar contigo, de deletrear con saliva sobre tu cuerpo, las  letras de tu nombre.
Perdona mi forma de darte placer en silencio, de acariciarte en la mirada, de hacerte mío, imaginándolo.
Tus gemidos son emocionantes, es como escuchar las sinfonías de Beethoven. La magia que tienen​ mis dedos, cuando te acaricio en secreto,  es como tocar el piano de uno de esos grandes de la música, y ¿por qué no? Dos espíritus para siempre, dos cuerpos que se tornan uno.

__
...¿Me vas a contar lo que te dijo Matías y por qué le pegaste? __ Di un respingo mientras trazaba garabatos en la piel, estaba adormilado mas me espabilé.

.. No quiero.
…! Pedro!
No me hagas enojar precioso, si vamos a ser uno es uno en todo, no tendremos secretos, si vamos a cuidarnos, no podremos tenerlos.
 Miente, que me ama, lo de siempre, manipula, amenaza.
…¿Con?
Pedro… ¿con matarme verdad?
… No digas eso,  Camila tiene razón, es demasiado cobarde, no hará nada, vocifera solamente.
… Él es un cobarde, el tipo que tiene al lado, también quizá, pero me temo que sabe cómo matar.
…Chis. No digas eso, nunca más, no lo hará, no podrán con nuestro amor, mi tío es Procurador, lo va a investigar.

Miércoles, 25 de mayo.

 Nos invitamos a  desayunar tarde por el feriado a casa de Orestes, estaban,  Camila, Nancy, Diego, y José. Beto con Gaby, llegaron detrás.

… Orestes, Pedro y yo nos iremos a Bariloche el viernes, un mes.
José, quiero pedirles que cuiden a los míos, Beto, vos, no, te unirás a ellos, para seguir a los tipos, de noche y de día, Orestes, debe poder descubrir algo.
… Es lo que me pide Camila, Guillermo,  tranquilo, pensaré de ponerle una trampa, y estaremos detrás para que no escape la rata, pero puede fallar, generalmente actúa a distancia, y se me hará complejo saber que asesinó a alguien o algo menos, si lo manda desde miles de Km.
Pero lo intentaré, bienvenido, Alberto.
… Yo ayudaré, conozco la calle, pero no me pidan que vaya a ese boliche nunca más, allí no, además me relojearon, no tendría sentido.
… Guille, ¿y si atentan contra Cuca o contra mí? __ dijo Gaby asustada.

… A vos te cuido yo, a Cuca entre todos, viajen tranquilos, contrataré a una agencia privada si el juzgado lo autoriza.
… Bien Alberto, mientras no pisen a Miller, vayan por senderos diferentes.
… Camila, Nancy, no irán por ustedes, pero no se expongan, si salen, pídele a Diego que las siga, ¿lo prometes?
… Bueno, Pedro, lo prometo, pero disfruten que lo merecen, no me hará nada a mí el tipo, y el viejo menos, por algo papi es Procurador, tranquilos, les ganarán de mano.
… Ojalá, Camila, ojalá tengas razón. Mucha suerte, a todos.
.. Pedro, perdón, pero este tipo suele atacar a distancia, no estarán solos en Bariloche __ lanzó Orestes con la mirada en la mía.

…¿Cómo?
… Que no se alerten pero habrá custodia civil cuando salgan, no los molestarán, pero no puedo dejarlo ir solos.
… No, tío.
… Sí, Pedro. Esta vez, harán caso, una vez los entregué a Matías, hoy que es protegido de ese tipo, me toca cuidarlos de los dos, y lo haré, aunque me cueste el cargo, la vida misma. Los salvaré de… “el otro”.


CONTINUARÁ.
HECHOS Y PERSONAJES SON FICTICIOS.
CUALQUIER PARECIDO CON LA REALIDAD ES MERA COINCIDENCIA.
LENGUAJE ADULTO. ESCENAS EXPLÍCITAS.


lunes, 29 de mayo de 2017

"EL EMBAJADOR". PRÓLOGO.





EL EMBAJADOR.

“EL EMBAJADOR”
PRÓLOGO.




"Cada memoria enamorada guarda sus magdalenas y la mía -sábelo, allí donde estés- es el perfume del tabaco rubio que me devuelve a tu espigada noche, a la ráfaga de tu más profunda piel. No el tabaco que se aspira, el humo que tapiza las gargantas, sino esa vaga equívoca fragancia que deja la pipa, en los dedos y que en algún momento, en algún gesto inadvertido, asciende con su látigo de delicia para encabritar tu recuerdo, la sombra de tu espalda contra el blanco velamen de las sábanas.
No me mires desde la ausencia con esa gravedad un poco infantil que hacía de tu rostro una máscara de joven faraón rubio. Creo que siempre estuvo entendido que sólo nos daríamos el placer y las fiestas livianas del alcohol y las calles vacías de la medianoche. De ti tengo más que eso, pero en el recuerdo me vuelves desnuda y volcada, nuestro planeta más preciso fue esa cama donde lentas, imperiosas geografías iban naciendo de nuestros viajes, de tanto desembarco amable o resistido de embajadas con cestos de frutas o agazapados flecheros, y cada pozo, cada río, cada colina y cada llano los hallamos en noches extenuantes, entre oscuros parlamentos de aliados o enemigos. ¡Oh viajera de ti misma, máquina de olvido! Y entonces me paso la mano por la cara con un gesto distraído y el perfume del tabaco en mis dedos te trae otra vez para arrancarme a este presente acostumbrado, te proyecta antílope en la pantalla de ese lecho donde vivimos las interminables rutas de un efímero encuentro.
Yo aprendía contigo lenguajes paralelos: el de esa geometría de tu cuerpo que me llenaba la boca y las manos de teoremas temblorosos, el de tu hablar diferente, tu lengua insular que tantas veces me confundía. Con el perfume del tabaco vuelve ahora un recuerdo preciso que lo abarca todo en un instante que es como un vórtice, sé que dijiste " Me da pena, y yo no comprendí porque nada creía que pudiera apenarte en esa maraña de caricias que nos volvía ovillo blanco y negro, lenta danza en que el uno pesaba sobre el otro para luego dejarse invadir por la presión liviana de unos muslos, de unos brazos, rotando blandamente y desligándose hasta otra vez ovillarse y repetir las caída desde lo alto o lo hondo, jinete o potro arquero o gacela, hipogrifos afrontados, delfines en mitad del salto. Entonces aprendí que la pena en tu boca era otro nombre del pudor y la vergüenza, y que no te decidías a mi nueva sed que ya tanto habías saciado, que me rechazabas suplicando con esa manera de esconder los ojos, de apoyar el mentón en la garganta para no dejarme en la boca más que el negro nido de tu pelo.
Dijiste "Me da pena, sabes", y volcada de espaldas me miraste con ojos y senos, con labios que trazaban una flor de lentos pétalos. Tuve que doblarte los brazos, murmurar un último deseo con el correr de las manos por las más dulces colinas, sintiendo como poco a poco cedías y te echabas de lado hasta rendir el sedoso muro de tu espalda donde un menudo omóplato tenía algo de ala de ángel mancillado. Te daba pena, y de esa pena iba a nacer el perfume que ahora me devuelve a tu vergüenza antes de que otro acorde, el último, nos alzara en una misma estremecida réplica. Sé que cerré los ojos, que lamí la sal de tu piel, que descendí volcándote hasta sentir tus riñones como el estrechamiento de la jarra donde se apoyan las manos con el ritmo de la ofrenda; en algún momento llegué a perderme en el pasaje hurtado y prieto que se llegaba al goce de mis labios mientras desde tan allá, desde tu país de arriba y lejos, murmuraba tu pena una última defensa abandonada.
Con el perfume del tabaco rubio en los dedos asciende otra vez el balbuceo, el temblor de ese oscuro encuentro, sé que una boca buscó la oculta boca estremecida, el labio único ciñéndose a su miedo, el ardiente contorno rosa y bronce que te libraba a mi más extremo viaje. Y como ocurre siempre, no sentí en ese delirio lo que ahora me trae el recuerdo desde un vago aroma de tabaco, pero esa musgosa fragancia, esa canela de sombra hizo su camino secreto a partir del olvido necesario e instantáneo, indecible juego de la carne oculta a la conciencia lo que mueve las más densas, implacables máquinas del fuego. No eras sabor ni olor, tu más escondido país se daba como imagen y contacto, y sólo hoy unos dedos casualmente manchados de tabaco me devuelven el instante en que me enderecé sobre ti para lentamente reclamar las llaves de pasaje, forzar el dulce trecho donde tu pena tejía las últimas defensas ahora que con la boca hundida en la almohada sollozabas una súplica de oscura aquiescencia, de derramado pelo. Más tarde comprendiste y no hubo pena, me cediste la ciudad de tu más profunda piel desde tanto horizonte diferente, después de fabulosas máquinas de sitio y parlamentos y batallas. En esta vaga vainilla de tabaco que hoy me mancha los dedos se despierta la noche en que tuviste tu primera, tu última pena. Cierro los ojos y aspiro en el pasado ese perfume de tu carne más secreta, quisiera no abrirlos a este ahora donde leo y fumo y todavía creo estar viviendo."
Julio CORTÁZAR,
Tu mas profunda piel, Último Round, 1969.



“Libro de anclaje: “El capricho de los DIOSES”.  Sidney Sheldon.

Washington D.C.

Orestes Moravia estaba predestinado para ser presidente de Los Estados Unidos. Se trataba de un juez, que se convirtió en un político carismático, inteligente, muy respetado entre la gente y con importante grupo de apoyo de poderosas amistades. Lamentablemente su propia libido le arruinó la llegada a la Casa Blanca.
Casado y con una bella hija, Camila Moravia, sin ser para nada un donjuán, luego de años de ser fiel a su esposa Elizabeth, tuvo una supuesta aventura amorosa fatal.
Orestes era buen mozo, alto, de ojos celestes, pelo entrecano, porte atlético, rico,  destinado a ocupar uno de los cargos más importantes del mundo, y si bien había tenido miles de oportunidades de engañar a su esposa,  jamás había pensado más que en ella y en su hija. Eran la pareja perfecta, compartían todo, su esposa era hermosa como lo era Camila sociable, inteligente, tenían casi todo en común.
Como segunda paradoja en su vida no sólo se enamoró de otra, sino que su segunda esposa Liza, era mayor que él, atractiva pero no bella, algo ermitaña, ansiaba estar a solas con él que era afable y de espíritu gregario, amante de los deportes, del golf, su  nueva mujer odiaba toda actividad física, Orestes era renovador, ella archiconservadora.
Marcos Labrapoulus, su mejor amigo desde la niñez, una vez le había advertido.

.. Te has vuelto loco, Orestes, Eli y vos eran la pareja perfecta, no puedes echar todo por la borda por una calentura.
… No te equivoques, Marcos, amo a Liza, apenas consiga el divorcio que será difícil, me casaré, Camila la acepta.
…¿Pensaste en las consecuencias políticas de lo que estás por hacer?
… No pasará nada, en este país el cincuenta por ciento de matrimonios terminan en divorcios.

Así Orestes demostró ser pésimo profeta. El periodismo tomó el peleado divorcio como caído del cielo, mostró el nidito de amor de Moravia, fotos, horas de sus escapadas secretas, manteniendo vivo el interés por la historia  el mayor tiempo posible.
 Cuando todo terminó y cayó el telón, los amigos habían desaparecido, el respaldo para la presidencia se había esfumado, habían encontrado a una nueva figura para llevar a la Casa Blanca. Marcos Labrapoulus.

Mientras sus vidas transcurrían en los avatares del poder, Camila se divorciaba de su esposo, diplomático de carrera, apreciado por Marcos y por su padre, quedaba a cargo de sus  dos hijos.

En Kansas era un día nevado y desapacible, nevaba tan copiosamente que en la autopista la visibilidad era nula.
 Al volante de su camioneta, Guillermo Graziani, intentaba ir por la senda central  donde los barredores de nieve, habían pasado. Malhumorado se preocupaba, porque evitando resbalar, manejando con cuidado, estaba llegando  tarde a las clases que dictaba de ciencias políticas sobre países de Oriente y de la cortina de hierro, abogado, docente y escritor, se felicitó al escuchar el discurso de asunción del nuevo presidente, Marcos  Labrapoulus, por haberlo votado, sin saber, que en poco tiempo, el destino lo llevaría a su lado, y mucho más allá.

CONTINUARÁ.



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