DESAFÍO.
CAPÍTULO TREINTA Y UNO.
"Soy infeliz porque mi corazón no puede
desahogarse por mis labios".
*William
Shakespeare | El Rey Lear.
Viernes, 05 de agosto de 2016.
__En efecto. Pero, ¿hay algún medio de probar
esa hipótesis?
__No. Lamentablemente no _respondió Jésica.
El profesor tomó la jarra de la cafetera y
sirvió café para todos.
__Oye, ¿no te habrás puesto de acuerdo con
Malvárez para interesarme y acabar involucrándome en la investigación?
_ ¿Por qué lo dice?
__Porque a pesar de que tenía decidido no
volver a colaborar en ninguna otra investigación policial, han logrado
despertar mi curiosidad intelectual, e incluso han aderezado la cosa con alguna
especie de aroma peligroso, como el saber qué va a hacer del enamoramiento de
Malvárez.
Fuera de toda broma, me gustaría que sigan
sus pasos con esa hipótesis de las novias, y que me dejen a solas un par de
días.
--- ¿Por qué? __preguntó Guillermo enarcando
las cejas.
__Porque quizá la gelatina no sea lo único
factible para colocar el veneno, me está rondando otra idea, pero apenas es un
esbozo.
¿Me dejarían pensar a solas?
__Claro profesor _afirmó Guillermo__, será
su… Desafío.
--Papá, fírmame la autorización para sacar a
Ana de la clínica _pidió Fabián durante el desayuno__, te prometo que está bien,
yo mismo me iré un tiempo a casa con ella.
__Hijito,
temo que vuelva a contactarse con Camila que no está nada bien y que
empecemos de cero__ replicó Guillermo.
__Me ha prometido que no hará ninguna macana,
de verdad, hace demasiado tiempo que está internada, si quieres ir el médico te confirmará que
está mucho mejor.
__Está bien, hijo, si tiene el alta, llévala
a casa, iniciaré el divorcio, y no permitas que vea a Camila ni que deje el
grupo, ¿vas a dejar el departamento?
__No por ahora, solo estaré días con ella, le
hará bien que confiemos y la dejemos sola a veces. No temas, no va a recaer ni
a molestar.
__Está bien, iré al estudio un rato, pasa por
allá que te daré la orden legal firmada para que pueda salir, no iré a verla,
Gaby llevará el divorcio, que le quede en claro que la veré en la primera
audiencia, ya no soy su esposo.
__Vale, pa, tranquilo, estaban separados antes
de la internación, le diré.
“Como
si se tratase de un juego macabro en donde la ratita echada en una cuba con
agua era yo, parecía que mi vida o muerte dependía más de los designios de la
persona o cosa tras esta situación, que de mis fuerzas por resistirla. El hecho
de que estaba pataleando en aguas profundas sin vislumbrar un escape, era tan
indiscutible como la persona que me había depositado en esta situación. De
todas formas, eso ya era solo una anécdota. La realidad marcaba con tinta
indeleble esta prueba en el libro de mi vida, la cual marca aún no sabía si
terminaría perdida en medio de alguna hoja amarillenta en un lugar cualquiera
de mis experiencias de vida, o sería el corolario y el último registro de esta
vida que se me escapaba de las manos.
Por si pensaba que el hecho de estar a punto de perder mis fuerzas y rendirme a mi destino que me miraba con fijeza desde un lugar cercano, el soldado se acercó desprovisto de sentimientos, o por lo menos de los que yo esperaba. Comenzó a hundir mi cabeza en la fría agua de la desesperación hasta el punto en que sentía escapar mi vida y ahí, justo ahí, me permitía sacar la cabeza del agua. Este hecho no solo me recordaba que aún estaba vivo sino que también me recordaba que estar vivo sabía a una tortura mayor. No podía ver a este poderoso acechando impunemente con la intensión de repetir su faena, pero lo percibía. El aire que entraba con furia en mis pulmones y ánimo producía de algún modo, una especie de esperanza y visión de algo parecido a un sol asomando en el horizonte brumoso, pero no era hora todavía del festejo, aún pataleaba por no ahogarme. Me vi sumergido nuevamente, y rítmicamente se sucedía este horror de sentir que la angustia me cubría por completo, sin dejar una maldita molécula de esa sensación de felicidad que durante algún tiempo blindó mis sentimientos con una invulnerabilidad ficticia, que tontamente creí que sería para siempre.
Cerrando los ojos y depositándome resignado en esta suerte de salvación que sería ya no sufrir más, nuevamente fue quitada la mano que presionaba con fuerzas mi cabeza y el corazón obstinadamente volvía a latir, haciendo caso omiso a mi empeño por que dejara de hacerlo. Ya sin fuerzas ni deseo de mover un dedo para cambiar lo aparentemente irremediable, solo me encomendé a Dios y pedí por el tropiezo, despojándome de todo sentimiento de rencor, y hundí mi cabeza. El tirón lo sentí, más no cuando mi mano había sido asida con fuerza. Abrí en plena resignación mis ojos y ahí estabas como siempre. Inevitable pensar que Dios se había apiadado de mí.
Por si pensaba que el hecho de estar a punto de perder mis fuerzas y rendirme a mi destino que me miraba con fijeza desde un lugar cercano, el soldado se acercó desprovisto de sentimientos, o por lo menos de los que yo esperaba. Comenzó a hundir mi cabeza en la fría agua de la desesperación hasta el punto en que sentía escapar mi vida y ahí, justo ahí, me permitía sacar la cabeza del agua. Este hecho no solo me recordaba que aún estaba vivo sino que también me recordaba que estar vivo sabía a una tortura mayor. No podía ver a este poderoso acechando impunemente con la intensión de repetir su faena, pero lo percibía. El aire que entraba con furia en mis pulmones y ánimo producía de algún modo, una especie de esperanza y visión de algo parecido a un sol asomando en el horizonte brumoso, pero no era hora todavía del festejo, aún pataleaba por no ahogarme. Me vi sumergido nuevamente, y rítmicamente se sucedía este horror de sentir que la angustia me cubría por completo, sin dejar una maldita molécula de esa sensación de felicidad que durante algún tiempo blindó mis sentimientos con una invulnerabilidad ficticia, que tontamente creí que sería para siempre.
Cerrando los ojos y depositándome resignado en esta suerte de salvación que sería ya no sufrir más, nuevamente fue quitada la mano que presionaba con fuerzas mi cabeza y el corazón obstinadamente volvía a latir, haciendo caso omiso a mi empeño por que dejara de hacerlo. Ya sin fuerzas ni deseo de mover un dedo para cambiar lo aparentemente irremediable, solo me encomendé a Dios y pedí por el tropiezo, despojándome de todo sentimiento de rencor, y hundí mi cabeza. El tirón lo sentí, más no cuando mi mano había sido asida con fuerza. Abrí en plena resignación mis ojos y ahí estabas como siempre. Inevitable pensar que Dios se había apiadado de mí.
__ ¿Qué sucede amorcito? Estás preocupado,
ausente, ¿escuchaste lo que mi pidió Fabián?
Tranquilo, estás a salvo, fue solo una
pesadilla lo que no significa que me guste que la padezcas.
__Sí, y tiene razón. Hiciste bien, es la
madre y se preocupa.
Guillermo se tumbó junto a Pedro que evadía
la mirada perdiéndola en el techo.
__ ¿Y a vos qué te pasa? __interrogó__, desde
que nos mudamos juntos nunca estuviste así.
__Es que me quedé pensando en el planteo de
Camila, a veces pareciera coherente, pero otras, es impredecible. Quizá sería lógico
tener un hijo con alguien que fue tu esposa años como en tu caso, que al menos
quisiste, y quieres, más que de una desconocida.
__ ¿Entonces?
__Y… entonces, me da temor, no está bien, tengo
la sensación de que terminará internada en cualquier momento, está obsesionada
con la maternidad, no sé hasta qué punto desea alquilar un vientre si yo soy el
padre, cómo será como mamá nacido un niño.
Creo que pese a que sería lógico como en tu
caso, no debo aceptar lo que pide, y si alguna vez deseo ser padre, ya veremos,
no es el momento ni me urge ni creo deba dejar presionarme por ella, pase lo
que pase.
Yo estoy bien contigo, con tu hijo, Guille,
de verdad.
¿Por qué antes nunca aceptó y eso que se lo
propuse decenas de veces?
__Porque antes no creía en que podría
perderte quizás.
Está
bien así. No te tortures más, dile a Orestes, o a ella que es no, y más allá de
su desquicio lo único que puede hacer es no darte el divorcio, iremos a juicio,
estamos bien, ¿no es así acaso?
Pedro,
no quiero verte triste ni padeciendo pesadillas por la locura de Camila, ya
demasiado padeciste a su lado, si estás decidido a decirle que no, hazlo,
cualquiera sea la consecuencia.
__Lo
haré amor. Ve si quieres al estudio, te veré allá en un rato, tenemos que
seguir el rastro de Malvárez o del
profesor, el caso espera por suerte. ¿No crees que esté demasiado estancado?
__Y
sí, lento como ninguno, pero es que solo tenemos a Elsa y a Edyth,
supuestamente esa tercera que busca el detective más por salvar a la viuda que
por convicción, y tampoco tenemos pruebas contundentes, hoy por hoy, no tenemos
nada para una preventiva.
Solo a usted amo yo. Y quiero verlo bien,
siempre… socio.
__Gracias, solo mirarme en tus ojos me trae a
la realidad, a la paz de esto… lo nuestro donde nunca hubo un problema. Qué
bonito es sentirse a gusto y cómodo con uno mismo. Qué bonito es volver a
compartir momentos que veías anclados en el pasado. Qué bonito es darte cuenta
de que arriesgarte es una parte muy importante en nuestras vidas. Quien no
arriesga, no gana. Y eso está totalmente demostrado. Hemos arriesgado, hemos
perdido, pero a la vez hemos ganado a personas que creíamos olvidadas o incluso
sentimientos que permanecían en una inmensidad muy profunda.
Los hemos vuelto a recuperar por el simple
hecho de no tener miedo a lo que pueda llegar a ocurrir. Te arriesgas y esperas
ese “sí” como respuesta, lo consigues y cantas victoria, porque después de la
tormenta, nos aseguramos de que siempre llega la calma. Sí, ¿por qué no? Sí, te
quiero. Sí, nunca te olvidé. Quien no lo vea es un auténtico cobarde. Todo se
consigue con esfuerzo y con bondad, mostrando tu corazón, intercambiando
palabras, mensajes, alegrías, sentimientos... Porque quien está, permanece para
siempre. Quien te quiso, te querrá pase lo que pase. Quien te piensa, merece la
pena y quien te regala sonrisas, es único.
Solo y exclusivamente hay que abrir los ojos
ante las posibilidades que nos ofrece nuestro día a día. Levántate, y dibújate
una sonrisa, escribe a quien eches de menos, ofrécele tu confianza, esa que se susurraban al oído en aquellos momentos. Si
te quiere, te lo devolverá y si no, sigue hacia delante. Todas las buenas
acciones se recompensan. Sí, quizá en un largo período de tiempo, pero, en
cualquier momento, aparece lo que creías imposible. Será porque hace tiempo le
pusiste el punto y final al temor a arriesgarte. Y eso, te aseguro, que es lo
mejor. No pierdes nada por arriesgar. La belleza de arriesgarte, es lo que más
grande hace a una persona.
“Arriésgate a vivir a tu manera. Dónde sea y
cómo sea.”
Recostado en mi lecho, aún desvelado, recuerdo
nuestra primera vez, y me parece ver aún
tu rostro sensual y a la vez temeroso, tratando de ocultar tu desnudez y cómo mis labios sedientos se deslizaban por tu cuerpo, embriagándome, en la agonía profana de tu piel,
gozando así de tu recóndito laberinto, disfrutando del placer escuchado tus gemidos que parecían proclamar dulcemente tu pasión, para luego amanecer extasiado y cautivo de tus deseos.
tu rostro sensual y a la vez temeroso, tratando de ocultar tu desnudez y cómo mis labios sedientos se deslizaban por tu cuerpo, embriagándome, en la agonía profana de tu piel,
gozando así de tu recóndito laberinto, disfrutando del placer escuchado tus gemidos que parecían proclamar dulcemente tu pasión, para luego amanecer extasiado y cautivo de tus deseos.
__Siempre será así, Pedro, lo prometo. Iré al
estudio a sacar trabajo atrasado, y le diré a Gaby que lleve los divorcios sean
como fueren, nosotros estamos bien a pesar de ellas. Camila tiene al padre, Ana
a Fabián no están solas tampoco, pueden y saldrán adelante, estará todo bien.
__ Cuando abrimos la ventana de nuestra
historia entrelazamos esos momentos vividos al cruzar la puerta de lo
inimaginable e impensable del cerebro humano,
solo la luz de Dios y los ángeles celestiales encargados de protagonizar
ese misterio de aparecer en el instante necesitado, de aliviar el dolor
existente en lo más profundo del corazón, nos indican la fuerza y comprensión de
sostenernos firmes y positivos en cada situación latente en nuestros pasos por
la vida. Como rosas cayendo en el surco campestre de los olivos donde reposan
las aves tomando aliento para continuar su peregrinar por los paisajes del
infinito esplendor de su vuelo hacia un destino donde encuentren la paz. Así
como esas aves me siento yo en el aire puro elevándome como un árbol gigante
buscando la brisa contagiosa que nos trae ese olor penetrante que nos cautiva
de esa alegría que nos da la libertad. Para amar hay que sufrir, los
sufrimientos son la base de los muros que rodean el corazón pero que una sola gota llena de amor lo derrumba cual
terremoto poderoso, curando, cicatrizando las heridas encontradas tras los
gemidos silenciosos de la soledad que habita en el océano del alma. Yo seré el
viento que te elevará hacia la cima de
la cúspide, y tú serás el ave que cruzará en lo más alto del cielo, la barrera entre un sueño y la realidad, nuestra unión será el prodigio de un amor
para la historia, seremos el calcio de las raíces de las aguas pasadas,
presentes y futuras del amor. Para ti soñador que estás en todas partes, omnipresente, y avivas en mí el deseo de entregar amor
infinito plasmando escrituras y narrativas que nacen de mi interior.
Cada noche espero tocarte a la distancia,
estrechar tus manos nerviosas por el impulso de un sentimiento que empieza a
invadir tu cuerpo, provocando batallas por no caer en la tentación de abrirte
plenamente a los deseos que sientes,
intento y dejas que acaricie tu rostro húmedo y candil como el rocío en
la mañana después de una noche de fuego total, miro a tus ojos y penetro en su
reflejo donde me incitan a brincar el muro de la seducción, te dejas llevar por
mis labios que se unen con los tuyos, provocando un tornado de agua que nos
eleva cual fuerza, enloquecidos por ese beso aromático a placer, caemos y me
enredo en tus cabellos prisionero estoy de ellos, cuando empiezan a provocar
vibraciones en mí por sus cadenas finas en mi propio encierro.
Trato de escapar a tus intimidades, pero me
detienen como lanzas de combate las puntas de tus pezones paralelos a mi pecho,
provocando una cascada de sentimientos en mi piel, caigo rendido ante la
divinidad en persona! No resisto cual pecado hermoso!
Al llegar a la selva fantástica llena de
misterios y alevosías, donde radica tu punto neurálgico de sentir en extremis,
tu fuente, tus montes… el gemido de tu
voz dulce y entrecortada, por la consumación de llegar a lo más profundo del
Amor me sobrepasa. Envenenados estamos como protagonistas de caricias y
suspiros que nos llevan a un estado
nunca visto, donde se combinan la locura y la pasión en dos cuerpos que se unen
por Amor...
No importará la fecha que marqué en el calendario, inútil será la hora que el
reloj acelerado marque, para ti y para mí nada existirá más allá de lo que se
encierra entre tu piel y la mía.
Indiferente nos será el día de la semana que
sea, importará mucho menos si afuera es invierno o primavera, la temperatura
ideal estará entre nosotros y será ideal ese día, hoy perdido pero sabemos que
lo encontraremos.
Me verás mas allá de mi piel de hombre vestir
para ti un ser solo vestido de amor... Al momento de beberme los besos de tus
labios sabes morirá en mí una vieja soledad, comenzarás así a ahogar mis ansias
por amarte.
De tus labios estaré adicto, perdido me
sentirás en tus brazos... Yo solo sentiré que te pertenezco y más allá de ti
nada para mí existirá en el momento que de mi alma enamorada tomes dominio por
completo.
Agótame en tus delirios, sacia tu sed de amar
y ahoga a la vez mis ansias de por tu piel perderme... En ese día cualquiera a
tus pies me tendrás, sabes que en cada una de tus curvas tu exquisito sabor
consumirá mi adicta boca.
Ya sé de por condenada la distancia, se da
por vencido el tiempo... pues tú y yo abrazados a este amor aceleraremos el
tiempo, consumiremos la distancia y haremos completamente nuestro ese día... Y
no será un día cualquiera, será el día que este amor nos abrace para siempre el
alma.
__El silencio logro de un beso dormido, en labios ansiosos,
suplicantes. Dejando un sabor existo, jamás probado. Tiempos robando sueño,
incrustándose en ellos. En el inmenso anhelo de tocar boca con boca.
Disfrutando de esa suave caricia nunca dada. Rozando la suave piel, con la
brisa de un atardecer de verano.
Suplicante deseoso. “Te amaré". Aunque la muerte quiera separarnos. “Te amaré"
en la eternidad.
Amor, desnúdate despacio, quiero gozar de tus cosas
escondidas. Y luego ven a mí, ya quiero tu cuerpo tibio, estrellado entre mis
brazos y sentir el fulgor y la pasión, que quema la razón y me enciende la
vida. Déjame recorrer tu cuerpo con mi boca entre caricias lujuriosas y locas.
Hasta que sientas la ansiedad y el deseo ardiente y dulce que te haga mío
vibrando entre el delirio de tus impúdicas caricias, bebiéndonos las bocas.
Déjame amor, sentir y gozar el deseo de
amarte y tenerte. Dulcemente sufro la gloria y pasión de mi alma, que tu
corazón ríe y llora cuando siento el dulce y tibio deseo en tu cuerpo ansioso
de ser mío ahora. Voy a recorrer y conocer todo tu cuerpo, con mi lengua.
Adoro sentir el reclamo de tu loco amor que demanda mis besos y mi boca y sentir tus leves caricias en turbado tropel que en mi piel provoca delicias.
Adoro sentir el reclamo de tu loco amor que demanda mis besos y mi boca y sentir tus leves caricias en turbado tropel que en mi piel provoca delicias.
Calma mi sed en tus esencias, en el agua de
tu fuente. Y dibuja en mi espalda el reclamo de tu amor, con tu lengua
humedecida mientras tomo posesión de tu deseo, como animal embravecido. Siente
el gozo supremo en tu secreto habitáculo, desde el alba de tus días. Mírame,
cuando entreabres tu boca y tu cuerpo sobre el mío, mi ensueño, apriétame con tus piernas, y muévete como una
mariposa entre las brisas. Déjame saborear tu boca de rosas y miel, y todo tu
aliento.
Quiero ser tu hombre en sublimes momentos, loco y perdido en tus brazos y darte mis simientes, acariciando el ombligo de tu vientre, con mis labios. Dulcemente busquemos la gloria de tu cuerpo que goce el éxtasis final. Con el reclamo de tu amor loco, que demanda el frenesí de la lujuria tibia y de sentir que tú ya eres mío por siempre viviendo entre tu dicha virginal. Acaricias mis pupilas con el sutil fuego de tu mirada. Caminas desnudo, el deseo es fuego, el fuego… amor y enciende la pasión, amor que se hace lujuria, la lujuria locura, perdiendo en tu cuerpo, la razón.
Quiero ser tu hombre en sublimes momentos, loco y perdido en tus brazos y darte mis simientes, acariciando el ombligo de tu vientre, con mis labios. Dulcemente busquemos la gloria de tu cuerpo que goce el éxtasis final. Con el reclamo de tu amor loco, que demanda el frenesí de la lujuria tibia y de sentir que tú ya eres mío por siempre viviendo entre tu dicha virginal. Acaricias mis pupilas con el sutil fuego de tu mirada. Caminas desnudo, el deseo es fuego, el fuego… amor y enciende la pasión, amor que se hace lujuria, la lujuria locura, perdiendo en tu cuerpo, la razón.
Bebo del lunar de tu vientre que mi boca
acaricia, enajenado de pasión. Vibrando en la etérea sustancia de tu piel, el
tormento de tu cuello de miel en el deleite sin fin de tu pasión que demanda el
éxtasis, en infinito placer. Siento tus lágrimas, que florecen y suspiran en
tus ojos. Voy a alcanzar apasionado en vaivén la profundidad de tus entrañas,
claman por mí tus mareas, perdido en la
locura amor de mi alma, en el éxtasis final que reclamo en ti.
Ahora,
déjame reposar en tu pecho, mi
morada. Y besarlo con pasión, sabor a
hierba, aromas a jardín florido y primoroso y amarnos así entre el cielo y el
infierno, en un tibio y rojo ocaso luminoso.
__En la penumbra de la vida, Pedro, sos luz
de mi regocijo, en mi pensamiento
diario, razón de mi vivir, podría hoy o mañana morir; y donde quiera que yo esté esperaría siempre por vos, porque entre la luz y la razón de mi alma, te elijo a vos con cada latido de mi inmenso corazón. Que me hace
caminar bajo la luz de tu sonrisa, buscando ese brillo hermoso que tienen tus ojos; para detenerme en la delgada línea de tus dulces labios, que me conducen
a lo largo de todo tu majestuoso cuerpo, mientras siento la suavidad de tu fina piel; que me lleva a lo infinito de tu amor. ¿Recuerdas esa primera mirada, ese primer hola, la primera conversación a solas, esa forma de mirarnos...?
a lo largo de todo tu majestuoso cuerpo, mientras siento la suavidad de tu fina piel; que me lleva a lo infinito de tu amor. ¿Recuerdas esa primera mirada, ese primer hola, la primera conversación a solas, esa forma de mirarnos...?
¿Recuerdas cómo ibas vestido?, yo sí, nunca
lo olvidaré, tu pelo, el color de tus
labios, tu ropa, el aroma que desprendías,
dicen que el amor a primera vista
no existe, explícame entonces por qué aún amo esos ojos que una tarde de finales de otoño robaron mi
corazón haciéndose el dueño de mi vida. Hay
muchos ojos almendrados color miel pero ninguno que me hicieran flotar como los tuyos, nadie me miró nunca con la intensidad con la que me miras vos acompañada de una
sonrisa que me vuelve loco y
provocas los deseos más perversos que puedas imaginar. "Recuerdas el
primer beso bajo la luz de una farola,
mi boca besó tu boca, desde entonces se
selló nuestro amor”.
Yo, jamás lo podré olvidar, también te he de confesar que al rodear tu
cuerpo con mis brazos creí que iba a desmayar,
era el hombre más feliz, me
faltaba el aire al respirar de emoción y
felicidad, un cura improvisado y sin
altar nos dio la bendición, ya no se
podía pedir más. Ahora es bello recordar esas primeras andaduras pero más bello es comprobar que lo que mi
corazón me decía es real, nunca lo
olvidarás, fue, es y será el amor de tu vida.
__Recuerda… tú eres mi vida, Guille. Te amo y te venero. Y
fue así que me enamore de ti. Cuando me decía a mi mismo ya no más, cuando
menos creía en el amor, cuando el tiempo me convirtió en un tempano, justo
llegaste tú. Cambiaste el gris de mis días por el rojo del amor, el blanco de
la amistad y el amarillo de la esperanza, cambiaste el invierno de mi corazón
por el más delicioso verano. Y fue así que me enamore de ti, de tu sensualidad
fina y tu alma de niño, de esa manía de meterte en mi mente y anidarte en mis
fantasías.
No hubo tiempo de meditarlo, pues cuando me
di cuenta ya había nacido en mí el primero de muchos " Te amo ", era ya tan tuyo que solo me dediqué a amarte.
En la piel de mis ganas, y el atrevimiento de
pensarte en mi lecho donde desvistes
mis deseos de ti, purgando condena de amarnos, en la piel, en la carne, y en los huesos,
asido a mi cintura muy despacio teniéndonos excitados, conscientes del placer de sentirnos con el pensamiento y con el deseo, lo intangible se hace tangible y tus manos bajan a mis manos descubriendo el centro del universo de mis entrañas, de mis ganas de ti, amándonos,
entre el cielo y la tierra, en mis piernas se juntan las ganas, y mis piernas se cruzan con las tuyas, se sienten se tienen, se tocan y se envuelven entre sábanas, entre amores y pasiones, con deseos de poseernos, entre el fuego y la pasión, ardiente de tu piel con piel, eres de mis deseos y tus deseos, hacemos la noche entera, y las estrellas espiando por la ventana, celosas de que me quieras, de que me quieras entre sábanas, eres de mis deseos... mi Ángel de amor, en mi piel, en mi vida y en el alma. ¿Te acuerdas, mío? ¡Todavía te deseo!
mis deseos de ti, purgando condena de amarnos, en la piel, en la carne, y en los huesos,
asido a mi cintura muy despacio teniéndonos excitados, conscientes del placer de sentirnos con el pensamiento y con el deseo, lo intangible se hace tangible y tus manos bajan a mis manos descubriendo el centro del universo de mis entrañas, de mis ganas de ti, amándonos,
entre el cielo y la tierra, en mis piernas se juntan las ganas, y mis piernas se cruzan con las tuyas, se sienten se tienen, se tocan y se envuelven entre sábanas, entre amores y pasiones, con deseos de poseernos, entre el fuego y la pasión, ardiente de tu piel con piel, eres de mis deseos y tus deseos, hacemos la noche entera, y las estrellas espiando por la ventana, celosas de que me quieras, de que me quieras entre sábanas, eres de mis deseos... mi Ángel de amor, en mi piel, en mi vida y en el alma. ¿Te acuerdas, mío? ¡Todavía te deseo!
De la única memoria que no puedo arrancarte ni sacarte,
es la del corazón.
Estás metido allí, por cada una de mis membranas. Sé que no vienes por las mañanas, que vienes por las noches, y te clavas en mi ser cuando mi sueño duerme aunado a tu placer, tú seduces a mis labios con tu instinto. Nada, no hay nada ni poder que logre borrarte de mi mente. Aun si muriera , si de este mundo desapareciera , mi último aliento , mi último suspiro , mi último pensamiento , será para ti a quien un día llamé… Amor de toda mi vida.
Estás metido allí, por cada una de mis membranas. Sé que no vienes por las mañanas, que vienes por las noches, y te clavas en mi ser cuando mi sueño duerme aunado a tu placer, tú seduces a mis labios con tu instinto. Nada, no hay nada ni poder que logre borrarte de mi mente. Aun si muriera , si de este mundo desapareciera , mi último aliento , mi último suspiro , mi último pensamiento , será para ti a quien un día llamé… Amor de toda mi vida.
Habré de unirme a tus abrazos tenues trenzado
en tu cuerpo como una enredadera, luces en el viento azucena inocente el color
de tus flores poco a poco me enamora.
Desnudaste mi tiempo, mis ilusiones, mi amor,
que vestidos de insomnio transitaban los sueños y en el falso castigo de mi
cruel abandono me enamoran tus besos, tus caricias y todo. El carmín de tu risa
pinta de felicidad tu presencia y soñando contigo, con tu cintura y tus
pezones, soy feliz cada noche aferrado al recuerdo de tus ojos divinos que ríen y
lloran mis dormidas visiones. Habré de sentir cada beso tuyo con tu boca
sedienta, cada caricia en la sensibilidad de mi sexo, y atrapada en mis manos dormirá tu húmeda umbría, es la prisión voluntaria que sonríe
feliz olvidando por fin, el sabor amargo
y triste de los remordimientos. Amparas en tus besos la infinita ternura del sosegado mar sin sus encrespadas mareas y
te extraño en mis noches, con el vago
deseo de dormir a tu lado.
Esta historia que cuento, es tan solo el
reflejo que humedece tu ausencia en mis yermas mejillas, ¡que de tanto pensarte
se me empequeñeció la vida! aferrado, imaginaba cada día mejor, y los días pasaron
en desfile de entierro, tristes, agónicos, marcando los recuerdos que quizá
volverán. Y en el desolado y profundo valle de esta, ¡mi tristeza! yo me pierdo
en las noches, aferrado a tus besos, pensando en tus caricias que quizá nunca
fueron.
En el telar de tu tiempo se hilaban mil
palabras de adioses con escamas de plata, ensangrentadas de vino, recogiendo
nostalgias, donde nunca las hubo, devolviendo
quimeras al pantano reseco de las horas perdidas, esas que bien sé de memoria,
ya nunca volverán. Hoy la vida me muestra la felicidad a pellizcos, yo los quiero saborear en tu boca despacio, perfección
de mis tardes de caprichos, regálame la
fortuna de tu fruto maduro, humedecido y breve,
de tus besos más dulces, esos que tantas tardes al amparo de la luna nos
hemos regalado. No importará la fecha que marqué el calendario, inútil será la
hora que el reloj acelerado marque, para ti y para mí nada existirá más allá de
lo que se encierra entre tu piel y la mía.
Indiferente nos será el día de la semana que
sea, importará mucho menos si afuera es invierno o primavera, la temperatura
ideal estará entre nosotros y será ideal ese día, hoy perdido pero sabemos que
lo encontraremos.
Me verás mas allá de mi piel de hombre vestir
para ti un ser solo vestido de amor... Al momento de beberme los besos de tus
labios sabes morirá en mí una vieja soledad, comenzarás así a ahogar mis ansias
por amarte.
De tus labios estaré adicto, perdido me
sentirás en tus brazos... Yo solo sentiré que te pertenezco y más allá de ti
nada para mí existirá en el momento que de mi alma enamorada tomes dominio por
completo.
Agótame en tus delirios, sacia tu sed de amar
y ahoga a la vez mis ansias de por tu piel perderme... En ese día cualquiera a
tus pies me tendrás, sabes que en cada una de tus curvas mi adicta boca
consumirá tu exquisito sabor.
Ya sé de por condenada la distancia, se da
por vencido el tiempo... pues tú y yo abrazados a este amor aceleraremos el
tiempo, consumiremos la distancia y haremos completamente nuestro ese día... Y
no será un día cualquiera, será el día que este amor nos abrace para siempre el
alma.
No eres culpable amor mío que de desilusiones
tenga llenos los bolsillos de mi alma, soy yo el que me encanta enredar con el destino, lo
provoco para que me deje entrar en tus pensamientos, de jugar en tus ojos y
corretear por tus labios, yo único culpable de haberme enamorado sin pensarlo,
fue mi corazón que hipnotizado y aturdido no supo salir de ti, me quedé a vivir
en tus brazos y en tus ojos, los hice míos, y ahora se siente incapaz de dejar
de amarte, y enredado estoy en tus sueños, me creía que ante todo en la vida
sería fuerte y no caería en este precipicio de amor, mas, no sé cómo desatar
este nudo enmarañado de mi pensamiento que te busca al despertar cada día y
apura las horas para meterse en tus sueños, porque este vivir sin ti, hace
imposible que este corazón loco deje de sentir el deseo de salir a buscarte,
por que ansía cada vez más estar en tus brazos, si algún día me faltaras amor,
me preguntaría de qué me vale el mundo, si solo sé volar por tus ojos, a veces
me pregunto, qué has hecho de mi vida amor, si solo tus besos deseo, si he
aprendido a caminar solo por la oscuridad de la noche negra, esa oscuridad que
me aterraba, cuando sin tus sueños vivía, ahora que ya te tengo un poco más, ya
pueden apagar las luces el cielo, y descolgarse las estrellas, que sé que tú
vendrás para amarme, al tiempo que tú te sentirás amado por mí.
Qué puedo hacer vida mía si mis amaneceres no toman vida al abrir mis ojos, qué puedo hacer si mi corazón sale a buscarte, y se me sale de mis adentros porque tú no estás, ¿qué puedo hacer si con tu amor sueño cada noche?
Sé que esta noche tú me soñarás, que esta noche vida mía aunque te retrases, sonreirás de nuevo al besar mi sonrisa, lo sé mi amor.
Qué puedo hacer vida mía si mis amaneceres no toman vida al abrir mis ojos, qué puedo hacer si mi corazón sale a buscarte, y se me sale de mis adentros porque tú no estás, ¿qué puedo hacer si con tu amor sueño cada noche?
Sé que esta noche tú me soñarás, que esta noche vida mía aunque te retrases, sonreirás de nuevo al besar mi sonrisa, lo sé mi amor.
Mi señor, hoy te voy a hacer el amor con una
pluma de gaviota acariciando tu espalda bajo la tenue luz de la luna.
Te desvestiré despacito como a ti te gusta, mirando cómo en tus ojos se va encendiendo la dulce lujuria. Tú estarás inmóvil mientras te saco la ropa con mis manos ansiosas y te lleno el cuello de besos, perfumado con aroma francés.
Te desprenderé la camisa y la tiraré al suelo quedando mis manos acariciando tus pezones. Luego bajaré suavemente mis dedos haciendo cosquillas a tu vientre de fuego en la humedad de tu piel. Te desprenderé el jean con destreza y lo bajaré muy suave para sacarle por los pies, mientras respira mi boca en tus bóxer besando el aroma de tus pliegues.
Me pondré de pie con firmeza y me situaré detrás de ti suspirando mi boca con sabor a café y al tomar la pluma de la mesa la rozaré en tu espalda como si una suave brisa acariciara tu piel. Luego te sentirás agitado con el calor de mis besos y tu sed de placer mientras mi mano vacía penetra tu bóxer para frotar al diablillo hasta hacerlo arder y tus piernas se aprieten con fuerza al explotar la sangre derramando éxtasis de la cabeza a los pies. Seguiré penetrándote y en loco vaivén, estallaremos al cielo gritando nuestros nombres hasta desfallecer, te amo, Guille, nadie me apartará nunca de ti.
Te desvestiré despacito como a ti te gusta, mirando cómo en tus ojos se va encendiendo la dulce lujuria. Tú estarás inmóvil mientras te saco la ropa con mis manos ansiosas y te lleno el cuello de besos, perfumado con aroma francés.
Te desprenderé la camisa y la tiraré al suelo quedando mis manos acariciando tus pezones. Luego bajaré suavemente mis dedos haciendo cosquillas a tu vientre de fuego en la humedad de tu piel. Te desprenderé el jean con destreza y lo bajaré muy suave para sacarle por los pies, mientras respira mi boca en tus bóxer besando el aroma de tus pliegues.
Me pondré de pie con firmeza y me situaré detrás de ti suspirando mi boca con sabor a café y al tomar la pluma de la mesa la rozaré en tu espalda como si una suave brisa acariciara tu piel. Luego te sentirás agitado con el calor de mis besos y tu sed de placer mientras mi mano vacía penetra tu bóxer para frotar al diablillo hasta hacerlo arder y tus piernas se aprieten con fuerza al explotar la sangre derramando éxtasis de la cabeza a los pies. Seguiré penetrándote y en loco vaivén, estallaremos al cielo gritando nuestros nombres hasta desfallecer, te amo, Guille, nadie me apartará nunca de ti.
Estudio Graziani y socios.
__ Guille, Camila se opone a darle un común
acuerdo a Pedro. ¿Qué se hace? _interrogó, Gaby.
__Juicio contencioso, Gaby, inícialo, si en
el camino se arrepiente, veremos, pero iremos a juicio, Pedro no cederá a su extorsión,
esa mujer está muy equivocada si pretende manipularlo con lo del hijo _respondió
Guillermo sin dudar mientras firmaba expedientes atrasados.__Fabián sacará a
Ana de la clínica, al parecer ella está bien, quiero que inicies el divorcio,
ya lo hablé con ella la última vez que la vi, será común acuerdo. Ocúpate de
eso, Gaby, pilas con ambas demandas, Pedro y yo no tenemos tiempo para perder
en tonterías.
__Está bien, Guille, me ocuparé.
__Guille, ¿qué se hace con la custodia de esa
mujer y el nene? Lleva días sin salir a la calle más que con la policía.
¿Quieres que siga apostado allí?
__No, Alberto. Digan lo que digan, Elsa Contreras
no es capaz de matar a una mosca, déjala en paz, y liquida los honorarios a
Oscar Arévalo, levanten la custodia, no escapará, está embarazada, no mató a
nadie.
__Dale, yo creo lo mismo, pero entonces… ¿fue
la viuda?
__La viuda u otra, qué sé yo. Malvárez está buscando a un tercero, una novia del
occiso, y no sé, pero lo que te sello es que Elsa no ha sido. Esa pobre mujer
ya demasiado tiene con un hijo Down de la hermana y otro propio en camino sin
padre, intentaremos al menos nosotros dejarla en paz, desde ahora estarás cerca
de Pedro y de mí, pendientes de la viuda, José anda con Malvárez, de uno u otro
camino tiene que surgir el asesino.
__Yo creo lo que vos, Guille, aunque la
verdad, que pensar que entró alguien más no me cierra, Paula estaba en la casa,
nadie vio a nadie, qué sé yo, no pareciera.
__Parece menos probable que… que haya sido Edyth,
pero el profesor pidió tiempo, y dice que es acertado descartar eso, déjalo a Malvárez
a ver qué encuentra.
__
El establecimiento especializado en tés
estaba en la planta baja de un edificio de oficinas situado en el barrio de
Flores, muy cerca de la avenida flanqueada de bancos e instituciones
financieras. Era fácil imaginar que cada mañana aquel lugar se llenaba de
chicas oficinistas.
Malvárez abrió la puerta de cristal y se
encontró con el mostrador de venta en tés de hoja. Antes de venir ya se había
informado de que disponían de más de cincuenta variedades. Al fondo había un
salón de té. Para ser una hora tan poco definida como las dos de la tarde,
había varios clientes desperdigados por el local. Algunas vestían uniformes de
empresas y leían revistas. No se veían clientes varones.
Una camarera menuda de uniforme blanco salió
a recibir al inspector.
__Buenas tardes. ¿Es usted solo? __preguntó
con una sonrisa pero con un gesto de cierto recelo. Seguramente se debía a que
el detective no parecía el tipo de cliente que va solo a un salón de té.
__Sí, yo solo _respondió, él.
Conservando su artificial sonrisa, la
camarera lo condujo hasta una mesa pegada a la pared.
En el menú había un montón de tipos de té que
hasta el día anterior eran desconocidos para Malvárez. Pero ahora ya conocía
varios de ellos e incluso había probado algunos. No en vano esta era ya la
cuarta tirada de tés que visitaba en el día.
Pidió un té Chai. En el anterior
establecimiento se había enterado que se trataba de té de Assam preparado en
leche, lo había pedido y le había gustado.
Por eso pensaba que podría tomar otra taza.
__Verá, también me gustaría hablar con la
encargada __le dijo a la empleada al tiempo que le enseñaba su placa.
Nada más verla, la empleada borró la sonrisa
que lucía hasta ese momento, Malvárez se
apresuró a negar con la mano.
__No, no, tranquila, no es nada importante.
Solo me gustaría hacerle unas preguntas acerca de un cliente.
__Muy bien, voy a decírselo.
__Gracias __dijo Malvárez. Estuvo a punto de
preguntarle si allí se podía fumar, pero desistió. Acababa de ver en la pared
el cartel de prohibido fumar en todo el establecimiento.
Volvió a echar un vistazo al local. Era un
lugar de ambiente agradable y relajante.
Como las mesas estaban dispuestas con bastante amplitud, las parejas podían
charlar tranquilamente sin tener que estar pendientes de la proximidad de los
clientes. No le sorprendería que le dijeran que el occiso había sido un cliente
asiduo.
Sin embargo, prefería no contar mucho con
ello. A fin de cuentas, en los tres sitios que había visitado con anterioridad
también había tenido la misma impresión.
Instantes después se presentó ante Malvárez
una mujer con gesto preocupado. Vestía camisa blanca y chaleco negro, su
maquillaje era muy sobrio y llevaba el pelo recogido hacia atrás. De unos treinta
y tantos años.
__ ¿En qué puedo ayudarlo?
__ ¿Es usted la encargada?
__Sí. Me llamo Helena.
__Lamento molestarla en horas de trabajo, por
favor, siéntese _dijo Malvárez ofreciéndole la silla situada enfrente de la
suya. Luego extrajo una fotografía del bolsillo de su americana. Era de la
víctima__. Verá estamos investigando un asunto y querríamos saber si alguna vez
ha visto a esta persona en su establecimiento. Tal vez viniera por aquí hace
años, por largo tiempo.
La encargada cogió la foto y la estudió.
Finalmente negó con la cabeza.
__Tengo la impresión de haberlo visto en
algún sitio. Pero no lo ubico. Entre que todos los días vienen muchos clientes
y que no nos fijamos mucho en sus caras, pues…
Era prácticamente la misma respuesta que le
habían dado en los otros establecimientos.
__Bueno, tal vez no viniera solo, sino en
pareja… __añadió por si acaso, pero ella ladeó la cabeza con una sonrisa.
__Pero es que son muchos los clientes que vienen
aquí en pareja, así que… _dijo dejando la foto sobre la mesa.
Malvarez asintió y le devolvió la sonrisa. Ya
contaba con ello así que no se sintió decepcionado pero la impresión de que
estaba perdiendo el tiempo con todo aquello, empezaba a pesarle.
__ ¿Es todo?
__Sí, muchas gracias.
Justo cuando la encargada se ponía de pie
para irse, la camarera que lo había
atendido le traía el té. Fue a dejar la taza encima de la mesa, pero al ver la
foto, se detuvo.
__Lo siento _dijo el detective quitando la
foto para que pudiera dejar la taza.
Pero la camarera no lo hizo. Se quedó mirando
a Malvárez mientras sus ojos parpadeaban repetidas veces.
__ ¿Pasa algo?
__ ¿Ocurre algo con ese cliente? __preguntó
ella tímidamente.
Los ojos de Malvárez se abrieron como platos
y volvió a poner la foto ante la chica.
__ ¿Lo conoces?
__Bueno… sé que es un cliente.
Al oír aquello, la encargada, que ya se había
alejado unos pasos, volvió de nuevo a la mesa.
__ ¿En serio?
__Sí, creo que no me equivoco. Lo he visto
varias veces por aquí. __Su tono era algo dubitativo, pero parecía que la
memoria no le engañaba.
__ ¿Le importa si hablo un momento con su
empleada? __le preguntó Malvárez a la encargada.
Como justo en ese momento entraban otros
clientes, la encargada se dirigió a ellos para atenderlos. Malvárez se dirigió
a la empleada y le pidió que se sentara junto a él.
__ ¿Cuándo los has visto? __empezó
preguntando.
__Creo que la primera vez, fue hace unos dos
años, fue cuando comencé a trabajar aquí y no conocía bien el nombre de los
tés, recuerdo que cometí algún error con él, por eso me acuerdo. Pero eso no
quita que viniera al local desde antes,
eso no lo sé.
__ ¿Y venía solo?
__No. Siempre venía con su esposa.
__ ¿Su esposa? ¿Qué tipo de mujer era?
__Mucho más joven que él, de unos treinta
años, linda, nada en particular, cabello castaño, muy largo, ojos claros,
verdes, creo.
__ ¿Y dijeron alguna vez que estuvieran
casados?
__Bueno… __ La camarera titubeó__. Tal vez me
lo imaginé, pero la verdad es que parecían un matrimonio. Se llevaban muy bien.
A veces daba la impresión de que venían de hacer compras.
__ ¿Hay algo más que recuerdes de ella?
Cualquier detalle, por pequeño que parezca, puede ser importante.
Los ojos de la camarera reflejaron turbación.
A Malvárez le pareció que estaba
arrepintiéndose de haber dicho que conocía al hombre de la foto.
__Bueno, tal vez sean solo suposiciones mías,
pero… __comenzó de modo entrecortado__. Yo pensaba que tal vez fuera pintora o
algo así.
__ ¿Pintora?
La camarera asintió con la cabeza alzando la
mirada hacia él.
__Sí, es que recuerdo haberla visto alguna
vez con un cuaderno de bosquejos o algo parecido, una especie de estuche
cuadrado así de grande. __Marcó con sus manos una anchura de unos sesenta centímetros__.
Era una especie de maletín plano.
__ ¿Llegaste a ver su contenido?
__No, no lo vi _respondió bajando la mirada.
Malvárez recordó lo que había contado Elsa.
El hombre había salido antes con una mujer que se dedicaba a publicaciones y
que incluso había publicado algún libro.
Cuando un pintor saca un libro, suele
tratarse de una colección o de una antología pictórica. Pero, según Elsa, al
hombre le fastidiaba tener que darle su opinión sobre lo que publicaba. Malvárez
pensó que si se trataba de una colección pictórica tampoco debería resultarle
tan fastidioso echarle un vistazo para darle su opinión.
__ ¿Hay alguna cosa más que te llamara la
atención? __preguntó.
__ ¿Es que no estaban casados?
__Seguramente no. Lo que cuentas no son las
señas de su esposa. ¿Por qué lo dices?
__Bueno, no es por nada importante, pero…
__Se llevó una mano a la mejilla__. Es que me parece que a veces hablaban de
niños. Hablaban de que querían tener niños pronto, o algo así. Pero, la verdad,
tampoco estoy muy segura. Puede que me esté confundiendo con otra pareja.
El tono de la camarera seguía siendo
titubeante, pero Malvárez tenía claro
que la memoria no le fallaba. No se confundía de pareja. Lo que la chica
recordaba haber escuchado era sin duda una conversación entre el occiso y su
novia de entonces. Por fin tenía una pista. Por fin se sintió esperanzado.
Le dio las gracias a la chica y la dejó
marchar. Luego extendió las manos hacia la taza de té. Ya estaba algo frío,
pero el dulzor de la leche y el aroma especiado se fusionaban muy bien.
Tomó la mitad del té, cuando se disponía a
pensar sobre cómo localizar a la pintora en cuestión, sonó su móvil. Miró
que era el profesor y se sorprendió.
__ ¿Sí?
__ ¿Tienes un minuto?
__No puedo hablar en voz alta pero por lo
demás no hay problemas. Raro que me llames tú. ¿Qué se te ofrece?
__Hay algo que quiero contarte. ¿Puedes hacer
algo de tiempo para vernos hoy?
__Bueno, si lo que tienes para contarme es
importante. ¿De qué se trata?
__Digamos que de un cuento. Pero un cuento que
tiene que ver con tu trabajo.
__Ya veo que Jésica y tú están tramado algo a
mis espaldas de nuevo.
__Precisamente porque no es a escondidas te
estoy llamando. ¿No te parece? ¿Puedes o no?
Malvárez no pudo evitar esbozar una sonrisa
amarga mientras pensaba en lo engreído que era siempre aquel tipo.
__Vale. ¿Dónde?
__Elige tú. Pero que no sea un sitio para no
fumadores _exigió el profesor sin miramientos.
Quedaron en una cafetería próxima a la
estación, muy cerca del hotel donde se alojaba Edyth.
Había elegido ese lugar, porque si terminaba
pronto con el profesor, podría acercarse a verla y preguntarle sobre la pintora
en cuestión.
Cuando entró en la cafetería, el profesor ya
había llegado. Estaba sentado en la mesa del fondo en la zona de fumadores y
leía una revista.
Malvárez se aproximó a su mesa y se quedó de
pie al otro lado.
__ ¿Qué lees con tanto interés? __le preguntó
mientras tomaba una silla.
El otro, sin mostrar la menor sorpresa,
señaló con un dedo el contenido de la revista.
__Un artículo sobre dinosaurios. Hablan del
uso de la tomografía para escanear fósiles.
Al parecer el profesor había advertido la presencia de Malvárez antes que
este se dirigiera a él.
__Una revista científica. ¿Y qué tiene de
bueno poder revisar los huesos de dinosaurios con eso?
__No son huesos, lo que analizan con el
escáner son fósiles _señaló el profesor alzando por fin la mirada hacia el
detective y ajustándose las gafas con el índice.
__Pero es lo mismo, ¿no? Al fin de cuenta los
fósiles no son más que huesos.
Los ojos del profesor se entornaron al
sonreír divertidos tras las gafas.
__Tú nunca me defraudas. Siempre me das la
respuesta que espero.
__Ya. Y yo tengo la impresión de que me estás
volviendo a tomar por tonto.
El camarero se aproximó y Malvárez pidió jugo
de fruta.
__Qué cosas más raras pides. ¿Es que ahora te
preocupa la salud?
__Tranquilo. Simplemente no me apetece té ni
café. Pero vayamos al grano. ¿Qué querías contarme?
__Bueno, antes pensaba hablarte un poco más
de los fósiles, pero en fin, qué más da… _dijo el profesor alzando su taza de
café.
__ ¿Te has enterado lo que opinan los de
científica sobre el método de colocación del veneno?
__Claro. Dicen que el sistema que tú
proponías habría dejado rastro seguro. Y eso es tanto como decir que las
posibilidades de que se usara son de cero. En fin, que hasta el gran Galileo
comete errores.
__Verás, expresiones como siempre o las
posibilidades son de cero no son muy científicas que digamos. Y ya de paso te
diré que el mero hecho de plantear la hipótesis de que no resulte acertado no
supone en modo alguno que se haya cometido un error. Pero bueno, como tú no
eres un científico, no te lo tendré en cuenta.
__Ya. Pues yo a cambio te diré algo, que en
lugar de poner excusas de mal perdedor podrías reconocer tu derrota de manera
más directa.
__ ¿Derrota? Yo no veo derrotas por ninguna
parte. Que una hipótesis se derrumbe siempre supone un avance, pues de ese modo
se va reduciendo el número de posibilidades. De hecho, con ello hemos cerrado
una más de las posibles vías de colocación del veneno.
El camarero trajo el pedido. Malvárez apartó
la pajita y bebió directamente del vaso. Como llevaba todo el día tomando té,
su lengua se sintió reconfortada.
__Solo hay una vía posible _insistió Malvárez
__. Que alguien lo pusiera en el hervidor. Así que tuvo que ser Elsa Contreras,
o si no alguien a quien el occiso permitió entrar en su casa el domingo.
__Entonces niegas la posibilidad de que
pudieran haberlo puesto con anterioridad en el agua.
__Yo confío en la policía científica y el
laboratorio forense. Ninguno de los dos ha detectado veneno en las botellas de
agua. Y eso significa que el veneno no estaba en ellas.
__Jésica dice que tal vez lavaron las
botellas.
__Lo sé. Eso de que la propia víctima podría
haber lavado la botella que contenía el veneno, ¿no? Pero nadie lava las
botellas de agua mineral antes de deshacerse de ellas.
__Bueno, al menos tendrás que admitir que la
posibilidad no es de cero.
Malvárez resopló por la nariz.
__ ¿Quieres apostar a esa ínfima posibilidad?
Bueno, pues allí tú. Yo prefiero seguir el camino de la lógica.
__Reconozco que el camino de la lógica que
estás siguiendo es el más razonable, pero no olvides que todo tiene sus
excepciones, y tenerlas en cuenta también es algo muy importante en el mundo de
la ciencia ---dijo el profesor, y le dirigió una seria mirada__. Tengo que
pedirte algo.
__ ¿El qué?
__Quiero volver a la casa de la víctima. Sé
que llevas la llave encima.
Malvárez le devolvió la mirada a aquel físico
excéntrico.
__ ¿Y qué quieres ver ahora? Pero si ya
estuviste con Jésica y los abogados…
__Es que mi ángulo visual ha variado desde
entonces.
__ ¿Tu ángulo visual?
__En pocas palabras: he cambiado de manera de
pensar. Tal vez entonces cometí un error. Así que me gustaría comprobarlo.
__Dime de una vez a qué te refieres, ¿vale?
__Mejor vamos allí y, cuando compruebe si
estaba o no en un error, te lo comento. De este modo será mejor también para
ti.
Malvárez se echó sobre la silla.
__Pero ¿qué estás tramando? ¿Se puede saber qué
clase de tejemanejes te traes entre manos con Jésica?
__ ¿Tejemanejes? ¡Qué dices! __el profesor
intentó sofocar la risa__. Será mejor que dejes de darle tantas vueltas a la
cabeza, anda. Creo habértelo dicho ya, pero se trataba de un misterio que
atraía mi curiosidad como científico y decidí embarcarme en la tarea de
descifrarlo. Así de simple. En consecuencia, cuando mi interés por el asunto
desaparezca, lo dejo correr y ya está. Por eso precisamente te pido que me
lleves de nuevo a la casa, para decidir qué voy a hacer finalmente.
Malvárez lo miró a los ojos. Su amigo le
devolvió la mirada con gesto indiferente, como si la cosa no fuera con él.
El detective no tenía ni idea de qué se traía
entre manos el físico en ese momento. De todos modos, eso era lo que le ocurriría
siempre. Malvárez recordaba que, aun sin entenderlo, en muchas ocasiones lo
había creído y él siempre le había ayudado.
__Voy a llamar a la señora. Dame un minuto _dijo
poniéndose en pie y sacando su móvil__. Y también al fiscal, o al menos a los abogados
de Edyth.
Se apartó un poco y marcó el número. Cuando
Edyth respondió, Malvárez se tapó la boca con la mano y le preguntó si podía
entrar una vez más en su casa. Antes llamó al estudio Graziani, en efecto los
abogados esperaban esa invitación, y los esperarían en la casa.
__Disculpe que vuelva a molestarla, pero es que
necesitamos hacer unas comprobaciones finales…
Al otro lado de la línea se oyó a Edyth
emitiendo un suspiro.
__No se preocupe, por favor. Soy consciente
de que se trata de una investigación policial, así que comprendo. Vaya cuando
quiera.
__Disculpe las molestias. Prometo regarle las
plantas de paso.
__Gracias. Me viene muy bien que lo haga.
Malvárez colgó y volvió a la mesa. El físico
lo miraba como si estuviera analizando un bicho raro.
__Tiene cara de querer decirme algo.
__ ¿Por qué se ha alejado para hacer la
llamada? ¿Es que no quería que me enterara de algo?
__Claro que no. Simplemente le he llamado y
le he pedido permiso para entrar. Eso es todo.
__Ya…
__ ¿Qué pasa ahora? ¿Aún hay algo más?
__No, nada. Es solo por, viéndote hablar, parecías
un vendedor llamando a un cliente muy especial. No sabía que la policía tuviera
que esmerarse tanto en el trato con la señora.
__Nos vamos a meter en la casa sin estar ella
presente. Es normal ser esmerado cuando pides permiso para algo así, ¿no crees?
_repuso, Malvárez cogiendo la cuenta__. Vámonos ya. Se hace tarde.
Una vez en la estación, tomaron un taxi. En
el interior el físico volvió a abrir la revista científica.
__Antes has dicho que los fósiles no son más
que huesos, pero ese es un conocimiento erróneo que encierra en sí mismo una
gran trampa. Debido a él, muchos paleontólogos desperdiciaron cantidades
ingentes de material y datos que podrían haber resultado valiosísimos.
Ya está otra vez con eso, pensó, Malvárez. No
obstante, decidió seguirle la corriente.
__Yo todos los fósiles de dinosaurios que he
visto en museos eran huesos.
__ Así es. Antes solo se dejaban los huesos,
porque el resto se tiraba.
__ ¿Qué significa eso?
__Estaban excavando y daban con los huesos de
un dinosaurio. Los científicos se entusiasmaban y seguían excavando. Les
quitaban cuidadosamente la tierra que llevaban adherida hasta dejarlos bien limpios
y reconstruían el esqueleto del gigantesco animal. A partir de ahí, comenzaban
su examen: que si el tiranosaurio tenía este tipo de mandíbula, que si sus
brazos eran así de cortos, etc. pero estaban cometiendo un grave error. En el
año 2000 un grupo de investigadores sometió a un escáner de tomografía
computarizada a unos restos de fósiles hallados en una excavación, pero sin
quitarles previamente la tierra adherida. De este modo intentaban reproducir en
imágenes tridimensionales los órganos y las estructuras internas del animal.
Cuando lo hicieron, pudieron ver hasta el corazón del dinosaurio. Porque
resulta que la tierra alojada en el interior del esqueleto y que hasta entonces
siempre se había desechado, había conservado perfectamente la forma exacta que
tenían sus vísceras y demás órganos cuando estaba vivo. En consecuencia, ahora
escanear los fósiles de dinosaurios mediante tomografías computarizadas es la
técnica habitual entre paleontólogos.
__Hum… __dijo Malvárez, reaccionando
tibiamente ante la explicación__. Muy interesante, pero, ¿qué tiene eso que ver
con el asunto que nos ocupa o me has contado solo para pasar el rato?
__Cuando oí por primera vez esta historia,
pensé que se trataba de una inteligente jugada, hábilmente preparada por el
dios tiempo. Un tiempo de varias decenas de millones de años. No se puede
culpar a los científicos de que quitaran la tierra de los fósiles que
encontraban. Eso era lo normal. Pensaban que lo único que había eran huesos y,
en su afán por ponerlos al descubierto del modo más claro posible, eliminaban
toda la tierra que tenían. Era natural que quisieran mostrarle al mundo el
esqueleto completo del magnífico espécimen que habían conseguido reconstruir.
El problema es que en esa tierra que ellos desechaban había una información más
valiosa todavía que la de los huesos que conservaban __concluyó el profesor
cerrando la revista__. Ya sabes que a veces hablo del método de eliminación,
¿verdad? Se trata de ir eliminando todas las hipótesis posibles hasta llegar a la
única válida, y de este modo, conseguir averiguar la verdad. El problema surge
cuando se omite un error de base en la formulación de las hipótesis, pues ello
puede derivar en resultados muy peligrosos. A veces, ensimismados en la
consecución de los huesos, acabamos eliminando otras cosas más importantes sin
darnos cuenta.
Malvárez se percató de que todo lo que
acababa de contarle sí tenía que ver con el caso.
__ ¿Es que crees que nos hemos equivocado en
el planteamiento de la ruta que pudo seguir el veneno?
__Ahora lo comprobaremos. Tal vez el asesino
sea un buen científico… __dijo como hablando consigo mismo.
La residencia de Edyth estaba silenciosa y
solitaria. Malvárez sacó las llaves del bolsillo. Cuando había ido al hotel a
entregarlas, Edyth le había dejado un juego y solo se había quedado con el
otro. Las razones eran que la policía seguramente podría necesitar el otro
juego y que, además, ella no pensaba regresar a su casa por ahora.
Nada más entrar en la casa, el físico avanzó
por el pasillo. Mientras lo veía alejarse, Malvárez ascendió por la escalera
hasta la planta de arriba y abrió la puerta del dormitorio conyugal. Entró,
abrió la puerta de cristal de la terraza del fondo y cogió la gran regadera que
había en el suelo, la había comprado él mismo el otro día, en el almacén de
menaje, cuando Edyth le había pedido que regara las flores.
Bajó a la planta baja con la regadera. Al
pasar por la sala, echó un vistazo a la cocina y vio al físico agachado mirando
bajo el fregadero. Ya estaban los abogados a los que saludó, serio.
__ ¿No habías mirado ahí ya antes? _preguntó
a la espalda del físico __. ¿Ya les has contado
a los doctores lo de los dinosaurios?
__Sí, muy interesante por cierto _dijo
Guillermo__. ¿Cómo está Santiago?
No respondió más que con gestos, el físico
regresó a la pregunta.
__En el mundillo detectivesco ¿no se dice
siempre que mirar el lugar de los hechos cien veces son pocas? _preguntó a su
vez sin dejar de apuntar con la linterna hacia la zona que escudriñaba, esta
vez había venido equipado__. Nada, parece ser que no lo han manipulado.
__ ¿Se puede saber qué buscas ahí?
__He vuelto de nuevo al punto de partida,
pero si encuentro un fósil de dinosaurio, esta vez no pienso cometer el error
de quitarle la tierra_ dijo el físico mirando al amigo__. ¿Qué llevas allí?
__ ¿No lo ves? Una regadera.
__Ahora que lo dices, el otro día también
pediste a un ayudante que regara las plantas, ¿es parte de la función pública
hoy?
__Muy gracioso _repuso, Malvárez, y apartó al
físico para aproximarse hasta el fregadero. Abrió el grifo. El agua salió con
fuerza. Y él se puso a llenar la regadera.
__Esa regadera es enorme. ¿Es que no tiene
una en el jardín?
__Esta
agua es para las plantas del segundo piso. La terraza está llena.
__Tu trabajo es muy duro, te compadezco.
Malvárez salió de la cocina ignorando la
ironía del profesor.
Se dijo que regarlas cada dos días sería
suficiente. Cuando regresó, el físico estaba de pie, con los brazos cruzados,
mirando fijamente el fregadero.
__ ¿Qué tal si me explicas todo esto? A ver,
¿qué estás pensando?, o te advierto que como no me lo digas no te vuelvo a
hacer un favor como este en mi vida.
__ ¿Favor? __replicó alzando una ceja__. Vaya
por Dios. Deberías saber que si tu compañera detective no hubiera ido a verme,
nunca me habría involucrado en este asunto.
__No sé qué te contó Jésica, pero créeme no
tiene que ver conmigo. De hecho, para entrar a inspeccionar de nuevo la casa
hoy, también se lo podrías haber pedido a ella. ¿Por qué me llamaste a mí?
__Porque solo tiene sentido debatir, con quien
sostiene la hipótesis contraria.
__ ¿Significa eso que estás contra mi forma
de llevar el caso? Creo recordar que la vía que yo estoy llevando te parecía la
más razonable, ¿no?
Pero, claro, los doctores y tú creen asesina
a la viuda.
__No tengo nada que objetar a que busques por
vías que parecen razonables. Lo que no me convence es que descartes de plano
otras posibles vías por el mero hecho de que, a simple vista, no lo parezca. En
tanto quede una sola posibilidad, aunque sea ínfima, no puede ser descartada.
Ya te lo he dicho muchas veces, cegarse con los huesos y desechar la tierra que
llevan puede resultar peligroso.
__ ¿Pero a qué te refieres todo el rato con
lo de la tierra?
__Al agua _respondió el físico__. El veneno
estaba mezclado en ella. Yo todavía lo sigo creyendo.
__ ¿Te refieres a eso que pudo lavar la
botella?
__Las botellas no tienen nada que ver. También
hay agua en otros sitios_dijo el físico señalando el fregadero__. Por aquel
grifo sale toda la que quieras.
__ ¿Lo dices en serio?
__Es una posibilidad.
__Los de científica ya han aclarado que no
había nada anormal en el agua del grifo.
__Es cierto que analizaron la composición del
agua de grifo, pero lo hicieron solo para verificar si los restos de agua que
había en el hervidor eran de grifo o de botella. Y tengo entendido, que no lo
consiguieron. Al parecer, como el hervidor, llevaba años usándose, los restos
calcáreos de agua del grifo adheridos a su interior eran demasiados y ello
alteraba los análisis.
__Pero, ¿no crees que si el veneno hubiera
estado mezclado con el agua de grifo, se habrían dado cuenta en ese momento?
__Aunque estuviera en alguna parte de las
cañerías, es posible que, para cuando científica las examinara, ya habría
desaparecido por completo de allí, arrastrado por el agua.
Malvárez comprendió entonces el porqué del
interés del físico en mirar debajo del fregadero. Quería comprobar… si era
posible meter el veneno, quizá mucho tiempo atrás en las cañerías, de alguna
manera.
__Mira, Santiago, solo quiero descartar algo,
si la esposa hubiera podido servirse de un método especial de colocación del
veneno, quienes le creen que estaba en las botellas nunca llegarían a saber la verdad. Y esa fue su trampa.
__ ¿Trampa? _dijo Guillermo enarcando la
ceja.
CONTINUARÁ.
HECHOS Y PERSONAJES SON FICTICIOS.
CUALQUIER PARECIDO CON LA REALIDAD ES
COINCIDENCIA.
LENGUAJE ADULTO. ESCENAS EXPLÍCITAS.