lunes, 24 de enero de 2022

VECINOS CAPÍTULO SESENTA Y UNO

VECINOS

CAPÍTULO SESENTA Y UNO

 

Años atrás…

Del otro lado de la puerta, Hannah había estado escuchando los alaridos, y cuando reinó el silencio, corrió hacia el teléfono… a informarle a Demetrio.

 


No alcanzó a oír el susurro final  de Diana.

“Del pasado solo queda… mi niño, el recuerdo de Pedro, mi único hijo, solo mío, mi… Pedro.”

 

Residencia de ancianos la Guarda, Vicente Landroy.

 

 Previos…

_ ¿Quién es Vicente?

__El hermano de la mujer de  Demetrio, si alguien sabe algo de todos… es él.

__No, Pedro, tu papá intentó matar a Diana, no puedo negártelo, Noelia manejaba a los hombres a su antojo, pero al fin creo que se arrepintió, y aquella noche en que tu madre huyó de la cabaña y cayó de la balsa, él le pegó a su amante, la pensó muerta, pero no fue así.

__Amor, déjame seguir__ lo retó Guillermo mientras los ojos de Fabián se abrían como ventanas y el corazón de Pedro saltaba en el pecho__. Y eso es así, pero encontró  el apellido de Alan, Hale… Alan Hale, que no es muy común __ continuó.

__ Nuestro hombre, uno, viejo, tenías razón.__ Fabián les giró la pc, los enfrentó a la pantalla__. Parke… Jefe de archivos, “Clínica  de Salud Mental Manos que Ofrendan”. Londres… Fotos, currículo, todo. Genio matemático,  maestro de análisis financiero, más veloz que una máquina de calcular o de recordar, más rápido que un buscador, etc. etc., graduado en administración de empresas, y por la fecha pareciera que luego de la muerte de Demetrio, trabajos previos… empresa de este en Londres, previo en Roma… es él, y en esta clínica…

__Foto que tiene este hombre, al parecer más o menos actual de la clínica, esperen, voy directamente a la clínica, acá, está todo, Director. Doctor Alan Hale, fallecido año 2002,  Director honorífico… __ Directora actual, licenciada en psicología clínica, Diana Beggio de Hale, año 2002 a la actualidad.__ Fabián miró a su padre, la tenía en pantalla en cientos de fotos, estaba viva, y era la propia imagen de Pedro, sus ojos, sus hoyuelos, sus labios… __. Pedro, está viva, puedes verla mañana mismo, es viuda,  es la directora de la clínica,  seguramente por Alan estudió psicología, es…

 

El primer amor nunca se apaga, puedes apagar sus almas,

pero  nunca apagarás ni olvidarás su fuego…”Montecristo”

“El alma que hablar puede con los ojos, también puede besar

con la mirada”. Gustavo Adolfo Bécquer.

“Al primer amor se le quiere más, pero a los otros,

se les quiere mejor”. Antoine de Saint Exupery.

 

 

__ Madre _ interrumpió Pedro__, solo si desea contarnos, si no le hace mal __pidió.

__No quiero secretos, amor mío, mereces saber todo de tu madre, ya no me duele, solamente hoy me tortura saber lo que hicieron mis padres contigo, y yo  pude evitarlo__ balbuceó entre lágrimas, Pedro le tomó las manos entre las suyas.

__No mamá, eras una nena.

__No lo era, amaba a tu papá, y debí pelear por ese amor _ contestó segura__, quedarme a su lado, no seguir al déspota de mi padre, tu papá no era malo hijo, y me amaba. Era del otro bando, sí, pero si nos casábamos hubiese podido salvarme, y no hubiera conocido a esa horrible mujer.

__No lo sabes madre, además,  aquello era una guerra, no sé si él podía hacer algo a favor de nadie, apenas salvó su vida, y no lo odio, simplemente…  sufriste demasiado, aunque entiendo que esa mujer además de poderosa era un demonio, eres tan buena que  no te cuesta nada perdonar, yo no lo soy tanto.

__Eso es mentira _ saltó Guillermo__, no le creas, Diana, Pedro es el ser más noble que he conocido, y solo está enojado con el padre aún, pero yo creo que ya lo perdonó, el cariño llegará con el tiempo.

 

Pedro de súbito clavó la mirada en su madre.

__ ¿Lo amas a pesar de todo, Diana? ¿Volverías con él cuando salga de la cárcel? __interrogó con el corazón en un hilo.

__No tranquilo, no, una cosa es que me alegre de que sea tu padre pues sé que te ama, otra que pueda perdonarlo, pero no, yo ya tuve un buen matrimonio hasta hace poco, con él no duró nada y terminó en tragedia. Ahora lo único que deseo es disfrutarte, a ti,  a tu familia,  pido a Dios tener larga vida para verte feliz hijo, y a él también, ojalá logres una relación filial, pero no quiero una pareja ya _afirmó ella convencida.

Se quedó mirándolo, como estudiando sus propios rasgos.

__  ¿Qué?

__Que no termino y necesito creerlo. Creo que a pesar del abandono, de mi amnesia, de que casi muero, del encierro, mi alma siempre supo que estabas vivo, aun cuando ese maldito hombre que me sacó del convento con tantas mentiras me dijo que no tenía a nadie en el mundo, por algo  tu nombre fue lo primero que vino a mi mente, lo primero que grité al salir de aquellas pesadillas donde se reproducía la sensación del frío, del ahogo…

Mucho ya saben por Vicente y Alberto, mi abandono dos veces en el convento, por mis padres, por mi esposo, bueno entonces hui, el rescate, mi amnesia, la salida a manos de ese hombre que había pergeñado por años su plan de venganza contra esa mujer y tu padre, como si no alcanzara que lo dejara preso, y lamentablemente yo sin recuerdos, y mintiendo  hasta las hermanas creí que era una buena persona, mucho más cuando me dio trabajo en la empresa, y resultó ser que Hanna, esa amable mujer de quien fui asistente al llegar le pasaba los datos de cada paso y palabra que yo daba,  yo la pensé mi amiga, me paseó por la ciudad, íbamos de compras, al teatro, a todos lados, y yo lo agradecí, tanto como el trabajo que me gustaba, los halagos de ese hombre a mi desempeño, en teoría según informes de mi jefa…, pero todo era parte del plan para ganar mi confianza. Nunca me habló de su esposa ni de Vicente, luego supe que eran implacables rivales que se despreciaban uno al otro, que Vicente nunca aprobó la elección de la hermana, que quiso desenmascararlo cien veces y no pudo, que tampoco llegó a frenar el suicidio de ella. Un gran hombre por lo que sé, y lo que me cuentan, me encantará conocerlo, darle las gracias a su hermana a través de él.

_Papá, yo debería acostar a Malenita _  interrumpió Fabián, está agotada y dormida.

__Ve tranquilo Fabián,  te espero para continuar la historia, y luego tenemos que hablar de lo de la nena, es una decisión familiar __le respondió Diana, Guillermo tragó un nudo incipiente, algo le hacía ruido ante la bondad de esa mujer, y aprovechando la salida de Fabián quiso sincerarse.

__Era por mí, Diana.

Ella lo miró sin entender, Pedro se volvió por lo mismo.

__El turno, no era del todo una mentira, sí, se le ocurrió a Fabián, pero sos tan buena, me adoptaste como yerno de entrada, y no puedes ignorar que Fabián gracias al cielo es un chico de oro, que el adicto era…  soy yo, que Pedro me salvó y me salva cada día.

__Amor, no hace falta… _lo cortó Pedro.

__Sí, Pedro, hace falta, Diana tiene que saberlo todo,  ya pesa demasiado ocultarlo a Fabián, a ella no.

 

Guillermo con serenidad, acompañado por la contención del abrazo de su amor, le relató a Diana cómo era cuando Pedro lo conoció y el porqué, y ella quedó atónita y emocionada.

__ ¿Y luego se apiadan de mí? _ susurró ella __.Por Dios Guillermo, qué historia tan terrible, tantos años cargando con una culpa que no era tuya, con tanto dolor,  con ese medio hermano y perdiendo al que amabas.

__Eso fue lo peor, lo que me empujó a perderme, la culpa, y solo Pedro logró sacarme de allí, luego el saber la verdad, fue un proceso muy largo, y difícil, hoy queda el dolor agazapado, pero lo compensa el amor, la nueva familia que somos __concluyó Guillermo lanzando un suspiro de alivio.

 

__ ¿Necesitas ayuda? Digo, con tu adicción, yo podría…

__No. Ya la tengo en Buenos Aires, Pedro me acompañó todo el tiempo, hoy es él mi acompañante terapéutico, mi energía sanadora. No sé cómo me soportó, le hice de todo, pero nunca se rindió. __ Lo miró embobado.

--Gracias  a ti… yo sané muchas cosas también, y pude hallar a mamá _ retrucó Pedro.

__Si lo dices por el dinero…

__ Eso es solo una parte, por todo.

__ ¿Cómo es eso de que Fabián es millonario? _se interesó Diana. Entiendo que no es hijo de la mamá de Malena.

__No _ confesó Guillermo evadiendo la mirada__. En verdad mi dos hijos  lo son de mujeres de una noche bajo efectos de todo, ya sabes, y buscando mi identidad sexual, no por ello los amo menos, y las mamás fueron buenas, Ana, la de Fabián vive, Sara no, pero yo solo he amado a Pedro__ le dijo mirándolo y este le sostuvo la mirada.

 

Diana carraspeó, y ellos parecieron volver a la realidad al tiempo que regresaba Fabián.

__ Se durmió como el angelito que no es _ anunció__. ¿Qué me perdí?

__Diana preguntaba por tu fortuna y por tu madre.

__Mi fortuna es de mi viejo _ afirmó Fabián__, es la herencia de mis abuelos y mi tío, pasa que se empeña en jugarla de pobre, de vivir del bufete y eso, tengo un albacea, y no sé qué hacer con la plata _ admitió el hijo.

__ ¿Ayudar a tu hermanita a sanar? _lanzó Diana ya que estaban sin ella__. De verdad, no es algo cruento, sí caro, y ya que pueden y están acá, nada pierden con llevarla, al menos consultar, es un tratamiento con células madre, yo he visto resultados sorprendentes __ les contó, y sembró una luz entre el mar de dudas en los demás.

__ Lo hablaremos con ella _ decidió Guillermo__. Si no se opone, lo haremos, Diana. Lo prometo, pero ella decide, es su cuerpito.

-Sigo con lo mío, el hombre me enviaba regalos, me hablaba por teléfono al menos una vez a la semana, y si yo protestaba me decía que era solo una pequeña muestra de su agradecimiento, todo en base a lo que según él, Hanna le contaba de mi  desempeño, de lo cual comencé a sentirme orgullosa al sentir que recobraba, sin recordarlo, un talento para el trabajo intrínseco, además veía que gracias a mí, la eficiencia en la oficina había mejorado, y me emocionaba que él dijera estar orgulloso de mí.

 

Años atrás

“Casi ha llegado el momento, ella es la única persona que puede asociarme con lo sucedido con esos dos traidores si recordara algo, el riesgo es ínfimo pero… no soy capaz de correrlo. Qué pena que tenga que morir, es tan inocente y bonita. Pero primero la compra de la villa que le regalé a Noelia… Comprar la villa, llevar allí a Diana y hacerle el amor igual que lo hicieran esos dos traidores cientos de veces. Después… “.

 

Hoy

 

-Algunas cosas parecían querer disparar mis recuerdos, cosas que leía, rostros, hasta que al fin llegué a creer que sería mejor creer en ese hombre, seguir adelante, enterrar ese pasado huidizo, pero la soledad puede producir una corrosión lenta del alma, y yo no tenía con quién compartir ni alegrías ni dolor, estaba viviendo en un mundo lleno de amables extraños, lejos del que sabía mi país, de mi cultura, presenciando la felicidad ajena, oyendo el eco de risas de enamorados, viendo mamás llevando a sus hijos, y con tu nombre siempre presente, mi Pedro, y entonces me negaba a sentir lástima de mí misma, y me recordaba que lo importante era que pese a todo y todos estaba viva.

Allí siempre había cosas por hacer, cines, conciertos, funciones de ballet, cenas, pubs, pero no era divertido ir sola, y fue entonces cuando apareció Will, un abogado norteamericano que trabajaba en la empresa.

Fue instantáneo, un día en la oficina apareció un hombre alto, apuesto, me miró, y me habló.

 

“__ ¿Dónde estabas? Soy Will James.

__ ¿Perdón?

__Te estaba esperado.”

 

Allí creí resucitar, él trabajaba en fusión de empresas, era guapo, inteligente, serio, amoroso, mas  cuando se lo comenté a Hanna se puso rara.

“No sé… yo en tu lugar andaría con cuidado. No te apresures.”

 

_Le prometí que no, y ella por supuesto le informó de todo a su jefe, mientras yo comencé a hacer la recorrida jurídica por la ciudad con él, aprendía de todo, hasta presencié juicios, me presentó abogados y jueces, visité el penal.

Luego paseamos por los muelles, cenamos en pubs sobre el Támesis observando las barcazas que pasaban junto a grandes barcos que se dirigían al mar, y a tabernas, hasta que me sorprendió en una famosa, me contó historias, y de pronto entonó una canción contándome leyendas del sitio.

 

“__ ¿Cómo sabes todo eso?

__Un abogado debe saberlo todo. Sin embargo hay algo que se me resiste. ¿Sabes esquiar?

__No, ¿por qué?”

 

Y entonces vino esa maldita invitación, unas famosas pistas en St. Moritz con famosos profesores, quiso saber se iría con él, dudé, lo pensé, le prometí pensarlo sabiendo lo que sucedería de aceptar, y recordando lo que sentía al hacer el amor con tu padre, Pedro.

Al otro día le hice conocer a Parque, y cuando se fueron recibí una llamada de Demetrio, a punto estuve de contarle de Will, mas no lo hice.

Él ya tenía lista la villa, la había dejado exactamente como la usaron ellos, los amantes, como cuando se sintió traicionado. Se preguntaba si habrían hecho el amor en el piso, en el sillón, en el escritorio, en la cocina. El dormitorio tenía una cama de dos plazas, la cama de ellos se torturaba, donde Alberto había acariciado el cuerpo desnudo de su amante, donde le había robado lo que le pertenecía, y él había pagado esa traición, pero volvería a pagar. Acostándose conmigo en esa villa se lo cobraría de nuevo, en cada habitación. En todas. Y desde allí me llamó.

Vicente y un tipo de la mafia le tendieron una trampa, varias, pero salió ileso, cada uno  de sus enemigos moría en circunstancias extrañas.

 

“Hola puta. ¡Dios, qué bonita eras! ¿Así que supones que alguien puede destruirme? Ya vamos a ver”, le decía a la foto de su amante muerta.

 

Al fin acepté la invitación de Will, era un sitio de ensueño, con pistas de trineos, de esquí, senderos para caminar, torneos, decenas de actividades. Nos alojamos en el Palace Hotel. El hall estaba lleno de turistas de todos lados, y él hizo la reserva para el matrimonio, yo me ruboricé, él bromeaba o eso creía yo con que quería casarse,  pero ni una alianza llevaba entonces. El botones nos llevó a una suite espléndida pero con vistas espectaculares.

“No sabes lo feliz que me haces querida” _dijo él.

__Espero poder estar a la altura… Hace tanto tiempo que…

__Yo no te voy a apurar.”

“Es tan bueno”, pensé,  me sentí culpable, no le había hablado de mi pasado, de ninguna de las cosas que me habían sucedido, quería sentirme unida a él, confiar en él, pero algo me hacía contener.

Se puso a desempacar demorando adrede hasta que me llamó desde la otra habitación. Me sentí una tonta, estaba en uno de los lugares más románticos del mundo con un hombre apuesto enamorado, y me dominaba el pánico, pero me invitó a salir de paseo. Y vimos las maravillas del lugar buscando las pistas menos peligrosas para el día siguiente. El pueblo era una maravilla medieval, con tiendas, restaurantes, chalets en medio de los Alpes, recorrimos todo, compré regalos, por la tarde paseamos en un trineo tirado por caballos por senderos cubiertos  de nieve en la montaña, y yo sentí que al fin estaba en paz, que tocaba el cielo.

Cenamos en un restaurante de campo, y lamentablemente tu padre se colaba en mi mente, y yo sabía el porqué, debería hacer el amor con Will, a la mañana teníamos clases de esquí.

Apenas íbamos subiendo a la suite el corazón me latía con fuerza, y me dije millones de cosas, no iba a fingir haber ido allí a aprender a esquiar.

Me acerqué a la cama más inmensa que había visto en mi vida, no era para dormir, era para amantes, solo para…

 

__ “¿No te vas a desvestir, querida?

¿Cuánto hace que no me acuesto con un hombre? ¿Y era mi esposo además?

_ ¿Diana?

-Will. Perdóname, vas a odiarme, pero te juro que no puedo.

Vi la expresión de desencanto en su rostro, pero sonrió.

__ Diana, te advertí que te tendría paciencia. De todos modos podemos disfrutar de estos días aquí…

__Gracias, me siento tan ridícula, no sé lo que me pasa.

__No te pasa nada _ dijo él__, yo te comprendo. __Mientras tanto_ dijo__yo voy a dormir en el sofá.”

Y me quedé despierta pensando en él, en si alguna vez podría volver a hacer el amor con otro hombre o si tu padre había quemado esas sensaciones dentro de mí, a lo mejor había conseguido matarme después de todo.

 

Años atrás

 

Los alaridos en medio de la noche lo despertaron, se incorporó en el sofá, y los gritos continuaban, corrió al dormitorio y ella se revolvía en la cama, con los ojos cerrados.

 

__! No! _gritaba__.  ¡Déjenme, por favor!!No me maten!

Wil se arrodilló a su lado, la abrazó y la atrajo contra su pecho.

__Shhh. Estás bien… No pasa nada…

El cuerpo de Diana se sacudía con los sollozos por lo que él la sostuvo apretada hasta que se calmó.

__Ellos… intentaron matarme.

_Solo fue una pesadilla _la tranquilizó__. Tuviste una pesadilla.

__No. No fue un sueño. Mi… marido y su amante intentaron asesinarme, fue verdad, no  un sueño.

Él la miraba intrigado.

Negó con la cabeza.

__Fue una pesadilla.

__Te digo verdad. Trataron de matarme, los ejecutaron por ello, no te lo conté antes porque… me hace mal hablar de ello, yo no quería darle el divorcio, él… estaba enamorado u obsesionado con esa mujer, y juntos planearon eliminarme.

-¿Y dices que fueron enviados a pena capital? Que yo sepa eso no existe por tentativa de homicidio.

__Es lo que pensé.”

 

Cuando él se levantó al día siguiente yo seguía dormida, no oí sus palabras, que me dejó escritas.

“¡Cómo te amo! Tengo que averiguar lo que realmente sucedió y poder quitar esas sombras y dolor de tu pasado.”

 

Lamentablemente bajó a llamar a un famoso jurista de Roma, que trabajaba secretamente  como tantos para Demetrio, para averiguar sobre la suerte de los amantes, le dijo que estaba conmigo, él preguntó dónde, y ese hombre le dijo que averiguaría y lo llamaría.

Desayunamos en el pueblo y fuimos a la pista de esquí. Me llevó a la cuesta menos empinada, me alquiló el traje, y el profesor me dijo que comenzaría en el sitio para principiantes.

“__Te vas a sorprender de lo rápido que adquieres el arte__ dijo Will__.Yo voy a probar allá.

__Esa tiene un declive pronunciado señor _ dijo el instructor ¿Por qué no empieza por la menor?

-Buena idea. Voy a ir ahí, Diana nos encontraremos para almorzar.

_Bueno.”

 

Para gran sorpresa  la clase fue divertidísima, me caí una y otra vez pero la sensación era de tener alas. Fue una mañana gloriosa.

Tenía las mejillas rojas cuando en el bar Will se acercó a la mesa y se sentó.

Nos contamos la mañana, no me comentó la llamada al abogado, salimos de paseo, pero yo estaba agotada, le dije de volver al hotel a dormir un rato. Y él dijo que deseaba desafiarse con una pista, le dije que había oído que  era peligrosa, pero me dijo que podría, que era un desafío, que el instructor le dijo que podría y lo acompañaría.

“Es maravilloso. ¿Qué le verá  a una tonta como yo?”, pensé.

Me dormí, y al atardecer pensé que él estaría al regresar, me bañé y vestí pensando en darle una noche diferente, debía estar pasándolo muy bien porque era casi de noche y no regresaba, al tiempo que contemplé la empinada pendiente.

A la hora era noche cerrada, y me dije que tal vez estaba en el bar, ya no podía estar esquiando. Entonces sonó el teléfono.

 

“-¿Sra. James?

Estuve a punto de contestar que no, pero de pronto recordé el registro.

__Sí, habla ella.

__Lamentablemente tengo que comunicarle una mala noticia. Su marido sufrió un accidente esquiando.

__ ¿Grave?

_Me temo que sí.

-Bajo. ¿Dónde…?

-Lamento informarle… que él murió. Se hallaba esquiando, y se desnucó.”

--

Diana, giró en redondo sus pasos y el vacío espacio, retumbó los ecos de aplausos anteriores. En sus oídos zumbaban todavía, las teclas del piano. Se volvió hacia él, se sentó aturdida y tocó otra melodía totalmente abstraída por los recuerdos.  Nadie existía.    ¡Estuvo largo rato! ¡Quién sabe cuánto! Sus días transcurrían por la exigencia. Dios le había ofrecido una vida. Solo que llegó tarde para vivirla. Sintió, mientras tocaba las mejores melodías, abrirse la ventana de un sector, arriba de la escalera, pero no le hizo caso. Embriagada del sonido del alma, se fue al ayer desperdiciado. De muy pequeña, sus dedos largos exigían sus dotes musicales. El sonido causó como el cuento de "Hamelín" un hipnotismo absurdo. La arrastró hasta el piano, y ellos, sus dedos, creaban duendes de cuentos desplazando su ágil cuerpo tan tácito y viviente en su mente.

¡Y estaba él! ¡Siempre en espera, en su concierto eterno!

Luego de un tiempo rompió el hechizo de amor y él se fue lejos, dejándola a la deriva entre su historia, borrando abruptamente las nubes entre imágenes recientes. Perdió el conocimiento del tiempo transcurrido. ¡Jamás volvió de ese delirio!

Al terminar su melodía cerró la tapa del piano, se levantó muy lenta y pensativa. Y fue a cerrar la ventanita que, pensó, el viento había abierto. Bajó a apagar las luces para irse.    Y al despedirse de su sonoro amigo, húmeda la rosa tocó el concierto del príncipe del tiempo.

---

Estaba conmocionada, como alejados escuchaba a la policía, al jefe de la patrulla de esquí informar que él había muerto, la voz me llegaba como en ráfagas, no prestaba atención, estaba aterrorizada. “Toda la gente que me rodea, muere”, pensé.  Una pesadilla interminable.

En medio de la nebulosa alcancé a oír la voz.

 

__ ¿Señora?

__No soy la señora James. Me llamo Diana Beggio. Él y yo éramos… amigos.

__Ah.

__ ¿Cómo ocurrió? Él bromeaba pero esquiaba bien.

-Lo sé. Había  venido muchas veces a esquiar acá.__ Meneó  la cabeza_. A decir verdad me intriga mucho lo que pasó. Encontramos su cuerpo en una cuesta que estaba clausurada porque la semana pasada se produjo una avalancha. El cartel se había volado por el viento. Lo siento.

“Lo siento. Qué palabras estúpidas.”

_ ¿Cómo desea que se organice el sepelio?

“De modo que no era solo la muerte. Había sepelio, flores, ceremonias, parientes que buscar, sentí deseos de gritar.”

 

Subí a llamar a su familia.

El viaje de regreso fue un duelo, había viajado con él pensando en un nuevo principio, una nueva vida. Él había sido tan generoso. Llegué tan deprimida que no volví al trabajo, tampoco deseaba comer. Al día siguiente me sentía peor. Y se lo dije a mi jefa.

__Me culpo de todo lo que pasó.

-Eso es una tontería.

__No puedo evitarlo. Me siento responsable, creo que necesito un psiquiatra.

-Conozco uno excelente, trabaja aquí de vez en cuando, se llama Alan Hale, puedo concertarte una entrevista si deseas – ofreció mi jefa__. Es el psiquiatra de Parke.

__Bueno, gracias, muchas gracias.

 

Ella  consiguió el turno con Alan, pensó en avisar a Demetrio mas lo desechó, le pareció algo de poca importancia.

Bueno y así llegué a mi futuro esposo, pero basta por hoy, ya los he agotado supongo.

__Sigue mamá por favor _suplicó Pedro que estaba abrazado a ella.

__

__Lo llamé histérica  y desconsolada, tan estúpida era, cómo no me daba cuenta de nada, cada cosa, cada muerte accidental, todo era su obra.

 

Años atrás

 

“Me demoré demasiado y ese idiota casi arruina mis planes que deberé cambiar”, pensó Demetrio. Ahora no importa la villa. Ella era el último eslabón que podría conectarlo con la muerte de los amantes. Había sido un error dejarla vivir tanto. Más que aunque se dijera que estaba muerto, el marido estaba vivo, preso pero vivo. En tanto y en cuanto ella siguiera con vida, alguien podría demostrar siempre lo que él había hecho. Pero si moría quedaría a salvo, y tal vez luego de un tiempo, terminar de hundir a ese bastardo más aún.”

Los dos hombres se reunieron en un sitio desierto que Demetrio poseía dentro de una obra amurallada.

 

__Debe parecer un accidente. ¿Puede hacerlo?

__Sí, señor, hay mil maneras de hacerlo. Nadie lo sabrá jamás. __Y en el momento pensó. “Él sabe que lo sabré yo.”

__Muy bien, el método lo dejo a su criterio. La persona se halla en Londres, se llama Diana Beggio y trabaja en mis oficinas de esa ciudad. La semana que viene envío allá una delegación de ejecutivos. Me encargaré de incluirlo a usted en el grupo. __Una cosa.

__ ¿Señor?

-No quiero que nadie pueda identificar el cuerpo. O mejor dicho, la identidad sí, no la fecha de la muerte.

 

Hoy

Fue gracioso porque comenzamos peleando. Fui a la primera sesión enojada, con miedo a lo que él pudiera pensar de mí, aunque en verdad con  Will no pasó nada, respecto a tu pregunta hijo, creo que entonces aún amaba a tu padre, solo Alan me sanó de él. El caso es que tener que depender de una persona extraña me hacía enojar conmigo misma por no poder solucionar mis problemas sola. Cuando llegué, la recepcionista dijo que él me estaba esperando, listo para atenderme.

“Pero, ¿estoy yo lista para dejarme atender? De repente sentía pánico. ¿Qué estoy haciendo aquí? No pienso ponerme en manos de un curandero ateo.”

Entonces le dije a la mujer que ya me sentía bien, que en realidad ya no necesitaba consultar al doctor y me dispuse a abonar la consulta, pero ella sin hacer caso pidió disculpas, se incorporó y entró al despacho del doctor. Segundos más tarde se abrió la puerta y salió Alan, alto, rubio, elegante mas de modales sencillos, ojos verdes, cuarenta años, impactante, me miró y me regaló una sonrisa.

 

“--Me compensó el día señorita.

Diana puso cara  de no entender.

__ ¿Qué?

-No sabía lo buen médico que era hasta que llegó usted hoy _respondió__. Es increíble ver una mejoría en un paciente con solo entrar en la recepción.

Diana asumió una postura defensiva.

__Perdón, cometí un error. No necesito su ayuda.

__Me alegro de oírlo. Ojalá todos mis pacientes pensaran lo mismo. Pero ya que está aquí señorita. ¿Por qué no pasa un instante? Venga, la invito con un café.

__ Gracias, no… _Diana dudó.__Bueno, un minuto nada más.

 

Entró detrás de él al despacho, una habitación sencilla, decorada con muy buen gusto, con bellos grabados en las paredes, y sobre una mesita ratona, una foto de una hermosa mujer joven con un niño.

“Bueno, veo que tiene un consultorio bonito y una bella familia. ¿Eso qué prueba?”

__Siéntese, por favor

__Es que no quisiera hacerle perder el tiempo, doctor.

__No se preocupe usted por eso. __Se sentó en su sillón y la estudió con la mirada. __ Ha pasado momentos difíciles _dijo, condolido.

__ ¿Qué sabe usted de eso? _replicó Diana, con más enojo del que habría querido expresar.

-En la empresa, su jefa me contó lo sucedido. Lo siento.

“Otra vez, esa maldita expresión.”

-¿Lo siente? ¿Si es un médico tan maravilloso por qué no le devuelve la vida a ese pobre hombre? _Todo el dolor que llevaba contenido dentro irrumpió con la fuerza de un torrente, y horrorizada, Diana no pudo contener los sollozos… __! Déjeme en paz! _ gritó__. ¡No me moleste!

 

El médico se limitó a dejarla  llorar, a mirarla en silencio.

Cuando al fin ella dominó las emociones pudo hablar.

__Le pido disculpas, pero ahora tengo que irme. __Se levantó y enfiló hacia la puerta.

__ Diana, no sé si voy a poder ayudarla, pero me gustaría intentarlo. Lo único que le prometo es que, cualquier cosa que yo haga, no la hará sufrir.

Ella se detuvo en la puerta, indecisa. Se volvió para mirarlo, con los ojos llenos de lágrimas.

__No sé qué me pasa _ confesó susurrando__. Me siento tan perdida, siento que no soy… de ninguna parte…

Hale se levantó y fue hacia ella.

__Entonces, ¿por qué no tratamos de averiguar algo juntos? Tome asiento y espéreme un momento que iré por el café.

Demoró cinco  minutos en regresar, Diana no supo cómo había hecho él para hacerla quedar mas había tenido un efecto tranquilizador, él lo transmitía con su manera de ser.

“A lo mejor puede ayudarme...”

Cuando regresó con las tazas de café, se sentó frente a ella.

__Me han dicho que su amigo murió en un accidente de esquí.

__Sí, se lanzó por una pendiente que estaba clausurada, el viento voló el cartel.

__ ¿Es su primer contacto con la muerte?

“¿Cómo responder a eso? Mis padres, la amante de mi esposo, él y mi hijo,  pensé aturdida, ellos ejecutados por intentar asesinarme. Todos quienes se me acercan, mueren. Él estaba sentado esperando la respuesta. ¡Maldito sea! Pagado de sí mismo. Lo odio. No tiene por qué meterse en mi vida.”

 

El hombre vio la furia pintada en el rostro y cambió de tema.

__ ¿Cómo anda Parke?

_Bien, sé que es paciente suyo. ¿Puede explicarme por qué… es como es?

-Parke empezó a tratarse conmigo porque no lograba permanecer en ningún trabajo. Es un ser muy especial, un misántropo, básicamente, odia a las personas. Es incapaz de establecer una relación con los demás. No tiene emociones, no puede amar. Pero es un genio en matemáticas _prosiguió__. Y ahora tiene un empleo en el cual puede aplicar su talento.

__Nunca conocí a alguien que se le parezca.

-Diana, usted está pasando momentos de mucho dolor y yo creo que podría aliviar en algo su sufrimiento, me gustaría probar –dijo él.

__No sé… todo me parece tan inútil.

__Si siente así, no hay lugar alguno adonde pueda acudir, pero ¿está segura de que no lo hay? _Le dirigió una sonrisa contagiosa. __ ¿Por qué no fijamos otra entrevista? Si al terminar esa sesión sigue odiándome, no nos reuniremos más.

_Yo no lo odio__se disculpó__, bueno, tal vez, un poco…

El médico consultó la agenda, decidió dejar de lado el almuerzo de la semana siguiente y darle una cita, ella llevaba una carga insoportable, y quería hacer lo que estuviera a su alcance para ayudarla.

 

__ ¿Le parece bien el martes a mediodía?

_De acuerdo.

__Bien, nos vemos ese día. __le entregó una tarjeta__. Mientras tanto si se sintiera mal, si me necesitara, no dude en llamarme, a cualquier hora, aun de noche, duermo poco.

-Gracias.

La vio marcharse, tan vulnerable, tan bonita. Debería caminar con cuidado.

 

Luego el tipo me llamó por teléfono, se alegraba de que me sintiera mejor, y sin saberlo ya había armado todo para asesinarme, tal vez Vicente les habló ya de esto. Fue coincidente con amenazas que le hizo a él y a la hermana, poco después de tramar mi asesinato, ella se suicidó, cómo debía de ser de enorme el temor que le tenía que no vio otra forma de liberarse y de liberar al hermano. Seguramente él les contó, pero por entonces Vicente para salvar a su hermana le ponía una y otra trampa, pero él las desbarataba, y al fin terminó diciéndole a ella que los mataría a ambos, y en efecto estalló una bomba en la empresa de Vicente, él salvó su vida providencialmente pues había salido para hablar con su hermana, para contarle que corrían riesgo real. Y eso fue el detonante para la decisión de ella, de  salvar a su hermano y a todo el mundo en riesgo de ese monstruo, con la trampa que le armó con su suicidio,  en el camino escuchó algo en la casa y terminó por salvarme a mí.

 Luego de que él la acusara de perder a su hijo, su heredero, a propósito, aunque la odiaba no la soltaba, además por temas económicos,  y por ser como era necesitaba ese objeto continuo de maltrato, que además era su pantalla social.

El caso es que yo tenía que ser la anfitriona de los ejecutivos que envió, él con ello daba por hecho que ya estaba muerta, que no dejaría cabos sueltos de la suerte de Noelia y Alberto y que podría dedicarse a su esposa y Vicente, a terminar con ellos.

Pedro elevó la mirada atónito. Guillermo suspiró ruidosamente, le faltó el aire. “Tan o más maldito que Miguel”, pensó.

 

Me sentí halagada cuando mi jefa me dijo lo de hacerme cargo de esa primera cena con los ejecutivos, mas todo era muy raro, eran tres hombres, un americano apuesto, delgado, atlético, simpático, del cual me fascinó su sonrisa. Un opuesto,  bajo,  de peso elevado, cauteloso francés, cuya mirada fría y recelosa me traspasaba, y un italiano que derrochaba simpatía y  que me perseguía por todos lados.

“-El señor Demetrio la aprecia mucho _ dijo apenas saludarlo.

__Eso me halaga.

__ Dijo que usted nos acompañaría mientras estuviésemos en la ciudad.

__Así es, pueden venir conmigo, y les mostraré sus oficinas.  

 

A sus espaldas, un estruendo los hizo detenerse, un muchachito de unos quince años, de pelo enrulado y ojos claros que transportaba tres maletas miraba consternado por el paquete que se le había caído, su aspecto frágil conmovió a Diana.

_Pero por favor, ten cuidado con las cosas _le increpó el francés.

__ Perdón _se disculpó__: ¿Dónde pongo las cosas?

Diana le señaló un cubículo, luego las llevarían a  los dueños, y su jefa le aclaró que el chico era cadete en Roma y que lo probarían allí, ella fue hacia el chico al ver que estaba a punto de echarse a llorar, él se presentó como Dany.

__No tienes nada de qué atemorizarte, si alguien te causa algún problema, quiero que vengas a mí, y me lo digas, ¿entiendes? _Diana se preguntó qué cosas tremendas le habrían sucedido para que lo marcaran con el temor.

_Gracias señorita.

__Hablaremos en otra oportunidad.

_El señor Demetrio, me anticipó que venían para estudiar el funcionamiento de la empresa, y les ayudaré en todo lo que pueda, ahora si me acompañan les presentaré al personal.

“Mientras la observaba, el hombre infiltrado pensó: Es mucho más bonita de lo que suponía, tanto más interesante para mí. Además, se le lee en la mirada que ha sufrido y mucho. Yo le voy a enseñar lo sublime que puede llegar a ser el sufrimiento, lo disfrutaremos juntos, y cuando haya acabado con ella, la enviaré donde ya podrá al fin descansar en paz, al fin no sentirá más dolor, será un placer para mí.”

Dany no dejaba de cometer errores, y ellos se encargaban de subestimarlo y humillarlo, y un día lo invitó a almorzar para indagar en aspectos de su vida.

Todos le  decían que el muchachito vivía pendiente de ella, que la miraba fascinado, y ella en cambio estaba asombrada del desempeño de Dany, de su eficiencia en el trabajo. Siempre sonriente, deseoso de complacer. Había decidido que le hablaría de él a Alan, alguien en su vida le había marcado, y él podría devolverle su autoestima.

__ ¿Sabes que está enamorado de ti, verdad? _le dijo su jefa__. Te mira con adoración. Te sigue a todas partes.

Siguiendo un impulso, riendo de las ocurrencias, lo invitó a almorzar, le dijo que a ella no  le  importaban la ropa o protocolos, que la cuenta la pagaba la empresa, y lo indagó.

Para su asombro él le dijo que Demetrio no era un buen tipo, y cuando le preguntó el porqué… titubeó, y luego no quiso seguir, cambió de tema, y le confesó que había pedido ese viaje para progresar, para trabajar de día y estudiar de noche, pues su mayor deseo era ser médico. A Diana le sorprendió su determinación, y sí, decididamente Alan podría ayudarlo.

 

Al leer el currículum de los miembros supo que todos habían trabajado para el supremo, en distintas divisiones, de modo que tenían experiencia en la organización. El italiano la bombardeaba a preguntas cuyas respuestas debería haber sabido, y no parecía demasiado interesado en conocer nuevos aspectos de la sucursal, sino de la vida privada de Diana.

Que si era casada. “No.” Pero lo estuvo. “Soy viuda. ¿Y usted, está casado?” Pues sí, y tengo tres hijos que me extrañan mucho cuando viajo, pero a veces los viajes brindan  placeres adicionales. ¿Comprende? “No.”

 

Ese día a mediodía, Diana se dirigió a la sesión con Alan, se dio cuenta que la esperaba con ansiedad, y entró al consultorio dominada por la expectativa, la secretaria había salido a almorzar, la puerta estaba abierta, y él estaba esperándola.

__Pase _le dijo, y le señaló un sillón_. ¿Tuvo una buena semana?

__Anduve…  bastante bien. En verdad intento estar siempre ocupada, me sirve… para no pensar… en otras cosas.

__Trabajar ayuda mucho. ¿Cuánto hace que está acá?

-Cinco meses. Tengo una gran deuda con el señor Demetrio. No le puedo decir lo mucho que ha hecho por mí. _Esbozó una sonrisa triste.-Pero sospecho que voy a terminar diciéndoselo, ¿no?

_Me dirá solo lo que quiera, Diana.

Se produjo un silencio hasta que Diana se quebró, y supo que hablaría.

_Mi marido trabajaba para Demetrio, que  a su vez conoció a mis padres, no sé dónde ni desde cuándo. Mi marido era piloto de él. Yo… tuve un accidente náutico, y perdí la memoria…__le relató su  última entrada al convento, y la llegada de ese benefactor__. Cuando la recobré, él me ofreció este empleo.

 

“Estoy dejando de mencionar el sufrimiento mayor, el abandono, mi Pedro, el terror, la felicidad del reencuentro con Alberto, la decepción. ¿Acaso me da vergüenza contarle que perdí a mi hijo, y que su padre cuando al fin pudimos casarnos, intentó asesinarme? ¿Será porque no quiero que me considere menos valiosa?”

 

__Diana, a nadie le resulta fácil hablar del dolor del pasado. Dijo que tuvo un accidente. Que perdió la memoria. __Ella iba asintiendo, sintiendo los labios tensos, como si estuviera dispuesta a contar lo menos posible. Por un lado deseaba contarle todo y recibir ayuda, por el otro, no quería decirle nada, y que la dejara en paz. Alan la escrutaba con la mirada.

__ ¿Está divorciada?

__Mi marido… murió.

__Señorita Diana __titubeó__. ¿Le molesta que la llame así?

__No.

__ ¿A qué le tiene tanto miedo?

-La gente que me rodea o tiene relación conmigo, termina muriendo.

-Por lo cual  cree que usted es causante de esas muertes y merece castigo.

_Sí, y no. No lo sé, estoy confundida.

_A menudo nos echamos la culpa por cosas que le pasan a otra gente, como los hijos que creen que son responsables de que sus padres se separen. _La estudiaba con la mirada, induciéndola a hablar, hasta que las palabras brotaron solas.

 

__Mi marido… y su amante fueron enviados a pena capital, los abogados que los  defendieron murieron, y ahora, mi amigo en esa pista de esquiar…

__ ¿Y usted cree que es culpable de todas esas muertes? Es una carga demasiado pesada de soportar, ¿verdad?

_Es como si yo fuera un amuleto de mala suerte, hasta temo establecer una relación con  otro hombre, no podría soportar que le…

__Diana, ¿sabe de qué es usted responsable? De su vida, de nada más. Es imposible que determine la vida o la muerte de otras personas. Usted es inocente, no tuvo nada que ver con esas muertes, debe entenderlo. Ellos murieron por causa de sus propios actos, o por accidente.

Alan la miraba con dulzura y ella pensó en que era un hombre decente, y de pronto le sorprendió el anhelo que la asaltó.

“Qué lástima que no lo conocí antes. ¿Cuánto llevará de casado?”

_ Gracias, voy a tratar de acostumbrarme a la idea… Voy a intentar creerle.

__Nos acostumbraremos juntos Esta era una sesión de prueba. ¿Va a volver?

_Sí, vuelvo, Alan.

Cuando se marchó él se quedó pensando que en los años que llevaba como terapeuta, había tenido muchas pacientes mujeres preciosas, alguna le había manifestado interés sexual, pero no podía permitirse esa tentación. Su profesión le impedía establecer una relación personal con los pacientes. Habría sido una traición.

Alan provenía de una familia de cirujanos, y desde niño, había deseado serlo, como su papá. Y había estudiado en Inglaterra para ser el mejor, aunque no contaba con que unos fanáticos islamistas atentaran contra un edificio oficial, cuando él estaba en la cima de su carrera. Había sido una masacre. Un suicida, en nombre de Alá. Y el hospital abarrotado de heridos. Él apenas con tiempo de cambiarse de guantes entre uno y otro, hasta que volvieron a oírse explosiones, y sus compañeros le advirtieron que debían huir, salir de allí, mas él jamás abandonaría a un paciente.

Y no lo hizo… mientras estuvo consciente, no. La explosión a punto estuvo de enviarlo a la eternidad. Cuando despertó, en otro hospital, había perdido el brazo derecho, le  colocaron una prótesis, ya no volvería a operar.

Fueron años de terapia, hasta que al fin decidió volcarse a la psiquiatría, para ello, no necesitaría de sus manos. Y había sido una de las decisiones más acertadas de su vida. Lo disfrutaba enormemente, lograr que un paciente sumido en el dolor  y la desesperanza, volviera a la normalidad, era mejor que una curación física.

Diana le contó a Parke de su visita con su propio analista, y este tomó nota mental, Diana conocía y necesitaba de Alan, al igual que él.

La delegación  la mantuvo ocupada por casi un mes, organizaba reuniones con delegaciones de otras empresas, los llevaba a recorrerlas, y a cada oficina, todos se maravillaban de su eficacia, quedaban impresionados. Los días de Diana eran intensos, las distracciones le impedían pensar en sus problemas, y llegó a conocer especialmente a cada uno de los hombres.

Cenas,  salidas a conciertos, a museos, a teatro, ella les conducía a recorrer la ciudad, insinuaciones, desplantes sutiles, empezaba a cansarse. Pero lo peor, era que…  desconfiaba de los tres.

 

“La observaba, hablaba con ella, escuchaba el sonido de su voz, olía su perfume. Quería saber hasta el último detalle de ella. Le agradaba el modo en que vestía, cómo se movía, y se preguntaba cómo sería su cuerpo bajo el vestido. Muy pronto lo sabría. No aguantaba más.””

 

_Lamento llegar tarde Alan, pero tuve una reunión imprevista.

_No hay problema. ¿Sigue acá la delegación de Roma?

_Sí. Piensa marcharse en dos semanas.

__Lo dice con alivio. ¿Le resultó difícil?

__No exactamente difícil, es que les noto a todos algo extraño, parece una tontería, no es fácil de explicar pero… todos tienen algo de raro, de enigmático, de oscuro.

_ ¿Han hecho alguna cosa que…?

_Nada que no pueda resolver, no. Simplemente me ponen en alerta, nerviosa. Anoche regresó la pesadilla.

_ ¿El sueño en el que intentan ahogarla?

_Sí, hacía tiempo que no lo tenía, pero esta vez fue diferente, fue más… real. Y no terminó donde había terminado.

__ ¿Pasó del punto en que alguien intentaba hundirla en el agua?

_Sí. Estaban tratando de hundirme, pero de pronto me encontraba en un sitio seguro.

_ ¿El convento?

_Podría ser, no lo sé con certeza. Yo estaba en un jardín, y un hombre venía a verme. Creo que soñé algo así alguna vez, pero en esta pude ver el rostro, reconocerlo… Era… Demetrio. Alan, no fue un sueño, fue un recuerdo nítido. De pronto recordé que Demetrio había ido antes al convento y me regaló un brazalete de oro que tengo, él me lo dio en el convento. Estoy segura.

_Pero usted dijo que la habían rescatado del lago unas monjas y que ellas la llevaron al convento.

_Así es.

__Diana, ¿alguien más sabía la última vez que usted estaba en el convento?

__No, creo que no.

__ ¿Entonces cómo pudo enterarse ese hombre que estaba allí?

__No sé. Lo único que sé es que sucedió. Me desperté asustada, fue como si el sueño fuese una advertencia. Tengo la sensación de que algo malo está por suceder.

__Las pesadillas pueden provocar ese efecto residual en nosotros.

__ ¿Usted  piensa que puede tener algún significado real?

_A veces lo tienen. Alguien escribió: los sueños no son sombras sino que son las mismas sustancias y calamidades de mi vida.

__Quizás esté tomando esto demasiado en serio. De no ser por las pesadillas, estoy bien. Alan quisiera hablarle de otra persona, Dany, es un cadete que llegó con la delegación y quiere estudiar medicina, ha tenido una vida dura, y pensé que algún día podría reunirse con usted.

_Con gusto. ¿Por qué esa cara de preocupación?

_Es que acabo de recordar algo que parece una locura.

_El cerebro, el subconsciente no distingue entre locura y cordura.

_En el sueño, cuando Demetrio me entregaba el brazalete… Oí una voz que decía: “Este hombre te va a matar.”

 

“Debe parecer un accidente.” Había muchas formas de darle muerte. Tendría que empezar con los preparativos. Tendido en la cama, mientras pensaba las distintas alternativas, advirtió que tenía una erección, la muerte era el orgasmo máximo. Y por fin decidió cómo iba a hacerlo. Era tan sencillo. No quedaría rastro del cadáver. Ese hombre estaría conforme.

Hoy   

_Para ese entonces la esposa de Demetrio planeaba su venganza y al tiempo su propia muerte, y  supe mucho después obviamente que llamó a la empresa preguntando por mí, y justo yo no estaba, entonces habló con Parke.

“Tengo un mensaje para Diana Beggio. Es muy importante. ¿Puede encargarse de dárselo usted? Dígale que su vida corre peligro, porque alguien va a tratar de matarle. Creo que podría ser uno de los hombres que viajó desde acá.

_Roma.

_Sí.

_Roma tiene una población de… _se perdió Parke.

Ella, como no pudo lograr que el hombre entendiera cortó. Había hecho todo lo posible.”

Cuando al rato regresé, él no me dijo nada de la llamada. Luego me explicó que la computadora que es su mente, le mostró los datos de todos esos hombres y supo quién sería el agresor, y la curiosidad por comprobar si había acertado en la deducción lo llevó a callar.

Yo salía con un miembro diferente cada noche, y cuando llegaba a trabajar, Parke ponía cara de desilusión. “¿Cuándo va a permitir que la maten?”, se preguntaba, y dudaba si contarme del llamado, pero lo consideraba una trampa, un cambio de las probabilidades.

__Pero…

__No es maldad, el piensa así, en números, estadísticas, es un ordenador, yo lo aprecié siempre, le tengo compasión, y permitió que me salvara la vida, que Alan lo hiciera, pues  a pocos días, fue a sesión.

Nos enteramos de la historia de Demetrio y su esposa, de que estaba preso por su asesinato, y al parecer, Vicente amenazó con contar que yo estaba viva, se lo dijo su abogado, y  él le encargó acelerar mi muerte, envió un mensaje.

 

“Leyó dos veces el mensaje y sintió el comienzo de la excitación sexual que aparecía siempre antes de cumplir una sentencia. Era como jugar a ser Dios, decidir segar una vida o llevar a la muerte de las personas. Se sobrecogía de solo pensar  en el inmenso poder que tenía. Mas, si tenía que hacerlo de inmediato, no podría disfrutar de su otro plan. Tendría que improvisar algo que pareciera un accidente. Esa  misma noche.

 Al otro día, Parke hablaba con Alan.

__ ¿Cómo le va en el trabajo? _preguntó Alan para sacarlo de los números.

__Usted sabe. Odio a la gente de la oficina.

__ ¿Y a diana Beggio también la odia?

-Ah, ella, ella no trabaja más allí.

_ ¿Qué me quiere decir?

_Van a asesinarla.

_ ¿Qué? ¿Por qué dice eso?

_Ella me lo dijo, no Diana la otra, la esposa de Demetrio. Ella llamó y dijo que Diana iba a morir asesinada, llamó desde Roma.

_ ¿Quién va a matarla, Parke?

_Uno de esos hombres, de los que llegaron de Roma.

_Tengo que irme, Parke, por hoy termina la sesión.

_Bueno.”

 

_El resto, ya es el desenlace, luego mi relación con Alan, el amor que al fin nos unió, y cómo me enamoré del estudio, del trabajo a su lado. En definitiva, pienso en cómo esa chica no  halló otra cosa más que el suicidio para encontrar la paz, y en cambio, yo luché pese a todo, con o sin memoria para vivir _le tomó las manos a Pedro mirándolo en intensidad_ supongo que fuiste tú mi precioso hijo el que me retuvo. Como sea soy una superviviente y le doy gracias a Dios por darme este nuevo comienzo de verte crecer y estar junto a tu familia. El resto de la historia, se las contaré en el viaje _ dijo como al paso.

 

__ ¿Qué? _preguntó el hijo confundido.

__Hijito, en el viaje a Roma, apenas ponga en manos de gente idónea las cosas que deseo vender, esta casa me gustaría donarla para ampliar la clínica, o para que funcione como refugio de mujeres como fui yo entonces, y todo lo mío es tuyo, aunque no lo aceptes, será lo mínimo que impondré para pedirles que me dejen vivir en esa enorme casa del Delta para no perderme nada de sus vidas. Pero necesito viajar a Roma, no puedo demorar eso _ dijo mirando a Guillermo. ¿Guillermo, qué se necesita para que liberen a Alberto?

 

__Nada, lo más complejo que dejé encargado es reabrir la causa, en realidad supongo que ese tipo pagó por su condena, pero nunca hubo cuerpo, por tanto todo fue ilegal, conque solo aparezcas y no quede duda de tu identidad, debería quedar libre _ concluyó el abogado.

 

__Nos debemos una larga charla, y muchos perdones.

__ ¡Mamá!

__ Sí hijo, yo también cometí errores, no lo condenes por favor, ha pasado años en la cárcel, y no es un asesino, ¿intentarás darle una oportunidad por el bien de todos?

__Sigue la historia_ pidió el hijo, Guillermo le dedicó una mirada de reproche.

__Pedrito, déjala, ha sido un día intenso, y ya sabes lo fundamental, lo importante es que se reencontraron, que vive, que se aman y seguirán la vida en la misma senda _ afirmó Guillermo.

_No me duele el pasado, volvería a vivirlo si el premio es este, tú, hijo, pero quiero que descansen _ convino la madre__, en realidad Alan me sanó del desamor y ayudó la terapia, pero él como tú eres a Guillermo, fue mi cura de todo agobio hijo, no pesa lo que pasó. Y ya que hablé de esa hermosa casa que tienen, no quiero que Guillermo se asuste y piense en una suegra entrometida, nada que ver, me gustaría contribuir contigo Fabián, y hacerme un espacio propio dentro de la propiedad, no quiero invadirlos para nada, y  compraré otras propiedades en Buenos Aires supongo. Y para ser totalmente sincera, si algo duele aún, es saber lo que sufriste a manos de mi padre _reconoció.

__Ya pasó mamá, lo peor  no fue, y te encontré, aunque  siento que quizá pueda perdonar y llegar a querer a mi padre, pero nunca más nombraré a ese hombre, no tuve abuelos.

__Eres familia, Diana _ reconvino Guillermo__, la casa es enorme, quedó cuidándola un inspector amigo, Santiago, ya lo conocerás, y seguramente nos puedas ayudar mucho con Malena, ella necesita apoyo, ni siquiera ha ido al colegio aún, y tú eres especialista en niños, qué mejor que tenerte con nosotros. Ella solo ha tenido de guía al hermano y a Guidro, el perrito.

__Yo la apuntalaré  en todo el proceso, hijos, no lo duden, cuentan conmigo.

 

__

-Amanece y solo pienso en verme en tu mirada, exhalo un suspiro y cual gota de rocío, anhelo despertar en tus labios y así desayunarte con mis besos.

La escena era la siguiente: El joven sentado en el sillón individual de la suite, el hombre y el tigre sobre el sofá, y el perro sentado en el piso mirando el televisor Led. : El joven contaba algo interesante que mantenía tanto al hombre como al tigre, concentrados en su hablar, el de él. Mientras relataba lo que relataba, el hombre asentía e incluso preguntaba cosas. Él estaba realmente interesado en lo que  Pedro decía, le prestaba toda su atención. El tigre también lo miraba como si entendiera y estuviera concentrado en lo que él contaba. Algo para destacar es que el gigante felino para nada, y enfatizo, para nada se mostraba como una figura amenazante más allá de su estampa y lo que uno presume que un tigre puede o podría hacer en semejante contexto. El felino se encontraba sentado sobre sus patas traseras mientras que sus delanteras perfectamente paralelas, se apoyaban con aplomo sobre el borde del sofá. Su cola rodeaba sus patas delanteras y apenas la punta de la misma caía graciosamente sobre el redondeado borde del sillón. Su apariencia, la del gato, era de relax y concentración, miraba en la tranquilidad suprema. Sus uñas permanecían en modo reposo, era una belleza observar el interés de muchachote rayado en  el joven que grácilmente abanicaba sus delicados dedos apoyando los vaivenes de su presentación.

Cabe explicar que la postura del hombre también era relajada: Piernas un poco abiertas, codos apoyados sobre las rodillas y manos juntas con los dedos entrecruzados y movimientos suaves. Los gestos y el movimiento de sus músculos faciales acompañaban en sutileza extrema, los sobresaltos de la exposición que salía de la boca  exuberante con una dulzura que se reflejaba en los ojos de los dos muchachos que embobados lo percibían de diferente modo pero siempre en el tono de cosas lindas. El perro, inmutable, continuaba mirando no sé qué, en el televisor cuyo volumen apenas se podía percibir. Quiero acentuar el hecho de que el tigre parecía un inofensivo niño, daba ternura verlo en esa posición y temperamento.

El hombre, mientras escuchaba lo que el joven les contaba, solo pensaba en lo interesante del relato y lo afortunado que se sentía de estar allí en tiempo y forma, estaba interesado y feliz. El felino… el felino pensaba cosas muy diferentes, pero el hecho era que no se notaba ni en estampa ni en su mirada, siempre pareció un tierno gatito.

Todo llega en la vida, y el momento en que cada uno mostraría lo que en realidad era, había llegado también. En el cuarto, el hombre besó tiernamente al joven, le habló con palabras de trozos de panal, lo miró como cuando en el sofá. Todo lo que él amaba seguía frente a sus ojos. El tigre, estaba por realizar todo lo que pensaba hacer cuando sentado frente al joven, aunque parecía solo ser un felino de hogar, un dulce gatito, a saber: Comenzó a lamerlo todo y ¡cuidado! dejando de lado cualquier eufemismo, realmente lo lamió todo. Hundió su cabeza entre las piernas de él, e hizo lo que quiso hacer. Clavó también sus colmillos en los redondos glúteos, fue algo que se permitió. Solo restaba una cosa más, y lo hizo, después de observarlo unos instantes, con la bravura que se espera de semejante animal, lo devoró.

Moraleja:

Por más amor y dulzura que un hombre que te ama despliegue frente a vos; por más delicado que sea en el trato que te dispensa e interés que muestra cuando hablas, siempre dentro de él hay un tigre que solo quiere hacer lo que se espera de ese temible animal: El solo te quiere devorar.

El perro todavía está mirando concentrado la televisión.

_Te habrás dado cuenta que no dejo de mirarte, aun cuando tu cuerpo me toca con tus ansias. Es que cuando te miro te hago más mío que al tocarte,  es que al verte...  sin tocarte puedo amarte.  Mis ojos son las manos que suspiran cuando ellos en tu alma han de posarse.  Y cuando tus manos con pasión me susurran, mis ojos, mis pupilas se aferran  en tu cuerpo. Siento la calidez del cielo cuando tú me miras,  siento el fuego de tus entrañas en tus ojos.  Es que al mirarte mi alma ansiosa te suspira,  y sin parpadear... mirándote te gozo.  Amo ver cómo me desnudas con tu mirada,  amo ver el reflejo apasionado de tu cuerpo.  En tus ojos mi alma te solloza enamorada  cuando con mis ojos yo te toco.  No dejes de mirarme amor mío,  Aun cuando tu cuerpo inquieto a mí me toca.  ¿No ves que en tu mirada yo consigo  ver tu alma vestida y sin ropa?  Sé mío mientras enamorado yo te veo,  sé mío mientras yo te beso con mis ojos. Yo soy tuyo cuando me aferro a tu mirada, soy tuyo cuando te penetro y no te toco.  Tú me tocas, yo te miro.  Yo soy tuyo, lo tuyo es mío. Tú me miras y yo me muero,  tú me ansías,  mientras yo...  enamorado yo te veo. No dejes de mirarme,  que en tus ojos nacen mis deseos.  No dejes de tocarme,  mientras te toco sin mis dedos.  No dejes de amarme  ¡que yo siempre te amaré!

Llega la noche agitada con ansias de amar, rompiendo el silencio, las brisas de seducción levantan su velo del rostro, desvistiendo mi piel, devorándome sin descanso. La voz del deseo grita en tu boca…  Poséeme, necesito tus besos, mis labios fugazmente desatan tus ganas ardientes. Sudores impacientes,  sintiendo el regocijo de toques llenos de pasión en la mente. Bendita manera de amarnos, las estrellas en el cielo sienten la envidia al mirarnos, la luna y el sol al asomarse, cómplices del pecado más hermoso que existe, sienten celos de ti, pero no pueden escapar al hechizo de dos almas que arrancan gemidos al amarse. Amor mío,  desgarra mi alma,  te doy la libertad y el permiso de tatuarme en todo mi cuerpo  esa furia llena de fuego que me hace flotar en las redes divinas del amor.

Bello como siempre amaneces junto con el alba y esas primeras luces de la mañana resaltan tu belleza, así como el rocío y la brisa matutina engalanan las flores de mi jardín.

El caudal de los delirios, de goces al viento, centímetro a centímetro, en la urbe de mi cuerpo.  Mis caricias y besos te esperan insaciables, quiero respirarte, navegar ese océano,  volviéndose locura, fantasías, deseos, pones el broche de tus ansias a mi tez abstracta. Prisionero de mis sentidos, tienes el fuego que me debilita, moldeándome a tu gusto. Sé el misterio despeinado, conquista mi mapa como si descubrieras un mundo sin igual. Con silencios, sin decir palabras,

Entra en mis tesoros, llévate mi perpetuidad,  desquebrájame entre tus brazos, te he de seducir, sabes tentar lo prohibido, sé perverso, erótico, sensual, elegante, dominante, sin prejuicios, sin tabúes.  Ámame calmadamente en la gloria de la pasión. Excita mis carnes, atrévete a surcar todos mis mares.  Se desbordarán nuestras alboradas en el cristal de las ganas, poséeme, quítame estas ganas, soy presa de tus mil encantos, la naturaleza exquisita de dos cuerpos ardientes enlazando todos los sentidos, hunde tu velero, déjame ser el que naufrague calmando mi voracidad, esta sed para de nuevo zarpar,  quemando mi piel, dejándome exhausto. Tortúrame, tú serás el único dueño de mi ser, mi caballero galante, derrotas mi orgullo en trizas, me hipnotizas con tu sublime seducción, mis puntos débiles, gozan de ti.  Mis puntos fuertes los encallo en tu piel, yo solo quiero ser esclavo de tu amor, no puedo negar este gusto por saciarme de ti, eres mi vicio más poderoso, la droga que recorre mis venas y quiero solo morir en tus labios, en tu boca que tanto me espera.

Silencios que palpitan, clamando fervores, implorando poseernos de la manera más profana, dejando en desnudo ropaje solo está naturalidad exacta de nuestros cuerpos encendiéndose. 

Aurora de nuestras cumbres, amado espacio de revelaciones, sensaciones deliciosas que debemos probar, tengo tantas ganas de acariciarte, de abrigarte,  de tocarte, de beberte, atragantarme con tu boca, en tus labios, tu pecho, tus curvas, tus senderos, tus poros, la esencia de toda tu afanada sustancia. Lunares sonoros que hacen eco, gozando, temblando de tantos ritmos acompasados,  con cada roce descubro los colores de nuestros fondos dormidos, incesante de cantos desprendidos, tu sed en el sexo nunca se apaga...  El corazón fuente del deseo, caigo rendido en el acto del amor,  mis manos te dibujan, umbral de caricias sin tiempo, musitando un jadeo, apetito inocuo, prendido de ese aroma tan tuyo, mis labios húmedos,  las pupilas dilatadas, déjame llevarte a la atmósfera, besémonos con hambre, devorémonos como bestias indómitas, derritámonos en abrazos sofocantes,  virtuosos en húmedos océanos.

 Amémonos hasta quedar extasiados, escuálidos, contemplemos estos bucólicos cuerpos por la madrugada, reencarnemos en dos vidas idénticas, te demoras en mis hombros, es que agonizo con tus besos, dedos de felino clavados en mi espalda, pides con sollozos amar sin respeto, mis instintos cual   lenguas de fuego, explotan con el calor de tu piel.  Mi lengua ávida absorbe tu saliva, juegas con mis pezones que te provocan, fundiéndote brioso y desaforado en mi frágil curvatura, refugio cálido y húmedo para escaparme del mundo, aspirando vibrar sobre ti,  ahogando palabras que emanan de tu boca, tus labios persiguen mis rincones secretos, dos figuras al natural que entre sábanas se demuestran pasión.

Ha cesado la tormenta, extraña satisfacción, nuestros ojos brillan como preciado cristal, vacíos quedaron de deseo, descansando llenos de placer, mi sereno mar..., me alocas cuando buscas mis tesoros, me trastornas, volviendo a trepidar la excitación, mi silueta sin atadura, viril, trémulo, vibrante te entregas perdiéndote, me tomas, yerto yaces, saberte mío es tener el infinito en mis manos, loco sentimiento galopando en el intento, estas irresistibles ganas de que seas mi penitencia.

 

_ Cuando tus ojos me acechan, tiemblo _ balbuceó Pedro_. Y aunque al mirarte de mí te rías,  muero y me sonrojo.  Muero cuando tú me miras, y resucito...  resucito en tus ojos.

_Y a mí me cautiva esa sonrisa con hoyuelos que te ilumina el rostro hasta los ojos_ admitió Guillermo_, casi te convertiste en una obsesión ante el despliegue de tus encantos, derrumbaste todas mis defensas, y como tu madre, eres un ángel, y a la vez un ejemplo de orgullo y dignidad, los dos fueron muy valientes al seguir adelante luego de tanto dolor. Sos mi alma gemela, no hubo otra afín, la vida muestra los caminos, y las personas se separan cuando eligen rumbos distintos, pero los nuestros coincidieron en ese edificio precioso, y estoy seguro de que vos y yo pisamos la misma senda.

Al decirlo Guillermo se inclinó y le rozó los labios hinchados por sus besos, la comisura de su boca, invitándolo a responder, y disparó como la erupción de un volcán dormido en el cuerpo del joven. El contacto anhelado de nuevo, venía de su hombre, que le ofrecía lo que el corazón de Pedro siempre pedía a gritos. Contuvo el impulso para calmar las ansias, y le tomó el rostro entre sus manos. Recién entonces absorbió los labios, apretó su boca contra la de Pedro exigiendo que le abriese para saborearla, y cada instante era distinto, el beso de Guillermo se reinventaba, Pedro se entregó al dulce placer de sentirse deseado por alguien que en el hoy compartía su mundo de igual a igual, alguien ahora sano con quien podía llorar o reír, trabajar, ser él mismo sin tener que aparentar nada, y sin importar lo que deparara el futuro, ese momento de comunión era único y sublime. La picardía asomó a los ojos de Pedro, las palabras huyeron y los cuerpos se acercaron, Pedro le echó a su amor los brazos al cuello y se mecieron juntos, como si navegaran las aguas de un arroyo, hasta que sus bocas se buscaron, y las caricias se tornaron de nuevo impacientes. Afuera la luz de la luna se filtraba entre las hojas de los árboles, adentro Guillermo se sentó sobre la cama y siguió acunando a Pedro en su regazo. Le parecía irreal tenerlo al fin así, tan cerca, tan dócil, tan libre de todo, feliz, fuerte, firme y a la vez cálido y parecía ajustarse a su cuerpo. Guillermo amaba su piel, mas también se sentía cautivado por su modo de ser reservado, paciente, a veces no tanto, su actitud alerta, su disposición a amar y ayudar, era el elegido, sin dudas, ninguna alarma sonaba a su lado.

 

__Pienso en que cuando te conocí no podías sentir, que nunca habías tenido novio _ susurró Guillermo.

Pedro pensó en algunas caricias osadas con mujeres, en pequeños placeres sin entregarse, sin entregar el alma, y no, Guillermo había sido su único hombre, novio, amante, socio, esposo.

Guillermo sonrió.

__Yo tampoco. Lo que tuve sin amor, no tiene que ver con esto, por ello  aprendí a sentir al tiempo que te enseñaba y seguiremos tropezando y reinventando juntos.

La idea original los llevó a la risa, impensable años atrás. Rodaron juguetones sobre la cama, besándose y sintiendo el latir de los corazones al unísono. Guillermo lo despojó de la remera, dejando a la vista los pezones enhiestos, Pedro le abrió los botones de la bata, para descubrir el torso firme, allí posó un beso, siguió y persiguió a los labios, descendiendo al cuello. Fue el inicio de una pasión encendida. Se frotaron hasta enardecer los sentidos, cada uno besó cada rincón del cuerpo del otro, encontraron el mutuo placer en el abrazo intenso que los fundió en un solo ser. Guillermo quiso prolongar el momento, supo contenerse, sostuvo su cuerpo en tensión para entrar en el de Pedro con suavidad, centímetro a centímetro, sintiendo la caricia, el avance, el retroceso, para luego sí dejarse llevar por la furia que los consumiría en llamas hasta convertirlos en cenizas, pero tardaron en llegar y caer, mucho más en separarse. Y todavía unidos,  Guillermo acariciaba la espalda del hombre que se le había entregado, sintiendo una paz deliciosa, respiraba sobre el cuello de ese hombre que lo honraba admirándolo, respetando sus humores, y se sintió seguro, confiado en su condición masculina.

Pedro sentía a la par, no había tenido que esforzarse para agradar, no había  debido fingirse desvalido ni alardear de suficiencia aun cuando estaba roto, y ahora podía relajarse sin temor a quedar en desventaja. Cada uno pensaba en el otro como amigo íntimo, valorando virtudes, pero sobre todo elegían, compartir la vida y sus inquietudes. Algo muy fuerte los unía, algo que entretejía sus vidas.

__Me alegra tanto sentirte al fin contento. Hubo días en que parecías… lejano, que te ocultabas en el silencio, o torturabas por allí en las noches de insomnio a tus vecinos,  he estado pendiente de tus estados de ánimo desde siempre, y sé que recién hoy despejaste los fantasmas, y estás pleno en comunión con ella, que es un ser de luz como no podía no serlo si te llevó a vos en su vientre.

__Estaba desilusionado, asustado, solo. A veces las cosas salen distintas a lo pensado, y luego lo tienes todo de súbito, porque jamás hubiese soñado con estar así, en íntima compañía y unión con el hombre aquel,  triste,  que me atrajo desde que lo vi por primera vez.

__Ya lo creo que nada fue pensado _ dijo Guillermo con marcada intención__. Y en esos momentos no sabemos que las cosas a  veces salen mucho mejor de lo planeado _ completó, y besó su frente con adoración.

 

_No puedo creer todo lo que debíamos recorrer  para sanar, cuántas piedras debimos saltar y sacar en el camino, desde aquel día, en que siendo apenas un superviviente… bajé a retar a duelo a… mi vecino. Pero sí estoy seguro, de que solo podíamos hacerlo  juntos, solo podíamos salvarnos uno al otro, respirando el mismo aire.

 

Finalmente Pedro cerró los ojos y el sueño lo llevó, Guillermo se dedicó a contemplar cómo los labios  esbozaban una sonrisa.

__Descansa amorcito, al fin puedes dormir en paz, ya no habrá más dolor, no tendrás insomnios ni pesadillas, te han devuelto tus raíces, como yo encontré las mías y liberé mis cadenas,  y a la vez al fin no me siento en deuda, hasta este viaje solo vos habías dado todo por mí, ahora los dos estamos en paz y, ya no vas a torturar a tu… vecino.

 

CONTINUARÁ.

HECHOSY PERSONAJES SON FICTICIOS.

CUALQUIER PARECIDO CON LA REALIDAD ES COINCIDENCIA.

LENGUAJE ADULTO.

ESCENAS EXPLÍCITAS.

 

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