sábado, 24 de abril de 2021

VECINOS. CAPÍTULO CINCUENTA Y NUEVE.

VECINOS

 


CAPÍTULO CINCUENTA Y NUEVE.

“¡Esperar! Esa fuel a primera lección que aprendí

sobre el amor”. Paulo Coelho.

 

Roma.  Abril  de 2018.

 

__ ¿Demetrio? _preguntó Guillermo.

Lamentablemente diez meses después de llevársela, supimos por una carta de la esposa que  intentaría asesinar a Diana, y a poco la mató a la esposa, pero un abogado muy famoso que nunca perdía un juicio lo sacó libre.

 

__Y murieron los dos en un accidente _ casi afirmó Guillermo mientras Pedro fijó la mirada en él.

 

__Así es. __Para entonces Diana ya estaba casada o por casarse con su psiquiatra, ella nos informó de todo esto, su esposo la salvó de morir a manos del sicario que ese hombre contrató.

Lo siento, no sé nada de ella de los últimos quince a veinte años.

__Un psiquiatra de Londres _musitó Pedro.

 

__Alan era su nombre y no recuerdo su apellido perdón.

__En mucho _respondió Guillermo__. Uniendo todo lo que sabemos si tu padre recuerda el nombre del hermano de la esposa de Demetrio es muy posible que él dirija el imperio de esas dos familias y que demos con el sitio en que Diana trabajó en Londres, de allí a ella, estaremos cerca.

__ ¿Eso crees?

 

__Por lo que sabe tu papá ese  hombre y su cuñado trabajaban en lo mismo, y debe de estar al frente de todo, no tenían más familia, y si damos con él daremos con el legajo de Diana, en él puede estar el nombre del psiquiatra, tal vez haya sido el mismo de la empresa.

 

El celular vibró en el bolsillo del pantalón y el corazón de Guillermo dio un vuelco.

__Hola __respondió al segundo llamado__. Soy yo, sí, hable.

 

__Doctor Graziani, soy Alberto, tengo poco tiempo, pero anote esta dirección y este nombre por favor, y si puede manténgame informado de lo que halle… Residencia de ancianos la Guarda, Vicente Landroy.

 

_ ¿Quién es Vicente?

__El hermano de la mujer de  Demetrio, si alguien sabe algo de todos… es él.

 

__No, Pedro, tu papá intentó matar a Diana, no puedo negártelo, Noelia manejaba a los hombres a su antojo, pero al fin creo que se arrepintió, y aquella noche en que tu madre huyó de la cabaña y cayó de la balsa, él le pegó a su amante, la pensó muerta, pero no fue así.

__ ¿Cómo?

__Noelia se suicidó en su celda _ confesó el hombre__. Ella apareció muerta en la celda cuando fue condenada como lo fue él por la propia confesión y entendió que había sido una trampa del abogado, enviado por Demetrio para ejecutar su venganza. Lo conocía bien y sabía que no le perdonaría la vida de una forma u otra.

 

Pedro tragó varias veces intentando deshacer el nudo que le había oprimido la garganta.

__ ¿Entonces él sigue en prisión porque confesó haber asesinado a  Diana?

__Así es, como ella nunca apareció viva, él sigue en prisión, pero en realidad cumplió hace años lo que le habría dado cualquier juez por tentativa de homicidio.

 

 

__Fabián ¿has visto a tu padre? _ interrogó Pedro cuando despertó de una siesta tardía y no halló a Guillermo.

__ No, ¿no estaba durmiendo? _ se asombró__. Yo salí con Malenita y  hace diez que llegamos.

__Eso pensaba yo, pero desperté solo, odio que desaparezca sin decirnos nada _ se ofuscó Pedro.

__Tranquilo,  no se perderá. --Pedro captó esa mirada, habitualmente las de padre e hijo siempre llevaban una intención, en la de Fabián había picardía.

 __No me cargues __ le pidió__, no me gusta que crea que no puedo enfrentar lo que hallemos, me cuesta obvio, pero prefiero que no me oculte nada.

__ Y no lo hace aunque se mande solo, luego te dice todo _ afirmó el hijo __. ¿Apagó el celular? Porque supongo que ya lo llamaste.

__Es lo que más detesto, es probable que esté de nuevo con mi padre _ convino Pedro__, allí no tendría señal. No sé el porqué, pero le cae bien, no le gustó me parece que yo no desee verlo hasta no dar con Diana, pero no puedo, Fabi, te prometo que lo intento, que reconozco que me desató el dolor que llevaba años acarreando por la incertidumbre de no conocer mi identidad, de creer que tal vez mi abuelo abandonó a su hija porque yo era su… hijo, eso lo veo, y es un montón, pero Guille le tiene pena, y yo no puedo, no asesinó a nadie al fin, pero el daño a mi madre se lo hizo.

__ Ya Pedro, te entiendo, pero esa mujer que lo atrapó era muy mala… peligrosa diría, tal vez lo amenazaba con algo, no sé. Era ella la que deseaba a tu mamá muerta, estaba obsesionada con tu padre.

__ Eso lo sé, pero necesito tiempo, no quiero mentir que lo olvidé todo y que me enamora mi padre, porque no es así, es más, no veo ni siquiera por qué ayudó a regresar a Chile a mis abuelos sabiendo que a mi madre la habían abandonado, no me cierra, necesito saber de ella, y no veo cómo aun en Londres, será como buscar una aguja en la arena. __Pedro suspiró y se dejó caer en el sofá, mientras Fabián se sentó a su lado y le pasó el brazo por los hombros __. Hallar a mi padre era fácil, ya desde Bs. As.  lo sabían preso, pero a mamá… Por Dios si ni siquiera la conozco __ se rindió al desasosiego.

 

__ Ya lo  sé __ le dijo__, entiendo que es muy difícil, pero   verás que lo haremos,   nadie nos corre, no dejaremos de buscar hasta saber de ella,  tantas veces estuvo de cara a la muerte que no debe de haberse rendido, y no lo haremos nosotros.

__! Por la cresta, Guille! ¿Dónde estás?

__Acá, amorcito, y deja de protestar _  hizo saber la voz antes que la vista,  cuando   Guillermo ya estaba dándoles un beso, y buscando a Malena con sus ojos__, ¿y mi niña?

__La agoté, bueno,  mejor dicho me agotó a preguntas y caminatas, y se  fue a la cama con Guidro, y yo ya tengo los billetes para Londres.

__Guillermo, dime dónde estabas __ pidió Pedro taladrándolo con la mirada cargada de preocupación y un dejo de temor.

__Bueno, tranquilos, que tengo muy buenas noticias _  comenzó__, pero si vas a enojarte de entrada porque no te dije que salía, me callo __ lo amenazó sin evadir la mirada.

__ Ya dejen de jugar y cuéntanos, papá __ pidió el hijo.

__ Vicente me llamó, y como Pedro dormía y no sabía si serían buenas o malas, y quiero que se preserve para el reencuentro con Diana, fui solo. __ Se volvió hacia Pedro, le tomó las manos y lo miró con ternura__. Cielito, ahora sí sé que la encontraremos.

__Dale pa, ya no soporto ni yo, habla.

__Vicente no recordaba  el apellido de Alan, y vendida la empresa todo parecía difícil, pero en su memoria escurridiza, al irnos,  comenzó a rebuscar, y al fin recordó, que con intenciones de hundir a su cuñado, él llevaba una especie de diario aun antes de morir su hermana _ contó con parsimonia mientras alzaba y besaba a Malena, que al oír a su padre, ya estaba allí, atenta al relato también__, como el tipo ese murió, creía haberlo quemado entonces, pero le conmovió cuando hablamos el relato, la vida de Pedro y la de Diana más que antes, y de pronto o medio en sueños, ni él sabe cómo, le pidió a una enfermera una especie de valija con recuerdos que se llevó, fotos, cartas, de todo un poco, y  sorpresa que se llevó, cuando en medio de todo encontró ese cuaderno.

__ ¿Y? _ lo conminó Pedro __. ¿Qué decía de Diana? Porque según contó ni siquiera llegó a conocerla.

__Amor, déjame seguir__ lo retó Guillermo mientras los ojos de Fabián se abrían como ventanas y el corazón de Pedro saltaba en el pecho__. Y eso es así, pero encontró  el apellido de Alan, Hale… Alan Hale, que no es muy común __ continuó.

 

Fabián saltó a buscar la notebook para googlearlo, pero Guillermo continuó.

__ Bueno, hijo espera que hay más,  ya te iba a pedir que buscaras esa cosa, pero hay algo más importante aún __ siguió sonriendo__, parece que en las oficinas de Londres, entre el personal, existía un muchacho cuando Diana llegó, una especie de genio, aunque medio raro, bueno,  su mente actuaba maquinalmente, pero no experimentaba emociones,  al leerlo, Vicente lo recordó. Dice que todos lo querían porque le decías una palabra  y te largaba la historia entera, memorias  de todo, espera ¿cómo dijo? …,  ya, un archivo viviente, una mente donde lleva el archivo de todos los empleados de la empresa.

 

__Ya Guille, qué historia mágica te comiste ahora _  se enfurruñó Pedro__, eres penalista o qué.

__ Pedro, es lo que dice este hombre, y al parecer, Diana se alarmó e interesó desde conocerlo por ese hombre, le preocupaba que fuese solo mente, según Vicente, conocía a todo el personal, si le dabas un nombre, él recitaba desde el árbol genealógico a sus cuentas bancarias, archivo de todo lleva en mente.

__ ¿Lleva?

__ Eso necesito saber, sí, hijo, búscalo a él, Wynny Parke, en Londres. __Fabián se sacudió los pensamientos atolondrados y encendió la pc__, si está vivo, él nos llevará a Alan, a Diana. Dice Vicente, que tu mamá logró de algún modo convencerlo de que fuera a consultas, la martirizaba que no sintiera, no podía creer que no disfrutara de nada, que fuese solo una especie de ordenador, y que dentro de sus limitaciones, el muchacho la quería, y Alan le hizo entrevistas, al parecer y resumiendo, fue a él a quien halló  la hermana y le dijo que Demetrio había ordenado asesinar a tu mamá, Pedro, y él lo contó en terapia a Alan, por ello él pudo salvarla.

__ ¡Uau!, papa qué gol de cancha entera _ se entusiasmó Fabián que empezó a pegarle a la pc, Malena se sentó en su regazo.

_ ¿Qué más tiene Vicente en ese arcón de recuerdos? __preguntó Pedro.

__Pedrito,  me dio el diario, en préstamo, hasta que hallemos a Diana, así de seguro está, además…  esto. __ Guillermo le tendió un sobre, Pedro sintió las lágrimas acudiendo a los ojos.

 

__ ¿Qué es?

__Una foto de tu mamá, en medio de empleados de la empresa, yo la miré, y como no veo que lleves un pelo de Alberto, supuse y además él lo dijo,  que eres un calco de ella, al ver allí, te verás reflejado, en mujer…  es igual a vos _ le confirmó Guillermo__, además están ellos, este muchacho, y Alan también, ¿hijo con esa cosa puedes llevar los rostros a cómo se verían hoy?

__Se puede,  sí, pero déjame primero encontrar a estos dos, que viajamos en horas y  me parece que Pedro podrá abrazar a su madre mañana _ dijo Fabián mientras las manos temblorosas de Pedro tomaban la foto, y la mirada incrédula reconocía sus rasgos en el bello rostro de una mujer… de su  mamá, y las lágrimas rodaban raudas en silencio.

 

“Entre él y yo a veces no había palabras.  Solo miradas que calaban en el alma, a veces no existían  las caricias, sino solo un sentimiento que recorría la piel mientras nos teníamos ganas.

Entre  Pedro y yo, nunca hubo una promesa, solo un sentimiento que ardía en nuestra hoguera. Hay muchos momentos en silencio.  Pero cuando caminamos  por distintos senderos siempre nos hacemos falta. Y así antes de verlo, sentí la misma emoción, el sabor de las lágrimas antes de beberlas”.

 

Guillermo lo abrazó sin palabras, la nena captó el sentir de Pedro y se les unió.

__Pedrito, ¿estás llorando? _ musitó Malena.

__Déjalo, hijita, está conociendo a la mamá, es la primera vez que la ve. __Las palabras salieron sin permiso, y una vez dichas Guillermo se detuvo, igualmente su hija le ahorró el dolor.

__Está bien papi, yo conocí a mi mamá aun sin verla, como a ti y a todos, sabes que puedo leerlos con las manos.

__Tan… bonita, aun acá luego de tanto sufrimiento, cómo… __La voz de Pedro se quebró.

 

__Pedro, no culpes a tu papá ni te enojes con él, si tus abuelos no los hubiesen separado de niños casi, cuando soñaban la vida juntos, otra quizá sería la historia, no juzgues, solo disfruta, y prepárate, tu padre  ha pagado caro su error… quiero pensar que si estás estudiando abogacía no querrías que un inocente pague por culpas de otros, ¿no es así?

Pedro negó con la cabeza.

 

__Y ahora sabes que tu abuelo no violó a Diana, quién es quién, si mal no recuerdo de mi vecino de antaño, era lo primero que me contaste _ le  dijo en tono admonitorio.

__Lo sé.

 

Mientras todos soportaban y  deglutían losas en el pecho y tenazas de emoción en gargantas, Fabián tecleaba frenético, y Guillermo abrazando a su amor y a su hija confesó:

__ Además entonces _ continuó Guillermo__, como ya volaremos a Londres y sospecho que vamos a demorar allí, fui  a un bufete importante que me recomendaron en el Consulado, para que saquen a tu padre de allí, Pedro. __Este lo miró… parecía que diría algo, pero al fin calló__. Me dijo el abogado, que no será sencillo reabrir la causa, y que mucho dependerá de Diana, que si ella está dispuesta, al aparecer, con todas las pruebas obviamente, no podrán negarse a reabrirla, y a absolver a tu padre, pues no asesinó a nadie, todo dependerá de ella.

__Guille, yo no me opondré a lo que ella decida, suponiendo que la encuentre, si decide ayudarlo sea, si no quiere, yo no la obligaré _ le dejó en claro.

__Si Diana tuvo al ser más noble y bueno que conocí, que me rescató del infierno, dudo que no lo haga con el padre de su hijo.__ Pedro tembló.

 

__ Bueno, ¿están listos? __ los cortó Fabián exultante.

__¿Listos para qué? __ murmuró Pedro con el corazón en la mano.

__ Nuestro hombre, uno, viejo, tenías razón.__ Fabián les giró la pc, los enfrentó a la pantalla__. Wynny Parke… Jefe de archivos, “Clínica  de Salud Mental Manos que Ofrendan”. Londres… Fotos, currículo, todo. Genio matemático,  maestro de análisis financiero, más veloz que una máquina de calcular o de recordar, más rápido que un buscador, etc. etc., graduado en administración de empresas, y por la fecha pareciera que luego de la muerte de Demetrio, trabajos previos… empresa de este en Londres, previo en Roma… es él, y en esta clínica…

__Para hijo, para… ¿Los tenemos entonces? __ interrogó incrédulo Guillermo. Pedro no lograba arrancar los ojos de los de su madre en la foto, y apenas le llegaba el eco de que estaba por hallarla.

__! Pedro! __ casi  gritó Fabián.

__ ¿Qué?

__Foto que tiene este hombre, al parecer más o menos actual de la clínica, esperen, voy directamente a la clínica, acá, está todo, Director. Doctor Alan Hale, fallecido año 2002,  Director honorífico…

__ ¿Murió? __balbuceó Pedro empalideciendo.

__Al parecer, sí, ya buscaré  su biografía.

__ ¿Lo ves Guille? Mi madre puede estar muerta, no sé si quiero saberlo, esto no sé…

 

Guillermo estuvo a su lado en dos zancadas, le tomó el rostro entre las manos, intentó enfocar la mirada que percibía lejana.

__ ¿A dónde quedó el muchacho… mi vecino que fue capaz de quedarse a mi lado en los peores momentos? ¿El que me acompañó en todo riesgo con tal de verme liberado de demonios y culpas de mi pasado? ¿Ahora me dice que no está preparado para ir por su mamá? __ lo desafió__. ¿Acaso no enfrentaste a tu padre?

__Es diferente __ musitó__, eso lo necesitaba, no podía tener esa duda atroz, además de él  ya sabía casi todo…

__Eso no es así, lo pensabas asesino de tu madre, y no mató a nadie que yo sepa. Siguió mirándolo mientras Pedro parecía no sentir las lágrimas que resbalaban por las mejillas__. Sigue hijito.

 

__ Directora actual, licenciada en psicología clínica, Diana Beggio de Hale, año 2002 a la actualidad.__ Fabián miró a su padre, la tenía en pantalla en cientos de fotos, estaba viva, y era la propia imagen de Pedro, sus ojos, sus hoyuelos, sus labios… __. Pedro, está viva, puedes verla mañana mismo, es viuda,  es la directora de la clínica,  seguramente por Alan estudió psicología, es…

 

Pedro ya no pudo oírlo, el zumbido que crecía contra sus tímpanos, precedió a que la visión se nublara,  a que las piernas dejaran de sostenerlo, a la oscuridad.

__! Mierda, se desmayó! _ Guillermo apenas alcanzó a sostenerlo, a acomodarlo en el sofá, mientras vociferaba  por sal y agua, por un perfume, Malena se acercó sin que nadie lo notara, y encontró el rostro de su otro papá.

__Pedrito, despierta, tu mamá está viva, no eres huérfano como yo, tu mami está viva, aunque ni siquiera pueda ir a vivir contigo, puedes abrazarla. __Guillermo al oír a su hija no pudo evitar conmocionarse, al tiempo que Pedro con los ojos anegados los abrió para analizar a ese ángel, en minutos alargó los brazos y la envolvió en ellos, cuando Fabián regresó, lloraban los tres.

__! Ey! Si ni siquiera ha visto la foto aún __ les dijo.

__Si con solo saberlo se desmayó, trae eso que le daré salmuera antes de que la vea _ dijo el padre.

__Guille, puede que aun muerto Alan, tenga hijos, no sé con qué derecho regresar desde un pasado tan doloroso, ella halló la paz luego de  un infierno, ¿tengo derecho a aparecer así, sin más?

__Pedro, nos harás enojar. ¿Acaso dudas que si tu mamá  algo necesita para ser feliz plenamente y enterrar ese pasado es verte? ¿Es saber que sus padres fueron terribles  y que le mintieron, que siempre estuviste vivo y que la amas? __ Guillermo sintió deseos de zarandearlo.

 

__ ¿Eso creen todos?

__ No tengo dudas _  habló Guillermo__, cielito, vos como nadie sabe que yo no tuve padres ejemplares precisamente, pero aun así, los querría vivos, y sé que pese a que no fueron amorosos, ni con Bruno siquiera, me quisieron _ le dijo con seriedad.

__ ¿Quién es Bruno, papi? _ preguntó Malena.

__ Mi hermanito, ¿recuerdas que te hablé de lo triste que estuve porque murió el tío y los abuelos? __ le recordó Guillermo mientras la acariciaba.

__ Cierto, sí, el tío Bruno, ¿lo conociste Fabi?

__No Malenita _ respondió el hermano__, yo tampoco conocí ni al tío ni a los abuelos, solo papá me contó de ellos.

 

Mientras hablaban, Pedro se había desenredado del abrazo y dirigido a la pc, Guillermo conteniendo la respiración,  con  una seña le indicó a Fabián que lo dejara, y allí estaba recorriendo fotos y leyendo lo que encontraba, sin dejar de sollozar, pero más entero.

 

 Pasado el momento de conmoción, una hora después cuando cenaban luego de que los chicos fueran por pizzas y helados, al fin más calmos  siguieron los planes.

 

_ Papá, ¿y si en lugar de ir a un hotel, alquilamos algo en Londres? Podemos, y es más cómodo _ opinó el hijo tratando de sacar otro tema__, digo, me parece que estaremos más tiempo allí, y  extraño el cafecito ni bien me levanto, y vos, en casa antes de vestirte, necesitas el café amargo  y la mermelada o sos una marmota _ se burló Fabián, Guillermo le lanzó una significativa mirada, Malenita sonrió y como cada cosa preguntó.

__ ¿Qué es marmota?

__Tonto, papá sin café y mermelada es un tonto, ¿no te lo dijo?

__! Fabián!

 

Ante  la expresión furibunda de Guillermo hasta Pedro dibujó con sus labios una sonrisa.

__ Si crees que por alquilar un departamento me usarán de cocinero, estás muy equivocado, no pienso ni hervir un huevo, menos hacer pastas, ya se hartaron  acá de ellas supongo __ aclaró el padre.

 

__ No es por eso, no me molesta ir a comprar la cena _ dijo Fabián, solo que sería más cómodo que pasar de suite con la piojo a cada rato.

__Bueno, ya reservaste el hotel, luego de ver cómo sigue todo… decidiremos _ concluyó Guillermo.

__No puedo aparecerme en la clínica así, como el hijo de Diana o ante ella siendo igual, no quiero ser yo quien la mate de un infarto, Guille _ habló Pedro que había seguido en lo mismo.

__En eso tienes razón, no sé si conviene verla en la clínica o ir a la casa _ le respondió.

__A la casa, no, de entrada no, si tengo hermanos, no quiero caer como regalo de súbito, no.

__ A ver, se me ocurre algo mejor, a mí nadie me conoce, soy un chico medio díscolo, y necesito terapia por adicciones _ propuso Fabián.

 

__ ¿Qué? __ se alarmó el padre.

__ Papá… quiero decir, que pido un turno para mí, a mi nombre con esa excusa, una vez allá, vemos quién usa esa hora, ¿qué les parece?

__No es mala idea, pero creo que Pedro también tiene razón, Diana ha pasado por todo, alguien tiene que prepararla para la noticia, y si nadie se opone y están de acuerdo, creo que quien debe de hacerlo… soy yo __ opinó Guillermo mirando a Pedro que asintió de inmediato.

__Bien, no se diga más, a lavar esto, a dormir que viajamos temprano, yo ya pido el turno por la web, ustedes ya no piensen, tenemos a este muchacho, y a Diana, hasta se puede hablar antes con él, y Pedro, a mi viejo  siendo el mejor penalista de Argentina no le faltará letra para hablar con ella y prepararla, nos quedaremos cerca esperándolo __ le dijo mientras se despedían con un beso__. A las diez los llamo, salimos a las trece, lástima no poder ir en el  tren.

__ ¿Por qué? __ preguntó la nena.

__El tren bala, ya te expliqué piojo, pero bueno, ya pasearemos todos un tiempo, ahora somos ricos __ dijo Fabián.

__ ¿Por qué ayudaste a papá, Pedrito? __ saltó de súbito la nena__ ¿Y por qué te dijo vecino?

 

__Porque éramos vecinos __ le respondió Pedro de pronto reanimado ante la ingenuidad y sabiduría de esa nena que amaba cada día más__, cuando tu papá se separó de la mamá de Fabián vivía en un edificio cercano al estudio, y yo en el piso de abajo, y resultó que  se enojó mucho conmigo porque hacía ruido y no lo dejaba dormir, no sabes, casi me mató una noche.

__ ¿De verdad papá? Pero Pedro toca la guitarra y canta precioso, ¿eso te molestaba?

__Me molestaba porque empezaba cuando yo llegaba a dormir, y porque tocaba una música horrible, y a todo volumen _ se defendió el padre.

__Yo no sabía que el techo era de cartón _ dijo Pedro.

__ ¿Así se conocieron? _ siguió la nena.

__Sí, cuando fui a retarlo por el ruido _ le respondió Guillermo.

__ Mentira, o no, bueno él al parecer me conoció entonces, yo vi antes en la escalera a un señor muy triste, y muy apuesto, y me pregunté el porqué de esa pena __ le recordó a Guillermo__, pero yo era muy pequeño para que él me  mirara.

__Pero… si tú eres más alto que papá, y ¿por qué estabas triste papi? ¿Por el tío y los abuelos?

__Por ellos, por Ana, por  vos que no podías vivir con nosotros _ respondió Guillermo__, y sí que lo miré a esta sabandija, pasa que era un jovencito tan bonito, y desfachatado que no pensé que me daría ni la hora, ni que le gustaría un hombre.

__ Pero no tenía novia no te gustaban las chicas, ¿verdad Pedrito? A papá tampoco, solo quiso tener hijos _ le explicó la nena.

__Bueno… ya basta de charla o esta niña no para en toda la noche, si sigue así, alquilaré una casa en Londres para que me deje dormir _ protestó Fabián.

__ ¿Y por qué alquilabas y tocabas la guitarra Pedrito?

__Porque trabajaba en eso,  hacía poco que había llegado de Chile, no tenía dinero, y quería estudiar, y no me alcanzaba, pero lo necesitaba para poder viajar a buscar a Diana y nunca llegaba, hasta que…

__Hasta que te enamoraste de papá, y Fabián te regaló el dinero _ dijo Malena.

__Regalo nada, se lo devolveré.

__Sí, seguro _ se burló Fabián__, tengo tanto dinero que no sé qué hacer con él, porque encima mi viejo no quiere su parte, te lo aceptaré el día en que te divorcies de él __ le dijo y Guillermo puso ceño.

 

__!Hijo!

__ ¿Vas a dejar a papi Pedro?

__No mi vida, Fabián quiere decir que como jamás me divorciaré de él nunca  querrá ese dinero, pero yo se lo devolveré.

__ Vayan a dormir mejor.

 

Malena se aferraba a Pedro, y lo miraba sin ver, a todos les parecía raro, hasta que al fin balbuceó.

__Pedrito, ¿volverás con nosotros?

Guillermo entendió el temor de su hija y de súbito él que no se lo había planteado contuvo el aliento.

__Digo, no conoces a Diana, y ella puede que no quiera o no pueda vivir en Argentina si tiene la clínica, o hijos, ¿te quedarías con ella si te lo pidiera?

 

Guillermo tembló, Pedro lo percibió, y sin dudarlo ni demorarse respondió:

__Claro que no mi vida, jamás me separaría de Guille y de ustedes, es algo que supe desde que éramos vecinos y nos ayudamos uno al otro, vivimos cosas difíciles juntos, yo lo ayudé a superar lo de tu tío. __ Guillermo al igual que cuando Fabián lo nombrara pensó que a cada hora lo ayudaba a superar su adicción, su lucha continua, el secreto de ellos__. Y  él ahora me está ayudando, los tres,  a conocer a mis padres, pero jamás me separaría de ustedes, solo quiero que mi madre sepa que no estoy muerto, dónde encontrarme, supongo que ella si no puede mudarse nos visitará, y al menos irá a nuestro casamiento. __La besó por todos lados, y Malena al fin recuperó la sonrisa mientras el padre recordó cómo respirar.

 

 

Pedro intentaba calmar los nervios, colocando  la ropa en los bolsos y desarmándolos una y otra vez, mientras Guillermo echado en la cama con las manos en la nuca sonreía de su modo de buscar la calma, hacía días que no  lograba capturarlo para hacer el amor, y ardía de deseo al verlo moverse…  apenas  en bóxer y camiseta.

 

__Precioso, pareciera que hemos viajado meses, apenas tenemos ropa, ya deja eso en paz, está bien el traje que dejaste preparado para los dos, ven _ le pidió.

__ ¿Crees de verdad que aún me recuerda? ¿Qué podrá amarme aunque haya tenido hijos con Alan?

__Más de lo que te amo yo, que es demasiado decir o imaginar __ le respondió Guillermo__. Pedro, yo no dejé de adorar ni a Fabián ni a Malena pese a que no amé a sus mamás, y Diana aunque sufrió sí amó a Alberto__. Te contaré algo que sentí luego de aquella cena tras la que huiste.

_ ¿Qué?

__ Me desperté como siempre desde hace mucho, recordando que estaba en un mundo muy alejado del ideal, de mi ideal. Mi ideal que por otro lado no lo arrastro desde que nací, sino que lo adquirí, eso sí, hace mucho tiempo. Si tuviera que describir el sentimiento que puebla mi ser casi todos los días al abrir los ojos o la mente, lo llamaría apesadumbramiento, y me acuerdo de los que no se les cae de la boca el “la vida es bella” y demás frases espirituosas y pensé en ellos no de la mejor manera, en fin…

Pensé en el amor, me gusta hablar de eso y siempre está presente en mi mente. Traté de verme en situación, intenté definirme en tiempo espacio y sentimiento y me sentí parado en un cementerio, como decía Baglieto. Sé muy bien que no tengo la verdad absoluta en lo que respecta al amor, pero puedo ver sin sombras, que el mundo carece de él.

Aunque es cierto que aún hay padres que aman a sus hijos e hijos que aman a sus progenitores, amigos que aman a amigos, y así podría continuar, lo que más se ve es el amor al dinero, a las profesiones, al progreso económico, a la diversión. “El amor de la mayoría de las personas se enfriaría”, de eso advertía la Biblia hace más de dos mil  años y así estamos. Suelo detenerme a mirar y veo a la gente caminando como si tuvieran vendas en los ojos, con sus brazos extendidos hacia adelante, tratando de encontrar la salida, pero en realidad saben de la venda y tienen miedo de quitársela. El miedo paraliza, nos hace seguir a la mayoría, a los gurúes de este tiempo de sueños de bolsillos rebosantes y corazón desnutrido. Ir contra la corriente es para valientes o suicidas, según como se mire, y la mayoría prefiere mirar al costado aunque con el rabillo del ojo anhele un poquito de eso que muy pocos atesoran y llaman amor. Y yo entonces me negaba a él, lo sabes.

__ Y  yo, lo mismo, no podía sentir hasta que me enseñaste.

__Puse mis manos en tus mejillas y te expliqué:

Estoy tratando de despertarte aunque sé que es casi imposible, y en el acto de tratar de hacerlo hay demasiado envuelto. Sé que  tienes un amor impresionante para dar y que ves la vida con mis mismos ojos. Sé que seríamos felices dentro de los parámetros de lo que se puede lograr y también sé que nos amaríamos hasta el final. Lamentablemente también puedo comprender que llegamos a este encuentro desde lugares diferentes y que estos condicionaron lo que somos hoy. Modelaron tu espíritu y lo achataron, lo llevaron de aquí para allá y ahora no sabes qué está bien ni mal, lo sabes pero el miedo se apoderó de vos, perdiste la fuerza natural que tenemos al crecer y querer hacer lo que está en nuestro corazón. Te zamarreo para que me mires, que me veas. Parece que lo haces pero en realidad percibo tu visión velada, una diminuta y delgada capa de barniz distorsiona lo que ves. Te grito para que despiertes,  que me sigas, que me abraces, y cerremos los oídos al cuchicheo y la desaprobación. No puedo hacerte entender que el tiempo es ya, que este amor no te encuentra todos los días, que lo que deseamos por mucho los dos, está por desaparecer. Tiempo… tiempo… el disfraz perfecto que nos hace creer que sobra, que hay un montón, que nunca va a terminar. Para cuando comprendemos la realidad, ya es tarde, ya nada se puede hacer. El amor es la verdad. Todo lo demás es una fantasía que se ríe del que pasa rellenando un ataúd. ¡Despertarte! Toma mi mano, déjate guiar hasta que logres despertar. Criemos juntos este amor que quiere vivir. No vuelvas a dormir.

__ ¿Qué Piensas?

__ En nosotros, en nuestro amor, en la lucha que tuvimos para sacarlo adelante.

__ Lamento recordarte que yo  existo,  que soy, que  logré despertar, lo que implica que al regresar nos casaremos, para siempre __ le recordó Pedro.

 

__ ¡Como extraño tu sonrisa!, tu piel, tu encanto  solo en triste soledad, en una gris penumbra es aliento umbrío en mi garganta que te nombra,  sedienta de tus besos y tu boca, y hace daño.

Entre sueños te extraño, desesperado.  Eres mi deseo hecho castigo y carne  y tu ausencia despierta deseos fatales  en mi impúdica pasión de enamorado. Quiero ser tu luz y la tuya, mi divino delirio,  yo, tu jardín florido, tú, mi nueva primavera, el sueño de mi vida, el primer amor con el que olvidé la soledad, el  que fue mío. Te necesito como el aire que respiro,  tu boca ardiente es aliento que da vida, amores y fuego, en tibia madrugada,   en pasiones y gemidos compartidos. Nunca es tarde para el regreso, mi alma sueña sangrando por ti, tras las rejas de mi condena no estás, más te presiento, divago en mi pena, mi razón  turbada entre ardiente y loca espera. Amor mío, ¿vendrás? Casi siempre viene sin darnos cuenta. Pero también se va sin despedirse. Solo resta esperar porque así, es el amor.

 

__Sé que me piensas, que sueñas con mis manos sobre ti. Imaginas mi boca recorriendo  tu cuello,  bajar lentamente por tu pecho.  Ir despacio más al norte,  donde se notan tus ganas de mí.

Sé que me piensas por las noches en tu cama. Me imaginas llegando desnudo, y trepar por tu cuerpo. Sé que imaginas  mi cuerpo encendido, buscando el tuyo  para apagar el fuego que llevo. Me piensas, tus manos me buscan.  Tus sentidos me reclaman. Tu hombría me necesita. Sé que por las noches, me haces tuyo sin pudor y con ganas, solo esperas hacerme  realidad un día en la cama. Si este amor me hace grande  es por andar por el mapa de tu piel,   por hallarme en ti,  que te has convertido en todo mi mundo. Contigo el mundo está hecho, y no le falta nada.

Perdón si he estado ausente, amor. __El bullicio de afuera quedó amortiguado cuando las miradas se enlazaron, cuando Guillermo salió de la simple contemplación y atrajo hacia su cuerpo a Pedro.

 

__Te he extrañado __ le susurró sin reproche.

 

Pedro levantó el rostro para leer en el del hombre su intención. Guillermo ponía el alma y el corazón en esa mirada que le llegó a la suya, a su ser, esos ojos hacía mucho que no le podían mentir ni omitir nada, y esbozó una sonrisa.

__También yo _ concedió, perdona por haber estado torturándome, pasará lo que deba de ser.

 

Se derrumbaron al mismo tiempo sobre la cama, y ya se besaban con frenesí, bebiendo el uno del otro la pasión contenida, los temores y las dudas, todo lo que compartían como un solo ser. Guillermo recorrió con sus finos labios cada pedacito de piel expuesto, y cuando cumplió su propósito, sus manos tironearon para descubrir el resto. Pedro lo ayudó, deseoso de recibir sus caricias, la tibieza de esas manos, de sus labios. La luminosidad de afuera creaba un capullo de suave intimidad en la que Pedro se sentía seguro y expuesto, pues no había manera de esconder secretos ni lágrimas a la avidez de su amante.

 

__Déjame verte precioso, creo que ya olvidé tu belleza __suplicó Guillermo.

 

La camiseta cayó olvidada, y Guillermo apreció la forma redondeada de los pezones pequeños y enhiestos, oscuros contrastando con la blancura alabastrina de la piel. Lamió uno de ellos con dulzura provocando cosquillas, Pedro quiso alejarse, él lo retuvo por las manos, empeñado en degustarlo a antojo y cuanto quisiera. Le llevó los brazos hacia atrás, sobre la cabeza, y mientras lo inmovilizaba con una mano, con la otra dibujaba caprichos en sus pezones. Pedro divagaba sin saber qué decir.

__Basta… no… espera…

__Ya no se puede _ y acompañó lo dicho con un tarascón que arrancó un gritito que brotó de entre los labios gruesos.

 

__! Nos van a escuchar! _gimoteó Pedro.

__! Entonces quédate callado! Así __y volvió a atacarlo, esa vez en el otro pezón.

 

Pedro se retorcía debajo de sus besos, excitado y alarmado por lo que le provocaban, justo a él, que cuando lo conociera jamás pensó en que podría sentir… placer. Guillermo se colocó sobre su espalda, y sosteniéndose con los codos dejó que sus caderas se frotaran contra las de Pedro, creándole una deliciosa sensación de abandono mientras los dedos dibujaban en el lienzo de sus nalgas, y Guillermo lo penetraba.

Pedro cerró los ojos y se dejó mecer por aquel ritmo creciente. Era magia pura que le calentaba la sangre y lo hacía sentir libre y exuberante. No fue consciente de los jadeos y gemidos que escapaban de su boca, no de la manera en que sus piernas se entrelazaban hacia atrás enganchando las de Guillermo para hundirlo más allá en sus profundidades y acunar  el miembro de Guillermo con sus agarres y relajaciones.

Llegó al paroxismo del deseo enseguida junto con su amor, y casi lamentó que todo terminase tan pronto.

Abrió los ojos y se encontró con los de su amor amante, cálidos y divertidos que lo horadaban.

 

__Ufa ya está __ murmuró, sintiéndose tonto.

__Ah, no, claro que no.

 

Guillermo giró con él y lo colocó sobre su cuerpo. Sorprendido, Pedro trató de adivinar lo que deseaba, pero Guillermo no le permitió distraerse demasiado.

-Ahora, hazme sentir lo mismo o más __lo desafió.

__ ¿De nuevo?

 

Las palabras le sonaron a orden, duras, sin embargo, la mirada era tierna. Parecía comprender lo que sucedía y divertirse con su descubrimiento y asombro.

 

__Muévete, como lo hice yo, te deseaba tanto que te espero, cielito.

Pedro no lo creyó del todo, y comenzó a besarlo y acariciarlo por toda su geografía, al tiempo que se masajeaba y balanceaba de arriba abajo, frotándose con intensidad creciente contra ese cuerpo que era continuación del propio, hasta que sorprendido descubrió que no le bastaba con ese juego y, sin proponérselo, se encaramó sobre el cuerpo del hombre, montándolo como si fuese su caballo.

 

__Así, cabálgame, Pedro _le rogó.

 Pedro se sintió importante, al ver que el placer de Guillermo dependía de sus movimientos, y se adueñó de la situación.

Las ropas que se interponían no alcanzaban a impedir las sensaciones. De manera increíble, Pedro experimentó que se acercaba otro éxtasis, al tiempo que Guillermo veía el abismo en el que se precipitarían en dulce agonía, y ambos se fusionaron en lo mismo,  en un abrazo espasmódico que los dejó palpitantes y exhaustos. Habían hecho el amor sin siquiera desnudarse.

 

__Esta noche __ prometió Guillermo__me dejarás dormir adentro de vos.

 

Pedro no podía creer que luego de tantos descubrimientos ahora estuviesen hablando de esas cosas, de ellos, solo de ellos.

 

__Todo saldrá perfecto _ musitó Guillermo, no sé si Diana se mudará a Argentina, después de todo tiene una clínica, la dirige, Alan la debió amar  mucho, no solo le salvó la vida, pero sé que al fin esta se completará, cerrará un círculo que entre sus atentados y olvidos siempre apareció abierto, pues no creo que una madre no sienta que su hijo está vivo, aunque las palabras  aseguren lo contrario.

 

__ ¿Y qué le dirás? __se interesó Pedro.

__Le contaré una historia real, la de los vecinos, la nuestra precioso __ confesó Guillermo, desde el inicio, porque desde ese alfa siempre me hablaste de ella, de tu deseo de buscarla, por lo tanto, y además para que sepa de entrada que somos una familia especial, y que te amo, le contaré todo desde conocerte hasta hoy, sé que ella  sabrá ver que estoy hablando de vos, aun cuando no diga tu nombre _ concluyó, mientras las lágrimas de emoción de Pedro mojaban su piel.

 

__ ¿Y luego?

__Y luego me pedirá verte desesperadamente, y se conocerán, se reencontrarán porque se conocen, viviste en su panza nueve meses, ella no dudará al verte además _ lo tranquilizó__. El después será como lo vayan escribiendo, excepto lo de Alberto, de eso no sé  hasta dónde está enterada, y si lo perdonó, si tendrá el coraje de verlo aunque sea una vez para reconocerlo, y de ayudarlo, yo supongo que lo hará __ afirmó__, pero primero disfrútense, que Alberto puede esperar, lo mismo que Vicente, que me pidió conocerla si ella viaja a Roma, quiere pedirle perdón, y contarle de su hermana, del rol que jugó en salvarle la vida.

 

__ ¿Cómo puedes estar tan seguro de todo?

__¿Y vos cómo estuviste tan seguro de que yo era inocente de la muerte de los míos, cómo me amaste pese a saber de Juan, de mi adicción, y de todo y contra la vida de tristeza y de farsa que llevaba?

__Por amor, porque me enseñaste el placer con plumas, y a amar al tiempo que lo aprendías, nunca pude dudar de ti _ le confió__, menos separarme, aunque a veces le temía a tus juegos.

 

__Y allí tienes la respuesta de todo, el amor que nos une, todo lo que sané tras encontrarte, la llegada de Malena que es otro milagro, todo me lleva a creer que lo malo es pasado, que lo que se ve en el presente y en el futuro que estamos construyendo, solo puede ser bueno, y en él, nos veo a todos… es más, juntos.

Cuando te veo, yo me pregunto... ¿Qué tienes que me enamoras tanto? tal vez sean tus ojos o tus labios, tal vez tu sonrisa o  tu cabello, tal vez sea todo al mismo tiempo, solo sé que te quiero a mi lado, que te quiero para siempre pues te amé  y quedé prendido a ti desde el instante  en que te conocí.

Eres mi canción favorita,   a todas horas  quiero escucharte, todo el día suenas en mi mente alegras mis días,  alimentas mi alma y al llegar cada noche  yo deseo bailar contigo.

Te puedo prestar mi boca si la quieres para un beso. Te puedo prestar mis manos si son para acariciar. Te daré mi corazón si lo quieres para amar. Te daré todo mi ser y yo no quiero ni un peso. Si tú quieres ámame porque mi amor ya lo tienes. Si deseas tómame a sorbos y de a poquito o de un solo  empuje. Si quieres hazme trocitos si quieres puedes llamarme o sin llamarme tú vienes. Pídeme sexo a lo loco o caricias de ternura. Pídeme mi desnudez o desnúdame de a poco. Pídeme tus fantasías aunque parezca de locos. Pídeme una poesía escrita en la calle oscura. Es mi alcoba la que grita y nos escucha a escondidas perdido entre  enredos voy buscando tu medida. Deja que el silencio hable que en el lecho,  ya se escucha el rumor de una ducha y  la cascada de fuentes palpables entre toallas.

 No tardes amor hermoso que el fuego todo consume y en esta piel se resume lo que reúne tu torso. Presto ya al abordaje  hoy luzco sin traje mi espada afilada y fina. Dejaré puesto el sextante  mientras tu mar me riega.

Es nuestra luna contemplándonos de amantes,   goza alumbrando y se ruboriza por instantes, con los gemidos turbantes de las mieles que estamos probando. Un amor que es más que ciencia,  veinte dedos y cien tretas. Nunca escribí una historia al cobijo de la muralla y después del cenit de la batalla pido a Dios repetir la gloria.

 

¡Siénteme! Tu presencia es la energía masculina  con que avivas el fuego de mis caderas, soy víctima de tus explosiones, de tu hombría, báñame con esas hierbas inverosímiles que nos llevan a la locura, esencias mezcladas de nuestras tierras, de nuestras raíces, prisionero de mis encantos, ¡ven, quiero verte frío!  Yerto, al caer lo que me estorba, mis besos son veneno, soy el fuego que te debilita, quiero  recorrer tus praderas en cada etapa en que estallan nuestros cuerpos universales, perdiendo el control. Renacer en tu boca, empiezo la partida, el juego empieza meditando encarnizadamente, dando zarpazos, para que tú me aniquiles, cómplice fascinado me consagro tan fresco, temblando. Los pudores ya no son necesarios, mis manos despojadas para adorarte, mi corazón ardiendo en alabanzas, paredes sin ojos, al edén me transportas, encuentro a oscuras, comenzaré por tocar las huellas de tus pies, recorreré tus praderas.

¿Será la hora de morir?

Es el rito de la ceremonia, cuando me deslizo por tus galerías, estréllate en mis olas funestas, ven a tocarme, borraré las líneas marcadas de tu espalda sucumbiendo a tus entrañas. Plenitud es la fiesta de este goce, bajo las leyes geométricas, no quiero sentirme breve brasa, sino arder en tu hoguera, desde el amanecer, hasta la aurora.

Sorbo para tu sed, embriagarme, ¡amante de los aires! tu presencia es inmensa como los mares, eres mi presa salvaje, cuyo alarido es para que seas solo mío. Eres mi albergue, mi júbilo, fulgiendo en tinieblas, me afanaré a que dudes, a cohabitarme, prénsate a mi cuerpo, entrelázate como sierpe. Me entregaré a tu éxtasis inhumano, al ímpetu del cuajo de la sangre que te hará delirar. Noche cálida en que renacerás cuando despiertes de todos tus sueños de melancolía,  como navegando en un barco a la deriva, mi boca te despertará, conquista alucinante que respiro, gritando en llamas, divino mío, te venero, en las ondas del silencio, tu mirada silente  me pertenece, no me resisto a tu encendido leño.

¿Y después qué? Después de nuestro instinto  del que se apoderó  de todos los sentidos. Que rompió las barreras  y arremetiste tu cuerpo contra el mío dejando mi sexo adolorido. ¿Después qué? De mojar la cama, dejándonos huellas  de esta batalla de lujuria,  del vaivén de nuestras caderas.

De nuestros néctares unidos tan deliciosos y adictivos.  ¿Después qué? De dejarnos ir en esta locura de pasivos deseos. De nuestras almas rebeldes  apoderándose de nuestros cuerpos. ¿Después qué? Hablamos de amor, o de tomarnos un café o de planear una tarde de domingo.  ¿Qué sigue después los orgasmos maravillosos donde explotamos y fuimos comunión? ¿Seguimos en el juego de ignorar nuestros corazones o nos atrevemos a  amarnos  con el alma y el corazón? Mis ganas... Quiero sentir el frío  del suelo en mi rostro. El calor intenso  de tu cuerpo cobijando el mío.

Tengo ganas de adherirme a tu piel, tus sueños, y tus endemoniados juegos. Ganas de mojar el fuego de tu mirada al verme desnudo, expuesto en esta comunión de cuerpos, en el vaivén de nuestras caderas que provocan temblores  hasta lo profundo de la tierra.  ¡Tengo unas malditas ganas! de la eléctrica sensación de tus dedos, paseando libres por la columna vertebral de mis deseos. Tengo ganas de ti, de estar piel con piel amándonos el alma.

 

 

Años atrás.

Londres.

 

Diana durante el vuelo no pudo evitar recordar a Alberto… no ese que la despreciaba y amenazaba, al que amaba.

__

Lo miró a los ojos y comprendió que estaba perdida. Ese hombre poseía un magnetismo irresistible.

__ ¿Qué quieres de mí?

__Todo. Te quiero toda, para siempre.

Fueron al departamento de él e hicieron el amor, eran dos adolescentes, y fue la mayor felicidad, la que jamás habían soñado, una forma deliciosa de unirse que conmovió la habitación, el universo, hasta que se produjo una explosión, el delirio del éxtasis, un viaje conmovedor.

Después quedó allí, atontada, apretándose fuertemente contra él, sin ganas de soltarlo, sin deseos de que alguna vez terminara esa sensación, y esa unión.

 

Sentada en el avión, rumbo a Londres para iniciar una nueva vida, pensó:

Éramos felices, desde la primera vez. ¿Cuándo fue que empezaron a ir mal las cosas? Las películas románticas y las canciones de amor nos hicieron creer en finales felices, en caballeros de reluciente armadura, en un amor que nunca se muere. Creíamos en esos personajes de película y en sus amores eternos. Y sin embargo, eran mentiras, todas mentiras.

¿Y las canciones? Siempre te amaré… ¿Cómo miden los hombres ese siempre si a un año de casado él ya me traicionó. ¿Qué profundidad tiene el océano?

“Una noche encantada dijo, vamos a escalar… Tú, la noche y la música. El gerente del hotel me contó que acá cerca hay unas cavernas… Por razones sentimentales. Nadie se enterará… ahora que está dormida. Escuchábamos las canciones, mirábamos las películas, y realmente éramos felices, pensábamos que la vida era así. Yo creí tanto en mi marido. ¿Puedo volver a creer en alguna persona siquiera?

¿Qué hice como para que él tuviera deseos de matarme?”

 

Sintió que la llamaban por su nombre y salió de ensueños y martirio.

Levantó la vista, sorprendida y vio al piloto que se hallaba a su lado.

__Ya hemos aterrizado. Bienvenida a Londres.

Había una limusina esperándola en el aeropuerto.

__Enseguida me ocupo del equipaje, señorita _le dijo el chofer__. ¿Quiere ir directamente a su departamento?

__ ¿Mi departamento? __ se asombró__. Sí, perfecto.

 

Se recostó contra el respaldo del asiento. Increíble. Demetrio le había enviado en su avión privado, le había conseguido un sitio donde vivir, un trabajo donde conocería gente, haría amigos nuevos, donde renacería. Era el hombre más generoso del mundo… o bien… No se atrevió a pensar otra alternativa. No otra vez.

Es el hombre más generoso del mundo. Tendré que buscar la forma de agradecerle lo que está haciendo, no hace dos días estaba cortando flores en el jardín del convento, un hogar obligado de años, y hoy tengo Londres a mis pies, ante mis ojos, y todo por hacer.

El departamento, que quedaba cerca de Eaton Square, era decididamente lujoso, con un amplio hall de entrada, un salón preciosamente amoblado, con una araña de cristal, una biblioteca con paredes revestidas con paneles de madera. La cocina abastecida de provisiones, tres dormitorios en suite con precioso mobiliario, dependencias de servicio.

En la puerta la recibió una mujer de mediana edad, Hannah.

__Buenas tardes, señorita Diana __ se presentó__. Soy Hannah, el ama de llaves.

__ ¿Cómo está?

El chofer subió las maletas, y las llevó al dormitorio principal.

__La limusina queda a su disposición __ le avisó__. Puede avisarle a Hannah cuando esté lista para que la lleve a las oficinas, allá también ya la esperan, yo pasaré siempre a buscarla.

__Gracias.

__Y yo voy a desempacar las maletas __ dijo Hannah__. Cualquier cosa que necesite, avíseme.

__No se me ocurre nada __ repuso Diana sincera.

Le pareció que estaba viviendo bajo la piel de otra, de una duquesa,  cuando recorrió el departamento, cuando en el vestidor descubrió preciosos vestidos, todo era como un bello sueño, todo transmitía una sensación de irrealidad, y se preguntó cómo sería su empleo, pero se prometió trabajar con esmero, no deseaba defraudar a ese hombre, había sido maravilloso con ella.

De pronto se sintió agotada, se tendió en la cama, cerró los ojos.

 

“Estaba ahogándose y pidiendo ayuda a los gritos. Alberto nadaba hacia ella, y cuando llegó a ella la hundió. Después estaba en una caverna oscura y unas bestias la atacaban, unos murciélagos le arrancaban el pelo, golpeteaban las alas contra su rostro”.

Se despertó temblando, y se incorporó en la cama.

Trató de respirar hondo para serenarse. Suficiente, se dijo. Eso se acabó. Lo del pasado se terminó. Ya no más. Nadie va a hacerme daño.

 

Del otro lado de la puerta, Hannah había estado escuchando los alaridos, y cuando reinó el silencio, corrió hacia el teléfono… a informarle a Demetrio.

 

No alcanzó a oír el susurro de Diana final.

Del pasado solo queda… mi niño, el recuerdo de Pedro, mi único hijo, solo mío, mi… Pedro.

 

CONTINUARÁ.

HECHOS Y PERSONAJES SON FICTICIOS.

CUALQUIER PARECIDO CON LA REALIDAD ES COINCIDENCIA.

LENGUAJE ADULTO. ESCENAS EXPLÍCITAS.

 

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