NAUFRAGIO. CAPÍTULO PRIMERO.

NAUFRAGIO. CAPÍTULO PRIMERO.

….. Mirna, por favor,  cuida y vigila al personal que vamos a la ciudad  a buscar clínica y obstetra que puedan seguirme en Kenia hasta el parto.

…. Sí mi querida Sra. María, vayan tranquilos.

___ Y Pedro con María lograron con el embarazo el renacer de su matrimonio y con ello de todos quienes los rodeábamos. La felicidad impregnó la casa y María cada mañana en persona iba a recoger las flores que la adornaban y mezclaban su  fragancia.

En verdad en la ecografía se veía un varón, y el otro embrión estaba tapado y no deseaba que supieran si era nene  o nena, por ello desde que regresaron de Sudáfrica, María tejía ropa celeste para Pedro Daniel y yo blanca para el otro bebe.

El Sr. Pedro ya sabiendo que al menos uno sería varón lo imaginaba estudiando en las mejores universidades europeas, parecido a María con sus hoyuelos al sonreír, su cabello rubio y todo lo que un padre desea del primogénito.

Como si el milagro de la concepción fuera contagioso, desde que regresaron con la noticia, mi niño Guillermo comenzó a contar mi historia en sueños, no supe mi nombre y apellido pero sí empecé a verme con su padre y con él. Mil veces despertaba y ya sabiendo lo que iba a suceder, al hacerlo  escribía cada detalle del sueño en un cuaderno que dejaba junto a la cama para reconstruir en un diario mi vida a partir del relato de mi hijo en mi dormir y soñar.

Me vi embarazada en Bs. As. en una casona antigua e inmensa, y a mi esposo besando mi panza, pude recordar el parto, los primeros pasos y toda la infancia de Guillermo.

 También  pude ver mi casamiento con Guillermo Graziani, a mis suegros, a mi esposo trabajando en el estudio y siempre sin tiempo ni para regresar a almorzar, y supe que tenía un socio, ese socio que pudiera ser un hilo conductor hacia lo que quede de mi familia en Bs. As.., ese socio cuyo nombre no regresa y que tanto necesito si estuviera vivo, tenía la edad de Guillermo, era  un hombre lindo de ojos claros y morrudito, y lo cargábamos por lo mucho que comía, cuya esposa sé que era mi amiga y ya tenían a la fecha de nuestro viaje un hijo varón de la edad de mi Guillermo y una nena recién nacida.

Guillermito, mi niño era muy especial, desde pequeño era distinto a los demás y eso preocupaba a su padre, con quien justamente deseaba estar casi todo el tiempo. Era tímido y solitario,  intelectual y el mejor en el colegio pero odiaba a los abogados y le decía a su padre que rompería con la tradición  de que todos  lo eran cosa que entristecía a mi esposo y al abuelo Guillermo.

 Mi niño decía que quería ser artista, se pasaba todas sus horas libres devorando novelas policiales y declamaba que cuando tuviera 18 años estudiaría teatro para así algún día poder ser un gran actor e interpretarlas.  Pasaba sus días entre el colegio, estar con su padre y leer, a veces al espiarlo ya lo veía recitar parlamentos de los libros pero no le decía a mi esposo. A veces lo recuerdo jugando con el hijo del socio de mi esposo al que sí le gustaba la abogacía por lo cual se vislumbraba como el heredero del estudio. Pero  en la vida de Guillermo la única persona importante era un compañero de colegio con el que estaba siempre, Juan, un chico simpático, agradable y parecían  estar en todo de acuerdo. A mi esposo no le gustaba esa relación. Antes de viajar mi niño nos pidió que nos acompañara, quise hablar con sus padres pero mi esposo se opuso.

 Y sí, hoy recuerdo que mi esposo amaba a nuestro hijo, pero dos cosas le preocupaban, una que quisiera ser actor. Siempre decía que como no ganaría nada, por suerte podría vivir de la herencia del estudio. La otra su exclusiva relación con Juan, otro nombre que hoy recuerdo, pero no su apellido,…, Juan, el amigo de Guillermo.

___ María concurría a controles mensuales y el Sr. Pedro pasaba más tiempo en casa a medida que transcurría el embarazo hasta que al fin en una de las ecografías lo supieron,  al parecer los mellizos Beggio eran en verdad gemelos homocigotos, el otro bebe era varón y entonces buscaron el nombre  y eligieron Manuel, Manuel Agustín Beggio.

La fecha estimada de parto era fines de noviembre por lo cual esa fiestas de 1979 en la Mansión serían especiales porque ya  estarían presentes en la familia los gemelos Beggio, con lo cual para nochevieja el patrón decidió que daría una gran fiesta en los jardines para todos los empleados de sus plantas y amigos del pueblo y de los aledaños, sería la presentación en sociedad de los niños.

 El embarazo de María transcurrió sin sobresaltos, ella continuaba con sus clases y tejiendo para sus niños, varias veces la acompañé a la capital a hacer compras para ellos y una vez asignadas las habitaciones, el Sr. Pedro la acompañó a comprar el mobiliario. Al verlos llegar, por primera vez en  seis años pude despierta recordar aquellos maravillosos preparativos preludios de un nacimiento.  Al ayudarlos a bajar los catres, las cunitas, la ropa, los juguetes y el empapelado para los cuartos mi mente se trasladó a la casona de Bs. As y al día del parto de Guillermo y  entonces pude comprobar que lo que recordaba despierta coincidía con lo que él me relataba en los sueños.

___  Transcurría octubre de 1979, ya 20 de octubre y  María repentinamente comenzó con contracciones. Habían hecho el cursillo de pre-parto y no se asustaron ni en principio concurrieron a la clínica pero al atardecer se hicieron más frecuentes y finalmente ese día 20 de octubre,  a las 20 hs María rompió bolsa. A la hora estábamos en la clínica y ella en trabajo de parto, al parecer los gemelos  tenían prisa por llegar a conocernos.

El Sr. Pedro quiso presenciar el parto, yo quedé esperando fuera y a la 1 AM   del 21 de octubre de 1979, al fin empezaron a asomarse.

Pedro fue el primogénito. Asomó al mundo minutos antes que su hermano Manuel. Era el sol hecho vida. Con un rostro perfecto marcado por hoyuelos y pelo rubio cubriendo su cabecita. Un nombre, un destino, un amor. Pedro Daniel Beggio.

 Ni siquiera lloró hasta  que se dio a conocer a los minutos de ver a sus padres, cuando asomaba a la vida su hermano Manuel. Eran gemelos, físicamente idénticos, bellos, con los hoyuelos y rubios, como Pedro los soñara, eran iguales a María.

Nadie entonces podría imaginar que  en nada se parecerían más que en los aspectos físicos.

 La llegada de los gemelos causó un revuelo en la casa y en las plantas, el Sr. Pedro iba y venía y el personal corría detrás de María. Por las noches a veces María dormía con ellos para que el Sr. descansara porque cuando uno dormía el otro despertaba. Así fueron siendo Pedro y  Manuel, idénticos pero opuestos, Pedro era tranquilo, rara vez lloraba y Manuel  lo hacía siempre, uno iba  de brazo en brazo y el otro solamente quería los de su madre y así de distintos fueron creciendo.

 Eran lo mismo, rubios, preciosos, cada vez que sonreían iluminaban más que el sol, con hoyuelos en las mejillas y en el mentón y la luz en los ojos y en la sonrisa, nadie podía escapar  a la magia de los Beggio, pero Pedro fue creciendo distinto y curiosamente a mi lado. Manuel continuaba siendo la pólvora, corría, jugaba, iba y venía de la  casa de los amigos del jardín, jugaba a la pelota y rompía todo lo que se encontraba a su alcance, pegado a su madre a al Sr. Pedro cuando regresaba a la noche, se fue convirtiendo en el preferido por la simpatía.

Pedrito era lo opuesto, igualmente bello, era especial desde pequeño, tímido, solitario,  educado y correcto,  un todo que ante mis ojos me recordaba a mi Guillermo, intelectual, aplicado, no jugaba con su hermano, tampoco tenía salidas con sus amigos del colegio y en los recreos se apartaba a leer según luego contaba en la casa Manuel. Pedrito, mi querido Pedrito, pasábamos horas juntos y era yo quien le revisaba la tarea siempre perfecta, le  planchaba la ropa y el uniforme.

Manuel llegaba de todos lados gritando y embarrado, Pedro callado e impecable y así fueron creciendo y pasando los años.

 En esos dos niños y en esa familia fui haciendo mi vida, con mi mente anclada en Guillermo y en los escasos recuerdos que llevaba en mi libro, sin rastros de mi identidad y con el convencimiento de que lo más probable era que ellos hubieran muerto en el naufragio, como sobreviviente me quedé con mi hijo en mis sueños y disfrutando de Pedro.

 El Sr. Pedro viajó una vez a argentina en 1985 y  vía el consulado se puso en contacto con la Vicaría de Santiago que llevaba las denuncias de los desaparecidos  para radicar vía diplomática la denuncia por sus padres y hermanos.

  Con la caída del régimen  en Chile y la llegada de la Democracia en marzo del 1990, a manos del Presidente Patricio Aylwin pensé que quizá regresaran a Chile y así yo estaría cerca de poder llegar a Argentina, pero no, la vida de mis patrones transcurría en Kenia y no deseaban ya regresar, mucho menos cuando el Sr. Pedro viajó a Santiago y confirmó por videos y fotos de la Vicaría que su familia había estado en el fusilamiento en el estadio de Chile. Al regresar del horror se juraron olvidar que alguna vez habían vivido en ese país ya que los padres de María también habían fallecido.

Con ellos decididos a permanecer en Kenia yo desistí entonces de viajar para algo ilusorio a Argentina y me quedé con ellos viendo crecer a los gemelos.

 Cuando cumplieron  18 años Manuel ya estaba de novio con la hija de un amigo del patrón, pero Pedro jamás había tenido novia, no iba a las fiestas con su hermano ni salía a casa de amigos o fiestas del colegio, se quedaba en casa leyendo, otra vez apareciendo con el temperamento de mi niño Guillermo. 

El Sr. Pedro durante aquellos años, comenzó a mostrar una faceta de personalidad para todos desconocida, a cada año de crecimiento de los chicos, a cada diferencia entre Pedro y Manuel, su padre iba tornándose preocupado por Pedro hasta que al fin, viendo que  a todo le decía que no, que no  tenía vida social, que no jugaba a la pelota ni siquiera con su hermano, que cuando habían reuniones se escondía, que solamente  tenía un amigo del cual no se despegaba,…, comenzó a gritarle ante los ruegos de María, para luego discriminarlo por distinto y anormal y finalmente castigarlo con palizas que lo dejaban con secuelas y en cama. María lloraba y se fue convirtiendo en una esposa sumisa, temerosa y pasiva ante la agresividad de Pedro para con su hijo. Manuel  comenzó a alejarse de su padre y la luz de la casa se iba apagando.

Tras una de las mayores discusiones por la negativa de Pedro a su fiesta de 18 años, su padre decidió llevarlo a un prostíbulo, para su iniciación sexual según me contara María. Cuando salieron, Pedrito parecía suplicar ayuda con la mirada pero nadie se atrevía a desafiar al patrón. Cuando al fin regresaron, María sonrió después de largo tiempo porque su esposo estaba feliz, según él ahora sí Pedro era un hombre.

Había planificado enviarlos a Inglaterra deseando o imponiendo que Pedro estudiara ingeniería como él y Manuel administración de empresas,  nunca escuchó el deseo de sus hijos, tenía decididas las carreras y las universidades.

  A pesar de las diferencias, los gemelos se adoraban,  tenían largas charlas en un  lugar apartado de la casa, iban a cabalgar, a jugar al golf y a la playa siempre juntos, ambos amaban la natación y los deportes.

 En esas vacaciones ya graduados de bachiller, Manuel salía todas las noches y regresaba al amanecer, su espíritu rebelde disgustaba a su padre recordándole a los abuelos que dejaran la vida en Chile, y Pedro continuaba refugiándose en los libros y en la música o nadando en la piscina de la mansión.

 Por entonces, en el pueblo también se comentaba que uno de los gemelos Beggio era raro y especial  y Pedro escuchaba de desconocidos las mismas palabras que desde siempre pronunciaba su Padre no entendiendo a qué se referían con ello.

__ Corría una tarde de ese verano y por casualidad escuché a los hermanos charlando de su futuro.

… Manu, somos totalmente diferentes en personalidad, tú eres el hijo que todo padre desea tener, no yo.

… Qué dices Pedro, si  eres un genio, tienes un cerebro prodigioso, yo tengo que hacer un esfuerzo mayor que tú para estudiar, y ambos tenemos lo nuestro, eso no se puede negar. Si  te gustara alguna chica,…, papá estaría orgulloso de ti.

… Pero no me gusta ninguna Manu, y no voy a usar a nadie para conformar a nuestro padre. Prefiero que me mate antes.

 Se avergüenza de mí, siempre fue así y eso no va a cambiar.

… Bueno, a mí no me pega pero digamos que no está muy contento conmigo tampoco, le molesta mi rebeldía y no me deja espacio para ser yo. Pedro yo no voy, no quiero cumplir con sus expectativas y si estamos acá también lo terminaré pagando caro.  Odio la presión que nos impone, ni tú ni yo deseamos ir a Inglaterra y yo quiero ser abogado, odio la administración y vos no quieres ocupar su lugar en las plantas.

… ¿Quieres que le digamos juntos eso a nuestros padres, que queremos tomar nuestras decisiones, perseguir nuestros sueños?

… Pedro me quiero rebelar, no quiero más hacer lo que él desea.

… Nadie puede culparte por ello Manu.

… Pero sabes que lo  hará, y mucho más que eso...

… Manu, yo ya no quiero evadirme más de lo que mi padre piensa de mí, no quiero terminar huyendo de la culpa con la que me carga por ser diferente haciendo cualquier cosa. Soy la oveja negra de la familia y deseo vivir sin que estén intentando transformarme en lo que no soy. Quiero experimentar la libertad.

…¿Qué quieres decir con eso?

… Que quiero irme del país, y del continente. Quiero regresar a Chile.

… No Pedro, no. Eso jamás papá lo perdonaría, no quiere ni hablar de Chile desde….

… Bueno, si no nos queda nadie en Chile, entonces quiero estudiar en Argentina, quiero irme lejos, pero cerca de nuestras raíces.

… ¿Argentina? ¡Guau!, hermano Bs. As. Y yo quiero ir contigo. ¿Te imaginas? Alquilaríamos un departamento, vida de solteros, libres, estudiar lo que deseamos, sería el paraíso.

… Manu, yo le tengo decidido, voy a anunciarlo en la cena.

… Pedro, también yo. Ni loco me separo de ti, nos vamos a Bs. As. hermanito, claro que sí.

___ Mi corazón dio un vuelco, querían irse a Bs. As., a mi ciudad, al sitio en  donde quizá algo me quedara. Y esa noche al finalizar la cena Pedro lo anunció a  sus padres.

…. ¿Qué?, era lo último que te faltaba Pedro, lo último para desafiarme, te advierto que si sales del país con rumbo distinto a Inglaterra te desheredo. Vamos a ver si eres tan machito para trabajar en Bs. As. Y estudiar lo que quieras, si es que sabes lo que quieres.

… Lo sé. No me importa su plata padre, no quiero que siga sufriendo por mí ni  por los comentarios de la gente ni tampoco quiero seguir esta vida, madre entienda por favor.

…. Menos mal que Manuel es coherente, él sí que sin plata no  va a la esquina, porque tú terminarás borracho en una  acequia Pedro.

… Padre, me voy con Pedro, está decidido y tampoco me importa la herencia.

  Muchos jóvenes estudian de día y trabajan de noche o a la inversa  y podremos hacerlo, tenemos nuestros ahorros para el viaje y el primer alquiler, para matricularnos y luego trabajaremos, como todo el mundo.

… ¿Trabajar y estudiar cualquier cosa, sin herencia, acostumbrados a vivir en una mansión?, pero,.., por favor.

…. Padre, está decidido, nos vamos,…, lo antes posible. Madre, cuando lo desee podrá venir a visitarnos.

___ Los chicos se levantaron, el Sr. furioso dio un puñetazo en la mesa y salió, María se puso a llorar y yo  quedé por la mitad, no podía ir con ellos, y  perderlos era como volver a perder a Guillermito.

Una sombra de oscuridad y silencio envolvió a la familia, y solamente ellos estaban felices haciendo valijas y preparando documentos, en 15 días estaban listos para partir y lo volvieron a anunciar la noche previa.

 ___Y así fue como en febrero de 1998 llegó el día de la partida de los gemelos,  El Sr. Pedro había prohibido que alguien fuera a despedirlos, así que ellos fueron a besar a su madre que lloraba en la habitación, mientras el Sr. se fue a la planta. Y mientras lloraba tras el beso de Manuel, Pedro se sentó en mi cama abrazándome.

….Pedrito, mi amor, no sé qué decir, lo entiendo pero me muero de dolor.

…. Y yo Mirna, y yo. Antes de partir quiero que sepas algo, nunca lo dije,  ya sabes por qué me voy, no quiero ser más el hijo señalado por todos como raro, porque no deseo más esa vida ni tampoco los golpes de mi padre.

…. Lo sé precioso, claro que lo sé. Pedrito, sin que te ofendas, por el amor que nos tenemos, ¿puedo hacerte una pregunta?

… Todas Mirna, ojalá mi madre las hiciera, pero calla y consiente.

… ¿Sos realmente distinto,…, quiero decir, en verdad no te gustan las chicas?

… Es que no lo sé Mirna, no sé nada de nada, y por eso me voy, porque no deseo estar cerca de mi padre el día que lo descubra.

… Pero,…, cuando te llevó al prostíbulo…

… No pasó nada Mirna, ese es mi secreto, por favor que no lo sepa. Cuando me dejó con esa mujer, me descompuse, me dieron náuseas, y ella me entendió, me tranquilizó, hasta me consoló porque me puse a llorar y quedamos en decirle a mi padre que había pasado lo que nunca pasó, ¿entiendes?

… Sí, claro que entiendo.

… Por eso Mirna, no sé si es verdad que soy distinto, porque nunca me he enamorado, nunca  ha habido nadie en mi vida, ni mujeres ni hombres, y sé que lo espero, sé que va a llegar el amor, pero no sé en que forma, ¿entiendes? Y  para cuando pase, no deseo estar acá.

… Pedro, vamos, es tarde…

…. Ya Manu, ya voy. Mirna, querida mía, viajo a estudiar medicina, por ti, porque supe que podrías no existir y los médicos te salvaron del naufragio y voy a especializarme en cirugía plástica, siempre lo pensé y lo callé, cuando me haya recibido y estemos establecidos te voy a enviar un pasaje, te vamos a llevar a Bs. As., a buscar a tus raíces. Pero además seré yo quien te opere todas esas cicatrices de las heridas de aquel horror….  Mirna espera mi pasaje y te voy a llevar  de regreso a tu casa.

___ Luego de aquellas palabras de Pedro mi corazón se detuvo, me quedé en ellas viéndolos partir desde la puerta entre lágrimas. Pedro me regaló lo que más amaba de él, su sonrisa con hoyuelos, hasta que el auto se perdió de mi vista.

Mi vida se detuvo en dos cosas, la promesa de Pedro y el regresar a  Bs. As. y buscar a mi Guillermo….

Pero hoy, luego de tantos años he pensado que o los chicos nunca lograron sus objetivos o que al fin la pobre esclava de los Beggio escapó de su mente, ocupados en formar sus familias y en sus  vidas que no me pertenecen. Nunca hasta hoy dejé de esperar, hacen dos años que recordé mi nombre y saqué los documentos, con mi trabajo he pagado mi libertad pero el pasaje de Pedro o su dirección nunca llegó. María y Pedro llevan una vida opaca, gris y silenciosa.

___ Octubre de 2014.

 En una mesa de un restó de Bs. As., un hombre  de mediana edad, de mirada profunda y ojos negros mira la gente pasar cuando al fin  sonríe a la persona que se acerca a su mesa.

… ¡Hola pa!

… ¡Fabi, hijito, al fin!

…. Bueno, no protestes Graziani, 52 años, y  yo 27 y sigues igual que cuando era un niño.

… Y tú, abogado, socio de Máximo el hijo de Marcos, el socio de tu abuelo y pareces de 15, siempre llegando tarde.

…. Vamos viejo, que los médicos no son precisamente puntuales y tú como cirujano, con la excusa de que estás operando, mejor ni hablar.

 Dos destinos… Dos amores…. Guille y Pedro- Pedro y Guille…..

 Continuará.