martes, 7 de noviembre de 2017

"NAUFRAGIO", CAPÍTULO 107. FINAL. PARTE UNO DE DOS.





NAUFRAGIO.
CAPÍTULO FINAL.
"NAUFRAGIO". CAPÍTULO 107.
PARTE UNO.
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…Previo…
Mañana cumplo años como esa víspera de nuestro encuentro en Palermo o de nuestro casamiento, y se casa tu madre, la que pude devolverte al llegar a tu lado, la que le diste de la mano a Fernando, la que hoy sabe que lo ama y elige, mientras ella trajo a María a nosotros y a los brazos de Orestes.
Fabián vivirá en esta casa, José, Andrés y Pilé crecerán juntos, y en dos días zarparemos en otra mini luna de miel, pero sin temor de naufragios, sólo a compartir la vida, con nuestro hijo pequeño.
Guille  se arrojó al abismo de mis ojos, se perdió en los vericuetos de mi alma, y con los labios casi en los míos, respirando el mismo aire, al fin susurró.
__! Feliz cumpleaños amor  mío, feliz aniversario esposo amado, feliz vida cielito lindo!, te amo más que hace un año cuando nos casamos, mucho más que hace dos en Palermo y en ese momento dejé mi alma en tus manos.
__ ¡Feliz vida, amor de mis vidas!
¡Feliz aniversario! y gracias por esperar… que llegara a ti desde Kenia.




“Un hilo rojo, invisible, conecta a aquellos, que están destinados a encontrarse, a pesar del tiempo, del lugar a pesar de las circunstancias; el hilo puede tensarse o enredarse, pero nunca llegará a romperse”.

Autor: Proverbio Chino.

Nodelta, 21 de octubre de 2016.

“El día llegó con prisas luego del recuerdo atolondrado que acudió a la mente de Mirna, y en menor medida a la mía. Un día muy importante, en principio el cumpleaños de los gemelos. El cumpleaños de Pedro Daniel, de Manuel Agustín, los Beggio. Quizá fueron ellos los que marcaron la vida de todos en aquella lejana decisión de abandonar Kenia a los diecinueve años. O quizás fue María antes, al empecinarse en  concebirlos contra el embarazo negado por la naturaleza.  Como fuera que fuese, las almas destinadas a encontrarse o reencontrarse si es que todo encuentro es en verdad un reencuentro hoy  están unidas más que nunca en la Casa del Delta, y están festejando muchas cosas, en armonía, en amor, como verdaderos supervivientes de…  Naufragio.
Todos lo somos en más o en menos. Mirna y yo, del gran Naufragio  de hace más de cuarenta años. Pedro y Manuel del que provocara la locura de Miguel, el despecho de Juan, y todos en definitiva de los pequeños naufragios cotidianos, porque en definitiva, la vida lo es, es un viaje donde lo que importa es el recorrido más que la meta u objetivo siempre en continuo cambio, es un naufragio del que se aprende a sobrevivir en cada instante o se sucumbe a la muerte, en vida o real. En esta casa somos todos sobrevivientes.
Pareciera que pasaron siglos en estos dos años, desde aquella vida sombría, hueca, sin objetivos,  en la que era simplemente un personaje, cubierto de máscaras  de distinta apariencia según el interlocutor, en la que era un perfecto farsante, y mi vida nada más que un simulacro montado en un escenario, donde lo único real era el amor por mi hijo. Fabián era lo único real de aquella remota y tan cercana vida donde  debajo del ropaje del personaje del gran cirujano, del jefe de departamento, del profesional quedaba muy poco, sólo quizás dolor, un profundo dolor inconfeso como mi sexualidad y tantas emociones reales por lo que pensé perdido en las costas africanas, y tras  el casamiento de mi padre con Lucía.
Sin embargo, Pedro,  el amor de mi vida, que ni siquiera había nacido cuando el viaje de mis padres me llevó muy cerquita de la que sería su casa, fue el que decidió  desenmascararme sin reparos, y ni siquiera lo hizo conscientemente, sino sin querer, al decidir terminar con el apego a su familia, a la   mansión en Kenia, al maltrato, al juicio, al intento desesperado de tratar de ganar la aprobación de su padre, para a los diecinueve años decir basta y ponerse la meta de seguir su vida en Argentina.
Es verdad que María no se resignó a su infertilidad, y que  luchó años por concebir, pero fue en definitiva esa elección de mi cielito lindo, lo que  puso en marcha el camino para el reencuentro de todos. Porque tras esa despedida de Kenia y de su padre, hizo una promesa que lo unió a mí por medio de mi madre, le dijo  que cuando  lograra ser el médico que eligió ser, le enviaría su pasaje, le  prometió buscar sus recuerdos perdidos a partir de lo poco que sabía de su origen, sin embargo,  en realidad fueron  nuestros espíritus amándose en todas las vidas, como almas gemelas buscándose, peregrinando el planeta, ansiando el reencuentro, los que terminaron trayendo a mis brazos a la madre que pensé devorada por el mar en el Naufragio.
Papá no fue malo, hizo lo que pudo, quizá fui demasiado duro al no entender cuánto le dolió no encontrar a Mirna, al juzgarlo por volverse a casar, y quizá más que nada rechacé esa decisión porque trajo a mi vida sin proponérselo al siniestro ser que fuera Miguel.
Hoy recordé que él nos amó, que intentó salvar la vida de todos en el Océano, que mis abuelos solamente quedaron allá por decisión de luchar por su amor eterno, y que al fin pudo salvar a mamá, con ayuda del papá de los gemelos, y por supuesto a mí.
Mi madre fue la nana,  que volcó el amor que no pudo ofrecerme por años en los gemelos, mientras estrechaba vínculos con María, y con Pía, y su mente se acomodaba mínimamente como para recordar mi existencia, a la cual se aferró para  desear regresar alguna vez a su país natal.
Fue su vínculo con María lo que arrancó a esa bella mujer de un matrimonio inexistente ya para hace dos años, y la trajo con ella, junto a sus hijos, al sitio donde esperaba su verdadero amor, Orestes, como Pedro llegó a Bs. As. y entregó a su hermano a la bella Camila, al tiempo mismo de dejar de negar que aun en un día pudiera saber que el amor de su vida no era ella, sino otro hombre, en este caso yo.
Y yo mismo en ese mismo tiempo, supe que de nada  servía fingir lo que no era con Juan, pese a los cuarenta años de compañía que nos profesamos, en definitiva fue cariño, y amistad lo que siempre desde niños nos unió, y aunque quisiéramos llamarlo amor alguna vez, la aparición de Pedro puso en descubierto la verdad.
Tengo muchos regalos para mi esposo, porque además es nuestro primer aniversario de casados, aunque me siento su esposo cósmico desde eones, ante la ley nos casamos hace un año, como hace dos a un día de diferencia, lo percibí en los Bosques de Palermo aun antes de ver su belleza plena.
Y lo que ya sí no esperaba era el casamiento de Mirna con el que fuera el amor real que quedó esperándola, que la llorara como muerta en el mar, Fernando Morales, el amigo de mi padre, el que la amó toda la vida en silencio.
Quizá al día de hoy parezca que tenemos demasiado, para el que no supo los años previos de ausencias y dolor, quizá parezca demasiado, para los protagonistas de esta vida compleja donde el hilo se tensó por momentos a  límites insospechados, creo que no es mucho, que lo ganamos, que lo merecemos, que dimos pelea para conseguirlo y que seguirá cada día de cada vida porque la de todos no finaliza ni en un aniversario, ni en un cumpleaños, ni en un casamiento. La vida continúa, y nos esperan nuevas pruebas pero ya podremos superarlas con el aprendizaje del dolor que nos enseñó, que el hilo no se rompe jamás, y que todo vale la pena, si lo que nos guía es el amor”.

__Amor, ¿qué haces encerrado en el estudio? __interrogó Pedro robándome un beso.

__ Nada, unos últimos papeles, algo  que acaba de llegar y no sabes.
__ ¿Me tengo que preocupar? __preguntó regalando la sonrisa con hoyuelos.

__No, es algo que quizá te puede sorprender, es el boleto compra- venta de la casa de la playa, la vendí, y me lo alcanzó Fabián para la firma.
__Pero… es… era la casa de Mirna.
__No era la casa de mi madre, Pedro, era la casa donde iba a recordarla, a añorarla mirando el mar cuando la pensé muerta, es donde casi me mata Miguel, no es bueno que siga en mis manos ahora, la vendí, ya compraremos otra, Mirna está viva, y con nosotros, Miguel es pasado, ya se fue, y no quiero nada que me recuerde ese fatídico  día en que todos estuvimos en sus manos __afirmé con énfasis.

__Está bien, me parece bien, aunque también allí me llevaste para mi primer cumpleaños, fue divino todo esa vez, entraste al mar.
__Compraremos en otro sitio, allí luego pasó de todo, Pedrito.
 __Entiendo, bueno ¿quién quedó en la clínica?
__Pablo, está ya en el último año, excepto que tenga algo grave, podrá con todo, Alberto estará de guardia pasiva, pero es parte de la familia, no quisiera que deba ir. ¿Y qué haces acá y no rodeado de gente y regalos vos? ¿Te estás escondiendo?
__ No. Pero llamativamente al parecer todos duermen todavía, no me he cruzado con nadie, el que me asombra es mi hermano, excepto que ande tramando alguna de sus locuras.
Ya he dejado preparada la ropa.
__Ni me hables, nunca imaginé que recuperar a mi madre, traería en el paquete el papelón de ser su padrino de bodas, de no ser  porque Jorge es mi amigo de años, no  engañaría a nadie con el papel.
__Ya, amor, eres el hijo, nos eligió de testigos  a nosotros en el Civil, por lógica  eras tú el padrino y mi madre la madrina, Fernando es solo, no te quejes __ dijo Pedro zalamero.

__ No queda otra, precio a pagar, me pregunto cómo es que duermen los chicos, no lo creo,  Josecito a esta hora siempre está enredado en nosotros o despertando al resto.
__ No seas malo, es un santo, tanto como Andrés y Guillermito.
__Comparados a lo que serán las nenas más adelante seguramente, pero de santos poco tienen.

De súbito la puerta se abrió y allí estaba corriendo a anudarse en nuestros brazos nuestro niño, seguido de mi hermano con Camila  y Pilé en sus brazos, cargado el cochecito de paquetes, regalos.

__Permiso papás _dijo Camila con su sonrisa dulce más bella que nunca__. ¡Felicidades dobles para Pedro, cumpleaños y aniversario! ¡Feliz aniversario, Guillermo!

__ ¡Felicidades, hermanito! _lanzó Manuel con el  abrazo que casi tumbó a Pedro como siempre, mientras Camila me besó a mí, y Josecito se empinaba intentando que tomara paquetes.
__ Cuñado, felicidades, gracias por enamorarte de mi hermano, o yo no estaría casado con esta belleza de mujer.
__Gracias Manuel, feliz cumpleaños.
Amorcito, son muchos los regalos, ya mejor los abriremos al regresar del paseo, ¿quieres? _dije de cuclillas levantando a José que  se desvivía por entregar paquetes__. ¿Mi hijo y mis nietos Manuel?
__Tus nietos con la madre y Pía en el patio de juegos interno, Fabián salió temprano, no lo vi, creo que anda con el tema de los arquitectos para la ampliación.
__Por suerte ya la empresa de catering creo que sabe que en esta casa para estas fechas y para fin de año hay fiesta mayor, están ocupándose de todo.
__ ¿Y Mirna? __pregunté curioso.

__Encerrada completamente, con María, la maquilladora, y Julieta, en breve se unirá Pía.
 Y mi papá fue al departamento de Fernando por si necesitaba ayuda, está todo controladísimo.
__ ¿Sabes si le llevó el sobre? __interrogué haciendo un guiño a Pedro que Manuel captó al vuelo.

__Lo llevó, pero… ¿qué es? __ preguntó antes Camila.

__Nuestro regalo, es el viaje de bodas, ellos no pensaban hacerlo, pero luego de estos días, nos pareció que lo pasarán bien. Mirna no querrá regresar justo ahora a Europa, por lo tanto le compramos un paquete de dos semanas a la Costa Este de Estados Unidos, que podrán ampliar si desean.
__Pero... ¿qué bueno? Nosotros le regalamos con Orestes el Hotel,  dos días en el Hilton _dijo Manuel sonriendo y lanzando una mirada pícara a Camila.

__Manu, ¿qué hiciste? _dijo Pedro mientras acariciaba suavecito a su sobrino dormido en brazos de la mamá, tironeado por el celoso de nuestro hijo.

__Nada, ¿por?
__Vamos, algo ocultas, que soy mayor y te conozco.
__Cinco minutos mayor, agrandado, está bien, ¿les digo Cami?
__ Y sí, si lo verán en un rato, les digo yo.
Es nuestro regalo para ustedes, en lugar de paquetitos que hay un montón acá de todos, y como tienen  de todo un montón, Manuel quiso preparar reformas en al barco para el viaje.
__ ¿Reformas? ¿Qué hiciste loquito? ¿Podemos ir a verlas? _interrogó Pedro feliz.

__Ya las verás, ansioso, cuando zarpen, ahora no, mamá tiene algo que te gustará y más, bueno con Guille, a propósito, ¿están seguros de llevar a José y  Andrés con Pía?
__Pero sí, ella los cuidará, es enorme el barco, es el plan, dejarlos un poco solos a ustedes con el bebé _afirmé abrazando ahora yo a José.

__ Les dejaré leche mía en la heladera para que en las primeras horas se la alternen al nene, luego creo que ya dejará la lactancia,  es una lástima pero siento que cree que es el momento de Pilé ahora. Ya les preparé el bolsito, me muero de sentir que se va con ustedes, sin mí, lo voy a extrañar.
__Bueno, a ver, de todos los paquetes que tienen acá,  casi todos con ropa y zapatos, corbatas, etc., uno, es nuestro, es especial __dijo con picardía Manuel tomando una paquete pequeño__; toma hermano,  lo del barco es interesado, porque luego iremos de viaje nosotros, éste es de ustedes.

Pedro rasgó el papel con cuidado, es un libro, hermosa tapa negra, me asomé a mirar cuando vi que los ojos se le llenaron de lágrimas que no obstante rodaron cuando elevó la mirada para tropezar con la mía.
__ ¿Hilo rojo?
__Hilo Rojo. Erika Halvorsen, el libro y la película, protagonizada por tu actor preferido, Benjamín Vicuña, chileno, nuestro actor. Es la historia de ustedes, es la nuestra, pero tú  iniciaste esta novela de esta casa, Pedro, al tomar la decisión de salir de Kenia, seguiste el hilo rojo que estaba tensado al máximo, y yo te seguí, y luego Mirna, y  nos trajo a María,  hiciste que las almas destinadas, hoy se encuentren acá.
__ ¡Qué bueno! Lo leeremos en el barco, y veremos la película, gracias Manu, Camila.
__ Bueno es el regalo del nene en verdad, es de José,  y de Pilé, de ellos Pedro, al menos Pilé nació gracias a ti, aunque José sea tu hijo, los dos nacieron por el hilo rojo, es regalo de ellos.
__ Sí, mío, papás, Pilé duerme.
__Manuel, nosotros te compramos apenas ropa, es que tenemos de todo __me excusé en nombre de Pedro y mío.

__Papás, abran todo __ bramó nuestro hijo y en un instante estaba a coro mi nieto, Guillermito.

__ Dale abuelo, abre los regalos, allí  están los nuestros dice papá.
Cuando sacamos las bolsas y paquetes del coche parecieron ser más.
__ ¿Todo esto es para nosotros?
__ Sí, más para Pedro, lo suyo es doble, de los dos, y de Manuel también.
Había camisas, corbatas, remeras, pantalones, pijamas, bañadores, cintos, un buzo con capucha para Manuel, perfumes…
__Listo, ahora quedará todo acá, porque tenemos que ir a saludar a Mirna y algo que hacer.
__Es mucho para mí, sólo por un cumpleaños __dijo Manuel, mientras Camila lo devoraba a besos. No necesito más regalo que verlos felices, que tener la familia que formamos. Todavía recuerdo cuando compramos esta propiedad con lo justo, y Orestes nos prestó el faltante, sin sospechar que en menos de un año, viviría también acá, atrapado en la red de los Beggio, por amor a María, es demasiado. Guardaremos los regalos  cuando regresen.
__Yo me retiro, tenemos que cambiar a los chicos para los bautismos, veré si necesitan ayuda las mamis, padrinos, vayan a cambiarse, que los bautismos inician el día,  aunque no hayan invitados especiales, pobre Jorge, pasará el día acá, gracias a Dios que te aguanta Guillermo.
__!Camila!
__Uy, perdón, qué zarpada, no soy así, no dije nada. __ Se abrazó a su esposo y salieron abrazados, llevándose a los chicos.

__
__María, me parece que fue ayer que estabas tú de este lado, ahora entiendo tus nervios __dijo Mirna mirándose al espejo el peinado,  estaba la suite llena de gente entre empleadas y amigas__. Debería ir a saludar a los muchachos antes de empezar con lo mío. ¿Los saludaste tú?
__ A mis chicos en la cama temprano, pero no les he dado el regalo, es que tienen de todo y más, como hablamos te esperaba _dijo María con perspicacia a la amiga.

__ Los videos, ni sospechan que hemos filmado momentos de este año,  bueno con ayuda de Fabián en realidad, y las fotos de Kenia, les van a gustar, yo recuperé las de Guillermo gracias a Isabel.
__ Mirna, perdón, no quiero tocar el tema, pero yo sabía detalles de lo que recordaste, Marcos supo todo por tu esposo, pero quedé con todos de no forzar a tu mente __dijo Isabel que había llegado temprano para ayudar a Mirna.

__Entiendo, Isabel, lo sé,  está todo bien, es curioso, pensar que yo iba a casarme sólo por Civil, pero no recuerdo nada de nada de mi casamiento con el padre de Guillermo y Fernando merece su ceremonia, la fiesta, al fin accedí.
__Y tú lo mereces, bueno, vamos a ver,  en un rato llamo a los varones para que no andes cambiándote, pero verifiquemos.
Te traje lo que marca la tradición, la ropa, el  vestido  y la lencería es lo nuevo, lo prestado, lo viejo y lo azul, traje.
El azul, para fidelidad, zafiros.
__ ¿Cómo? __ dijo asombrada Mirna al observar la caja que abrió María ante sus ojos.

__Vieja y  azul, es la pulsera que me  regaló mi madre antes de despedirla en Chile, la usé en mi casamiento, y pocas veces.
__Es divina, María, me da miedo tocarla.
__Es prestada, la usarás, no se discute, y para transmitir la felicidad que siento hoy con mis hijos y con mi esposo, lo prestado como símbolo de felicidad compartida podría ser  la pulsera, pero traje una cadena que me regalaron los chicos  para el casamiento, con el relicario, puedes ocultarla bajo el vestido o lucirla.
__Es demasiado,  María, ¿crees en todo tú?
__ Si creo en almas gemelas con lo católica que fui, creo en la tradición, no pierdes nada,  Mirna.
__Con la pulsera estará bien, reúne las tres cosas y hace juego con el vestido, ¿te gusta?
__Es divino, Fernando caerá a tus pies, lástima que sea sólo uno, pero es una ceremonia.
__ ¿Crees que la maquilladora hizo milagros?
__No los necesitas, eres preciosa, lo más para Fernando que te ve desde el amor que siente.
Iré por los varones así comienzas a prepararte.
Descansa un rato, los bautismos son de los bebés, los padrinos son los muchachos, Beto, Gaby, que deben estar llegando espero.
__ ¿Sospecha algo Pedro del regalo especial?
__Nada creo, lo entramos cuando estaba trabajando.
__ ¡Qué emoción! Quiero verlo, me vestiré con algo de casa para verle la carita, era su otro amor prohibido en Kenia, perdón. __Mirna vio que la mirada de María se ensombreció, y abrazó a su amiga, casi hermana.
__

__ ¿Hijito? Es el bautismo de tu hija, ¿a dónde estabas? __interrogué al verlo llegar exhausto.

__Ya papá, es temprano, estuve con los arquitectos y en el Penal, les tengo un regalo de Juan.
__ ¿Fuiste a verlo justamente hoy? __interrogué curioso, Pedro elevó la mirada.

__Es que  lo estoy ayudando, lo estamos ayudando desde el estudio, no nos parece que presente el libro en el penal, bueno, lo conseguí, podrá presentarlo con custodia y bajo nuestro aval, en un local, le contraté un bar de   Palermo, él quiso, tendría que ver con lo que relata, y les envía de regalo un ejemplar, el primero que firma.__ Me lo pasó.

__Hijito, no me parece, cuenta nuestra historia, ¿Pedro?
__Está bien amor mío, no me molesta, es real que compartiste media vida con él, tómalo, no debe de ser una jugada mala, no sabemos el contenido del libro.
__Por lo que sé, cuenta que no era tu amor, que  lo encontraste en Pedro, y es muy valiente, relata su error, en el día del secuestro, y su amor actual, papá, se casó en la cárcel hace dos semanas, quiero que lo sepas así recibes de honda el libro. Además dice su verdad, aunque lo presente fuera cuenta que está preso, el porqué, ha sido muy valiente __afirmó Fabián que empezaba a quererlo, me alegré, pensé en ir con Pedro a la presentación.

__ Bueno, qué  genial, qué alegría, me hace bien saberlo, lo merece. __Lo abrí y vi la portada, título: Naufragio: historias de almas destinadas.

“A mis amigos del alma, les dedico un libro de vida, con errores y aciertos, con vidas al límite, con gente destinada a quedarse, y otra a desaparecer, yo me he quedado, estoy cerca de mi compañero del alma de una vida, mas sólo como lo que siempre debí de ser, alma compañera, amigo, es lo que soy Guille, es lo que deseo ser Pedro. El amor  único de Guille sos y siempre fuiste vos.
Felicidades.
Juan Arismendi”.

Las lágrimas acallaron la voz en la garganta, Pedro tomó el libro y lo colocó junto a  Hilo Rojo. Fabián sonrió contento.
Antes de fin de año, tendrá la presentación del libro, los espera, luego hará otra informal en el penal, decidieron casarse, fue sólo una ceremonia con los amigos que encontraron allí.
__Está bien, hijo, me alegro que lo hayas ayudado con lo del libro.
__Guille, amor, el dinero de la casa que vendiste, quizá pueda usarlo Fabián para la ampliación __ cambió de tema Pedro.

__No. Dinero no necesitaré, Pedro, ya demasiado me dan, me he quedado más acá que en  casa, no. Ana me deja la casa, me la cede, se va a vivir con el novio al fin, venderé y con ello pagaré lo que haga acá, mientras, los molestaremos un tiempo más.
__Hijito, tenías mil noticias, con razón andabas perdido, ve a saludar a tu abuela, y luego con tu esposa para preparar a la nena, ya debe de estar llegando Jorge, Gaby, Beto, Pedro y yo, tenemos algo que hacer, pero regresaremos a tiempo.
__No, ¡qué garrón! No me digas que irán a la clínica, no.
__No, hijo, no. Tranquilo.
__

Llevé a Pedro al estudio, jamás imaginó el regalo que teníamos comprado desde un mes atrás con María y Orestes,  uno de sus sueños robados, al niño que fue.

__ ¿A dónde me estás llevando amor? Es tarde, mira que soy el padrino de  Bautismo de mi sobrino.
__ Y yo de mi nieta y de mi ahijada, deja de quejarte. No sólo tu hermano tiene sorpresas en el barco, ven, tu madre y yo tenemos un regalo especial para vos. __ Lo abracé  y me miró con la curiosidad ganando los ojazos.

__ ¿Qué hiciste que no está con el resto? Guille, no, me recuerda a mi primer cumpleaños tardío, cuando me llenaste de regalos, no necesito, es como dijo mi hermano.
__ Chis.
__

Pedro necesitaba dos cosas, reencontrarse con dos cosas, una era en común, la otra un secreto confesado en los meses previos, algo que había dejado olvidado en Kenia, y cuando abrí uno de los escritorios que no usábamos, y lo vio, como uno de mis regalos de ese año, quedó sin habla, el nudo en la garganta fue de los dos, y las lágrimas surcaron por las mejillas cuando vio a Mirna y a María, que fueron las que me confesaron el secreto, y que compartían el regalo a mi amor. Yo puse la mitad del dinero, María lo eligió, ella es profesora de música, y yo no lo supe hasta hace poco, en que lo dijo al pasar.
Pedro estaba rebalsado de amor, y también de mil emociones en esos días, movilizado como todos, tras la llegada de los recuerdos, de los regalos de fotos y videos, y necesitaba reencontrarse con su alma de artista, que María tuvo que contarme, había sido aplastada por los golpes y palabras del padre.
“Ser pianista es de marica”, fue lo que escuchó mientras su madre le dio clases en Kenia.
En su pecho pendía un hilo de amor lo suficientemente intenso como para que su mirada huyera hacia ese cielo que, a través de la ventana, se ofrecía como lecho en el que descansaran sus emociones.
La fuerza bruta del corazón, esa que nace cuando se siente apresado por un sueño, agitaba sus pensamientos y le robaba la serenidad necesaria para saborearlos. Necesitaba encontrar ese estado de paz en el que el alma y el corazón se hablaran, casi en silencio, en el que los deseos desfilaran, uno a uno, dando tiempo a saborear el dulce sabor de su estela.
Sí, necesitaba hallar esa armonía en la que ese hilo de amor fuera capaz de tejer el más maravilloso tapiz que los sueños pudieran formar.
Sin más dilación, se acercó al piano, se acomodó, miró a su confidente cielo y sus dedos descansaron sobre el teclado, acariciándolo como quien acariciaría un corazón herido o una virgen alma.
Cerró los ojos, pretendiendo que los sentimientos se tornaran en suave remanso, y empezó a presagiar esas notas que pondrían voz al invisible sentimiento del amor: estaba naciendo esa música que encauzaría sus pasiones hacia las tranquilas orillas del alma.
El piano empezó a sonar e inclinó la mirada hacia él, como si estuviera contemplando lo amado, como si estuviera presente, como si tuviera alma y dijera, por él, las palabras que se ahogaban en sus labios.
Bastaba mirarlo para saber que su pecho era una hermosa laguna en la que iban desembocando esos ríos llamados… ilusión, sueño, esperanza, amor, eternidad…  y cada uno de ellos aportaba una nota. Tan interiorizado tenía lo amado, que esa música dibujó una lágrima en su mirada, la cual estaba viajando por otro mundo, ese mundo en el que le esperaba su amado.
Y mientras sus dedos acariciaban el teclado, su alma le seguía dictando esa partitura que envolvía en  magia la habitación. Sus ojos se resistían a abrirse, así no escaparían esos sueños que estaban naciendo.
Llegó el momento en el que a tan alta cima se elevó, que sus manos se rindieron a la música que nacía de ellas y, moribundas de tanto amor, callaron; pero en el aire siguió sonando la voz de sus sentimientos: Su alma hablaba a través de lo que emanaba del teclado.
Pedro continuó sus sueños, se siguieron dibujando emocionadas lágrimas en su rostro y su pecho encontró, en esas notas, la razón para seguir amando.
Encontró ese estado de paz en el que el corazón y el alma, se hablaran casi en silencio, y ese hilo de amor fue capaz de tejer el más maravilloso tapiz que pueden formar los sueños.
Lo necesitaba.

__Gracias madre, amor, no sabía que podía, hermano, Camila, Mirna, los vi. No imaginé que podría. Además es muy caro, es…
__El que mereces __dije al verlo acariciarlo.

__Este piano tiene méritos más que suficientes para estar entre los cinco mejores pianos del mundo. El sueño de cualquier pianista, con una pulsación y equilibrio tonal perfecto el Concerté Grand de Bechstein es la esencia del bien hacer de los mejores fabricantes de pianos. El buque insignia del grupo Bechstein y me atrevería a decir sin temor a equivocarme que el piano de concierto ideal.
* Una verdadera obra de arte. Inolvidable una vez que se toca y el favorito para una legión de artistas y concertistas. Sin ser el más caro, su precio es el que se podría esperar en un piano de esta categoría. C. Bechstein D282. Largo: 282 cm. Ancho: 160 cm. Peso: 540 kg.
__Puedes olvidar la teoría, pero los dedos con Chopin se movieron solos, mi amor, estaba segura que no habías perdido tu amor, quizá no puedas con barroco, deberás practicar, quizá no recuerdes armonías, pero a Chopin lo llevas en el alma, hijo, no tenía nada más para darte que devolver lo que tu padre vendió en la mansión apenas se fueron, me opuse, le dije que era mío también, pero… lo hizo.
__Lo siento, madre, pero ahora puede usar éste, puedes María.
__Sí amor, claro.
__No sé qué decir, es demasiado. _ Las lágrimas amontonadas en la garganta encharcaron al fin los ojos.

__Nada es demasiado, además María le enseñará a los chicos, por este piano pasará la familia, verás.

Pedro abrazó a mi madre, y a la suya, yo a Mirna, que estaba  exultante, casi olvidada de los días previos, y de sus manos recibí más regalos, prometimos abrir la caja en el barco, ya llevábamos de todo al viaje.

__No te pierdas hijo, que eres mi padrino, el de los chicos, Pedro testigo con Manuel del Civil.
__Madre, mal que me pese, ya me estoy acostumbrando a ver a Jorge casi una vez por mes.
__

Bs. As. Sábado 22 de octubre de 2014.

___ Agobiado y vacío entró a los bosques de Palermo y se apoyó en un árbol cualquiera dejándose abrazar por el sol y la brisa cerrando los ojos, pero de repente, como si una flecha hubiera sido disparada a su corazón hiriéndole de muerte abrió los ojos son saber por qué. Un llamado, una ilusión, un súbito reconocimiento, una alarma…  su desesperación de una vida que terminaba sin sentido, algo superior que le avisaba que estuviera alerta, no supo  cuál era el mensaje pero su corazón se detuvo, más bien su alma y su corazón escaparon de su cuerpo para adentrarse en el de alguien que todavía no había visto pero que al volver la cabeza apareció cual espejismo de un drogadicto, cual dios del Olimpo, cual milagro inesperado y buscado por siglos.
¿Quién era? ¿Existía o era su necesidad de inventarlo?

21 de octubre de 2016. Palermo.
Media hora más tarde llegábamos a Palermo, cada año, o el pasado lo hicimos, prometimos regresar cada aniversario, tallamos el amor en el árbol, y recordé aquella primera vez.
El anhelo de entrelazar los dedos crecía segundo a segundo, el deseo era irrefrenable, y al fin logramos tomarnos de las manos, con una suavidad sorprendente caminamos en silencio, disfrutando la sensación de las manos unidas por los senderos del rosedal antes de ir hacia nuestro sitio de encuentro dos años atrás, los cientos de rosas alrededor perfumaban el ambiente.

__!Cómo dudaba entonces de que alguna vez pudiera tomarte de la mano en público, andar así! Al parecer no éramos nada, yo no era nadie, escapabas.

Pedro sonrió con la intensidad que siempre me desarmaba.
__Mis labios tomaste, tramposo.
__Mira esta rosa, te encantará. __Señalé una de la especie de Castilla.

__!Qué belleza! __exclamó cuando descubrió el centro amarillo y los pétalos sueltos.

Las rosas nos rodeaban por doquier, levantábamos la vista, y hasta donde alcanzábamos a ver, allí estaban las flores de todos los colores y tamaños. Caminando por los senderos, Guillermo  contó que en 1914 habían plantado cerca de quince mil rosales.

__!Muchísimos!
__Aquí hay más de mil especies __ aseveró el experto con orgullo. El paseo tenía la impronta de un riseraie parisino__. Me encantaría llevarlo a casa.

__Son hermosas. Apareciste entonces llenando mis días y mis horas, es difícil estar en un país que no es el tuyo, acababa de llegar de Misiones,  Camila estaba y no, ya me sentí raro en la charla con Manuel que supo que no era mi amor.

“Íbamos de la mano hasta que lo atraje al abrazo y caminamos pegados rumbo al lago.  La intimidad crecía a cada paso y minuto, nos ubicamos mirando el agua, nos sentamos perdiendo la mirada de uno en el abismo de la del otro”.

Guillermo lo llevó hasta el templete, a su alrededor habían dispuesto un centenar de sillas blancas que esperaban ser ocupadas, poco a poco atraída por la afinación de instrumentos la gente se fue acomodando. Pedro miraba  la nueva sorpresa de su esposo incrédulo, música frente al lago, el amor de su vida a su lado… mágico, pensó.
En pocos minutos, los asientos se llenaron. La orquesta hizo su aparición y los músicos tocaron una pieza de Mozart. El sol fuerte ya se había ocultado, pero la claridad aún mostraba detalles de los colores de la tarde, el azul del cielo, el verde de las plantas, el celeste de las remeras, las miradas brillantes.
“Hacía mucho que no tenía una sensación tan placentera. Sólo podía recordar algo así remontándome a la niñez antes del viaje, cuando la edad me permitía vivir sin preocupaciones. Era maravilloso estar en medio de la naturaleza verde y prolija, escuchando música culta y teniendo de la mano al amor, al que deseé dos años atrás pelear, proteger, ayudar, amar, quitándole los miedos y la soledad como Pedro consumió los míos.
Pedro sólo se dejaba llevar por la música y la presencia de su amor, que lo llenaban de paz y alegría, de cosquillas en la panza.
Cuando terminó la música nos retiramos a buscar nuestro sitio, y al llegar, abrazados por una perfumada brisa que llegaba del río, nos besamos apasionadamente dejando el alma y el cuerpo, mientras recordé que ante los primeros besos robados, perdí toda necesidad de otro hombre o de varios, Pedro con su presencia me había raptado, atrapado, ya no tenía necesidad ni de Juan ni de conquista alguna”.

__Ven, siéntate.
Pedro, ¿te arrepientes de algo?
__Sí, de no haber nacido antes, o al menos de no haber escapado de Kenia antes, de haber pasado cinco años en Misiones, de no haberte conocido en la facultad, de no haberte encontrado antes, pero siempre lo hablamos, tuvo que ser así, Camila me dio a José y es la mujer de mi hermano y yo la conocí allá.
__Así es, también siento que te he esperado siglos, vidas, pero supongo que los tiempos de Dios o del cosmos son perfectos. Lo importante  es que hoy caminamos juntos y estaremos juntos para siempre.
Discuto contigo porque me apego a la materia, y a veces la discordia es cosa seria. La carne me llama a mí, la timidez  a veces te convoca  a vos, pero desde que nací te sentí cerca, aunque no lo creas, creo que desde algún lugar supe que estabas encarnado o por nacer, quizá por ello me aferré a la vida en el mar, si moría te volvería a perder.
Buscabas el amor inocente, yo el banal, a veces nos diferenciamos,  aunque almas gemelas antes de encontrarte no era leal, ni conmigo mismo. Hoy si descuido mi salud interior  me lo recuerdas, la carga de mí siempre llevas. Cuando ingreso en tristezas, estás para consolarme  como en el lío del hospital, y a la inversa, como cuando fuimos a Kenia.
Al dejar de creer, me vuelves a restablecer  con positivismo. Hablas del corazón hacia la mente, estás siempre presente. A veces te rechazo, pero  haces más fuerte cada lazo.
Me comprendes cuando te hablo, a vos dirijo cada conversación.
Cuando camino a la izquierda, tú me dices “ve hacia la derecha”, “lo que siembra se cosecha”.
Cuando fallo sigues fiel a mí incondicionalmente, tu gratitud es evidente.
En ocasiones dominó mi ego, y con vos a la unidad total llego. Amándote y acariciándote cristalinamente, donde el paraíso se crea angelicalmente me di cuenta que mi alma gemela es mi humilde yo superior, el amor absoluto.
__El hilo rojo, las almas destinadas a ser una.

Nos acercamos al árbol a buscar nuestros corazones y nombres, embargados por la misma emoción del año previo, y tallamos el año 2016, el te amo de este aniversario, cuando sentí palpable la mirada de Pedro.

__ ¿Qué?
__Que  recuerdo mi primer cumpleaños tardío festejando contigo, me compraste el auto, el reloj, el relicario, fuimos al hotel, a la costa, ahora el piano.
__Lo del auto fue intencional por conveniencia, con ello te até a la esperanza de estar  con vos desde entonces y de disfrutar de perderme en el paisaje de tu rostro en cada viaje, es de todos al fin.
__ Pensé en renovar o algo así acá los votos, y comprar otros anillos, con diamantes, con piedras, pero luego me arrepentí. No supe qué regalarte, tenemos de todo, y no tienes gustos caros como el piano, con tus plantas estás feliz.
__ ¿Entonces?
__Pensé que era mejor seguir llevando la simple alianza de oro, no quiero que jamás tengas que quitártela, la típica excusa de cirujano que molesta para los guantes, para… maniobrar.
___Mmm. Celosín.
___Tontín.

Pedro sacó del bolsillo de la campera una cajita, y la colocó en mi palma.
__ ¿Y aquí qué hay? __pregunté__. Es de la joyería donde compré nuestros anillos.

__Sí__ confirmó__. Ábrela __me pidió, ansioso.

Dentro de la cajita había dos dijes, en piedras preciosas que, unidos, formaban un corazón partido. Una de las partes tenía de alguna manera grabado o tallado mi nombre, la otra el de Pedro, era una belleza única, las cadenas de oro eran más pesadas que las que llevábamos desde el primer cumpleaños donde cada uno llevaba la foto del otro en el relicario, y pensamos en cambiarlas y dejar las finas para los chicos, o dejarnos las dos.

__Es… por Dios, amorcito. __Le atrapé los labios y me demoré unos segundos allí, sin moverlos, respirando la esencia del ser que llegó desde Kenia __. Te amo __susurré.
Pedro tomó los dijes y los dio vuelta.
__Los hice grabar con la fecha de nuestro primer beso, es decir veintidós de octubre de 2014.
__Acá, te hubiera devorado la boca, pero temía que huyeras y no encontrarte.
¿Qué es?
____Topacio azul, extraído de montes Urales en Rusia.
__A ver unidos. Qué alucinante, calzan a la perfección __.Colócame el mío, bueno debería decir... tu mitad.

Pedro  le hizo cosquillas con la calidez del aliento, mientras cerraba el broche en la nuca, y lo besó bajo el nacimiento del pelo.

__Dame que te pongo mi mitad __dije, y le besé el costado del cuello.

Los regalos, todos pueden ser caros y alucinantes, pero como dijo Manuel vos sos mi mejor regalo, y a partir de vos llegó todo, tenías el extremo del hilo rojo, y yo el otro, pero no pude quedarme en Kenia, en cambio, vos sí viajaste a buscarme, antes pasaste por Camila, pero porque debía de ser así. Te amo, Pedro.
Te ofrezco mi corazón, me entrego al roce de tus manos, es el escudo cuando tocas mi alma y me llenas con un te amo.
Siempre cuando estás a mi lado luchamos mano a mano para demostrar la magia de nuestro amor, nos hace falta la fusión de nuestras almas para hacer una entrega total.
Mis latidos y mi respiración son tan suaves cuando no estás a mi lado, sólo  la pasión y el deseo atormentan este corazón que se acelera con tu presencia.
Cuando estás a mi lado no tengo pena ni dolor porque me encanta la manera de demostrar tu amor lleno de anhelos, tus caricias llegan a mi alma y me hacen soñar una bella realidad y deseo más de ti.
Ahora hemos fundido nuestros corazones en un alma porque no deseo borrar la chispa de la magia de nuestras almas, doy gracias por la gran oportunidad de nuestro amor eterno que nos ofrecimos.
__ Mis suspiros desearon sentir la suavidad de tu piel, deslizarme entre tu pelo alborotado, como brisa que brota de mis ojos y mojar tus suaves mejillas llenas de pasión.
Recorreré cada milímetro de tu figura empezando desde tus pies a tu cuello y sentiré el calor de tus labios para expresarte la falta que me hace sentir el latido de tu corazón.
Deslizaré mis manos por tu cuerpo y mis dedos se entrelazarán suavemente como dudando en seguir  el camino inesperado de la noche, mientras descansas, planeo una entrega de amor inolvidable.
Me introduzco en tus sueños y te hablo al oído suavemente digo que te amo, te amo, así que cuando despiertes no te extrañe que tengas ganas de seguir amando, con la intención de continuar repitiendo las palabras que entre sueños te hablé, porque deseo que esto sea infinito.
__Me preguntaste si me arrepentía de amarte, de hecho es inevitable .Te di la mano, me transportaste al cielo de los ángeles  y sentí placer, soñé música y abracé tu alma. Dichoso de pertenecer a tu paraíso, elegido por ser la piel de tu amor y orgulloso por ser el lado romántico de tus verbos. Me enseñaste que los paisajes los ilumina el silencio de la virtud, que cuando el sol no llena encantos es porque tu tristeza opaca su luz, que cuando el mar guarda silencio cuando haces el amor, es porque vigila que tu pasión sea marea alta.
 De ti aprendí que un beso no sólo pega labios, sino que funde salivas y embravece sentimientos, aprendí que una caricia es capaz de escribir más sentimientos que una carta de amor, aprendí  que el sudor entre dos es tan hermoso que si una de sus gotas derrama una ternura, terminará por germinar eternidad, que una mirada tiene el poder de pensar, de hablar y de amar. De ti aprendí que los gestos de unas arrugas dicen más que los de un mimo, porque en ellas está enterrada tu historia,  que un abrazo es algo más que una cercanía, es dar y sentir, compartir y escuchar llover, quizás rezar un aliento y pensar que sus brazos, componen música en nuestro cuerpo.
__Yo que fui un egoísta, de vos supe que amar no es poseer sino dar y dar y dar, que el dolor no existe, que el sentimiento fácil se perdió en el medievo y que la superficialidad siempre escribirá ignorancias en nuestra vida. Supe que la seguridad se genera en la aptitud, en la educación y en la perseverancia por aprender a ser lo que realmente uno es,  que quizás la religión es un invento humano, que el Creador llora cuando el amor no nace en la pureza del corazón y que tenemos tantos santos que nuestra infantil lucha, siempre cae en sus imágenes.
Supe que tengo la magia de convertir mis noches en luz y mis días en sombra…Y aprendí que tengo el derecho, de aprender de mí aun a mi edad.
__Juguemos, ¿quieres casarte conmigo?
No, es muy cursi.
Le intenté pegar y reboté.

__Así te lo pedí, pero claro, soy grande, un hombre grande, que cuando te dejó ir, cuando te dejó luego llorando en la puerta de tu edificio, pensó en que quizá había cometido un error en  aquel intento de seducción, que quizás no tenía derecho, y dejé por ello mi alma en tus manos.
Pero el destino estaba marcado, y en menos de un mes Beto te recibió en la clínica.
__Yo no era romántico con Camila, como lo es Manuel.
__ ¿Si lo fueras cómo me pedirías matrimonio? __Lo pensó.

__Te enseñaría la leyenda quizá o una palabra que me enseñó mi mamá, Hiraeth, no tiene traducción exacta, es galesa, es algo así como añoranza por algo que se ha perdido o que jamás existió. Lo sientes por una persona, por un lugar, o por una época de tu vida… es … la tristeza del alma, una profunda tristeza inundando el alma, aun cuando estás más cerca de la felicidad, y te recuerda lo que está incompleto.
__ ¿La otra mitad? ¿Te sientes así? __pregunté con gesto preocupado.

__Desde el día en que nací, pero no cuando te percibí, dejé de sentirlo a tu lado, me sentí completo, entero, el alma estaba feliz aunque el cuerpo ni siquiera entendiera mi sexualidad, por eso aceptaría casarme contigo.

Sonreí y le rodeé la nuca con la mano, la caricia suave como la seda lo hizo temblar, sus labios eran más delicados que pétalos sedosos y húmedos. Tuve la curiosa sensación de rendirme, mientras una terrible dulzura me invadía y me recomponía por dentro.

__Acepto, Pedro Beggio, acepto ser tu esposo para siempre, porque así como lo contaste me sentí yo sólo que muchos años más que vos, y contando solamente en esta vida amorcito.
Pedro fijó la mirada en los ojos color café.
__Entonces esa sensación de ser querido, cuidado, era nueva para mí.

Antes de seguir oyéndolo, lo besé de una manera que sólo podría describirse como desesperada, ávida, los labios inquietos tomaron, rozaron, lamieron, pasearon saboreándolo hasta que la lengua se inmiscuyó a fondo y la de él se enroscó provocándome, y el beso prosiguió eternamente. Quise hablar en besos, sin prisas, deletrear en sus labios carnosos cada sílaba, cada coma, quise hablarle en besos de mi amor mientras compartimos alientos y suspiros, quise besarlo toda la vida, despacito, sin apuros, sin reparos. Que sus labios endulcen mi osada amargura de una vida, que sus suspiros me alienten la boca, besarlo toda la vida mientras mis palabras se hacen silencios, y sólo con la tinta de sal de los labios pueda tocar su dulzura. Quiero besarlo toda la vida, dormir en sus labios, hablarle despacio en su boca, unirme al candor que desprende mientras nuestras lenguas se rozan. Quiero que nuestros labios jamás se separen, que el olvido se olvide y que sus sueños descansen en mi cuerpo en el  abrazo, que sus ojos de estrellas se cierren y que su boca duerma en la mía.

“Besarte es como saborear el universo en un suspiro de boca, como aplaudir a las estrellas por estar colgadas en el cielo, besarte es la sensación más estremecedora  que mi piel soporta, besarte es sentir mil explosiones por todo mi cuerpo, besarte es volar a ojos cerrados al país de los deseos, deseos muy íntimos, aquí, ahora me hallo esperando, esperándote para poder volver a saborear tus labios tiernos, tus labios dulces, seductores, calientes, húmedos como manantial que descontrola mi hombría, enamorado del ser más bello, del que comparte no sólo mis sueños, hombre de labios rojos que suspiras besos de corazones, sólo deseo que llegues para fundirme en tu boca, en tu boca a beso de mar y estrellas”.


Nordelta.

“Regresamos aturdidos  de amor, hartos de besos, renovados los pactos y  la casa relucía, ya llena de gente en la algarabía de las fiestas que comenzaban, los primeros en correr al descender del coche hacia nosotros fueron los chicos. Detrás vimos a los amigos, a Gaby abrazada a Beto charlando con Jorge. La Pira Bautismal la armó dentro de la casa, la cena y la ceremonia serían en el jardín, como cada año, jardín que con Mirna hemos  ido dejando de ensueño, donde poco hay que envidiar al mismo rosedal de Palermo.
Las piscinas están ya llenas,  las canchas preparadas para disfrutarlas, la casa  hace dos años  casi  vacía de muebles como de gente hoy está llena.
Valeria y Gaby, a mes y días de dar a luz ya están más delgadas que antes, y mi hijo, no puedo creer lo hombre que es, embobado hoy de amor por Valeria y por su beba, Diana Elizabeth, mi nieta.
Beto, tan lejos de aquel chico perdido que saqué alguna vez de la calle, mi mano derecha en la clínica, mi amigo, mi confidente, con mis ahijados. Julio Renzo ya de casi siete años el mejor amigo de Guillermito, la nena Bebsy, ídem a mi nieta, colorados e inmensos como los padres.
Jorge hoy  llega a bautizar a las bebas, y a Rubén Pilé, nuestro sobrino de tres meses, tan igual a José a esa edad como que es igual al padre, por tanto a Pedro.
José y Andrés, crecen juntos como hermanos, tal como estaba previsto,  hoy hay una familia de adultos enmadejados, hilvanados por el destino, otra de niños que no saben de diferencias o parentescos y que se van agrupando por edades, ya llegará más adelante el momento de explicarles cómo funciona la casa y sus integrantes, pero hoy son felices así… amontonados.
Hoy los Beggio no invitaron a gente de la facultad ni conocidos de antes, estará solamente la familia y los amigos, por lo cual la cena de Mirna y Fernando será en una gran mesa donde estaremos todos, al lado la otra reunirá a los chicos. Ya han llegado todos, al único que no vemos es a Fernando, es una estampa de familia digna de ser grabada, filmada, en fotos y videos que  detendrán para siempre el momento, y de ser tatuada en las retinas, en senderos del alma de cada uno.
María, abrazada a Orestes, son  tan bellos y felices que nadie podría imaginar la previa vida solitaria y  vacía de uno, la atormentada y lejana de la otra.
Se los ve enamorados y a su  vez embelesados con sus hijos y nietos que idolatran.
Valeria y Fabián, ya con veintinueve años, con Guillermito de siete,  Diana Elizabeth de mes y medio, pronto tendrán su casa dentro de la propiedad, tan lejos de ese hijo que vivió mi farsa, que no entendió la verdad hasta que casi perdió la vida, y que aprendió el amor y el amar a Pedro cuando éste lo salvó.
Gaby y Beto, mis ex residentes, hoy médicos de planta, amigos del alma, con Julio Renzo y la bebé, bellos y felices, enamorados como siempre.
Mirna, mi querida madre, no la he visto, supongo que Fernando no aparecerá para los bautismos, y ella sí, para no perder el de su bisnieta, ayer recordamos el naufragio, cuarenta años la lloré como muerta y estaba cuidando de los gemelos, de mi amor, en Kenia, de su mano llegó, trayendo a María.
Camila y Manuel, con Pilé y Josecito que va y viene entre ellos y nosotros, no pueden ser más bellos, buenos y queridos, nunca olvidaré que Manuel  salvo a Pedro de su propio naufragio, de Juan, de Miguel, de la locura de Martín, a riesgo de su vida como Pedro jamás  olvidará que su hermano le fue incondicional desde siempre al punto de abandonar la casa paterna cuando él lo decidió, nunca lo juzgó, y de la mano de su gemelo llegó su bella esposa.
Isabel, Solange, Máximo, como parte de la familia jurídica de mi padre, pese a que él y Marcos no están, junto a Fabián y a Manuel, desde hace menos a Ramiro, mantienen ese estudio Graziani y asociados, al cual no quise pertenecer.
Y de la clínica sólo hemos invitado a Matías, alguna vez fue mi amante, pero ya lo olvidamos los dos, no sé si sigue solo, no hablo de la vida privada, hoy es un amigo, un colega cercano.
Pía y Andrés, esa rara chica ex esposa del papá de los gemelos, antes alumna de María y de Mirna, hoy tan unida a Camila y a Valeria como el nene a José, decidimos con Pedro llevarlos al viaje en barco, ella casi no conoce nada, y cuidará de los chicos, cursó su primer año de historia en la facultad, y ayuda en la casa a todos, es feliz acá, como nunca  supo lo sería en Kenia.
Julieta y el jardinero son los únicos empleados, quizá sea hora de sumar algunos más.
Dos casas, pronto tres en la misma propiedad, con gente que se mueve de la una a la otra en un continuo transitar para formar una sola mesa cuando en la cena estamos todos sean en una o en la otra.
Hoy María y Orestes viven con Camila y Manuel, Fernando y mamá, vivirán con nosotros, José cada vez está más también de este lado, aunque es el que más va y viene, y Pía al fin también lo hace, está en casa a veces y va con Camila cuando acá se queda Fabián. Sobran habitaciones todavía, a veces se quedan mis ahijados.
No puedo creer, hoy tengo dos hijos, un sobrino, dos ahijados, dos nietos, y Andrés es casi un tercer hijo, mi bello esposo tiene dos hijos, dos nietos, aunque no tenga la edad los ama así,  un hermano de sangre, el otro pequeño que como Manuel no ubica muy bien, entre sentirlo hermanito o hijo, realmente tiene un sobrino, un hijo biológico, y lo mismo que yo.
Y la familia seguirá creciendo, tendremos seguramente muchos más nietos y sobrinos, bisnietos de mamá, nietos de María y de Orestes, y hoy se suma el amigo de mi padre, Fernando a la familia Graziani Beggio”.

__ Beto, no hacían falta más regalos, hemos llenado una habitación de ropa, al regresar deberemos acomodarlo todo.
Estás preciosa Gaby.
__Gracias Guille, por suerte mi amor dice que estoy como antes del embarazo, ¿viste que bella está tu ahijada?
__ Es igual a vos, no puede ser más bonita, me da miedo desarmarla.
__Es buena, duerme  mucho más que el nene.
__Alberto,  cuida el servicio, quedas a cargo de todo __ afirmé mientras se me fuga la mirada a la belleza de mi ahijada dormida, Pedro le hace caricias de pluma, mientras Jorge prepara todo para la ceremonia.

__ Estará todo bien, tengo a los residentes, vayan tranquilos, cualquier cosa puedo llamar a Gaby.
__No. No puedes llamar a Gaby, no corresponde, ella no pisará el servicio hasta febrero.
__ Guille, no es para tanto, puedo, no estoy enferma __afirmo ella.

___Dije que no, de licencia por maternidad no vas a trabajar, legalmente no debes además, no quiero dramas con el directorio, no irás, puedes llevar gérmenes a la beba, no.
__Bueno, no te enojes, está bien, Albert  y Pablo podrán organizar el servicio, además ustedes faltarán sólo dos semanas, no hagas lío.
Pedro qué piano alucinante, y nos contaron que te luces, queremos oírte _suplicó Gaby.

__No. Ahora no, no recuerdo más que algunos nocturnos de Chopin, les prometo que estudiaré y pronto podrán oír algo mejor, mamá lo hace mejor que yo, bueno a ambos nos faltó el piano, debemos retomarlo.
__Guille, Pedro, Gaby, vamos, Jorge quiere empezar __ afirmó Orestes que nos palmeó.

Los padrinos son, Guillermo de las bebas y Pedro de Pilé, los papás, y los niños, vamos hijo, que iré por Mirna, está divina  __ continuó María.

__ ¿Y Fernando?
__Escondido en la casa de Manuel, cuando  terminen los bautismos, Mirna regresará a retocarse, y ya él  irá al altar en el Jardín.
__ ¿Le diste nuestro regalo, Orestes?
__ Sí, pasajes, paquete entero, estaba pálido, no lo esperaba, también el de los chicos y nuestro, en el hotel, y la fiesta. Está todo preparado.
__Papi, ¿y yo? __ interrogó José vestido como un principito de celeste con su piel tostada, a Pedro que lo alzó y se lo comió a besos.

__Tú, te quedarás con  la abuela, porque ya pasaste por eso, lo mismo que Andrés, pero sin hacer lío, calladitos, o Jorge los va a mojar de nuevo.
__ !No!

“La ceremonia general la escuchamos todos en el living,  luego encendimos las velas,  y nos adelantamos padres y padrinos, Jorge fue bautizando primero a las nenas, al fin a Pilé, y sólo lloraron ellas, aunque al nene el agua al parecer le hizo cosquillas.
Creo que ya me acostumbré a tener que pasar por estas cosas de la iglesia, no me quedará  otra, será una y otra vez, cada mirada de Pedro y las lágrimas de emoción de mi madre, me compensan por todo lo demás.
“Finalizados los bautismos, mi madre con María se escabulleron, sé que en media hora, Fernando estará acá, y tendré que ir a buscarla,  al fin Pedro me  ha convencido de ir a cambiarme y ponerme el esmoquin, no pensaba hacerlo, pero no le puedo negar nada.
El casamiento de mi madre, hasta  lo debo repetir mentalmente para terminar de creerlo.
En tanto fui a cambiarme llegó la jueza del Registro Civil, Jorge y ella, actuarán casi en simultáneo, aunque Jorge se quedará a la cena, los llevaremos a los recién casados al hotel con Pedro luego de la fiesta y a Jorge a la iglesia”.

__Fernando, prepárate ya con María, que Guille fue a buscar a Mirna __ dijo Pedro__, ya está la familia reunida junto a la piscina.

 “Las sillas se colocaron como para asistir a las dos ceremonias en el Jardín, en el porche, más allá está la enorme mesa con mantelería bordada, los arreglos florales descienden desde la escalera, esparcidos por la casa y el jardín, llegando a los centros de mesa.
Una alfombra roja marca el sendero que recorrerá Mirna, desde el pie de la escalera, hasta el sitio donde la entregaré a Fernando”.

__Pedro, amorcito, ¿estoy bien?
__ Precioso, amor, el padrino de tu madre, divino, siento un poquito de envidia, no vayas a quejarte porque te desalojaremos, o Manuel o yo, anda, ve a buscarla.

“Una orquesta de cámara fue el regalo de María y Orestes, Mirna pidió la Marcha Nupcial y el Ave María para lo cual contrataron a una soprano.
Me tiembla cada fibra del cuerpo como el día de mi propio casamiento, la emoción creo que es mayor en todos. Esta casa vio el casamiento de Camila con Manuel, de Orestes con María, el nuestro y hoy el de mamá, pero éste era el menos esperado.
Los chicos son un embeleso, están todos espabilados, ante las luces, que llegan desde las arañas del living y del vestíbulo a las lámparas del jardín, y las esparcidas entre las plantas que se mezclan con las luces del cielo tiñendo los perfiles y cabellos.
Mamá tiembla en mi brazo, estamos descendiendo la escalera, ya empezó a sonar la marcha nupcial, me mira con los ojos que se niegan a derramar las lágrimas y que en silencio me dicen todo, que es feliz, lo único que deseo saber.

__Estás hermosa __le susurro, me sonríe.
__ Tú más hijo querido.

Está bella de verdad, María ha puesto su toque en el maquillaje, lleva el cabello recogido, pendientes y diadema de oro que le regaló Fernando, el vestido es celeste pálido, largo y ceñido, ella no es muy alta, pero las sandalias con tacos la hacen parecer tanto como yo, el vestido es simple, bordado en piedras, remarcando su cuerpo. Pese a la edad, es delgada como María, y apenas se marca el abdomen un poquito más, las dos son bellas, sin necesidad de aquella cirugía estética promesa de Pedro al salir de Kenia.
Avanzamos a paso seguro mirando entre lágrimas a cada uno, ya llegamos a la puerta para iniciar el trayecto final, Fernando luce un Smoking negro, es castaño, entrecano, alto, del porte de Orestes, y se lo ve  tan emocionado como está mamá.
Manuel y Pedro, Camila y Valeria, como testigos de Civil están delante, junto a la jueza, yo ya la entregué a su novio, y me aferré de la mano de Pedro. La Jueza del Civil inició la ceremonia.
Al finalizar continuó Jorge, y al fin,  pronunciados los votos, con las alianzas deslizándose entre las lágrimas que caían, inundó la estancia la voz de la soprano, para ese momento de la ceremonia, ya todos estábamos llorando.
El beso final, antecedió a los aplausos, y los chicos corrieron hacia ellos.

“Despedimos a la jueza, y ocupamos la mesa. La empresa de catering funcionó maravillosamente.
Cenamos contando anécdotas felices de esos años, aun desde antes de la llegada de las mamás, copa de mariscos, lomo a la pimienta, tiramisú, helado para los chicos, con Malbec, Cabernet, y por  lógica los brindis con champaña.
Cantamos el feliz cumpleaños, Pedro se ruborizó, Manuel menos, hasta que ya  hartos de comer, la orquesta que apenas se oía camuflada entre las voces, cambió el ritmo, y Fernando se puso de pie, para darle la mano a su esposa e iniciar el vals, obviamente la mesa se desarmó, llegaba mi segunda tortura, que era bailar, pero luego de su esposo, mamá vino a mis brazos.

__Es raro madre, bailar con usted, ¿está feliz?
__ Muy feliz, no puedo pedir más, hijo, te tengo a ti casado con tu amor, a mi esposo, a mis nietos, bisnietos, es un sueño.
Gracias por los regalos, en verdad pensábamos ir a Punta del Este unos días solamente, pero no conocemos Estrados Unidos, gracias hijo.
__Nada que agradecer, sólo la vamos a extrañar, pero disfrute, el mismo tiempo estaré navegando, terminando de vencer todo miedo con Pedro, todo miedo al mar, la amo mamá.
__Y yo hijo, yo más.
__ ¿Me la prestas? __ dijo Pedro, le robé un beso y se la pasé, mientras terminé bailando con Camila.

“Pasamos todos con todos, el vals cambió a otro ritmo, regresamos a la mesa,  y Fernando fue esta vez por suerte el que dijo  unas palabras, pero yo pensaba en otra cosa mirando el reloj que estaba a punto de marcar el cambio de fecha”.

22 de octubre.

--¡Feliz aniversario, amor de mi vida! __ dije a Pedro al tiempo que él casi me pisó las palabras, estábamos pensando y esperando lo mismo.
__ Por miles de aniversarios más amor.
Las miradas se atraparon, el tiempo se detuvo, la música se ensordeció, abrí el telón de las pestañas, giré en el disco de los ojos, descendí bajo el párpado de Pedro, llegué a la tibia luz de la pupila, me recosté con mis ojos en sus retinas. Me imaginé diminuto viajero de las galaxias, mis máculas usé como linternas, en aguijón infinito fui topo. Me adentré en las alas de su vida, en el viaje por el interior del alma de Pedro, encapsulado en una lágrima, como pez en el océano, al dibujar  sus contornos con mis aletas. Penetré fibras, hilos de capas, me conecté con sus nervios pues buscaba visionarlo, hallar un destino con las páginas blancas.
Provisto de anestesia avancé mi incursión, no causó heridas, conversé allí con una neurona que me fue dando las indicaciones. Me dirigía por qué arteria viajar, me aconsejó navegar por un río que me llevara a su galáctico cerebro donde estaba su diminuta biblioteca. No busqué secretos, nada ignoto, sólo quería dejar hondas huellas, conocer su estela de alma pura, estampar mi firma  de enamorado. Dejé sendos escritos de mi corazón, inyecté mi sangre, algo así como un canto en alabanza afluente de mis sentimientos. Continué el vuelo interior asombrado al llegar al pecho, y no hallar su corazón, entonces recordé, que estaba en mis manos, como el mío, depositado en las de él.
__Tengo miedo de asomarme a las fibras de las palabras, aquellas que conforman tu alma; pues temo enredarme y quedarme enclaustrado en tu jaula. Temo encontrar en cada letra las convicciones para ver luz clara, focos de consejos y en cada uno de ellos tus besos que me hacen surgir  notas y letras que son plegarias a ti. Tengo miedo de mirarme en tu mirada, descifrar cada enigma de tus sentires y en esos sentires caer rendido, como la hace el peregrino al encontrar entre tantas ardides el rescate de una pequeña posada. Temo ver tu risa entre tanta bofetada que me recrimina  por amar lo imposible, que sin respetar distancia te hace corte de nube galana en las telas de mi red con tu aroma, lo cual es real aunque invisible. Temo ser imprudente por amor: acceder de a poco a tu amor, hacer de una inverosímil ilusión el concreto monumento a lo veraz; ver no sólo airosos mecanismos de suspiros entre los cuales, nos encontramos sólo tú y yo. Tengo miedo, mucho miedo que me prenda de tu alma, que aquello que sólo admiré por belleza, me ate como anillo al dedo para que cual plebeyo a su rey tenga el sortilegio de compartir su casa.
Sin embargo con miedo y todo, o porque los perdí, me rendí a todo, porque de hecho eres mi amor eterno, de hecho te amo más que al mismo amor. Feliz aniversario, amor de mis vidas. Recuesta tu humanidad en un sueño y halla en él la caricia para tu esencia, hay un motivo que es tuyo, búscalo, las ansias tornen incesante tu marcha. Corre  los obstáculos, sólo mira nuestro horizonte, si has caído, quítalos, sigue mis pasos, dejo mi huella para nunca perdernos aun luego de la muerte, nunca sabremos de agobios ni de congojas, no volveré a temer, en medio de las sombras la luz de tu amor me dio la fe, deshizo el pánico.
__
Cuando comenzó sutilmente el paquete de besos, sólo despacio haciendo el devaneo, disfrutando los caminos, llenándolos de mimos, la música cambió. Besamos senderos en los labios excitándolos con el bosquejo que al otro se le antojó, no olvidando montañas, besadas y amadas. Junto a las lenguas enroscadas soltamos alientos, recorremos sublimes las siluetas con ellos, soñando con mordisquear como esa boca a solas las cúspides soltando desenfrenos en derroche, embebimos al otro, guardamos suspiros para recuperarlos con más besos, soñamos con discurrir con besos ombligos, tatuajes y fuentes, jardines y montes, hendijas, y pozos, besando con calma, llegando a besar el alma, comiéndonos… a besos.


__¡Feliz aniversario! __  Se oyó el grito a coro, cuando estábamos en el centro de la pista solos, sin darnos cuentas, bailando, al son de… “Esta vez”.

“De pronto ya no sé qué pasa en mi
de pronto ya no sé quién soy
de pronto ya no reconozco nada
de lo que un día fui
Hoy me pregunto qué cambio dentro de mí
hoy me pregunto a dónde voy
tal vez no existen las respuestas
para lo que intento resolver

Esta vez vengo buscando el corazón
esta vez lo intentaré otra vez
esta vez y más yo trataré de hacerlo bien
si la vida me regala otra oportunidad

De pronto ya no sé qué pasa en mí
de pronto ya no sé quién soy
tal vez no existan las respuestas
para lo que intento resolver

Esta vez no quiero otra ilusión
esta vez lo intentaré otra vez
esta vez y más yo trataré de hacerte bien
si la vida me regala otra oportunidad”.
Café Tacuba.

- FUENTE -
MUSICA.COM


Guille y  Pedro… Pedro y Guille… Un destino… Un amor.
Continuará.
Hechos y personajes son ficticios.
Cualquier parecido con la realidad es mera coincidencia.
Lenguaje adulto. Escenas explícitas.
Gracias infinitas Silvia Colases que pediste continuara hace un año. Gracias Susana Alcaraz por tu amor a Naufragio, Elda Ramírez, Alicia Vítolo, Pochi Barrionuevo, Isabel Bonilla.
Gracias NORMA FERZOLA POR TU AMOR AL ENCUENTRO EN PALERMO.
Gracias Pol- Ka Productions, Farsantes, a los personajes y actores de Farsantes, la tira del 2013.

19 comentarios:

  1. Susana Alcaraz Esperando a mi bello Naufragio !!!

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  2. Maria Isabel Gracias a ti Eve Monica Marzetti por tu talento y dedicación al arte. Abrazos

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  3. Qué decirte Eve,más bello imposible...Un revivir maravilloso de este Naufragio que será inolvidable...Gracias por tan bella historia de Amor Eterno...

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