“ERES
TÚ”.
CAPÍTULO
QUINTO.
“¿Por
qué stop? Por miedo de empezar las fabricaciones, son tan fáciles. Sacás una
idea de ahí, un sentimiento del otro estante, los atás con ayuda de
palabras, perras negras, y resulta que te quiero. Total parcial: te quiero.
Total general: te amo. Así viven muchos amigos míos, sin hablar de un tío y dos
primos, convencidos del amor-que-sienten-por-sus-esposas.
+Julio
Cortázar / Rayuela cap. 93.
Nordelta,
23 de diciembre.
Pedro se aferró a su sobrino, paseando la mirada
intentando reconocer a alguien, más allá del hombre que lo perturbaba y de
Matías.
La
casa era inmensa, comparada con la que recordaba como propia, el salón donde
estaban preparadas las mesas tenía al menos veinte metros de largo, y daba paso
al living que vislumbró enorme, equipado con bar, cristaleros y mucho más.
Los
ventanales eran puerta- cristaleras con vistas al río, por lo cual supo que
seguía viviendo en El Delta, no quiso preguntar nada más.
Se
acomodó en la mesa junto a Guillermo, el aroma de ese hombre que la brisa le
alcanzó lo hizo estremecer, se embebió en él inspirándolo, mientras escuchaba
su voz potente y afable entablando charlas cotidianas, entonces lo supo, frente
a ellos estaba el rubio, recordó del día del accidente a Beto, su pelo y los ojos celestes como el
cielo eran poco probables de ser olvidados, como lo era la mirada del individuo
que tenía por esposo. Junto a él la chica sonriente de pelo largo y rojo supo
que era Gabriela, le hablaban como si de verdad fuera socio de todos en el
estudio Graziani.
Matías
reconciliado con el novio apenas si le prestaba atención, lo que no le gustaba
era que la mirada de ese hombre se posara en la de Guillermo habida cuenta de
lo que le había contado Matías.
Del
resto de los invitados, excepto al que
ahora sabía era el hijo de Guillermo, y a su madre, poco sabía y se dedicó a
escuchar y observar, rodeado de su familia y amigos, todos parecían felices.
Sentado
junto a Guillermo, observó que éste se desvivía por su sobrino y hacía sonreír
a su madre, que estaba sentada junto a dos señoras algo mayores, Aída y Cuca
supo al rato.
Lo
que más disfrutaba era la relación con su familia, era obvio que eran una, pero
más le gustaba cuando tropezaban los
ojos y Guillermo le dedicaba la mirada, el cómo lo miraba, y sin poder evitarlo cada vez que se
cruzaban las manos las corrientes eléctricas se disparaban viajando libres
desde los dedos o sitios de contacto hasta los dedos de los pies, además de
desfallecer cuando cada vez que se daba vuelta Guillermo atrapaba sus labios y
lo besaba con amor.
Pensó
en algún momento en huir, en irse, en desaparecer, pero su familia estaba allí, ya ni siquiera
sabía si su anterior domicilio era real. Pensó en dejar atrás tantos días sin
recuerdos en su mente, mas no quiso abrazar
el sufrimiento, ni el dolor, menos arrastrar a ellos a su sobrino, a su madre, recordaba aquellos días de
intentar disimularlo con sonrisas
escondidas entre dientes.
A lo
lejos, algo le gritaba que lo hiciera, que corriera peleando con el tiempo, el
grito era su voz hiriendo el silencio. Sin embargo huir sería dejar ir ese
tren, esa oportunidad, quizás la única, y para seguir atrapado, disfrazando los
miedos con una fingida caparazón de valentía. El ocaso en el Delta parecía observarlo rojo, furioso, al ver que
su amor por la libertad no era tal, de correr tras el viento, que en verdad le
encantaba ese lazo en sus alas, esa alianza que brillaba en los dedos de los
dos, que ya había verificado tenía grabado los nombres cruzados, al menos la
suya decía Guillermo. Y qué más daba recordar o no cómo es que estaba allí,
quizás no fuera lo importante atormentarse buscando recuerdos perdidos, sino
comenzar a escribir el libro de la nueva vida en la que estaba con las páginas
que podía construir con ese hombre, con esa gente, en ese estado, desde ese
aquí y ahora, creando nuevos pensamientos que mañana serían recuerdos, sabiendo
que no eran más que reflejos del alma que vagaban en libertad de infinitos
cielos, y con ellos se concretaban realidades, buscando anidarse en mentes
cómplices de amores divinos, de amores eternos.
Almas
inquietas en busca del amor, que se pierden en el fuego para renacer, que se ocultan
en el horizonte distante que se funden
con el sol del atardecer...Almas cual hojas mecidas por la brisa del oriente que
buscan ansiosas del árbol desprenderse… y volar en cielos azules cuando el amor
las esparce, almas en la eterna libertad para amarse por siempre. Y quizá su
amnesia o lo que fuera que fuese su estado, había unido almas destinadas a ser
una. Corazones que laten como uno, miradas perdidas en la ilusión de un divino
placer, entregas sublimes que habrán de recordarse cada día, cada noche y cada
amanecer quizá desde ese que estaba por aparecer.
Lo
que no sabía explicar era el porqué tenía consciencia desde ese día, desde ese
famoso veintitrés de diciembre.
Al
recordar la fecha reparó en el inmenso
árbol de Navidad que encendía luces en el living, y el que parpadeaba en al
jardín, el corazón le dio un vuelco, pensando en la carta de Papá Noel de Agustín.
__ ¿Qué
sucede, cielito? __ interrogó Guillermo tomándole la mano que reposó feliz en
la firmeza de la del hombre.
__Pensaba
en los regalos, los del nene, no sé dónde…
__No
tienes que preocuparte.
__ ¿No?
__No. Los tenemos escondidos, ¿acaso no lo sabes?
__No. Los tenemos escondidos, ¿acaso no lo sabes?
__
Sí, claro.
__Estás
tan precioso con esa ropa que te devoraría acá mismo.
Me
robó un beso y en él el aire, los suspiros, la vida que iría a recuperar en
otro, un beso que se hizo danza de caricias de labios inquietos brotando de
arenas del edén buscando labios de miel, al hacer la fiesta, con la boca. Un
beso suave como brisa encendió mi idilio en dulce fuego en el que entrecerré
los ojos adormilándome para disfrutarlo, y luego despertar recordando el sabor.
Lo hizo transformando mi incienso en luz, se pasea feliz por mis aires probando
en la saliva secretos relentes al vaivén de mi gratitud en la lengua. Es su
boca maná del olimpo para la sed de mis labios y la mía para los suyos,
alimento ignoto de amor al hacer surco y germinar. Aroma traído de un oasis de
un guerrero desierto que busca verter de
lo profundo aguas sagradas en arco iris.
__
¿Estás bien? __susurró adorando mi sonrisa, mordisqueando la oreja, para insinuar más aún__. Sos mi diamante invisible
como el que tienes tatuado buscando anidar en mis gemas echando raíces
profundas al tenerte en mi trono de amante esposo. Te llevaré en alas a mi
altar, al púlpito de ávidos deseos donde consignamos ser esposos eternos al
arrullarnos y amar. Seremos músicos en inspiración con nuestros remos en
intimidad, seremos otoños en longevidad anhelando juventud, en el amor.
Voy
despacio en busca de ese instante donde tu cuerpo se tensa y tus ojos se
cierran. Ese secreto que ahora es mío descubierto en los laberintos de tu piel
y tu fuego. Tesoro que hallé en las profundidades como esa ostra abierta
que ahora palpitante me ofrece su perla. Voy despacio y sé que ese
instante ya está cerca en el brillo nacarado que percibo y en tu sensual canto
en gemidos.
__ ¿Qué
te enamoró de mí? __ pregunté en susurro tímido.
__Todo,
¿qué pregunta es ésa?
Amé
tu sombra que cubrió mi piel, amé el deseo reflejado en tu almohada, amé el silencio
que mi coraje aplacaba, amé la mentira que fingía retirada, amé tu enojo, tu
furia que entonces me liberaba, amé al liberto que en su barca flotaba.
Amé
la vida que el viento resoplaba, amé el cerrojo que con mi costumbre sellaba,
amé tu rostro digno de un retrato, amé tus labios obsequiando sonrisas que brotaban en manantial de
hoyuelos, amé las palabras que se esfumaban cuando encontraba la
mirada, amé el fuego que encendía la
pasión al amarte, amé el enojo de aquella vez cuando te choqué y el desenfado
con que te preocupabas por la mamá y el nene enfurruñado conmigo.
Te conocí un viernes en el ocaso del sol, una tarde romántica y sentimental, con el tiempo que pasó, fui ingresando a tu alma y hoy, eres mi motivo e inspiración de vida.
El reloj de la vida afectuosa hace la brisa romántica, el enlace más excepcional departiendo dulzura y pulcritud, la perla luminosa de encantos y de tornasoles maravillosos, la irrigación vertebral de mis inspiraciones, iluminadas por tu gran hermosura destellante que brotan fulgores de amor, eres la perfección, eres mi universo de luminiscencia donde se fusionan el afecto y la ilusión, eres mi mundo de fascinación, donde el verbo adquiere toda su melodía gramatical.
Eres el pétalo de jazmín que vivifica la dulzura y trasmites karmas positivos en el cielo, que hipnotizas con el encantamiento tan fascinante de bondades, es tu desbordante lindura que barnizada con excelsitud, origina un círculo de glamour con destellos idílicos.
Eres el esplendor afectuoso, fastuoso y magnánimo donde la fruición se une con el júbilo, eres edén anhelado de mis sueños, el príncipe más hermoso que destella honorabilidad, elegancia y distinción, y es tu corazón llameante de exaltación, que me fascina y me hace sentir y ser mejor persona.
Por vos cielito, hice muchos cambios, nada me debes, nada te debo,
pero ese choque puso fin a un largo
periodo de adormecimiento en mi vida, y en esa vida no quedó más sitio para
farsas ni mentiras en que habitaba. Hoy, sello mi amor sempiterno con el hombre
más bello del mundo, el príncipe de mis
sueños anhelados, bailando alegremente en un rato, ofreciéndote este ramillete
de flores divinas, y prometo vivir en un cielo majestuoso, lleno de embeleso y
encantamiento, un firmamento de amor generoso y efusivo, donde reine la
comprensión, el entendimiento y el cariño.
Que no pase el tiempo en palabras, sino en acciones románticas y pragmáticas, que el reloj biológico, siempre me dé la timbrada y recuerde que mi amor por ti, es sempiterno y llegaremos al cielo del amor con fascinación.
Que no pase el tiempo en palabras, sino en acciones románticas y pragmáticas, que el reloj biológico, siempre me dé la timbrada y recuerde que mi amor por ti, es sempiterno y llegaremos al cielo del amor con fascinación.
__ ¿Todo
eso sientes? ¿Y ese hombre que está con Matías?
__Es
el novio de Matías, fue algo más que amigo en algún momento antes de que
supiera de tu existencia, pero hoy son todos amigos, el único en mi vida eres
tú, como dices. No vas a empezar de nuevo con tus celos, ya lo hemos hablado
esto, no me hagas enojar, menos hoy.
__ ¿Hablas
de tú ahora?
__A
veces, en un año, el nene y vos me contagiaron. Y más si te enojas.
__No
estoy celoso, preguntaba solamente porque acaba de pedirle casamiento a mi
amigo y sin embargo no deja de mirarte, raro, sospechoso al menos.
Alberto
salvó la situación.
__Guille, unas palabras los esposos __ pidió el rubio y Guillermo negó
con la cabeza sonriendo con esa risa sonora que me estremece las entrañas.
__No.
No, no. Hoy, todavía no. Mañana seguiremos de fiesta y pasado y la semana que
viene. Hoy solamente la cena, ni se les ocurra pedir baile, yo no bailo.
__Dale,
Guille, porfa __ lanzó la colorada poniendo las manos en forma de rezo.
__No
Gaby, dije que no, bailen ustedes, yo miro solamente, ya bailé al casarnos,
ahora no.
__Porfa,
tío _lanzó mi sobrino, le oculté la cara enterrándolo en mi pecho.
__No
precioso, mañana es la fiesta, hoy festejaré con mi amor a solas.
__Bueno,
nos está echando creo.
__Pedro,
José y yo nos vamos, tenemos mucho por festejar, no me lo creo que se cumplió
mi deseo, lamento que no podrás estar en mi casamiento __dijo Matías y Guille
enarcó las cejas.
__ ¿Por
qué no? Pedro está algo celosín, no sería mala idea que viajáramos los cuatro a
Europa, y seamos los testigos.
__!Genial!
__festejó Matías, lo miré a Guille
fulminándolo por lo de los celos, el cara de cera estaba despidiéndose del
resto de la gente __: Sería lo ideal ya que ustedes no tuvieron luna de miel.
___
¿No? __pregunté sin querer.
__
No amorcito, ¿qué te sucede? Quedamos en dejarla para luego en pos de terminar
la casa.
__Claro,
sí, bueno, Matías, veremos, los esperamos mañana de todos modos.
__
¿Estás mejor? __ me preguntó con chispas en los ojos, me ruboricé.
__Sí,
todo bien, ve con tu novio, los veremos mañana.
La
cena trascurrió entre anécdotas del estudio con lo cual conocí al otro socio, a Marcos que estaba con la mujer y la hija, y
con otras de Fabián y la novia, no me
he animado a preguntar de dónde salió ese chico, quiero decir, si tiene madre,
o es adoptado, sé que adora a Guillermo y al parecer a mí, a mi familia.
Cuando
despedimos a todos los invitados estaba nervioso. Estar a solas con Guillermo
significaba sexo, y pensar en eso a mí me tiene en un sinvivir.
Subí
antes para acostar al nene, en verdad con él fui conociendo la planta alta, la
casa, la fui reconociendo esa noche, y
cuando Guillermo entró en la suite, me sentí chiquitito, más cuando lo vi
acercarse y más aún, cuando me estrechó en sus brazos fijando la mirada
penetrante en mis labios me sentí especial.
Estamos
en una nueva dimensión etérea …irreal, volamos cada vez más alto sintiéndonos
uno dentro del otro en una burbuja que flota hasta el infinito libres sin que
nada nos detenga, traspasando lo inimaginable con el gozo perenne que crece dejándonos llevar sin prisas a puertos
desconocidos. Siento que ya no hay marcha atrás, la cuenta regresiva comenzó, desesperados
clamamos por más, lo poco no lo aceptamos, las migajas de amor desaparecieron en
los nuevos corazones enamorados.
Estamos en un oasis traspirando felicidad aletargados en el tibio regazo de un momento cualquiera queriendo parar el tiempo en este instante de placer cuando paseo sus labios abrazando los míos y me abandoné al beso, dejándolo entrar a conquistar mi boca al tiempo que bebí su néctar y me embriagó su sabor cuando las lenguas iniciaron su danza, y los dedos de él se enredaron en mi pelo haciéndome estremecer hasta la última fibra. Incapaz de parar el arrebato de pasión que Guillermo me hacía sentir, decidí desalojar a la mente, dejar de pensar y disfrutar del momento.
Estamos en un oasis traspirando felicidad aletargados en el tibio regazo de un momento cualquiera queriendo parar el tiempo en este instante de placer cuando paseo sus labios abrazando los míos y me abandoné al beso, dejándolo entrar a conquistar mi boca al tiempo que bebí su néctar y me embriagó su sabor cuando las lenguas iniciaron su danza, y los dedos de él se enredaron en mi pelo haciéndome estremecer hasta la última fibra. Incapaz de parar el arrebato de pasión que Guillermo me hacía sentir, decidí desalojar a la mente, dejar de pensar y disfrutar del momento.
Cuando
caímos sobre la cama ambos sonreímos, cuando noté que él colaba las manos por
debajo de mi comisa creí explotar. Y dispuesto a jugar, acerqué la boca a la de
él, y le mordí el labio inferior succionándolo detrás, algo que a éste al
parecer le encantó.
Cuando
las manos de Guille, llegaron al pantalón se oyó una voz y se rompió el
ensueño.
__Tío,…
tío… vomito.
Ambos
nos paralizamos, y al mirar hacia la puerta vimos al nene allí parado y con la
cara de un tono verde. Sin tiempo que perder, los dos nos levantamos y lo
llevamos hasta el baño.
__Tiene
el rostro verde, debe de estar intoxicado, vomita mi lindo, no hay tiempo que
perder __dije temblando recordando el dolor de la pérdida de mi hermano__.
Guille, llama al médico por favor.
Una
vez que el nene vomitó, Guillermo llamó a la emergencia y le puse el
termómetro, lo conocía demasiado bien, casi como a un hijo. En él el vómito
siempre va acompañado de placas en la garganta y fiebre. Y así fue. Después de
ponerle varias veces el termómetro digital, éste indicó que tenía treinta y
nueve grados de temperatura, y el doctor, después de visitarlo le diagnosticó
placas en la garganta.
A
las cuatro de la madrugada, una vez que el médico se hubo marchado y tras
haberle dado a Agustín el antibiótico con otro antitérmico, los tres
descansábamos sobre el enorme somier mientras Guillermo le contaba un cuento
que recordaba de cuando lo hacía con Fabián.
__Pero,
tiito, los vampiros siempre son malos, no me gusta Drácula.
__No
necesariamente, maestro __ dijo riendo el abogado que me quita el sueño, y me
hizo sonreír __.Pocos creen en ellos, como en fantasmas o en brujas, pero que
las hay, las hay, como en la magia de la Navidad. La bruja de la Navidad se
llama Matriuska, pero es buena, ayuda a
la pequeña Nadia a superar sus temores, como los que tenías hace un año.
Gracias a ella, Nadia empieza a ir al colegio sin miedo a nadie, sin temor a
que nadie le diga que es fea por tener el pelo azul.
Entendí el porqué mi sobrino había perdido sus
inhibiciones.
__Es
verdad, tío… __Y mirándole con ojos somnolientos, el pequeño susurró___: Ella
ayuda a Nadia como tú me has ayudado a mí a no preocuparme por no poder correr
tan deprisa como los otros niños. Y también me has ayudado a aprender a dar
toques con el balón.
__Claro
_rio Guille, divertido___. ¿Y recuerdas qué había que pensar para lograr los
propósitos?
__Yo
creo y lo deseo, es así. Yo creo que lo voy a conseguir, y lo doy por hecho.
__!
Exacto! __aplaudió Guillermo y lo adoré, suponiendo por qué Fabián era tan sano
aun sin madre a la vista.
Al
escucharlos se me encogió el corazón. Ése era un tema tabú. El nene siempre se
había sentido inferior al resto de los niños por la cojera que le había quedado
a consecuencia del accidente que tuvo con sus padres siendo un bebé. Guillermo,
sin percatarse de que a mí se me
llenaban los ojos de lágrimas, prosiguió.
__
Te recuerdo, campeón, que vos me ayudaste a mí a conseguir una cita con tu tío
y a aprender a jugar a la PlayStation. __Sorprendido al enterarme de ambas
cosas, sonreí, al fin mi niño me había
empujado hacia ese hombre, y Guille tras guiñarme un ojo, continuó___: Todos, seamos
mayores o pequeños, tenemos la obligación de ayudar a quien lo necesita. Tú
necesitabas creer en vos para saber que puedes hacer lo mismo que los demás
niños, y vos me ayudaste a mí en lo que necesitaba. ¿O acaso has olvidado que
me soplaste que a tu tío le gustaban los perfumes y que me hiciste llegar la
marca aquel día?
__Es
verdad. Al tío le gustan los perfumes, y usa de Armani __sonrió el peque,
bostezando__ Peque traidor, pensé.
Quince
minutos después, y tras una charla en que me limité a escuchar al nene para
enterarme de algo más, éste se durmió, y Guille me vio bostezar. Con suma
pericia y amor, me posó la mano sobre la cabeza, la enredó en mi pelo y comenzó
a masajearme el cuero cabelludo con delicadeza.
__!Santo
Dios!, me encanta.
__Lo
sé. ¿Por qué crees que lo hago? __dijo él, riendo. Y con su gesto de placer,
murmuró__: Tenía otros planes más placenteros con vos cielito lindo, pero… con
el pequeño aquí…
__Mejor
durmamos __corté asustado, y me acerqué a mi sobrino.
__Sí…,
es lo mejor, cielito. Mañana tengo un día de locos, hoy mejor dicho.
__ ¿Qué
sucede a la mañana? __le pregunté, y me acaloré al imaginar los planes de
Guillermo.
__Por
la mañana tengo que ir con Fabián a entregar regalos al Hospital de niños, ¿no
lo recuerdas?
__!Ay,
Dios!, es verdad __mentí.
__Luego
de mediodía tenemos una comida en el club de golf, a las cinco entrega de
premios.
__ ¿Juegas
al golf?
__
Cielo, lo odiaba, vos me enseñaste, me llevaste, ahora terminó gustándome.
__Claro,
es verdad.
__Creo
que estaremos regresando justo para cambiarnos para la cena de Nochebuena.
__ ¿Mañana
es Nochebuena?
__Y viene Papá Noel. ¿También lo has olvidado?
Al
ver su melosa y cariñosa sonrisa, terminé sonriendo.
__No,
no lo he olvidado.
__Por
cierto, cielito __dijo riendo a modo de provocación ___, ¿has sido bueno este
año? Ya sabes que Papá Noel mira mucho
eso antes de dejar los regalos.
__Creo…
creo que sí. Pero eso más que yo lo tienes que decir tú.
__Has
sido, sos perfecto, amorcito _murmuró con un particular acento ___. Perfecto.
Lo
miré y sonreí. Y sin saber por qué, pregunté:
__Guille,
¿eres feliz?
El
abogado sonrió, asintió y me besó con la mirada desde la distancia.
__Como
nunca lo he sido en mi vida, cielito.
__ ¿De
verdad?
__De
verdad __ afirmó él: Vos fuiste el año pasado mi mayor regalo de Navidad desde
que nací. Es más, sin vos hoy mi vida ya no tendría sentido, sos todo en ella,
todo para mí.
Con
el vello erizado ante aquella respuesta, me incorporé y lo besé.
__Gracias,
Guille _susurré en los labios.
Él
sonrió, y segundos después, en tanto seguía
mirándome aún a los ojos, se durmió.
Desperté del sueño, anduve descalzo recorriendo un deseo con sigilo, le fui besando la piel, los átomos, y mientras su piel era mía dibujó en los labios una leve sonrisa. Dormía y así se ruborizaba cuando jugaban unas ilusiones, dormía, como yo contemplaba, y yo al fin solamente a un dios comprendía. Pequeña, cándida, dulce, inocente, de esta locura que es blonda ternura tenía esta exquisita melodía de su piel junto al corazón, la mía.
Corrieron
deseos nutriendo almas de amor, tenía
los ojos ilusionados, e hice florecer en
olas a más de cinco sentidos.
“Cuando
tu nombre sea mi último aliento, las estrellas hablarán a medianoche de qué fue mi amar, ellas
te contarán, mas hoy mi aliento de vida está lleno, y en mis labios,
tu nombre nombrarán. Añoro ese destino, que camina por los designios, que a
veces las manos y el corazón ven un mundo mejor. Este amor sólo me hace
estremecer campanas de silencio enmudeciendo, cuando suspiro las palabras
ciegas sé que están en los límites del juicio. Mas has de saber que cuando no
esté, tu alma se impregnará de aquellos besos y esos aromas que nunca te
di”.
__Cielito
lindo, crees que duermo, hablaste dormido,
me tienes mirando a tu cielo contemplando
tus ojos que al abrirse cual dos
estrellas, bajan y baban llevando los míos a tu templo. Me elevo a tus alturas
de dios escalando tus cima de ensueño, me agiganto extendiendo sueños en tu
blancura diáfana de carreteras que llevan a tu diamante. Escaleras de nubes se
hacen pasos, el carpintero viento clava y clava escalones de oro bañados de
brisa que me van izando, en tus pupilas.
Se abren tus párpados en galaxias, despiden tu sagrada luz de hipnosis regalándome fantasía de tu arco iris al ver tu
trono de consentido. Una sinfonía se escribe entre suspiros con dejos que
desgrana hoy el alma para atraerte en tormenta algodonada que cubra mi ser de incienso enamorado. Soy el corcel de las
pisadas de oro, el trotador que gira en tu universo, el que abre las puertas de
tu pecho. Bienvenido adonis a mi casa con
tu sangre de guerreros de marte. Iré a tu comarca a pedir tu mano a Zeus que nos dé su
reino de hogar, un jardín donde las flores sean felicidad, el árbol sea fruto
feliz de nuestro amor.
Siempre
he vivido pendiente de vos, sé que estás confundido, pero sos mi amor, buscando
cada detalle para agradarte llegué a sanar a tu familia y sanó la mía. Para que
un día te fijaras en mí y pronto descubrieras lo que podía darte dejé mi farsa,
a Juan y sí, también a José, y te ofrecí el trabajo aunque Matías se enojó,
pero al fin conoció al que dejé, y están por casarse.
Puedo
ser un volcán y consumirte en el fuego, puedo ser una tormenta huracanada y con
mi agua a chorros empapar tu garganta y cada molécula con mi ser. Puedo ser
fuego también para que disipe el frío. En mis ansías por besarte no sólo
besaría tu boca. Si me lo pidieras ahora te comería entero a besos. Cielito
lindo, dime todo lo que te provoca, cada una de tus fantasías que te haré el amor
a la manera que me pidas.
Si me quieres delicadamente como un roce o una caricia seré como el viento esparcido por toda tu piel. Pero si ahora quieres sentir mis delicias como buen chef, serás mi mejor comida.
Y es que yo siempre seré lo que me pidas… porque yo sólo estoy hecho para vos, Pedro y no lo supe por medio siglo de vida, casi no me alcanzó el tiempo para descubrir el amor. Yo no nací para andar a escondidas. Verás que muy pronto...me buscarás...a mí.
Si me quieres delicadamente como un roce o una caricia seré como el viento esparcido por toda tu piel. Pero si ahora quieres sentir mis delicias como buen chef, serás mi mejor comida.
Y es que yo siempre seré lo que me pidas… porque yo sólo estoy hecho para vos, Pedro y no lo supe por medio siglo de vida, casi no me alcanzó el tiempo para descubrir el amor. Yo no nací para andar a escondidas. Verás que muy pronto...me buscarás...a mí.
24
de diciembre.
A la
mañana siguiente, cuando desperté, estaba solo en la cama. Rápidamente busqué
una bata o algo para ponerme, me lavé los dientes, me duché velozmente, me
peiné con los dedos y bajé al comedor.
Al entrar a la sala vi al nene echado en la
alfombra como si nada le hubiera pasado, jugando a la PlayStation, mientras mi
madre leía con tranquilidad sentada en el sillón.
Disfruté de la compañía de ellos en un
ambiente distendido, Guille se había marchado con Fabián y Valeria mientras yo
dormía, no había querido despertarme, y me resigné a esperarlo en la casa.
Cuando
al atardecer, Guillermo apareció, se sorprendió gratamente al ver que, gustoso,
me le tiré en sus brazos. Felices y dichosos, los cuatros disfrutamos de una
hora de charla de lo que hiciera en el día, mientras mi madre sirvió té, café y
jugos con masas, y las dos mucamas, preparaban la mesa, y la cena de Nochebuena
que Guillermo de tanto en tanto iba a supervisar. En realidad él se había
ocupado de hacer un riquísimo cordero, y disfrutamos de una deliciosa cena
antes de que nadie más llegara, mientras el nene estaba ansioso por la llegada
de Papá Noel.
Alrededor
de las veintitrés lo convencimos para que se marchara a dormir, ya que podía
aparecer en cualquier momento, y si lo pillaba despierto, se iría, y no dejaría
los regalos. Al principio, el nene se resistió, pero al final, mi madre,
decidida a dejarnos a solas, lo tomó en brazos y se lo llevó. Cuando se
hubieron marchado, Guillermo me miró.
__Sígueme
__me dijo.
Divertido
lo seguí, y los dos fuimos al garaje. Al llegar me sorprendí al ver un rincón lleno de paquetes de diferentes
tamaños.
__ ¿No
me digas que todo eso es para Agustín? __pregunté.
Feliz
por el efecto causado en mí, Guille me besó y me respondió.
__
Para él, para mi hijo, mi nuera, mi divina suegra y para mi precioso esposo.
De
pronto un ruido atrajo mi atención, y Guillermo, con una sonrisa de oreja a
oreja, abrió la cuatro por cuatro que entonces vi, y de ella sacó un cachorro
de terrier.
Al
verlo, murmuré emocionado.
__!Oh,
Dios…! Cuando Agustín lo vea le va a dar algo. Lleva toda su vida queriendo
tener el perrito.
__Lo
sé, cielito… lo sé.
Sobrecogido
acaricié al animalito, que me lamió las manos en señal de agradecimiento a que
lo mimara.
__Yo
nunca le pude comprar uno. No tenía tiempo para ocuparme de uno más y…
___
¡Chisss…! no pienses en el pasado, amorcito __susurró abrazándome: Piensa en el
presente. Y el presente y lo que importa es ahora, ¿de acuerdo?
Sonriendo
por lo que había hecho por el nene y por lo que Guille acababa de decir,
asentí, tenía razón. En ese momento importaba el presente y no quise más pensar
en otra cosa.
__Vamos
__dijo Guillermo __. Llevemos los regalos al salón para que cuando se levante
el nene, sea inmensamente feliz.
__Creo
que nos mimas demasiado __le comenté cargado ya con paquetes y mirándolo.
Encantado
y emocionado, Guillermo primero metió el perrito dentro de su caja y luego
atrapó mis labios en un beso.
___Me
encanta mimarlos __ susurró en mis labios, y sentí que el mundo se detenía en
el abismo de sus ojos.
CONTINUARÁ.
HECHOS
Y PERSONAJES SON FICTICIOS.
CUALQUIER
PARECIDO CON LA REALIDAD ES MERA COINCIDENCIA.
LENGUAJE
ADULTO. ESCENAS EXPLÍCITAS.
Roberto qué bueno, Gracias mi adorable Eve!!!!!
ResponderEliminarRoss Odino me gusta
ResponderEliminarMarta Belloooo!!!
ResponderEliminarAmparo Que Hermosa
ResponderEliminarSusana Belloooo!!!
ResponderEliminarTitti Garg Bella ma impressionante😮 grazie cara Eve Monica😍
EliminarHermoso capítulo Eve...Aunque le cueste recordar Pedro no puede permanecer indiferente ante la seducción, la dulzura y el amor de Guillermo, y la verdad es que es muy comprensible...Me intriga saber qué le pasó que se olvidó casi de todo desde que se conocieron...
ResponderEliminarBello capítulo Eve, lleno de ternura, amor entre ellos aunqun el pasado no está claro para Pedro el presente lo sorprende y enamora me encanta gracias por tanto te quiero !!!
ResponderEliminarVeronica Lorena Piccinino Bellisimo... ese amor de Pedro me encanta. Gracias
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