"LA CÁTEDRA". CAPÍTULO TREINTA Y CUATRO.

"LA CÁTEDRA".

 CAPÍTULO TREINTA Y CUATRO.

 

PREVIO…

La tristeza que emanaba de los allegados a Silvina lo conmovió. Tal vez ella había desperdiciado el amor de Fabián, pero al menos otros también la habían querido. El viudo fue abrazado por un hombre mayor, sin duda su padre o el dueño de la empresa, su tío, mientras los amigos dejaban sus flores.

En cuanto estaba por retirarse, antes de que la transportaran a la cremación, secretamente arrojó allí algo que había encontrado ese día en la cómoda donde dejara la nota, y era los anillos de boda.

 Rafael lo miró, Guillermo le sostuvo la mirada.

 Después se dio la vuelta y caminó rumbo al auto.

"Todos nos vamos al pasto alguna vez. Hacemos o decimos cosas que duelen, incomodan, ofenden. Con intención cuando estamos heridos, asustados o enojados; sin intención cuando creemos que hacemos un chiste o cuando simplemente nos olvidamos de filtrar. A todos nos puede pasar. Y a todos nos pasa. Lo importante es el después. Estar alerta y receptivo a lo que pudimos provocar en el otro. Poder abrir las orejas, escuchar, ponernos un ratito en otro lugar. Escuchar partiendo siempre de la base "somos buenas personas, amigos y queremos cuidarnos". Yo quiero gente que se equivoque en mi vida y que me deje equivocarme. Que nos equivoquemos pero que sepamos pedir perdón rápido. Gente que no me oculte sus sentimientos heridos y me permita mostrar los míos sin desestimarlos ni minimizarlos. Que nos avisemos cuando nos vamos al pasto, no decir está todo bien cuándo esta todo mal. No poner todo en juego “porque vos nunca y yo todo siempre”.

Aflojar, pensar, comprender, dar un poco de crédito al dolor ajeno. Desde ahí se construyen los vínculos reales y duraderos. Son esos vínculos los que elijo para mí. Dónde un error no define a la persona. No creo en las relaciones perfectas como tampoco en las relaciones con drama permanente. Por suerte hay opciones para mí y para vos. Creo y quiero relaciones fuertes para aguantar tantas risas como errores. Quiero relaciones con una memoria más grande que la goma de borrar. Relaciones dónde haya más para agradecer que para olvidar. Dónde ambas partes nos comprometamos a no ser indiferentes al dolor del otro por más “ridículo” que nos parezca. Porque no me molesta ni me asusta la gente que se equivoca; lo que me asusta mucho es la gente incapaz de reflexionar, que se ofende, que guarda espadas en la manga y no comunica. Los que juegan un papel de misterioso enojo pretendiendo que los demás adivinen sus sentimientos. La gente que interpreta casi sin preguntar y condena. Los que un día te dicen tantas cosas juntas que te hacen imposible reaccionar. También me asustan esos a los que hay que probarles día a día que uno es confiable y buena gente porque desde ya que alguna vez les voy a fallar. Digo…para pensar."

*Joaquín SABINA 2013.

Sábado, 28 de agosto de 2016.

Banfield.

__No, papá, no quiero conocerlos, no quiero  que hagas nada, no tiene sentido __ afirmó Fabián luego del almuerzo.

__Hijito, por favor, es ahora o no será nunca, debemos pensarlo bien porque es hoy que ese hombre me conoce y está cerca __afirmó Guillermo tras un sonoro suspiro.

__No viejo, no quiero que hagas nada. No llegué a conocerla a ella, menos siento a esos pibes hermanos, tengo una familia que es todo lo que necesito, un hijo casi de la edad de esos chicos, no puedo inventar lo que no siento.

__Tranquilo Fabi, tu papá solo estaba preguntando _ayudó Valeria.

__ Está bien hijo, me parece correcto. Si no lo sientes y ellos no saben nada quizás sea lo mejor para todos. Para ellos seguro. Llevar el duelo de la madre y sumar que tienen un hermano más lo que ella hizo sería demasiado duro, puede que tengas razón __ sonó la voz cansada del padre.

__La tengo papá, si ellos en algún momento se enteran o quieren conocerme por algo, veré, hoy y desde mí, no deseo  tener otra familia que la nuestra. Dile a la abogada que le comunique a ese hombre que puede quedarse tranquilo, que no haré ni diré nada, que no quiero nada de ellos.

__Bueno, Gaby se encargará de llamar a Rafael, olvídalo.

__

Quien inventó que el tiempo sana todas las heridas, debía de estar equivocado.

Para Guillermo, el tiempo no hizo más que convertir el dolor en dudas, y las dudas en fantasmas que lo atormentaron sin importar si era de día o de noche, si estaba solo o acompañado. Nadie había podido ayudarlo, porque después de mucho pensarlo, supo que había  cambios que solo partían de sí mismo, como el que hiciera  al conocer a Pedro con sus ex, con su farsa con Fabián.

“Llora niño de mi adentro, suelta la cuerda que te somete al yugo de la ingratitud del destino y corre sin rumbo fijo a buscar la paz que necesitas en los ojos para encontrar el sol que ilumine tus días grises. Ve y encuentra el camino correcto por el que tus pasos no sean inciertos y evites dolorosos tropiezos que te arranquen el alma y te arrastren sin piedad al infierno.

Que la angustia no se quede instalada en el centro de tu universo, vuela sin grilletes en tobillos como frágil mariposa que se posa soberana en cada rosa de la eternidad, y "vive"; vive con tal intensidad que dejes en el olvido el sufrimiento que hoy carcome las entrañas de la felicidad, para que el día de mañana puedas apoderarte del cielo en la tierra que pisan tus pies.

Y después… ya no llores niño mío. Que la flor que apenas nace viene con tu nombre en cada pétalo y su perfume huele a ti, pues con lágrimas de sentimiento puro cosechaste lo más bello de la vida y la muerte, arrebatándole al temor la posibilidad de hundirte en el fango dándole a tu nueva oportunidad de seguir avante por nombre "Amor".

__

Pasó dos semanas sin un atisbo de deseo sexual, como si su cuerpo se hubiera insensibilizado y su corazón se hallara tan marchito que ni fuera capaz de sentir. Pedro, al percibir su tácita distancia, respetó sus tiempos y jamás insistió para que él accediera a nada para lo cual no se sentía preparado. Esperó  sumido en el trabajo con paciencia el día de la charla con Fabián, las horas extra en la empresa lo ayudaron a empujar el tiempo, otro tanto los preparativos del cumpleaños de Agustín. Era el primero que le organizaba, no deseaba fallarle a su hermano, que seguía cada día más embobado con la hermana de Diego que conociera en el suyo.

Guillermo solo recuperó algo de sus emociones en ese cumpleaños, cuando los vio besarse y recordó, que alguna vez a esa edad se había parecido con Juan a esos dos chicos que empezaban a descubrir su camino en la vida, de pronto la muerte de Silvina le había  llevado a la mente el recuerdo de sus años con Juan. Él tan alegre y él mismo tan complicado desde entonces, Juan tan soñador y aventurero y él, quien entonces alimentaba sus sueños.

Esa noche en la fiesta en el country, ya pasada la charla con Fabián, cruzó miradas con Pedro y le pareció que volvía a ser él mismo. Pedro le parecía hermoso y despertaba en él pasión y amor al mismo tiempo.

__ ¿Lo estás pasando bien amor? __ le susurró Pedro mientras le acercaba una copa, casi en sus labios, que trazó con suavidad intentando que Guillermo los abriera.

__ Bien, cielito,  Fabián parece estar muy unido a tu hermano, me alegra eso, y Guillermito olvidó todo por suerte.

__ Olvídalo tú, ahora, ya pasó. Te amo,  estoy acá, como siempre y para siempre, solo lamento que perdiéramos el viaje a París, pero quizás en la luna de miel.

 Hoy soy un navegante extasiado que sigue el faro de tu cuerpo iluminado que resplandece sutilmente  en las noches estrelladas, a las que nos entregamos sin pudor con nuestras caricias lascivas y tiernas.

El cristalino resplandor de tus aperlados ojos  es mi sosiego en esta noche oscura y solitaria,  y la estrella que persigo con recelo y temor  al saber que estás lejos de mi alcance.

El aroma salado de un mar infinito y lejano  me trae consigo leves rastros de tu silueta  coqueta y misteriosa que me cautiva hasta dejarme sin aliento alguno.

Nuestras almas son una, se aman. Asiento mi ternura en las fibras de tu esencia, busco tu andar peregrino, en tus segundos y minutos…  lento me cruzo en tu camino, entonces  marco con mis huellas el almanaque de tu existencia. En el confín de tu estadía, tus caricias excitan mi vigor, tu instinto ofusca la brida de mi ansiedad, tu aliento bosqueja exquisito mi candil, mi sentir se desboca al olor de tu hombría, y golpeas con tu fusta  sutil mi sexualidad.
Al frenesí, gritos exuberantes invaden  cual hambre  feroz las ganas mutuas, abismales deseos de recíprocas carencias, a la sazón  del olor a sexos, en las noches como ladrón de deseos  hurtas mis fantasías, asientas mi existir en tu vivir, mientras se aman nuestras almas.

__

 La fiesta transcurrió en algarabía, Agustín se comportó como el verdadero anfitrión, mas bastó regresar a Banfield para que todo se esfumara de nuevo.

Pedro no quiso dejarlo solo, y Guillermo se desvistió de perfil a la puerta sumido en el silencio.

Después de las intensas miradas que habían cruzado, Pedro pensó que las heridas estaban sanadas y se permitió desearlo. Apoyado contra la puerta cerrada del cuarto, observó los hombros desnudos que tantas veces él mismo había trazado con sus manos, con su lengua, apenas iluminados por la penumbra proveniente de la ventana. Se deleitó en el pecho fuerte donde acurrucaba cada noche su cabeza, esperando los dedos que masajeaban su cuero cabelludo, lo vio sentarse en el borde de la cama para quitarse los zapatos y comenzó a tener dificultades para controlar sus instintos, el corazón batía con fuera en el pecho, la mirada refulgía en la oscuridad.

__Acaríciame hasta que me pierda entre tus manos y me deshaga entre tus dedos _susurró en busca de recuperar lo perdido.

Una frase semejante susurrada en ese todo de voz de esa manera tan seductora, en cualquier otra oportunidad habría dejado a Guillermo en estado de éxtasis. En ese momento, en cambio, lo puso nervioso, porque no sabía si podría responder como Pedro  merecía que lo hiciera.

__Tengo miedo _decidió sinceramente, congelado con las manos en los zapatos.

__Déjame que te lo quite entre mis brazos _le respondió él, y se le acercó con la intención de dejar en ese cuerpo senderos de besos y mordiscos, con la necesidad de trazar de nuevo cada recodo y sendero de la geografía del hombre que amaba.

Tú, eres el amor de mi vida, recibida pasión palpable, el lucero de mis noches con tus dulces derroches,  la flor que perfuma mi jardín, tus besos de terciopelo son  aroma de un bello jazmín con sabor de los cerezos. Eres mi melodía de amor, de mi canto el ruiseñor. Tú, mi amor consumado desde siempre soñado. Amo tu sensibilidad  y razonando vas mi verdad amor exento de celos,  eres parte de mis desvelos

Por ti vivifico mi sentir descifrando tu vivir, llevo mi piel oxigenada por tus besos y tu mirada.

Amo el misticismo de tu cielo, en mi alma armaste revuelo, está destinado a ti me ser que tu amor siempre ha esperado.
Somos dulce amalgama  y mancuerna perfecta, con ternura pueblas mi esencia porque eres el amor de mi vida. Amor sin tiempo ni espacio, verbo que nace en la luna y las estrellas donde nace la luz, belleza de tinta que fluye en sentimientos que definen el verbo amar.

Tu voz es una cascada de cantos sublimando mis sentidos, palabra suave, que a tono cae, levemente, a la anchura de mi alma. Adormecido en tu pecho,  te escucho a ciegas, y tu canto queda quieto, constante, eterno, reposando en mí.

Entre nosotros dos, no hay más voz que se escuche que el silencio buscando tu beso, tu mirada sumisa clamando lealtad, el suspiro que vence tu ahogo, la respuesta callada en mis ojos, tu reclamo vencido en verdad. No hay palabra que rompa el silencio en tu boca, solo el corazón murmura, palpita constante, el alma desnuda, y grita en el pecho  con fuerza infinita, mil veces tu amor, mi amor, tu pasión y mi ternura.

Mi corazón grita sin sentido por qué a pesar de amarte tanto sangra de dolor por no tenerte cerca de mí, bendigo el día que te conocí pero mi razón sufre porque no estás enteramente aquí, desesperación que aumenta día a día por que crece en cada momento en cada instante este amor que me hace perder la razón, la cordura me traiciona. Dios dame fuerzas para este amor incontrolable.

__Márchate lejos de mí un tiempo, cielito, debiste viajar a París, solo, no demores en hacerlo, antes que mis palabras te hagan daño al hablarte. Tu mundo se hará gris bajo las tormentas de mis engaños. Aléjate amor, corre contrario a mi camino, entenderás algún día que no deseaba perderte, pero será mejor que escapes en las brisas libres del viento.

La luz se apaga en mi compañía y no querrás sentir el dolor cuando se ama, te resguarda un ángel, él fue quien me alumbró y esa verdad debo decírtela para indicarte la salida. Busca tu felicidad en otros brazos, no mereces que hiera tu alma y destruya tu corazón. Abandóname amor, aún tienes tiempo, en verdad no soy quien crees yo no vengo desde del cielo. Créeme por favor,  márchate.
Si deseas quedarte a mi lado, sentirás las angustias y te darás cuenta lo extremadamente bueno  que soy para mentir, haciéndote sufrir  aunque sos lo que más quiero.

Corre ahora, sabes que no te merezco, sé que me amas y adoras mi forma loca de amarte, pero entiende,  nunca seré libre de los fantasmas que habitan en mi memoria.

Soy difícil de entender, mi alma apasionada solo respira en libertad  donde acaricia los rostros del pecado, en aventuras tentadoras por una pasión  que no tiene explicación  ni límites. Te abro las puertas de mi cárcel, prefiero perderte, antes que vivas en los brazos del engaño, y quedes atrapado  por siempre, en mis indescifrables locuras.

__Qué dices, Guille, por Dios, es la segunda vez que me echas de tu vida, antes fue por mí supuestamente, te demostré que nada me importaba el activismo, que padecí la distancia y vuelves a intentar alejarme, no te permites ser feliz, no soy el problema, pero no permitiré que destruyas lo que tenemos, a nuestra gente que se adaptó a todo, no por alguien que murió y que  no merece la pena.

__Para mí, sos único y especial, Pedro, lo has sido desde que te he conocido. Por esa razón y porque sé cómo me amas, que me toques y que, cuando lo hagas, yo solo sienta que tus manos me molestan, o que busques mis labios como en la fiesta y que halles hielo, lo sentiría como si te clavara un puñal, pese a amarte siento que el cuerpo no me responde, es como si no fuese mío en este momento. Traté de entregarme de nuevo en la fiesta, cerré los ojos y respondí a tu beso, pero todavía no siento nada. Mi cuerpo parece estar muerto.

Pedro le acarició la mejilla y después bajó para besarle el mentón y el cuello, para mordisquearle la oreja como tanto le gustaba. Guillermo cerró los ojos y enredó los dedos en su cabello, buscando el placer que se había perdido en algún momento de esas últimas semanas. Procuró concentrarse en lo bien que se sentía la tela de la camisa de Pedro en su pecho, en su perfume que embriagaba, en el calor que lo envolvía, pero su cerebro lo forzaba a tener otros pensamientos.

El problema no era Silvina, o Juan, menos Pedro, estaba desde siempre en él, ni siquiera era Fabián y lo que sucediera con esos hermanos que al fin si no se enteraban de nada menos sufrirían.

Recordó un día en que había regresado a la casa con un nuevo corte de pelo, y Silvina se había burlado: “deberías hacerle juicio a tu estilista”.

Sacudió la cabeza para desalojarla, y llevó la boca de Pedro a sus cumbres en el pecho, y por un instante esos labios hicieron el milagro, y en la mente destelló la satisfacción. Pero no duró mucho tiempo.

Un día de lluvia estando a hurtadillas con Juan,  él se había enojado porque había dejado su mejor camisa en el patio y se había mojado.

“Qué tienes en la cabeza que no puedes tener más cuidado con mi ropa.”

“No puedo, así no puedo”.

__Basta __pidió. Basta, Pedro.

Pedro, que había escuchado la primera orden, se detuvo de inmediato. Alzó la cabeza y encontró la mirada.

__Perdón __masculló Guillermo, avergonzado __. No sé cómo puedo dañar a alguien que me ama tanto por nadie, me siento impotente, estúpido, ingrato.

Pedro tembló ante lo que leyó en los ojos antes que  en las palabras oídas e hizo los últimos intentos, desesperados quizás, por no perderlo.

__Está bien, entiendo _trató de consolarlo.

__No, no está bien _replicó Guillermo__. Esto no puede seguir así.

__Estás pasando por un mal momento, es comprensible que no tengas ganas de nada, era la madre de tu hijo, descubriste el engaño, no sabes bien lo que pasa por el alma de  Fabián, dudas de la decisión  con los hermanos, entiendo __lo excusó él__. Perdóname tú. Me apresuré.

__Basta, por favor… ___suplicó, Guillermo con el corazón hecho un nudo__. No te culpes. Pedro, no es tu culpa. Es mía…

__No es culpa de nadie, solo no es el momento para…

___Nunca va a ser el momento mientras yo siga siendo un despojo del hombre que alguna vez fui o que podría llegar a ser _le interrumpió.

Pedro, yo fui muchos años bisexual, quizás no puedas entenderlo, porque no te sucedió, yo en aquella época los amaba, al menos eso creía, que amaba a ambos, a Silvina y a Juan, solo al conocerte supe que no había sido amor, pero sentía deseo de los dos.

__Bueno, que no puedo creer que me vayas a decir que amabas a Silvina hoy, que por ella estás así.

Guillermo comprendió el sentido de las palabras después de pronunciarlas. Su subconsciente lo llevó a hablar antes de que la razón pudiera ocultar lo que tanto él como Pedro sabían que debía suceder.

__Guille, quiero estar contigo para verte renacer __le hizo saber. Sus bellos ojos se habían oscurecido del mismo modo que el dolor bañaba su alma.

Guillermo le acarició una mejilla con dolorosa devoción y el amor más puro que podía albergar su alma.

__No puedo hacerlo de esa manera _le explicó___. Cuando  non separamos antes no lo entendí, me enojé y me consolé con que siempre había sabido que partirías, pero en el fondo me preguntaba por qué no volteabas la puerta y me elegías, me debatía el haberte echado por las motos o por el activismo. Ahora lo entiendo. No soy un colibrí multicolor que sepa saborear cada momento como si fuese el último y volar a esa velocidad hacia delante y atrás, soy una oruga que debe convertirse en mariposa recién, cielito.

 Sé que tenemos que sufrir para que nos crezcan las alas, y no podemos esperar que alguien nos lleve a volar, y mucho menos que vuele por nosotros, tenemos que volar por nosotros mismos, recién entonces a la par se puede ascender al infinito como dos globos, y así estar a la par del otro. En este momento, no sé quién soy, no sé qué estoy haciendo, ni siquiera con mi hijo. Necesito tiempo para encontrarme conmigo mismo, como vos lo necesitaste hace tiempo cuando te fuiste solo de tu casa. Necesito renacer de mis cenizas como entonces lo hiciste vos, solo.

Pedro bajó la mirada, quería ocultar que tenía los ojos húmedos, y que además entendía porque le había sucedido.

__Todos piensan que soy generoso, pero no es cierto __confesó en voz muy baja. __Si lo fuera te dejaría ir, porque sé que tienes razón, pero no quiero. No puedo ser tan bueno como fuiste tú conmigo __volvió a mirarlo, ya sin importarle si Guillermo veía o no el charco de las lágrimas que  descendían por el rostro. Alzó una mano y le acarició una mejilla como si tocara un sueño__. Te amo, estamos prometidos, pensaba estar planeando nuestro casamiento, no esto.

__Yo también te amo, precioso, y pensaba lo mismo __ le dijo Guillermo, también llorando__. Y porque te amo quiero entregarte a alguien completo y libre, sin fantasmas. No sé cuánto tiempo me va a llevar, ni sé qué tendré que pasar para que así sea, pero voy a volver a vos, si me estás esperando en algún lugar, regresaré. Te lo prometo. Voy a regresar como un ave libre que vuele a tu lado mientras vos me alimentas con tu fuego.

Pedro se quedó callado por un tiempo. No podía hablar mientras su corazón se estaba rompiendo en miles de pedazos.

__Esta es tu batalla, ¿cierto? _le preguntó. Sus labios sonreían en contraste con las lágrimas que le bañaban los ojos. La mirada de Guillermo le concedió una respuesta afirmativa.

__Siempre lo fue, Silvina lo fue, te lo dije amorcito, me apresuré a este amor, no estaba preparado para volar, no todavía, menos cuando ella apareció.

Intenté trazar líneas de pasión, pero la mirada breve e intensa  se dejó caer en mis labios. Las notas musicales  llevan el sabor de tus labios  que se hacen espuma  en mi boca. Ese azul al fin lo encontré a como estaba,  intenso y virgen a la espera de mis deseos que habían tardado casi una vida  y qué es la vida  sino el sueño azul para dibujar los trazos del sueño con el que logro tejer el rostro que comulga con mis instintos. Eres mi príncipe azul, nunca lo olvides.

__ La luz llega y se atreve a danzar con la ternura del viento y la tenue brisa del silencio, el color de las mañanitas se hace milagro y en alud su cimiento vibra, arde la conciencia espuria…, al bien la razón se aferra. Es luz la paz originaria que al oscurantismo quiebra.

Vas a necesitar esto entonces.

Pedro se quitó un crucifijo que su madre le colocara de niño, que llevó a cada misión al cuello y se lo colocó a Guillermo, con la delicadeza con que se tratan los objetos preciados. Después tomó la cabeza entre las manos y le trazó los labios con los suyos, Guillermo abrió los suyos, sorbió  su esencia en la saliva y entrelazó la lengua en una caricia íntima, lo sintió profundamente suyo libando su miel, Pedro dejó un reguero húmedo en el cuello, hasta despedirse con un beso en la frente.

__Siempre voy a estar a tu lado, aunque no me veas __ le prometió.

Me disperso de inquietud pensando en tus labios  enigmáticos y ansiosos de posarse en los míos,  dos entidades que reclaman que un amante fiel las saque de su amarga y triste rutina de oropel. No quiero naufragar en el mar de tus besos  que mecen y alivian los engaños causados  por insulsos amores que despreciaron la enorme sonrisa que les prodigaba sin reparo. Eres el agua donde quiero sumergirme  con placer exacerbado e infinito,  vislumbrar los amaneceres de tu cuerpo  y el canto melodioso de tus sensuales caderas.

En la playa de tus ojos quiero pasar  mis últimos días en este mundo terrenal,  bebiendo el elixir supremo de tus miradas  y tocando el aroma primaveral que emanas.

Zarpo esta noche con un destino claro,  un lugar donde mis sueños se hagan realidad,  la felicidad llueva en miradas de cariño  y la piel arda entre palabras de lujuria.

Tú, que me atraes con tu voz enséñame el mapa que debo recorrer  para que un día finalmente disfrute  el éxtasis supremo del mar de tus besos.

  Pero no quiero ser uno más. Pensándolo bien...   en ese caso, no quiero que tus caricias me seduzcan como ayer, donde era solo para ti, vivía para ti, sonreía y tú eras el motivo, la causa y mi razón. Ya no quiero ser uno que se sienta solo a recibir escombros de tu cariño, quiero sentirme vivo  y no solo parte de una lista...

Estoy bien, ahora solo lloro tu ausencia, mejor que llorar  tu partida y tu traición... Pero sabes así como alguna vez te amé y te juré eternidad, como hoy lo hago, si me dejaras por otro... Así mismo te deseo lo mejor porque el odio se le desea a alguien importante que marca nuestra vida de alguna manera; pero tú, tú solo marcas la tuya y eso, eso es peor.

__No precioso, esta vez no hay otro u otra, soy solo yo, mis fantasmas y yo, mi vida demasiado larga de farsante y yo.

__Siempre que estás conmigo aquí en mi pensamiento, siento que algo regresa y me alegra la vida; pues se me llena el alma de un grato sentimiento, al recordar la bella experiencia vivida.

En mi alma siempre aflora todo el amor que siento, y en mi corazón mora la caricia perdida, porque en la soledad  aún quedan las huellas de lo que no se olvida. Y siempre que el recuerdo regresa y así me invade, mi corazón disfruta; por eso no lo evade, pues no hay resentimiento donde quedó el amor. Y en mi alma y corazón hay armonía y apertura, para todo tu amor y toda esa ternura que me diste y hoy yo siento rondar en mi interior.

Y no dejo de pensar en ese secreto que tus ojos me dicen cuando brevemente se encuentran con los míos, en ese enorme deseo aunque es prohibido, esas ansias de llenar espacios vacíos, de recuperar el tiempo que por malas decisiones se ha perdido.

Y tu secreto me involucra, me atrapa cual si fuese yo esa respuesta que esperas, y me sumerjo en un sueño de besos y caricias desesperadas, de una pasión que arde como fuego en las hogueras  de dos cuerpos desnudos prodigándose amor en las madrugadas.

Yo sigo soñando al calor de tu piel, entre la cálida humedad de tus labios y me convierto de pronto en tu amante fiel, al que nada importan ni los días ni los horarios.

Siempre estaré allí, cuando tus ojos busquen mis ojos para dar rienda suelta a esta forma tan nuestra de pecar, para hacer el amor aun sin tocarnos, para soñar juntos por un fugaz momento y luego despertar, esperando una nueva oportunidad para entre suspiros y miradas volver a amarnos.

Y mientras tanto; no dejo de pensar en ese secreto que tus ojos le revelan a los míos.

Nunca olvides que estoy y que es genial descubrir cómo dentro de nosotros vive un alma que tiene lápices especiales capaces de colorear también las páginas más negras de nuestra vida y transformar en conocimiento sabio las heridas de pasado.

¿Qué debo hacer con el estudio, con la cátedra?

__Lo que quieras, seré yo el que tome un tiempo, cielito, no te he echado como antes, puedes continuar, y si te piden explicaciones, que hablen conmigo.

Pedro no quería desprenderse de Guillermo, pero sabía que debía hacerlo. Lo soltó con el terror de perderlo para siempre y con el miedo atroz de quedar destruido.

 Aun así, se puso de pie y salió de la suite sin mirarlo de nuevo. Iba a encaminarse a la escalera pero la tentación lo detuvo y acabó atravesando el pasillo, hasta la habitación de Guillermito. Apenas abrió la puerta un milímetro para no despertarlo, solo lo suficiente para que un haz de luz le iluminara la mejilla. Allí estaba, abrazado al delfín de peluche que él le había regalado.

__Te quiero con toda mi alma, y te prometo de nuevo que iremos a ver a los delfines, regresaré _le dijo, así como un secreto, y después se volvió antes que lo venciera la necesidad de creer que nada de todo eso estaba sucediendo.

Guillermo que lo espiaba desde la suite, se cubrió la boca con las manos para no llamarlo. Había conseguido el coraje necesario para reconocer el problema esencial por lo cual siempre había algo que amenazaba con separarlos, no era Nazarre, tampoco Matías, ninguno, y no podía ignorarlo.

Iba a resolverlo antes de seguir transitando un camino de ensueño del modo equivocado.

__

Palermo.

Pedro se quedó en el departamento, cuando llegó se echó vestido en la cama, casi se repetía la escena de la vez en que sufriera el accidente en la moto, perdió la mirada en el techo, acudiendo a la mente las imágenes felices del día en la playa.

Esta noche de pasiones y entregas  cuando extasiados los amantes  con besos y suspiros se dan sus amores  entre sábanas de seda y linos  jurándose amor y dicha eterna en total y sublime adoración.
Mi alma viajera avanza veloz entre las sombras a la cita que tengo con mi amor. Vestido de transparentes ropas volando entre las nubes, llega hasta ti mi corazón.
Con mi esencia, muy dulcemente  acaricio tus manos,  escuchando al instante tu voz.  Entre dormido y despierto a beber me ofreces  el cáliz de tu boca que se abre presurosa  a recibir mis besos.
En entrega absoluta, despojándome  de todo mi pudor me suelto entre tus brazos  bebiendo de ti  los dulces placeres de tu aliento. Recorriendo mi cuerpo con tus dedos me haces estremecer, mojando de amor todo mi mundo con el loco vaivén  de tu cuerpo con el mío, esculpiendo toda mi piel con precisas cinceladas como Miguel Ángel esculpió la estatua del David. Así me tomas en tus brazos recorriendo con avidez mi ser. Con jadeos soberanos
que indican que soy tuyo y tú eres mío. Con imaginarios mordiscos que erizan toda mi piel de pies a cabeza y de cabeza a pies. Es nuestro juego.
Dejando de lado el mundo entero para gritar y gemir de placer y  en profundos estertores nuestros cuerpos se agitan. Lamiéndome despacio con tu suave lengua saboreas toda mi miel. Vuelves y comienzas de nuevo una y otra vez buscando mis orgasmos hasta hacerme sentir hombre. Te siento mío hombre divino palpitando fuerte  muy dentro de mí. Derramando todo tu ser quedamos unidos y muy quietos culminando una noche de besos y suspiros como los enamorados que se comen vivos en nuestra entrega muy sublime en esta hermosa noche
llena de pasión. Me devuelvo en mi alma etérea  a mi aposento dejando en ti todo mi olor trayéndome pegado el tuyo. Caigo rendido al sueño despertando al amanecer.
Evocando ese amor tan divino que nos une para siempre haciéndonos enloquecer.

En y con él  me quedaré hasta volverte a ver, te amo, Graziani, y jamás te dejaría ir.

Hoy quiero sobornar a tu mirada, que al verme sientas una pasión incontrolada. Quiero sobornar a tus instintos, que me deseen después de embriagarse en el líquido de mis besos cual si fuese vino tinto. Con astucia sobornar tus deseos, llevarlos hasta el frenesí, donde vivan y mueran solo para mí. Quiero sobornar a tu piel, que mis caricias tengan el embrujo de llevarte al firmamento, y te sean indispensables en todo momento. Quiero sobornar a tu ser, a tu piel, a tu cuerpo y a tus ojos, que todo tú, no puedas resistirte a mis virtudes y defectos, que mis ángeles y demonios para ti... sean perfectos.

Me bebo lentamente tus pupilas brillantes, mi mirada se atraganta  ante tanta belleza, te veo hermoso y mío, acaricio tu pelo mientras las estrellas duermen.

Conozco de memoria  tu suave melancolía, afuera brilla el sol tenue calor, ardiente seducción.

Me adormezco en el ruido de tus hondos suspiros, la tarde está tendida en el patio tras la luminosa ventana, son muy cortas las horas. Mis manos son palomas  resbalando en tu espalda, mi sombra se fue lejos ahora estamos solos. En las grietas del tiempo nos encontraremos siempre, y en ese silencioso,  y prolongado abrazo nuestro, sabrás cuánto te amo.

Lunes, 30 de agosto de 2016.

__No, Beto, no iré por unos días, no le hagan preguntas a Pedro, ayúdenlo.

__Pero… Guille, es peor, no puedes encerrarte.

__No lo haré, ni siquiera puedo mirar a mi hijo, solo necesito un tiempo, Beto, está todo bien, confía en mí.

__Está bien, pero no lo pierdas la pibe, Guille, te ama, y vos.

__Lo sé, claro que lo amo.

__

La primera en saber que había alejado a Pedro fue la analista que había consultado por Fabián y Guillermito.

__El motivo de la separación no es malo, esta vez sé que es para mejor, lo siento en el corazón. Todavía no sé cómo ni cuándo, pero voy a encontrarme conmigo mismo y entonces no voy a necesitar que mi cielito me lleve a volar. Voy a ser el ave fénix que vuele a su lado.

__

Después de la sesión, tuvo fuerzas para contar su determinación a sus empleados y asociados,  Marcos y a Gaby, aunque no entró en detalles con ellos. Pedro había salido, en la empresa lo necesitaban y lo supo por un llamado de Beto por lo que fue al estudio.

__Pedro, es tan bueno y tan lindo _dijo Gaby.

__Lo sigue siendo, lo será siempre _aclaró Guillermo.

__ ¿Y vas a esperar a que los dos sean viejos para vivir su amor? __ intervino Marcos luego.

__Espero que no __replicó Guillermo.

__ ¿Esperas que no? __lo regañó Beto.

__Es todo lo que puedo decir hoy.

__Guille, si te sientes culpable de alguna manera por la muerte de Silvina, tienes que saber que no tienes la culpa de nada.

__No es eso _contestó Guillermo.

__Es la única razón que se me ocurre para que puedas dejar a Pedro. ¿Tienes idea de lo que estás desperdiciando? Vimos cómo se miraban desde conocerse. Viejo, ese tipo de amor no lo tiene todo el mundo.

__Es cierto _admitió Guillermo, sin moverse de su postura___. Por eso mismo pienso que un tipo de amor tan pasional y profundo merece algo mejor que lo que puedo aportar en este momento.

__ ¿Y por qué tienes que alejarlo? __ se ofuscó Gaby__. ¿Por qué no esperaste a que pasara el mal rato? ¿Por qué no lo superaron juntos como hacen los mejores matrimonios?

__Porque lo que necesito va más allá de dejar pasar un momento y no estamos casados. Es emprender un camino de búsqueda que no puede hallarse en la vorágine de una relación como la que Pedro y yo tenemos.

__Che, Guille, si es por la muerte de Silvina… __intentó seguir pero Guillermo lo interrumpió con un suspiro.

__! ¿Por qué todos piensan que me siento culpable porque ella haya muerto?! Es cierto, su muerte detonó una bomba  de tiempo que latía en mi cuerpo, pero estaba puesta ahí desde mucho antes. Desde que me casé con ella, tal vez, no lo sé con exactitud. Lo importante es que quiero desactivarla y desterrarla de mí y para ello necesito tiempo.

__ ¿Qué le dirás a Fabián?

__Todavía no lo vi, no preguntó por Pedro y tampoco volvió a hablar de Silvina, ni creo que lo haga, no sé si está bien siquiera, no la lloró, no fue al entierro, se niega a conocer a los hermanos. No sé qué está bien y qué no.

__ ¿Y qué les dirás en tu casa cuando pregunten por Pedro y Agustín?

__La verdad de manera honesta supongo, pero delicada _respondió, recordando las palabras de Pedro cuando había tenido que explicar a su hijo lo del fallecimiento de Silvina.

__

Ese día en la cena comprendió por qué Guillermito no había preguntado por Pedro cuando la voz de Valeria sonó sin que supiera todavía.

__ ¿Y Pedro, Guillermo?

Guillermito lo miró con una sonrisa y respondió en lugar de él.

__ Pedrito está curando animalitos, por eso no vino, pero va a volver en cualquier momento.

Guillermo tragó con fuerza, la comida le había quedado atravesada en la garganta.

La cena transcurrió en silencio, pero esa misma noche Guillermo decidió contar la verdad a los tres, no podía soportar que se sintieran engañados luego. Esperó a que terminaran de cenar, y decidió hablar.

__Guillermito, tengo que contarte algo, a todos, aunque papi ya lo sabe _el nene lo miró, atento___. Esta vez Pedro no está con animalitos.

Guillermito sonrió para demostrarle que estaba equivocado.

__Claro que sí, abuelo _-replicó: Si no viene, es por eso. Estoy seguro.

Guillermo suspiró, sabiendo que le provocaría un nuevo dolor a su nieto. Fabián y Valeria miraban atentos.

__No digo que Pedro no vaya a volver _contestó, sincero__. De hecho estoy seguro  de que en algún momento nos vamos a encontrar, pero quizás no sea pronto. No sé cuándo será, y no quiero que te hagas ilusiones.

Guillermo apretó los puños, hacía  poco, ya habían mantenido la misma conversación. A diferencia de esa vez, ahora Guillermito se había encariñado de manera especial con Pedro, y Fabián vivía la segunda pérdida, la reacción del hijo fue silencio, la del nene otra.

__¿Por qué? __ Bramó__: ¡Es tu culpa!

__Guillermito, no… __trató de explicarse Guillermo. Estirando los brazos hacia él.

Guillermito se puso de pie y lo rechazó.

__!Sos malo abuelo!

__!No!

__Llámalo, por favor _rogó al borde del llanto.

__No.

Guillermito  se echó a llorar y corrió a los brazos de su mamá. Guillermo no lo siguió, y con el peso del dolor de todos, subió la escalera rumbo a su habitación.

__

Hoy me hablaron de ti Guille  y recuerdos vienen a mi mente como un fuego candente, es que aún me dueles y quiero apagar la llama perpetua de tu amor.  

Me hiciste tocar el cielo hasta llegar al límite de lo imaginable y hoy  estamos como dos extraños divagando cada uno en caminos distintos sin encontrar la paz ni el olvido dejando huellas de un amor imborrable.

Quién diría de aquellos días de felicidad, al abrir mis ojos al alba encontrarme con tus pupilas, amor de muchas primaveras donde mi alma entera clamaba desde mis adentros entre latidos y suspiros, palpitando en cada espacio de mi ser, fluyendo en mis venas cuando las auroras irradiaban felicidad plena entregándonos con devoción.

Sentimiento divino que ambos construimos días y noches amándonos…  mas hoy eres ausencia, todo mi ser te clama y aún te reclama, pronunciando tu nombre con ansiedad donde dejaste tu esencia,  mas con gritos callados que se pierden ahogando mi corazón acongojado borrándome la sonrisa queriéndote preguntar si aún me amas, dejándome el alma herida sin un destino, sin un sendero donde anclar y a la vez no querer mirar atrás.

Sin palabras nos marchamos por creer ser parte de tu alma cuando prendiste la llama de tu amor uniéndome a ti con embeleso, mas mi voz se quiebra por saber que no fueron pétalos de rosas, fueron las espinas que clavaron mi corazón, creyendo que lo abrigarías, me dejaste un dolor perpetuo,  cortaste mis sueños cuando pensé que serías la luz de mi esperanza viva, hoy voy divagando sin guía ni brújula que guíe mi destino por las veredas del olvido.

Aun extrañando el abrigo de tu ser lleno de desesperanza por tu sinrazón, consumiéndome en el frio inclemente de tu amor,  hoy que me hablaron de ti,  tengo que aceptar que nuestros caminos se dividen y que los sueños que hilvané, que por mucho tiempo esperé creyendo ser mi principio y mi final,  tengo que aceptar que fueron palabras que caen al vacío cuando decías que haríamos huesos viejos por ser promesas muertas.

__

Pedro perdiendo la vista en el indolente latido de la ciudad,  se sintió presa de la empresa nuevamente, y apenas oír voces en el pasillo, entró Belén con cara de disgusto.

__Es el señor Cavas, Pedro, lo siento.

__ ¿Cavas? __ preguntó extrañado__. ¿Pero no estaba en Uruguay donde lo trasladé?

No pudo decir más. Aquel odioso individuo apareció por la puerta con su mirada inquisidora de siempre. Convencido de lo que pensaba de él, Pedro se levantó, y con tranquilidad escuchó cómo se dirigía a él.

__Pedro, querido, ¿cómo estás? _saludó con sorna.

Con la mejor de sus sonrisas, le ofreció la mano.

__ Buenos días señor Cavas. ¿Cómo usted por aquí?

Mirando a su alrededor, se dio una vuelta por el despacho y soltó.

__Necesitaba regresar a Bs. As. ¿Qué tal todo?

Pedro iba a responder cuando vio que él  se paraba ante su mesa, y sin preguntar, cogía unos documentos y los ojeaba.

“Eso sí que no”, pensó. Y acercándose le tendió la mano.

__Espero que no se tome a mal esto, pero, ¿me devuelve los papeles? Son confidenciales.

Con una fría risa, él se los devolvió.

__!Pero qué dices muchacho! _replicó con sorna__. Esto es el contrato para importaciones y exportaciones __. Y con la furia instalada en los ojos, aclaró: Sé perfectamente de lo que va el tema.

__Tiene razón _respondió, Pedro marcando distancia___. Este contrato es algo que usted comenzó con su anterior equipo, pero desde hace unos días las cláusulas acordadas ya no existen. Y, sin ánimo de ofender, ahora es asunto mío, no suyo.

Cavas se disponía a replicar. Aquel idiota, ¿quién se había creído que era? Pero no pudo, entró Gutiérrez el gerente a cargo por la puerta antes que las palabras.

__Cavas, amigo, ¿cómo estás?

__De visita  __aclaró este, y mirando a Pedro, dijo ___: Hablaba con Pedro sobre el contrato de exportaciones.

Gutiérrez dirigió la mirada a Pedro.

__Sí. Estamos consiguiendo cambiar algunas  cláusulas a nuestro favor gracias a este estupendo abogado que como jefe es infalible.

__Gracias, Joaquín, eres muy amable, pero como dueño, es mi deber.

__Por cierto, ¿ya está firmado?

Con los papeles aún en la mano, Pedro se los tendió.

__Le estaba echando un último vistazo antes de la comida que tengo hoy con ellos para la firma.

__Estupendo.

__Esperemos que lo acepten y por fin cerremos esta negociación _añadió Pedro notando el entusiasmo de su gerente.

Sin entender nada, Cavas los miró, Gutiérrez le aclaró.

__Exportaremos nuestros productos también al mercado europeo. Sabemos que al principio será lento y trabajoso, pero ya hemos abierto sucursales en Hamburgo y Milán, y en breve espero que en Grecia.

__Cómo? __preguntó Cavas con los ojos desencajados__. ¿Han abierto sucursales en Europa?

__Sí. __Pedro sonrió al ver su sorpresa.

__Pero, ¿cómo? Otras veces lo hemos intentado y no ha dado resultado.

__Tienes razón.  Pero Pedro se puso en contacto con varios despachos de algunas ciudades y encargó un estudio de mercado _aclaró el gerente con orgullo__. Solo te puedo decir que después de mucho trabajo, hemos llegado a la conclusión que podemos exportar a precios competitivos... __Y acercándose a Cavas, indicó__: Amigo mío, esto es un reto. Nunca había sido posible, pero ahora lo es. __El gerente se volvió a Pedro y sonrió: Entonces, querido, ¿no puedes venir con nosotros a comer?

__No, gracias. He quedado para comer con ellos, quiero tener todo revisado y atado.

Con gesto agrio, Cavas se despidió de Pedro. Este lo miró. Había descubierto cosas durante aquellos días que, si salieran a la luz, a aquel estúpido se le caería el pelo. Pero aquello era algo que guardaba de momento. Quizá tuviera que utilizarlo.

___

__Pedro, amorcito, extraño todo de vos. Extraño tus ojos marrones desde que te fuiste, muy tierno y triste, bello, tranquilo, sereno.

La vida entera te  quiero dar. Perdí mi razón, mi cordura con tus besos y tu ternura.
Mi locura has provocado.

Con mis besos te vuelvo loco, mi piel la fundo en tu piel, tus labios destilan miel y  a besarlos me provocas. Me inspiro pensando en vos, sueño con darte mil besos. En tu amor me sumergí buscando amores extraños, quise llegar a la cumbre ebrio por la pesadumbre de angustias y desengaños.

Al viento tu nombre exclamo mil gracias por existir. Me duele tanto fingir no puedo mentir… yo te amo. Cuando no creía en la magia,  ni en  una fantasía, algo surgió en mi vida que llenó mis sentidos y llegaste vos. Solo  deseo que recuerdes que se iluminó mi vida. Mi corazón agitado no me deja  decir más. Y si eso no es magia,  ¿qué es?

Me enseñaste que la fantasía era una realidad, con ello nació la necesidad de tenerte entre mis brazos, deseé  ser ave para poder volar a tu lado a cada  momento y no me preguntes si te  amo,  solo mírame a los ojos. Te regalo el amor. La canción  donde suenan tus ilusiones,  te regalo una vida que  las hará realidad.  Tomaré esa copa que me ofreces pero llena de vos.
Te regalaré esa red  con que atrapaste mi corazón. Viajaré despacio por el paraíso de tus caricias. Este amor es tan fuerte que  cambió mi alma,  como un huracán que  destroza mis entrañas. Con vos  nada es igual. Déjame acariciar tu piel, déjame besar tus ojos, dame esa noche y muchas más. ¿Pues qué será de mí sin esas noches sin días? Sos el complemento de mis besos,  la lluvia  de primavera que cae  abrazándonos de vida y felicidad,  sos ese  corazón que baila en mi alma siendo verbo. Sos  mi  cordura con todos  los colores de la pasión, y te recuperaré, no te vayas lejos amorcito.

__ ¿Cómo se olvida el amor?  Guille, yo no lo sé, porque siempre fuiste tú y nunca te olvidé, ni en el Ártico, ni en el sur.

Tal vez el pasado no vuelve  porque no quiere vivir la  misma tortura dos veces. Se te hizo fácil de  olvidarme y borrar  mis besos en otros labios,  mis caricias en otro cuerpo cuando no reconocías mi rostro, hoy no podrías reemplazarme cuando aún mi corazón late en el tuyo.

Difícil será olvidarte, porque no te voy a mentir, aún te extraño y pienso en ti, pero de eso,  de extrañarte no puedo vivir, así que hoy es mejor dejarte ir...

Descubrí que para volver a enamorarme tenía que  sepultar cada te amo cargado de mentira,  secar cada lágrima  y abrir mi corazón  para vaciarlo de recuerdos  caducos que solo  mantenían abierta la herida. Y también descubrí,  que un nuevo amor
sería quien sane  cada una de las heridas... No te asustes, me lo digo, es mentira, no me hieres, me duele la distancia pero la entiendo, no dejaré de amarte, de buscarte, de soñar la vida a tu lado, de pensarte todas las noches y  de despertar con la esperanza que me des una señal
de un nosotros. Fue difícil,  pues mi corazón se  quebró al alejarme.
Nos amamos con  furia en el pasado. Nos devoramos  con la pasión en llamas mientras escondíamos  nuestros fracasos y los fragmentos  de recuerdos entre  besos y abrazos... Así nos entregamos  por despecho, disimulando la  nostalgia arrancada de la cama. Asesinamos como verdugos  todas esas bocas besadas,  arrollando los cuerpos. Te ofrecí mis sueños,
mi vida, todo lo que soy. Quizás fue poco para ti, pero ya no tenía más que darte si hasta mi alma te di...

A veces quisiera alejarme  y no buscarte más, quisiera no necesitarte, deseo ser parte de tu vida, de tu tiempo, pero entiendo que hay cosas más importantes que mi compañía. Perdón por amarte... A veces quisiera que rieras, que lloraras, o que jugaras pero más que nada, me hablaras de ti y de mí, el nosotros es lo único que importa, me haces falta, y tú ni te das cuenta. A veces quisiera que me abrazaras, que me tocaras, que me besaras, que me desearas, que fueras por un instante solo mío, pero tú solo me ignoras y te entiendo. Trato de entenderte, callar y valorar el poco tiempo que me das, la mucha soledad que me dejas,  pero ya me acostumbré, soy responsable porque yo permití, me apuré. Perdón por amarte como
te amé, no sé si  lo supiste valorar, ahora ya no me encontrarás disponible para ti, ahora sé, estoy convencido que mi amor es verdadero y lo mereces mas me apuré, tenías que aprender a volar, solo espero no tardes, amor, no demores.

__ Lunes, 14 de setiembre de 2016.

En la empresa se hace más fácil que en nuestros lugares, allí tu presencia no está en cada rincón, las exportaciones con Europa se han disparado y aun en la crisis no hubo que despedir a nadie, es más, se contrataron trabajadores temporales.

Cavas había llamado unas cuantas veces desde Uruguay, yo era consciente de que en cuanto pudiera me perjudicaría. Pero lo que él todavía no sabía es que yo había descubierto por qué, en los años que él estuvo en su puesto, el mercado no se había ampliado a Europa.

Durante años aquel viejo zorro, sin que nadie lo supiera, había trapicheado con partidas de mercadería en las empresas europeas. Lo descubrí a través de uno de los asesores en París. Bajo el nombre de una empresa inglesa, Cavas mandaba cada seis meses, grandes partidas a ciertos puertos europeos para su distribución, razón por la que cobraba grandes cantidades de dinero en negro. Llevaba además algo más que mercadería legal, esperé la confirmación, no podía fallar.

Aquella mañana esperaba en el despacho una cita importante. Hacía días había contratado a un detective privado y este regresaba con pruebas. Sonó el teléfono. Era Belén anunciando la visita que esperaba. Nervioso, me levanté para recibirlo. La puerta se abrió y entró un hombre joven.

__ Buenos días, Doctor Beggio.

Tras los correspondientes saludos, ambos nos sentamos y el hombre me tendió una carpeta.

__Aquí tiene. Facturas de las partidas de mercadería y de los barcos donde eran transportadas. Verá documentos de distintos almacenes y de salidas y recogidas de camiones. __Pedro lo miraba todo boquiabierto. El hombre continuó: Hemos comprobado las firmas, aparecen dos diferentes. Una corresponde a un tal Ricardo…

__ ¿Ricardo?

__Sí, Hablamos de Ricardo Flores. Estuvo trabajando para esta empresa durante años, siete.

__Sí… sé quién es. Pero no podía imaginar que estuviera metido en este lío.

El detective, acostumbrado a aquello, continuó con su explicación.

__Pues siento decirle que él y Cavas, junto con un empleado más, son los cabecillas de esto. He confirmado que el tercer empleado es un narcotraficante de cocaína y drogas de síntesis.

__ ¿Cómo? __preguntó en un hilo de voz.

__Lo que ha oído. Creo que Cavas y el tal Suárez trafican con algo más que simple mercadería.

Y también el encargado de depósito y almacenes, firma la orden de salida de la mercadería.

__ No puede ser _susurró Pedro horrorizado.

Todo era más grave de lo que creía. El detective le tendió otro papel.

__Aquí tiene el número de cuenta donde se abonan las llegadas. Una vez llegan a puerto, ese dinero es transferido a las cuentas de Cavas y Suárez. Hasta hace un tiempo, parte del dinero pasaba por la cuenta de Ricardo, pero eso dejó de ser así desde hace días. Doctor, ¿qué sabe usted de ese tal Ricardo?

__Poca cosa, la verdad. Ascendió rápidamente, pero de la noche a la mañana lo despedí y no he vuelto a saber de él pese a que amenazó con juicio laboral.

__Exacto __asintió el hombre__. Nunca más ha sabido de él.  Está en paradero desconocido, hemos intentado localizarlo, pero las pistas se pierden. Creo que aquí hay algo muy feo. Una persona no puede desaparecer.

__ ¿Qué está tratando usted de decir?

El detective lo miró a los ojos.

__Mire, doctor. Llevo mucho tiempo trabajando en este tipo de casos, y cuando aparecen indicios de alguien que no deja pistas tarde o temprano, aparece asesinado.

___ ¿Qué?

_ Sé que resulta descabellado lo que digo, pero nosotros cuando comenzamos con un trabajo, intentamos atarlo todo para que no se escape nada. Hasta el momento todo estaba atado, por decirlo de alguna manera, pero se nos están escapando hilos de la madeja y uno es el paradero de ese Ricardo. Lo hemos investigado, es abogado, la última vez que lo vieron fue a los dos días de ser despedido de la empresa. No iba solo. Iba con el encargado de almacenes. Y a partir de ese momento no se lo volvió a ver.

__ Quiere decir que pudo ser quien… __ susurró Pedro mientras se levantaba con lentitud de su mesa.

__Exacto.

__No puede ser. Es un buen hombre, hace años que mi padre lo contrató, es amable, encantador. No puede ser Tiene que haber un error.

__Lo entiendo y hablo hipotéticamente. Pero lo que sí sabemos es que fue la última persona que estuvo con Ricardo. Y que días después recibió en su cuenta un ingreso importante.

 Pero como al momento todo es supuesto, le diría que no contara a nadie, por su propia seguridad.

__ ¿Mi seguridad?

El hombre se levantó para despedirse, y entones le replicó con gesto serio.

__Escuche, Pedro, hay muchos detectives en la ciudad, y el mismo trabajo que le estoy haciendo yo a usted, otro se lo puede hacer a Cavas. Nosotros hasta el momento hemos cumplido con lo pactado. Si quiere que continuemos, solo tiene que llamarnos, piénseselo, y medite si quiere seguir adelante. Tiene usted mi teléfono.

__De acuerdo _asintió aturdido __. Lo llamaré.

__Por desgracia, doctor, cuando se empieza a limpiar el polvo, siempre se termina encontrando algo más que suciedad. Buenos días.

Pedro quedó atónito. Lo que había comenzado como una investigación en relación con las partidas de mercadería que desaparecían, estaba orientándose hacia el asesinato de Ricardo. Con un extraño temblor en las piernas, se sentó, y sin querer, recordó lo que Ricardo le había dicho a Cavas, cuando lo echó. “Viejo zorro. Si yo caigo, tú  también caerás”.

Al despedirse pasó a saludar al jefe de despachos, tan cordial como cuando de jovencito visitaba la empresa le habló de su familia, y se preguntó cómo ese hombre podría estar metido en un lío semejante, no encontraba respuesta razonable.

Necesitaba ir al country, cenar con Agustín, no quería estar solo, tampoco dejarlo solo, de pronto, un escalofrío lo recorrió, y la mente se fugó a Guillermo, al fin tal vez, fuese lo mejor que estuviesen separados.

__

Amor a distancia... ¿cuántas veces he escuchado ese término? Me imagino que muchas y es que sí, sucede, existen esos amores, por eso hoy  quiero compartir lo que para mí es y lo que yo creo que significa.

Es muy cierto que nosotros no elegimos al amor, sino que es él quien nos elige y no siempre sucede de forma convencional. Existen parejas que por diversas razones no están físicamente juntos y eso no es impedimento para encontrarse en su camino y permitir que su amor nazca y se desarrolle de forma bella.

Amor a distancia es un compromiso que se hace por el solo hecho de valorar y respetar a la persona amada, es un acto de absoluta confianza sabiendo que ambos son fieles a pesar de la distancia, amor de lejos también le llaman, es comprender tiempos, compartir momentos, contarse todo y valerse de mil fotos intentando acercarse a la realidad que viven, también significa tener una alta dosis de paciencia para saber esperar el tan anhelado encuentro.

Amar a distancia es caminar juntos aunque no sea tomados de las manos pero sí abrazados del corazón, soñar, desear, planear un futuro juntos. Vivir creyendo plenamente en el amor, en la lealtad, en la fidelidad, son algunos valores que siempre deben estar presente en las relaciones, amor de lejos es comprender que no siempre es necesario el contacto físico para estar compenetrados y entregados como pareja, siempre que exista el amor como base sólida y teniendo total transparencia un amor así perdura para toda la eternidad.

Como siempre he dicho, amor a distancia, es un amor puro, bonito, de almas. Lo guardaré Guille, hasta que regreses te amaré a distancia como siempre, como antes de encontrarte en la cafetería de… La Cátedra.

CONTINUARÁ.

HECHOS Y PERSONAJES SON FICTICIOS.

CUALQUIER PARECIDO CON LA REALIDAD ES COINCIDENCIA.

LENGUAJE ADULTO.

ESCENAS EXPLÍCITAS.