“NO
SOY YO”.
CAPÍTULO
OCTAVO.
Marzo de 2018.
__ ¿Qué sucede?
__Un accidente, pero no, no es.
Fabián fue por el pedido, apenas abrir la
agenda de tapas de cuero, miró la hoja, el vuelo, y así la llevó a su padre,
Guillermo abrió y cerró los ojos varias veces, Fabián lo vio
palidecer, temblar, y apenas oyó el grito,
cuando con todas sus fuerzas alcanzó a sostener el cuerpo de
Guillermo que se desmoronó cuando todo se volvió negro...
Cuatro años después.
Ana, asomó la cabeza. Luego de un matrimonio
de a ratos bueno, sin alianza, un pacto a su modo, apenas a veces compartiendo
cama matrimonial, y una adicción superada con otra pareja tras el divorcio, la
madre de Fabián, trabajaba a su lado, la quería, eran amigos, había rescatado
algo, por el bien de su hijo.
¿Tienes un momento?
__Para vos, siempre.
Ana atravesó el despacho como la elegancia
felina que había aprendido de Sonia en esos meses, la ajustada chaqueta y la
falda a la altura de la rodilla le daban una apariencia que solo vio de joven.
__ ¿Es la nueva publicidad del fármaco
estrella contra el cáncer de cerebro?
“El
garabato de la lluvia nos conduce hasta el hogar destino que siempre has sido
tristeza enamorada y clandestina. Y allí rodeada de tus frágiles dogmas, de tus
lágrimas secas / de tu siglo de sueños, nos abrazas como anticipo del placer”.
Triste
nro. 1 - Mario Benedetti.
Guillermo movió el panfleto para que los dos
pudieran verlo, pero ante sus ojos, lo que sucedió como el paso de una
película, fueron sus días junto a Pedro… en aquellos años en que le anunciara
que padecía la enfermedad, el inicio del calvario, que lo
terminó… alejando, según todos… para siempre.
__El
departamento de publicidad acaba de mandarlo, no termino de verlo.
Ana
cruzó los brazos por delante del pecho y estudió el panfleto, Guillermo
continuó perdido en los vericuetos de la mente.
“Hoy
he llorado por vos, Pedro. Tal vez pensando en lo que fue nuestro amor y el
dolor que sentí cuando alguna burla del destino te alejó tantas veces de mi
lado.
Hoy he llorado por vos porque algún día te amé como nunca amé en mi vida y tu recuerdo llega como un rayo que fulmina a mi corazón. A este triste corazón que no deja de llorar por vos.
Porque no puede olvidarte a pesar del tiempo ya pasado. Hoy he llorado por vos como si pudiera comprender esta soledad que me atormenta, que viene a mi mente como un hálito de tristeza por este indecible amor que pasó. Mis recuerdos me atormentan y se refleja como un aura de tristeza que no es capaz de descifrar este dolor que me embarga como dardos encendidos que penetran en mi cuerpo. Como un tropel de caballos dejando dolor y pasión en este cuerpo desfallecido. Hoy he llorado por vos y mis tardes se tiñen de colores fantasmales en el ocaso deshecho sabiendo que no puedo olvidarte. Porque ayer fuiste mío y ahora sos del destino o de la nada si en verdad estás muerto. Hoy he llorado buscando luz en mi agonía por aquel beso perdido que llegó una tarde de verano para esfumarse una noche de invierno sin tu mirada en la mía, sin tus manos buscando mi corazón. Vuelve a estar en mis brazos y deseo mojar tus cabellos con mi llanto, aquellos que ya no son miel, sino hiel porque dejaste un vacío en este corazón partido y en mi alma confundida de tanto dolor, por perderte una noche de verano. Hoy he llorado por vos y como nunca te he extrañado y más aún te necesito aunque la sombra de tu amor haga correr una lágrima por mis ojos.”
Hoy he llorado por vos porque algún día te amé como nunca amé en mi vida y tu recuerdo llega como un rayo que fulmina a mi corazón. A este triste corazón que no deja de llorar por vos.
Porque no puede olvidarte a pesar del tiempo ya pasado. Hoy he llorado por vos como si pudiera comprender esta soledad que me atormenta, que viene a mi mente como un hálito de tristeza por este indecible amor que pasó. Mis recuerdos me atormentan y se refleja como un aura de tristeza que no es capaz de descifrar este dolor que me embarga como dardos encendidos que penetran en mi cuerpo. Como un tropel de caballos dejando dolor y pasión en este cuerpo desfallecido. Hoy he llorado por vos y mis tardes se tiñen de colores fantasmales en el ocaso deshecho sabiendo que no puedo olvidarte. Porque ayer fuiste mío y ahora sos del destino o de la nada si en verdad estás muerto. Hoy he llorado buscando luz en mi agonía por aquel beso perdido que llegó una tarde de verano para esfumarse una noche de invierno sin tu mirada en la mía, sin tus manos buscando mi corazón. Vuelve a estar en mis brazos y deseo mojar tus cabellos con mi llanto, aquellos que ya no son miel, sino hiel porque dejaste un vacío en este corazón partido y en mi alma confundida de tanto dolor, por perderte una noche de verano. Hoy he llorado por vos y como nunca te he extrañado y más aún te necesito aunque la sombra de tu amor haga correr una lágrima por mis ojos.”
__Guille,
¿Pedro verdad?
__
Perdón, Ana, es que vemos el avance de las drogas para el cáncer y me planteo
que todo pudo ser diferente hace cinco años atrás o más, cuando decidió la
cirugía y lo perdí por primera vez, si no se iba entonces, si no se hubiera
operado, tal vez hoy estaría a mi lado.
__No
sé qué decirte, Guille, excepto que lo siento, de verdad lamento los desencuentros
que tuvieron con Pedro, lo poco que disfrutaron de ese amor tan grande que te
hizo sincerar tu vida, que dejó en el camino a Malena, es realmente duro, y
complejo de entender.
__Esa
publicidad no transmite mucha felicidad, la verdad, parece mi estado de ánimo.
Se supone que el nuevo medicamento mejora la sobrevida y la calidad de vida.
Necesitas a un modelo atractivo con niños corriendo alrededor, juguetes
esparcidos por el suelo. Algo que indique que hay vida más allá del cáncer, que
aun sin cura segura vale la pena la vida que la droga deja en curso, algo que
vean los integrantes de los foros y los lleve a desear vivir, que disminuya la
tasa de suicidios, de cirugías, de
familias malogradas.
Ni
se te ocurra. __Sabía adónde iba. Ana ya tenía la mano metida en todos los
departamentos de la empresa, no necesitaba echarle mano a nada más __.Ya tienes
bastante que hacer y muy pronto ya no podré permitirme pagarte el sueldo.
__Ya
casi no puedes permitírtelo. __Se dejó caer en la silla que había delante de su
escritorio y sacó un informe de su bolso.
A
sabiendas de que Ana estaba a punto de repasar los pormenores del día, Guillermo tomó sus anteojos y se sentó en el
sillón de nuevo. Su reunión diaria con Ana, era lo único que ansiaba cada día.
Disfrutaba de una relación laboral muy cordial, de una admiración mutua luego
de que ella se especializara estudiando
tras el divorcio. Ella lo conocía, nunca se cortaba a la hora de decirle lo que
pensaba y él la respetaba por ese motivo, la necesitaba en esa empresa.
Ascenderla a vicepresidente de relaciones públicas de Graziani Pharmaceuticals
era la mejor decisión que había tomado allí.
__La
FDA (Administración de drogas, medicamentos, alimentos y tecnología médica de
Estados Unidos) y ANMAT (equivalente en Argentina) están poniendo reparos a los
resultados de nuestros ensayos clínicos en fase tres (a gran escala en humanos,
multicéntricos) __dijo ella que fue directo al grano__. Quieren estudios más
largos.
Guillermo
tomó el informe que ella le tendía y examinó los documentos. Los estrictos
requisitos de la Asociación de Alimentos
y Medicamentos, encargada de aprobar los fármacos suponían una frustración
constante. Nadie recordaba que en ese tiempo había personas muriendo de
cánceres que los nuevos medicamentos podrían curar o prevenir. Claro que nadie
como él sabía de qué iba el juego, llevaba años jugándolo. Y su empresa de biotecnología se adhería a
todas y cada una de las normas y de las evaluaciones de las autoridades
regulatorias. En ocasiones significaba
echar a la basura un fármaco en cuya investigación y desarrollo habían gastado
millones. En raras, significaba guardarlo en un cajón hasta que se pudieran
realizar más estudios. Tenía el
presentimiento de que el fármaco actual llevaba ese camino.
__Vale.
Que Sonia se encargue del tema y que averigüe qué necesitamos.
__Ya
se está ocupando del tema. __Ana reordenó los papeles que tenía en las manos y
le pasó el siguiente tema __. La semana que viene vuelo a Boston para ver cómo
va el A más D, del Medicón, han comenzado las pruebas en animales y tengo que
ver cómo van.
__Tenemos
gente conocida allá que podría enviarnos la información por mail o por la web.
__Guille,
la gente que dices está complicada con la fusión de Gray Pharmaceutical y me ha
pedido que vaya a darle una mano con el tema del A más D, que perfile los
últimos detalles de la fusión.
Guillermo
exhaló un suspiro frustrado y se pasó una mano por la cabeza. Esa fusión les
estaba dando más problemas que beneficios. Le había echado el ojo a Gray hacía
bastante tiempo. La empresa tenía un buen historial de ventas y medicamentos
interesantes y había tenido la suerte de que los problemas de liquidez la
dejaran en una situación vulnerable. Sin embargo el departamento de A más D
estaba haciendo que saltaran alarmas con ese nuevo medicamento.
__De
acuerdo, pero necesito que vuelvas enseguida. __Garabateó una nota y levantó la
vista__. ¿Algo más?
__Ella
desvió la mirada.
__
¿Ana?
__Has
vuelto a aparecer en la revista de cotilleos Guille.
Su
estado de ánimo empeoró muchísimo al escuchar el nombre de la revista de
cotilleos preferida. Guillermo Graziani, gay, divorciado de Ana, viudo de
Pedro, llevaba una vida de nuevo oculta con amantes como Nazarre y para el
afuera de fiestas con modelos y chicas de compañía que a veces le daba asco.
Ana
se sacó la revista del bolso y la dejó en su escritorio. En la portada había
una foto de una modelo famosa y de él mientras atravesaban el hall de un hotel
cinco estrellas.
__Genial
_masculló al tiempo que se respaldaba en el sillón mordisqueando lo moldura de
los anteojos para leer el titular que hablaba de los rumores de matrimonio.
__La
cosa mejora. En páginas interiores, hay una cita encantadora de ella asegurando
que le aterran los hospitales. Un paciente terminal acudió a uno de sus
desfiles, intentó conseguir un autógrafo y después de pedirle que pasara por el ala de oncología
del hospital, ella le dio la espalda. Le dijo que tenía que crecerle el pelo.
La prensa se ha vuelto loca con el tema, sobre todo por su relación con vos. No
nos ha beneficiado, Guille.
Apretó
los dientes al escucharlo. Su relación con esas chicas no era ni mucho menos
exclusiva, y el matrimonio era lo último que se le pasaba por la cabeza, es
más, se había jurado que luego de Pedro, nunca jamás pese a que odiaba la
palabra siempre y jamás, pero jamás hablaba con esas chicas de negocios. De
hecho apenas hablaban.
__
¿Cómo quieres que enfoque el asunto? __preguntó Ana.
__No
hagas nada, sería peor. Pasa del tema y lo olvidarán, pero la próxima vez que
pidas a la empresa de scort a una chica, que sea muda Ana, muda.
__La
prensa va a magnificarlo y ahora mismo no nos conviene una mala opinión pública
con todo lo que está pasando con Gray. Creo que debemos enviar un comunicado a
la prensa.
Como
si a él le importase. La prensa podía publicar todo lo que le diera la gana
sobre él.
__El
trato con Gay está cerrado, Ana. Y me importa una mierda lo que piense la gente de mí.
__En
fin, pues a mí sí me importa. Mi trabajo consiste en que me importe. Por eso me
pagas un montón.
__Te
lo pago porque te lo ganas.
__Eso
intento ahora mismo.
__Me
doy por enterado de tu opinión al respecto, Ana.
__Pero
vas a hacer lo que te dé la gana. Y eso quiere decir que no vas a hacer nada.
Guillermo
se levantó del sillón.
__
¿Quieres un whisky?
__Agua,
gracias.
Se
acercó al mueble bar, sacó dos botellas del frigorífico y le dio una a Ana.
__
¿Qué más?
__
¿A qué te refieres? __preguntó ella al tiempo que cerraba la cartera que tenía
en el regazo.
_Te
lo veo en la cara, ¿qué más?__ Tal vez se le diera bien tratar con la prensa
pero a él no podía ocultarle nada, se conocían desde hacía demasiado tiempo.
Ana
se respaldó en la silla tamborileando los dedos en la botella de agua.
__El
trato Gray ha despertado mi curiosidad.
__ ¿A
qué te refieres?
__A
tus objetivos a largo plazo. ¿Cuál es el plan?
__Me
he perdido.
__En
fin. __Se removió en la silla __.Además de
querer ser como en la abogacía el mejor en el mundo farmacéutico, algo
que ya has logrado, y de querer ampliar el número de empresas en red, cosa que
estás consiguiendo, me pica la curiosidad de saber adónde va todo esto.
Guillermo
tenía la sensación de que no le iba a gustar el rumbo de esa conversación.
Regresó al escritorio y esperó a que ella fuera al grano.
__Mira,
no lo tomes a mal, Guille, pero no sos el típico presidente de una
multinacional. __Enarcó una ceja __. Sos un millonario que tiene éxito en casi
todo lo que hace y te propones, pero no vives como un hombre que tiene dinero a
espuertas. Vives en una casa confortable pero podrías permitirte algo mucho más
grande y ostentoso. Conduces y poco el mismo coche… que te dejó Pedro. No se te
va la mano con los gastos, no tienes un yate, ni una avioneta, ni siquiera
sales de vacaciones, los chicos no van a grandes universidades o colegios
caros. Sos miembro de un club de campo porque a Pedro le gustaba pero lo odias,
no vas, casi no usas el coche con chófer de la empresa que tienes a
disposición, no organizas fiestas lujosas ni tienes relaciones con la alta
sociedad.
Guillermo
se volvió en el sillón para contemplar el río mientras ella seguía hablando.
Estaba anocheciendo y las luces de
Puerto Madero se reflejaban en el agua. Y la creciente oscuridad de la
noche de repente era la compañera perfecta para su estado de ánimo.
__Lo
que quiero decir _continuó ella _es que no pareces disfrutar de ninguno de los
beneficios que obtienes de tu trabajo acá, así que siento curiosidad por saber
por qué te esfuerzas tanto por ampliar la empresa, si lo que amas es el
estudio.
__Tengo
mis motivos, y no, no quiero esto para aparentar lo que nunca fui, para hacer
lo que jamás me gustó. __Y antes muerto que contárselos a ella o a ninguna
persona.
__
¿Pero qué sentido tiene si no se refleja
en tu vida cotidiana o en la de los chicos?
La
atravesó con la mirada.
__Mira
quién habla. Vos estás tan entregada hoy al trabajo como yo.
__Claro
que sí pero también tengo una vida más allá del trabajo. Vos no. Guille, no vas
a resucitar a Pedro dejando de vivir.
Guillermo
apretó los dientes, la poca alegría que sintió al comenzar la reunión había
desaparecido. No necesitaba que lo golpeara en la cara con su realismo tan
directo.
__Mi
vida privada no es asunto tuyo ya, Ana, es un derecho que me asiste si quiero
usarla para vivir recordando a Pedro.
La
tensión se mascó en el ambiente mientras ella lo miraba. Su relación era
profesional ahora, pero también amistosa, y compartían no solo el amor por esa
empresa, sino también por Fabián y una mutua admiración. Sin embargo, Ana,
acababa de cruzar una línea roja, y los dos lo sabían.
Varios
segundos después que se hicieron eternos en el silencio pasaron hasta que ella
dejó botellín y se puso de pie.
__Tienes
razón. Me he pasado de la raya. Me voy a Boston el lunes por la mañana, así que estaré disponible este fin de semana
por si surge algo.
Mierda,
Guillermo en ese momento se sentía fatal, pero su vida privada era precisamente
eso, personal.
Alguien
llamó a la puerta y los dos se volvieron para encontrarse con la cara de
Agustín que se había asomado.
__
¿Piensas quedarte a dormir acá, cuñado? Hola, Ana.
__Hola,
Agustín. __Esbozó una sonrisa alicaída mientras terminaba de recoger sus cosas.
A
Guillermo le bastó una mirada al reloj para comprobar que pasaban las veinte,
dejó los papeles esparcidos en el escritorio y se pasó las manos por la cara.
__No
me había dado cuenta de que era tan tarde, solo estábamos atando cabos. __Bajó
las manos__. ¿Qué haces acá?
__Se
me ocurrió pasar a rescatarte. _Agustín se echó hacia atrás la gorra de deporte
que llevaba. Se dejó caer en la silla frente al escritorio de roble de
Guillermo y apoyó los sucios mocasines en la impoluta superficie antes de mirar
a Ana con una sonrisa.
Guillermo
frunció el ceño.
__Vas
a dejarme el trabajo hecho un asco.
__Tu
trabajo ya es un asco. __Agustín sonrió__. ¿Te apetece una cerveza?
Una
cerveza fría en un bar ruidoso donde no pudiera pensar le parecía el paraíso en
ese momento.
__Claro,
solo tengo que recoger mis cosas. Miró a Ana con la esperanza de disipar la
tensión que aún flotaba en el ambiente__. Ana, ¿te sumas?
__Una
propuesta tentadora, pero no. Tengo una cita.
__
¿Con quién? __preguntó Agustín.
__Con
un periodista.
Guillermo
la miró con sorna, se trataba de alguien que estaba publicitando uno de los
medicamentos.
__
¿Ahora quién se relaciona con modelos?
__Yo
no soy la directora general de esta empresa. Nadie se fija en lo que hago,
saluda a Fabi.
Guillermo
se puso el saco, aliviado de escuchar el tono de su voz.
__Además
-continuó ella__; Agustín nunca me ha
invitado a salir, así que tengo que conformarme con modelos jovencitos y
macizos para matar el tiempo.
Guillermo
frunció el ceño.
__Te
acompaño a la salida preciosa __ dijo el joven Beggio.
Guillermo
pensó en el hermano, en una charla de un día al salir del estudio de la mano.
“Déjame
amarte, juro que besaré cada uno de tus suspiros cuando muera la tarde y tú
estés cansado de esperarlo. Déjame amar tus silencios aunque mi corazón
desangre en las mudas voces de este amor lacerante. Sé que no te bajaré una
estrella para lograr mis anhelos, ni robaré una rosa para adornar tu pelo.
Tampoco me tiraré al suelo sobre las aguas sucias para que tus pies descalzos
transiten mi cuerpo y no se mojen. No, no haré nada de eso. Cuando llegues,
tomaré tu mano y le daré un beso, y mirándote a los ojos te hablarán los míos
con la mirada tierna y llena de rocío y sin mediar palabras te llevaré a la cama, para amarnos hasta la aurora con tus ganas y las mías.
con la mirada tierna y llena de rocío y sin mediar palabras te llevaré a la cama, para amarnos hasta la aurora con tus ganas y las mías.
Inesperadamente
una visita que alegra a mi alma en la madrugada, ahí, donde los sueños y deseos
moran en la soledad de mis húmedas sábanas de lino blanco apareces tú, para
frenar un nuevo amanecer donde remueves
todas mis aguas revueltas, donde
inquietas están mis emociones por morirse en la cárcel de tus ojos.
No quiero vida mía que te alejes, ni que pintes soles oscuros en mi cielo, unamos nuestros horizontes el tuyo y el mío, con los caminos de mis sueños, como sabes amor dejé mis puertas y ventanas abiertas, seguirán abiertas para ver pasar tus pensamientos y anhelos, yo los recogeré en mis manos cuando lleguen a posarse, en el crepúsculo de la noche que adormece mil lunas para mí. Quiero ser pasajero de tus viajes y vivir el tiempo que nos queda, y quizá podamos hacer que el reloj se pare cuando menos lo esperemos, somos estrellas fugaces como el aroma de las flores que hoy abren y mañana se mueren por no ser regadas con un suspiro suave de amor en el rocío de la noche.
Ámame vida mía y verás las alas de mi alma que te abrazan, sentirás cómo en mi piel nace ese deseo de ser amado, ante este sentimiento, que muere cada noche ante las ausencias que llenas están de ti, te amo Guille, no volveremos a separarnos amor mío”.
No quiero vida mía que te alejes, ni que pintes soles oscuros en mi cielo, unamos nuestros horizontes el tuyo y el mío, con los caminos de mis sueños, como sabes amor dejé mis puertas y ventanas abiertas, seguirán abiertas para ver pasar tus pensamientos y anhelos, yo los recogeré en mis manos cuando lleguen a posarse, en el crepúsculo de la noche que adormece mil lunas para mí. Quiero ser pasajero de tus viajes y vivir el tiempo que nos queda, y quizá podamos hacer que el reloj se pare cuando menos lo esperemos, somos estrellas fugaces como el aroma de las flores que hoy abren y mañana se mueren por no ser regadas con un suspiro suave de amor en el rocío de la noche.
Ámame vida mía y verás las alas de mi alma que te abrazan, sentirás cómo en mi piel nace ese deseo de ser amado, ante este sentimiento, que muere cada noche ante las ausencias que llenas están de ti, te amo Guille, no volveremos a separarnos amor mío”.
“Por
temor a lastimarte estoy preso como un pájaro que vive añorando aquel beso que
nunca pude volver a darte. Lo que se quiere y se sueña se convierte en
realidad, si buscas hallar la verdad, no hagas leña del árbol que cae, tal vez
fuera mi error cuando te quise alejar de ella. No quise alejarte de mí, ni que ella te apartara de mi camino cielito, ni
jugar con el destino, estabas enamorado de mí, no ibas a cambiar de sentimiento
por lo que orquestaran los demás, mas no confié en que te fueras.
Los que te aman y aceptan te han de querer por quién eres, yo te amé como eras, te mostrabas tal como eras, me demostrabas tu amor con todo, con lo bueno y los defectos, y así te dije que camináramos de la mano, así te hacía el amor, y me acariciabas la espalda hasta que perdía el control, cuánto te añoro precioso, cuánto.”
Los que te aman y aceptan te han de querer por quién eres, yo te amé como eras, te mostrabas tal como eras, me demostrabas tu amor con todo, con lo bueno y los defectos, y así te dije que camináramos de la mano, así te hacía el amor, y me acariciabas la espalda hasta que perdía el control, cuánto te añoro precioso, cuánto.”
__Ana,
si nunca te he invitado a salir es porque le temo a las mujeres trajeadas, me
intimidas.
La aludida
se inclinó sobre él y le recorrió la mejilla ensombrecida por la barbilla con
una uña pintada de color coral.
__El
poder es sensual. Nunca sabes qué va a pasar a continuación. __Se encaminó a la
puerta__. Guille, te llamo la semana que viene, dile a Fabián que pase a verme,
estaré preparando las cosas.
__Ana
__ la llamó Guillermo. Ella lo miró __. ¿Qué clase de coche debería comprarme?
Una
enorme sonrisa apareció en su cara.
__
¿Qué te parece un BMW?
Se
lo pensó un momento antes de asentir con la cabeza.
__Dile
a Sonia que mañana me mande algunos folletos.
__Lo
haré. __la puerta se cerró tras ella.
__ ¿Un
BMW? __preguntó Agustín__. Si te vas a poner a comprar autos así, yo quiero
uno.
__Te
lo llevarías al campo y lo cubrirías de barro. Ni lo sueñes.
__Y
a las minas de la ciudad le van los tipos como tú, aunque seas gay.
__Ya te gustaría, montañero. ¿Extrañas Chile?
__Más
o menos, a veces, pero mi trabajo me permite viajar a la montaña que deseo.
__
¿A dónde está Male? Creía que pasaría la tarde con vos.
__Mis
padres se la han llevado a tomar helados y a comprar ropa. Y estaba en minoría.
_Se metió las manos en los bolsillos delanteros de los vaqueros mientras
Guillermo se movía por la estancia recogiendo sus cosas __. Se van mañana por
la mañana y querían pasar un buen rato con la nieta antes de regresar a la
estancia.
Guillermo
era muy consciente de que se marchaban. Adoraba ver a sus suegros, pero esa
semana había sido demasiado emocional debido al accidente aéreo. Estaba ansioso
porque su casa recuperase la normalidad.
__Creía
que te ibas a una conferencia de geología o algo así. ¿Supiste algo más de… Camila? ¿Moravia estaba en el país?
__Ni
idea, Guille, les perdí el rastro luego de lo de Pedro, sabes que ella nunca
fue santa de mi devoción y su padre menos que menos. Al congreso iba a ir, pero
me lo pensé mejor, luego de lo sucedido no me apetecía viajar ahora mismo.
Tengo un montón de trabajo atrasado en la mesa. Hemos identificado una nueva
exploración que está generando mucha controversia. Hay un editor en una revista
de geología que escribió un artículo machacando nuestra empresa petrolera y
cualquier exploración que se realizara en la zona, es en el sur de Mendoza. Hizo unos cuantos comentarios muy
graciosos acerca de que nuestras prospecciones podrían provocar terremotos y
del lado de Chile sumar tsunamis a punta de pala en la zona. Son pamplinas y no
cuenta con pruebas científicas que lo respalden pero molesta. Así que ahora
tengo que desviar la atención e intentar convencer a nuestros inversores de que
no es nada del otro mundo. Como si no monitorizáramos la actividad sísmica y
las emisiones de gas radiactivo día y noche.
Agustín
podía ponerse a hablar largo y tendido de geología sin importarle que nadie le
prestara atención. En ese aspecto era igual que Pedro. De hecho, esa
controversia era justo del tipo que le habría encantado a él, que antes de
abogacía había cursado dos años con el hermano. Pedro siempre lo pinchaba con
la decisión de ejercer como ingeniero geólogo para una multinacional
especializada en petróleo y gas.
Aunque
aseguraba que su trabajo como sismólogo era importante para el mundo científico,
se metía con su hermano diciéndole que su trabajo solo era importante para el
mundo de los beneficios.
__Te
apuesto lo que quieras a que ni siquiera tiene idea de geología __continuó
Agustín __. Seguro es un editor pirado que ha leído muchos informes y que por
eso se cree experto. He buscado información y sus credenciales. No tiene
absolutamente nada. Seguro es un hippy amante de la naturaleza. No me
extrañaría que fuera uno de esos que se abrazan a los árboles.
__ ¿Quién?
__Guillermo no lo estaba prestando atención. Tomó el móvil y lo guardó en el
bolsillo.
__Ese
editor que ha escrito el artículo. __Agustín lo siguió al vestíbulo __.Creo que
se llama Gastón Guerrico o algo así, no lo conoce nadie.
__
Bajaron
a las cocheras subterráneas en el ascensor mientras Agustín seguía parloteando
sobre el artículo que a Guillermo le importaba un comino y sobre el idiota que
lo había escrito. Guillermo se pellizcó el puente de la nariz mientras se
montaban en el mugriento Ford de Agustín.
__Está
aquí, en Buenos Aires. Creo que mañana me voy a pasar por su oficina para cantarle
las cuarenta. __Agustín se internó en el tráfico.
__Buena
idea _dijo Guillermo que perdió la mirada en el latido indolente de la ciudad.
__Por
cierto, se me ha olvidado decirte una cosa. Esta tarde te llamó tu exsocia,
Gabriela. Parecía muy sexy.
__Es
muy linda, y amiga, también de Pedro. __Sabía que Gaby vivía en la ciudad y la
había visto en varios eventos desde que dejara el estudio por Alberto, pero
prefería hacer como que no la veía, tanto porque no le sacara el tema de Pedro
como por no inmiscuirse más entre ella y Beto. Solía hacer como que no veía a
todo aquel que hubiera conocido a Pedro. Charlar sobre los viejos tiempos no
era su ideal de pasar un buen rato ___. ¿Qué quería?
__No
lo sé, no lo ha dicho. Si era una amiga de Pedro, seguramente habrá llamado por
lo del accidente del otro día.
__Sí,
seguramente. __Guillermo clavó la mirada en las luces de la ciudad.
__ ¿Vas
a devolverle la llamada?
__ ¿Qué?
__Miró a su cuñado __.No creo. Era mi amiga y socia pero adoraba a Pedro. No lo
creo.
__Pero
a mí me ha parecido que estaba buenísima por teléfono.
__
¿Sos capaz de saberlo por la voz? Es preciosa pero dejó a mi socio, porque
tiene un novio eterno, no entres allí.
__Ya
te digo.
__La
última vez que hablé con ella, seguía de novia y por casarse con Antonio.
__A
lo mejor lo dejó.
__Era
amiga de Pedro, Agustín, termínala, no me interesa que me hable de él o de la
muerte de Camila.
__ ¿Por
qué? ¿Es gorda y fea? ¿Qué le pasaba?
__Mierda.
Cuñado, sos de lo que no hay. No, es atractiva, al menos la última vez que la
vi, colorada le decíamos, te gustaría sin dudas.
_A
lo mejor debería pasarme mañana por su despacho para echarle una mirada.
__Creía
que ibas a echarle un sermón al
abrazador de árboles de la revista esa.
__Puedo
hacer las dos cosas. __Los ojos de Agustín relucían por las luces del cuadro de
mandos __. Mira, me has dado una idea.
__Sos
un mujeriego incorregible.
__No
sabes cuánto.
__Creo
que esta noche voy a necesitar dos cervezas como mínimo, y que sean grandes.
__
“Cómo
te extraño, Pedro, cada día un poco más... sin quererlo, sin buscarlo. Hay
momentos que vienes a mi mente y se me parte el alma en una agónica
tristeza en un hálito sublime por las dulces memorias, por no poderte
alcanzar... y se estrecha el corazón sin
llanto haciendo caso omiso a la razón estrujándose el pecho con un dolor
punzante que muerde la sonrisa y rompe mi pena en un suspiro
inerte, perpetuo, resignado, sabedor de tu ausencia pero incrédulo, pendiente
de un quizá sin querer claudicar, añorando la caricia perdida
esperando la premura de un mañana, de un después, de aquellas promesas
que quedaron suspendidas flotando al compás de la brisa de un amor eterno,
de un querer sin igual... y corren por mis venas los hilos de la
nostalgia por lo divino no vivido que en sueños se quedó y ya nunca
más será”.
“Qué
difícil es vivir sin vos, el saber que
lo nuestro terminó, que tu amor se agotó con el olvido y la muerte, que lo
nuestro fue un capítulo cerrado y olvidado... vos no decidiste olvidarme.
Mi
piel clama tu presencia, tus besos ardientes, ese fuego que no puedo apagar, tus
labios encienden mi alma, y tu mirar desviste el alma, esos ojos que me decían
deseo tengo de vos, y tus manos que siempre excitaban mi cuerpo, susurrando
palabras preciosas de tu dulce voz, con
las que más latía mi corazón, y me erizabas la piel.
Aún
siento estremecer mi cuerpo, aún quisiera estar con vos, en las madrugadas, en
el silencio de la noche cuando solo nuestros cuerpos húmedos eran solo una
pasión.
Ya
el viento no sopla a mi favor, se ha cobrado factura de aquello que fue nuestro
amor, nuestro cariño verdadero se rompió, mis lágrimas brotan de mis ojos y
confunden con los latidos de mi corazón, de este que fue mi gran amor.
Tristeza
es no tenerte más a mi lado, llanto desesperación, horas, días, meses, que se
me hacen eternidades, cómo lograr olvidar tu locura de amarme, tu ternura,
fuiste el que conquistó mi amor. Esto es mi sentir por vos cielito, lo primero
que me viene a mi mente, tu recuerdo de ese tan gran amor. Es en la fragilidad del silencio donde brota cada pensamiento, donde reviven los recuerdos, donde brotan las nostalgias, donde el tiempo
se detiene, es allí donde quisiéramos no
sentir nada donde no afecte cada pensamiento, donde sea un leve instante y todo se borre y quede en el olvido.
Es
en el silencio donde se congela el
tiempo, donde ya no importa nada si es
bien o mal,
simplemente se detiene, estancado se queda sin saber si volverá lo que un día se sintió en la fragilidad del corazón, donde por azares del destino se extingue el sentimiento mandándolo al cruel olvido o a la muerte.
simplemente se detiene, estancado se queda sin saber si volverá lo que un día se sintió en la fragilidad del corazón, donde por azares del destino se extingue el sentimiento mandándolo al cruel olvido o a la muerte.
Es
allí donde aprendemos que no importa
cuánto tiempo, todo se va y se olvida, todo tiene una razón de ser, la felicidad y el llanto estarán siempre
unidos, el amor y el desamor
caminarán siempre juntos todo en un futuro incierto en un mañana que quizá no vendrá.
caminarán siempre juntos todo en un futuro incierto en un mañana que quizá no vendrá.
Sus montículos, hermosos y alegres eran
prisioneros de una camisa rosada, les di su merecida libertad. Usted sabe señor
que quería una noche de sexo salvaje con el sonido de Mozart, con sus espasmos
y gemidos, de acuerdo con la geometría amorosa, una de sus piernas en la parte
superior de mi pierna y mi brazo sobre
su pecho. Solo quería leer mis te amo
sobre su deseable espalda tatuada en el borde final del misterio. Pareado de
curvas insinuantes, ruptura involuntaria en dos bellezas redondas, geometría
que escapa a tu deseo, territorio acotado por mis sueños, punto de mira de mis
madrugadas insomnes; se burlan de mí, por su ancestral y autárquica presencia.
Ahora los dos estamos satisfechos, desnudos, configuración etérea de tu carne
mía.
Añoranza de un momento compartido, suavidad sobre la que se desliza mi deseo, expandes mi universo. Mi mente transita entre ballenas perfumadas, paseando por el hilo de la muerte, viejos planetas rotos por paredes de la noche hacia el barco que esperas. Escorpiones alados revolotean; veo corredores donde grita adonis, como gotas de plomo sobre una suave cama blanca, las ramas del árbol inmenso del placer compartido. Lianas enredadas en torno al sexo de los guardianes de las palabras susurrantes en el oído, de… palabras, gritos, jadeos, nunca perdidos en espacios ajenos. Han pasado cinco respiros... mi pierna, tímida aún, pasa por entre las tuyas, y llegamos a orillas de tu cama... otra... y otra vez más”.
Añoranza de un momento compartido, suavidad sobre la que se desliza mi deseo, expandes mi universo. Mi mente transita entre ballenas perfumadas, paseando por el hilo de la muerte, viejos planetas rotos por paredes de la noche hacia el barco que esperas. Escorpiones alados revolotean; veo corredores donde grita adonis, como gotas de plomo sobre una suave cama blanca, las ramas del árbol inmenso del placer compartido. Lianas enredadas en torno al sexo de los guardianes de las palabras susurrantes en el oído, de… palabras, gritos, jadeos, nunca perdidos en espacios ajenos. Han pasado cinco respiros... mi pierna, tímida aún, pasa por entre las tuyas, y llegamos a orillas de tu cama... otra... y otra vez más”.
¡Pedro!
__San
Isidro.
Gastón
tenía la vista clavada en el ordenador, en él veía fotos del volcán Estrómboli en Italia, y un artículo a medio
editar que necesitaba mucho trabajo. Suspiró al tiempo que presionaba la palma
de una mano contra la frente. Ese día le era imposible concentrarse. El
artículo tendría que esperar hasta el día siguiente, prefería leer algo que le
diera Daniela, algo que según ella hablaba de él con sus padres, que le dejara
Camila.
“Nuestro
protagonista se llamaba Gastón, y era un
chico honrado y trabajador, algo reservado, tímido como la mayoría de los
jóvenes de entonces. Era bastante alto y guapo, muy guapo. Trabajaba en el
campo ayudando a su padre, del cual había heredado el nombre. Su madre se
llamaba Amalia y se dedicaba a las tareas de la casa, era una mujer guapa y
casi siempre disfrutaba de buen humor.
Aunque eran pobres Gastón se sentía orgulloso, se encontraba bien en aquel lugar, ayudando a su padre ya mayor. Solían madrugar juntos y almorzar en la huerta, cuando terminaban de faenar, por la mañana, regresaban a casa donde Amalia ya tenía preparada la comida. Cuando pensaba en ella se le hacía la boca agua, pues ella, aparte de ser su madre era una gran cocinera.
_ ¿Qué comemos hoy madre? _ preguntaba siempre al llegar a casa.
Aunque eran pobres Gastón se sentía orgulloso, se encontraba bien en aquel lugar, ayudando a su padre ya mayor. Solían madrugar juntos y almorzar en la huerta, cuando terminaban de faenar, por la mañana, regresaban a casa donde Amalia ya tenía preparada la comida. Cuando pensaba en ella se le hacía la boca agua, pues ella, aparte de ser su madre era una gran cocinera.
_ ¿Qué comemos hoy madre? _ preguntaba siempre al llegar a casa.
_ ¡Lo que no te comerás si no te lavas esa cara y esas manos! _ decía riendo divertida ella, pues sabía del apetito de su hijo al volver del trabajo.
Así pasó un tiempo hasta que un mediodía, tras volver de la faena con su padre, vio lo que vieron otros tantos ojos, y siguió con la mirada lo que otros tantos ojos seguían. Hijito (como le llamaban cariñosamente sus padres y amigos) tenía la expresión más tonta en su cara que se podía imaginar. Fuera lo que fuera atraía su atención como un imán, tanto fue así, que a punto estuvo de arremeter con una mujer mayor, la cual le increpó molesta: _ ¡oye muchacho, mira por donde caminas corcholis! _ Pero él no la oyó siquiera, seguía mirando absorto hacia donde no podía apartar la mirada. Tal era su ensimismamiento que el padre tuvo que reprochar a su hijo, pues este seguía embelesado.
---Hijo despierta, parece que nunca hayas visto una muchacha.
_Es preciosa padre… una princesa… _dijo sin apartar la vista.
Su padre rio divertido y dejando caer una mano en el hombro de su hijo dijo: anda vamos, que ya es tarde.
Al cruzar la calle casi tuvieron que pasar por el lado de la joven, que indiferente a todo, ayudaba a un hombre mayor a bajar el equipaje de un coche. La chica era de una belleza tal que deslumbraba, su pelo era largo y rubio, su carita era angelical, su piel a la vista lisa y sedosa, levemente acariciada por el sol y sus ojos eran dos diamantes capaces de mover la codicia del más afamado ladrón. Gastón pasó a pocos palmos de la joven y esta, casi obligada, mantuvo unos segundos la mirada con la suya. Al chico le pareció una eternidad. No intercambiaron palabra alguna, pero se sintió satisfecho con el regalo que le había ofrecido con la mirada la joven que, a escondidas, medio sonreía.
Así pasó muchos días, con la tontería del amor, eso que quita el hambre y no deja dormir, ¿por qué? Porque se había enamorado. Cada mañana era el primero en levantarse, solía ir al trote a despertar a su padre, le apuraba a vestirse para poder ver desde la ventana, la belleza que alentaba sus días y sus noches, pues daba la casualidad de que eran casi vecinos, cosa que agradecía enormemente. La veía todas las madrugadas cuando se iba trabajar, al pasar por delante de su casa. Él levantaba la vista y allí estaba, era como una diosa en la mañana y muy madrugadora al igual que él. Lo mismo al regresar del trabajo, eso convertía sus noches en mágicos sueños de amor.
_Si tanto te gusta hijo, ¿por qué no hablas con ella? _le había aconsejado su padre viendo que era el sin vivir del pobre hijo.
_No sé qué decirle padre, no me atrevo _solía contestar.
_Haces bien en no disparar a la liebre antes de tenerla a tiro hijo, pero puede que se te adelante otro cazador _ le aconsejaba su padre.
-Puede que mañana padre _solía decir.
Pero ese mañana nunca llegaba, el pobre se ponía tan nervioso que le resultaba imposible decirle nada a la muchacha en las muchas ocasiones que se había cruzado con ella. Solo atinaba a echarle una tímida mirada que la joven cortaba con una pequeña risa. Le había preguntado a su madre por la muchacha, pues, como toda mujer que se precie, era de las primeras en enterarse de todo lo nuevo que acontecía al pueblo. Le había dicho que su nombre era Camila, y que era de una familia acaudalada de la ciudad, que había acompañado a su padre a pasar unas vacaciones en la casa que le vio nacer. Entonces Gastón recordó que aquella casa había estado muchos años cerrada, y que pocas veces había visto salir a una mujer mayor de ella, seguramente la madre del hombre.
El corazón le dio un pequeño vuelco _ella… adinerada y yo… pobre… _se dijo en silencio.
Pero no perdió las esperanzas, siempre se ha sabido que el amor no entiende de posiciones. De todas formas, se acercaría a ella y la hablaría _pronto... muy pronto _ se dijo. Tenía que armarse de valor, no podía seguir así con aquel sin vivir. Muchas noches en las que la visión de la bella joven le había quitado el sueño, sin hacer ruido se levantaba y salía de la casa. Solía ir a la vieja caseta del río, a tan solo unos pasos de donde vivía. Allí sentado, en una destartalada silla se ensimismaba en sus pensamientos, levantaba la cabeza y se pasaba mucho rato embobado mirando las estrellas, y como no, a la luna, a la cual empezó a hablarle de su mal de amores, la indecisión que lo devoraba, e incluso, imaginariamente le pedía consejos, y aunque no se diera cuenta, la luna le escuchaba atenta y embobada.
También empezó a hacerle preguntas.
_Oye luna ¿tú crees que me hablará?, ¿crees que si le digo lo que siento ella me querrá aceptar?, dime ¿lo crees?
Pero la luna seguía escuchando callada. Noches como aquella hubo muchas, en las que el chico le descubría sus sentimientos y le confesaba el amor que sentía por Camila, e incluso le recitaba poemas que él mismo le había escrito. Una noche, una de esas noches mágicas de las que solo hay una de cada mil, en la que la luna brillaba en todo su esplendor, en la que la luna realmente estaba preciosa, acudió el chico más animado y nervioso que nunca.
_Hola luna, ¡por fin! Al fin la he hablado _casi gritó lleno de entusiasmo.
_ ¡Me ha hablado y me ha preguntado por mi nombre!, ¿no te parece increíble?
_ ¡Hoy voy a pedirle si quiere que salgamos juntos! Dios mío, qué feliz me siento _no paraba de repetir jubiloso.
De pronto, ese mágico y hermoso esplendor que había en la luna desapareció. De repente el lugar se había sumido en noche cerrada, esas en las que apenas ves a dos palmos.
_ ¡Qué dichoso me siento!, ¿acaso no te alegras luna?, ¿no te alegras por mí? _dijo lleno de contento el chico sin percatarse siquiera de lo ocurrido.
La luna ya no escuchaba, solo lo hizo hasta ese preciso momento, como otras tantas noches.
_Bueno, tengo que irme, tengo que pensar la forma de decírselo, y sobre todo dormir, ahora sí que podré descansar tranquilo. Tengo que estar despejado cuando se lo diga ¿no crees luna? Como respuesta oscuridad total.
_ ¡Adiós luna, echaré de menos hablar contigo! Puede que cuando vuelva ya no lo haga solo, ¡ah, y gracias por escucharme! _.Gastón salió a toda prisa lleno de entusiasmo y felicidad, no se dio cuenta siquiera de lo que en voz baja y triste se oyó mientras se alejaba.
_Adiós, yo sí te echaré de menos… mucho de menos, ¡que seas feliz! _ dijo la luna mientras se echaba a llorar.
Solemos
buscar el amor más allá de nuestro entorno, sin sospechar siquiera que podemos
tenerlo tan cerca de nosotros, solo que pese a este relato que Daniela dice que
le escribí a ella, no era mi amor, por lejos no lo fue ninguna mujer”.
Una
nota doblada muy pequeña se desprendió de entre las otras, la alzó con dedos
trémulos, y paseó la mirada.
“Yo
estoy en tu mirada esperando tu nombre, te entrego mi cuerpo porque llega tu
aroma, tu beso y el deseo... Yo estoy caminando por los caminitos que mis yemas
han trazado por tu piel, alza tu boca para besarme en mi comisura, bajaré los
míos hasta la altura de tu sexo, llegaré a tu cerebro que espera el placer,
seremos uno por fuera y por dentro, amaré tu esencia, porque es lo mío que en
golpe se viene pendido de mi vientre, que el golpe se viene al compás de deseo
por vos. Terminamos tendidos al olor del momento porque es el día que brindamos
lo nuestro, espero otro día, con ansias sin fin y volverte a encontrar bajo la
luna encendida. Constantemente pienso en nuestro encuentro, nuestro primer
beso, en tantas y tantas caricias que te debo... Por cada
palabra un escalofrío, por cada sueño un te quiero que recorra cada
centímetro de mi cuerpo, como cada noche mil suspiros rompiendo el silencio,
caricias que me elevan al cielo, a tocar la estrella más bonita del
firmamento... Una luna que alumbra el camino a seguir hasta encontrarme con tus
besos. En el aire se respira tu piel esa en la que cualquier hombre puede quedar preso y aumentar cada sentimiento. Te buscaré en
ese cielo, inmenso, viajaré a ese paraíso que es tu cuerpo, te haré mío y yo
seré tuyo por entero”.
¿Qué
es esto? ¿De quién hablo acá? ¿O quién me habla?
En
algunas ocasiones, al atravesar aquel solitario andurrial a cuadras de su casa,
una fugaz y extraña sensación de ingravidez lo asaltaba.
Sentía entonces la rara necesidad de fugarse abalanzándose hacia arriba para esfumarse así en la inmensidad del cielo.
De todos modos, como esto le ocurría infrecuentemente, apenas experimentaba este inusual fenómeno, lo olvidaba sin darle ningún crédito.
Pero un día, su experiencia cobró una intensidad tal que ya después no pudo continuar con sus ocupaciones habituales: venía cansado del trabajo, malhumorado por el intenso calor y su cuerpo, mojado por el sudor, le resultaba pesado, maloliente... digamos, un verdadero estorbo para desplazarse con la rapidez que necesitaba para llegar a su casa, almorzar liviano con premura y echarse luego a hacer una siestita.
Se podría decir que ni siquiera lo pensó, simplemente, cuando aparecieron las primeras señales del misterioso lugar, en un irrefrenable impulso, lo hizo, nada más… reconfortado por la liviandad de la ingravidez, dando un salto inesperado, desapareció de la faz de la tierra para siempre. Como por temor a que lo creyesen loco, a nadie le había contado de sus vivencias anteriores, nadie lo buscó jamás. Solo se disipó sin dejar rastros. Incluso, hasta es posible que esta historia nunca haya existido.
Sentía entonces la rara necesidad de fugarse abalanzándose hacia arriba para esfumarse así en la inmensidad del cielo.
De todos modos, como esto le ocurría infrecuentemente, apenas experimentaba este inusual fenómeno, lo olvidaba sin darle ningún crédito.
Pero un día, su experiencia cobró una intensidad tal que ya después no pudo continuar con sus ocupaciones habituales: venía cansado del trabajo, malhumorado por el intenso calor y su cuerpo, mojado por el sudor, le resultaba pesado, maloliente... digamos, un verdadero estorbo para desplazarse con la rapidez que necesitaba para llegar a su casa, almorzar liviano con premura y echarse luego a hacer una siestita.
Se podría decir que ni siquiera lo pensó, simplemente, cuando aparecieron las primeras señales del misterioso lugar, en un irrefrenable impulso, lo hizo, nada más… reconfortado por la liviandad de la ingravidez, dando un salto inesperado, desapareció de la faz de la tierra para siempre. Como por temor a que lo creyesen loco, a nadie le había contado de sus vivencias anteriores, nadie lo buscó jamás. Solo se disipó sin dejar rastros. Incluso, hasta es posible que esta historia nunca haya existido.
Ahora
me observas y te reías en la sombra, con esa chispa de bondad que tiene tu
alma, la cual me tiene cautivado y provoca mis pensamientos de pasión por ti y
por tu inocencia.
Te mueves tan sensual, con un maravilloso atuendo pequeño y ajustado el cual remarca tu silueta encantadora, me fascinas y me he fugado de la tierra, del mundo conocido para estar contigo, no sé qué sucedió, no sé quién eres.
La magia de la música nos llevó a la pasión y entre besos jugueteaban nuestras lenguas, excitando con caricias nuestros cuerpos y levanté tu camisa muy suavemente como un experto muy sensual con jadeos lentos y mágicos.
Me arrodillé a tu belleza y me observabas muy suavemente, te besé entre las piernas y tu sonrisa traviesa fue presa de un apetito desquiciado.
Deseoso te absorbía el néctar de tu ser y me observabas como deseando cada vez más, tus ojos me acechaban con una pasión estimulante.
Como un dios lleno de belleza, me besabas y me veías haciendo más intensa esta entrega de amor, me decías que terminara dentro de ti, yo lo deseaba y me hablaste al oído, ahí sentí el fuego interno, ahora soy adicto de tus labios de dios. Resulta tan sencillo decir... ¡lo siento!
y disfrutar la tranquilidad de haberlo hecho, sobre todo cuando tu corazón, no te permite mentir.
Por eso debes decir... lo siento cuando respiras de su piel el perfume más exótico que hace que vibre tu cuerpo, lo siento al besar sus labios ardientes, en cualquier lugar o momento lo siento cuando abrazados, su corazón late apresurado de pasión sintiendo cómo desearían detener el tiempo, lo siento cuando sus ojos y los tuyos hablan de amor y sonríen cómplices de ese fuego ardiente por dentro y ambos reconocen, sin temor a equivocarse diciendo en silencio.
¡Lo siento!, extasiados de amar.
Te mueves tan sensual, con un maravilloso atuendo pequeño y ajustado el cual remarca tu silueta encantadora, me fascinas y me he fugado de la tierra, del mundo conocido para estar contigo, no sé qué sucedió, no sé quién eres.
La magia de la música nos llevó a la pasión y entre besos jugueteaban nuestras lenguas, excitando con caricias nuestros cuerpos y levanté tu camisa muy suavemente como un experto muy sensual con jadeos lentos y mágicos.
Me arrodillé a tu belleza y me observabas muy suavemente, te besé entre las piernas y tu sonrisa traviesa fue presa de un apetito desquiciado.
Deseoso te absorbía el néctar de tu ser y me observabas como deseando cada vez más, tus ojos me acechaban con una pasión estimulante.
Como un dios lleno de belleza, me besabas y me veías haciendo más intensa esta entrega de amor, me decías que terminara dentro de ti, yo lo deseaba y me hablaste al oído, ahí sentí el fuego interno, ahora soy adicto de tus labios de dios. Resulta tan sencillo decir... ¡lo siento!
y disfrutar la tranquilidad de haberlo hecho, sobre todo cuando tu corazón, no te permite mentir.
Por eso debes decir... lo siento cuando respiras de su piel el perfume más exótico que hace que vibre tu cuerpo, lo siento al besar sus labios ardientes, en cualquier lugar o momento lo siento cuando abrazados, su corazón late apresurado de pasión sintiendo cómo desearían detener el tiempo, lo siento cuando sus ojos y los tuyos hablan de amor y sonríen cómplices de ese fuego ardiente por dentro y ambos reconocen, sin temor a equivocarse diciendo en silencio.
¡Lo siento!, extasiados de amar.
El
sol, es quien replica por mí, los besos en tu cara; es esa luz tan
cálida, que se desliza como mis palabras; cae, rueda como girón del viento, hasta
en tu pecho verse dibujada la caricia
silente que te envío desde mi almohada.
Cierra tus ojos, nos veremos en el alborada, cuando todo duerma, me convertiré
en niebla aliada, de esa que te busca hambrienta, y te envuelve con su gracia,
te devuelve el aire, y en el silencio canta...
Espérame,
allí donde el sol guarda planisferios idóneos de tierras llanas; cae en un suspiro, el rayo
crepuscular avanza implacable a dormirse
entre tus manos exactas. Búscame allí,
en los sueños que esconde tu mirada, de otoños e islas térreas, unidas para siempre aguardan a que llegue finalmente su hora, cuando el tiempo del mundo se derrama sobre las costas del desvelo donde ya habito en tu alma.
en los sueños que esconde tu mirada, de otoños e islas térreas, unidas para siempre aguardan a que llegue finalmente su hora, cuando el tiempo del mundo se derrama sobre las costas del desvelo donde ya habito en tu alma.
No
eres un pájaro preso, eres un beso que
vuela día y noche. Eres amor en libertad. Abre las puertas de tu vida y
déjame contigo para siempre para que tu amor viva en mi alma enamorada. Eres
diferente, tan dulce, eres tan especial con una seductora sonrisa, que no
concibo vivir sin ti, eres suave como la brisa marina, eres el complemento de mi vida y qué
obstinados son mis ojos que solo desean ver los tuyos a través de
mi alma.
Tu
suave respirar que hace que contigo todos sean sueños apasionados cada suspiro
es estrenar un beso, tus caricias me hacen estremecer como espigas
azotadas por el viento.
Llegué para amarte, para estar, para quedarme contigo, en cada poro de tu piel. Soy tu hombre, ese que te ama apasionadamente, que te da todo su amor, estoy tan lleno de cariño. Te amo con tanta pasión que tu ternura es la savia que corre por mis venas”.
Llegué para amarte, para estar, para quedarme contigo, en cada poro de tu piel. Soy tu hombre, ese que te ama apasionadamente, que te da todo su amor, estoy tan lleno de cariño. Te amo con tanta pasión que tu ternura es la savia que corre por mis venas”.
Ciudad
Autónoma, al día siguiente.
La
secretaria entró al despacho con un café humeante, que agradeció, tuvo la
certeza de no haber dormido.
__Es
un remedio infalible para el bloqueo de escritor.
__Gracias.
__ Gastón sonrió mientras aceptaba el café __.Eres un sol.
__Me
limito a hacerte el aguante.
Pedro
bebió un sorbo y observó a la chica por
encima del borde de la taza.
__ ¿Por
qué tengo la impresión de que no va a gustarme lo que tienes para decir?
Belén,
una chica de veinte y pocos años era su asistente, hizo un mohín y el pendiente
que llevaba en la nariz tintineó. Gastón decidió que no quería reflexionar sobre dicho
sonido.
__Porque
esas cosas se me dan fatal. Toma _dijo al tiempo que le pasaba una nota__. Mientras
estabas fuera ha venido un hombre. Me ha
sonado su cara, pero no recuerdo dónde lo he visto antes. El caso es que quería
hablar contigo, pero como no estabas te ha dejado un mensaje, su número de
teléfono está en él.
Gastón
ojeó la nota y luego miró a la chica.
__Es
joda.
__Lo
siento.
Su
día iba de mal en peor. Alargó el brazo para tomar el teléfono. El imbécil
había escrito diez puntos sobre su artículo que él consideraba inexactos e
inciertos.
Marcó
el número y comenzó a golpear el suelo con el pie mientras esperaba. Con todo
lo que estaba pasando en su vida, no necesitaba a ese idiota cuestionando su
nota. Fue una mujer la que contestó.
__Agustín…
__Gastón miró de nuevo la nota buscando el apellido__. Beggio, por favor. __Esperó
otro minuto __.No, sin problemas. Le dejaré un mensaje.
Se
colocó el auricular del teléfono entre el hombro y la oreja mientras sacaba un
blíster de aspirinas del cajón. Tras tomarse dos miró de nuevo a Belén, que se
había detenido en el vano de la puerta. Al otro lado de la línea, se escuchó
una voz masculina. Gastón agarró el teléfono con la mano y frunció el ceño. La
voz le resultaba vagamente familiar.
Leyó
de nuevo el nombre. Agustín Beggio. Lo repitió mentalmente unas cuantas veces.
No lo reconocía, pero había algo conocido en su voz.
Daba
igual. El caso era que nunca había visto a ese imbécil. Y después de eso, no
volvería a hablar con él jamás… Esperó a que sonara el pitito.
__Señor
Beggio __dijo con voz altanera__; soy Gastón Gerrico, de la editorial. Quería agradecerle
personalmente por la amable nota que le ha dejado hoy a mi secretaria. Nos ha
gustado muchísimo el uso tan colorido y preciso que hace usted del lenguaje.
Teniendo en cuenta que se ha tomado la molestia no solo de localizarme sino también
de dejar una tesis tan extensa sobre su trabajo, debo suponer que es usted un
experto en la materia.
A
partir de ahora, me aseguraré de hacerle llegar todas las preguntas y
comentarios que sustenten tanto este artículo como los que escriba en el futuro.
Eso sí, quería dejarle en claro que imbécil, lleva tilde. Deberían habérselo
enseñado en la escuela para idiotas a la que asistió. Buenos días, señor
Beggio. __ Recogió lo papeles que estaban diseminados por la mesa y se puso de
pie __.Belén, esta tarde tengo una cita. Desvía las llamadas al móvil.
__Vale,
Gastón, ¿estás bien?
__Estupendamente.
¿Por qué me lo preguntas?
__Pareces
un poco… __Belén clavó la vista en el teléfono y después subió la mirada __.Un
poco irritado.
__Estoy
bien. Volveré más tarde.
Me
dormí en el taxi, no quise sacar el auto y soñé, pero con ¿quién?
“Besándonos.
Yo pintando de verbos tu ombligo mientras descubría lunares entre tus curvas
y la fuente del deseo entre tus montes
aclamaba mis labios. Soñé que deshojaba los pétalos de tus pezones con mis
labios. Y entre gemidos y suspiros me
sacié de tu dulce elixir, tu aroma
hechicero me envolvió, a cedro, a bosque, apoyé la cabeza en tu pecho,
me dejé embeber por el ascenso y descenso, quise ajustar mi cuerpo al tuyo ,
despertar el deseo, transmitirte mi vida a cada átomo de la tuya mientras tu
mirada fija en la mía parecía incorporar cada molécula, quise grabar tu cuerpo
en mi piel, diluirme en ti, y fue al inhalarte el aroma en el pelo y sentir la
calidez de tu aliento en el mío, el momento que me llevó al deleite de tu miel.
Ojalá
estos mis sueños fuesen realidad porque vivir solo soñando entre letras de amor
es un castigo cruel. Seguirás siendo mi único sueño sin rostro. El sueño de mi vida, aunque yo
para ti solo seré un simple soñador. Anoche te soñé.
Anoche
soñé contigo. Con el vaivén encarnado de tus labios. Eras brisa caliente que
envolvías el juglar de mis ojos elevando mi hombría existencial hasta el enigma
de los ojos que me leían, esos ojos,
anoche soñé que estábamos juntos… Mirándonos.
__
Le
echó un vistazo al reloj y comprobó que se la había echado el tiempo encima. Comprobó la dirección y era en el otro
extremo de la ciudad.
Por
regla general los comentarios de los lectores no lo afectaban, pero había algo
en el tono de la nota de ese tal Beggio que lo había sacado de quicio.
Cuando
llegó a destino y se vio justo frente al edificio supuso que era una señal de
que su día comenzaba a mejorar. Mientras esperaba el ascensor en el vestíbulo,
sintió un escalofrío en los hombros y en la espalda, provocado por la ansiedad.
Estaba nervioso. Era normal. Si esa cita no lo llevaba a ningún lado, no estaba
seguro de cómo proseguir.
Las
puertas del ascensor se abrieron y Gastón entró. Respiró hondo una vez llegó a
la planta del bufete de abogados, cuyo vestíbulo estaba muy tranquilo, salvo
por el sonido del teclado de un ordenador. La secretaria alzó la vista cuando
él se acercó. Gastón intentó sonreír, pero por dentro se sentía como si
estuviera en una montaña rusa. Debía de haber un motivo que explicara su
obsesión con esa abogada cuyo nombre había encontrado en una larga lista en
internet.
__He
venido a ver a la doctora Gabriela Soria _le dijo a la secretaria.
__La
Doctora Soria está muy ocupada hoy. ¿Tiene cita?
__Si.
Soy Gastón Gerrico.
La
secretaria tomó el teléfono y murmuró mientras miraba a Gastón.
__Disculpe,
la doctora lo está esperando. Pase.
__Gracias.
Gastón
intentó controlar la alarma que tenía en el pecho, los nervios mientras abría
la puerta de roble de doble hoja y entraba en el despacho. Al otro lado vio un
amplio ventanal desde el que se disfrutaba de una amplia vista panorámica de la
ciudad. A la derecha se alzaban varias estanterías llenas de libros jurídicos.
A la izquierda se emplazaban varios sillones de cuero y una larga mesa de
conferencias cubiertas de libros y papeles.
Sin
embargo, lo que llamó su atención fue Gabriela Soria, la abogada, alta, de
físico escultural, rasgos bonitos, se había puesto de pie y lo miraba desde
detrás de su escritorio, enmarcada por el ventanal, con la cara más blanca que
él había visto en su vida aunque era más bonita personalmente, y una cara que
no le resultaba conocida, en absoluto.
__!Dios
mío!
Gastón
miró a su espalda justo cuando se cerraba la puerta, no había nadie más. Se volvió
y miró de nuevo a la abogada. Era pelirroja, llevaba el cabello largo en una
coleta alta y tenía los ojos castaños algo ocultos por los anteojos. Pero estos
no impidieron que se notara que en ese momento parecía haber visto un fantasma.
__!Dios
mío! __ susurró de nuevo la abogada __. Pedro.
Gastón
sintió un escalofrío que le recorrió todo el cuerpo y el corazón le dio un
vuelco.
__Mmmmm,
no. Soy Gastón Gerrico. Tenemos cita a la una en punto. Si he llegado en un mal
momento puedo…
__Es…
__La abogada cerró los ojos y movió la cabeza antes de volver a abrirlos __. Lo…
lo siento mucho. Se parece a un hombre al que conocí hace tiempo.
La
emoción y una buena dosis de miedo comenzaron a correr por las venas de Gastón.
No. Era imposible que fuera tan sencillo, ¿verdad? Tragó saliva para deshacer
el nudo que sentía en la garganta.
__ ¿Me…
me reconoce?
__Lo
siento. Es imposible. __Gaby bajó la vista. Cuando lo miró de nuevo, lo hizo
con una educada sonrisa en los labios __. ¿Qué puedo hacer por usted?
__ ¿Por
qué es imposible? __La mente de Gastón era un hervidero de preguntas.
La
esperanza había crecido demasiado. Aunque había intentado disimular la
desesperación que sentía, no estaba seguro de haberlo conseguido.
Gabriela
volvió a sentarse. Llevaba una blusa sin mangas que dejaba a la vista unos
tonificados brazos y unos elegantes pantalones ajustados de color azul marino.
__El
hombre en que estaba pensando murió hace cuatro años. Dicen que todos tenemos
un gemelo en alguna parte. Supongo que
yo acabo de conocer al suyo. Observándolo con atención, veo que no son
idénticos. Es que me ha sorprendido, nada más. Llevo unos días pensando en él,
de ahí que me haya precipitado al sacar una conclusión que no puede ser real. __Señaló
la silla situada al otro lado de su escritorio __. Bueno, ¿en qué puedo
servirlo?
__Gastón
tomó asiento. Los nervios estaban haciendo estragos con él.
__ ¿Cómo…
cómo se llamaba?
__ ¿Mi
amigo? __Gaby apoyó un codo en el brazo de su sillón__. ¿Por qué quiere
saberlo?
__Por
curiosidad.
__Pedro,
Pedro Graziani. __ Sin querer Gaby dio
el apellido de casado.
Gastón
repitió el nombre para sus adentros. No lo había oído con anterioridad, la
esperanza comenzó a disiparse.
Gaby
ladeó la cabeza.
__Estoy
segura de que no ha venido aquí solo para hablar de mi amigo, señor Gerrico.
Gastón
se pasó una mano por el pelo y se detuvo
para frotarse la cicatriz.
__Por
favor, contésteme, ¿cómo murió?
__En
un accidente aéreo, muy parecido al que acaba de ocurrir hace unos días.
Un
accidente aéreo. No. No era lo mismo. Por la mente de Gastón comenzaron a
pasear diferentes escenarios y posibilidades. Ninguno tenía sentido, ninguno
parecía factible, pero debía preguntar. Si no lo hacía, las dudas acabarían con
él.
__ ¿En
qué nos diferenciamos? Me refiero a que ha dicho que no somos idénticos. ¿Qué
es diferente?
Gaby
entornó los ojos.
__Señor
Guerrico, ¿por qué está tan interesado en mi amigo?
Gastón
miró atentamente a la abogada, intentó recordarla, le fue imposible. Sin
embargo tenía una sensación, un extraño déjà_ vu, el mismo que sintió cuando
vio el nombre de la abogada en internet.
__Desconocía
la existencia de su amigo cuando entré por esa puerta, pero…
__Pero,
¿qué?
Gastón
soltó un trémulo sonido y se enderezó en el sillón.
__He
venido siguiendo el consejo de un compañero de trabajo, me está resultado
complicado conseguir cierta información y él pensó que un abogado podría
ayudarme a ejercer presión legal a fin de obtener las respuestas que busco. Y…
no sé… algo me dijo que era usted a quien debía ver.
Al
ver que Gaby se limitaba a mirarlo con curiosidad, Gastón se removió, inquieto.
__Mi
esposa murió en el accidente de avión de hace unos días.
__!Oh!
__La expresión de Soria se suavizó __. Lo siento muchísimo. Con razón…
__No.
No es por eso, pero gracias… __Gastón inspiró hondo __. Después de su muerte,
encontré cierta información que me ha traído a Buenos Aires. Yo mismo sufrí un
accidente hace unos años, estuve en coma. __Frunció el ceño y movió la
cabeza__. O eso creo. Mientras ojeaba
los papeles de ella, encontré pruebas de mi estancia en una clínica privada de
acá, una estancia prolongada de años. NI siquiera recuerdo haber estado en esta
ciudad. No recuerdo nada que sea anterior al accidente, mejor dicho al momento
en que desperté del coma hace algo de dos años. Nada sobre mi pasado, sobre el
lugar donde crecí, sobre mi familia.
Mi
mujer me dijo que sufrí un accidente de coche y que estuve en coma cuatro días
en Chile, ahora no sé qué creer.
Gaby
se inclinó hacia delante con el ceño fruncido.
__ ¿Dónde
vivía usted?
__En
Santiago de Chile. Mi mujer era médica. Neurocirujana. __Sacó unos cuantos
papeles de una carpeta__. Pero su firma aparece en mi historia clínica como si
hubiese sido la responsable de mi tratamiento mientras estuve ingresado aquí.
Si fuera mi esposa, jamás le habrían permitido eso.
__Cierto,
es imposible. __Gaby tomó los documentos y los ojeó.
__La
clínica privada se incendió hace un año. Una coincidencia muy afortunada, si me
lo permite. En su lugar, se construyó una nueva, pero afirman que todos los
historiales se perdieron en el incendio. No consigo que contesten mis
preguntas. Esperaba que usted me ayudara a hablar con ellos. Fui un paciente.
Tengo derecho.
Gaby
estaba leyendo los documentos que tenía en la mano página por página.
__Pérdida
de memoria permanente __musitó, al llegar al diagnóstico __. ¿No recuerda
detalle alguno del accidente?
__No.
Nada.
__ ¿Y
de los días posteriores?
__Me
desperté en Santiago. Mi esposa estaba a mi lado. Tampoco la recordaba. Fue
como empezar de nuevo.
__Es
insólito, dice que la parte de su cerebro que se dañó es responsable de los
recuerdos a largo plazo, más concretamente de los recuerdos personales, y de la
personalidad, ¿trabaja usted?
__Sí,
soy abogado, pero trabajo como editor de una revista especializada en geología.
Mi médico de Chile parece creer que la parte de mi cerebro que quedó dañada es
la que almacenaba mis recuerdos personales, de ahí que pueda recordar cosas que
haya aprendido en mi vida, a lo largo de ella, pero nada sobre el lugar donde
lo aprendí.
Al
ver a Gaby que lo miraba con evidente confusión, esbozó una sonrisa torcida.
__Lo
siento. Se me olvida que a casi nadie le interesa algo de lo que sé como a mí.
En la editorial me dicen bicho raro.
__!Madre
mía! ¡Uf! __Gaby soltó el aire despacio y dejó los papeles sobre el escritorio.
Después
se frotó la frente con una mano, parecía un tanto temblorosa y empalideció de
nuevo __. ¿Ha encontrado algo más en estos documentos?
__Solo
esto. __Gastón sacó la foto y se la pasó __.No tengo idea de quién es la niña
de la foto, pero… esos ojos y esa sonrisa me resultan conocidos… Son los míos.
Gaby
se quedó boquiabierta.
__!Dios
mío!
__ ¿Qué
sucede?
__La
firma… es la de Camila Moravia, la novia
de mi amigo, la nena es la hija de… Pedro
Beggio.
Eres
tú, Gastón… eres Pedro, el que conozco, no hay otro.
__ ¿Qué?
¿Quién
es Graziani?
CONTINUARÁ.
HECHOS
Y PERSONAJES SON FICTICIOS. CUALQUIER PARECIDO CON LA REALIDAD ES MERA COINCIDENCIA.
LENGUAJE
ADULTO, ESCENAS EXPLÍITAS.
Alicia-!Waaaaaw! Me muero, no lo esperaba y lo ansiaba, gracias, mi bella.
ResponderEliminarMaría Mercedes , qué bello ess. Muchas gracias estimada Eve,
ResponderEliminarAlicia Interesante Narración! Gracias por compartir !
ResponderEliminarAdriana Impetuosa y magistral interpretación de impecable erotismo y ausencia, de amor, gracias hermosa.
ResponderEliminarEmilio... Excelente
ResponderEliminarDulce Muchas gracias linda Eve Monica, es divina, saludos y hermoso día!
ResponderEliminarEstrella Gracias por la bella novela, Besos
ResponderEliminarVictoria Precioso .Gracias
ResponderEliminarEmilio Gallo hermoso
ResponderEliminarPatricia . Precioso!!!
ResponderEliminarAurea Hermoso
ResponderEliminarIsabel Bello ..
ResponderEliminarMariasol MUY BONITO
ResponderEliminarAurelia Me encantò!!! Hermoso en verdad! Bendiciones
ResponderEliminarLeon Bellísimo.. Nunca imaginé en hipnotizar el tiempo.. Me encantò. Bendiciones
ResponderEliminarVeronica Lorena Piccinino
ResponderEliminarVeronica Lorena Piccinino que final por favor... impresionante final... Gracias.
Qué momento Eve, se me eriza la piel...Como siempre soy tan ansiosa que quiero que ya mismo se aclare todo y Pedro recupere su identidad y la vida que Camila le arrebató...Me encantó...
ResponderEliminarSol Urvino Hermoso, EVE, por fin las piezas empiezan a encajar donde deben. GRACIAS.
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