lunes, 9 de abril de 2018

"LA HERENCIA". CAPÍTULO NOVENO.


“LA HERENCIA”.

CAPÍTULO NOVENO.

Jueves, 12 de octubre de 2017…


… actualizado llamaba escandalosamente la atención y los volvía locos.
Durante horas oyó a todos hablar de él, y por primera vez, supo lo que era… estar celoso, celarse  hasta del aire que estaba respirando.
Mientras, Diego lo miraba y sonreía.
!Si ellos supieran!
Los oía suspirar y se mordía el labio inferior.La imagen puede contener: texto

A media mañana no soportó más y tomando la bandeja, el café y una taza… subió al despacho.

Los espejos son gratis
pero qué caro mirarse de verdad, y cómo verse
que no sea saludo a precio fijo
postal con la vista de la torre
inclinada.
Los perros rabiosos son gratis
por esas cosas nunca paga nada
en cambio este Felipe esta tacita
de tapioca o el capuchino del amanecer
ticket seguro cero ochenta y el servicio
quizá lo encuentre comprendido quizá no.
El sol es gratis y esta goma de lápiz
cero cincuenta pagué para destruir! Los gatos
son gratis La viruela boba
los accidentes el humito
que da prestigio a la locomotora de los maniseros.
Los eclipses son gratis tan bonitos y los discursos
en la Plaza de Mayo. Una nación
que lo hace todo por sus hijos. Lea
la guía con el plano: dos cuarenta.
El amor es gratis paga al final o bien
le pagan (depende de la suerte o la corbata).
Precios variables: Lin Yu Tang Boca Júniors
usted lo ve lo prueba y se lo lleva.
La muerte es gratis. Una dos y tres
una cucharada para papá
y otra para mamá así lindo el nene.
Julio Cortázar /Salvo el crepúsculo.

“El amor nos vuelve buenos. No importa a quien amemos, tampoco
importa ser correspondidos o si la relación es duradera.
Basta la experiencia de amar, eso nos transforma”. Isabel Allende.
“No consigo dormir. Tengo un amor atravesado entre los párpados.
Si pudiera, le diría que se vaya; pero tengo una mujer atravesada en
la garganta”. Eduardo Galeano.
“Dile a tu corazón que el miedo de sufrir es peor que el miedo en sí
mismo. Y ningún corazón ha sufrido al ir en búsqueda de su sueño”.
Paulo Coelho.

Viernes 13 de octubre de 2017.

“maldición, Graziani, que no te hice a mi modo para que seduzcas a otras y otros, eres mío, terminaré matando a alguien si siguen los rumores. Nuestros momentos y lugares son solo nuestros,  allí tenías que lucirte.
El sol se puso rojo al observar el fuego que nos envuelve  como testigo indiscreto de nuestro encuentro... La luna espera su pase  y nosotros ajenos al mundo  nos entregamos tan profundo
que la pasión nos lleva al inframundo... Caricias interminables, besos, abrazos, gemidos, nuestros cuerpos y el deseo, sentirte es delicioso, servirme de tu pasión es mi delito... Una y otra vez nos entregamos,  y en cada entrega  nos quedamos sin aliento, es delicioso disfrutar este momento  tan nuestro y lleno de deseos.
Ya Guille, espero no haber mezclado los frascos de sal y de azúcar mas no te vendría mal  como pequeña venganza, se supone que solo yo debía disfrutar del cambio.
Amor mío, cuando sientas el rocío de la madrugada traspasando tu ventana, son mis deseos matutinos de amarte, la esencia de las rosas que van acompañadas con mis besos sabor a miel, desprendiendo el néctar de mi sexo sobre tu cuerpo, así despiertas feliz y sonriente, acordándote de mí,  sintiéndome. Debí dormir a tu lado y acompañarte yo cuando te vestías.
Si por las tardes sintieras el calor de los rayos del sol que queman tu piel, son mis ansias fervientes lujuriosas que te envuelven, cautivando tu corazón, seduciendo tu mente, y sabrás que soy yo quien te abraza con intensidad, como una lumbre eruptiva de mi pasión.
Amor mío, razón de mi existencia, si por las noches ves la luz de la luna; y percibes el centellear de las estrellas que velan tus sueños, es la energía de mi alma que se derrama sobre ti, posando a tu lado como un duende, amándote sin importar el tiempo, ya sea de día o de noche siempre estoy contigo, acompañándote en tus ensueños de fantasías desde que te conocí, es por eso que vivo amartelado de ti.
Renunciar a quererte jamás lo haría, porque me ahogaría en mi propia decepción, mi corazón no se cansa de amarte, no puedo evitar tu dulce mirada, tus ademanes coquetos, todo de ti me hace feliz, te quiero, llenas mi alma de luz, amor y pasión”.

Cuando la secretaria lo vio aparecer musitando sus palabras, sonrió y le indicó que podía pasar. Golpeó con los nudillos en la puerta y abrió. Cuando Guillermo lo vio entrar curvó los labios en una seductora sonrisa.

__ ¿A qué se debe esta agradable sorpresa? __ le preguntó mientras se levantaba.

Pedro, al verlo vestido con aquellos vaqueros y una simple camisa negra desabotonada arriba, entendió el motivo de la revolución y suspiró. Mientras dejaba la bandeja sobre la mesa, murmuró para que la secretaria no oyera:

__Si me entero de que miras a otro compañero con ojitos penetrantes o que…
Pero no pudo decir más. Guillermo se acercó a él y lo besó hasta dejarlo sin resuello acallando los celos y el mundo, y al acabar el beso Pedro estaba flotando lejos.
__Te dije que solo tengo ojos para vos, ¿lo has olvidado? Por lo tanto me vestí así para vos, basta de celos, no existe nadie más desde que te vi __murmuró_. Amar es una fuente inabarcable de energía vital, indispensable como el agua y el aire, y yo no creía en ello hasta verte, no al menos en este amor romántico pasional que de dos hace uno, el amor que da nueva dimensión a la existencia. Estamos juntos porque el hilo rojo, Dios o el ente que sea que  maneje los hilos de la vida enhebraron nuestros destinos, así lo ha dispuesto, el momento es asombroso y así lo recordaremos y evocaremos siempre. Alabado sea ese instante en que se confundieron por primera vez las miradas, dándose allí , y desde allí ese impulso genético y ese cosquilleo especial que sin permiso nos introdujera en una nube especial, de terciopelo y paz de haber llegado a casa, que nos acuna de tal modo que siempre termina imponiéndose, y siempre terminará venciendo nubarrones y truenos que inevitablemente van a aparecer de tanto en tanto, con o sin razón, en el viaje de todo navegante que es lo que somos en la vida y en el amor…  Por eso, amor hoy te evoco desde allí, desde su concepción, la que floreció por la decisión de lo sagrado, que sin mayores explicaciones y en un instante mágico dispusiera que nosotros que éramos alejados y desconocidos caminos paralelos, tomáramos un rumbo perpendicular para caminar la misma senda y renacer.
Te sueño, te siento a mi lado, una ventisca de nieve está helando mi alma, y con tus dedos   cálidos mi hielo,  deshielan tus manos. Una voz susurra en mi oído un eco dulce y amargo,
dos corazones murmuran residentes eternos, en la corteza seca de un árbol hablan de tu amor y el mío. Te sueño y despierto una hoja se desprende de tus cabellos, tu amor y el mío en uno cabalga y galopa como potro desbocado, te desnudo con la mirada, me adentro en la paz de tu oscuridad, iluminada con gotas de rocío. Abrigo tu cuerpo con el incendio que prende de mi sangre, te visto con gemidos y alientos y la piel sedosa de tu cuerpo, la bañas en el deshielo de mis deseos.
Te sueño, siento tus dedos, y sobre tu pecho de blancos jazmines mis labios beben de tu vida.
Te siento, te siento a mi lado, se vuelve templado el cielo cristalino, tu corazón tu amor, tus ojos y tus labios, deshielan mi alma, mi sangre,  mi vida y mi cuerpo. No aprendí a olvidar tu piel,  nunca dejé de amarte. Por la simple razón a mi vida: que solo sé respirar tu recuerdo  o tu presencia. No aprendí a olvidar tu piel porque aún perdura tu sudor  ese que daba aquel calor a mis besos  cuando recorrí tu interior y te amé. No aprendí a olvidar tu piel y  sé que nunca serás mi olvido... A lo que sentí más allá de una noche. Y sé muy bien que vivirás conmigo al llevarte en mi silencio en aquel camino que miró tu sombra y te acarició en mis ojos. No aprendí a olvidar tu piel…  Y nunca lo haré, porque sería morir... En esa agonía sin tu respirar. La misma que aún percibe mi corazón cuando te nombro sin palabras. No aprendí a olvidar tu piel porque nunca dejé ni dejaré de amarte.
“Colmé sus celajes  con caricias  y besos, sentí lluvia en mis manos… mis dedos empapados  de sus ardores, lúdicos exploraban el espacio en el que nunca cesaba  la cellisca,  mientras mis labios  sedientos bebían  el agua cristalina  de sus amores.
Feliz por las palabras y aclaración seguí besándolo hasta que un ruido nos alertó y nos separamos inmediatamente”.
__Te encontré por casualidad, si es que ella existe, fue un solo saludar, una charla simple, una sonrisa que asoma a mis labios y... tu imagen que persiste.
No sabía quién eras, ni siquiera tu nombre, no sabía dónde estabas ni a qué te dedicabas, pero sabía que mi corazón dio un salto, y de pronto, ya eras mi hombre.
Aquel al que nunca busqué, pues no me hacía falta, no te esperaba ni te había soñado, al menos no despierto, y ahí estabas, con esa sonrisa que me sobresalta.
No parecías extrañado, casi puedo pensar que me esperabas, sentí que en otra vida ya te había amado, una lejana en la que mi piel habitabas.
Es un déjà vu me dijiste seguro, creí, confié y me dejé llevar de la mano, caminando feliz y sin apuro, porque reconocí en ti, al hombre que amo.
Me enseñaste a creer, me enseñaste a dudar, te empecé a querer y sobretodo a amar; no te quiero perder, no te quiero olvidar, abrázame a ti, no me dejes temer, llévame contigo a volar.
Me entrego a ti dando todo de mí, así soy feliz, viviendo en tu ser, admirando tu rostro, ya no eres tú, ya no soy yo, ahora somos nosotros o uno.

Un par de segundos después, se abrió la puerta del despacho y entró esa exnovia de hace siglos despampanante con el padre. Aquella voluptuosa mujer sin reparar en mí, lo miró a Guille y sin reparos.

__Pero, Guillermo, mi amor, ¿eres tú?

 Oír que lo llamaba de aquella manera a Pedro le revolvió el estómago y, sin poder evitarlo, vio cómo la ex  se acercaba a él y, poniéndole los brazos alrededor del cuello, murmuraba:
__Si ya eras atractivo, ahora estás terriblemente tentador y seductor.

“Maldita  idiota, es gay, te arrancaría los brazos que lo  rodean y luego la lengua, so perra, pensó Pedro justo antes de oír la voz del padre.
__Guillermo, ¿qué haces vestido así?
Sin querer permanecer un segundo más allí, Pedro intervino:
__Si no desea nada más, señor, regresaré a mi trabajo.

Sin mirar atrás, salió de la habitación todo lo rápido que pudo, sin saber que Guillermo le había mirado deseoso de que no se marchara.
__
A la hora de la comida, mientras servía en el restaurante, vio que a la imbécil de la mujer llegar del brazo de Guillermo junto a los padres de ella. Pedro los miró. Y por el gesto de Guillermo, supo que este estaba bastante molesto. Es más, parecía enfadado.
Los  cuatro se sentaron en una mesa y Pedro, acercándose a su compañero Diego, le pidió que le cambiara la zona de servir. No quería verlos ni atenderlos. Solo quería desaparecer. Diego, al entender lo que ocurría, asintió y fue a servirles.
Cuando Pedro huyó del comedor, rápidamente salió a la terraza trasera y se encendió un cigarrillo. Lo necesitaba. Sabía que aquella mujer tan estúpida y sobona había estado buena parte del día con él, y le provocó un ataque de celos tremendo, en ese momento su teléfono sonó. Había recibido un mensaje:

“¿Dónde estás?”
Era él, molesto, respondió: “Fumando la bronca”.
En el comedor, mientras oía hablar a esa gente de negocios que poco entendía, Guillermo miró el móvil, y rápidamente contestó:
“No me gusta que fumes, ¿dónde estás?”.
Pedro, sin querer decirle dónde se hallaba, estaba pensando qué responder cuando recibió otro mensaje que decía: “Si no me lo dices, le diré a Diego que te busque y te traiga ante nosotros”.

Al leer aquello, Pedro blasfemó y contestó: “Si haces eso, no me volverás a ver en tu vida”.
Incómodo por no poder hablar con él, Guillermo finalmente se disculpó y, tras decirle algo a Diego, mientras caminaba hacia su despacho escribió: “Te quiero  en mi despacho en dos minutos o yo mismo te iré a buscar”.
Pedro miró hacia los lados. ¿Se había vuelto loco? Sin moverse, continuó fumando, recibió otro mensaje que ponía: “No hagas que mi yo más maligno que solo uso en tribunales salga”. Ven a mi despacho, ¡ya!”
En ese instante apareció Diego, que lo miró angustiado, Pedro dijo:
__Vale, no digas nada. Iré.
__No te enfades, es un accionista del hotel y la hija, no pasa nada, lo sabes.

Una vez hubo apagado el cigarrillo, salió por la parte trasera de la cocina y subió hasta la planta donde estaban los despachos. Al ver que  la secretaria no se encontraba en su puesto, entró directamente. Allí se topó con un ofuscado Guillermo cuya mirada era indescifrable, que, al verlo, caminó directamente hacia él, lo tomó del brazo, lo llevó tras una biblioteca y, aplastándolo con su cuerpo siseó:
__Hueles a tabaco y no quiero que fumes.
Con una sonrisa que a él lo bloqueó, Pedro susurró:
__Mira… fíjate, ¿será porque he fumado por la culpa de tu coqueteo con esa mujer?

Guillermo, con gesto serio, lo miró y finalmente, dulcificando la expresión del rostro, dijo:
__No vuelvas a desaparecer así.
Dispuesto a contestarle algo que seguramente lo enfadaría más, fue a hablar cuando Guillermo lo tomó entre sus brazos y abrazó los labios gruesos en un beso abrasador. Lo aprisionó contra la librería y, haciéndole sentir su deseo murmuró a la vez que Pedro protestaba al notar que le descendía el cierre del pantalón.
__Mi secretaria no está…

No hizo falta más.
__Al sentir el roce de tus labios sellando los míos, me fundo en mis sueños de espejismo que se hagan realidad pronto, así cuando regreses quiero sentir el susurro suave y meloso de tu voz, que se graba en mi mente, en mis entrañas, haciendo vibrar mi corazón de emoción.
Solo vos puedes hacer estremecer mi cuerpo, que desvanece de tanto amor con frenesí en tus brazos, en tu lecho y tu piel, siendo los dos uno solo, en un mismo cuerpo. El amor más lindo es conquistar con hermosos detalles.

Guillermo estaba detrás de Pedro y  el bello ejecutivo se fue despojando de sus prendas con una sutileza que dejaba  a ambos boquiabiertos,  Pedro que ni en  su vida esperaba este encuentro  en sus manos,  se sentía un escultor y su excitación aumentaba cada  vez más al  mirar cómo se desvestían con la música.
Guillermo mordía sus labios mientras sus manos desabrochaban el cinturón  de Pedro y este acariciaba sutilmente la entrepierna de  Guillermo que le  daba un shock con unas hermosas piernas torneadas y sus pezones firmes, apenas un bóxer diminuto. Pedro empezó el juego de este éxtasis de placer al desabrochar la camisa de Guillermo y acariciar su escultural cuerpo que se prendía de inmediato; a Guillermo,  la escultural  figura que se acercó y de inmediato besó en su cuerpo mientras Pedro lo hacía por donde podía colarse en el enredo de ropas y pieles, derraparon en un abismo de placer en el mismo paraíso de sus fantasías.
 Pedro miraba en una forma especial a Guillermo, alguien a quien le podía confiar sus secretos y soñaba con las cosas especiales que él le hacía sentir, la música y un baile  que no quería terminar en los brazos de él, le gustaba oler  su cuerpo, su cabello, suspiraba por dentro mientras sus rostros se unían. Este le tarareaba esa canción de amor, mientras Pedro era el esclavo  de su más baja lujuria al sentirse sediento de ambos labios que lo atormentaban, Guillermo acariciaba el cuello  de Pedro sin desengancharse de  la mirada que lo acariciaba trazando senderos en el pecho y este extasiado respondía de la misma manera con pasión ciega.

Guillermo lamía el oído con parsimonia mientras sus manos volaban por el cuerpo, susurrando:
__No seré nunca más de nadie, mi corazón solo te pertenece a vos, porque si  mi alma no está en la tuya mi corazón dejaría de latir sin vos.
Me perderé entre los sueños de un amor que me rompe,  y desea que te busque. No te pido que me quieras,  solo te pido que me dejes  soñar una fantasía. Si por cada instante que pienso en vos mi corazón baila de alegría. Tus manos me acarician con tu suave dulzura porque te pienso  cada día porque sos mío. Tengo que amarte amor y  estar siempre  junto a vos.
Somos un amor diferente, ese que no tiene alfa ni omega, al que no le interesa, ese amor que traspasa las paredes al descuido, que se alimenta de miradas y llega más allá del pecho, del ansia de las ganas. Ese amor que lo arriesga todo y no tiene casi nada en común y lo aprendí de vos en estos días. Ese amor que desborda ríos convirtiéndolo en mareas tórridas para el vaivén de dioses, lo diferente de un amor es decir… La voluntad de hacerlo presente sin mirar el tiempo. Hacerlo libre, sin escondites, sin importar las miradas ajenas ni nada. No claudica sino que es fortaleza amurallada con palpitaciones de dos corazones en un eco, te beso, me besas y se funden los labios al unísono del aliento. Se estremecen las pieles, los huesos... los muros se derriban ante el roce que se vuelve delirio constante, se agitan las voces en ritual de orgasmos que pregonan fusiones interminables... m y se vuelve al principio, a la voluntad de hacerlo presente sin mirar el tiempo. Ese amor destinado a ser... a estar... ahora... no hay más.
__
En cada embestida del mágico vaivén contra la biblioteca y en cada gemido y  ascenso  Guillermo lo fue haciendo suyo de nuevo, demostrándole en cada ingreso cuánto lo deseaba y recordándole que ninguna mujer ni hombre hoy era nada para él.
Estallaron muy lejos de allí deshaciéndose en polvo de estrellas en un universo pacífico entre planetas y estrellas silentes y   sin obstáculos donde ingrávidos flotaron como energía de amor, sin forma sin cuerpo, sin peso, sin peros.
Cuando regresaron a la vida enmadejados en el piso, se incorporaron para vestirse a desgano manteniendo la conexión en la mirada, y mientras con ella se observaban más allá de las retinas se tomaron de la mano y la voz ronca de Guillermo salió al espacio.

__Ahora deseo explicarte  que me siento de maravilla, y que hoy encontré  al hombre de mis sueños y me hace muy feliz. Solo anhelaba y quería sentir que soy amado,  descubrí que un nuevo amor me iba a curar las veredas  de desamores que me atormentaban.
Jamás he sido de la idea que el amor solo toca una vez el alma, hoy aprendí que puedes  querer muchas veces,  pero sé que el amor se expresa de manera diferente en cada persona a la  que ofreces tu amor, se valora desde adentro del ama, y se ama por fuera con la mirada llena de bondad. En el momento que hablamos, nos vemos con el alma y con el corazón, en ese instante ofrecemos nuestra misma existencia y nos entregamos en cuerpo y alma, nos amamos con caricias que parecen una erupción de pasión mientras se fusionan los huesos con la sangre, el amor son los cinco  sentidos que funden nuestras almas. No; nunca pero nunca mi dulce amor habría de negarte ni olvidar tampoco que fuiste vos mi completa redención; esa nube nácar que en cielo nublado cautivó con su blancura a mi corazón.
Y, sí, así será, cuando en un lento atardecer, te encuentre. Aprenderé por fin a amarte, dejar de pensarte al hacer el amor, y tenerte,  existirás siempre en mi corazón enamorado, con el tibio sentir de amarte. ¿Por qué tardamos tanto en encontrarnos  para conocer el amor? ¡Tanta viva vivida! sintiendo apenas que existieras, soñando en tu espera,  triste soledad atardecía en la madrugada, hasta que el sol me alumbrara.
Con vos, la noche vive  en lo profundo de tus ojos amantes. Y al fin dejaré de estrujar en mis brazos tu sombra y amaré tu piel de seda,  posaré mi cuerpo en el tuyo atrapados mis sentidos en una dulce quimera como hace minutos,  seremos un ser y cuando no estemos fusionados, reviviré, entre el deseo y la ternura, y el mar de tus ojos.
Una nube azul me enturbia mis pupilas frente a tu desnudez de un dios, siento el correr bajo mi piel un torrente de sangre como lava tormentosa. La tibieza de tus manos, aletean y se asientan en mi pecho. Busco en tu piel y tu cuerpo, las sombras dulces de tu rosedal, de tu fuente entre mi lujuria y tu pudor atrapados en locos latidos, amándonos unidos.
Tu boca me murmura, y subyuga mis silencios. Y como la flor que busca al sol, soy el fiel amante de tus besos de fuego. ¡Tanto te amo! que necesito de tu boca, tu aliento y sé que muero por vos. Yo ya no existo, porque sé que si te vas, no podré vivir. Sos la lluvia en mis campos yermos, un oasis dulce en mis desiertos secos, viento tibio que aviva mis fuegos, el amor sublime de mis otoños viejos. Y seré en todos nuestros tiempos de pasión, tu amante tierno. Nunca ataré tu libertad, solo me bastarán tus susurros, y tus alas volarán y tus primaveras ya libres florecerán tu vida en una nueva dicha de amar.
Pero no me dejes así. Si, aún me duele el corazón.
Te amaré en tu ausencia entre la dorada melancolía de los ocasos tristes.  Y nunca dejaré que te vayas, si lo haces te iré a buscar porque solo respiro desde vos y por vos, y mi corazón comparte el latido del tuyo, recuérdalo, pase lo que pase.
Lancé mi barca al remar en tus ojos, en sus profundas aguas abismales, toqué tu reino místico en corales al elevar en nado mi inspiración. Conocí peceras como secretos al abrir  de puertas a cavernas y túneles desconocidos con ese ilustre nombre por mi amado.
Sobre olas rondé mi música en alas, cada honda se expandía con mis verbos, cantarín  el trino llamó a tu océano. Tu frente junto al istmo de tus sueños bajó esas dos crestas de tus cejas, me invité ser el dueño de tus corneas y vos sos el rey del trono bajo mis párpados.
Espacio de ósculos ahora galaxias incentivó mis átomos  a ser tuyos  al caer paredes de un ayer prohibido  y soy libre de pasearme en tu mácula. Mar y azul cielo unen nuestro corazón, hacen puentes de perdón y santidad para alcanzar este remanso sin fanatismos sí con gracia y fervor, te amo cielito.

__Yo te idolatro, y eres un dios para mí, no pude evitar los celos al verte con ella, me celo de la taza que arropan tus labios al beber el café, eres tan bello que le diría al universo una oración destinada a ti: Su inigualable crinado es negro como un sueño misterioso; tan negro como un pensamiento socrático: jamás, como un edén finito, como un « ¡quién podría soñar más!» Pero hay algo más excitante aún: ¡sus ojos castaños, café y canela! Sus ojos de ilimitado esplendor son dos soles pensativos, dos esferas que descansan en la sombra de un paraíso, dos enigmas inéditos muy lindos… Pero hay algo en él, más hermoso todavía: su boca con perlas que deslumbran mis pupilas. Su cálida boca, ¡oh sí, me da vida!; su boca, hecha divinamente por arte divino con pincel de Dios para el amor humano que me viste, para la cálida unión del amor eterno que nos define, su boca joven y perenne; pero hay algo  mejor aún: ¡su estupenda alma! Su alma acogedora de todos mis sueños permitidos, silenciosa, callada, límpida que ni Zeus conoció, de peculiaridades tan hondas y secretas como el rayo del rey sol dando calor infinito a mi piélago con su brisa, de ternuras tan especiales… tan ideales que enamoran...
Pero hay algo que lo define mejor, pero hay algo más profundo aún: su forma de hacerme sentir el camino de ensueño.  ¡Solo el Creador sabe cuánto te amo!
En tus ojos existe ternura, amor. Me encantan  tus ojos fascinantes y en ellos hay un brillo sin igual. Tus ojos me hacen volar hasta el cielo, me revelan el más dulce sueño de amor.
¿Qué misterio es ese? Tu mirada me hipnotiza, me hace sentir tonto, loco, apasionado, me eriza todo el cuerpo, cómo sé que tú me tocarás con las puntas de los dedos.
En una mirada tuya, puedo entender todo lo que viene de ti, tú me dices todo sin necesidad de hablar.  A veces tus ojos me causan miedo, miedo que te alejes de mí.
Porque yo, solo yo, puedo sentir el mundo girar alrededor de tus ojos. Ojos increíbles, de ellos salen llamas de fuego  devorando mi corazón circulando todo mi cuerpo como la sangre solo tu mirada.
Tus ojos son mágicos, ellos tienen el poder de ver, todo lo que lo rodea de forma especial.
Son castaños tus ojos... Tan bonitos, tan sensuales. Están muy cerca, a veces tan lejos de mí, en ellos sí resumen un todo, una nada. La vida o la muerte de un amor. Con solo una mirada tuya, puedo sonreír o tal vez llorar. Solo tus ojos, me hacen sentir esas sensaciones. Solo ellos tienen tal encanto y ellos me hacen prisionero de tu amor.
__Cómo le pago a la vida  cielito el haberte conocido, pensar que no quería recibir esta herencia, y luego menos venir al hotel. Cómo le pago si antes de conocerte  era un hombre sin destino.  Antes de haberte conocido  para mí todo era gris, vos iluminaste mi camino  con la luz de tu reír. Cómo le pago a la vida  ese abrazo que me brindas, esa ternura que me regalas  al brindarme tu sonrisa.  No quiero perderte nunca. No sabría que hacer sin vos. Devolviste esa paz a mi vida  que no creí que encontraría.
Gracias por ser parte de mi vida  cuando más solo me sentía, ahí estuvo tu sabiduría de joven que todo lo sabe comprender.  Lograste que un loco soñador  pusiera los pies en la tierra  porque solo con tu ternura  fuiste y serás mi cable a tierra. Jamás imaginé poderte encontrar  pero hoy que estás a mi lado  nada me podrá separar  de vos. Alejarme no lo puedo ni intentar. Pedro, cómo cambiaste mi vida. Lograste que mi vida tenga sentido. Te quiero sin importar el motivo  y ya te entregué mi corazón.
Cómo no soñar despierto si eres el sol que me alumbra,  oasis en mi desierto, destellos de la penumbra. Amor puro y cristalino. Mi complemento divino. Tus besos sabor a miel me han erizado la piel. En nuestros cuerpos ardientes se desbordan los torrentes que emanan como vertientes saciando nuestras pasiones. Las colinas de tu  pecho  se erigen imponentes como majestuosos volcanes tensos de amor, anhelantes esperando con vehemencia mi presencia cariñosa para amarnos sin medida con amor sincero y puro.
Nunca olvides que te quiero alma corazón y vida, mi desvelo y mi agonía, mi cielo y mi tesoro. Alegría en mi tristeza, mi beldad  mi príncipe, flor de primavera causal de aromas y de mi desvarío. Siento, que al sentir tu amor llenas mis ausencias con tu cuerpo, con ese corazón tan enorme que tienes, que ocupa tu pecho y el mío. Siento que llenas mis silencios con tu grito, cuando mi carne penetra en tu alma, grito de amado, grito de la distancia, eco que recorre el aire de las palabras, que supura tu boca en el tiempo conquistado, ocupado en tu cuerpo y en el mío, que es como conquistar otras galaxias, otras maneras y formas donde escribo.
Siento, que al sentir tu placer, yaces a mi lado, como en los siglos, donde te sigo con la imaginación, dónde sos tomado y soy ocupado, dónde te ocupo y me tomas,  dónde toda mi gloria con tus labios, consigues evadirme de todas las formas.
Así son mis pasiones, son desnudas notas musicales que se revelan en mi cuerpo con la candente armonía de tu tacto. Cierro mis ojos para que nazca en mí ese estado en donde la caricia apasionada sean preludio y fuga. Y viajo a lo más hondo de mis sentidos y fluyo más allá de los horizontes en medio de esta erótica suite que vibra desde tus profundidades.
Es que tus manos tienen las claves en el pentagrama de mis ansias. Es que en tu ritmo creas los movimientos  tan precisos de esta sensual sonata. Tú lo sabes... será por eso que te siento… me llevas lentamente por los interludios  que une lo carnal en la lujuria, me haces parte de esa pieza sexual forjada en actos que serán clímax coral  en la exaltación o el espasmo.
Eres el intérprete que ejecuta mi deseo entonces... no te detengas mi amor revela en mi cuerpo todas mis pasiones en desnudas notas musicales con la candente armonía de tu tacto.
Principio del formulario
Lo juro. Tempranamente hallé el amor en las arcillas de tus ojos donde a diario nacen quimeras, unicornios y hasta lo colibríes que todavía presiento. A los dieciocho a años atropellabas todos los colores a la vez. A los dieciocho  años sabía que el amor no asusta, pero era un hombre que no sabía inundar las breves estrofas de tu cabello. No sabía leer las mareas ni de los miles de soles nacientes de tu sonrisa en la tintura de mi pupila.
Hoy sé lo que es amar y de hecho te amo.
Y ahora no te enojes ni dudes porque esta noche tengo un compromiso para cenar y no sé a qué hora acabará.
__Con… ¿ella?
Como no quería mentirle, Guillermo asintió.

__Ya te dije la otra vez, ella trabaja para el grupo empresarial y, aunque la cena nada tiene que ver con la empresa, es importante. __Al ver el gesto de desconfianza de Pedro, añadió__: Es un tema que he de tratar con ella, con el padre y otras personas. No desconfíes de mí. Pero mañana por la noche, vos y yo tenemos una cita en mi casa y en mi cama, ¿entendido?

Al final, Pedro sonrió y Guillermo, al verlo así, murmuró:
__Sonríe precioso. Estás muy bonito cuando lo haces. Sé que esto así no puede seguir, no creas que te dejo de lado, o que me avergüenzo de que seas mozo, sé que te gusta y que necesitas el dinero, pero sería bueno que más allá de él, pensaras en qué te gustaría hacer con tu vida, ser, estudiar, viajar, algo más que servir mesas, no es lo que te corresponde, yo estaré, siempre estaré. Y por favor, no te vayas del restaurante cuando yo esté, menos mientras estoy allí, te puedo sentir cerca.
__Lo prometo.

Cinco minutos después, tras varios besos y algo más sosegados, abandonaban el despacho, retomaban sus trabajos y deseaban que llegara la noche siguiente para estar juntos.

__
En ese silencio frío de la noche, Guille, este vacío avasallador, mi cuerpo está deseando tu calor. En esa soledad tan grande, el corazón latiendo a mil por hora, la imaginación vuela en busca de ti. Miro por la ventana de mi cuarto y veo el cielo, el mismo cielo que nos acerca y nos aleja. Tan lejos de ti, más estoy en tus pensamientos  queriendo tus besos, tu cariño, el toque de tus manos en mi cuerpo. Solo pienso, deseo... no puedo ir más allá, mas yo te siento.
Tú que en mis sueños vives, tan real, tan cerca que puedo tocar en tu rostro, besar tu boca... Sentimiento loco que invade la madrugada. Desatina. Hoy sé que es un amor verdadero, aquello que ni el tiempo consigue borrar. Y la distancia solo nos deja ver cuánto nos amamos, yo te amo mucho. Me veo así en ese silencio, la noche, el cielo y yo pensando en ti.
__
Se durmió pensando en él y un sueño llegó sin aviso.

“Un hombre lloraba tristemente sentado en una enorme piedra, tenía una amargura que le partía alma y corazón, además de experiencias jamás vividas por cualquiera de su misma edad, pues había recorrido por varios mundos, buscando algo que no pudo encontrar.
Decía que al encontrarla, la tomaría para él, sería suya y jamás se separaría de ella.
En uno de esos mundos vio que había un enorme árbol, cuyos frutos eran de sabor indescriptible y poderes sanativos, y era asequible a todo el que quisiera y en toda época del año, del cual comió hasta saciarse y sentirse con la vitalidad renovada, aún así esto no le dio lo que tanto buscaba.
Llegó a otro mundo en donde fluían ríos de aguas cristalinas, hombres y mujeres danzaban a sus orillas, después llenaban sus cántaros de sus aguas los cuales al llegar a su casa se convertían en leche y miel, y todo lugar donde las plantas eran regadas con esas aguas, salían las mejores flores y frutas, pero no era lo que él quería encontrar.
Llegó a un mundo de mucha luz, mucho brillo, pues sus calles y montañas estaban cubiertas de todas la piedras preciosas que puedas imaginar, esmeraldas, diamantes, zafiros y rubíes no podían faltar, los había por doquier, y eso tampoco le dio lo que él necesitó.
Desde lejos divisó un mundo que por un momento le absorbió, las mujeres más bellas que sus ojos habían visto a lo largo de sus años, bailó, cantó y durmió con algunas, allí estuvo por un tiempo hasta que recordó que ahí tampoco estaba aquello que anhelaba su corazón.
Por accidente llegó a un mundo donde había seres maravillosos, eran sabios, eran poetas, eran pintores, eran creativos y grandes pensadores, algunos que reconoció por sus grandes obras y otros de los que simplemente jamás escuchó, todos allí en un solo lugar, leyó, escribió, admiró todas las bellezas que a su paso pudo encontrar, mas aún, seguía ese vacío en su alma y de allí también partió.
Hoy estaba allí en esa piedra sollozando, donde una mujer se quedó a escuchar todos sus increíbles relatos, sacó su pañuelo, secó sus lágrimas, le brindó algo de beber, le preguntó de esos mundos, le dijo que a través de sus ojos y el sonido de sus voz ella viajó con él... y el, que había estado perdido en sus recuerdos, después de tanto hablar, y lamentarse por seguir sin encontrar lo que le diera sentido a su vivir, enmudeció...  enmudeció por largo rato, cuando en los ojos de esta mujer encontró el brillo de la dulce mirada, y sintió que todo a su al rededor era más radiante, mientras ella hablaba le pareció el sonido más hermoso, nunca escuchado por él, la suavidad de sus manos y color de su piel, eran más bellas que todas la piedras preciosas que antes había visto, y sus labios, sus labios le parecieron que era el fruto prohibido de que él quería probar y descubrir la maravillosa fuente de leche y miel y se dio cuenta que había encontrado en ella toda las cosas que vio y admiró, además en ella encontró paz, compresión, y sobre todo el amor”.
__Guille, tú eres todo lo que he buscado por años, eres lo del sueño, el ser, mi amor.


Sábado, 14 de octubre.

Al día siguiente, cuando Pedro llegó a trabajar, se sorprendió al no ver a Guillermo allí, pero se alegró cuando apareció un par de horas después. Esta vez iba vestido como antes, con su impecable traje negro y corbata. Su aspecto era serio. Demasiado serio y, cuando lo miró, no esbozó ni una tímida sonrisa y eso lo mosqueó.
¿Qué había ocurrido?
Durante el día no lo vio. Estuvo reunido en su despacho y no bajó a comer ni pidió que nadie le subiera nada.
A Pedro los nervios le comenzaron a atenazar. ¿Y si había ocurrido algo con esa mujer?
No terminaba de creer que solo fuera una accionista, una ex de la adolescencia sin importancia, que se tomaba esas atribuciones como abrazarlo en público.
Cuando su turno de trabajo terminó, mientras caminaba hacia su coche recibió un mensaje.
“A las ocho en mi casa”.

Como un reloj, Pedro, a las ocho de la noche llamaba al portero automático y luego entraba  en la cara propiedad. Al salir del ascensor, Guillermo lo estaba esperando. Solo vestía un vaquero y no llevaba nada en el torso.
__! Qué sexy! __exclamó, Pedro mientras él al instante lo estaba besando.

Al entrar, Pedro se sorprendió al oír la música… y sonrió al reconocer que se trataba del cedé que él le había regalado durante el paseo. Eso le gustó. Y se sorprendió aún más al ver una preciosa mesa para dos preparada en el salón, iluminado por una vela.
__Pensé que te gustaría cenar conmigo aquí, hice yo mismo la pasta, el pesto, preparé el vino blanco para antes de comer, cabernet para la pasta, postre, ¿te gusta?

Pedro encantado, asintió. Nada le apetecía más que aquella intimidad y comida casera.
__Desnúdate _pidió Guillermo.

Sorprendido por aquello, lo miró y él aclaró:
__Cenaremos desnudos, de acuerdo a tus reglas liberales, además servirá para ir ganando en intimidad, nada tiene de malo andar como fuimos creados, ¿verdad?
Y no quiero privarme de nada el rato que estemos juntos.
Al ver el ceño fruncido, Pedro se acercó y preguntó:
__ ¿Has tenido un mal día?
Guillermo asintió.
__Sí. Pero sé que vos y tu sonrisa con hoyuelos lo van a mejorar.
__ ¿Y si me contaras de ti? Eres un hombre con muchos secretos, solo sé que eres abogado y tienes un hijo, nada más, y que heredaste el hotel.
__No hoy, no esta noche, ya hablaremos de todo, no ahora.

Abrazándolo por el cumplido de la sonrisa, Pedro sonrió.
__Entonces haré todo lo que pueda para que olvides el mal día y disfrutes este rato, quiero que olvides todo lo que necesitas olvidar.
__Gracias, cielito __murmuró satisfecho por aquella positividad.

Esta noche me declaro en guerra... Guerra contra tu pálida tez por tu cálida lengua,  y lo siento pero no te daré tregua, seré el dueño de tu amor, como del cielo y la tierra.
En tus labios se iniciará la contienda, tu cuerpo será un conflicto de fronteras mas buscaré la pelea con palabras directas para que al final de la lid no se me malentienda.
Preparado, el combate ya se acerca desde el sur de tus tobillos, al norte de tu cadera del este, al oeste conquistaré esas laderas  y me pides con murmullos que te ataque más de cerca.
Y qué poder decir a eso, que mi cruzada comienza…  asciendo por tus piernas, me deslizo por la seda  y en tu arboleda espero la rendición que me concedas antes de que  la fuente del deseo se vaya y no la convenza. La lucha se acerca, se escuchan verbos, se abren piernas,  mil gritos de euforia gimen las pieles por cada ofensa  y sigo atacando sin demora para obtener la recompensa porque pienso hacer de esta ardua batalla que sea eterna.
Tras besarse, comenzaron a desnudarse cuando de pronto sonó el portero de la casa. Ambos se  observaron incrédulos y Guillermo afirmó:

__No espero a nadie, te lo prometo. Fabián y la gente del estudio no conocen este lugar, solo…
__ ¿Solo?
__Nadie.
Debe de ser equivocado, esos chicos que tocan todos y salen corriendo.

Entre risas, Pedro se terminó de desabrochar la camisa y pocos minutos después sonaron unos golpes en la puerta. Se miraron y ambos oyeron la voz de la mujer.
__Guillermo, amor. ¡Abre! Sé que estás ahí. Oigo música y tenemos que hablar urgentemente.
Él maldijo.

__ ¿Qué demonios hace ella acá?
Rápidamente, Pedro se comenzó a abotonar la camisa sonrojado, lo miró con fuego saliendo de los ojos.
___!Qué hace ella aquí! ¿Quién es en realidad?
__No lo sé __murmuró, Guillermo.

Pedro, molesto por aquella intromisión, volvió a indagar.
__ ¿Qué es eso urgente de lo que tienen que hablar si has pasado horas con ella?
Desconcertado por aquello, Guillermo no contestó, susurró mientras se abrochaba los pantalones.

__Te he dicho que no lo sé.
Cada instante más enfadada, la mujer aporreó la puerta de nuevo y finalmente, Guillermo gritó:
__Un segundo Silvina…  estoy saliendo de la ducha.
__ ¿Silvina?
No es el nombre que conozco.
__Lo siento, se llama así, te explicaré.
Silvina al oírlo, puso los ojos en blanco.
__Guille, ni que nunca  te hubiera visto desnudo, abre.
__!Será perra! _se quejó, Pedro al oír lo que decía mientras la furia bullía en sus venas.

En ese instante sonó el móvil de Guillermo. Era Beto. Lo escuchó y, tras atender una corta llamada que lo hizo blasfemar, miró a Pedro que estaba delante.

__Pedro, tienes que marcharte.
__ ¿Por qué? ¿Qué ocurre?
Con un gesto que Pedro no supo descifrar, escuchó.
__Ha ocurrido algo…
___ ¿En el estudio?
__No.
__ ¿Qué ha ocurrido?
Guillermo, sin responder ni mirarlo, fue hasta la puerta y, al abrir, la mujer pelirroja entró y dijo:
__Amor…, ha sucedido algo horrible. __Acto seguido clavó sus ojos en Pedro que estaba frente a ella y preguntó con gesto tosco __: Y este, ¿quién es?

Durante unos segundos, Guillermo y Pedro se contemplaron. Justo empezaba a sonar la canción_ : “Sé que te amaré.”

Pedro quería ver cómo lo presentaba, pero finalmente Guillermo se puso una camisa que había tomado del sillón y respondió:
__No es nadie importante, Silvina. Vámonos.
Bloqueado por aquella contestación, Pedro lo miró incrédulo. Y mientras Guillermo empujaba a la otra para salir de la propiedad cuanto antes, con un extraño gesto, miró a Pedro y añadió:
__Cuando salgas, cierra la puerta, por favor.

Dicho esto, se marchó dejándolo totalmente desconcertado debido a lo que había dicho de que no era nadie, mientras la canción hablaba de despedidas, ausencias y llanto.
Con piernas trémulas, se sentó en una silla y se dio aire con la mano, recordó el sueño, sintió lágrimas agolpadas tras los párpados.
¿No soy nadie importante? Y no claro, soy apenas un mozo, idiota además.
Temblando de rabia, cogió un vaso de la mesa, lo llenó de agua y, tras beber, respiró hondo.

__Vete a la mierda, Guillermo Graziani, ni siquiera te creo ya que seas gay, esa mina debe de ser tu mujer de turno, nunca me equivoqué.

Dicho esto, apagó la música y las luces, y salió de la casa con el corazón roto.

Domingo, 15 de octubre de 2017.

Cuando Pedro se levantó para ir a trabajar, solo  un nubarrón de sentimientos le hizo saber que no iba a ser un buen día. Debía enfrentarse a verlo en el hotel y eso le amputaba el corazón, le destrozó las entrañas.

“Eres un sueño guardado hecho reminiscencias, regresas, has llegado a mi existencia en un delirio que se hizo realidad, recuerdo que se abre paso en mi hoy tallado en mi pecho sin tiempo.
Nacen besos de tus labios  paridos por tus urgentes deseos, la caricia es una sublime obra que  reconoce tus manos como artista pues están cinceladas en mi memoria y es la preciada ofrenda,  anhelada quimera de noches en vela abrigando la candidez de tu cuerpo.
Estás alojado donde no se te ve,  en mi cielo, resguardo de ilusiones, entre la lunas, estrellas y soles,  allí tu rostro me sonríe cómplice con tus ojos brillando en mi noche, velo tu ausencia de otoño acunando el anhelo que seas primavera.
Me mentiste, me usaste pero me vas a extrañar, cuando estés con ella, me vas a extrañar.
Despertamos por los rayos de sol que iluminaban nuestro rostro, cada frase que te susurraba al oído, te hacía volar como en un sueño. Siempre te perdías en el jardín, buscándome entre las rosas, y yo oculto entre sus espinas, me dejaba ver por ti, sentíamos felicidad, empezábamos a hacer planes, en el paseo fuimos felices, pero claro, me amabas a escondidas.
Sentimientos y propuestas que compartíamos, sugiriéndonos la candidez ante lo voraz, veíamos la vida como un juego divertido, donde seducirnos era nuestra mayor pasión.
Nuestras diferencias terminaban fundidas por un beso, originando un impulso provocativo, entregándonos a las redes del deseo, sintiéndonos como tormentas en el cielo.
Me extrañarás, al abrir tus ojos y no encontrar el roce de mis manos en tu piel, fugitivos estarán mis besos endulzados de miel. Me extrañarás, cuando intentes olvidarme, nunca olvidarás el sudor aromatizante del pecado, que brotaba por los poros seductores al placer. Me extrañarás, y recordarás  las noches ahogadas por caricias, respirando la virginidad de mi aliento,  aun cuando me olvides, viviré por siempre como una sombra inducida, por recuerdos permanentes en tus intentos de volver amar.
Estás donde mi piel te nombra y donde mis sentidos huelen a tu piel  porque yo no te mentí aunque no sea más que un mozo, no sé mentir ni conozco tu farsa, Graziani.
Estás donde tu mirada  es el reflejo de la mía y sin embargo no puedo tocarte  solo imaginarte mi bien. Estás donde se detienen las almas a soñar, donde el abismo es más profundo y la palabra es más clara simplemente solo soñar.
Ni los espectros de los verbos conocen las estrofas inciertas de nuestra sangre.
¿Qué caos grita el viento desde los cristales
del insomnio?
Mis ojos estrellan contra el asombro el albur noctámbulo. La ciudad es un aullido mudo en los laberintos del rocío. El temblor de mis manos resume tu piel.
Si la ciudad nos miente y la noche es tan solo el cataclismo al final de la hoja, no hay más rúbrica que el silencio. Si los ojos son una prosa de la brisa y las letras inacabadas de tus pestañas es porque todo deletrea el sismo de esta hora, prosa de estrellas tan breves,
casi el mínimo cosmos de tus dedos que hurgan rutas entre mis canas. Y te canto a ti
a través de la ciudad que sigue construyéndose en los besos de este azar que amamos tanto. ¿Qué caos seguirá inventado la brisa ante las ventanas de Dios?, este Dios que también somos desde el insomnio. Cómo te extraño contra mi voluntad, tu imagen divaga triste y doliente, ni siquiera conozco tus misterios, por mi mente tramposa que juega bromas como Dios se burla al tropezar nuestras miradas a cada rato quizá  ya no te vuelva a ver o peor, me mires indiferente y niegues lo que sentimos. Preveo que vagaré arrepentido y bañado en llanto, en días grises mirando las nubes negras que presagian la noche aun de día en esta soledad que me hace agonizar, la impotencia de que ya nada se puede    cambiar, es una  amarga y cruel realidad.
Ahora mi anhelo, al paso de los momentos estoy cansado, las miradas fugaces de nuestros ojos, me he llenado de paz en medio de la agonía de los tristes instantes, hoy le pido a la fantasía y a la muerte, en los momentos suaves e inoportunos el consuelo entre sombras y suspiros, tanto tiempo he llevado el miedo dentro mi alma, que cada instante es más grande sobre estos sueños y falsas promesas, ahora duerme porque siempre tendrás todas tus ilusiones y serán tu realidad.
Descansa y no le temas al amanecer y a la triste realidad de una existencia que pasa lentamente, llena de odios y envidias, hoy es el momento de abrir los ojos e imaginar lo bello que es la vida, que el amor es la magia de existir, conocerás otros labios que te llenarán de pasión, más suaves que tu corazón acelerado, el cual intentas esconder, en lo más profundo de tu bondad infinita e interminable, esa es la respuesta a todas tus dudas que se cierran frente a mí.
Vivirán los recuerdos de los besos, aun en este gélido dolor que crece, la añoranza de nuestra felicidad, como el canela de tus ojos que eran la luz que guiaban mis pasos, recordarás los mágicos besos que alimentaban a nuestros corazones y lo sueños pasajeros, aunque ahora en este momento solo hay nostalgia del ayer, ahí fue cuando nació el amor y nació para agonizar, hoy este dolor con sabor a soledad me embebe, nuestras bendiciones ahora son el olvido y el cruel silencio que nos separa.
Hoy mi amor es solitario, pero jamás será un secreto, te seguiré amando como el primer día en que te conocí. Solo tengo el consuelo que un día he de morir tras desamores, traiciones y mucho dolor y que del otro lado te voy a volver a ver, solo la muerte podrá aplacar el dolor.
__
En la ducha intentó que el agua barriera el dolor, que relajándose la mente desalojara el recuerdo, pero le fue imposible. No podía olvidar aquello de “no es nadie de importancia”… esa frase era el puñal, era la flecha que le calcinaba las entrañas escarbando en el vientre, era el disparo que ardía en medio del pecho, era el calor de la sangre derramándose por todos lados, si hasta el sabor le parecía sentir, y lo era, puesto que estaba mordiéndose los labios hasta lastimarlos.
Al salir de la ducha y comenzar a vestirse, recibió un mensaje en el móvil. Al titilar el visor vio que era Guillermo.
“Salgo para Uruguay. Siento no poder despedirme.”

Incrédulo, leyó el mensaje veinte veces más. Sin duda para él era…”nadie”. Ni siquiera se iba a molestar en despedirse, en explicar quién estaba en Uruguay, quién era esa mujer en realidad, total él era… nadie.

Sin entender lo que había ocurrido, llegó a trabajar al hotel. Miles de  preguntas e ideas atolondraban la mente, tenía que renunciar, que buscar otro trabajo, tal vez regresar a Chile.
Al entrar todo allí continuaba igual, tan normal como siempre y, cuando vio a la secretaria en el restaurante, le preguntó por la precipitada marcha del jefe. Esta, a nivel de cotilleo, le comentó, que al parecer, había surgido un problema con la exmujer de Guillermo y que este había tenido que regresar o ir a buscarla.
Desconcertado ahora por quién era la exmujer y descorazonado por todo, en especial por no entender nada, sonrió y decidió proseguir su trabajo. Era lo mejor, disimular, ser un personaje, ponerse máscaras, un clon Graziani, tal vez usar otras identidades.

Lunes, 16 de octubre de 2017.

Dos días después, el dolor por su lejanía, por no saber nada de él, por no recibir un mensaje, un llamado, y por sus últimas palabras lo habían calcinado, resumido a cenizas secas y finalmente se convenció de que el rollito con su jefe había acabado y ahora tendría que pagar las consecuencias de haber cometido aquella locura. Sin duda, él había sido el tonto camarero que le había hecho los días más agradables durante su estancia en el hotel, nada más, un don nadie, un sin nombre.

Así pasó una semana. Siete borrosos días en los que realmente sintió que no había sido para él nada importante e intentó salir con sus amigos para no pensar y olvidarse de él. Algo imposible. Guillermo le había calado hondo.

Pero una mañana, mientras recogía con el carrito las bandejas de comida que los huéspedes habían dejado en las habitaciones ahora vacías, al entrar en una de ellas oyó a sus espaldas.
__Hola, Pedro.

Aquella profunda voz le puso la carne de gallina, la piel se estremeció  milímetro a milímetro, el aire se evaporó cargado de electricidad y silencio, no obstante al darse vuelta, lo vio. Ante él, estaba Guillermo trajeado, el que había conocido, tan guapo y serio como siempre.
Confundido, y  con la losa de dolor en el pecho, Pedro solo fue capaz de balbucear:

__Hola.
Sin moverse de su sitio, ambos se miraron hasta que  el que habló fue Guillermo.
__He hecho un viaje relámpago solo para verte.
__ ¿Por qué?
__ Porque te mereces una explicación, ¿no crees?

Pedro sin poder evitarlo posó su mirada en los labios… aquellos labios finos y tentadores que habían hecho que jadeara de placer.
Atrapado en un bucle de emociones, suspiró. No sabía si quería explicaciones si ya no sería suyo. Su frialdad al no acercarse hablaba por sí sola y necesitaba salir de allí urgentemente.
Las opciones eran saltar por encima de la cama o pasar junto a él. Finalmente decidió que la más sensata era la segunda. Dio un paso hacia delante, pero Guillermo extendió el brazo y le cortó el paso.

__Pedro…

Sus respiraciones ante su cercanía se aceleraron, se miraron y entonces ocurrió lo que llevaban días anhelando cada uno a la distancia y el beso llegó.
En la quietud de la habitación y durante unos segundos, el tiempo se detuvo,  crearon una eternidad dentro del tiempo conocido, una burbuja separada del resto del espacio, y disfrutaron del manjar prohibido que tanto los atraía. Sus lenguas chocaron como dos trenes de alta velocidad  y el vello del cuerpo se les erizó por igual, deseosos de algo más.
La pasión, la locura, y el frenesí les pedían que continuaran, y Guillermo, aprisionándolo contra un armario, paseó las manos por su cuerpo, dispuesto a no detener el andar. Pedro gozoso del momento, ahondó el beso, pero de pronto una puerta se cerró y los trajo de nuevo a la realidad  y, como si se quemaran, se separaron.
__Pedro…
Pedro bajó la mirada. Le prohibió hablar y, cuando los pasos del exterior se alejaron. Guillermo continuó, pero él se adelantó.

__ ¿Quién es Silvina?
__La madre de mi hijo, mi primera mujer, la madre biológica de mi hijo, Ana, mi exmujer, de la que me divorcié hace poco, hizo una locura al enterarse que estaba viendo a Silvina, Pedro, las dos saben que soy gay, lo soy, te juro que no me acuesto con mujeres.
¡No me interesa! __lo cortó.

__Escúchame.
__No quiero hacerlo. No. No me interesa saber de tu ex, ni de ti, ni de tu amante, de los hombres de tu vida.
__Pedro… __suspiró con gesto cansado.

__!No soy nadie importante! No soy nadie para que me des explicaciones.
¿Acaso lo has olvidado, Guillermo Graziani?
Nadie.
__Si lo dije fue para no inmiscuirte en el problema _aclaró __.Si Silvina te relacionaba con el hotel o conmigo, se lo contaría a su padre, que es conejero, y te ocasionaría problemas sin estar yo aquí.
__ ¿Y qué? ¿Acaso puede hacerme algo peor que despedirme?
¿Tan nada me crees como para que cuides mi trabajo y no mi alma?
Puedo trabajar de lo que sea, estudiar y trabajar, de hecho es lo que quiero hacer, pero eso no te importa, soy un simple camarero para ti, alguien que no cree en cuentos de duendes y príncipes…  menos de reyes y plebeyos, ve con tus reyes, Graziani, ve a tu mundo.
__Pedro…
__No te acerques de nuevo, porque entonces sí conocerás lo loco que puedo ser, Graziani, ya basta, sigue tu farsa con hombres, mujeres, y con tu hijo, a mí déjame con mis amigos, usarán aretes, iremos a recitales, pero… no estamos acostumbrados a mentir… no somos farsantes.

CONTINUARÁ.
HECHOS Y PERSONAJES SON FICTICIOS. CUALQUIER PARECIDO CON LA REALIDAD ES COINCIDENCIA.
LENGUAJE ADULTO, ESCENAS EXPLÍCITAS.

13 comentarios:

  1. Hermoso.. Gracias... Son dos almas ardientes que se aman sin medida... Bellísimo

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  2. Ana María, tormenta pero qué amor. Muchas gracias amiga Eve Monica Marzetti, feliz inicio de semana

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  3. Silvia... Fascinante , divino, me encantó, saludos Eve.

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  4. Sol Urvino Guille esta arriesgando mucho esta vez...y Pedro tiene razon, no es digno ser controlado de ese modo. UN BESO, EVE.

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  5. Veronica Lorena Piccinino Hermoso.. Gracias... Son dos almas ardientes que se aman sin medida... Bellísimo

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  6. Se puso bravo Eve...Esta vez Pedro tiene razón y Guillermo va a tener que ser claro de una buena vez si quiere recuperar su confianza...

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