sábado, 24 de noviembre de 2018

"ATRAPADOS." CAPÍTULO CINCUENTA Y NUEVE. CAPÍTULO FINAL.


"ATRAPADOS."

CAPÍTULO CINCUENTA Y NUEVE.


CAPÍTULO FINAL.



Bs. As., martes 05 de mayo de 2016.


__Guille, suspendiste el asado, no quisiste ver a José y a Matías, estás esquivando clientes, no sé qué pensar.La imagen puede contener: una o varias personas y texto
__Nada, no tienes que pensar en nada, no  me acostumbro tampoco a tantos cambios, Gaby. Beto estuvo en las celdas y vivió el final, no pasó meses huyendo, con un doble en la casa ni perdió a su esposa, aunque mi amor sea Pedro, Juan se murió en la luna de miel, muerto, era mi amigo de toda la vida, ¿puedes entender?
__Sí, Guille, eso lo sé, como que se murió Miguel…
__! No lo nombres! _gritó Guillermo y Gaby dio un respingo.

__Perdón.
__Perdón vos, no quise gritar, es lo mejor de todo lo que sucedió, iré a buscar al nene, quizá pase a ver a Pedro, no creo que regrese.
Miguel y El Pampeano, aunque fue él, a la larga El Pampeano nos sacó de lo peor que fue el acoso periodístico, unos tíos, el hermano de su verdadero padre, gay y su pareja, vinieron a ayudarnos, más tarde tuvimos que mudarnos,  casi que huir, con ellos, nos ayudaron muchísimo, solo Mirna no se dejó ayudar, y creo que el Pampeano no regresa al país y se quedó con William, porque luego de lo de Miguel, debe de estar como yo, y deseando huir de nuevo.
__ ¿Y qué pasó con Mirna?
__Mamá nos pedirá que lo veamos. Pero yo no quiero verlo. Él me vio, cuando llegó a la comisaría me vio. ¿Podemos irnos ahora mismo?
__Estoy en ello.
__Tío, ¿no es pecado ser homosexual?
__No lo creo, creo que cada uno debe de ser como es, como quiere, como puede.
__Yo…
__ ¿Qué?
__Él decía que era abominable, pero yo… soy como vos y tu amigo, y algún día me gustaría poder decirlo a todos y enamorarme.
“Soy homosexual.”

"Si se pudiera romper y tirar el pasado como el borrador de una carta o de un libro. Pero ahí queda siempre, manchando la copia en limpio, y yo creo que eso es el verdadero futuro."
- Julio Cortázar.
“De razones vive el hombre, de sueños, sobrevive”.
Miguel de Unamuno.
“En asuntos de amor, los locos son los que tienen más experiencia.
De amor no preguntes nunca a los cuerdos; los cuerdos aman
cuerdamente, que es como no haber amado nunca”. Jacinto Benavente.

En casa de mis tíos la vida volvió a la normalidad, ellos eran amorosos,  nosotros comenzamos el colegio en el interior  y mi madre parecía mejor, trabajaba como camarera en el restaurante del novio de mi tío,  hasta que se terminó la paz.
Mirna era débil, Mauricio Mendoza la manejaba desde la cárcel, supimos que mentía y que lo visitaba una vez por semana cuando de súbito un día la calle estaba llena de periodistas.
Ella pidió disculpas, pero era tarde, había dado o mejor dicho vendido la historia a los periodistas, a un escritor, y dado nuestras fotos, con ello el tipo deseaba que escribieran su libro macabro. Además ella había despreciado más de una vez a mis tíos por ser gais.
Luego de aquello hizo mil promesas, volvimos a levantar todo y nos fuimos a San Luis, a recomenzar, desde allí pensamos que ella no podría llegar a la cárcel, y en efecto todos íbamos a terapia y ella pareció volver a la vida, hasta nosotros comenzamos a salir, y fue así que una noche regresé a casa a buscar la cámara de fotos que había olvidado con un amigo, mamá había insistido en quedarse, todos estábamos en una fiesta, y al entrar la llamé. Pero solo me respondió un silencio ominoso.  Y entonces corrí escaleras arriba, algo presentí aunque no hubiese dado señales. Me extrañó ver al perro frente a la habitación de ella, y aulló al verme, arañando la puerta. Abrí con cautela y vi las cortinas cerradas, y con la tenue luz que se colaba la silueta de mamá en la cama.
La llamé, el perro subió de un salto, lamió su mano y gimoteó. Mamá yacía inmóvil… demasiado. La llamé y encendí la lámpara, la tomé por los hombros y la zarandeé. Mientras gritaba…”Despierta”.
Las pastillas estaban junto a la cama, en la mesa de noche… el frasco vacío.
La arrastré, deseaba ponerla de pie, que caminara, mas era un peso muerto.
Entonces pedí a mi amigo que llamara a emergencias y la tendí en el piso, intenté reanimarla, juro que intenté y  mientras masajeaba le decía a mi  amigo lo que debían de saber los de la emergencia…  lo que había tomado, la dirección, y suplicaba por favor a ella que reaccionara, pero no se movía, no respiraba, su corazón no latía  hasta que mi amigo me hizo reconocer lo evidente, estaba helada, insuflé mi aliento en su boca, pero en sus ojos solo había muerte, allí no había nada, como en las fotos del sótano del tipo, en sus ojos no había más que muerte.
Cuando llegó la policía se reiniciaron las preguntas, mi mamá estaba intentándolo, pero se escribían, y había vendido la historia para una película, lo visitaba una vez al mes, y entonces descubrimos la nota que dejó en el escritorio de mi tío.
A mí ya me dominaba una mezcla de ira y dolor.

“Lo siento muchísimo. He tomado malas decisiones y he cometido muchos errores. He mentido a las personas que merecían de mí la verdad y lo he hecho por lo que él me decía. Por mucho que intentara liberarme, no podía. Y ahora se ha liberado él, después de todos los errores y el dolor que he causado, porque  Mauricio así me lo indicaba, lo he dejado libre, iba a divorciarse pues quiere casarse con otra mujer, una que lleva tiempo escribiéndole y viéndole. Me envió los papeles a través del abogado y cartas donde me dice cosas vergonzosas y humillantes, pero algunas de ellas son ciertas como que soy tonta y débil. Y una inútil. No protegí a mis hijos, a ti, Guillermo,  cuando podía, desprecié a quienes nos ayudaron por su elección sexual, les pido que no los abandonen. Guillermo, hijo, tu papá biológico fue bueno, sé que eres inteligente y honesto, me siento orgullosa de ti, sal adelante hijito y espero que alguna vez entiendas que mamá tuvo que irse, no soy fuerte y valiente como tú. Estoy muy cansada, solo quiero dormir. Obedece a los tíos, ahora tienen los tres una vida mejor. Sé feliz Guillermo, y sé que un día me perdonarás”.

¿Por qué iba a perdonarla? Fue la pregunta que me persiguió siempre pues nos había dejado por un asesino que no la quería y se tomó esas pastillas por cansancio.
Luego entendí de la tortura psicológica a la que fue sometida, y así sucedió, Pedro, por eso te dije que Mirna fue la última víctima y no yo.
Poco después lo vi en televisión, le habían hecho una nota, me dio tanto asco que vomité.
A un año con ayuda de la terapia, escribí la historia y se terminó el secreto, me despedí de todos y  regresé  a Bs. As., solo.

“Otro catorce  de febrero y las acostumbradas encuestas  preguntando opiniones que a la gente le encanta responder, asumiendo un rol que por lo general difiere de lo que en realidad piensan acerca del amor y las relaciones de pareja. La reportera del canal local  quería saber su sentir en ese día rebosante de romanticismo y vil comercio.

__ Usted está entrevistando a la persona adecuada señorita –dijo el cincuentón que además de flores portaba una elegancia que lo decoraba con un halo de ternura y bondad amorosa poco vistas en tiempos en que vivimos.

__ ¿Nos quiere contar? –replicó la joven reportera intuyendo que esta entrevista daría mucha tela para cortar.

__ Yo he estudiado a la mujer desde mi tierna juventud y siempre utilicé estos estudios para enamorarlas y de hecho, innumerables veces viví romances apasionados a lo largo de mi vida. La cuestión es convertir cada día en un 14 de febrero y hacer sentir a la dama que uno pretende o con quien uno se encuentra en relación amorosa, como una reina.
La entrevistadora asintió torciendo un instante la cabeza hacia el costado en franca señal de sorpresa ante la declaración oída, que a su vez, jamás había oído en esos veintitantos años que llevaba sobre el planeta, jamás había oído sin que el interlocutor en frente no tuviera intenciones subrepticias hacia ella. Aprovechó el instante y preguntó:

__ Entonces… ¿Usted se considera uno de los últimos románticos que existen?

__ No, no – se apresuró a responder moviendo su dedo índice repetidas pero gráciles veces a los lados, yo “soy” el último y único, ¿o se cree que no veo lo que sucede con los jóvenes de hoy en día? Solo piensan en la mujer como un objeto que les produce placer unos instantes, también en quien cuide de ellos, llámese: lavarles la ropa, cocinarles, recibir su mal humor, y administrar y multiplicar milagrosamente el dinero que ellos le dan, en el caso de estar en pareja, sin recordar el cariño y el amor que toda, y repito: “toda” mujer debería recibir de la persona que está a su lado. Mi estudio me llevó a la conclusión de que la mujer que entiende que alguien se preocupa por ella sinceramente, es la mujer que está lista para ser enamorada.

__ Permítame preguntarle, -lo interrumpió la mujer con el micrófono en la mano, ¿Usted me está diciendo que una no se enamora primero de lo que ve, de la apariencia física?

__ Todo lo contrario señorita, la mujer se enamora de lo que ve y percibe pero ahí está la clave del éxito en mis relaciones amorosas: Yo aprendí a ser lo que ellas quieren ver, la imagen que anhelan para su vida y me perciben como “ese ser que estaban esperando”, y antes que me pregunte si lo mío no es una forma de engaño, le respondo con convicción absoluta que ¡no! Pues ellas, esas mujeres que forman o formaron parte de mi vida, nunca se van a olvidar que un verdadero hombre, una persona que les brindó la dignidad que por el solo hecho de ser mujeres, merecen, estuvo con ellas lado a lado, en las buenas y en las otras también. Es cierto que a veces el amor no funciona o se apaga o aparece alguien más, pero jamás las he engañado, y con el tiempo, muchas me agradecieron mi sinceridad a la hora de confesarles que lo nuestro había llegado a su fin. Todavía hoy muchas de ellas me llaman para pedirme un consejo o para contarme acerca de su vida. Con la mayoría seguimos siendo tan buenos amigos como lo éramos cuando convivíamos. Ahora la dejo porque no es de caballero dejar esperando a una dama,- le comentó a la periodista levantando un poco el ramo de flores en su mano, como si el acercarle las flores a su cara fuese el último paso del conjuro con que había, en pocos minutos, enamorado también a la reportera que con la boca abierta al verlo marcharse, no salía de su asombro ante tamaño personaje.

__ ¿Y qué me dice de las que asesinó y violó?
__ Esas no eran mujeres, señorita, eran… putas, no merecían la gracia de Dios, como diácono las castigué, y la gente, mi propio hijo me  condenó, pero no me arrepiento de lo que hice, claro que no.

“Personajes sorprendentes que nos regala este día de los enamorados”, dijo ella mirando a cámara e hizo señas para que corten la grabación.
El don, giró la llave de la puerta de su celda Vip, entró sigilosamente, y colocó el ramo de flores en el florero vacío. Se dirigió al baño y maldijo a la lámpara que colgaba del medio del cuarto, aunque ella era inocente pues él ya sabía que se había quemado unos días atrás. La luz sobre la pared y por encima del espejo y el lavabo duplicó, al encenderse, su rostro que aún reproducía algo del que había sido captado por la cámara del canal. Se dispuso bajo la lámpara quemada, se estiró y la desenroscó y la tiró en el cesto del baño. Abrió el grifo de la ducha ajustando la temperatura a su agrado y con suavidad infinita, quitó su ropa. Parado frente al espejo que devolvía otro rostro y apoyando sus manos a los lados del lavamanos, se miró fijamente y pronunció aquella palabra: Amor,  y sonrió. La entrevista que le realizaron en la calle ese día de los enamorados, salió al aire y la  vi”.

Solo volví a ver a Miguel en la facultad y ya era como su padre, lo supe a poco tiempo,  a mis tíos les escribí hasta su muerte, y el Pampeano desapareció, hasta que lo vi en Cataratas, no había sabido de él, cielito, pero no es lo que Miguel, que era calco de su padre, por eso nos ayudó a escapar.
__Entiendo todo amor, en cuanto el psiquiatra lo apruebe, iremos a ver a ese tipo a la cárcel, y quedarás libre de fantasmas y demonios, no seguirás atrapado por ellos, no eres víctima ni del padre, ni del hijo.

Bs. As., 20 de diciembre de 2016.

“Los meses transcurrieron con prisas, poco a poco las heridas fueron doliendo menos, los recuerdos se difuminaron, y pude retomar mi trabajo normal en el estudio, en tanto Pedro dejó del todo el hospital ante el trabajo en el ministerio, el CONICET, y la clínica privada.
La casa  se vendió, con ella parte de otros recuerdos, lo mismo el departamento de Juan, y  en noviembre nos hemos mudado a la casa del Delta, una propiedad de mil metros cuadrados, por el jardín, las canchas y piscinas, la casa en sí tiene dos plantas y doscientos metros cuadrados.
Moravia nos visita con frecuencia o nosotros a él para llevar a Josecito, que se adaptó al colegio con creces pese a que sigue adorando jugar con Fabián, aunque mi hijito acaba de conocer a Valeria, una chica con la que al fin pareciera ir en serio.
Pese a los cambios y relaciones,  Fabián no ha dejado de estudiar y no perderá el año, muy por el contrario, está adelantando exámenes, porque Pedro y yo,  vamos a casarnos luego de Navidad, y el mismo día lo harán los fiscales, sí, José y Matías.
Hemos tenido una reunión con el restaurador, está a cargo de armar la carpa en el jardín para la fiesta, y con floristas y gente del catering, en verdad solo deseamos una cena, pero temo que será algo más. Y después de tanto tiempo de estar atrapados, y de las secuelas de esos meses de huidas y amenazas, me apetece celebrar la vida… vida que me regaló, Pedro, en cierta forma la misma Camila a quien todos siempre recordamos con amor, más en estas fechas tan cercanas a su muerte.
Josecito dice seguir hablando con ella tras el espejo, y a veces creemos que en verdad puede hacerlo.
Solo una cosa me falta para disfrutar de la plenitud del casamiento, algo que sucederá en minutos, estamos en el penal, a punto de enfrentar a Mauricio Mendoza, y romper para siempre la cadena que me ate a él.
William con otro rostro e identidad recuperó a su familia, sus hijos siguen estudiando en Boston, lo ven en vacaciones, pero su esposa y él se radicaron en Uruguay, lleva un estudio jurídico, y el Pampeano trabaja para él. Nos llaman a menudo,  no quieren saber de los Mendoza, no asistirán al casamiento, pero les debemos el poder disfrutar de nuestra libertad”.


__Que nadie se acerque. Y dejen de gritar u ordenaré que los detengan a todos por alterar el orden. No vacilaré __gritó el agente a los presos que intentaron acercarse. Cerró una puerta de metal pesada y tomados de la mano entramos a la antesala de la celda.

__ ¿Te sientes bien? __interrogó, Pedro__. ¿Estás seguro?

__Sí. No estaremos mucho.

No era muy distinto, pensó Guillermo, no, no era muy diferente a aquella comisaría en la que se había visto hacía tantos años cuando entraron al tipo en uno de los calabozos del fondo, detrás de la puerta de acero.
Sentía un dolor al mantenerse erguido, pero tenía que mantenerse tranquilo, entero, recto. Cuando entraron, Mendoza cayó rodando de la litera de donde se había tirado. Y, pese a llevar los ojos amoratados, rio, dejando al descubierto sus dientes amarillos.

__El putito novio de la mano, ¿tienes miedo de mí, Guillermo? ¿A dónde está Miguel?
__ Donde pronto estará usted, en el infierno. Y en absoluto le temo, es solo que los dos queríamos verlo en el que es su hábitat natural en tanto.
__Conseguiré salir, lo hago de vez en cuando, e iré por ti. Siempre vivirás mirando detrás de ti, como has hecho por años.
__No, no lo haré. Ya no tiene a Miguel para enviar a torturarme.__Guillermo notó que el brazo de Pedro se tensaba__. ¿Nos dejas un segundo a solas?

__Cómo no. __Pero antes Pedro se acercó al calabozo y, como si fuera una serpiente, metió rápidamente una mano para tirar de Mauricio Mendoza y que se golpeara contra los barrotes. Guillermo no llegó a oír lo que le decía al oído, pero el hombre palideció.

__! Vete a la mierda, cabrón! Debería matarlos a los dos a golpes.
__Pero no puedes hacerlo _repuso, Pedro con naturalidad, y retrocediendo unos pasos, miró a Guillermo__. No te muevas de aquí si no es para alejarte más.

__No te preocupes. __Guillermo le tomó la mano y le besó los nudillos__. Será un momento.

__Estoy en la puerta.

Guillermo esperó a que saliera observando a Mendoza, viendo al padre que fuera un día, al monstruo que escondía detrás.
_Puede que escriban libros sobre vos.
__Los hay.
__Incluso que pagues más películas. O tal vez alcances la gloria morbosa de la que gozan los de tu calaña. Por mí, estupendo. Mataste a mi madre y a decenas de chicas inocentes, pero vos y yo, y muchos sabemos que conmigo, vos y Miguel perdieron, cuando vinieron por mí siempre perdieron, y yo te traje acá y a él a la tumba. Has perdido, Mendoza. Te metí entre rejas y eso que entonces eras algo para mí, ahora estás solo, no solo yo no siento nada sino que Miguel está muerto.
__ Solo has tenido suerte. La próxima vez…
__Sueña con ello. Espero que lo hagas. Cada noche fría y oscura, sueña conmigo.
__Ese serás vos.
__No. Te olvidaré. No soy hijo de un monstruo y estos no me dan miedo, crecí, ya no tienes a nadie, y te vas a morir acá. Y yo seré muy feliz, adiós. Púdrete. Solo necesitaba ver al pobre tipo que sos.
__ ¡Vuelve aquí! No he terminado con vos.
__Pero yo sí __dijo Guillermo sin pararse.

__ ¿Te sientes mejor? _preguntó, Pedro.

__Mucho mejor, cielito. Y me sentiré aún mejor cuando lleguemos a casa, y sigamos preparándonos para la boda. Ahora solo tengo que llegar a casa, y olvidarlo… todo. Ya no estoy… atrapado, ni por vivos ni por fantasmas.

Hoy fuiste la luz que entibió mis pupilas, con tan solo verte. Siento mis latidos más allá de mi sangre en ríos verticales bajo mi piel y entonces entendí que vos naciste para mí y yo para ser tu amante fiel. Sos tan precioso e íntegro, más que la lluvia al paisaje y la brisa al mar.
Siento tu cuerpo, casi desnudo y tu piel de miel, que endulza mi destino, tu aliento tibio y húmedo, que me da la vida, martirio en fugaz desatino. Envidio a la brisa, que te besa sin prisa, y  te acaricia sin tapujos. Se enturbia con tu luz mi vieja soledad que renace como rosas, hoy sin espinas, vivamos juntos el tiempo del amor entre lujurias consentidas sin prisas.
Siento que soy el manantial para tu sed, y el amor para tu vida. Como paloma en primavera se nubló el cielo de tus ojos cuando te besé y casi adormecido entre mis brazos, sonrojadas tus mejillas, y más te amé.
Voy a desnudarte despacio, con un amor recién inaugurado. Olvidando todas las apresuradas ausencias, viviendo entre mis carencias entregándote mis caricias tiernas de recuerdos vivos, de mis horas lentas. Tenerte, es como padecer del amor, temiendo perderte. Ahora entiendo qué es amar, porque bebo todo el amor y la luz de tu alma  entre un montón de rosas rojas como tus labios y el cristal de tus lágrimas. Tu virginal herejía eclipsa mis otoños y mis rebeliones antiguas. Renacen mis pasiones dormidas en los albergues de mi soledad, sin temor
entre el embrujo de tu boca, tus besos y el ensueño de tu cuerpo y tu amor.
En mi delirio de amarte profanaré, dulcemente, tu templo del amor. Desnudo te pegas a mi cuerpo, me besas y te miro el alma, hasta poseerte  perdido en el gozo de tu tibia candidez,  yo te haré feliz a fuerza de amarte. Voló la pura paloma de la virtud de tu cuerpo, y se aposentó en mi alma, perdí mi calma, estalla mi corazón de pasión y mi amor es fuego y llama.
Sedientos uno del otro, yo quiero beber en el oasis de tu cuerpo. Saciar mi sed del más puro amor perturbado en el desierto de mis sueños y vivir nuestro amor entre amaneceres luminosos y decirte que te amo. Grabaré en la retina de mis ojos y recordaré cada momento que fuiste mío entre la suave dulzura de tus  pliegues, y el largo estío del otoño de mi vida.
Amor, no me importa hacia dónde iremos, pero también sé que solo quiero ir con vos.
Te amo  con algo que es puro sentimiento, que entrega todo. Yo descubrí muchas emociones imparables, hoy veo que siempre vivirán en mí. Ayer las abracé como nunca, hasta el amanecer toda la noche. Llegaste a mí sin quererlo, nos presentimos  con fuerza, ternura, que se sienten sin temor. Sos  la respuesta entre el silencio, enciendes al amor entero.
Busco mil palabras para seguir, cuando te pronuncie por primera vez mis votos, Dios sabe que abrazaste mi interior, mi pasión. Nadie mejor testigo,  escribimos juntos,  con el corazón.
Se desgarra mi voz sin vos, ya nada tiene sentido.
Te llevaré en mi voz toda mi vida, siempre conmigo,  me conozco bien.
No por ser hombre perderé el sentido, siempre recordaré cómo te fui abrigado en mi alma, cómo te fui poniendo mi amor.
Siempre estarás cerca de mi piel, de mis manos, mi alma, sos el mayor de mis placeres.

Conocí el cielo cubierto  de nubarrones negros, se acercan las noches negras y madrugadas blancas, sin sol, los días y atardeceres que cubren mi cielo de soledad, mis verbos sueñan con tiempos nuevos para amar, sueñan con tu realidad, con tus brazos abrazando mis verdades, donde serán colmadas del calor de tu compañía que llenará para siempre nuestras vidas de realidades, me dije en Misiones.
Llenaré mis maletas de esperanza amor mío, las llenaré de esas alegrías que nacen en primavera, y nos enfrentaremos a las pruebas del destino, cogidos de la mano caminaremos, aunque el viento nos dé de frente, y nos golpee el alma, cerraremos las puertas de los abismos para hacernos el amor en el más profundo silencio de este sueño.

__ ¿Cómo empezó ese primer día de libertad? Seguro como cualquier rutinaria jornada, entre quehaceres compartidos y trabajo… de mañana te habré dejado un tonto verso sobre tu mesa de noche antes de salir a trabajar o alguna rosa que de camino a casa en algún lado pasé a cortar y antes de que despiertes algo de eso esperaría que fuera una alegría y en tu amanecer despertaría un momento romántico. ¿Cómo llegó todo a ese momento? Me pregunto y me preguntaré, cómo llegó a dormirse ese día tan fugaz que no supimos lo que quedó por vivir en esas horas de ausencias,  cuántos momentos más pasaron que en tu mente que dormirán callados por siempre y en mis pensamientos despertaran con tan solo mirar un color de labios o  escuchar una canción.
Cómo llegará ese instante  a dormirse de manera tan perpetua en mi mente y en lo que está más allá de mi carne, describirte no será sacarte de mí, será vivir una y otra vez un instante de amor que habrá atrapado un alma enamorada y guardará un minuto de aquella noche de pasión mas allá de todo mi tiempo para hacerme saber que todo camino de amor conducirá a vos  por siempre.
Testigos mudos de la imagen secreta que tomé de vos serán ese pequeño papel que guardará un tonto verso o la aún fresca rosa que por un momento tu piel perfumó,  momento de pasión que tu rostro transformó, se abrió  tu roja boca, escapó un gemido de ella al tiempo que tus ojos, dos soles que rodeados por unas finas noches dejaron escapar  su brillo, allí mis ojos capturaron la imagen de placer más perfecta y lo que callan mis oídos, el sonido de tu boca que decía que estaba por estallar en plenitud el amor entre nosotros.
__ En una calma desnuda de un sueño de tantos, te tengo en mis brazos amor, nos acompaña la melodía de las almas enamoradas, donde nuestros cuerpos pegados sienten los latidos de una pasión sin fin. Entonces entre cortinas de hojas y cielos aparece mi alma levantando el telón para dar paso a lo que acontece en mis días sin ti, las palabras, los sentidos, mis labios, mis sueños y todos los rincones de mi piel, componen una obra tramando deseos y sueños vacíos.
Tú eres amor mi  obra de arte más bella, todavía no tienes historia, eres mi vida y no quiero desovillar, ni tirar del extremo del ovillo, porque se soltaría el enredo de mis pasiones y deseos, donde mis razones para amarte, entrelazadas se marcharán con el fino hilo dejándome solo con mis lunas desbordadas y mis soles trasnochados, no amor,  tú no tienes historia, tú eres mi presente, porque no puedo dejar de amarte.
Cuento contigo esta noche vida mía, esta noche dejaré mis sentidos a tu merced, y mis besos se harán verbo si tú los sientes, ellos me pondrán en tu memoria, trazarán el recorrido de tus manos por mi piel dándole vida a mi vivir.
Amarte es el inicio de todos mis días, soñarte es mi alimento, hazme tuyo en esta melodía de amor que grabada está en el aire de esta noche, esta noche amor. Sentado sobre las grietas del tiempo,  tratando de moldear con la arena tu figura, tu pelo, tu aroma y tus labios, pero,
así como la arena que viaja en mis manos  intentando colarse y salirse entre mis dedos, así tu representación va desapareciendo,  pero aún sueño con que te conviertas en realidad, aunque la realidad nunca deja de ser  un sueño dicen por ahí, por eso, es que decido escribirte sentado en la arena, aislado en mi soledad, en cualquier tiempo y en cualquier lugar, perdido entre memorias y recuerdos, quizás asustado y con miedo, esperando tu llegada,  te escribo,
mientras espero en esa vieja estación,  de viejos trenes y de vieja vida,  de años pasados y de viejas añoranzas, mas no sabré nunca que me deparará esta vida y si esta añeja hoja de papel,
llegará a tus manos o a las de un extraño,  el tiempo ya es pasado  y no habrá forma de poderlo recuperar, mientras cada pizca de arena  cae rítmicamente sobre mi cabeza, me despido con todo mi amor  y te digo hasta la próxima vez, mientras miro mi reflejo en el espejo, dentro de este reloj de arena, aunque ya no importa, porque nos espera no menos que la eternidad… juntos.

No me hiciste ni caso el día que te conocí, por más que me esforcé tú no me prestaste atención. Solo cuando quise alejarme  de ti y de todo lo tuyo, viendo o creyendo que  no tenía nada que hacer, fue cuando tú con esa mirada  me hiciste regresar, esos ojos que esconden
el fuego en su interior y yo no me pude negar, era lo que deseaba desde el día que te vi.
Tengo ansias de tu cuerpo, donde desvisto las noches, cómplices de mis deseos. Madrugadas donde vuelas, en lo gris de tus dudosas ilusiones, tus alas se congelan en la brisa de tus indecisiones, amainando lentamente hacia el abismo. En el frágil destino de tus pasos, yacen las cenizas de tus sueños, dejando en penumbras, nuestra fantasía de amar. Y ansío tus misterios en lo oculto de cada palabra, que susurra como lenguaje mudo en los espacios secretos de la nostalgia, donde caminamos entre recuerdos, de placeres olvidados.
Y sigo con la ansiedad, de amarte con pasión, en busca de tu rostro  en los retratos del tiempo, donde aún respira aquella esperanza en mi silencio. Tus besos cargados de tanto placer me llenan a cada instante de un mar de deseos que irrumpen en mi soledad con tal fuerza, que mi calma naufraga en los mares húmedos de tus labios con un frenesí a seducción, tus besos llenos de tanta pasión hacen que me pierda en tormentas sin destinos en mi camino que me encarcelan en el tiempo, provocando la ausencia de indecisiones y desprecios, limpia los dramas de mi mente, tus besos son antídotos que curan todos los enigmas y dudas de neuronas que se multiplican cuando sienten paz, y vuelan como ráfagas de vientos haciendo sentir el fuego en mi cuerpo, tus besos que destilan por mi piel un veneno deseado que me asfixia, y logran conectarme con la fragilidad del cristal que separa la vida de la muerte, tus besos conquistan mi cuerpo, seguiré perteneciendo a ellos,  sin ellos entraría al mundo infalible de la resignación, tus besos acarician ese espectro de sentimientos que respiran intensamente en mi interior entregándome a las profundidades de sus misterios, prefiero esclavizarme eternamente de ellos con tal de tenerlos cerca de mi cuerpo.

Nordelta.

Al llegar a la casa, salimos a pasear junto al río, abrazados y en silencio, cada uno en sus pensamientos, sin perder de vista a Josecito que juega entre los árboles o de a ratos se moja los pies en la orilla, Guille es su padre tanto como lo soy yo, y me complace si Camila nos ve como  dice mi hijito que sepa que somos felices al fin.
 Guille, ni siquiera necesito hablarte, suspiro al pensarte, besarte, estrecharte, contemplarte,
acariciarte, amarte, esto se convierte  en un arte. Te inhalo vida mía, me mantienes lleno de energía,  amor mío te has convertido  en el aire que respiro, fluyes atado a mí.
Suspiros que son la respuesta  que ha quedado en el aire y me demuestran tu amor, son más intensos que un beso  apasionado y ardiente, porque tú estás presente. Divina y fascinante
conexión que nos eleva y nos lleva a otra dimensión.
Quiero llevarlo a la cama pero no de la forma que imagina sino para mimarlo, para comérmelo a besos y llenarlo de caricias... Porque eso podría ser por momentos y para serle sincero, aspiro mucho más que eso. Quiero llevarlo a la cama por muchas razones que tal vez ahora no comprenda. Yo nunca quise solo un  amante con minutos de hoguera, siempre deseé tener a mi lado a mi eterno amante compañero de vida, no  limitarme a momentos de locura donde saciando la pasión y  cuando volviera la frescura, regresaran aquellos silencios que terminan con el tiempo o en lamentables rupturas. Quiero llevarlo a la cama como hacen los grandes amores que aunque estén rodeados de flores su corazón elige una para compartir nuestros universos. Que no paremos de hablar, que haya tanto que contar que nos sorprenda la madrugada esperando cada mañana para poder sonreír con ese ser que tanto nos ama. Porque ese será nuestro planeta. Ahí podremos ser nosotros desnudos  en alma y cuerpos
sin tener nada que ocultar,  ni nuestras alegrías, ni nuestras penas. Quiero mi cómplice de almohadas que en medio de una rutina, nos destapemos en guerra. Deseo emule ser mi pijama al abrazarse a mi cuerpo, que los únicos silencios sean provocados por los besos pero que no sea un objeto  que solo sea para el sexo. Quiero llevarlo a la cama junto con su vida diaria, sus quehaceres, sus cansancios, sus dramas y sus novelas, sus sueños, sus objetivos. Todo lo que  le pase, le enloquezca o le suceda. Hasta en esos días de brumas donde ni él sepa o se entienda si quiere luz o estar a oscuras, que no se ponga de acuerdo si quiere silencio o ruido pero de que me quiera a su lado, que de eso no dude. Quiero  poderlo sorprender  de pronto con un detalle, un desayuno ligero,  una película en cable, lo que sea  con tal de estar a su lado y  en todo poder amarle. Y en medio de nuestras miradas recodarle que es hermoso,
A veces lo haré batallar  con mis preguntas capciosas, en otras ocasiones tendrá que tolerar mis caricias un tanto empalagosas. Y hacerle el amor tantas veces pero no solo al tocarle,
al besarle o al explorarle. Quiero que nos preparemos para cuando en nuestra piel  entre arrugas se vuelva tarde, y  ahí es donde vamos a tener temas, sonrisas, detalles que jamás permitirán  que la llama de nuestro amor se apague. Quiero llevarlo a la cama pero como lo hace un verdadero hombre, de los que buscan el amor eterno, de los que al amor corresponden, de los que  no ven instantes de placer, sino de los que en los labios dejan tatuado su nombre. Yo quiero hacerle el amor  pero de forma completa, a  veces exhaustos de sudor y otras con el alma plena. Pero mientras llega el invierno gozar de nuestra primavera siendo su eterno enamorado, eterno compañero.
Mi vida es un alboroto  de pasiones y deseos, de miedos y rencores,  de dudas y fracasos, de olvidos y recuerdos  cuando recuerdo tus noches en mi pecho,  cuando te pienso y te siento cerca alborotando mis ganas de ti, cuando te amo o te olvido, cuando te vas o te quedas, dejas alborotos en mi alma  por tenerte entre mis sábanas.
¡Quiero amarte tanto! ¡Hasta que no te olvide!, besar tus labios e irme y no volver, solo recordando tus abrazos,  en especial el abrazo de aquella noche,  que pintaste estrellas para mí y se aferró mi cuerpo a tus deseos  sofocado y apretado contra tu pecho, me envolviste en pasiones  que antes no sentía,  me envolvió el fuego  de tus besos por todo mi cuello,
 en ardor de dos cuerpos amándose hambrientos de amor, cerramos puertas y pusimos candados a los desvaríos de amarnos toda la noche, entró el sol por la ventana  y seguías ahí junto a mí, todavía había fuego en la caldera de tu cuerpo, y nuestras ganas dieron rienda suelta.  Todavía tus labios rozando mis cumbres,  desataste pasión y deseo,  despertaste un alboroto en mis ganas por ti,  eres hombre insaciable,  eres un pedazo de pan en tiempo de hambre, un vaso de agua en tiempos de sed.
Eres fuego desenfrenado que en mis brazos apagaste  esa noche y muchas noches más,  con pasión y deseo me empujas  a desvestir mis ganas de ti, en tus candentes noches buscas apagar tu pasión en mí,  sabiendo que en mí encontrarás lo que buscas, soy fuego en la hoguera de tus pasiones,  envueltos en un cielo de estrellas, que nos cautivó a los dos.
Mi vida es un alboroto desde esa noche, amor. Una noche que nos encontró a los dos,
para apagar el fuego de deseos y pasiones, amándonos, teniéndonos entre la vida y la muerte, huyendo, atrapados en Brasil.

26 de diciembre de 2016.
__
Tras la noche separados como manda la tradición y la despedida de solteros, padecimos  una resaca descomunal, por mi parte entré en la ducha tarde, demasiado, y sentí como si me atravesaran la piel con cuchillos.
Cuando fui por el café y las aspirinas me dolía hasta la piel, pero media hora después estaba con el esmoquin blanco cruzado y supe por Fabián que sería mi testigo,  que Guille no estaba mucho mejor.
Una maquilladora obró milagros y mi rostro estaba resplandeciente aunque por dentro me sentía fatal, sentí cuchillas en los globos oculares a cada rayo de sol.

__Te lo juro, Fabián, me muero __ me lamenté, cerrando los ojos.

__Debe de haber una epidemia de resacas porque mi papá está peor que vos. Y Matías más o menos, solo Miller se cuidó.
__Estás guapísimo papi _dijo Josecito cuando al fin a las once y cuarenta bajé.

__Gracias hijito, pero me siento fatal.
__Tú y papá se emborracharon anoche _dijo risueño.

__ ¿Cómo lo sabes?
__Fabián me lo ha dicho.
__No se lo digas a nadie más.
__Lo prometo, solo le he contado al abuelo.

Puse los ojos en blanco.
Había varios coches esperando, apenas subí a la limusina que habíamos alquilado, cerré los ojos hasta el civil, era la peor resaca de mi vida, peor que las drogas que me diera Miguel.
Llegamos con cinco para las doce, Guille esperaba ya en la entrada, con su elegante esmoquin negro que me robó el aliento.

__Estás espectacular, cielito, pero no se te ve bien.
__ A ti tampoco, amor.
__La culpa fue mía, no debí dejar que tomaras tanto.
__No, fue mía.
__Bueno, ya no peleen _dijo Beto testigo de Guille, hace media hora que están esperando los invitados, José y Matías están dentro.

Nos tomamos del brazo y los invitados nos vieron recorrer el corto pasillo hacia el juez, ya habíamos dejado los documentos, Josecito venía de mi mano y llevaba los anillos, Fabián caminaba junto a su padre.
Bajo la atenta mirada de nuestros hijos, nos colocamos en nuestro sitio, acababan de dejarnos el lugar el  ya matrimonio de nuestros amigos.
El juez se dirigió a nosotros con aire solemne.

__Hoy estamos aquí reunidos para unir en matrimonio igualitario a estos dos hombres, Guillermo y Pedro, un destino, un amor. Quiero que sepan que cuando yo celebro un casamiento, este suele durar.

Se oyeron risas. Nos miró con elocuencia y sonreímos.
__Muy bien, empecemos.
Nos hemos reunido hoy aquí para unir en matrimonio a este hombre…
Guillermo solo veía a Pedro y él solo a Guillermo, y lo único que ambos oían era el zumbido de la resaca hasta que los dos dijeron… “sí, quiero”, se colocaron los anillos y se besaron sin reparos, firmaron, saludaron y recorrieron el pasillo. Esta vez, no solo los niños, sino todos los asistentes los vitorearon.
No era la boda de la primera vez de los dos, pero sí la que tenía que ser, la que estaba escrita en el destino. El matrimonio de dos personas que se habían conocido entre muertes y amenazas, que siempre se habían amado, la unión perfecta marcada por Alguien que no puso allí la firma por escrito.
Cuando pasaron junto  Moravia, este guiñó un ojo a Pedro, él se lo devolvió, y Guillermo rio.

La Casa del Delta es  nuestro cofre de recuerdos, de las risas de los chicos, de los llantos de bebés que pensamos tener, donde habitarán nuestros años juntos, las vivencias de todos, con cada rincón contando un cuento, impregnado en olores. En ella viven los recuerdos de la gente que amamos, de todos, hasta de los que se despidieron sin decir adiós. La casa estaba en silencio cuando llegamos, perdida de sus risas, de sus voces, de los sonidos que estamos creando amándonos, deambulando por ella las siluetas que no se oían aunque gritaban, como esponja de vivencias, la casa abrirá sus puertas en horas, no ya a extraños. Recobrará los pasos, las corridas, los aromas, los susurros, todo lo que mañana será recuerdo con solo cerrar los ojos, ahora recobrará la vida, porque regresarán las miradas, luceros de almas, regresarán sonidos, las voces mezcladas, desalojando el silencio, las tristezas, la añoranza, en horas apenas, será tras la fiesta…  el hogar …Graziani- Beggio.


Muero de ganas de llegar al hotel, de que Pedro se acurruque en mi hueco, creo que las veces que pensaron que me  infartaría o moriría en las celdas, me dolía el corazón de extrañarlo, aunque digan que el corazón no duele, a mí me dolía, a él le sangraron las heridas, nos dolía la mente al pensarnos, al imaginar cada escena perdida, el alma extrañaba desangrándose la otra mitad, el cuerpo se consumía en la ausencia del otro pegado, dolieron los ojos ante el rostro negado, los brazos por los abrazos perdidos, los labios en carencia de besos, las manos en la de caricias, el ser entero dolió un año, en ambos.

Al inicio del universo, se formó la tierra, de allí surgió el día, la noche, los ríos, los mares, la división de tierras, los continentes, islas e islotes, para así configurar el mundo de hoy. Desde entonces circulan leyendas, como la de almas gemelas, la otra parte, la luna y el sol, el ser único escindido perdiéndose de vista en planos y vidas hasta reencontrarse, y en relación, leímos una que cuenta que en un pequeño continente, el mar lo dividió, haciendo dos islas con la misma división; una isla era muy bonita, hermosa y de gran color, parecía una parte resplandeciente de pasión.
La otra isla era serena y opaca, de gran fuerza, pero con un gran corazón; todo lo hacía con deseo e ilusión de un hombre lleno de amor.
Las dos islas se querían y se amaban; por eso, pedían a la naturaleza su unión.
Su deseo se cumplió, convirtiéndolos en seres vivos para que hicieran el amor, logrando reunir el deseo con la pasión.
En el amanecer del día siguiente, todo volvería a ser normal; pero el hombre no estaba de acuerdo con esta decisión, ya que quería seguir aferrado con su gran amor, jamás se soltó.
El sol de la madrugada, en roca los convirtió, ahora se ve la isla, apegada a su amor, para vivir juntitos con deseo y pasión. Así es nuestro amor, cambiando roles, somos Pedro y yo”.


 “Las miradas se enlazaron en el mismo amor de años, mientras de a poco, con la provocación y sensualidad de siempre, dejamos los sacos en el perchero, los morrales en el mismo, y fuimos desabrochando las camisas, mientras… espero a Pedro que trae una picada y el champán, casi como en el Delta extasiándome en el sillón, con el brazo apoyado detrás.
Cuando lo tengo a mi lado, chocamos las copas, nos hundimos en el alma mientras las apuramos, reclamándonos sin palabras, perdidos en imágenes  de promesas, en  apenas horas atrás cuando delineamos los cuerpos, esculpiendo los contornos de los muslos, pantorrillas, tobillos, cada dedo, dibujando los cuerpos uno en el otro en el piel con piel, embriagándonos en el aroma no ya recordado, sino presente, del otro, del gel, del deseo, del placer, del fruto del amor derramado, impregnado con la esencia del ser.

Evocamos cada vez de cada mes de miles de días, como ahora comenzamos la ceremonia divina de desabotonar las camisas, desalojándolas lentamente, desperdigando suspiros, bebiendo sabores, mientras  las cúspides y salientes, desafiando el tiempo,  esperan descubiertas que lleguemos allí.

Continuamos por separado, prendidos en las miradas, observándonos de cabo a rabo, descendiendo cremalleras,  desabrochando los cintos,  dejando caer las prendas que restaban, y sentimos la hombría como propia del otro, una parte más, en tamaño creciente, como el brillo en los ojos, admirándonos embobados,  temblando palpitante en el pecho el corazón en latidos, nos convertimos en estrellas como en los  meses pasados, sabiendo que en  la tarde y la noche seremos uno dueño del otro, y esclavo, el todo y parte en crecientes ritmos, o en amarnos en lenta armonía, comenzando como Pedro alguna vez ideara por la mirada, continuado con el beso, reconociendo que nos amamos, ahora presentes, porque padecimos la ausencia, la creencia de la pérdida en el lecho, en amaneceres, vivimos meses en el recuerdo de besos, de caricias,  de deseos, inventando sensaciones en ocasos, en las noches emociones renovadas, sabiendo que los labios mimaron sentimientos, que las bocas bebieron  suspiros, sofocaron gemidos, embriagados en alientos, que fugaron pensamientos, así fuimos, así somos y continuará como el Amor, como  nuestra vida.
Sabemos en este instante que el sol del alba  irradiará los cuerpos, bañando los rostros en la misma luz que generaremos amándonos, en el crepúsculo en un rato la luz tenue rozará unida a nuestras caricias, invadiendo plena la luz de la luna en baño de plata al mismo  momento, en otro lugar, las mismas siluetas , dominaremos en cada instante anhelos, dóciles despojaremos al otro de pulsiones en cuerpo y en alma,  prodigaremos la esencia, sin tristeza, sin memoria, entregando deseos, creando energía y luces que serán desespero, como el calor que nos funde en el uno aun sin contacto, hasta que volemos al cielo, elevando las almas besándose en una al convertirnos en un ser”.

“Sé que me lamo los labios recorriendo el cuerpo de Guille con la mirada paseando y repasando, demorando y correteando, hasta prenderme en los ojos que bien pueden ser como manos, como cada terminal de cada dedo, porque puedo sentirlos por toda mi piel, en todas partes como sé que le sucede a él.
 Me tiene las manos, estamos temblando como la primera vez, y llegamos a provocarnos posando la lengua en el cuello, en las zonas sensibles de unión del hombro, de la oreja, de las muñecas, erizando vellos, lameteando las comisuras, sin llegar al abrazo de labios, estirando el momento, mientras los cuerpos se van amoldando en asimetrías perfectas, haciendo del beso más que un juego preliminar. Lo convertimos en nuestra marca, lo grabamos en los labios, lo sellamos en la piel, los tatuamos a fuego lento en cada rincón y recoveco, por ello jamás los pudimos olvidar, mucho menos reemplazar, insinuando mordisquitos, con suaves lametones para saborearnos los labios, siguiendo con intensos y profundos asaltos con la lengua, al ritmo de ellas las manos se entrometen también en todas partes en caricias, arañazos, pellizcos, cosquillas, masajeando, moldeando, modelando, creando y recreando los montes  detrás, las cúspides frontales, para continuar succionando las lenguas uno y el otro, convirtiendo el pecho en un sonajero de tambores, de jadeos, sofocando gemidos, gruñidos, bebiendo susurros, hasta no dejar rincón librado a la imaginación.
---
Con las piezas amoldadas, comenzando en el sillón, los labios no se esquivaron, acudiendo a la cita cada vez, mordisqueándose en la promesa, que ya era realidad, Guillermo se ajustó a mi entrada, soportando el peso en los pilares de los brazos, intentando prolongar el momento, le succioné la lengua, le mordí degustando el labio, hasta que dejó toda resistencia.
Por delante me retorció los pezones con medida maestría, arrancándome gemidos, o letanías, para torturarlos eternamente en lametones, succiones, mordiscos, hasta que me recorrió por entero, con cada y todos los instrumentos comenzando dibujando mis líneas del rostro, resiguiendo por el cuello, hombros, clavículas, descendiendo los costados, amasando las caderas, lameteando el vientre, dibujando el ombligo, pincelando mi diamante, hasta llegar a mi fuente, y reinventar un juego exquisito de circulares caricias de lengua traviesa, lametón, mordiscos, succiones, fricciones, haciendo que aferrara su cabeza elevándome hacia la boca para recibir sus atenciones y al fin darle de beber mi esencia,  para que me devorara saciando la sed de meses, llevando fluidos a la sangre, a cada poro, a cada átomo, devolviéndome sal en la boca, el mismo sabor a mí. Corrientes eléctricas, gigantescas olas  recorrían mis extremidades, el fuego se cocía lentamente desde las profundas entrañas, detonando artificios, olas de deseo, de necesidad, de llamaradas, hasta que al fin dejó de contenerse y se internó en mi ser, sofocando mi grito,  aferrando mis remanentes convulsiones de la gloria previa, sintiendo el cálido abrazo, en envites dolorosamente lentos, casi sin moverse, disfrutando el latir, yo re acostumbrándome a sentirme habitado, colmado, lleno, empujándolo con  ahínco para que al fin, decidiera iniciar, el movimiento, fuerte, preciso, enérgico, te amo, embestida a fondo, te extrañé demasiado, mucho más allá de lo conocido , nunca dejaré de estar acá, alcanzando sitios inhóspitos mientras levitábamos  hacia el cielo.

Me fue penetrando centímetro a centímetro, las miradas en una, en besos ardientes y húmedos, amoldándome a su tamaño, a su grosor, aferrándome, lleno, dilatándome, sintiendo el palpitar de la sangre furiosa, y  al final hundió la lengua como su hombría como rayo me atravesó, haciéndome gruñir el placer, aferrándolo mientras me taladraba en envites, hasta que se internó lanzándonos al infinito, tras las últimas embestidas en que lo sentí latir, terminé de comprimirlo, de exprimir su elixir, hasta que  asolados los cuerpos en el estallido, nos perdimos en la inconsciencia de ser… un ser.

La fiesta fue el regalo de los socios en un club, nos habíamos comprado un traje para ella, y cuando al fin nos cambiamos por separado, al encontrarnos en el living, chiflamos al barrernos de cabeza a pies, ambos esta vez con esmóquines negros pues era de gala.
Había cien personas invitadas. Una orquesta de cámara tocando diferentes estilos. Todos estaban muy animados. El champán corría como el agua, hasta Fabián tomó algo de más.
Fue divertido ver a todos los amigos, ya relajados de la ceremonia. Moravia estaba allí.
No cabíamos de gozo de saber que solo en horas partiríamos hacia París, donde en coche haríamos el Tour de París, la luna de miel soñada aunque al inicio no la pensamos así.
Inauguramos la velada con un vals, junto a Matías con José. Formábamos dos parejas muy atractivas. El club estaba decorado con flores blancas por todos lados y delicados farolitos de papel dorado.
Hubo discursos, se contaron anécdotas más de Guille que se enfurruñó de a ratos, yo en cambio solté lágrimas ante las de mi suegro que me asociaron a mi niño y a Camila, y cuando brindamos, prometimos velar por la mutua felicidad, para siempre.

En un descanso entre platos intercambiamos parejas, y al regresar a la mesa supimos que la cena era perfecta, todos los amigos estaban presentes, y el baile siguió hasta la medianoche.
Luego de las doce, los fuegos artificiales estallaron en el cielo de la costa. Beto  los había encargado para nosotros, y Josecito aplaudió porque le encantaban.
Fue una fiesta perfecta y los últimos invitados se marcharon alrededor de la una.
Había sido una noche maravillosa, para una boda mucho mejor… de dos hombres que celebraban el amor de pares, y también que supieron de estar…  ATRAPADOS…   y por ello valoraban entonces el amarse en  libertad.
Cuando luego de comentar la velada en el estar de la habitación del hotel tomamos más y más champán, ya medio borrachitos los dos, al fin caímos en la cama, enredados, con el traje y los zapatos puestos, y apoyé mi cabeza en el hombro de Guille.

__Te amé antes de verte… y eres mi esposo, y te amo, mi príncipe azul _ murmuré __. Eres tú.

Cerré los ojos y me abandoné al sueño.
__Dulces sueños, cielito _dijo Guille con los ojos cerrados… y luego se abandonó al sueño a reencontrarme como cada vez… nunca más… ATRAPADOS.


GRACIAS GUILLEDRAS AMANTES DE ATRAPADOS QUE NACIERA EN MISIONES HACE AÑOS, GRACIAS ALICIA, BELÉN, SILVIA, SUSANA, ELDA, POCHI, NORMA, SOL… A TODAS.
LAS ESPERO EN EL EPÍLOGO DE ESTE BELLO POLICIAL  E INVITO  A LOS FINALES  DE… ENIGMA.

FIN.

HECHOS Y PERSONAJES SON FICTICIOS, CUALQUIER PARECIDO CON LA REALIDAD ES COINCIDENCIA, LENGUAJE ADULTO, ESCENAS EXPLÍCITAS.
Principio del formulario
Final del formulario

18 comentarios:

  1. Leticia Sucede cuando existe amor verdadero yyy es mágico

    ResponderEliminar
  2. Gladis Gracias por deleitarnos con su hermosa obra

    ResponderEliminar
  3. Iris Una hermosa novela, fresca y diferente a todas las que he tenido la oportunidad de leerte.BSSS.

    ResponderEliminar
  4. Maravilloso final de Atrapados Eve... Tal como su título lo dice dejan de estar "atrapados" en tanto dolor para vivir plenamente en libertad su amor...Bellísimo amiga...Gracias por tanto...

    ResponderEliminar
  5. Eve sé que no deseas tener contacto conmigo pero aún así te agradezco tus novelas y te felicito

    ResponderEliminar