"ATRAPADOS."
CAPÍTULO CINCUENTA Y NUEVE.
CAPÍTULO FINAL.
Bs. As., martes 05 de mayo de
2016.
__Guille, suspendiste el asado,
no quisiste ver a José y a Matías, estás esquivando clientes, no sé qué pensar.
__Nada, no tienes que pensar en
nada, no me acostumbro tampoco a tantos cambios, Gaby. Beto estuvo en las
celdas y vivió el final, no pasó meses huyendo, con un doble en la casa ni
perdió a su esposa, aunque mi amor sea Pedro, Juan se murió en la luna de miel,
muerto, era mi amigo de toda la vida, ¿puedes entender?
__Sí, Guille, eso lo sé, como
que se murió Miguel…
__! No lo nombres! _gritó
Guillermo y Gaby dio un respingo.
__Perdón.
__Perdón vos, no quise gritar,
es lo mejor de todo lo que sucedió, iré a buscar al nene, quizá pase a ver a
Pedro, no creo que regrese.
Miguel y El Pampeano, aunque
fue él, a la larga El Pampeano nos sacó de lo peor que fue el acoso
periodístico, unos tíos, el hermano de su verdadero padre, gay y su pareja,
vinieron a ayudarnos, más tarde tuvimos que mudarnos, casi que huir, con
ellos, nos ayudaron muchísimo, solo Mirna no se dejó ayudar, y creo que el
Pampeano no regresa al país y se quedó con William, porque luego de lo de
Miguel, debe de estar como yo, y deseando huir de nuevo.
__ ¿Y qué pasó con Mirna?
__Mamá nos pedirá que lo
veamos. Pero yo no quiero verlo. Él me vio, cuando llegó a la comisaría me vio.
¿Podemos irnos ahora mismo?
__Estoy en ello.
__Tío, ¿no es pecado ser
homosexual?
__No lo creo, creo que cada uno
debe de ser como es, como quiere, como puede.
__Yo…
__ ¿Qué?
__Él decía que era abominable,
pero yo… soy como vos y tu amigo, y algún día me gustaría poder decirlo a todos
y enamorarme.
“Soy homosexual.”
"Si se pudiera romper y tirar el pasado como el
borrador de una carta o de un libro. Pero ahí queda siempre, manchando la copia
en limpio, y yo creo que eso es el verdadero futuro."
- Julio Cortázar.
- Julio Cortázar.
“De razones vive el hombre, de sueños, sobrevive”.
Miguel de Unamuno.
Miguel de Unamuno.
“En asuntos de amor, los locos son los que tienen más
experiencia.
De amor no preguntes nunca a los cuerdos; los cuerdos aman
cuerdamente, que es como no haber amado nunca”. Jacinto Benavente.
De amor no preguntes nunca a los cuerdos; los cuerdos aman
cuerdamente, que es como no haber amado nunca”. Jacinto Benavente.
En casa de mis tíos la vida volvió a la normalidad, ellos
eran amorosos, nosotros comenzamos el
colegio en el interior y mi madre
parecía mejor, trabajaba como camarera en el restaurante del novio de mi
tío, hasta que se terminó la paz.
Mirna era débil, Mauricio Mendoza la manejaba desde la
cárcel, supimos que mentía y que lo visitaba una vez por semana cuando de
súbito un día la calle estaba llena de periodistas.
Ella pidió disculpas, pero era tarde, había dado o mejor
dicho vendido la historia a los periodistas, a un escritor, y dado nuestras
fotos, con ello el tipo deseaba que escribieran su libro macabro. Además ella
había despreciado más de una vez a mis tíos por ser gais.
Luego de aquello hizo mil promesas, volvimos a levantar
todo y nos fuimos a San Luis, a recomenzar, desde allí pensamos que ella no
podría llegar a la cárcel, y en efecto todos íbamos a terapia y ella pareció
volver a la vida, hasta nosotros comenzamos a salir, y fue así que una noche
regresé a casa a buscar la cámara de fotos que había olvidado con un amigo, mamá
había insistido en quedarse, todos estábamos en una fiesta, y al entrar la
llamé. Pero solo me respondió un silencio ominoso. Y entonces corrí escaleras arriba, algo
presentí aunque no hubiese dado señales. Me extrañó ver al perro frente a la
habitación de ella, y aulló al verme, arañando la puerta. Abrí con cautela y vi
las cortinas cerradas, y con la tenue luz que se colaba la silueta de mamá en
la cama.
La llamé, el perro subió de un salto, lamió su mano y
gimoteó. Mamá yacía inmóvil… demasiado. La llamé y encendí la lámpara, la tomé
por los hombros y la zarandeé. Mientras gritaba…”Despierta”.
Las pastillas estaban junto a la cama, en la mesa de
noche… el frasco vacío.
La arrastré, deseaba ponerla de pie, que caminara, mas
era un peso muerto.
Entonces pedí a mi amigo que llamara a emergencias y la
tendí en el piso, intenté reanimarla, juro que intenté y mientras masajeaba le decía a mi amigo lo que debían de saber los de la
emergencia… lo que había tomado, la
dirección, y suplicaba por favor a ella que reaccionara, pero no se movía, no
respiraba, su corazón no latía hasta que
mi amigo me hizo reconocer lo evidente, estaba helada, insuflé mi aliento en su
boca, pero en sus ojos solo había muerte, allí no había nada, como en las fotos
del sótano del tipo, en sus ojos no había más que muerte.
Cuando llegó la policía se reiniciaron las preguntas, mi
mamá estaba intentándolo, pero se escribían, y había vendido la historia para
una película, lo visitaba una vez al mes, y entonces descubrimos la nota que
dejó en el escritorio de mi tío.
A mí ya me dominaba una mezcla de ira y dolor.
“Lo siento muchísimo. He tomado malas decisiones y he
cometido muchos errores. He mentido a las personas que merecían de mí la verdad
y lo he hecho por lo que él me decía. Por mucho que intentara liberarme, no
podía. Y ahora se ha liberado él, después de todos los errores y el dolor que
he causado, porque Mauricio así me lo
indicaba, lo he dejado libre, iba a divorciarse pues quiere casarse con otra
mujer, una que lleva tiempo escribiéndole y viéndole. Me envió los papeles a través
del abogado y cartas donde me dice cosas vergonzosas y humillantes, pero
algunas de ellas son ciertas como que soy tonta y débil. Y una inútil. No
protegí a mis hijos, a ti, Guillermo, cuando podía, desprecié a quienes nos ayudaron
por su elección sexual, les pido que no los abandonen. Guillermo, hijo, tu papá
biológico fue bueno, sé que eres inteligente y honesto, me siento orgullosa de
ti, sal adelante hijito y espero que alguna vez entiendas que mamá tuvo que
irse, no soy fuerte y valiente como tú. Estoy muy cansada, solo quiero dormir.
Obedece a los tíos, ahora tienen los tres una vida mejor. Sé feliz Guillermo, y
sé que un día me perdonarás”.
¿Por qué iba a perdonarla? Fue la pregunta que me persiguió
siempre pues nos había dejado por un asesino que no la quería y se tomó esas
pastillas por cansancio.
Luego entendí de la tortura psicológica a la que fue
sometida, y así sucedió, Pedro, por eso te dije que Mirna fue la última víctima
y no yo.
Poco después lo vi en televisión, le habían hecho una
nota, me dio tanto asco que vomité.
A un año con ayuda de la terapia, escribí la historia y
se terminó el secreto, me despedí de todos y
regresé a Bs. As., solo.
“Otro catorce de
febrero y las acostumbradas encuestas preguntando
opiniones que a la gente le encanta responder, asumiendo un rol que por lo
general difiere de lo que en realidad piensan acerca del amor y las relaciones
de pareja. La reportera del canal local quería saber su sentir en ese día rebosante de
romanticismo y vil comercio.
__ Usted está entrevistando a la persona adecuada señorita –dijo el cincuentón que además de flores portaba una elegancia que lo decoraba con un halo de ternura y bondad amorosa poco vistas en tiempos en que vivimos.
__ ¿Nos quiere contar? –replicó la joven reportera intuyendo que esta entrevista daría mucha tela para cortar.
__ Yo he estudiado a la mujer desde mi tierna juventud y siempre utilicé estos estudios para enamorarlas y de hecho, innumerables veces viví romances apasionados a lo largo de mi vida. La cuestión es convertir cada día en un 14 de febrero y hacer sentir a la dama que uno pretende o con quien uno se encuentra en relación amorosa, como una reina.
La entrevistadora asintió torciendo un instante la cabeza hacia el costado en franca señal de sorpresa ante la declaración oída, que a su vez, jamás había oído en esos veintitantos años que llevaba sobre el planeta, jamás había oído sin que el interlocutor en frente no tuviera intenciones subrepticias hacia ella. Aprovechó el instante y preguntó:
__ Entonces… ¿Usted se considera uno de los últimos románticos que existen?
__ No, no – se apresuró a responder moviendo su dedo índice repetidas pero gráciles veces a los lados, yo “soy” el último y único, ¿o se cree que no veo lo que sucede con los jóvenes de hoy en día? Solo piensan en la mujer como un objeto que les produce placer unos instantes, también en quien cuide de ellos, llámese: lavarles la ropa, cocinarles, recibir su mal humor, y administrar y multiplicar milagrosamente el dinero que ellos le dan, en el caso de estar en pareja, sin recordar el cariño y el amor que toda, y repito: “toda” mujer debería recibir de la persona que está a su lado. Mi estudio me llevó a la conclusión de que la mujer que entiende que alguien se preocupa por ella sinceramente, es la mujer que está lista para ser enamorada.
__ Permítame preguntarle, -lo interrumpió la mujer con el micrófono en la mano, ¿Usted me está diciendo que una no se enamora primero de lo que ve, de la apariencia física?
__ Todo lo contrario señorita, la mujer se enamora de lo que ve y percibe pero ahí está la clave del éxito en mis relaciones amorosas: Yo aprendí a ser lo que ellas quieren ver, la imagen que anhelan para su vida y me perciben como “ese ser que estaban esperando”, y antes que me pregunte si lo mío no es una forma de engaño, le respondo con convicción absoluta que ¡no! Pues ellas, esas mujeres que forman o formaron parte de mi vida, nunca se van a olvidar que un verdadero hombre, una persona que les brindó la dignidad que por el solo hecho de ser mujeres, merecen, estuvo con ellas lado a lado, en las buenas y en las otras también. Es cierto que a veces el amor no funciona o se apaga o aparece alguien más, pero jamás las he engañado, y con el tiempo, muchas me agradecieron mi sinceridad a la hora de confesarles que lo nuestro había llegado a su fin. Todavía hoy muchas de ellas me llaman para pedirme un consejo o para contarme acerca de su vida. Con la mayoría seguimos siendo tan buenos amigos como lo éramos cuando convivíamos. Ahora la dejo porque no es de caballero dejar esperando a una dama,- le comentó a la periodista levantando un poco el ramo de flores en su mano, como si el acercarle las flores a su cara fuese el último paso del conjuro con que había, en pocos minutos, enamorado también a la reportera que con la boca abierta al verlo marcharse, no salía de su asombro ante tamaño personaje.
__ ¿Y qué me dice de las que asesinó y violó?
__ Esas no eran mujeres, señorita, eran… putas, no
merecían la gracia de Dios, como diácono las castigué, y la gente, mi propio
hijo me condenó, pero no me arrepiento
de lo que hice, claro que no.
“Personajes sorprendentes que nos regala este día de los enamorados”, dijo ella mirando a cámara e hizo señas para que corten la grabación.
El don, giró la llave de la puerta de su celda Vip, entró sigilosamente, y colocó el ramo de flores en el florero vacío. Se dirigió al baño y maldijo a la lámpara que colgaba del medio del cuarto, aunque ella era inocente pues él ya sabía que se había quemado unos días atrás. La luz sobre la pared y por encima del espejo y el lavabo duplicó, al encenderse, su rostro que aún reproducía algo del que había sido captado por la cámara del canal. Se dispuso bajo la lámpara quemada, se estiró y la desenroscó y la tiró en el cesto del baño. Abrió el grifo de la ducha ajustando la temperatura a su agrado y con suavidad infinita, quitó su ropa. Parado frente al espejo que devolvía otro rostro y apoyando sus manos a los lados del lavamanos, se miró fijamente y pronunció aquella palabra: Amor, y sonrió. La entrevista que le realizaron en la calle ese día de los enamorados, salió al aire y la vi”.
Solo volví a ver a Miguel en la facultad y ya era como su
padre, lo supe a poco tiempo, a mis tíos
les escribí hasta su muerte, y el Pampeano desapareció, hasta que lo vi en
Cataratas, no había sabido de él, cielito, pero no es lo que Miguel, que era
calco de su padre, por eso nos ayudó a escapar.
__Entiendo todo amor, en cuanto el psiquiatra lo apruebe,
iremos a ver a ese tipo a la cárcel, y quedarás libre de fantasmas y demonios,
no seguirás atrapado por ellos, no eres víctima ni del padre, ni del hijo.
Bs. As., 20 de diciembre de 2016.
“Los meses transcurrieron con prisas, poco a poco las
heridas fueron doliendo menos, los recuerdos se difuminaron, y pude retomar mi
trabajo normal en el estudio, en tanto Pedro dejó del todo el hospital ante el
trabajo en el ministerio, el CONICET, y la clínica privada.
La casa se vendió,
con ella parte de otros recuerdos, lo mismo el departamento de Juan, y en noviembre nos hemos mudado a la casa del
Delta, una propiedad de mil metros cuadrados, por el jardín, las canchas y
piscinas, la casa en sí tiene dos plantas y doscientos metros cuadrados.
Moravia nos visita con frecuencia o nosotros a él para
llevar a Josecito, que se adaptó al colegio con creces pese a que sigue
adorando jugar con Fabián, aunque mi hijito acaba de conocer a Valeria, una
chica con la que al fin pareciera ir en serio.
Pese a los cambios y relaciones, Fabián no ha dejado de estudiar y no perderá
el año, muy por el contrario, está adelantando exámenes, porque Pedro y
yo, vamos a casarnos luego de Navidad, y
el mismo día lo harán los fiscales, sí, José y Matías.
Hemos tenido una reunión con el restaurador, está a cargo
de armar la carpa en el jardín para la fiesta, y con floristas y gente del
catering, en verdad solo deseamos una cena, pero temo que será algo más. Y
después de tanto tiempo de estar atrapados, y de las secuelas de esos meses de
huidas y amenazas, me apetece celebrar la vida… vida que me regaló, Pedro, en
cierta forma la misma Camila a quien todos siempre recordamos con amor, más en
estas fechas tan cercanas a su muerte.
Josecito dice seguir hablando con ella tras el espejo, y
a veces creemos que en verdad puede hacerlo.
Solo una cosa me falta para disfrutar de la plenitud del
casamiento, algo que sucederá en minutos, estamos en el penal, a punto de
enfrentar a Mauricio Mendoza, y romper para siempre la cadena que me ate a él.
William con otro rostro e identidad recuperó a su
familia, sus hijos siguen estudiando en Boston, lo ven en vacaciones, pero su
esposa y él se radicaron en Uruguay, lleva un estudio jurídico, y el Pampeano
trabaja para él. Nos llaman a menudo, no
quieren saber de los Mendoza, no asistirán al casamiento, pero les debemos el
poder disfrutar de nuestra libertad”.
__Que nadie se acerque. Y dejen de gritar u ordenaré que
los detengan a todos por alterar el orden. No vacilaré __gritó el agente a los
presos que intentaron acercarse. Cerró una puerta de metal pesada y tomados de
la mano entramos a la antesala de la celda.
__ ¿Te sientes bien? __interrogó, Pedro__. ¿Estás seguro?
__Sí. No estaremos mucho.
No era muy distinto, pensó Guillermo, no, no era muy
diferente a aquella comisaría en la que se había visto hacía tantos años cuando
entraron al tipo en uno de los calabozos del fondo, detrás de la puerta de
acero.
Sentía un dolor al mantenerse erguido, pero tenía que mantenerse
tranquilo, entero, recto. Cuando entraron, Mendoza cayó rodando de la litera de
donde se había tirado. Y, pese a llevar los ojos amoratados, rio, dejando al
descubierto sus dientes amarillos.
__El putito novio de la mano, ¿tienes miedo de mí,
Guillermo? ¿A dónde está Miguel?
__ Donde pronto estará usted, en el infierno. Y en
absoluto le temo, es solo que los dos queríamos verlo en el que es su hábitat
natural en tanto.
__Conseguiré salir, lo hago de vez en cuando, e iré por
ti. Siempre vivirás mirando detrás de ti, como has hecho por años.
__No, no lo haré. Ya no tiene a Miguel para enviar a
torturarme.__Guillermo notó que el brazo de Pedro se tensaba__. ¿Nos dejas un
segundo a solas?
__Cómo no. __Pero antes Pedro se acercó al calabozo y,
como si fuera una serpiente, metió rápidamente una mano para tirar de Mauricio Mendoza
y que se golpeara contra los barrotes. Guillermo no llegó a oír lo que le decía
al oído, pero el hombre palideció.
__! Vete a la mierda, cabrón! Debería matarlos a los dos
a golpes.
__Pero no puedes hacerlo _repuso, Pedro con naturalidad,
y retrocediendo unos pasos, miró a Guillermo__. No te muevas de aquí si no es
para alejarte más.
__No te preocupes. __Guillermo le tomó la mano y le besó
los nudillos__. Será un momento.
__Estoy en la puerta.
Guillermo esperó a que saliera observando a Mendoza,
viendo al padre que fuera un día, al monstruo que escondía detrás.
_Puede que escriban libros sobre vos.
__Los hay.
__Incluso que pagues más películas. O tal vez alcances la
gloria morbosa de la que gozan los de tu calaña. Por mí, estupendo. Mataste a
mi madre y a decenas de chicas inocentes, pero vos y yo, y muchos sabemos que
conmigo, vos y Miguel perdieron, cuando vinieron por mí siempre perdieron, y yo
te traje acá y a él a la tumba. Has perdido, Mendoza. Te metí entre rejas y eso
que entonces eras algo para mí, ahora estás solo, no solo yo no siento nada
sino que Miguel está muerto.
__ Solo has tenido suerte. La próxima vez…
__Sueña con ello. Espero que lo hagas. Cada noche fría y
oscura, sueña conmigo.
__Ese serás vos.
__No. Te olvidaré. No soy hijo de un monstruo y estos no
me dan miedo, crecí, ya no tienes a nadie, y te vas a morir acá. Y yo seré muy
feliz, adiós. Púdrete. Solo necesitaba ver al pobre tipo que sos.
__ ¡Vuelve aquí! No he terminado con vos.
__Pero yo sí __dijo Guillermo sin pararse.
__ ¿Te sientes mejor? _preguntó, Pedro.
__Mucho mejor, cielito. Y me sentiré aún mejor cuando
lleguemos a casa, y sigamos preparándonos para la boda. Ahora solo tengo que
llegar a casa, y olvidarlo… todo. Ya no estoy… atrapado, ni por vivos ni por
fantasmas.
Hoy fuiste la luz que entibió mis pupilas, con tan solo
verte. Siento mis latidos más allá de mi sangre en ríos verticales bajo mi piel
y entonces entendí que vos naciste para mí y yo para ser tu amante fiel. Sos
tan precioso e íntegro, más que la lluvia al paisaje y la brisa al mar.
Siento tu cuerpo, casi desnudo y tu piel de miel, que endulza mi destino, tu aliento tibio y húmedo, que me da la vida, martirio en fugaz desatino. Envidio a la brisa, que te besa sin prisa, y te acaricia sin tapujos. Se enturbia con tu luz mi vieja soledad que renace como rosas, hoy sin espinas, vivamos juntos el tiempo del amor entre lujurias consentidas sin prisas.
Siento tu cuerpo, casi desnudo y tu piel de miel, que endulza mi destino, tu aliento tibio y húmedo, que me da la vida, martirio en fugaz desatino. Envidio a la brisa, que te besa sin prisa, y te acaricia sin tapujos. Se enturbia con tu luz mi vieja soledad que renace como rosas, hoy sin espinas, vivamos juntos el tiempo del amor entre lujurias consentidas sin prisas.
Siento que soy el manantial para tu sed, y el amor para
tu vida. Como paloma en primavera se nubló el cielo de tus ojos cuando te besé
y casi adormecido entre mis brazos, sonrojadas tus mejillas, y más te amé.
Voy a desnudarte despacio, con un amor recién inaugurado.
Olvidando todas las apresuradas ausencias, viviendo entre mis carencias entregándote
mis caricias tiernas de recuerdos vivos, de mis horas lentas. Tenerte, es como
padecer del amor, temiendo perderte. Ahora entiendo qué es amar, porque bebo todo
el amor y la luz de tu alma entre un
montón de rosas rojas como tus labios y el cristal de tus lágrimas. Tu virginal
herejía eclipsa mis otoños y mis rebeliones antiguas. Renacen mis pasiones
dormidas en los albergues de mi soledad, sin temor
entre el embrujo de tu boca, tus besos y el ensueño de tu cuerpo y tu amor.
entre el embrujo de tu boca, tus besos y el ensueño de tu cuerpo y tu amor.
En mi delirio de amarte profanaré, dulcemente, tu templo
del amor. Desnudo te pegas a mi cuerpo, me besas y te miro el alma, hasta
poseerte perdido en el gozo de tu tibia
candidez, yo te haré feliz a fuerza de
amarte. Voló la pura paloma de la virtud de tu cuerpo, y se aposentó en mi
alma, perdí mi calma, estalla mi corazón de pasión y mi amor es fuego y llama.
Sedientos uno del otro, yo quiero beber en el oasis de tu
cuerpo. Saciar mi sed del más puro amor perturbado en el desierto de mis sueños
y vivir nuestro amor entre amaneceres luminosos y decirte que te amo. Grabaré
en la retina de mis ojos y recordaré cada momento que fuiste mío entre la suave
dulzura de tus pliegues, y el largo
estío del otoño de mi vida.
Amor, no me importa hacia dónde iremos, pero también sé
que solo quiero ir con vos.
Te amo con algo
que es puro sentimiento, que entrega todo. Yo descubrí muchas emociones
imparables, hoy veo que siempre vivirán en mí. Ayer las abracé como nunca,
hasta el amanecer toda la noche. Llegaste a mí sin quererlo, nos presentimos con fuerza, ternura, que se sienten sin temor.
Sos la respuesta entre el silencio,
enciendes al amor entero.
Busco mil palabras para seguir, cuando te pronuncie por primera vez mis votos, Dios sabe que abrazaste mi interior, mi pasión. Nadie mejor testigo, escribimos juntos, con el corazón.
Se desgarra mi voz sin vos, ya nada tiene sentido.
Busco mil palabras para seguir, cuando te pronuncie por primera vez mis votos, Dios sabe que abrazaste mi interior, mi pasión. Nadie mejor testigo, escribimos juntos, con el corazón.
Se desgarra mi voz sin vos, ya nada tiene sentido.
Te llevaré en mi voz toda mi vida, siempre conmigo, me conozco bien.
No por ser hombre perderé el sentido, siempre recordaré cómo te fui abrigado en mi alma, cómo te fui poniendo mi amor.
Siempre estarás cerca de mi piel, de mis manos, mi alma, sos el mayor de mis placeres.
No por ser hombre perderé el sentido, siempre recordaré cómo te fui abrigado en mi alma, cómo te fui poniendo mi amor.
Siempre estarás cerca de mi piel, de mis manos, mi alma, sos el mayor de mis placeres.
Conocí el cielo cubierto de nubarrones negros, se acercan las noches negras y madrugadas blancas, sin sol, los días y atardeceres que cubren mi cielo de soledad, mis verbos sueñan con tiempos nuevos para amar, sueñan con tu realidad, con tus brazos abrazando mis verdades, donde serán colmadas del calor de tu compañía que llenará para siempre nuestras vidas de realidades, me dije en Misiones.
Llenaré mis maletas de esperanza amor mío, las llenaré de esas alegrías que nacen en primavera, y nos enfrentaremos a las pruebas del destino, cogidos de la mano caminaremos, aunque el viento nos dé de frente, y nos golpee el alma, cerraremos las puertas de los abismos para hacernos el amor en el más profundo silencio de este sueño.
__ ¿Cómo
empezó ese primer día de libertad? Seguro como cualquier rutinaria jornada,
entre quehaceres compartidos y trabajo… de mañana te habré dejado un tonto
verso sobre tu mesa de noche antes de salir a trabajar o alguna rosa que de camino
a casa en algún lado pasé a cortar y antes de que despiertes algo de eso
esperaría que fuera una alegría y en tu amanecer despertaría un momento
romántico. ¿Cómo llegó todo a ese momento? Me pregunto y me preguntaré, cómo
llegó a dormirse ese día tan fugaz que no supimos lo que quedó por vivir en
esas horas de ausencias, cuántos
momentos más pasaron que en tu mente que dormirán callados por siempre y en mis
pensamientos despertaran con tan solo mirar un color de labios o escuchar una canción.
Cómo llegará ese instante a dormirse de manera tan perpetua en mi mente
y en lo que está más allá de mi carne, describirte no será sacarte de mí, será
vivir una y otra vez un instante de amor que habrá atrapado un alma enamorada y
guardará un minuto de aquella noche de pasión mas allá de todo mi tiempo para
hacerme saber que todo camino de amor conducirá a vos por siempre.
Testigos mudos de la imagen secreta que tomé de vos serán
ese pequeño papel que guardará un tonto verso o la aún fresca rosa que por un
momento tu piel perfumó, momento de
pasión que tu rostro transformó, se abrió tu roja boca, escapó un gemido de ella al
tiempo que tus ojos, dos soles que rodeados por unas finas noches dejaron
escapar su brillo, allí mis ojos
capturaron la imagen de placer más perfecta y lo que callan mis oídos, el
sonido de tu boca que decía que estaba por estallar en plenitud el amor entre
nosotros.
__ En una calma desnuda de un sueño de tantos, te tengo
en mis brazos amor, nos acompaña la melodía de las almas enamoradas, donde
nuestros cuerpos pegados sienten los latidos de una pasión sin fin. Entonces
entre cortinas de hojas y cielos aparece mi alma levantando el telón para dar
paso a lo que acontece en mis días sin ti, las palabras, los sentidos, mis labios,
mis sueños y todos los rincones de mi piel, componen una obra tramando deseos y
sueños vacíos.
Tú eres amor mi obra de arte más bella, todavía no tienes historia, eres mi vida y no quiero desovillar, ni tirar del extremo del ovillo, porque se soltaría el enredo de mis pasiones y deseos, donde mis razones para amarte, entrelazadas se marcharán con el fino hilo dejándome solo con mis lunas desbordadas y mis soles trasnochados, no amor, tú no tienes historia, tú eres mi presente, porque no puedo dejar de amarte.
Cuento contigo esta noche vida mía, esta noche dejaré mis sentidos a tu merced, y mis besos se harán verbo si tú los sientes, ellos me pondrán en tu memoria, trazarán el recorrido de tus manos por mi piel dándole vida a mi vivir.
Amarte es el inicio de todos mis días, soñarte es mi alimento, hazme tuyo en esta melodía de amor que grabada está en el aire de esta noche, esta noche amor. Sentado sobre las grietas del tiempo, tratando de moldear con la arena tu figura, tu pelo, tu aroma y tus labios, pero,
así como la arena que viaja en mis manos intentando colarse y salirse entre mis dedos, así tu representación va desapareciendo, pero aún sueño con que te conviertas en realidad, aunque la realidad nunca deja de ser un sueño dicen por ahí, por eso, es que decido escribirte sentado en la arena, aislado en mi soledad, en cualquier tiempo y en cualquier lugar, perdido entre memorias y recuerdos, quizás asustado y con miedo, esperando tu llegada, te escribo,
mientras espero en esa vieja estación, de viejos trenes y de vieja vida, de años pasados y de viejas añoranzas, mas no sabré nunca que me deparará esta vida y si esta añeja hoja de papel,
llegará a tus manos o a las de un extraño, el tiempo ya es pasado y no habrá forma de poderlo recuperar, mientras cada pizca de arena cae rítmicamente sobre mi cabeza, me despido con todo mi amor y te digo hasta la próxima vez, mientras miro mi reflejo en el espejo, dentro de este reloj de arena, aunque ya no importa, porque nos espera no menos que la eternidad… juntos.
Tú eres amor mi obra de arte más bella, todavía no tienes historia, eres mi vida y no quiero desovillar, ni tirar del extremo del ovillo, porque se soltaría el enredo de mis pasiones y deseos, donde mis razones para amarte, entrelazadas se marcharán con el fino hilo dejándome solo con mis lunas desbordadas y mis soles trasnochados, no amor, tú no tienes historia, tú eres mi presente, porque no puedo dejar de amarte.
Cuento contigo esta noche vida mía, esta noche dejaré mis sentidos a tu merced, y mis besos se harán verbo si tú los sientes, ellos me pondrán en tu memoria, trazarán el recorrido de tus manos por mi piel dándole vida a mi vivir.
Amarte es el inicio de todos mis días, soñarte es mi alimento, hazme tuyo en esta melodía de amor que grabada está en el aire de esta noche, esta noche amor. Sentado sobre las grietas del tiempo, tratando de moldear con la arena tu figura, tu pelo, tu aroma y tus labios, pero,
así como la arena que viaja en mis manos intentando colarse y salirse entre mis dedos, así tu representación va desapareciendo, pero aún sueño con que te conviertas en realidad, aunque la realidad nunca deja de ser un sueño dicen por ahí, por eso, es que decido escribirte sentado en la arena, aislado en mi soledad, en cualquier tiempo y en cualquier lugar, perdido entre memorias y recuerdos, quizás asustado y con miedo, esperando tu llegada, te escribo,
mientras espero en esa vieja estación, de viejos trenes y de vieja vida, de años pasados y de viejas añoranzas, mas no sabré nunca que me deparará esta vida y si esta añeja hoja de papel,
llegará a tus manos o a las de un extraño, el tiempo ya es pasado y no habrá forma de poderlo recuperar, mientras cada pizca de arena cae rítmicamente sobre mi cabeza, me despido con todo mi amor y te digo hasta la próxima vez, mientras miro mi reflejo en el espejo, dentro de este reloj de arena, aunque ya no importa, porque nos espera no menos que la eternidad… juntos.
No me hiciste ni caso el día que te conocí, por más que
me esforcé tú no me prestaste atención. Solo cuando quise alejarme de ti y de todo lo tuyo, viendo o creyendo
que no tenía nada que hacer, fue cuando tú
con esa mirada me hiciste regresar, esos
ojos que esconden
el fuego en su interior y yo no me pude negar, era lo que deseaba desde el día que te vi.
el fuego en su interior y yo no me pude negar, era lo que deseaba desde el día que te vi.
Tengo ansias de tu cuerpo, donde desvisto las noches, cómplices
de mis deseos. Madrugadas donde vuelas, en lo gris de tus dudosas ilusiones, tus
alas se congelan en la brisa de tus indecisiones, amainando lentamente hacia el
abismo. En el frágil destino de tus pasos, yacen las cenizas de tus sueños, dejando
en penumbras, nuestra fantasía de amar. Y ansío tus misterios en lo oculto de
cada palabra, que susurra como lenguaje mudo en los espacios secretos de la
nostalgia, donde caminamos entre recuerdos, de placeres olvidados.
Y sigo con la ansiedad, de amarte con pasión, en busca de
tu rostro en los retratos del tiempo, donde
aún respira aquella esperanza en mi silencio. Tus besos cargados de tanto
placer me llenan a cada instante de un mar de deseos que irrumpen en mi soledad
con tal fuerza, que mi calma naufraga en los mares húmedos de tus labios con un
frenesí a seducción, tus besos llenos de tanta pasión hacen que me pierda en
tormentas sin destinos en mi camino que me encarcelan en el tiempo, provocando
la ausencia de indecisiones y desprecios, limpia los dramas de mi mente, tus
besos son antídotos que curan todos los enigmas y dudas de neuronas que se multiplican
cuando sienten paz, y vuelan como ráfagas de vientos haciendo sentir el fuego
en mi cuerpo, tus besos que destilan por mi piel un veneno deseado que me
asfixia, y logran conectarme con la fragilidad del cristal que separa la vida
de la muerte, tus besos conquistan mi cuerpo, seguiré perteneciendo a
ellos, sin ellos entraría al mundo
infalible de la resignación, tus besos acarician ese espectro de sentimientos
que respiran intensamente en mi interior entregándome a las profundidades de
sus misterios, prefiero esclavizarme eternamente de ellos con tal de tenerlos
cerca de mi cuerpo.
Nordelta.
Al llegar a la casa, salimos a pasear junto al río,
abrazados y en silencio, cada uno en sus pensamientos, sin perder de vista a
Josecito que juega entre los árboles o de a ratos se moja los pies en la
orilla, Guille es su padre tanto como lo soy yo, y me complace si Camila nos ve
como dice mi hijito que sepa que somos
felices al fin.
Guille, ni
siquiera necesito hablarte, suspiro al pensarte, besarte, estrecharte, contemplarte,
acariciarte, amarte, esto se convierte en un arte. Te inhalo vida mía, me mantienes lleno de energía, amor mío te has convertido en el aire que respiro, fluyes atado a mí.
acariciarte, amarte, esto se convierte en un arte. Te inhalo vida mía, me mantienes lleno de energía, amor mío te has convertido en el aire que respiro, fluyes atado a mí.
Suspiros que son la respuesta que ha quedado en el aire y me demuestran tu
amor, son más intensos que un beso
apasionado y ardiente, porque tú estás presente. Divina y fascinante
conexión que nos eleva y nos lleva a otra dimensión.
conexión que nos eleva y nos lleva a otra dimensión.
Quiero llevarlo a la cama pero no de la forma que imagina
sino para mimarlo, para comérmelo a besos y llenarlo de caricias... Porque eso
podría ser por momentos y para serle sincero, aspiro mucho más que eso. Quiero
llevarlo a la cama por muchas razones que tal vez ahora no comprenda. Yo nunca
quise solo un amante con minutos de
hoguera, siempre deseé tener a mi lado a mi eterno amante compañero de vida,
no limitarme a momentos de locura donde
saciando la pasión y cuando volviera la
frescura, regresaran aquellos silencios que terminan con el tiempo o en
lamentables rupturas. Quiero llevarlo a la cama como hacen los grandes amores que
aunque estén rodeados de flores su corazón elige una para compartir nuestros
universos. Que no paremos de hablar, que haya tanto que contar que nos
sorprenda la madrugada esperando cada mañana para poder sonreír con ese ser que
tanto nos ama. Porque ese será nuestro planeta. Ahí podremos ser nosotros desnudos
en alma y cuerpos
sin tener nada que ocultar, ni nuestras alegrías, ni nuestras penas. Quiero mi cómplice de almohadas que en medio de una rutina, nos destapemos en guerra. Deseo emule ser mi pijama al abrazarse a mi cuerpo, que los únicos silencios sean provocados por los besos pero que no sea un objeto que solo sea para el sexo. Quiero llevarlo a la cama junto con su vida diaria, sus quehaceres, sus cansancios, sus dramas y sus novelas, sus sueños, sus objetivos. Todo lo que le pase, le enloquezca o le suceda. Hasta en esos días de brumas donde ni él sepa o se entienda si quiere luz o estar a oscuras, que no se ponga de acuerdo si quiere silencio o ruido pero de que me quiera a su lado, que de eso no dude. Quiero poderlo sorprender de pronto con un detalle, un desayuno ligero, una película en cable, lo que sea con tal de estar a su lado y en todo poder amarle. Y en medio de nuestras miradas recodarle que es hermoso,
A veces lo haré batallar con mis preguntas capciosas, en otras ocasiones tendrá que tolerar mis caricias un tanto empalagosas. Y hacerle el amor tantas veces pero no solo al tocarle,
al besarle o al explorarle. Quiero que nos preparemos para cuando en nuestra piel entre arrugas se vuelva tarde, y ahí es donde vamos a tener temas, sonrisas, detalles que jamás permitirán que la llama de nuestro amor se apague. Quiero llevarlo a la cama pero como lo hace un verdadero hombre, de los que buscan el amor eterno, de los que al amor corresponden, de los que no ven instantes de placer, sino de los que en los labios dejan tatuado su nombre. Yo quiero hacerle el amor pero de forma completa, a veces exhaustos de sudor y otras con el alma plena. Pero mientras llega el invierno gozar de nuestra primavera siendo su eterno enamorado, eterno compañero.
sin tener nada que ocultar, ni nuestras alegrías, ni nuestras penas. Quiero mi cómplice de almohadas que en medio de una rutina, nos destapemos en guerra. Deseo emule ser mi pijama al abrazarse a mi cuerpo, que los únicos silencios sean provocados por los besos pero que no sea un objeto que solo sea para el sexo. Quiero llevarlo a la cama junto con su vida diaria, sus quehaceres, sus cansancios, sus dramas y sus novelas, sus sueños, sus objetivos. Todo lo que le pase, le enloquezca o le suceda. Hasta en esos días de brumas donde ni él sepa o se entienda si quiere luz o estar a oscuras, que no se ponga de acuerdo si quiere silencio o ruido pero de que me quiera a su lado, que de eso no dude. Quiero poderlo sorprender de pronto con un detalle, un desayuno ligero, una película en cable, lo que sea con tal de estar a su lado y en todo poder amarle. Y en medio de nuestras miradas recodarle que es hermoso,
A veces lo haré batallar con mis preguntas capciosas, en otras ocasiones tendrá que tolerar mis caricias un tanto empalagosas. Y hacerle el amor tantas veces pero no solo al tocarle,
al besarle o al explorarle. Quiero que nos preparemos para cuando en nuestra piel entre arrugas se vuelva tarde, y ahí es donde vamos a tener temas, sonrisas, detalles que jamás permitirán que la llama de nuestro amor se apague. Quiero llevarlo a la cama pero como lo hace un verdadero hombre, de los que buscan el amor eterno, de los que al amor corresponden, de los que no ven instantes de placer, sino de los que en los labios dejan tatuado su nombre. Yo quiero hacerle el amor pero de forma completa, a veces exhaustos de sudor y otras con el alma plena. Pero mientras llega el invierno gozar de nuestra primavera siendo su eterno enamorado, eterno compañero.
Mi vida es un alboroto
de pasiones y deseos, de miedos y rencores, de dudas y fracasos, de olvidos y
recuerdos cuando recuerdo tus noches en
mi pecho, cuando te pienso y te siento
cerca alborotando mis ganas de ti, cuando te amo o te olvido, cuando te vas o
te quedas, dejas alborotos en mi alma
por tenerte entre mis sábanas.
¡Quiero amarte tanto! ¡Hasta que no te olvide!, besar tus labios e irme y no volver, solo recordando tus abrazos, en especial el abrazo de aquella noche, que pintaste estrellas para mí y se aferró mi cuerpo a tus deseos sofocado y apretado contra tu pecho, me envolviste en pasiones que antes no sentía, me envolvió el fuego de tus besos por todo mi cuello,
en ardor de dos cuerpos amándose hambrientos de amor, cerramos puertas y pusimos candados a los desvaríos de amarnos toda la noche, entró el sol por la ventana y seguías ahí junto a mí, todavía había fuego en la caldera de tu cuerpo, y nuestras ganas dieron rienda suelta. Todavía tus labios rozando mis cumbres, desataste pasión y deseo, despertaste un alboroto en mis ganas por ti, eres hombre insaciable, eres un pedazo de pan en tiempo de hambre, un vaso de agua en tiempos de sed.
Eres fuego desenfrenado que en mis brazos apagaste esa noche y muchas noches más, con pasión y deseo me empujas a desvestir mis ganas de ti, en tus candentes noches buscas apagar tu pasión en mí, sabiendo que en mí encontrarás lo que buscas, soy fuego en la hoguera de tus pasiones, envueltos en un cielo de estrellas, que nos cautivó a los dos.
Mi vida es un alboroto desde esa noche, amor. Una noche que nos encontró a los dos,
para apagar el fuego de deseos y pasiones, amándonos, teniéndonos entre la vida y la muerte, huyendo, atrapados en Brasil.
¡Quiero amarte tanto! ¡Hasta que no te olvide!, besar tus labios e irme y no volver, solo recordando tus abrazos, en especial el abrazo de aquella noche, que pintaste estrellas para mí y se aferró mi cuerpo a tus deseos sofocado y apretado contra tu pecho, me envolviste en pasiones que antes no sentía, me envolvió el fuego de tus besos por todo mi cuello,
en ardor de dos cuerpos amándose hambrientos de amor, cerramos puertas y pusimos candados a los desvaríos de amarnos toda la noche, entró el sol por la ventana y seguías ahí junto a mí, todavía había fuego en la caldera de tu cuerpo, y nuestras ganas dieron rienda suelta. Todavía tus labios rozando mis cumbres, desataste pasión y deseo, despertaste un alboroto en mis ganas por ti, eres hombre insaciable, eres un pedazo de pan en tiempo de hambre, un vaso de agua en tiempos de sed.
Eres fuego desenfrenado que en mis brazos apagaste esa noche y muchas noches más, con pasión y deseo me empujas a desvestir mis ganas de ti, en tus candentes noches buscas apagar tu pasión en mí, sabiendo que en mí encontrarás lo que buscas, soy fuego en la hoguera de tus pasiones, envueltos en un cielo de estrellas, que nos cautivó a los dos.
Mi vida es un alboroto desde esa noche, amor. Una noche que nos encontró a los dos,
para apagar el fuego de deseos y pasiones, amándonos, teniéndonos entre la vida y la muerte, huyendo, atrapados en Brasil.
26 de diciembre de 2016.
__
Tras la noche separados como manda la tradición y la
despedida de solteros, padecimos una
resaca descomunal, por mi parte entré en la ducha tarde, demasiado, y sentí
como si me atravesaran la piel con cuchillos.
Cuando fui por el café y las aspirinas me dolía hasta la
piel, pero media hora después estaba con el esmoquin blanco cruzado y supe por
Fabián que sería mi testigo, que Guille
no estaba mucho mejor.
Una maquilladora obró milagros y mi rostro estaba
resplandeciente aunque por dentro me sentía fatal, sentí cuchillas en los
globos oculares a cada rayo de sol.
__Te lo juro, Fabián, me muero __ me lamenté, cerrando
los ojos.
__Debe de haber una epidemia de resacas porque mi papá
está peor que vos. Y Matías más o menos, solo Miller se cuidó.
__Estás guapísimo papi _dijo Josecito cuando al fin a las
once y cuarenta bajé.
__Gracias hijito, pero me siento fatal.
__Tú y papá se emborracharon anoche _dijo risueño.
__ ¿Cómo lo sabes?
__Fabián me lo ha dicho.
__No se lo digas a nadie más.
__Lo prometo, solo le he contado al abuelo.
Puse los ojos en blanco.
Había varios coches esperando, apenas subí a la limusina
que habíamos alquilado, cerré los ojos hasta el civil, era la peor resaca de mi
vida, peor que las drogas que me diera Miguel.
Llegamos con cinco para las doce, Guille esperaba ya en
la entrada, con su elegante esmoquin negro que me robó el aliento.
__Estás espectacular, cielito, pero no se te ve bien.
__ A ti tampoco, amor.
__La culpa fue mía, no debí dejar que tomaras tanto.
__No, fue mía.
__Bueno, ya no peleen _dijo Beto testigo de Guille, hace
media hora que están esperando los invitados, José y Matías están dentro.
Nos tomamos del brazo y los invitados nos vieron recorrer
el corto pasillo hacia el juez, ya habíamos dejado los documentos, Josecito
venía de mi mano y llevaba los anillos, Fabián caminaba junto a su padre.
Bajo la atenta mirada de nuestros hijos, nos colocamos en
nuestro sitio, acababan de dejarnos el lugar el ya matrimonio de nuestros amigos.
El juez se dirigió a nosotros con aire solemne.
__Hoy estamos aquí reunidos para unir en matrimonio
igualitario a estos dos hombres, Guillermo y Pedro, un destino, un amor. Quiero
que sepan que cuando yo celebro un casamiento, este suele durar.
Se oyeron risas. Nos miró con elocuencia y sonreímos.
__Muy bien, empecemos.
Nos hemos reunido hoy aquí para unir en matrimonio a este
hombre…
Guillermo solo veía a Pedro y él solo a Guillermo, y lo
único que ambos oían era el zumbido de la resaca hasta que los dos dijeron… “sí,
quiero”, se colocaron los anillos y se besaron sin reparos, firmaron, saludaron
y recorrieron el pasillo. Esta vez, no solo los niños, sino todos los
asistentes los vitorearon.
No era la boda de la primera vez de los dos, pero sí la
que tenía que ser, la que estaba escrita en el destino. El matrimonio de dos
personas que se habían conocido entre muertes y amenazas, que siempre se habían
amado, la unión perfecta marcada por Alguien que no puso allí la firma por
escrito.
Cuando pasaron junto
Moravia, este guiñó un ojo a Pedro, él se lo devolvió, y Guillermo rio.
La Casa del Delta es
nuestro cofre de recuerdos, de las risas de los chicos, de los llantos
de bebés que pensamos tener, donde habitarán nuestros años juntos, las
vivencias de todos, con cada rincón contando un cuento, impregnado en olores.
En ella viven los recuerdos de la gente que amamos, de todos, hasta de los que
se despidieron sin decir adiós. La casa estaba en silencio cuando llegamos,
perdida de sus risas, de sus voces, de los sonidos que estamos creando
amándonos, deambulando por ella las siluetas que no se oían aunque gritaban,
como esponja de vivencias, la casa abrirá sus puertas en horas, no ya a extraños.
Recobrará los pasos, las corridas, los aromas, los susurros, todo lo que mañana
será recuerdo con solo cerrar los ojos, ahora recobrará la vida, porque
regresarán las miradas, luceros de almas, regresarán sonidos, las voces mezcladas,
desalojando el silencio, las tristezas, la añoranza, en horas apenas, será tras
la fiesta… el hogar …Graziani- Beggio.
Muero de ganas de llegar al hotel, de que Pedro se acurruque en mi hueco, creo que las veces que pensaron que me infartaría o moriría en las celdas, me dolía el corazón de extrañarlo, aunque digan que el corazón no duele, a mí me dolía, a él le sangraron las heridas, nos dolía la mente al pensarnos, al imaginar cada escena perdida, el alma extrañaba desangrándose la otra mitad, el cuerpo se consumía en la ausencia del otro pegado, dolieron los ojos ante el rostro negado, los brazos por los abrazos perdidos, los labios en carencia de besos, las manos en la de caricias, el ser entero dolió un año, en ambos.
Al inicio del universo, se formó la tierra, de allí
surgió el día, la noche, los ríos, los mares, la división de tierras, los
continentes, islas e islotes, para así configurar el mundo de hoy. Desde
entonces circulan leyendas, como la de almas gemelas, la otra parte, la luna y
el sol, el ser único escindido perdiéndose de vista en planos y vidas hasta
reencontrarse, y en relación, leímos una que cuenta que en un pequeño
continente, el mar lo dividió, haciendo dos islas con la misma división; una
isla era muy bonita, hermosa y de gran color, parecía una parte resplandeciente
de pasión.
La otra isla era serena y opaca, de gran fuerza, pero con
un gran corazón; todo lo hacía con deseo e ilusión de un hombre lleno de amor.
Las dos islas se querían y se amaban; por eso, pedían a
la naturaleza su unión.
Su deseo se cumplió, convirtiéndolos en seres vivos para que hicieran el amor, logrando reunir el deseo con la pasión.
Su deseo se cumplió, convirtiéndolos en seres vivos para que hicieran el amor, logrando reunir el deseo con la pasión.
En el amanecer del día siguiente, todo volvería a ser
normal; pero el hombre no estaba de acuerdo con esta decisión, ya que quería
seguir aferrado con su gran amor, jamás se soltó.
El sol de la madrugada, en roca los convirtió, ahora se
ve la isla, apegada a su amor, para vivir juntitos con deseo y pasión. Así es
nuestro amor, cambiando roles, somos Pedro y yo”.
“Las miradas se
enlazaron en el mismo amor de años, mientras de a poco, con la provocación y
sensualidad de siempre, dejamos los sacos en el perchero, los morrales en el
mismo, y fuimos desabrochando las camisas, mientras… espero a Pedro que trae
una picada y el champán, casi como en el Delta extasiándome en el sillón, con
el brazo apoyado detrás.
Cuando lo tengo a mi lado, chocamos las copas, nos
hundimos en el alma mientras las apuramos, reclamándonos sin palabras, perdidos
en imágenes de promesas, en apenas horas atrás cuando delineamos los
cuerpos, esculpiendo los contornos de los muslos, pantorrillas, tobillos, cada
dedo, dibujando los cuerpos uno en el otro en el piel con piel, embriagándonos
en el aroma no ya recordado, sino presente, del otro, del gel, del deseo, del
placer, del fruto del amor derramado, impregnado con la esencia del ser.
Evocamos cada vez de cada mes de miles de días, como
ahora comenzamos la ceremonia divina de desabotonar las camisas, desalojándolas
lentamente, desperdigando suspiros, bebiendo sabores, mientras las cúspides y salientes, desafiando el
tiempo, esperan descubiertas que
lleguemos allí.
Continuamos por separado, prendidos en las miradas,
observándonos de cabo a rabo, descendiendo cremalleras, desabrochando los cintos, dejando caer las prendas que restaban, y
sentimos la hombría como propia del otro, una parte más, en tamaño creciente,
como el brillo en los ojos, admirándonos embobados, temblando palpitante en el pecho el corazón
en latidos, nos convertimos en estrellas como en los meses pasados, sabiendo que en la tarde y la noche seremos uno dueño del
otro, y esclavo, el todo y parte en crecientes ritmos, o en amarnos en lenta
armonía, comenzando como Pedro alguna vez ideara por la mirada, continuado con
el beso, reconociendo que nos amamos, ahora presentes, porque padecimos la
ausencia, la creencia de la pérdida en el lecho, en amaneceres, vivimos meses en
el recuerdo de besos, de caricias, de
deseos, inventando sensaciones en ocasos, en las noches emociones renovadas,
sabiendo que los labios mimaron sentimientos, que las bocas bebieron suspiros, sofocaron gemidos, embriagados en
alientos, que fugaron pensamientos, así fuimos, así somos y continuará como el
Amor, como nuestra vida.
Sabemos en este instante que el sol del alba irradiará los cuerpos, bañando los rostros en
la misma luz que generaremos amándonos, en el crepúsculo en un rato la luz
tenue rozará unida a nuestras caricias, invadiendo plena la luz de la luna en
baño de plata al mismo momento, en otro
lugar, las mismas siluetas , dominaremos en cada instante anhelos, dóciles
despojaremos al otro de pulsiones en cuerpo y en alma, prodigaremos la esencia, sin tristeza, sin
memoria, entregando deseos, creando energía y luces que serán desespero, como
el calor que nos funde en el uno aun sin contacto, hasta que volemos al cielo,
elevando las almas besándose en una al convertirnos en un ser”.
“Sé que me lamo los labios recorriendo el cuerpo de
Guille con la mirada paseando y repasando, demorando y correteando, hasta
prenderme en los ojos que bien pueden ser como manos, como cada terminal de
cada dedo, porque puedo sentirlos por toda mi piel, en todas partes como sé que
le sucede a él.
Me tiene las
manos, estamos temblando como la primera vez, y llegamos a provocarnos posando
la lengua en el cuello, en las zonas sensibles de unión del hombro, de la
oreja, de las muñecas, erizando vellos, lameteando las comisuras, sin llegar al
abrazo de labios, estirando el momento, mientras los cuerpos se van amoldando
en asimetrías perfectas, haciendo del beso más que un juego preliminar. Lo
convertimos en nuestra marca, lo grabamos en los labios, lo sellamos en la
piel, los tatuamos a fuego lento en cada rincón y recoveco, por ello jamás los
pudimos olvidar, mucho menos reemplazar, insinuando mordisquitos, con suaves
lametones para saborearnos los labios, siguiendo con intensos y profundos
asaltos con la lengua, al ritmo de ellas las manos se entrometen también en
todas partes en caricias, arañazos, pellizcos, cosquillas, masajeando,
moldeando, modelando, creando y recreando los montes detrás, las cúspides frontales, para
continuar succionando las lenguas uno y el otro, convirtiendo el pecho en un
sonajero de tambores, de jadeos, sofocando gemidos, gruñidos, bebiendo
susurros, hasta no dejar rincón librado a la imaginación.
---
Con las piezas amoldadas, comenzando en el sillón, los
labios no se esquivaron, acudiendo a la cita cada vez, mordisqueándose en la
promesa, que ya era realidad, Guillermo se ajustó a mi entrada, soportando el
peso en los pilares de los brazos, intentando prolongar el momento, le succioné
la lengua, le mordí degustando el labio, hasta que dejó toda resistencia.
Por delante me retorció los pezones con medida maestría,
arrancándome gemidos, o letanías, para torturarlos eternamente en lametones,
succiones, mordiscos, hasta que me recorrió por entero, con cada y todos los
instrumentos comenzando dibujando mis líneas del rostro, resiguiendo por el
cuello, hombros, clavículas, descendiendo los costados, amasando las caderas,
lameteando el vientre, dibujando el ombligo, pincelando mi diamante, hasta
llegar a mi fuente, y reinventar un juego exquisito de circulares caricias de
lengua traviesa, lametón, mordiscos, succiones, fricciones, haciendo que
aferrara su cabeza elevándome hacia la boca para recibir sus atenciones y al
fin darle de beber mi esencia, para que
me devorara saciando la sed de meses, llevando fluidos a la sangre, a cada
poro, a cada átomo, devolviéndome sal en la boca, el mismo sabor a mí.
Corrientes eléctricas, gigantescas olas
recorrían mis extremidades, el fuego se cocía lentamente desde las
profundas entrañas, detonando artificios, olas de deseo, de necesidad, de llamaradas,
hasta que al fin dejó de contenerse y se internó en mi ser, sofocando mi grito, aferrando mis remanentes convulsiones de la
gloria previa, sintiendo el cálido abrazo, en envites dolorosamente lentos,
casi sin moverse, disfrutando el latir, yo re acostumbrándome a sentirme
habitado, colmado, lleno, empujándolo con
ahínco para que al fin, decidiera iniciar, el movimiento, fuerte,
preciso, enérgico, te amo, embestida a fondo, te extrañé demasiado, mucho más
allá de lo conocido , nunca dejaré de estar acá, alcanzando sitios inhóspitos
mientras levitábamos hacia el cielo.
Me fue penetrando centímetro a centímetro, las miradas en
una, en besos ardientes y húmedos, amoldándome a su tamaño, a su grosor,
aferrándome, lleno, dilatándome, sintiendo el palpitar de la sangre furiosa,
y al final hundió la lengua como su
hombría como rayo me atravesó, haciéndome gruñir el placer, aferrándolo
mientras me taladraba en envites, hasta que se internó lanzándonos al infinito,
tras las últimas embestidas en que lo sentí latir, terminé de comprimirlo, de
exprimir su elixir, hasta que asolados
los cuerpos en el estallido, nos perdimos en la inconsciencia de ser… un ser.
La fiesta fue el regalo de los socios en un club, nos
habíamos comprado un traje para ella, y cuando al fin nos cambiamos por
separado, al encontrarnos en el living, chiflamos al barrernos de cabeza a
pies, ambos esta vez con esmóquines negros pues era de gala.
Había cien personas invitadas. Una orquesta de cámara
tocando diferentes estilos. Todos estaban muy animados. El champán corría como
el agua, hasta Fabián tomó algo de más.
Fue divertido ver a todos los amigos, ya relajados de la
ceremonia. Moravia estaba allí.
No cabíamos de gozo de saber que solo en horas
partiríamos hacia París, donde en coche haríamos el Tour de París, la luna de
miel soñada aunque al inicio no la pensamos así.
Inauguramos la velada con un vals, junto a Matías con
José. Formábamos dos parejas muy atractivas. El club estaba decorado con flores
blancas por todos lados y delicados farolitos de papel dorado.
Hubo discursos, se contaron anécdotas más de Guille que
se enfurruñó de a ratos, yo en cambio solté lágrimas ante las de mi suegro que
me asociaron a mi niño y a Camila, y cuando brindamos, prometimos velar por la
mutua felicidad, para siempre.
En un descanso entre platos intercambiamos parejas, y al
regresar a la mesa supimos que la cena era perfecta, todos los amigos estaban
presentes, y el baile siguió hasta la medianoche.
Luego de las doce, los fuegos artificiales estallaron en
el cielo de la costa. Beto los había
encargado para nosotros, y Josecito aplaudió porque le encantaban.
Fue una fiesta perfecta y los últimos invitados se
marcharon alrededor de la una.
Había sido una noche maravillosa, para una boda mucho
mejor… de dos hombres que celebraban el amor de pares, y también que supieron
de estar… ATRAPADOS… y por ello valoraban entonces el amarse en libertad.
Cuando luego de comentar la velada en el estar de la
habitación del hotel tomamos más y más champán, ya medio borrachitos los dos,
al fin caímos en la cama, enredados, con el traje y los zapatos puestos, y
apoyé mi cabeza en el hombro de Guille.
__Te amé antes de verte… y eres mi esposo, y te amo, mi
príncipe azul _ murmuré __. Eres tú.
Cerré los ojos y me abandoné al sueño.
__Dulces sueños, cielito _dijo Guille con los ojos
cerrados… y luego se abandonó al sueño a reencontrarme como cada vez… nunca más…
ATRAPADOS.
GRACIAS GUILLEDRAS AMANTES DE ATRAPADOS QUE NACIERA EN
MISIONES HACE AÑOS, GRACIAS ALICIA, BELÉN, SILVIA, SUSANA, ELDA, POCHI, NORMA, SOL… A
TODAS.
LAS ESPERO EN EL EPÍLOGO DE ESTE BELLO POLICIAL E INVITO A LOS FINALES DE… ENIGMA.
FIN.
HECHOS Y PERSONAJES SON FICTICIOS, CUALQUIER PARECIDO CON
LA REALIDAD ES COINCIDENCIA, LENGUAJE ADULTO, ESCENAS EXPLÍCITAS.
Leticia Sucede cuando existe amor verdadero yyy es mágico
ResponderEliminarMaria Del Carmen Precioso
ResponderEliminarMartin Hermosa
ResponderEliminarGladis Gracias por deleitarnos con su hermosa obra
ResponderEliminarVictoria Bellísimooo
ResponderEliminarMaría Jesús Muchas gracias amiga, UN HONOR
ResponderEliminarIris Una hermosa novela, fresca y diferente a todas las que he tenido la oportunidad de leerte.BSSS.
ResponderEliminarGaby Bellisimo
ResponderEliminarMelissa Bello y emotivo
ResponderEliminarJosy Magnífico ATRAPADOS, EL MEJOR ENCUENTRO.
ResponderEliminarCristina Bella
ResponderEliminarMaria Eva Me encantó bellísima
ResponderEliminarMarta Bellooo
ResponderEliminarCarmen Hermoso como siempre lo hace amiga.
ResponderEliminarJaqueline Que bello
ResponderEliminarSylvia Maravilloso
ResponderEliminarMaravilloso final de Atrapados Eve... Tal como su título lo dice dejan de estar "atrapados" en tanto dolor para vivir plenamente en libertad su amor...Bellísimo amiga...Gracias por tanto...
ResponderEliminarEve sé que no deseas tener contacto conmigo pero aún así te agradezco tus novelas y te felicito
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