sábado, 11 de mayo de 2019

EQUIVOCADO CAPÍTULO TREINTA Y TRES.


EQUIVOCADO

CAPÍTULO TREINTA Y TRES.

“Para mi corazón basta tu pecho,
para tu libertad, bastan mis alas”. Pablo Neruda.


__Hola mis preciosos amores, vine a verlos porque mami tiene un congreso y no vendré por unos días.
__ ¿Qué haces acá, Camila? _preguntó Pedro.

__No escuchaste, vine a ver a los chicos, al menos podrías haberme dado tú la dirección _respondió está mirando a Guillermo que estaba detrás de Pedro. __ Hola, Guillermo, se te ve muy bien, ¿y Ana?

__Hola Camila, supongo que Ana  bien, mejor que yo seguramente ahora que largó su veneno.
__ ¿Tomas algo con los chicos, Camila? _ofreció Pedro intentando mantener la calma.

__No, ya me voy, solo vine a invitarte al congreso y dejarte el programa, es de psiquiatría después de todo y siempre íbamos juntos en Chile _ ofreció sentándose en el sofá con los chicos en la rodilla.
__Camila _ dijo Guillermo__, Pedro no exagera, el tipo conoce cada movimiento de todos es inteligente y sabemos va por la segunda víctima, regresa a dormir a lo de Orestes, quédate allí.

__ ¿Mientras tú vives con mi familia, Guillermo? No sé si me atrae la idea.
Me marcho, Pedro, al menos hasta que termine el congreso, luego hablaremos de dónde vivir.
__Tranquilo cielito, es solo un congreso, y Orestes la va a cuidar __intentó Guillermo.

__A mi suegro lo veo lejos de reconocer lo enferma que está ella y el riesgo que corre, y ese tema que va a exponer le traerá una guerra, prensa, y eso le mostrará su rostro al asesino, Guille, créeme, está en peligro. Y deberías hablar con Ana y protegerlos a ellos, al menos hasta que logre ver qué mierda quiere este tipo _pidió.

__Hablar con Ana es peor que con Camila, Fabián no quiere   ni verme, les pondré custodia desde la brigada sin que ellos lo sepan, relájate.  Nos está queriendo desesperar, no creo que vaya a asesinar a nadie, solo demorará el llamado para ponernos nerviosos.
__No Guille, el tipo sabe lo que hace y tiene un plan perfectamente trazado, todo planificado, diría que un listado de las víctimas, y yo no logro  con todo lo que dijo adivinar por dónde irá _susurró Pedro con los ojos brillantes.
__
__ ¿Cuál es su veredicto? __pregunté__. O sea, ¿qué puede decirnos acerca de este tipo? No quiero parecer demasiado simplista, pero mi instinto me dice que ese hombre habla en serio y que es muy peligroso.

__ Bueno _volvió a comenzar el doctor__, está en lo cierto en ambos aspectos. __ Echó una ojeada a sus notas__. Me temo que es demasiado pronto para colocarle una etiqueta que puedan ofrecer, aunque la cinta es notable en realidad no hay suficiente material.

A menudo empleamos los términos psicóticos, psicópata, sociópata. Los dos últimos significan más o menos lo mismo. Hablamos de perversiones sexuales, conducta aberrante, paranoia, esquizofrenia, todos conocidos hasta por profanos en la materia. Este asesino parece tener varios grupos y rasgos dominantes que se prestarían a varias interpretaciones psiquiátricas. Yo no he detectado síntomas de paranoia, pero no significa que él no la padezca. De hecho, la parte del discurso que habla de la víctima parece indicar que la padece. Es obvio que está muy desequilibrado, al borde de la psicopatía... __El doctor vaciló y clavó en mí una mirada intensa. __ Pero vayamos al punto.

Asentí.
Por lo general no emitimos juicio sobre la peligrosidad de los diversos trastornos, sin embargo, en mi opinión este asesino es sumamente peligroso. Y como usted doctor Beggio, también lo creo en que volverá a matar. Más de una vez, que es un asesino serial, y en su discurso: “La gente tiene que entender…”, leyó en voz alta _. Bueno, esto parece expresar su necesidad de aceptación, lo importante que es para él justificarse por lo que él mismo considera una conducta fuera de lo normal.

“luego se extiende en una larga relación de su niñez atribulada en una granja”. El hecho de que hable  con tanta frialdad del maltrato que sufrió resulta insólito, por lo general, la mente bloquea esos recuerdos. Él asegura que lo castigaban de forma irracional, y sospecho que el abuso que sufrió fue mayor y más arbitrario que el que describió. Después se produce una crisis. Todos sus sentimientos respecto de la culpa, el castigo, el bien y el mal, todos se invierten: sus esquemas se rompen. Fíjense en que el recuerdo que su padre lo obligaba a contar en voz alta los golpes ahora vemos ese aspecto repetido en su numeración de la víctima. Ella es la número uno.
Llama la atención la imagen que da de la madre. Me parece una no- persona. Se limita a observar todo el tiempo. Dudo que haya sido así, creo que es probable que ella también haya tenido un comportamiento aberrante.
Luego él habla de un largo periodo de inquietud, de noches en vela, y  es la época de su despertar sexual. Pero a estas alturas él está tan confundido… me pregunto si realmente oía correr el agua del baño o se trataba de algún otro sonido nocturno relacionado con sus padres.

Luego viene algo notable: “Intentaba ahuyentar todas las pesadillas. Más tarde en Vietnam, me dejaban solo en el puesto de escucha del perímetro… “¿Lo ven?
Pasa bruscamente del tema de su niñez a la guerra, cabe la posibilidad de que acuse los efectos de una fatiga de combate. Durante le década de los cincuenta luego de la guerra de Corea, descubrimos algunos síntomas de psicosis que surgían bajo ciertos tipos de tensión y fatiga, en general no duraban mucho tiempo y se disipaban cuando el sujeto se apartaba de la situación. Sin embargo, algunos de mis colegas que han trabajado con veteranos de Vietnam dan cuenta del mismo síndrome, nadie regresa indemne del horror que allí vieron, no hubo vencedores, los síntomas no desaparecen con tanta rapidez. Hay muchas teorías que intentan explicar en función de la naturaleza de la guerra, la contrainsurgencia, el salvajismo, la falta de un enemigo definido, la ausencia de un frente y lo absurdo de todo, especialmente en combinación con las contradicciones de la guerra, me refiero a que eran hombres que estaban en campaña y realizaban tareas rutinarias que a veces tenían consecuencia terribles: tenían que pisar minas terrestres, perder piernas o los genitales, el rostro, extraviarse en un entorno ajeno, encontrarse en medio de fuego cruzado, incapaces de ver o combatir un enemigo real, como lo era Hitler, rodeados de muerte, por meses o años. Chicos que de la escuela pasaban a un país en  el otro extremo sin entender nada y momentos después subían a la cima de una colina, descendía un helicóptero todo el mundo bebía coca cola fría o una cerveza, como en algunos bares exclusivos remanentes de la dominación francesa, como si estuvieran en casa. Eso resulta desorientador. En efecto, no sabían dónde estaban. Y en medio de aquello, nuestro hombre halla paz.”… “fue una época tranquila para mí…”. Extraordinario.

Pero _ continuó el psiquiatra__, y este es un pero muy importante, sucede algo. Alude al “verdadero horror”. Lo ve como una especie de obra de teatro, una manera de describir lo que  nosotros llamamos reacción disociativa, que consiste en verse a sí mismo como desde fuera. Y luego dice que hablará de ello más tarde.

Supongo que eso fue la clave… Si yo fuese aficionado al juego, apostaría a que la serie de asesinatos en la que parece haberse embarcado, es en su mente embarullada, una suerte de reconstrucción. En efecto, él está reproduciendo una experiencia personal. Es como esos casos tan sonados de veteranos de guerra que disputan con gente en la calle, reconstrucciones inconscientes de momentos vividos en la guerra. La mente se confunde, la paz del hogar se convierte a sus ojos en escenario de guerra, y el soldado que llevan dentro reacciona.
Creo que nos ayudaría mucho  para comprender la forma de pensar del asesino el que ustedes averiguasen la naturaleza de ese horror. Pero tenga cuidado Beggio, la mente del hombre aún puede adaptarse. Él todavía aprecia el simbolismo. No le propondrá un trato equitativo.

Recuerdo cuando en California estuve en un sitio donde tratábamos este síndrome de fatiga por la guerra de Corea, eran como piezas en una cadena de montaje, ensambladas con eficiencia, pero con algún defecto mayor interior que no saltaba a la vista pero que les impedía funcionar de manera apropiada.
 A veces eran hombres fuertes que pasaron experiencias terribles que les impedían dominar sus temores cuando se apagaba la luz, un caso me recuerda la desorientación y consiguiente proyección de emociones que veo en el asesino. Era el de un hombre joven, rubio, de pómulos altos, semblante de buena educación, procedía de buena familia  la madre de la alta sociedad, el padre un magnate de la industria. El hijo  se había criado en colegios privados, profesores de piano y ópera, choferes, a los diecisiete ingresó en Harvard y se licenció en ciencias políticas e historia, estaba destinado al servicio diplomático o al doctorado en derecho, muy valioso, ¿verdad? Pero pensó como el padre que pasar en el ejército un tiempo sería una experiencia valiosa, otro paso en el camino del éxito.
Poco después de graduarse obtuvo el título de oficial. Se ofreció de voluntario para Corea pensando entrar en combate solo un par de veces. El padre había prestado servicio militar ente las dos guerras sin ver el peligro al que exponía a su hijo. Cuando los chinos cruzaron Yalu, el joven estaba al mando de fusileros, cerca de la línea del frente. Fueron soldados aislados, rodeados por una fuerza superior, masacrados. El joven estaba con un pelotón que acabó acribillado por armas automáticas. Cuando el fuego cesó era el único que quedaba con vida. Entonces advirtió que los chinos recorrían el territorio y decidió para protegerse hacerse el muerto. Mojó los dedos en la sangre de sus hombres, se manchó la ropa con ella, obró con rapidez mecánicamente, sin pensar. Al final cuando sus heridas parecían auténticas, colocó dos cadáveres de modo de quedar oculto en el medio. Y luego tomó un puñado de materia cerebral de uno para embadurnarse la cabeza. Cerró los ojos y esperó, temeroso de que el aire frío delatara su respiración, sintiendo el peso muerto de  los hombres que tenía encima.
Entonces sufrió una alteración de la percepción, sus sentidos se redujeron al oído y el olfato, era como un ciego, cada sonido se le figuraba una nota de terror extraña, aterradora, y me dijo que oyó voces y pies que se acercaban y arrastraban. Y en un momento alguien habló en inglés, luego solo sonidos guturales de un chino, y disparos cada vez más cercanos. Y sintió que el frío del suelo penetraba como la sangre en su cuerpo ya sepultado bajo los cadáveres de hombres que había tenido a cargo. Tenía  las  extremidades paralizadas de terror pues creía en una oscuridad mucho mayor que la que le daban los párpados cerrados. Oyó pasos, los cuerpos bajo los que yacía parecieron moverse, como empujados a punta de arma por alguien. Luego las pisadas se alejaron y él permaneció inmóvil horas en espera de otro sonido. Me aseguró que tuvo que reunir valor para abrir los ojos y mirar en torno. Estaba solo, salvo por muertos.
Pasó dos días aislado tras filas enemigas. Vagó por allí escondiéndose entre arbustos. Por las noches se resguardaba de la nieve con ramas. No comía, no encontraba nada. Al tercer día se topó con un grupo de hombres que había quedado aislado pero que habían logrado contacto por radio. En horas estuvo a  salvo tras líneas amigas. Presentó el informe a sus superiores describiendo el ataque y la pérdida de sus hombres con detalle. Según creo, se dictaminó que se encontraba en buen estado de salud y poco después lo enviaron a casa, con medalla de servicio distinguido.
En su primera noche en casa, despertó gritando que no podía respirar, como si algo lo aplastara. Se echó a temblar a pesar del calor y las mantas. Lo aterrorizaba cerrar los ojos, porque temía no volver a abrirlos, poco después en una reunión con familiares quedó ciego, y a poco me lo enviaron.
El diagnóstico fue reacción histérica, sencilla conversión de la experiencia vivida en la guerra: la ceguera equivale a muerte. Así, la atrajo sobre sí para comprender el haber sido el único superviviente.
Trabajamos. Él no ocultaba los hechos, logré convencerlo del origen psicológico de su ceguera, pero no se recuperó. Le concedieron la licencia. Llegó al departamento de Nueva York, besó a sus padres, estrechó la mano a su padre, y proféticamente dijo querer cambiarse, fue a su dormitorio. Dejó el bastón, sacó el arma que guardaba de años y se pegó un  tiro en el mismo punto donde se había aplicado la sangre de sus compañeros.
Por eso __prosiguió__, no subestimen la fuerza de un trauma inducido por la batalla combinado con una enfermedad mental primaria.

__ ¿Pronóstico?
__Muy malo. Malo para las víctimas, malo para el asesino. Y otra cosa… No podrán atraparlo.
__ ¿De qué habla? _ interrogó Pedro para confirmar lo que presentía.

__Los asesinos de esta clase son difíciles de capturar. La policía tiene problemas en hacerlo con psicópatas. Ellos eluden los métodos de detección debido a la irracionalidad esencial de sus actos. Sus motivos solo se hallan dentro de sus mentes, no en la codicia ni en la furia, ni en las emociones habituales con las que los policías están familiarizados y que suelen llevar a homicidios.
A menos que el asesino cometa un error como el criminal común será casi imposible capturarlo. Existe la posibilidad de que alguien lo reconozca, o que la policía lo identifique y localizar su arma. Eso podría conducir a la detención. Pero no cuenten con ello.
Una de las paradojas que envuelven a este tipo de asesino es que, si bien experimentan como todo psicópata satisfacción al burlar a la policía y desafiar a la comunidad a que lo encuentre (ese es el impulso subyacente a la llamada telefónica), inconscientemente desea ser detenido. Sin embargo, su mente consciente no pasa por alto el menor detalle. Pensará detenidamente en todas las precauciones que debe de adoptar para evitar la captura, ¿Cómo podrá la policía manejar un caso así?
__No lo sé _contesté__. ¿Cree que cometerá algún desliz en las llamadas?

__Tal vez. Tal vez no.

Sonó el timbre, un paciente llegaba, y tuvimos que poner fin a la charla, nos acompañó hasta la puerta.
__ ¿Saben? _ dijo__, espero equivocarme. Y no den por cierto todo lo que he dicho. Estamos hablando de un individuo gravemente desequilibrado, casi capaz de cualquier cosa. Quizás esto parezca terrible, pero no hay que descartar la posibilidad del suicidio. Una persona que dice lo que hemos oído siente un odio profundo hacia sí mismo. De sus palabras se desprende que se considera lo peor del mundo. Tendremos que esperar.

__Gracias por su ayuda.
__Ha sido un placer _ respondió.

Mientras Daniel redactaba artículos sobre reacción de la gente, muy variadas por cierto, desde el loco que quiere llamar la atención, hasta este chalado no me asusta, y fotos de expresiones de miedo o furia,  los gritos de un muchacho que intentaba soltarse de los brazos de un guardia nos hizo ir a él, era el hermano de la víctima.

__Creo que quieres hablar conmigo _dijo Daniel mientras de manera discreta su amigo tomaba fotografías.

El muchacho tenía los ojos enrojecidos, cabello rubio  desgreñado, y al contemplarnos pareció derrumbarse, se dejó caer en una silla exhausto luego de presentarse.
__No lo entiendo _ se lamentó__. He leído todo y no entiendo. ¿Qué mal hizo ella? ¿Qué culpa de qué tenía?

__Debes de haberla querido mucho _dijo Daniel.

__Ella era muy… Vaciló como buscando las palabras__. Era… tenía algo especial.

__ ¿En qué podemos ayudarte?
__No sé por qué he venido _ dijo__. Supongo que vine porque sé que él los llama. ¿Volverá a llamar?

__Es difícil saberlo.
__Me da igual que en la guerra lo hayan convertido en una máquina para matar, si lo tuviera en frente, les juro podría con él _ aseguró rompiendo llorar-.  Solo quiero una oportunidad.
Voy a dejarles mi dirección. Désela al asesino. Si realmente quiere iniciar una cadena de asesinatos, ¿por qué no trata de empezar por mí? Entonces veremos quién será el primero esta vez.
Entonces el joven pasó un papel a Daniel.

__Déselo.
__De acuerdo _mintió.

__Solo cinco minutos _ dijo. Dígame por qué. Usted habló con él.

__Está loco y los locos cometen locuras. ¿Qué puedo decirte?
__Me da igual que sea un enfermo _ aseveró el joven__. Quiero verlo muerto. Del mismo modo en que mató a mi hermana.

__No me extraña…
 __ ¿Cómo pudo Dios hacer esto? Ella nunca hizo daño a nadie. Hasta participó en manifestaciones de paz de niña. Trataba de malvados a los policías, ¿puede creer eso? Y en ese momento lo eran. Apuesto a que ni siquiera tuvo miedo cuando llegó la hora.
__Seguramente tienes razón.
__Les digo a todos… Lo mataré con mis propias manos.  Saludó y luego se marchó, acompañado por el guardia.

__Escríbelo como núcleo de las reacciones _ ordenó Nicolás a Daniel.

__De acuerdo.

__

Con un inusitado frenesí, atemperado y de sutil rudeza, templaba su cuerpo sobre el de Pedro. Jaloneaba sus cabellos igual que crin de arisco caballo. Hincaba sus dientes de depredador en su fino y largo cuello, sus muslos prisioneros de férreas tenazas. En medio de aquel inmisericorde y placentero encuentro…  sudorosos, lustrosos los cuerpos con destellos de lujuria y placer, abrazados en franca lid,  bailaban ansiosos por el desenlace,  a la vez presurosos por descontarle al tiempo. Sus manos igual que bandada de pájaros raudas se deslizaban por las colinas de su pecho escalando los rosáceos nevados de sus pezones, hurgando su entrepierna, acariciaba sus redondeadas nalgas. Infinita las veces una y otra vez jadeante, extasiado enfebrecido, se perdía en cada recóndito lugar de aquel delicioso cuerpo, se perdía en el fondo de sus brillantes ojos, rasgaba sin herir cada hendidura de su espalda, alimentaba con su cálido aliento su alma. Sus torneadas sus piernas indicaban el oriente y el occidente,  displicentes convidaban al goce de aquel oasis, sediento  cual náufrago de rodillas hincado ante delicioso espejismo zambullía en su paladar  aquella húmeda fuente, a lo lejos se escuchaban como dulces quejidos, susurrados por el viento. Exhausto, eufórico y rodilla al piso, vencido con gusto.
Rendido ante el altar de su ser converso en fiel predicador atestiguó de cierto que no había mejor religión que hacerle el amor.

__Hoy vida mía quería que formaras parte de mi vida, hoy, rodeado de gente amada y extraña te buscaba, cerraba mis ojos ante el más bello paisaje que nunca mis ojos habían visto, todos gozaban y celebraban el hermoso espectáculo que la naturaleza nos brindaba, pero yo, quería verte en esa belleza, quería hacerte partícipe de mi éxtasis que solo al abrir mis ojos tenía ante mí, pero tú no estabas.
Entonces me puse a soñar, te contaré amor cómo te he visto caminar sin prisas por mi sueño, no había caminos trazados, me mirabas, te recreabas en mis ojos, te reías a carcajadas, la vida estaba llena de gente triste, vacía, sin manos de amores donde cogerse, carecían de la bocas donde dejar la huella de un beso enamorado, personas desafortunadas que envidiaban nuestro amor, pero tú vida mía estás conmigo aquí en mis sueños, aunque tu mundo sea otro y abraces otra almohada que no es la mía, yo enamorado y soñador  escucho los ecos de tu risa para no sentirme solo en mis noches en vela.
Seguirás siendo mi dulce amor de un instante, serás la magia que juega entre mis verbos, serás es arañazo que siento en mi alma cuando tardas en llegar por las noches, luego ya estás aquí,  creo escucharte, pero no eres tú, es ese espejismo que me invento en tu silencio, el mismo que te reclama a gritos a través de la distancia que nos separa, pero al mismo tiempo, nos ata con hilos de plata para siempre, pues los dos sentimos el mismo deseo de amarnos en nuestras noches de insomnio cuando los párpados pesan como losas, esperando que llegue la vida.
Tal vez amor estés ansioso por besarme esta noche, yo ya te he besado.
__Amorcito, no hables como cuando estábamos separados, Camila no volverá, tú mismo lo dijiste__ aseveró Guillermo.

__Tal vez tú regreses con Ana y Fabián hasta que todo termine y no me parecería mal, Guille, Ana no es estable, y están solos.
__Yo no voy a volver con ellos, no puedo estar con Ana, Pedro, tendrán custodia hasta que atrapen al asesino. No voy a separarme a más de centímetros de tus labios. __Si ese bello paraíso al que llamas labios,  por un instante me bañase con sus mieles,  y me dejase navegar por sus ríos y sus lagos,  tal vez respondería con un baile de pinceles.  Pues la luz y el mágico color de sus encantos, protagonismo robaría, entre tantas ilusiones.  Si la vida es un lienzo en el que pintar sueños, yo pintaría nuestros dos mundos de colores.  Y sabiendo que tus labios no son tan lejanos,  pintaría el horizonte de lindos amaneceres,  para así poder acariciar el cielo de tus besos, y poder por fin amarte sin contraindicaciones.
Si ese bello paraíso al que llamas labios,  por un instante me aliviase de mis hieles,  me sonreirían todas las estrellas y los astros,  mas yo suspiraría por tus dos hermosos soles. Pues la gracia con que cantan mis silencios,  e iluminan mis recuerdos por las noches,  es la misma con que danzas en los predios,  del imperio de mi amor hacia esos soles.  Sonará la más dulce melodía con arpegios,  que sanen mi nostalgia con notas de violines,  en el mágico momento en que bese tus labios,  y acaricien el cielo, nuestros dos corazones.
Entre mis sábanas pierdes la decencia, pierdes el miedo, ese pudor que te caracteriza, das rienda suelta a tu instinto, estás completamente a mi disposición, entre que empiezo a hacerte el amor.
Desnudamos sentimientos a placer, nuestros cuerpos archivan caricias, emanan sonrisas, el olor de nuestros sexos perfuma la noche, se impregna en nuestro lecho, habilita deseos, murmura  pasiones y se vuelven intensas  la pasión y las fantasías voraces, provocando sutiles sorpresas, llevándome a una tierra fértil.  Te observo desnudo, titirita mi piel, me embriago de tus besos, caricias llenas de estremecimiento, como el palpar con tus manos todo mi cuerpo, te abres al cielo, buscando mi esencia,  tus piernas abiertas, esperando mi sexo, humedeciendo mi miembro, cuánto néctar de embrujo.
Tus pezones erguidos son mi destino, me vuelvo tu esclavo, en pecado prohibido, somos amantes desquiciados, me bebes, rica y suculenta es tu piel, el aroma perfecto de tu perfume que me embriaga, que me envenena, como esa droga que hace perder los sentidos.
Tus labios me besan hasta casi sangrar, tu boca con sabor sin igual despierta el hambre de devorarte completamente, traigo el sabor lleno de dulzura, y te hago gemir, estremecer, enloquecer, porque soy tu dueño y tú el dueño de mi infierno, me fascina tenerte en tus adentros, sed de amarnos, de tocarnos, de llevarnos al paraíso completo.
Un suspiro que se acentúa y que se vuelve lujuria, que desciende en sudor, piel salobre que tu cuerpo despide, un suspiro suelto cuando culminas conmigo y terminamos libremente entre tu cuerpo y el mío, eso es pasión, eso es sucumbir los dos.
Pero te noto preocupado, ¿es Camila? _preguntó Guillermo.

__Sí, por dos cosas, creo empieza a entrever la verdad, me dijo que al fin le parece que Ana tiene razón, y otra ese congreso, su seguridad… pero supongo he quedado afectado por lo que habló  el psiquiatra.
__ Ya precioso, relájate, te amo, ¿sabes? No podría con este caso sin vos. Es demasiado duro.
__ ¿De veras?

--¿Cuantas veces tengo que decir te amo? Para que te quede claro que no soy esclavo del pasado, que mi mirada, mis labios arden al solo mencionar tu nombre,  cuántas veces y en qué formas. Si cuando repites te amo todo mi ser te responde. Eres dueño de mis sueños, mis deseos, mis sensaciones. Puedo enmudecer mi boca, pero no mis emociones porque lo que tu presencia me provoca es un amor tan penetrante que invade todos mis rincones. ¿Cuántas veces tengo que decir te amo sin tenerme que morder los labios de impotencia ante tus dudas, cómo puedo yo frenar esa costumbre de hacer tormenta de una lluvia, cómo puedo darle calma  a tu corazón, a tu mente? No quiero ser el incauto, el que se equivoca y se sigue en la corriente... Si no el que se ahorra las palabras y empieza a sembrar mil detalles.
Un te amo que libere lo que te hierve  en el pecho, lo que adoptas a tu pensamiento que le siembra un caos  y  te lo deja desecho, si prefieres cerrar tus ojos a lo que hago, a lo que en cada paso que doy  y día y noche te demuestro.
Cuántas veces tengo que decir  te amo si cuando te escucho, cuando te llamo se siente la emoción en mis palabras, esa emoción, esa necesidad  que solo puede sentirse por quien tanto se ama... Cómo puedo hacerte ver que ya no hay pasado,  que ya no hay ayer, que lo que inunda mi alma, mi piel  mis huesos, mi corazón y mi mente, solamente sus vos.
¿Cuantas veces tengo que decir te amo...? Para que te quede claro que la vida es solo una, que no debemos desgastarla entre tantos miedos entre tantas dudas, que si decidiste seguir adelante tan solo permíteme amarte,  porque a mí  me mata una lágrima tuya. No escuches mis palabras. Mira lo que soy y en qué me he convertido... Soy el que se entrega, y el que su orgullo quiebra, con tal de ser el protagonista de tus eternas sonrisas  y  eternos suspiros.
Quiero sentir cómo me miras, que me llegue tu aliento  como fuego encendido que derrite todo mal comienzo y se queda dando calor al hogar, al corazón que atrapado por tantos desprecios  está lleno de remiendos que quizá  sin tener conciencia de ello, de tanto mal uso está cansado, raído y hueco.
Quiero sentir que me miras como dos girasoles lo hacen al ser mecidos por el viento, que al caer el sol se inclinan llenos de energía buscando el reconocerse el uno al otro, después de mantenerse todo el día erectos, como hacíamos nosotros hace tiempo, al retornar de nuestros trabajos ansiosos de volver a vernos, nos fundíamos en un abrazo exagerado que terminaba en carcajadas libres y cantarinas sin venir a cuento.
Quisiera terminar como entonces, mirando sin miedo la vida, pues teníamos nuestro amor y nos sobraba todo lo demás; no existía para nosotros la desconfianza, ni las dudas, ni los celos, no sabíamos que era la desgana, nos parecía tener la potestad de parar el tiempo y vivir en un paraíso creando música con el ritual de nuestros cuerpos.
Quiero sentir, solo eso, pues me doy cuenta que en mí  sin vos solo hay un vacío, estoy muerto por dentro.
Inerte me siento, como botón de rosa caído sin poder abrirse, sin lozanía, arrugado y seco.
Quiero sentir, que vuelves a restituir mi alegría aunque no te quedes a mi lado, pues sabes que ningún mal te deseo  aunque con un beso que me sonará como chasquido de látigo negro, te vayas de mi entorno, salgas de dentro de mí pues estás adherido a mi cuerpo.
Quiero sentir que apoyado en la pared blanca, como quedará mi faz cuando constate tu partida, lo único que sentiré será el aire que no quiero respirar, pues quiero morir si no te tengo, sin ti seré yo un muerto en vida al no tener ese amor que yo creo único, especial.
Quisiera en este instante, ponerme una armadura para poder asfixiar esos sentimientos que tengo arraigados por ti, que se vayan ahogando en su amarillenta y amarga hiel y no puedan golpear mi corazón como gota de agua que cae insistentemente en el mismo lugar, abriendo, desgarrando y produciendo un lacerante y profundo dolor, sobre todo aquello que humedece insistente sin descanso, hasta llegar a convertirlo en la nada.
Espero que llegue la hora del hastío donde no me importe nada lo que te esté sucediendo, deseo poder esconder entre las vicisitudes y las arrugas que me traerá el sufrimiento, este mal sueño que espero se diluya con la fuerza del devastador viento.
__ ¿De dónde sacas que viviría sin ti, Guille? Estoy preocupado por Camila y los chicos pero no al punto de separarme de ti, no ahora que casi se sabe la verdad.
Quiero mirar tus ojos y verme en ellos, percibir esa respuesta que me incita, me provoca, activando mi mente, mis impulsos, mis ansias. Y, mis labios toman los tuyos. Y así, suavemente los van devorando,  jugando con ellos, saboreándolos. Sentir  la calidez de tu piel que se derrite, se pega a la mía, y tus brazos me envuelven aprisionándome, y, mi respiración entrecortada, agiliza aún más mis sentidos, y mi cuerpo reacciona a tus caricias, que no reprimen, que no vacilan, y ya claman por más.
 Es ahí en donde manos y boca, compiten en cada centímetro de esa pasión, de esos cuerpos, sedientos de amor... Es el diálogo del amor, del deseo, en donde cada gemido, cada beso, cada caricia, recibe una respuesta, que se profundiza cada vez más.
Queman los besos que caminan, que recorren  sin rumbos ni límites, y el tiempo se hace segundos  cuando el éxtasis se apodera, y todo explota, todo llega a su fin, ese final, que no se quiere finalice nunca. Donde somos dos almas,  dos cuerpos, en un solo gemido que me lleva a gozar, con el gozo tuyo... Sentirnos recíprocamente plenos,  en un clímax  que nos deja inertes,
en una felicidad indescriptible. Esa pasión, ese deseo, ese placer, se lo consume así,  con dulzura, con ternura, con susurros, con caricias suaves, muy suaves, lentas, muy lentas, despacio, muy despacio. Nunca es tiempo perdido, lo que conducirá a un final feliz. Eso es hacer el amor.

Renazco cada amanecer,  después de haberte amado y verte ahí entre mis brazos, casi no respiro, por miedo de alterar tu descanso y el tiempo parece detenerse, veo tus labios  y ansío humedecer los míos en ellos, siento la tibieza de tu piel, lentamente, mis dedos descifran tu cuerpo  y guían a mis manos a lugares  que te hacen estremecer,  tu respiración se agita
y nuestros labios ya se unieron, en un ardiente beso, entreabres los ojos, me regalas una sonrisa y tu mirada ya es mía, ya no hay límites todo fluye, me envuelves con tus piernas,
tu respiración  se transforma en deliciosos suspiros y con la satisfacción dibujada en tus ojos,
terminas diciéndome: “Vida ámame nuevamente”.
 Si pretendes que suceda necesito una señal, una chispa que me encienda, que me haga zozobrar de este gélido glaciar de modorra y desatino sobre témpano divino como nave sideral. No preciso ser valiente pues me sobran las razones y sus causas y opciones bien pensadas, responsables; no precisos ser afable, voy buscando el destino con el ímpetu y el tino de mi suerte de indomable. Para aceptar este reto, no respondas, solo asiente, ten a punto la simiente y la práctica, el semblante. Que se enteren por doquier: Aquí hay buenas intenciones hay palabra, decisiones, felicidad redundante.
Tus besos cargados de tanto placer me llenan cada instante de un mar de deseos que irrumpe en mi soledad con tal fuerza que mi calma naufraga en los mares húmedos de tus labios con un frenesí a seducción. Tus besos llenos de tanta pasión hacen que me pierda en tormentas sin destinos en mi camino que me encarcelan en el tiempo, provocando la ausencia de indecisiones y desprecios, limpia los dramas de mi mente. Tus besos son antídotos que curan todos los enigmas y dudas de neuronas que se multiplican cuando sienten paz y vuelan como ráfagas de vientos haciendo sentir el fuego en mi cuerpitos besos que destilan por mi piel un veneno deseado que me asfixia y logran conectarme con la fragilidad del cristal que separa la vida de la muerte.
Tus besos conquistan mi cuerpo seguiré perteneciendo a ellos, sin ellos entraré al mundo infalible de la resignación. En ese espectro que yace por entregarse al sentir de besos tan profundos, que prefiero esclavizarme eternamente de ellos, con tal de tenerlos cerca de mi cuerpo.
__Tomaste cada una de mis batallas, me abriste la piel tocando el alma, posé en el aliento de tu mirada, en la dulzura de tu cuerpo. Caí domado, silenciando mis cadenas, tramando el asedio de mis caderas, entre sudores anfibios de mis manos, y tu lengua, damisela de mis entrañas. Asidero de mis ojos, tu vientre sereno comparte tu pelvis a mis caricias, mis  pezones arrancan la dureza de tu sexo  como un plato divino de mi existencia. Soplo en tu piel  cada uno de mis deseos,  mis besos lloran,  exclaman  toda tu imaginación,  estoy hecho  de agua, de mares en entrañas fundidas por hogueras, estoy hecho de lujuria  de hambre, estoy hecho de palabras. Ves…  soy…   sigue  fálico veneno,  quiero  más   de ti. Me observas, me toco, suspiras, me ahogo, me llamas, convoco  placeres   que arrojo en llamas  que abrasan  tu savia,  tu credo  dejando  expuesto  tu bello  universo.
Soy la teoría de tu sangre, el delito que amanece en tus sábanas, la marea que deja tu cuerpo,
bañado en la mañana. Soy tu bosque iluminado, el denso manglar con sus ramas, el cordero protegido del sueño del lobo.   Soy el clandestino color que  desemboca en tu cuerpo.
Matices jubilosos, mi dueño, registro tu cama, te puedo sentir  calmando las ansias, difícil tarea  contigo a mi lado, explota mi fin. Vuelve camino sobrado. Vuelve ventana del sur ya llegas, abrazas mi vida, ya haces, tu alma está en mí. Estoy con el cuello del tiempo, campanas se oyen, si quieres abrir, detengo la boca, reclaman los dientes, detengo los sueños, no quieren dormir. Tus besos son obra  de un gran pedestal, mi gran fundamento  mi ansias de amar. Si quieres mi cuerpo lo cedo valiente, si quieres mi alma  la tienes ya en ti, si quieres mi vida tendrás un infierno, estoy como un loco, me muero por ti. Mi cuerpo es tu templo, de múltiples rosas, el tuyo es la imagen  que quiero en mí,  tus alas, mis brazos, abiertos se encuentran, esperan ansiosos el gran porvenir. Mi vida sublime contigo estará, no ves amor mío  naciendo en la eternidad  hagamos del mundo  nuestro destino, hagamos amor  un paso al altar.
Algunos pueden creer que es muy fácil de pronunciar al intentar sacarle provecho a su gran significado y quizá  sea por eso que pocas veces la usamos como es debido. Esta frase al ser tan poco usada tiene la peculiaridad o apariencia de pertenecer a un idioma extraño, de tal modo que existen personas que nunca la pronuncian en toda una vida y eso por no citar las casi inexistentes veces que se pronuncia en voz alta. “Te amo” es uno de esos casos que en contadas ocasiones se utiliza en la vida real y que si no es porque se lea en un escrito o vea en una imagen o filme no se sabe que existe. “Te amo” es la excepción que confirma la regla, pues es muy sencilla pero a la vez se compone del significado más profundo que existe, decir “te amo” mirando a la profundidad de los ojos, apretando las manos, acercando el semblante con la mirada tierna de candor, las mejillas sonrojadas, los labios entreabiertos y el corazón desorbitado se puede catalogar como arte entre las artes o la sublimidad del ser en un instante; cuando se dice “te amo” se está cubriendo con un manto de seducción todo lo que abarca la vista y el entorno, es como flotar y mirar desde las alturas a la tierra a través de unas gafas de prisma personal donde solo destaca aquello a que se hacía referencia cuando se mencionaba la frase. Un “te amo” en el momento preciso puede parar a la humanidad en solo un segundo.
Se puede intentar decir “te amo” de muchas maneras ambicionando engañar al ser, pero solo cuando se dice con el peso que ello conlleva es que funciona a cabalidad y eso solo lo saben en el momento de su uso tanto quien la dice como quien la recibe. Para usar esta frase como es debido es necesario un simple detalle que cualquiera puede hallar y cultivar y no es otro que el sentimiento de amor, cuando se profesa amor y pasión es muy fácil decir y recibir: “Te amo”.
Estoy en ti,  en la nebulosa cerebral de tu inconsciente, acariciando el prisma de tu ser voluble, independiente, indomable. Moldeando curvas, a tu alma apasionada.
Como tú en mí estás, llama de fuego que calientas y alumbras consumiendo mi costado.  Canto rodado que caminas conmigo,  piel de mi piel que se injerta a mi esencia, pensamiento amoroso  que habita junto a las sábanas  y en las noches abriga a mi cuerpo. 
No me he ido, siempre estuve,  nunca te he dejado  y nos empuja igual fuerza. El mismo magnetismo, nos arrasa la igual marea;  aunque tú seas el agua, la sal y la ola,  y yo el surfista intrépido  que cabalgarte quiera  para navegar  en tu túnel al son del rompiente  y, batallar sobre tu frágil equilibrio de entrañas profundas. Aunque me trague tu abismo  y me envuelvas en un torbellino  de agua. Siempre habrá otra ola,  siempre otra rompiente,  siempre otras lagunas celestes  que me asolen,  siempre una cálida palabra  que quiebre el ritmo de tu voz,
una asonancia, un verso, un poema. El agua que me lleva será mi continente, me seducen sus olas. La mar embravecida agita tempestades profundas, me zambullo sin temor,  se mueve convulsa,  incontinua, agitando los abismos. Pero después de la tormenta viene la calma,
la lluvia se remansa,  y la cálida luna se refleja en sus estanques,  y los barcos dejan doradas estelas surcos de quilla de un timón que navega,  abriendo caminos  sobre las huellas verdes de la mar.

Y en verdad, Guille, el mayor temor luego de nuestros hijos lo siento por nosotros, si te pasara algo… yo…
__Shh, no digas eso, no estamos en el ojo de la tormenta, no lo creo al menos.
__No lo sé con ese asesino, amor no es un simple psicópata, como bien dijo el especialista, de base tiene de todo, desamor, maltrato, sobre ello la casi psicosis de un veterano de guerra más la psicopatía del que no siente culpa, es muy complejo su perfil, impredecible lo que puede llegar a hacer y el cómo elija a sus víctimas.

__Lo sé, pero nos protegeremos, no pienses más que en nuestro amor.

Entramos a la noche  acariciando  cada luz del alma  tus contornos  reveladores de tormentas
y la magia abierta de tus ojos. Tomé tus manos, las acaricié con mi boca, su música latía en cada beso, cómo no amar  tus bellas cicatrices   tatuadas   en cada lamento de tu voz.
Tu cuello  aplacó la sed  de mi garganta  y nací  para siempre en tu suspiro. Luego llegó un silencio  y lo tomé de tu boca,  tragué cada recuerdo  cada ansia,  cada delirio guardado,  
fuiste embriagador  como tus caminos  en esa espalda  con sus líneas y siluetas, las dejé al amparo de mis manos, ellas fueron artífice  de hermosas imágenes, ellas fueron la tierra
que abonó tus raíces. Un deseo voraz conmovió todo mi destino que en mi cuerpo recorría cada sensación expuesta en una plenitud llena de colores. Nuestro mundo  comenzó a liberar esperanza oscuridades, calor  frío, detuvimos el tiempo, cristalizaron todos nuestros momentos  en nuestras vidas. Tus espasmos  eran cada vez más intensos,  mis músculos sufrían  una tensión sublime,   tú llorabas el placer  yo bebía de él, cada minuto era un día, cada día era eterno… entré en tu cuerpo en tu vida, tú  vives en la mía en mi alma.
Y llegó la sonata durmiente que abrió la entrada del amanecer cuando floreció la mañana en el instante en que tu  elixir tomó mis labios   y nació la agonía en tu ser al tiempo que me diluía en el éter al embeberme de ti.
Y llegó la calma llegaron los abrazos de miradas, llegó la búsqueda de mi pecho tu reposo, llegaron las palabras. Te amo.
Bello retrato de amor del museo acuarela, sensual cual delicada como flor. Eres sueños, tentaciones, sensaciones y caricias, dios de las delicias, mi pasión y emociones. Con aromas perfumados escribiendo van los versos, con el sabor de sus besos, en los labios deseados. En las noches más oscuras eres la luz de mis ojos, tus amores mis antojos, tus caricias mis locuras. La flor de mis tentaciones, rosa roja perfumada, nota de una balada poemas en corazones. Por la fuerza y alarde tu figura y galanteo, siento por ti tal deseo que en mi corazón arde. Quiero beber de tu boca tus dulces besos de miel, sentir tu piel en mi piel,  el éxtasis que provoca. Que hoy se duerma la luna que quiero sentir amor, las caricias de la flor y el pecho que me acuna. Que la luna no ilumine esta noche los amores, que no despierte pudores y el sueño no termine.
El viento trae a mí tu presencia  y no sabes cómo quisiera  que amanezcas en mis brazos y así sentir el calor de tu piel, mientras oigo tus dulces suspiros, y así lentamente, ir embriagándome con tu respirar, por eso,  quisiera tenerte esta noche y que fuéramos dos cuerpos en el universo, amándose, unidos en el deseo y la pasión, en el silencio sutil y en la penumbra de la noche,  dos seres, tan solo sintiendo el derroche de caricias  y de labios uniéndose, besándose y amándose, en un prodigar de ilusiones y sueños y es por eso,  amado mío, que cada noche, cuando cierro mis ojos, echo a volar mis fantasías  y entonces puedo tenerte a mi lado, como un gran volcán ardiendo.
__

La tarde del día siguiente, mientras el cielo cambiaba de color, el teléfono volvió a sonar. Era la cuarta llamada sucesiva, dos de un par de chiflados, una de un político.

__Anderson _respondió Daniel irritado, mientras ponía altavoz y encendía la grabadora.

__He puesto a prueba vuestra fe, ¿verdad? –dijo la voz.

Un escalofrío nos recorrió a todos.
__Creí que no volvería a llamar _dijo Daniel.

__Le dije que esto recién estaba empezando.
Se quedó callado un momento.
__Los vi en la tele, muy bien, ahora solo estamos ustedes y yo.
__ ¿Qué quiere decir?
__Las explicaciones más tarde, como en el ejército. Disparo primero, preguntas después.
__No lo entiendo.
__Ya lo entenderá. Anote esta dirección…
__ ¿Qué hay con eso?
__Bueno _ dijo__, en realidad ustedes no tienen que hacer nada. Supongo que dentro de un par de días los vecinos comenzaran a sospechar. Luego irán a la puerta, percibirán el olor, que por cierto es extraordinario: tiene cierta dulzura y te quema las entrañas. Una vez que lo has olido, nunca lo olvidas. Y lo más extraño es que, aun sin verlo, sin saberlo de antemano, cuando lo hueles… identificas su origen. __Otra vacilación__. Volveremos a hablar pronto _agregó__. Hasta luego.

Luego se oyó el clic en la línea y luego solo un vacío.

__  Camila sintió la embestida del miedo a través de la claridad que la cegó momentáneamente.
Al ir recobrando paulatinamente la visión, las formas de los objetos que tenía a su alrededor se fueron delimitando, siendo más precisas.
A su alrededor los objetos eran escasos, una silla cuyo barniz estaba desaparecido en las partes más usadas, una ventana cuyos cristales almacenaban polvo y excrementos de insectos, pero que aún dejaban pasar parte de la luz, que en ese momento era diáfana, el suelo que estaba totalmente cubierto de hojas usadas de periódicos, sin orden ni concierto, todas desordenadas.
Y fue así...
De repente se vio en el suelo, sobre las hojas de un diario desordenadas, con su vestido de seda azul, con las piernas encogidas, la faz pegada al suelo, asustada.
Se despertó asombrada, creciendo por instantes en su boca un sabor amargo a hiel, a no sé qué veneno, la salivación era extrema, la boca se le llenaba y un hilo húmedo le resbalaba por la barbilla sin atreverse hacer nada.

Se incorporó y medio sentada, le invadieron las arcadas que no pudo contener y sacudida por espasmos de asco, impulsivamente empezó a limpiarse con el dorso de las manos, del mentón las babas.
Un grito salió desde lo más hondo de su interior, aun a sabiendas de que estaba sola, nadie le acompañaba.
¡Por favor, un vaso de agua !

Gritó, con una voz desgarrada por lo insólito de la situación y el miedo que la atenazaba.
Pero resultaron inútiles sus palabras, el silencio era denso, atenazador, como si presionaran su espalda, respiró hondo, mas no encontró respuestas y además el pánico iba atenazando su garganta, desfallecida le entró la desesperanza.
¿Qué le pasaba?
¿Cómo llegó a esa situación?
Mientras - se dice - ¡Serénate, busca una solución ¡

Se le van cerrando los ojos, mientras ella siente que le bajan dos hilos salados y fríos de lágrimas que le llevan a una senda transparente, donde la muerte, que no es tétrica, como ella la había imaginado, le sonríe y extiende los brazos esperando sin ningún género de dudas, que se funda con ellos en un gran abrazo.
Avanzó sosegada y serena, sin temblores, llena de una certeza especial que le anunciaba con firmeza lo que estaba pensando...
Surgieron de las brumas poco a poco, sus ideas. Solo le quedaba un paso para llegar a la paz interior y el descanso.
Se dispuso a ejecutar las acciones pensadas para lograr sus objetivos. Adelantó despacio el pie derecho y con los brazos extendidos, se sintió habitante de la luz, el ambiente se hizo cálido, la ternura le ahogaba el alma, abrió el postigo de su corazón, y de forma acompasada fue recuperando la respiración.
Las formas ya no se desdoblaban, eran más precisas y con una mueca involuntaria se abrieron sus labios provocando una amplia sonrisa.
Y así fue...
Ella se vio renacer sentada en medio de su cama, despierta, en un renacer que la liberaba del peso de aquella losa que la llevaba a fenecer.
! Oh viajera de la luz, no permitas que mis ojos vean la muerte¡

Esas fueron sus últimas palabras, antes de saltar de la cama y ver que todo había sido un mal sueño.
Se acercó a la claridad y contempló las gotas de lluvia que bailaban con ritmo en su ventana.


__ ¡No me hagan eso! ¡Juro que les he mentido, me lo he inventado todo, de verdad! ¡Por favor, no…!

Los espectadores, casi exclusivamente hombres, se esforzaban por adoptar una expresión indiferente mientras observaban la pantalla y en ella cómo maltrataban a una mujer medio desnuda de pelo negro.

__! Dios mío, van a cometer un terrible error! ¡No tengo ninguna enfermedad!
Sus gritos resonaban en la habitación estéril y pintada de blanco, las palabras se comprendían perfectamente, más adelante, allí nadie podría justificarse afirmando que se trataba de un malentendido.
Aquella mujer no quería lo que le estaban haciendo.

No obstante, el técnico barbudo y obeso le clavó la jeringuilla en el ángulo del brazo inmovilizado. Tampoco le quitaron los electrodos fijados a su frente y sienes, ni el anillo de junta que le rodeaba el cráneo, con el que se parecía a uno de los monos torturados en laboratorio a los que le trepanan el cráneo y le introducen sondas en el cerebro. En el fondo, lo que estaban haciendo no era muy diferente.
Una vez que la anestesia y el relajante muscular surtieron efecto, entraron otros técnicos y comenzaron a aplicarle descargas eléctricas de 475 voltios repetidas diecisiete veces. Hasta que le provocaron un ataque epiléptico.

Desde el ángulo inclinado de la captura de cámara no se apreciaba si la mujer  se encabritaba o si los espasmos agitaban sus miembros. Las espaldas de figuras con batas y máscaras impedían la visión a los espectadores.
 Pero los gritos habían cesado, y al fin también cesó la proyección. Las luces de la sala volvieron a encenderse.

__Lo que acaban de ver, es un caso muy chocante… __empezó la doctora Camila Moravia y se interrumpió para acercarse al micrófono, al fin de que los invitados al simposio pudiesen escucharla mejor __. Como decía es un caso muy chocante de tratamiento psiquiátrico dado por obsoleto hace mucho tiempo.

La mayoría de los presentes eran psiquiatras, así que no resultaba necesario explicarles que su crítica no se refería al método de terapia electroconvulsiva, por más medieval que pudiera parecer la idea de aplicar corriente a un cerebro humano, los resultados en la batalla contra las psicosis y las depresiones eran prometedores. Efectuado bajo anestesia total, el tratamiento casi no tenía efectos secundarios.

__Logramos sacar de contrabando estas grabaciones de una cámara de seguridad de una sala de operaciones de una clínica privada. La paciente, cuyo destino acaban de observar en parte, fue ingresada en la clínica el cuatro de marzo del año pasado.
En el informe de ingreso se le diagnosticó una psicosis esquizoide, basándose únicamente en las declaraciones que la mujer, de treinta y cuatro años, hizo durante el ingreso. Y eso que estaba perfectamente sana. La supuesta enferma solo había fingido sus síntomas.

__ ¿Por qué? __preguntó alguien que permanecía oculto en la semipenumbra reinante, sentado más o menos en el centro de la sala.

El hombre casi tuvo que elevar la voz para hacerse oír en esa sala semejante a un anfiteatro. Para el simposio anual, la Sociedad de Psiquiatría alquilaba salones principales del Centro de Convenciones de un hotel importante de la ciudad.
Camila deslizó la mirada por las hileras de butacas ocupadas por los miles de asistentes, pero no logró distinguir al hombre que preguntaba, así que dirigió la voz hacia donde supuso se encontraba.

__Una contrapregunta. ¿Recuerda los experimentos de Rosenhan?

Un colega de mayor edad, sentado en una silla de ruedas al lado de la primera fila, asintió con la cabeza.
__Fueron llevados a cabo por primera vez a finales de los sesenta y principios de los setenta con el fin de testar la fiabilidad de las prognosis psiquiátricas.
Como siempre que estaba un poco nerviosa, Camila se enrolló un mechón de cabello en un dedo. No había comido nada antes de disertar como siempre hacía, aunado al sueño que la despertó. Entonces su estómago protestó sonoramente.  Había soñado con que Pedro como en Chile la abrazara desde atrás cuando se contemplaba en el espejo y afirmado que tenía el cuerpo y el rostro más bellos que él jamás había acariciado- Y, durante el beso de despedida, que la hubiera estrechado entre la calidez de sus brazos y susurrado al oído que tenía necesidad urgente de terapia de pareja erótica en cuanto ella hubiere regresado, se le daba bien aquello antes, mucho tiempo antes, casi acostumbrándola a que flirtear era parte del carácter de su esposo  y rara vez desaprovechaba la oportunidad, y sin embargo ahora estaba… Guillermo, lo que decía Ana que por algún motivo su hijo creía…

__En esos experimentos, cuyo nombre se deben al psicólogo americano David Rosenhan, ocho personas sanas participaron en un test que consistió en hacerse internar en clínicas psiquiátricas: estudiantes, amas de casa, pintores, médicos, psicólogos. Durante el ingreso todos contaron la misma historia: que oían voces, extrañas y misteriosas que pronunciaban palabras enigmáticas. Como recordarán, todos los falsos pacientes fueron aceptados en su mayoría con diagnóstico de esquizofrenia o psicosis maníaco- depresiva.
Aunque era demostrable que los sujetos a estudio estaban sanos y que se comportaban de manera completamente normal tras el ingreso, los trataron durante semanas en las clínicas y en total les administraron más de dos mil pastillas.

Camila humedeció los labios y bebió un sorbo de agua del vaso dispuesto en el atril. Se había pintado los labios aunque Pedro prefería que no usara maquillaje. Tenía una piel muy tersa, y en su opinión demasiado pálida y no le parecía bueno dado su cabello rubio, pese a la opinión de su esposo ir a cara limpia.

__Si ustedes creen que los años setenta son historia, que todo ocurrió en otro siglo, en la Edad Media de la ciencia, este video demuestra lo contrario, ocurrió el año pasado. Esa mujer también participaba de un test. Hemos repetido los experimentos.

Un murmullo recorrió la sala no tanto debido al temor por escandalosas consecuencias sino al temor de los presentes de que quizá ellos fueran sometidos a un test.
__Una vez más ingresamos falsos pacientes a instituciones, una vez  más verificamos qué ocurría cuando personas sanas eran ingresadas en una institución cerrada. Y los resultados fueron aterradores. Solo basándose en una afirmación pronunciada durante su ingreso, a la mujer del video le diagnosticaron una paranoia esquizoide. Después recibió tratamiento y terapias verbales  y no solo eso sino también mediante violencia directa durante más de un mes. Como han visto y oído, ella manifestó claramente que no quería ser sometida a terapia electroconvulsiva, puesto que estaba sana. Sin embargo, fue obligada a recibir el tratamiento.
Aunque lo rechazó de manera inequívoca, aunque tras el ingreso no se comprobaron síntomas y aunque en diversas ocasiones ella aseguró a los médicos que su estado se había normalizado. Pero no le hicieron caso, y tampoco enfermeros y demás pacientes, pues a diferencia de las visitas esporádicas de los médicos, las personas con las cuales ella mantuvo prolongado contacto estaban seguras de que esa mujer no debía estar en el pabellón de aislamiento.
Camila vio que alguien se ponía de pie. Le hizo señal a una asistente para que le tendiese el micrófono y para que incrementaran la intensidad de la luz, pero este caminó lentamente hacia uno de pie, y distinguió al hombre que antes preguntara.

__Soy… __se presentó__. Con permiso, señora colega-. Usted nos presenta deslavazados videos de terror cuyos orígenes y procedencia preferiríamos ignorar, y formula afirmaciones repugnantes que, si se hicieran públicas, nos causarían grave perjuicio.

__ ¿Quiere formular alguna pregunta? __propuso ella.

_ ¿Dispone de algo más que la declaración de una falsa paciente?
__La escogí personalmente para el experimento.
__Pero, ¿puede poner la mano en el fuego por ella? Me refiero a cómo sabe que realmente esta mujer está sana.
__ ¿Adónde quiere ir a parar? __Camila reconoció el aire de suficiencia demostrado en la primera pregunta.

__A que alguien que voluntariamente deja que lo ingresen en una institución cerrada simulando hechos falsos, debe de poseer una estructura psíquica peculiar. ¿Quién le dice que esta dama no sufrió esos síntomas por los que al final recibió tratamiento y que quizá solo se manifestaron durante su estancia en la clínica?
__Yo.
__Vaya, ¿estuvo usted con ella todo el tiempo? __replicó el hombre.

__Sí.
__ ¿Usted?
__Así es _ confirmó con voz temblorosa por la agitación general, pero también por la monstruosa revelación que iba a hacer__. Estimados colegas, ustedes solo vieron a esa paciente de espaldas y con el cabello teñido, pero esa mujer, que en contra de su voluntad claramente manifestada primero fue anestesiada y luego sometida a descargas eléctricas, era… yo.

CONTINUARÁ.

HECHOS Y PERSONAJES SON FICTICIOS.
CUALQUIER PARECIDO CON LA REALIDAD ES COINCIDENCIA.
LENGUAJE ADULTO.
ESCENAS EXPLÍCITAS.

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