miércoles, 15 de mayo de 2019

“LA HERENCIA” CAPÍTULO VEINTE. FINAL.


 “LA HERENCIA”
CAPÍTULO VEINTE. FINAL.

"La melancolía de una vida demasiado corta para tantas bibliotecas. Cuando crees que has aprendido plenamente cualquier cosa, la cosa lo mismo que un iceberg tiene un pedacito por fuera y te lo muestra, y el resto enorme está más allá de tu límite."
Rayuela, Julio Cortázar.
“No me tientes, que si nos tentamos
ya no podremos olvidar”. Mario Benedetti.

“Quisiera que estés entre mis brazos y no sentirlos vacíos. Quisiera verme en tus ojos al despertar y no sentir esta ausencia que siento al no verlos.
Quisiera abrazarte tan fuerte que tu calor apagara este frío que hoy siento.
Quisiera que estés aquí y me ames con la misma intensidad de este amor que estoy sintiendo cada día.
Quisiera no solo fuera en mis sueños donde pueda tenerte, sino también en mi realidad.
Quisiera tener tan solo una señal que estás deseándome tenerme en tu vida, seguro sin pensarlo iría por ti. Tan solo quisiera que estés aquí.
Es ahí en ese instante que recuerdo que un día sin avisarme apareciste y mi vida comenzó de nuevo a necesitarte, pero en tu "no me busques" revivieron mis miedos, fantasmas del pasado donde me recordaron el dolor que un día causaste en mi corazón.
Justo cuando regresaste comenzaba a escribir una nueva historia, de repente surgió esa conversación que de la nada volví a soñar y sentir en mi interior ese calor, el cual llamo amor.
Comencé a pensarte más y sonreír al hacerlo, un arcoíris con un sol hermoso se dibujó de nuevo en mi vida; ese que dibujas con tu presencia en mí.
Todo es perfecto desde tu regreso, tu miraditas,  besos, tus caricias; pero mi temor no desaparece por completo, será que en algún momento apagaste lo más hermoso que sentía con tu adiós, solo te pido vida mía que si has vuelto a mi vida nunca más destruyas de nuevo mi corazón”.

__Pedro. ¿Y Guille? _interrogó Alberto.

__Con Fabián, lo acompañó a casa de Ana luego de que el psiquiatra le diera el alta. -- Beto, ¿crees que debo quedarme con ellos?

__Por supuesto que sí, no se te ocurra volver a desaparecer, lo que hizo el pibe más tiene que ver con descubrir todo de repente que contigo, Pedro.
__ ¿De veras? _ lo miró con la mirada brillante.

__Por supuesto.
__ Basándome en mi honestidad solo puedo  pensar  limitadamente y permitirme algunos sentimientos. Debo cumplir mi palabra dada, debo espantar las traiciones, debo ser, ante todo, leal. Basándome en mi honestidad necesito subyugar mi inteligencia, necesito administrar la bondad, evitarte falsas expectativas, estabilizar tus procedimientos, apaciguar tu esperanza vital. Basándome en mi honestidad interpongo una frontera de principios, me callo el dolor que me oprime, dejo respirar  tu vida  en libertad. Que pase veloz por mi lado tu ángel sin interponer mi ubicuo lidiar. Respeto mi vida, que ya es tuya, esta cualidad, la que más aprecias, para que realces su valor, su significado, involucres al hombre que amas y llegue contigo hasta el final. Basándome en mi honestidad espero que comprendas mi actuar, que no lo tomes por cobardía, pues para obrar necesito algo más, que soy estafermo en tu caballería, y asumiría embates sin pestañear. Te descubro mi  preferida cualidad, es la eterna polémica de la vida, la de las dudas del alma a entregar, no sabe de miedos e incertidumbres, es regalarte mi capacidad de amar.

__ ¿Y esto?
__Le dejé esa nota a Guille, iré  por mis cosas, estaré en lo de mis padres si quiere continuar_ dijo con una profunda tristeza en la mirada.

_Pedro, no vuelvas a desaparecer o esto no termina más, Guille te ama desde el minuto cero.
__Tal vez todos, Fabián, Ana, Diego tengan razón, Beto yo era mozo y apenas he empezado a estudiar, él pertenece a otro mundo.
_Tonterías, no hay mundos diferentes ni nadie puede controlar el amor,  no se elige, no se piensa, es un bello caos, y así debe de ser.
Mira, Pedro, yo no era nadie cuando Guille me rescató y creo que lo sabes, yo vivía en la calle, y apenas tenía estudios secundarios incompletos y sin embargo, crucé una mirada con Gaby y me enamoré, y sí, me sentí una mierda por mucho tiempo, como vos ahora, pero no pude renunciar a ella, la peleé, estudié, en medio fui a la cárcel, y hasta llegué a exigirle que se animara a dar el salto hacia mí.
__Sí, lo sé, Guille me contó.
__Bueno, entonces no me vengas con esas tonterías  de que eras mozo, de que sos pobre y todo eso, sos un pibe noble y estás estudiando, vas a ser abogado cuando menos quieras acordar, y ese mundo diferente  se habrá convertido en el mismo.
Alberto lo miró en profundidad.

__ ¿Sabías que con los años hasta las parejas se llegan a parecer físicamente y que sus auras se mimetizan en la misma energía? Bueno, ahí va, no hay un mundo ni otro, hay o no amor, y Guille antes de vos nunca se había enamorado, ni siquiera creía en el amor, Pedro, no te rindas, no digas que no a lo que tienen porque no sé si hay otra oportunidad. Cuando el amor es tan profundo  y lo llevas pagado a ti, en los más profundo de tu ser, en tus entrañas,  en tu corazón  en tu alma,  en tu piel,  tus sentimientos son multiplicados, el sentir de tu alma es más profundo, sientes más las alegrías,  sientes más las vibraciones,  es más profundo el sentir. Sin ni siquiera tocar tu piel te hace estremecer.
También es más doloroso,  el sufrimiento se agrava, se triplica y el dolor que sientes es infinito, te rompe el alma, te destroza tu interior,  te roba tu corazón, te roba tu alma y queda un vacío en tu interior que te desgarra las entrañas, el corazón  y el alma,  ya no las encuentras porque te las robó  ese amor tan profundo.
 Cuando eres tan feliz, desprendes luz, irradias felicidad, y tu belleza se multiplica, por ser tan profundo e  inmenso el amor que sientes por ti, que te hace
sentir que el amor que siente hacia ti, es como  el que tu sientes por el todo y por el otro, un amor profundo, intenso, un amor que nace desde lo más profundo de tu ser. Pero están esos
momentos que te hacen  sentir la persona más importante y más amada, y es tan inmensa la felicidad, que te sientes la persona más afortunada del universo, pero  otras  veces después de hacerte sentir la persona más importante de su vida, te sientes la persona más olvidada, sientes esa angustia que te desgarra tus entrañas por sentir que no eres tan importante, sentirte olvidado. Sientes que tu cuerpo se rompe por dentro en mil pedazos, que no tienes alma ni corazón porque se los has entregado, sientes el dolor de cada pedacito de tu cuerpo como duele con tanta intensidad que te sangran de dolor. Pero no es el caso de ustedes, Guille te ama, te buscó una y mil veces, no te escapes.
Pedro asintió.

__
__Ana, ¿me dejas a solas con mi hijo por favor? _pidió Guillermo mirándola con intención.

__Está bien, pero no te lo lleves, no está del todo bien todavía y yo puedo cuidarlo _ dijo ella con la mirada triste.

__Fabián es grande ya, él sabrá dónde quiere vivir, solo quiero hablar unas palabras a solas con él, Ana, no quiero discutir.
__Ya me voy.
Ana salió y Guillermo se sentó en el borde de la cama, acariciando la mejilla de Fabián con el dorso de la mano.

__! Qué susto nos hiciste dar, hijo, nunca más!
__No papá, gracias por no obligarme a seguir con el psiquiatra, de verdad, no soy adicto como Ana,  no podría serlo creo que justamente por ella _ dijo en un hilo de voz.

__Lo sé hijito y te creo _ respondió Guillermo __. Lo que voy a pedirte es que tengas cuidado al elegir a tus amigos, una vez más y no sé qué pudiera suceder.

__No son malos, son compañeros de la facultad, yo soy responsable,   he salido decenas de veces con ellos y cuando se pasan me voy, pasa que me sentí mal, expuesto…  no sé, supongo que todo sucedió demasiado rápido, apenas hace un par de meses que sé de tu sexualidad, siempre te vi tan diferente, vos sos mi modelo, mi pilar, y verte con unos pibes disfrazados, en ese boliche, me pegó, me chocó _ se entrecortó y perdió la voz.

__Hijito, no estábamos haciendo nada malo, pero entiendo que no es lo que siempre viste en mí, aunque es mucho más honesto lo que viste en ese bar que los años de matrimonio con Ana. Eso sí fue una mentira, puro teatro, una farsa, y si te dije la verdad es porque nos viste  a fin de año, pero igualmente iba a hacerlo porque no quiero seguir mintiendo.
__Lo entiendo pa., supongo que soy un imbécil, porque conozco a decenas de tipos que  son gais, a lesbianas, hasta en mi curso los hay, pasa que de pronto una cosa es verlos afuera, y otra es saber que tu padre lo es, pero sé que es más honesto lo que estás viviendo que la farsa que montaron con Ana para mí. Perdón.
__Hijo, Pedro es sano, bueno, honesto, sí es  pobre, no tiene dinero para echar al aire, era mozo del hotel, y allí lo conocí, así, pero siéndolo era feliz, era un muchacho alegre, hasta desfachatado, y quizá por eso me enamoré de él, sin darme cuenta eso me hizo verlo, y diferenciarlo del resto __ habló con serenidad.

__No tienes que explicarme papá, se aman y listo, ya lo entendí, lo vi.
__Quiero hacerlo, quiero que entiendas por qué me viste en ese bar, porque no vivimos de farra de bar en bar. Casi te  diría que   apenas salimos. Primero porque somos celosos, y luego de varias idas y venidas con Juan, Matías, etc., y peleas, preferimos dejar de exponernos.
Y segundo porque trabajamos en el estudio muchas horas, y Pedro no cursa prácticamente, siente ansiedad por recibirse, y por eso prefiere estudiar en casa, que yo le ayude y rinde libre, es así como en meses está ya terminando segundo año. Y lo está haciendo muy bien.
Pero cuando lo conocí, siendo mozo, Pedro era un muchacho que siempre estaba rodeado de amigos, alegre, feliz, y quizá fue eso lo que me enamoró de él, eso es lo que trajo a mi vida, alegría. Pedro me enseñó lo que es la alegría, el me hizo andar liviano por la calle, bailar, sentirme a gusto con mi cuerpo, con ropa informal,  en un tribunal o en la calle. Vos sabes mejor que nadie que en casa con Ana no hubo alegría, que todo fue pelear y continuar a pesar de… ¿no es así?
__Sí, a pesar de que vos sos gay y ella adicta, lo sé.
__Bueno, no quiero más eso, y por  eso mismo cuando recibí la herencia me había divorciado ya de ella, y apenas veo a Silvina, cuando llegué al hotel y conocí a Pedro, yo me acostaba con alguno de vez en cuando por necesidad, para terminar más solo y vacío que antes. Pero de Pedro sin preverlo ni buscarlo me enamoré, y ya no me importó ni su edad, ni su mundo, ni  las diferencias, solo que lo amo y me corresponde, que con él soy feliz, ya no hago las cosas porque sí, me apasiona todo, un juicio, una quiebra, discutir con mis socios, con Ana, y siempre sé que al llegar a casa todo pasará porque lo voy a ver a él, le voy a contar y nos vamos a reír, ¿entiendes? Cuando te enamores podrás, el amor significa la vida, hijo, y cada experiencia, o le quita valor a las tonterías.
__Es muy lindo lo que dices y me alegro de saber que encontraste eso en Pedro.
__Nos separamos varias veces, y justamente, yo siempre me centré en mí, fui siempre  muy egoísta, nadie nace con un manual sobre cómo ser o hacer  feliz a otro, y pensé que dándole trabajo y exigiéndole que estudiara él estaría bien, pero me di cuenta que con los meses, él se había amoldado a mi mundo, a mi forma de ser, a mis gustos, y que estaba perdiendo esa chispa, esa alegría, esa fuerza y coraje que me enamoraron, y además que había dejado no solo el hotel, sino a sus amigos. Es por eso que quise que los viera de vez en cuando, que no se apartara del todo de ese mundo de joven, de recitales, de copas, de compartir con ellos,  y la noche que nos viste no fue la regla sino la excepción. Sus amigos nos invitaron a esa fiesta y fuimos, y en verdad lo estábamos pasando bien, no me pareció justo prohibirle que fuera, y él no iría solo, y perdón  si te dio vergüenza, pero no estábamos haciendo nada malo, hijo.
__Lo sé papá, no sé qué me pasó, soy un idiota por cómo reaccioné,  y más por haber aceptado colocarme con los pibes, casi me maté, pero no es lo que quería, no sabía, y me pegó muy fuerte __ balbuceó con lágrimas en el ojos.  __ ¿Me perdonas?

__Claro que te perdono, grandulón, pero nunca más me des un susto semejante, que no quiero morirme de un infarto justo ahora.
__Lo prometo.
__Pedro merece ser aceptado tal como es, creo que es importante para él, y en mi opinión hace bien, yo no buscaré cambiarlo, cuando lo hice escapó, deberemos adaptarnos.
__ ¿Dónde está él? Quisiera disculparme.
__Debe de estar en casa, o en el estudio, ya tendrás oportunidad de hacerlo, ahora tienes que recuperarte, y no te voy a pedir nada, vos sabrás qué es lo mejor, qué quieres hacer.
__Si no te molesta, por ahora, por un tiempo, me gustaría quedarme acá, con Ana digo. Está todo bien, pero necesito acostumbrarme…
__No tienes que explicarme, son muchos cambios, está muy bien, yo lo entiendo, y cuando estés preparado, debes de saber que te amo, que soy el mismo de siempre, y que tienes otra casa, pero solo cuando puedas y quieras ir o vivir, o si eliges vivir solo, está muy bien _afirmó Guillermo de pronto recordando… la herencia__. Hijo, antes de este lío, yo pensé en que no quiero esa herencia, los hoteles no son lo mío, el derecho tributario siempre me pareció un opio, pero quizás a vos te guste o puedas  hacer también algo de contabilidad  administración de empresas.

En concreto, ya he hablado con Marcos y un escribano, cuando estés en pie, y firmes, serás millonario, te dejo la herencia, puedes vivir acá, o solo, podrás viajar, estudiar en otro lado, el dinero ya no es un límite.
__ ¿De veras no quieres para vos y Pedro esa fortuna?
__Mi mayor fortuna es que gracias a los hoteles lo conocí, el dinero no nos importa, ni a él ni a mí, yo gano lo necesario en el estudio, Ana tiene la casa y lo que le dejé, Silvina es rica,  nosotros compraremos una casa en el delta y no necesitamos más que el trabajo, hijito, disfruta sin culpas de lo que te dejo.
__Gracias, ya pensaré qué hago.
El abrazo que siguió ahogó las palabras.
__

__Los extraño mucho a los dos, adiós mamá, prometo que  los visitaré.

Pedro apretó el botón de terminar la llamada con el dedo meñique y después se dirigió a la cocina donde estaba haciendo pollo con verduras salteadas. Justo antes de agregar las chauchas a la salsa alguien abrió la puerta. Esperó con el aliento contenido pensando había sido su imaginación pero oyó los pasos.

“! Oh no! _ se dijo  a sí mismo, bajando lo más posible el fuego.
Se limpió las manos en un repasador  y fue corriendo hasta la sala.
__Guille _ murmuró, sin poder  disimular su total sorpresa y alegría__. ¿Y Fabián?

__En casa de Ana, mejor, pero por ahora quiso quedarse allí _ explicó colgando el morral__. Qué bien huele _ dijo olfateando.

__Sí. __Pedro se volvió hacia la cocina__. Un salteado de pollo y verduras, no es pasta. Hice un montón por si tienes apetito.

__ ¿Estás solo?
Pedro largó una risotada.
__Por supuesto que estoy solo. ¿Quién más podría estar?
Se quedó mirándolo largos segundos.
__Tienes puesto mi buzo y mi delantal.
Bajó los ojos.
__ ¿Quieres que te los devuelva?
Meneó la cabeza.
__No, para nada. Solo que no sabía que todavía los usabas.
 __Lo uso un montón y a veces me hacen sentir bien.
__ ¿Quieres… quieres que me quede con vos?

Pedro lo miró. Su expresión le suplicaba que sí. Deseaba con alma, espíritu y vida que se quedara para siempre, pero no deseaba más discusiones ni dolor ajeno que terminaran en peleas. Sacudió la cabeza, pero Guillermo ya estaba a centímetros de él, y sus fuertes manos aferrando su rostro.

__Maldición __masculló y apoyó los labios en los de Pedro que dejó caer el repasador y estiró los brazos para sujetar su camisa con las manos, pero él no tenía apuro alguno en irse. Se tomó su tiempo para saborearlo, sintiendo el calor de las bocas mientras se derretían juntas en ese anhelo por esos labios gruesos, húmedos, y suaves, mientras los de él eran seguros, firmes y dominantes pero cedieron en cuanto Pedro apretó su boca contra ellos, y cuando parecía terminar la magia, Guillermo lo aferró entre sus brazos.
Lo besó como si hubiese extrañado sus besos por años, con deseo, con tristeza, con ansia, entremezclados pero controlados, besos dulces y suaves, y cuando finalmente se separaron, apoyó la frente en la de Pedro.

__Volvamos al fin. Podemos charlar de todo toda la noche. He hablado con Fabián mucho, y quiere verte. Te lo explicaré tantas veces como quieras, no hay mundos diferentes ni cosa que me avergüence, ni nada que me aleje de vos, cielito. Tal vez presioné demasiado. Ahora me doy cuenta. Podemos ir más despacio o casarnos mañana. Podemos llegar al acuerdo que desees. Nunca he querido tanto en mi vida.
__No.
__ ¿No? ¿Por qué?
__Porque lo deseo tanto que me asusta mucho __lo dijo y las lágrimas bajaron por las mejillas, pero Guillermo se apresuró a interceptarlas y Pedro se estremeció al contacto.

__Amor, mírame __dijo usando el pulgar para levantar la barbilla y encontrar la mirada, esa mirada que era tan intensa, que Pedro sentía lo perforaba y lo asustaba__. No puede ser peor juntos de lo que es estando separados, y no hay motivo para ello.

__Pero siempre pasa algo que nos separa, y lo de tu hijo pudo ser grave, además estás tratando de olvidar a tus amantes, Juan no deja de molestar, tampoco Matías. Puede llevar tiempo, pero es posible, y nadie consigue todo en la vida, ¿verdad?
__No lo sé, pero  si lo que quieres es que te diga que ya he olvidado a cuanta mujer y hombre pasó por mi vida, ya los he olvidado, y además de amarte, te necesito, Pedro. __Esperó hasta que él levantó la vista__. He tenido amantes, pero solo vos has sido, sos y serás mi amor.

Pedro se hundió de súbito en sus brazos, dejando que lo envolviera en ellos, se permitió abandonarse, dar el control a las fuerzas misteriosas que los habían llevado a encontrarse. Podía alejarse de Guillermo y padecer el dolor de cada día  de estar lejos de él, o podía correr el riesgo enorme de basarse solo en la fe, en el acto de fe, sin predicciones, ni certezas. Guillermo lo amaba y necesitaba, tal vez no fuese el primero, pero sí quizás el último y tal vez ese amor que sentían durara para siempre, y no se sentía un último premio, sino suyo para siempre.

__Eres tan bello, que la esmeralda del mar se enturbia de lujuria cuando recorre sin pudor y gozo tu cuerpo menudo y desnudo en sus turbias olas que besan tus partes ocultas en su tibia gloria. Amor, ahora voy a ir a buscarte, ya no resisto más tu ausencia,  extrañar tu piel y tu boca es poco, mi cuerpo me exige tu presencia.
Solo desnúdate y espérame. No tardaré en llegar.  Tengo el pensamiento lacerado de tanto extrañarte y desearte entre mis estériles y apasionados murmullos y rumores, llamándote. Porque tu sombra es luz en mis otoños mustios, y son mi tormento y allí  entonces, te abrazaré hasta que te duela y beberé tu aliento. Te prodigaré las caricias más locas y lujuriosas con mi boca que te arrancarán desde el lunar de tu vientre suspiros y gemidos,  hasta tus pezones de seda que serán música celestial en mis oídos.

Voy a morderte todo, buscando el límite preciso de una caricia,  entre la alegría de la carne, hasta que desfallezcas y casi mueras  de la pasión que guardas en tus montes  de pétalos de rosas.
Mientras, te atraparé sobre mi vientre y entre mis brazos  y vas a sentir el calor, el aroma, y el sabor de nuestra pasión cuando mi boca busque y beba de la tuya las savias placenteras
y así, piel a piel, romperemos todas las quimeras de las esperas  en el regocijo de la pasión y el sexo, de nuestros cuerpos y tu amor. Voy a caer rendido de lujuria hasta los profundos y azules abismos de la pasión, la dicha, y tu candor porque quiero, amor, que me ames con la carne y hasta con los huesos  y allí entonces quiero sentir tu vientre estremecido de gozo y de alegría  cuando pienses, quieras y al fin sientas, que serás todo mío perdidos en los ardientes espacios sin tiempo de este consentido amor.
Voy a amarte con impúdica herejía y poseerte seguido, sin respirar, entre un apasionado fluir de aromas, pieles, caricias y besos  hasta perderme entre el abrazo lujurioso y tibio de tus piernas y entonces nos detendremos, en el límite justo del éxtasis final.
Y allí, comenzaremos otra vez, lo que no dejaremos terminar nunca  y volver a amarnos viviendo lujuria, como locos, de deseos y pasión  como si este instante  fuera el último momento de nuestras vidas.
Voy hacia vos, en busca de tus primaveras, vida mía. Espérame amor, enciende el fuego, y desnuda todos tus fuegos.  Y sírveme el vino que a mí me gusta.
Aquí estoy, ábreme amor, estoy tocando a tu puerta. ¿Sabes?, me están matando tus recuerdos. Te amo.


__ Sos el embrujo que crece al verte  y  es magia que me invade amor encantado del alma…
Como brisa capturas mis labios. Pétalos rociados de estrellas son tus labios de lucero. Bello es amarte como el cielo. Manantial que son miradas de tus ojos de brisa. Ojos que tiritan como lucero que iluminan mis emociones. Encanto de amor es amarte, sentir en cada palabra tu amor. En cada te amo la piel  sueña y endulzo con tu voz el néctar celestial. Bendición con sueño eterno de amor,  suspiro del alma inspirada. Tesoro de ternura en el corazón. Eres caricia como viento en pétalos que enciende mis anhelos pretendidos.
Dibujarte como corazón de dios que me encadena a sus besos que son suaves te amo,  eres mi consuelo. Eres refugio de mis emociones.

Tú amor, eres como ese grano de café, a veces amargo, a veces dulce, a veces incierto, a veces tan rico, cada sorbo te disfruto mirando tus ojos y más me enamoro.
Cada día al despertar en tus brazos, siento tus besos tiernos que rozan mis labios que siento bellos, tu compañía la más maravillosa, me siento tan feliz, y me miras y me sonrojo.
Porque me vez tan dulcemente, y me platicas todo, tus aventuras, tus tristezas, y quizás hasta tu cambio de humor, yo estoy recargado en tu pecho.
Me pongo tu camisa, esa que siempre te fascina y tu aroma que se impregna en mi piel como ese café inigualable, incomparable es tu aroma.
Mi piel se eriza, y me vuelven a ver tus ojos, y mi timidez vuelve otra vez, no puedo negarlo me gustas, me encantas, me fascinas.
Entre sábanas empezamos el goce de entrelazarnos, de sentir nuestro fuego que quema por dentro de nuestras almas, porque tú eres volcán en erupción, tú eres el que me lleva al infierno del deseo y pasión.
Y solo yo te complazco amor, en todo, porque tú te has convertido en mi todo, porque por dentro de mi alma tú eres mi dueño, mi sueño, mi amor eterno, mi amor de ensueño.
Cierra tus ojos, calla no digas nada, solo déjame amarte, con toda la intensidad de mi alma, tengo  sed de tus besos, de tu cuerpo, de tu piel, de todo lo que posees.
Memorizar tu cara, tu sonrisa, tus ojos color café, tu rostro, tu boca, tus labios en fin todo tu ser inmortalizado el momento exacto en el que te puedo tener es mi fin y mi inicio.
Y con cada palabra crear un retrato que hable de ti, de tus sentimientos de tu sentir, y así amarte sin fin, como lo que quiero escribir de ti, porque son escritos que nacen sin pensar, que salen del alma y de mi corazón palabras que solo afloran.
Y lo más bello es lo que siento cuando beso tu rostro, acaricio tu cabello con mis manos y voy más abajo y te deseo tanto, cuando de repente llegan tus labios a mi cuello.
Huelo tu fragancia, tu aroma y tu esencia se penetra en mi piel, me excita, la percibo, la saboreo, la acaricio y la tomo, para que nunca te puedas escapar.
Y veo que tiembla, que late más tu corazón, y que las palabras que susurro a tu oído son palabras sin pensar, son palabras tontas, sentimientos, emociones, y locura que ya no serán secretos.
Y aquí precisamente te siento entre mis brazos, entre mi cuerpo, entre mi piel, y entrelazamos nuestros cuerpos, se han vuelto uno, y somos el uno para el otro.
Oleadas de pasión y deseo, juntos haciendo el amor, nuestras manos se deslizan suavemente en cada parte de nuestro ser, pasión ardiente quema nuestros cuerpos, como volcanes en erupción.
Subimos juntos al firmamento, a ese universo de nuestros excitantes cuerpos, y te abrazo y me abrazas, y ahí quedamos paralizados en ese acto tan perfecto que es la pasión de nuestros cuerpos, fugaces como las estrellas.
Calmados estamos de tanto amarnos, agotados por esa hazaña tan voraz, sueños quedan de otra vez realizar este acto tan sublime de los dos simplemente porque nos amamos con loca pasión y deseo.
__Tómame la vida. Ella reclama todo mi cuerpo como un perito necesita  de muerte, la aprobación por identidad; es así como urge de mi humanidad. Me reclama con insistencia. Necesita verter su impudicia, un depósito para sus efluvios, una diana para su candor.
Él  prepara su emboscada sobre un manto de sexualidad. Aprieta fuerte sus manos contra el ardor de su maduro sexo. Sus deseos desgarran de mis carnes un aroma remontando el llano. El frenesí del sabor  colma los éxtasis de mi avidez. La semilla, mi virtud en el mundo, se esparce dentro de su universo; las condiciones de mi sangre a la perfección de su seno vital. Él exige devorarme, ya, ahora. Yo, macho, he acudido suculento a su festín. Indescriptible. Mi vida por este amor.

__Sigo en secreto el camino de tu cuerpo que responde a mi andar,  mantengo en silencio mis besos que reposan su esfuerzo en tu exquisita piel. Como una sinfónica orquestada  tus oídos se disponen a escuchar mis sentimientos, permitiendo la entrada de mis verbos a tu alma,
donde te embriagarás de sus cantos y sonidos. Tu corazón latiendo al compás de caballos galopando sin control por tanta pasión y deseos que sientes en tu cuerpo, expresando arpegios de suspiros como notas musicales que te incitan a la tentación de gemidos,
apoderándose de un placer insaciable, te sientes flotar en el cielo. Lágrimas que brotan de tus ojos acompañados de una angustia implacable que conquista todo tu ser si me alejo de tu camino,  pero sabes seguiré en él,  para amarte y secar tu llanto donde se impondrá tu risa abriéndole el destino a la divina felicidad que sembraré en tu corazón.
__Cierra tus ojos, calla no digas nada, solo déjame amarte, con toda la intensidad de mi alma, tengo sed de tus besos, de tu cuerpo, de tu piel, de todo lo que posees. Memorizar tu cara, tu sonrisa, tus ojos color café, tu rostro, tu boca, tus labios…  en fin todo tu ser inmortalizado el momento exacto en el que te puedo tener. Y con cada palabra crear un retrato que hable de ti, de tus sentimientos de tu sentir, y así amarte sin fin, como lo que quiero escribir de ti, porque son escritos que nacen sin pensar, que salen del alma y de mi corazón palabras que solo afloran. Y lo más bello es lo que siento cuando beso tu rostro, acaricio tu cabello con mis manos y voy más abajo y te deseo tanto, cuando de repente llegan tus labios a mi cuello. Huelo tu fragancia, tu aroma y tu esencia  penetra en mi piel, me excita, la percibo, la saboreo, la acaricio y la tomo, para que nunca te puedas escapar. Y veo que tiembla, que late más tu corazón, y que las palabras que susurro a tu oído son palabras sin pensar, son palabras simples, sentimientos, emociones, y locura que ya no serán secretos. Y aquí precisamente te siento entre mis brazos, entre mi cuerpo, entre mi piel, y entrelazamos nuestros cuerpos, se han vuelto uno, y somos el uno para el otro.
Oleadas de pasión y deseo, juntos haciendo el amor, nuestras manos se deslizan suavemente en cada parte de nuestro ser, pasión ardiente quema nuestros cuerpos, como volcanes en erupción. Subimos juntos al firmamento, a ese universo de nuestros excitantes cuerpos, y te abrazo y me abrazas, y ahí quedamos paralizados en ese acto tan perfecto que es la pasión de nuestros cuerpos, fugaces como las estrellas.
Calmados estamos de tanto amarnos agotados por esa hazaña tan voraz, sueños quedan de otra vez realizar este acto tan sublime de los dos simplemente porque nos amamos con loca pasión y deseo.

Te sigo en los parajes más abstractos, en tus silencios desmedidos, en las locuras abiertas de tu mente,  te sigo en singular y en plural,  porque estás loco, y eso me mantiene vivo. Te sigo, pícaro deslumbrante, en los disimulos cerrados de tus piernas, en el segundo que abres tu sol y tu aroma crea  mis olas de calor, donde pueblo tu villana sentencia, un ofrenda en divina conjunción.

_Se duerme la luz de tus ojos a espalda o al compás de otros a tu lado, siento lejos de llegar mi sueño, el despertar de mis sentidos… viaja mi percepción más veloz que la luz para sentirte dormido… para ser ese delgadísimo espacio entre tu piel y la tuya… por celos quiero evitar le sientas tocarte… puedo evitar sientas su respiración fundirse con la tuya… mas no quiero inquietarte, no quiero interrumpir tu sueño… para así dormido tocarte y pensarte.
y así mientras la mitad del mundo duerme, obligo a este mundo tan solo mío permanecer despierto para no perder un segundo sin sentirte, aunque lejos de tus pensamientos me hayas dejado dormido, en un sueño tuyo buscaré despertar para vivir lo que tanto anhelo a tu lado, eso tan solo me queda…. poder lograr que de tanto pasearte por mi mente, en tu noche inconscientemente me despiertes y me lleves a ser tu sombra, vivir una realidad oculta, clandestina a tu presente y al mío.
Cómo lograr invadir tus momentos desde aquí, si tu realidad me vuelve algo que va detrás de ti sin siquiera poder tocar tu sombra… te persigo en silencio sin alcanzarte, aunque tus pasos detengas… y me sabes en tus momentos de soledad estar desnudando tu piel con los ojos del alma… y ese frío que tan suave te recorre y eriza tu piel no son más que mis caricias distantes y mis besos viajeros que sin saber cómo hacen hogar en tu boca mi perfecta adicción.
Y me dejas al recibir tú la noche, al borde de la locura… pues sabes de mis ansias por estar viviendo en tu piel… me dejas al límite de romper mi cordura y mi razón se nubla… se estremece mi cuerpo de deseos por el tuyo… mas de nada servirá por un momento pienso, pues al abrigo de otra sombra duermes… y un grito estalla en mi pecho; amor despierta tan solo para mí… y te escapas a la luz de este amor que como un faro te indica que al sur de tu realidad mi amor aún espera devuelvas a la vida esta alma, sin ti perdida.
He roto el latido al atravesar ojos de hielo que no sabían amar, he dejado mi vida en manos de dos copas de champán,  y pienso beberme cada gota de mí con quien quiera verme amanecer,  gritando que quiero ser la sed que le calme cada desierto que le quiera arder. Y ven, si llegas alguna vez, acércame a tu mar,  enséñame a esquivar cada roca que te forma cuando no puedes más. Quiero conocer cada uno de tu bordes aunque alguno pueda cortarme, no me importa la sangre, no me importan los fuertes que tendré que romper para encontrarte, ni las llaves que intenten abrirme, no dejaré que pasen alas grises. Las calles se visten de bares si no vienes a callar mis rotos, amor, tiré las veces que el tren me dejó tirado enfrente del trayecto, vi cómo me fui tan lejos...
Pero oí tu risa paseando entre páginas afiladas, sin miedo a las arrugas que pueda causar la prisa, te vi y no pude dejar de verte, te vi como quien ama septiembre.
__No hace falta que me digas "te amo", basta con observar cómo me miras  en ese silencio absoluto que viste tu rostro  ejerciendo locura en mi acelerada razón  y erizando cada poro de esta embravecida piel. No, no hace falta que digas nada, solo sentir el roce perfecto de tu respiración en mi cuerpo enaltece la pureza de este amor envuelto en delirio llenando de seducción los instintos más escondidos liberando la pasión cautiva en los deseos. No, no hace falta que digas "cuánto me amas". ¡Eso de sobra lo sé! Pues lo siente el corazón  cuando ante tu mágica presencia varonil se arrebatan los sentidos más prohibidos  prometiendo un futuro sin final porque cuando se ama así, las palabras están de más.  "Quien nunca ha llorado por amor, nunca ha amado;  aun en la quietud de los cielos, se siente el huracán...  del viento enamorado;  no es lluvia lo que moja a los hombres,  es el llanto del viento, que al cielo le ha llorado.

“Incliné la cabeza hacia delante desafiando a Guille a que me besara, vaciló mientras observaba detenidamente mi cara, y luego sus ojos se oscurecieron, inclinó su cuerpo y lo que comenzó como un suave beso se convirtió en un beso lujurioso y romántico. Sus labios se movían con los míos como si los recordara o incluso cómo si echase de menos su sabor. Una extraña corriente eléctrica descendió desde los labios hasta el latir doloroso en el sexo, como nunca había sentido en la vida atravesó todo el cuerpo, haciendo que los nervios se desvanecieran por completo. Una vez terminado el beso permanecimos con los ojos cerrados un momento, como saboreando el momento, pero al abrirlos, esos ojos me encadenaron a él, tenían poder, una fuerza y energía que siempre se transmitía por esa línea de visión.
Me tomó las caderas y me estrechó más a su cuerpo mientras los labios hurgaban en los oídos, reseguían los ángulos del rostro, delineaban las orejas y ansiaban mordisquear el cuello, esos labios aterciopelados y traviesos que no descansaban mientras yo sentía que mis nervios chispeaban y bailaban bajo mi piel. Los pequeños besos que me dio a lo largo de la mandíbula eran decididos y experimentados. Sus manos me rogaban que me pegara más a él con cada roce como si hubiera esperado ese contacto toda la vida, y el modo en que bregaba por tirar de la ropa llevaba a que todo mi cuerpo se estremeciese.

__ Sos tan bello, tan suave.

Olfateaba su aroma intentando adivinar sus notas, era vainilla, un deje de fruta, otro diría que de café, me embriagaba en él, y ya no pensaba cuando caímos al suelo y nuestros labios volvieron a encontrarse. Dejé que su lengua se deslizara en mi boca, mientras yo entrelazaba los dedos detrás de su cuello. Me quitó el buzo, lo dejó caer al suelo, después se aflojó el nudo de la corbata y se la quitó por encima de la cabeza Mientras me desabotonaba la camisa,  le ayudé a sacarla y él se quitó la suya, dejando ante mí su torso, una combinación de genes impresionantes, y varios años de ejercicios que lo habían esculpido en esa madura perfección que tenía delante de mis ojos, y esos ojos, esa extraña combinación de dulzura y esas pestañas y cejas renegridas y pobladas que daban ese toque exótico.

_Entre mis sábanas pierdes la decencia, pierdes el miedo, ese pudor que te caracteriza, das rienda suelta a tu instinto, estás completamente a mi disposición, entre que empiezo a hacerte el amor.
Desnudamos sentimientos a placer, nuestros cuerpos archivan caricias, emanan sonrisas, el olor de nuestros sexos perfuma la noche, se impregna en nuestro lecho, habilita deseos, murmura pasiones y se vuelve intenso, la pasión y las fantasías voraces, provocando sutiles sorpresas, llevándome a una tierra fértil.
Te observo desnudo, tirita mi piel, me embriago de tus besos, caricias llenas de estremecimiento, como el palpar con tus manos todo mi cuerpo, te abres al cielo, buscando mi esencia,  tus piernas abiertas, esperando mi sexo, humedeciendo mi miembro, cuánto néctar de embrujo.
Tus pezones erguidos son mi destino, me vuelvo tu esclavo en verbos, en pecado prohibido, somos amantes desquiciados, me bebes, rica y suculenta es tu piel, el aroma perfecto de tu perfume que me embriaga, que me envenena, como esa droga que hace perder los sentidos.
Tus labios me besan hasta casi sangrar, tu boca con sabor sin igual despierta el hambre de devorarte completamente, traigo el sabor lleno de dulzura, y te hago gemir, estremecer, enloquecer, porque soy tu dueño y tú  dueño de mi infierno, me fascina tenerte en mis adentros, sed de amarnos, de tocarnos, de llevarnos al paraíso completo.
Un suspiro que se acentúa y que se vuelve lujuria, que desciende en sudor, piel salobre que tu cuerpo despide, un suspiro suelto cuando culminas conmigo y terminamos libremente entre tu cuerpo y el mío, eso es pasión, eso es sucumbir los dos.
_Esta noche me embriago contigo de ti, de tu cuerpo. Tocarte muy lento, haz  eterno el momento de quedarme dormido  entre tu pecho y tu cadera.
Esta noche te deseo a mares. Ven  refresca mi piel  con tus dulces besos. Recorre mi cuerpo  con tu boca ardiente. Apaga tus deseos  con el elixir de mi  fuente  abierta para ti.  Esta noche llueve a torrentes  y mi corazón palpita fuerte  por los deseos de tenerte,  y al escuchar tu voz  susurrando a mi oído,  te amo vida mía,  entonces me arrancas  los suspiros y aumentan mis delirios.
__ Y mis deseos de devorarte sin prisa y con afán con total intensidad haciendo que cada mordisco sea una explosión en tu ser, sea una súplica por piedad en que continúe y no me detenga jamás.
__Jamás mi alma y mi ser  ardió de amor y placer  como lo estoy sintiendo  por ti vida mía,  cuando sutilmente llegas  y muerdes cada espacio de mi piel,  me haces locamente estremecer.
__Sin prisas mi señor  llenemos de suspiros a la noche  y que nos sorprenda el alba brindando de deseos a la entrega de nuestro amor,  candentes caricias  que se funden en besos en un solo amanecer dorado entre sábanas de húmedos de suspiros.

Nos sacamos los zapatos, pasé los dedos por cada uno de sus abultados músculos y senderos, por recodos y huesos, y tomé su erección sin reparos. El agudo sonido del cierre hizo que mi latir se incrementara, rogando que lo acariciaran. Presioné mis dedos contra su espalda, mientras sus besos vagaban  desde el cuello a mis hombros, y luego apresaban mis pezones.
A la vez sus manos me quitaban la vergüenza y el jean. Se detuvo unos segundos, tomándose el tiempo para apreciar mi cuerpo desnudo delante de él. También parecía un poco sorprendido.

__No usas bóxer.
Me encogí de hombros.
__Jamás.
__ ¿Jamás? __preguntó sabiendo que mentía, pero rogando con los ojos que dijera que no. Adoraba la manera en que me miraba en parte asombrado en parte divertido, en parte abrumadoramente excitado. Alcé la ceja saboreando lo sexy que mi amor me hacía sentir.

__Mi otro yo, el que conociste en el hotel, no tenía ni un par _dije la verdad.

Me levantó en sus brazos y enganché los tobillos en sus fuertes glúteos, la única prenda que quedaba de barrera era su bóxer gris, y así me besó mientras me llevaba hasta el sofá y después me depositó suavemente entre los almohadones.
__ ¿Cómodo? __preguntó en un susurro.

Cuando asentí  me calló de nuevo con besos, no podíamos dejar de besarnos, de tocarnos, de saborearnos, de olernos, sin más preámbulos que recorrerme el cuerpo de cabeza a pies y de estos a los muslos, con la boca seguida de yemas que se hundían en la carne y dejaban huella indeleble  rozó con el glande mi  hendidura, se inclinó hacia delante para susurrar pero solo dejó escapar un suspiro entrecortado. Estiré mis brazos hacia atrás para empujar su musculoso trasero contra mi piel, guiándolo, mientras él me penetraba, y entonces a mí me tocó suspirar.
Guille gimió y volvió a juntar su boca con la mía, el rostro enrojecido, me sujetó quedándose dentro de mí, ya no quería más que habitarme en cuerpo y  alma y así, atolondrados y enredados, aferrados llegamos a los tumbos hasta la cama, sin entender cómo no tropezamos estando enredados con una boca en la otra, y mientras caminaba aún dentro de mí, no pude evitar gritar su nombre, y supe que él era mi herencia, la única que deseaba, la única a la que no podría renunciar.
Sonrió en mis labios mientras pateaba la puerta y caímos luego sobre el colchón. Se acomodó arriba de mí sin apartar esa mirada que me ataba y me turbaba de la mía. Sus rodillas estaban más separadas que cuando estábamos en el sofá lo que le permitía entrar más a fondo y mover sus caderas en vaivén de tal madera que hacía que las rodillas me temblaran en cada arremetida, mientras me ondulaba hacia él para acompasar los cuerpos en la danza erótica envidiada por los astros.
 Su boca estaba de nuevo bebiendo mi aliento contra la mía como si la espera le hubiera resultado una agonía, y entendí que la forma en que me miraba, me besaba, me tocaba y se movía contra mi cuerpo era  amor, el más puro amor.
Acercó su mejilla a la mía y contuvo la respiración mientras se concentraba, a medida que la excitación nos hacía ascender y acercar al paroxismo, me abismé a la profundidad de esos ojos que eran mi fuente, mi alma. A la vez trataba de prolongar el insensato, tonto e impensable viaje en que nos habíamos embarcado, apoyó una mano en el colchón mientras me aferré con fuerza al cobertor, las mandíbulas y todos los músculos en tensión, se arrojó desde lo alto arremetiendo una vez más dentro de mí,  embistiendo una y otra vez como si deseara dejar la vida en ello, y así supe que llenaba cada centímetro de mi ser,  me colmaba y dilataba, cada vez que me penetraba lanzaba oleadas de un dolor maravilloso por todo mi cuerpo y cada vez que retrocedía casi entraba en pánico de que hubiera acabado.
Con brazos y piernas alrededor de su cuerpo, volví a lanzar un grito por enésima vez.
Su lengua era contundente y manejaba con destreza su accionar en mi boca, demostrando que había asediado y conquistado muchas veces antes. Eso volvía todo más fácil. Volvió a penetrarme más allá, su sudor mezclándose con el mío. Como si las pieles se estuviesen derritiendo juntas. Y mis ojos se fueron hacia atrás y quedaron casi en blanco con la desbastadora mezcla de dolor y placer que recorría mi cuerpo con cada embestida.
Su boca volvió a juntarse con la mía y no pude evitar perderme en el pensamiento de lo voraces que eran sus labios a la vez que suaves y deliciosos. Cada movimiento de su lengua estaba calculado, ejercitado, y preciso como si todo estuviera dirigido a darme placer. Y todo mientras me embestía sin piedad y sus manos iban frotando tiernamente con su pulgar en círculos sobre la zona sensible del glande o sobre mi sexo.
Unos segundos más tarde  ya no podíamos dejar de gritar, yo alzaba las caderas para pegarlas a las suyas, y le apretada desde donde podía para enterrarlo cada vez más mientras se inclinó para acercar su boca a la mía, gimiendo, podía sentir el susurro de sus labios curvándose en una sonrisa.
Tras algunos movimientos agónicos más. Y unos tiernos besos, dejó de controlarse.
Sus músculos y los míos al verlo se tensaron, al arremeter con fuerza dentro de mí, cada vez con mayor violencia, solo éramos fuego, sudor, pieles fundidas, apretujados, fundidos, lágrimas, saliva, carne, mordiscos, arañazos, gritos y arremetiendo contra mí sin piedad, nos catapultó al centro del universo en con orgasmo magistral donde derramó su amor hasta desangrarse dentro de mi esencia, y le hice saber que cabalgaba la ola de mi propio orgasmo ahogando su nombre en la boca, antes de caer en la dulce inconsciencia, unidos cuerpo y alma en un solo ser.

_Cuando tu voz  acuna sublime mi alma. Mírame, desorbita mi sentir con tu mirada,  acércate,  esculpe con tus dedos  mi explanada,  dame tus labios, toma mi candor,  acaricia todos mis espacios,  bebe de mi fuente.

Atiéndeme mi amor, cuando te pienso, me invaden  tantos deseos, cuando te pienso habla mi corazón, entonces  vuelco mi sentir,  entiéndeme mi amor, cuando te pienso  nace mi inspiración, tú eres mi motivación.
Cuando en ti pienso, mi corazón ama, yo sé  que cuando solo estás piensas en mí, yo sé que me recuerdas, yo sé  que tu sentir me piensa, yo sé que tú me amas.

Te juro  que de mi corazón  no puedo borrar esto, esto que solo tú  me haces sentir, esto que me invade  por completo, esto que siento por ti.
Tan solo pensarte  delicioso  trastornas mi razón, exquisito  prendes mi llamarada, no sé cómo esto logras, pero tan solo al escucharte  desorbitas mi pasión, tú no sabes  cómo me provocas, cuando tu voz  acuna sublime mi alma.

Lentamente fuimos aquietándonos, y  después se giró para besarme, sin despegar de inmediato los labios.

__ ¿Cómo seguiremos?
__Juntos, trabajando, estudiando, pero juntos.  Verás a tus padres y amigos, yo a los míos, confiando.

Dos cuerpos entre sábanas húmedas, labios que se unen apasionadamente, besos que ahogan a las palabras,  miradas que rebosan pasión, reclamando placer, labios que recorren laberintos,  en busca de los rincones secretos,  manos que siguen la senda  de los sitios para acariciar pieles que se atraen, se rozan y se unen, cuerpos que arden, sumergiéndose en un frenesí de pasión, robando hasta el último de los suspiros, cuerpo temblando, labios aún adormecidos después de una noche de placer y amor.

__Sé que a veces es difícil para ti comprender lo que siento. En ocasiones, puedo ser
la más encantadora compañía, en otras, parecería que no me importas. Pero si miras en el fondo mismo de mi corazón, verás que solo quiero amarte para siempre, cuidar de ti. En la felicidad y el sufrimiento, serás siempre mi vida, mi esperanza, la aspiración de todo lo que logre hacer. A lo largo del viaje de mi vida te amaré siempre.
__Hoy amanecí ardiendo en deseos por vos, mas, cómo quisiera tenerte  como te tengo en mis sueños, para cubrir tu piel con mis besos, mientras mis manos pintarían, paso a paso, con la punta de mis dedos  y con mi húmeda lengua, tu bella desnudez,  como Goya lo realizó, en su Maja desnuda, hoy amanecí deseándote y solo queriendo  ahogarme en tus ardientes labios, y poder susurrarte al oído, con palabras mudas,  el deseo que siento por ser parte de vos, ahora mismo... por qué amaneció, si hoy no quería despertar, quiero volverme a dormir,
para así poder soñar con vos.
__Escribiré sobre tu piel, estas letras que brotan de mi corazón y lo haré sin tinta ni pluma, lo haré con mis labios y mi saliva, mientras mis apasionadas manos dibujan las caricias,  que delinearán la curvatura de tu cuerpo,  trataré de rimar nuestras pieles, formando versos con tu mirada y crearé miles de metáforas  con tus ojos, tus labios de miel y con la ayuda de la llama  que late en tu pecho, haciendo de ti  una poesía o quizás un soneto, o una fábula o un cuento, mas lo que sí estoy seguro, que tú y yo nos volveremos leyenda y recrearemos una historia  de amor jamás contada, por eso comenzaré con tus labios y verso a verso  los iré transformando en besos y deletrearé tus suspiros, antes de comenzar a amarte.
__ ¿Te casarías conmigo?
__Sí, es nuestro plan.
__No al recibirte ni en meses o años, nadie tiene la seguridad del mañana y el futuro no existe, tenemos esto… lo  nuestro.
__ ¿Cuándo?
__Mañana.
__ ¿Cómo?
__Mañana, entrar a un registro civil con Beto y Gaby de testigos, y listo, y en el verano irnos a donde deseemos de luna de miel.
__ ¿Y tu hijo, tu gente?
__Mi hogar sos vos, Pedro. Fabián entenderá, no necesito más.
__Sí.
_Pero entendería que con tu juventud  quisieras una fiesta con tus amigos, ¿qué dijiste?
__Que sí, solo quisiera decirle a mis padres, ¿puede ser?
__Sí amorcito, claro que puede ser.

Guille apoyó mi mano contra su mejilla y luego me besó la muñeca, descendiendo lentamente nuestras manos hasta el colchón, se acomodó y se relajó como si hubiera estando esperando las  palabras, asegurándose de poder verme hasta caer dormido.

Guille es mi herencia y yo la suya, nunca nos interesó el dinero, aunque agradezco que lo recibiera junto a esos hoteles para que llegara a mí.
 Yo le necesitaba tanto como él a mí. Tal vez en un tiempo haya fiesta, tal vez viajemos, quizás entonces sea lo convencional, pero él me vuelve loco, y tiene razón, juntos somos mucho más que dos, solo tenemos sentido juntos, hemos nacido para estarlo.

Me negué a pensar qué sucedería luego. A analizar posibilidades o la lógica de una relación exitosa o mundos similares, a tratar de conciliar si tenía demasiado o sentía demasiado. Finalmente había llegado una herencia, había encontrado el amor por el que valía la pena correr todo riesgo, hasta el de que se rompiera el corazón.

Habíamos tenido que encontrarnos y Fabián que estar al borde de la muerte para entender muchas cosas, pero fundamentalmente, que el amor es… un rayo que te parte, que no puede elegirse ni controlarse. Mi amor por él es incontrolable, el suyo avasallador.
Pero… eso era el amor. Y es un amor verdadero… una herencia de amor.

FIN.


12 comentarios:

  1. Susana El amor con el tiempo queda en nuestro corazón como un trocito de azúcar.Lo he vivido.Hermosa

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  2. Veronica Lorena Piccinino Hermoso final Eve Monica Marzetti... una de mis historias preferidas...muy dulce y bien cuento de hadas...lo bueno es que siempre triunfa el amor entre ellos... Gracias

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  3. Hermoso Eve, me encantó esta bella y apasionante historia...Además sabés que prefiero que no sean tan largas... Mil gracias por esta maravillosa HERENCIA de hizo posible que Guillermo Y Pedro se unieran una vez más para vivir su eterno amor...

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  4. Sol Urvino Un merecido y justo final para ambos, porque el amor no entiende logicas ni razones. UN BESO, Eve.

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