viernes, 3 de mayo de 2019

ERES TÚ. CAPÍTULO DIECIOCHO.


ERES TÚ.
CAPÍTULO DIECIOCHO.


02 de marzo de 2017.


__Siempre –contestó, Pedro, abrazando fuertemente a su sobrino con los ojos llenos de lágrimas__. Siempre, siempre, desde que papá no está, eres mi hijito, y siempre te amaré, siempre.

Cuando llamó a Guillermo, no calló la verdad de lo sucedido.
__Teme a la pérdida, pero te ama, Guille __le explicó.

__Y yo, ya sabes que quiero que lo adoptemos como hijo luego de casarnos, como viste en el sueño.
La cama era enorme y había sitio para todos.
__Me rindo _dijo Pedro.

Apoyó la cabeza en la almohada y Agustín se encaramó por encima de Guillermo como si fuera una amistosa montaña y se lanzó al hueco del medio.
__Qué divertido _exclamó mirando agradecido a su benefactor.

Guillermo le contó historias de su infancia, de la de Fabián, y para cuando Pedro se quedó dormido, como en aquel primer sueño… ambos seguían hablando como si tal cosa.
__
Guillermo  metió la llave en la cerradura y Pedro, desde dentro, abrió la puerta antes que  su prometido  la girara. Lo esperaba.
Así estaban las cosas, era amor, puro amor  del bueno.
Se habían conocido por casualidad, uno trabajaba en un gran edificio de oficinas, en un estudio del centro  y el  otro como abogado de un estudio de provincia cuando coincidieron los dos solos en aquel choque, uno iba para arriba y el otro para abajo.
No sabría decir cuál fue el detonante, puede que la atracción física, quizá la combinación del olor mutuo de sus respectivas feromonas en un espacio tan reducido como la ambulancia luego  o tal vez la incoherencia de comportamientos que ambos experimentaron y de lo cual se percataron mutuamente. La cuestión es que comenzaron a subir y a bajar sin querer bajar del artilugio del destino  y para cuando se dieron cuenta ya se estaban besando con pasión.
Aquello se convirtió en un pequeño universo, de una parte, él correteando por todas partes de la ciudad llevando  juicios  y  de la otra Pedro se mantenía como podía presto a su contabilidad, pero los dos, como locos, mirando incesantemente el reloj a la procura del fin de la jornada laboral. Cuando llegaba la hora salían, más que corriendo, volando hacia el apartamento que habían alquilado en el centro.
Al principio, quizá  por pudor lo ocultaron, aún lo hacían, habían usado todo tipo de excusas y justificaciones para lograr un acercamiento sexual justo después de llegar a casa, pero con el transcurso de las semanas se habían quitado la máscara. Era una suerte de guerra, la más sensible de las contiendas. El primero que llegaba se quedaba haciendo guardia tras la puerta, los sonidos en el pasillo comunal y el ruido del ascensor se convertían en una agonía por la incertidumbre de la presencia deseada, eso sí, nunca se llegaba a girar la llave, siempre el de dentro abría rápidamente la puerta y se fundían en uno, por suerte era el apartamento más alejado, el de la esquina, pues a veces no atinaban a cerrarla del todo y un buen fisgón habría hecho en más de una ocasión su agosto.
Se devoraban en un abrir y cerrar de ojos, no había medias tintas, era natural o más bien sobrenatural, las vestiduras volaban, los calzados a veces ni se tocaban, ya era costumbre encontrar la llave en la cerradura al no haber habido ocasión de sacarla, la mesita del recibidor había sido fijada a la pared para que no callera más; el closet del recibidor, ahora improvisado campamento de todo tipo de ayudas para el sexo, a veces cooperaba con mantas y almohadones; por suerte un aseo al cual se accedía desde el recibidor, hacía las veces de cómplice sexual asumiendo la higiene necesaria cuando no se perdía tanto el raciocinio del momento. No había ninguna duda, el recibidor era la habitación más importante de la casa, más que la cocina, proveedora de vida y más que el dormitorio, presunto nido del amor. El amor había encontrado en el recibidor un refugio en forma de desespero.
He leído a escritores y gente inteligente; eruditos que colocan al amor en lo más sublime de los sentimientos que guían el comportamiento humano y me asalta una duda, ¿puede haber algo más fuerte?, no lo sé, pero lo que sentían estos dos seres iba más allá del amor, era por su consecuencia, desesperación.


Cuando Pedro despertó el sol iluminaba la estancia y se quedó contemplando a Guillermo, su sobrino no estaba allí, y no recordaba haberlo llevado a la cama, fue entonces cuando Guillermo le hizo saber que estaba despierto al acariciarle el pelo.

__Lo llevé a su cama a la madrugada, tranquilo _ dijo besándole el pelo.

__Guille, lo mimas demasiado, y tenemos que terminar de mudarnos y hacer miles de cosas, en poco estaremos en el estudio y tendrá que ir al colegio.
__Cielito, está asustado, por la casa, porque teme que  te aparte de él, déjame cuidarlo hasta que se sienta seguro _ afirmó Guillermo recordando a Fabián a la edad de Agustín.

__Tiene a la abuela, no está solo. Además contratamos a la nana, es por su bien créeme.
Y tienes que ir por tu madre o  nos va a odiar para siempre.
__Ni me lo recuerdes, ojalá se hubiese quedado en Nueva York y no tuviera que soportarla.
__ No me hará daño, no te preocupes, pasé años con la mía casi sin hablar ni comer tras la muerte de los míos, podré  lidiar con Mirna __le dijo sonriendo y perdiéndose en la mirada.

__Cielito, para fin de año falta demasiado tiempo, me gustaría que hagamos un viaje, solos, como un ensayo de convivencia o de vida de casados, unos días, ¿aceptas?
__ ¿Ahora?
__Por mí, me casaría con vos, mañana, pasado mañana, el año que viene o dentro de diez, te esperaré toda la vida, pero quiero pasar unos días solos, ¿puede ser?
__Me mimas demasiado, déjame ver si sobrevivo a tu madre y te contesto, ¿vale?

Lo miró y supo cuánto lo amaba, era más que un sueño, más que lo que cualquiera desearía.
__Penetro en la profundidad de tus ojos,  queriendo habitar en ellos por toda la eternidad,
quiero recorrer tus puntos cardinales y así lacrar mis labios a los tuyos, mientras mis inquietas manos recorren tu cuerpo acariciándote y lentamente siento cómo tu piel comienza a confundirse con mi piel, nublando mi razón y mi existencia, solo quiero amarte sin prisa, saboreando cada recoveco de tu cuerpo y sentir cómo tu aroma  se apodera de mi cuerpo, por eso quiero poseerte eternamente y así poder viajar en tus sueños, porque tú me has hecho prisionero de tus labios, de tus besos, de tu piel, de tu cuerpo, y eres mi única razón para vivir, para soñar y para amarte. Miro la lluvia caer a través del cristal de mi ventana, la melancolía me invade, te pienso y te extraño, pronuncio tu nombre y mi corazón parece volver a latir, me siento enloquecer, sí,  me siento loco, muy loco, porque amarte es eso, una locura, una bendita locura, que llega y me invade de sensaciones, de las más bellas sensaciones, sigue y sigue lloviendo y miles de gotas estallan contra el cristal de la ventana, y hasta me parece sentir tu voz llamándome  cual dulce melodía, despertando tantos deseos, cómo no amarte así, si tú eres la razón de mi vida y de mi existir, además creo que no sabría vivir  si no es contigo, pero llueve y sigue lloviendo y yo aquí sigo.  Una vez sufrí y creía no podría volver a amar, hoy reconozco que estaba equivocado, y que quizá ni siquiera amé antes de ti Guille.
__Mis manos sueñan con tu piel, deslizarlas lentamente, sueñan correr por todos los laberintos, se paralizan en lo que más deseo, tu boca, tus labios, tu cuerpo perfecto, en esos puntos específicos que mueren por palpar.
Tus manos despojan mi ropa, motivan mi deseo, mi pasión, en tu mente ya estoy desnudo, sos la perversión, inquietas mi cuerpo, cautivas con tu mirar, me desnudas con los ojos cerrados y yo me sonrojo tanto, me quieres amar y gozar.
Mis manos sienten tu desnudez, sos tan inefable, tan perfecto, tan apetecible que tocar tus pezones es embriagarme de felicidad, descubriendo tu geografía, navegando en este mar de ímpetu, gimiendo de placer y gozando de tu esencia perfecta.
Tus manos y tus dedos se hacen presentes en cada parte de mí, ante vos solo me dejo llevar a la seducción, tirita mi cuerpo al sentir tus besos, me haces entregarme, enloquecer despiadadamente ante tus fantasías, tus labios muerden mi cuerpo, y los míos no se cansan de besarlos, amor mío te deseo a diario, me gustas me fascinas, me encantas, toda mi esencia te pertenece...
Mis manos solo se dejan llevar por vos, gozoso quiero sentirte, amarte, beberte, comerte, saciar esta sed de hacerte mío, de hacerte el amor, así con mis manos, con mi boca, con mi sexo, como si fuéramos fieras, no tengas miedo, con mucho amor quiero enseñarte a sentir el placer, solo entrégate sin pausa, sin tabú, con toda tu alma y corazón.
No te sientas culpable por lo que le sucede a Matías, ya pasaste demasiado como para ello, José lo ama y lo cuidará. Hoy a nosotros nos tocó vivir aquí en este mundo maravilloso
donde nos hemos dedicado a destruir cada uno de nuestros tesoros desde un pequeño grano de arena hasta el sentimiento más hermoso y toda nuestra riqueza la reducimos, a poco. Aquí nos tocó vivir y  no es frase de resignación es querer hacer conciencia es aclamar a la razón, que de la arena podemos  crear imponentes castillos... ¡Y del corazón... amor!
Todo tiene una razón de ser, de subsistir, de existir pero eso no implica que el universo tenga que morir, porque si existe la tristeza es para hacer la diferencia cuando uno se esmera en ser feliz. Aquí nos tocó vivir en este mundo de ensueño donde surgen las miradas, donde se despiertan deseos,  donde por cada dolor existe la calidez de un beso y no debes de sentir culpa por ser feliz, es tu momento, el de los tuyos, el mío.
En un mundo descompuesto donde el único repuesto es la magia del perdón, perdón por nosotros mismos, perdón por tanta destrucción, perdón por hacernos daño aferrándonos al dolor. En este mundo de misterios, de maravillosas coincidencias, en este mundo de sentimientos, de creencias o de ciencias, donde tenemos que ser nosotros sin guardar las apariencias… aquí nos tocó vivir en el mismo tiempo, en la misma era donde se cruzan dos caminos donde las almas se complementan,  donde una mala decisión puede dejar afuera la felicidad del corazón. Y ahí aclamo a la conciencia, a  la razón, a regresarle a este mundo en cada acción gotas de amor, y  es mi deseo hacerte feliz cada uno de sus días.

Quiero borrar tus días grises, eliminar tus noches frías que por cada lágrima  pueda unir tus manos a las mías, poder recompensarte lo hermoso que has hecho en mi vida. Aquí nos tocó vivir. En un mundo sin sentido donde para poder revivirlo, para volver a crear castillos  es necesario desprendernos de aquello que le quita el color de nuestro arco iris, de lo que nos devuelve al frío. Y yo tan solo lo tengo  si vos te encuentras conmigo. Aquí nos tocó vivir.
Y a esta vida no le falta nada, podemos a veces sufrir sentir que el alma se desgarra, pero cuando nos toca ser felices  prendemos la luz del amor, esa, que jamás se apaga. Y de nosotros depende de qué color será nuestro cielo, podrá lucir un azul hermoso o un gris lúgubre, triste con sabor a amargo infierno, o nos dedicamos a hacer por amor un amor fuerte y duradero. Aquí nos tocó vivir. En este mundo donde de todo se ve, corazones que merecen estar juntos inmersos en la distancia, almas que habitando juntas la soledad las abraza, aquí nos tocó vivir en este mundo maravilloso donde todo es tan perfecto como lo vean nuestros sueños, donde se puede construir un amor cálido y eterno, te amo Pedro, y ya no vas a perder a nadie más, lo prometo, cielito.

_Mi amado amor, no tardes en venir esta noche preciso sentir en tu mirar que me amas.
No sabía yo que el destino tenia escrito para mí un renglón difícil de surcar, la verdad que mi destino y yo poco hablamos, difícil de asimilar de que volvería a enamorarme, no debí caer, y mucho menos dejar que tus ojos enamoraran a los míos, no debí de permitirme sonreírte, sabía que te perderías en mis labios, y mucho menos dejar que mi alma desnuda te diera alojamiento, debí haber evitado dejarte ver cómo viajo entre verbos y pensamientos enamorados, viajando y escribiendo por los caminos de tu piel, te aseguro amor mío, que dibujaría en tu espalda mil lunas para soñar, donde en su anverso quedarían grabados mis besos, te acariciaré muy despacio y me enredaré entre tus brazos, me pasearé por tus ojos donde con su dulzura me alimento, te dejaré sensaciones donde  sentirás que el tiempo se detiene, porque  mis labios emprenderán su acción para hacer que te sientas volar por nuestro cielo, mis manos, también tendrán su compromiso, te entregarán sus caricias y tu cuerpo  se convertirá en el poema más bello, porque solo sentirás amor y dulzura, la composición más bella para amar.
Hoy volverás a verme vida mía perdido entre deseos y ansiedades, en palabras que buscan el sosiego para mi alma enamorada, en ellas, te entregaré mil lunas y soles, donde en la media luz que acerca la noche, tú  te vas instalando en mis sueños, acomodándote en el diván de mis ojos, a la espera de ser besado.
Te amo.
Mis manos que entre su diario vacío, sienten tu piel aun sin tocarte, recuerdan tus líneas aun sin haberte vivido, en momentos que la inconciencia te hace real, perciben el estallido de tus poros, sutiles caricias entrego a esas líneas de tu cuerpo que la noche parece dibujar a trasluz en el aire, pero que de mis manos parecen tener cautivas.
Entre la noche siento te ocultas de mis deseos, a espalda de mi realidad, siento la proximidad de tus labios quemar mi boca y me volteo, para hallarte sumergido en un rincón de la cama y consumir allí tus besos, mas siento te arrastra de mi lado la penumbra, el reflejo de mis brazos es atraparte entre la oscura soledad… pero inconscientemente solo tu aroma queda en ellos atrapado.
Me bebo sediento de ti, aquel inexistente aroma que la inconsciencia hace presente, me resisto a despertar mis ojos, pues sé que al hacerlo todo de ti, de entre mis brazos desaparecerá… así te obligo a revelarte a los sueños, te siento real, siento mi rostro descansar en tu pecho, tus cabellos sobre mi rostro, tu voz suave diciendo… amor, no te prives de mí.
Pero te escurres con la noche, al llegar el despertar de la mañana, pero duerme entre mis labios el sabor de tus labios, aun sin haberte besado, siento que cargo en mi espalda tus dormidos besos que en algún descuido de la noche, tatuaste para que sin tener tus labios los lleve bajo la piel.
¿Por qué entonces? No logro entender, ¿a qué juega el destino que me priva de ti, me priva de sentirte en mi realidad del día y hacer de nuestras las noches, un sueño de pasión?
Déjame ahogar esta añoranza de amarte en el fuego de tu boca, déjame abrazarte cada noche y que tu aroma se impregne en mis sentidos… déjame, por siempre, perderme de amor por los rincones  de tu cuerpo.
__ Nunca me iré, no temas, jamás olvidaré esos días cercanos a la Navidad en que tanto sufrías las pérdidas. Beso esas manos que erógenas  me besan, me acarician haciendo el sentimiento de mi sexo, esas santas manos que sujetan mis pezones, aprietan mis piernas por detrás  y me sujetan con firmeza atrayéndome al cuerpo que prolongan, esas manos.
Beatificado esos labios que besan  mis labios, esa lengua empalagosa que se arrastra y me roza, haciendo el cariño de mi piel. El oral de su boca que santifica mi pecho en el ruego de mis labios. Santificado tus labios que perdonan mis lágrimas, que en su mudez se llevan mis silencios me roban  los suspiros. Benditos  y celestiales, esos labios, guardaespaldas de mi carne, protectores de mis besos.
Santifico ese cuerpo y sus deseos de guardar que me guarda sus momentos, esa estructura que conmigo se inclina, se arrastra y camina,  peregrino de mi cuerpo, esa arquitectura que me acompaña,  esa Babel que me confunde y me aclara.
Bendito y santificado el infierno de su cuerpo, que arde en el santoral de mi piel, la ecografía de sus dedos que lasciva me dibujan, bendigo esa mirada que misericordiosa me desea, que me radiografía hasta los huesos. El sonar de su voz que recorre  mis recovecos y hendiduras.
Santificado y bendito bienaventurado el oral de su boca, el erecto altar de mis orgasmos, que grito  el nombre de dios, soy feliz a tu lado Pedro, no miento, necesito que lo creas.
__ Te creo amor, y te amo.


De nuevo escondido y encerrado en un cuarto adornado de muchos colores y sábanas de seda. Otra vez voy a jugar con un fuego que, no solo quema mi piel, sino que también quema estas inmensas ganas del sexo. Él ha sido el único que sin conocerme me arropó en sus brazos y con paciencia fue curando todas y cada una de mis heridas hasta escuchar de mi voz un: “El amor existe”. Y es así que me entrego a la mágica pasión que esconde.
Me encanta besarlo, tocarlo de pies a cabeza hasta encontrar esos puntos débiles donde en su respiración agitada me diga que le pertenezco, que en verdad lo hago feliz.
Si en mi casa me tengo que sentir  otro por lavar, planchar, cocinar y educar a los niños pues con él me siento  capaz,  por devorarlo hasta llenarme de él; por recitarle poesías al oído y gritar de placer en su cama. Esta es una noche donde la ropa se queda en el suelo y en la cama se encuentran dos cuerpos que se aman y disfrutan cada beso, cada gota de sudor que va brotando cual rocío de las mañanas. Cuando sale el sol cada quien toma un camino distinto. Volvemos a ese nido de amor; mismo que se derrumba por la actitud de nuestro compañero. Cuando llego a casa solo pienso en él y lanzo miles de suspiros al viento y sonrisas al espejo.

__Mi amante favorito: Muero por tenerte a mi lado y despojarte de tu ropa y de esas caricias sin sentido. Dame la oportunidad de besarte y de morderte lentamente sin perderme de nada. Quiero tocar tu hombría y después explorarla con mi boca. Sueño con otra noche igual. Una noche de pasión y deseo, una bella y sensual noche de amantes.

Te pido permiso para entrar en la ventana de tu amanecer,  para abrir mis ojos a tu lado cada aurora,  volaré al infinito del universo descubriendo tus misterios para conquistar tu amor. Te pido permiso para sanar tus heridas y limpiar con mis verdades los engaños en tu vida, calar hondo con caricias tu piel adivinando sus secretos,  besarte a cada instante perdiéndome en tu boca y abrazarte en el abismo de los sueños, alimentando el placer de quemarnos, sintiendo el equilibrio entre tu cuerpo y el mío en un nuevo anochecer. Y en el vuelo de las aves descubrir las respuestas que no logramos ayer, para que los pensamientos fluyan y los sentimientos bailen en el viento, purificando los deseos de recuerdos que yacen en las memorias de un pasado. Amor mío hoy me encuentro en las cárceles de tu alma,  y si mañana me das la libertad,  dejaría de respirar en las paredes sagradas de tu hermoso corazón,  naufragaría en las tormentas sin rumbo, alejándome así de un ser divino que ha rescatado en mí las ansias de volver amar, llenando los espacios vacíos que habitan en el interior de mi soledad.
__Tras su ausencia de unos días, mi subconsciente se tomó la venia de soñarlo a usted, y con el corazón en las manos, no sé si darle las gracias  a él, o pedirle perdón a su persona. No sé si fue lo que siento, o este deseo que me martirice, abriendo mi piel rompiendo mi carne. Reclamo sus disculpas por mis manos atrevidas desnudándolo,  por mis labios conspiradores de mis besos pretenciosos de su dermatología. Perdone mis dedos por distraerme en su lencería, por jugar a escondidas entre sus labios. Disculpe usted la hipocresía de mi vergüenza, la ironía desvergonzada de robarle los suspiros, a morbosidad de sus jadeos, mi sarcasmo pervertido del placer de sus orgasmos. Perdone usted este subconsciente inconsciente que lo vive y lo siente.
_Zonas oscuras, suave cadencia llevan al límite  mi floja paciencia. Curvas sinuosas, de incipiente placer están a punto  de hacerme enloquecer. La oscuridad  me impide observar lo que mis manos  se mueren por atrapar. Un perfume húmedo  logra su cometido, que mi cuerpo encienda  todos sus sentidos. Tímidamente, me acerco a la silueta con movimientos torpes, como marioneta. Una sed me ahoga, reseca mi ser pidiéndome a gritos momentos de placer. Las curvas  de pronto cobran movimiento exprimiendo sin prisa  mi último aliento por eróticos brazos, me dejo atrapar sintiendo mi pecho a punto de estallar.
Dos bocas se funden, en un beso obsceno, a oscuridad refleja, dos criaturas en celo, manos exploran  prohibidos rincones soltando oleadas de rojas pasiones, suspiros, susurros, gemidos prohibidos sacuden lo oscuro, sin pena ni olvido. Las llamaradas, inundan el lugar...
Jadeos sin límites, parecen no acabar. Ya nada detiene  a estos amantes. La pasión emerge, altiva, triunfante y  como si todo, ocurriera sin tiempo en las penumbras, unimos nuestros cuerpos.
Final del formulario

Antes de que nazca la luna amémonos como si no hubiera un mañana, como si las noches se quedaran para siempre a oscuras y los amaneceres no volvieran a despertar, amémonos amor, con los cinco sentidos,  déjame que mi boca muera meciéndose entre los murmullos de un quiero amarte eternamente y envolverte entre ternuras, mientras nos inventamos auroras y dejamos que nos salude y nos besen los rayos de sol al ver que la noche se despide hechizada, de tanto amor.
Mientras, en mí, tiernos amaneceres nacen cada día, amaneceres que sé que no podrán traerte a mí, ni tampoco tus besos podrán posarse en mis labios, entonces es cuando el dolor y ese nudo que ahoga mi garganta hacen acto de presencia, donde los deseos se convierten en verbos dolientes que nacen en mi mente, no sé cómo frenar el deseo de amarte, he tratado de firmar en las hojas del olvido el poder olvidarte pero las hojas ya están muertas, no sé cómo frenar ese desenfreno de soñar un beso enamorado, no sé amor no sé, háblame vida mía, miéntele a tu sinrazón y sal en mi busca, dile que tu enamorado muere por morirse en tus brazos, que muere por pasearse en tus ojos, miéntele a la razón,  engaña a tu conciencia, amor miéntele y ven a mí.
Esta noche llueve ausencias de amor, y la noche esta fría, acurrúcate en mis brazos, yo te regalaré miles de sueños para vivirlos conmigo. Te amo amor, te amo. Tu boca es el portal al cielo,  húmeda y suave con sabor a cereza  me enloquece, me embelesa,  es mi debilidad, es mi felicidad…   tus labios me besan,   me acarician,  me envuelven  como un manto de seda,   llevan la esencia de la vida,   me inyectan tu amor,   hacen que todo se desvanezca  cuando me atrapas con tu lengua  como si fuera una enredadera,   deseo tu boca hoy y mañana,  quiero tus labios todos los días…   bésame intensamente  eternamente, constantemente como si de tus besos...  mi vida dependiera. Amarte es un privilegio que me otorga la vida, eres un regalo del cielo, la prueba misma de que Dios si existe, la respuesta a mis oraciones,  me siento bendecido  por quién tú eres, eres el amor que cura toda herida que haya existido,  eres la alegría que borra toda tristeza que haya sentido,  eres la fuente inagotable de amor y ternura,  eres la inspiración, el motivo de la pasión y el placer…  toma mi amor  te entrego mi vida, con eso te pago  y el resto que queda lo iré completando amándote con todo mi ser haciéndote feliz, día tras día.

El avión tocó tierra con media hora de retraso a causa del mal tiempo que reinaba, pero, aun así, Guillermo le aguardaba en el aeropuerto. Decidió acudir solo a recibir a su madre y acompañarla primero al hotel, donde Pedro se reuniría con ellos más tarde a tomar una copa.
Hotel que tantos recuerdos les traía de la noche que allí pasaron haciendo el amor. Guillermo había encargado de antemano una cena especial, pues su madre pensaba irse a Punta del Este casi enseguida y al menos hasta la boda esa sería la única velada que quizá pasarían juntos, ella deseaba quedarse, pero Guillermo le aconsejó que la mudanza a la nueva casa sería un caos y lo mantendría  ocupado, por lo cual accedió.
Miró a los pasajeros que descendían con antelación del aparato y vio, finalmente un rostro familiar casi oculto por un sombrero de piel y un abrigo de visón. Su madre llevaba el bolso de viaje que él le había regalado en el encuentro anterior.

__Hola tesoro _dijo su madre arrojándole los brazos al cuello con una sonrisa en los labios.

__Se la ve muy elegante, madre __añadió mirándola.

__Tú también. __ Mirna Graziani le escudriñó el rostro__. Un poco cansado, tal vez, pero ese viaje que planeas te sentará bien.

__Estoy deseando salir, sí.

Finalmente habían decidido una escapada de dos semanas retrasando el inicio del trabajo en el estudio.
De repente, Guillermo vio que su madre miraba a su alrededor.
__ ¿Dónde está él?
__Pedro no ha venido. Me ha parecido mejor acompañarla primero al hotel y que se acomode. Se reunirá con nosotros a la hora de cenar. Pedro es quien se está mudando a casa, y tiene al nene, a la mamá y un montón de cosas, amén de que su nieto está con ellos ayudándolos.
__Pero… es que pensé conocerlos a todos, y por supuesto ver a Fabián. ¿Por qué no han venido? __preguntó Mirna ya dispuesta a armar un escándalo sin oír explicaciones.

Eran las cuatro de la tarde, llegarían al hotel pasadas las cinco p.m. Y Guillermo le dijo a Pedro que se reuniera con ellos a las siete en el bar. Había reservado mesa para  las veinte horas. Aquella noche pensó que ella estaría cansada y al día siguiente habría mucho por hacer. Había planeado una pequeña reunión familiar, un almuerzo en un hotel, y luego su vuelo a solas con Pedro, y el de su madre por ahora a Punta del Este.
Guillermo se la quedó mirando, nunca cambiaría, aunque se negaba a perder las esperanzas de que eso ocurriera.

__Madre, hemos tenido mucho que hacer en la nueva casa y todo lo demás.
__ ¿Y no ha podido venir al aeropuerto a conocer a su suegra?
__Se reunirá con nosotros en el hotel y conocerá a su suegra, intenta que no me deje Mirna, por favor, lo amo de veras.

Su madre sonrió valerosamente y le tomó del brazo mientras se dirigían a recoger el equipaje. Por una vez, pareció que se le pasaba el enfado en seguida. No le habló de los vecinos que se habían muerto, de parientes que se habían divorciado ni de productos en mal estado que había comido o de la muerte de personas inocentes. Ni siquiera protestó cuando  por unos instantes, no apareció su maleta. Fue la última             que sacaron del avión y Guillermo la tomó exhalando un suspiro de alivio y fue inmediatamente a recoger el automóvil para llevarla a la ciudad. Se pasó todo el camino hablando de los planes de la boda, y su madre le comentó lo mucho que le gustaba el vestido que se había comprado ya hacía una semana de color verde claro y que le sentaría muy bien, pero para alivio del hijo no quiso adelantar más. Después le dejó en el hotel luego de hacer el ingreso y ayudarle a acomodarse, y le prometió regresar en una hora.

__Vuelvo en seguida _le dijo como si fuera una niña.

Subió de nuevo a su automóvil y se fue a casa para ducharse, cambiarse de ropa y recoger a Pedro, que estaba todavía en la lucha cuando llegó. Agustín se hallaba entretenido, jugando en su nueva habitación que habían adornado a gusto, y anexado un patio de juegos. Sin embargo el niño parecía un poco triste últimamente, y pensaron que tal vez extrañaba la casa. Llevaba varias noches durmiendo con ellos por terrores nocturnos renovados, aunque prometía en cada una que no volvería a ocurrir.
__Hola, ¿cómo anda el hombrecito de la familia? __le preguntó Guillermo desde la puerta.

Él le dirigió una triste sonrisa al verle entrar en la habitación y sentarse a su lado.
__Nada _susurró el nene.

__Ah, ya _dijo Guillermo rodeándole los hombros con un brazo__. ¿Todo va bien?
__Sí _contestó él, encogiéndose de hombros__. Bastante.

__ ¿De veras no extrañas la otra casa?
__No.
__ ¿Y qué significa bastante? ¿Sigues preocupado por el monstruo que se esconde bajo la cama? Podemos volver a mirar, si quieres, pero te aseguro que no hay nadie.
__Lo sé.
Agustín lo miró con desdén. Como si él no hubiera dicho jamás semejante idiotez. Eso solo lo hacían los niños pequeños. O los niños que querían pasar la noche en la cama de sus padres.
__Entonces, ¿qué pasa?
__Te vas a llevar a papi… yo sabía que me lo quitarías… __ contestó el chiquito, mirándole directamente a los ojos__ durante mucho tiempo _ añadió con lágrimas que asomaban súbitamente a los ojos.

Guillermo se sintió culpable por el viaje planeado,  por el dolor que le había causado.
__Bueno, es que es como… es una luna de miel, porque falta demasiado para casarnos… y la tía Gabriela de cuidará muy bien _ dijo sin estar él demasiado seguro de sus palabras.

__No quiero quedarme con ella, apenas la conozco, no es mi mamá.
__ ¿Y por qué no? Es buena.
__Me obligará a comer verduras y tomar leche.
__ ¿Y si yo le digo que no lo haga?
__Lo hará de todos modos y más Daniela. Las dos dicen que los animales muertos son malos para la salud.
__Yo no lo diría de esa forma.
__Nunca me dejan comer platos calientes o pizzas ni cosas por el estilo… _ dijo el niño con voz lastimera.
__ ¿Y si yo les digo que te deje comer todo lo que te apetezca?
__ ¿Qué pasa aquí? _dijo, Pedro desde la puerta, envuelto en una toalla y con el cabello mojado mientras Guillermo lo miraba con pasión.

__Estábamos estudiando un asunto _ contestó Guillermo.

Agustín miró a su tío con expresión culpable.
__ ¿Quedaste con hambre cielo? Hay bananas y manzanas en la cocina.
Pedro le había adelantado la cena con un postre exquisito.
__ ¿Y la abuela y Fabián?
__No han llegado aún, ¿tienes o no  apetito aún?
__No, estoy muy bien _contestó el niño en tono enfurruñado.

__Vamos a llegar tarde si no te das prisa amor, Agustín está bien –dijo Pedro.

Una vez en el cuarto de baño, con la puerta cerrada este explicó a Pedro la situación.
__Está disgustado porque nos vamos de viaje solos dos semanas.
__ ¿Eso te lo ha dicho él? __preguntó Pedro, sorprendido__. A mí no me ha dicho nada. Me parece que te considera un hombre blando y ya te ha tomado el pulso amor  _ añadió con una sonrisa mientras le rodeaba el cuello con los brazos__. Y no le falta razón, porque eres un amor.

La toalla cayó al suelo y Guillermo estrechó a Pedro contra su cuerpo.
__Si haces eso no conseguiré vestirme.

Poco a poco, Guillermo se quitó la ropa con la intención de ducharse, pero no podía apartar los ojos de Pedro, que empezó a acariciarle mientras le empujaba contra el toallero. Al final, no pudieron resistirlo más. Guillermo corrió el pestillo de la puerta y abrió el grifo de la bañera. Después hicieron el amor apasionadamente y Pedro tuvo que ahogar un grito tal como siempre le ocurría cuando hacía el amor con él. Al terminar, Guillermo se metió bajo la ducha esbozando una sonrisa perversa.
__Si esto ha sido el precio a pagar por soportar a mi madre, le diré que se quede con nosotros _ dijo sonriendo __. Ha sido estupendo. ¿Primer plato… o entremeses?

__Espera a tomar el postre de esta noche _ le contestó Pedro, mirándole con picardía.

Guillermo abrió el grifo de la ducha y empezó a canturrear mientras se enjabonaba. Pedro se colocó a su lado bajo el chorro y poco faltó para que volvieran a empezar. Sin embargo, tenían que darse prisa. Guillermo no quería llegar tarde para no enojar más a su madre.
Le dieron a Agustín un beso de buenas noches, le dejaron entretenido con Fabián al que le encantaba hacer de canguro y corrieron al automóvil. Pedro lucía un precioso traje gris, regalo de Guillermo, con gemelos y reloj de oro, y zapatos a tono, todo de Chanel, y por supuesto la impresionante sortija de compromiso. Estaba precioso y Guillermo se percató de lo mucho que se impresionó su madre al verlo en el vestíbulo del hotel, segura de que caería con un viejo decrépito. Cuando bajaron al bar y ella tomó del brazo a su hijo le susurró en voz baja:

__Es un muchacho muy apuesto y agradable, al fin.
Viniendo de ella, se trataba de un elogio extraordinario.
__Pero, ¿qué dices? _le contestó él, también en susurros__. Es una preciosidad.

__Tiene un rostro y un cabello muy bonito con esos hoyuelos y  esas facciones _reconoció Mirna.

Pues claro, es lo que más me enamora _ dijo Guillermo mientras se acercaban a una mesa y pedían las bebidas. Su madre pedía lo mismo de siempre, él y Pedro pidieron vino, un Malbec y un Cabernet.

__Bueno, pues _ dijo Mirna, mirando a Pedro como si estuviera a punto de pronunciar una sentencia o de decidir algo terrible__ ¿Cómo se conocieron?

__Ya te lo he explicado, mamá __le interrumpió Guillermo.

__Me has dicho que lo chocaste, pero nunca me explicaste en qué circunstancias.
__En realidad creo que lo eligieron mi madre y mi sobrino _ terció Pedro, riéndose muy nervioso. __ Es verdad que hubo un accidente, que Guille creo cruzó en rojo o amarillo, pero también yo venía distraído por la montaña de trabajo que ellos me encargaran ese día víspera de Navidad.

__! Dios los guarde! Siempre dije que Guillermo no debería manejar.

Pedro estuvo a punto de soltar una carcajada. Aquella mujer era tal y como él se la había descrito. La Inquisición española en abrigo de visón, le había dicho, y eso era efectivamente aunque él iba preparado.

__Pero me acompañó en la ambulancia, y luego todo fue muy sencillo. Su hijo conquistó a toda mi familia, le envió regalos de reyes y bañadores a mi sobrino, yo lo invité a la playa con nosotros, él a su casa, vivimos cerca… así y allá… Y eso fue todo, bueno casi… __ Guillermo lo miró con ternura al recordarlo, sonriendo__. Un flechazo, supongo.

La mujer los miró complacida.
A lo mejor sería el adecuado para su hijo. A lo mejor. Aunque todavía era demasiado pronto para decirlo si apenas se conocían desde la Navidad. Y, además parecía muy joven, pero… era divorciado, tenía un sobrino, una madre.
__ ¿Y esperas que eso dure? __preguntó, mirando inquisitivamente a Pedro mientras Guillermo hacía una mueca de desagrado ante la brutalidad de la pregunta.

__En efecto, señora, amo  a su hijo.

Pedro observó que los ojos de la mujer  se clavaban en el enorme diamante de su anillo de compromiso y se sintió súbitamente turbado. El de ella era por lo menos tres veces más pequeño que el suyo y era evidente que la mujer era una experta.
__ ¿Te lo ha regalado mi hijo?
Ni él mismo acababa de creérselo todavía.
__Eres un muchacho con suerte.
__Es verdad _ convino Pedro mientras Guillermo lanzaba miradas asesinas a su madre.

__La suerte la he tenido yo _ dijo al fin, mirando a su prometido con dulzura. Toda su familia es un encanto, y además es abogado y será mi socio en todo.

__Eso espero _la madre le dirigió una significativa mirada y luego se dirigió de nuevo a Pedro para proseguir su inquisidor interrogatorio__. Guille dice que trabajabas en otro estudio.

__Es la verdad, pero me asociaré a él, aunque el otro era de lo más importante solo que su competencia.
__ ¿Y podrás seguir trabajando si se casan, con tu sobrino, tu madre…?

Guillermo hubiera querido decirle que se ocupara de sus asuntos, pero conocía muy bien a su madre y no se atrevió a interrumpirla. Estaba en su elemento, interrogando a Pedro. Su futuro esposo, el de su único hijo. De repente, se compadeció de Pedro y extendió la mano para tomar una de las suyas y decirle con la mirada lo mucho que  lo amaba. Pero su madre en su fuero interno pensaba que el chico era encantador y que era mucho mejor que ese Juan, flaco y arrugado que le presentó cuando le dijo que era gay.

__Seguiré trabajando,  en verdad regresamos a las seis de la tarde, y en ese horario puedo ayudar con la tarea a mi sobrino y  ocuparme de todos, de su hijo, además mi madre ayuda y tengo niñera.

En aquel momento se les acercó el maître para acompañarles a la mesa. Una vez sentados, Mirna comentó que no le parecía bien que vivieran juntos antes de casarse más habiendo chicos, contando como tal también a Fabián y sobre todo por eso, dijo con aire relamido mientras Pedro se ruborizaba. Guillermo le explicó que solo serían pocos meses, que así ahorraban una propiedad en un sitio caro y en una época no fácil y pareció que se ablandaba un poco, pero cualquier cosa fue motivo de comentario para ella aquella noche, en verdad una que no se diferenciaba de otras pues Mirna hacía comentarios sobre cuanto le venía en gana.
Ya cuando la noche llegaba a su fin, Pedro trató de calmar a su prometido.

__Y luego se queja de que yo no quiera verla, es insufrible _ dijo este en un gruñido.

--No puede evitarlo amor. Eres su único hijo.
__Ese es el argumento a favor de que tengamos doce. A veces me saca de quicio.
__Ya se le pasará _ dijo Pedro, sonriendo__. O, por lo menos así lo espero. ¿Crees que he superado el examen?

__Con toda brillantez.

Guillermo le miró con ternura, pero seguía disgustado con su madre, la cual no había parado de pincharles en toda la noche, tal como tenía por costumbre hacer. Ahora tendría la ocasión de torturar a Pedro, tal vez incluso a toda la familia. Solo de pensarlo se ponía enfermo.
 Aquella noche, Guillermo se tomó una copa de whisky antes de acostarse y se pasó un buen rato sentado frente a la ventana, comentando planes para el viaje con Pedro, y besándose cuando las miradas se encontraban.

__No hay día que no desee desenamorarme de vos para volverme a enamorar, sentir la adrenalina desbocada de mi corazón, el rápido palpitar como si mi existencia corriese el peligro de enamorarse de vos. Como si el fuego de tu presencia, me quemase por dentro ascendiendo por mi pecho, hasta la monosílaba de mi garganta, obstaculizando toda palabra de emoción, como si  vos me ardieses por dentro, llevándote con tu sonrisa el resto de mis cenizas, en el deseo irrefrenable de besarte __ susurró  Guillermo en los labios__. Preciso,  desenamorarme de vos, enamorarme y volver a caer, que la estampida de mis venas golpeen mis sienes, que mis ojos pierdan todo enfoque lateral, y vos, solo vos seas la estrella que no me permite observar el universo. La luna plena que obstaculiza el sol, el sol que me encandile al mediodía. El ángel de alas abiertas que no me deja mirar a Dios con desprecio. El pececito, en la pecera de mis ojos, que no me deja nadar en el océano. El árbol erguido que no me deja ver el bosque. La piedra  en la montaña de mi fe, que solo vos desplazas  y mueves. Enamorarme de mi vaso medio lleno, para desenamorarme de mi copa medio desbordada. Ser tu dedo  en mi llaga de cuánto me duele, de cuánto te siento.
Mi número infinito en tu inclinación eterna. Mi mentira vestida en tu verdad desnuda. Mi apreciado señor preciso desenamorarme de usted para enamorarme  de nuevo. __concluyó al unir los labios.

__A la espera de su desenamoramiento me despido de usted. Atentamente, un enamorado
desenamorado.

__Ojos impregnados  de ternura; espejos del alma; denme su calma. Divinos causes,
lecho de un mar que invita a navegar  por un instante eterno, profundo misterio. Brillo envolvente,  sublime pureza que apresa a soñar renaciendo en luz de esperanza.
Cuánto amor  desborda tu mirada, aposento encantador,   qué resplandor, brasa que prende
la hoguera de la pasión. Mirada que llama e invita a desvestir lentamente el alma. Abrazando el silencio que habla y grita; adormecidas gemas que despiertan amor.
Conversación clara, expresión de sentimientos, consuelo anhelado  acaricia la fantasía desatando magia para ascender a la gloria.
En el abismo de la noche, la piel ruge caliente, y el mágico derroche, hierve en fuego demente. Gira el son de tinieblas  en la penumbra vaga, la fiebre entre las nieblas azota cual roja daga.
La esfera ya sedienta  hierve sobre la piel, la carne tras la puerta  es fulgor del clavel. Se despierta la hoja, y el fuego lubrico, la noche se antoja  sobre ese rastro púbico.
 En la noche vacía, la pasión abre la tienda, la desnuda ambrosía, se alimenta en la tienda.
El agua se calienta, la sangre corre libre, las venas son la renta  del clímax como fiebre. Giran locas costumbres, en la hoguera del alma, el corazón en lumbres se agita ya sin calma. Y el orgasmo es la  fuente, la entrada al  habitáculo efervescente, cama, desnudo sopor, de la entrega ferviente.

__Pensé que solo serias una conquista más,  una dulce tentación, y una deliciosa fruta apetitosa, pero en cambio, encontré, al mejor amante que supe tener en cada recoveco de mi cuerpo, porque tú que me besas con la mirada y me excitas de placer, cuando navegas por mi piel, tú que me seduces con tu voz, con tu caminar y que me tientas con una sola sonrisa, tú que me haces el amor cada noche y con quien he descubierto que cada parte de mi cuerpo está deseosa de pertenecerte a ti,  tú que me enseñaste a sentir, a olvidarme del mundo y a solo desear amarte, tú que me fuiste convirtiendo  en un océano de sensaciones y a quien le entregué mi pasión, mi masculinidad y todo mi ser, tú que hoy me has convertido en prisionero de tus deseos  y esclavo de tus momentos de pasión, tú que cada vez que me besas, haces que pierda la cordura, eres tú… mi hombre, mi amor.

__Aún me remuerde la conciencia por tener que dejar al nene dos semanas _ confesó Guillermo más tarde.

__No te preocupes _ dijo Pedro, apoyando la cabeza en su hombro__. Es muy dependiente, le hará bien y tenemos derecho a hacerlo. Casi no hemos dispuesto de tiempo de estar solos.

Era cierto, pero Guillermo recordaba la tristeza de Agustín de esa tarde y su negativa de quedarse con Gaby o la niñera, él era un intruso que lo apartaba del tío, y ese nene lo conmovía.

__Es que es muy pequeño, no tiene padres… ¿Qué sabe él de luna de miel y algo símil?
Pedro sonrió, lanzando un suspiro. Él también lamentaba dejarlo porque raras veces lo había hecho hasta entonces. Ahora, no tenía más remedio que hacerlo y no sentía el menor escrúpulo aunque se alegraba de que Guillermo se preocupara por él. Sería un padre maravilloso.
__Eres un sentimental como la copa de pino __le dijo mirándolo con cariño, pero créeme, necesita despegarse de mí.

Guillermo a ojos de Pedro era el hombre más bueno del mundo.

El universo conspira con esta pasión que siento, la delicadeza con que me abrazas, al sentir tu piel, tu boca, tus besos, me has cautivado con tu dulce mirar, me entrego a ti, así completo, toda mi esencia, esclavo ante tu desnudez, me fascinas, me enloqueces, delirio eres y no controlo mis sentires, loco ante los placeres, ante el deseo de pertenecerte.
Amor eres inefable, así te llamo porque eres lo más sublime, el tiempo contigo no quiero que se termine, en nuestros cuerpos hemos encontrado las más jugosas mieles, la gloria misma de sentirme amado, esta noche soy libro abierto en donde seré tu letra tatuada, tendrá cada letra grabada en mi piel con tu nombre, esta noche contigo me siento en el paraíso.
Quiero fundirme en tu cuerpo que solo tu alma me sienta, aspirar el rico aroma de tu piel estremecida, mis manos quieren conocer tu cuerpo, oír cómo late tu corazón, oírte gemir, y gritar mientras yo solo te beso, acallando tu boca, eres la hoguera de mi pasión, la ansiedad de mi cuerpo, despertando nuestros sexos, muero por hacerte el amor, en estos momentos quiero ser tu amante comiéndote a besos, somos fuego y llamas, desnudando nuestras almas, sin pudor, sin miedos, bajo las estrellas y  bajo la luz de la luna.
Cierro mis ojos porque así quiero que me ames, eres el culpable de enloquecerme, de conocer todas mis fantasías, de seducirme, fusionando nuestras esencias, incitando a provocar encuentros más excitantes.


Cuando aquella noche tarde el chico se presentó de nuevo en el dormitorio, Guillermo lo levantó en sus brazos con sumo cuidado para no despertar a Pedro. Y después se acurrucó a su lado. Ya empezaba a considerarlo como el hijo que deseaba que adoptaran y se sorprendía de que pudiera quererlo tanto.
 A la mañana siguiente ambos se levantaron temprano de la cama en silencio, se cepillaron los dientes el uno al lado del otro, le prepararon el desayuno a Pedro y se lo llevaron en una bandeja, con una rosa que Guillermo puso en un jarroncito.
__!Feliz día! _ entonaron los dos al unísono mientras Pedro abría los ojos y esbozaba una somnolienta sonrisa.

__!Gracias, feliz día también para ustedes, chicos! ¿Cuándo se han levantado? _preguntó.

Luego miró a uno y a otro como si sospechara que tramaban algo a sus espaldas.
Cuando terminaron el desayuno se vistieron para salir hacia el centro, irían a elegir ropa para los cuatro, de regreso Fabián vería a su abuela.

Agustín parecía un principito cuando Daniela lo trajo, y también pensó en la hermosa pareja que eran sus papás. Hacía años que estaba con Pedro, y le quería mucho.

__Te deseo que siempre seas feliz como ahora  __le dijo, enjugándose furtivamente las lágrimas  mientras miraba al nene__. ¿Verdad que están guapos tus papás?

__Sí, son lo más, aunque todavía son mis tíos _ dijo a medias enfurruñado,  el sobrino.

Mientras los contemplaba los admiraba y pensó que eran los señores más grupos que jamás hubiera visto.

__Tú también lo estás.

Daniela le acarició suavemente los cabellos y se acordó de su hijita mientras los veía subir al vehículo. Todo era hermoso, pensó, estrechando con fuerza la mano de Agustín.

Todo se  parecía cada vez más al sueño o ensoñación de Pedro tras la magia de la Navidad del año pasado.
Apenas recién…  comenzaba a cumplirse.

CONTINUARÁ.

HECHOS Y PERSONAJES SON FICTICIOS.
CUALQUIER PARECIDO CON LA REALIDAD ES COINCIDENCIA.
LENGUAJE ADULTO. ESCENAS EXPLÍCITAS.


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