domingo, 26 de mayo de 2019

“NO SOY YO” CAPÍTULO VEINTISEIS.


“NO SOY YO”

CAPÍTULO VEINTISEIS.

“Y aunque no me quisieras, te querría por tu mirar sombrío,
como quiere la alondra al nuevo día, solo por el rocío”.
Federico García Lorca.
“Yo no sé si pueda volver a encontrarte, amor,
si Dios no me quiere en tu eternidad”. Indio Solari.



---Mujer, tú eres poesía y la poesía nace desde el fondo de mi corazón, por esos ojos cautivantes, por esa mirada soñadora y esa seductora sonrisa que me  abre las puertas de tu alma y se escribe con la pasión con la que me besas cada amanecer, por eso hoy más que nunca, a ti te hacen falta mis besos y a mí, sentir tu calor en mis labios. Por favor Gaby, no tires por la borda lo que está pasando entre nosotros solo porque te preocupa la opinión de los demás _le dijo Agustín.


__No tires por la borda lo que está pasando entre nosotros solo porque te preocupa la opinión de los demás _le dijo.

__Fue una mala idea. Jamás debió ocurrir y lo sabes. En cuanto a mi viaje, no es asunto tuyo. Estaré bien. Y ahora, por favor, ¿me sueltas del brazo para que pueda acabar de hacer el equipaje?

__Tú me preocupas. Y Betsy. Quiero mantenerlas a salvo sea que me ames a mí o a otro. Prométeme que no irás a Canadá.

Agustín tenía la impresión de que le había apuñalado en el corazón. Cuando la soltó, intentó comprender qué narices estaba pasando.
¿Cuándo habían aparecido esos sentimientos tan fuertes hacia ella? Jamás se preocupaba por otra persona que no formara parte de su familia. ¿Desde cuándo era Gaby, una mujer a la que apenas conocía, tan importante como su propia familia, si no más?
El nudo en el pecho… se convirtió en una terrible opresión.

Con el corazón desbocado él la siguió hasta la habitación. Estaba cerrando la maleta y la postura hacía que la melena roja le cayera a ambos lados de las mejillas. Al otro lado de la ventana estaba lloviendo. De ahí que la estancia estuviera iluminada con una mortecina luz grisácea, la apariencia de Gaby no podía ser más angelical, con su falda ceñida y su camisa ajustada.
“Por Dios, había caído con todo el equipo”, pensó Agustín.
Se pasó la mano por la cara e intentó relajar el alocado ritmo de su pulso. Cuando Gaby se volvió para dejar la maleta en el suelo, él aprovechó el momento para aferrarla de los brazos y acercarla.

__Lo mío no son las relaciones a largo plazo. Me va más el rollo ocasional. Pero contigo, letrada… contigo no quiero que sea ocasional.
__ ¿Qué? __le preguntó ella con el miedo pintado en los ojos. El mismo miedo que él trataba de controlar__. ¿Estás…?__Lo miró con los ojos entornados__. ¿Te golpeé con el bate en la cabeza? Pensé que te había dado en el abdomen.

Agustín no pudo evitarlo y sonrió.
__No, no es el bate, fuiste tú. Me diste justo en la cabeza. La primera vez que te vi. La otra noche. Y le doy gracias a Dios por lo de la otra noche, me di cuenta de que estaba colado por ti desde el principio. Desde entonces, no paro de pensar en el  paquete completo… matrimonio… familia… niños… monovolumen…
Gaby se alejó con brusquedad de sus brazos y se presionó el abdomen con una mano.

__! Ay, por Dios! ¿Un monovolumen? ¿Estás loco o qué? ¿Qué te sucede?
__No lo sé. ¿Amor? _ contestó él con voz baja, muy atento al asombro de ella, porque él sentía lo mismo. La verdad era que no había pretendido decir lo que había dicho. Pero, una vez hecho, no quería retirar las palabras__. ¿Te sorprende de verdad? Eres viuda y muy joven Gaby.

__Pues sí. Nos hemos acostado. Una noche.
 Él se metió las manos en los bolsillos de los jeans.
__Si no recuerdo mal, te gustó. La primera vez. Y la segunda, y las demás.
__Yo… __balbuceó ella al tiempo que agitaba las manos__. Apenas nos conocemos.

__Bueno, vamos a conocernos. Quédate aquí. Mantente a salvo. En cuanto pueda volver de mi viaje, nos concentraremos en descubrir qué es lo que más nos molesta del otro.
Gaby se sentó en el extremo inferior del colchón.
__Estas de broma, ¿verdad? Por favor, dime que es broma.
Esa no era la ración que él esperaba. Vale, ni siquiera era la conversación que había planeado tener.
__No estoy de broma. Gaby, me has atrapado. Me traes de cabeza. Y yo soy el primer sorprendido.

Al ver que ella no hablaba y se limitaba a mirarlo con los ojos desorbitados, Agustín se rascó la nuca,  sintiéndose como un imbécil.
__Vale, puedo prescindir del monovolumen. Ya lo negociaremos después.
__Estás mal de la cabeza. Lo sabes, ¿verdad?
Él sintió que se resquebrajaba, y él no era hombre dado a sentir esas emociones.
__Mira, he evitado  las relaciones serias durante mucho tiempo, por diferentes motivos. Y después de ver el infierno por el que pasó Guillermo tras la muerte de mi hermano, me dije que había sido listo al evitarlas. Pero ahora, después de todo lo que ha pasado… no lo sé. El caso es que he comprendido que la vida es valiosa. Que hay que hacer las cosas que queremos hacer, porque tal vez no podamos hacerlas cuando  abramos los ojos y nos demos cuenta de que son importantes. No quiero perder esta oportunidad contigo, Gaby. No te estoy pidiendo ya matrimonio. Solo te pido que no acabes con lo que está pasando entre nosotros. Y no quiero que te marches a Canadá porque te sientes culpable después de lo que ya ha sucedido. Si te pasara algo no podría soportarlo. __La tomó de las manos y la instó a levantarse de la cama__. Letrada, dame una oportunidad, a lo mejor te sorprende lo que descubres.

__Podría acabar en una habitación acolchada.
__Si estuviéramos juntos, no sería tan malo, ¿verdad?
__Agustín…
__Solo te pido que lo pienses, ¿vale? Piensa en mí, en ti y en lo que podría ser lo mejor que te haya pasado en la vida.
__Tengo la terrible sospecha de que es lo único en lo que voy a pensar durante los próximos días. __Frunció el ceño, pero no se zafó de sus manos. Agustín lo interpretó como una buena señal__. Eres como un tornado, ¿lo sabes? Devoras todo lo que encuentras a tu paso sin pensar en las consecuencias.

_Tú me preocupas. Y Betsy. Quiero mantenerlas a salvo. Prométeme que no irás a Canadá.
En vez de hablar, Gaby se pegó a su cuerpo  y lo abrazó por la cintura. En cuanto se vio rodeado por su calor, a Agustín le dio un vuelco el corazón. Porque en ese momento supo que ella no haría lo que él quería que hiciese. Y eso significaba que los planes que había trazado para los próximos días iban a sufrir un cambio muy drástico.
Con suerte, no para peor.

__Pongo mi vida en tus manos. Mi tiempo, mis emociones, mis alegrías más sinceras, mis fantasías te las comparto. Porque estás en todas ellas, te encuentras en el recorrido  de ese hermoso escalofrío que me provocan tus labios cuando siento que no pago toda la deuda de los besos. Los dulces, los más traviesos. Los sensuales y apasionados de los cuales, no soy dueño. Puse mi vida en tus manos y todo lo que de ella nace. Los latidos, los suspiros, la velocidad en que fluye mi sangre y hasta la forma en que respiro. Porque mi vida  es amarte. Pongo mi vida en tus manos, ya nada me pertenece, sos el dueño de mi todo y si sientes que de algo carece,  te juro que no es de amor porque ese lo tengo de sobra. Sé que cuando estés en mis brazos nos faltarán siglos, décadas, años y horas para que tomes posesión de este humilde corazón del que te hiciste acreedor.  Pongo mi vida en tus manos con vigencia indefinida, contiene un corazón con cicatrices y una piel un tanto acabada que no luce como antes lo hacía, pero ese corazón late como nunca antes lo hacía. ¿Y qué te digo de la piel?
Si le has devuelto el placer exfoliándole con miel de tus besos y caricias. Pongo mi vida en tus manos porque ella te necesita. Porque no podrían mis labios apagar esa sequía, solo el dueño de mis besos, de mis deseos, de mis sueños y todas mis fantasías. Pondré mi vida en tus manos. Tus pasos, serán mis pasos  y  cuando surja el invierno  en tu vida, habrá calor bajo estos brazos que estarán ansiosos de vos. Tu almohada será mi regazo donde después de una vida de cansancio en este amor que te tengo encontrarás tu descanso. Pongo mi vida en tus manos porque ya te pertenezco, porque confío que en tus manos  mi corazón saldrá ileso, porque sé cuánto me amas, porque sé cuánto te amo, porque no soy tuyo por fracciones…
¡Porque soy tuyo... pero completo!
Despertábamos como hoy  por los rayos de sol que iluminaban nuestro rostro, cada frase que te susurraba al oído,  te hacía volar como en un sueño. Siempre te perdías en el jardín, buscándome entre las rosas, y yo oculto entre sus espinas, me dejaba ver por ti,  sentíamos felicidad. Sentimientos y propuestas que compartíamos, sugiriéndonos la candidez ante lo voraz, veíamos la vida como un juego divertido, donde seducirnos era nuestra mayor pasión. Nuestras diferencias terminaban fundidas por un beso, originando un impulso provocativo,
entregándonos a las redes del deseo, sintiéndonos como tormentas en el cielo. Me extrañarás,
al abrir tus ojos y no encontrar el roce de mis manos en tu piel, fugitivos estarán mis besos endulzados de miel. Me extrañarás, cuando intentes olvidarme, nunca olvidarás el sudor aromatizante del pecado, que brotaba por los poros seductores al placer. Me extrañarás,
y recordarás, las noches ahogadas por caricias, respirando la virginidad de mi aliento. Me extrañarás, aun cuando me olvides, viviré por siempre como una sombra inducida  por recuerdos permanentes en tus intentos de volver amar.
__No me cobres la deuda de estos años, no quiero extrañarte, ojalá pudiera recordarlo. __Las lágrimas acudieron a los ojos y Guillermo lo estrechó en sus brazos.
__ ¿Qué haces?

Gastón, que estaba sentado en el suelo del salón, dio un respingo antes de volverse hacia la escalera. Guillermo lo miraba desde el último peldaño vestido solo con unos jeans desgastados de cintura baja. Iba descalzo, tenía los ojos hinchados por el sueño y el pelo alborotado como si acabara de salir de la cama.
Gastón se llevó una mano al pecho.

__Me has asustado.
Guillermo entró en la estancia y le robó el respiro.
__ ¿Esperabas a otra persona?

El sol de la mañana se reflejó en su pecho desnudo. La imagen le provocó un hormigueo, ya que recordó que había trazado esos músculos con sus dedos y con los labios.
__ ¿Pedro?
Tras apartar la vista de ese magnífico cuerpo masculino que emanaba fuerza y la energía que le robaba la voluntad, lo miró a los ojos y se percató de la expresión socarrona.
__ ¿Qué?
__ ¿Estás bien?
__Perfectamente. __Se volvió hacia el montón de revistas que había estado ojeando, y se mordió el labio mientras se ponía colorado. Se suponía que el sexo saciaba los instintos, en vez de convertir a las personas en adolescentes dominados por las hormonas, pero era el efecto que ese hombre ejercía cada vez que aparecía.

Guillermo se sentó en el suelo a sus espaldas, y estiró las piernas que quedaron a ambos lados de las suyas. Su cuerpo irradiaba calor, y cuando los dedos rozaron los pezones, y los labios finos vagaron por los hombros,  Pedro lanzó un gemido, se estremeció, deseando que lo tocara, deseando que esas manos lo acariciaran como lo hicieron la noche anterior. Al sentir que lo aferraba de la cintura, inspiró hondo y sintió justo cuando le besaba la nuca.
Eso era lo que deseaba. Pero, si seguían así, jamás acabaría de ojear las revistas.

_ Un viento ardiente sin puntos cardinales de comienzo  ni rumbo evapora la humedad de las caricias que en mi piel esperan  por entregarse en tu cuerpo, su aire reseca mis labios, marchita mis besos y los arrastra como hojas secas sin destino, para que mueran, así lo temo y siento, lejos de tus labios.
Ese calor que por fuera mi ser castiga y azota, aliado de la soledad y angustia, se vuelve ventisca helada por debajo de mi piel, abrazante frío quiere transformar las llamas de pasión que por ti dentro de mí arde, en un fuego de hielo, que congele mi latiente y desesperado amor, volviéndome un ser que vaga sin rumbo ni sentido.
Se me seca la boca y me niego a dejar de gritar tu nombre a la soledad, le repito una y otra vez, con tu nombre atado a las palabras, que te amo con el alma… y castiga así mi insubordinación, dejando el sabor frío, amargo… sabor a soledad en mi boca he dejado, por tanto tiempo de manera dominante haberme besado.
Quitarás lo sé, irremediablemente el aroma a soledad, con tu perfume será borrado de mi cuerpo, la sequedad de mi piel, inevitable huella de la ausencia de caricias, tus manos y la humedad de tu pasión despertarán mis sentidos y harás que en cada encuentro de amor mis poros estallen y se abran a tu esencia.
Aguardaré así, cautivo de este vacío que  ya condenado está a desaparecer, a que el néctar de tu boca, a que esos labios rojos abracen los míos y que en ese delicioso torrente de saliva, donde las lenguas juegan, ahogues el mal sabor a soledad y viva en mi boca, en mi piel la esencia deliciosa de tu amor.
_Mira esta no será otra historia más de otro cuento,   que ya no tienes años ni yo ganas de perder tiempo  así que  lo pienso contar tal cual y como lo siento  y que no dé tantas vueltas ni te enrede su comienzo. Intenté cerrar la boca por silenciar a mis palabras  pero tentó tanto a contar que al decir no dejó nada,   yo daré la llave, pero tú serás quien  abra la puerta  entrando en ese mundo en el que eres amado. Tú pondrás la mente, yo diré dónde quiero que vaya  y por eso te voy a dar una vuelta por la planta alta  allá donde muy pocos llegan y la palabra se explaya  al cálido mimo del tacto en donde la piel se exalta. Y con los momentos que me regales haré verbos de ellos  demostrando entre unas letras, todo único recuerdo  que nos guíe a comprender del universo  sus destellos  cuando esos ojos tienen la culpa por ser mi acuerdo. Cuando solo es hablar de amor y estoy en tus labios  dando el gusto del placer por conceder de otro rato  en un grato lenguaje táctil de invariables adverbios  que dan por supuesto al no querer otro que su trato. Por eso quiero volar tan alto, como cerca de tu lado
dejando la vida en cada caricia que doy con agrado,  sí tengo el alma tan caliente que el sol ha temblado  y eso, lo que sientes en el pecho, es lo que he logrado.
_Nada como tus dedos en mi piel. Nada se compara. ¡Nada! Ellos ya conocen mis lunares,
mis curvas y mis cicatrices. Ellos en suaves matices, me dan color en cada pincelada. Son delicadamente tiernos cuando en mi rostro dejan huellas de tu dulzura inmensa.
Son salvajes y perversos, cuando me arañan los deseos y me llevan a conocer, tu bendito infierno. Son veleros que  navegan en mi mar. Son exploradores  en el mapa de mi cuerpo. Son veloces a la hora de andar el camino secreto que buscas en cada noche, en cada encuentro. Nada como tus dedos  en mis pezones polinizando tus fantasías y todos tus anhelos. Nada como ellos  al recorrer sin tregua cada espacio de mi carne y de mi centro. Son mariposas alegres  cuando me ves desnudo. Aletean sin descanso  y sin cordura. Me besan suavemente
la espalda, hasta llegar trémulos al arco de mi cintura. No hay nada más sublime  que tus dedos. Cuando atrapan  los suspiros de mi boca. Cuando me rasgan las dudas y los miedos,
cuando se enredan en mi cabello, cuando me seducen, todo. Nada como tus dedos en mí.
En mi piel, de rocío bañada. Tatuándome tus caricias  de fuego y agua. Nada se les compara. Absolutamente... ¡Nada!
__Quizá mis ojos condensen en una lágrima todo cuanto  siento, y mis llantos, silenciosos
y clonados, solo sean la rabia, la impotencia de no tenerlo. Quizá mi sonrisa cuando lo mira cleptómano, sea la antesala de mis risas alegres, francas, soñando con atesorarlo.
Quizá mis miradas lo persiguen, esculpiéndolo en mi memoria, o meramente desearía fijarlo en mis ópticas. Si es así, entre,  camine libremente por los pasillos encefálicos de mis pensamientos. Abra, con total seguridad los cajones de mis recuerdos, los archivos de mi historia. Navegue cibernético con toda confianza por la génesis de mi existencia. Siéntese en la butaca de mi alma, de la biblioteca de mis percepciones, y sobre la luz de mi silencio, lea con calma el libro de mi vida. Piérdase en mi imaginación sin despertar mis sueños, hállese, búsqueme…  me encontrará con usted, en el universo buscando a Dios.
Mire los infiernos de este mundo, me hallará con usted rompiendo cadenas. Roce con su vuelo los océanos, hasta los faros de sus ojos. Álcese en el aire escapando de la atracción de la soledad, convergerá conmigo entre las nubes y el viento, para vestirle de libertad. Pase con sigilo por mi privacidad, todos mis enigmas le serán desvelados, todos los misterios y arcanos serán descifrados. Entre, con el corazón en las manos, en la alcoba de mis acertijos de mi sentir más profundo. Entre, sin miedo se verá a usted haciendo el amor conmigo.
Cuando salga de mis pensamientos, le rogaría me buscase.
__ Me encanta  cómo mantienes encendida la llama porque la distancia no cuenta
cuando se llena de detalles y de paciencia, cuando se busca en el laberinto llegando por el camino correcto al alma. Y así se alberga ese sentimiento tan afortunado que te hace reír que te hace llorar, que te hace sentir con tan alta y prolongada intensidad. Así la complicidad se une a toda esta estrategia en el gran arte de amar uniendo poco a poco el rompecabezas.
Logrando crear así un mundo alterno donde solo los dos nos encontramos en el universo paralelo y eterno cobijados bajo la sublimidad de este divino sentimiento donde cada detalle por muy mínimo que sea debe cuidarse y aún más si hay de por medio una larga espera. Pero yo seré tu artista en esta prueba y tú  mi artista y mi inspiración llenando ese cuadro con toques de ternura y seducción. En ese cuadro tan lleno de emociones tan profundas e intensas
donde nos encontramos en un solo corazón rompiendo así todo lo que se interpone entre nosotros porque cuando hay amor todo tiene solución.
__Esta es mi camisa _ comentó Guillermo y el aliento cálido golpeó en el oído reverberando en el pulsar de las arterias, al tiempo que introducía las manos bajo la tela y buscaba el pecho desnudo__. La he estado buscando.

El deseo hizo que se excitaran al instante. Guillermo le pellizcó un pezón, provocándole una sensación abrasadora. Gastón tragó saliva.

__Lo siento. He tomado lo primero que he encontrado.

Guillermo rio entre dientes y Pedro sintió la vibración de su pecho apoyado en su torso.
Gastón contuvo una sonrisa al rememorar la noche pasada. Jamás se había mostrado tan agresivo y tampoco sabía que pudiera ser tan apasionado. Cerró los ojos para disfrutar de los mordiscos  que Guillermo le estaba dando en el cuello, de las caricias de sus manos en sus pezones.
__Es suave. Y huele de maravilla. Si la quieres te la devuelvo  ahora mismo.
__Pues sí _murmuró Guillermo contra su piel. Una de sus manos descendió hasta una cadera y siguió moviéndose hasta detenerse en uno de sus muslos__. No me gusta despertarme y encontrarme solo. Te quiero de vuelta en mi cama.

Sus dedos lo acariciaron con exquisita suavidad sin apenas rozarlo, la excitación le provocó un escalofrío.
__Creo que es mi cama, no la tuya.
__Creo que es un detalle sin importancia. De todas formas ¿qué haces aquí abajo?

Gastón volvió la mirada a las revistas esparcidas frente a él, e intentó no gemir cuando sus dedos le rozaron el miembro a través del fino tejido del bóxer.
__No podía sacarme la conversación con el médico de la cabeza.
__Pedro, no…
__No, no es eso. Dijo que recordaba haber visto y leído algo en un artículo sobre el tabofren. Guillermo, yo también lo he leído.
__ ¿Ah sí? __ Guillermo despegó las manos de la entrepierna y tomó una de las revistas.

Gastón trató de no sentirse decepcionado por haberlo  distraído hasta el punto de que dejara de acariciarlo. Al fin y al cabo, descubrir lo que había pasado era más importante que seguir teniendo sexo con ese hombre arrebatador. Aunque en aquel momento, más bien en cualquier momento, le parecía muchísimo más divertido.
__Sí, lo recuerdo porque me pareció un estudio pionero. Sé que está aquí, en algún lado. __Arrojó la revista que había estado leyendo al montón del suelo y tomó otra de la mesa auxiliar.

__ ¿Por qué tienes todas estas revistas?
__Porque la editorial edita varias revistas científicas, incluyendo algunas médicas. De vez en cuando las ojeo, si lo que llevan en la portada me atrae. Sé que lo he visto en algún lado. __ Echó un vistazo por el salón. El suelo estaba lleno de revistas. Yo había ojeado todas las que tenía en su casa. Se puso de pie__. Tengo que ir a la editorial hoy mismo.

Guillermo se levantó.
__Ni hablar.
Nada más mirarlo, se percató de la preocupación que asomaba a sus ojos. ¿Por qué tenía la impresión  de que le estaba ocultando algo otra vez?
__Guille, no pasará nada. Puedo consultar la base de datos desde mi despacho de la editorial, Así encontraré el artículo que estoy buscando. Necesito encontrarlo.
__No quiero que vayas. No hasta que sepamos quién está detrás de esto.

Discutir sobre ese tema no iba a ayudarlo. Guillermo era un tema testarudo, dominante y estaba demasiado bueno ahí, de pie en su salón como para empezar a discutir con él.
__Guille, si no arriesgo nada nunca descubriré nada, y necesito hacerlo para dedicarme a los chicos, sobre todo a ganarme el cariño de Malena _ dijo con tristeza en la mirada.

__No tienes nada que ganar, ella te ama, solo está asustada, ya nos iremos de viaje en cuanto pase el peligro todos, y verás.
Tras  morderse el labio, le colocó el dorso del índice y luego las manos sobre el pecho y Guillermo se sacudió  al contacto.
__Podrías venir conmigo.

Guillermo le colocó las manos sobre las suyas.
Pedro se acercó más. Y le dio un delicado beso en los labios, su lengua incitó a que se abrieran y así lo hizo,  entrando a ese hombre como un huracán hambriento de tomar y conquistarlo todo, lamiendo el paladar, apoyando en los dientes, ahogándolo en la garganta, acariciando y enredándose en la lengua de Guillermo que atrevida salió al encuentro.
__ ¿Por qué no? _respondió en los labios, cosquilleando con el aliento.

__Porque no soy tan fácil de convencer.
Pedro se echó a reír y dejó un reguero de besos por su mentón de camino a una oreja, al tiempo que se pegaba más. Cuando le escuchó contener el aliento supo que estaba consiguiendo seducirlo.
-Como una línea interminable de  letras  en el papel,  casi no puedes encontrar el placer. El aroma de la carne es lo que no alcanzó el viaje en verbo, tendrá la tentación del juego de la pulpa.  Respirando y soplando. Orar en el umbral de tu vientre. Tu cuerpo convulsiona con las estaciones del placer más íntimo: como los  cien mil caballos que silban, levantando nuestro polvo interior durante un  mes entero; la lluvia intensa, la lluvia aturde, se llena de tos intermitente y suspiros, estás llorando, gimiendo, sonido que chispea como la quema del incienso.
Estabas tendido en una cama fría, las flores se abrieron cuidadosamente. Los ojos
gritaban y lloraban con una sonrisa. Tu interior se rompe en la sangre de los acantilados. La contraseña que está ansiosa por abrirse otra vez está oculta en la realidad perdida. El cuerpo siempre está erosionado y tiene amor y la ruina del dolor es la más quebrantada y completa. Me senté en el balcón ese día orando en el umbral de la catedral púbica.
Nos pusimos en cuclillas al final del campo como gatitos.  Fumando y bebiendo, despilfarrando las estrellas del sol, continuando obedeciendo a la luna.  Nos amamos otra vez, nuestra ropa comenzó a desgastarse; soñé con un manzano en flor; en tu cuerpo de flores; es como un libro sacudiendo el polvo. El pájaro en el cielo perdió su dirección, pero recordé la camelia que ofrendé sobre la parte mas inferior de tu vientre. Lentamente entiendo los altibajos de las nubes, no puedo evitar atrapar la tela de lino que se balancea  en el feroz viento de la montaña, tela atrapada en un par de  botones tan bellos como las montañas. Él ya había visto las lágrimas en el suspiro del último movimiento, cuerpo sudoroso está esperando el acero fundido.
Pongo unos pétalos sobre el pubis. Quiero hacer una ofrenda. Pongo un poco de té. Quiero poner fragancias renacentistas, pongo un cubito de hielo. Más como una pluma su cuerpo suavemente, a la deriva en el cielo. Colapso a la misma velocidad que el tiempo. Ahora estoy en sus cumbres de golondrina. Ahora estoy subiendo por su cuerpo durante el día y la noche.
Se acerca la primavera, todos los duraznos están listos, déjame ponerlos al lado de tu cuerpo reflejado en el cristal de la ventana.  Prepárate para la belleza pura, los glaciares se elevarán desde el fondo de mi corazón, sobre el cálido océano del pensamiento, como un poema que extiende su gran mano, saca nuestra alma y enciende nuestro cuerpo.

En ese momento Guillermo lo abrazó y lo besó en el cuello, haciendo que se le contrajeran los músculos del abdomen. Sintió el roce de su erección en la cadera, y su deseo disparado era tal que se extendía hasta los dedos de los pies que se contraían hasta rozar las plantas.

__Te devolveré la camisa si me acompañas _le dijo al oído.

Guillermo lo instó a caminar hacia atrás hasta que chocó contra el sofá. Sus dedos le subieron la camisa con destreza y se la pasaron por la cabeza. La prenda aterrizó en el poste de la barandilla de la escalera. Acto seguido, lo instó a darse la media vuelta y a inclinarse sobre al brazo del sofá.
__Creo que voy a conseguir mi camisa te acompañe o no _le dijo.

 Pedro jadeó y se estremeció cuando volvió a sentir sus latidos en el cuello y la caricia de su mano entre sus muslos. Después suspiró cuando empezó a reavivar el fuego que ardía en su interior, haciendo que  se olvidara de todo, menos de él.
Ingresé a sabiendas y muy a pesar del cartel de “Propiedad privada”. El campo de moradas florecitas me cantaba como sirena y cedí a su encanto. Quité mi camisa y con los sentimientos en la piel, cerré mis ojos, extendí los brazos y las palmas de mi mano abiertas al sentir y respiré profundo esperando el milagro que no tardó en suceder. Uno a uno los sonidos se apagaron. El viento, el roce de los tallos, los pájaros, mi interna voz que tiraba para atrás. Se elevaron los párpados y el opaco sonido de la nada misma aprobó mi andar. Solo mi ajustada respiración, las flores, las fuentes  y  yo.
Comencé a caminar, suave y sutil. Rozar  el vello al andar era mi convicción y mi anhelo, las flores, el césped, la fuente  soltaron su olor y supo dulce y calmado a la vez. El toque ínfimo y la sensación demencial. Seguí sin parar, convencido de avanzar, aunque no importaba la velocidad. Mis dedos robaban néctar, la habilidad de tomar con desesperación y a latido natural de corazón. El gemido tiró hacia atrás y reviví. Tus grades ojos pidieron más y accedí. Recorrería tu cuerpo una y mil veces más. Fuimos llevados contra nuestra consciencia como en alas de mariposa. El polen multicolor de tu artesa, ensuciaba el amor lo bastante como para adorarlo. En picada caímos varias veces sostenidos por marañas de caricias en el límite de lo prohibido. Ahogado y sin aliento pronuncié tu nombre antes de morir. De entre esta vida y la otra, me trajiste con autoridad de dueño. Todavía no habías terminado conmigo.
__Mi Pedro, te amo y no lo creo, estaba vacío sin vos cielito, odié mi piel, sin alma, solo era carne muerta.
“Hacía años que caminaba errante sin comer ni mirar, tú me habías quitado el deseo, la voluntad te la regalé en la despedida. Sórdido deambular por los lugares en que desperdigábamos nuestro amor sin miedo a la sequía y derramando convencimiento de eternidad. Un amor sucio, vehemente e inmarcesible. El derroche era parte activa en nuestras muestras de cariño.
Camino solo y sufriente una y otra vez por donde fuimos luz y completábamos sin sutilezas los espacios en los que otros tenían acceso emocional restringido. A mi paso dejo jirones ensangrentados de piel muerta aun antes de ser quitada. Piel morada y pútrida que una vez fue receptora de tu encendida pasión. Los cortes ya no duelen, sin corazón no hay dolor. A la vista de todos muestro sin tapujos las heridas provocadas, los huecos que van dejando en mi cuerpo cuando quito de este las huellas de tus besos en mi piel”.
Y hoy de nuevo te siento mío y no quisiera separarme de vos, salir de vos. Desgarrado en estas lágrimas de la noche te recuerdo desnudo frente al  mar y siento el temblor de tu cuerpo en mis brazos cada vez  que puedo embestir tu cuerpo acogedor. Ese amor aún vive en cada uno de nosotros y no puedo mentirme, que tus labios me enloquecen cuando saboreas los míos, más aún tu boca en mi boca es delicia y locura desenfrenada. Tu cintura  se va abriendo para que mis manos se pierdan en tus frutos que me ofreces a cada instante y no puedo detenerme ante tanta belleza. Amor, eres mi locura, tu belleza me hace delirar y tus manos apretadas a las mías sumándose a tus gemidos, son acompañados por el ruido del mar ese que es testigo de esta locura de amor. Ven una vez más,  regálame tus columnas de piel suave y déjame soñar acariciándote todo llegando hacia arriba al cielo de tus esferas, esas tiernas amigas que nunca se niegan a la brisa. Hoy más que nunca te siento mío, te veo en cada espacio de la vida, duermo con tus ojos pegados en imágenes imborrables donde solo somos uno, en esta locura de amor tierno y pasional como los albatros que nos miran siempre. Te amo, más allá de las palabras.

Aunque supe que era una locura, en mis noches te soñaba, intenté lo sabe Dios echarte al olvido y borrar tu recuerdo, quise sacarte de mis verbos y no logré nada, cada palabra cada punto y coma me hablaban aún más de vos, cada palabra me traía más tu presencia ante mis ojos, hoy la vida empeñada en poner en mi camino hechos que me traen aún más tu recuerdo encendiendo más el fuego de mi amor, quise excomulgarte de mi alma pero ahí sigues agazapado y abrazado a esos hilos de plata de este amor puro y eterno compuesto de caricias y besos que nunca te entregué.
Puse en tus manos el universo, te escribí cada noche un par de versos entregándote mi amor, te soñé cada noche como enamorado, y en la amanecida de esas madrugadas te buscaba al otro lado de mi almohada, te besaba, aun sabiendo que no era cierto, y en mis brazos te abrazaba a la vez que en los tuyos yo mi cuerpo acurrucaba, y aun sabiendo que era un sueño seguía sintiéndome amado y aunque sea una locura amar como te estoy amando, en la noche te esperaba.
Nunca yo jamás me rendiré, porque mi alma no me engaña, ella me dice y me grita que esto es una locura, pero que tú también me amas.
EL Amor... se escribe con tu nombre Pedro.
Grande, es lo que siente mi alma, cuando te acercas despacio, tiembla el corazón por dentro,  mi pulso comienza a latir, irrumpe como una ola con fuerzas, a orillas del mar.
Siento que se envalentonan al completo  mis neuronas,  y una música salvaje pero a la vez tenue y suave,  me invade todo al completo,  amuralladas mis piernas,  temblequeando mis manos,  volando van mis sentidos,  el alboroto me llega tan solo cuando te veo,  cuando a tus ojos te miro.  Quisiera que mi música fuera tu mejor canción,  regalarte en la mañana estas letrillas de amor, pasearme por tu cuerpo como si fuera un  suspiro, y amarte y que me amaras, tenerte presente, siempre,  estar vivo en tu corazón.  Ahí me tienes enamorado,
como se enamora el sol de cada amanecer,  como el agua de este mar se enamoró de tu nombre,  cuando dibujé en la arena,  un " te quiero", tan enorme.
__Cuando el amor nace del alma es difícil separar,  no se puede expresar ese sentir  porque no hay palabras en el universo  para poder descubrir  lo que hay dentro de ti,  es un amor que no importa distancia no importa edad,  no importa estatus social,  no importa el qué dirán…  solo importa el sentimiento, solo importa la esencia que hay dentro del alma, el amor,   el querer,   la felicidad,  la comprensión,   la libertad,  las ganas de luchar. Es un amor que es difícil de encontrar  pero quien tiene la fortuna de encontrar un amor que nace del alma  que se reconoce a kilómetros de distancia con tan solo una mirada,   que es un amor eterno,   un amor puro y verdadero,   un amor que perdurará siglo tras siglo,  un amor que se refleja en sus miradas  es un amor que nace del alma.
_Mis brazos son tus brazos, en ellos te brindo mi fortaleza para encender tu cuerpo en este mundo donde la estrella más hermosa eres tú, bajada del firmamento para hacer brillar más mi alma, con esa luz incandescente y aunque algún día se apague, siempre serás mi camino.
Tenerte en mis brazos, es mirar juntos la misma dirección con esa luz de amor, envueltos en esa locura que a veces nos invade y ayuda a encender tu cuerpo y el mío en esos instantes donde no importa el frío o el calor para descubrir tu relieve bordeado de llanuras hermosas.
En cada mañana quien hace bonito el día eres tú, porque eres el libro de mis poesías, donde cada página es como una fantasía plasmada en cada palabra y las huellas en tu piel son mis besos y caricias encendiendo tu cuerpo como volcán a punto de hacer erupción cuando nos amamos.
Soy una gota de sangre que recorre tu cuerpo para calentar cada día más tu alma, tú eres mi camino, mi meta, mi refugio de vida, mi respirar y sentir. Hermosa manera de encender tu cuerpo, de hacerte suspirar y ver brillar tus ojos, esos donde simplemente, me pierdo.
Ante todo, primero voy a seducir tu mente, tu cuerpo lo enciendo con mis palabras y caricias, bello amor de luz.
Atravieso tu alcoba,  en el más absoluto silencio, con el fin de saciar mis deseos, te contemplo ahí dormido, me introduzco en tu cama, beso tus labios,  me aferro a tu cuerpo, mi desnudez te cubre, somos una sola piel y lentamente, mi fuego te invade, abres los ojos,  suspiras, vuelvo a besarte y tu aliento penetra  en cada fibra de mi ser, mientras mis manos ardientes de pasión recorren acariciando tu intimidad, tú me entregas tu excitación y con una voz entrecortada, entre estremecimientos y gemidos, me susurras, ámame esta noche y hazme tuyo por siempre.
Tú me quemas, con las caricias que desprende de su piel, me hace estremecer hasta rendirme de deseo en la profundidad de su alma.  Con el fuego de sus labios y me ahoga de pasión entre el racimo de su cuerpo. Tú me quemas, por dentro de mi vientre con las llamas de sus venas y me enloquece de pasión entre sus brazos. Tú me quemas todo el cuerpo con la esencia de su alma me derrito de placer entre las cascadas de sus deseos. Tú me quemas, con anhelo te fundes en mi piel comienza a enamorar mis ojos con dulzura, vagan sus caricias con suavidad desnudando con sus labios mis pezones llenos de ansiedad. Tú me quemas, con deseo cuando me abrazo a su alma y combino mis pensamientos con sus deseos desaforados e intensos de pasión.
Tú me quemas, con lujuria mis caderas que van al compás de sus vaivenes y en un remolino de orgasmos yo le condeno a seguir amándome mucho más de lo esperado.
 Sus besos y caricias son la conjunción del verbo amar,  me pierdo entre las miradas de sus semblantes ojos que me tienen hechizado.
Al acariciar el sol de sus labios con la luna de mis besos siento que me lleva a la cima del cielo, me descuelgo de pasión por las nubes de sus deseos hasta llegar y fundirme entre las olas de su piel, con el néctar de mis pétalos humedezco sus anhelos desbordando emociones sin límites en fuego, quema mi piel traslúcida  con el sabor de su esencia baña el encanto sagrado de mi cuerpo, queda atrapado entre mis brazos con el vaivén de mis caderas hasta que de pasión se rinda y caiga exhausto en el mar de mi alma.
Es un terreno que ya conozco mas no todo suelo es el mismo, así tu piel se me presenta como algo nuevo a explorar, habré encontrado en esta tarde, el comienzo de mi caminar en un punto de tu cuerpo desnudo, un paso a la vez que me llevará a tu conquista, la bandera del deseo enarbolan mis besos y mis manos armadas con caricias hacen que tus erizados poros a ellas se sometan.
Tarde cualquiera no es esta, suben suaves mis besos por tus piernas, buscando llegar al calor, a la humedad que en tu intimidad se comienza a despertar… aroma excitante invade mis sentidos, mi olfato a ese perfume se vuelve adicto, mis labios que besan tus glúteos y como un imán, me dejo llevar por ese deseo irresistible que siente mi boca de ahogarse en el delicioso flujo de tu excitación.
Mi andar se detiene en un punto estratégico, oculto,  donde mi lengua insistente rinde tributo,  mis labios succionan, mi lengua acaricia, mis manos presionan, tu cuerpo, como poseído por el delirio se agita, se retuerce… algo en tu interior hago detonar, tu boca y el vibrar de tus sentidos lo delata… por un instante tu cuerpo se paraliza, liberas la tensión, mi boca siente una vibración al estallar en ti la pasión y siento me besa suavemente el eco de tu orgasmo.
Incansables los pasos de mis labios no se detienen, son ahora prisioneros de tu boca, hipnótico sabor me atrapa cuando las lenguas se entregan caricias, tus manos se aferran a mis montes  y tus uñas quieren dejar en ellos tu marca, tus piernas que abrazan mis muslos  acompañan el movimiento de mi pelvis, empujas al compás de la excitación llevándome, a un ritmo frenético, cada vez más profundo dentro de ti.
Esta vez tocó el amor a mi puerta, con una -hola- disfrazado de amistad, invitándome a algo tan simple como lo es conversar, pero rápidamente su magia se hizo notar, al convertir una simple charla en un agradable momento, donde el tiempo se contagió con mi alegría y dejó de caminar, decidiendo volar.
Lo reconocí…  era el amor y su cómplice cupido, buscado en mi ser, una ventana para volver a flechar mi corazón, pero sabía muy bien que no era lo debido en el momento, pues aún tenía mi corazón herido, así que le dije a mi miedo, que escondiera mi corazón, en un lugar que no lo encontraran por ninguna razón.
Pero el amor no da guerra por perdida, es tan hábil como el agua esquivando obstáculos y buscando metida, y aunque tenía mis sentidos en guardia, ante cualquier intento de entrada de un sentimiento, esta vez el Amor la supo hacer, pues no tenía en su poder cualquier persona que simplemente camina, escogió a una esencia llena de hermosas virtudes, a un ángel en la tierra con la capacidad de volar.
Y así fue, burló mi seguridad con algo que no me esperaba, voló con sus alas hechas de virtudes y aterrizó suavemente en mi corazón como si tuviera pies de algodón, lo miró con compasión y le pidió silencio, poniendo su dedo índice en sus labios sinceros, se acercó a su oído y con una voz impregnada de ternura le susurra - no te pediré que camines de nuevo conmigo en la vida, solo te pido que te dejes sanar, pues las heridas infringidas por un amor, solo ese amor las puede curar, pues somos veneno y a la vez antídoto, y así como las personas no puedes elegir cuando enamorase o dejar de amar, el amor tampoco puede elegir qué papel jugar en alguien, pues solo somos mensajeros de la vida, que a cada quien da lo que merece.
Mi corazón miró su belleza, con ojos tristes y en el fondo una poco de esperanza, mientras él con puntadas de cariño fue tejiendo las heridas con esa ternura con que una madre atiende el dolor de su niño, con cada puntada que daba, con cada herida cerrada mi corazón más su confianza le daba, y de repente le dio  el mando de sus latidos, le dio la capacidad para acelerarlos, porque sin heridas abiertas se sentía de nuevo vivo.
De esta forma le dio nuevamente poder sobre mi ser y mandó mi razón al carajo, tomando las riendas de sus latidos, creando la necesidad de su presencia a mis sentidos, al llenarlos de cariño, dicha y alegría.
Allí me di cuenta que la batalla contra el amor, es una batalla perdida.
__

Gastón  se puso las gafas de sol mientras bajaba del BMW de Guillermo. Lo esperó un buen rato en la acera, con el ceño fruncido, mientras él aparcaba. Había estado demorando el momento de acompañarlo toda la mañana. Como si no quisiera ayudarlo.
Había perdido tiempo preparando el desayuno, lo había convencido para que se diera una ducha larga y calentita mientras él lo lavaba… usando las manos y la lengua. Y después lo había convencido de que debía detenerse en su casa para cambiarse de ropa, y ver a los niños antes de marchar. Ya era cerca de mediodía. Aunque no pensaba quejarse en absoluto, estaba  muerto de la impaciencia por encontrar ese artículo. Y el paso de tortuga de Guillermo le estaba poniendo nervioso.

__Eres peor que una mujer.
Guillermo guardó la llave en el bolsillo.
__No empieces. Tengo un mal presentimiento sobre todo esto.
De acuerdo, estaba preocupado, pensó  Gastón. Algo comprensible. Aun así, ¿por qué tenía la impresión de que en el fondo sabía algo más? Desterró ese pensamiento mientras aceptaba su brazo y echaban a andar hacia el edificio.

__Vamos. Solo será un momento. Nadie se enterará de que hemos venido.
La redacción era un hervidero de actividad cuando salieron del ascensor y llegaron al piso del despacho de Gastón.
__Gastón, has venido, gracias a Dios. __ Belén salió de detrás de su mesa con un puñado de notas en la mano__. El teléfono no ha parado de sonar desde el lunes por la mañana.

“Genial”, pensó y miró a Guillermo.
__Belén, te presento a Guillermo.
Él evitó hacer cualquier comentario sobre el piercing de su asistente. O sobre el montón de tatuajes que llevaba en los brazos esa veinteañera.
__Hola _se limitó a decir.
La mirada de Belén volaba desde Gastón a Guillermo una y otra vez. Cuando por fin lo reconoció. Abrió los ojos de par en par y esbozó una sonrisa bobalicona.
__Ah, hola __lo saludó la chica.

__Entra, Guille. Solo tardaré un minuto _dijo Gastón, haciéndole un gesto para que entrara a su despacho.
Cuando Guillermo se fue, Belén susurró.
__ ¿Es quien creo que es?
__Sí.
__ ¿De verdad es tu marido?
__Eso parece. Les echaré un vistazo a los mensajes. __le quitó las notas de la mano a Belén.

__ ¿Ah? _exclamó la chica, que por fin logró apartar la mirada de Guillermo. Él ya estaba en su despacho__. Joaquín te está buscando.

__ ¿Cómo sabe que estoy aquí?
__Las noticias vuelan. Te has convertido en toda una celebridad. Además, si vas a todos lados con Guillermo Graziani la gente empieza a murmurar.
__Genial _replicó Gastón entre dientes al tiempo que se dirigía al despacho_. No voy a quedarme mucho rato. Solo necesito comprobar una cosa. Me llevaré el trabajo a casa, pero si alguien pregunta por mí,  no estoy en la oficina. ¿Entendido?

__Claro, oye, Gastón…
Él se detuvo con una mano en la puerta.
__ ¿Es tan bueno como aparenta?
Gastón fingió que la pregunta lo asqueaba.
__No juega para tu equipo y no tienes remedio. __ Y, después, añadió con una sonrisa__: No es bueno, es mejor.

Guillermo estaba observando las fotos de su estantería cuando él entró.
__No es tan grande como el tuyo _comentó él mientras cerraba la puerta.

__ ¿Dónde hiciste esta foto? __Tomó una foto de Bruno jugando en la arena.

__En La Serena, le encanta la playa, es una de las más cálidas del norte de Chile.
Cuando se volvió para mirarlo, lo hizo claramente emocionado. Y por primera vez desde que lo encontró, comprendió que Guillermo también había perdido mucho tiempo.
__Tengo muchas fotos en casa, si quieres te las muestro.
Lo vio esbozar una sonrisa. Sin embargo, sus ojos tenían una mirada distante, como si estuviera ocultando algo.
__Me encantaría. __Antes de que pudiera preguntarle si le pasaba algo más que los años perdidos junto a Bruno, Guillermo cambió de tema__. ¿Por dónde empezamos?

Gastón se acercó a una estantería situada en el otro extremo del despacho y sacó unas cuantas revistas médicas.
__Tú échales un ojo a estas mientras yo miro en la base de datos en mi ordenador.
Guillermo se sentó en una silla al otro lado de su mesa y cogió unas cuantas revistas. Gastón comenzó a ojear páginas en el monitor. El único sonido que se escuchaba era el murmullo de las voces al otro lado de la puerta.
__ ¿Gastón? __dijo la voz de Belén en el silencio a través del intercomunicador__. Te aviso que Joaquín va de camino.

En ese momento se abrió la puerta de su despacho y  Joaquín Furrial, editor general entró sin llamar.

__ ¿Me estás evitando? _le preguntó.
Gastón se puso de pie. Guillermo también lo hizo al tiempo que observaba con recelo al editor general. Era obvio que lo había reconocido del día en que fue a la playa a hablar con Pedro y descubrió la existencia de Bruno- Su plan de evitar a todo el mundo en el despacho se fue  al tacho.
__Joaquín Furrial _dijo haciendo las presentaciones__. Guillermo Graziani.

__! Por Dios! __exclamó Joaquín__. Es cierto.
__No voy a quedarme hoy. Sé que están muy atareados, así que me iré ahora mismo. Solo he venido a buscar una cosa.
__ ¿El qué?
__Un artículo sobre un fármaco para el cáncer que han estado probando en Canadá.
Joaquín se quedó blanco.
__! Hijo de puta! __Guillermo rodeó a Joaquín y cerró la puerta del despacho. Después miró a Gastón__. Creo que acabamos de encontrar el eslabón que nos faltaba.

__ ¿Qué?

--
La casa adosada de estilo victoriano se encontraba en una tranquila calle de San isidro. Guillermo se golpeaba la rodilla con una mano mientras Gastón y él esperaban en el salón a Joaquín  y su esposa. Unos amplios ventanales ofrecían una panorámica de la ciudad. Los árboles se mecían suavemente por la brisa del atardecer.
Gastón se percató de la tensión que embargaba los hombros de Guillermo y de su apretada mandíbula.

__ Relájate quieres, me estás estresando.
Guillermo lo miró con expresión irritada y siguió con sus golpecitos.
Karina Furrial bajó la escalera acompañada por su marido Joaquín. Tenía el rostro desencajado y su protuberante vientre sobresalía de su cuerpo delgado.
__Siento haberlos hecho esperar.
Guillermo se tensó a su lado, pero Gastón no le prestó atención.
__No te preocupes... Siento molestarte. Sé que debes de estar muy cansada.
Karina sonrió al tiempo que se pasaba una mano por el vientre.
__No puedo dormir mucho en estos días.
__Está practicando para lo que vendrá después _ añadió Joaquín, acariciando el bulto que era su bebé.
__Miren _ dijo Guillermo__, no quiero ser maleducado, pero necesitamos repuestas. La primera de todas es saber por qué nos han arrastrado hasta aquí cuando podrían haber respondido nuestras preguntas en el despacho de Gastón...

Gastón le lanzó una mirada de reproche, que él pasó por alto. Guillermo no tenía tacto cuando tenía un objetivo en mente.
__Ha sido culpa mía. __ Karina se dejó caer en el sofá, tapizado con una tela de estampado floral. Pese al abultado vientre, el sofá parecía engullir su diminuto cuerpo__. Joaquín sabía que yo querría participar.

__Me he perdido. __ Gastón se sentó en el mullido sillón color crema que había delante de Karina__. ¿Cómo es que estás relacionada con un ensayo clínico?

___ ¿No me reconoces? _preguntó Karina.
__No. ¿Debería? __La preocupación le formó un nudo en la garganta a Gastón.

__Supongo que no. Hablamos muy pocas veces cuando estuve en la clínica privada, pero jamás te he olvidado. Tu sonrisa es única.

Gastón miró a Guillermo. Tenía un tic nervioso en el mentón. Karina Furrial, ¿por qué no había conectado los puntos cuando leyó la lista que habían encontrado en casa de Nancy?
Ella era el nombre que le resultó conocido.
Joaquín se colocó detrás de su mujer y le puso una mano en el hombro.

__Karina padeció cáncer de ovarios. Decidimos probar un tratamiento experimental después de agotar el resto de posibilidades
__No creía que fuera a superarlo _ confesó ella, que bajó la mirada__. Pero la doctora Moravia fue tan optimista que nos dio esperanzas. El tratamiento duró más de seis meses. Pasaba temporadas ingresada en la clínica privada y después volvía a casa. El seguimiento me lo hizo su personal. Allí fue donde te conocí.

Gastón puso los ojos como platos.
__ ¿Estaba despierto?
__A veces. Habías tenido un accidente de tráfico, estuviste en coma durante varios meses. Tu esposa… __Miró a Guillermo__. Me refiero a la doctora Moravia… ella te trasladó a la clínica privada para poder tenerte controlado, ya que allí era donde se encontraba la mayoría de sus pacientes. Después de que apareciera el nene… tu hijito, despertaste, pero salías de la inconsciencia y te sumías de nuevo en ella. Un día estabas de pie, dando vueltas, al siguiente estabas en la cama, inmóvil.
Había estado despierto. Se había estado moviendo. Eso explicaba por qué su recuperación había sido tan rápida. Por qué su cuerpo había vuelto a la normalidad con cierta rapidez. La gente lo había visto. Había hablado con él. Y él no se acordaba de nada.

__Continúa __le pidió para lo cual tuvo que tragar saliva a fin de deshacer el nudo que tenía en la garganta__. ¿Camila dijo que era mi esposa?

Karina asintió con la cabeza.
__Sí. Otro médico se encargaba de tu supervisión. No me enteré de su nombre. Alto, delgado. De pelo claro, ojos verdes, los más claros que he visto en mi vida. Parecían conocerse muy bien. Creo que era el dueño de la clínica privada… o que conocía al propietario, o al gerente.
__Olazábal. __Gastón miró a Guillermo de nuevo. Había estado en lo cierto. Su médico de Chile estaba involucrado. Seguramente lo habían matado debido a esa relación con el experimento.

__ ¿Cómo se llamaba el fármaco experimental? _preguntó Guillermo.

__Amatroxin _ contestó Joaquín__. Curó el cáncer de Karina por completo. Otros pacientes también lo tomaron. El año pasado, la doctora Moravia compiló una lista de investigación y con otro médico publicó un artículo en una revista científica. __Le entregó a Guillermo un ejemplar de la revista, que tenía en la mesita auxiliar a su espalda.

__Esto hace referencia a un ensayo clínico en Canadá _dijo Guillermo.

Joaquín tragó saliva.
__Sí.
__ ¿Publicaste datos falsos? _preguntó Gastón.

Su jefe inspiró hondo.
__Sí, en Argentina era ilegal.
__ ¿Por qué? ¿Por qué no me contaste nada de esto Joaquín?
Este cambió el peso del cuerpo de una pierna a la otra, con nerviosismo, y apretó el hombro de Karina, su mujer levantó el brazo y le tomó la mano en señal de apoyo.

__Camila y yo teníamos un trato. Ella dejaba que Karina participara del ensayo y yo me callaba lo que sabía al respecto. Cuando llegara el momento de publicar la información, yo la ayudaría. Estábamos desesperados y dispuestos a intentar cualquier cosa. Después de curar el cáncer de Karina, se lo debía. Necesitaba mostrar pruebas de que el medicamento funcionaba, y yo sabía que funcionaba, tal como lo entendí en su momento, daba igual donde se llevó a cabo el ensayo clínico, si se hacía correr la bola, en Estados Unidos y en Argentina la autoridad regulatoria debería dejarlo entrar al mercado.
__Joaquín no sabía que estabas casado, Gastón _añadió Karina que miró a este y a Guillermo_. Sabía que estabas en la clínica privada al cuidado de Camila. Que eras su esposo, ella le pidió que no hablara de ti. Dijo que el trauma del accidente había sido espantoso. Y a Camila le preocupaba muchísimo tu pronóstico.

Gastón se frotó la cicatriz que tenía en la cabeza, que Guillermo sabía que correspondía a aquella cirugía de cáncer de tanto atrás. Nada de eso tenía sentido.
__Y cuando desperté. Se las apañó para que me dieran trabajo como colaborador independiente para tu editorial. __Miró a Joaquín__. ¿Nunca pusiste en duda mi idoneidad sabiendo que soy abogado y no periodista?

La tensión se reflejó en los ojos del jefe.
__No supe que ella era una accionista del directorio de la editorial hasta después de que te trasladara a Chile. Cuando vi tu nombre en uno de los artículos independientes, me puse en contacto con ella. Me dijo que no le gustaba mencionar el nombre de la empresa porque había discutido con la familia. Lo creí. Ella es quien te buscó el trabajo. Yo no estaba en posición de cuestionar lo que me decía. Tenía sentido y estaba en deuda con ella. Y cuando vi tu trabajo, me di cuenta de que tenía razón. Sabes más de geología que cualquier otra persona que conozco.
__Porque mi hermano es geólogo, y estudié algo con él. Pero seguiste sin decir nada luego de la muerte de Camila. ¿Por qué? Yo ya estaba en Buenos Aires. Sabías que buscaba respuestas. Sabías que había estado en la clínica privada, pero no dijiste nada. __Se puso en pie, hirviendo de rabia. Guillermo lo tomó del brazo para tranquilizarlo.

__Me parece que no entiendes de qué va esto, Gastón _repuso Joaquín__. Alguien no quiere que encuentres esas respuestas. Después de que me llamaras y me pidieras trabajo aquí, en Buenos Aires, empezamos a recibir advertencias.

__ ¿Qué quieres decir con advertencias? _preguntó Guillermo.

__Llamadas anónimas en su mayor parte _respondió Karina__. Nunca mencionaban tu nombre, Gastón, pero dijeron que nos calláramos lo que sabíamos de la clínica privada. Que sería mejor para Joaquín no involucrarse si salía a la luz lo del ensayo clínico.

__ ¿Y por qué me sugeriste que buscara un abogado?
Joaquín suspiró.
__Quería ayudar. Me di cuenta de lo frustrado que estabas.   Creía que podías encontrar las respuestas solo, si no me involucraba directamente, no causaría problemas darte un empujoncito. No sabía que la abogada que elegiste te iba a reconocer.

De modo que Gastón era el eslabón. Si no hubiera ido a Buenos Aires, si no hubiera llamado a Gaby para concertar una cita, si Gaby no lo hubiera reconocido era muy probable que nada de eso hubiera sucedido. Que las mentiras hubieran seguido siendo la verdad.
Guillermo miró a Gastón.
__ ¿Sabes si visitó alguien a Gastón en la clínica privada?
Karina se mordió el labio.
__Hubo otro hombre, mayor, canoso, de complexión robusta. Y una mujer joven también fue a verlo una vez, al menos que yo recuerde. No estoy segura de lo demás pero Gastón estuvo allí mucho tiempo.
Un hombre mayor y una mujer joven. Podrían ser cualquiera.
__Me temo que no soy de muy ayuda _ continuó Karina en voz baja_. Mis recuerdos de esa época son muy vagos.

La rabia abandonó a Gastón y fue reemplazada por una decepción agotadora. Todo lo que había descubierto hasta el momento solo servía para aumentar su confusión. Estaba averiguando lo que había pasado, pero no el motivo.
__No. __Gastón parpadeó para reprimir las lágrimas de frustración__. Has sido de muchísima ayuda.

__Gastón. __Joaquín rodeó el sofá.

De reojo, él vio que Guillermo tensaba los hombros y que bajaba los brazos en un gesto protector. Extendió un brazo para detenerlo y miró a Joaquín.
__ ¿Qué?
__De haber sabido lo que pasaba no me habría callado. Creía que Camila era una buena mujer. Después de la conferencia  de prensa que dieron el otro día, supe que tenía que encontrar el modo de contártelo todo. Que tenía que contarte lo que yo sabía de ella. He intentado ponerme en contacto contigo desde entonces.

Tantas mentiras… Allá donde mirara, parecía haber una más, golpeándolo en la cara. Ya no sabía qué hacer.
__Tengo que encontrar las respuestas Joaquín. No voy a parar hasta conseguirlo.
__No creo que sea buena idea.
__No le va a pasar nada __lo interrumpió Guillermo con firmeza desde la otra punta de la estancia__. Si alguien intenta hacerle daño otra vez, antes tendrá que pasar… por encima de mí. La advertencia implícita en las palabras hizo que todos se volvieran a Guillermo. En sus ojos se podía ver las ansias de venganza.

__Sé lo que sientes. Si podemos hacer algo, solo tienen que decirlo. Queremos ayudar.

Pedro sintió el sudor que brotaba en su espalda bajo la intensa mirada de Guillermo. Era consciente de que hablaba en serio, de que mataría a cualquiera que fuese a por él.
Y por algún motivo que se le escapaba, saberlo lo asustaba mucho más que lo que se ocultaba tras la verdad.

CONTINUARÁ.
HECHOS Y PERSONAJES SON FICTICIOS. CUALQUIER PARECIDO CON LA REALIDAD ES COINCIDENCIA.
LENGUAJE ADULTO. ESCENAS EXPLÍCITAS.

16 comentarios:

  1. Mirta ME FASCINÓ EL CONTENIDO !!!!GRACIASSS!!!

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  2. Respuestas
    1. ES HERMOSA, LA ADORO, YA SE ME ENREDÓ LA TRAMA, PERDÓN SI ANDO PERDIDA ACÁ, TENGO A MI MADRE ENFERMA, Y APENAS PUBLICO, BESOS MILES. ESPERO TE GUSTEN LOS GIROS DE EL OTRO, A PUNTO DE MATARLO DECIDÍ REDIMIRLO. QUEDA LINDO CREO.

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    2. GÉNESIS, NORMITA SI ANDA POR ALLÍ, NO ME LLEGA EL CAPÍTULO DE EL VIAJE, YA SALDRÁ.

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  3. Brillante Eve...La trama se ha puesto más que interesante y qué decir de la relación de Guillermo y Pedro, donde la pasión, la seducción y el deseo mutuo están a flor de piel...

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  4. Veronica Lorena Piccinino Muy lindo ... Gracias
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  5. Silvia Colases Eve Monica Marzetti me encantó.

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