¿Y SI FUERA POSIBLE?
CAPÍTULO SESENTA Y OCHO.
“Ninguna persona merece tus lágrimas y quien
se las merezca,
no te hará llorar”. Gabriel García Márquez.
no te hará llorar”. Gabriel García Márquez.
“Las
lágrimas que no se lloran, ¿esperan en pequeños lagos?
¿O, serán ríos invisibles que corren hacia la tristeza”? Pablo Neruda.
¿O, serán ríos invisibles que corren hacia la tristeza”? Pablo Neruda.
Pergamino. Jueves, 04 de agosto de 2016.
__ ¿Cómo? ¿Está bien? ¿Le ha pasado algo?
Natasha parecía horrorizada y Charles lo
lamentó por ella.
__No lo sé. Creo que los secuestradores
ocupan dos plantas, en las otras hay gente de unidades especiales. Aún no
han atacado. Han conseguido callar la noticia durante una hora, pero están a
punto de revelarlo, no quería que escucharas o lo vieras por televisión
_explicó él en tono apenado y preocupado.
__Charles, ¿qué debo haber?
¿Crees que avise a mi hermano y vayamos?
__No los dejarán acercarse, avisa a tu
familia, y sigue las noticias. Puede que haya toma de rehenes.
__! Oh, no, mamá!
__
Voy hacia la habitación, la puerta está
entreabierta, abro y todo está en oscuras, solo la luz que entra por la
habitación continua, cierro y sigo el camino que me lleva a una sala amplia,
una mesita, dos vasos, una botella de whisky, hielo y una fuente de chocolate,
fresas en una bandeja.
Al frente unos sillones blancos, una camilla
de masajes, en la habitación contigua una cama con dosel, huele exquisito,
esencia de algo que no defino. Siento una mirada penetrante y allí parado con
una bata negra está ese hombre que se ve
como siempre, muy apetecible, es como una barra de chocolate, que al verlo es
inevitable morderse los labios y saborearse.
Su mirada se encuentra con la mía y voy a su
encuentro, lo beso, un beso apasionado, muy carnal, caliente, sus manos no me
tocan, pero deja que las mías lo repasen todo, que lo recorran completo, pero cuando
llego a su miembro, me detiene y me dice, ahora no, deja que te haga placentero
este encuentro.
Me alcanza una pequeña bata de seda y me
dice, te ves exquisito, pero desvístete y ponte esto. Obedezco y regreso junto
a él, me coloca en la camilla y me pide que me acueste sobre la espalda,
comienza a rociar aceite en todo mi cuerpo y con movimientos seguros repasa
cada parte de mí, masajea mi piel de arriba a abajo, mis piernas, torso,
pecho y baja por mi abdomen, sigue
vagando por mi geografía en ese sensual juego consentido y da pequeños toques en mi ingle, algo que me
estremece, continua por el área púbica, llega a mi intimidad, masajea mi sexo y me hace retorcer de placer, se dedica.
A continuación me gira y sigue por la
espalda, esta vez se dedica a dar masaje a la parte de mis hombros, yo quiero
que se dirija a darme placer, pero me habla al oído y dice, esto no se trata
solo de sexo, disfruta ser el rey, amo de mis acciones, soy tu siervo, quiero
que seas complacido y que disfrutes siendo mío, que disfrutes, conozcas y
experimentes tus sentidos, tus límites, que tu cuerpo responda a todos los
placeres que puedo ofrecerte, como vos lo hiciste conmigo en amor en el lienzo.
Lo dijo tan bajo, tan sutil que fue
convincente, que quiero probar lo que me ofrece, no me importan ya los miedos,
las dudas o si será un cuento de príncipes, quiero que mientras dure este sea nuestro cuento, nuestra historia, erótica
o no, será maravillosa, lo intuyo, solo me dejaré llevar.
Sigue con el masaje que me hace no pensar, no
esperar, solo disfruto, me deja un momento y acerca la mesa, me hace poner
sobre mi espalda de nuevo, ata un pañuelo de seda en los ojos, ata mis muñecas
a los lados y mis pies tan abiertos que me hace erizarme, me siento tan
expuesto, pero no estoy tenso, lo que vaya a hacer seguro me gustará, es
demasiado cuidadoso conmigo.
Escucho una música suave, relajante, siento
una suave caricia de arriba a abajo, pasa por mis pies, piernas, por la cara
interna de las mismas, sigue el camino hasta mis pezones, es delicado, suave,
sutil, una caricia de un ángel que me hace estremecer... Escucho que se sirve
algo en un vaso, puedo oler el whisky, se escucha cómo los hielos caen en el
vaso y el tintineo que hacen, a continuación algo frío pasa por mis labios, le
da un beso y con él, del contenido de su boca, qué delicia, baja y besa mi
cuello, quiero tocarlo, pero no puedo, cae algo frío en mis pezones, se derrite
por donde pasa, sigue besando y tocando con el hielo toda mi piel, se siente
arder, se detiene en mi sexo, pasa el hielo, se siente extraño, lo deja caer y
luego comienza a jugar con mi glande, muerde, succiona, me hace padecer, quiero
tocarlo pero no puedo, quiero verlo, sé que él ve mi desesperación, gimo, grito
y me dice que calle, que ardo de pacer y de repente se detiene y se va, qué
calor, siento como comienza a caer por mi cuerpo un líquido tibio, un olor,
delicia huele a chocolate, lo que parece ser las fresas caen también, un camino
desde mi boca hasta mis piernas, comienza a lamer, a morder y me da en la boca
lo que está lamiendo, chocolate, qué rico, las fresas, mmm, sigue besándome y
comiendo de mi cuerpo, ya no puedo más, esa acción y sentirme inmóvil me está
llevando al placer extremo, sigue comiendo, mordiendo, lamiendo y baja hasta mi entrepierna y lo
está disfrutando, yo también, es delicioso saberse un manjar al que deleita
descaradamente, esto me lleva cada vez más y más alto, cuando para, se aleja y
lo escucho volver de nuevo con algo, esta vez lo que cae en mí es más caliente,
quema y él inmediatamente lame en donde arde, sigue así, es un dolor
placentero, me hace estremecer pero es excitante, sus besos son tiernos y se
detiene en cada gota que siento, ya no puedo más y se lo digo, pero me dice
espera, quiero que sientas tanto placer que no te quede duda de lo que te amo.
Introduce un objeto extraño en mí, pero sigue
jugando, dándome placer, es un vibrador, qué agonía, introduce sus dedos a la
vez, sigue con la boca y su lengua, mordiendo y succionando, qué delirio, ya no
puedo más, con la otra mano me desata las manos, yo lo tomo del cabello, quiero
que no pare, estoy que jadeo, cuando siento que nada más puede ser tan
delicioso, tan placentero, siento que se detiene y al instante me penetra, se
mueve lento y me quita la venda, me dice con un grito, mírame y déjame ver tu éxtasis para mí, los
estallidos, luces y sensaciones me llevaron a sentir lo que nunca sentí, unos
segundos después, aún los espasmos no se detenían y con un grito desesperado también explotó.
Cierras los ojos, muerdes tus labios,
intentando ahogar los gemidos, mientras mis traviesas manos comienzan a reconocer tu cuerpo, los suspiros y los latidos aumentan, el
corazón parece estallar, la respiración se agita, cuando mis labios, se deslizan
temblorosos, sobre tu candente piel,
bebiendo el néctar de cada parte de tu
cuerpo, ya no hay límites, todo fluye,
tu piel es mi piel, tu sudor se confunde con el mío, nuestros cuerpos entrelazados en una sola y silenciosa forma, lo mejor acaba de comenzar, y estamos en el límite de la excitación, lo que viene después, lo dejo a la imaginación. Dos cuerpos entre sábanas húmedas,
labios que se unen apasionadamente, besos que ahogan a las palabras, miradas que rebosan pasión, reclamando placer, labios que recorren laberintos, en busca de los rincones secretos, manos que siguen la senda de los sitios para acariciar pieles que se atraen, se rozan y se unen, cuerpos que arden, sumergiéndose en un frenesí de pasión, robando hasta el último de los suspiros, cuerpo temblando, labios aún adormecidos después de una noche
de placer y amor.”
tu piel es mi piel, tu sudor se confunde con el mío, nuestros cuerpos entrelazados en una sola y silenciosa forma, lo mejor acaba de comenzar, y estamos en el límite de la excitación, lo que viene después, lo dejo a la imaginación. Dos cuerpos entre sábanas húmedas,
labios que se unen apasionadamente, besos que ahogan a las palabras, miradas que rebosan pasión, reclamando placer, labios que recorren laberintos, en busca de los rincones secretos, manos que siguen la senda de los sitios para acariciar pieles que se atraen, se rozan y se unen, cuerpos que arden, sumergiéndose en un frenesí de pasión, robando hasta el último de los suspiros, cuerpo temblando, labios aún adormecidos después de una noche
de placer y amor.”
--Tengo ganas de dormir entre tus
brazos. De beber el dulce néctar de tus
labios. Tengo ganas de soñar que siempre
estoy contigo. Y de susurrarte un te amo, despacito al oído.
Tengo ganas de acariciar tu piel. De abrazarte hasta el amanecer. Tengo ganas
de escuchar los latidos de tu corazón y
fundirme en tu cuerpo, sediento de calor. Tengo ganas de con mis dientes,
quitarte la ropa, de con mis caricias
volverte loco, de tener tu piel pegada a la mía.
Y mirar tus ojos, mientras desabotonas mi camisa. Tengo ganas de sentir tus manos en mi espalda, de mirar cómo se estremece de placer tu cara. Tengo ganas de percibir en mi oído, tu aliento. Y conocer tus más íntimos pensamientos. Tengo ganas de tenerte metido en mi cama y despertar juntos todas las mañanas. Tengo ganas de hacerte mío. No solo de un momento, mío para toda la vida.
Y mirar tus ojos, mientras desabotonas mi camisa. Tengo ganas de sentir tus manos en mi espalda, de mirar cómo se estremece de placer tu cara. Tengo ganas de percibir en mi oído, tu aliento. Y conocer tus más íntimos pensamientos. Tengo ganas de tenerte metido en mi cama y despertar juntos todas las mañanas. Tengo ganas de hacerte mío. No solo de un momento, mío para toda la vida.
__ Ya quisiera ahogar estas angustias… hundir
esta nostalgia y estas ansias que estremecen mi cuerpo en la profundidad de tu boca… que los labios
al fundirse cierren toda posibilidad de que todo esto tome un respiro y entre
deseos, y alguna lágrima de emoción por tenerte, todo esto que ahora siente mi
pecho en un profundo beso entregar en tus labios.
Ya quisiera volcar en tus labios cada beso
que los míos para vos ensayan en secreto, saben de memoria ya cada línea de tus
labios y aun desnudos con seguridad puedo decir que cada entre en ellos mis
besos sabrán recorrerlos sin temor a perderse en el vacío del aire… te he
recorrido tanto sin ver cada trazo de vos, tan solo mi alma supo leerte.
Ya quisiera negarme a respirar este turbio
aire que sin vos contamina mi ser, pues alimenta de vacío mi existencia… tan
solo vos aquí llenarás este espacio que respiro de ese aroma que sin
respirarlo, ya siento es lo que vitalizará mis días… con vos aquí ya no querré
otro aire que viaje por mi boca, sino es tu aliento que beberé y será el
oxígeno que llene mi vida.
Ya quisiera dar comienzo a mis locuras de
amarte… encontrar en ese punto exacto de tus labios donde parece decirme aquí
nacen los besos y de ese pequeño espacio, en esa estrecha brecha entre tus
labios dar comienzo a la pasión que recorrerá cada parte de la piel
despertándola de este sueño de soledad y haciendo de amor estremecer el alma.
Ya quisiera de una vez en vos estallar en
infinitas maneras de amar… será un descubrir de emociones cuando mis ojos
reciban la luz de tu belleza… cuando mis manos, mi piel descubra la suavidad de
la tuya… será un nuevo descubrir cuando beba de tu piel el sudor de pasión y en
tu boca, en ese coctel de aliento y néctar de amor, ahogue este deseo de vos
que me consume por dentro. Amo... cada centímetro de tu cuerpo. Me gusta
acariciarlo con avaricia tierna. Recorriendo con mis manos ansiosas la tersura
cálida y subyugante de tu piel.
Explorador osado de sus sinuosidades.
Conquistador atrevido de su territorio. Lobo hambriento de la presa codiciada
que calme por un instante la gula de la fiera. Como lobo que soy o lo fui en
otra vida y aunque... aun me quedan vestigios de mi licantropía... la fiera
está amarrada dócilmente al arcano de los sentimientos. Nuestros ancestros
hicieron de la violencia la sobrevivencia de la especie. Fuimos creciendo
enfrentando un mundo hostil con la fuerza de la naturaleza. Dominamos al fuego
y a las bestias más rudas. A los rigores más crueles de vivencias cerriles
pero... ante la belleza exultante de tu sexo el instinto se doblega al arbitrio
del deseo.
__Amo tu boca, sus rojos labios que invitan
al sosiego en la vorágine plena que me elevan sus besos. Sorbiendo el néctar de
las flores más bellas. Apaciguando el torbellino de la sed del sediento. Me
interno jubiloso anhelante, sin mesura en la selva tórrida de los sentimientos
compartidos. Donde mis manos y las tuyas exploran sin medidas los espacios más
íntimos ofrendados al amor que nos une.
Ardemos en la hoguera que la pasión provoca.
Nuestros cuerpos fundidos en amalgama de ansias. El volcán de los deseos
encendido, nos abrasa. Lava ardiente arrasando nuestros continentes.
Amo
esos momentos entre tu amor y el mío. Aferrados al sortilegio que el
sentir nos confiere. Dos almas encontradas en el albor de la vida. Unidas al
amparo, de los sentimientos más puros y arcanos.
_
Ven amor destierra las sombras de mi vida, no quiero
tu boca ni tus besos, abrázame
por dios y deja a mis ojos marcharse con mis lágrimas mas no las escuches, están solas y tristes.
por dios y deja a mis ojos marcharse con mis lágrimas mas no las escuches, están solas y tristes.
Ven amor, camina a mi lado en el tiempo de
invernar en el tiempo de florecer cuando las hojas mudan la piel del otoño, cuando el calor sorprende
la dulce melodía de la tarde cuando en
tu pecho culminan los sueños de mi noche. Ven amor acerca tus mañanas acerca tu primer beso, mi
deseo una callada sensación de paz cuando tu alma brilla en todo mi universo.
__ ¿Qué crees que vio Sarah, Guille?
_preguntó Pedro preocupado.
__ No lo sé exactamente, pero supongo que
aquellas fotos que dispararon cuando fui a Ezeiza a recibirte, no se me ocurre
otras.
__ ¿Quieres que vayamos a verla y a contarle
todo? _interrogó perdiéndose en la mirada.
__No creo sea el momento, además no es algo que vaya a perdonar, la perdí,
solo quería que lo supiera por mí pero no llegué a tiempo, ahora ya es tarde _
susurró lanzando un suspiro__. La defraudé en todo, se cayó el disfraz que me
puse antes de la muerte de mi padre y me temo que lo que soy ni lo esperaba ni
podrá aceptarlo, no que sea gay menos que sea tu amante.
__ ¿Y si le pedimos a Natasha que confirme la
verdad?
__ No tiene sentido Pedro, Sarah no es mala
pero es inflexible, y en el fondo siempre supe que este sería mi final con ella
como habría sido con papá de estar vivo__. Si la vida es sueño
posee muchas pesadillas, más ficciones que realidades, más mentiras que certezas, más hipocresía que humanidad. Por tener, tiene más cruces que creyentes, en una minoría de dioses con más miseria que riquezas, posee más cruces y más velas que practicantes. Por tener, posee, más iglesias que bibliotecas, más biblia que intenciones, más guerras calladas que bombas, más crueles balas que asesinatos, más exterminio que natura.
posee muchas pesadillas, más ficciones que realidades, más mentiras que certezas, más hipocresía que humanidad. Por tener, tiene más cruces que creyentes, en una minoría de dioses con más miseria que riquezas, posee más cruces y más velas que practicantes. Por tener, posee, más iglesias que bibliotecas, más biblia que intenciones, más guerras calladas que bombas, más crueles balas que asesinatos, más exterminio que natura.
Si por poseer tiene esta vida de pesadillas,
más políticos, asesinos que religiones amparadas por la bondad. Si la vida es
un sueño aún no he despertado de esta pesadilla. Solo nuestro amor hace la
diferencia y hoy nuestros hijos, quisiera huir a París como hicimos una vez,
caminar de la mano, libres por la ribera del Sena, no estar acá.
_El amor comparado con una fragancia; es
esencia divina que se impregna en cada poro de la piel, para que perdure e
intensifique y conserves su aroma tendrás que estar dispuesto a avivar su olor, impregnándote de
él. Abraza ese sentir, no dejes que se esfume su intensidad que enamora; esa
fineza que seduce, enciende, apasiona y que puede perdurar por una eternidad.
Fina calidad paga el precio por conservarlo el costo, es ser único y exclusivo de ese perfume que
no encontrarás jamás, ya que fue diseñado para ti, no dejes que se esfume su esencia exquisita, olor afrodisíaco, elixir de vida. No me he arrepentido de nada, todo lo
resignaría menos “esto... Lo nuestro”,
Guille. Me equivoqué con ella, quizás hasta con tu hermana, pero no fue
adrede, no quise dañarlas, no voy a renunciar al sentido que encontré a tu
lado. Me diste calor y energía, coraje y verdad, todo naciendo en la fortaleza
del amor. Una ilusión que fortalece al
amor sin más opciones que la confirmación, de buenos deseos que se encuentran
en devenir de un cariño congruente, en la vida de dos seres en el campo… una historia, un amor, un destino.
Te
conocí en tu núcleo lleno de paz en tu corazón de hombre hermoso, el viento se engraciaba con
tu pelo tu sonrisa irradiaba un encanto, que la misma naturaleza enmudecía de
verte tan fuerte y tan bello. Emerge de ti una fuerza masculina con la energía
que atrae sin remedio como si de un imán se tratase.
La tarde se termina en todo su esplendor,
puesta de sol hermosa pintando el cielo de rojo al que yo clamo por tus ojos, la noche se acerca serena, como la luz de un reloj
detenido en el momento exacto, donde yo tengo que traerte a mi sueño, donde tu
presencia se convierte en esa realidad que enaltece mi alma, cuando
irresistiblemente sueño tus besos, y su caída en mis labios, son como las gotas
de rocío entre las alas del ángel de los sueños, ese que me cuida en cada
momento de desespero, convirtiéndolo en reparadoras lágrimas de miel, cayendo
por mi piel.
Yo, libre como un cielo gris, azul, blanco, tormentoso o en calma en el que los lamentos son tormentas que alborotan el universo, dejo que mi alma baile en esa melodía que me lleva hacia ti donde se encuentra la felicidad eterna, y le dejo, que sueñe al compás del pentagrama de la dulce razón, para seguir vivo.
Mientras la noche no llega, me arreglo para tu llegada, quiero que me sientas, dulce, sereno y libre, dejaré que te acurruques en mis brazos, donde el sentir del corazón hará que emanen momentos de dulzura, eternos, donde puedas sentirte amor mío vivo y libre en mí.
Por fin aquí está la noche negra, la recibo con agrado porque sé que ella será fiel, y te traerá a mí, como cada noche de para encontrarnos entre sus sombras.
Déjame amor mío, ser tu ángel de amor.
Yo, libre como un cielo gris, azul, blanco, tormentoso o en calma en el que los lamentos son tormentas que alborotan el universo, dejo que mi alma baile en esa melodía que me lleva hacia ti donde se encuentra la felicidad eterna, y le dejo, que sueñe al compás del pentagrama de la dulce razón, para seguir vivo.
Mientras la noche no llega, me arreglo para tu llegada, quiero que me sientas, dulce, sereno y libre, dejaré que te acurruques en mis brazos, donde el sentir del corazón hará que emanen momentos de dulzura, eternos, donde puedas sentirte amor mío vivo y libre en mí.
Por fin aquí está la noche negra, la recibo con agrado porque sé que ella será fiel, y te traerá a mí, como cada noche de para encontrarnos entre sus sombras.
Déjame amor mío, ser tu ángel de amor.
Ayer, la casualidad se hizo coincidencia,
como si el azar y el destino conspirasen a mi favor, como si toda circunstancia
erigiera un punto de encuentro, en la arena del tiempo a orillas de tu
existencia y la mía.
__No existe la casualidad, Pedro, ojalá ella
lo entendiera, nosotros estábamos predestinados. Quisiera decirle, lo tropecé y
lo amé cuando llegaron a la estancia pese a los puñetes, no fue en su contra
madre__. Lo vi, caminando abstraído envuelto en sus misterios en la playa de
los olvidos, un cielo azul, a su favor tendía cristalino cegando las estrellas,
y un aire a sal entre caracolas, me trajo de él, el mar y el vaivén de las
olas. Sobre la desnudez de sus pies un azul vivo, intenso de agua marina,
dándole la bienvenida de unas olas cristalinas reverenciándolo a su paso.
El viento lo rodeaba en abrazos susurrándole la brisa al oído. La arena besaba sus pies haciendo perennes sus huellas, como algo impreciso, inseguro, casi imperceptible, el mar se abría a sus pies descalzos. Una a una, fueron cayendo las escamas de su ropa, hasta que el mar
en su posesión cubrió su desnudez. Reprimí mis ojos al perderlo, entre las olas y el horizonte.
Se agitó mi corazón, el mar se hizo océano, las arenas movedizas y el cielo, se hizo abismo. El murmullo de las olas me trajo el canto del viento, se calmó mi aliento se durmió mi alma, entre la arena de la calma, las húmedas caricias del aire, y la sal de su piel, en mi cuerpo.
Créame, lo que le digo, desperté místico, sabio y complaciente, seguí
sus pasos perennes,
hasta la puerta de mi casa. Mi habitación, sabía a sal y mi cama tenía la humedad del mar.
hasta la puerta de mi casa. Mi habitación, sabía a sal y mi cama tenía la humedad del mar.
__Me gusta, estar en tu pensamiento allí,
arrinconado, hospedado en los rincones de tu soledad, contigo dentro, entre las
afiladas esquinas de tus heridas, que
seas mi teoría y mi práctica sentimental, entre los pliegues de tus sábanas, acomodado, dormido,
somnoliento
esporádico de intenciones abiertas en algún que otro momento.
esporádico de intenciones abiertas en algún que otro momento.
Ser de ti, una macropartícula de un
microsegundo, que hace los instantes del espacio que habitas, la fracción de un
día en el trágico trance del recuerdo,
que hace el macrocosmos de la memoria, de tu inmensidad, tu historia y tu biografía. Me gusta que
seas, mi sentimental farmacia de guardia, con los servicios mínimos de tus
caricias, la que me espera en la estación del otoño, la que como siempre
vuelve, la de todos los meses de todos los años.
Que seas la ambulancia de mis besos exprés en mi urgencia de verte, que seas mi pan de cada día el dulce postre empalagoso de la guinda de mi pastel. Que seas, mi hospital de día
hasta el crepúsculo, de mi almohada el colchón de mis noches, mi desnudo enfermero,
mi doctor privado, especialista de mi cama, el banco sangriento, silábico de tu sangre en mis venas, esa enfermedad de ti que sufro y padezco de por vida, que me entretiene, me tienes, esa enfermedad de tu nombre, vacuna que no me sana salvo el amor y el deseo.
Que seas la ambulancia de mis besos exprés en mi urgencia de verte, que seas mi pan de cada día el dulce postre empalagoso de la guinda de mi pastel. Que seas, mi hospital de día
hasta el crepúsculo, de mi almohada el colchón de mis noches, mi desnudo enfermero,
mi doctor privado, especialista de mi cama, el banco sangriento, silábico de tu sangre en mis venas, esa enfermedad de ti que sufro y padezco de por vida, que me entretiene, me tienes, esa enfermedad de tu nombre, vacuna que no me sana salvo el amor y el deseo.
Me gusta que seas el interés de mi banco, que
me prestes tu cariño a un interés muy alto, comprar acciones renovables a tus
placeres y orgasmos, vendiendo bonos al estado de la física de tu ser comprando
tu sonrisa al por mayor.
Que seas la mueca irónica malévola de mi candidato en el voto de su interés que me engaña, de tus pezones que me regalan la erótica de
sus promesas, gritando ajeno tu libertad encadenada a la mía, que promete más
que habla igualdad y parentescos de parientes lejanos, que me garantiza el
futuro sin garantías ni contratos.
Me gusta, tu monarquía por la gracia de Dios,
en el pasado poniéndome en el futuro a la diestra del presente, que la
siniestra sea cerca de frente, a mi costado y contigo, cara a cara, al mañana a
la sombra de tu sol, de la figura alargada que hace la sombra de tu espalda.
Que seas perverso maquiavélicamente sensual,
mi diablo intencionado, pervertido en su propósito y sexual, con el
despropósito hambriento de mis sentimientos, cuando puede más el deseo que tu
sentir. Que seas mi guerra sentimental justificando el mal de tus sádicas
perversiones, que seas mi dios nocturno
y diurno sentado en mi cintura.
Me gusta, que tu piel sea el plano de mi
ciudad, la guía urbana de tus suburbios, tus jardines y asfaltos, los semáforos
en rojo de tus labios, el ámbar de tu lengua, el verde abierto hacia tus
brazos, navegar por la Venecia de tus venas, por los canales de tus arterias,
la torre Eiffel, en el París que bien tu persona vale una misa, la piedra
inamovible en el podio. Me gusta, que tú me gustes de lo tanto que me gustas,
que por gustar me gusta el gusto de gustarte.
Se llenará este vacío que atrapan mis brazos
en ese momento… no habrá más vacíos en mis manos al querer sentir tomar otros…
al querer posar sus caricias por una piel suave, sentir que al paso de ellas
por tu cuerpo, tus poros despiertan, se erizan como queriendo atrapar dentro de ti el amor que voy dejando.
De tan solo mirarte a los ojos comenzaré a
consumirme en tu amor que es mi locura… que ha sacudido mis cimientos
reacomodando mi vida, querré perderme por siempre en el perfume de tu piel… ser
consumido en el fuego de tus labios morir ahogado en los jugos de tu boca.
Perderme por siempre en cada rincón de tu
cuerpo en esos momentos que demos rienda suelta a nuestro amor liberando la
pasión y el deseo contenido de amarnos,
mis labios lentamente harán florecer tu piel con sus húmedos besos
despertando en ella tantas primaveras dormidas.
Ya, mi amor, quiero comenzar a perderme entre
tus cabellos al jugar con ellos, quiero
perderme en el eco de tu voz diciéndome
te amo, sentir que alcanzo el infinito al cerrar mis ojos al besarte y allí
abrir para ti los ojos de mi alma que tienes enamorada y esperando ese momento
de abrazarse a la tuya para siempre con este amor.
Déjame pecar junto a ti, déjame acariciarte
tan intensamente que sientas mi calor abrasador junto a tu fuego, que derritamos la pasión de este amor que
late solo por ti. Te embriagaré de tanta miel en tu paladar que jamás pedirás
alguien más de esas mieles sino solo las mías.
Déjame pecar junto a ti, déjame besarte con la tibieza de mis labios mordisqueando cada parte donde nadie ha llegado, donde nadie haya descubierto tus venerables deseos, déjame pecar junto a ti, déjame ser tu otro yo en el amor donde seremos solo uno en las sábanas del placer
donde nos cobije la ansiedad de nuestro cariño donde el pecado quede en las cuatro paredes,
donde las palabras de amor nos queden como adornos al oído nadie entiende este amor. Este pecado será nuestra condena pero déjame pecar junto a ti.
Déjame pecar junto a ti, déjame besarte con la tibieza de mis labios mordisqueando cada parte donde nadie ha llegado, donde nadie haya descubierto tus venerables deseos, déjame pecar junto a ti, déjame ser tu otro yo en el amor donde seremos solo uno en las sábanas del placer
donde nos cobije la ansiedad de nuestro cariño donde el pecado quede en las cuatro paredes,
donde las palabras de amor nos queden como adornos al oído nadie entiende este amor. Este pecado será nuestra condena pero déjame pecar junto a ti.
__
Cuando Camila llamó a la puerta diciendo que
Natacha había llegado en shock acompañada por el padre de su hijo y que
encendiéramos los televisores, los ojos no dieron crédito de inmediato a lo que
estaba sucediendo en la galería donde
Sarah acababa de cancelar la muestra pero también de firmar contratos con otros artistas.
Guillermo permaneció abrazando a su hermana
con la mirada anegada clavada en la pantalla, apenas saludó al padre de su
sobrino que no obstante se quedó sentado junto a ellos.
__Hoy lo supo todo, acababa de llamarme,
discutimos _balbuceó al oído a su hermana.
__ ¿Todo?
__
Debe de haber andado por las redes con ese hombre por algo laboral y vio
mis fotos con Pedro _ respondió__. No alcancé a decírselo.
__Por Dios, no hables como si… __rompió a
llorar y Carlos rodeó sus hombros con
ternura.
__Guille __susurró Camila__, tal vez deberías
ser más amable con ese hombre, está con tu hermana después de todo.
__No me importa él ahora Cami, es un
caradura, mi hermana podría exigirle mucho más y no lo hace, es lógico que quiera aparentar al menos ser amable.
__No me parece mal tipo, es más dice que si
bien no lo ata económicamente sí se siente responsable, creo simplemente que
puede estar confundido.
__No me interesa hacer amistad con ese hombre justo ahora _ bramó
Guillermo y Pedro le tomó la mano acariciándole el dorso.
__Guille _ balbuceó Natasha de súbito_,
¿crees que debería esperar en Pilar?
__ No, no te marcharás allá sola, esperemos
novedades, Nacho sabe qué hacer, y esto
no es un secuestro que vaya por un rescate, es un ataque global, terroristas
seguramente.
Lo que estaba sucediendo a Sarah, los tenía aterrorizados. Todos los
televisores de la casa estaban encendidos y la información en todos los canales
era alarmante, mismo que en las redes sociales. Una decena de hombres armados
habían ocupado el edificio de las Galerías una hora antes, costaba creer que
hubieran podido sortear a la seguridad pero así era, quizás ingresando
como público, estaba una muestra de
esculturas en exposición.
Después de tomar los primeros rehenes seguían
reuniendo a más en dos plantas del edificio. Decían que iban muy armados con
ametralladoras y armas automáticas al momento de nacionalidad y de origen
desconocidos, que podían ser terroristas del país o infiltrados de Oriente
Medio pero habían cerrado dos pisos del edificio y todos los rehenes estaban
reunidos en ellos, nadie se había atrevido aún a tratar de liberarlos por temor
a que los mataran.
El locutor mencionó los pisos tomados. En
ellos había salas de exposición y oficinas y en efecto en uno la de Alejo
Carpentier que Pedro reconoció como con quien Sarah anulara su muestra. A todos
les recordaba el once de setiembre de Nueva York o algo similar aunque ningún
grupo ni estado, ni grupo religioso se
había vinculado con el ataque, aquello no era tan dramático pero sí de
potencial riesgo similar. A todos se les había ocurrido que podrían
volar parte o todo el edificio en un atentado suicida y matar con un par de
hombres a centenares de rehenes para lograr gran repercusión mediática o para
difundir algún mensaje usando la fama de muchos de los cautivos. Nadie lo sabía
aún, pero todo mundo pensaba que los secuestradores debían de ser extremistas
de alguna clase en un acto desesperado, recordando los tristes episodios del
atentado a la AMIA y a la embajada de
Israel.
Permanecieron horas pendientes de la pantalla
mientras los equipos de rescate intentaban establecer contacto con los secuestradores.
Seis horas después el edificio seguía
sitiado. Varias personas habían salido de una de las plantas aprovechando que
los delincuentes trasladaban a las personas a solo una para controlarlos mejor.
Desde entonces las fuerzas especiales habían ocupado la planta abandonada sin
acercarse al lugar en el que estaban retenidos los rehenes en el piso superior.
Y quienes habían escapado decían que varias personas habían sido asesinadas.
__! Mierda! Quiero ir allí, debe poderse hablar con alguien, Camila, Orestes
__ gritó Guillermo poniéndose de pie.
__Entiendo que debe de estar allí, Guille, no
contesta llamados.
__Guille, no dejarán que nadie se acerque, es
mejor quedarnos acá, al menos por ahora.
__No voy a callar, no voy a dejar a Sarah
allí dentro __dijo con la furia bullendo en las venas __. ¡Qué calle! Me piden
que calle, que guarde silencio ante la cobardía acumulada de despojos
insensibles, de un corazón endurecido
por el martirio de la vida injusta que le tocó llevar.
¡Que calle, me exigen que calle! Que guarde
en el alma el profundo anhelo de mejorar el mundo, la visión y la razón de un
ser pequeño que apenas vive y necesita amor. Quieren turbar mi mente y mi voz,
cercenando de un solo tajo mis pensamientos, acumulando silencios en el
precario mundo de la ignorancia o peor aún de la indiferencia.
¿Callar, podré entonces callar? ¿Cómo
hacerlo? Si este mundo es de aquel que se atreve, es del que pierde el miedo y
camina aun a oscuras sabiendo que puede tropezar, pero a tientas en cuanto
puede se vuelve a levantar.
Vuelve la apatía con el beso enmudecido y la
caricia mofa pretendiendo que esta boca rosa no diga lo que la razón invoca y
la sapiencia carga; y entonces con un grito revelador digo: "No, no
callaré". Mis labios no cerraré y
mi voz no enclaustraré en la plegaria del temor, y si acaso me obligan a
enmudecer, en la pluma mis alas dejaré para que las letras digan lo que mi voz
reprime y muy lejos puedan llegar. Imprimiré con el alma en el papel lo que mis
sueños pretenden, pintaré en el viento palabras vivas para que los que se
fingen invidentes puedan escuchar, que mis textos viajen lejos tocando
corazones y abriendo las razones de aquellos que provocan temores en la vida de
los demás. ¡Entonces; y solo entonces! cuando todo el mundo me haya escuchado a
través de los ojos que se hayan cegado, podré mis ideales callar y al fin en mi
tumba me dejaré descansar.
__Guillermo, cálmate, no hay nada que podamos
hacer allí más que molestar _aconsejó Pedro con sensatez.
En los pasillos de la planta ocupada por las
fuerzas especiales había cadáveres, al menos dos, pero no se había revelado su identidad. Rezaron
todos porque no fuese Sarah una de las víctimas.
Las unidades de operaciones especiales
ocupaban la azotea, la planta inferior y el vestíbulo, de momento nadie se atrevía a hacer ningún
comentario o movimiento por miedo a poner aún en mayor riesgo a los rehenes.
Habían evacuado edificios adyacentes, y la calle se convirtió en un hervidero
de equipos de crisis, militares, policías, bomberos que esperaban que sucediera
algo.
Camila, Dana y Pedro advirtieron que durante
todo aquel tiempo Charles permaneció sentado muy cerca de Natasha, tomándola de
la mano. Y ella pasó horas… sentada en el mismo sitio rogando por su
madre, mientras su ex permanecía sentado junto a ella rogando en silencio con
ella, intentando de vez en cuando que comiera o bebiera algo sin éxito, como
nadie podía hacerlo. Lo sentía muchísimo por ella, la veía mortalmente pálida y
por momentos temió por el estado del feto, se preguntó si lo perdería por la conmoción,
aunque de momento desalojó el pensamiento. Solo quería apoyarla a ella. Sus
discrepancias acerca del hijo que esperaban por accidente no eran nada
comparado con aquel tremendo drama.
Parecía inevitable que fuese a morir más
gente cuando las fuerzas de seguridad entrasen al edificio para liberar a los
rehenes, ya que los secuestradores amenazaban con dispararles. Estudió en esas
horas los rostros de cada uno, y lo conmovió cuando en un momento Camila se
asomó con el recién nacido en brazos, le parecía que Natasha en verdad tenía
una familia y amigos admirables, cosa que él jamás había conocido.
Ella no tenía la menor idea de cómo estaba su
madre, como ninguno allí. Habían llegado Alberto y Gaby al oír el nombre de
ella entre los secuestrados, pero no había comunicación con ninguno de los
rehenes que los atacantes mantenían incomunicados.
Había helicópteros zumbando sobre el
edificio, y varios habían ya aterrizado en la azotea, con hombres
especializados en lanzarse hacia abajo colgados de sogas, pero no se atrevían a
atacar la planta afectada por miedo a que desesperados los hombres los mataran
a todos.
El primer mensaje claro llegó justo después
de las siete de la mañana del viernes 05
de agosto. Era un grupo desesperado de extremistas palestinos, dispuestos a
morir y atacar a cualquier habitante de países occidentales en respuesta por
los recientes ataques comandos israelíes en la frontera. Afirmaban que
pretendían que en el mundo entendieran lo que se sentía. Desde la guerra del
cuarenta y ocho Israel era un país apoyado por Estados Unidos que recibía
dinero y apoyo a raudales mientras millares de palestinos morían en ataques o de hambre. Pero, en tanto, el
gobierno palestino negaba cualquier vinculación y no sabía nada de sus
miembros. Protestaban contra la difícil situación de su pueblo y pretendían
llamar la atención del mundo con ataques simultáneos en varios países, aunque
para eso tuviesen que matar a personas inocentes. Mientras el gobierno y sus
agentes viajaban en coches de lujo con la ayuda recibida del país del norte, el
pueblo sufría ese despilfarro. Su decisión y disposición a morir dificultaba
toda acción de las negociaciones para intentar razonar con ellos. A aquellas
alturas todos los gobiernos de Oriente medio se declaraban indignados por sus
acciones y ofrecían cualquier ayuda si fuese necesario.
Llegaron varios delegados de las Naciones
Unidas para tratar de contribuir en las negociaciones, o por lo menos servir de
intérpretes. Acudieron en un gesto de buena voluntad y explicaron que el grupo
actuaba por su cuenta, aun sin
conocimiento ni aprobación de sus propios gobiernos, que también censuraban el
acto. Ningún gobierno quería que los rehenes resultasen heridos. Mientras
tanto, los secuestradores, repetían frenéticos que estaban dispuestos a morir
por su causa y llevarse consigo al mayor número de víctimas posible. Parecían
haber perdido la capacidad de razonamiento. Su ataque al sitio había sido
desorganizado pero de una eficacia estremecedora.
La familia permaneció en el living, llorando,
mientras miraban la pantalla. Solo Camila hablaba de vez en cuando con Moravia,
y Charles no se separó de Natasha ni un minuto.
En la calle en que se hallaba el edificio
reinaba un caos organizado y una tensión extrema. Los secuestradores afirmaban
tener explosivos suficientes para volar la manzana entera y eso era lo que
pretendían hacer. Por todas partes había vehículos y hombres con uniformes de
todas clases, fuerzas especiales y equipos de crisis, servicios de emergencias,
bomberos, policías, y jefes, y también diplomáticos del país y de las Naciones
Unidas con expresión impotente y aspecto sombrío. Por el momento, todo el mundo
se sentía así.
Las unidades de operaciones especiales
estaban listas para atacar, pero era necesario que el ataque se desarrollara de
forma impecable, con rapidez y precisión, e incluso así había muchas posibilidades de que la
mayoría de los rehenes muriera. Nadie quería asumir ese riesgo con un ataque
que resultase mal orquestado o prematuro. No salió en las noticias, pero un
reducido equipo de comandos israelíes que normalmente protegía al embajador de
su país había acudido a asesorarlos y hasta miembros del Mossad (servicio de
inteligencia de Israel), aunque su presencia aun habría enfurecido más a los
secuestradores. Parecía que la mitad de la seguridad de los representantes de
Oriente estuviese allí para prestar su ayuda. Nadie quería verse asociado con
los atacantes ni asistir a otra masacre. La tensión era palpable, y a una
manzana de distancia se había establecido un centro de mando lleno de expertos y de miembros de
los servicios de inteligencia del estado y de países vecinos. No había aviso de
ataque. Se había producido sin más. Y hasta el momento nadie se atrevía a hacer
un movimiento por miedo a empeorar la situación.
Si no querían arriesgar las vidas de los
rehenes tenían las manos atadas, sin embargo un grupo especial de ingenieros
revisaba los planos del edificio.
A las seis de la tarde un plan de los jefes de las diferentes unidades estaba
analizando la manera de subir por los conductos de ventilación desde la planta
inferior, sorprendiendo a los secuestradores, y
Alejo tenía el privilegio de
estar allí por su status de VIP, escuchando el plan de los demás.
Se calculaba que había un centenar de personas
retenidas como rehenes. Los terroristas no habían liberado a nadie en las
últimas horas que llevaban ocupando el edificio y, a juzgar por los mensajes de
los secuestradores, todo el mundo empezaba a tener en claro que existía la
posibilidad de que murieran todos. Era imposible razonar con personas que no
valoraban su propia vida y no había manera de saber cuántas personas habían
muerto ya. Nadie lo sabía con certeza, y los terroristas no lo decían. A las
cuatro de la tarde el capitán de las unidades especiales había establecido
contacto por radio con ellos. Y varios intérpretes de las Naciones Unidas
estaban ayudándolos a comunicarse, pero hasta el momento sus mensajes
consistían en amenazas y diatribas sobre la situación en su país. Varios
negociadores intentaron disuadirlos en vano.
A las ocho de la tarde, nadie ponía en duda
que el único modo de liberar a alguien no era la negociación sino la fuerza. Y
el capitán de operaciones especiales no quería esperar mucho más. Otros
miembros de la misma unidad y el jefe de policía de la ciudad estaban
examinando en detalle los planos de ventilación y los espacios de acceso a los mismos. Incluso el
arquitecto del edificio estaban allí. Pero fue la SIDE y sus jefes quienes
tomaron la decisión de enviar al interior a las unidades de operaciones
especiales a las nueve de la noche, manteniendo informados en todo momento a
los ministros del interior, exterior, defensa y al poder ejecutivo en pleno. El
gobernador estaba presente junto con diplomáticos y un grupo operativo de las
Naciones Unidas. El país entero estaba pendiente de una situación lamentable.
A las ocho y cuarto los terroristas hicieron
un burdo intento de emitir con una cámara especial portátil. Tras divagar un
buen rato, dijeron que iban a volar el edificio. No se los distinguía con
claridad pero a través de la cámara, que daba saltos como loca, se veía a
varios grupos de rehenes apiñados en el fondo. Los secuestradores parecían muy
peligrosos. Solo eran diez, pero contaban con un arsenal de armas que nadie sabía cómo habían logrado
introducir en el edificio.
Nadie
tenía idea a esas alturas de si Sarah estaba viva o muerta. Lo único que podían
hacer era esperar a averiguarlo. Ella alzó la mirada hacia Charles que le daba
un masaje en los hombros y le dio las gracias.
A las ocho y media estaba en marcha el plan
de evacuación, una intervención arriesgada para todos, tanto para los liberados
como para los rehenes. Resultaría casi inevitable que hubiese víctimas.
Todos los edificios de la zona habían sido evacuados
horas antes, y el tráfico interrumpido por si los secuestradores cumplían con
la amenaza de volar la zona. Allí solo había vehículos de emergencia, equipos
de crisis, el ejército y un puñado de asesores. La operación, muy profesional
se desarrollaría bajo un fuerte operativo de seguridad.
Finalmente las unidades de operaciones
especiales se prepararon para intervenir. Poco antes habían cortado la
electricidad en el edificio y avanzaban con lentes frontales de visión nocturna
y unos minutos antes de las nueve, un grupo de cuarenta hombres armados y bien
entrenados entró por el sótano. Otro grupo había aterrizado en la azotea, y
otro ascendía por los conductos de ventilación, siguiendo un plan estratégico.
Los hombres llevaban botellas de oxígeno
y gafas de infrarrojos e iban equipados con chalecos antibalas y el mono
característico, fusiles de asalto y ametralladoras.
Pasaban nueve minutos de las nueve cuando
llegaban a la planta en que estaban retenidos los rehenes, un dato que conocían
gracias a las pocas personas que habían escapado por unas escaleras situadas en la parte de atrás cuando nadie miraba. Las
pocas que salieron lo lograron por pura suerte, pero les habían dado
información muy valiosa.
Gracias a los sistemas de succión que
llevaban en los guantes y en el calzado, los componentes más especializados de
la principal unidad de operaciones especiales encontraron una sala con sesenta
mujeres en el interior, vigiladas por solo dos hombres situados cerca de la
puerta. Los tiradores de élite de la unidad de operaciones abatieron en
silencio a los guardias ante la mirada horrorizada de las mujeres, que, de
forma milagrosa, consiguieron no gritar.
A
continuación, los agentes les indicaron por señas que los siguieran sin hacer
ruido. Les hicieron cruzar tres puertas dobles y bajar dos tramos de escaleras
a toda prisa. Muchas habían perdido los zapatos e iban descalzas. Todas
parecían asustadas, pero se armaron de valor para bajar a toda velocidad,
atónitas al ver que nadie las detenía. Mientras tanto, sus liberadores se
preguntaban dónde estarían retenidos los rehenes varones.
Alejo
había logrado unirse con una de las
unidades y se hallaba en el vestíbulo. Esperando noticas de arriba, cuando las
mujeres atravesaron una puerta contra incendios
cruzaron corriendo el vestíbulo. Sollozando y descalzas.
Nadie se había comunicado por radio para
decir que las habían liberado y que iban a salir.
La mayoría de los miembros de la unidad de
operaciones especiales se había quedado arriba para buscar a los hombres. Y de
pronto se armó un auténtico pandemónium mientras sesenta mujeres atravesaban
corriendo el vestíbulo y las puertas principales del edificio con un puñado de
hombres que daban instrucciones. Los comandos del vestíbulo se pusieron en
acción para echar una mano, y Alejo con ellos. Cerca de él, una mujer tropezó a
punto de desmayarse, Alejo la tomó en brazos y la sacó del edificio. Un
reportero le hizo una foto mientras dejaba a la mujer con el bombero más
cercano y se apresuraba a entrar de nuevo.
Las mujeres seguían bajando y de pronto Alejo
vio aparecer a Sarah por la puerta contra incendios. Ella se quedó asombrada al reconocerlo. Alejo se dirigía hacia
ella y varias mujeres más cuando todos oyeron un disparo. Nadie sabía de dónde
procedía y en segundos se armó la marimorena.
Un francotirador solitario había bajado por
una escalera cuando encontró a las mujeres desaparecidas y abrió fuego contra
ellas. Dos mujeres cayeron al suelo, y un comando recibió un disparo en el
brazo antes de que nadie pudiese accionar. Para entonces el francotirador salía
disparado entre la multitud con una máscara en la cara. Los comandos no se
atrevían a disparar por miedo a matar a algunas mujeres, que corrían hacia las
puertas gritando.
En ese momento, Alejo había llegado hasta
Sarah que estaba arrodillada junto a una mujer que había recibido un disparo en
la cabeza. Y, sin pensar, Alejo agarró a Sarah, la ayudó a ponerse de pie, la
protegió con su cuerpo y la condujo hasta las puertas donde un policía la sacó.
En ese momento cuatro de los comandos
apuntaron contra el francotirador que murió en el acto. El hombre cayó boca
abajo en un charco de sangre sobre el suelo de mármol, cerca de dos mujeres a
las que había matado.
Alejo contemplaba incrédulo la escena
mientras los rostros de las mujeres se arremolinaban a su alrededor. Oyó una
voz masculina que decía algo. Las palabras que oía resultaban confusas. Alejo
vio piernas a su alrededor y se preguntó qué había sucedido. De pronto lo vio
todo negro y se desvaneció sin proferir un solo ruido.
Las mujeres estaban fuera del edificio cuando
los comandos restantes se arrodillaron junto a Alejo. El francotirador le había
disparado en la pierna, alcanzando la arteria antes de que la unidad de
operaciones especiales lo abatiera. Pusieron al hombre en una camilla y lo
llevaron a toda prisa a una ambulancia. Mientras tanto, Sarah, y las demás
mujeres recibían mantas y los cuidados necesarios antes de ser conducidas hacia
las ambulancias y unidades médicas que llevaban horas esperándoles. Sarah vio
que la ambulancia arrancaba sin saber quién iba dentro. No había visto caer a
Alejo.
En el vestíbulo bomberos y policías cubrían
los tres cadáveres con lonas. Era una escena horrible, y el suelo blanco estaba
cubierto de sangre.
Seguía sin haber noticias de arriba, pero en
pocos segundos revivieron las radios. Los rehenes varones estaban a salvo. Tres
murieron durante la operación destinada a liberarlos y cuatro asesinados antes
de que llegara el rescate. En total once personas inocentes habían muerto en el ataque, más de lo que
todo el mundo quería, pero mejor de lo que habían temido- Los terroristas restantes
habían tratado de hacer explotar una pequeña bomba, obra de aficionados, que
los artificieros habían desactivado en poco tiempo.
Los comandos habían abatido a todos los
secuestradores. Sus armas eran rudimentarias y su plan poco efectivo.
Los hombres que habían sido tomados como
rehenes bajaron las escaleras, cruzaron la aterradora escena del vestíbulo y
fueron atendidos por unidades médicas. Varias unidades seguían arriba
comprobando si había más bombas.
Sarah abandonó la escena en un coche de
policía con la sirena en funcionamiento mientras muchos de los vehículos que
estaban en la zona empezaban a dar marcha atrás para alejarse de allí. Llegaban
más unidades policiales para labores de limpieza. Sarah pidió un teléfono móvil
a uno de los policías para llamar a Natasha.
__ ¿Mamá? __en cuanto Natasha la oyó se echó
a llorar, sollozando aliviada mientras el resto reía y lloraba a la vez,
Guillermo se sintió tentado de tomar el teléfono pero supo que lo mejor era no
hacerlo.
__Hija, estoy… aturdida pero bien, debo ir a
declarar y acudir al hospital para pasar un reconocimiento, te llamaré tan
pronto llegue a casa, pero faltan horas para eso.
Tras colgar, Natasha se perdió entre los
brazos de Carlos, antes de encontrar a los de su hermano que lloraba como
todos.
__Guille, está salva, sana _le dijo, y se
sonó la nariz en un pañuelo de papel que Camila había repartido__. No ha tenido
tiempo de decir gran cosa. Me llamará más tarde. Guille te perdonará, bueno no hay nada que
perdonar, te comprenderá, yo los ayudaré.
Le dedicó una mirada de disculpa y él negó en
la cabeza, y abrazándola se echó a llorar.
__No importa eso ahora, creo que te llevaré a
Pilar para que te encuentre.
__Yo puedo hacerlo, Guillermo _dijo Charles.
__Gracias, se lo agradeceré entonces.
El día había sido increíblemente angustioso
para todos. La tensión había durado casi dos días. Costaba creer que diez
terroristas hubiesen entrado a un edificio y lo hubiesen ocupado mientras todo
el mundo libre asistía a sus acciones a través de la televisión de cada país.
_A las once de la noche se confirmó que
habían muerto once personas aunque no se
revelaron sus nombres hasta notificar a las familias.
La única víctima que Sarah conocía era a la
secretaria de Alejo, una de quienes había sido asesinada en el vestíbulo por el
francotirador ante sus ojos. Mientras ella se encontraba en el Hospital
Italiano como muchos para un simple
reconocimiento, Alejo Carpentier había ingresado minutos antes en estado
crítico en la unidad de trauma del mismo hospital.
Lo mencionaron brevemente en las noticias que
todos oyeron en la estancia. La información decía que el empresario artístico había recibido un
disparo de un francotirador mientras ayudaba a mujeres a abandonar el edificio
que le había alcanzado la arteria femoral.
Cuando se apagaron los televisores todos
estaban agotados, mientras se preguntaban cómo se sentiría Sarah mientras
esperaban su llamado. Sarah había pasado muchos hechos traumáticos en el último
año, casi había caído en el alcoholismo, pero nunca había rozado la muerte como
en esas horas. Natasha habría querido ir con ella pero su madre no la dejó
diciéndole que todo era muy caótico.
Mientras ella se despedía de todos con un
beso prometiendo llamar desde Pilar, Dana y Camila luego de dar la cena y
dormir a los niños ofrecían algo de comer y beber al resto, reunidos más
relajados luego de tantas horas de tensión.
__Es increíble pero pareciera que ese hombre
salvó a mamá _ dijo Guillermo ya en la mesa.
__Habrá que seguir su evolución y rogar
porque se salve _ respondió, Pedro__. Apenas llegué a conocerlo pero pareciera
ser buen tipo.
__ ¿Tu concierto, Pedro? _preguntó Dana.
__ Bien, estoy a tiempo aún, no depende de
ellos.
Pilar.
Sarah llamó a las dos de la madrugada y dijo
que estaba en el coche de policía, de camino a la estancia de Pilar. Todo había
acabado, el edificio era seguro, los terroristas estaban muertos. Once personas
habían perdido la vida, aunque el balance pudo ser mucho peor. El ataque había
resultado terrible para todos ellos. Pero no era una catástrofe. Diez
terroristas aficionados habían logrado ocupar un edificio y solo habían
conseguido sembrar el caos y la muerte, sin servir a su causa. Incluso su
propio gobierno se sentía horrorizado por lo que habían hecho.
__Estoy esperándote mami _dijo Natasha cuando
la llamó.
Iba a pasar días con ella, algo que se alegraba
de poder hacer, deseaba tocar el tema de su hijo, de Charles, de Guillermo con
Pedro, sentía que se los debía, en verdad deseaba reconciliar a la familia.
Sarah, como el resto de los ocupantes del edificio habría podido ser una de las
víctimas y no una superviviente. Y ella estaba conmocionada y comprendía que lo
único que la había ayudado a pasar todo aquello raramente era su hermano y la
presencia de Charles.
__No sé cómo darte las gracias __dijo
mientras inspiraba el aire puro de la estancia antes de despedirlo__. Este ha
sido el peor día de mi vida… y el mejor… puesto que ha sobrevivido. _Sentía un
gran alivio y no soportaba pensar en lo que habría sucedido si los terroristas
hubiesen asesinado a su madre__. Gracias por estar aquí, Carlos.
Se había portado de maravilla con ella.
Natasha había visto un aspecto de él que no habría podido imaginar y que nunca
habría conocido de otro modo. Un aspecto humano, sensible, tierno y compasivo,
muy distinto de la actitud a veces directa, fría y distante.
__Me alegro de haber podido estar contigo _
dijo él amablemente mientras caminaban hacia el coche. También se sentía agotado__.
Lo de Alejo es una pena _ añadió mientras
llegaban-. Es un gran hombre y excelente profesional. Espero que salga
adelante, y se ha comportado como un héroe al ayudar a la gente a salir del
edificio. No tenía por qué hacerlo.
Ella asintió con la cabeza. En ese momento
solo podía pensar en su madre aunque sentía lo que le había pasado a ese
hombre.
Cuando él a regañadientes la dejó con los
empleados de la estancia, ella le ofreció que lo llevara a su cargo un servicio
de autos, estaba agotado, se ofreció a pagarlo.
__Creo que puedo hacerme cargo, si tú pagas
la universidad de nuestro hijo –le dijo riendo.
Al oírle mencionar al niño que esperaban,
ella sonrió con timidez y emoción. Era la primera vez que salía el tema aquel
día.
__Trato hecho _ dijo ella con una sonrisa.
Natasha no estaba segura si habría tenido
noticias suyas de no ser por lo de su madre, y lo mismo ocurría con él,
necesitaban tiempo para pensar en lo sucedido y en lo que les esperaba. Aún no
había él decidido si quería involucrarse o no, pero se había alegrado de estar
allí con ella y conocer a la familia. No podía dejarla sola con aquella
angustia y terror. Ella le dio un abrazo.
__Gracias, Carlos. Hoy has sido un héroe para
mí y pase lo que pase después, te quiero por ello. No habría podido soportar
este día sin ti y los míos.
__Tómatelo con calma. Descansa, hoy ha sido
un día terrible.
__Sé
que ha sido el peor _ contestó ella asintiendo.
Cuando al fin Carlos subió a su coche, esperó
a que ella entrara, cerró los ojos y apoyó la cabeza contra el asiento. Nunca
había pasado por nada tan duro y admiraba enormemente a esa mujer por su serena
elegancia y autocontrol.
Natasha entró solo pocos minutos antes que
llegara Sarah que llevaba la ropa que se había puesto el día anterior para
visitar a Alejo, y zapatillas que le habían dado en el hospital cuando llegó descalza.
Aún temblaba cuando su hija la estrechó en sus brazos, y una manta de hospital seguía
rodeándole los hombros. Su hija nunca la había visto así, desaliñada, asustada
y profundamente conmocionada.
__Te quiero, mamá _ le dijo abrazándola
llorosa.
Sarah solo pudo asentir y sollozar entre los brazos de su hija. El
terror de recibir un disparo o de morir en una explosión había sido tremendo.
Había tenido la certeza de que ninguno de ellos saldría vivo de aquello, y
muchos de los expertos presentes coincidían con ella, aunque no lo habían dicho...
__Vamos a acostarte _le dijo Natasha.
Su madre tembló con más fuerza y recordó la
muerte de la secretaria de Alejo con tristeza. Su hija la acompañó a la suite y
la desvistió como si fuera una niña.
__Mami, he estado en Pergamino, todos estaban
allí _tanteó Natasha.
__Ahora no quiero hablar de eso, hija, no de
ellos, sí quiero cuando me recupere… conocer a mi nieto, él no es culpable de
nada _afirmó y Natasha asintió.
Se tendió vestida junto a ella, encima de la
colcha y la abrazó con fuerza hasta que por fin se durmió. En el hospital le
habían dado un tranquilizante, pero su hija luego de llamar a Guillermo pasó
horas mirándola y acariciándole el pelo, agradecida de que hubiese sobrevivido.
Y no pudo dejar de sonreír recordando a Charles, acababa de saber que su hijo
tenía un buen padre, aunque no quisiera tener hijos tenía buen corazón. Tras estar a punto de perder a
su madre, el bebé parecía un regaló aún mayor. Su madre se había salvado, otras
personas habían muerto, ella tendría un hijo de un desconocido, y tenía que
unir a la familia, acercar a Guillermo con Sarah. Esa noche se sintió muy
aliviada, y cuando empezaba a clarear… se durmió tranquilamente.
Pergamino, viernes 05 de agosto 2016.
Luego de recibir la llamada de Natasha,
Guillermo se desmoronó en brazos de Pedro, ya en su cama.
__Quiero que te dediques al concierto, y yo
iré por el secreto que me dejó mi padre, precioso _ susurró__. Dudo que mi
madre quiera verme jamás.
__ Todo bien, ahora descansa. _ Hoy quiero
hacer que lata tu corazón, quiero que sienta como siente el mío, quiero que te
estremezcas de emoción, cuando te susurre al oído todo mi amor. Quiero que mis notas y lienzos sean portavoces que te expresen lo que siento, yo; quiero que me ames como te amo yo cuando
tus palabras me cantan tu amor.
Quiero
que en mis canciones escuches el trino
del canto suave y bello del ruiseñor, quiero que tu voz sea en mi ansioso oído
cual murmullo del agua que baja del río. Quiero que mi beso haga nido en ti y
que lo sientas latir en tu corazón, así como yo siento tu tibia caricia en las sedientas entrañas de mi ser. Quiero
que se erice también tu piel como se me
eriza a mí al atardecer cuando veo el sol bajando a besar el mar y siento tus
deseados suspiros en mi oído. A través de tus ojos. Quiero que me mires, quiero
entrar en tu mirada. Quiero a través de tus ojos, entrar en lo profundo de tu
ser. Descubriré lo que hay en tu
pensamiento. Quiero descubrir lo que entraña tu ser.
Qué sientes, qué anhelas, cuáles son tus secretos.
Qué sientes, qué anhelas, cuáles son tus secretos.
A través de tus ojos, quiero entrar para
encontrar y descubrir tus pasiones, los más íntimos de tus deseos, que me reveles tus más íntimas fantasías.
Descubriré a través de tus hermosos ojos, los sentimientos más puros que
guardas en ti. Quiero saber cómo puedo llegar a tu corazón. Quiero descubrir el
camino que me lleva a tu alma. Quiero que sean tus ojos los que me revelen, el
lugar de tu cuerpo donde tus deseos se revelan, el lugar de tu cuerpo, donde
enciendes el fuego de tu amor. Dónde es que la razón se deja a un lado para dar paso a la pasión.
Serán estos lo que me dirán, dónde tu cuerpo
se estremece y tus sentidos enloquecen.
En qué momento tu piel se eriza y comienza a arder de pasión. Serán estos los que delatarán tu sentimiento por mí. Será tu mirada la que me revelará el instante exacto, en que tu estarás listo, para yo hacerte el amor. Duerme Guille, te amo.
En qué momento tu piel se eriza y comienza a arder de pasión. Serán estos los que delatarán tu sentimiento por mí. Será tu mirada la que me revelará el instante exacto, en que tu estarás listo, para yo hacerte el amor. Duerme Guille, te amo.
IDEA ORIGINAL ALBERTO MIGRÉ. 1973.
CONTINUARÁ.
HECHOS Y PERSONAJES SON FICTICIOS.
CUALQUIER PARECIDO CON LA REALIDAD ES
COINCIDENCIA.
LENGUAJE ADULTO. ESCENAS EXPLÍCITAS.
Blanca Bellísima
ResponderEliminarDelia Bellísimo
ResponderEliminar
ResponderEliminarMaria Del Carmen Hermoso
1
Nidia Se nota que se aman...
ResponderEliminarMagdalena Ochoa Hermoso
ResponderEliminarEstremecedor Eve...Un relato muy sentido por lo ocurrido a Sarah y a toda esa gente...Y, por supuesto, apasionante por la seducción y el fogoso amor de Guillermo y Pedro...Juntos en las buenas y en las malas, como debe ser cuando el sentimiento es verdadero y tan fuerte que puede contra todo y contra todos...
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