domingo, 15 de octubre de 2017

¿ERES TÚ?. CAPÍTULO TERCERO.




“¿ERES TÚ?”
CAPÍTULO TERCERO.


"Si por eternidad no se entiende una duración infinita del tiempo, sino una atemporalidad, entonces vive eternamente quien vive en el presente".
*Ludwig Wittgenstein.
Me apasiona el hoy pero siempre desde el ayer (¿me apasiona, dije?), y es así como a mi edad el pasado se vuelve presente y el presente es un extraño y confuso futuro donde chicos con tricotas y muchachas de pelo suelto beben sus cafés créeme y se acarician con una lenta gracia de gatos o de plantas.
Hay que luchar contra eso.
Hay que reinstalarse en el presente.
Parece que yo soy un Mondrian, ergo...
Pero Mondrian pintaba su presente hace cuarenta años.
*Julio Cortázar / Rayuela Cap. 21 / Fragmento.
Bs. As., 23 de diciembre.

Pedro se dejó caer sobre el enorme y mullido somier, bajo la atenta mirada del hombre y el joven, de su sobrino que se miraban asombrados.

“¿Un año? ¿Estamos en el 2017? ¿Nos conocemos desde hace un año y ya estamos casados?”

De pronto  tropezó la mirada con el brillo en su dedo, y se estremeció, en al anular izquierdo tenía una aro de oro, es decir una alianza, aquella broma era demasiado elaborada para estar en cada detalle e involucrar a tanta gente.

__Ya Graziani, como chiste vale, si quisiste evadir el seguro o no pagarme los destrozos del coche, te lo regalo, pero devuélveme en primer lugar mi ropa, el celular, luego a mi madre, y a mi cachivache de auto, y déjanos ir.
__ La ropa nueva que compraste está en el vestidor, el celular…  nuevo también lo debes  haber dejado en la mesita de noche, el Sonic azul a estrenar que te regalé está en su cochera y tu madre de paseo.
__Papá, ¿qué le pasa, llamo al médico? _dijo asustado Fabián.

__Deja, hijo déjalo, suele sucederle, ya se le pasará.
__Vale, que basta  Graziani dije, puede que seas penalista pero yo también lo soy, llama a mi abogado, te haré una demanda por privación ilegítima de la libertad, y agravada, porque al parecer tienes al menos a mi sobrino, que es un menor de edad.

Guillermo lanzó una carcajada y Fabián abrió los ojos como platos.
___ ¿De qué te ríes ahora?
__Ya cielito, bueno mándame una carta documento, entonces, ahora qué feo quedaría que mi esposo y mi socio me  inicie una demanda. Es lo que yo llamo… desprolijo como poco.
__ ¿Tu qué…? Ya termínala, que  soy socio de Matías Olazábal  en Baunes, no de tu estudio, te pasaste Guillermo Graziani.

Guillermo intentó calmarse tomando una bocanada de aire, y se acercó o al menos lo intentó porque Pedro puso medio metro de distancia.
__Pedro, amorcito, Matías ya no es tu socio,  y ya no estás en Baunes.
__No te creo, o ¿acaso hice un brote esquizofrénico por el golpe en la cabeza y eres una alucinación? ¿Pero... y ellos? __Paseando la mirada por el hijo de él y por su sobrino __. Sí, seguramente es eso, estoy  en un brote, alucino, pero ¿por qué no me internaron y medicaron?
¿De quién es esta alianza, eh?

Levantando la mano de paso se pellizcó el brazo y, después, la cara, e incluso se tiró del pelo. Necesitaba sentir el dolor para saber que estaba despierto.
__Amorcito, ¿te encuentras mal de verdad? __le preguntó con ternura.

Pedro levantó la cabeza y lo miró directamente a los ojos. ¿Cómo podía estar casado con aquel hombre y no recordar nada? Era Guillermo Graziani, el penalista de la competencia  de su estudio, un penalista famoso, sexy y atractivo. Finalmente para que dejara de mirarlo de aquella manera, es decir acostándose en las pupilas leyendo los resquicios profundos de su alma, sus ansias, sueños y anhelos, Pedro le dedicó una sonrisa y murmuró.

__ ¿En qué año estamos?
__2017, hoy es 23 de diciembre de 2017.
__Me duele un poco la cabeza. ___ ¿Yo renuncié a Baunes?

__Sí cielito, acaso ¿no recuerdas nada? Renunciaste al mes de conocernos y te presentaste en mi audiencia, antes llamaste, Postiglione por estafas, 12.30 horas, ¿recuerdas?

Levantándose de la cama, sonrió a su sobrino, que seguía tomado de la mano de Guillermo, y dijo__:

__Creo que me voy a duchar. Una ducha seguro que me viene bien.

Mirando a su alrededor, Pedro vio cuatro puertas. ¿Cuál sería la del baño y por qué tantas? Al fin, optó por la de su derecha, aunque no llegó a abrirla.
__ ¿Por qué quieres abrir la puerta del armario papi? __ oyó que decía su sobrino.

__ ¿Papi?
__ Sí, quedamos en que les diré papás.
__ ¿Les… ?
__ Tío, a Guille y a ti, como son mis tíos pero papá se murió, me van a adoptar, y entonces les digo como me sale.
__ ¿Adoptar? ¿Hay algún problema porque abra la puerta de este armario? __respondió a su sobrino, hijo, volviéndose hacia él.

__No, papi, tío, pero la ducha está aquí.
Y soltándose de la mano de Guillermo, el niño fue hasta la puerta del baño y la abrió.

__ ¿Terminaste las clases tú?
__Claro, si es diciembre, hace rato, pasé a tercer grado.
__Segundo.
__Salí de segundo, pasé a tercero, Pedro, ve a ducharte, debes estar borracho al parecer.
__ ¿Cuántos años tienes? Seis.
__Siete, seis tenía cuando conociste a papá,  o al  tío.
__ Tienes razón, gracias listillo –resopló Pedro, caminando hacia el baño.

Guillermo que observaba la situación sonrió. Su vida había cambiado gratamente desde que Pedro y su familia habían llegado. Pedro, su esposo, era el centro de su mundo, y verlo sonreír era lo que más le gustaba, perderse en la luz de esa risa con hoyuelos que se trasladaba a la mirada.
No podía imaginar que no recordara, que no lo amara, se moriría sin él ahora, era todo en su vida con Fabián y Agustín.

 “Pedrito, amorcito, ¿estarás jugando? Tus pasos fuertes como impactos contra el suelo que anuncian tu regreso, la magia de tu voz que me llena como dulce melodía, la sonrisa que causas con sólo tu mirada, el roce de tus labios hacen crear mis ojos para imaginar la belleza de tu amor, hoy extraño la presencia del amor que brotaba de tus manos.

Ahora el silencio que me has dejado me hace esclavo de la demencia de mi locura, imaginé como un niño que regresas nuevamente.
Ahora que pasan los minutos veo tristemente que nunca volverás, cuento cada momento, cada segundo, uso mis mejores ropas, seguro de que al final ahí estarías y con cruel tristeza me ha tocado renunciar a la esperanza, para envolver mis fantasías en mis sábanas blancas.
Abro mis ojos con un nuevo amanecer imaginando que ya es suficiente  sin la presencia de tu ser, preparo mil desayunos solitarios, tu plato junto al mío espera tu llegada, ninguna de mis comidas tiene la suerte de sentir tu presencia.
Deambulé en las noches de soledad, y le pedí a Dios que me ayudara para salir de este tormento y no acudió a mi ruego, ojalá algún día te acuerdes que aquí estaré esperando la presencia de tu amor. No, me niego a volver a ese primer mes en que no me veías y yo te amaba, menos a cuando quisiste convencerme  de que amabas a Matías, cielito, no, estás jugando”.

Negando con la cabeza, al reconocer sus caras y advertir el gesto con el que lo miraba el nene, optó por tomar al pequeño entre sus brazos mientras le decía.
__Vamos, colega, le mentiste, no cumpliste los siete, no lo confundas, tienes seis todavía, vamos a dar un toque al balón antes de que comiencen a llegar los invitados, Fabi, hijito, ve a buscar a Valeria. __Y  luego mirando a su esposo añadió__. Y vos cielito, ponte churro, si es que es posible más, no más de lo que sos, creo que es imposible.

Luego Guillermo le dio un suave beso en los labios y desapareció, dejándolo solo en la habitación y terriblemente desconcertado.

Diez minutos después regresó tras darse una estupenda ducha a aquella habitación que era de película, como  toda esa alucinación…  porque seguramente debía de ser el pabellón de un psiquiátrico y ellos habían venido a visitarlo, aunque era inmensa, decorada con gusto.

Atraído como por un imán se acercó a la chimenea donde de lejos veía varios portarretratos, pensando en encontrar su celular y llamar a Matías, así si no estaba loco, pondrían entre los dos las cosas en orden.
En la repisa antes de llegar con la mirada a las fotos, vio una notita, escrita en manuscrito, con su nombre. Firmada por ese hombre.

 Me cuestionó, por qué la humanidad se encariña de una manera tan espiritual o tal vez sea por sólo sentir el roce de la piel, así fue cuando me enamoré de vos amorcito, de tu alma tierna y bondadosa para mí. Sentí que entrabas a la mía, que te diluías en mí, que los espíritus se fundieron en uno, y ya no hubo regreso.
A cada instante me enamoro más y más, deseo expresar lo que siento hoy por vos, llévame a tus brazos, toca mi alma y mi corazón, regresa para disfrutar la magia de tus ojos, que es la razón de mi existencia y hace vibrar mi corazón.
Abrázame fuerte, quiero tenerte entre mis manos aunque la noche sea fría en momentos, estaremos en este lugar sólo vos y yo, en la calidez de un beso de amor”.

Hurgó en el celular, lo barrió, era el suyo, azul, el modelo, tocó el teclado, el dos de marcación rápida del móvil de Matías, y nada, buscó en el listado de contactos, y apenas reconoció el número de su madre, el propio y los de emergencias, luego estaba el de él, y…

¿Quiénes mierda son Gaby, Beto, Marcos, Juan…Cuca? ¿Y Matías?

La mirada se disparó a las fotos, eran poses cariñosas de ellos, él y Guillermo Graziani en El Coliseo, en una góndola, en el Big Ben, en la torre Eiffel, en Las Vegas, incluso había fotos de su madre y de Agustín, allí estaba la trampa, debían estar trucadas, ni tiempo de ir a todos esos lugares pudieron tener.

__No me lo puedo creer _susurró sentándose en la cama con uno de los portarretratos en las manos, saltando la mirada entre la imagen y la alianza.

Sonó un móvil: “eres”. Café Tacuba.

__Mi celular, es otro, no el que vi recién, y me la juego a que es Matías, pensó y buscó el sonido, asombrado porque partía del que terminaba de dejar.

__!Hola! _atendió.

__ ¡Hola, bocón!, contigo quería hablar yo.

Pedro lo reconoció al instante, era su socio y amigo, era Matías. Con seguridad él lo ayudaría a aclarar todo aquello, a escapar de allí.
__Matías, escucha, yo…
__No, escúchame tú a mí __lo interrumpió el otro___. Como vuelvas a decirle al idiota de  José dónde estoy, te juro que no te volveré a hablar el resto de mi vida. Te dije que no le quiero volver a ver. Que no le quiero oír. Lo odio. ¿Me has oído? ¡Le odio!

Sorprendido, Pedro preguntó:
__José. ¿Qué José?
__Mira, lindo, que él sea bobo, y un estúpido engreído, vale…, pero que tú te hagas el tonto me deja sin palabras. __ Y sin darle tiempo a contestar, prosiguió__. Sabes que el otro día corté con él y no pienso volver a picar por mucho que me guste o lo necesite. Me da igual si es el Fiscal y mejor amigo de tu maridito o…

___ ¿Mi maridito? ¡¿Has dicho maridito?! __gritó Pedro.

Matías, un tanto perplejo, interrumpió su reto y afirmó:

__Sí, tu maridito, el guapetón ese con el que te casaste hace unos seis meses, que está más bueno que un bon o bon bombón y que te tiene en sus palmas consiguiendo que todos tus amiguitos, entre los que me incluyo, te odiemos cada día más, y ni qué decir de Juan Arismendi al que plantó por ti.

Cerrando los ojos, Pedro gimió. Pero, ¿qué estaba ocurriendo? ¿El mundo se había vuelto loco?
Matías al oír cómo su amigo murmuraba a través del teléfono, le preguntó.
__ ¿Se puede saber qué te pasa ahora con tanto murmullo?
__No sé quién soy…
__Sí, claro…, y yo me llamo,  Maradona __se mofó.

__No sé quién es él… No sé qué hago donde sea que estoy, aquí… No sé, no recuerdo haberme casado con él ni con nadie.
__ ¡¿Cómo dices?! __gritó Matías.

__Que no me acuerdo de nada que no seas tú, y nuestro trabajo, mi madre o mi sobrino __repitió, desesperado__. Y… y estoy aquí sentado en una preciosa habitación recién salido de la ducha y no sé quién es el hombre con el que supuestamente estoy casado, ni dónde está esta casa, ni mi auto, nada. ¡Oh, Dios! Pero ¿cuándo me he casado?
__!Huy, pichón!, ¿te has dado otro golpe en la cabeza en la ducha como en el coche el año pasado?
___!No lo séeee!
__Te lo has debido de dar porque no recordar quién es tu marido es un delito __ironizó. Ya quisiéramos muchos recordar lo que tú no recuerdas. Y te aclaro que me abandonaste en el trabajo también, para irte con él, eres socio, supongo que lo sabes.

_Que no, que no puedo creer que trabaje con Graziani.
__Créelo, en un día renunciaste a Baunes y firmaste la sociedad en su estudio, poco  antes del casamiento.
__Mi sobrino lo abraza, lo llama papá o tío, dice que lo adoptamos o lo adoptaremos, y el hijo, me conoce __prosiguió Pedro sin escucharlo__. Veo fotos de él y de mí besándonos en cientos de sitios y no sé cuándo me las hice, llevo una alianza. Dice que mi madre se ha ido a un gimnasio con una amiga cuando eso no lo ha hecho en su vida, apenas usaba la bicicleta fija en casa, y ahora tú, mi amigo y mi socio, la única persona que me puede ayudar a entender qué está ocurriendo, me llama y me confirma que estoy casado con él, yo quería que le hiciéramos una demanda, pensé en un secuestro, y yo… yo… ¡no recuerdo  nada!

Matías reaccionó rápidamente y le dijo antes de cortar:

__En media hora estoy en el Delta, en tu casa, que es en el Delta, pero no es la casa que creo que recuerdas, es la que compraron con él. Y por favor disimula, no le digas a nadie lo que me acabas de decir a mí, o irás directamente al Borda o al Moyano.
___ ¿Y no lo estoy?
¡Matías!

Tras colgar, Pedro suspiró. Al menos alguien acudía en su ayuda. Al sentir un escalofrío se levantó de la cama. Necesitaba vestirse. Miró a su alrededor, y junto a la puerta del baño estaba la puerta del supuesto vestidor. Con decisión se dirigió a ella y, al abrirla, se iluminó una estancia que lo dejó sin habla.

Ante él tenía el vestidor más impresionante que nunca había visto. Igualito al que mostraban las películas de mansiones norteamericanas, blanco, reluciente y todo ordenadito. Sin que pudiera remediarlo, entró, y comprobó sentándose en la banqueta que a su izquierda había ropa de hombre que por la talla supo que eran de él, de Graziani, y a su derecha, otro tanto de marcas insólitamente caras de su talle. Impresionado tocó las telas de los trajes hasta que llegó a uno gris fino, color plata.

__!Guau,  un Christian Dior!---exclamó.

Durante un rato disfrutó de la visión de aquellos maravillosos atuendos y de repente, sus ojos dieron con unos zapatos más caros que todos los trajes.

__No puede ser… unos…Salvatore Ferragamo.
Imposible que fueran de su número. Los tomó y se los calzó, lo eran, claro, eran suyos. O mejor dicho se suponía que eran suyos, ¿cómo no iban a ser de su número?

Sonrió y caminó por el vestidor sintiéndose un rey en la comodidad de aquellos grandiosos y carísimos zapatos, entonces su vista se clavó, en un caro, impactante traje negro de solapa de algo brillante.
Cinco minutos después, se quedaba frente al espejo boquiabierto, el traje le quedaba como un guante, se veía como un príncipe, y con aquellos zapatos, el conjunto  era un escándalo, de pronto la puerta de la habitación se abrió.

__Pedro, vida, ya he vuelto __se oyó.

Era la entusiasta y alegre voz de… su madre.
Ella le aclararía todo aquel lío, y con Matías lo sacarían de allí. Se quitó el traje y los zapatos velozmente, se puso una bata y salió del vestidor. Al verla,… se quedó de piedra.

Una mujer con la misma cara que su madre le sonreía, peinada de peluquería, vestida con un vestido largo de fiesta.

__Mama… ¿eres tú?

CONTINUARÁ.
HECHOS Y PERSONAJES SON FICTICIOS. CUALQUIER PARECIDO CON LA REALIDAD ES COINCIDENCIA.
LENGUAJE ADULTO. ESCENAS EXPLÍCITAS.

13 comentarios:

  1. María Gracias mi adorada amiga Eve Monica Marzetti por tu excelso relato, me encanta.

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  2. Cecilia Qué divina. Muchas gracias, Eve Monica Marzetti.

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  3. Maria De La Luz Divino relato, me reí, Dios la bendiga un abrazo.

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  4. Princesa Hermosísimo...Saludos cordiales un gran abrazo fraterno querida Eve Monica Marzetti.

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  5. Pilar ¡¡ Noches de pasion

    Cuando el amor es tan inmenso, como describes siempre no lo borra ni un choque .... Bellisimo

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  6. Gasper bellísimo, imposible no entenderlo es la vida misma , gracias linda

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  7. Sol Urvino Se nota que Guille tiene no solo buen gusto, sino buen manejo de todo. UN BESO, EVE.

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  8. Veronica Lorena Piccinino Sinceramente, hermosa historia. Ese Pedro con amnesia pero que ama al hombre a su lado me mata de amor. Guille sinceramente me tiene completamente perdida... Gracias Eve

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  9. Yo también estoy confundida Eve...Escribís tantas historias que por momentos me pierdo, casi como le está pasando ahora a Pedro...Bueno, me quedo esperando a ver cómo resolvés este lío...

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