sábado, 16 de diciembre de 2017

"LA CÁTEDRA". CAPÍTULO TREINTA Y TRES.





"LA CÁTEDRA".


CAPÍTULO TREINTA Y TRES. 

Viernes, 13 de agosto de 2016.
Previo…

___!Hijo de puta! __bramó mientras se debatía entre dejarlo ir o cruzar con la barrera baja.

Debía llegar antes de que su esposo convirtiera su vida en un infierno, porque si la echaba y se divorciaban,  hasta le quitaría a los chicos. Entonces decidió cruzar.

La vida es una sucesión o abanico de elecciones y siempre que se elige, se gana algo para perder otra cosa. Ella era invencible, era el poder en persona, y todas sus decisiones siempre eran drásticas, como el día en que abandonó a Fabián para no regresar.

“Entonces resulta que la luz tranquilizadora al final de tu túnel es un tren que venía en dirección a ti”.

 “La relación con el otro es una relación con un misterio”.
(Emmanuel Levinas)
 “Puedo escribir los versos más tristes esta noche.
Escribir, por ejemplo: "La noche está estrellada,
y tiritan, azules, los astros, a lo lejos.
El viento de la noche gira en el cielo y canta.
Puedo escribir los versos más tristes esta noche.
Yo la quise, y a veces ella también me quiso.
En las noches como ésta la tuve entre mis brazos.
La besé tantas veces bajo el cielo infinito.
Ella me quiso, a veces yo también la quería.
Cómo no haber amado sus grandes ojos fijos.
Puedo escribir los versos más tristes esta noche.
Pensar que no la tengo. Sentir que la he perdido.
Oír la noche inmensa, más inmensa sin ella.
Y el verso cae al alma como al pasto el rocío.
Qué importa que mi amor no pudiera guardarla.
La noche está estrellada y ella no está conmigo.
Eso es todo. A lo lejos alguien canta. A lo lejos.
Mi alma no se contenta con haberla perdido.
Como para acercarla mi mirada la busca.
Mi corazón la busca, y ella no está conmigo.
La misma noche que hace blanquear los mismos
árboles.
Nosotros, los de entonces, ya no somos los mismos.
Ya no la quiero, es cierto, pero cuánto la quise.
Mi voz buscaba el viento para tocar su oído.
De otro. Será de otro. Como antes de mis besos.
Su voz, su cuerpo claro. Sus ojos infinitos.
Ya no la quiero, es cierto, pero tal vez la quiero.
Es tan corto el amor, y es tan largo el olvido.
Porque en noches como ésta la tuve entre mis
brazos,
mi alma no se contenta con haberla perdido.
Aunque éste sea el último dolor que ella me causa,
y éstos sean los últimos versos que yo le escribo.
*Pablo Neruda / 20 poemas de amor y una canción desesperada”.

"… tú y yo sabemos demasiado de algo que no es nosotros y juega estas barajas en las que somos espadas o corazones pero no las manos que las mezclan y las arman, juego vertiginoso del que sólo alcanzamos a conocer la suerte que se teje y desteje a cada lance, la figura que nos antecede o nos sigue, la secuencia con que la mano nos propone al adversario, la batalla de azares excluyentes que decide las posturas y las renuncias. Perdóname este lenguaje, el único posible."
*Julio Cortázar / 62 Modelos para armar / frag.


Después de que Silvina y su esposo se alejaron de la reunión, Guillermo y Pedro salieron a la terraza para estar a solas.

__ ¿Qué fue ese ruido? _preguntó Guillermo.

Pedro bajó la mirada, en pos de bromear, fingiendo vergüenza.
__ Yo, es decir tu dragón alado cayendo del cielo _dijo tratando de descartar el tema de la noche, como también el de la empresa que cada tanto acudía a su mente.

Guillermo sonrió y le acarició la cara con un amor infinito e irreverente.
__ ¿Tiene las alas rotas? __ siguió indagando. Pedro lo miró.

__Eso nunca. Sólo están un poquito heridas.

Guillermo unió los labios, libando anhelos y dolor en la misma saliva, deseaba en el beso beber la saliva con todo el dolor circundante.
__Yo voy a sanarlas __le prometió.

Quisiera que sepas que ya me es imposible parar de mirarte en mis recuerdos, ya no puedo contener el deseo que tengo de querer besarte a cada momento, el no poder aguantarme las ganas me está matando, es como beber de tus labios agua de sal de mar, a más besos más ganas de vos, a más besos, más sed de tus propios besos, no dejo de soñar que me deslizo entre las curvas de tus labios, que me arropo en ellos como un niño con frío, sueño con despertar en esa delicia que tienes por boca y besarte eternamente.
Espero que puedas perdonarme, que dentro de mi franqueza, mi atrevimiento y tal vez  falta  de respeto, sepas que lo único que tengo son buenas intenciones, que mi amor es verdadero.
La verdad es que me porto​ como loco, me fascinas tanto, tanto, que las noches en mí son un verdadero calvario, soñarte y no tenerte cuando te dejé ir al sur lo fue, seguramente todo es culpa de esta mente mía, maquiavélica, lujuriosa, perversa a ratos que me pone a imaginarte, a fantasear cómo poco a poco te desvisto hasta despojarte completamente de tu ropa, deseando hacerte mío, deseando poseerte despiadadamente, a mi antojo.
Tal vez, después de esto, no quieras​ saber más de mí, tal vez, pienses que soy un pobre diablo o un infeliz más con una mente podrida, dañada y sin remedio, tal vez, tengas razón, tal vez sólo soy un pervertido que no sabe cómo contenerse ni refrenar su pulsión, o tal vez no entiendas lo importante que sos en mi vida.
Te confieso que yo jamás, nunca, había sentido lo que siento, por eso no puedo dejar de pensar en vos, en las​ curvas​ de tus labios, en fundirme en tus besos, en arroparme en la comisura y vivir en ellos un eterno.
Y por lo mismo me duele que te perturbe esa mujer que en definitiva hace años que no está en mi vida, mucho menos deseo que te afecte el veneno que destila, siempre ha sido así. Por ello es que intento proteger a Fabián, preferiría que se niegue a intimar con todos, con ella, con sus hijos, en definitiva aunque los unan lazos de sangre, nada tienen en común.
__Creo lo mismo, amor, pero Fabián es inteligente, sensato, ya ves que no corrió hacia ella aunque la vio, está pensando en todo lo que acaba de conocer, está meditando qué hacer, no creo que la deje entrar a su vida, menos teniendo ya una familia.
A propósito ¿te gustaría pasar unos días en París?
__ ¿Qué? _interrogó Guillermo asombrado.

__Lo que oíste. La verdad es que lo tenía olvidado, cada año tenemos algún viaje  por una convención  de empresarios, este año es en París, en la reunión lo recordé, dije que no iría, y no volvería a viajar, excepto que me acompañaras.
__No lo sé. No sé…
__Deja, no es momento, en unos días es el cumpleaños de mi hermano, y ya dije que no iría, además tengo que vigilar de cerca allí un poco, la gente que dejó mi padre no es toda honesta, me vi obligado a despedir a un abogado,  tendré que trasladar a otro a Uruguay, está algo complicado el panorama.

Pasaron un buen rato charlando con otras personas, sin preocuparse en absoluto por Silvina o Rafael, por si compartían el mismo ambiente o no. Eran demostrativos y se besaban de a ratos, como de costumbre, y pasaban mucho tiempo abrazados.
Después de la copa de champaña, pensando en que tendría que manejar, Pedro evitó el alcohol, Guillermo en cambio, bebió algunos tragos y acabó más relajado y suelto, provocándolo con la mirada. Tanto se desearon en silencio o en dichos en susurros que una fuerza magnética era casi palpable entre ellos, la mirada disparaba corrientes eléctricas que paseaban los cuerpos, disparando chispas desde cada poro y terminal nerviosa, disimularon ante todo el mundo, mas a las dos Pedro propuso irse y Guillermo aceptó sin dudarlo.

Subieron al auto, Pedro encendió la calefacción. Conversaron del cumpleaños número catorce de Agustín, sería el primero que Pedro deseaba realmente festejar con su hermano, para el que faltaban pocas semanas, y en todo ese tiempo ni siquiera se acordaron de Silvina. En la autopista, Guillermo estiró un brazo y acarició la rodilla de Pedro con deseo contenido.

__ ¿Qué campaña le propusiste a ese hombre con el que hablabas? __le preguntó al recordarlo.

__Tiene que auspiciar un par de propagandas que inviten a la gente a disminuir el consumo de energía y el uso de los autos __ explicó Pedro sucintamente.

Guillermo sonrió con orgullo.
__Me encanta que siempre tengas un argumento para todo __dijo.

Pedro sonrió.
__Sabes que esa creencia viene de hace tiempo __le dijo.

__ Por eso debe de ser que me enamoré de vos _respondió Guillermo, y se estiró para darle un beso en la mejilla.

No se alejó rápido, quedó prendido a la piel, al aura, como si el perfume de Pedro fuera un imán para él, se quedó inhalándolo junto a su pómulo  y después junto a su cuello largo rato, en tanto su prometido sintió la quemadura en la piel que el aliento iba abrasando.

__Guille… __susurró Pedro. Su voz había cambiado.

__ ¿Qué? __lo provocó lamiéndole el lóbulo de la oreja.

__Nos vamos a salir de la autopista __vaticinó Pedro, casi ya incapaz de contener su deseo.

Guillermo sonrió, pero no dejó de besarle el cuello.
__ Con vos, sin piano, sin batería, sin violines, escribo al mirarte mi propia canción y con cada latido de mi corazón trazo esta sinfonía de amor.

Guillermo calló, recordando una discusión lejana al llegar de ver a Juan, cuando al encender la luz, Silvina lo esperaba sentada a oscuras en el sofá y le espetó su rencor.

“Apareces nuevamente entre las sombras buscando el refugio de mis brazos, extrañando mi amor. Llegas intentando reconstruir las ruinas de un sueño derrumbado por la decepción,  buscando desconsolado alguna señal, algún latido de mi inerte corazón una vez que el frío viento de tu traición lo llevó a la muerte. Te aferras a mí queriendo encontrar algún vestigio del ser que pereció en el intento vano de amarte con devoción. Esperas ver el brillo en mis ojos ahora que yacen apagados y vacíos añorando su magia sepultada en el ayer sin medir las consecuencias hirientes que causaron dolor e indiferencia en mí. Vienes con un ramos de rosas negras esculpidas de arrepentimiento sin comprender que los fantasmas del pasado son sólo espectros de nostalgias que vagan errantes sin porvenir. Regresas en esta noche oscura donde mis silencios marcan la distancia dejando en claro a cada paso que doy el adiós sempiterno que me abre camino a una nueva etapa de soledad o tal vez no”.

__ ¿Qué sucede, amor? _interrogó Pedro al sentirlo lejos y con la mirada en ninguna parte.

__Nada __sacudiendo la cabeza__, es que recordé un instante, una noche hace años, en que quizás ella supo que yo era gay, que estaba con Juan, olvídalo, ya pasó. Igualmente nada justifica que abandonara a su niño de antes por mí, ni a Fabián luego, el rol de madre, no tiene nada que ver con nada.

Banfield.

Luego de haberse deseado durante horas delante de la gente, llegaron a la casa de Guillermo a punto de estallar.
Dejaron el Sonic en la calle y entraron a la vivienda besándose. Guillermo se encargó se cerrar la puerta con llave a trompicones, y luego atrapó a Pedro en la escalera, antes que alcanzaran a llegar a la suite.

__Ven a mi lado precioso, juntemos nuestros corazones enamorados, fundamos en uno lo que sentimos los dos. Ven a sentir la magia de mi cálida presencia para volar abrazado a mí, por los sentimientos, las emociones, los sentidos, los deseos y encender el fuego del amor con nuestras miradas, con caricias de ternura, caricias enamoradas... comunicarnos con el cuerpo sin que lleguen las palabras, y escribir una historia de amor en el viento; que quede grabada en nuestras pieles, en nuestras almas.
Sin letras, sin tinta, sin papel, sólo en nuestro corazón y en nuestra mirada con esencia de miel.
Llenaste mi vida, tocaste mi alma, moviste mil cosas al sentir que me amas. Te llevo en mi mente en todo momento, porque eres el dueño de todo pensamiento. Tu esencia yo invoco, tu amor que lo evoco, tus besos que añoro, tu cuerpo que adoro. Tu voz en mi mente se hace presente con estas ganas locas que tengo de abrazarte. Es tu presencia que exigen mis ojos, mi alma y mi corazón para poder amarte. Mis manos te gritan y labios susurran hacia el cielo cada mañana, ser vos mi esencia, para amar tu presencia.
__Estoy presente ahora buscando amarte y ser amado, en el manjar de tus labios, cautivo en la delicia de tus caminos, preso en tus hondonadas ante la deliciosa desnudez del alma antes que del cuerpo, emocionado ante la mirada de miel que me habla de tu amor. Quedo a merced de tus deseos sin reparos, presto a arder en tu fuego, dispuesto a saciar tus antojos, que se incendie mi alma al calor de tus ojos, y se deshagan nuestros cuerpos en las llamas de la hoguera. Que mis labios ardan  en la hirviente miel que brota del dulce melar de tu boca que alborota los nervios y provoca, agitando mis latidos y erizando la piel.
En la oscuridad de esta noche serena, yo quiero ser sol que penetre profundo de tus secretos con la luz poderosa de mi candil. A mi piel oscura de sol y nieve,  tu piel clara le dé lumbre, y anuda a mi cintura tus piernas, que se pierdan en gemidos las horas desveladas, y alcancemos juntos del cielo la cumbre. Cansados y extasiados, y aún entrelazados, respirando del amor los sollozos y el aliento; reanudemos otra vez ese mágico momento, entregando mutuamente la pasión al ser amado. Te amo, Guille, y por nada viajaría solo de nuevo, no digo que no me gustara lo que hice en el sur, pero sin ti ya no es lo mismo, antes estaba solo, hoy es más lo que me une a ti, como tantas veces te dije, si es lo que quisiste poner a prueba enviándome a la misión. Si me hubieras contado lo que estaba sucediendo, habría dejado todo, eres lo único en mi vida, y por lógica tu familia, y mi hermano.
__Fue duro, sí, ahora no tengo dudas. Quiero hacer un camino de diamantes en la ciudad de mi alma, en la de mi corazón, jardín de eternos suspiros crean tus caricias alrededor de mi fuente. El aire es magia entretenida al caer la nieve de tus besos. El fruto yace en inspiración,
germinan mimos en ternura, mi tentación dulce es exquisita al evaporarse en mis labios. Siento sed  de beber tu néctar,  de alimentarme de tus poros ahora miel del deseo al libarme tu campo y tus fluidos. Te destilo, bebo, saboreándote de a poco, en infinidad de tragos para no perder tu sol de idilio al consentirme como tu amante. No quiero perderme ni una gota de tus preciados rocíos en nado,  cada  disparo en vilo sostengo al darle de mi pistilo, ambrosía. Se nos brindan las relentes  fuentes, cada una evaporando sus anhelos nos involucran al beber con pasión
los eflujos secretos de las entrañas. Invitados de honor de la felicidad, cantamos al gemir nuestro amor, incitamos a neuronas, sus átomos explosionamos en efervescencias y simientes de esencias, del ser.

Guillermo rio y se sentó en un escalón. Pedro se arrodilló delante de él y se inclinó para besarle el cuello, al tiempo que dedos imprudentes y torpes desanudaron la corbata, dejaron caer el saco, desabotonaron la camisa. Cuando al fin alzó la mirada al sentir los dedos de Guillermo enredarse en su pelo lo quemó con ella.

__Te dije que te iba a sacar la ropa _le recordó con voz grave y sensual. Guillermo  se abrazó a su cuello y lo besó en la boca, y las lenguas dispararon ondas eléctricas que se expandieron como la piedra lanzada en un estanque, por el resto del cuerpo, en oleadas de placer que llegaron al pecho, al vientre, a la pelvis, hasta los dedos de los pies. Luego los besos subieron hasta la frente rozando el rostro en el camino.

__No aguanto más, hazme el amor o te lo hago ya _susurró hundiendo la nariz en el pelo ya alborotado.

Las palabras surtieron un efecto instantáneo en Pedro. Estaban solos. La familia entera estaba en casa de los padres de Valeria, en intento ya de evitar encuentros como los últimos, podían amarse en las escaleras…

 __Dame la ambrosía de  tus labios que bebí y ansío. Aquellos…tus ojos de engañosa calma. El susurro leve que remonta el río. Devoras mis horas febriles y tensas. Toda mi fortuna está en lo que piensas brincando en mi pecho. Deseo besar esos labios tan delicados que tienes, abrazarte tan fuerte que te sientas preso de mis brazos, y sentir tu cuerpo contra el mío en la noche fría y oscura. Quiero palpar tus muslos y navegar en tu mar de fluidos, en ese velero que lleva por nombre pasión inaudita, y emprender en la cama nuestra mayor aventura. No sabes las ganas que tengo de quitarte las barreras todas, de olerlas y mirarte a esos ojos tan llenos de vida, mientras acaricio tu rostro con delicadeza y ternura.
__Si supieras cuánto me estremezco cuando te escucho, te volverías loco y me someterías a tus tentadores deseos, salvajemente o con la más primorosa dulzura.
Te escribiría un concierto lleno de magia en tu suave espalda, donde habitan lunares que ni siquiera sé que existen, para acabar haciéndote mío en cualquier postura. Necesito que mi lengua sea la culpable de tus orgasmos, ésos con los que siempre dormido en tu cuarto has soñado, los cuales suprimen tu cordura por tu locura. Que Dios me libre de todos estos tentadores pecados, que se interponen entre mi inocencia y mi fe, porque este amor que siento por ti no tiene cura.
Eres  el llanto de mi tristeza, me desgarras amor, tu angustia me desarma en pedazos y desliza su furia en mis entrañas. Mi mente vuela en la oscuridad de madrugadas para encontrar tu rostro perdiendo tu imagen en el viento. Hombre de mis deseos, comprimes mi pecho cuando escapas de mis sueños. Tus lágrimas ahogan mis verdades en el silencio de tus lamentos. Te persigo en mis recuerdos, desolando mis miedos, ocultándote en  el sol pecador, que miente al ser cómplice de tus fugas. Destierras mis ansias cuando ciegas mis ojos, mis ansias de conquistar tu cuerpo, acariciarte en mis desvelos...Corazón  fugitivo de mis pasiones, permanezco en mi lecho a la espera de tus besos. Callas tus temores, naufragamos en mares de aguas turbias, nos condenan a sufrir amores que caminan como fantasmas hacia el abismo. Tinieblas que se interponen en nuestro destino y que juro desaparecerán.
__ Pedro, no existen, te entrego mi corazón,  lo pongo en tus manos para que hagas de él lo que quieras,  para que  entiendas que  sos vos el único hombre que amo, que no hay nadie más,  sólo vos  sos el dueño de mi vida, de mi amor, de mis pensamientos, de todo mi ser y es por eso que hoy bello adonis en tus manos está mi querer, vos sos quien me salva o me condena. En vos está llenar mi vida de tu amor o condenarme a tu desamor, sos quien rige mi alma en si seré feliz o moriré de amor.
__Y tú me llamas loco, loco por amarte, loco por quererte, loco por desearte, pues sí, soy un loco, un loco más en tu vida que sueña con saborear la miel de tus labios, que sueña quemarse en tu fuego más íntimo, un loco más que caminaría a tu lado toda la vida, que volaría al cielo y le pediría a las nubes gotas de corazones por ver tu rostro mojarse de mis amores, a las estrellas lluvias de arco iris, a la madre luna destellos de lujuria, tú llámame loco, porque sí estoy loco, loco por el amor dulce de tus besos, por el roce de tu piel de mar salada, loco, sí, estoy loco porque me beses, por tus suspiros en mi boca, por tu esencia, loco por tu risa, loco por el amor que encuentro en tu mirada, por la sencillez con la que te apasionas, loco porque me des la mano y me dejes ser parte de ti en tus labios, loco por tenerte y estar dentro de ti, de tus sueños, loco porque me gastes la boca a besos, por el amor que destilan tus labios de mar.
Te amo como las olas a la arena de la playa que suspiros dibuja al arrobo de un beso. Como gaviota al mar de aurora con abrazos cálidos planeados con ósculos robados libando su nirvana esencia. Te amo como el ocaso a la noche que se entrega sin tregua a la peregrina incertidumbre de esperar una nueva aurora. Te amo con vehemencia de mi piel vistiendo la tuya, calor conjugado en tu vientre de mi querencia aturdida. Te amo como la lluvia a la campiña que baña sus ramales arco iris con caricias sabia bendita retocando de verde esmeralda. Te amo con dulce embeleso convertido en mi espejismo por calmar mi desvelo y descifrar el misterio de tus labios. Amo tu vientre esotérico huraño con deseo ardiente inaudito de calmar mi volcán de delirio al vibrar de cuerpos de ola.
__Ven a llenar de paz mi cuerpo blanca espuma, que tu rugir de olas, salgan a mi encuentro, toma mis pensamientos, toma mis memorias, y acomódalas a través del tiempo. Quítame el cansancio mundano y deja que extienda mis brazos, para atrapar por segundos la frescura  infinita de tus labios. Arrópame sin arrebatar mis sueños, límpiame de las culpas y rencores, renuévame de amor desmesurado, y diluyamos juntos los amores de antaño. Esos que salieron huyendo,  por temor a tocar lo que después sería  por los dioses juzgado. Píntate de tus colores crepusculares,  fundiendo el sol y la luna,  mientras tu blanca pureza rompe entre las piedras,  y deja que me guíe tu furia indomable. Acaricia mis mejillas con tus ojos de cielo, a donde iré sin vos si te nombré  mi dueño. Podré marchar a otros mares pero siempre a tu orilla vuelvo. Ven a mí, te necesito esta noche, en tu corazón déjame introducirme, no pienses, no trates de entender, aunque no sea lo correcto. Déjate querer. Sé que me deseas, sabes que te necesito, no indagues, no preguntes, somos dos astros a punto de chocar, el universo se empeña en juntarnos, ya nada ni nadie nos podrá separar. La noche será eterna, seremos dos cuerpos frente a frente, dos piedras del desierto que se deshacen y unifican, dos mundos distintos pero fundidos, emanando el dulzor de las pasiones. Mi locura está en tu mente, en tu carne hirviente, tu deseo siento en mi cuerpo, con tu mirada ferviente, somos como dos locos abstraídos por una fuerza llena de hechizo, se enfatizan desbordantes nuestros latidos.
No sólo quiero tu cuerpo, sino tu alma, que no recuerdes nada de este frío mundo, que sólo te abrasen mis besos, arderemos juntos en nuestro infierno, no te resistas, es nuestro deseo compartido.
Dedos que juegan en tu espalda, besos en tu cuello, en el hombro... Dedos nerviosos, ropas que se deslizan suavemente, escalofríos que recorren tu cuerpo, respiración entrecortada, pulso que se acelera. Mi boca en tu piel, el olor de la excitación de tu cuerpo, dos personas que se aman, dos almas unidas que arden como una llama, que bailan al compás del amor...Dos almas que se desean desde la primera mirada, desde el primer susurro, hasta el fin de los días ... Saber que en tu mente has diseñado este amor que te profeso, en mi dormir siempre te sueño y te siento y en lo más profundo de mi ser siempre estás, aunque la  distancia a veces destruye, yo sé que cada día más te siento y me añoras más. Confío siempre en el amor que tú me transmites y sé que cada minuto que te veo más te siento, mi corazón y mi alma buscan esos labios sonrosados para que se posen en los míos para poder disfrutar ese conjunto de sensaciones. Tú sabes que  aun en  nuestra distancia yo te espero y con suma excitación mi mente se conmueve y sólo deseo sentir tus brazos y caricias, sabes que mi boca esta sedienta de sed por ti, deseo mojar mi frente para darnos nuestra sensación de amor.
Deseo saborear mis deseos y sentir mi vida dentro de la tuya, esta gran lluvia de  mi sentido amor en el sentir de nuestra gran espera, mi  jardín secreto siempre tan flamante me sigue sin cesar e ilumina mis grandes sentimientos hacia ti y sólo ansío tus sentimientos de amar. Muevo mis manos  sin trayecto alguno,  errantes aves buscando su nido… Te encuentro dispuesto, dejándome llevar  por las sensaciones que motivas al tocarte… Ruedan mis yemas por tu cuerpo como gotas de rocío, suaves, sutiles, alevosas moviéndose con el impulso de tus deseos, humedeciendo tu lienzo, llego al punto exacto explotando de pasión respiras…el mismo instante que mi libido  te aroma sin inciensos,  al nivel de tus formas, te estremeces, gozas, disfrutas la liviandad de mis roces, olas convulsas envolviéndote, espuma de mar bravío apropiándose de tu albedrío, eres cautivo de las emociones derramadas por mi agitación, exaltándote de sobremanera. Inquietud que disfrutas, desasosiego…Placer besando ansiosos jadeos y yo… Retozo entre tus suspiros mimado por tus anhelos y el viento de tu aliento abrasa mis cinco sentidos mientras me ciñes a tu pecho. Deseos corpóreos andan, por las calles de lo oculto. Amar no es un desatino cuando de dos gusta el fruto.
__Mis labios se pierden en los tuyos y cierro los ojos, esplenden las oscuridades, me estremezco, fulguran los sentidos  la miel de tus besos liba mis vetustas codicias. La magia de este suspiro nos une, rozo tu alma con el néctar de mis deseos, acaricio tus sentimientos que saben a eternidad y me regocijo en ellos, dentro mi ser los vivo. No necesitaría más que tus besos para vivir en la misma senda,  impregnando de nuestro amor los senderos de la vida, y los sueños, un alba eterna de sueños consumados.
 Hombre con hombre, dos cuerpos que se buscan, se hallan, se besan, se encuentran y el destino los acurruca. Los toca despacito, los limpia y lava, los sopla para que vayan hacia su destino en un ser y es magia y ellos son mágicos. Solos lloran y tejidos son miradas del tiempo, tiempo y destino que yace en las manos antes de tomar el tren de la vida.
Cuerpos que hablan y se convierten en  lienzos, pintados con la yema de los dedos y las caricias de las palmas  que acercan y abrazan a la mano gestora directa y dilecta de los instintos escritos que  llegan del sentir allende del corazón y el alma.
 Cuerpo a cuerpo, piel a piel con sentimiento al tocar su vestir disipando espacios en los rostros con vida porque nace la palabra, esa palabra única y sencilla,  sedosa y sensible que comunica y se deja amar con el desnudo  de su piel, sentimiento y esencia de su carne.
Palabra masculina por género y lluvia torrencial por deseo del significado de letras acomodadas en los instantes de su espacio…  espacio amado para conjugar el verbo, amar, de la palabra amor.  La hoja majestuosamente danza en su libre caída como pausa infinita del ritmo, leve su paso en el espacio, se desnuda y sólo muestra la virtud de la vida, sin vergüenza de las miradas, sin angustia, limpia, tierna, dócil, como piel del alma y la hoja nacida de suspiros sólo dice amor.
 Se va la noche y queda un tiempo sin espacio, sin definir hacia dónde se van los vientos, sólo se respira la pureza del trinar de las aves que apuradas se adelantan a los sueños como el sol que ya cansado se desliza y se acomoda en los brazos de la noche.
__
Se amaron acercándose como huracanes desatados azotando el mundo con almas y cuerpos. Fueron ráfagas quebrando ansias, mares y cielos, caminos y poblados, viento perforando y penetrando cada poro, reviviendo fuegos al encender  cada chispa. Y en el fuego de la hoguera  vieron consumirse, el mismo fue incinerándolos por dentro, derritiendo en mares las entrañas.
Fueron tempestades que invadieron, uno desatando el deseo, el otro, adentrándolo en la mar. Y los cuerpos danzaron en mágico vaivén como torbellinos en frenesí, torrentes de pasiones desenfrenadas con el vaivén de movimientos sin elevar las miradas buscando arrecifes, lanzados en la cresta de la ola mayor  delirando de amor, en la locura de perder el miedo a la muerte en la hoguera o en el choque, si tras el tormento desatado en la demora adrede quedan para el renacer, las humedades como testigos mudos del amor profesado.
Cama de verbos... Lecho de flores... Hogar de gaviotas que vuelan en un universo de mil colores. Capitanes de besos que navegaron las bocas, blandiendo el velero de los labios, entre ellas de salivas unidas, chocando contra muros de dientes, surcando pasionales arrecifes en los que encallaron y naufragaron, a propósito para convertirse en supervivientes, amando murieron y sobrevivieron a la agonía o renacieron para volver a amar. Y cada fantasía  del cuerpo  fue otra derrota más de las mentes ante el deseo loco de  pieles irreverentes.

__
Cuando el timbre los interrumpió, los dos quedaron perplejos, estaban seguros de que sólo podía tratarse de Silvina, a esa hora sólo podía ser otra jugada de ella.

__Desubicada de mierda __ masculló Pedro, poniéndose de pie__. Te prometo que esta vez puedo llegar a olvidar que es mujer y sacarla a patadas.

 Guillermo lo siguió con prisas.
__Déjame a mí, por favor _suplicó.

__ ¡Guille! __exclamó Pedro.

__ Va a ser lo mejor, la conozco puedo manejarla.

Pedro respetó el pedido, pero estaba dispuesto a salir en defensa de su amor en cuanto ella o el marido se pusieran pesados. Guillermo se acomodó la ropa, se pasó la mano por el pelo, y suspiró antes de abrir la puerta, sólo agradeciendo la ausencia de la familia.
Era un policía.

_ ¿S… sí? __dijo con el corazón en la boca, ahora temiendo por su hijo.

“Por Dios, mi hijo, ¡que no le haya pasado nada a él o a Valeria!
__ ¿Guillermo Graziani?
__Sí.
__Lamentamos informarle que su esposa sufrió un accidente de tránsito __ el agente se interrumpió ante la mirada atónita del supuesto viudo. Siempre lo hacía__. Resultó Fallecida.

La última palabra provocó un torrente de sensaciones en Guillermo. Todas se sucedieron en un solo segundo: incredulidad, confusión, odio, temor, dolor. No entendía de quién le hablaba el policía y tampoco de qué, hasta que la imagen de Silvina en el Civil se cruzó por la mente y se balanceó hacia atrás tomándose la cabeza arrojando al espacio un sonoro suspiro y un no ahogado.
Pedro lo atrapó antes que cayera y lo arrastró hasta un sofá. Lo sentó, le bajó la cabeza y ejerció cierta presión sobre su coronilla.

__Tranquilo, amor, respira __le indicó con falsa calma sin entender el porqué la creían esposa de Guillermo aún, intentando recordar el apellido que usó cuando le vendió la moto para el hijo, pero no vio documentos de ella. La serenidad de su voz no expresó la tensión que sufría en su cuerpo, el torbellino que se arremolinó en su atribulada mente. Primero le preocupaba Guillermo pero también lo que acababa de oír, él tampoco podía creerlo. Se agachó frente a él sin soltarle la nuca y buscó su mirada. Se había puesto tan pálido que por un instante pensó que sufriría un síncope, un infarto, en cambio con alivio ahora veía que había recuperado color.

__ Guille, ¿puedes escucharme bien? _le preguntó.

Guillermo asintió con la cabeza, aunque le costaba respirar.
__Silvina muerta, ¿cómo, por qué me avisan a mí en lugar de al esposo, a la familia? __balbuceó sin entender lo que estaba pasando. Lo comprendió un instante después__. Tal vez nunca ella ha declarado cambio de domicilio ni se ha casado legalmente con ese hombre, cielito, por lo cual todavía aparezco como el marido, o al menos esta dirección.

Se humedeció los labios y tragó saliva en intento de desatar el nudo que se había instalado en la garganta, temblaba la mandíbula. Alzó la cabeza y se encontró con los ojos dulces de Pedro, que lo observaban en silencio.

__Quédate acá __le pidió él, y se levantó.

Guillermo estaba acostumbrado a arreglárselas solo con todo, pero en ese momento las fuerzas lo abandonaron y dejó que Pedro se ocupara del asunto, la imagen de Fabián, que apenas se había cruzado con su madre biológica se instaló en su mente, más se clavó como daga en el pecho.
Pedro regresó minutos después y se sentó a su lado.

__Es verdad, Guille _certificó__. Al parecer cuando los perdimos de vista discutieron, salieron por separado, ella cruzó una barrera baja. Estaba sola en su auto. Lo siento mucho.

Guillermo no lloraba,  no emitía sonido, mas sintió que se estaba rompiendo en mil pedazos.

__ ¿Qué tengo que hacer? __preguntó en un hilo de voz.

__Imagino que llamar a sus padres para que se ocupen de todo, no encuentran al tipo, los hijos al parecer no existen para la policía, creo que si das con sus padres, se ocuparán.

Guillermo inspiró profundo y, al dejar salir el aire, emitió un quejido.
__Bueno _dijo y, se puso de pie en busca del teléfono.

Por años que pasaran anunciar a una madre que jamás volvería a ver a su hija, ni siquiera muerta fue lo peor que tuvo que hacer en la vida. Sólo de imaginarse en el lugar de su ex suegra sentía que se le quebraban las piernas y que algo lo enterraba en lo profundo del dolor y la inconsciencia. La mujer le gritó, lo llamó mentiroso, y luego se echó a llorar. Entonces tomó el teléfono su marido y le preguntó si era cierto. Guillermo le dijo que sí. El hombre respondió con un “murió como vivió” y luego también se echó a llorar. Acordaron que a partir de ese momento él se ocuparía de todo, que le avisaría cuando supieran lo que harían, por Fabián.
Pedro permanecía sentado en el sillón, un dejo de culpa por las palabras pronunciadas lo quiso dominar, pero lo desalojó intentando fingir que no estaba en shock por Guillermo, pero nada quedaba en claro. En cuanto él cortó la llamada lo miró, y se sorprendió de que todavía se hallase tan entero. No lloraba ni se quebraba con facilidad, lo cual lo intranquilizó.

__Me voy a bañar __anunció Guillermo con voz pausada __. Los padres de Silvina buscarán a la familia, me van a llamar en cuanto sepan qué van a hacer, y tengo que entender por qué se mató, y qué decirle a mi hijo, Pedro. Quiero hablar con el tipo, sea o no el esposo legal, todo cambió con ella muerta.

__Si quieres dejaremos pasar unas horas y lo puedo citar  en el estudio, fue conocido, lo es.

Pedro vio a Guillermo subir la escalera como autómata, sin saber si lo había oído. Supo que quería estar solo, sin embargo, llamó a Belén, necesitaba que le pasara los datos de  Rafael,  tenía que saber qué había sucedido cuando se separaron en la reunión.
__
La habitación a Guillermo le recordó a Silvina como jamás antes. Retrocedió en el tiempo como impelido por una extraña fuerza sobrenatural que lo catapultó en el pasado.
La cómoda trajo a su mente la breve nota de despedida, el “nunca te quise”, y la cama, el sexo frío que mantenían, ausente al final. Al buscar ropa en el vestidor, le pareció que la de ella todavía la veía. Sacudió la cabeza para borrar esos pensamientos y se dirigió a un cajón en busca de ropa limpia. Dejó todo listo sobe la cama y se encaminó al baño, donde abrió la canilla de la ducha, se desvistió y se metió en la bañera. Estaba claro que esperaría a la mañana para avisarle a Fabián, pero debía acordar con ese hombre ahora qué hacer con los hermanos.
Se mojó el cuerpo y el pelo, y hasta llegó a recoger el jabón, sin embargo se quedó estancado, con los pies sobre la alfombrilla, sin poder moverse. Recordó a Silvina diciéndole que él no sabía hacer ejercicios, a Silvina corrigiendo los expedientes que él escribía, a Silvina recalcándole que estaba lleno de fobias por la culpa de las cuales nada podían disfrutar, a Silvina días atrás reclamando ver a su hijo, a su nieto tras las rejas. Y, así el dolor se extendió por su alma como el agua lavaba su cuerpo desnudo.
Se dio cuenta de que nunca la había conocido realmente, de que tal vez aquella novia inteligente y seductora que alguna vez  había creído amar, no había sido más que una  ilusión de adolescente como de hecho lo había sido su propia sexualidad y hasta el propio Juan, y entendió que ahora existían preguntas que jamás hallarían respuesta, y que muchas más serían las que se haría Fabián, porque él no había sido lo suficientemente valiente para hablar antes o callar para siempre. Entendió que Silvina estaba muerta, y que la muerte era el final de todas las cosas, pero no para esos pobres cuatros hijos que ni siquiera estaban vinculados.
Y una espada atravesó el corazón y lo hizo estallar en llanto. Se cubrió la boca con las manos, temblando, y cayó de rodillas sin poder controlar sus piernas. Gritó, pero antes de que muriera el sonido, la puerta se abrió de golpe e, instantes después, también la mampara de vidrio. Los  brazos fuertes de Pedro lo rodearon, y aunque el corazón de él se retorcía de rabia al ver a Guillermo sufrir por una mujer que no había hecho más que herirlos, comprendía su dolor y  jamás lo dejaría de luchar contra eso solo.

__Siento crujir mi alma de pura tristeza​, escalofriantes suspiros llenan mis noches de fantásticos terrores que jamás antes había sentido, ahora, aquí, acallando el latido de mi corazón a suspiros mudos noto cómo mi corazón explota en la más triste de las tristezas, otro día más las nubes negras me persiguen en un horripilante manto de penurias que ahogan mi alma, mi alma que en el limbo oscuro se agarra a mordidas de dientes a un hilo de invisibles suspiros errantes, a un hilo de esperanzas para no morir solo, triste ya sin apenas fuerzas mi cuerpo como a la deriva flota en brisas nauseabundas con la única opción de escapar de esta vida, atrás quisiera dejar los sueños cobardes, los sueños dolientes, los sueños con olor a fracaso y no volver jamás a sentir crujir mi alma de tanto dolor, hoy lloro lágrimas de sal de iris que como gotas de corazones caen al abismo de un olvido, hoy estoy muerto, pero mañana, mañana cogeré mi vida y viviré  por y para vos, y para  lo que disponga decirme y hacer Fabián, Pedro, yo no  la busqué para él por veinte años, yo no le dije su identidad, yo, fui a  enterarme ahora que tenía tres hermanos de sangre, yo debí de hablar hace veinte años o callar para siempre, él no me va a perdonar.
__Shh.

Guillermo se aferró a sus hombros y lloró desconsolado sobre su saco ya empapado,  llanto convulso quizá retenido por años, todo Pedro empezaba a mojarse por el agua de la ducha, al fin los dos se empaparon en ella y en el mismo llanto, aunque Pedro lo contenía acariciándole el pelo y besándole la cabeza, y así Guillermo comenzó a pensar en cuánto sufriría si lo perdiera. Si la muerte de Silvina lo había golpeado así, perder a Pedro sería para él como quedarse sin su propia vida, ni por Fabián desearía ni podría continuar, se iría junto a él. Eso reavivó el llanto y lo mantuvo indefenso durante largos y desgarradores minutos. Finalmente, cuando Pedro lo percibió más tranquilo, le acarició las mejillas, pegó la frente a la de él, y lo miró más allá de las pupilas.

__Llora todo lo que necesites ahora, porque dentro de un rato tenemos que proteger a Fabián __le dijo.

Guillermo entendió que le pedía fortaleza por su hijo, y estuvo de acuerdo con él. Por eso siguió llorando mientras Pedro se desvestía y se metía en la bañera con él.
Pedro se ocupó de enjabonarlo y enjuagarlo, y después lo sentó entre sus piernas para lavarle la cabeza y hacerle masajes. Aprovechó para acariciarlo con suavidad y así le trasmitió parte de su energía. A él también le costaba no quebrarse, pero Guillermo no lo sabía, jamás se lo demostraría.
Se acostaron después del baño, aunque sabían que no podrían dormir. Pedro lo abrazó y escuchó todo lo que Guillermo tenía para decir.

__No puedo creer que Silvina esté muerta, hace una hora estaba peleando con nosotros. ¿Cómo es que cruzó con la barrera baja?
 ¿No pensó en el marido y en que dejaba cuatro hijos? Siempre tan egoísta, siempre persiguiendo objetivos materiales o que nadie conocía. Tal vez ni siquiera ella.
__Guille, llamé a Rafael, necesitaba poder contestar al menos a esas preguntas porque llegué a sentirme culpable _reconoció, Pedro.

__ ¿Cómo? ¿A dónde está?
__Ahora yendo para la casa, en la mañana hablará con los hijos, y desea luego del entierro reunirse contigo. No fue nuestra culpa,  ni siquiera de él, creo que la única responsable de todo como siempre fue ella.
Al parecer discutieron porque él le pidió que nos echara, ella en lugar de ello vino a buscar pelea, él la amenazó con dejarla en la calle, y se fue, entonces ella movida por sus interés tomó el auto y quiso seguirlo, fue todo por su ambición, por el dinero, como seguramente te dejó a ti por lo mismo y no por saberte gay. No le importaron los hijos… ninguno.
__ Si al menos esto… hubiera sucedido antes de que yo le contara todo a Fabián, ¿para qué lo hice?
__Guille, no te culpes de nada, él deseaba saber de su madre, le asistía el derecho a saber y a elegir, no eres culpable de que se haya lanzado a la muerte. Luego del entierro si es que lo hay, o de la incineración, de lo que sea que fuere, deberemos arreglar con ese hombre, sus hijos no llegaron a saber nada, hay que saber qué piensa hacer en ausencia de ella.
__Pero mi hijo sí lo sabe, y lo que él opine, deberá respetarlo, te lo prometo, se lo debo.

Cerca del amanecer sonó el teléfono, y el padre de Silvina le informó que no habría velatorio, sólo una ceremonia íntima a las once de la mañana, los restos quemados de su hija, serían incinerados, lo esperaban, junto a su hijo si lo deseaba.
Guillermo se armó de valor y se levantó para llamar a la antigua psicóloga de Fabián, era muy temprano, pero considerando que se trataba de una emergencia, podía llamar al teléfono que ella le había dado para alguna urgencia.

Pedro mientras llamó a Alberto,  lo dejó sin habla cuando le dijo lo sucedido. Deseaban estar con ellos, él se ocuparía de dar la noticia en el estudio.
La profesional le dijo a Guillermo, que le diera a Fabián la posibilidad de elegir si deseaba ir o no a esa ceremonia, siempre con un lenguaje sutil, pero claro. Fabián no la había llamado al momento para contarle nada, ni para consultarle qué hacer respecto de sus medio hermanos.

__Tenemos que ir a casa de mis consuegros _informó a Pedro. Él lo miraba respaldado en la cama, cruzado de brazos__. Ni siquiera sé cómo se lo voy a decir a Fabián.

__Con  honestidad y franqueza, amor, es un hombre, peor la debe de estar llevando el otro tipo con los hijos menores _replicó, Pedro __. El tema de los hermanos, se verá luego, hay dos menores en medio, el padre allí puede poner trabas.

Guillermo asintió en silencio, y los dos se vistieron para ir a darle la noticia a Fabián, intentando por ahora no alarmar a Guillermito, era chico, quizá podría bloquear los recuerdos, más adelante se vería.
__
Llegaron a casa de los consuegros a las siete de la mañana, el hombre les abrió la puerta, aún entredormido. Cuando Guillermo le contó la triste novedad, se quedó perplejo. La esposa que en ese momento bajaba las escaleras, abrazó a Guillermo y le preguntó cómo se encontraba.

__Estoy bien _respondió él, casi sin voz.

Debía agradecer a Pedro el haber alcanzado un nivel de fortaleza que esa madrugada creyó perdido.
Lo más difícil fue ver llegar a Fabián que a su pedido bajó solo, lo miraba a la espera de lo que él tenía para decirle, prestando toda la atención, pero Guillermo no sabía cómo empezar. Bajó la cabeza y elevó la mirada.
__ ¿Qué sucede papá? _interrogó a la expectativa Fabián que paseó la mirada por Pedro, para regresarla a Guillermo.

__Hijo, ¿te acuerdas que alguna vez cuando preguntaste la primera vez te dije que no sabía si tu mamá iba a volver? __comenzó, Fabián se sentó a su lado sin responder__. Finalmente, de alguna manera, por alguna razón, volvió por algunos días y alcanzaste a saber, a verla, pero ahora sé con certeza que eso no va a volver a pasar. Tu mamá no va a volver a verte. Murió hace un rato, hijo, tuvo un accidente.

__ ¿Qué?
__Cruzó una barrera baja,  no quedó nada hijito…  __Las palabras se desvanecieron.

__Fabi, tu mamá discutió con el esposo, estaban en el mismo evento al que fuimos, y salió tras el taxi de él, con el coche a velocidad, cruzó con la barrera baja, la arrolló el tren.
__ ¿Y los hijos? __ preguntó Fabián en calma aparente.

__Ellos no iban con ella, viajaba sola, tus… Los chicos estaban en la casa suponemos.  Sólo murió ella.
__ ¿Quieres despedirte de ella, hijito? __preguntó Guillermo otra vez con los ojos húmedos.

__No.
__Yo sí voy a ir __le hizo saber__; así que cualquier cosa que cambies de opinión…
__ No viejo, no. ¿A quién voy a despedir? ¿A una mujer altanera y ambiciosa que nunca conocí?
¿Qué diferencia hay entre que esté bajo tierra o quemada que en estos veinte años en que no supe de su existencia?
__Hijo, cálmate.
__Estoy calmo, papá, el que no entiende sos vos, no la conozco, no me duele que le…
Perdón, no debí decir algo así, es que es la verdad, no puedo sentir algo por alguien que me parió, por el sólo hecho de llevar parte de sus genes.
__Está bien hijo, entiendo, pero no olvides que no sólo existía ella, permiso.
__Guille…
__Necesito agua, regreso enseguida.

Pedro lo dejó ir, casi fue como que Guillermo lo quiso dejar a solas con Fabián.

__Fabi, hace unos años, como podrás imaginar y sabes tuve un padre _le contó___. Cuando mi madre murió estaba con ellos, la vi. Pero cuando murió mi padre yo estaba muy lejos, en el Ártico y no alcancé a verlo. Además le guardaba rencor, no era capaz de perdonarlo, no podía olvidar o sentía que él me juzgaba, que me despreciaba por no ser lo que él deseaba. No puedo decir que me arrepienta de haber estado lejos cuando mi padre murió, pero aunque nunca nos llevamos bien, me hubiera gustado despedirme de él. Tal vez no como se despiden todas las personas, sino de un modo que para mí fuera especial, para que supiera que aun a pesar de todo, lo quería, lo extrañaba, y que me haría cargo de mi hermano. ¿Hay algo que quieras hacer?
__Pedro, no la conocí, menos a ellos.
__Yo tampoco conocía casi a mi hermano, Fabián, ellos están vivos, y si bien no sabemos qué puede suceder ahora que Silvina murió, quizás,  en algún momento se conozcan.
¿Le dirás a Guillermito?
__Tal vez, sólo si recuerda y pregunta, en cuanto a ella, espero que dondequiera que esté, halle el perdón y la paz. No hay nada que pueda ver donde van ahora, a mis medio hermanos, no puedo conocerlos ahora, así, ellos sí la van a llorar, para ellos sí fue la madre, Pedro, algunos piensan que la sangre ata, yo creo que el amor solamente ata, haya o no sangre en común, lo cierto es que te quiero más a vos que a ella, más a tu hermano que a los míos, no sé si quiera conocerlos, o ellos a mí, no me pidan que llore, no me sale, lloré antes y mucho.
¿Sabes en el colegio las burlas que me hicieron para cada día de la madre? ¿Las preguntas que tuve que enfrentar?
Pedro asintió escurriéndose unas lágrimas que descendieron por sus mejillas.

__Está bien, Fabián. En  realidad era el deber nuestro contarte, en verdad donde vamos de ella no hay nada. En cuanto a los chicos, veremos de hablar con el padre, dos son menores. No tienes que hacer nada que no sientas, si tiene que ser, que suceder algo con ellos, sucederá, mira lo que me sucedió con Agustín, por años no logré un vínculo, apareció Guille, y hoy nos amamos, la vida, Dios, lo que haya encima de nosotros, se va a encargar, tranquilo.
__

Las horas que siguieron fueron agotadoras y tristes.
 Primero pasaron por el country porque Pedro tenía que cambiarse. Allí Guillermo contó lo sucedido a Agustín que se comportó de manera extraordinaria. Le ofreció su ayuda en lo que necesitara, y hasta lo cobijó en un abrazo.
 A las diez con cincuenta minutos, entraron al cementerio privado, Pedro se detuvo a unos metros de donde se encontrarían para unas palabras antes de ir al horno crematorio. Guillermo lo miró antes de bajar y él lo besó en la mejilla con suavidad. Después le tomó una mano y buscó sus ojos.

__Voy a estar acá, esperándote como en el Juzgado __le dijo__. Sé fuerte__. No tienes que pactar nada con Rafael ahora, puedo citarlo al estudio o tu abogada más adelante.

Guillermo asintió con la cabeza. Luego bajó del auto, tratando de convencerse de que podía cumplir con lo que Pedro le había pedido.

Se acercó al pequeño grupo de gente que rodeaba al sacerdote, y se detuvo del lado contrario al que se hallaba el esposo de Silvina.
 Allí también se encontraban los padres, su hermano, algunos amigos que recordó vagamente, y los tres chicos, el mayor abrazaba a los menores, esa  escena le encogió el alma, allí faltaba uno más, que ellos, ni siquiera sabían que existía. Nadie le dirigió la palabra, y él tampoco interrumpió la tristeza que hundía a todos en respetuoso silencio.

__Silvina era una  mujer buena __comenzó a recitar el cura encargado del responso religioso__. Buena hija, buena madre y esposa, buena amiga. Su muerte conmueve el corazón de todos los que aquí se encuentran para despedirla: padres, hijos, esposo, amigos que de pronto sienten que no encuentran consuelo. A todos ellos les digo: “Si vivimos para el Señor vivimos, y si morimos, para el Señor, morimos. De modo que tanto en la vida como en la muerte, del Señor somos.” El  Señor es nuestro dueño y no lo dice en vano. Si de verdad creemos en Él, sabemos que hoy Silvina alcanza un plano que los seres humanos no comprendemos aún.
A todos ustedes que la han querido, los encomiendo a que la imaginen junto a Dios y sus ángeles para que encuentren consuelo en Jesucristo. Jesús  nos dice que convertirá nuestro llanto en alegría y que nos dará una alegría mayor que nuestro dolor. Esa alegría es que tenemos Vida Eterna en el Señor. Silvina nos dejó, mas ella vive en sus hijos, y en los hijos de sus hijos, que también son hijos del Señor.

__
El discurso duró algunos minutos, y cuando se dio por terminado, prosiguió el silencio secundado por algunos llantos. Guillermo no se movió cuando el resto se fue acercando al cajón cerrado.
 Silvina había sido una remota elección en su vida, o quizá ni siquiera, sino que había elegido ser padre, en cualquier caso ya no la reconocía como la esposa, hasta le costaba reconocerla como la madre de su hijo, excepto porque lo había parido. Observó a Rafael depositar una flor, a la ex suegra llorar en brazos de su esposo. Suspiró sintiéndose ajeno a todos ellos, pero con el corazón limpio, con la conciencia tranquila de quien cumple con todos los requisitos que se necesitan para cerrar círculos y seguir avanzando en la vida.
La tristeza que emanaba de los allegados a Silvina lo conmovió. Tal vez ella había desperdiciado el amor de Fabián, pero al menos otros también la habían querido. El viudo fue abrazado por un hombre mayor, sin duda su padre o el dueño de la empresa, su tío, mientras los amigos dejaban sus flores.
En cuanto estaba por retirarse, antes de que la transportaran a la cremación, secretamente arrojó allí algo que había encontrado ese día en la cómoda donde dejara la nota, y era los anillos de boda.
 Rafael lo miró, Guillermo le sostuvo la mirada.
 Después se dio la vuelta y caminó rumbo al auto.


CONTINUARÁ.
HECHOS Y PERSONAJES SON FICTICIOS.
CUALQUIER PARECIDO CON LA REALIDAD ES MERA COINCIDENCIA.
LENGUAJE ADULTO.
ESCENAS EXPLÍCITAS.


14 comentarios:

  1. Tamaira Sanar, DEJAS EL REGALO, AL FIN, Buenas noche bella Eve que tengas bonito descanso.

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  2. Flora maravilloso y dulce, felicidades y gracias por compartir

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  3. Jesus María Más claro no lo canta un gallo en horas de madrugada mi estimada amiga , tienes una noble y justa causa, amiga le quedó.muy bien su novela, me encantó y felicidades.

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  4. Flor mil gracias por su novela estimada Eve monica Marzetti

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  5. Sol Urvino Tal vez, Fabian tenga razon, el vinculo con Silvina nunca existio...hermoso capitulo, GRACIAS, EVE.

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  6. Impresionante giro Eve...no lo esperaba

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    1. ¿Qué giro Ali? Si ya estaba dado el accidente de Silvina, la muerte?, La maté, acá no hay dramas mayores, para ello ya llega Miguel y accidente, beso enorme mi bella, que no sé cómo verte sin estar en grupos malita, en breve accidente, y medio modo ya Epílogo de Naufragio luego, Sur antes que sí tiene ya un giro esbozado, o un retorno al inicio. Beso y mi amor.

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  7. Veronica Lorena Piccinino un capitulo conmovedor... Gracias Eve... No se de donde te brotan tantas ideas para poder armar tantos capitulos juntos de tantas historias distintas... admirable. gracias

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