“NO SOY YO”.
CAPÍTULO
SEGUNDO.
Mario
Benedetti.
"Táctica y estrategia"
Mi táctica es
mirarte
aprender como sos
quererte como sos
Mi táctica es
mirarte
aprender como sos
quererte como sos
mi
táctica es
hablarte
y escucharte
construir con palabras
un puente indestructible
hablarte
y escucharte
construir con palabras
un puente indestructible
mi
táctica es
quedarme en tu recuerdo
no sé cómo ni sé
con qué pretexto
pero quedarme en vos
quedarme en tu recuerdo
no sé cómo ni sé
con qué pretexto
pero quedarme en vos
mi
táctica es
ser franco
y saber que sos franca
y que no nos vendamos
simulacros
para que entre los dos
no haya telón
ni abismos
ser franco
y saber que sos franca
y que no nos vendamos
simulacros
para que entre los dos
no haya telón
ni abismos
mi
estrategia es
en cambio
más profunda y más
simple
en cambio
más profunda y más
simple
mi
estrategia es
que un día cualquiera
no sé cómo ni sé
con qué pretexto
por fin me necesites”.
que un día cualquiera
no sé cómo ni sé
con qué pretexto
por fin me necesites”.
Bs.
As, 17 de noviembre de 2017.
Estudio
Graziani y Asociados.
__Guille,
¿qué te pasa a vos? __interrogó Beto al ver a Guillermo con la mirada en el
expediente pero muy lejos de allí.
__
Lo de siempre, lo de siempre, Beto. Le conté todo a Fabián, me vio raro y le
conté __respondió girando en el sillón.
__
¿Y? ¿Lo tomó a mal que estás así?
__No,
al contrario, se interesó por todo, no es por él.
Lo vi,
anteayer, luego de meses al fin volví a verlo _ confesó.
__
¿A dónde?
__En
la calle, siguiendo a Camila, como siempre.
__Guillermo,
¿por qué te haces esto?, es preferible que salgas con cualquiera a que andes
detrás de ella para verlo a él, ¿lo hablaste?
¿Te vio?
__Me
vio supongo, estuve a pasos de él, se volvió, las miradas se encontraron aunque
estaba oscuro, yo lo percibiría entre millones, Beto, pero salió corriendo,
como si yo fuera un extraño, un delincuente, y lo seguí, lo pensaba atrapar y
zarandear si fuera necesario, pero aparecieron Camila y el primo, y… se abrazó
a ella, me fui, no quise que me viera.
__Guille,
conoces a Moravia, ¿por qué no le preguntas directamente en lugar de andar
espiándolos?
__No
lo espío, Beto, es sólo que necesito entender, no me interesa hablar con
Moravia, menos con ella.
¿Qué les diré? ¿Fui el amante y necesito saber
de él? No Beto, no debo, no puedo.
No
me quiere, se burló, me equivoqué. Probé de mi medicina al fin, qué sé yo,
supongo que lo merecía después de todo.
Hoy
me he levantado meditando sobre todos los pasajes vividos en mi vida, recuerdos
plagados de mucha emoción sentimental, historias arraigadas de una eterna
felicidad, otras guardadas en un espacio donde abunda la penumbra por ser
desgarradoras, pero que juntas han sido el sostén indestructible de la sencilla
y abierta página de mi existencia.
Imágenes engavetadas en el baúl del pasado, que yacen como fantasmas silenciosos en un desierto interminable, donde nos sentimos vivos con sólo saborear en nuestros labios una gota de agua, y así volar y volar sin detener el vuelo hacia la libertad de sueños infinitos en nuestra mente. En ese baúl por él enterré todo y a todos, Beto, a Juan, a Miller, a Ana, menos a mi hijo, a todos.
Se apagan las luces intermitentes de mi memoria, pero insisto y lucho contra la amnesia, me declaro enemigo del olvido, y así recorro las cenizas enterradas por heridas que se esconden en las sombras de un porvenir desdibujado por un llanto que destila sus lágrimas tristes, dándole cobijo a la incertidumbre en mi camino. No puedo olvidarlo, no quiero, no quiero resignarme, hasta a mi hijo le asombró cómo revivo el primer encuentro, porque no es un recuerdo, es una vivencia, una vivencia continua, en la vigilia, en los sueños, en todas partes aunque no lo nombre y pocos lo sepan.
Mi alma desterrada sufre, mi cuerpo débil sucumbe ante la pérdida de placeres y deseos perdiendo el rumbo por la pasión de amar. Se aleja la claridad indisoluble de mis verbos, mi jardín llora por perder sus adoradas rosas, marchitándose lentamente por el veneno de un descuido mortal que impone la oscuridad y desolación del corazón que latió por y para él, sólo para él. Siento hilos finos en mis manos y piernas, como una marioneta que la guían, convirtiéndome en un maniquí del diablo, poseído por una autodestrucción frenética de mi propia conducta, donde no encuentro el verdadero destino a mi vida. Sé que lo que hago es de locos, que no se entiende, que sólo vengo como un autómata, que nada me apasiona, ni siquiera un juicio, ni mis plantas, que los trato mal sin que sean culpables de nada.
Mi boca produce un aliento a víctima de mi interior vacío, alimentando melodías melancólicas y devastadoras que nos llevan a ahogarnos en un mar de estierco donde se divierte el engaño de demonios que flotan escondidos disfrazados de ángeles y yo no logro identificar la maldad de tan dañino proceder. Mi propia locura encontró la perfecta cordura cuando lo vi, pensé que correría hacia mí, no que huiría, ahí, como inspiración para un cuadro con su imagen y carisma, levantándome el ánimo, llenándome de fuerza mi interior, transformando el vacío de mi soledad, en un ser lleno de amor.
Imágenes engavetadas en el baúl del pasado, que yacen como fantasmas silenciosos en un desierto interminable, donde nos sentimos vivos con sólo saborear en nuestros labios una gota de agua, y así volar y volar sin detener el vuelo hacia la libertad de sueños infinitos en nuestra mente. En ese baúl por él enterré todo y a todos, Beto, a Juan, a Miller, a Ana, menos a mi hijo, a todos.
Se apagan las luces intermitentes de mi memoria, pero insisto y lucho contra la amnesia, me declaro enemigo del olvido, y así recorro las cenizas enterradas por heridas que se esconden en las sombras de un porvenir desdibujado por un llanto que destila sus lágrimas tristes, dándole cobijo a la incertidumbre en mi camino. No puedo olvidarlo, no quiero, no quiero resignarme, hasta a mi hijo le asombró cómo revivo el primer encuentro, porque no es un recuerdo, es una vivencia, una vivencia continua, en la vigilia, en los sueños, en todas partes aunque no lo nombre y pocos lo sepan.
Mi alma desterrada sufre, mi cuerpo débil sucumbe ante la pérdida de placeres y deseos perdiendo el rumbo por la pasión de amar. Se aleja la claridad indisoluble de mis verbos, mi jardín llora por perder sus adoradas rosas, marchitándose lentamente por el veneno de un descuido mortal que impone la oscuridad y desolación del corazón que latió por y para él, sólo para él. Siento hilos finos en mis manos y piernas, como una marioneta que la guían, convirtiéndome en un maniquí del diablo, poseído por una autodestrucción frenética de mi propia conducta, donde no encuentro el verdadero destino a mi vida. Sé que lo que hago es de locos, que no se entiende, que sólo vengo como un autómata, que nada me apasiona, ni siquiera un juicio, ni mis plantas, que los trato mal sin que sean culpables de nada.
Mi boca produce un aliento a víctima de mi interior vacío, alimentando melodías melancólicas y devastadoras que nos llevan a ahogarnos en un mar de estierco donde se divierte el engaño de demonios que flotan escondidos disfrazados de ángeles y yo no logro identificar la maldad de tan dañino proceder. Mi propia locura encontró la perfecta cordura cuando lo vi, pensé que correría hacia mí, no que huiría, ahí, como inspiración para un cuadro con su imagen y carisma, levantándome el ánimo, llenándome de fuerza mi interior, transformando el vacío de mi soledad, en un ser lleno de amor.
__
Guille no debiste dejarlo cuando enfermó, no
tuvo que ser así.
__ ¿Qué
podía hacer entonces, Beto, qué?
Con su magia tocaba mis más frágiles intimidades, y hoy necesito decirle: con vos todo, sin vos nada, siempre de voy amar o te voy a odiar, pero siempre serás vos, y no puedo hablarle, y sin embargo existe, acaricié sus manos y nos fundimos en abrazos, sentí la conexión, al amarnos esa fundición de pieles y almas, volamos en una atracción eterna, esperé a que decidiera ser feliz, esperé por su amor y él a mí, lo reconozco, y menos entiendo, menos...
__
¿Y si la cirugía salió mal, si sabe que morirá y por eso se escapa? ¿Si por
ello siguiera con Camila y no lo sabes?
Guille,
no sos así, reacciona, no tomes el camino del rencor, ve por él, al menos una
vez, piénsalo.
Salió.
“Pedro,
cuántas cosas planeamos, cuántas promesas abortadas.
Hoy
le diré al viento que traiga tu aroma en estas noches donde te hablaba de amor
y una luna llena era nuestra confidente.
Noches donde tatuaba cada beso como un verbo en tu cuerpo, como la hoja en blanco en la que escribía mis verbos, erizando tu piel con mis besos.
Noches donde tatuaba cada beso como un verbo en tu cuerpo, como la hoja en blanco en la que escribía mis verbos, erizando tu piel con mis besos.
Voy
de prisa por la vida, viajo ligero de equipaje,
sólo llevo mis polvorientos recuerdos, navego mis enigmas en el mar de
lo incierto ¿será que no estás conmigo todo el tiempo?
Hoy
los desechados pensamientos gimen su santidad en el muro de la nada, trasnochadas
inocencias en la vida nos dicen que vivir es pesadilla, y el amor es un lejano
escalofrío.
Los
postigos ruinosos del ayer ya no dejan entrar en tus pensares, ¿qué has hecho
de tu tiempo envejeciendo? profanando las brisas mañaneras en los vestigios presumidos de tus caderas. Trasmutan
sentimientos todo el tiempo los eternos corazones desolados, se secaron de amor
y de ilusiones en medio de las lluvias renacidas de la muerte.
Mañana
desentierro el alma mía y me pongo a vivir intensamente, esta vez lo digo
sin premura y con la certidumbre de tenerte”.
__Guille,
perdón, es José, quiere verte __ dijo Gabriela mirándome con ternura.
__Que
pase, trae café, déjanos solos _contesté molesto, no quiero ver a nadie, menos que empiece a desfilar el pasado que
corrí de la vera de mis pasos.
__Guillermo, crees amar a Pedro, porque hoy es imposible,
es sólo que esquivas el amor, como siempre, no estás enamorado de él, es
imposible, no está.
__!Basta
José! No te he recibido para que hables de él, no quiero escuchar su nombre en
boca de nadie.
Sea
lo que fuere que haya sucedido, Pedro me dejó una herencia, una profunda
herencia de amor, y me siento profundamente enamorado, no voy a cometer los errores del pasado, no
regresaré con vos, ni con Juan, no es justo para nadie.
__Pero
yo te amo, déjame intentarlo __ lo dijo y le creo.
__No,
menos que menos, no quiero hacerte daño, y no me pidas salir como amigos, hoy
no. Hoy quiero estar solo, necesito estar solo.
__Nadie
puede resistir solo por demasiado tiempo, no debes hacerlo.
__Lo
haré, José, hemos terminado, vete, no quiero seguir dando vueltas a lo mismo,
no puedo ofrecer nada a nadie, entiende por favor, no te hagas esto, no
mendigues lo que jamás te daré.
__Lo
veremos, Guillermo. No tengo apuro, en
meses cuando él no regrese, veremos,
cuando ya no soportes la soledad, estaré esperándote, como siempre.
__Será
nunca, José, será… nunca.
Palermo.
Unas
horas o días han pasado desde el encuentro con el extraño o mi casi encuentro
con él en la calle, pero sigo mirando sobre mi hombro con bastante frecuencia,
apenas he salido a controles, a caminar un poco en el barrio, rebuscando
recuerdos huidizos, y sin embargo temo y no, porque siento que pese a que no se
acercó, a que no me habló, lo conozco, tal vez demasiado. Me pregunto a cuánta
gente conozco que ella no me dice, cuándo lo sabré si los recuerdos no
regresan.
__
Las
sesiones con el psiquiatra me agotan, no tengo de qué hablar si mi mente está
vacía, y el neurólogo me repite una y otra vez que tomografías y resonancias
son normales, sin embargo no soy yo, no sé nada de mí, menos del entorno, y me
asusta andar por la calle.
Decidí
no comentar ese casi encuentro con Camila. Le dije que tanto mis dichos en la
mesa como mis reacciones de esa noche habían sido producto del estrés. Por
supuesto que se lo creyó, sobretodo si mi psiquiatra sugirió que eso era
factible, ¡gracias ¡
__Todo
se ve normal en tu resonancia, Pedro. Nada
de qué preocuparse _ sentenció el
doctor__. ¿Algún cambio? ¿Recordaste algo?
__No.
__ ¿Nada
de nada? __decepcionado al parecer por mi respuesta.
__Nada
de nada. Vi álbumes de fotos, a mi familia, calles, lugares, hasta los que estaban
con las últimas publicaciones en mi blog de
Facebook, pero nada.
__ ¿Recordaste
tus contraseñas de las redes sociales?
__Imagínate
mi sorpresa, mi esposa las sabía _señalé con una mueca irónica__. No, yo no
recordaba nada, y tampoco ahora quiero entrar y empezar a responder preguntas,
o ver nombres que para mí son desconocidos.
He
pedido a mi suegro libros de derecho, en teoría las conexiones neuronales se
restablecen, no puedo haber perdido también mi carrera, mi amor por mi mujer,
no siento nada, casi que ni a mis padres reconozco.
__Tranquilo,
trabajaremos sobre eso más adelante, es pronto.
__Es
mi carrera, mi trabajo, no puedo creer que tenga que estudiar de nuevo a o
pedir un retiro, no me guardarán el sitio eternamente en el estudio. En la
cátedra que dicen que tenía….
__
Ciertamente,
mis funciones cerebrales se encontraban óptimas según los estudios, por lo
cual no había razón anatómica para que
mis recuerdos permanecieran en las sombras, de allí el supuesto trabajo del
psiquiatra.
__Así
es el cerebro, todo un enigma, un misterio… __dijo mi médico.
__El
neurólogo sugirió que dejara que los recuerdos regresaran por sí mismos, que
dejara de poner tanto esfuerzo en recuperarlos. Al parecer, eso no hacía más
que empeorar el panorama. No había nada peor para un cerebro que se negaba a
recuperar la información que tratar de metérsela a la fuerza. Eso era fácil de
decir para él, pero, luego de más de tres meses de sentirme como un extraño en
mi vida, comenzaba a desesperarme.
Sé
que pude morir, que la enfermedad se tomó a tiempo, todo lo que dicen es así,
pero no puedo conformarme con esto.
Tenía
que hacer algo drástico para recordar, para conectarme conmigo mismo, con mi
mundo, porque no puedo sentir extraña a mi mujer, menos a mis padres. Quizá me
he esforzado mucho en pensar, tal vez fuera mucho mejor simplemente sentir,
recuperar los sentimientos.
Creo
que debo hacer el amor.
__ ¿Camila?
__ ¿Qué
sucede?
__ ¿Salíamos
mucho antes juntos? Digo, al cine, al teatro, esas cosas. __Pensando en las cartas y en las entradas
que guardo, puedo haber ido con ella a todas partes, sería lo primero a pensar.
__No
tanto como me habría gustado, estabas
siempre ocupado, cansado, más que actividades culturales salíamos los fines de
semana a cenas y al club, haces de todo, en cuanto recuperes fuerzas querrás
retomar.
__ ¿De
todo como qué?
__Como
correr, cabalgar, tenis, natación, golf, todo y a mí siempre me encantó
acompañarte, me enseñaste cuando apenas empezamos a salir.
__Creo
que debemos tener sexo __dije naturalmente.
El
café volvió a escaparse de las fosas nasales de mi mujer. Comencé a pensar que
podía tener algún problema en el futuro si eso seguía pasándole. Hice una
barrida con la mirada y me senté en la silla frente a ella, quitándole una
revista de las manos.
__Si
tuvimos sexo, ¿verdad? __Podía parecer una obviedad preguntar algo como eso,
pero la palabra obvio ya no formaba parte de mi diccionario.
__
¡Por supuesto que sí! _contestó casi ofendida.
__
¿Entonces? __ Me estiré un poco sobre la mesa, acercándome lo suficiente para
dejar en claro mis intenciones, por si aún no lo eran.
__Bueno…
no es algo mecánico, Pedro. No esperaba esto ahora.
__
¿Perdón? _ retrocedí nuevamente ___. ¿Tengo que pedir cita o algo así?
__
No seas ridículo, Pedro. Dejé de tomar las pastillas, y no quiero correr
riesgos, es lo que sucede. Preguntaste del pacto de paternidad que tenemos.
Bueno es eso, no más. Me obsesioné con la maternidad al comienzo del
matrimonio, llegué a creer que estaba embarazada, terminé en terapia, no pude,
y no quiero sufrir más por el tema. No seas irónico conmigo, odio que lo hagas
así.
Reprimiendo,
di otra rodada de ojos, le di toda la vuelta a la mesa para acercarme a ella.
Fingí acomodar su cabello, y besé sus labios con ternura y delicadeza,
diciéndole con mi boca lo que con palabras no parecía entender.
Se
mostraba cauta al principio pero, luego de unos segundos de nuestro primer beso
real, comencé a sentirla más entregada. Sus manos exploraron mi piel debajo de
mi camiseta, y el calor se extendió en mi interior como una llamarada,
seguramente por causa de la abstinencia de meses. Olía tan bien, sus besos eran
tan dulces, que moría por probar cada centímetro de su piel.
Mi
boca cobró vida propia y me dejó tomar
las riendas. Mientras mis manos se ocupaban de los botones de su camisa, mis
labios seguían el recorrido de su cuello, de la línea de la mandíbula, le
sembré el rostro de besos, las comisuras, su pecho… Ya sin querer contenerme,
tratando de dejar de lado los molestos pensamientos para dar paso a las
sensaciones, desabroché la cremallera de su jean, y me puse de rodillas,
marcando un reguero de húmedos besos desde su ombligo hasta su…
__ ¿Qué crees que haces? __preguntó alarmada,
deteniéndome de los hombros.
Me
descolocó.
__
Pues, pensaba pasar mi lengua por tu…
___!Pedro!
Me
descolocó nuevamente.
__ ¿Vas
a decirme que nunca lo hicimos, que
nunca me tomaste a mí en tu boca?
__Por
supuesto que no, es asqueroso, eso lo hacen los homosexuales __abrochó su cinturón y salió disparada de la
cocina.
__ ¿Homosexuales?
Ahora,
qué dije.
Por
si quedaba alguna duda, no tuvimos sexo ese día.
__
“Espero
no molestarte, pero acabo de tener un sueño, un sueño vivido en tus brazos, un
sueño extraño porque te olí, y no sé quién eres. Tus facciones eran bellas, tu
mirada tierna y tu boca esponjada, repetía en mis labios el dibujo de un hermoso
beso. Tus cabellos negros reflejaban luz, mi palabra caminaba en tu cuello y tu
mejilla se perdía en mi pecho. Corría sin sombras la noche y el día no salía de
su ocaso, pintaba el aire exóticas esencias y el viento las mezclaba en cada
poro de mi piel: vainillas y caramelos, resinas e inciensos, jazmín y canela. Sueño
de ojos abiertos en el limbo del dormido amor, catarsis de sentidos en el
umbral de un excitado sentimiento, sublime imaginación del pensamiento escrita
en ternura y mágica seducción estelar, al sentir mis labios recorrer tu piel.
Poseído
por el dulce letargo del trance onírico, me sentí atrapado por tu cuerpo,
absorbido por tu alma y envenenado por tu corazón: corría lenta la sangre por
la membrana de mi espíritu, un intenso sudor fluía arrogante, la caricia
picaba, el ambiente paseaba romántico y una tenue brisa bailaba sabores de
poder y miel. Un deseo se filtraba constante en cada cruce de miradas, una
seducción envolvía caliente el espacio, tu desnudez rebosaba y mi mano no se
atrevía a tocarla.
Sentía
profundo la excitación y por servida se daba la mente de mi proscrito seductor.
Una elegante sofisticación hablaba de prisas y pausa, de oro y diamantes, de
pasión y erotismo, de sedas y terciopelo en piel. Exploramos el bosque lejano
donde las fuentes vertían
dulces cascadas, donde lo goloso
era denso, el ámbar transparente resina y el grito de un eco, la suave sinfonía
de un gemido.
Y
entonces temblaron tus piernas y el vigor se disfrazó con el color de un túnel,
el árbol se deshizo de su corcho y lo fundió en amaderado sabor a regaliz y
sándalo, penetró el impacto del nuevo clímax, la sensualidad devino cénit de los sentidos y el placer, un
hipnótico brebaje de nuestras humedades.
Desafiaba intrigante un escondido temblor, tu espalda se arqueó, una lágrima
brotó y el orgasmo llegó mágico, afrutado, intenso, cálido, erótico, profundo y
adorado.
Y el misterio abrió su teatro, el sueño la
pesadilla de su despertar, el silencio jugó con el tiempo y el luminoso astro
pegó de azul el cielo y su mar. Las incipientes arrugas se mezclaron con el
olor de tabaco en el espejo de un amanecer soñado, dos copas sedientas de sus
tintos seguían vacías de añoranzas y las melancólicas velas del romántico
anochecer, todavía esperaban quietas, una chispa que ardiera sus ceras.
Ahora
te escribo convencido de que eres el
hombre que me sigue, el objeto y sujeto de mi deseo, porque te encontré en
medio de la sencillez reconfortante de un bonito sueño y por eso te persigo,
más allá de lo permitido. Te escribo e idolatro porque mis sábanas amanecieron
húmedas, mi almohada empapada de tu olor, mis tintas dibujando tilde por tilde
las gotas de tu sudor y mi alma reacia de lo astral, buscándote fuera de
mis sueños, porque todavía no sé quién eres”.
Decidí
que era hora de empezar a hacer cosas por mí mismo, sin la sombra de mi esposa
las veinticuatro horas del día sobre mí.
Debíamos
regresar a nuestras rutinas, ella a su consultorio, es psicóloga y yo… bueno, en realidad todavía no tenía muy en
claro qué hacer.
Camila
dijo que me gustaba hacer las compras y cocinar, pero qué básico.
¿Sólo
eso?
Desperté
temprano, preparé un desayuno ligero y me dispuse a revolver papeles, tratando
de buscar pistas que me acercaran a mi pasado, y luego a ordenarlos. Éste había
sido mi hogar en los últimos seis años, tenía que haber algo que despertara mis
recuerdos dormidos.
En
los cajones del estudio, mis documentos no decían nada que no supiera. Pedro
Daniel Beggio, treinta y siete años, nacido en Santiago de Chile, nacionalizado
en Argentina… casado. Donante de órganos.
Encontré
pocos expedientes de clientes, podría llamarlos pero para decirles qué… Deseché la idea. Encontré fotos de la
infancia, cartas familiares, postales de mis viajes con Camila que coincidían
con lo que ella dijo.
__OK,
me gusta coleccionar. Coincide con el perfil, soy rata en el horóscopo chino _sonreí
ante mi propio descubrimiento.
Pasé
horas tumbado en el piso de mi estudio, estudiando cada artículo de las cajas,
pero no logré dar con nada que despertara algún recuerdo.
Hasta
que di de nuevo con unas cartas.
“Te he amado como a nadie en mi vida.
Apareciste en mi camino como una luz al final del túnel. Me llenaste de mimos y
de bellos detalles que me hicieron confiar a ciegas en ti.
G.
Hoy
le diré al viento que traiga tu aroma en estas noches donde te hablaba de amor
y una luna llena era nuestra confidente.
Noches donde tatuaba cada beso como un verbo en tu cuerpo, como la hoja en blanco en la que escribía mis verbos, erizando tu piel con mis besos.
Noches donde tatuaba cada beso como un verbo en tu cuerpo, como la hoja en blanco en la que escribía mis verbos, erizando tu piel con mis besos.
P.
Me hacías sentir amado, en esas entregas eras mi cielo, mi luna, mi sol.
Me prometiste que tu Amor era sólo mío, que ya dejaríamos a terceros.
Me prometiste que tu Amor era sólo mío, que ya dejaríamos a terceros.
G.
sos mi razón, sos mi luz.
Hoy me arrepiento de mis promesas incumplidas, de decirte amar y no merecer tu cariño.
Mi castigo es perder tu amor, y un sol se apaga en mí. Hay una sábana negra que cubre mi vista. Una noche se apaga. Dime ¿en quién estás pensando?
Si yo he herido tus sentimientos, hoy estoy pagando con sufrimiento y una lágrima va corriendo.
Hoy me arrepiento de mis promesas incumplidas, de decirte amar y no merecer tu cariño.
Mi castigo es perder tu amor, y un sol se apaga en mí. Hay una sábana negra que cubre mi vista. Una noche se apaga. Dime ¿en quién estás pensando?
Si yo he herido tus sentimientos, hoy estoy pagando con sufrimiento y una lágrima va corriendo.
¿Qué
quieres que haga para demostrarte que sos lo único en mi vida?
P.
No te creo. Sigues con todos. Apagaste mi estrella. Tú eras mi luz, mi camino. Has
dejado a mi corazón resentido. No creeré más en promesas en mi vida. No le
dijiste la verdad a Fabián, no te has divorciado, ¿con qué derecho opinas en lo
que me está sucediendo? No quiero tu lástima, prefiero la de ella”.
“Mierda,
¿qué es esto? ¿Quién es G., quién soy yo?
_
Lo
que conseguí fue descubrir un patrón en mi comportamiento.
Me
agradaba viajar, visitar museos, teatros, ir al cine. Era extraño que Camila lo
negara, más que hubiera decidido conservar tantos boletos, pero parecían
importantes para mí.
No estaban simplemente guardados, eran
conservados como tesoros.
Los
tickets de cine estaban ordenados por fechas, abrochados con sus respectivos
recibos de cafetería, incluso se podía trazar una línea de tiempo por más de tres años completos con una
frecuencia semanal. Era fascinante reconstruir fragmentos de mi vida capturados
en papel.
No
quería detenerme, pero, con la vista afectada luego de tantas horas de leer,
decidí darme un descanso. Justo antes de cerrar la caja, descubrí un viejo
trozo de papel, cuidadosamente colocado sobre el borde.
Era
un recibo, pero uno muy diferente del esto.
__
¿Por qué guardaría esto?
”Restauración
de arte. “Casa Graziani e hijos.”, se
leía sobre el borde superior. Según la descripción del papelito le había dejado
una serigrafía de un Monet para ser reparado, tenía una esquina afectada por
humedad.
__Te
sales del patrón _acusé al pobre papelito. Sin pensar demasiado me puse de pie,
papel en mano, y recorrí el departamento en busca de la pieza.
Tenía
muchas obras de Monet, al parecer, o Camila o yo éramos amantes del arte. Claro
que nuestros ingresos no eran suficientes para solventar ese evidente fanatismo
por el artista con obras originales, y al acercarme vi que pocos lo eran, que
la mayoría eran muy buenas copias. Mientras le daba a todo una segunda mirada,
algo en mi cerebro me indicaba que el cuadro que buscaba no estaba dentro de la
casa. ¿Por qué no lo había retirado, de no ser yo, ella?
__Uno,
dos, tres,… Eso es.
¿Dónde está el quinto Monet? – dije al
descubrir el faltante en la pared.
La
serie de cinco estaba prolijamente colocada sobre el sofá del living y, por la
disposición de los abandonados hermanos, el quinto había faltado de su espacio
por largo tiempo.
__Tres
años o más para ser más exactos _ dije al ver la fecha en el papel de la casa
de restauración __. ¿Arruinó mi cuadro, señor Graziani?
Escuché
el sonido de la puerta y sólo entonces supe que ya caía la noche. Había pasado
el día revolviendo en mi pasado.
__Hola.
__ Camila entró en la casa, exhausta.
__Hola.
__ ¿Tuviste
un buen día? __preguntó mientras se alejaba hacia la cocina.
__Ajá
_murmuré observando el espacio vacío sobre la pared__. ¿Habías notado la falta
de un Monet entre cinco?
Lo siguiente
que escuché fue el sonido de algo de vidrio estallando en el piso.
__
¡Camila!
__!
Estoy bien! __gritó antes de asomarse a través del arco de la cocina __. Creo que
lo perdimos en la mudanza, no lo recuerdo.
__Cómo
vamos a perder una obra semejante, encontré un papel que dice que lo llevamos a
reparar hace unos años. Quizás todavía esté allí.
__No
lo sé, Pedro. Tú te ocupabas de esas cosas. No te preocupes, es sólo un cuadro…
una copia de poco valor.
__No
lo es, ya corroboré que era original. Es una pena más allá del precio _dije
volviendo la mirada hacia el resto__, es una verdadera pena. Tal vez intente
recuperarlo.
__
Lunes,
18 de diciembre de 2017.
Me siento como muñeco roto en el desván del olvido
inmerso en la oscura realidad que me abraza, ahogando el llanto que me consume
por dentro agotando los suspiros que se han vuelto lamento.
La
mirada no alcanza a ver la luz que se desvanece y oculta en las sobras del
recuerdo, el dolor aparece invadiendo de ideas mortales en mi mente, crece sepultando
las ganas de ver un mundo que florece.
Verme
aquí, sol, derruido por la tristeza y embargado por la melancolía de lo qué no
fue, de lo que lastimó mi ser y no pude remediar, me sumerjo en el inmenso
mundo de la soledad interna, donde sólo yo puedo sentir lo que pesa esta pena
de ni siquiera saber que dejé atrás.
Veo
entre cortinas que se abren en el cielo la esperanza de un eterno y sublime
sueño donde no haya dolor agudo en el pecho y mis ojos no lloren más la
falta de comprensión, de recuerdo.
Tristes
navidades, pasarán sin recuerdos, están planeando una gran fiesta, y no creo
poder soportarlo.
__
Pedro, llegan las fiestas y no estás. Caminando entre la multitud sin rumbo, con
la mirada baja, perdida, sumido en mis pensamientos, no sé cómo pasar estas
fechas que habíamos pensado juntos.
Caminando
sin parar entre tanta gente y sintiéndome solo, vacío, nadie me mira y no miro
a nadie. En mi soledad más absoluta, vacío por dentro, siento el frio de un vacío
inmenso en esta sociedad tan llena de tecnología pero que carece de sentimientos.
Parecemos
autómatas, cada persona es como si estuviese sincronizada y va con un rumbo
determinado...Aquí rodeado de gente y yo tan solo.
Me
encantaba perderme en tu mirada.
Mírame
en la soledad de mi habitación, solo, recordando los momentos de locura y
pasión que pasamos juntos...Si he de arder será en el fuego de tus brazos, para
condenarme en el infierno de tu piel... La casualidad nos llevó a encontrarnos,
la única prioridad era jugar a sentir el tacto de nuestros cuerpos desnudos.
Mi
cuerpo te extraña, extraña estremecerse cada vez que es tocado por ti, extraña
tus besos, tus caricias, tus mordidas, y el calor de tu cuerpo, hasta saciar
nuestra ansia.
Cuando
te vi, no te abracé con mis brazos, te abrace con el tiempo y el deseo con
el que lo había esperado.
¿Te
volveré a ver? No lo sé, sólo sé que te has metido en lo más profundo de mi ser
y no sé si algún día logre sacarte de ahí.
¿Eres
mi demonio o ángel? No sé, pero yo soy tu esclavo.
Escucha,
ve a donde quieras ir, que yo iré. Quédate, vete, estoy con vos. Necesito
verte, y verte otra vez.
__
Luego
de cuatro meses de oscuridad, estaba decidido a echar raíces sobre mi vida.
Compré ropa nueva, retoqué el corte de pelo que ya había crecido con la
intención de por ahora conservar un nuevo estilo y me inscribí en un curso de
teatro. En otras palabras, si no podía recuperar mis memorias, trataría de
crearme recuerdos nuevos, en ellos ni siquiera sé si cursaré de nuevo abogacía
si al recibir libros de derecho, tampoco me son familiares.
Decidí
recuperar una aparente vieja afición, el cine, y quizá, sólo quizás, buscar al
apellido Graziani, conocer a la persona
oculta detrás.
He
decidido volver a los lugares, que he descubierto en mis pistas, no terminará
el año, sin que haya recorrido estos lugares, y espero además haber dado, con…
Graziani, quien quiera que sea.
CONTINUARÁ.
HECHOS
Y PERSONAJES SON FICTICIOS.
CUALQUIER
PARECIDO CON LA REALIDAD ES COINCIDENCIA.
LENGUAJE
ADULTO.
ESCENAS
EXPLÍCITAS.
Maria Excelente como siempre
ResponderEliminarNidia Hermosa historia
ResponderEliminarJavier Hermoso
ResponderEliminarAgustina Muy bonito
ResponderEliminarELENA Bello romántico
ResponderEliminarMaria De La Luz Estrada Tapia Hermoso
ResponderEliminarMaria Eugenia Maravilloso relatos amiga. Feliz noche
ResponderEliminarMiguel Carranza Bello !!!
ResponderEliminarJossita Valle Muy bello
ResponderEliminarGladis Bello!
ResponderEliminarIrma Bellisimo felicidades
ResponderEliminarRosy A Woow bellísima gracias por tan bello escrito
ResponderEliminarMás que interesante Eve...Muero por ese encuentro y espero que al fin Pedro pueda recuperar sus recuerdos y su vida...
ResponderEliminarCalma ansiosa que ésta pinta para tira creo, las otras dos son relastos, pero es hermosa, confianza, pronto detrás llega... El Otro, pasa que son complejas y o no tengo internet o no tengo el tiempo y estoy enferma y sin nadie que me vea en este desierto. Besote, hoy o mañana sale el otro.
EliminarVeronica Lorena Piccinino Hermoso Eve. Me llore todo... Cuanto amor y angustia.. Gracias
ResponderEliminarSol Urvino Juan sigue a Guille, Guille sigue a Pedro, y Pedro a Camila, Hay todo un desfasaje sentimental por delante. UN BESO, EVE.
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