martes, 26 de diciembre de 2017

"NO SOY YO". CAPÍTULO SEGUNDO.



“NO  SOY YO”.
CAPÍTULO SEGUNDO.


Mario Benedetti.
 "Táctica y estrategia"
Mi táctica es
mirarte
aprender como sos
quererte como sos
mi táctica es
hablarte
y escucharte
construir con palabras
un puente indestructible
mi táctica es
quedarme en tu recuerdo
no sé cómo ni sé
con qué pretexto
pero quedarme en vos
mi táctica es
ser franco
y saber que sos franca
y que no nos vendamos
simulacros
para que entre los dos
no haya telón
ni abismos
mi estrategia es
en cambio
más profunda y más
simple
mi estrategia es
que un día cualquiera
no sé cómo ni sé
con qué pretexto
por fin me necesites”.



Bs. As, 17 de noviembre de 2017.
Estudio Graziani y Asociados.

__Guille, ¿qué te pasa a vos? __interrogó Beto al ver a Guillermo con la mirada en el expediente pero muy lejos de allí.

__ Lo de siempre, lo de siempre, Beto. Le conté todo a Fabián, me vio raro y le conté __respondió girando en el sillón.

__ ¿Y? ¿Lo tomó a mal que estás así?
__No, al contrario, se interesó por todo, no es por él.
 Lo vi,  anteayer, luego de meses al fin volví a verlo _ confesó.

__ ¿A dónde?
__En la calle, siguiendo a Camila, como siempre.
__Guillermo, ¿por qué te haces esto?, es preferible que salgas con cualquiera a que andes detrás de ella para verlo a él, ¿lo hablaste?
 ¿Te vio?
__Me vio supongo, estuve a pasos de él, se volvió, las miradas se encontraron aunque estaba oscuro, yo lo percibiría entre millones, Beto, pero salió corriendo, como si yo fuera un extraño, un delincuente, y lo seguí, lo pensaba atrapar y zarandear si fuera necesario, pero aparecieron Camila y el primo, y… se abrazó a ella, me fui, no quise que me viera.
__Guille, conoces a Moravia, ¿por qué no le preguntas directamente en lugar de andar espiándolos?
__No lo espío, Beto, es sólo que necesito entender, no me interesa hablar con Moravia, menos con ella.
 ¿Qué les diré? ¿Fui el amante y necesito saber de él? No Beto, no debo, no puedo.
No me quiere, se burló, me equivoqué. Probé de mi medicina al fin, qué sé yo, supongo que lo merecía después de todo.
Hoy me he levantado meditando sobre todos los pasajes vividos en mi vida, recuerdos plagados de mucha emoción sentimental, historias arraigadas de una eterna felicidad, otras guardadas en un espacio donde abunda la penumbra por ser desgarradoras, pero que juntas han sido el sostén indestructible de la sencilla y abierta página de mi existencia.
Imágenes engavetadas en el baúl del pasado, que yacen como fantasmas silenciosos en un desierto interminable, donde nos sentimos vivos con sólo saborear en nuestros labios una gota de agua, y así volar y volar sin detener el vuelo hacia la libertad de sueños infinitos en nuestra mente. En ese  baúl por él enterré todo y a todos, Beto, a Juan, a Miller, a Ana, menos a mi hijo, a todos.
Se apagan las luces intermitentes de mi memoria, pero insisto y lucho contra la amnesia, me declaro enemigo del olvido, y así recorro las cenizas enterradas por heridas que se esconden en las sombras de un porvenir desdibujado por un llanto que destila sus lágrimas tristes, dándole cobijo a la incertidumbre en mi camino. No puedo olvidarlo, no quiero, no quiero resignarme, hasta a mi hijo le asombró cómo revivo el primer encuentro, porque no es un recuerdo, es una vivencia, una vivencia continua, en la vigilia, en los sueños, en todas partes aunque no lo nombre y pocos lo sepan.
Mi alma desterrada sufre, mi cuerpo débil sucumbe ante la pérdida de placeres y deseos perdiendo el rumbo por la pasión de amar. Se aleja la claridad indisoluble de mis verbos, mi jardín llora por perder sus adoradas rosas, marchitándose lentamente por el veneno de un descuido mortal que impone la oscuridad y desolación del corazón que latió por y para él, sólo para él. Siento hilos finos en mis manos y piernas, como una marioneta que la guían, convirtiéndome en un maniquí del diablo, poseído por una autodestrucción frenética de mi propia conducta, donde no encuentro el verdadero destino a mi vida. Sé que lo que hago es de locos, que no se entiende, que sólo vengo como un autómata, que nada me apasiona, ni siquiera un juicio, ni mis plantas, que los trato mal sin que sean culpables de nada.
Mi boca produce un aliento a víctima de mi interior vacío, alimentando melodías melancólicas y devastadoras que nos llevan a ahogarnos en un mar de estierco donde se divierte el engaño de demonios que flotan escondidos disfrazados de ángeles y yo no logro identificar la maldad de tan dañino proceder. Mi propia locura encontró la perfecta cordura cuando lo vi, pensé que correría hacia mí, no que huiría, ahí, como inspiración para un cuadro con su imagen y carisma, levantándome el ánimo, llenándome de fuerza mi interior, transformando el vacío de mi soledad, en un ser lleno de amor.
__ Guille no debiste dejarlo cuando enfermó, no  tuvo que ser así.
__ ¿Qué podía hacer entonces, Beto, qué?

Con su magia tocaba mis más frágiles intimidades, y hoy  necesito decirle: con vos todo, sin  vos nada, siempre de voy amar o te voy a odiar, pero siempre serás vos, y no puedo hablarle, y sin embargo existe, acaricié sus manos y nos fundimos en abrazos, sentí la conexión, al amarnos esa fundición de pieles y almas, volamos en una atracción eterna, esperé a que decidiera ser feliz, esperé por su amor y él a mí, lo reconozco, y menos entiendo, menos...
__ ¿Y si la cirugía salió mal, si sabe que morirá y por eso se escapa? ¿Si por ello siguiera con Camila y no lo sabes?
Guille, no sos así, reacciona, no tomes el camino del rencor, ve por él, al menos una vez, piénsalo.
Salió.

“Pedro, cuántas cosas planeamos, cuántas promesas abortadas.
Hoy le diré al viento que traiga tu aroma en estas noches donde te hablaba de amor y una luna llena era nuestra confidente.
Noches donde tatuaba cada beso como un verbo en tu cuerpo, como la hoja en blanco en la que escribía mis verbos, erizando tu piel con mis besos.
Voy de prisa por la vida, viajo ligero de equipaje,  sólo llevo mis polvorientos recuerdos, navego mis enigmas en el mar de lo incierto ¿será que no estás conmigo todo el tiempo?
Hoy los desechados pensamientos gimen su santidad en el muro de la nada, trasnochadas inocencias en la vida nos dicen que vivir es pesadilla, y el amor es un lejano escalofrío.
Los postigos ruinosos del ayer ya no dejan entrar en tus pensares, ¿qué has hecho de tu tiempo envejeciendo? profanando las brisas mañaneras  en los vestigios presumidos de tus caderas. Trasmutan sentimientos todo el tiempo los eternos corazones desolados, se secaron de amor y de ilusiones en medio de las lluvias renacidas de la muerte.
Mañana desentierro el alma mía y me pongo a vivir intensamente,  esta vez lo digo sin premura  y con la certidumbre de tenerte”.

__Guille, perdón, es José, quiere verte __ dijo Gabriela mirándome con ternura.

__Que pase, trae café, déjanos solos _contesté molesto, no quiero ver a nadie,  menos que empiece a desfilar el pasado que corrí de la vera de mis pasos.

__Guillermo,  crees amar a Pedro, porque hoy es imposible, es sólo que esquivas el amor, como siempre, no estás enamorado de él, es imposible, no está.
__!Basta José! No te he recibido para que hables de él, no quiero escuchar su nombre en boca de nadie.
Sea lo que fuere que haya sucedido, Pedro me dejó una herencia, una profunda herencia de amor, y me siento profundamente enamorado,  no voy a cometer los errores del pasado, no regresaré con vos, ni con Juan, no es justo para nadie.
__Pero yo te amo, déjame intentarlo __ lo dijo y le creo.

__No, menos que menos, no quiero hacerte daño, y no me pidas salir como amigos, hoy no. Hoy quiero estar solo, necesito estar solo.
__Nadie puede resistir solo por demasiado tiempo, no debes hacerlo.
__Lo haré, José, hemos terminado, vete, no quiero seguir dando vueltas a lo mismo, no puedo ofrecer nada a nadie, entiende por favor, no te hagas esto, no mendigues lo que jamás te daré.
__Lo veremos, Guillermo. No tengo apuro, en  meses cuando él no regrese, veremos,  cuando ya no soportes la soledad, estaré esperándote, como siempre.
__Será nunca, José, será… nunca.


Palermo.

Unas horas o días han pasado desde el encuentro con el extraño o mi casi encuentro con él en la calle, pero sigo mirando sobre mi hombro con bastante frecuencia, apenas he salido a controles, a caminar un poco en el barrio, rebuscando recuerdos huidizos, y sin embargo temo y no, porque siento que pese a que no se acercó, a que no me habló, lo conozco, tal vez demasiado. Me pregunto a cuánta gente conozco que ella no me dice, cuándo lo sabré si los recuerdos no regresan.
__
Las sesiones con el psiquiatra me agotan, no tengo de qué hablar si mi mente está vacía, y el neurólogo me repite una y otra vez que tomografías y resonancias son normales, sin embargo no soy yo, no sé nada de mí, menos del entorno, y me asusta andar por la calle.
Decidí no comentar ese casi encuentro con Camila. Le dije que tanto mis dichos en la mesa como mis reacciones de esa noche habían sido producto del estrés. Por supuesto que se lo creyó, sobretodo si mi psiquiatra sugirió que eso era factible, ¡gracias ¡

__Todo se ve normal en tu resonancia, Pedro. Nada  de qué preocuparse  _ sentenció el doctor__. ¿Algún cambio? ¿Recordaste algo?

__No.
__ ¿Nada de nada? __decepcionado al parecer por mi respuesta.

__Nada de nada. Vi álbumes de fotos, a mi familia, calles, lugares, hasta los que estaban con las últimas publicaciones en mi blog de  Facebook, pero nada.
__ ¿Recordaste tus contraseñas de las redes sociales?
__Imagínate mi sorpresa, mi esposa las sabía _señalé con una mueca irónica__. No, yo no recordaba nada, y tampoco ahora quiero entrar y empezar a responder preguntas, o ver nombres que para mí son desconocidos.

He pedido a mi suegro libros de derecho, en teoría las conexiones neuronales se restablecen, no puedo haber perdido también mi carrera, mi amor por mi mujer, no siento nada, casi que ni a mis padres reconozco.
__Tranquilo, trabajaremos sobre eso más adelante, es pronto.
__Es mi carrera, mi trabajo, no puedo creer que tenga que estudiar de nuevo a o pedir un retiro, no me guardarán el sitio eternamente en el estudio. En la cátedra que dicen que tenía….
__
Ciertamente, mis funciones cerebrales se encontraban óptimas según los estudios, por lo cual  no había razón anatómica para que mis recuerdos permanecieran en las sombras, de allí el supuesto trabajo del psiquiatra.

__Así es el cerebro, todo un enigma, un misterio… __dijo mi médico.

__El neurólogo sugirió que dejara que los recuerdos regresaran por sí mismos, que dejara de poner tanto esfuerzo en recuperarlos. Al parecer, eso no hacía más que empeorar el panorama. No había nada peor para un cerebro que se negaba a recuperar la información que tratar de metérsela a la fuerza. Eso era fácil de decir para él, pero, luego de más de tres meses de sentirme como un extraño en mi vida, comenzaba a desesperarme.
Sé que pude morir, que la enfermedad se tomó a tiempo, todo lo que dicen es así, pero no puedo conformarme con esto.
Tenía que hacer algo drástico para recordar, para conectarme conmigo mismo, con mi mundo, porque no puedo sentir extraña a mi mujer, menos a mis padres. Quizá me he esforzado mucho en pensar, tal vez fuera mucho mejor simplemente sentir, recuperar los sentimientos.
Creo que debo hacer el amor.

 __ ¿Camila?
__ ¿Qué sucede?
__ ¿Salíamos mucho antes juntos? Digo, al cine, al teatro, esas cosas.  __Pensando en las cartas y en las entradas que guardo, puedo haber ido con ella a todas partes, sería lo primero a pensar.

__No tanto como me  habría gustado, estabas siempre ocupado, cansado, más que actividades culturales salíamos los fines de semana a cenas y al club, haces de todo, en cuanto recuperes fuerzas querrás retomar.
__ ¿De todo como qué?
__Como correr, cabalgar, tenis, natación, golf, todo y a mí siempre me encantó acompañarte, me enseñaste cuando apenas empezamos a salir.
__Creo que debemos tener sexo __dije naturalmente.

El café volvió a escaparse de las fosas nasales de mi mujer. Comencé a pensar que podía tener algún problema en el futuro si eso seguía pasándole. Hice una barrida con la mirada y me senté en la silla frente a ella, quitándole una revista de las manos.

__Si tuvimos sexo, ¿verdad? __Podía parecer una obviedad preguntar algo como eso, pero la palabra obvio ya no formaba parte de mi diccionario.

__ ¡Por supuesto que sí! _contestó casi ofendida.

__ ¿Entonces? __ Me estiré un poco sobre la mesa, acercándome lo suficiente para dejar en claro mis intenciones, por si aún no lo eran.

__Bueno… no es algo mecánico, Pedro. No esperaba esto ahora.
__ ¿Perdón? _ retrocedí nuevamente ___. ¿Tengo que pedir cita o algo así?

__ No seas ridículo, Pedro. Dejé de tomar las pastillas, y no quiero correr riesgos, es lo que sucede. Preguntaste del pacto de paternidad que tenemos. Bueno es eso, no más. Me obsesioné con la maternidad al comienzo del matrimonio, llegué a creer que estaba embarazada, terminé en terapia, no pude, y no quiero sufrir más por el tema. No seas irónico conmigo, odio que lo hagas así.
Reprimiendo, di otra rodada de ojos, le di toda la vuelta a la mesa para acercarme a ella. Fingí acomodar su cabello, y besé sus labios con ternura y delicadeza, diciéndole con mi boca lo que con palabras no parecía entender.
Se mostraba cauta al principio pero, luego de unos segundos de nuestro primer beso real, comencé a sentirla más entregada. Sus manos exploraron mi piel debajo de mi camiseta, y el calor se extendió en mi interior como una llamarada, seguramente por causa de la abstinencia de meses. Olía tan bien, sus besos eran tan dulces, que moría por probar cada centímetro de su piel.
Mi boca cobró vida propia y  me dejó tomar las riendas. Mientras mis manos se ocupaban de los botones de su camisa, mis labios seguían el recorrido de su cuello, de la línea de la mandíbula, le sembré el rostro de besos, las comisuras, su pecho… Ya sin querer contenerme, tratando de dejar de lado los molestos pensamientos para dar paso a las sensaciones, desabroché la cremallera de su jean, y me puse de rodillas, marcando un reguero de húmedos besos desde su ombligo hasta su…

 __ ¿Qué crees que haces? __preguntó alarmada, deteniéndome de los hombros.

Me descolocó.
__ Pues, pensaba pasar mi lengua por tu…
___!Pedro!
Me descolocó nuevamente.

__ ¿Vas a decirme que nunca lo hicimos,  que nunca me tomaste a mí en tu boca?
__Por supuesto que no, es asqueroso, eso lo hacen los homosexuales  __abrochó su cinturón y salió disparada de la cocina.

__ ¿Homosexuales?
Ahora, qué dije.

Por si quedaba alguna duda, no tuvimos sexo ese día.
__

“Espero no molestarte, pero acabo de tener un sueño, un sueño vivido en tus brazos, un sueño extraño porque te olí, y no sé quién eres. Tus facciones eran bellas, tu mirada tierna y tu boca esponjada, repetía en mis labios el dibujo de un hermoso beso. Tus cabellos negros reflejaban luz, mi palabra caminaba en tu cuello y tu mejilla se perdía en mi pecho. Corría sin sombras la noche y el día no salía de su ocaso, pintaba el aire exóticas esencias y el viento las mezclaba en cada poro de mi piel: vainillas y caramelos, resinas e inciensos, jazmín y canela. Sueño de ojos abiertos en el limbo del dormido amor, catarsis de sentidos en el umbral de un excitado sentimiento, sublime imaginación del pensamiento escrita en ternura y mágica seducción estelar, al sentir mis labios recorrer tu piel.
Poseído por el dulce letargo del trance onírico, me sentí atrapado por tu cuerpo, absorbido por tu alma y envenenado por tu corazón: corría lenta la sangre por la membrana de mi espíritu, un intenso sudor fluía arrogante, la caricia picaba, el ambiente paseaba romántico y una tenue brisa bailaba sabores de poder y miel. Un deseo se filtraba constante en cada cruce de miradas, una seducción envolvía caliente el espacio, tu desnudez rebosaba y mi mano no se atrevía a tocarla.
Sentía profundo la excitación y por servida se daba la mente de mi proscrito seductor. Una elegante sofisticación hablaba de prisas y pausa, de oro y diamantes, de pasión y erotismo, de sedas y terciopelo en piel. Exploramos el bosque lejano donde las  fuentes  vertían   dulces  cascadas, donde lo goloso era denso, el ámbar transparente resina y el grito de un eco, la suave sinfonía de un gemido.
Y entonces temblaron tus piernas y el vigor se disfrazó con el color de un túnel, el árbol se deshizo de su corcho y lo fundió en amaderado sabor a regaliz y sándalo, penetró el impacto del nuevo clímax, la sensualidad devino  cénit de los sentidos y el placer, un hipnótico  brebaje de nuestras humedades. Desafiaba intrigante un escondido temblor, tu espalda se arqueó, una lágrima brotó y el orgasmo llegó mágico, afrutado, intenso, cálido, erótico, profundo y adorado.
 Y el misterio abrió su teatro, el sueño la pesadilla de su despertar, el silencio jugó con el tiempo y el luminoso astro pegó de azul el cielo y su mar. Las incipientes arrugas se mezclaron con el olor de tabaco en el espejo de un amanecer soñado, dos copas sedientas de sus tintos seguían vacías de añoranzas y las melancólicas velas del romántico anochecer, todavía esperaban quietas, una chispa que ardiera sus ceras.
 Ahora te escribo convencido de que eres  el hombre que me sigue, el objeto y sujeto de mi deseo, porque te encontré en medio de la sencillez reconfortante de un bonito sueño y por eso te persigo, más allá de lo permitido. Te escribo e idolatro porque mis sábanas amanecieron húmedas, mi almohada empapada de tu olor, mis tintas dibujando tilde por tilde las gotas de tu sudor y mi alma reacia de lo astral,  buscándote fuera de mis sueños, porque todavía no sé quién eres”.



Decidí que era hora de empezar a hacer cosas por mí mismo, sin la sombra de mi esposa las veinticuatro horas del día sobre mí.
Debíamos regresar a nuestras rutinas, ella a su consultorio, es psicóloga y yo…  bueno, en realidad todavía no tenía muy en claro qué hacer.
Camila dijo que me gustaba hacer las compras y cocinar, pero qué básico.
¿Sólo eso?


Desperté temprano, preparé un desayuno ligero y me dispuse a revolver papeles, tratando de buscar pistas que me acercaran a mi pasado, y luego a ordenarlos. Éste había sido mi hogar en los últimos seis años, tenía que haber algo que despertara mis recuerdos dormidos.
En los cajones del estudio, mis documentos no decían nada que no supiera. Pedro Daniel Beggio, treinta y siete años, nacido en Santiago de Chile, nacionalizado en Argentina… casado. Donante de órganos.
Encontré pocos expedientes de clientes, podría llamarlos pero para decirles qué…  Deseché la idea. Encontré fotos de la infancia, cartas familiares, postales de mis viajes con Camila que coincidían con lo que ella dijo.

__OK, me gusta coleccionar. Coincide con el perfil, soy rata en el horóscopo chino _sonreí ante mi propio descubrimiento.

Pasé horas tumbado en el piso de mi estudio, estudiando cada artículo de las cajas, pero no logré dar con nada que despertara algún recuerdo.
Hasta que di de nuevo con unas cartas.


 “Te he amado como a nadie en mi vida. Apareciste en mi camino como una luz al final del túnel. Me llenaste de mimos y de bellos detalles que me hicieron confiar a ciegas en ti.
G.
Hoy le diré al viento que traiga tu aroma en estas noches donde te hablaba de amor y una luna llena era nuestra confidente.
Noches donde tatuaba cada beso como un verbo en tu cuerpo, como la hoja en blanco en la que escribía mis verbos, erizando tu piel con mis besos.
P. Me hacías sentir amado, en esas entregas eras mi cielo, mi luna, mi sol.
Me prometiste que tu Amor era sólo mío, que ya dejaríamos a terceros.
G. sos mi razón, sos mi luz.
Hoy me arrepiento de mis promesas incumplidas, de decirte amar y no merecer tu cariño.
Mi castigo es perder tu amor, y un sol se apaga en mí. Hay una sábana negra que cubre mi vista. Una noche se apaga. Dime ¿en quién estás pensando?
Si yo he herido tus sentimientos, hoy estoy pagando con sufrimiento y una lágrima va corriendo.
¿Qué quieres que haga para demostrarte que sos lo único en mi vida?
P. No te creo. Sigues con todos. Apagaste mi estrella. Tú eras mi luz, mi camino. Has dejado a mi corazón resentido. No creeré más en promesas en mi vida. No le dijiste la verdad a Fabián, no te has divorciado, ¿con qué derecho opinas en lo que me está sucediendo? No quiero tu lástima, prefiero la de ella”.

“Mierda, ¿qué es esto? ¿Quién es G., quién soy yo?
_
Lo que conseguí fue descubrir un patrón en mi comportamiento.
Me agradaba viajar, visitar museos, teatros, ir al cine. Era extraño que Camila lo negara, más que hubiera decidido conservar tantos boletos, pero parecían importantes para mí.
 No estaban simplemente guardados, eran conservados como tesoros.
Los tickets de cine estaban ordenados por fechas, abrochados con sus respectivos recibos de cafetería, incluso se podía trazar una línea de tiempo  por más de tres años completos con una frecuencia semanal. Era fascinante reconstruir fragmentos de mi vida capturados en papel.
No quería detenerme, pero, con la vista afectada luego de tantas horas de leer, decidí darme un descanso. Justo antes de cerrar la caja, descubrí un viejo trozo de papel, cuidadosamente colocado sobre el borde.

Era un recibo, pero uno muy diferente del esto.

__ ¿Por qué guardaría esto?

”Restauración de arte. “Casa Graziani  e hijos.”, se leía sobre el borde superior. Según la descripción del papelito le había dejado una serigrafía de un Monet para ser reparado, tenía una esquina afectada por humedad.
__Te sales del patrón _acusé al pobre papelito. Sin pensar demasiado me puse de pie, papel en mano, y recorrí el departamento en busca de la pieza.

Tenía muchas obras de Monet, al parecer, o Camila o yo éramos amantes del arte. Claro que nuestros ingresos no eran suficientes para solventar ese evidente fanatismo por el artista con obras originales, y al acercarme vi que pocos lo eran, que la mayoría eran muy buenas copias. Mientras le daba a todo una segunda mirada, algo en mi cerebro me indicaba que el cuadro que buscaba no estaba dentro de la casa. ¿Por qué no lo había retirado, de no ser yo, ella?

__Uno, dos, tres,… Eso es.
 ¿Dónde está el quinto Monet? – dije al descubrir el faltante en la pared.

La serie de cinco estaba prolijamente colocada sobre el sofá del living y, por la disposición de los abandonados hermanos, el quinto había faltado de su espacio por largo tiempo.

__Tres años o más para ser más exactos _ dije al ver la fecha en el papel de la casa de restauración __. ¿Arruinó mi cuadro, señor Graziani?

Escuché el sonido de la puerta y sólo entonces supe que ya caía la noche. Había pasado el día revolviendo en mi pasado.

__Hola. __ Camila entró en la casa, exhausta.

__Hola.
__ ¿Tuviste un buen día? __preguntó mientras se alejaba hacia la cocina.

__Ajá _murmuré observando el espacio vacío sobre la pared__. ¿Habías notado la falta de un Monet entre cinco?

Lo siguiente que escuché fue el sonido de algo de vidrio estallando en el piso.

__ ¡Camila!
__! Estoy bien! __gritó antes de asomarse a través del arco de la cocina __. Creo que lo perdimos en la mudanza, no lo recuerdo.

__Cómo vamos a perder una obra semejante, encontré un papel que dice que lo llevamos a reparar hace unos años. Quizás todavía esté allí.
__No lo sé, Pedro. Tú te ocupabas de esas cosas. No te preocupes, es sólo un cuadro… una copia de poco valor.
__No lo es, ya corroboré que era original. Es una pena más allá del precio _dije volviendo la mirada hacia el resto__, es una verdadera pena. Tal vez intente recuperarlo.


__
Lunes, 18 de diciembre de 2017.

 Me siento como muñeco roto en el desván del olvido inmerso en la oscura realidad que me abraza, ahogando el llanto que me consume por dentro agotando los suspiros que se han vuelto lamento.
La mirada no alcanza a ver la luz que se desvanece y oculta en las sobras del recuerdo, el dolor aparece invadiendo de ideas mortales en mi mente, crece sepultando las ganas de ver un mundo que florece.
Verme aquí, sol, derruido por la tristeza y embargado por la melancolía de lo qué no fue, de lo que lastimó mi ser y no pude remediar, me sumerjo en el inmenso mundo de la soledad interna, donde sólo yo puedo sentir lo que pesa esta pena de ni siquiera saber que dejé atrás.
Veo entre cortinas que se abren en el cielo la esperanza de un eterno y sublime sueño  donde no haya dolor agudo en el pecho y mis ojos no lloren más la falta de comprensión, de recuerdo.

Tristes navidades, pasarán sin recuerdos, están planeando una gran fiesta, y no creo poder soportarlo.

__ Pedro, llegan las fiestas y no estás. Caminando entre la multitud sin rumbo, con la mirada baja, perdida, sumido en mis pensamientos, no sé cómo pasar estas fechas que habíamos pensado juntos.
Caminando sin parar entre tanta gente y sintiéndome solo, vacío, nadie me mira y no miro a nadie. En mi soledad más absoluta, vacío por dentro, siento el frio de un vacío inmenso en esta sociedad tan llena de tecnología pero que carece de sentimientos.
Parecemos autómatas, cada persona es como si estuviese sincronizada y va con un rumbo determinado...Aquí rodeado de gente y yo tan solo.
Me encantaba perderme en tu mirada.
Mírame en la soledad de mi habitación, solo, recordando los momentos de locura y pasión que pasamos juntos...Si he de arder será en el fuego de tus brazos, para condenarme en el infierno de tu piel... La casualidad nos llevó a encontrarnos, la única prioridad era jugar a sentir el tacto de nuestros cuerpos desnudos.
Mi cuerpo te extraña, extraña estremecerse cada vez que es tocado por ti, extraña tus besos, tus caricias, tus mordidas, y el calor de tu cuerpo, hasta saciar nuestra ansia.
Cuando te vi, no te abracé con mis brazos, te abrace con el tiempo y el deseo con el que lo había esperado.
¿Te volveré a ver? No lo sé, sólo sé que te has metido en lo más profundo de mi ser y no sé si algún día logre sacarte de ahí.
¿Eres mi demonio o ángel? No sé, pero yo soy tu esclavo.
Escucha, ve a donde quieras ir, que yo iré. Quédate, vete, estoy con vos. Necesito verte, y verte otra vez.

__

Luego de cuatro meses de oscuridad, estaba decidido a echar raíces sobre mi vida. Compré ropa nueva, retoqué el corte de pelo que ya había crecido con la intención de por ahora conservar un nuevo estilo y me inscribí en un curso de teatro. En otras palabras, si no podía recuperar mis memorias, trataría de crearme recuerdos nuevos, en ellos ni siquiera sé si cursaré de nuevo abogacía si al recibir libros de derecho, tampoco me son familiares.

Decidí recuperar una aparente vieja afición, el cine, y quizá, sólo quizás, buscar al apellido Graziani,  conocer a la persona oculta detrás.
He decidido volver a los lugares, que he descubierto en mis pistas, no terminará el año, sin que haya recorrido estos lugares, y espero además haber dado, con… Graziani, quien quiera que sea.

CONTINUARÁ.
HECHOS Y PERSONAJES SON FICTICIOS.
CUALQUIER PARECIDO CON LA REALIDAD ES COINCIDENCIA.
LENGUAJE ADULTO.
ESCENAS EXPLÍCITAS.

16 comentarios:

  1. Maria Eugenia Maravilloso relatos amiga. Feliz noche

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  2. Rosy A Woow bellísima gracias por tan bello escrito

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  3. Más que interesante Eve...Muero por ese encuentro y espero que al fin Pedro pueda recuperar sus recuerdos y su vida...

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    1. Calma ansiosa que ésta pinta para tira creo, las otras dos son relastos, pero es hermosa, confianza, pronto detrás llega... El Otro, pasa que son complejas y o no tengo internet o no tengo el tiempo y estoy enferma y sin nadie que me vea en este desierto. Besote, hoy o mañana sale el otro.

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  4. Veronica Lorena Piccinino Hermoso Eve. Me llore todo... Cuanto amor y angustia.. Gracias

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  5. Sol Urvino Juan sigue a Guille, Guille sigue a Pedro, y Pedro a Camila, Hay todo un desfasaje sentimental por delante. UN BESO, EVE.

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