jueves, 24 de mayo de 2018

“NO SOY YO”. CAPÍTULO DÉCIMO.



“NO SOY YO”.
 CAPÍTULO DÉCIMO.




“Las tiranías fomentan la estupidez”.
Jorge Luis Borges.

“Esta frase pertenece al poema
"
Nunca la mirada" de Mario Benedetti.



“Nadie sabe en qué noche de octubre solitario,
de fatigados duendes que ya no ocurren,
puede inmolarse la perdida infancia
junto a recuerdos que se están haciendo.

La imagen puede contener: 2 personas, personas sonriendo, personas sentadas, meme y texto Qué sorpresa sufrirse una vez desolado,
escuchar cómo tiembla el coraje en las sienes,
en el pecho, en los muslos impacientes
sentir cómo los labios se desprenden
de verbos maravillosos y descuidados,
de cifras defendidas en el aire muerto,
y cómo otras palabras, nuevas, endurecidas
y desde ya cansadas se conjuran
para impedirnos el único fantasma de veras.

Cómo encontrar un sitio con los primeros ojos,
un sitio donde asir la larga soledad
con los primeros ojos, sin gastar
las primeras miradas,
y si quedan maltrechas de significados,
de cáscara de ideales, de purezas inmundas,
cómo encontrar un río con los primeros pasos,
un río -para lavarlos- que las lleve”.



“PABLO NERUDA.
No te quiero sino porque te quiero
y de quererte a no quererte llego
y de quererte cuando no te espero
pasa mi corazón del frio al fuego.
Te quiero solo porque a ti te quiero,
te odio sin fin, y odiándote te ruego,
y la medida de mi amor viajero
es no verte y amarte como un ciego.
Tal vez consumirá la luz de Enero,
su rayo cruel, mi corazón entero,
robándome la llave del sosiego.
En esta historia solo yo me muero
y moriré de amor porque te quiero,
porque te quiero, amor, a sangre y fuego”.

Agustín, debería haber sabido que él lo seguiría. No se volvió, era incapaz de enfrentar su mirada.
__No nos reconoce _dijo en cambio.

__No. No nos reconoce. No tiene por qué ser él.
__Es él. Ya has visto los hoyuelos, la marca de nacimiento, el tic… __Se le quebró la voz __. Es Pedro.

__No lo sabemos.
__Yo lo sé. __Por fin se volvió hacia su cuñado __.Yo lo sé. Lo supe en cuanto lo vi. Es Pedro, puedes hacer los muestreos genéticos que desees, pero es… Pedro, yo no necesito nada más que lo que vi.
No entiendo nada quizá pero es él. Y es…  además de mi esposo, el padre de Malena, sin embargo aun con la foto, tampoco la reconoce.
Marzo de 2018.
Fabián fue por el pedido, apenas abrir la agenda de tapas de cuero, miró la hoja, el vuelo, y así la llevó a su padre, Guillermo abrió y cerró los ojos varias veces, Fabián lo vio palidecer, temblar, y apenas oyó  el grito, cuando  con todas sus fuerzas alcanzó a sostener el cuerpo de Guillermo que se desmoronó cuando todo se volvió negro...
Cuatro años después.
La imagen puede contener: texto

__Guillermo, tranquilo, entiendo lo que sientes, pero debemos seguir adelante, lo que importa, lo único que vale es que está vivo, pero piensa…,  algo muy extraño sucede, Camila hizo algo demasiado grave.
__Lo sé, lo intuyo.
__Por empezar, no subió nunca a ese avión, pero estuvo años internado, en coma, y cuando despertó estaba ella, la cree su esposa, tiene otra identidad, es muy grave lo que debe de haber sucedido, porque además dice haber tenido otro accidente. Además está lo de la nena, suponiendo que sea él. Porque las probabilidades son escasas.
Mira, admito que se parece a mi hermano. Dios. __Agustín  se frotó la barbilla __. Y su historia… En fin, podría cuadrar, pero no lo sabemos con seguridad. Podría ser un psicópata que quiere dinero. Guille, supongo que no tengo que recordarte que eres casi un famoso. Eso atrae a los impostores. No sabemos que sea él, ni su nombre lo es. Se pueden hacer varias pruebas. Se pueden tomar muestras de ADN, de mí, de la nena.
__Da igual. Los dos sabemos que es él, quieras admitirlo o no. ¿Cuántos tipos que se creen casados con Camila Moravia iguales a Pedro crees que hay? Por Dios Agustín, esa mujer hizo cosas inimaginables para alejarlo, para quitarle la identidad…  pero es Pedro.
__Tengo que estar seguro del todo.

Guillermo volvió a cerrar los ojos. Agustín estaba muy apegado a la ciencia, lo veía todo en blanco y negro, pero esa situación estaba impregnada en matices de grises.
__No nos reconoce _repitió.

__Guillermo, como dice Fabián, no te hagas esto, todavía no. Esperemos a ver qué averiguamos. Él fue a Gaby, bueno dejemos que ella investigue a la persona que estuvo en esa clínica, a su relación con Camila,  ella nos dirá todo. Todo podría ser una enorme coincidencia.
__Gaby lo envió, por favor. Hacía un rato estaba por prepararle la cena a Malena, por mostrarle el coche que Ana me aconsejó comprar a los dos. Después me iba a sentar con ella para ver una película. Incluso la iba a dejar elegir una de las pelis preferidas que ya hemos visto cientos de veces, ahora, en este momento, no tengo idea de qué hacer. Tengo que salir de aquí un rato, encárgate de todo Agustín. Dile lo que quieras, Aceptaré lo que decidas.
__Guille…
__Necesito unos minutos __le soltó.

No soportaría ver de nuevo sus ojos vacíos, saber que no lo recordaba, ni a él ni todo lo que habían compartido, se veía incapaz de soportar el dolor. Un dolor que ya había soportado tiempo atrás, un dolor que regresaba una y otra vez a tragárselo entero.
Abrió la puerta trasera y se marchó antes de que Agustín pudiera impedírselo.

“Anoche la hermosa soledad bañada de tristeza, se encontró con el elegante y bien plantado insomnio, debatían en el por qué era tan frecuente que él la visitara a deshoras en la alcoba, ella bastante incómoda "por supuesto" le exigía que la dejase tranquila pues cada vez que él aparecía ella sufría; fue entonces que la hermosa soledad bañada en llanto de tristeza, intentó huir de los brazos del ahora ¡cruel insomnio! Corrió, corrió y corrió dando vueltas y tumbos por las paredes de la habitación lúgubre y fría. Soledad se sentía debatida y cansada, hasta que decidió reposar en una cómoda y suave almohada pues pensaba que se había perdido de aquel Insomnio perturbador, fue entonces que ella se encontró con el cautivador y bendito recuerdo del Amor, estaba tan escondido debajo de esa almohada y esparcido todo él, entre las sábanas blancas y sedosas de la extensa y desolada cama que se sintió por el recuerdo envuelta y atraída, por un momento soledad estaba protegida por el recuerdo, él le estaba regalando tanta felicidad, que se dejó seducir por momentos bellos que él le platicaba, fue entonces que él se volvió un loco y traidor, arrastrando a soledad a los brazos del dolor, pues el recuerdo escondía entre sus negras intenciones la verdad de una traición, de miles de dudas, entonces soledad se mostró totalmente abatida y sin esperanza de encontrarse a salvo y muy lejos de la alegría. Soledad asumiendo su grave error de haber confiado en el recuerdo del Amor y ahora estar presa del terrible dolor, ella, bañada en llanto de tristeza, bebía la copa del veneno amargo de la traición que recibió de las manos del malvado recuerdo, sabiendo que con ello envenenaría su alma, llevando a la muerte segura sus ilusiones y su corazón. Fue el fin de soledad esa noche, a sabiendas que cada noche volvería a repetirse la misma historia, en muchos lugares, en tantos hogares, en incontables personas.
Si amas a alguien díselo, con palabras, con actitudes claras, con actos de servicio y ayudándolo a ser feliz; es mejor ser acusado de ridículo, de cursi, por decir todo lo que se siente por la otra persona, que dejar que la relación se cuartee por el frío de la indiferencia. Amar es siempre una militancia. Se nota que amas. Cuando solo se trata de palabras no respaldadas con acciones, pronto caerá la relación como caen los castillos de naipes. Ahora, si no quieres a alguien asegúrate, con asertividad  de que lo sepa. No vale la pena construir relaciones marcadas por la mentira, las apariencias y el camuflar todo lo que se siente. Esta aceptación de nuestros sentimientos y saber compartirlos con los demás nos llevará a un mejor control de las emociones y a aprovecharlas en función de la realización de nuestro proyecto de vida. Esto nos prepara para ser más empáticos y saber captar y aceptar lo que el otro siente. Cuando se da esa comunicación emocional desde la libertad y la responsabilidad las relaciones interpersonales fluyen sin problemas y son verdaderos espacios de realización. La experiencia espiritual no puede desconocer la dimensión emocional de las personas. Quien crece espiritualmente es más consciente de sus emociones, las expresa con mayor libertad y responsabilidad, establece relaciones sanas de solidaridad y autonomía. El contacto con Dios no nos hace negar lo que sentimos, sino que nos permite alinearlo con el proyecto de vida que hemos decidido desde nuestra relación con el otro, pero ¿cuántas veces te lo diré, Pedro? Si a los cinco minutos te pierdo y me olvidas y reaparece Camila, siempre Camila, a veces creo que ni muerta dejará de alejarte de mí.
Déjame acariciar tu desnudez y en ella desfogar deseos presos, rozarte con la tersa calidez de mis desesperados tiernos besos. Lamer el agridulce del sudor que recorre  a tu fogoso pecho,
beber el dulce néctar de la fuente que lento recorre  a tu entrepierna.
Deja robarme todos tus alientos mientras yo desahogo mi lujuria, al vaivén y el compás de movimientos donde he de descargar toda mi furia. Hoy haré de la noche un gran bullicio en este nuestro encuentro cuán ficticio.
Si supieras cuánto me emociona escuchar tu voz, porque este amor que siento por vos es puro, sumiso,  humilde y sincero. No imaginas cuánto valor ocupa el silencio de mi alma; el nivel de los espacios que me permiten explorar y dar cabida a mis fantasías, a mis sueños despiertos haciendo del amor…  eso que anhelamos con ternura.
Como un tacto de deseos para que conozcas mi mundo de ensueños, donde cada noche siempre te invito que compartas conmigo tu cariño, porque sabes a amor y pasión, y logras en mí que fluyan emociones que cautivan mis sentidos, embrujando mi alma.
Todos sabemos que el amor es capaz de todo aun en la distancia, es pleno a pesar de todo, y me envuelve aun en la lejanía, e igual te siento en cada palpitar, en mi piel, en mi mente siempre estás tú, porque te amo aun sin estar a tu lado, sin que me recuerdes.
Que sea el eco de tu voz grabado en mi corazón enamorado que arrulle mi cuerpo, para sentirte más cerca, porque vives en mí cada día más, con deseos y esperanzas de llegar a tu lado muy pronto, dejando todo atrás, soñaré con construir juntos una realidad, plena de amor y compresión.
Por ahora es solo un hermoso sueño de magia, de esa alucinante locura de la cual nadie está a salvo de caer, en la urdimbre del amor.
¿Acaso te casaste con ella y eres bígamo o solo te hizo pensar que era tu esposa?”
__
Gastón observó las fotos que había en la repisa de la chimenea mientras Guillermo y Agustín hablaban en voz baja en la estancia contigua. La cara de las fotografías se parecía a la suya, aunque era algo distinta. Un ramalazo de aprensión le recorrió el cuerpo mientras miraba la foto, una tras otra. Los Graziani en lo que parecía una excursión. Pedro Graziani en una cama de hospital, Pedro acunando a una nena de poco menos de un año. Una foto de un matrimonio igualitario, en el Civil, Pedro y Guillermo, cerca de su… de Agustín Beggio y de un hombre alto y rubio de ojos color cielo, todos vestidos de punta en blanco con una sonrisa de oreja a oreja. Se le formó un nudo en el pecho, el calor ganó las mejillas, si él era el de las fotos, no recordaba ni una sola cosa de esas ocasiones. Sin embargo la extraña sensación que tenía en el estómago le indicaba que eso tampoco quería decir que no lo fuera.
Se apresuró a apartar la mirada de las fotos ya que no quería pensar en eso todavía y paseó la mirada por la estancia. Nada en esa casa le resultaba familiar. Ni los cuadros ni las paredes, aunque le gustaba lo que había hecho el decorador de Graziani. Sofás de cuero, cojines mullidos, mesas de madera y lámparas modernas que él mismo podría haber elegido de haber tenido la oportunidad. Volvió a darle un vuelco el estómago y se volvió, momento en el cual se encontró con la mirada recelosa de los hijos de Graziani clavadas en él. La nena no había pronunciado ni una sola palabra desde que Guillermo y Agustín se fueron a la otra habitación. Los nervios se apoderaron de Gastón al verse reflejado en ella. Mirar fijamente a Guillermo Graziani era una cosa, hacer lo mismo con su hija, quien además a todas luces lo quería fuera de allí, era harina de otro costal.
No necesitaba pasar por esa situación. Ya tenía suficientes problemas en su vida. La mudanza a una nueva ciudad, conseguir que Bruno se acostumbrara a vivir sin Camila, intentar averiguar qué narices había pasado… y en ese momento tenía que añadir a todo eso a un hombre que podría ser su marido y una hija que lo miraba como si fuera el anticristo, eso sin recordar que no sabía si había estado casado con Camila y que Bruno era el fiel retrato de Guillermo, que Daniela había parido trillizos, ¿qué diantres tenía que ver ella con esta nena? Y Gabriela Soria que también lo confundía con el tal Pedro Beggio, un hermano, y sus padres si existían que no estaban donde deberían según Camila.
La cosa no podía empeorar, ¿verdad?
__
Agustín volvió al salón y lo miró con una sonrisa alicaída. El alivio lo recorrió por entero como un buen sorbo de vino dulce. Mientras Malena salía de la estancia sin mediar palabras, el sentimiento de culpa se apoderó de él. No podía ser fácil para la nena ver a alguien que se parecía tanto a su padre. Gastón no había tenido en cuenta los sentimientos de la niña cuando decidió pasarse por allí ese día. Estaba tan obsesionado con encontrar respuestas que solo había pensado en sí mismo.
Agustín vio cómo la nena desaparecía antes de mirar a Pedro. El dolor demudaba sus facciones. Y el sentimiento de culpa que Gastón sentía se multiplicaba por diez al mirarlo a la cara. Estaba siendo muchísimo más duro para ellos de lo que había imaginado.
Agustín soltó el aire.

__Creemos que el parecido es tal, que merece la pena hacer unas pruebas, quizá que te vea además un neurólogo. El ADN demostrará su identidad de una manera o de otra.

Gastón asintió con la cabeza y tragó saliva para aliviar el nudo que tenía en la garganta. ¿Sentía alivio o decepción? A estas alturas no estaba seguro.
__Sí. Esperaba algo así. Haré que mi abogada se ocupe de todo, debería ser fácil, tal vez solo una muestra de sangre suya, su hermano y tal vez de su hija. __Mientras echaba un vistazo a su alrededor su nerviosismo aumentó considerablemente, era evidente que Guillermo Graziani no pensaba volver para hablar con él __.Debería irme.

__Vale. __Agustín se pasó una mano por el pelo __.Yo, lo acompaño.

Lo acompañó al exterior y fue con él hasta su coche, no estaba seguro de por qué pero se sentía cómodo con él, aunque fuera el que le había dejado esa desagradable nota en su despacho. Era gracioso… unas horas antes ese hombre parecía ser su peor enemigo, ahora parecía ser su único aliado. Algo ridículo considerando que no sabía nada de él.
Agustín se mantuvo en silencio mientras caminaban, con las manos metidas en los bolsillos delanteros de los jeans y los ojos clavados en el suelo, por delante.
Y mientras iban hacia el coche, Gastón recordó lo que había dicho antes “el hermano de Pedro”…  Camila le había contado que era hijo único. Él le creyó como lo de sus padres en Valparaíso. Creyó muchas cosas que en ese momento podrían demostrarse falsas. ¿Sobre qué más le habría mentido?
Desterró esa pregunta. Se dijo que ya se ocuparía se eso más tarde. En ese preciso instante tenía que concentrarse en el presente o acabaría llorando a mares.
Cuando se detuvieron junto al Ford Focus, se volvió hacia Agustín y lo miró a los ojos. Unos ojos verdes, se percató en ese momento, que resultaban perturbadoramente familiares. Eran los de su sobrina Malena. Como sus propios ojos en algunas ocasiones que viraban de color.

__ ¿Puedo hacerle una pregunta personal?
__Claro.
__Seguramente debería dejarlo correr, pero sentía curiosidad, teniendo en cuenta lo que debe de estar sintiendo ahora mismo. Así que me gustaría saber quién es en realidad: ¿el arrogante que me dejó la nota esta mañana o el cuñado comprensivo de ese hombre de ahora?
Él se echó a reír.
__ ¿Qué pasa?
__Nada. Pero mi hermano habría preguntado algo así...
__Ah. __El significado implícito de esas palabras quedó flotando entre ellos. ÉL creía que era su hermano. Podía verlo en sus ojos verdes. ¿Quería que fuera verdad? El pánico le atenazó el pecho. No sabía qué quería. Y empezaba a cuestionarse si ir a ese lugar había sido una buena idea. Por Dios, ¿por qué no había esperado como Gabriela le dijo que hiciera?

Se pasó una mano por el pelo, se quedaron en silencio varios segundos, hasta que la curiosidad pudo con Gastón.
__ ¿A dónde nació con Pedro, y dónde están sus padres?
__En Chile, y ellos están en una estancia cerca, en la provincia, pero vivieron años en Chile
__Bueno, ¿cuál es su respuesta?
__Supongo que tengo algo de las dos cosas, del que fue esta mañana y del cuñado de Guillermo.
__Entiendo. __Aunque no lo entendía. No en realidad. No entendía nada. Dudaba mucho de que alguna vez lo hiciera, y eso hizo que se sintiera más perdido que cualquier otra cosa. Inspiró hondo, aunque no consiguió mitigar el dolor que sentía en el pecho, y miró hacia la casa __. Me parece que no le caigo muy bien.

__Guillermo ha sufrido mucho. Debe comprender que la muerte de Pedro lo cambió. Compartían algo especial, algo que la mayoría de la gente no encuentra aunque se pase la vida buscándolo.
__Me cuesta creerlo. He leído mucho sobre él y nada de lo que he visto me lleva a pensar que es una persona cariñosa.
__No crea todo lo que lee. __Algo es su tono de voz le indicó que debía ser muy cuidadoso a la hora de elegir sus palabras. Sin embargo, su voz se suavizó al añadir __. Verlo hoy… en fin, es algo con lo que lleva años soñando, pero jamás había esperado que Pedro no lo recordara. Es como perderlo por tercera vez.

__ ¿Tercera?
__Antes pasó por esto, Pedro tuvo cáncer de cerebro y lo olvidó.
__Pero no soy Pedro __repuso en voz baja.

__No. Todavía no. Al menos, no hasta que lo sepamos con seguridad.

Y allí estaba. Una vez dicho en voz alta no sabía  qué pensar. Qué sentir. Ni qué hacer, por cierto.
__Él cree que lo soy.
__Lo conocía muy bien. Llevaban juntos diez años.

El sentimiento de culpa aumentó todavía más el nudo que tenía en el pecho.
__No he venido para hacerlo daño a nadie. Espero que lo sepa. No sabe lo que es ir por la vida sin saber quién eres en realidad. Una persona sin pasado es…, bueno es una anomalía. __Terminó moviendo la cabeza.

__Y también debe de ser aterrador, no me cabe duda _concluyó Agustín.

__Sí, mucho _murmuró mientras él lo miraba a los ojos, y aunque luchó contra la sensación, no pudo negar el dèjá- vu que experimentó al mirarlo __. Solo busco respuestas, sean las que sean.

__Lo entiendo.

No replicó, le daba demasiado miedo lo que podría decir si lo intentaba. El corazón le latía con fuerza. Si de verdad era su hermano, lo recordaría, ¿no? Sin embargo, no recordaba nada. No tuvo recuerdos repentinos, no vio nada en su cabeza, no sintió nada salvo esa sensación de… familiaridad.
Cuando se dio cuenta de que lo estaba mirando fijamente apartó la mirada.
__Tengo que irme. Yo… llamaré a su despacho cuando tenga los detalles para las pruebas.
__Vale.
__Vale. __Sus ojos parecían no querer moverse. Sin embargo, los obligó. Por su cordura tanto como por la de él__. Vale _repitió con una temblorosa voz mientras subía al coche.


“En el camino le pregunté a cada piedra si ellas habían escuchado el crujir de tus pasos en el camino.
Le susurré a las nubes tu nombre y ellas sollozaban sin consuelo regando mi suelo.
Pasé por los valles tenebrosos y ya nada me importaba con tal de encontrarte, y en verdad llegué a preocuparme de no volver a saber nada de ti por mucho tiempo.
Seguí mi camino que se hacía cada vez más pesado, lento y sin esperanzas de hallarte.
Y divisé mil colores a lo lejos en las más hermosas flores y ahí lo entendí todo, (habías pasado por allí), porque yo sé muy bien que todo lo que tocas lo transformas para bien como lo hiciste conmigo. Y fue una mezcla de alegría y de tristeza en mi interior, porque yo no podía verte.
Pero sé muy bien que cada planta hoy agradece tu existencia como hoy lo hago yo, aunque no pueda tenerte, ni recordarte  y eso me duele.
Me duelen los silencios, y duelen las palabras que aún no te dije, me duelen las ausencias en todos los rincones de mi alma, como solo sabe hacerlo alguien que te quiere de verdad como
yo logré quererte.
El temor me envuelve en el suspiro de la lejanía, sus pasos marcados hacia el precipicio de lo irreversible, historias plagadas de amor que ocultan su efímera existencia. Caminos que se pierden ante el límite, al filo de un abismo que provoca una distancia en el silencio de las almas. A lo lejos te encuentras batallando con tus fantasmas, sin darte cuenta que el tiempo corre veloz, tu mente prisionera de las penumbras, no consigue descifrar el misterio a tus preguntas. Indecisiones provocadas por tus propias dudas, no logras discernir lo que deseas entre la inevitable costumbre o el verdadero amor. Dios liberará tu alma y sanará tus heridas, en cambio yo seguiré luchando contra las horas eternas de mi soledad con la ilusión de convencerte que seré la respuesta deseada que liberará tus miedos al viento, siendo el dueño de tu corazón. Eres el mar con sus olas violentas, yo soy tu tierra de paz donde aliviarás tus tormentas. Distancias que respiran en la cercanía de deseos que emancipan nuestros cuerpos, donde sentimos el aroma placentero de amar en las brisas que gritan libertad.
Cuando desaparezca la luz y el mundo armonice una desesperación conjunta; cuando sea de noche, ladridos, ecuaciones abandonadas, rostros adormecidos; cuando la ventana rebele calles vacías y el abrazo nocturno haga las manos sobre nuestros cuerpos tan débiles producto del sueño; solo entonces, despacio, en un susurro imperceptible, me atreveré a contarle al mundo, cómo atravieso dimensiones estelares, espacios infinitos para mirarte en tu lucha con el manto del sueño.
La física cuántica define universos paralelos como universos que están separados el uno del otro por un solo suceso cuántico, mi amor. Miles de personas, momentos y tiempos para seguirte amando, mi cuántico, mi complementario, el amor eterno.
“El Aleph” dice el personaje ficticio Carlos Argentino Daneri, es un punto mágico en el espacio que contiene todos los otros puntos, de tal forma que cuando miras, en él encuentras la arcadia de tu vida.
Puedes visualizar todo lo que se encuentra en el universo. Borges tenía razón, tú mi amado complementario, mirándote a los ojos puedo ver el contenido del universo. Si el universo fuese compacto y sin cotas, sería posible, después de viajar una distancia suficiente, volver al punto de la primera sonrisa, del primer beso.
La luz de las estrellas y galaxias podrá pasar a través del universo observable más de una vez. Si el universo fuese múltiplemente conexo y suficientemente pequeño, el beso que me diste, el beso primigenio de nuestro amor, se repetiría en universos, multi-universos  o varios universos, coexistiendo simultáneamente, complementarios, eternos como la aurora boreal, son los mayores y más brillantes fenómenos luminosos celestiales y sobrenaturales jamás contemplados por el hombre. Pero no lo recuerdo, no te recuerdo”.
__
 “Pedro, exhausto de vivir sin amor, camino las grises sendas de mi vida. Ardiente travesía lleva el alma mía, buscando una mirada color de cielo y que su luz devore mi soledad, agite todas mis pasiones y grite feliz mi verbo. Entre mi vida de despojos, arrebatado, me encuentran tus ojos. Detengo mis pasos vagabundos en un crepúsculo rojo, de mar y fuego, no seas mi tormento, quiero devolverte tu mirada, con un beso. Eres como un amor escondido, en mis grises caminos. Muere en mi boca la palabra nunca cuando sonríes, y el amor presiento cuando la brisa recoge tu aliento y lo somete a mi boca, ¡qué tormento! Me hablas, y yo solo veo tu boca de rosas y corolas. Y casi no te escucho, cautivado por el mar de tus ojos y tu bello sonrojo,  mi alma es un torbellino de dulces desatinos, ente tus infantiles antojos.
Y allí estás vos, uniendo lo bello, lo sagrado, lo profano. Verte es descubrir lo que quiso ser, lo que no fue, y lo que será con vos  cuando la brisa traviesa levanta tu camisa y se embelesa con tu ombligo. Eres tan menudo que la brisa te acaricia con pudor. Un tumulto de soles me persiguen cuando tomo tu cintura tan pequeña y no sé cómo respiras, mientras caminamos hacia la noche, que espera. Tu desnudez crepuscular, es una pintura de rojo fuego.
Me dejaré morir en mis otoños y con tu amor floreceré en tus primaveras porque después que seas mío, no importa la vida, solo que vos me quieras.

Siempre creí que para escuchar el latido del corazón es necesario amarte, siempre supe que con mirar tu bello rostro mi alma se consume entre sueños y anhelos. Cielito,  te extraño tanto cuando no te miro, y mientras transcurren las horas no sé si es día  o es noche, fallecen los suspiros y el amor  se reduce a soledad, eres la vida misma hecha hombre. Un beso tuyo es una virtud para mis labios, una caricia de tu mano es la locura de mi cuerpo, mi alma sale a pedir a gritos la flor de tu existencia, desnúdate  en la eternidad de mis verbos.
En tus ojos claros como reluciente primavera me he mirado como tembloroso amante, adherido estoy a la tibieza de tus brazos,   sos el dueño de mis entrañables ilusiones. En la tierra soy un mendigo por una mirada tuya, deslumbrante adonis que  pasas por mi lado y haces hervir mi sangre, mi alma insistente reclama tu presencia, recógeme en tus pestañas mientras beso tu mejilla”.
“Cuando los recuerdos se hacen presentes, todo cobra vida y de los sueños se hacen realidad.
Caminando como de costumbre, un día de tantos donde sopla el viento y se despeja la mente, lo veo,  me puse nervioso, hace tanto tiempo sin saber de él. Ahí está parado en la acera de enfrente, se acordará alguna vez  de  mí, seguramente no, alguna vez me dijo te amaré toda la vida, palabras que el viento se llevó, nuestras vidas tomaron rumbos diferentes.
Recuerdo el beso que nos dimos de despedida, fue algo hermoso para nuestra edad, un beso que apenas rozó nuestros labios pero dejó huella en mi vida.
Si supiera todo los recuerdos que desata su presencia, lo saludaré, o sigo mi paso, hoy en el otoño de nuestra vida lo vuelvo a encontrar,  será que el destino nos tenía preparado este encuentro.
No, solo es mi imaginación y me digo sigue tu camino,  él seguramente tendrá una vida hecha, no empieces a fantasear si solo saliste a caminar para despejar la mente, y ahora lo ves por la ventana pero sabes que no te recuerda.
Él no se ha percatado de mi presencia, hace la parada, aborda el auto  y, en el momento que el vehículo inicia su recorrido él voltea y me ve, yo lo veo y pienso…  no se acuerda de mí.
Me volteo, sigo mi camino y digo si supiera que con solo un roce de su mano me conformaría.
El viento sopla,  las hojas vuelan al igual que mi mente, con la intención de atraparlo y o sorpresa ahí está frente a mí, con esa sonrisa que atrapó mi mirada desde que lo conocí.
Me toma de la mano se acerca a saludarme y al mismo tiempo que me roba un beso, me dice al fin te encontré. Pero es solo mi deseo, Pedro, no diste señales de conocerme, menos de nuestro amor.
Rendido al embeleso de tu amor navegué en tus apasionados labios, bebí de tu boca el dulce candor de virginales sentires encerrados. Amos y señores de la pasión revelada, seducidos del enigma de amarnos con el alma en plenitud descubierta el mundo ofrendando cantares.
Era el querer eternamente soñado, ajeno al trajinar pautado de amores a nuestra manera aturdida, amando con la intensidad del canto de corazones. La llama del amor pintó en tu vientre,  la vida engendrada de mil colores floreció con el tránsito del amor ofrendado por siempre,  la felicidad en lienzo de flores pintado.
Todo se trastocó sin descifrar la ilación y el sentir pensil en flor menguó el vendaval sollozante evocó, la ilusión y la ternura con ingente pesar sucumbió. Y me quedé con el cariño engendrado palpitante suspirando en las venas
¿Qué sucedió con los besos vividos? jadeantes en los labios de penas.
Te amé como vos me revelaste amar, de manera absurdamente objetada,  te amé como las olas abrasan al mar, como aprendí con vos, de la única manera”.


El sol de la mañana relucía sobre las aguas del río y el sendero quedaba enmarcado por las colinas boscosas. En el aire flotaban el olor al agua y el olor al pescado mientras Gastón contemplaba la escena sentado en un banco de la ribera, aferrado con fuerza al asiento. Las aves bajaban en picada a su alrededor. Sus agudos cantos amenazaban con hacer trizas sus ya destrozados nervios.
Lo que necesitaba era una patada en el trasero que lo espabilara y lo motivara a seguir investigando sobre lo que le había sucedido. Sin embargo, allí estaba, esperando a Guillermo Graziani.
Después de tres días mordiéndose las uñas y languideciendo a la espera de que Gaby le comunicara las noticias sobre los análisis, había claudicado y lo había llamado. Desconocía cuál era el origen de esa compulsión que lo instaba a hablar con él, y no entendía por qué lo afectaba tanto la reacción de ese hombre. Lo único que tenía claro era que se sentía consumido por la culpa desde el día que lo conoció y que, si no hacía algo para arreglarlo, dicho sentimiento acabaría destruyéndolo y le impediría buscar las respuestas que necesitaba con tanta desesperación.
Sabía qué se sentía al perder a un ser querido. Y por eso, intentaba ponerse en el lugar de Guillermo, intentaba imaginar qué haría si Camila se levantase de repente de la tumba.
La ira se apoderó de él y se aferró con más fuerzas al banco. Lo primero que haría sería encadenarla a una silla hasta obtener las respuestas que estaba buscando. Después, la sometería al impacto de un chorro de arena a presión por ser la culpable de la pesadilla que estaba viviendo.
Respiró hondo al tiempo que soltaba el banco para pasarse las manos por el pelo. Camila no se levantaría de la tumba, y él era un hombre sin pasado.
Vio a Guillermo que se acercaba por el camino del puerto antes de que él lo localizara. El extraño dèjá- vu que experimentó frente a su casa se repitió mientras lo observaba. Caminaba mirando el suelo, con las manos metidas en los bolsillos delanteros del pantalón, y aunque llevaba gafas de sol, era evidente que fruncía el ceño. También se percató de que sus ademanes eran tensos, lo que ponía de manifiesto que la situación le resultaba muy incómoda.

“Para amarte no es necesario que curves, que empiecen imposibles desde el deseo. Ni es un asunto del peso o de líneas rectas. Que cada quien sume o reste el pudor de los hilos, en la habitación de los huesos. Mis dedos solo entienden que tu piel es la página donde mis ojos valen como tinta, porque amarte es más simple que amar al hombre que miras y yo aún desconozco. Porque amarnos sigue siendo un asunto de amar.  De amarte casi esta lluvia se deletrea  entre la lluvia, porque hombre y otro son dos deudas de la soledad, de la primavera y el invierno que todo amante augura desde la mirada.

Liberaré tu sabor y mi piel rescribirá tus vocales al desnudar mi nombre. Total la muerte es tan
solo un juego de voces, que poco a poco se disfraza de arenas. Y tú y yo moraremos en los jadeos del desvelo. Y es que juegas y juegas a que solo tú eres dios,  en este milagro tan cotidiano del equivocarnos. Y si todas mis huellas fuesen tan solo los verbos de tu perfume en este fuego frío del instante. Y si entre cada lágrima muere la muerte con nosotros, casi esta breve edad de la cenizas. ¡Juegas! ¡Juego! La sonrisa nunca tendrá esquinas para el dolor, y siempre sobrevivirán, con nuestro beso, las centellas, si me enseñas a respirar mi hora de empacar las campanas. Lo siento o lo presiento como las imágenes de la nena.
En el puente peatonal  del parque la paz. Hoy la paz del parque es un remolino de hojas ante el instante de motores. A las nueve de la mañana una parvada de niños escribe un poema a la luz sobre mis sombras, deshilada sombra, bicicleta tras bicicleta. En la acera izquierda una niña llora su pequeño choque con el universo. Y una gota de sangre inventa en sus fugaces rodillas pájaros de brisas renovadas. Con el disfraz de viento Dios matonea. Es el titiritero de las cometas casi neblinas, que los hombres niños versan también cuando sonríen. Y este puente se inventa a sí mismo un corazón, como el del juego de las hojas que arremolinan estas nueve de la mañana.
Y a quién, en este puente peatonal, entre un mundo y otro, se le ha olvidado que el nombre solo fue un atrevimiento como el de estos dedos en la baranda, que suman y suman las palabras  solas de un hombre solo. La autopista se asemeja a un corazón desordenado. Este vigía ha cerrado los ojos y ahora es el aire. Y su voz compite en desventaja con los motores,
con el continuo desamor de cada libro que nadie ha querido leer.
¿Qué detiene a este  hombre en el puente?
¿Quizá el tacto sea el corazón metal o el imposible grafiti de los sentidos?
Quisiera decir de tus ojos al igual que de tu boca, o gritar que me sofoca la sombra de tus sonrojos; para expresar mis antojos de tenerte entre mis brazos y colmar tus finos lazos con el roce de mis dedos. Así en silencio, muy quedo, rozar tus cumbres ambiciosas y cumplidas entregándose al ruedo. No sé qué siento de pronto”.

Guillermo se detuvo a unos cuantos pasos del banco, con los dientes apretados. Gastón se levantó para saludarlo y sintió que se le caía el alma a los pies, una reacción para la que no estaba preparado.


__Gracias por venir __logró decir.

__No estoy seguro de por qué lo he hecho _replicó él con un tono gélido que no le gustó nada.

¿Era la voz que usaba en su trabajo para intimidar e influir en los demás? De ser así, resultaba muy efectiva.

__Te agradezco de todas maneras. __Cambió el peso del cuerpo al otro pie, inseguro acerca de lo que iba a decirle una vez que lo tenía delante. Un incómodo silencio, tan vasto como el océano, se instaló entre ellos.

__Dudo mucho que sepas algo todavía, así que ¿cuál es el motivo de este encuentro? __quiso saber.

Por algún motivo que Gastón no alcanzaba a entender, ansiaba ponerle fin a la distancia que los separaba. Ansiaba consolarlo. Una reacción de lo más inesperada.
__No, no tengo noticas. Gaby dice que los resultados tardarán todavía una semana. Y, por cierto, también debo agradecerte que acudieras a realizar las pruebas.

Guillermo no replicó, se limitó a apoyar el peso del cuerpo en los talones mientras lo observaba fijamente. Gastón captó su perfume en el aire y lo invadió una sensación extraña, como si reconociera ese olor especiado.
Pero no era el olor que le resultaba familiar. La sensación se debía más bien a la atracción física. Era un hombre atractivo y poderoso, y a fin de cuentas él era gay, lo estaba descubriendo. Mucho antes de que sucediera todo lo que había sucedido, ya le parecía guapo. Sin embargo, la prensa y las revistas del corazón no le hacían justicia. Esa nariz recta, ese mentón arrogante y recién afeitado, esos rasgos esculpidos y tan masculinos, sumados a esa boca…
La mirada de Gastón descendió hasta los labios. Y la de Guillermo a los suyos, carnosos, suaves, suculentos, tentadores. Se preguntó qué sentiría si acariciaba ese labio fino inferior con el pulgar, si trazara la cicatriz casi invisible que tenía en la barbilla. Ese hombre tenía una boca sensual que en algún momento del pasado él probablemente había besado, saboreado y reclamado como suya.
¿De dónde narices había salido ese pensamiento? Se obligó a apartar la vista de esa boca tan tentadora y a alzarla de nuevo a los ojos no menos  alucinantes, penetrantes. A sus gafas de sol para ser preciso.
Y puesto que no podía verle los ojos, le estaba costando bastante interpretar sus reacciones, una circunstancia que aumentaba sus nervios.

__Vale, a ver… __dijo al tiempo que enderezaba la espalda y desterraba los pensamientos lujuriosos de su mente__. Solo quería disculparme por todo esto. Sé que no estás muy contento conmigo. Y quiero que sepas que lo siento mucho. Solo quiero saber la verdad. No tienes ni idea de lo difícil que me resulta todo esto.

__ ¿Te resulta difícil? __Enarcó una de sus cejas __. ¿Qué no tengo idea de lo difícil que te resulta todo esto? Intenta ponerte en mi lugar diez segundos.

Gastón suspiró.
__Lo he hecho, sé que no es fácil para ti, no es fácil para nadie, Guillermo, no sé siquiera si me llamo Gastón, si Malena es mi hija, si Camila fue mi esposa, cuánto estuve en coma y el porqué. Supongo que de confirmar las que sospecho mentiras de ella, debo de ver especialistas, saber qué me sucedió, quiero recordar, recordarlos. Pero, yo no me levanté una mañana diciendo alegremente: “oye, ve a buscar a Guillermo Graziani para joderle la vida”. No soy yo, no soy así.
__ ¿En serio? Porque es justo lo que has hecho. Pedro, dices no recordarlo supongo, pero yo ya pasé por esto, hace  más de cinco años me dejaste por un cáncer de cerebro, Camila te operó, también estuviste en coma y perdiste la memoria, pero al menos no dejaste de amarme.
__No lo sabía, no lo recuerdo, nunca mencionó un cáncer, créeme.
Guillermo empezó a alejarse pero regresó.
__ ¿Sabes la cantidad de pirados  que hay por ahí intentando joderme la vida? Mi vida personal es asunto mío y de nadie más, el derecho que me asiste. Si la prensa se huele lo tuyo, crearán sobre nosotros como una jauría salvaje. ¿Alguna vez te has parado a sopesar las consecuencias, aunque sea un minuto? Mi hija va a acabar involucrada en todo esto, la prensa intentará devorarla, y llevo cinco años, cuatro, intentando protegerla de todos ellos. Si hubieras aparecido en nuestra puerta preocupado por nosotros, sería una cosa. Pero que lo hayas hecho por curiosidad… ¡Es increíble! Si ni siquiera recuerdas a tu hermano qué puedo esperar yo ahora.

Estaba más enfadado de lo que pensaba. Gastón intentó mantener la voz serena y tranquila.
__No es así.
__Claro que es así. No somos nada para vos. Lo veo en tu cara. Lo vi el día que te presentaste delante de mi casa. Nos miraste como si no fuéramos nada. Y nosotros te miramos como si lo fueras todo. Pero a vos te importa un comino. __Se pasó una mano por el pelo con los músculos tensos __. ¿De verdad crees que tu esposa era Camila, que la amabas a ella, que te salvó, que ella era tu vida?

Te aclaro que no sé qué mierda hizo con vos hace cuatro años, pero antes intentó separarnos siempre, pero no estabas casado, y tampoco la amabas.
¿Y a dónde está Orestes? Porque él sabe que te llamas Pedro, y que estabas casado conmigo.
__No lo sé, no veía a Camila, se fue de viaje y no sé dónde, como tampoco encuentro a mis padres, si es que existen, ella dijo que vivían en Valparaíso, pero no están allí.
__Tus padres están acá, los veo, si es que sos Pedro, se llaman Amalia y Alberto Beggio, y viven parte en casa parte en una estancia cerca.
__Sí que me importan todos, Guille. De no ser así, no habría venido. No me mueve solo la curiosidad. Es muchísimo más que eso, pero entiende que empecé a descubrir cosas luego de la muerte de ella, y enseguida planeé mudarme. Si resulta que soy Pedro Beggio, significa que Malena es mi hija. No puedo darle la espalda a algo así. Jamás habría abandonado a mi hija a propósito. Y tampoco me gustaría que creciera pensando que eso fue lo que pasó. Si no hago algo para arreglar las cosas no podré vivir conmigo mismo.

Gastón se dejó caer de nuevo en el banco sin ganas de pelear.
__ ¿Cómo es que es nuestra hija?

Tragó saliva, nervioso por las implicancias de lo que acababa de decir. Si al final era Pedro Beggio, y Malena era realmente su hija, cabría la posibilidad de que Bruno fuera hijo de Guillermo. No de Daniela ni menos de Camila como le habían hecho creer, o tal vez sí de Daniela. Bruno era idéntico a Guillermo, pero era ¿suyo o hermano de Fabián?
Pero entonces, ¿por qué se engañaba pensando que no era Pedro Beggio?
Se obligó a superar el miedo. Tenía que saber la verdad a toda costa. Fuera la que fuese, tenía que saberla.

__ ¿De quién es hijo Fabián? ¿Su madre es la de Malena?
__No. Fabián es hijo de un viejo matrimonio que tuve con una mujer antes de saberme gay, Malena nació de alguien que nos ayudó, hicimos una inseminación artificial, justo estabas  con el cáncer cuando nació, y me llamaron del hospital para entregármela, me dijeron que había tenido un gemelo muerto, como muerta estaba la madre, pero estaba anotada a mi nombre, luego, la conociste antes de…, ese vuelo que no fue.
__ ¿Recuerdas a la madre? ¿Camila nos ayudó en algo?
No quiero joderle la vida a Malena. De verdad que no, créeme. Tampoco quiero ponerla en peligro. Pero… pero si es mi hija, tengo que saberlo.
En un primer momento, Gastón pensó que Guillermo daría la vuelta y se marcharía. En cambio, se sentó a su lado en el banco, se quitó las gafas y apoyó la cabeza en las manos. Un hombre derrotado. Un hombre que sufría, como él.

__ ¿Crees que no lo he pensado? ¡Por Dios, llevo tres días sin pensar en otra cosa!, amén que además Fabián que antes te adoraba ahora te rechaza porque cree que nos destrozaste otra vez…  adrede. Malena es  mi mundo. Y todo eso la tiene muy enfadada. No lo comprende. Es una niña de seis años, menos pero muy madura para su edad, pero no entiende lo que está pasando. Yo tampoco, por cierto. ¿Por qué y cómo Camila tenía su foto?
Ella no ayudó en la inseminación, ni lo supo, estabas conmigo entonces.
__ ¿Cómo?
Gastón sintió que la confusión le ganaba la mente, Camila ¿sabía o no que Daniela era la madre elegida por ellos?
__  ¿Acaso la tendría yo cuando sucedió lo que haya pasado que me llevó con ella? Tampoco entiendo nada, Guillermo.

Guillermo clavó la vista en el agua.
__Me he devanado los sesos en busca de una explicación para todo esto. ¿Qué te pasó desde que te dejé en el aeropuerto hasta que el avión despegó sin vos? Me dijeron que ibas en el avión. Identifiqué tu bolso y tu  portátil, que encontraron entre los restos del accidente. Fuera lo que fuese, debió pasar en un intervalo de una hora como mucho. Te juro por mi vida que no lo entiendo.
__Si supiera la respuesta, esto no sería tan difícil, no la tengo, nunca supe de un accidente aéreo, sí del de auto como les conté, del coma posterior, tampoco supe ni recuerdo lo del cáncer, de hecho el día del accidente de Camila estaba haciendo una resonancia que fue normal.

Guillermo meneó la cabeza y clavó la vista en el suelo.
__No, nada lo haría más fácil.
Tras sus palabras se produjo un silencio durante el cual la frase quedó flotando en el aire. Cuando por fin lo miró, Gastón reconoció la sinceridad y la franqueza en esos brillantes ojos café. Y, de repente, sintió una descarga para la que no estaba preparado.
__Pedro, si hubiera sabido que no ibas en ese avión te juro por Dios que te hubiese buscado, yo te amo con locura desde hace años.
La determinación que irradiaba su voz lo conmovió hasta lo más hondo. Esos ojos feroces y decididos parecían atravesarlo y llegarle al alma. Por más que lo intentara era incapaz de dejar de mirarlo. Lo atraían y parecían estar despertando algo en su interior
__Te creo _susurró.

__Perdona pero no puedo callarlo, no puedo evitarlo. Tienes  la mirada más hermosa que han visto mis ojos, y ese hermoso cabello. Dichoso el que tenga el privilegio de estar a tu lado y poder llenar de rosas tus días. Yo solo puedo decir lo que tu ser me provoca. Y qué decir de esa boca y ese lunar tan tuyo que hace que mis noches sean de desvelo. Mi corazón se desborda cuando te miro pasar, eras mi alegría y debilidad.
Hoy mi atrevimiento es grande pero no esperaré más, si me permites,   a un bello parque he de llevarte, donde respiremos juntos ese olor primaveral y entre jazmines y rosas quizá tu mano me atreva a tomar, estar frente a vos y admirar tu bella mirada es mi mayor anhelo.
He de confesarte este gran y loco amor que en mi corazón ya no cabe. No... No es un juego, te quiero para toda la vida. Si vos me permites con un beso en esos lindos labios sellaré mi pacto de amor.
Soy un simple soñador que desea amarte y acogerte entre sus brazos. Vos y solo vos me hiciste volar, fuiste lo más grande y bello en mi corazón, mi cielo, mi adonis, mi sueño, rogando por tu sí para construirte un castillo y compartirlo juntos en un mundo de amor.
Sos  con quien quiero estar, compartir mis sueños,  mi luna y mi despertar, a quien siempre juré amar.
Cuántas murallas de mis adentros derrotaron tus suspiros. Más, ellos hoy son la única llave que conduce al cortijo de mi alma, siempre mantengo mis retinas hambrientas de tus labios, como jirones sos  en mi pecho con tu amor, porque te adentras y habitas en él, en mi corazón. Aires de estrellas, temblores desde tus labios se cobijan despacio en el filo de mi húmedo beso,
Desvívete hoy y goza del fresco paisaje de los amores de mis labios, alma mordida a besos que me lleva al beber del manantial de tu fuente.
Rómpeme como cristal de estrellas y re- pégame con el hálito de la humedad visible de tus besos amor, resoplo eterno el de tus labios cuando duermen en el cantar de los míos, es cuando llegas entero, desnudo a mis sueños cada noche, y como despertares de seda me besas en los labios, mi danzarina boca que ansía tus cumbres sin prisas,  se resbala en tu orilla,
mientras mis manos desnudas como un ciego, palpan el borde del mirar de tus ojos de perlas. Las luces bailarinas complacientes del lucir de tus caderas sobre mi cuerpo, mis manos ya desnudas se entregan al abismo de tu secreto, donde el espejo de los sueños resoplan los cantares, donde solo tú rompiste las murallas de mis derrotas con la llave de tu boca.
Perdóname por amarte. Caminaba por la calzada entre un enjambre de gente donde tu mirada encantada me señalaba  disimuladamente. Te observaba anonadado, se detuvo mi corazón, todo fue tan inesperado sin tiempo de reacción. Mi mano intentaba alcanzarte y sentirse tomada por vos. Tampoco logré hablarte ni escuchar tu voz sazonada. Te alejaste como el día
como si no pasara nada. Solamente una sonrisa pedía mi alma aterciopelada. Perdóname por amarte de una forma tan precipitada.  ¿Cómo no desearte? Si sos el canto de la alborada. Yo solo quería enamorarte cuando agigantaste mi pasión.  Ahora no dejo de pensarte, vos despertaste  mi mente dormida. Enigma de mis suspiros, el que agita mi respiración. Te regalo un lecho de zafiros, amor de mi perdición. Vivo solo en la orilla del mar donde las olas abrazan la arena. Mi voz, siempre la vas a escuchar sobre los ecos de una sirena.
Yo no quiero un amor a distancia, no me gusta ni tampoco me interesa.
Yo quiero un amor real, un amor del que pueda disfrutar. Yo necesito sentir tu aroma, preciso tocar tu piel, quiero verte frente a frente cuando te sonrías, poder abrazarte si estás triste, tomarte de la mano, mirarte fijamente a los ojos cuando te pregunte si me amas.
No me sirve esa clase de amor, porque no niego que se pueda llegar a sentir cariño por alguien que se encuentra a la distancia, pero no es lo mismo, al menos no para mí.
No sé si disculparme, porque creo que no existe motivo. Bien sabes que en ningún momento te ilusioné, nunca te mentí, siempre te fui sincero. Si hubiese sido otro, te respondería cada halago o cada frase de amor de la misma manera, pero sin embargo, no lo hago, porque pienso que no se debe de jugar con los sentimientos ajenos. Uno no debe hacer al otro, lo que no nos gustaría que nos hagan.
Me dirás que no me has confesado amor, y sin embargo, hace años lo juraste, lo juramos y para siempre, lo creí.
¿Acaso nunca te pusiste a pensar en que el tiempo es algo que no se recupera? Por ejemplo en vez de malgastarlo con alguien que vive a miles de kilómetros de vos, podrías detenerte un minuto a mirar a tu alrededor. Quizá tu gran amor, el amor de tu vida, esté más cerca de lo que piensas y lo estás perdiendo poco a poco por una utopía.
No seguiré insistiendo, no te lastimes ni me hagas sentir culpable,  quizá tarde o temprano esto tenía que acabar, aunque creo que nunca comenzó. Pero bueno, de alguna manera, tenía que hacértelo entender, espero haber cumplido mi objetivo.
Si de ahora en más sigues sin comprenderlo, lamento decirte, que ya no voy a obligarte a que lo entiendas.
Creo, que hoy ha llegado el momento, voy a cortar el hilo rojo que una vez me unió a vos. Voy a desconectarme por completo de vos.
Me perdí en lo profundo de tu mirada. Remé y remé para tratar de salir, pero fue en vano.
El torbellino de tus aguas amorosas me introdujo a las profundidades hasta llegar a tu corazón.  Lo toqué y era algo especial lo que sentí en cada latir que conmocionaba mi existir.
Le di vueltas en mi barca, pero no logré descifrar lo que sentía, era algo inexplicable pues quería alejarme y no podía.
Su atracción era como la de la tierra con la luna, la del sol con sus planetas y el universo con las galaxias. Volvió el torbellino y me llevó a las profundidades de tu alma y allí sentí un éxtasis de placer del cual no quiero salir.  Así, que decidí quedarme a vivir dentro de vos… eternamente, pero físicamente te dejo en libertad.
__Guillermo, espera, por favor, dame tiempo.
__Sabes...  me encantaría vivir en tus sueños y habitar en tu memoria. Si vivir ahí,  caminar entre ellos  noche y día. No ser un solo pensamiento al amanecer, no solo un buen día corazón y una buena noche amor. Estar ahí, que me sueñes, que me pienses a la hora del café, al mirar por la ventana, al caminar por la calle al bordear la esquina.

Guillermo cerró los ojos y después volvió a mirar hacia el agua, rompiendo el hechizo que comenzaba a embrujar a Gastón.
__En fin, ¿qué haremos ahora?
__Yo… no lo sé. Esperar, supongo.
__Ya sabemos la respuesta. Yo la sé. Y vos también la sabes, porque de lo contrario no estarías aquí sentado conmigo.
Te ayudaré a investigar lo sucedido, si me permites, Gaby lo hará, tienes que ir a un neurólogo, Pedro, hace cinco años te operaron de un cáncer cerebral, luego no sé qué sucedió.

Gastón sintió un nudo en la garganta provocado por la certeza de sus palabras.
__Guillermo, tengo documentos a nombre de Gastón Guerrico, libreta de matrimonio  con ella…  Necesito saberlo con seguridad. Malena no querrá ni verme hasta que podamos confirmar una cosa  o la otra.
__Es posible que no quiera verte con independencia del resultado de los análisis. Lo ha pasado muy mal.

Gastón sintió un repentino dolor en el pecho, su intención no era hacerlos sufrir. Solo quería mejorar las cosas. Para todos.
__No quiero hacerles daño, ni a ti tampoco.
__Hagas lo que hagas, vamos a sufrir. __Guillermo se puso de pie y volvió a colocarse las gafas.

El brillo del oro cuando movió la mano, llamó la atención de Gastón, que reparó en ese instante en la alianza que llevaba en el dedo.
__Pero lo decidiremos cuando tengamos los resultados definitivos. __Su voz ya no era amable, sino fría y desabrida __.Hasta entonces, no intentes verla. Necesita tiempo para hacerse a la idea. Si insistes en aparecer, solo conseguirás confundirla aún más.

__ ¿La alianza es…?
__La nuestra, nunca me la quité, nunca te di por muerto ni aun contra el mundo.

Gastón asintió con la cabeza, incapaz de entender sus súbitos cambios de humor. Jamás había visto nada semejante. Su voz pasaba de conmoverlo hasta lo más hondo a apuñalarlo con su frialdad en un abrir y cerrar de ojos, provocándole un escalofrío en la espalda.
__De acuerdo. Lo entiendo. ¿Tú estás bien?
__ ¿Yo? Sí, estoy acostumbrado a vivir en el infierno, lo superaré.

Gastón lo observó alejarse. Sin embargo, no se sentía mejor que antes. En todo caso, se sentía peor. Hablar con él solo había demostrado que ese hombre había querido a su esposo muchísimo más de lo que él había supuesto. ¿A… él?

CONTINUARÁ.
HECHOS Y PERSONAJES SON FICTICIOS.
CUALQUIER PARECIDO CON LA REALIDAD ES COINCIDENCIA.
LENGUAJE ADULTO. ESCENAS EXPLÍCITAS.

20 comentarios:

  1. Tamaira S Me seduce esta bella novela porque me ha tocado el alma.!!

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  2. Gladys Maravillosa como siempre, un honor leerte amiga 💞💞💞

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  3. Tremenda situación Eve, me conmueven el dolor de Guillermo y la incertidumbre de Pedro...Los dos están viviendo momentos terribles y sólo puede salvarlos el renacer del amor...

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    1. POR ALLÍ VA LA COSA BRUJITA, CON UNA TRAMA COMPLEJA PERO VAMOS POR ALLÍ, GRACIAS Y MI AMOR POR SIEMPRE

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  4. Veronica Lorena Piccinino hermoso Eve Monica Marzetti, este capitulo es un poema al amor... No los hagas sufrir demasiado, ninguno de los dos se merece esta separación. Gracias

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  5. Silvia Colases Sabés que es mi preferida!!! Me encantó Eve!!

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