domingo, 20 de mayo de 2018

"SEÑALES DE AMOR". CAPÍTULO VEINTIUNO.


"SEÑALES DE AMOR".

CAPÍTULO VEINTIUNO.

Te quiero como para leerte cada noche, como mi libro favorito quiero leerte, línea tras línea, letra por letra, espacio por espacio...Te quiero sin mirar atrás.
Mario Benedetti. 

PARA LEER EN FORMA INTERROGATIVA
Has visto,
verdaderamente has visto
la nieve, los astros, los pasos afelpados de la brisa...
Has tocado,
de verdad has tocado
el plato, el pan, la cara de esa mujer que tanto amas...
Has vivido
como un golpe en la frente,
el instante, el jadeo, la caída, la fuga...
Has sabido
con cada poro de la piel, sabido
que tus ojos, tus manos, tu sexo, tu blando corazón,
había que tirarlos
había que llorarlos
había que inventarlos otra vez.
Julio Cortázar.

__ Bien, Ana está muy bien.
__Muy gracioso, me refiero a que estás casado, gay o no es tu esposa, y tienes una familia entera que no conoce ni de leyendas ni de señales ni lo que eres, ya basta Graziani.
__Está bien, en lo mío tienes razón, debo de hablar con ellos, y divorciarme, y lo haré, ya te he dicho que solo espero que nazca mi nieto, me separé como vos de Camila.
___ ¿Voy a tener que decirle a Gaby que redacte un contrato para que lo cumplas?
__ ¿Qué? A Gaby, estás loco si piensas en contarle algo a Gaby.
__Es quien se encarga de lo civil, si prefieres se lo pido a Marcos.
__Ya, Guillermo, a ninguno, deja de hacer el tonto.
_Estaré cansado.
__No, por la mañana, no.
__Entonces ven por la mañana a desayunar.
Con un suspiro cansado, Guille asintió.
__Bien.

Me acercó a él, para poder darme un beso húmedo y desgarrador que sabía que no olvidaría enseguida. Una vez que volvió a dejarme con los pies en la tierra, se fue de casa sin siquiera decir adiós.

“Tal vez… algún día pueda acercarme, Guille, siguiendo el sonido de tu voz… quizá pronunciando mi nombre, llamándome. Sea por saludarme, de otra manera. Pero mis sentidos alertarán mis sensaciones. Y tus aromas y sonidos, serán ecos percibidos, que mi alma envuelva de alguna forma y los hagan más vivos. Mi bastón blanco extendido, va adivinado mis caminos. Mis pequeños caminos, donde el sol no penetra. Son de mi oscuridad en la noche eterna. Pero ¡tan llena de sonidos y aromas¡¡cuán vibración de vida me llega¡¡ ¡¡cuán reír y llorar percibo¡…y quizás, a veces, sean los míos. Pero fui viéndote en mi oscuridad. Fueron mis percepciones. Te fui conociendo. Más a través de escucharte, percibiendo tus sonidos, tus aromas, el perfume que usas, tus encantos, porque sé que amor tienes… y tu hijo y tus luchas diarias. Los momentos en que estás, quizás, alterado -preocupado, lo sé por tu respiración y tu particular sudor, limpio y aseado, pero distinto. Cercano te siento mas a veces  lejano de mí, lo entiendo porque trabajas en otra cosa. Es decir, donde vivo temporalmente. Y tal vez… si supieras -lo anhelaría- con poder tocarte, acariciarte con mis tactos, animarme, y dibujar tu rostro con mis manos pudiendo conocerlo, formarlo en mi mente. Más sería saber hasta dónde… pude soñarte. Poco importa seas bonito o no tanto. Yo percibo tu alma y eso ya es encanto. Solo imagino tus facciones. La espontaneidad de tu sonrisa. La valentía de tus ansias. Sé que estás cerca, porque vives -alquilas-  el loft del fondo,  donde antes por un tiempo y distancia, siendo solo mío, tomé para recuperarme, lejos de todos, pero sin huir de nadie. Solo equilibrar mi ser, las tormentas que, desde hace cuatro años, se tornaron luces fantasmagóricas de mi oscuridad, de mis ojos que mirando a la nada nada ven… pero que, a su manera, permitió descubrirte. Eres joven, precioso, maduro y dinámico. Yo no más de años menor (mis treinta  y tantos años cumplidos). No pude evitar mi atención desviarme y buscar sintonías. Quizá, sin saberlo, realmente, me has ayudado a descubrirme en esta otra vida que debo resignarme y emprender. Esta etapa que ya sin luz otras luces deben iluminarme. Pero sé -a veces pienso, porque es consuelo- lo difícil que sería para un hombre como tú ser compañía de mi limitación. Demasiado quieres progresar dignamente en tu vida. Y seguramente mereces un hombre que carreras por la vida corra junto contigo. Tal vez… si algún día, si me escucharas, con solo decirlo -descubrirlo- mi voz trasluciera un poema cantado, donde -por fin- me sentiría liberado. Y como globo atado al hilo, al soltarlo se eleva yéndose a los cielos… donde seguramente yo iría, mas no contigo. Los días pasan distintos, con sus voces música y sonidos. Voy percibiendo la sugestiva sensación de descubrirte… pero más profundo es lo que aprendo, la significación de lo que me voy descubriendo. Tal vez… si eres un ángel que en mis dolidos y férreos días de retiro, compromiso… resignación de vivir en otras estaciones… y en sus vías, de alguna manera, indicaste un camino. Pero siento, más sea por mí -si presiento lo comprenderías- deberías saber esto que fluye y siento como suave cascada de agua que mi tierra riega. En realidad sería oírme a mí mismo, declarar la obra y realidad de mi propio sueño. Si tal vez… alguien oyera. El tiempo fue pasando. Un día, como debía ser, anuncié mi decisión, sentía era hora de irme. Volver con mis otros seres queridos y empezar, si hallaba, otras rutinas de vida. Pero la verdad que fui ingenuo al pensar que en mis silencios, otros no observaban, escuchaban a su manera. Aquel día, sentado en el fondo de casa donde con mis amigos, pero, esos seres queridos a mi lado, con sus ojos vieron lo que mi oscuridad percibía. Y ellos decidieron aquel día tomara un tren equivocado. Me sensibilizaron. Me sacaron de a poco mi voz que retumbando mi alma a gritos callaba. Y las horas o los minutos -nunca lo supe- fueron testigo de mis desvelos. Solo fueron eso: mis desvelos. Pero no estabas lejos y escuchabas. Ellos -mis locos amigos- lo planificaron. Y quizá te endulzaron en mi despedida. Apareciste, saludaste, dijiste algo dulce habías preparado para merendar antes de mi partida. Tal vez algo sabías. Al menos intuiste… eso supongo. Pero guardaría mi interior. Nada diría, era mejor así, dejarlo en silencio e irme…  recordándolo como la experiencia de algo redentor en esta difícil etapa de mi vida, sin duda fueron mis nutrientes.  Y mis pícaros amigos, con banal excusa, se retiraron a preparar no sé qué cosa dentro de la casa. Y esa tarde presto a mi viaje, más cercanos como nunca tus aromas y tus encantos, tomaste mi mano y permitiste mis dedos al tacto dibujaran tu rostro, tu sonrisa, tus cabellos… y cerrando tus ojos -como dijiste- tus manos tocaron mi rostro, y aunque lo veías, buscaste tiernamente saber por el suave tacto qué sentía yo. Era una más que bella despedida. Más de lo que hubiese esperado. Y agradecí la sensibilidad de aquel contacto. Aquel, sin embargo, no fue un tal vez… en algún día. Tus palabras lo contuvieron. Las que pronunciaste, con tus manos en mi rostro y tu voz en sedante acaricia, dijiste: “Yo puedo ser tus ojos. Y quizás en tu oscuridad, puedas ser las sensaciones que yo no percibo. Pero, en tal caso, ambos podamos saberlo”. Pasaron horas y dejaron de ser tiempo. Luego, ya cerca la hora de mi ida a la estación, anuncié a mis amigos me quedaría unos días más en  casa, en aquel barrio donde me refugié buscando orientar mis brújulas perdidas. En tus encantos despiertos -enlazados a los míos dormidos- a no más de unos días, tu cuerpo con mi cuerpo en mi oscuridad también fui dibujando. Y sí,  fue bello, gozoso pero aún más de lo imaginado. Me costó comprender, al principio, que mi íntimo y silencioso sueño, se entrelazó a lo que tú, mi querido maestro de vida, también ibas hilando fino”.

__No, Dra., no sufrí carencia afectiva desde mi madre. Eloísa me dio todo, desde nacer, ella y mi padre eran puro amor, no soy víctima de ellos, de ninguna manera _dije seguro.

__ ¿Y por qué entonces quieres solo sexo con Guillermo? ¿En verdad quieres con él lo mismo hueco y sin trascendencia que te dio Emanuel o cualquiera en esa época que tanto rechazas?
__No quiero enamorarme, destruyo a todo el que me ama, Dra.
__Yo no lo veo así, Pedro. Tienes una hermosa relación con tu hermano, amigos, solo te niegas a enamorarte aunque sea lo que más deseas.
__Dra., mi madre, Emanuel, Camila, David, a todos les hice daño por mi condición, no quiero destruir a Guillermo, no quiero amarlo.
__Pedro, no eres culpable de la muerte de tu madre, ni de la de tu amigo, es solo algo que tú crees pero no es así.
¿Realmente crees que a Guillermo solo te une el sexo sin amor?

Me reí sin sentido del humor, mientras pensaba en Guillermo, en todo lo que me hacía hecho sentir.
__Creo que es la mejor manera de afrontar la atracción entre nosotros, es lo que él propuso además. Así esto no se convierte en un enorme lío que concluye conmigo mudándome o echándolo. Ninguno de los dos tiene la vida ordenada hoy como para desear una relación. Los dos somos adultos que consentimos, los dos conocemos las reglas. Nunca accedería a nada más. Así que funciona bien. Nos usamos el uno al otro hasta que nos aburramos. Sin rencores, sin líos, sin celos, sin tener que mudarnos.
__Pero podrías no haberle prestado el loft,  y también podrías negarte a trabajar en su estudio y haberlo sacado de tu vida para siempre incluso casándote con Camila en lugar de llegar a este acuerdo. ¿Por qué no lo hiciste?
Fruncí el ceño, pensando que era obvio.
__Por mi hermano y Gaby, ellos se tienen que casar, es el amor de mi hermano, es mi amiga.

La doctora asintió no convencida y sin disimularlo.
__Entonces estás dispuesto a explorar algo con un hombre del que previamente decías que te asustaba por la forma en que te hacía sentir, y estás dispuesto a hacerlo por tu hermano y por tu amistad con la socia.
__Sí.
__Por lo que deduzco que estás dispuesto a preocuparte por Beto y Gaby… pero no por Guillermo.
__Espere, no. ¿Qué? Eso no es… __Me fui apagando, sintiendo que se me cerraba el pecho __. Beto es mi hermano, Gaby la novia, mi amiga. Eso no significa nada, es lógico que me preocupe por mi hermano, y ella me cae bien. No quiero perderla como amiga, pero eso no significa nada.

La doctora suspiró, y por una vez pareció un poco irritada.
__ ¿Sabes, Pedro?, este proceso sería  más fácil si dejaras de mentirte a ti mismo, si entendieras que tu condición no mató a Eloísa sino que ella tenía una enfermedad como para llevarla a ese desenlace, que tampoco decidiste por David, que dejaras de tomarte de esos motivos para no amar a un hombre, porque más daño harías negando lo que eres, casándote con Camila.
Respiré hondo intentando abrir los pulmones.
__Vale __Asentí __.Me preocupo por ella, por Gaby. Es una buena amiga y una buena persona, le tomé cariño, también me preocupo por Pao, la ex de mi hermano…

__Y aun así te dices a ti mismo todo el tiempo que no te importa nadie, pero hasta ayudaste a Emanuel a tener una relación seria con Diego, y a este cuando se pelearon, e insistes en que nunca te importará nadie lo suficiente para mantener una relación estrecha, sin embargo te veo rodeado de amigos, de gente que te importa, Pedro.
__No es como si ellos fueran mi familia _solté desesperado por demostrar mi tesis, porque ella viera cómo entendía yo las cosas __. No es lo mismo lo que siento por Beto que el resto.

La doctora inclinó la cabeza a un lado del modo que yo detestaba.
__ ¿Estás seguro de eso? Creo que por todo lo que has contado de Gaby se trata como si fueras de la familia, por nombrarla solo a ella.
__Está tergiversando lo que he dicho. __Negué con la cabeza, sintiendo ese familiar dolor de cabeza __. Me importa la gente. Nunca he dicho lo contrario. Me importan Emanuel y Diego, y sí, me importa Gaby.

__ ¿Entonces por qué no permites que te importe Guillermo? Me miré los pies.
__Es solo sexo __murmuré.

__Pero no hay ninguna garantía de que eso sea cierto, ni es lo que tendría sentido, para ello viviste con Camila y con todos los hombres de tu pasado _respondió la doctora en voz baja __. No tires por la borda tu suerte de haber sido amado desde la panza por tus padres, no te niegues a amar. Nadie puede predecir cómo te sentirás con Guillermo cuando pasen esos ridículos meses que pactaron. Ni cómo se sentirá él contigo. Y considerando que me has dicho que tus sentimientos por Guillermo te asustan, te sugiero que pienses en ello con cuidado.
__La forma en que me sentía por él sexualmente me asustaba. Es íntima. Pero puedo afrontarlo. Es solo eso, no es igual el sexo con él que con el resto, pero no implica que sea amor _repetí con terquedad, y en algún lugar muy profundo, enterrado bajo todo mi acero, una voz me decía que estaba haciendo como el avestruz.

__Terminemos hoy acá, volveremos a tocar tu nacimiento y la relación con tu madre, luego lo de tu condición y esa culpa que arrastras por su muerte.

 Aturdido salí a caminar y no sé cómo terminé en el bar del club, encontrándome con Diego y Emanuel.

__ ¿Así que es verdad que te estás zumbando a Guillermo Graziani? _preguntó  Diego en voz alta.

La gente que miró pescó mi respuesta en forma de mirada fulminante y me sonrió con simpatía al coger las bebidas.
__ ¿Por qué no lo dices un poco más alto, Diego? Creo que hay gente en las canchas que no te ha oído.
__ Es que los vi, ¿lo olvidas? Prácticamente estaban haciendo el amor, y vive en tu casa prácticamente, todos saben que dejó a la mujer.
__Eres un bocazas.
__Vamos, no te enojes, tanto nosotros como mujeres le han echado el ojo, Matías, Juan, solo deseamos saber si está fuera de mercado, porque de ti, ya lo sabemos.

Sin hacer caso al destello de rabia que sentí, y a la punzada al oír a todos esos nombres, le lancé una sonrisa fría.
__Se los dejaré cuando termine con él, y al revés.
Diego se quedó con la boca abierta.
__ ¿Entones es cierto? ¿Te estás acostando con él?
Aparentemente sí, aunque la parte de dormir con él no había formado parte del trato originalmente. El tramposo había colado eso. Levanté una ceja, rechazando meterme en detalles. Él bajó la mirada.

__ ¿No vas a hacer correr la voz?
Negué con la cabeza y me incliné sobre la barra metiendo la cabeza en mi copa.
__ ¿Es bueno como dicen? De repente tenía otra vez a Diego encima.
Yo suspiré cansinamente.
__ ¿Es un rollo exclusivo? __dijo a gritos Emanuel que habló al fin __. ¿O aún podemos seguir teniendo esperanzas?

__Ya basta Emanuel, con ninguno de ustedes dos tendré nunca más nada que ver. ¿Qué quiere decir… seguir? __me burlé.

__ ¿Eso es un no?
__Es un no como una casa. Contigo lo es desde hace años y lo sabes.

_Pedro, vamos, he oído que es un semental, pero eso es cotilleo de segunda mano, cuéntanos de primera mano __insistió Diego.

__ ¿Sabes qué te digo? __murmuré __ ¿Por qué no te vas a la mierda? _solté.

Sé que no era la respuesta más elocuente o madura pero estaba empezando a enojarme con todos.
__No tienes ninguna gracia.
__Supongo que no.
Sentí la vibración del móvil, me asomé al ver un mensaje de él.

“Cómo quisiera saber, si acaso me piensas y que en el transcurso del día tus suspiros se escapan en busca mía. Cómo quisiera saber que de mi esencia y mis recuerdos te alimentas para compensar mi ausencia. Cómo quisiera que entre vos y yo no existieran imposibles, lo que más quisiera es tenerte entre mis brazos. De verdad que me es difícil guardar este sentimiento que siento por vos. ¿Sabes? Yo trato por todos los medios de ocultar este sentimiento… Pero no puedo. El brillo de mis ojos me delata cada vez que te veo. Y la sonrisa que esbozo al verte, es imposible ocultar de mis labios.
¡Qué hermoso sería que de mí te enamoraras! ¡Qué hermoso sería que lo que tengo en mi corazón, lo sintieras vos por mí con la misma emoción! ¡Enamórate de mí! Hombre de mis suspiros, de mis ilusiones, de mis sueños y deseos, de mis fantasías y leyendas, que yo deseo ser algún día tu realidad”.
¡Santo cielo, Graziani!
“Silencio, que nada opaque nuestra pasión, que jamás se escuche ni un solo reproche, que nunca se oiga ni un solo comentario que rompa la fusión de nuestros corazones.
Permíteme que con mis dedos roce el contorno de tu hermoso cuerpo, y llevarte a los más bellos lugares llenos de magia y amor, que disfrutes de lo enigmático de tu ser que está encerrado en el cofre de tu alma, pero ahora está abierto para mí y sé cómo es tu alma enamorada. Y ahora que por fin nuestros cuerpos se funden en una sola alma, te doy gracias Dios por la oportunidad de vivir un amor tan maravilloso y celestial. No lo digas, ni lo pienses, es solo sexo”.

La atmósfera en el club no era mucho menos cálida y eléctrica como lo había sido el fin de semana  anterior. Diego estaba haciendo pucheros, Emanuel no sabía cómo actuar conmigo cuando estaba de mal humor con su pareja, y yo, bueno, estaba de mal humor, porque estaba comiéndome la cabeza, y todos sumaban.
No podía quitarme de la cabeza los recuerdos de la noche anterior, menos de la piel, ni los de esa mañana, y para ser sincero conmigo mismo, estaba irritado e inquieto por el hecho de que en realidad tenía la esperanza de ver a Guillermo el día siguiente. Estaba tratando de preocuparme menos por mi decisión de meterme en ese compromiso con él. Solo quería disfrutar, pero me estaba costando mucho relajarme.
Ayudaba que Beto y Gaby tomaran bien el asunto. Supongo que no sabía qué esperar de ellos, pero había temido encontrarme con más desaprobación de la que había.
__
Gaby había entrado a la casa buscando a Beto al que no he logrado volver a  ver y me había encontrado delante de mi portátil. Yo había discutido la idea de escribir una novela actual vagamente basada en mi madre y mi padre con la doctora, y ella había opinado que era buena idea. Incluso terapéutica. Sin embargo, todavía tenía que empezar, porque el miedo me atenazaba cada vez que acercaba los dedos al teclado. Escribirla significaría abrirme a todos los recuerdos y  no sabía si podría afrontar los inevitables ataques de pánico.
 La buena doctora decía que la idea era llegar a un punto en el que las ideas ya no precipitaran  un ataque de pánico, y creía que la escritura podría ser una buena herramienta para ello y para terminar con la culpa.
Después de que Guillermo se marchara esa mañana, logré escribir la primera página. Estaba mirándola con incredulidad, asombrado de haber logrado teclear las palabras, cuando Gaby llegó a la casa e inmediatamente se detuvo en el umbral de mi escritorio.
Me sonrió con complicidad cuando me volví en la silla para saludarla.

__ ¿Y Beto?
__Es lo que quisiera saber, cenó en casa, me llamó mi amigo el periodista y se enfadó, creí que estaría contigo __ dijo mirando hacia todos lados.

__Y yo pesé que estaba contigo, no le he visto. Gaby, ¿va a ser muy raro para ti?
__ ¿Que tú y Guille salgan? __Negó con la cabeza, con los ojos brillantes __. Ni hablar, lo vi salir con Juan y con cada uno. Perdón, creo que es genial.

Vaya, me aclaré la garganta, recordando que Guille no quería mentir a sus socios.
__En realidad, Gaby, no estamos saliendo. Es más una cuestión física, química.
Gaby pareció sorprendida, ya estaban allí las señales y la leyenda.
__ ¿Te refieres a amigos con derecho a roce? ¿Y la leyenda?
__Más o menos, las señales y leyenda son cosas de mi hermano, tuya por lo tanto.
Cruzó los brazos sobre el pecho, con expresión de curiosidad.
__ ¿Eso es lo que quieres?
Asentí.
__Sabes que no estoy buscando una relación.
__ ¿Y Guille? Porque se separó de Ana, antes jamás lo hizo por nadie.
__Todo lo del acuerdo fue idea suya, casi te hace hacer un contrato.
Gaby puso los ojos en blanco.
__Guille y sus malditos acuerdos. __ Soltó un suspiro de exasperación __.Bueno, si es que lo quieren los dos, me parece bien. Siempre y cuando no nos afecte a ti, a Beto y a mí, no hay problema. Es muy poco romántico, pero da igual.

Le sonreí.
__Prometo que nos irá bien. Entonces, ¿nosotros estamos bien?
Su sonrisa de respuesta era absolutamente torcida.
__Estamos bien, a ver si me ayudas con tu hermano, porque no pienso tolerar ni sus celos ni su falta de compromiso.
__Dime.
__
Para comprobar que estábamos bien salimos de compras por el shopping, durante la tarde entramos y salimos de librerías y de todas las tiendas de ropa del centro de la ciudad, tratando de encontrar un vestido para que Gaby se pusiera en la cita de esa noche con el periodista, yo pensando en cómo evadir la muerte a manos de Beto. El caso es que él no avanzaba y el periodista le había propuesto salir y ella había dicho que sí. Gaby decía que lo encontraba guapo y educado, pero me daba la impresión de que la cuestión tenía más que ver con echárselo en la cara a mi hermano, y me pareció bien.
Aun así, me preocupé un poco por ella. Era su primera cita  desde el fiasco con Antonio, y parecía nerviosa cuando se fue.
__
Mi ansiedad respecto a toda la situación con Guillermo quedó salpicada con una sana dosis de curiosidad, el preguntarme cómo iría la cita de Gaby. No era de extrañar que yo me comportara como aguafiestas, estaba desesperado por terminar el trabajo en la  empresa para poder ir a devanarme los sesos en la tranquilidad y la calma de mi propia casa, aunque empezaba a preocuparme mi hermano, ni siquiera lo localizaba en el móvil.
Llegué a la casa al cerrar la oficina, pensé en llamar a Camila, pero me pareció mejor darme unas sesiones más de terapia. Cuando entré al vestíbulo, apenas dejar el morral en el perchero, vi luz debajo de la puerta del living. Parecía que mi hermano al fin estaba en casa y despierto. Queriendo asegurarme que estaba bien, abrí la puerta en silencio y me quedé de piedra.
La única luz encendida era la lámpara de pie de detrás del sofá, y tumbado en la apacible penumbra, espatarrado en el sofá y con los pies colgando del borde por su propio peso, estaba Guillermo. Tenía los ojos cerrados, parecía muy joven con una pestaña pegada en la mejilla y las facciones relajadas mientras dormía. Era extraño verlo de esa manera. Normalmente, sentía la diferencia de edad de diez y tantos años entre nosotros. Él era más maduro, equilibrado, responsable y decidido. Pero allí, tumbado podía tomarse por alguien de mi edad. Era mucho menos intimidante así y me gustó. Mucho.

“Sé que habrá un momento en el que el olvido toque una parte de mi memoria, a veces quisiera borrar todas aquellas cosas que me hacen mal, pero si las olvido nunca habré aprendido la lección; no sé por qué a veces se me da eso de ser masoquista y abrir mis heridas nuevamente, como si el dolor empezara a gustarme; sin embargo, no es así. Si hay algo que detesto es encontrar una conexión a mi pasado en la cosa más pequeña que me encuentro, luego hasta las redes sociales se han vuelto en mi contra y al abrirlas aparece un recuerdo de hace un año o dos y yo tan vulnerable empiezo a recordar hasta las tus huellas dactilares, tu aroma, tu voz... y...  de pronto, solo tengo esta soledad.
Mientras tú no te decidas a compartir tu vida conmigo  yo contaré las estrellas, para
hacerte un juramento de amor  a la luz de las estrellas. Mientras te espero ansioso  a que decidas juntaré a todas las estrellas y cada una, les  pediré que alumbren el nido amor que preparo, si te decides  a compartir la vida conmigo. Por si su luz no te alcanza, le pediré ayuda a la luna, que esparza sus rayos mágicos para  que te decidas a concederme tu amor, y si no te tardas mucho te espero la vida entera, una vida  que dura exactamente siete lunas, de pasión y ternuras.”

Sobre la mesa había una carpeta negra abierta, con un par de documentos fuera de los dosieres de plástico. La chaqueta del traje estaba colocada sobre el sillón, los zapatos en el suelo, junto a la mesita de café, y había una taza vacía al lado de todos los papeles.
¿Había venido a trabajar a casa?
Retrocedí en silencio, bastante desconcertado, y cerré la puerta de la sala. ¿Había dado por hecho que él con alguien habrían salido de copas?

__Hola.
Me volví y me encontré a la segunda pareja de nuestra leyenda con cara de pocos amigos en el vano de la puerta de la cocina, Gaby todavía con el bonito vestido verde que había comprado para su cita, aunque no llevaba los zapatos dorados de tacón que hacían que sus piernas no terminaran nunca.

__Pedro, estoy en mi habitación, me cambio y la llevo a su casa __dijo Beto pasando como si lleváramos horas charlando.

Seguí a Gaby a la cocina y cerré la puerta para que nuestras voces no despertaran a Guillermo.

__ ¿Cómo fue tu cita?
__No ha ido bien, te diría que te cuente tu hermano.
__Dios, qué hizo ahora. ¿Qué ha pasado?
__Beto es lo que ha pasado.
__Vale. Explica ahora que lo tengo  a mano.
__Guille me ha llamado antes para decirme que quería trabajar hasta tarde esta noche otra vez, pero Beto estaba libre y quería saber si me apetecía que comprara algo para comer y tal vez ver una peli en casa después. Le he mandado a decir que tenía una cena de trabajo, porque en definitiva lo era.
__ ¿Y…?
Gaby se ruborizó y sus ojos destellaron de rabia.
__Me ha llamado cinco veces durante la cita.
Traté de contener la risa, pero solo lo conseguí a medias.
__ ¿Beto?
__No sé lo que captó el pobre tipo de un lado de las cinco conversaciones, pero desde luego se dio cuenta de que tenía alguna historia en marcha y él estaba buscando algo sin complicaciones. Y se marchó.
__Espera. __La miré con severidad___. ¿No descolgaste cada vez que llamó  Beto?

__Es grosero no hacer caso a alguien.
Resoplé.
__ Gaby, sé sincera. Te encantó que el hecho de que tuvieras una cita esté volviendo loco a mi hermano.
__Merece un poco de tortura.
__Caray. Eres mucho más despiadada de lo que pensaba. Con razón pasó echando humo sin hablar. __Sonreí __. Es brillante, Gaby, lo es. Pero ¿cuánto tiempo piensas mantener esto?
Tiene que ser agotador. ¿No sería más fácil que se sentaran y aclararan lo que sienten?
__No es tan sencillo. __Gaby se mordió el labio, mirando desconcertada al suelo__.  Pasa que antes se pasó por casa Antonio, y justo llegaba Beto, está enojado por eso, y no quiero dejar de ser amiga de Anto, arruinaría eso, y está enojado más por eso.

Beto necesitaría un toque de atención serio.
__Y ya que estamos sacando esos temas. __Me miró con ceño de curiosidad entre las cejas__. He llegado hace un buen rato y me he encontrado a Guille trabajando acá, no en el loft. Me ha dicho que estaba esperándote. ¿No vas a despertarlo?

Bueno, considerando que le había dicho que me dejara un poco de espacio esa noche, no. Si terminaba con tortícolis era su problema.

__No. Parece agotado y yo lo estoy, estuve haciendo balance desde que te dejé. Debería haberse ido a casa.
Los ojos de Gaby eran pícaros.
__Debió de disfrutar anoche si está ansioso por verte tan pronto.
Resoplé.
__ ¿De verdad quieres tener una conversación sobre él?
Ella lo pensó y arrugó la nariz.
__Tienes razón. __Hizo pucheros__. Tú sales con él y yo ni siquiera puedo tener charla de chicos al respecto.

Reí sin hacer ruido.
__Si te hace sentir mejor, no soy exactamente   la clase de persona de charla de chicas o chicos. Y Guille y yo no estamos saliendo. Solo sexo.
Me recompensó arrugando los labios en un gesto gazmoño.
__Pedro, eso es muy poco romántico.
Abrí la puerta y le hice un guiño.
__Pero me gusta, anda ve a buscar a mi hermano.
La dejé poniendo cara de pudor, me dirigí al cuarto de baño y me preparé para irme a la cama. Me quedé dormido en cuanto apoyé la cabeza en la almohada o eso creí al menos. Pero antes de ello me crucé a mi hermano.

__Beto. Para. Cuando la mires de frente no la beses de pronto, siempre es mejor disfrutar de su mirada, porque ella no te mira simplemente...  te observa de una manera tan pasional, que si no estás preparado te hipnotiza, quedas rendido ante su calidad mirada y solo piensas en amarla, cuando la acaricies empieza por su mejilla, ella cerrará los ojos y dejará que la beses, ella lo esperará, deseará de tus besos porque ella siempre esperaba eso, y cuando lo hagas, cuando la beses, disfruta de su aliento en tus labios, en sus mejillas tibias y su piel tan cerca que te hará por unos minutos viajar entre el cielo y aterrizar entre sus hermosos ojos al abrir los tuyos.
Cuando estés con ella, disfrútala, ríe, no le reproches nada solo ámala, mírala a cada momento porque... cuando la pierdas, cuando ya no esté contigo, estarás mirando a la luna como yo lo hago en este momento... imaginándola a ella, entre la bella luz de esta noche... extrañándola.
__No pienso perderla ni dejársela a esos dos que la siguen, esta noche no me esperes. Aunque por lo que veo, estarás ocupado.
__Beto, no es lo que parece, yo no…
Para cuando oí la puerta cerrarse,  no le dije que no lo esperaba allí, y entré a mi cama, pensando en que dormía, solo, pero sentí de todo, oí su voz, sentí su piel, su cuerpo.

“Bajo el embrujo de tus labios,  y en la tersa nostalgia de tus besos,  pernoctaron los míos, diferentes,  y en tus brazos y caricias fui tu fuente. Bésame en el desierto de tu boca,  bésame en el pudor de tu misterio,  ámame en las aguas de lo etéreo. Porque,  amor de mis labios solos, el beso es el embrujo de las almas,  crepúsculo y aurora de mis mieles,  hoguera de mi piel y sus derroches. Bésame, con tu beso enamorado,  con tus labios acaecidos en el flujo,  e influjo   de la ansiedad de mi boca. Porque  un beso es el misterio de los soles,  ósculo de ríos sollozantes,  destino de amores y amantes. Bésame, amor mío,  como se besan las aguas de los mares,  como se besan los mirtos y las aves,  como me has besado vos,  en el altar del río.
Guarda el secreto de nuestro pecado, el secreto de nuestros cuerpos que ardientes se buscaron, y a la luz del día se amaron. Nadie sabrá que vos y yo nos entregamos al deseo de la piel, a los besos y a los orgasmos, que nadie sepa que ya he sido tuyo, que no solo te entregué mi cuerpo sino igual mi alma. Y nadie sabrá que sos mío.
Que por fin pude sentir tus labios recorriendo cada centímetro de mi piel, tus manos estrujando mi cuerpo contra vos,  que me bañé de tu sudor y bebí hasta la última gota de tu vino sagrado. Vos y yo hemos nacido para ser uno aunque te niegues precioso y por ahora somos el secreto y el pecado que aun en la distancia ya nos amábamos, nos hacíamos el amor con el pensamiento a diario, nos acariciábamos en sueños, despertando el deseo de la carne.
Y no me importa si solo son unas horas que estaré a tu lado,  y el resto de mi vida te esté soñando. Si ese momento que me has regalado a tu lado ha bastado para que te quedaras en mi piel para siempre tatuado.
Siempre te miro con tu sonrisa definitiva y esa sensual melancolía tras tus rayos de oro
que te lleva más allá de todas las bellezas y todos los tiempos. Porque fuiste el dueño de fantasías, portador de indómitas pasiones, y de palabras escritas en sueños. Fuiste ese efímero deleite de un mundo que abandonaste cuando detrás de la desnudez estaba la soledad de tu ser en ese amor que buscaste desesperado y que a tu corazón le negaron. Hoy tu imagen se llena de verbos, de canciones que te nombran y de trazos que buscan tus raíces. Por eso te
miro,  porque detrás de tu sensual inmortalidad siempre encontraré la esencia de la belleza.
En la suavidad de tu piel y de tus encantos, mi corazón encontró la esperanza  de poder amarte sin descanso. Y es que me conquistaste y me enamoraste al sentir el dulce surcar de tus labios sobre mi cuerpo. Esa noche que tanto anhelaba  hoy se está convirtiendo en mi realidad.
En donde el cálido reflejo de tus suspiros se convierte en dulces melodías a mis oídos.
Voy…  pausado al encuentro de tu boca y  bordeando la comisura de tus labios, voy componiendo los mejores acordes de melodías nunca oídas. Me entregaste el fuego de tu cuerpo e incendiaste mi alma por dentro. En donde pronuncié tu nombre y el eco de mi voz llegó a tu corazón. Mientras tu mirada era intensa que sentía cómo me recorría por dentro, te expresé esa noche mis grandes sentimientos cual hombre enamorado. Te prometí aquella nuestra primera noche que no te dejaría nunca, que estaría hasta  el final de mis días contigo, aunque lo hice en silencio.
Y es que quiero contemplar siempre tu mirada que me lee, como aquella semilla que resurge de la esperanza. Esperanza que nos vamos dando tú y yo  cuando nos estamos amando.
Tan solo yo te veía en mis sueños e imaginaba cómo sería tu piel desnuda ante la desnudez mía. Y acurrucándonos y entrelazando nuestras piernas una encima de la otra. Entendí que fue el destino que nos permitió estar aquí, saboreando tus labios con ternura. Amándote con la bravura de mi cuerpo, mirándote y deseándote como nunca te lo han demostrado.
A través de un fino toque de mis manos por momentos  y otras salvajes por instantes, esta primera entrega de nuestros cuerpos. Ahora que disfrutamos de nuestros bellos momentos juntos, mi dulce y bello cielo en el cáliz de tu piel quiero dejar las hostias de mis besos. En cada templo de tu piel yo súbdito de tu amor haría una procesión de besos cautivo. En cada muelle templado de tu piel yo mis desembarcaría mi legión de besos. En las cimas santas de tu pecho quemaría en suspiros el pregón de mis labios por tu santificación de dios
. Y en la tentación suave de tu cuello y tus hombros dejaría la marca invisible de mis labios en recuerdo eterno por ese temblor que hizo de tu cuerpo, en un escalofrió dulce, tibia gelatina.
Mis besos te quieren como dios en cada pétalo que se abra cuando en mi boca seas ese suspiro profundo que vuela alto por el cielo cuando se vulneran sagrados territorios. Montes quiero conquistar. Colinas quiero santificar. Huertos quiero cultivar conjugando el verbo amar, luego el besar y tantos más atrevidos en el salmo tibio de tu piel solamente con mis labios”.

“Qué caso tiene el perseguir los recuerdos de aquellos días ya idos. Qué caso tiene el martirizarse y flagelar el espíritu con aquello que nunca más ha de ser, es que sin saberlo el corazón está enfermo y no sabía de su mal psiquiátrico, masoquismo le llaman, ¿y lo sufrías?
No lo sabías, lo sé. Solo vos no entendías precioso, que aquella obsesión tan marcada por vivir de su recuerdo, respirar su perfume perdido en el aire, perseguir su silueta tras de las sombra que va dejando el sol al partir cuando llega la tarde, sea de Emanuel u otros no tiene razón de ser, solo las mías son reales. Las señales eran obvias, más enfermo no se podía estar, cuando creías  escuchar en el trinar de las golondrinas en el verano o en el canto de grillos en medio de la solitaria noche; que era su nombre el que mencionaban. No era de ellos, era solo el mío, siempre he sido yo.

Cómo no creerlo, si fue obvio que desvariabas al verlo reflejado navegando sobre balsa de pétalos rojos, remontando las espumosas olas. Necio y loco se te podría llamar, al quererlo dibujar sobre el tapiz grisáceo  de tu mente, cómo era posible que dijeras que estaba tatuado otro sobre cada recuerdo por allí guardado.
Qué caso tiene que ahora en gritos  o silencio  la llores, y tus lágrimas se  desborden como pececillos dorados desovando en la catarata del afluente  que caen de tus ojos.
¡Basta ya! Te grita la razón, desencalla tu alma de aquel corazón de Eloísa y la culpa, anda y abre tus ojos, el mundo está lleno de mucha desazón y hay más almas rotas que  una más como la tuya apenas casi se nota. Anda y agarra las riendas del salvaje corcel que a tu destino incierto por vericuetos caminos te ha de llevar y hará que tu vida encuentre algo de sentido… Y tranquilo amigo que de enfermo nada, son los mismos síntomas de casi toda  alma enamorada. Y quisiera decirte que oí todas tus confesiones, pero no lo haré, me basta con saberlas.
Cuando una caricia  estimula tu cuerpo  nace el placer,  cuando a el alma alguien  logra tocar nace el amor,  cuando suceden ambas cosas  al mismo tiempo  es que nacemos vos y yo,  permíteme renacer  una y otra vez  cada mañana, cada atardecer  y por las noches también  tal vez nos hagamos eternos  si revivimos juntos  por amor  una y otra vez.
Besar tu boca, aspirar tu aroma,  sentir tu corazón junto al mío,  escuchando y sintiendo cada latido... Te necesito...  No puedo vivir con tu recuerdo me está aniquilando por dentro...
No me bastan ya tus palabras,  la promesa de venir a verme,  no me es suficiente solo sexo ni un pacto cielito. Estoy desesperado y quiero verte en mi cama hoy y mañana  y pasado mañana y siempre, te quiero en mi vida para siempre. Los días son lentos,  las calles ven mi soledad y te recuerdo... Veo tus fotos y lo que escribes,  lloro por dentro. Muero en silencio... Me devoran las ganas que tengo,  maldito amor,  de esos aferrados y necios...

La gente parece mofarse de mi soledad agreste... la luna  y el sol son mis confidentes, saben tanto de vos y de nuestros sueños. Saben que si estás lejos te mando mis besos al viento,
me escuchan gritar tu nombre, astros del amor eterno. Te dirán del mío por vos, lo prometo”.

“Tantos instantes que hemos vivido mágicos momentos de amor, desde aquel día cuando nos conocimos sabía que eras el amor de mi vida, tú has logrado hacerme sentir el hombre más afortunado, me enseñaste que juntos tenemos los mejores momentos de la vida.
Ahora estoy orgulloso de tu valentía con la que enfrentas las dificultades, tu manera práctica y sencilla de resolver los conflictos que tienen que ver con nuestra vida, tu fuerza para encarar las circunstancias delicadas, tu valor para comunicarte con los demás, tan seguro de ti mismo, tu bondad, tu personalidad con la comunidad que te envuelve, la pasión que siento cuando me besas, la seguridad que me das cuando me abrazas y me dices que me amas.
Cada día que pasa hay una palabra de aliento para mi corazón, tú eres el hombre más bello y bondadoso,  eres la esencia que cura mis heridas y alejas mis miedos, pero lo más bello es cómo nos hacemos el amor en  una entrega total.
Me llevas al mismo paraíso, porque como tú me amas te amo más que a mi propia vida, como tu forma de hablarme al oído y escuchar tu voz diciendo te amo amado mío, me siento el hombre más afortunado.

Y jamás me cansaré de dar gracias a Dios que te haya puesto en mi camino, porque él nos dio la oportunidad de vivir una vida llena de amor”.
__
El rostro malhumorado de la conciencia acarició el mío y, al despertarme, reparé en un gran peso atravesado en mi cintura y en el hecho de que estaba inusualmente caliente y agarrotado. Me di cuenta de que era el calor lo que me había despertado. Si tenía que hacer caso de la pesadez de mis párpados y su reticencia a abrirse era demasiado temprano para levantarme y probablemente debería volver a dormirme y seguir soñándolo.
Pero ese peso atravesado en  mi cuerpo como jaula me resultaba cada vez más familiar. Me obligué a abrir los ojos y miré el pecho desnudo que tenía a unos centímetros de mi cara que me robó el aliento.
Vale, ¿qué?
¡Despierta! Mis ojos somnolientos e irritados recorrieron ese pecho hasta la cara, y la realidad se abrió paso de forma lenta pero segura, Guillermo estaba en mi cama, lo de la noche nada había sido ficción, ¿o sí?
¡Amarte como te amo, con alma y corazón! Soñarte como te sueño, mirarte como te miro, buscarte como te busco, creer en ti como creo. ¿Es locura u obsesión?
En mis noches de desvelo te veo y no te veo. Te siento y no te siento. Eres un sueño anhelado, el príncipe amado, el del corcel alado. El que vive en mi memoria, el que siempre he buscado en otros cuerpos y todavía no te he encontrado.
A veces he vislumbrado en otros cuerpos algo que me recuerda tu Amor pero es solo una ilusión o una locura que guardo en mi corazón.
Eres un Amor del alma, del corazón, un Amor sutil, etéreo que dejó un recuerdo en mi alma, un recuerdo eterno, una marca escondida, un sello, una melodía de Amor.
Eres una ilusión de mi alma herida, dividida en dos, una separación no sufrida totalmente, eres parte de mi simiente, de mi alma, de mi ser original.
Vives metido en mis sueños y no quiero despertar para encontrar que ya no estás; vivo anhelando tu presencia en la vida real, un encuentro de almas con un cuerpo terrenal.
Eres un paraíso escondido, eres la miel de mi vida. Esa esperanza fallida que no puede morir porque es eterna en mi sentir.
Todavía sigo buscándote como a una aguja en un pajar, cubierto de humanidad de ese barro creador.  ¿Dónde está el resto de mi alma?
¿Algún día la encontraré yo? ¿En qué cuerpo estás metido? ¿Cómo podremos vencer la carne y toda la costra terrenal que cubre nuestros sentidos?
¿Habrá un celestial camino para volverte encontrar? ¿O eres tú mi otra parte?
¿Es una locura esperar por un Amor que es un sino, una marca que no olvido, un Amor que es un recuerdo, unas ansias de culminar y juntos poder traspasar el velo de la ilusión para volar en rica unión al principio de la creación donde todo era paz y Amor?
Vivo en esa locura, un desvarió de un alma con un destino de completar una misión de Amor, ¿es una locura o no?
Solo el tiempo sabiamente me devolverá la razón o encontraré a mi amado el complemento de mi alma y corazón, mi razón y mi locura, mi todo y nada, mi príncipe azul, el del corcel alado, el Amor en su máxima expresión con alma y corazón unido en una misma canción de Amor, sanación y salvación.
Otra vez en mi cama, en mi noche, durmiendo con él. ¿Es él? ¿Es real la leyenda?”
__
Tardé un momento más, recordando que había llegado la noche anterior y lo había encontrado dormido en el sofá. Había hablado con Gaby y luego con Beto, me había lavado en el cuarto de baño y luego había llegado a mi cama, solo.
Estaba claro que, en algún momento de la noche, Guillermo se había metido en mi cama. ¿Y el resto de sensaciones? Soltando un resoplido de enfado, lo empujé en el pecho con todas mis fuerzas. Y cuando digo con todas mis fuerzas quiero decir que lo tiré de la cama, pero mi alma gimió y me dijo otra cosa.

__Alma mía,  ya no le quieras tanto, apiádate de mis ojos, de mis tristes pupilas que se hallan cansadas  por llorarle tanto, conduélete de mis sueños para que el insomnio  no gobierne mis pensamientos, para que mis labios no se sientan extraños por la falta de sus besos, no me obligues a llamarle, no me obligues a decir su nombre porque el corazón se me parte cuando solo el silencio me responde, qué mal te he hecho…  en qué te he ofendido, dime por qué me haces quererlo, por qué permites que le ame, por qué no puedo olvidar sus caricias, esa bella sonrisa que para mí sus labios esconden, vago de noche por su culpa recordando esos ojos que son mi martirio clamando al cielo... misericordia, misericordia para mi corazón herido. Alma mía qué  más puedo dar si todo lo he entregado,  si ya nada me pertenece, nada ya es mío, él gobierna mis emociones, habita en pensamientos, se adueñó de mis sentidos, solo el viento me acaricia, respiro el aire porque trae su aroma, de noche le sueño... de día creo verlo, alma mía ya no me tortures ya no le ames más...  mas si has de amarle hasta la muerte moriré contigo porque desprenderme de ti no puedo... no puedo dejar de amarle, moriré sufriendo por este amor  que de ti nace y a mi corazón partirá en mil pedazos.

__Yo no te haré sufrir, no yo, Pedro __oí un susurro.

Su corpachón impactó en el suelo con un ruido sordo y que sonó doloroso. Me incliné para ver que abría los ojos, empañados y confundidos por el hecho de que me estaba mirando desde su posición tumbado en el suelo. ¿He mencionado que estaba completamente desnudo? ¿Me habrá oído en todo lo que llevo diciendo?

__Pedro _se quejó, con la voz áspera por el sueño__. ¿Qué demonios ha sido eso?

 Le sonreí desde arriba.
__Era mi forma de recordarte que era solo sexo.
Se incorporó apoyándose en los codos. Tenía el pelo desordenado y expresión beligerante, y un aspecto tremendamente sexy.
__ ¿Así que has pensado que podías tirarme de tu cama?
__Con estilo. __Asentí, sonriendo con dulzura.

Guillermo asintió lentamente como si aceptara que tenía razón.
__Vale…__Suspiró.

Y entonces estrangulé un chillido de miedo cuando se levantó y me agarró por los brazos con manos fuertes para arrastrarme al suelo con él.
__! Guillermo!  __grité, cuando me tumbó de panza.

Y entonces vino lo peor. Empezó a hacerme cosquillas. Por todas partes.
Chillé como un nene, retorciéndome y riendo mientras intentaba eludir su ataque.
__!Guille, para!

Su sonrisa era perversa y decidida, y él era rápido y fuerte para esquivar más patadas que yo cosquillas sin dejar de sujetarme en el suelo y hacerme cosquillas.
__!Guille, para!
Apenas podía respirar de la risa tan fuerte y de utilizar tanta energía para liberarme de él.
__ ¿Puedo confiar en que podré acostarme a tu lado en el futuro sin temer ataques arteros mientras estoy durmiendo? __preguntó en voz alta, por encima del ruido de medio ahogo medio risa que salía de mí.

__!Sí! __prometí, porque ya empezaban a dolerme las costillas.

Paró y yo respiré hondo, relajándome en el suelo a su lado. Hice una mueca.
__Este suelo está duro.
Entrecerró los ojos.
__Sí, díselo a mi cuerpo.
Me mordí el labio para no reírme. No lo conseguí.
__Lo siento.
__No tienes cara de sentirlo. __Se curvó la comisura de su boca cuando colocó las manos a ambos lados de mi cabeza para situarse encima de mí, poniendo la rodilla entre mis piernas__. Creo que debería castigarte de todos modos.

Mi cuerpo respondió de inmediato ante la expresión de sus ojos, el tono de su voz. Mis pezones se me pusieron como piedras, y al doblar las piernas separándolas para él, sentí el pulso de mi sexo diciéndome cuánto lo anhelaba. Pasé los dedos por sus abdominales ante de deslizar las manos para agarrarlos por los riñones.
__ ¿Te has hecho pupa? __Reí.

Guillermo había empezado a besarme, pero se retiró.
__Esa es una palabra rara.
Igual que calzas, ¿qué demonio son las calzas?
Aparté un recuerdo de una conversación similar con mi madre, muchas conversaciones similares, de hecho, en las que yo me burlaba de algunas de las palabras que ella usaba, me centré en el brillo de los ojos de Guille para sacarme la imagen de la cabeza.
Me sonrió.
__Vale, reconozco que bóxer es una palabra mucho más sexy que calzas, que sería como bermuda pero ajustada, pegada al cuerpo, pero has de reconocer que vaqueros es una palabra horrible  para hablar de tejanos o jeans
Arrugué la nariz.
__ ¿En serio? ¿Y entretanto?, lo dices un montón.
Guille hizo una mueca.
__ ¿Con quién has estado hablando? __Su voz se hizo más profunda y su acento melódico se volvió esnob__. Mi mujer estaba argumentando sobre vocabulario mientras yo estaba intentando poder hacerle el amor.
__Guille, no me hace feliz que hables de Ana.
__Hablaba de Silvina, la madre de Fabián.
__Menos.
Estallé a reír, dándole un manotazo en la espalda cuando sonrió con descaro.
__Has empezado vos, yo quisiera llenarte todo de caricias, ser dueño de tus noches de ensueño,  y de lujuria,  extraño el perfume  de tu piel, de tus labios  carnosos, y voluptuosos,  que piden con ansia que  me dedique a  comerte, será un verdadero  deleite, tengo una sed insaciable  de tenerte, de enlazar nuestros  cuerpos al instante y darte  todos mis embates, quiero  quedarme toda una noche  hasta quedar inerte,  de tanto amarte, sos como una mariposa de fuego que  abre sus alas a medianoche,  y vuelas complaciente a la hoguera  de mis besos, abrazos, y caricias,  porque nuestras bocas se atraen  como dos imanes con la intensidad  inmensa  de amarte, comerte, mi mente no deja de pensarte. Y
mi piel ardiente extraña, con locura  permanente  que besarte, morderte, sea el preámbulo de  una noche erótica ardiente, mi  paciencia ha llegado al límite, y  quiero verte, amarte,  besarte,  abrazarte. Y quedar fundidos al instante, en una noche alucinante.
__Si es por eso creo que llevamos dos noches así, si lo de anoche no le he soñado.
Contuvo el aliento.
Tantos instantes que hemos vivido,  mágicos momentos de amor, desde aquel día cuando nos conocimos sabía que eras el amor de mi vida, tú has logrado hacerme sentir el hombre más afortunado, me enseñaste que juntos tenemos los mejores momentos de la vida.
Ahora estoy orgulloso de tu valentía, con la que enfrentas las dificultades, tu manera práctica y sencilla de resolver los conflictos que tienen que ver con nuestra vida, tu fuerza para encarar las circunstancias delicadas, tu valor para comunicarte con los demás, tan seguro de ti mismo, tu bondad, tu personalidad con la comunidad que te envuelves, la pasión que siento cuando me besas, la seguridad que me das cuando me abrazas y me dices que me amas.
Cada día que pasa hay una palabra de aliento para mi corazón, tú eres,  te decía dormido,  el hombre bello y bondadoso,  eres la esencia que cura mis heridas y alejas mis miedos, pero lo más bello es cómo nos hacemos el amor en una entrega total.
Me llevas al mismo paraíso, porque como tú me amas te amo,  más que a mi propia vida, con tu forma de hablarme al oído y escuchar tu voz diciendo te amo amado mío, me siento el hombre más afortunado aunque en un rato me asuste y lo niegue.

Y jamás me cansaré de dar gracias a Dios que te haya puesto en mi camino, porque él nos dio la oportunidad de vivir una vida llena de amor.
__
Contuve el aliento cuando su mano se deslizó sensualmente hasta mis caderas, las rodeó y se introdujo por debajo de mis pantaloncitos y bóxer para moldearme las nalgas.
Guille tiró de mí hacia arriba presionando su umbría contra mi abdomen. Yo ahogué un grito, sintiendo un cosquilleo en todas partes: en el cuero cabelludo, en los pezones, en el sexo, la electricidad nos atravesó y allí estaban las señales de amor  por millares. La atmósfera entre nosotros había cambiado al instante.

__ ¿Qué vamos a hacer con esto… lo nuestro? __jadeé.

__Por ahora solucionar lo urgente.

No hablamos mientras Guille se ponía de rodillas, con su erección latiendo. Me senté. Todavía tenía la mirada clavada en la suya al cerrar mi mano en torno a su sexo. El fuego de sus pupilas destelló cuando agarré más fuerte y deslicé la mano por su piel sedosa y caliente. Su mano envolvió la mía _pensé al principio que para guiarme, mostrarme lo que le gustaba__, pero en cambio tomó mi mano en la suya y me obligó a ponerla a mi espalda, arrastrándome a su boca. Sus labios eran suaves, delicados al principio, pero yo quería más. Moví mi lengua contra la suya, profundizando el beso en algo salvaje, húmedo, cargado de deseo. Dios, cómo sabía besar. Todavía sentía el olor de su perfume, notaba la suave abrasión de su barba en mi mejilla y podía saborear lo que le producía estar conmigo. Nunca había sabido que el deseo de alguien por mí podía ser tan poderoso. Pero el suyo lo era. Me enloquecía y me hacía sentir poderoso y olvidar todo lo demás.
Guillermo separó reticentemente sus labios de los míos, y me soltó la mano, retrocediendo un poco para recorrer con los dedos la cinturilla de mi bóxer. Me apoyé en los codos, facilitándole el trabajo, y observé con el estómago convertido en espirales de deseo y un manojo de nervios, mientras él lentamente me quitaba los pantaloncitos y los bóxeres y tiraba ambas prendas por encima del hombro. Ayudándole, me levanté la camisola y me estiré hacia atrás, desnudo para que me examinara.
El sexo era diferente de como había sido el día anterior. El contacto de Guillermo era más deliberado, más paciente, casi reverente al presionarme contra mi  abdomen usando su cuerpo en jaula, posicionándose entre mis piernas no sin antes recorrerme por entero con sus manos y sus besos demorándose en notas claves, entreteniéndose más de lo permisible en otras. Sostuvo mis montes en sus manos y se los llevó a la boca para que sus labios y su lengua se turnaran para inflamar lentamente todo mi cuerpo.
__Guillermo __suspiré aferrándome hacia atrás como pude a su carne, ondulando el cuerpo, arqueando el cuello buscando sus labios, con respiración entrecortada, cuando él me propulsó hacia el orgasmo solo con la boca envolviéndome de súbito el pezón en un cambio de postura relámpago.

Levantó la cabeza, deslizando la mano entre mis piernas, sentí una oleada de placer cuando introdujo en mi túnel sus dedos.

__Mañana iremos a una cena, luego te haré el amor en mi loft, en todos los rincones, de todas las formas que pueda _murmuró.

Mis ojos volaron a los suyos, con mi pecho subiendo y bajando, rápidamente al ritmo de sus palabras.
Te voy a hacer gritar, allí porque aquí no puedes __me prometió en voz baja y me di cuenta que era también un recordatorio de que me mantuviera en silencio porque Beto y Gaby estaban ahora al fondo del pasillo ___.  Pero ahora mismo, voy a disfrutarte y veré cómo te muerdes el labio.
Y lo hice hasta que me prendí a los suyos, se hundió en mí y yo ahogué el grito en un beso, apretado y profundo como si me fuera la vida cuando la anterior lentitud y suavidad en el vaivén desaparecieron, sustituidas por sus embestidas, gemidos y gruñidos excitantes en mi nuca, mientras iba y venía a antojo en mi interior hasta hacerme volar hacia otro estallido.

__ Guille, te propongo algo –murmuré cuando recuperé la mente.

__ ¿Qué?
__Empecemos de nuevo.
__ ¿Qué? __Se asombró mirándome.

__Más lentamente, me refiero, me habías pedido días libres en la costa, bueno, no, no todavía, tengamos citas comunes, tranquilas fuera de la casa, a solas pero fuera, normales. Vamos a cenar, al teatro, así, ¿vale?
__ ¿Eso quieres ahora?
__Sí.
__ ¿Y el trato?
__Luego, cuando se dé, pero antes las citas, por favor, mientras lo intento.
__ ¿Qué cosa?
Sin preguntas, lo acepto, te daré espacio para que pases una noche libre, o con tus amigos, esta vez de verdad, pero pasado mañana te invito a cenar, ¿así?
__Vale, así.
__ ¿Y las señales de amor?
__Guárdalas, por favor.
__ ¿Y vos?
__Lo mismo, probemos, cita, pero cena y vamos viendo, ¿vale?
__Está bien. ¿Dejas a Camila del todo?
__ ¿Te divorcias de Ana?
__Le digo la verdad y lo intento, Pedro, quiero que nazca mi nieto antes de decirle la verdad a Fabián, no quiero robarle ese momento ni perdérmelo si me echa a patadas, ¿lo puedes entender y confiar?
__Puedo, sí, lo entiendo. En tanto veamos si podemos controlar las… señales de amor.

CONTINUARÁ.
HECHOS Y PERSONAJES SON FICTICIOS, CUALQUIER PARECIDO CON LA REALIDAD ES COINCIDENCIA.
LENGUAJE ADULTO. ESCENAS EXPLÍCITAS.

26 comentarios:

  1. Alena Suchankova Wow nádherné!
    Wow hermoso!

    ResponderEliminar
  2. Lucina Me encantó. Gracias guapa Eve Mónica Marzetti! 🙋💃

    ResponderEliminar
  3. Maria Dolores Gracias amiga Eve Monica Marzetti.

    ResponderEliminar
  4. Aurelia Muy bello ese tipo de amor incondicional. Eterno.

    ResponderEliminar
  5. Bellísimo Eve, me encantó...La seducción va de la mano del amor y, aunque sienta miedo, Pedro no va a poder seguir negándoselo...

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Acá no hay indeseables y es puro romanticismo y seducción, es herrmosa, gracias mi cielo, mi amor de siempre, besote.

      Eliminar
  6. Veronica Lorena Piccinino muy lindo Eve y romántico. hacia mucho que no leía un capitulo de esta historia, pero igualmente seguí el hilo. es muy linda. Gracias.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Eve Monica Marzetti
      Administras los miembros, los moderadores, la configuración y las publicaciones de GrazianiBeggioEterno.
      Es puramente romántica Veronica Lorena Piccinino, seducción pura.

      Eliminar
  7. Raquel Sanchez Eve Monica Marzetti. Si me encanta ..muy romántico todo y con ganas de que Pedro se deje llevar por las señales jeje

    ResponderEliminar
  8. Sol Urvino Hermosa, me encanta, un beso Eve.

    ResponderEliminar