"SIGNIFICAR".
CAPÍTULO QUINTO.
Previo…
Guillermo se pregunta si ese reproche
silencioso a sus congéneres hombres o mujeres de perder todo atisbo de
coquetería, de sensualidad, de belleza y convertirse en personas de cuerpos
cuadrados y vestimenta aburrida, le vendría de su madre desquiciada, y si el
cambio de su padre causaría el temor a que amantes jóvenes y bellos lo
sustituyeran en la vida de Juan. Le es difícil digerir la transformación que
llevó a su padre a infringir sus rígidas normas de conducta para convertirse en
un donjuán. Tras ser respetable hombre de negocios, ahora su preocupación es
que no le falte el viagra. Quizá por vergüenza, y por saber que él es gay, se
ha distanciado de su único hijo.
Pero los amoríos de hombres viejos con chicas
son tolerados, en cambio de hombres gais con parejas jóvenes como en caso de
mujeres mayores son objeto de crueles burlas y desconfianza. Los hombres
heterosexuales, si por viagra o por casualidad aciertan el tiro pueden, calvos
o canosos, panzones o arrugados, pasear ufanos empujando cochecitos de bebé.
"No
me tientes, que si nos tentamos no nos podremos olvidar."
Mario
Benedetti.
EL
PORVENIR DE MI PASADO, MARIO BENEDETTI.
«En
un platillo de la balanza coloco mis odios; en el otro, mis amores. Y he llegado
a la conclusión de que las cicatrices enseñan; las caricias, también.»
El
porvenir de mi pasado.
Eso
fui. Una suerte de botella echada al mar. Botella sin mensaje. Menos nada. Nada
menos. O tal vez una primavera que avanza a destiempo. O un suplicante desde el
Más Acá. Ateo de aburridos sermones y supuestos martirios.
Eso
fui y muchas cosas más. Un niño que se prometía amaneceres con torres de sol. Y
aunque el cielo viniera encapotado, seguía mirando hacia delante, hacia
después, a renglón seguido. Eso fui, ya menos niño, esperando la cita
reveladora, el parto de las nuevas imágenes, las flechas que transcurren y se
pierden, más bien se borran en lo que vendrá. Luego la adolescencia convulsiva,
burbuja de esperanzas, hiedra trepadora que quisiera alcanzar la cresta y aún
no puede, viento que nos lleva desnudos desde el suelo y quien sabe hasta (y
hacia) dónde.
Eso
fui. Trabajé como una mula, pero solamente allí, en eso que era presente y
despareció como un despegue, convirtiéndose mágicamente en huella. Aprendí
definitivamente los colores, me adueñé del insomnio, lo llené de memoria y puse
amor en cada parpadeo.
Eso
fui en los umbrales del futuro, inventándolo todo, lustrando los deseos,
creyendo que servían, y claro que servían, y me puse a soñar lo que se sueña
cuando el olor a lluvia nos limpia la conciencia.
Eso
fui, castigado y sin clemencia, laureado y sin excusas, de peor a mejor y
viceversa. Desierto sin oasis. Albufera.
Y
pensar que todo estaba allí, lo que vendría, lo que se negaba a concurrir, los
angustiosos lapsos de la espera, el desengaño en cuotas, la alegría ficticia,
el regocijo a prueba, lo que iba a ser verdad, la riqueza virtual de mi
pretérito.
Resumiendo:
el porvenir de mi pasado tiene mucho a gozar, a sufrir, a corregir, a mejorar,
a olvidar, a descifrar, y sobre todo a guardarlo en el alma como reducto de
última confianza.
La
doctora a pesar de su sencillez se mueve con garbo y seguridad, emana un aire
de saberlo todo, de no sorprenderse ante nada, ese aire es un don y ella lo
cultiva a conciencia. Cuando imaginó la visita Guillermo se vio a sí mismo
consolándose en ello, descargando en su aura el peso de su cavilación. Después
de todo se trata de alguien que los acompañó cuando nació Fabián y en sus
enfermedades, la mujer que Guillermo hubiera deseado como hermana mayor, la que
lo conocía de adentro para afuera, lo controlaba cada año, con la que hablaba
de literatura y de sus plantas. Se sienta en el sofá frente a su escritorio y
toma la primera revista para acortar la espera.
__
¿Qué anda pasando, Guillermo? __interroga ella clavándole la mirada.
__No
lo sé, estrés supongo más la vida, eso, el hastío de la vida.
__
¿Juan?
__También.
¿Será que me afectó el accidente? ¿Podrá deberse a eso que me siento irritable,
disconforme e inseguro?
__Irritable
e inseguro quizá pero creo ver algo más. Hay traumas que pueden causar
desbalances hasta hormonales pero me parece que ya estabas mal con tu esposo y
harto de muchas cosas antes, ¿no? Me dijiste que ibas pensando en eso cuando
atropellaste al carpintero.
__Sí,
en eso iba pensando… No es carpintero, es ebanista.
La
doctora sonríe.
__Ya
estás en edad de que el inconformismo aparece, Guille, no culpes al accidente,
¿es contigo mismo o con Juan o ambas cosas?
La
doctora escucha la historia de Guillermo mirándolo fijamente con una mezcla de
simpatía y preocupación. De un tiempo a esta parte no deja de asombrarse de la
ignorancia que rodea a este ciclo de la vida que en el hombre aparece alrededor
de los cincuenta años. Tantos libros sobre sexualidad y nada sobre la llamada
andropausia, edad de sabiduría y madurez que no obstante pocos viven así, es
tan difícil en la cultura de la juventud y la belleza encontrar una narrativa
que valore el poder masculino por sí mismo, más allá de los hijos, que logre ubicarlo como una fuerza que no
depende únicamente de la capacidad de criar hijos, sino que puede existir
independientemente de los atractivos carnales inclusive. En realidad sus
pacientes cuyo sentido de la identidad y de valor social están ligados inexorablemente
a su capacidad física de atraer y seducir no logran concebirse a sí mismos como
seres enteros cuando creen terminan sus años de sexualidad manifiesta, y lo que
debía ser simplemente una transición física a otra etapa más autónoma, más de ellos
mismos, se convierte en un período tumultuoso pleno de inseguridades y
angustias. No existe en la literatura de ficción, ni en la academia, el modelo
que separe al hombre joven del que simplemente vive por el puro placer de
existir, despojado de su papel de padre.
__
¿Fabián está bien?
__Perfecto,
libre como siempre, planeando un viaje no sé a dónde, no me necesita ya, es
más, creo que empiezo a ser una carga.
__No
lo seas entonces, depende de ti, Guillermo tienes una esperanza de vida larga,
la naturaleza te está dando un mensaje con ello, piénsalo, compensándonos de
cierta forma con los años que no pudimos dedicarnos a nosotros mismos, que la
vida disponga que más allá de la necesidad de los hijos vivamos más años tiene
su sabiduría, y es como si la naturaleza nos diera ese tiempo para alcanzar la
plenitud, en pareja o solos. Y sin embargo en lugar de atrapar y disfrutar esta
época de gracia ¿cuánta energía le dedicamos a lamentarnos de lo que dejamos de
ser? Yo aquí he visto llorar nostalgias de esa juventud que se escurre y lo que
ella permitía, miro a esa gente y no me lo creo, te lo juro. Está bien, los
hijos crecieron, se fueron, no puedes escalar una montaña, ni jugar deportes
extremos, pero ¿sabes qué es pensar en las limitaciones o lo que se pierde? Una
trampa como las muchas que hemos tenido que superar en el camino. No nos
convierte para nada en seres asexuados, invisibles y casi inservibles, es una
de las peores trampas, de las más interiorizadas. Que quede el nido vacío es
como que nos sacaran la alfombra, y nos quitaran el asidero donde reside
nuestra identidad, el valor que nosotros nos damos a nosotros mismos.
__Yo
no quiero tener más hijos ni cortar las alas al que tengo.
__Pero
sientes que el cuerpo te negará la masculinidad, ¿verdad?
__Quizá.
__Evidentemente
sientes que pierdes el poder de multiplicarte… de salirte fuera de ti, de
existir a través de otro. Fabián ya
tiene su vida. Pero vos no necesitas deberte a otros para ser quien sos
__sonríe ella.
__Pero
la sexualidad…
__No
la has perdido, quizá no sea Juan la persona adecuada. No la perderás nunca.
__La doctora sonríe con malicia__. Es una época fantástica. Plenos poderes con
total independencia. La sexualidad tiene un segundo impulso, y para mí esta
época es la mejor.
Guillermo
mira el escritorio, las carpetas de pacientes apiladas unas sobre las otras en
un montón, la libreta de recetas, no toma remedios y lo que ella dice ha
despertado un repiqueteo en el cerebro, con un ruido como de pájaro carpintero
haciendo toc- toc, martilleando una puerta cerrada.
__Mira,
Guillermo. Una cosa es el proceso de envejecimiento al que no escapa nadie. Nos
arrugamos, los huesos pierden solidez, perdemos estatura. Eso es una cosa.
Tuviéramos o no baja hormonal, envejeceríamos. Pero ¿cuánto tiempo somos
jóvenes? Digamos arbitrariamente hoy que de los quince años a los cuarenta.
Entonces ¿crees que el resto del tiempo, treinta a cuarenta años más que con
suerte, viviremos, son solo un relleno? ¿Qué porque ya no tenemos veinte o
treinta, vamos a lamentarnos por todo? ¡Qué desperdicio sería! Y, sin embargo,
si te dijera cuántos hombres y mujeres maravillosos, lindos, sanos, tengo yo
que consolar porque sienten que ya perdieron todos los derechos tan solo porque
cumplieron los cincuenta. Todo está en la cabeza. Son las ideas las que nos
acaban mucho antes de que se acabe el cuerpo.
__Me
encanta lo que dices. Tienes razón.
__La
tengo, y para mí lo más importante es que te des cuenta que este es un tránsito
hacia vos mismo, hacia una persona que existe fuera de esquemas heredados. Esta
es la hora de ser más hombre, de ser solo un hombre, enteramente, de ser para
vos mismo y descubrir que tu poder no reside en hallar una danza de
apareamiento para tener un hijo, ni en tener el físico más vistoso. Tu poder no
depende de la sexualidad, disfruta de ella, pero no reside allí, ¿sabes cuál es
nuestro capital, nuestra mina de diamantes? El amor. No estoy hablando en
términos románticos. Lo que poseemos en abundancia es la capacidad de dar y
recibir amor. Practicar es lo que nos da poder, porque los hombres necesitan
ese intercambio, y han puesto los términos de quiénes deben beneficiarse y en
qué marco debe realizarse ese amor. Aunque hemos avanzado en el campo del
trabajo, el amor interpersonal sigue siendo regido por esos patrones. Nos han
condicionado para que el amor se comporte como debilidad, no como fuerza, más a
las mujeres. Uno se vuelve más selectivo, y al hombre le plantea un intercambio
diferente, menos sumiso, más exigente. Es usual por ello que uno de cuarenta
cambie a su mujer por dos de veinte, esas que están en etapa de probar que
pueden amar, ergo concebir y la idea de dependencia les parece romántica, no es
tu caso, pero quizá sí el de Juan.
__Tengo
que pensar lo que estás diciendo. __Guillermo se incorpora, el toc del pájaro
lo siente en el cuerpo. Hay un pasillo en su mente por donde se cuela la
luminosidad que ha experimentado en distintos momentos de su vida cuando se le
revela una manera distinta de ser, de ver. Y sin embargo, no está convencido de
que el nudo que ata su identidad, su físico y su sexualidad, pueda deshacerse
sin que él mismo se deshaga.
__Piénsalo,
Guillermo. No has perdido nada, nada absolutamente. Tienes un hijo pese a ser
gay, grande. Es tu tiempo ahora. El poder que desarrollaste en todos estos años
practicando el amor hacia afuera está intacto y maduro, es una capacidad extraordinaria que te afinó
como un magnífico instrumento para que ahora vos hagas música por el puro
placer de oírla. ¿Me explico?
Guillermo
sonríe y mira con afecto a la doctora.
__Sos
de oro. Qué privilegio el mío de tener una mujer como vos en mi vida.
__Milan Kundera dice que la ternura es el
miedo que nos inspira la edad adulta.
Para mí es una frase tan masculina porque lo que dice temer en el fondo es ser
vulnerable, dejar atrás la divina arrogancia de la juventud. Yo, por mi lado,
creo que la ternura es la alegría de la edad adulta. Algo más te quiero decir:
Mira la diferencia entre la actitud del hombre común y de la mujer. Los
hombres, al envejecer, sufren a menudo disfunción eréctil. Pero, ¿amenaza eso
su identidad masculina? Sería lógico, ¿no? Pero mira lo que sucedió desde que
el viagra se descubrió. La campaña que hicimos para popularizarlo y el tono de
la publicidad lograron que ese problema en pocos años se convirtiera en una
nimiedad. Establecieron que sufrir eso no hace al hombre menos macho o
masculino. Con modelos icónicos de hombres exitosos, transformaron la
impotencia en un mero y fácilmente solucionable contratiempo. Hasta de la impotencia
lograron hacer más sexy al hombre. Aprovéchalo. Una buena dieta, ejercicio,
dormir bien y vestirte como te guste es todo lo que vas a necesitar.
Estás
sano, no importa la edad, eres sano.
Guillermo
sale del consultorio sonriendo para sí. Va al supermercado y llena el carro de
frutas, verduras, y jugos, decidido a comer mejor y sentirse como un rey.
“Aurora
que en el espejo reflejas los destellos devolviendo a las personas que en él se
reflejan,
pues del otro lado del cristal van mirando y nos regalan el ser que nos observa en donde se juntan los amores que se ven. Se deleita mi alma, cuando toca la tuya se produce un estallido de calor por el eterno amor que de ella fluye tan libre, sin nada que estorbe o ate, va elevando al corazón que se siente más sublime cada vez al sentirte. Leve cual libélula que al volar sus alas brillan a la luz que va recibiendo del resplandor que se asoma y nos deleita pues al vernos el amor renace y surge cual ave que de las cenizas va renaciendo con la querencia... Pero al renacer se va empapando de ese brillo de esa luz y toma que surge desde el fondo del ser. ¡Mi alma se deleita cuando toca la tuya!, el reflejo del espejo me va dando el calor de tu alma y sus destellos inundan mi mundo que sos vos, ebanista. En tus ojos me pierdo, en tus labios me encuentro, quiero besarte largo, quiero besarte lento, quiero sentir tus labios y respirar tu aliento, tenerte en mis brazos, oler tu cabello, entrelazar nuestras manos, mirarte a los ojos tan cerca que pueda ver mi reflejo en ellos. Del saber y aprende sin alardear saber.
pues del otro lado del cristal van mirando y nos regalan el ser que nos observa en donde se juntan los amores que se ven. Se deleita mi alma, cuando toca la tuya se produce un estallido de calor por el eterno amor que de ella fluye tan libre, sin nada que estorbe o ate, va elevando al corazón que se siente más sublime cada vez al sentirte. Leve cual libélula que al volar sus alas brillan a la luz que va recibiendo del resplandor que se asoma y nos deleita pues al vernos el amor renace y surge cual ave que de las cenizas va renaciendo con la querencia... Pero al renacer se va empapando de ese brillo de esa luz y toma que surge desde el fondo del ser. ¡Mi alma se deleita cuando toca la tuya!, el reflejo del espejo me va dando el calor de tu alma y sus destellos inundan mi mundo que sos vos, ebanista. En tus ojos me pierdo, en tus labios me encuentro, quiero besarte largo, quiero besarte lento, quiero sentir tus labios y respirar tu aliento, tenerte en mis brazos, oler tu cabello, entrelazar nuestras manos, mirarte a los ojos tan cerca que pueda ver mi reflejo en ellos. Del saber y aprende sin alardear saber.
Aprendí
a ser yo mismo, tuve que sentir la soledad para sentirme acompañado, aprendí a
ser tortuga y apreciar el recorrido de
la felicidad. Tuve que sentir la soledad que aprendí a
vivir sin tu presencia, sin tus palabras huecas y rebuscadas con un doble sentido. Siento que mi tiempo es valioso, y es solamente mío, sino que es lo único verdadero que tengo, es tan importante para mi espíritu de gozar en plenitud y en armonía que solamente lo comparto con personas positivas. Personas que le dan batalla a la vida, que se juegan por sus ideales, mientras la vida fluya en libertad y sin ataduras que conducen a una soledad enfermiza y dependiente solo por matar el tiempo. Siento que mi tiempo no solo es tiempo perdido por mirar la vida desde la sencillez de su propia entraña de la soledad, para desperdiciarlo en un ególatra rebuscado que solo mira su propio ombligo para saciar su vanidad, dando clases de dignidad cuando desconoce el verdadero sentido de lo implica ser digno. De tanto perder batallas, aprendí a ganarle el costado más feliz de la vida, para entender que la soledad no es tan mala de a uno, se nos complica cuando es una soledad de dos solo para llenar vacíos.
vivir sin tu presencia, sin tus palabras huecas y rebuscadas con un doble sentido. Siento que mi tiempo es valioso, y es solamente mío, sino que es lo único verdadero que tengo, es tan importante para mi espíritu de gozar en plenitud y en armonía que solamente lo comparto con personas positivas. Personas que le dan batalla a la vida, que se juegan por sus ideales, mientras la vida fluya en libertad y sin ataduras que conducen a una soledad enfermiza y dependiente solo por matar el tiempo. Siento que mi tiempo no solo es tiempo perdido por mirar la vida desde la sencillez de su propia entraña de la soledad, para desperdiciarlo en un ególatra rebuscado que solo mira su propio ombligo para saciar su vanidad, dando clases de dignidad cuando desconoce el verdadero sentido de lo implica ser digno. De tanto perder batallas, aprendí a ganarle el costado más feliz de la vida, para entender que la soledad no es tan mala de a uno, se nos complica cuando es una soledad de dos solo para llenar vacíos.
Y
tal vez ya no sea Juan el hombre que sea la alternativa positiva a la soledad”.
__
Camila insiste en dormir con Pedro en el taller. Él no puede arriesgarse,
argumenta.
¿Quién
lo ayudará si cae entre formones,
esquirlas y aserrín? Ella lo acompañará con muchísimo gusto. No tiene
obligaciones, nadie la necesita. (Tener quien la necesite es un lujo, una
maravilla) Sin acatar objeciones, la muchacha se dispone a la tarea. Lleva su
mochila, sus chinelas, su cepillo de dientes. Tararea mientras acomoda sus
cosas sin permitirse dudar de lo que se ha propuesto, segura de que la motivan
sentimientos nobles, imaginándose ángel guardián y por lo tanto actuando con
aplomo, dueña de sí y del entorno. Pedro la mira dese su cama. La ve disponerlo
todo y recuerda cuando él era niño y oía hablar de la amenaza del régimen en
Chile. Camila carece de blindados y poder de fuego, pero él se siente
amedrantado ante esa invasión sin remedio de la soberanía que hasta ahora ha
ejercido sobre su país de troncos y aserrín. La dejará que se quede esa noche
pero mañana, no bien recupere el manejo del terreno y ensaye los movimientos
mínimos le pedirá que se vaya. Si a alguien desearía allí, es a don Guillermo.
“Tú,
don Guillermo, ángel de mi vida que con
tus alas me cuidas, con tu maravillosa sonrisa me das una gran seguridad y me haces exhalar cuando me acuerdo de ti.
Tú, eres el ángel de mi guarda, el cual me guía de la mano, y con tus alas mágicas me llevas al paraíso y en ese bello instante me llevas a lo más lejos del universo y con tus caricias me haces vibrar. Tú, ángel de la pasión, que tienes unos ojos llenos de bondad, como los mares azules y cristalinos que me ofrecen paz y confianza, por esa razón me llenas de alegría, tu presencia junto a mí es lo que más ansío aunque no seas mío.
Tú, ángel de mi corazón, llegaste en el momento que más me hacías falta y con solo un abrazo celestial, me salvaste de las sombras de la soledad, me has llevado a lo más lejano de las galaxias, tus encantos me hacen suspirar. Hoy te imploro ángel de mi corazón que jamás te alejes de mi lado, porque deseo siempre entre tus alas poder volar junto a ti para poder llegar a lo más alto de las montañas, disfrutar de la esencia entre la noche y el día cuando cambian su atuendo. Ahora ángel de mi guarda, eterniza aquel instante en que el sol ofrece la entrada a la mágica luna llena, junto a sus maravillosos luceros en el firmamento, es ahí donde sabemos que encontramos la presencia del creador celestial y su divina creación, tú eres el ángel de mi amor por la cual mi corazón late día a día”.
Tú, eres el ángel de mi guarda, el cual me guía de la mano, y con tus alas mágicas me llevas al paraíso y en ese bello instante me llevas a lo más lejos del universo y con tus caricias me haces vibrar. Tú, ángel de la pasión, que tienes unos ojos llenos de bondad, como los mares azules y cristalinos que me ofrecen paz y confianza, por esa razón me llenas de alegría, tu presencia junto a mí es lo que más ansío aunque no seas mío.
Tú, ángel de mi corazón, llegaste en el momento que más me hacías falta y con solo un abrazo celestial, me salvaste de las sombras de la soledad, me has llevado a lo más lejano de las galaxias, tus encantos me hacen suspirar. Hoy te imploro ángel de mi corazón que jamás te alejes de mi lado, porque deseo siempre entre tus alas poder volar junto a ti para poder llegar a lo más alto de las montañas, disfrutar de la esencia entre la noche y el día cuando cambian su atuendo. Ahora ángel de mi guarda, eterniza aquel instante en que el sol ofrece la entrada a la mágica luna llena, junto a sus maravillosos luceros en el firmamento, es ahí donde sabemos que encontramos la presencia del creador celestial y su divina creación, tú eres el ángel de mi amor por la cual mi corazón late día a día”.
Aunque
agradece que Camila esté allí, le incomoda. Se le hace difícil pasar de la
broma fácil a la intimidad. En la cama, se parapeta tras un libro: El Conde de
Montecristo y su cueva de los tesoros. Pero Camila es una mujer que se hizo
sola, sin su madre, que no en balde ha vivido y escuchado las peroratas
feministas. Tras prepararle la cena y lavar los platos, Camila entra al baño,
se cambia, sale con una camiseta y pantalones cortos y se mete a su lado bajo
las sábanas.
__Duerme
que estoy aquí _dice__. Si necesitas algo me tocas y ya.
Pedro
siente su calor, oye su respiración. Presiente su cuerpo delgado, pero aunque
intentara no podría hacer nada. No puede mover el brazo derecho y el izquierdo
yace tenso a su costado. Es rehén del dolor. Si al menos pudiera acunarla,
cercarla con el brazo y no pedir nada a cambio. Pero le duele la pierna, el
costado, el brazo derecho atravesado por los clavos.
Al
fin se duerme y sueña. Sueña que es Guillermo el que yace a su lado en la cama.
Está dormido boca abajo y él puede ver la marca del bañador, la piel pálida y
las piernas. Guillermo despierta, toca las clavijas, las saca una a una de su
brazo, las heridas se cierran como por encanto. Guillermo lo besa. Pedro le
toma los pies extendiendo la mano derecha, lame el dedo pulgar, lo introduce
todo en su boca, lo succiona como a un bombón, y luego sigue con cada uno.
“Voy
a dar rienda suelta a mi lengua por tu piel, para que sea mi boca quien recoja
la miel de tus labios y dejaré que mis caricias en tu cuerpo te hablen claro,
para que siempre entiendas que te quiero aquí a mi lado, escribiendo por tu
espalda el más lindo de los salmos, mientras la pluma continúa sin perder su
encanto, tentando al diablo en otro pecado, para que no cesen de sonar los
salmos cuando estás entre mis manos.
Por
eso te pido que me des el calor de tu cintura, el mimo de tu pelo, la vena
palpitante que late en tu cuello, que me cuentes tus secretos, que junto a mí
pierdas todos los miedos y quiero cada noche amansar la sed en esa fuente que
hay en tus besos, recorrer tus curvas con mis verbos, hasta que aprecies en tu
alma lo mismo que por ti siento, pues deseo que sientas lo que es estar volando
por el cielo y en el regazo de mi lecho al candor de tu pecho, no sabrás si
estás viviendo la vida o tan solo es un sueño”.
“Me
gusta cuando me miras con deseo... De esas veces que traes el infierno en los
ojos, recorres con perversión todo mi cuerpo provocando pasión desenfrenada en
nuestra entrega.
Sujetas mis manos entrelazando tus dedos, pegas tu cuerpo con roces suaves haciendo que mis sentidos descubran el secreto que guardas bajo las prendas.
Sujetas mis manos entrelazando tus dedos, pegas tu cuerpo con roces suaves haciendo que mis sentidos descubran el secreto que guardas bajo las prendas.
Nuestros
corazones laten en armonía, lo sentimos en cada poro que arde al paso de
nuestras respiraciones agitadas.
Me gusta amanecer con vos, sentir tu sol que quema en las madrugadas, que nuestras almas muestren ese candor en las umbrías de nuestras pieles.
Me gusta amanecer con vos, sentir tu sol que quema en las madrugadas, que nuestras almas muestren ese candor en las umbrías de nuestras pieles.
_
¡Sigue! Ya no le temo a la muerte, sofócame, inhálame profundamente, muere
conmigo.
Somos hierro caliente, brasas al rojo vivo.
Somos hierro caliente, brasas al rojo vivo.
__Solo
llámame que la lujuria espera por ti, ya me conoces y sabes el fuego
que soy. Ven, mírame que la noche está abierta húmeda en su interior y espera
por ser acariciada sin censura.
que soy. Ven, mírame que la noche está abierta húmeda en su interior y espera
por ser acariciada sin censura.
¿Te
ha pasado? Que lleva un día de madres sin ganas de nada y de repente llega a tu puerta esa persona que con solo pensar en ella exhalas suspiros al
aire pero disimulas para que no se dé cuenta. Y te mira con esa ternura y te
dice...
¿Dónde está esa bella sonrisa que me encanta cuando se dibuja en esos labios rojos? Y uno en un silencio eterno agacha la mirada, no quieres nada y en ese instante te da ese abrazo de oso que tanto anhelas sintiendo el calor del cuerpo que se va metiendo en tu corazón. Y no pregunta más. Solo te toma, te saca del trabajo y dice: conozco tu debilidad y buen goloso eres y ya vuelves a sonreír como un sol olvidándote del dolor. Y disfrutas esos momentos que te regala la vida y que actúan como un bálsamo sanador. Y lo demás… Ya no lo puedo contar. Solo suspirar. “
¿Dónde está esa bella sonrisa que me encanta cuando se dibuja en esos labios rojos? Y uno en un silencio eterno agacha la mirada, no quieres nada y en ese instante te da ese abrazo de oso que tanto anhelas sintiendo el calor del cuerpo que se va metiendo en tu corazón. Y no pregunta más. Solo te toma, te saca del trabajo y dice: conozco tu debilidad y buen goloso eres y ya vuelves a sonreír como un sol olvidándote del dolor. Y disfrutas esos momentos que te regala la vida y que actúan como un bálsamo sanador. Y lo demás… Ya no lo puedo contar. Solo suspirar. “
Se escucha
de pronto un portazo. El sueño erótico termina con un sobresalto. Pedro
despierta en la oscuridad, pone su mano izquierda sobre la frente. Se increpa mentalmente.
¿Qué
está pasando? ¿Te volviste loco? ¡Alto, Beggio!
__
¿Estás bien? __pregunta Camila, alzándose sobre el codo, soñolienta.
__Tuve
una pesadilla _miente Pedro __.No es nada, tranquila, no te preocupes.
__
En
casa de Guillermo, es él el que yace en la cama con los ojos abiertos mientras Juan duerme. Lo mira con la boca entreabierta,
escucha el ruido gutural que llega a ser ronquido, subiendo y bajando. Esa
tarde ha conversado con Julieta. Pero es Pedro el que le quita el sueño.
“Sensaciones
y emociones hacen que justo hoy cuando en paz descanso en el diván, su recuerdo
interrumpe esta quietud señor mío. Sus palabras inquietaron mis dudas al
escuchar de sus labios que jamás sintió lo que este humilde aprendiz de Miguel
Ángel, Dalí, Van Gogh o Da Vinci quiso crear. Solo me dejé llevar por estas
manos, unos viejos pinceles y sus deseos cohibidos de años atrás... lo demás
fluyó cual óleo derrocha formas en sus líneas al infinito, tan fantásticas e
inimaginables que el artista y su musa pararon el tiempo de aquellas noches
fugaces y disfrutando cada segundo pedido, crearon su propia historia, emergieron deseos,
placeres, gemidos, y millón de sensaciones y ahora usted allá, recordando al aprendiz y
su obra concluida, mientras aquél con su recuerdo vivirá. Mi dulce y bello deseo.
Justo
en la más dulce mirada un día, un bonito
hombre a mi se acercó. Ante todo me saludó, me volví locamente endulzado de
ternura por él. Nunca creí que así de ese hombre me enamoraría como hasta
ahora. Todo en mí cambió. Entre sus brazos puedo decir que me siento hombre. Amo
lo que es y lo que cuida de mí. Muy dichoso soy de ser suyo cuando me mira y
más si así me sonríe también. Orgulloso de mi dulce amor, mi caballero de pelo
corto, sonrisa divina, mirada que me deja rendido con esos ojitos bellos de miel. Es mi dulce
amor, es quien hace mi vida feliz, anhelo la vida juntos, de su mano caminar,
por ese mismo camino sin que nada alrededor importe, solo nuestro amor nuestros
deseos juntos. Invade mi emoción de saber que tengo a un hombre maravilloso que para mí es perfecto… me cuida,
me saca sonrisas y entre sus brazos me
protege, es mi hombre, el que amo con cada parte de mi ser con cada centímetro
de mi cuerpo por más pequeño que sea. Este amor es tan sincero que a mi vida
daría por seguro que hasta el final junto a él la desearía.
Amarlo
con esto que llevo dentro es dedicarle mi más dulce canción. Mi dulce
caballero, cuánto lo amo. O más, quisiera
yo que esté a mi lado y cada mañana despierte en mis brazos y morir
por sus besos y caricias. Razón por la cual mis días son felices de tenerlo a
mi lado, es mi hombre especial, él es mi amor, mi mayor deseo encontrado
anhelando una vida juntos porque sí… yo lo amo con todo mi corazón.
Bienvenido
a mi corazón, roto y cansado, harto de patanes que me han herido y se han
ido...
No quiero sexo. No quiero placer de un rato, busco quien sepa reír y llorar conmigo, sin ningún otro compromiso que amar sin medida ni caducidad. Quiero la eternidad, quiero regalar el alma y lo mejor de mí al que me sepa conquistar, para construir y soñar juntos, quiero enamorarme, y quiero que sea usted, señor ebanista.
No quiero sexo. No quiero placer de un rato, busco quien sepa reír y llorar conmigo, sin ningún otro compromiso que amar sin medida ni caducidad. Quiero la eternidad, quiero regalar el alma y lo mejor de mí al que me sepa conquistar, para construir y soñar juntos, quiero enamorarme, y quiero que sea usted, señor ebanista.
Este
día, con gusto detendría las manecillas del reloj para poder ir a tu encuentro,
darte un beso, verme en tus ojos y entrelazar nuestras manos. Si tuviera tu
figura de frente no sé... cubriría tu espalda de besos tatuando más de mil.
También me abrazaría fuertemente a tu alocado espíritu. Es que eres mi alma afín, aún sin tocarte así lo sentí. No imagino seguir sin vos, si siguen pasando los meses, los años...
Aunque diga el horóscopo, la carta astral o el tarot que tu estatus es complicado e inalcanzable, no puedo encontrar de este sentimiento la salida, aún en medio de este demonio, yo te amo, yo te beso, yo te siento mío en cada verbo.
También me abrazaría fuertemente a tu alocado espíritu. Es que eres mi alma afín, aún sin tocarte así lo sentí. No imagino seguir sin vos, si siguen pasando los meses, los años...
Aunque diga el horóscopo, la carta astral o el tarot que tu estatus es complicado e inalcanzable, no puedo encontrar de este sentimiento la salida, aún en medio de este demonio, yo te amo, yo te beso, yo te siento mío en cada verbo.
Vos,
me pediste que te bajara una estrella ¡y te la bajé! Que te creara una flor con
el cáliz de fina plata, pétalos de oro y estambres y pistilos de diamantes ¡y
te la creé! Que cubriera tu cuerpo con polvo de marfil ¡y lo cubrí! Que
inventara palabras hermosas, pero desconocidas, ¡y las inventé!, mas nunca me
pidas que te olvide, porque eso sí, no lo haré.
Te
amo y sin vos no vivo, mi vida carece de sentido, no sé cómo conozco que esto
es amor, es la primera vez que siento algo así, si vos no estás en mi existencia, si tan solo entendieras que sería capaz de morir por vos, te darías
cuenta. ¿Me amarías?
Pero
si supieras que podría ofrecer mi alma a lucifer por vos, me amarías aún más.”
Julieta
llegó a trabajar de niñera de Fabián, antes de casarse con Juan. Era una mujer
pequeña, bien formada, enérgica, con pelo rizado abundante y unos enormes ojos
oscuros. Tenía entonces apenas veinte años. En ese tiempo, Julieta estaba
enamorada. Se contorneaba al andar y hacía alarde de un agudo sentido del
humor. Era una persona alegre. De unos años para acá había empezado a
deteriorarse. Fabián aseguraba que, desde que la dejara el novio se había
vuelto fanática de una secta religiosa que si no prohibía las sonrisas, poco le
faltaba. Absurdo, había dicho Guillermo ¿cómo podía alguna religión prohibir el
baile como ella le había contado, tan sano para el cuerpo y la mente? Julieta
le recitó pasajes de su libro de oraciones. Era someterse a la tentación,
peligroso, le dijo con expresión contundente. A una velocidad pasmosa, se
hundió en una vida de austeridad y dedicación a los rezos, censurándolos
calladamente por la carencia de Dios en sus vidas. Pero los quería. Era
indudable. Sin embargo, se había convertido en una especie de tía refunfuñona y
mal encarada, la tía que aunque a veces le amargara a uno el día se toleraba
por tanto amor acumulado en los años de servicio.
¿Cuántas
personas se refugiaban en Dios cuando empezaban a perder el apego a lo
terrenal, a desconfiar de sus ilusiones, o a sentir que ya no tenían emociones
que experimentar?
Guillermo
piensa en Pedro y el cúmulo de nuevas sensaciones que le provoca. Cosquillas,
euforia, ansiedad, cosquilleos, descargas y relámpagos en sus partes más
íntimas, latidos alocados. No puede dejar de pensar y preguntarse qué música
brotaría de él en sus manos.
__
En
la acera del aeropuerto bajan las maletas.
Juan
se marcha a su congreso anual y Guillermo lo despide con un beso ligero.
__
¿Qué vas a hacer hoy? __le pregunta él.
__Voy al gimnasio _dice él sabiendo que no
hará eso solamente, que irá al gimnasio como se ha propuesto, tomará una ducha,
se cambiará e irá a visitar a Pedro.
No
se queda hasta la salida del vuelo, y se dirige al gimnasio donde se encuentra
con Matías, el joven abogado de Baunes que alguna vez se le insinuara.
Tiene
un cuerpo espectacular, alto, delgado, pero mala suerte en el amor. No logra
por mucho que lo intenta retener a los hombres. Se enamora de ellos pero al
poco tiempo los desprecia. Luego se deprime, se lamenta de estar solo.
Guillermo piensa que es fieramente
independiente. Nunca sabe si envidiarlo o compadecerlo.
__No
quiero estar solo siempre _dice Matías.
Ambos
corren sobre la cinta de sus respectivas máquinas.
__Pero
Matías ¿para qué quieres casarte si tienes el amante que deseas? __ sonríe
Guillermo.
__Menos
a vos, pero… supongo que para lo que
sirve un marido, cambiar focos, destapar botellas, pintar, arreglar las puertas
que no abren, las luces que no encienden, me cargue maletas. Son utilísimos.
Además esto de la fecha del tiempo lo hace reflexionar a uno.
__Tendríamos
que pensar en una colonia donde nos juntemos los amigos cuando lleguemos a
cierta edad, con senderitos para sillas de ruedas y un mirador común donde ver
el atardecer y tomar unas copas de vino al anochecer.
__Vos
vas a estar con tu Juan __ dice Matías.
__No
lo sé. Además me dijo alguien que vivimos tiempo extra para compensar los años
de ataduras a maridos e hijos, es para pensarlo ¿no crees?
__ ¿Qué
más te dijo?
__Que
no le tema a la edad, que es la época donde uno se pertenece a uno mismo, y
puede alcanzar la plenitud. Cuando me lo estaba diciendo sonaba fantástico. Me encantó
lo que dijo. Pero del dicho al hecho hay mucho trecho, al regresar con Juan olvidé
lo de la plenitud.
Pero
al menos voy a cambiar estilos de vida. Necesito una dieta rápida para bajar los
kilos de la pancita.
__Algo
estás tramando, Graziani, que no eres un santo __sonríe malicioso Matías,
apagando la máquina de caminar y acercándose.
__Una
segunda juventud. Eso es lo que estoy tramando. Me tienes que llevar donde tu
dermatólogo.
__No
te he contado que me contactó Fernando, el novio que tuve cuando adolescente.
Imagínate. Me encontró en Facebook y me escribió. Está divorciado.
__Podría
ser un anuncio de algo bueno __dice __; los amores de ayer parece que reviven
en Facebook.
__Veremos
_dice Matías __. La esperanza nunca se pierde. Yo, al menos, no la pierdo aún.
__
¿Te conté que el hombre que atropellé ya está de vuelta en su casa? Salió del
hospital con el brazo cruzado por clavos. No podrá trabajar en más de dos
meses. Me da pena. Vive solo en un taller de carpintería.
__
¿Vas a ir de Madre Teresa o me lo quieres presentar? Ya veo que tienes esas
intenciones.
__Lo
he pensado _sonríe Guillermo __. Ya me
conoces. Me siento culpable. No es fácil lo que le pasó.
__San
José era carpintero. __Ríe Matías.
Están
en el vestidor, cambiándose de ropa. No hay nadie más que ellos y los dos ríen.
__Pedro
es ebanista, la crème de la crème del oficio. Juan dice que podría ser mi hijo,
pero no es verdad. Solo que hubiera puesto la semilla a los doce años.
__!
Juan! Qué ingrato es decir eso. Seguro te lo dijo para que te acomplejaras y no
permitas ni malos pensamientos.
__Lo
más probable es que seré testigo del romance que tendrá con la muchacha de la
farmacia. Por verla a ella se cruzó la calle sin fijarse. Está enamorado de su
sonrisa. Dice ella que la bautizó como la chica de la sonrisa bonita.
__No
suena a un carpintero común y corriente.
__No
lo es. Te dije que es ebanista, un artista. Le gusta leer a los franceses y
tiene un gran sentido del humor.
Terminan
de vestirse en el vestuario del gimnasio donde hay toallas limpias, lociones y
palillos para oídos, un jarro de agua en el que flotan trozos de frutas.
Al
salir se topan con el entrenador.
__Cuidado
se los roben _les dice, guiñándoles un ojo.
__Tal
vez yo me debería buscar un jardinero, un electricista _dice Matías, riendo al
despedirse.
Hace
un día hermoso, cálido. Las lluvias han tornado los amarillos del verano en los
verdes intensos de helechos y flores que crecen en los jardines y aceras en las
inmediaciones del club que alberga el gimnasio. Guillermo enrumba hacia su
casa. Son las once de la mañana. Irá a cambiarse y luego preparará algo para
llevarle a Pedro a la hora del almuerzo.
¿Qué
podrá gustarle?
Recuerda
la hornilla al lado de la cama. La dieta tradicional de hombres solos es pizza,
empanadas, a lo sumo arroz. Nada de eso se cocina en su casa. Él podría
preparar una ensalada de pollo, quizás, ensaladas o la pasta. Eso sería
apetecible para cualquiera. A él le gustaba. Y podía hacer arroz. Era fácil y
tenía en la despensa. Julieta lo ve entrar a la cocina.
__Ayúdame
a hacer una ensalada de pollo, Julieta, yo haré pasta. Se lo voy a llevar al
accidentado.
Julieta
lo mira sin decir nada. Saca el pollo. Lo pone a descongelar en el microondas.
__ ¿Crees
que a un carpintero le gustará esta
comida?
__ ¿Por
qué no le iba a gustar?
__Porque…
no sé. Estará acostumbrado a comidas rápidas.
__Pues,
a cambiar. A caballo regalado no se le miran los dientes _ dice Julieta, con
cara de piedra.
Sin
moverse, sin reírse, piensa Guillermo recordando el juego de pelotas que jugaba
de niño por horas.
__ ¿Te puedo dejar que lo hagas? ¿Y un arroz
también? Me voy a dar una ducha.
Julieta
asiente con la cabeza.
Guillermo
se ducha con agua caliente, se lava el pelo como todos los días, pero no, no es como cada día, se da cuenta que
cambia el gel de ducha, que deja un nuevo perfume que le regaló Fabián y no
empezó siquiera a usar, desiste de hacerlo.
¿Por
qué hago estos cambios?
A veces
lo hacía cuando sabía que haría el amor con Juan. Su esposo era al comienzo
materia dispuesta, meticuloso pero asiduo devoto de la sana costumbre de no
dejar pasar una semana sin sexo.
Cuando
era más joven, Guillermo lo lamentaba porque él, al contrario, tenía feroces
deseos sexuales que sin otro remedio aprendió a satisfacer con inofensivos
placeres estéticos y relajantes, masajes, saunas, alguna aventura. Se había
resignado. El ser humano es un animal de costumbres. Los hábitos calman el
espíritu y evitan sobresaltos.
¿Quién
inventaría la fidelidad?, se pregunta dejando correr el agua que cae de la
ducha ultramoderna, redonda, plana como un plato, y lo envuelva en agua
caliente como una piel ansiada. Una amiga feminista y letrada, decía que la
única razón de la fidelidad era la necesidad de los hombres de asegurar que ellos eran los padres de sus
hijos y que estos eran los legítimos herederos de sus esfuerzos laborales por
acumular bienes y posesiones. Tenía cierto sentido. Era comprensible el deseo
de los hombres de asegurar su paternidad, pero bueno, precisamente entre dos
hombres, o cuando la reproducción no era la razón de ser del sexo, cuando los
años de criar quedaban atrás, ¿no era acaso justo improvisar, descubrir otros
continentes siempre y cuando esas exploraciones pudieran darse sin rozar la
pareja, ese binomio de amor y odio que terminaba por ser cualquier matrimonio
respetable?
Sale
de la ducha, se enrolla una toalla en la cintura, y se afeita frente al espejo,
comenzando el escrutinio del rostro. El reloj marca las doce. Debe darse prisa.
Se mira
la piel, y excepto las líneas de expresión se ve tersa y juvenil, se peina, y
se viste con jeans y camisa negra ajustada al cuerpo.
“Así
se despierta este hombre maduro, amándose a sí mismo mirándose al espejo y
diciendo...
Wow ¡qué bello soy!
Wow ¡qué bello soy!
Sí,
hermoso, o quizá no bello, atractivo, sí, con mis curvas peligrosas, con mis
gorditos de más.
Sé que no tengo un peso adecuado y que hay un límite para mi salud. Somos personas de contextura rellenita les llamo yo. Pero lo más importante es que me acepto, que me quiero, que la belleza no está en el cuerpo sino en mi alma, en lo que doy de mi corazón sin pedir nada a cambio porque soy tan bello por dentro que al mirarse al espejo la sonrisa se tatúa por estar seguro de mí mismo y de lo que valgo.”
Sé que no tengo un peso adecuado y que hay un límite para mi salud. Somos personas de contextura rellenita les llamo yo. Pero lo más importante es que me acepto, que me quiero, que la belleza no está en el cuerpo sino en mi alma, en lo que doy de mi corazón sin pedir nada a cambio porque soy tan bello por dentro que al mirarse al espejo la sonrisa se tatúa por estar seguro de mí mismo y de lo que valgo.”
No
se deja poner etiquetas ni se encasilla en los prototipos para que un hombre lo mire. No, simplemente
espera a que llegue la persona que aprenda a mirar a través de sus ojos, de su
alma imperfecta pero que ama locamente porque siente en esos kilos lo que
cualquiera siente. Sí, es pasionalmente loco, irreverente, sensual,
provocativo y perverso.
Solo hay que saberlo tocar para que salga todo el peso de la pasión. Así es él, se viste, se admira, se respeta ante todo y se ama tal y como es. Lo bueno, cuesta y no lo tiene cualquiera y él lo sabe. Así que ríe como loco al salir a pasear y mover su cuerpo. Porque es eso, un cuerpo, el valor está en el corazón. Y él tiene uno muy, muy grande.
Solo hay que saberlo tocar para que salga todo el peso de la pasión. Así es él, se viste, se admira, se respeta ante todo y se ama tal y como es. Lo bueno, cuesta y no lo tiene cualquiera y él lo sabe. Así que ríe como loco al salir a pasear y mover su cuerpo. Porque es eso, un cuerpo, el valor está en el corazón. Y él tiene uno muy, muy grande.
En
la cocina, Julieta tiene preparado todo, y Guillermo acomoda las bandejas
separadas en una nevera portátil y otras en una canasta de picnic.
__Volveré
pronto __dice.
Cuando
llega al coche ha empezado a sudar. Sube y enciende el aire acondicionado, está
más nervioso de lo que pensaba. Baja por la carretera maldiciendo su cuerpo
traidor, intentando evadir los pensamientos nefastos que como avispas atacan su
seguridad con la que se miró al espejo antes de salir cuando se vio guapo y
apetecible. Hay poco tráfico en el carril que va a la ciudad, el mayor y pesado
viaja en dirección contraria rumbo a sus casas. Es un día claro pero hay zonas
oscuras en el horizonte. Pronto lloverá. La atmosfera está tensa y el vapor
sube del asfalto caliente como un vaho de espejismo.
A
medio camino hacia el barrio siente frío. Reduce la temperatura del aire
acondicionado, más tranquilo enciende la radio. La estación que le gusta
escuchar tiene una amplia colección de música romántica en español. Guillermo
tamborilea contra el volante. Desde el accidente maneja con aprensión, más
despacio, atento a cualquier disturbio del camino. Buenos Aires es una ciudad
desordenada y los conductores de motos y taxis son impredecibles.
Finalmente
llega a la casa de Pedro, el corazón se le detiene cuando ve desde la acera que
la puerta del taller está abierta, igual que la cancela. Baja su canasta y
nevera, toma una gran bocanada de aire y entra. El taller luce oscuro, quieto.
Decide tocar la puerta con los nudillos antes de cruzar el umbral.
__No
sé quién es, pero pase _escucha la voz sensual de Pedro desde la habitación y
le roba el aliento.
“Don
Guillermo, eres tú, lo presiento. Sí,
soy tu tentación… Lo que quieres, lo que buscas prohibido, lo que deseas
con todo tu ser... Ven demuéstrame de que estás hecho tú.
Atrévete y conquístame que no es fácil, soy un animalito, y difícil de atrapar, atrápame, que dejaré de esquivar, porque quiero amar, si te atreves a amarme sin desvariar antes.
Mi corazón será tu galardón, mi piel el trofeo que puedes tener. Sedúceme el amor, tócame las ganas, encuentra mis ansias, conoce mi alma, hazme olvidarlo, quiero dejar el miedo, dame la fuerza, besa mis labios, vuélveme loco, derríteme el corazón, tómalo en tus manos, arrópalo que está congelado por el dolor.
Hazme amarte. Provócame el amor, jamás despiertes los celos. Haz que revoloteen mis mariposas que llevo dentro naciendo. Hazme el amor y sé mi pasión. Ven a por mí,
Desángrate y pelea, no soy un hombre cualquiera, hazme tu hombre… para siempre, desde este minuto, por la eternidad, comencemos a caminar juntos, la misma senda tomados de la mano.
Atrévete y conquístame que no es fácil, soy un animalito, y difícil de atrapar, atrápame, que dejaré de esquivar, porque quiero amar, si te atreves a amarme sin desvariar antes.
Mi corazón será tu galardón, mi piel el trofeo que puedes tener. Sedúceme el amor, tócame las ganas, encuentra mis ansias, conoce mi alma, hazme olvidarlo, quiero dejar el miedo, dame la fuerza, besa mis labios, vuélveme loco, derríteme el corazón, tómalo en tus manos, arrópalo que está congelado por el dolor.
Hazme amarte. Provócame el amor, jamás despiertes los celos. Haz que revoloteen mis mariposas que llevo dentro naciendo. Hazme el amor y sé mi pasión. Ven a por mí,
Desángrate y pelea, no soy un hombre cualquiera, hazme tu hombre… para siempre, desde este minuto, por la eternidad, comencemos a caminar juntos, la misma senda tomados de la mano.
O te daré cinco minutos y quizá mi vida
entera, te daré cinco minutos cada día para que puedas adaptarte y descubrirte
en este mundo y yo en el tuyo, cinco minutos
cada hora, para que susurres poesías en este caminar.
¿Solo cinco minutos bastarán para que tus besos me hipnoticen?, ¿para que tus brazos me enamoren?, ¿para que tu voz me emocione? y, ¿para que tus caricias ericen mi piel?
¿Solo cinco minutos bastarán para que tus besos me hipnoticen?, ¿para que tus brazos me enamoren?, ¿para que tu voz me emocione? y, ¿para que tus caricias ericen mi piel?
Tus
verbos susurrados me incitarán a probar la dulce miel de tus labios.
Tu voz... Tu voz podría provocar espasmos en mi cuerpo y corazón, haciendo renacer a esta mi pasión. Si este fuera un efímero y sutil encuentro, demos importancia a la razón, pero si es sincero su enamoramiento, hagamos de este encuentro una historia eterna que encierre algo más que amor...
Algo más que amor por lo físico, amor por tus sueños e ilusiones, amor por tu piel y por sentir tu respiro en mi espalda.
Tu voz... Tu voz podría provocar espasmos en mi cuerpo y corazón, haciendo renacer a esta mi pasión. Si este fuera un efímero y sutil encuentro, demos importancia a la razón, pero si es sincero su enamoramiento, hagamos de este encuentro una historia eterna que encierre algo más que amor...
Algo más que amor por lo físico, amor por tus sueños e ilusiones, amor por tu piel y por sentir tu respiro en mi espalda.
Algo
más que enamorar solo por desear sentir un cuerpo, sentir un estrujar... algo
más que un deseo carnal. Hagamos de
esto, la coincidencia más inefable, más
sublime entre los dos.
Si este
sentir trasciende en amor y verdad, cinco
minutos no bastarán para amarme y amarte.
Cinco minutos solo serán el inicio de esta hermosa manera de amar, serán solo el principio para amarnos, para colmar de pasión y deseos, para sentir tu piel rozar mi cuerpo,
para poseer no solo mi cuerpo, también mi mente y corazón”.
Cinco minutos solo serán el inicio de esta hermosa manera de amar, serán solo el principio para amarnos, para colmar de pasión y deseos, para sentir tu piel rozar mi cuerpo,
para poseer no solo mi cuerpo, también mi mente y corazón”.
__Soy
yo, Pedro, Guillermo __anuncia mientras
camina poniendo atención para no tropezar.
Pedro
ve cuando la figura imponente de él se recorta en el vano de la puerta con la
nevera y la canasta.
__Pase
a su cuenta y riesgo __le dice, aspirando el olor a agua y gel de ducha que él
trae consigo. Agradece que no use perfume. No le gustan los perfumes.
__Le
traje el almuerzo _dice Guillermo entrando en la habitación, buscando con la
mirada un sitio donde poner las cosas.
__Hay
un taburete al otro lado de la puerta __dice Pedro aliviando su gesto__. No pesa.
Se lo traería yo, pero ya sabe, me veo obligado a dejar que lo haga usted.
__Pedro está sentado en la cama, recostado sobre las almohadas, pero Guillermo
siente que la mirada que lo recorre le va quemando la piel. La habitación está
arreglada, la ventana abierta sobre un pasillo por donde entra luz y aire de la
parte posterior del edificio.
__No
sabía qué traerle _ sonríe Guillermo__ pero se me ocurrió que le conviene algo
sano y le traje ensalada de pollo y pasta casera.
__!Quién
me iba a decir que un señor como usted se preocuparía por darme de comer! Si me
trata así de bien, no me voy a querer curar… _ sonríe de oreja a oreja con
desfachatez y Guillermo lanza los ojos a los hoyuelos del rostro alucinando con
hundirse en ellos __. ¿La pasta la hace usted? ¿Cocina?
__Sí,
además de la abogacía, me gusta cocinar y las plantas, nada más, del resto,
mejor ni hablar, todo lo demás me da fobia.
Guillermo
no dice más. De pie arregla la comida en el recipiente. Mira a su alrededor
buscando una mesa donde colocarlo y acercárselo.
__Como
ve, lo complicado no es que aparezca la comida, si no que yo me las ingenie
para comérmela, pero no se preocupe, para siete vicios hay siete virtudes.
Afuera hay un taburete. Si lo trae, ponemos allí el plato. Usted tendrá que sostenerlo
__sonríe, una cucharada para mí, otra para usted.
Guillermo
se turba, no quiere mentir que ya almorzó.
Se
percata que tendrá que ayudarlo a comer. No imaginó que se las vería en esa
intimidad con Pedro. Siente y hace calor,
y él está atolondrado, pero cumple las instrucciones.
Mientras
comen, impide que el plato se deslice, empuja la comida sobre el cubierto con
un trozo de pan. Están uno a cada lado del taburete, muy próximos, demasiado.
Guillermo nota con alivio que Pedro sabe agarrar correctamente el tenedor aun
con la mano izquierda. Pocas cosas lo incomodan más que los malos modales en la
mesa.
__Cuénteme
algo _ dice Pedro__. Le toca a usted.
__ ¿Qué
quiere que le cuente? Tengo una vida común y corriente. Soy gay, conoce a mi
marido, hace años tuve una mujer, tengo un hijo con ella de más de veinte años
que ya no vive en casa, un estudio, socios.
__ ¿Por
qué iba usted manejando? ¿No tiene chofer?
__No
me gusta andar con chofer, tampoco manejar, pero elijo el mal menor. Prefiero
caminar, o andar solo. Nunca tuve
chofer, ¿sabe? Contratamos uno al regresar al país luego de la dictadura, del exilio pero terminó haciendo los mandados.
__ ¿Exilio?
¿Ustedes son de los que se fueron cuando la dictadura?
__Desde
antes, sí. Mi padre trabajó para la izquierda, pero no se ensució las manos.
Era de la marina, en el gobierno del general. El vio venir todo y nos sacó del
país. Nunca le gustaron los guerrilleros
tampoco. Después abrió un negocio. Le fue bien.
__Pues
mis padres eran de Allende, en Chile.
__Me
imaginé.
__Y
¿por qué se lo imaginó?
__Vi
la foto que tiene del Che en la pared __sonrió Guillermo__. Mi hijo tiene una
parecida. Es el izquierdista que queda de la familia _sonrió__. Lo es porque no
vivió nada de eso. Usted tampoco, ¿verdad?
Sería
un bebe cuando al revolución y los golpes. O nada. Nació durante la dictadura,
puede recordar algo por lo larga que fue.
__Tenía
cuatro años o menos, entonces me acuerdo
de cosas. Me llevaban a manifestaciones, pero el cambio del país me salvó en
ambos del servicio militar obligatorio.
No
quería que me mandaran a pelear a ningún lado. Bueno, mi mamá no quería.
__
¿Vos sí querías ir?
__Claro. Siento que les debo algo a mis compatriotas,
a los dos países por haberme quedado en casa.
__No
tienes la culpa, no tenías edad para pelear en ningún lado, yo pude ir a
Malvinas, y no hice el servicio militar tampoco por una tontería en un pie,
tuve amigos en el frente izquierdista, ayudé desde afuera un poco, pero nunca
me metí, me uní con Juan con la llegada
de la democracia, lo conozco de toda la vida. Él como estudiante de medicina
vio algunas cosas, y no le gustó nada. Somos no políticos, ni él ni yo, no
religiosos.
__Ni
falta que hace _sonrió Pedro.
__ ¿Y
sigues siendo de izquierda?
__Sí,
en Chile, pero no activista obviamente, estos de ahora son como todos los
políticos. El Che se salvó porque lo mataron. Muy buena la ensalada de pollo, y
la pasta exquisita.
__Me
alegro que te gustara _dijo Guillermo. Tomó el plato, miró alrededor.
__Puede
lavarlo en el lavamanos _dijo él __, si es eso lo que busca.
Pedro
lo mira aproximarse al lavamanos.
Guillermo
está de espaldas y él piensa que le suena raro oírlo hablar de esposo e hijo
grande. Tiene cuerpo y ademanes de hombre joven. Le gusta cómo se le ve el
cuello bajo el pelo corto, y cómo se mueven los hombros bajo la camisa al mover
los brazos. Debía ser valiente para atreverse a andar por la calle con esa ropa
tan atractiva.
¿Y
qué querrá de mí?
Guillermo
termina y empaca todo con precisión.
Se
vuelve.
_ ¿Qué
le pedirías a la vida?
__Enamorarme,
tener a alguien que me ame, a una persona especial a la que deseo tener en mi
regazo recostada en mi pecho cálido, apretada con mi abrazo, estoy ávido de sus
caricias.
Así, muy cerca quiero tenerla, que mencione mi nombre, grabar su voz en mi mente. Escuchar que soy su hombre.
Así, muy cerca quiero tenerla, que mencione mi nombre, grabar su voz en mi mente. Escuchar que soy su hombre.
Ansío
tener ese amor, tocar su anatomía, prenderme de su boca, enhebrarme a su
abrazo, hacerlo por fin mío y ser suyo, encenderme con su hoguera.
Tenerle y besar sus labios húmedos desbordando los límites del placer desapareciendo sus miedos. Amarnos hasta enloquecer.
Tenerle y besar sus labios húmedos desbordando los límites del placer desapareciendo sus miedos. Amarnos hasta enloquecer.
Mi
boca en su boca inquieta mientras mis manos le recorrerán, su ser a mi ser,
apretados, fundidos en uno, y con caricias que jamás se borrarían.
“Camino
al borde del infinito ahí donde mueren los te amo. En esta noche tan negra donde
la esperanza se extingue. Aquí el Amor ha sido exiliado. Solo el dolor es para
siempre, aun la melancolía vive a mi lado.
Soy una sombra del pasado que se desdibuja en este presente cuando este juego ha
terminado”.
Entre tú y yo… ¿Qué sucede?, ¿qué es lo que te mantiene ahí anclado?
Seguro has deseado dar un paso hacia adelante, ser valiente y avanzar por tus sueños pero no lo has hecho. Puedes estar sufriendo pero sentirás solo la culpa y te quedarás allí, inmóvil, porque estar casado de años, él es un sitio cómodo porque estás en tu zona de confort. Seguro te da miedo, te produce ansiedad cualquier cambio, es miedo a abandonar el pasado para luchar por lo que siempre has soñado, para luchar por lo que quiere tu corazón pero no seas tan duro contigo mismo, todo es cuestión de animarse y salir… un mundo nuevo te espera ahí a solo unos pasos de donde estás hoy y no digo que sea yo, qué va. Pero no te siento feliz con tu marido, yo miro y veo a la gente.
Entre tú y yo… ¿Qué sucede?, ¿qué es lo que te mantiene ahí anclado?
Seguro has deseado dar un paso hacia adelante, ser valiente y avanzar por tus sueños pero no lo has hecho. Puedes estar sufriendo pero sentirás solo la culpa y te quedarás allí, inmóvil, porque estar casado de años, él es un sitio cómodo porque estás en tu zona de confort. Seguro te da miedo, te produce ansiedad cualquier cambio, es miedo a abandonar el pasado para luchar por lo que siempre has soñado, para luchar por lo que quiere tu corazón pero no seas tan duro contigo mismo, todo es cuestión de animarse y salir… un mundo nuevo te espera ahí a solo unos pasos de donde estás hoy y no digo que sea yo, qué va. Pero no te siento feliz con tu marido, yo miro y veo a la gente.
La zona
de confort pueda parecer cómoda, segura porque la conocemos de principio a fin...
porque nos permite seguir siempre con el "piloto automático", puesto
así nos volvemos grises, opacos, transitamos la vida vacíos, tristes, apáticos cayendo a diario en las garras de la
monotonía. Pero la buena noticia es que
es posible salir aunque
te asuste, te llene de miedos, de incertidumbres, de
ansiedades, el secreto es hacerle frente,
plantarte de cara a todo ... y dar el primer paso y ese paso llevara a otro y otro ...
Sentir inseguridad es algo natural e incluso nos advierte de que no será fácil el camino pero el secreto es no inmovilizarse, permitirse caer de vez en cuando pero siempre avanzando, tomar el camino confiando, paso a paso, disfrutar del viaje, del camino para resurgir aprendiendo a cada instante confiando que si ponemos de nosotros, el destino conspirara a nuestro favor.
Creceremos, renaceremos, aprenderemos, míralo como una oportunidad para ir detrás de nuestros sueños dejando atrás todas las excusas.
Dejando atrás todos los pretextos para soñar, para luchar por nuestras metas, para desafiarnos a nosotros mismos sabiendo que si logramos dar ese primer paso luego vendrán un millón más que te conducirán a donde quieras ir. Lo importante también es dar ese paso a tiempo para no perder esas oportunidades que nos regala la vida, aprécialas, valóralas, tómalas antes que sea tarde y el tiempo las convierta en lo que tuviste.
Sentir inseguridad es algo natural e incluso nos advierte de que no será fácil el camino pero el secreto es no inmovilizarse, permitirse caer de vez en cuando pero siempre avanzando, tomar el camino confiando, paso a paso, disfrutar del viaje, del camino para resurgir aprendiendo a cada instante confiando que si ponemos de nosotros, el destino conspirara a nuestro favor.
Creceremos, renaceremos, aprenderemos, míralo como una oportunidad para ir detrás de nuestros sueños dejando atrás todas las excusas.
Dejando atrás todos los pretextos para soñar, para luchar por nuestras metas, para desafiarnos a nosotros mismos sabiendo que si logramos dar ese primer paso luego vendrán un millón más que te conducirán a donde quieras ir. Lo importante también es dar ese paso a tiempo para no perder esas oportunidades que nos regala la vida, aprécialas, valóralas, tómalas antes que sea tarde y el tiempo las convierta en lo que tuviste.
__ ¿Y
vos?
__Yo
estoy como deseo, solo, sin ocupar el sitio de quien espero con otro que no es,
pero de repente crees que estás en el sitio y forma correcta y en un instante
te pasan por encima y el destino te trae a casa a un hombre encantador que te
da de comer en la boca.
__ ¿Y
Camila? ¿No ha venido?
__Viene
temprano por la mañana antes de entrar al trabajo. Buena chica, me ha cuidado
como si fuera el hermano _dice él.
__Yo
creo que está enamorada de vos _dice Guillermo, sorprendiéndose de haberlo
dicho.
__ ¿De
mí? ¡No! Son ideas tuyas __desiste de tratarlo de usted. Le está cayendo
demasiado bien.
__ ¿No
te gusta? __le pregunta mirándolo con ojos pícaros__. ¿Me pareció o hablaste de
amar a hombres?
__Me
gusta la sonrisa de Camila, pero no solo de sonrisas vive el hombre, más me
gusta la tuya.
__!
Pedro!
Guillermo
lanza una carcajada aliviado por lo que oye.
__!
Qué risa! _ exclama Pedro__. !Deberías embotellarla!
No
me gustan las chicas, no he amado a nadie,
hoy empiezo a pensar… en un
hombre, solo en uno.
Guillermo
se despide a regañadientes. Le ha dejado ensalada y pan para la cena. Si
insiste en llevarle de comer, él encantado, le ha dicho Pedro, pero no tendría
que preocuparse. La cantina de la esquina brinda servicio a domicilio.
__Pizza
y vino barato _dice Guillermo sin poder evitar el tono irónico.
__Comida
típica de acá _dice Pedro __. Te voy a invitar yo un día de estos.
__Te
tomo la palabra.
__!Guille!
__ lo llama.
___
¿Qué?
__Al
fin me alegra que me atropellaras, es una suerte conocerte.
__Gracias.
A mí no me alegra haberte roto todo… pero sí conocerte, Pedro Beggio.
CONTINUARÁ.
HECHOS
Y PERSONAJES SON FICTICIOS.
CUALQUIER
PARECIDO CON LA REALIDAD ES COINCIDENCIA.
LENGUAJE
ADULTO. ESCENAS EXPLÍCITAS.
Mercedes. Maravillosa. Mil gracias Eve, soy tu eterna agradecida. Un abrazo mi querida amiga.
ResponderEliminarMarcos Vinoc Muy bueno
ResponderEliminarHortencia Celebro que sigas todas, la esperaba Eve, muchas gracias por tu esfuerzo.
ResponderEliminarVeronica Lorena Piccinino Eve Monica Marzetti está historia es un sueño es bellísima. Me encanta gracias
ResponderEliminarVeronica Lorena Piccinino Esta es bellísima. Sabes que herencia es mi preferida y eres tu y no soy yo.. beso
EliminarDaniele muchas muchas gracias
ResponderEliminarFran Muchas gracias Eve .. Es divina, me fascinó.
ResponderEliminarLuisa Gracias por tu devoción.Eve Monica Marzetti Un abrazo grande
ResponderEliminarAngela Magnífica. Buenos días!
ResponderEliminarVictoria Bellísimo
ResponderEliminarMichelle D Hermosa
ResponderEliminarPatricia Precioso!!!
ResponderEliminarGladis hermoso
ResponderEliminarSilvia Excelente....me encantó...me sentí protagonista. !!! Gracias !!!! JA...ja....me metí dentro .
ResponderEliminarEmilce Vita Bello
ResponderEliminarLeticia Hermoso
ResponderEliminarSusana. Hermoso !! un placer transitar tus letras ,muchas gracias .Calido abrazo amiga .
ResponderEliminarDalia Me encantó!
ResponderEliminarFernando Eve Mónica gracias hermosa
ResponderEliminarHermoso comienzo Eve para dos que tienen un largo y apasionado camino por recorrer juntos...
ResponderEliminarrE TIERNA, TÍMIDOS ESTOS NO AVASALLANTES PERO HERMOSA, BESOTE, SE VIENE ÉL CREO.
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