"PROHIBIDO". CAPÍTULO TREINTA Y TRES.
"PROHIBIDO".
"incapaz de luchar contra tanto pasado abrió los
ojos y se enderezó."
Julio Cortázar.
La isla del mediodía (fragmento)
La isla del mediodía (fragmento)
Poema XII - Pablo Neruda.
Para mi corazón basta tu pecho,
para tu libertad bastan mis alas.
Desde mi boca llegará hasta el cielo
lo que estaba dormido sobre tu alma.
Es en ti la ilusión de cada día.
Llegas como el rocío a las corolas.
Socavas el horizonte con tu ausencia.
Eternamente en fuga como la ola.
Llegas como el rocío a las corolas.
Socavas el horizonte con tu ausencia.
Eternamente en fuga como la ola.
He dicho que cantabas en el viento
como los pinos y como los mástiles.
Como ellos eres alta y taciturna.
Y entristeces de pronto, como un viaje.
como los pinos y como los mástiles.
Como ellos eres alta y taciturna.
Y entristeces de pronto, como un viaje.
Acogedora como un viejo camino.
Te pueblan ecos y voces nostálgicas.
Yo desperté y a veces emigran y huyen
pájaros que dormían en tu alma.
Te pueblan ecos y voces nostálgicas.
Yo desperté y a veces emigran y huyen
pájaros que dormían en tu alma.
Pablo Neruda.
"El amor no tiene cura y es eterno, mientras dura”.
Frase atribuida a Borges y a García Márquez y a otros...
Bs. As., 04 de enero de 2017.
__Pedro, ¿estarás preparado
para que te pida casarnos o será demasiado pronto?
Te amo tanto, que lo que nunca
he deseado, con mujeres ni hombres lo quiero con vos, casarme, llevar una
alianza, que el mundo sepa que sos mío.
Temo tanto a que salgas solo a
la calle, sea a estudiar a trabajar, me celo de la taza que roza tu labio, del
sol que baña tu piel, de la brisa que acaricia tu pelo, no quiero pensar en
nada más, quisiera que seas mi esposo, aunque no debo pedírtelo todavía, estoy
atolondrado de amor, para nada… prohibido.
__Siempre creí, que la vida
estaba compuesta de lo que en cada momento era capaz de sentir, de todo aquello
que era capaz de ver, de lo que era capaz de alcanzar, de lo que era capaz de
vivir. Que las cosas que podía mirar en el pasado eran solo eso, recuerdos del
pasado. Pensaba, que el futuro era algo incierto, algo desconocido; el cual solo
podía conseguir si tenía el tiempo de soñar, si era capaz de fantasear; si
trabajaba fuertemente por construirlo, de que solo así podía atraparlo... De
repente, todos mis sentimientos se volcaron en mí y me sentí vacío; y sin ninguna
razón aparente me vi a mí mismo inclinado delante de una caja rústica, una caja
conocida, buscando en el interior de ese baúl de antigüedades donde encontré
los objetos del pasado; fue entonces, cuando rebuscando en ella, mis recuerdos
te encontraron en aquel lugar; sentí una inmensa sensación de paz porque era
tan afortunado de tocarte, porque mi sentir era capaz de tenerte. Volteé, al
sentir una mirada sobre mí, y me sentí desnudo al descubrir que era yo quien se
observaba a sí mismo rebuscando en aquel cofre. Luego, una parte de mí se dijo
que no importa el pasado si está escrito que te amo, que no importa el presente
si toda la humanidad sabe que es verdad, pero al sentir la incertidumbre de
nuestro futuro me pregunté si es necesario soñar que estaremos juntos por
siempre, si es tan importante imaginar que el futuro vendrá y encontrará
nuestros corazones unidos cual gemelos siameses imposibles de separar; tuve
temor, al sentir que no tan solo yo era capaz de permitir que lo nuestro deje
de existir… Entonces, fue en aquel momento cuando inesperadamente tocaste mi hombro,
y sin tú saber lo que estaba pensando en aquel momento miraste a mis ojos
llorosos, y con la inmensa ternura que me has dado desde aquel primer día que
te conocí, me dijiste:
«El amor nació desde las
profundidades de nuestras almas, ese es nuestro pasado; Se enraizó en nuestros
pechos haciendo de él una sola emoción, ese es nuestro presente, irá junto a ti
y a mí sin importar lo que pueda ocurrir, sin importar lo que pueda pasar, pues
el futuro es el camino que debemos tú y yo recorrer, y ese, ese camino lo
hacemos nosotros».
__Tranquilo amorcito, ahora
vamos a disfrutar de estos días, a pasar ratos en familia, ¿te gusta el lugar y
la casa?
__Es un sueño, Guille.
El interior de la casa era
glorioso, en Monte Hermoso, junto a la playa había enormes ventanales con vista
al mar, un techo de alto embovedado, una cocina de estilo marinero equipado, lo
nuevo y lo viejo de la mano, en parte una típica casa de la playa y en parte
una construcción moderna.
__ ¿Y los chicos?
__Parecen de la misma edad, Felipe
quedó tan impactado por el mar que dejaron los bolsos y salieron corriendo
hacia la playa.
__Pobrecito, no ha conocido más
que el trabajo y las carencias, Guille, déjalo disfrutar, Fabián lo cuidará,
tiene trece años pero es un nene en verdad.
__ ¿Vamos a ordenar la ropa o
al supermercado?
__Empiezo a sentirme culpable
por monopolizar tu tiempo. Pero deberíamos comprar las cosas, los chicos
regresarán hambrientos.
__Vamos, pero manejas vos, yo
apenas lo hago y no tengo licencia _dijo Guillermo sonriendo.
Pedro no se amedrantó ni por
manejar ni tardó en llegar al supermercado, Guillermo se asombró de cómo entró en el aparcamiento, aunque luego
recordó que en la iglesia manejaba una camioneta y que a menudo hacía las
compras.
Guillermo alagó el brazo y tomó
camperas del asiento posterior, una de las que ofreció a Pedro.
__ ¿Y esto?
__La zona no es calurosa, y
adentro la necesitaremos.
__Amor, estamos en enero, ¿qué
harás en junio?
__Buscarme un novio gordo
supongo.
__Muy gracioso, no me hace
gracia para que lo sepas, no me provoques.
El supermercado era la tienda
más fría en la que Pedro había estado en su vida, le pareció que el aire acondicionado
estaba a temperaturas bajo cero, entonces entendió el porqué de las camperas,
se la puso y pareció engullirlo.
__Empiezas a parecerte a un
habitante del mundo _dijo Guillermo sonriendo __, aunque bebes como un
marinero.
__Pareciera que acabas de
piropearme aunque lo de que bebo… te recuerdo que bebes como yo.
__Ya basta cielito que es
imposible que nos emborrachemos. Por cierto, hay una licorería al lado, ¿crees
que deberíamos ir?
__Creo que con los vinos del
súper es suficiente, ya Graziani, deja de calumniarme, vamos por los carros o
los chicos se comerán la madera si no compramos algo rápido.
Pedro se mantuvo junto al carro
para observarlo, empezaba a vivir en el mundo y en todo lo que hacía junto a
Guillermo se complementaban como si fueran un matrimonio de una vida, como si
no acabara de salir de la iglesia.
__Háblame de lo que haremos
–dijo Pedro mientras Guillermo paseaba
la góndola de cafés y tés estudiando las etiquetas.
__Lo que más te guste amorcito,
yo no he visitado sin vos mucho la playa antes, lo que desees y quieran los
chicos estará bien.
Se habían detenido frente a un
enorme mostrador con una vitrina donde se almacenaban una gran cantidad de
carnes y ensaladas, Guillermo saludó a los dependientes por sus respectivos
nombres.
__ ¿No es que nunca has venido
por acá?
__No, pero esos chicos son de
Buenos Aires, deben de estar acá para ganar unos pesos en la temporada, los
conozco.
__ ¿Qué quieres llevarte,
Guille? __le preguntó Pedro sin pensar __.Lo siento, la verdad es que a veces
olvido que comeremos siempre juntos, que ya no lo haré más solo.
__Está bien cielito entiendo,
apenas hace días que estás en la ciudad, y ni siquiera, antes de Navidad
estabas solo en medio de la nada, es normal que te sientas raro.__ Busca
ensalada de pollo, te gustará, y jamón y queso para los sándwiches. Se nos han
olvidado los tomates, iré a por ellos. Pide la carne que veas buena para asar,
los chicos comen mucho. __Se volvió y regresó al sitio de las verduras.
Pedro no pudo evitar sonreír,
después de todo ya no comería solo, empezaba a tener una familia, estaba
disfrutando de hacer las compras con Guillermo.
Cuando llegaron a los
congelados, le castañeteaban los dientes, y Guillermo lo estrechó en sus brazos
frotándole los brazos.
__Necesitas curtirse Pedro. Ven,
vamos por unos ricos Cabernet y por el whisky, para los muchachos llevo jugos y
gaseosas, agua, leche, ven.
Tras cargar dos carros con las
cosas de comida y de limpieza, se dirigieron a las cajas. Guillermo le regaló
una sonrisa tan tierna que a Pedro le temblaron las piernas.
__Aprendes rápido, ¿verdad?
__Solo cuando me conviene. ¿Has
cogido los huevos? __le peguntó.
__No, están en el pasillo de
allí. Y abre el cartón para comprobar que no estén rotos _le aconsejó
Guillermo.
Pedro se plantó frente a él, y
lo miró.
__Con un sonoro suspiro,
Guillermo se apresuró en busca de los huevos. Cuando Pedro acabó de colocar las
compras en la cinta, la cajera le dijo:
__ ¿Están saliendo?
Pedro se quedó sin palabras al
escucharla. ¿Acaso todos los habitantes de esa especie de isla lo conocían a
Guillermo?
__No. Nos conocimos hace poco.
__Pues discuten como un
matrimonio de años _dijo la chica, Pedro se ruborizó ante el comentario. Pero
antes de contestar Guillermo estaba a su lado.
__ ¿Has cargado yogures? __le
preguntó.
Consciente de la mirada de la
chica, Pedro asintió.
La temperatura fuera era muy
superior, y pronto acomodaron las compras.
__ ¿Qué te parece si vamos a la
casa para colocar la compa y después damos un paseo por el pueblo? _sugirió
Guillermo.
__A lo mejor así te encuentras
con algún conocido.
Guillermo lo miró de reojo y se
dio cuenta que bromeaba.
Una vez que llegaron a la casa,
se apresuraron en acomodar las compras,
comprobaron que Fabián y Felipe estaban jugando a la pelota en la playa,
y en minutos supieron que trabajaban
bien juntos.
En minutos, estaban de nuevo en
el exterior, caminando por las calles, deteniéndose de vez en cuando para que
Guillermo estudiara los jardines y Pedro las preciosas casas del lugar.
__Me muero de hambre, ¿vamos a
almorzar?
__ ¿Solos? Hemos comprado,
podríamos…
__No. Tardaríamos mucho, Fabián
le dará de comer a Felipe, vamos a comer por acá, hay un sitio precioso que vi
antes.
Guillermo abrió la puerta del
restaurante y lo invitó a pasar. Pedro miró para descubrir una especie de pub
que parecía decorado de una película antigua.
__Qué bonito _dijo.
Los acompañaron a un reservado
situado al fondo, mientras Guillermo saludaba a alguna gente.
__ Es imposible en este mudo de
afuera mantener una aventura en secreto, ¿verdad?
__Unos cuantos lo han
conseguido, aunque reconozco que a la larga todo se sabe.
Cuando el mozo hubo levantado
el pedido, Guillermo no perdió detalle del hombre que no dejaba de ser
sacerdote, se dijo a sí mismo que debía de recordarlo siempre e ir con cuidado
para no asustarlo. Pero el sitio era un ambiente oscuro, íntimo, y lo estaban
pasando bien, fuera por el amor que se tenían o por los intereses en común,
pero era hermoso estar compartiendo sin temores la vida cotidiana.
Pero no era fácil para
Guillermo reprimir el deseo que tenía por Pedro. Le gustaba su forma de vestir,
de moverse. Le embriagaban sus labios al moverse cuando hablaba, su voz, su
sonrisa. Se imaginaba constantemente que lo acariciaba, de modo que le costaba
mantenerse alejado de él, pero notaba que en público se tensaba todavía. Lo
hubiera devorado cuando le frotó los
brazos en el supermercado, y buscaba excusas para tocarlo, pero cualquier roce
o mirada, hasta los más leves y suaves que no deberían de suceder, le
incrementaban el deseo que sentía por él.
__ ¿Está bien así? __le
preguntó Pedro que estaba dibujando una especie de diseño de la casa que le
gustaría en una servilleta __.Bueno te estoy preguntando olvidando que eres una
leyenda viva en la abogacía no en arquitectura.
__ ¿Una qué…?
__Bueno es lo que dicen tus
conocidos, ¿o no?
__Pedro, da la impresión de que
soy un artefacto anterior a la guerra mundial, y soy simplemente un hombre de
carne y hueso.
Puedo cometer errores. Que sea
así tiene mucho que ver con cómo crecí. Cuando mi padre murió, yo era
adolescente, quedé enojado, muy furioso con la vida, la muerte es algo que me
resulta incomprensible, y cuando mamá se casó con el padre de Miguel, y tuve que
soportarlo, más me llené de furia, estaba cargado de energía y la canalicé
estudiando y trabajando, con la obsesión que conoces.
Pedro colocó la mano sobre la
suya, él cerró los dedos a su alrededor. Por un momento sus miradas se
encontraron y tuvieron la impresión que saltaban chispas.
Rompieron el contacto cuando el
camarero llegó con la pasta.
Comieron en silencio un rato,
el restaurante era un lugar oscuro y peculiar, la expresión que Guillermo tenía
en los ojos era inexplicable. Suponía que la rabia, su talento y su aspecto
eran una combinación fatal.
Guillermo tenía que hacer un
gran esfuerzo mientras Pedro lo miraba de esa manera, pero se había prometido
ir con cautela, en sitios públicos o frente a los chicos, y Pedro a su vez se
sentía rechazado, como si Guillermo se controlara, a veces se preguntaba si
Juan no era en verdad su novio oficial, cuánto de real había en esa relación.
__Vamos a buscar una propiedad
y a remodelarla, el departamento es chico, y no quiero echar a Fabián, aunque
no va a abandonar a la madre.
__Está bien amor, haremos todo,
tranquilo.
Guillermo le hizo un gesto al
camarero para que se acercara y pidió dos postres de chocolate y café.
__Borracho y gordo terminaré
así, Graziani.
Cuando al fin regresaron a la
casa, los apabullaron Fabián y Felipe contando lo que habían descubierto, cerca.
__Hay club de pesca, alquilan
yates y podríamos ir a navegar, y además tablas de surf.
__Hijo, no sabes hacer nada de
eso, a navegar, podríamos, claro _dijo Guillermo, mientras acomodaban compras, vajilla y ropa en armarios.
__Papá, hay instructores, y
quiero que Felipe aprenda.
__Ya hijo, bueno, pero no se
aventuren muy lejos ni dejen de decirnos a dónde andan.
__Es precioso el mar, Pedro,
¿vendrás a nadar?
__Sí, precioso, claro, hoy teníamos
que comprar para la casa, pero mañana iremos con ustedes, ¿verdad Guille?
__Sí, no es que me apasione
achicharrarme bajo el sol de mediodía pero creo que podría, lo haremos.
Jugamos toda la tarde al
ajedrez y los chicos en la playa, cenamos
los cuatro haciendo planes arrullados por el sonido de las olas
rompiendo muy cerca hasta que los vimos dormirse rendidos, apenas llegar a la
cama, embelesados por la belleza del lugar, mientras nosotros tomamos un whisky con la música
despacito en la suite, con el sonido del afuera y el aroma a mar llegando por
el ventanal.
__Cada vez que te siento cerca
inhalo tu aroma y me dan ganas de devorarte, cuando te mueves me hechizas, y
cuando te tengo cerca me arden los dedos de ganas de tocarte, pero a veces me
inhibo, disculpa, pero hacemos muy buen equipo trabajando juntos en la casa, en
la vida creo.
__Existe algo de divino en esa
unión que crea la desnudez, algo que no se podrá cubrir después con ropa, será
entonces desnudez pura, desnudez sincera, será aquella que logre quitar del
cuerpo toda carga que ha creado con los años, los miedos, inseguridades y
culpas, los tan acostumbrados demonios que todos cargamos y pocas veces
compartimos; es allí cuando la desnudez hace su magia, cuando deja en cero el
cuerpo, frágil y manipulable a invadirlo, a adentrarse en ese mundo extraño que
otra persona ofrece y crea para sí mismo, brindando al individuo una
tranquilidad absoluta, es allí y solo en este estado que el ser completo de una
persona sale a relucir, he aquí la divinidad de la desnudez, que por más
personas que te hayan visto sin ropa solo una te verá desnudo. En la vida solo
una persona podrá adentrarse a ese rincón del alma que cada uno crea, en donde
hablamos, soñamos y creamos todo un mundo solos.
Un sujeto tiene un sin fin de rostros, identidades y personalidades, como aquellas personas que con su constante sonrisa reprimen la angustia o el charlador e imitador temeroso del qué dirán, solo la desnudez hará que el atormentado enfrente su pena y el charlador su miedo, que no significa que estos sentimientos dejarán de existir, significará entonces que desde ese momento en adelante es una pena compartida, una ínfima parte del ser que todos tenemos, sin embargo esa parte ahora será compartida y conocida en consecuencia a la desnudez , por otra persona ajena al problema en sí, pero no menos interesada en este.
Así, estar desnudos siempre será la más grande prueba de amor en el mundo, existen parejas que poseen años e hijos juntos, pero nunca se han visto desnudos. Por otro lado, existen otras que por décadas se han visto desnudos, curando y compartiéndose el uno al otro sin restricción o limitación alguna. Solo existe una regla para desnudarse; esta es nunca hacerlo estando consciente o esperando un desnudo propio o ajeno, muy probablemente el día que verdaderamente te desnudes para alguien, por la majestuosidad de este acto hará que por completo se ignore el hecho de la ausencia de ropa, se apreciará más el efecto y sensación de la desnudez en sí, sin embargo quien te vio desnudo, una vez adentrado en ese mundo, en tu mundo, jamás lo olvidará.
Solo me resta decir que ha sido quimérico verte desnudo, siempre que estés conmigo desnúdate, cada vez que acumules demonios, cada vez que no puedas dormir o pensar con claridad desnúdate, cada vez que te pese seguir adelante desnúdate, desnúdate para mí y desnúdate conmigo, por mi parte me desnudaré para ti cada vez que lo requieras y contigo cada vez que yo lo necesite.
Un sujeto tiene un sin fin de rostros, identidades y personalidades, como aquellas personas que con su constante sonrisa reprimen la angustia o el charlador e imitador temeroso del qué dirán, solo la desnudez hará que el atormentado enfrente su pena y el charlador su miedo, que no significa que estos sentimientos dejarán de existir, significará entonces que desde ese momento en adelante es una pena compartida, una ínfima parte del ser que todos tenemos, sin embargo esa parte ahora será compartida y conocida en consecuencia a la desnudez , por otra persona ajena al problema en sí, pero no menos interesada en este.
Así, estar desnudos siempre será la más grande prueba de amor en el mundo, existen parejas que poseen años e hijos juntos, pero nunca se han visto desnudos. Por otro lado, existen otras que por décadas se han visto desnudos, curando y compartiéndose el uno al otro sin restricción o limitación alguna. Solo existe una regla para desnudarse; esta es nunca hacerlo estando consciente o esperando un desnudo propio o ajeno, muy probablemente el día que verdaderamente te desnudes para alguien, por la majestuosidad de este acto hará que por completo se ignore el hecho de la ausencia de ropa, se apreciará más el efecto y sensación de la desnudez en sí, sin embargo quien te vio desnudo, una vez adentrado en ese mundo, en tu mundo, jamás lo olvidará.
Solo me resta decir que ha sido quimérico verte desnudo, siempre que estés conmigo desnúdate, cada vez que acumules demonios, cada vez que no puedas dormir o pensar con claridad desnúdate, cada vez que te pese seguir adelante desnúdate, desnúdate para mí y desnúdate conmigo, por mi parte me desnudaré para ti cada vez que lo requieras y contigo cada vez que yo lo necesite.
Ahora entiendo y siento,
Guille, empiezo a darme cuenta de lo que antes solo temía o soñaba.
__Con tus besos delirantes en mi boca, siento
abrir el latir de mis sentidos, que convocan
al tener tan rutilantes sentimientos que jamás he conseguido. Al saber de tu abrazo se me antoja incluir las caricias y un destino, al sentir que tus manos con las mías van muy juntas encontrándose conmigo. Ver tus ojos con destellos tan brillantes es buscar las miradas que he querido, tan profundas estelas que dejaste, en mi mar y tu mar embravecido.
al tener tan rutilantes sentimientos que jamás he conseguido. Al saber de tu abrazo se me antoja incluir las caricias y un destino, al sentir que tus manos con las mías van muy juntas encontrándose conmigo. Ver tus ojos con destellos tan brillantes es buscar las miradas que he querido, tan profundas estelas que dejaste, en mi mar y tu mar embravecido.
No me fijo la distancia, desde ahora yo prefiero disfrutar el recorrido,
saboreando
este amor que nos tenemos, sonreír a las piedras y al olvido. El querer volar tan juntos como aves, nos invita a una libertad para decirlo, que nos permita surcar todos los cielos, al vivir junto a vos hermoso idilio.
este amor que nos tenemos, sonreír a las piedras y al olvido. El querer volar tan juntos como aves, nos invita a una libertad para decirlo, que nos permita surcar todos los cielos, al vivir junto a vos hermoso idilio.
A quién le importa lo que pienso. Este sombrío pensar me
ha alejado de la realidad, me he empeñado en estar solo, aislado, testarudo. Busco
siempre una evasiva para alejarme del mundo y sus rutinas. Se me ha derramado
la ternura en mis tardes tristes.
El tiempo es ahora un zángano, un aparecido compromiso
que no quiero. Me quedo quieto, escucho mis silencios, me entiendo. Invento
memorias inexistentes, realidades paralelas, mundos virtuales de mentira. Te
imagino nube, lluvia, viento, frío,
calor dentro del cuerpo.
¡Qué le importa a nadie lo que pienso! Insomnes
soledades, pletóricas de sueños, atestadas de ausencias.
He desnudado mi alma noche tras noche, te pienso, te
quiero. Así resumo yo mi muerte, plagada de papeles en la cama, inconexa. Desvelado
caminante de sueños ya soñados, verdades ya dichas muchas veces, temores
asfixiados en la ventana.
¡Qué le importa a nadie lo que quiero! Viví años
mintiendo y reprimido por ello, por pensar en el qué dirían, Fabián, Ana, los
otros, hoy no me importa. Tengo derecho, nadie va a entrar a mi intimidad, solo
vos.
Quiero enredarme en tus cabellos, ser tu confidente
verdadero, que nada turbe eso que quiero, ni el asombro de mi orgulloso ego. Y
me adormezco en un llanto de silencios bulliciosos. Sobresaltado en la
intemperie de un espejo, mirando envejecer mi propia vida y ya no quiero más
soledad ni farsa ni relaciones inadecuadas, solo a vos cielito, a vos amorcito,
aunque a veces deba dejarte solo, sé que siempre regresarás a mí.
__Sí amor, tampoco quiero más interrogantes, ni vivir
aletargado en mis sueños. Jugabas con la brisa en tus caricias mañaneras. Eras
tan mío en la savia compartida. Sábanas limpias, cuerpos sumidos en deseo. Acaricié
tu piel color de primavera, en la infinita angustia de un prohibido.
Nos descubrió la mañana invadidos de deseo, fuimos sol,
candor, trino, vuelo, intimidad, avaricia. Eco de pieles detenidas, canto de
raíces que crecen en los sentidos. Y pasó la juventud convertida en mil
alientos, regando la vida de recuerdos y utopías. Son los enredados senderos
sin regreso, la vida, la vejez ya sin retorno. Esta gélida noche te recuerdo y
me hace falta tu calor junto a mi cuerpo. Siempre extraño el silencio de tu
nada, a pesar de serlo siempre todo. Eres la esencia de la copa en la que brindo
por todas nuestras anarquías. El calor del fuego engreído que dio calor a
nuestros abrazos. No puedo escribirte sin recordar tus mañanas, tu café. Sin
embargo la noche condiciona mis sentidos y vuelves al recuerdo muy a menudo. En
el letargo cansado de mis sueños serás por siempre el amor mío, y así pasé
meses sin ti, en retiros, preso, lejos, en la agonía y ya no solo te quiero en
mis sueños sino en mi realidad, en mi cama hoy, mañana, el año que viene y
siempre.
__Y sí, así te
quiero, con pasión y ternura, aunque me digas que no importa tanto el sexo.
Pero lo que no sabes es que yo amo así, me siento unido cuando estoy dentro de vos, conectándome a vos, en ese modo íntimo, mágico único.
Sí, lo sé, que caminar de la mano, eso del romance es para vos más que valioso, lo sé y lo entiendo.
Pero lo que no sabes es que yo amo así, me siento unido cuando estoy dentro de vos, conectándome a vos, en ese modo íntimo, mágico único.
Sí, lo sé, que caminar de la mano, eso del romance es para vos más que valioso, lo sé y lo entiendo.
Yo solo quiero sentirte y penetrar tus miedos, abrirte a
nuevas oportunidades de amar.
Yo, que solo quiero hacerme uno con vos para disfrutar
sin miedos el placer de tu boca en mí y recorrer con la mía tu fuente de placer
y de tu piel de nácar.
Yo, solo deseo deleitarme en tus amores, y navegar en tu
cuerpo, posar mi nave en tu bahía de aguas templadas y pernoctar en tu templo,
dejar ahí mi ofrenda de amor.
Abrir tus torneadas compuertas, depositar en tu altar mi elixir, mi fuerza, mi esencia, déjame entrar, ahí donde nadie se atrevió, ahí donde el miedo no permitió, donde me siento poderoso donde me siento viril, donde te hago hombre, donde te hago dios, donde la noche cómplice nos cobija de los íntimos lazos de yo en vos y vos en mí, deja que nos lleve mi improvisado frenesí, deja... Extraviémonos en esa intimidad de pertenecernos, de todo lo que significa el amor íntimo de dos hombres que se aman así sin miedos... Dejaré, moriré y renaceré en vos todas las noches, todas las veces… No quiero que lo sientas pecado, es amor, es solo amor, no debe de atormentarte amar a un hombre, es hermoso el amor de almas y también el de los cuerpos, el uno.
Abrir tus torneadas compuertas, depositar en tu altar mi elixir, mi fuerza, mi esencia, déjame entrar, ahí donde nadie se atrevió, ahí donde el miedo no permitió, donde me siento poderoso donde me siento viril, donde te hago hombre, donde te hago dios, donde la noche cómplice nos cobija de los íntimos lazos de yo en vos y vos en mí, deja que nos lleve mi improvisado frenesí, deja... Extraviémonos en esa intimidad de pertenecernos, de todo lo que significa el amor íntimo de dos hombres que se aman así sin miedos... Dejaré, moriré y renaceré en vos todas las noches, todas las veces… No quiero que lo sientas pecado, es amor, es solo amor, no debe de atormentarte amar a un hombre, es hermoso el amor de almas y también el de los cuerpos, el uno.
__Lo sé y perdón cuando escapo, no sucederá siempre, no
dudes que eres mi mundo, hablemos de esto hasta que sea natural el sexo como el
respirar, con intimidad, con conexión divina, es ese el que no es pecado, la
comunión de almas y cuerpos es la real entrega y nada tiene que ver con el
número de amantes previos o mi celibato, ni mi sacerdocio, es la intimidad de
una relación divina. Eres eso y mucho más. Eres todo para mí, lo único en mi
vida. Eres el anhelo que quiero
sentir. El deseo que estremece mi cuerpo, el que me hace ser tuyo y querer
tenerte, el que creí jamás podría tener, el que tan solo viví por meses en
sueños.
Eres todo para mí y te quiero. Aunque sea dentro de mi ser, ese te quiero que sí podré susurrarte al oído. Ese que al pensarte se convierte en lágrima. Ese suspiro que me desgarraba el alma, cuando eras para mí el no ser, el te amo y no poder. El querer de no tener. Pero eres el poder de sentir, el amar teniendo todo, el desear tocando, el te quiero que hoy sí mis labios pronunciarán, sanas los desgarros de mi alma antes que las cicatrices de mi cuerpo.
En cada página del libro de tu cuerpo escribiré a besos tus rincones, en la acentuación un suspiro. Seré el más ferviente lector de las letras que destilan tus poros escritas con el deseo del párvulo de mi boca. Tu piel se cubre de liras en cada verbo susurrando los pronombres perpetuos en cada lunar de tu ser. Letras y letras escribe mi pluma sin descanso en el lienzo de las páginas en blanco esperando la tinta que tiene el tintero perfecto, mi cuerpo de él
dejaré mi prosa viva entre tus dedos, mi rúbrica en tus labios. Los pensamientos que se me fueron esta noche ya no volverán a ser míos nunca más. Caminé tranquilo las ilusiones en el intrincado laberinto de mi mente. Mi sueño ha traspasado las ausencias, en la queja virtuosa de la vida. La ironía de tantas cosas idas me ha hecho un insomne sin quimeras. Ha pasado un nuevo e incoherente domingo nuevamente, en esta rutina salpicada de otros días. Se ha secado mi mirada de añoranzas, esgrimiendo antiguas fantasías. Me he dormido en la brisa de tus besos, reposando en tu pecho triste y solo. Hoy saldré a la calle a encontrarme con la vida nuevamente. Respiraré un soplo grande de suspiros y soñaré que eres para siempre solo mío, pero dispuesto a hacerlo realidad porque de sueños viví meses.
Eres todo para mí y te quiero. Aunque sea dentro de mi ser, ese te quiero que sí podré susurrarte al oído. Ese que al pensarte se convierte en lágrima. Ese suspiro que me desgarraba el alma, cuando eras para mí el no ser, el te amo y no poder. El querer de no tener. Pero eres el poder de sentir, el amar teniendo todo, el desear tocando, el te quiero que hoy sí mis labios pronunciarán, sanas los desgarros de mi alma antes que las cicatrices de mi cuerpo.
En cada página del libro de tu cuerpo escribiré a besos tus rincones, en la acentuación un suspiro. Seré el más ferviente lector de las letras que destilan tus poros escritas con el deseo del párvulo de mi boca. Tu piel se cubre de liras en cada verbo susurrando los pronombres perpetuos en cada lunar de tu ser. Letras y letras escribe mi pluma sin descanso en el lienzo de las páginas en blanco esperando la tinta que tiene el tintero perfecto, mi cuerpo de él
dejaré mi prosa viva entre tus dedos, mi rúbrica en tus labios. Los pensamientos que se me fueron esta noche ya no volverán a ser míos nunca más. Caminé tranquilo las ilusiones en el intrincado laberinto de mi mente. Mi sueño ha traspasado las ausencias, en la queja virtuosa de la vida. La ironía de tantas cosas idas me ha hecho un insomne sin quimeras. Ha pasado un nuevo e incoherente domingo nuevamente, en esta rutina salpicada de otros días. Se ha secado mi mirada de añoranzas, esgrimiendo antiguas fantasías. Me he dormido en la brisa de tus besos, reposando en tu pecho triste y solo. Hoy saldré a la calle a encontrarme con la vida nuevamente. Respiraré un soplo grande de suspiros y soñaré que eres para siempre solo mío, pero dispuesto a hacerlo realidad porque de sueños viví meses.
Me fijé justamente en ti. De pronto descubro que mi piel
se va encendiendo silenciosamente... En mi pecho; de pronto te fui abrigando,
¡no tengas la menor duda! Estás en mis ojos; dirigiendo mis deseos de color. Me
seduces; esta noche es imposible dormir. La recámara está a oscuras; me
tropiezo con la toalla húmeda, sin error a equivocarme te acabas de bañar. Despacio;
muy lentamente, acoplaremos nuestros cuerpos. Busco cada espacio para encender
tu corazón. No te sorprenda, no hay
forma de que me eche para atrás, voy en
dirección a ti. Todo lo demás está de más, viene el juego de la seducción.
Porque mis labios solo quieren saborear los tuyos, mis manos aventurarse por
los senderos de tu piel sin barreras, quiero ver el vaivén de cuerpos en uno,
la mágica fusión que me lleve al cielo, y no quiero temer ni avergonzarme de
desearte con furia porque de hecho antes
casi he dado la vida, intenté no amarte, y no pude.
Comienzo de pronto a acariciarte, tus formas, hoy tengo ganas. Buscamos juntos el placer y
la pasión. Llegó la hora que nuestros cuerpos se ataquen hasta que estallemos
de amor. Te amo mucho y te extraño más. Hoy y como cada día de mi vida me
siento afortunado de que me encontraras, aun sin pretender buscarme, saliste en
mi busca, de que me quieras de esa forma,
así en silencio por meses como yo te quiero, me amas aun con mis
demonios dentro los que se duermen cuando a mí llegas en la noche, fue un día
cualquiera de un mes cualquiera cuando cambió mi vida, sería maravilloso poder
vivirte en libertad, poder caminar de tu mano bajo la luz del sol, sería maravilloso
enredarme en tu vida, pensé cuando era prohibido en abril, y hoy lo hicimos realidad.
En mi confesión de hoy te diré amor ,que pocas veces había imaginado que en mi vida me sentiría cada día más enamorado, que pocas veces me habían hecho sentir tan feliz, tan completo, como tú lo haces, no sé qué poderes tienes, bueno seré sincero… sí que lo sé, pero no puedo confesarlo, sé, solo sé amor que ya no quiero alejarme ni un solo instante de ti, que ya no quiero huir de este laberinto bendito que nace en mis noches cuando salgo en tu busca para quedarme a vivir en tu mente ,y dormirme en tus labios.
Te amo, te amo. Tú para mí eres lo más importante. Eres eso que no se cuenta, no se confiesa ni se admite pero que nunca se olvida.
En mi confesión de hoy te diré amor ,que pocas veces había imaginado que en mi vida me sentiría cada día más enamorado, que pocas veces me habían hecho sentir tan feliz, tan completo, como tú lo haces, no sé qué poderes tienes, bueno seré sincero… sí que lo sé, pero no puedo confesarlo, sé, solo sé amor que ya no quiero alejarme ni un solo instante de ti, que ya no quiero huir de este laberinto bendito que nace en mis noches cuando salgo en tu busca para quedarme a vivir en tu mente ,y dormirme en tus labios.
Te amo, te amo. Tú para mí eres lo más importante. Eres eso que no se cuenta, no se confiesa ni se admite pero que nunca se olvida.
__Te extraño en todas partes. Te extraño en mis noches. Te
extraño en mis mañanas de café. Te extraño al sentir el viento rozando mi cara.
Te extraño en ese rayo de sol que ilumina mis mañanas. Te extraño en este
instante, que mi corazón desea más que nunca tenerte. Te extraño al caminar y
es que tus manos les hacen falta a las mías. Te extraño enormemente en ese beso
que se dan los que se aman. Te extraño aquí en mis ojos cuando no te ven. Te
extraño aquí en mi sonrisa, esa la que solo provocas vos. Te extraño aquí en el eco de mi
oído,
con esa voz repitiéndome despacito cuánto me amas. Te extraño en cualquier cosa que me hable de vos, que me hable de mí con vos porque con vos soy otro, creaste otro ser.
con esa voz repitiéndome despacito cuánto me amas. Te extraño en cualquier cosa que me hable de vos, que me hable de mí con vos porque con vos soy otro, creaste otro ser.
Te extraño con él te extraño más grande del mundo, es
aquí cuando sé que tanto te amo.
Medio siglo ha quedado atrás, medio siglo de aventuras,
he llorado como todos, el amor para mí fue caprichoso, he reído como muchos, aún
recuerdo tantos vientos presurosos, el primer beso, la primera novia, la
chancla de mamá, el regaño de papá y esa infancia donde todo se me daba, no eran
malos los tiempos ya pasados, tampoco buenos los golpes aceptados. Tuve una
vida común, nada trágico ni demasiado feliz. Medio siglo de subidas y bajadas, con
pasiones amontonadas en la almohada, medio siglo de tristes serenatas, de verbos
dedicados a un ingrato, donde el amor no hizo huesos viejos, donde el dolor
como todo, es pasajero, medio siglo olvidando mis enojos, lleno de miedos,
mentiras y consejos. Nunca amé, fui anónimo con mis relaciones, no quería dejar
huellas ni rastros impregnados en mi esencia, quizá con Juan dejé algo más solo
para que fuera mi amigo, no mi pareja eterna.
No fui un tipo de excesos, nunca fui a un boliche, a un recital,
a ver una banda.
__ ¿Nunca?
__Jamás, no pensé que en esos lugares se pudiera conocer
a alguien y no me equivoqué, mi amor estaba en una iglesia. Una vez fui a ver a
una banda y cuando vi la gente que entraba, dije, Guillermo aquí si pasa algo
te matan, y me fui, pero la escuché desde la vereda de enfrente.
__No está mal.
__Nunca esperé a la una de la mañana para ir a un
recital, o para probar un porro, o la droga, no, nada de eso.
Ha pasado medio siglo en mi morada, verbos dulces de un
alma enamorada, medio siglo de insolencia moderada, viva la vida, los hombre anónimos y mi calma, estancado en
las redes de ellos, vivo contento recordando mis andanzas, esperando el llamado
que no falta, y a uno que me inspire a
ser nostalgia, con un beso a media luz en esa cama, pido a la vida que no acabe
la parranda, para seguir enamorando en esa cama, llena de sueños y de duelos
que no acaban.
Medio siglo ya se ha ido, el camino ha sido largo y
socorrido, nunca faltó un beso y un amigo,
nunca sobró un adiós tan repentino, medio siglo que en mi vida he recorrido, abrazado al invierno prometido, donde el sol se oculta para no ser mi testigo, medio siglo de añoranza que he tenido, por la falta de un trago en mi castillo, hecho de cuentos que he vivido, y de mujeres que llenaron ese sitio, medio siglo, ha pasado medio siglo sin sentir y con sentido, con el beso que no espera y es merecido. Pero todo eso anodino, en un instante en el casamiento de Beto, tu mirada lo puso al revés, y me di cuenta que es medio siglo perdido, o al menos que no deseo continúe así, el día de hoy en un supermercado o paseando calles como en Chile fui más feliz que en todo el resto de mi vida.
nunca sobró un adiós tan repentino, medio siglo que en mi vida he recorrido, abrazado al invierno prometido, donde el sol se oculta para no ser mi testigo, medio siglo de añoranza que he tenido, por la falta de un trago en mi castillo, hecho de cuentos que he vivido, y de mujeres que llenaron ese sitio, medio siglo, ha pasado medio siglo sin sentir y con sentido, con el beso que no espera y es merecido. Pero todo eso anodino, en un instante en el casamiento de Beto, tu mirada lo puso al revés, y me di cuenta que es medio siglo perdido, o al menos que no deseo continúe así, el día de hoy en un supermercado o paseando calles como en Chile fui más feliz que en todo el resto de mi vida.
__ Y yo amor, pese a mis temores aún, lo fui, soy feliz.
Quisiera saber lo que tú sabes cuando te sientas ante la hoguera roja rodeado
de frondosos sauces viendo cómo lloran sus hojas. Quisiera escapar
de mis dudas las que permiten frías condenas, tener un corazón constante que me
conduzca a una vida plena. A fuego lento. En el arrebato del tiempo
encuentro cara a cara, un fantasma. Vivo y encarnecido. Estuvo escondido tras el olvido, olvidando que estaba vivo. Muy cerca del alma, alma que navega en la dulzura de un amor. Que se fue forjando a fuego lento, lejos de los deseos de la carne. Mas deseaba tus sentidos, deseaba tus oídos. Y escucharán, que el alma eterna va navegando por la estela blanca, pura y efímera, de virginal pausa de tus días de abrigo. Soñando te percibo, deseo a fuego lento quemarme vivo. En tus ojos de lava ardiente, cuando te entregabas en suspiros, a fuego lento como sensación que prende, que prende tus sentidos. Entre notas de terciopelo, suaves sedas, crisálidas vivas arropando tus sentidos, sensaciones líquidas de tu piel enardecida, acariciando con las yemas, y tus pupilas subyugando a mi sentir amándote en carne viva, quemándome a fuego lento, perdiéndome en el brillo de tus pupilas.
encuentro cara a cara, un fantasma. Vivo y encarnecido. Estuvo escondido tras el olvido, olvidando que estaba vivo. Muy cerca del alma, alma que navega en la dulzura de un amor. Que se fue forjando a fuego lento, lejos de los deseos de la carne. Mas deseaba tus sentidos, deseaba tus oídos. Y escucharán, que el alma eterna va navegando por la estela blanca, pura y efímera, de virginal pausa de tus días de abrigo. Soñando te percibo, deseo a fuego lento quemarme vivo. En tus ojos de lava ardiente, cuando te entregabas en suspiros, a fuego lento como sensación que prende, que prende tus sentidos. Entre notas de terciopelo, suaves sedas, crisálidas vivas arropando tus sentidos, sensaciones líquidas de tu piel enardecida, acariciando con las yemas, y tus pupilas subyugando a mi sentir amándote en carne viva, quemándome a fuego lento, perdiéndome en el brillo de tus pupilas.
Me dedicaré a ser como el agua, para barrer con la
hojarasca y las arenillas del tiempo que hoy estorban en mi puerta. Ahora
quiero ser un río impetuoso, o un volcán en llamas que gime, y que
desde el vientre desprende sus lágrimas calientes que suben hasta
el cielo como una petición. Porque Él sabrá leer desde el fondo de mi
alma ese grito desgarrador, que se esconde en mis entre líneas, y
sé muy bien que a su tiempo habrá de responder mi petición, eso que tanto
anhelo, sentirme totalmente libre, un hombre más. Me asiste la preocupación de
no despertar, de quedarme dormido: de dejar de respirar, de atragantarme con la
saliva. Es un desafío emocional caminar descalzo por toda la casa, es una
rutina capaz, que hace asomarme al balcón y respirar el frío de una simple llovizna...
Intento muchas veces saltar, levantar
los brazos y salir huyendo y otras veces
solo caminar haciendo zigzag contorneando mi cuerpo sigiloso al entrar no sin antes jugar en el
barandal haciendo caminar mis dedos ; camino justo a la par y me detengo al
pensar si salto yo, o solo saltan mis dedos .
__
Una suave luz en la habitación lo recibe, la dulce voz de
Pedro le pide prisa para acostarse, lo observa vestido con una fina camiseta
de dormir y un cómodo short, bello, natural, en su rostro nace una
sonrisa.
Es el final de un extraño viernes, esta vez Guillermo no lo envuelve en sus brazos como cada noche, es Pedro quien se anticipa apoyando la cabeza en su pecho y se aferra a él, como queriendo no perderlo ni en los sueños.
Su mano fuerte suavemente la espalda acaricia, cierra los ojos y piensa en estos días para dedicar a la familia… y más para esperar esa posibilidad de un fortuito encuentro con aquel futuro.
Se despierta, boca abajo, se siente algo incómodo, un ligero peso está en su espalda y sus piernas… es Pedro quien tiene su brazo sobre él y su pierna casi enredada en las suyas. Nunca durmió así con nadie, respetó su espacio. Estira su brazo, toma el reloj y ve pasadas las diez. Lentamente se levanta, como cada vez que en casa está por las mañanas preparará el desayuno, es su manera de comenzar a consentir.
Las horas del sábado transcurren entre quehaceres domésticos, juegos, risas, algunas compras y por la tarde cumple una promesa hecha hace días atrás, llevar al parque de diversiones a Felipe como en Buenos Aires, en ausencia de Pedro cuando estaba recién llegado a la ciudad.
Es el final de un extraño viernes, esta vez Guillermo no lo envuelve en sus brazos como cada noche, es Pedro quien se anticipa apoyando la cabeza en su pecho y se aferra a él, como queriendo no perderlo ni en los sueños.
Su mano fuerte suavemente la espalda acaricia, cierra los ojos y piensa en estos días para dedicar a la familia… y más para esperar esa posibilidad de un fortuito encuentro con aquel futuro.
Se despierta, boca abajo, se siente algo incómodo, un ligero peso está en su espalda y sus piernas… es Pedro quien tiene su brazo sobre él y su pierna casi enredada en las suyas. Nunca durmió así con nadie, respetó su espacio. Estira su brazo, toma el reloj y ve pasadas las diez. Lentamente se levanta, como cada vez que en casa está por las mañanas preparará el desayuno, es su manera de comenzar a consentir.
Las horas del sábado transcurren entre quehaceres domésticos, juegos, risas, algunas compras y por la tarde cumple una promesa hecha hace días atrás, llevar al parque de diversiones a Felipe como en Buenos Aires, en ausencia de Pedro cuando estaba recién llegado a la ciudad.
Las diez de la noche, agotados Fabián y él se duermen, aprovecha la serena noche y sale a fumar un cigarrillo… entre el humo y la noche comienzan, parece, a llegarle recuerdos, momentos guardados pero no olvidados, con la última bocanada de humo esconde un suspiro.
Al cerrar tras de él la puerta, escucha la ducha abierta… es Pedro disfrutando un cálido baño. Presuroso se dirige al lavatorio de la cocina, abre el agua caliente… cubre su boca para esconder la risa que le provoca escuchar el grito de él diciendo su nombre, al caerle de golpe agua fría.
Con disimulo espera sentado en la sala, lo ve acercarse y entre risas él lo golpea con la toalla hasta que Guillermo logra atraparlo entre sus brazos, miradas y besos parecen marcar una tregua.
Ya en la cama, lo espera, Pedro unta una crema de suave aroma por su piel apenas húmeda. Minutos después frente a él se desnuda… lo observa, lo recorre con ojos de deseo hasta llegar a la mirada sensual y endemoniada de su precioso.
Se monta sobre él mientras, las bocas se besan, con su mano libera su virilidad atrapada en su ropa interior y la lleva al interior de su mojada intimidad, entre gemidos y delirio ambos parecen dueños de la noche, las bocas se sacian del delicioso néctar que encuentran en las ardientes intimidades, la piel se vuelve fuego, el cuerpo es templo del placer y deseo. En la almohada ahoga los gritos de delirio que él le provoca al hacerlo llegar al final más de una vez, Pedro lo complace en final dejándolo estallar en su posición ideal. Extasiado de placer sobre su pecho se duerme… mientras que en él algo se despierta, y lo contempla, bello, arrebolado, suyo.
__Todo comenzó con una profunda mirada de tus bellos
ojos, mientras procuraba sonreír ante tu exquisita belleza, espera, no te
marches que mi amor por ti es tan fuerte como tu tentación.
En la soledad de mi habitación, te pienso e imagino que
estás mi lado, tus brazos rodeando mi cintura y con tus besos acariciándome
suavemente hasta hacerme estremecer.
Apreté tu delicada piel contra mi pecho, que me persigue
desde el momento feliz en que te conocí, y sentí tu beldad como lluvia
refrescante en mi cuerpo cuando el sol asfixia.
En mi apasionado anhelo recorro cada centímetro de tu
cuerpo hasta llegar al límite de mi pasión, enlazados disfrutando de las
delicias del amor puro y sincero.
Había deseado tanto besarte aferrándome a tus ardientes
labios, en un espiral de suspiros poseerte, y entregarte mi corazón que se
incendia por adorarte.
Ven a mí, no tardes amor mío, no sabes cuánto deseo que seas una realidad, y
poder sentir tu cuerpo junto al mío amándonos hasta el final de los tiempos. Y
es que tus pupilas son esas niñas traviesas que alteran mis emociones
introvertidas, haciéndole cosquillas a mi alma, despertando mis pasiones tan
dormidas. Abres con solo mirarme las puertas de todos mis rincones, de mis
callejones solitarios tan oscuros, de mi esencia, mis valores, de mi mundo.
No te detengas ante la abrumadora orilla de mis abismos, que
con mi magia construiré puentes tejidos, para que cruces y admires mis paisajes
más atrevidos, de este mundo excéntrico... fantástico, en donde vivo mi vida en
mis mundos. Remoja mis pupilas, con los emotivos mares de tus ojos, con tus
bravas e inmensas olas, que golpean mi cuerpo seduciendo mis secretos.
Deliciosos amaneceres son aquellos que nos entregamos,
momentos infinitos cuando nos disfrutamos segundo a segundo en nuestro nido del
amor. Tu piel y mi fuego haciéndonos un solo cuerpo, con dos corazones
incendiando las madrugadas sin fin, derrochando pasión que sale de cada poro y
no más. Sintiendo al oído tus más sensuales perversiones me haces tuyo, te hago
mío, nos hacemos vida. El sol al salir tiene envidia de nuestro calor y la luna
celosa esconde su rostro y se sonroja al ver par de amantes danzando al ritmo
del amor. La noche se estancó. Se quedó parada cuando besaste mis
labios. En tus brazos me cogiste, me llevaste a la cama templo de mis sueños
tantas veces rotos, ahora quietos desde que vos llegaste despacito, sin aviso,
sin permiso, casi sin mediar palabras. Solo tu respiración y la mía, siento en
mi piel el calor de tu aliento, en mi espalda corriendo tus dedos. Despacito me
desnudas como un ritual, me tienes esclavizado, te dejo hacer, me dejo moldear,
y casi sin sonidos tus dedos me rozan, la piel se funde en una, caminas mi
vientre, reptas a mi pecho, tomas mis caderas, que solas se alzan, ya, esperan
algo más, y solo hay besos y suspiros componiendo la música del amor,
derramados en la cama, la noche se detiene, se para el reloj, solo existimos vos
y yo, nuestro amor. Si no hacen falta palabras, hazme el amor.
__Tuve un sueño contigo, entre lo puro y lo impuro, lo reverente e irreverente, lo falso y lo verdadero, lo fiel e infiel. Y tocas mi alma y mis labios con tus besos, labios puros e impuros,
benditos y prosaicos entre el cielo y la tierra. Te sueño a ti, ¡Amor!, entre mis piernas, y mi aroma te atrae, mis pezones erectos esperan por ti, entre mi piel y tu piel, está el gozo de sentirnos, y en mis arrebatos te hago mío, para encontrarme enredado en tu piel, con mis ganas y en tus ganas, y dejas en mí tu esencia de hombre fuerte y orgulloso, con deseos de mis besos, de entregarte para ser mío, llenarme de tu esencia de hombre fuerte, y de todo un caballero, varón dulce y tierno, con deseos de amarnos, de perdernos en pasiones y arrebatos hasta que nos amanezca la vida amándonos, robándonos el aliento, sintiéndonos, teniéndonos, y no dejar espacios vacíos, llenarlos de ti y de mí, ser uno, en el lecho que nos une, juntar los cuerpos llenos de deseos, amanecer juntos, juntar la vida y las pasiones, para amarnos hasta el fin de nuestros días, en una noche de arrebatos de los dos, juntando el espíritu, alma y cuerpo, y amarnos en arrebatos de pasión, amor y deseo.
¡Te Amo, Amor! Te amaré por siempre porque me diste la dicha de ser el hombre quien tu cuerpo probara, te amaré eternamente pues llevo tu presencia fija en mi mente que mi vida aromatiza, eres la luz que ilumina mi camino lleno de tormentos pues quien a tu lado camina tendrá dicha a cada momento, quien te lleva de la mano, quien te entrega su corazón, quien te da su amor tan humano soy yo, quien por ti ha perdido la razón hoy por eso y por más razones quiero mi cariño decirte que te amaré eternamente.
Las sábanas de seda, fueron testigos mudos de aquel
anhelado encuentro. La entrega fue espontánea, sin pensarlo, sin mayores
escrúpulos y miramientos. Ya ¿para qué? Si casi no nos queda tiempo. Y nuestros
cuerpos fueron el santo grial, el cáliz, la fuente inagotable del incontenible
deseo. Labios y manos alternadamente cumplieron con esmero su apasionante
tarea: suspiros, gemidos, susurros y murmullos dieron cuenta del placer
prohibido. Y fuimos uno, con suaves estertores de muerte, abonando el lecho con
la mezcla de efluvios y sudores.
La magia del momento se apoderó de nuestras almas, atrás quedaron las palabras de amor dichas a la distancia, nos tocamos, nos palpamos, mordisqueamos, apretamos y aspiramos nuestros aromas, mientras en los corazones se derribaban tormentas y temores.
La magia del momento se apoderó de nuestras almas, atrás quedaron las palabras de amor dichas a la distancia, nos tocamos, nos palpamos, mordisqueamos, apretamos y aspiramos nuestros aromas, mientras en los corazones se derribaban tormentas y temores.
La hoguera inflamó una y otra vez los cuerpos, sin
embargo, poco a poco se fue extinguiendo la llama. Caricias tiernas, palabras
dulces y promesas de amor eterno, se sucedieron luego. Tu linda y límpida
sonrisa iluminó mi cielo. Y entonces lo supe, supe que te amaría hasta morirme,
porque tú eres el dueño de mi amor y mis deseos.
Sé que ambos ya hemos transitado por sendas escarpadas,
por intrincados caminos, pero hemos sobrevivido a terribles batallas, ahora
amor mío, es hora de ser felices, es hora de olvidarnos de lo que en el pasado
nos causó dolor. Llegó el momento de ver juntos los románticos atardeceres
arrebolados de luz, tomados de la mano, pletóricos de amor, en una linda playa.
__Te
contaré lo que me pasa cuando te tengo entre mis manos y es que deseo
hablar con tus ojos y cada instante,
besar tus labios y ese delirio tan grato de tenerte y no separarme
amor de tu lado pues sos la excusa perfecta para rodearte entre mis brazos y
seguir soñando.
Te comentaré que me gusta entretener con los dedos a tu
cuerpo y de cada mimo que indague por tu espalda suene el mejor de los verbos, por
eso siento cómo entre mis brazos logras detener el tiempo donde me pierdo en tu
piel para hallarme en el farol de tus luceros.
Te diré cuánto me encanta mi amor cuando te tengo tan
cerca, cuando percibo el calor que prenden tus curvas en mis yemas, cuando cada
día tu mirada con la mía en su rima se encuentra o cuando nos pasamos charlando
las noches bajo la luna llena. Te voy a explicar en pocas palabras lo que me
enseña tu sonrisa, lo que muestran tus mejillas el rato que se entretienen mis
caricias o todo lo que habla de vos el fulgor de tus pupilas que al día
tanto brilla, te voy a decir todo porque sin vos la vida no sería nada.
__ Y aquí estamos, rompiéndonos el corazón en mil
pedazos, ahondando las heridas, que nos abrimos a diario; buscando defensas
arbitrarias que protejan lo que aún se encuentra intacto, pétreas corazas
ancestrales, impidiendo la razón se cuele debajo. Gélidas madrugadas
transcurren, sin siquiera un abrazo; miradas tristes y vacías, cuerpos hace
años abandonados, la dulzura naufraga a la deriva, nuestro amor el corazón ha
dejado; aferrados a un puñado de recuerdos, que juntos algún día creamos.
¿Adónde se irán a morir nuestros sueños, ahora que el
temor la batalla ha ganado?
¿Dónde yacerán las ilusiones, cuando el alma, solos, nos haya dejado?
Caen, mueren en lamento, los abrazos no dados; los besos, inertes, se suicidan, de nuestros labios han sido desterrados; desde lo profundo del centro, ya su voz, se apaga en letargo.
¿Dónde yacerán las ilusiones, cuando el alma, solos, nos haya dejado?
Caen, mueren en lamento, los abrazos no dados; los besos, inertes, se suicidan, de nuestros labios han sido desterrados; desde lo profundo del centro, ya su voz, se apaga en letargo.
Un dolor agudo y oscuro, me cruza el cuerpo despacio,
empuja fuera de mí, al ejército de lágrimas que mis ojos han reclutado; las
manos se pliegan, escondiendo su viaje alado… Y aún no comprendo, por qué
razón, nos rompemos el amor a cada paso… Eso me sucedió con Juan, con las
mujeres y otros ni siquiera, cielito, nada, la nada, en cambios vos, apareciste
una noche sin luna, como ráfaga de luz en mi cielo vacío, iluminaste con el
destello de tus ojos el infinito cosmos de mis inseguridades y formaste allí
mil estrellas con mis sueños escondidos. Tus palabras despertaron mis oídos
silentes y carentes de verdad. ¿Temía? "Claro que temía", pues la
vida no había sido justa en mi destino, ponía trampas rocosas con mentiras
dolorosas que me hacían tropezar dejando raspones en las rodillas de la firmeza
llevándome a flaquear, y heridas abiertas en el alma que cada vez me
debilitaban más obligándome a desistir de encontrar el amor, pero tus manos tibias,
con esfuerzo y paciencia sostuvieron las mías, tu brazo fuerte me brindaba
apoyo para no volver a caer, y esa sonrisa tímida, callada, discreta me
enseñaba que el mundo esperaba para los dos.
¡Entonces no temí! El miedo me abandonó para dar cabida a
la esperanza de un futuro de ensueño a tu lado, luchando mano con mano, hombro
a hombro por un solo sueño, por un fin común, unir nuestras almas en una sola y
vivir una realidad donde imperara la verdad absoluta, aunque a veces tuviese
que doler al escucharla venir. No fui cobarde al decir que "Sí " al
amor, ni valiente al decir que "No" al bendito recuerdo, solo fui
"Yo" tomando la decisión de emprender el viaje por un nuevo sendero,
tomado de tu mano y abrigado en tu corazón, como tú en el mío, ¡Solo fui yo por
primera vez! Ajustando alas a las ilusiones sembradas en la tierra del olvido y
construyendo un mundo perfecto para vos y para mí por lo que reste de nuestra
eternidad.
Te conozco tanto que te amo desde siempre. No olvidaré tu
sonrisa y el café de tus ojos, cuando el primer beso te robé en aquella tibia
tarde inocente, un dulce recuerdo del ayer.
¡Tantos otoños, tanta vida, deseando una primavera
contigo! Quién alguna vez no ocultó en su alma aquella pasión del amor de
amigos y verte todas las mañanas en tu ventana, vos y yo y mi pasión como
testigo. Se aquietan mis ojos en tu primavera perfumada de pétalos y azahares.
Siento una extraña y dulce ternura en mi sangre, lava ardiente inesperada cuando tu cabello en la brisa, cubre tu sonrisa, y el mar de tu mirada. Tu belleza provoca, la bella prosa, jamás escrita por mi verbo. Caminemos tomados de las manos, hasta que el amanecer nos encuentre y quítame con tus caricias, esta triste soledad, que me acompaña siempre.
Siento una extraña y dulce ternura en mi sangre, lava ardiente inesperada cuando tu cabello en la brisa, cubre tu sonrisa, y el mar de tu mirada. Tu belleza provoca, la bella prosa, jamás escrita por mi verbo. Caminemos tomados de las manos, hasta que el amanecer nos encuentre y quítame con tus caricias, esta triste soledad, que me acompaña siempre.
¡Tanta vida en esperas! Sabiendo que vos existías tan
cerca. Y esta soledad mía, amándote, que madurando en mis otoños, atardecía hasta
que mi alma atrapó tu aliento y tu sonrisa, y revivió con tu alegría. Persiguiendo
tu sonrisa, me extravío en el mar de tus ojos. Voy a respirar el aroma a pétalos
de tu piel olvidando heridas de la espera, dame tu amor porque ya es mío entre
mi pasión, como rosa en primavera. Rompí la quimera de mis pasiones, y al fin
fuiste mío. Caminas casi desnudo, mínimo ropaje, que te roza casi como una
melodía entre tus piernas, que reverdece mi pasión pura y desatada, del alma
mía.
Un temblor apasionado me recorre, cuando acaricio tu
vientre. En el fragor de la pasión, vencido tu tibio pudor, tomo tu fuente,
luego tus nalgas, dulcemente mientras mis manos recorren tu espalda, dormida
piel de ansias ausentes.
Siento la necesidad de amarte, sin descanso ni sosiego. Desnúdate
despacio, déjame verte y olvidar las quimeras de viejos sueños y encántame con
el relato del lunar de tu vientre, porque ya soy su dueño. Siento cómo tu
primavera ama dulcemente a mis otoños. Viviré en vos antiguas ansias, olvidando
el desierto que habita mis nostalgias, te
amaré en auroras amanecidas, despertando juntos en nuevas alboradas. Despertaste
conmigo al amor. Ahora, duérmete conmigo, amor, yo velaré de tu vida.
__
Pedro había pasado tanto tiempo solo que estar en una
suite junto a Guillermo era sentir esa casa como la de la familia, de ellos.
Cuando lo miró supo exactamente lo que iba a suceder, y sintió un escalofrío de
emoción que Guillermo percibió. A menudo se leían lo que pensaban, se adivinaban las emociones y lo que sentían,
se comunicaban sin palabras y ambos lo sabían. Cuando las miradas tropezaron en
los ojos había una expresión ardiente, Guillermo lo abrazó y unió los labios en
un beso.
__Guille, ya que estamos sincerándonos me gustaría desahogarme,
al saber de ti, o quizá lo dijo Jorge, he tenido cuidado contigo.
__ ¿En qué sentido?
__Tu reputación no es buena, dos mujeres, muchos hombres,
demasiados quizás… Pasabas de uno al
otro y…
__ ¿Adónde quieres llegar? __preguntó Guillermo.
__Hubo un tiempo en que imaginé que solo mantenía una
aventura contigo, pero…
__Pero ¿qué?
__Vale, es que la verdad ya no te considero de esa forma.
__ ¿Y cómo me consideras ahora? __interrogó Guillermo
sosteniendo la mirada.
__Como un hombre de carne y hueso, que puede sufrir, ser
impaciente, manipular pericias en un juicio en función de sus intereses,
imperfecto, pero humano, y sobre todo controlador pero…
__ ¿No hay nada bueno?
__Un hombre que comparte con generosidad todo lo que
tiene y lo que sabe, uno que quiere y respeta a los suyos y al que quieren y
son leales. Comida, dinero, trabajo, lo compartes, lo cobijaste a Felipe, a mí. He visto a un
hombre que protege a sus seres queridos, y que demuestra al menos hoy sus
sentimientos con sinceridad.
__Todo un santo. __Aunque las palabras parecían en
chicte, su tono era serio.
__No del todo __le corrigió, Pedro perdiendo la mirada en
el mar __. De cualquier hombre podría recuperarme con chocolates, poemas y alcohol,
pero de ti, a ti te amo, si me dejaras y fuera una aventura, estoy seguro que
más allá de lo que dejé, no me recuperaría jamás, por ello siento algo de culpa
por lo de Juan y entiendo lo que le pasó e hizo. __Inspiró hondo __.Ya está, ya
lo he dicho, es mi peor miedo. Y creo que es más de lo que querías escuchar, creo
que…
Pedro dejó de hablar porque la mirada de Guillermo estaba
en sus labios. Suaves, firmes, suculentos, voluptuosos, los que lo
excitaban y tentaban, con los que soñaba
de día y de noche, un canto de sirena, el sueño de tocarlos, de acariciarlos, con besarlos, el sueño de
rozarlos con la punta de la lengua, con
mezclar los alientos, con chuparlos, morderlos, con lamerlos, con sentirlos
contra los propios en el beso que llegó para hacer realidad todo y cada uno de
los sueños, fue un beso dulce, tierno, una caricia leve…, y prometedora.
Se apartó Pedro para observarlo, para encontrar la mirada
porque necesitaba encontrar la verdad en su interior, supo que llevaba años,
siglos adorándolo. Sin embargo en ese momento conocía al hombre, había conocido
a su hijo, a sus amigos, lo había visto en su propio terreno, había visto algo que quizá ningún
otro había logrado: ver al verdadero Guillermo. De verdad, sin armaduras, sin
máscaras de farsante, su personalidad pura,
o dos, la que se ponía como profesional, la que usaba en la casa, porque
estaba el ogro de tribunales, temido y famoso, pero también el padre y amante
que era capaz de ponerse un delantal y hacer la salsa, la pasta.
Guillermo seguía sentado a su lado en silencio, las caras
muy juntas.
__Me gustan los dos hombres que eres _dijo Pedro al
tiempo que le acariciaba las mejillas, y Guillermo a él disfrutando la aspereza
de la barbilla, llevaban minutos sin saber lo mucho que deseaban tocar lo que veían.
Pedro ese mentón fuerte y arrogante, maravilloso contra sus dedos, Guillermo el
roce de la barbilla, trazando esos labios preciosos. Se les erizó el vello al
entender el deseo jamás experimentado antes.
__Tenemos que ir despacio __dijo Pedro aunque una parte
de él quería gritar: “Es real y para siempre.”
__Manos fuera, lo entiendo _dijo Guillermo apartándose.
__!No! __exclamó, Pedro __. Podemos y quiero las
caricias, de hecho cuanto más contacto mejor, pero debemos sopesar muy bien las
promesas que haremos, además no estamos solos en esto.
__Sos mi hombre.
En ese momento solo se tocaban la punta de los dedos,
pero fue como si una descarga eléctrica pasara de Guillermo a Pedro. No se
trataba de que se estuvieran tocando, sino de que estaban conectados, parecía
que la conexión se establecía entre sus cuerpos, sus mentes y sus almas. Era
como si Pedro pudiera leerle el pensamiento y ver… en fin, ver el futuro. Los
dos juntos. En familia, trabajando, viajando, discutiendo, pero juntos durante
años. Compartiendo alegrías y risas… Muchísimas risas: Y había más, pero le
daba miedo mirar.
__Tengo la sensación de que te conozco de eones, de que
sé lo que somos juntos _dijo al fin.
__Yo también __replicó Guillermo al tiempo que se
levantaba, lo tomaba de la mano y lo pegaba a su cuerpo, sabiendo que serían
incapaces de detenerse, que acabarían montándose en todas partes.
El beso que llegó no fue como el previo sino voraz,
cargado de deseo y pasión, con los cuerpos amoldados y pegados, cosa que supo a gloria. Desde la terraza
comenzaron a entrar, pero ninguno deseaba despegarse del otro.
Guillermo no dejó que sucediera e instó a Pedro a
caminar, cuando al fin lo rodó pegándolo a una pared, y al cabo de segundos
estaban desnudos de la cintura hacia abajo, explorándose, acariciándose las manos, indagando secretos estimulando deseos,
pulsando furiosos, y Pedro estuvo a punto de gritar cuando Guillermo lo penetró
con tal ímpetu que lo elevó en la pared, el grito murió en la boca de Guillermo
que sostenía el beso.
Pese al frenesí del deseo, Guillermo se tomó su tiempo de
modo que las sensaciones aumentaron cada vez más hasta un punto casi
insoportable, lo arrastró hasta una mesita donde lo recostó y al hacerlo tiró al suelo las copas. Pedro se aferró
a los bordes mientras las embestidas se hacían fuertes y profundas, intentaba
mirar la magia de tenerlo dentro, el sitio que lo dejaba estar en él, donde lo
había impelido hacia sus entrañas, y se dejó llevar por el momento y las
sensaciones que le provocaba ese hombre, se aferró más mientras lo penetraba
una y otra vez, y cuando creyó que no soportaría más, Guillermo lo incorporó y
lo pegó a su cuerpo empapado, estrechándolo con fuerza, y aunque no se habían
quitado las camisas, el calor que irradiaban los abrasó. Guillermo llegó al
corazón del cuerpo y del alma antes de la agonía del estallido, y Pedro supo
que eran el uno antes de llegar al infinito, los estremecimientos los
catapultaron al universo, en silencio, ingrávidos, dejaron de ser… materia.
Pedro no supo cómo pero cuando despertó del ensueño,
seguía en él, porque Guillermo lo llevaba en sus brazos a la cama, y estaba
completamente vestido, mientras él en instantes estuvo desnudo, cuando quiso
hablar, su amor, lo calló con un beso, mientras sus dedos, se perdieron en
trazar caminos en la piel, declamando sin palabras, que la noche recién
comenzaba, que esas vacaciones estaban en sus primeros momentos, que ese amor
en cambio, era de… siglos, de más… infinito.
CONTINUARÁ, HECHOS Y PERSONAJES SON FICTICIOS.
CUALQUIER PARECIDO
CON LA REALIDAD ES COINCIDENCIA.
LENGUAJE ADULTO,
ESCENAS EXPLÍCITAS.
Coralia BELLISINO
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ResponderEliminarAlfonsina Gracias Eve Monica Marzetti, saludos.
Elena Gracias Eve Mónica , hermoso.
ResponderEliminarDennys Ascencio Divinaaaaaaaa
ResponderEliminarAmalia Que belleza!
ResponderEliminarJosefina FASCINANTE
ResponderEliminarSebastián Bello. Descifras la naturaleza de tu belleza amiga. Saludos cordiales
ResponderEliminarMicaela Magnífica
ResponderEliminarFabiana Ay ! Que maravilloso me encantó
ResponderEliminarFanny Martinez Barbaro
ResponderEliminarSilvia precioso,me gusta la dulzura que le imprimes a tus letras,saludos.
ResponderEliminarPatricia Hermoso!!!
ResponderEliminarVictoria Precioso .Gracias por compartir
ResponderEliminarCarmen Sublime felicidades
ResponderEliminarElena B Bellísimo !
ResponderEliminarDulce Wow que hermoso! Encantador
ResponderEliminarSylGracias Eve
ResponderEliminarGladys Maravillosa
ResponderEliminarMaria De La Luz Es muy precioso Eve gracias por compartir un abrazo Bendiciones
ResponderEliminarPrecioso momento están viviendo Eve...En realidad los dos, juntos, están descubriendo lo que es el verdadero amor...
ResponderEliminarVeronica Lorena Piccinino Muy romántico. Aunque me gusta menos poesía . Igualmente hermoso capítulo. Besos
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