"LA CÁTEDRA".
CAPÍTULO TREINTA Y OCHO.
"Estoy tan solo como este gato, y mucho más solo
porque lo sé y él no."
Julio Cortázar.
IX
“Creo que el principito aprovechó la migración de unos
pájaros silvestres para evadirse y comenzar su viaje. La
mañana de la partida arregló muy bien su planeta.
Deshollinó cuidadosamente sus dos volcanes en actividad,
sobre los cuales calentaba su desayuno por las mañanas.
Tenía, además, un volcán extinguido. Deshollinó también
este, pues, como él decía: “nunca se sabe…”
“Creo que el principito aprovechó la migración de unos
pájaros silvestres para evadirse y comenzar su viaje. La
mañana de la partida arregló muy bien su planeta.
Deshollinó cuidadosamente sus dos volcanes en actividad,
sobre los cuales calentaba su desayuno por las mañanas.
Tenía, además, un volcán extinguido. Deshollinó también
este, pues, como él decía: “nunca se sabe…”
Si los volcanes se deshollinan bien, arden sin
erupciones,
suavemente, como el fuego de nuestras chimeneas. Pero
los hombres somos demasiado pequeños para deshollinar
nuestros volcanes y por eso nos causan tantos disgustos.
suavemente, como el fuego de nuestras chimeneas. Pero
los hombres somos demasiado pequeños para deshollinar
nuestros volcanes y por eso nos causan tantos disgustos.
El principito arrancó con tristeza los últimos brotes de
baobabs. Creía no volver jamás. Sus trabajos habituales le
parecieron muy agradables. Y cuando regó por última vez
la flor y se dispuso a ponerla al abrigo de la campana,
sintió ganas de llorar.
–Adiós –le dijo a la flor. Pero ella no respondió.
–Adiós –repitió el principito.
La flor tosió aunque no estaba resfriada y al fin dijo:
–He sido una tonta, perdóname y procura ser feliz.
Le desconcertó la ausencia de reproches y quedó con el
biombo en la mano sin comprender esa tranquila
mansedumbre.
–Sí, yo te quiero –le dijo la flor–. Si no te has dado cuenta
la culpa ha sido mía, pero eso ahora no tiene importancia.
Y tú has sido tan tonto como yo. Procura ser feliz… Y deja
el biombo. No lo necesito.
–Pero… el viento...
–Ya no estoy tan resfriada y el aire fresco de la noche me
hará bien. Soy una flor.
–Y los animales...
baobabs. Creía no volver jamás. Sus trabajos habituales le
parecieron muy agradables. Y cuando regó por última vez
la flor y se dispuso a ponerla al abrigo de la campana,
sintió ganas de llorar.
–Adiós –le dijo a la flor. Pero ella no respondió.
–Adiós –repitió el principito.
La flor tosió aunque no estaba resfriada y al fin dijo:
–He sido una tonta, perdóname y procura ser feliz.
Le desconcertó la ausencia de reproches y quedó con el
biombo en la mano sin comprender esa tranquila
mansedumbre.
–Sí, yo te quiero –le dijo la flor–. Si no te has dado cuenta
la culpa ha sido mía, pero eso ahora no tiene importancia.
Y tú has sido tan tonto como yo. Procura ser feliz… Y deja
el biombo. No lo necesito.
–Pero… el viento...
–Ya no estoy tan resfriada y el aire fresco de la noche me
hará bien. Soy una flor.
–Y los animales...
–Será necesario soportar la molestia de dos o tres
orugas,
si quiero conocer las mariposas; creo que son muy
hermosas. Ellas me visitaran… tú estarás muy lejos. Y en
cuanto a las fieras, ya no les temo, tengo mis garras.
Y mostraba ingenuamente sus cuatro espinas. Luego
añadió:
–Y no prolongues más tu despedida. Has decidido irte,
hazlo de una vez.
La flor, que era orgullosa, no quería que él la viese llorar.
si quiero conocer las mariposas; creo que son muy
hermosas. Ellas me visitaran… tú estarás muy lejos. Y en
cuanto a las fieras, ya no les temo, tengo mis garras.
Y mostraba ingenuamente sus cuatro espinas. Luego
añadió:
–Y no prolongues más tu despedida. Has decidido irte,
hazlo de una vez.
La flor, que era orgullosa, no quería que él la viese llorar.
*El Principito cap.IX /Antoine
de
Saint-Exupéry
(1900-1944)
de
Saint-Exupéry
(1900-1944)
PREVIO…
__ Viernes, 25 de setiembre de 2016.
El detective llamó a Pedro para enseñarle
nuevas fotografías actuales de Luciana. Al reunirse en la empresa, y verlas,
Pedro sintió asco, en ellas veía a la chica besándose con Suárez, el
narcotraficante, y en otra con el propio Miguel Ángel Mendoza, ya más que
pensar en Agustín que no parecía siquiera conocerla, temía cada vez más por
Guillermo. De nuevo, sintió que se hundía.
En todo aquel tiempo Guillermo como quedaron
no dio señales de vida. No había llamado. No lo había buscado tal y como le
pidiera con dolor, aunque Guillermito y Fabián sí lo hicieron.
_ ¿Qué te parece Federico? __Señaló al hombre
que hablaba con Paul.
__Agradable, ¿por?
__Porque lo mejor de todo es que es… gay y
soltero. Y creo que se ha colado por ti. No ha parado de preguntarle a Paul
cosas de ti y eso es buena señal.
__Pero siento decirte querida mía, que lo
lleva claro, no estoy disponible __ se burló Pedro, al ver por dónde iba su
amiga.
__ ¿Cómo puedes decir eso? __le recriminó
Camila molesta.
__Simplemente digo la verdad.
__Es un hombre agradable, guapo, es médico.
__Camila--- __cortó Pedro __.No insistas. No
tengo ni tiempo ni ganas, y sigo enamorado de Guille.
_Pedro, ¿eres tú? __dijo alguien detrás de
él.
__Raúl, soy yo… creo. En realidad no
sabía que estaban en la fiesta.
__No fuimos a la cena, quedamos en
encontrarnos acá. Y sabes, es nuevo local en Buenos Aires, es un nuevo sitio
que visitar __respondió con gesto divertido.
Sentimos lo que sucede entre Guillermo y tú.
__Nada que no sea lo que era cuando fuimos a
Córdoba.
__Conocí a Camila, y parecía creer que habías
terminado.
__Ya, vale, que no es así, tendré que hablar
con ella, sabe todo sobre mí, no sé qué sucede hoy.
__Por cierto que Guille no está nada bien __
se oyó detrás y Pedro dio un respingo al ver a Beto__. Últimamente no se lo
puede hablar, y por lo que vi te juegas la vida en las carreras, Pedro.
__Beto, qué… No puedo hacer nada por ahora.
__ ¿Tan grave es lo sucedido entre ustedes?
__preguntó Diego.
__Más o menos.
__ ¿Has dejado de quererlo? __preguntó Raúl.
__No, ya vale, que esto es un déjà- vu del
día del viaje__. Que yo deje de amar a Guille es imposible, a ver si les queda
en claro.
__Bueno, pero quizá son demasiado diferentes
como para que la historia haya funcionado, y sea lo mejor lo que se ve, que
andan separados, y…
Al oír las conjeturas Pedro clavó la mirada
en Alberto, era su socio, y no se recordó a sí mismo que no estaban juntos.
__Beto, ¿no me digas que…? ¿Está aquí?
__Sí.
___! Dios! __susurró Pedro empalideciendo.
Y he de confesarte que llevo esperando horas
a que vinieras al servicio para hablar contigo. Cuando ustedes llegaron,
nosotros estábamos acá.
__ ¿Cómo no me he dado cuenta?
__Has pasado por nuestro lado al entrar y él
te ha visto.
__Ay, Dios.
__Pedro, amén del otro quilombo en el que
estamos, por el que te iba a llamar el lunes, Guille lleva toda la noche
mirándote y bebiendo como loco. Realmente creía que algo iba a ocurrir cuando te
ha visto bailar con ese muchacho, pero lo sacamos del local, bueno, Juan lo
sacó del local para que le diera un poco de aire.
__ ¿Quién? ¿Me estás diciendo que está
borracho por mí y vino acá con Juan Arismendi? ¿Primero apareció la ex y ahora
él? ¿No estaba casado?
__Pedro. Vinimos todos, además, Juan. Está
solo por lo que sé.
__Es que siempre estuvo, hace mucho que está
cerca, Beto, lo vi en la audiencia, en la de Postiglioni. Y Guille está con él.
Mierda, si yo lo viera bailar con Juan como
lo hice con ese desconocido me moriría. ¡Qué hice!
__Pedro, ahora está más tranquilo, yo que sé
lo que sucede te digo que él te necesita, no es Juan lo que quiere, apareció en
el estudio es verdad, pero no es lo que a Guille le interesa.
__Eso, yo no lo sé, no fue cualquiera en su
vida, Beto.
__Pedro, en todos estos años, nunca ha estado
tan feliz como con vos, desde que lo conozco, solo había que mirarlo para ver
lo feliz y centrado que estaba. Sé que te pidió tiempo, que está yendo a
terapia, pero no le hagas caso, está enamorado de ti. Por favor, ven a hablar
con él.
__Beto, detesto a Juan y lo acostaría como a
Nazarre, lo sabes, pero… no puedo, no todavía.
Pedro resopló. Deseaba más que nada en el
mundo ir a donde él estaba, para besarlo, quererlo, pedirle perdón, contarle,
pero no debía. No podía, Cavas debía creer que lo de ellos había terminado, y
más Miguel para que no se volviera a fijar en él o en Fabián y el nene, y por
ello tragando el nudo de emociones que pugnaba por salir de la garganta,
susurró.
__Beto, ayúdame a resolver los problemas, el
amor entre Guille y yo resistirá el tiempo, y cualquier circunstancia, y si no
resiste… si no resiste no es amor. Por eso no lo pondré en peligro.
__Pedro…
__Resistirá, Beto, déjame creer en lo que una
vez me dijo, en que es… Amor.
__Beto, no insistas, no puedo ponerlo en
riesgo, y debo salvar a mi hermano, quizá me aleje un tiempo, puede que acepte
alguna misión.
__ ¿Qué?
__Lo que acabas de oír, si para protegerlos
hasta que los delincuentes caigan tengo que irme, lo haré, así pensarán de verdad que no tengo más nada
que ver con Guille, además él siente, sabe que lo amo, que siempre lo amaré. Lo
de Juan es diferente, sácalo de en medio, no confío en él.
Además Guille me pidió tiempo, a veces somos
muy afortunados en hallar el amor de la vida, y en ser correspondidos, y es importante la gente que nos rodea, por
ello es tan importante saber elegirla. Sin embargo entiendo a mi amor, a veces es necesario
tocar fondo, perderlos a todos para aprender a saber quiénes somos, qué
deseamos ser y hacer, cuál es nuestro sueño, no lo que se espera de nosotros,
es eso lo que él me pidió, que me alejara para eso, y le daré ese espacio, ese
tiempo, Beto. Porque lo amo es que hago todo.
__Bueno, de acuerdo, entendí, Pedro. Hasta
pronto. Te llamaré por lo que te prometí. A lo mejor se resuelve lo tuyo y no
es necesario que te vayas. Y deja de correr a lo loco, o lo perderás a Guille
por un infarto, te aclaro que ve las carreras.
Mientras salía del servicio, la cabeza de
Pedro daba vueltas.
Guillermo estaba allí. De nuevo en el local
sintió cómo unos ojos lo observaban. La tranquilidad que antes había sentido
ahora estaba rota y deseó huir de allí.
“Guille,
mi amor, no dejes que Juan se quede cerca, menos pienses que no te amo. Cómo no
soñarte, si mis labios te llaman, mis manos te extrañan, mi cuerpo arde por ti,
y mi corazón grita: ¡Ven, ven a mí!
Cómo no pensarte, si no sé vivir sin ti, más, necesito de tus ojos para ver mi camino, de tus labios para saciar mi sed y de tu amor para no morir, cómo no desearte, si tú eres todo para mí, y formas parte de mi vida constituyéndonos en un solo ser. Hoy beberé de la fuente de tus deseos, y como el vino más sabroso, lo haré gota a gota, pero no hasta la última gota, porque no deseo saciar completamente mi sed, así podré volver una y otra vez a saborearte, embriagándome lentamente, hasta perder la razón, porque nada más bello que la conjunción, hombre, vino y seducción, por eso quisiera amanecer bebiendo de tu templo sagrado, que no es otro que tu candente piel que es solo mía hoy. No te quites la alianza, no está rota la promesa, menos puede morir nuestro amor. Tú eres mi hombre, habitas en mis sueños, y no hay noche, que no enciendas mi deseo y todos mis anhelos, tú eres el amor, la vida, la llama eterna, la razón de mi universo, y con quien sueño, tan solo para tenerte, deseando verme en tu mirada, ansiando besar tus labios, queriendo amanecer a tu lado y así poder susurrarte al oído, cuánto te amo. Sé que tu alma lo sabe, me lee, espérame… regresaré.”
Cómo no pensarte, si no sé vivir sin ti, más, necesito de tus ojos para ver mi camino, de tus labios para saciar mi sed y de tu amor para no morir, cómo no desearte, si tú eres todo para mí, y formas parte de mi vida constituyéndonos en un solo ser. Hoy beberé de la fuente de tus deseos, y como el vino más sabroso, lo haré gota a gota, pero no hasta la última gota, porque no deseo saciar completamente mi sed, así podré volver una y otra vez a saborearte, embriagándome lentamente, hasta perder la razón, porque nada más bello que la conjunción, hombre, vino y seducción, por eso quisiera amanecer bebiendo de tu templo sagrado, que no es otro que tu candente piel que es solo mía hoy. No te quites la alianza, no está rota la promesa, menos puede morir nuestro amor. Tú eres mi hombre, habitas en mis sueños, y no hay noche, que no enciendas mi deseo y todos mis anhelos, tú eres el amor, la vida, la llama eterna, la razón de mi universo, y con quien sueño, tan solo para tenerte, deseando verme en tu mirada, ansiando besar tus labios, queriendo amanecer a tu lado y así poder susurrarte al oído, cuánto te amo. Sé que tu alma lo sabe, me lee, espérame… regresaré.”
Federico volvió a invitarlo a bailar y él como un
autómata aceptó. Mientras bailaban, Pedro miró con disimulo a su alrededor. Vio
a Beto charlar con Diego, y al segundo a Guillermo, que inmóvil lo observaba quemándolo.
Cuando la canción terminó le dijo a Federico que tenía ganas de tomar algo. De
nuevo se reunieron con todos.
No
muy lejos de allí, Guillermo lo observaba tan consumido por los celos como lo
estaba Pedro al ver los movimientos y sonrisa de Juan.
Ver
cómo aquel tipo desconocido agarraba a Pedro por los hombros y bailaba con él
canciones lentas que él deseaba bailar con su prometido lo estaba matando.
__Dale,
Guille, afloja vos.
__No
Beto. Es mi culpa, Fabián tiene razón, no puedo ir y venir, al fin parece que juego
con él como con todos, pero verlo con otro me produce náuseas, tengo ganas de
agarrar a trompadas las paredes.
Lo
vio bromear y reír con el desconocido y eso lo tensó más, estaba precioso,
cuando lo había visto llegar se había quedado de piedra. Deseó acercarse a él y
decirle cuánto lo había echado de menos. Pero su orgullo de hombre herido más
su promesa se lo impidieron. Solo tenía ganas de levantarse y partirle la cara
al tipo que lo rozaba sin cesar.
__Dale
Guille, vamos a tomar algo a casa, estoy solo hace mucho tiempo. Pedro está con
otro __susurró Juan.
__Su
alma y su amor son míos Juan, no iré a tu casa, no volveré a ser más que tu amigo, ya no soy el
de antes, estoy prometido con ese chico precioso que me roba el aliento aunque
no esté hoy a mi lado, yo le pedí que me dejara solo un tiempo.
Maldito
tipo. ¿Por qué tiene que pasarle continuamente las manazas por la cintura o el
cabello?
__ ¿Quieres
que nos vayamos a otro lugar? __preguntó Beto.
__No
__respondió Guillermo ceñudo.
__Guille,
vamos a ver. Creo que…
__No,
Beto _advirtió Guillermo.
__ ¿Qué
coños hacemos aquí si no piensan acercarse? __ insistió Alberto al ver cómo miraba
a Pedro__. Vayamos a otro lugar a
pasémoslo bien.
__Vayan
ustedes si quieren, yo me quedo acá.
Alberto
resopló. Tenía claro que de allí no se marchaba sin su amigo por delante. Lo
conocía y sabía que estaba pasando un mal rato. Ver a Pedro divertirse mientras
él agonizaba no era plato de gusto para nadie, aunque él sabía que Pedro estaba simulando. Tras comprobar que el
encuentro en el baño no había dado resultado, deseó salir del local lo antes
posible. Pero no. Guillermo se negaba, y de allí no se moverían.
Sin
apartar la mirada de pedro, Guillermo sintió que al fin su corazón aleteaba al
tropezar con la mirada. Por fin Pedro se había dado cuenta que estaba allí. Lo
siguió por el local, hasta que casi se rozaron como si las miradas enganchadas fueran imanes.
__Cielito,
¿estás bien?
__Con
ganas de matar a Juan, pero prefiero
confiar en ti, Graziani. Me pediste tiempo para estar solo, y no sé qué mierda
hace él a tu lado, pero…
__Pero,
vos tampoco estás solo.
__Yo
sí lo estoy, es un amigo de Camila ese tipo, yo no lo conozco. Llevo una
alianza, que no es de adorno. Aunque me fuera al Ártico, mi mente, y mi alma te
habitan, Guille.
__Lo
sé. Y te agradezco que me dieras el tiempo que te pedí, pero no me gusta verte
con otros, menos que te vayas a las carreras y mucho menos al Congo. Pero
supongo que no puedo prohibírtelo. Y también yo estoy con vos desde lejos. Cuando tus sueños
duerman, me pondré a tu
lado, te besaré dormido y acariciaré tu piel, sin dudarlo besaré tu boca con
toda la ternura que mi alma me permita,
esta noche vida mía serán mis dedos los que viajen por tu espalda, te dejaré la
piel llena de sensaciones y en cada poro te dejaré impregnado mi perfume para
cuando abras tus ojos a un nuevo día me sientas más que nunca, me meteré en tus
sueños, y jugaré entre tus dedos, te besaré y me enredaré en vos como un duende
travieso que solo quiere verte reír y feliz, me meteré en tu alma y dejaré
escritos mis verbos, caminaré despacio al tiempo que dejo ese beso eterno para
vos mi amor.
__Esta noche amor mío cuando me sueñes, abrázame fuerte porque estaré contigo, esta noche sabrás lo que es soñar de verdad, porque cuando te mires en mis ojos verás la verdad de tu enamorado, verás que es amor y no olvido, sabrás esta noche como sonrío para ti, y mi regalo será mi sonrisa, pues como me dices en mis sueños, un día sin sonrisas es un día perdido.
Hoy amor soñamos cuerpo a cuerpo, abrázame vida mía.
__Esta noche amor mío cuando me sueñes, abrázame fuerte porque estaré contigo, esta noche sabrás lo que es soñar de verdad, porque cuando te mires en mis ojos verás la verdad de tu enamorado, verás que es amor y no olvido, sabrás esta noche como sonrío para ti, y mi regalo será mi sonrisa, pues como me dices en mis sueños, un día sin sonrisas es un día perdido.
Hoy amor soñamos cuerpo a cuerpo, abrázame vida mía.
Qué
difícil fue escuchar de tus labios "prohibido"; en ese instante sentí
que algo se quebró en mi interior, mi garganta se cerró, mis ojos empezaron a
llorar, pero mi corazón es una fuente
inagotable de amor por ti.
Me
di cuenta que era mi esperanza la que salía por mis ojos como agua salada, esas
lágrimas que desgarran el alma, convirtiendo el corazón en añicos; porque las
emociones aminoran, y no imagino que si digo te amo sea prohibido. No hay
amores prohibidos cuando Dios es amor, sé que sanarás las heridas, que
aprenderás a volar solo y en ese vuelo vendrás a mí o me pedirás que vuele a tu
lado, pero no confío en Juan, en él menos que en los otros. Tengo miedo y el
miedo carcome el alma que debe ser libre para amar. Si no lo sabes… me duele,
si lo imaginas mejor, tendré que gritarlo en silencio para que no sufra mi corazón.
si lo imaginas mejor, tendré que gritarlo en silencio para que no sufra mi corazón.
Tan
extraña es la vida que de ilusión me llenó, y en mi camino te puso y por eso me
confundió; pero pase lo que pase quiero que sepas, mi amor, que vives en mis
deseos prohibidos y en los latidos de mi corazón. Tantas personas están
enamoradas y ahora por ti estoy perdiendo la cabeza, estoy locamente hechizado
por el sabor de tus labios, el aroma de tu cuerpo y el calor que me brindas cuando
tocas mi cuerpo con tus manos.
Hoy me postro a tus pies como tantos hombres que han pasado a tu lado, soy terrenal ante una deidad celestial, eres un dios del mismo paraíso que jamás pierde su bondad, al amanecer cuando abro mis ojos te veo, admiro la majestuosa y encantadora figura.
Al llegar la noche acompañada de la luna llena, anhelo llegar a casa para disfrutar de la compañía de tu ser y poder conquistar nuevamente tu corazón, de tus labios deseo saborear el dulce néctar de tus besos y caricias los cuales nos hacen muy felices.
Tenemos una vida plena y feliz, es mi deseo de tenerte a mi lado, sin el sonido de tu voz que es como cantos angelicales me faltaría la presencia de tu ser para seguir adelante, sin ti mis temores y mis retos crecen y no puedo seguir adelante.
Cuando no estás a mi lado es como un piso sin fondo, solo veo oscuridad pero hay una chispa de luz y ahí estás esperando tú por mí, te amo.
Hoy me postro a tus pies como tantos hombres que han pasado a tu lado, soy terrenal ante una deidad celestial, eres un dios del mismo paraíso que jamás pierde su bondad, al amanecer cuando abro mis ojos te veo, admiro la majestuosa y encantadora figura.
Al llegar la noche acompañada de la luna llena, anhelo llegar a casa para disfrutar de la compañía de tu ser y poder conquistar nuevamente tu corazón, de tus labios deseo saborear el dulce néctar de tus besos y caricias los cuales nos hacen muy felices.
Tenemos una vida plena y feliz, es mi deseo de tenerte a mi lado, sin el sonido de tu voz que es como cantos angelicales me faltaría la presencia de tu ser para seguir adelante, sin ti mis temores y mis retos crecen y no puedo seguir adelante.
Cuando no estás a mi lado es como un piso sin fondo, solo veo oscuridad pero hay una chispa de luz y ahí estás esperando tú por mí, te amo.
__Es
solo un amigo, Pedro, solo un amigo amorcito, no te tortures.
El
teléfono de Pedro vibró para cuando atendió ya Guillermo estaba a pasos de él,
y la voz no le resultó conocida.
__Cuidado
pibe, en este país hay muchas muertes.
__ ¿Quién
eres desgraciado?
__Hay
muertes, mi mortal amigo… salvaje,
rápida, espontánea, exprés, innecesaria, y otras frías preconcebidas en mi
analítica, descongelada, droga-dependiente, amarillenta entre tus dedos, adicta
en tus labios con besos a muerte, interés de esta humanidad en el silencio de
su beneplácito, parafernalias de la hoja sicaria del tabaco que te asesta apuntilladas
en caladas o de la coca que te impacta en un infarto.
__
¿Te refieres a mi hermano, es una amenaza hacia mi hermano? Es un nene.
__
Humo cegador, mi mortal amigo que evapora toda existencia, laboratorios de
inventos
para farmacias de inventores, crueldades, impulsores de impuestos, eutanasia de consentimientos te queman por dentro, nicotina dispensadora gasolinera obturadora, brujas de corazones, reina alquitranada de tus venas. Caballo de Troya de la muerte, caja de Pandora de males sin esperanzas, bomba pulmonar anti persona, ozono de tu pecho
Vulcano de arterias, Tanator de arterias bombas de relojería impuntuales, sin despedidas, usurpadora del oxígeno, infiernos de vivos en paraísos de muertos, donde se nace muerto pasivo y activo cultivan-dote vivo. Y al final, mi mortal amigo cuando todo está perdido prófugo, evadido, te das cuentas que Dios no te salva por tenerte vivo, ni el diablo por pretender comprar tu alma, ni yo, tu muerte por llevarme tu espíritu, ni religión alguna por quemarte en su cruz, ni media luna que te ilumine esperándote las vírgenes de paraíso alguno, ni pirámides invertidas de ajenas creencias. Ni materia ni energía que desplace, mi mortal amigo universo alguno, tras la muerte asegurada a corto o largo plazo, de este hombre que te mata y te asesina en su interés, que al final, tras ese inhumano cáncer, defecto de Dios, de toda creación, lucro beneplácito rentabilidad ganancia de este diabólico, inhumano hombre.
para farmacias de inventores, crueldades, impulsores de impuestos, eutanasia de consentimientos te queman por dentro, nicotina dispensadora gasolinera obturadora, brujas de corazones, reina alquitranada de tus venas. Caballo de Troya de la muerte, caja de Pandora de males sin esperanzas, bomba pulmonar anti persona, ozono de tu pecho
Vulcano de arterias, Tanator de arterias bombas de relojería impuntuales, sin despedidas, usurpadora del oxígeno, infiernos de vivos en paraísos de muertos, donde se nace muerto pasivo y activo cultivan-dote vivo. Y al final, mi mortal amigo cuando todo está perdido prófugo, evadido, te das cuentas que Dios no te salva por tenerte vivo, ni el diablo por pretender comprar tu alma, ni yo, tu muerte por llevarme tu espíritu, ni religión alguna por quemarte en su cruz, ni media luna que te ilumine esperándote las vírgenes de paraíso alguno, ni pirámides invertidas de ajenas creencias. Ni materia ni energía que desplace, mi mortal amigo universo alguno, tras la muerte asegurada a corto o largo plazo, de este hombre que te mata y te asesina en su interés, que al final, tras ese inhumano cáncer, defecto de Dios, de toda creación, lucro beneplácito rentabilidad ganancia de este diabólico, inhumano hombre.
Y en
ese final, olvidado extraviado, casi abandonado solo te llevas, mi mortal
amigo, las personas que te quieren y te acompañan, las que al final, mueren un
poco contigo, donde tú mueres mucho abundantemente, por ellos y yo, eternamente,
con vos, deja de husmear donde no debes, putito.
__
No te metas con los míos, da la cara, cobarde. ¡Hola!
“!
Mierda. Cortó!
__Camila,
Diego, yo me voy a casa, les agradezco la invitación, pero tengo que trabajar
temprano.
__Espera
que te llevamos nosotros, tomaste.
__No
es necesario, tomaré un taxi __insistió Pedro.
__Yo
te acerco, también me voy, tengo guardia en unas horas _ofreció Federico e
insistió hasta lograr que Pedro aceptara. Sin mirar en la dirección donde
Guillermo ahora reía al oír las
anécdotas de Juan, Pedro salió del local. Al dirigirse a tomar el coche de Federico, se fijó en varios
coches aparcados, y sin poder creer lo que veía, allí estaba el de Guillermo.
Sin
saber que este no dejaba de pensar al cerrar los ojos en las locuras que Beto
le había contado que Pedro estaba haciendo aunadas a las que viera él mismo en
las carreras. Por una fracción de segundo se vio tentado de reprocharle, pero
no había querido exponerse a que supiera que lo observaba, menos a que sintiera
el reproche. No debía.
Pedro
tampoco quería darle opción a Guillermo a que le preguntara por más, no podía
darle explicaciones, pero cuando salió del local, no supo que Guillermo a pocos
pasos estaba clavado y escuchaba lo que hablaban.
__Te
gustan las motos, Pedro, como a Diego _afirmó Federico.
__Sí.
Me encantan.
__Creo
que estas máquinas de infierno son solo para locos. Si supieras la cantidad de
accidentados y de muertes que hay por culpa de estos trastos, no creo que te
gustaran.
Pedro
ni lo escuchó. En verdad antes de conocer a Guillermo había hecho cosas peores
como activista yendo a los peores lugares sin negarse jamás, y había visto el
rostro de la muerte más de una vez, casi en una corrida suicida, casi
buscándola, invitándola a llevárselo, mas ahora solo podía pensar en Guillermo,
solo en él.
“En
tus ojos veo las delicias que provocan tus miradas que ante ti son aduladas en
el jardín de mis caricias.
He tocado alguna partitura pero su piel es mi
melodía y de cada tramo aprendía
que todo roce es aventura. Con todo tiempo y calma seré el hielo en su deshielo, un eco gritando en el cielo por poder besarle el alma. He sentido calor sin fuego, electricidad sin truenos, una caída libre sin frenos y en sus labios el sosiego.
que todo roce es aventura. Con todo tiempo y calma seré el hielo en su deshielo, un eco gritando en el cielo por poder besarle el alma. He sentido calor sin fuego, electricidad sin truenos, una caída libre sin frenos y en sus labios el sosiego.
Te
enseñé a volar sin alas, a soñar con las palabras y en cada alba descubras de
aquello que me regalas. He aprendido a entender a ese brillo de tus luceros
cuando me miran sinceros y son directos a pretender. Llené el mundo de halagos
porque los vieras a tu lado cual tierra su mar salado invadiendo con estragos. Te escribí
cien mil poesías en las que grande te hacía
obsequiando de mi gracia con mis mejores cortesías”.
obsequiando de mi gracia con mis mejores cortesías”.
Había
deslizado en manos de Alberto una carta, necesitaba dejarle algo a Guillermo,
la idea de tomar una misión cobraba cada vez más forma, si las cosas
empeoraban, no dejaría que los inocentes
pagaran su osadía.
Guillermo
descubrió sus dedos trémulos al abrir la carta, el corazón latía tan fuerte que
pensó que se oiría por encima de las voces y de todos los ruidos, cuando al fin
acarició con los ojos, la letra curva y bella de Pedro.
“Guille,
no elegí alejarme, no elegí demorar en llegar a tu vida, pero lo que
seguramente jamás haría sería no amarte, en esta y en cada vida y si te di espacio y tiempo es porque creo de
verdad lo que tú dices, que el amor resiste a todo. Incluso a la muerte.
Te
escribo desde el principal escenario de mi vida, mi alma enamorada siempre de
ti, creo, más bien te declamo estas
palabras en susurros, frente al palco de
tu corazón.
Te
recito, mis sentimientos, los mismos, enamorados, entregados a ti, te entrego
mis anhelos, sueños, fantasías desde mi
trinchera de amor, mi catre en medio del manglar que tirita de frío.
Escúchame,
mírame, te reclamo, te habla la voz de mis adentros, imita conmigo la mímica de
estas palabras que te dicen te amo,
tuerce tu boca, abre tus brazos al infinito, encuéntrame y abrázame, cierra tus
ojos y mira el azul estrellado que se forma frente a ti como aquella primera
noche tumbados en la hierba.
Vamos
amor, acompáñame, mira el escenario, tú, tú el que aplaude, tú el que de
repente en tu éxtasis de fascinación, te
encuentras de rodillas igual que yo, envuelto en este sueño de ser mi personaje, yo, yo solo este escribidor que
te adora cada momento, más y más. No importa lo que te puedan decir, lo que
oigas, si estoy a tu lado en nuestros lugares o si me alejara a alguna misión,
siempre mi alma se queda en ti, te estaré amando desde ella, en sueños, en tu
imaginación, me he quedado en ti. Hay siniestros tendenciosos del alma que
culminan con el suicidio voluntario de
un corazón que abandona su latir si no te ve.
Así, conocí las umbrías horas de esperar despierto al sueño dormido de voluntad latente por quererte. Antes de dejar la nada, yo, era un todo repleto de vacío que rebosaba ausencia desbordada, provocada por la estruendosa compañía silenciosa de la soledad.
Así, conocí las umbrías horas de esperar despierto al sueño dormido de voluntad latente por quererte. Antes de dejar la nada, yo, era un todo repleto de vacío que rebosaba ausencia desbordada, provocada por la estruendosa compañía silenciosa de la soledad.
Sin embargo, tú, cambiaste mi todo, hoy aunque aceptara una misión, ya no busco la muerte para espiar alguna culpa o para llenar el vacío, hoy tú eres mi todo, lo cambiaste todo.
Mi necesidad de respirar para poder respirarte, de sentir para extrañar sentirte, de vivir para querer morir por vivirte, pero siempre termino acostumbrado a anhelarte con el esclavo color de la tristeza dibujando tonos de blanco y negro en mi voz, como si una secreta partitura melancólica se apoderase de mi ser. Por eso te di este tiempo.
Así, suele pasar el daño de un dolor velado con dosis de duelo y tinta, y este es hoy mi familiar sentido peculiar de echarte de menos.
Conocí
una pareja que terminó, no entendí cómo.
Haciendo
un análisis sereno de la situación que estaba leyendo, me preguntaba cuál era
el desencadenante que había propiciado la ruptura en aquella pareja.
Ante mí tenía dos misivas. La primera era de "ella", dirigida a "él", su gran amor hasta ese preciso instante, donde le comunicaba que se veía obligada a renunciar al mismo por causas mayores. Terminando: Te ruego respetes mi decisión y no te dirijas nunca más a mí. Desde este preciso instante dejo de existir para ti.
La segunda de "él", en contestación a la nefasta comunicación de ella rechazando su amor y haciéndole saber su gran desconcierto e incredulidad por tan inesperada noticia, y sobre todo, que no le dejara opción para tener un encuentro donde hubiera una luz que aclarara tan incomprensible situación.
Por lo leído sabía que su relación estaba cimentada en buena base y ajustada al tiempo que ambos vivían y decidían compartir.
Ambos comentaban haber superado los problemas, las soledades sentidas, los silencios no comprendidos y las situaciones hostiles.
¿Por qué este cambio de actitud en ella, sin explicación justificada para tal cambio de actitud?
Esta fue una ruptura extraña, donde no había datos reveladores que nos llevaran aclarar el fatídico desenlace.
Ella desapareció como por ensalmo de nuestro entorno, y las respuestas al preguntar eran: ¡Se fue de viaje! ¡Ya no vive aquí! ¡Dejó dicho que no pregunten por ella!
Él, al que más tarde conocí, vagaba como un alma en pena y contaba a todo aquel que le quisiera oír un rosario de excusas lleno de aromas a rosas, amapolas y alelíes, de lindos atardeceres en la playa, de noches románticas de luna llena y cielos estrellados, donde los dos, como uno solo, se amaban sin tener fin.
Contaba cómo vagaba buscando por los caminos el eco de voz, que le comunicara su vuelta, pero nunca surgía el diálogo. Siempre era el mismo monólogo monótono y simple el que invadía sus oídos y transportaba la brisa sin respuesta alguna.
Sin testimonios de su existencia, decreció el interés por este caso y solo recordaba la ruptura de aquel gran amor, el hombre sencillamente vestido, taciturno y encorvado, que continuamente se frotaba las sienes como si tuviera algo que borrar, con la mirada azul intensa, su pelo lleno de hebras de plata, cara limpia, con marcadas arrugas, parecía que llevara una máscara puesta para ocultar su tragedia, esa grabada a fuego de la cual, ya no quería hablar.
Se fueron perdiendo en la distancia los trazos que componían este relato, y solo quedan las palabras escritas para comentar.
Ante mí tenía dos misivas. La primera era de "ella", dirigida a "él", su gran amor hasta ese preciso instante, donde le comunicaba que se veía obligada a renunciar al mismo por causas mayores. Terminando: Te ruego respetes mi decisión y no te dirijas nunca más a mí. Desde este preciso instante dejo de existir para ti.
La segunda de "él", en contestación a la nefasta comunicación de ella rechazando su amor y haciéndole saber su gran desconcierto e incredulidad por tan inesperada noticia, y sobre todo, que no le dejara opción para tener un encuentro donde hubiera una luz que aclarara tan incomprensible situación.
Por lo leído sabía que su relación estaba cimentada en buena base y ajustada al tiempo que ambos vivían y decidían compartir.
Ambos comentaban haber superado los problemas, las soledades sentidas, los silencios no comprendidos y las situaciones hostiles.
¿Por qué este cambio de actitud en ella, sin explicación justificada para tal cambio de actitud?
Esta fue una ruptura extraña, donde no había datos reveladores que nos llevaran aclarar el fatídico desenlace.
Ella desapareció como por ensalmo de nuestro entorno, y las respuestas al preguntar eran: ¡Se fue de viaje! ¡Ya no vive aquí! ¡Dejó dicho que no pregunten por ella!
Él, al que más tarde conocí, vagaba como un alma en pena y contaba a todo aquel que le quisiera oír un rosario de excusas lleno de aromas a rosas, amapolas y alelíes, de lindos atardeceres en la playa, de noches románticas de luna llena y cielos estrellados, donde los dos, como uno solo, se amaban sin tener fin.
Contaba cómo vagaba buscando por los caminos el eco de voz, que le comunicara su vuelta, pero nunca surgía el diálogo. Siempre era el mismo monólogo monótono y simple el que invadía sus oídos y transportaba la brisa sin respuesta alguna.
Sin testimonios de su existencia, decreció el interés por este caso y solo recordaba la ruptura de aquel gran amor, el hombre sencillamente vestido, taciturno y encorvado, que continuamente se frotaba las sienes como si tuviera algo que borrar, con la mirada azul intensa, su pelo lleno de hebras de plata, cara limpia, con marcadas arrugas, parecía que llevara una máscara puesta para ocultar su tragedia, esa grabada a fuego de la cual, ya no quería hablar.
Se fueron perdiendo en la distancia los trazos que componían este relato, y solo quedan las palabras escritas para comentar.
No
es nuestro caso, es el de una pareja que alguna vez conocí, no concibo no poder
saberlo todo de ti porque en una mirada desde el balcón de tus pestañas me
deslizo a viajar por los vericuetos de tu alma y yo sí regresaré.
Siempre
tuyo. Pedro. Vuela amor mío, que en ese vuelo siempre tropezarás conmigo,
siempre regresaré al sitio en que te halle, te amo”.
Federico
le tocó el hombro para llamar su atención.
__
¿Te llevo a casa?
__Sí,
claro, déjame en Palermo, la casa de mi hermano es lejos _reaccionó con rapidez
y asintió, apartándose de la mano.
Guillermo
los vio alejarse. Gaby y Alberto salieron tras él, pero Guillermo enojado les
pidió que lo dejaran solo. Al ver cómo sus amigos a regañadientes se subían al
coche, y más lejos a Diego y Raúl marcharse en una moto, volvió a mirar hacia
donde había visto desparecer el coche. Pensó en seguirlos, pero al final
decidió que sería una tontería. Se marcharía a su casa. Una vez que hubo subido
al auto, arrancó y, dejándose llevar por su corazón, no por la razón, hizo una
locura, y se dirigió a toda velocidad hacia el departamento de Pedro.
Durante
el trayecto en coche, Federico fue muy
amable, agradable y correcto. Era un hombre ocurrente y divertido que
continuamente hacía sonreír. Cuando llegaron al edificio, el hombre se empeñó
en acompañar a Pedro hasta la entrada. Con desgano, él accedió. Allí estuvieron
charlando un buen rato, hasta que Federico preguntó en tono meloso.
__ ¿Me
invitas un café?
“Ni
loco”, pensó Pedro al notar sus verdaderas intenciones.
__Mira,
Federico, no quisiera ser grosero o descortés. Eres un hombre muy divertido y
agradable, pero no creo que sea buena idea…
__Lo
siento. Yo… no quería ofenderte.
Al
ver el apuro en la mirada, Pedro reaccionó.
__No
te preocupes. No me ofendes, pero quiero que sepas que no tengo tiempo para
nuevas amistades, y que estoy comprometido.
Envalentonado
por la preocupación que vio en la mirada, respondió:
__Mira,
Pedro, sé que estabas saliendo con otro, que hoy estás separado, voy a ser
sincero. Desde el primer momento que te he visto esta noche me has gustado.
Creo que eres un hombre
amable, inteligente, muy lingo, divertido, simpático. Creo que eres lo que hace
mucho ando buscando y he demorado tanto en encontrar, y como comprenderás, una
persona así, al menos para mí, no puede pasar desapercibida.
__Gracias
por tus cumplidos, pero…
__Me
gustas y estoy dispuesto a intentarlo, si tú me dejas… __continuó acercándose
todavía más a él.
__No
te voy a dejar _respondió separándose de él__. Mira, Federico, no sé si no me
has entendido bien, pero creo que…
__Yo
no me doy por vencido así como así __insistió tomándolo de la cintura y
atrayéndolo hacia
sí__, pero a veces, a alguien le gusta la lucha.
__Suéltame,
no sabes lo que te puede suceder en una lucha conmigo _respondió Pedro aireado.
Al
ver que él no estaba dispuesto a soltarlo, sin pensárselo dos veces levantó la
rodilla y le dio un golpe en la entrepierna por no desfigurarle la cara. Eso
hizo que el hombre se doblara sobre su cuerpo con un gran gesto de dolor.
__Te
he dicho que me soltaras, imbécil __aclaró Pedro con toda su rabia.
Tras
echarle una última ojeada, Pedro entró en el edificio, cerró la puerta del hall
y lo dejó allí, retorciéndose de dolor.
Mientras
ellos hablaban, Guillermo los observaba desde la otra esquina de la calle. En
un principio, al ver que aquel lo forzaba saltó del coche y se dirigió hacia
ellos, pero se paró en seco y se echó a reír cuando vio la reacción de Pedro.
Cuando al fin él entró en el edificio y el tipo se levantó como pudo, se metió
en su coche y se alejó, se dirigió al propio y por increíble que pareciera, a
pesar de que su corazón sangraba por no entrar, en el rostro llevaba una
sonrisa. Su cielito no dejaría que nadie lo alejara de él, era solo suyo.
Sin
saber el porqué al rato Pedro salió, sintió que una alarma le impelía hacia la
calle, algo que nada tenía que ver con el tipo, tampoco con las amenazas.
“Caminando
en la noche oscura, el aire fresco relajó mi cuerpo. Iba yo con él, a quien
tanto deseo, sin importarme nadie más. Su mano posó en mi cintura, me estremecí
y mi cuerpo buscó abrigo en el suyo. Miré el firmamento y las constelaciones.
Un impulso me hizo detener la marcha.
Lo miré de frente sumergido en sus ojos, el deseo me desbordó, derribé sobre su cuello, él vio mi transformación, y cayó a mi debilidad, comprendí, que también él quería algo de mí. Me tomó tembloroso, jadeante y de respiración agitada, en mí todo palpitaba, muéstrame con tus labios esos lugares favoritos, susurró.
Me apoyó contra un árbol mientras su cuerpo se pegó inquiridoramente al mío.
Sus manos levantaron mi camisa, y subieron por mis piernas cuando hubo quitado las barreras de ropa, me aflojé, lo dejé hacer el juego más exquisito, en mi volcán que erupcionaba. Mis dedos rozaron su nuca y bajaron bruscamente a su cintura. Él apoderado de mis labios rosados, mojados bebiendo el zumo que había largado, con su lengua y caricias de hombre bien experimentado.
¡Qué placer estar en sus manos! Tanto lo había soñado.
Nos trasladábamos al éxtasis una y otra vez, cuánto goce, placer de dioses, perdido en mi túnel, abiertas mis piernas, o su cabeza escondido, prendido yo de su cabello, gemía y gritaba, eso más le excitaba.
Lo miré de frente sumergido en sus ojos, el deseo me desbordó, derribé sobre su cuello, él vio mi transformación, y cayó a mi debilidad, comprendí, que también él quería algo de mí. Me tomó tembloroso, jadeante y de respiración agitada, en mí todo palpitaba, muéstrame con tus labios esos lugares favoritos, susurró.
Me apoyó contra un árbol mientras su cuerpo se pegó inquiridoramente al mío.
Sus manos levantaron mi camisa, y subieron por mis piernas cuando hubo quitado las barreras de ropa, me aflojé, lo dejé hacer el juego más exquisito, en mi volcán que erupcionaba. Mis dedos rozaron su nuca y bajaron bruscamente a su cintura. Él apoderado de mis labios rosados, mojados bebiendo el zumo que había largado, con su lengua y caricias de hombre bien experimentado.
¡Qué placer estar en sus manos! Tanto lo había soñado.
Nos trasladábamos al éxtasis una y otra vez, cuánto goce, placer de dioses, perdido en mi túnel, abiertas mis piernas, o su cabeza escondido, prendido yo de su cabello, gemía y gritaba, eso más le excitaba.
De
pie, colé mis dedos en su erecta pasión,
llevé mi otra mano a prenderme de sus glúteos, bien formados, mi uñas se
clavaron, y sentí crecer más la pasión, tensionadas sus nalgas lo hice perder y
gritar de placer, escuché sus gemidos mezclados con los míos, embriagados, de
una locura de deseo irracional, en medio de la noche me hizo suyo como yo mío tantas veces... De espaldas me tenía y se
hundía en mí, de frente enloquecía y yo junto a él.
Nos acostamos en el pasto fresco que logramos
quemar en el lugar, con gritos
guturales. Cuánto placer sentía cada vez que penetraba, como él se agitaba,
sabía que gozaba, lo hacía por donde más le gustaba, como a mí, que a nada me
negaba. Húmedo su cuerpo por el fuego que ardía, besaba mis labios junto con una embestida copiando el
ritmo poniendo en fuga a la mente.
Jamás soñé sentir tanto junto a él, los jugos nos bañaban. De eso al fin se trata hacer el amor, de ser uno en todo, de envolverse con fluidos de ambos, de fundir alma y piel en una.
Soy adicto a ese hombre, qué goce y placer me sabe dar, desenfrenado, en cualquier posición, en sus brazos, en los míos, por las palabras dichas a mis oídos. Desnudos y entre gemidos el amanecer nos sorprendió, fuimos por otra ocasión.”
Jamás soñé sentir tanto junto a él, los jugos nos bañaban. De eso al fin se trata hacer el amor, de ser uno en todo, de envolverse con fluidos de ambos, de fundir alma y piel en una.
Soy adicto a ese hombre, qué goce y placer me sabe dar, desenfrenado, en cualquier posición, en sus brazos, en los míos, por las palabras dichas a mis oídos. Desnudos y entre gemidos el amanecer nos sorprendió, fuimos por otra ocasión.”
Sábado.
Al
día siguiente Pedro se sentía fatal por el amigo de Camila, feliz y triste por
Guillermo, se encontraban, se amaban para volver a separarse, no sabía si era
lo que en verdad él necesitaba.
La
noche había empezado bien, había seguido desastrosa, y había terminado muy
bien. Nada más levantarse había comprobado como la noche anterior no haber
matado al tipo, no estaba en la puerta al menos, y tras desayunar llamó a
Camila y le contó avergonzado lo sucedido. Su amiga en principio no podía creer
lo que había sucedido y cuando comenzó a carcajearse de risa, Pedro se unió a
ella.
__Pedro,
no es para que nos des respuestas, cada vez que intento ayudarte, termino
haciendo lo contrario, pero la misión en el sur fue bien.
__ ¿Qué?
_interrogó Pedro.
__Nada,
que llamaron desde la central de Nueva
York, estarían necesitando a alguien osado como tú, al menos por unos meses,
para enviar a sitios peligrosos, no sé si te interese, pero siento que debo decírtelo.
__Bueno,
Camila, gracias, lo pensaré.
Luego
de saber por Daniela que Agustín estaba durmiendo en el country, el teléfono lo
sorprendió.
__Hola,
Pedro, ¿cómo estás?
__!
Gaby! ¡Qué ganas tenía de hablar contigo amiga!
__Pero
era muy fácil _soltó la aludida con sorna__. Si no querías hablar anoche entre
todos, solo tenías que levantar el auricular o apretar un botón, marcar mi
número y te aseguro que del otro lado de la línea estoy yo. Pero claro, es más
fácil para ti que la que llame sea yo, ¿verdad?
Al
fin supe que nuestra búsqueda de Silvina, más allá de lo sucedido con ella
quizás una a los hermanos, no somos tan mal equipo, y Pedro, te extrañamos en
el estudio.
__Eres
terrible _soltó Pedro.
__Tú
sí que lo eres, no escribes ni un mísero mensaje, no llamas. Pedro ¿están locos
o qué? ¿Cómo han podido separarse? No le lleves el curso a Guille, él siempre
huye de las relaciones, pero no creí que tú. Son dos cabezotas.
__Mira,
preciosa, no creo serlo como piensas, lo que pasa es que… __dudó mientras los ojos le escocían__... es que…
bueno, lo que pasa además de Guille y sus tiempos, es un problema mío,
¿entiendes?
__Eres
peor de lo que pensaba __se mofó Gaby desde el otro lado del teléfono__. Te da tanta vergüenza que tú no eres capaz de
decirme lo que pasa, qué es lo que sucede realmente porque tú no le harías
tanto caso a Guille, y sé que Beto lo sabe y no me está contando. Pedro,
supongo que crees que terminaría por darle la razón a Guille, pero no, sé que
eres un encanto, aunque solo hay que verlo a él, para saber que está loco por
ti, y no quiero decir nada más.
__Me
parece bien que no digas nada más __respondió Pedro mientras atajaba con el
dorso de la mano las lágrimas.
__Por
teléfono, por supuesto __aclaró Gaby.
__ ¿Por
teléfono? ¿Qué quieres decir?
__Que
salimos para tu departamento con Alberto, que sí me ha contado todo, o casi
intuyo, y no te enojes, solo queremos
ayudar. Pero ¿qué pasa con Guille?
__No
hay nada que contar, discutimos, y eso es todo.
__Pero,
bueno, ¿tú crees que me lo creo? Me vas a contar lo que pasó.
__Mira,
Gaby, hemos discutido demasiado, como seguramente discutes con Beto, solo que
ustedes son una pareja consolidada, y Guille y yo, no.
__Pedro,
llevan alianza, conmigo no, y les he visto cómo se miran, las ojeras que
llevan, las líneas de tensión, me da en la nariz que el problema es lo que sabe
Beto.
__
Ya
en el departamento, el que habló fue Alberto.
__Tienen
más de un problemita, te lo aseguro, y en medio esta vez, está Miguel.
__ ¿Qué?
¡Dios! Primero Silvina, los hijos, y ahora esto. ¿Guille lo sabe?
___!
No! Y ni que lo sepa, Gaby, es lo que intento evitar, solo le he dicho que mi
hermano anda en malas compañías, no más.
Pedro
solo se ausentó unos minutos para hacer
café, pero cuando regresó, el rostro de Gaby hablaba.
__
¿Me pereció o sonó el teléfono?
__Era
Camila. Viene para acá.
__ ¿Para
qué? ¿Qué te ha dicho? __preguntó Pedro acercándose.
Pero
la respuesta estaba instalada en el rostro de Gaby, sabía que Camila habría
dicho más que Beto.
__
¿Qué ha dicho la loca de mi amiga?
No
esperaba contestación, y para cuando Camila llegó se ganó una nada amistosa
mirada de Pedro, pero poco le importó. Y como si de un mal sueño se tratara, fue
Camila la que empezó a resumir la situación, para Beto, y a poner al tanto de
todo a Gaby, habló de Agustín, de Cavas, de los chantajes, de las fotos, y
Pedro sin poder creer lo que consideraba una traición de la amiga solo la
miraba.
__Lo
siento, Pedro _dijo aquella tras acabar de contar todo__. Quizá no vuelvas a
confiar en mí en toda tu vida, pero creo que necesitas ayuda, y nosotros somos
tus amigos.
__Ellos,
por supuesto que no volveré a confiar en ti, más allá de que ya le había
contado a Beto. ¿Por qué le tienen que contar con detalles a Gaby? ¿Por qué
ponerla en riesgo también? Si Cavas o Miguel lo saben, todo será peor de lo que
está.
Los
amigos se miraron.
__No
te preocupes, Pedro, Agustín no sabrá nada y Guille tampoco, pero creemos que
deberías habernos contado todo desde el inicio tú, trabajas en un estudio, somos
amigos.
__No
quería meterlos en líos, menos al estudio. No sé qué hacer. Tengo la sensación
de que cuanta más gente lo sepa peor será. __Y mirando a Gaby aclaró__: Ni una
palabra a Guille de todo esto. ¿Entiendes que mataron a un abogado de mi
empresa? Si él lo supiera se complicaría todo aún más, han amenazado a Fabián,
hasta a Guillermito, y sabes cómo Guille detesta a Miguel, ¿de acuerdo, Gaby?
Por
ello dejé de ir al estudio, debe de creer que no los veo.
__Vale,
entendí.
__Te
lo ruego, son peligrosos, por favor, chicas.
Camila
y Gaby asintieron, la cabeza de Beto trabajaba a mil por horas.
__Sé
que dirás que es insensato, pero creo que deberías hablar con la policía _dijo
Camila.
__!
No! __dijo Pedro, hay demasiados amenazados, mi hermano. ¡Maldito sea Miguel!
Creo que él lo ha contactado con una drogadicta para atarme las manos. Hay que
pensar con calma para no poner en riesgo la vida de nadie. Hay que ser
sensatos, sacar a mi hermano del medio, él no está enamorado de esa mujer, yo
espero que deje de verla antes que pase a mayores y sufra o algo peor.
__Bueno,
Pedro _cortó Alberto__; tengo un amigo que trabaja en la policía. Quizás él
podría echarnos una mano.
__No
metas a la policía en esto.
__Listillo,
¿y qué quieres que hagamos? _lazó Camila__, porque según tú no hay que hablar
con la policía por temor a que maten a alguien, pero qué sabes si esa mujer no
está matando de a poco a tu hermano con droga o si no lo hará si la dejas
suelta demasiado tiempo, o Miguel a Guille, o cualquiera a Fabián o Valeria. Estamos
a tiempo de que esta pesadilla acabe, y no podemos quedarnos de brazos cruzados
como tú pretendes. Así no solucionaremos nada.
__Quizá
tengan razón, pero tengo miedo.
__!
Yo también estoy muerta de miedo! –dijo Gaby, y seguramente Camila y todos,
pero es la única solución que tenemos si queremos que Guille y tu hermano
salgan lo antes posible de todo este embrollo ilesos.
__Es
la única solución, Pedro _afirmó Beto.
Pedro,
tras pensarlo y maldecir mil veces asintió al fin.
__De
acuerdo. Pero primero hablaremos con el detective que me informa de todo. Él
también tiene amigos en el departamento de la policía.
__Muy
bien, llámalo __dijo Beto entregándole el móvil.
Banfield.
Por
la mañana Guillermo miraba en lontananza aquel viejo barco que se acercaba,
su corazón estaba en vilo porque un fuerte presentimiento se prendía a su mente, todo a su alrededor parecía dejar atrás aquel abrojo, pronto quedaría en olvido.
Su corazón estaba maravillado ante aquel hombre que era su ángel y su luz, vino a su vida a iluminar días grises; devolviendo a sus carnes ya cansadas la vitalidad que necesitaba.
Diario le hacía recobrar la cordura y le devolvía la sonrisa que le robaban a su rostro, él agradece infinitamente, a ese hombre dulce que estaba siempre a su lado, rodeándole de dulces ósculos que traían paz interior a su alma.
Solo él, de carácter afable hacía que los días fueran acariciados por la ternura, para que la nostalgia de los abriles pasados; quedara en olvido para siempre.
Porque con él encontró lo que su alma buscaba sigilosamente en este mundo.
El amor le mostraba un mundo bello y diferente, porque su ángel con su mirada centelleante logró sanar el alma.
Aquel elixir de amor, lentamente curó cada herida sangrante que tenía el corazón, gracias a ese amor apacible, por su entrega y paciencia, siempre sería valorado en su vida como esa motita blanca de algodón suave, limpiando la hiel, que arrancaba viejas cicatrices que tenía su piel... no era por adular, era el sentimiento nacido de un alma gemela que viene cansada atravesando portales, para anidarse en él y solo en él, porque Pedro lo era, no tenía dudas, era su alma gemela, como ese barco que llegaba al muelle, Pedro era el barco que había llegado a su vida, en… la cátedra.
su corazón estaba en vilo porque un fuerte presentimiento se prendía a su mente, todo a su alrededor parecía dejar atrás aquel abrojo, pronto quedaría en olvido.
Su corazón estaba maravillado ante aquel hombre que era su ángel y su luz, vino a su vida a iluminar días grises; devolviendo a sus carnes ya cansadas la vitalidad que necesitaba.
Diario le hacía recobrar la cordura y le devolvía la sonrisa que le robaban a su rostro, él agradece infinitamente, a ese hombre dulce que estaba siempre a su lado, rodeándole de dulces ósculos que traían paz interior a su alma.
Solo él, de carácter afable hacía que los días fueran acariciados por la ternura, para que la nostalgia de los abriles pasados; quedara en olvido para siempre.
Porque con él encontró lo que su alma buscaba sigilosamente en este mundo.
El amor le mostraba un mundo bello y diferente, porque su ángel con su mirada centelleante logró sanar el alma.
Aquel elixir de amor, lentamente curó cada herida sangrante que tenía el corazón, gracias a ese amor apacible, por su entrega y paciencia, siempre sería valorado en su vida como esa motita blanca de algodón suave, limpiando la hiel, que arrancaba viejas cicatrices que tenía su piel... no era por adular, era el sentimiento nacido de un alma gemela que viene cansada atravesando portales, para anidarse en él y solo en él, porque Pedro lo era, no tenía dudas, era su alma gemela, como ese barco que llegaba al muelle, Pedro era el barco que había llegado a su vida, en… la cátedra.
__Te
amo… mi amor eterno.
Palermo.
Pedro
logró localizar al detective y quedaron en verse en un bar del centro. Mientras
iban en el coche, para aligerar la tensión, la siempre alocada Camila
intervino.
__ ¿Saben
a qué me recuerda esto si no estuviese Alberto?
__Conociéndote,
¡a saber Dios! __se mofó, Pedro.
Camila
divertida asintió.
__A
la película: Los ángeles de Charlie. __Y rápidamente exclamó __: ¡Me pido ser
la rubia!
__Eres
terrible. __ Pedro rio al oír las ocurrencias de su casi hermana__. Yo aquí
preocupado por todo y tú bromeando, pero en las misiones siempre fue lo mismo,
era la alegría y el sostén de los grupos, por poco que hubiera por sonreír en
esos sitios.
Camila
se enderezó y suspiró.
__No
lo puedo remediar y quizá sea por eso mismo. Vimos tanto dolor en esos sitios,
enfermedad, carencia, muerte, que ahora todo me parece más liviano, y he
decidido reír. Cuando ves a gente joven que muere eso te hace pensar, algo debe
de aprenderse, es como que se debe exprimir cada experiencia de vida al máximo
porque nada se puede dar por sentado, y desde ese momento es que decidí vivir
el instante a full, creo y con alegría, al fin la vida se trata de reinventarse
una y otra vez ante cada caída. O será que con los nervios nos da por decir tonterías,
no lo sé. Pero si no lo tomamos así acabaremos como el título de la película de
Almodóvar.
_ ¿Cuál?
__preguntó Gaby sin parar de reír, tentada como estaba.
__Mujeres
al borde de un ataque de nervios, perdón, Beto.
La
carcajada fue general.
__Para,
por favor Camila, para ya __pidió Gaby.
Llegaron
a la cafetería y, diez minutos después, llegó el detective quien, al ver a
tanta mujer esperándolo, levantó las cejas mientras miraba a Pedro como
pidiendo explicación.
__Son
mis amigas, mi socia. Gabriela que es abogada y Camila que fue activista. Gente
de mi máxima confianza, Alberto Marini, otro de mis socios.
Resignado,
el detective se sentó con ellos.
__Es
usted quien manda. ¿Para qué quería verme?
Sin
perder el tiempo, las mujeres comenzaron a hablar y el detective pidió
tranquilidad. Discutieron acerca de la opción de avisar a la policía, de los
riesgos de Agustín y de todos. Gaby sugirió la posibilidad de detener a los
compinches por algo ajeno al caso que trataban, y una vez retenidos investigar
hasta llegar al fondo del asunto. El detective la miró y le recordó que la
policía no se andaba con juegos y que difícilmente harían caso a esa petición.
__Guille,
Graziani, siempre dice de anticiparse a la jugada del otro, por eso lo decía _adujo
Gaby.
Tras
una larga charla en la que todos expusieron sus ideas, se despidieron. Gaby y Pedro
llevaron Camila a su casa y después se dirigieron con Beto a almorzar.
__Creo
que deberíamos hablar con mi amigo de la policía ya Pedro __propuso Beto.
__Ya
lo oíste, no nos harán caso.
Tras
un silencio, mientras esperaban a que el semáforo se pusiera verde, Gaby no
pudo más.
__Creo
que deberías hablar con Guille, Pedro, conoce como nadie a Miguel.
__En
ese asunto no voy a permitir que te metas _dijo Pedro desafiante__. Por lo
tanto, cierra el piquito.
__El
problema es que nadie supiera lo que pasa. Te recuerdo que lo sabemos dos de
tus socios ahora, y Camila.
__Porque
Camila se ha ido de la lengua.
Gaby
le dio una colleja que hizo que Pedro la mirara con el ceño fruncido.
__Y
si es que es para matarte __espetó Gaby__. Eres tan cabezota. Y me da igual lo
que pienses, digas o despotriques. Creo que Guille debería saber qué ocurre.
__Si
lo haces te juro que no volveré a hablarte en mi vida.
__Pero
él debería saberlo __insistió__. Debería saber por qué no le contaste nada y…
__Basta,
Gaby… __y cambiando de tema pregunto__: ¿Es de confianza el poli que conocen?
__Sí.
Es un antiguo amigo __respondió Gaby convencida de que era inútil seguir con el
otro tema, fue compañero en la facultad, pero no terminó, estaba colado por mí,
¿doy trola?
__Gaby,
no te hagas la viva, lo hablaré yo __ afirmó Beto.
__Era
una broma mi amor.
__Pipo.
Pedro
al oír el nombre estalló en carcajadas.
__ ¿Era
el chico gordito que todos los fines de semana te enviaba rosas y que un día
vino a recogerte al estudio hace un año o más y…?
__El
mismo __contestó Gaby cortando a Beto.
__Pobre…
¿Y vos crees que tras lo que le hiciste nos ayudará?
Gaby
sonrió al pensar en él, había sido un antiguo pretendiente cuando estaba con
Antonio, luego le había presentado a Beto, y por suerte al final solucionaron
los problemas.
__Pipo
es una buena persona, lo sabes y entre
nosotros todo quedó claro. Lo último que sé de él es que comenzó a trabajar en
la policía.
__De
acuerdo, mañana podríamos llamar y preguntar por él.
__ ¿Por
qué llamar si podemos verlo hoy?
__Llamaste,
ya lo llamaste __afirmó Beto clavándole la mirada. Y sin más sacó la cabeza por
la ventanilla y preguntó a los transeúntes si sabían dónde estaba la comisaría
más cercana. Pedro puso los ojos en blanco, sus socios y sus locuras. Un minuto
después se despidió de los viandantes y, mirando a Gaby, señaló hacia delante.
Sigue
esa calle y tuerce a la izquierda, por lo visto allí está la comisaría, te prometo
que Pipo nos solucionará el problema.
__Ojalá,
Gaby, ojalá, y juro remover a todo el personal de la empresa, antes de regresar
con Guille. Y asegurarme que Miguel jamás lo vuelva a molestar, ni a él ni a
nadie.
__Así
será, Pedro, Guille te ama, y está ocupándose de él, tranquilo.
Banfield.
Pedro,
amorcito, espero no tardar en volar.
Borré
cada rincón cada lugar de mi vida, borré mi pasado para que no te molestara, te
amé con todas mis fuerzas, desalojé mi corazón para darte todo mi espacio, cada
noche, en cada sueño cubría con mis verbos tu piel, dejé que volarás por mis
labios y mi alma, y aun así lloré, lloré por ti y por mí, por tus ausencias y
mi soledad, lloré y me sentí vivo, muy vivo pero sin ti, ya no bailaban
nuestros corazones, ya no, ya las melodías estaban muertas, la pasión se había
dormido en ese suspiro de amor, los besos tiritando de frío.
La noche se me presenta inmensa, mi corazón te buscará al igual que cualquier noche, mi voz, gritará tu nombre en el aire adormecido, hace calor vida mía, me pesa el cielo y me sobran las estrellas porque vos no estás, quiero amor unos sueños nuevos, quiero volver a empezar, quiero verte en mi locura de amor, el eco de la gloria será nuestro y mañana será un día nuevo donde los sueños recobrarán vida y mis verbos serán compuestos de melodías encadenadas, así vida mía se acabará mi llanto ahogado, seré de nuevo tu enamorado, que quiere sentirse vivo, ven abrázame amor esta noche.
Te amo amor.
La noche se me presenta inmensa, mi corazón te buscará al igual que cualquier noche, mi voz, gritará tu nombre en el aire adormecido, hace calor vida mía, me pesa el cielo y me sobran las estrellas porque vos no estás, quiero amor unos sueños nuevos, quiero volver a empezar, quiero verte en mi locura de amor, el eco de la gloria será nuestro y mañana será un día nuevo donde los sueños recobrarán vida y mis verbos serán compuestos de melodías encadenadas, así vida mía se acabará mi llanto ahogado, seré de nuevo tu enamorado, que quiere sentirse vivo, ven abrázame amor esta noche.
Te amo amor.
CONTINUARÁ
HECHOS
Y PERSONAJES SON FICTICIOS.
CUALQUIER
PARECIDO CON LA REALIDAD ES MERA COINCIDENCIA.
LENGUAJE
ADULTO, ESCENAS EXPLÍCITAS.
Patricia Melancólico. Bellísimo!!!
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ResponderEliminarVictoria... Precioso. Gracias
ResponderEliminarGladis Gracias por compartir tu hermosa novela.
ResponderEliminarElena Gracias Eve Mónica Marzetti
ResponderEliminarDiana Preciosa.
ResponderEliminarBeatriz Filippa Qué maravilla!!! Arte.
ResponderEliminarAsiyah Gracias bella amiguita Eve Mónica Marzetti , bellísima.
ResponderEliminarSaludos y bendiciones en abundancia 🙏😇
Nora Querida Eve visitar este espacio con tus novelas haces que sea una caricia al alma. Mi gratitud siempre💚
ResponderEliminarLourdes Muy lindo
ResponderEliminarMaria Rosa Muy bello
ResponderEliminarIsabel Qué hermosos
ResponderEliminarQué lío Eve...Espero que por fin decidan enfrentar todo juntos, porque es la mejor manera de hacerles frente...Además separados sufren el doble...
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