martes, 24 de julio de 2018

"SUR". CAPÍTULO CUARENTA Y NUEVE.



"SUR".

CAPÍTULO CUARENTA Y NUEVE.

Banfield, jueves 11 de agosto de 2016.

Se recostó sobre la silla, abrió su computadora y la rodeamos, al abrir el buscador intuimos a dónde iba.
Luego, más por instinto que por razones empíricas, buscó información sobre otra muerte, la de Rubén Maler, ocurrida un día después.

Madrid...

Francisco Pérez tenía concertada una entrevista con Samanta, la socia de Maler, para esa misma tarde en las oficinas que ella había compartido con la víctima.
A medida que avanzaba en la investigación del asesinato del financista, más lejos se sentía de la verdad. No tenía ninguna pista. El homicida era un profesional. No tenía dudas. No habían logrado encontrar huellas ni otro rastro de una segunda persona en el lugar de la muerte, con excepción del esmero puesto en la limpieza de la sangre en el baño y sobre el piso.
El llamado a Samanta había sido preciso y breve. La mujer accedió a recibirlo de inmediato Pérez sabía que ella había estado involucrada sentimentalmente con Maler antes de que él conociese a Luisa, su esposa, su actual viuda.

"Te quiero tanto. Tú lo sientes, ¿verdad? No está en las palabras, no tiene nada que ver con decirlo, con buscarle nombres. Dime que lo sientes, que no te lo explicas pero que lo sientes, ahora."
Julio Cortázar.
“Es mejor haber amado y perdido, que jamás haber amado”.
Alfred Tennyson.
“Amor, cuantos caminos para llegar a un beso tuyo.
¡Qué soledad errante, hasta tu compañía!”. Pablo Neruda.
“Nos amaremos por siempre, en el silencio de un secreto, nuestras
almas mudas nunca dirán nada pero sentirán todo”. De Vega.
Llegamos a la casa, y voy a darme una ducha, la que no pude darme en el club, me quedo bajo el agua por más de una hora, acaricio mi cuerpo, mis deseos, y disimulo mis lágrimas que se mezclan con el agua bajando por toda mi piel.
Me juzgo por lo que siento, porque he dejado que esto sucediera, por qué le permití que besara mis labios, que tocara mi piel, por qué me he permitido sentir este deseo, de querer sentirlo en mi cuerpo, de querer que me arrope su calor, de fundirnos en pasión.
Me atormenta y me espanta esta sensación, no puedo seguir con este juego, que sin buscarlo me encanta, y me atrapa en la seducción de nuestras miradas, en el fuego de sus manos, que hace arder mis entrañas y desearlo cada día más.
Tocan la puerta, y digo que ya voy a salir, es que no puedo ser libre ni en mi propio baño. Me coloco algo fresco para dormir, no quiero ir a cenar, no me provoca nada, solo quiero dormir, solo quiero pensar en Guille, solo quiero olvidar mi triste vida.
Vivo atrapado en estas cuatro paredes, en un mundo que escogieron por mí, un matrimonio que no elegí, una mujer que no escogí.
Una bella casa, buena posición social, es cierto nada me ha faltado, o por lo menos eso es lo que todos dicen, pero se les olvidó que también merecía decidir mi vida, que siendo tan niño dispusieron el día y la hora y planificaron mi boda, cuando apenas dejaba de jugar con mis autitos, cuando apenas salía de mi encierro voluntario.
El mejor prospecto, una mujer de negocios y extensas tierras, la más bella, la hija del juez, y qué diablos me interesaban sus pertenencias, soy una de ellas, un objeto inanimado, que tuvo soportar sus manos en mi cuerpo cuando apenas despertaba mi sexualidad, ¡asco! eso es lo que sentí, pero debía sentirme orgulloso de que fuera a mí a quien eligiera.
Aún recuerdo ese inocente beso en mi mejilla, de aquel chico que estudiaba en mi colegio, que me hacía latir el corazón y llenar de ilusión con tan solo verlo, sin saber que ese día sería el último que vería clases en una escuela, que desde ese día mi vida se transformaría en una eterna agonía, en una tormenta, en un alma vacía.
Desde ese día mis estudios fueron por correspondencia, no podían permitir que me enamorara de otro chico y estropeara sus negocios. Tengo varios títulos y post grados, del cual nunca he podido ejercer, un abogado que nunca ha ido a un juicio ni en práctica, títulos colgados que solo adornan una de las paredes de la casa, tan inmóviles, como yo.
Me condenaron a una vida sin amor, sin conocer la pasión, de tener sexo con alguien a quien no amo, aunque me enseñaron a respetarla, y nunca le había faltado, siempre obedeciendo a sus antojos, a sus caprichos, compartiendo su cama, sus vicios, sus besos, soportando su cuerpo, su sudor, sus manos suaves pero que siento como lijas, muriendo en cada embestida tal cual toro salvaje domando a su hembra.
Se oscurece, debo ya dejar de pensar en tantas cosas, que me van a volver loco, la culpa me persigue, siento estar alejándola de nuestro hijo,  enamorado del hombre que en verdad siempre amé,  que ha despertado en mí, sensaciones que nunca sentí, que nunca conocí, y muero por descubrir.
Solo pienso en él, ahora ya conozco el sabor de sus labios y solo deseo volver a probarlos…, miro el reloj, ya es tarde, antes de recibir la compañía en mi cama, prefiero dormirme, y volver a soñar con él, aunque en la realidad al fin es él, quien de noche mi cuerpo posee. Nunca deseo que sepa que en aquella vida de Varsovia, antes de él, existió Camila, aunque ella no fue de la partida que llegó al Sur.”

__Pedro, no te sientas así, estarán bien créeme, Camila en unos meses será nada, un recuerdo, y en cuanto a Josecito, no le digas que murió, es muy chiquito, si algún día quiere verla, se verá __dijo Gabriela que vino a casa con la notificación del abogado.

__Gracias, Gaby, eres un amor. Pasa que sé que a Guille esto no le gusta nada, va contra sus principios no  mandarla al penal por veinte años, pero aunque yo mismo es lo que deseo, entiendo que es lo mejor negociar. Ya quiero olvidarme de todo, empezar a ocuparme de la casa, del estudio. Me cuesta decirlo, pero a veces estoy agotado, amiga, llevo cien años de lucha, ahora mismo tenemos este caso que algo tiene que ver con mi don, y a veces no sé si lo quise, si fue lo mejor. Los años que pasé separado de Guille, fueron la eternidad y verlo morir fue mi propia muerte. Hoy solo quiero disfrutar, de él, de los chicos, del estudio, no esperaba que el libro trajera a Camila.
__Ustedes pueden con esto, a mí me parece que esa negociación es correcta y liberadora,  ya verás que sí.
__Gaby…__Guille entró al estudio dándome un pico, y un beso a Gabriela que  a su vez se despidió, llevaba prisas porque Beto la esperaba en el coche para seguir el caso del nene intoxicado.

__ ¿Qué? ¿Leíste la propuesta de Camila?
__No amor, Gaby acaba de dejarla. ¿Sabes que te amo verdad? Haré lo que mejor nos haga sentir a los dos, y lo que proteja al nene. Yo sé lo que es el sentimiento que nos une.
__ ¿A ver? _dijo él abrazándome en el sofá.

__No hay palabras para describir el sentimiento del amor, ni palabras para describir este amor dulce que siento por ti,  ni puedo expresar las ansias que tengo dentro de mi corazón,  cuando tú… sí, solamente tú, estás junto a mí. Eres el hombre más inusitado del mundo, el hombre que mi corazón ha predestinado  para que estemos juntos el resto de nuestras vidas.
Tú sabes el significado de mis bellas palabras de amor,  que te susurro en tu oído para decirte lo mucho que te quiero y lo mucho que te amo. Tú sabes la fortaleza del amor, cuando juntos estamos amándonos los dos, mis impetuosas palabras cuando te digo… te amo son únicas y verdaderas, así como tus palabras también la siento en mi corazón. Me haces perder todos mis sentidos cuando en tus brazos me abrazas, siempre te tengo en mi mente ya que no hay otro amor que sea igual al tuyo. También sabes que no podría pasar por otra muerte de alguno, me aterrorizó cuando no despertabas de ese veneno que ella te dio, pensé que lo mío no era la eternidad que muy bien o para nada conozco, pero solo sé que si estoy a tu lado y de los chicos podremos transcurrir.
Habrá días que sean un silencio, el amor tiene esos caprichos pero el nuestro es único, dulce ya que con nuestra pasión e ilusión,  estamos enamorados día y noche.
Sé que esta vez no es un amor imposible, pero en mi mente a veces pasan películas de vidas, de momentos contigo, y no deseo que vuelva a suceder.

Llovía. Mansamente, en la tarde gris, mientras las penumbras del atardecer transfundían la luz en el ocaso tibio y brumoso, y su melancolía me dolía en todo mi cuerpo.
Caminaba pegado a la pared evitando la lluvia, como pretendiéndome esconder del mundo y de mí mismo.
A la mañana, tu padre me había enviado con su secretaria la invitación a tu casamiento, en el día de tu cumpleaños, unos días después.
Mi cabeza, estremecida por los recuerdos, ardía, cuanto más te recordaba.
Nos gustaba caminar juntos, abrazados, con nuestros cuerpos juntos y afiebrados en las madrugadas lluviosas, evitando las miradas y los comentarios lujuriosos de tus bellos diecinueve años, que parecían menos, y los míos, que los superaban por mucho.
Pero solo nos importaba nuestro amor.  La verdad… no quería recordar. Es una vida que no te he contado, una que fue corta, previa a la actual, pero donde de nuevo se nos hizo complejo estar juntos.
__Sigue.

__Llegué al café de la esquina y te vi. A través del cristal del ventanal.
Estabas sentado en el reservado de siempre, muy puntual, costumbre que te enseñé y luego te exigí. Tu cabello adquiría una fosforescencia etérea a la tenue luz de la lamparita de la coqueta mesita. Me quedé parado, debajo del toldo que me protegía de la lluvia y te observé, conteniendo mis ganas de correr a abrazarte y besarte.
Por tus gestos, estabas nervioso, y yo sabía por qué. Conocía como la palma de mi mano toda la belleza de tu cuerpo, y cada sentir de tu alma.
Vestido con delicadeza y buen gusto, atesoraba tu carita de adolescente, de cuando te conocí. Algunas pequeñas gotas de agua, como diamantes engarzados, estaban detenidas en  tu cabello.
Y recordé. Cuando con tus recién cumplidos dieciocho años, abriste la puerta de la oficina de tu padre y me miraste directamente a los ojos con los soles de los tuyos.
Y me dijiste cuando te pregunté por él;” No, no está, está de viaje, pero estoy yo”.
Esa simple respuesta muy tuya y tu actitud cuando estuvimos solos en la oficina, fue el desencadenante de meses de amor y pasión.
Pero mansamente, complaciendo y aprendiendo juntos, este primoroso y extraño sortilegio de lo prohibido, y de guardarnos solo para nosotros, el dulce secreto mejor guardado de todos los celestiales momentos compartidos.
Y recordé nuestra conversación de hace un tiempo, después de una noche de exaltación desenfrenada. Abracé tu cuerpo desnudo en la dulce penumbra vaga de la habitación y te dije “Escucha amor, tuve el privilegio y el lujo de poseerte solo para mí todo este tiempo, pero te conozco tanto que presiento que hay algo que nos está separando. Te repito nuevamente, tú eres libre, que no te ate ni tu amor ni compromiso alguno conmigo, pronto seré una carga para ti, y eso, no quiero serlo. Si tienes que irte y dejarme, me dolerá, lo sentiré pero voy a entender, tendrás la libertad que nunca perdiste y siempre te agradeceré todo lo que me has dado. Pero no me pidas que te olvide, o que no te ame, eso no ocurrirá jamás”.
Esa tarde, elegantemente firmado en el coqueto asiento del pub con tu espalda recta y tus piernas cruzadas, parecían una escultura de Miguel Ángel.
Presentiste algo y miraste a través del cristal empañado.
Me viste, y allí entonces apuré el paso y entré.
Me senté a tu lado, mi cuerpo pegado al tuyo como lo hice siempre, en nuestros íntimos encuentros. Me gustaba sentir el calor de tus caderas en mi cuerpo y oler en tu cuello, el aroma de mi perfume preferido.
Con suavidad te tomé la barbilla y giré con delicadeza tu cara hacia mí. Me sumergí en la miel de tus ojos y te miré el alma. Tu boca se abrió levemente, como esperando que te besara.
Tus lágrimas comenzaron a fluir en pequeñas gotas cristalinas, tibias, que se deslizaban por la piel de durazno de tus mejillas, mientras me mirabas con todo el amor del mundo.
Me conmovió. Te dije,” no llores por favor”. Recordé las palabras de García Márquez,” Amor, no llores porque ya se terminó, sonríe, porque sucedió”, pero no tuve el valor de repetírtelas.
Venciendo la desesperanza que me partía el corazón te dije: “Tú y yo sabemos por qué estamos aquí. Somos conscientes de ello, no llores por favor, tus lágrimas me lastiman y desgajan mi alma. ¿Ves?, tienes el anillo que te regalé con la fecha de tu flamante título. Tu padre me contó que te vas al puerto a atender sus negocios de exportaciones, eso está muy bien”, te decía, mientras sentía los jirones de dolor que me atravesaban cuerpo y alma.
“Y te vas con alguien con quien te casarás, que te ama y de tu edad, un flamante profesional que estoy seguro que te quiere bien”.
Secabas tus lágrimas, mientras tu silencio era más duro que las palabras y en mi cabeza, el más fuerte de los ruidos.
Tu nariz perfecta, resaltaba su perfil con la luz de la coqueta lámpara de la mesa.  Tuve que morderme para no abrazarte y besarte.
Y seguí con mis recuerdos. Conocí por casualidad al que tu padre te sugería como esposo y tú aceptaste con gusto. Buena persona inteligente y formal, me recordaba a mí mismo a su edad.
En nuestros encuentros furtivos, prohibidos y deliciosos, cuando viajábamos al puerto por negocios, siempre cambiábamos de hotel y viajábamos en aviones diferentes. Pero allí, en nuestros momentos, nos derretíamos en un solo ser.
Recuerdo cuando en los rojos atardeceres nos sentábamos desnudos y abrazados en las ventanas del piso diez del hotel de Callao y Corrientes, con los vidrios polarizados y me contabas ilusionado de tu carrera que terminaba, tus enormes posibilidades de viajar por el mundo, por necesidades del trabajo de tu padre, entusiasmado.
Desde esos momentos, yo intuía que de a poquito, salías de mi vida. Y sonreía y te animaba, con el corazón destrozado.
Era consciente que había llegado tarde a esa vida, lo supe desde siempre. A veces sentía que tenía tu fuego y tu calor, pero sabía que el tiempo es inmutable.
Me miraste como aquella primera vez y me dijiste: “Tengo que dejarte, amor mío, y muy pronto. Se cumple lo que me dijiste hace tiempo, siempre pensé que el momento llegaría, pero me destroza y tengo miedo”, me decía, mientras acariciaba mis sienes como lo hacía siempre, para calmar mis ansiedades. ”Pero no quiero hacerlo, no tengo las fuerzas suficientes”. Se quedó muy quieto y callado, recostado bajo mi brazo que lo cubría, con la mirada perdida en ninguna parte.
Los recuerdos eran fuertes, me jugaban una partida que sabían que ganarían.
En las noches de nuestros momentos tan deseados por los dos, después de pegar nuestros cuerpos desnudos, donde perdíamos la cordura y la noción del tiempo, perdurábamos abrazados muy juntos, con tu aliento en mi boca, hasta que me dormía, mientras vigilabas mi sueño y me despertabas cuando era necesario.
Me hechizaba mirar tu cuerpo desnudo, potente, fuerte y sinuoso caminar con desparpajo por la habitación y cuando descubrías que te miraba, te vestías con mi camisa. ¡Ay amor!, sabías cómo excitarme aún más.
Esa tarde lluviosa hablábamos poco, entre largos silencios. Ya todo estaba dicho. Pero era nuestra última cita y nos hubiera gustado detener el tiempo, ahí en ese momento, y acompañados de la lluvia.
Finalmente dije,” No te veré más, no quiero comprometer ni tu vida ni tu futuro, te amo demasiado, y siempre te amaré. Pero recuerda esto, el día que me llames y me necesites, y no importa dónde estés, ni cuándo ni cómo, allí estaré.”
Te abracé y te besé, queriéndote robar el aliento de toda tu vida, para que perdure en la mía, mientras sentía tus lágrimas sobre mi boca.
Te levanté con suavidad y caminamos juntos hacia la salida, como siempre.
La lluvia arreciaba. La noche cubría con su manto las farolas del portal, tal vez llorando de tristeza por nosotros. Corría mucha agua en la calle, te tomé en mis brazos y te alcé para que no te mojaras, y confundimos nuestras bocas intentado calmar la sed de la despedida.
Llegamos a tu coche y sin mirar hacia atrás te fuiste, con los ojos obnubilados por tus lágrimas.
Estaba destrozado. Lo poco que quedaba de mí, en ese momento final del gran amor de mi vida, se quedó como petrificado ahí, bajo la lluvia persistente, intentando calmar con ella la fiebre que me inflamaba el alma.
Sentí un pequeño dolor en el pecho, que me trajo a la realidad y subí a mi auto.
Allí me quedé sentado un buen rato, calculando si habías llegado a tu casa.
Prendí el celular y te llamé, para asegurarme. Solo escuché la voz metálica del contestador. Arranqué despacio y me fui.
Tu amor y ese trozo de mi vida, vivió en mis recuerdos, siempre. Nunca más te molesté ni intenté volver a verte.  El tiempo pasó y la curva del destino lo quiso.
En una tardecita de sol, mientras paseaba, te vi, en el parque de nuestras citas más bonitas, frente al banco que guarda la reminiscencia, el sabor y el recuerdo de nuestros encuentros. Correteabas detrás de dos niños y una niña, con tu mismo cabello y tus mismos ojos, sonriéndole a la vida y al mundo.
Hoy, es un día lluvioso y decidí escribir esto, como un modesto tributo a un amor imposible.
Siempre que me duele tu recuerdo,  termino muriendo de amor, un poco más.
Empecé otro libro, con la experiencia de Sur, no lo editaré, menos se publicará, pero es que de la nada a veces contemplándote a ti o a Fabián, recuerdo alguna vida, me pregunto el porqué, y creo saberlo.

__Amorcito,  te he dejado tantas veces.
__No fue tu culpa, creo que algo tiene que ver en esta inquietud lo que vamos a descubrir a partir del caso del papá de Analía, y perdón, amor, pero estoy casi seguro de que tendremos que viajar.
__Ya te dije que de ser necesario, lo haremos.
A ver, dame el sobre.
Le tendí la propuesta de Camila.
__Amor, no tienes que aceptarla si te vas a sentir mal.
__No. Por supuesto que lo que hizo era para que se quedara presa sin salidas, pero también quiero que disfrutemos de estar juntos, que empecemos la vida acá, los chicos nos necesitan, y esto… es lo mejor.
Dice que  como prueba de que no es una trampa ya se ha mostrado ante todos como lúcida lo que es verdad, ya no podrá alegar una psicosis.
__ ¿Qué más dice?
__Que se declarará culpable, y que el abogado alegará emoción violenta, claro, es lógico,  a cambio, te firma la demanda de divorcio. Común acuerdo. Por último adjunta la notificación de que ya la dieron por viva, y el borrador de la orden de restricción, con respecto a José.
__Nos lo sirve en bandeja, así sabe que diremos que sí.
__Creo que no miente, Pedro, los papeles son correctos, sabe que tenemos acceso a los jueces, está asustada, creo que ahora sí sabe que perdió, me gusta esto, Gaby tenía razón. Qué más da que solo cumpla un año de prisión si desaparece para siempre, aceptemos amorcito, estarás libre en días, poco tiempo, el divorcio será un trámite, el juicio otro. Lo pensaremos un par de días, pero por mi parte, creo que ofrece demasiado como para aferrarnos de un juicio largo solo para llevarla años a la cárcel.
__Está bien. Pensé que te iba a molestar.
__Y me molesta, desde ya, pero me parece lo mejor, para todos. Te amo Pedro, nunca dudes que haré lo mejor para vos y José así desee otra cosa, mi ego puede desear un juicio de años y condenarla, mi amor no. No quiero que tengas la mente en ella ni un día más, te vi entusiasmado con los planos, y es allí donde debemos de estar.
Nunca dudes de mi amor,  aunque veas nubes que traigan lluvias de alto peligro siempre volaré en busca de tu rescate. Mi corazón baila al compás de tu silueta cuando nos amamos con la ternura más emotiva en cada encuentro,  cuando te alejas deja de latir,   necesita de tu aliento,  el roce de tu piel para sentirse vivo.
Seré un gladiador que conquistaré tus deseos y con placer limpiaré tus lágrimas que son encausadas por dolores y golpes en tu camino,  seré tu protector ante las adversidades que te ponga el destino. Te amaré aunque intentes alejarte, aun cuando trates de olvidarme solo sentirás palabras vacías en otros brazos, nunca encontrarás las diversas y enloquecidas formas de besar tu piel que te llenó de placer desde el polo norte de tus cabellos hasta el polo sur de tus piernas, terminando exhausto por el ardor de un deseo que recorre todo  hemisferio de belleza y encanto que existe en tu cuerpo.
__Lo sé amor, además el nene me dijo que extrañaba el Sur, se me estrujó el corazón, sé que necesita la casa, navegar, el mar, su don es el mío, es mi abuelo, no quiero demorar, ya he hablado con la empresa, están alucinados con el proyecto más allá del dinero, es un desafío para ellos y le pondrán ganas, y estaremos disponibles para supervisarlo.
__Aceptamos entonces, y le pediré al juez que fije rápida fecha de juicio para terminar con todo esto.
__ Anoche estuviste en mis brazos. Hicimos el amor,  hubo emociones,  deseo, fuego, pasión, temblaron  nuestros cuerpos, hubo besos, y caricias, gozamos de nuestro amor como la primera vez.
Fue excitante, fue ardiente, fue fuego y llamaradas en el silencio de la noche, me perdí sin razonar, me volví loco por tu entrega total, por saborear tus labios, me entregaste tu esencia de hombre,  varonil, tu aroma se impregnó en mi piel embebiendo cada poro en placer y sentí desfallecer. Pero algo de preocupación deseaba asomar a la mente. Hasta que volvía a sucumbir.
Sería tu perfume, sería mi desnudez, sería que mi piel solo pretendía amarte cada día más, esa sed de besarte, de seducir con mi mirar, tú me diste el beso más sensual que nadie me dio jamás, nuestros cuerpos se fundieron entre sábanas,  te di todo lo que mi pasión deseaba poder darte,  mi placer y mis ganas, fuimos dos locos enamorados jugando al amor, jugando al sexo sin pudor, donde el éxtasis y el clímax se desató, donde el deseo afloró y yo añoré  tus brazos nuevamente , tu cuerpo y tu piel, que en verdad fueron excitantes, juntos nuevamente sentimos desfallecer hasta enloquecer , hasta quedar exhaustos por tan bella travesía.

Aquellos años en que fuimos novios es el pasado que hasta la fecha no he olvidado, ni quiero olvidar, sé que  en cada separación te guardé como el más dulce y bello recuerdo de mi pasado y presente al que guardaré para siempre. No quiero que nada malo empañe esta vida eterna, aunque ya me asusta bastante lo que surja del caso, pero al menos no Camila.
__No estará ella, ni nada que de ella llegue, lo prometo.
Ven  que me recordaste la noche y me vuelvo loco,  apaga ese fuego, quita la falta de paz y desatino. No quiero seguir pecando por todo lo que imagino, tantas veces te he  hecho mío,
y  te siento tan real, no logro imaginar cómo nos reinventaremos en años, en siglos, quiero explorarlo todo con vos amorcito, es algo en lo que he pensado mucho. Somos un alma, debemos darle al cuerpo el gozo sublime de ser uno.

Cuando estoy con vos se esconde mi interno animal, no logro articular palabras, ni una frase, soy solo sensaciones que se unen para hacerte el amor mil veces y cada vez es más intenso y diferente.  Ahí tan solo soy yo. Un ermitaño enamorado. Alguien que filma en su mente una erótica telenovela que te invade pero se queda pasmado al contemplar tus caderas. Ven y consume ese fuego,  interpreta mi silencio, porque no tengo el valor para confesarte mi amor
¡Mucho menos mis deseos! Ven y sacia mis instintos. Sé que piensas que soy otro pues la verdad me imaginas tierno, dulce y delicado pero yo soy tan distinto, que no imaginas siquiera hasta dónde despiertas mi pasión, hasta dónde alteras mis ideas, a veces temo hacerte daño.
Ven y desencadena ese animal que llevo enjaulado adentro. Ya no perdamos más el tiempo y descubre en mi mirada, todas las cosas depravadas que te he estado reservando.
 Sos el único que me hechiza con sus encantos, y descubre en mí a ese ser desinhibido que creaste, que cobarde y escondido mantenía el anonimato porque no quiere perderte por actuar con desacato. Ven, ya tienes que darte cuenta que no solo soy detallista, que soy más que un caballero o alguna buena persona. Mira que mi cuerpo no razona  y no podré detenerlo, porque tengo un león en mi interior aunque aparente ser cordero. Sabes que detener un deseo con minutos acumulados es una bomba de tiempo, y  la espera es un botón  a punto de ser detonado. Ven, hagamos el amor y deja tus uñas marcadas en cada centímetro de mi piel.
Observa mis ojos sugerentes,  adivina lo que mi mente ha planeado por tanto tiempo, que cuando yo te haga mío haré realidad mis sueños y tal vez, y tal vez tus fantasías.
__Amor tú eres a quien amo,  a quien deseo con un desenfreno de pasión, amor ven aquí junto a mí.  Te necesito amor, necesito sentir tu calor, ven amor. No creas que no he pensado en qué deseo, y a medida que transcurre el tiempo no quiero límites en nuestro goce, somos uno, no hay juicios ni ego, ni personalidad a la hora de amarnos.
Acudiré a tus brazos junto al calor de tu cuerpo encendido  donde tu corazón latirá junto al mío y tus deseos y los míos serán nuestro nido. Solo permíteme demostrarte lo mucho que te amo,  solo eso te pido amor mío, lo mío no es solo pasión y deseo, es amor del bueno, déjame amarte, solo déjate amar.  Quiero recorrer tu cuerpo con suaves caricias y besos.
Amor, déjame demostrarte que no son solo deseos. No habrá un triste adiós  porque por tus caricias y tus besos todos mis sentidos de tus labios quedarán presos y mi hombría la dejaré en tu lecho, poseeré tu ser y tú quedarás dormido escuchando mi latido sobre mi pecho.
Me tiembla la piel. Sabe de tu olor. De tu sabor, ella sabe todo de ti. Mi cuerpo no me habla de deseo, solo recuerda tu ausencia con una sonrisa. Seguiré escribiéndote, dibujando tu recuerdo aguardando el momento en el que por fin desembarques con tu maleta en mi piel.

Solo pido a Dios que nunca separe nuestro camino, porque sería devastador para mí,
!Pero sabes algo! Nunca encontrarás lo que has vivido y experimentado conmigo,
nunca olvidarás los deseos de pasión y placer que protagonizamos juntos a la luz de nuestra cómplice la luna que se sentía complacida por la entrega de ambos esperando ese rocío del amanecer donde los rayos de sol nos delataban cada mañana. Nunca olvidarás cuando destrozado te desvanecías hacia el abismo y mi mano era tu bastón donde apoyabas todas tus debilidades y te impulsaba para seguir respirando los aires de libertad y las ansias de seguir amando. Te amo y siempre seré incondicional aun cuando los fantasmas que rondan en tu mente te separen de mí,  seré el aire que estará en cada instante del tiempo,  seré ese sentimiento que navegará en ese pequeño espacio donde estés, seré ese ángel que verás siempre y llorarás por haberlo dejado libre a expensas que lo atrape otro corazón, necesitado de esa esencia que por siempre habitará en mi alma.
__Jamás podría siquiera mirar a otro hoy cielito, aunque soy celoso del aire que respiras, de la brisa que juega con tu pelo, del sol que abrasa y broncea tu cuerpo, de la lluvia que  embebe tus poros. Celoso de los sueños que acompañan tus noches. Celoso de todo lo que te rodea
cuando a tu lado no puedo estar.
__ Y yo amor tanto como tú. Siento el trémulo silencio de un destino que te nombra. Historia de una vida en tu mirada. Embeleso que me abarca  los ojos y el alma. Mi sitio, reservado en tu secreto.  Perdidos mis ojos en tu mar inmenso, por el pasillo largo de la imaginación. Somos dos esencias  que se descubren para amarse, pintando el paisaje los tonos de la alborada; ocres y rojos intensos. Con tu mirada profunda y tu voz febril que desbordan la prisa mental, creando mundos aciagos, inhóspitos, donde los arrullos  se funden más allá de la nada.
 Escenario arcano, que la luz transforma en teatro. Mis suspiros, buscan la erizada piel de tu ternura. Sé que te llevo entrelazado de mi mano. Cuando predomina el sentimiento puro el amor se deshoja y hace estigmas en el corazón. ¿Cómo expresar el hálito del amor transparente y sincero cuando te ha robado el alma?
Te espero con ansiedad, no te imaginas cómo se acelera mi corazón al pensarte, todos los días te pienso, y más te amo. Te entrego mi vida, te entrego todo mi amor, todas mis esperanzas, cada instante de mis pensamientos, son tuyos, tú sabrás qué hacer con ellos.
Y, sabes que te espero, en nuestra playa, bajo la mirada de un ocaso, abrigados por la brisa de un anochecer marino, ahí, tú y yo, enlazaremos nuestro amor, y nos brindaremos  cada vez.
Seremos inmortales en la memoria del amor, por este sentimiento que nos cobija, y, si mi corazón está ocupado, es por tu presencia en mi alma que es tuya. No temas, somos inmortales, porque este amor, nos hace más fuertes día a día, y en presencia nos fundiremos en la pasión  no solo de entrar en ti, sino, en un abrazo infinito, como el que te envío en este instante. Y nuestras noches son siempre intensas y diferentes.
 Son noches traviesas que descansan en los brazos del insomnio, agitando sus desvelos en la tranquila soledad donde destilan sus fragancias que endulzan cada instante de locura protagonizada por sueños que habitan en los límites de una realidad que se ofrece indomable a mis deseos de encontrarme en los espacios imborrables del tiempo. Y sé que en esta eternidad esperan desafíos y problemas pero el mayor es reinventarnos contra esa rutina a la que le temías.
 En el silencio de una alcoba, desvestimos placeres, es la hora donde reinan los pecados. Sábanas impacientes por sentir el calor de nuestros cuerpos, ahuyentando los fantasmas de la soledad. Abrázame y calma tu furia, entre mis brazos sentirás la calma a tus miedos. Atrévete a la locura de entregarte a esa realidad que sueña tus deseos de fundirnos, en las intimidades pasionales del alma. Ábrete paso entre los misterios ocultos de mis recuerdos, ahógame en tus aguas cristalinas, acaricia los espacios vacíos de mi ser. Desafía mis demonios hambrientos, lánzate al abismo de mis dudas, enfrenta los temores que me abrigan, libérame de las cadenas que atan mis razones para amar.
Quiero besar tu espalda con la suavidad de una rosa y dejar rastro del perfume con el deseo de mi boca. Tocar brevemente tu pecho con la grandeza de mi alma y verter en ti la seducción  con los estragos de mi pasión. Besaré con sutileza  los escondites de tu piel haciendo con mi aliento que respires de mi ser. Bajaré al precipicio  que me lleve hasta caer en el vicio de tu cuerpo  que me haga enloquecer. Seré tu amor prohibido  que en sueños has deseado despierto... Te haré mi dueño  como nunca has imaginado. Seré tu cielo y perdición, tu amante consentido que te desnude con pasión entregándote alma y vida. Dejaré que me recorras
con tu instinto a plenitud que te ahogues en mi cuerpo  y satisfagas tu obsesión. ¡Ven! Tómame completo, hazme tuyo sin control,  quiero perderme en tus brazos  y fundirme con tu amor.
En nuestro hogar deseo tenerte tan solo un instante en la habitación, deseo estar a tu lado solo un momento para deleitarme con tu compañía, y recordar los amaneceres junto a ti cuando éramos novios.
Al abrir nuestra ventana y ver la luz del día,  cómo entraba y acariciaba tu cuerpo cuando estabas dormido, en un bello cielo entre gris y rojo de la llegada de la noche.
Imaginé cómo te besaba muy suavemente, calmado observé tus ojos tan llenos de pasión, me dejaste entrar en tu alma y disfrutar de la dulzura de tus encantos.
Hoy las hojas muertas caen de los árboles de aquel mágico jardín que juntos visitábamos y en el silencio de la noche las hojas arrastradas por el aire como melodías inolvidables.
Ahora no me atrevo a verte a los ojos, porque aquel amor como las hojas el viento se lo llevó y de mis ojos brotaron lágrimas llenas de dolor de lo que ayer fue y hoy no lo será.  Luego me recuerdo que no es hoy que te pierdo, que fue en…, no importa ya.
Como el rojo de tus labios así es la pasión de esta confesión, que escribo con todo mi amor en tu cuerpo  y hoy te  dedico.
Son las letras que brotan de mi alma, desde el fondo de mi corazón, para que queden grabadas en las memorias, por el recuerdo de lo que fue nuestro amor.
Un libro solitario que sepa lo mucho que te amé en cada vida y día de esta,  hombre que hizo vibrar mi corazón, lo entregué y jamás te lo pediré porque no lo deseo partido en dos.
Hoy en este día mis  palabras te expresan, lo importante que eres para mí, el gran amor que siempre fue tuyo, en mis noches de soledad escribo los momentos que juntos hacíamos el amor hasta el amanecer, entre sueños y juramentos que siempre nos amaríamos por toda la eternidad.
Veo tus bellos ojos, y tu mágica sonrisa que me daba alegría, tu piel tan suave como el pétalo de una flor y el aroma de tu cuerpo,  qué bello es recordar todas esas horas de pasión junto a ti.  
Mis letras serán las memorias del amor que eternamente es y será para ti, en aquel libro lleno del recuerdo de tu amor que ahora es para ti por el gran amor que siempre te ofrecí, tú serás el  dueño de mi alma y corazón.

Por la magia de tu bondad me dejaste cautivado,  por la majestuosidad de tu belleza, deseaba robarte un beso, solo un beso para guardar el sabor de tus labios, hoy  aunque no te digo adiós   que estas letras sean el recuerdo de aquel gran amor, que hoy solo son las memorias de nuestro amor.

Eran casi las 9:00 p.m.,  la noche apenas caía y la nostalgia tocó a mi puerta, no lo dudé mucho y la dejé pasar. Sobre la mesa de la sala estaba mi cuaderno de notas, lo tomé, me senté en uno de los sillones y a media luz lo comencé a leer, pasé página por página saboreando cada momento y reviviendo episodios que ya había olvidado. Después de un rato me detuve en un escrito que hablaba de ti, en seguida supe que ya no era parte de mi rompecabezas; las lágrimas estuvieron a punto de desbordarse y yo como pude arranqué con coraje aquella página y todos esos recuerdos quedaron hechos pedazos. Fueron los trozos que quizá sea tiempo de olvidar, las despedidas en Polonia, en el Sur, y tantas. No había tocado mi diario desde llegar y al releer ya no quiero esos recuerdos tristes, no habrá otra despedida, no más.
Nuestra vida se basa en una toma de decisiones, a veces no somos conscientes de ello, pero lo hacemos. Hay decisiones de todo tipo desde la más pequeña hasta una gran decisión, pueden estar tomadas al azar o tras un largo quebradero de cabeza, llegando a ser tedioso para algunos. Nos aterra el proceso, no sabemos bien cuál escoger, nos da miedo equivocarnos de camino y errar, ya no pudiendo dar marcha atrás, acabando de cerrar la puerta definitivamente.
¿Pero si por el contrario esa opción fuera la correcta, fuera la llave que abre la puerta deseada?
Cuando por fin, hemos escogido el camino a seguir, si el resultado no es el que hubiésemos querido, acabamos echándonos la culpa a nosotros mismos. No somos conscientes que la tomamos, porque en aquel momento creímos que daría el fruto deseado. Así que llegado a este punto de la vida, pienso que tome la decisión que tome siempre será la correcta, puesto que nadie es perfecto y todo el mundo puede equivocarse.
Tan solo debemos pensar que en ese camino, sueño o proyecto escogido pusimos mucho empeño, le dedicamos mucho tiempo y trabajamos con los mejores ingredientes para tener los mejores resultados. Si no fue así, no pasa nada...  debemos seguir hacia delante con la cabeza bien alta, pues lo intentamos con todas nuestras fuerzas, pero no salió.  Hoy decidimos tomar esta propuesta de Camila.
__Más que esperarte, más que sentirte, más que cualquier realidad quisiera tocarte.

La piel me duele de desearte. El sentimiento es un mar de ansias. Tus manos las deseo volando
encima de mi piel. Tu boca llena de una ternura  que no tiene fin, la deseo en mi cuerpo, que adores cada recoveco de él, con los dedos, con los labios, con tu lengua, recórreme, muérdeme, bébeme.   Palpitas en todo mi cuerpo  y ese sabor de tu  pecho   hace volverme loco internamente. Déjame bajar a tu vientre  y de tu cascada beber. Déjame quemar por tu aliento y comerme toda tu miel.  Ya quiero ser de tu gloria. Déjame amarte  y ámame como se te antoje esta vez.
 Dulce erotismo bajo las sábanas. Mirar tu desnudo cuerpo sobre la cama, moviéndose con esa sensualidad bajo esas sedosas sábanas, despiertan dentro de mí, mis más carnales deseos estimulando todo mi instinto animal y el desistir de mis palabras.
Tu voz acaramelada susurra a mi oído, hace erizar y estremecer mi piel, igual que el viento suaviza la hierba del campo y el campo suaviza el talante de la tierra.
Pequeñas vibraciones siente mi cuerpo cuando escucha de tu boca decirme… te amo, dosificándome porciones erógenas en mi piel cuando con tu lengua me besas. Las carnosidades de nuestras manos recorren con todo frenesí…  nuestros desnudos cuerpos con tal extemporáneo placer colaborado, así somos ambos por el deseo y el placer inexpresivamente formamos una sola piel.

Tu perfume ensombrece mi sensatez y el mío perturba  tu locura por desear todo el fuego que hay dentro de mí al igual que yo deseo extinguir el tuyo.
Con vitalidad absorbemos nuestros alientos, exhalamos el apogeo de nuestras enajenaciones, explosionamos besos con frenesí en nuestras bocas, gemimos sin concisos pretextos por volver a sentir nuestros placeres yuxtapuestos.
No apartes de mi vida, ni tu silencio ni el bullicio de tu sonrisa, tampoco el murmullo que te conozco mi amor, que acostumbrado estoy hasta de tu respiración, no apartes tus ojos ni las estrellas de mi cielo que todas las noches brillan en tu honor. Reconozco el aroma de tu piel y el sabor de tus labios de miel que alimentan mi alma y mi querer. Me halagas el alma,  me honras  con tu belleza que me hace un altanero con tu hermosura tan delicada, bella criatura del amor, mi amor de piel de seda, de alma valiente y sensible de corazón,  tú eres mi adoración.
No apartes el aroma de las flores ni las aves de mis arreadores, que tú matizas sus tallos y sus vuelos de los ruiseñores que cantan con dulzura nuestro despertar.
Eres  el hombre de mis sueños,  el bello despertar que puedo amar, mi ilusión y mi creatividad, el perfume sin igual que baña mi piel de amor y verdad, no apartes tus labios de los míos son como delirios y ríos donde se sacia el amor mío que siento por ti. Abraza mi amor y deja intacto el destello del sol en tu mirada de amor, deja la brisa en mi mundo,  la calidez de tu cuerpo desnudo, que aviva los latidos de mi corazón en un solo sentir para adorarte por siempre raíz de mi porvenir.

Cuando estallamos en la cima somos dos cuerpos fundiéndose en uno. Libre de ego, disuelta la personalidad. No hay distinción ni límites entre él y yo, ni se diferencia el género. Somos una sola persona, un solo sexo, una saliva, un sudor, una piel, tomando y dándolo todo, destrozándonos, fundiéndonos, moviéndonos en sincronía, respirando al unísono, palpitando al mismo ritmo, gimiendo en armonía, en perfecta sintonía, y es así como estallamos, juntos… como debe de ser, siento que necesitamos envolvernos con algo, y lo único que nos rodea es el sol, entonces lo abrazamos, y deseamos nos abrace  como si fuera una manta, y de pronto… la oscuridad.

Tu cuerpo es mi delirio, mi calor que aumenta tus susurros en mis oídos expresiones de deseos, caricias ardiendo se deslizan por nuestros cuerpos. Sentirás que crece, tú que exhalas el aliento en mi boca, mis sabores en tu lengua infinitas sensaciones.
Explorando lo secreto, manos que tocan lo íntimo, que nos aumenta el ritmo de las palpitaciones y la intensa edad del deseo.
Intensos movimientos, los gemidos en aumento, roces de nuestro sexo rendidos al amor, la imaginación vuela y crea una forma mejor de hacerte el amor, sin fronteras ese "te amo" que grito. Quiero que alcancemos la cumbre del orgasmo que nunca pensamos, sudorosos y exhaustos  nos miramos, nos disfrutamos y otra vez empezamos.
Y mi riqueza son tus besos, si algún día la perdiera, el dinero no valdría para quitarme la pena.
Dime, si esa es mi luz, para que luego a mí guíe para quitarme esa cruz, para que luego me reponga, y es que no puedo yo vivir,  que me sobran todas las cosas.
Que mi riqueza son tus besos si algún día la perdiera el dinero no valdría para quitarme la pena. Apóyate en mi hombro si estás cansado de vivir, te ofreceré mi pañuelo deja tu pena salir, que tu mirada es triste, pon tu sonrisa alegre y no mires para abajo ¿De qué te sirve?
Allí a lo lejos te miraba y tú no me viste a mí, que allí a lo lejos te miraba y tú no me viste a mí, y desde el minuto que miraste me enamoré de ti.
Me abracé a ti, deseando fundir tu cuerpo al mío.  Momento lleno de regocijo para mi alma, aún siento estremecer mi piel por el recuerdo de ese instante junto a ti.
Miré en tus ojos la protección que tanto añoraba sentir y, el deseo de hombre por tocar mi piel y hacerme suyo.

Sentí tus brazos rodear mi cintura, me prendí a ti como diadema a tu pecho. Te abracé tan fuerte pensado durar una eternidad así y viajar en el infinito de tu cielo nocturno donde vi brillar las estrellas y conocí el lucero de tu corazón.
Miradas cruzadas llenas de pasión desbordada, un beso aprisionado entre nuestros labios... deseosos por salir al encuentro de consumir las emociones.
Calor de cuerpos que se transmiten por los poros y contagian de sensaciones por culminar con el encuentro.
Tan apasionado hombre entre mis labios y mi lengua, respondiendo el jugueteo que simula estar entre mi volcán.
Penetración de sentimientos y deseos en un solo beso y un abrazo que  nos llevaron al éxtasis de las vibraciones.
Sentí tu fuerza,  sentí tu humedad y sentí los deseos que hicieron despertar la dilatación de mi cuerpo y mi túnel que te cobijó.
Mágico momento provocó delirios entre tu piel y la mía al sentir tus manos bajar a mi cadera y apretar hacia ti, cerré los ojos y comencé a sentir tu fuego, no necesité más, no necesitaste más.

Nuestras s almas hablaron al fundir el calor de nuestros cuerpos en un solo beso  en un fuerte abrazo que quemó nuestros cuerpos por las ganas de consumirnos por completo entre sollozos y fluidos.
Penetraste mi alma y mi ser, sin necesidad de penetrar mi cuerpo y también haciéndolo.
Yo nací para encontrar tu amor, yo crecí soñando acariciar tu piel,  yo aprendí a quererte sintiendo en mi pecho tu respiración. Y una noche que se prendió  la luna, me mostró tu rostro, tus ojos, tus labios, tus ojos brillando bajo de su luz. Fue esa misma luz la que me dio tu amor, y te imaginaba, y yo te soñaba.
Desnudo en mi cama abrazado  a mí, y te imaginaba, y a ti te soñaba, y antes de ser mío yo en mi sueño estaba ya dentro de ti.
Y soñé mil veces que el amor te hacía, que todo tu cuerpo mil veces besé,  tus piernas, tu dorso, tu vientre, tu sexo y te imaginaba. Y a ti te soñaba, cuando al despertarme tú estabas ahí,  es que estoy seguro, nací para ti. Antes de ser mío, eras parte ya de mi corazón.
Y en tus bellos ojos, yo ahí me miraba, y en tus rojos labios yo me emborrachaba, vas dentro de mí. Sera que nací, solo para amarte. Sera que eras mío antes de nacer. No son solo sueños, no es solo la luna, son tus besos brujos, los dueños de mi corazón. Espero que mis palabras nunca dejen de estremecer tu cuerpo, que se te enchine la piel cada vez que mencione  tu nombre, espero que no dejes de soñar con un futuro entre los dos, que sigas sintiendo mis abrazos por las noches a pesar de la distancia, que tus labios, no se cansen de mencionar mi nombre, que tus ojos brillen cada vez que pienses en mí. Espero también, que nunca te canses de buscar mis pasos, de seguirme y encontrarme entre los caminos de la vida, que grites mi nombre para que pueda escucharte, para saber que aún estás ahí, esperando por mí, esperando que tú mismo, en absoluta voluntad, seas para mí, Igual que yo, deseo, ser de ti.

__
__Bien Amalia, viajas mañana, cuéntanos todo, y de ser necesario iremos tras de ti.
__Tras la muerte de mi papá, estoy completamente sola, Guillermo, lo siento por primera vez creo. No me he casado, no tengo hijos, ni siquiera un novio. Mi vida es patética. Abocada a mi trabajo día y noche he rechazado cualquier relación romántica especialmente después que Rubén Maler me dejara, y hoy te pareceré loca, pero creo escuchar su voz.

__
__Te vi en mis sueños... aún nos falta mucho por andar, te dije un te Amo... como un suspiro al viento... necesitamos aprender a hablar con la verdad, un tropiezo es una prueba a nuestro amor, no escondas tus miedos, superarlo sería lo mejor. No digas nada más, tan solo ven abrázame y entrégate a mí. Quédate a mi lado, dibujemos nuestra historia... déjame llenarte de felicidad...  quédate a mi lado,  vamos a caminar juntos y yo no te soltaré jamás.
Déjame llenarte de amor,  déjame entrar a tu corazón. Sé que no es nada fácil dejar nuestros miedos atrás, pero al sentir nuestro amor, el calor de nuestros cuerpos, creo poder arriesgarnos de verdad.
Mucho tiempo nos tomó llegar aquí, pero amarte es todo para mí.  En la impaciencia nos perdemos. No es tan difícil acercarnos, tú lo sabes que lo que nos une más el uno al otro, no nos dejaría perdernos. Abrázame, mírame a los ojos, quédate a mi lado... despierta en mi regazo, respira el amor que brota de mi corazón. Ese amor tan puro, tan hermoso que solo tú me haces sentir. Te amo, quédate a mi lado.
No te pierdas en la cima del tiempo fraccionado. ¿Por qué?
Llegará el momento de comprender  las razones  que fluyen como armas arrojadizas,  instantes. Cada instante está revestido de su propia causa y finalidad,  sus propias campanas y señales,  sus propios colores,  los instantes otorgan a unos  el dolor infausto de la vergüenza y la inmortalidad  a otros.
Los instantes regurgitan el tiempo,  se sumen en la hondura de las centurias  y yo no puedo entender dónde se halla  el primero y el instante postrero  en esta tierra.
Instantes fugaces entretejen la lluvia,  y el agua cae del cielo en torrentes.  Has de aguardar años para contemplar  el momento definitivo.  Será tan grande como el sorbo de un día  de verano, cuando la sed persiste...  y sin embargo, hemos de recordar del primero  al último instante.  No te pierdas en la cima del tiempo fraccionado. ¿Por qué?  Llegará la contemplación inminente,  como balas que fluyen,  instantes,  instantes. "

Se repite una y otra vez como una letanía que no comprendo, pero sé que desea decirme algo.

Buenos Aires, fines de 2001.

Rubén Malar dio una vuelta por el lobby del hotel mientras el resto de la comitiva festejaba en el bar la compra de la Editorial. Haber logrado adquirir la editorial de mi padre era un triunfo personal. Sonrió. No podía evitar imaginar el desconcierto de él cuando supiera quién había sido realmente el comprador de la mitad del paquete accionario de su empresa, yo no lo conocía entonces. A lo lejos distinguió a Gutiérrez que se acercaba. En su mano traía una botella de champagne y dos copas.

__Felicitaciones, Rubén __dijo mientras le acercaba una.

Maler sonrió. Después de mucho trabajo, finalmente podía festejar. Sin ayuda de Gutiérrez, nunca habría entrado en los círculos en los que se movía en esa actualidad. Le debía mucho. Y solo por eso levantó la copa y dijo:

__Por el próximo Director.
Antonio dejó escapar una carcajada, mira hoy, es  mi segundo. Haber entonces dejado que Rubén se encargara de sus negocios había sido un acierto. Era despiadado, un buitre carroñero que arrasaba con cualquiera que se interpusiera entre el objetivo final y él. Y eso era justo lo que necesitaba para entrar en las empresas de papá. Brindó con el que, en breve, se convertiría en su amigo y confidente. Sonrió y volvió a servir champagne.
__Va a ser dura la fusión.
__Y va a ser muy complicado que este hombre acepte nuestra condiciones _respondió Rubén, sin imaginar que papá me llevaría a mí a negociarlas, perdiendo entonces la mirada en la figura que acababa de abandonar el bar y caminaba directo hacia ellos.

__Parece que te vienen a buscar _comentó Antonio mientras seguía el  contoneo sugerente de la mujer que se acercaba.

__Bueno, si me busca, haré el esfuerzo _respondió Rubén. Esta noche no me vendría mal un poco de diversión.

Rubén tenía los ojos clavados en el escote que se aproximaba, Gutiérrez observó la escena divertido. Rubén y Samanta, su actual socia mantenían ya entonces una relación que se basaba en un juego permanente de seducción desde que tenían veinte años. No recordaba ocasión en que no los hubiera visto discutir fogosamente para luego desaparecer en la oscuridad. Amantes eternos pero escurridizos a la hora del compromiso, habían tenido relaciones estables pero siempre volvían a la cama del otro. Curiosamente Samanta encontró su cadáver… en su casa.

Compartían un lenguaje secreto, un código íntimo que solo ellos sabían descifrar por ello no me creo que hoy ella no sepa nada del asesinato, Guille. Bailaban al compás de una melodía que nadie más escuchaba. Gutiérrez no entendía por qué no estaban juntos, eran tal para cual.

Se desafiaban, compartían los mismos placeres y con tan solo mirarse decían más que cualquier pareja con años de casados. Sin embargo, allí estaban, otra vez, a la vera de la contienda, destilando feromonas mientras mantenía la mirada del uno clavada en la del otro. A ver quién de los dos caía primero. La energía sexual que emanaban resultaba casi palpable.
Samanta y Rubén. Una batalla. Cada vez que se encontraban, aunque supieran que acabarían enroscados entre las sábanas, desplegaban sus mejores armas de conquista y se disponían a atacar al enemigo. Eran como serpientes acorralando a su presa. Disfrutaban más del preludio que del encuentro. Se observaban, se estudiaban, se desafiaban, y antes de acceder al convite, se probaban.
¿Cuánto tardarían esa vez?
Samanta se acercó sonriente. Sus ojos estaban clavados en el azul profundo de los de Rubén. Lo miró desafiante, como siempre, como cada ataque planeado en el que la víctima conocida se deja seducir otra vez para caer en sus garras y entregarse.

__Señores _dijo ella levantando su copa que traía en la mano__. Por la mejor compra de la financiera.

Gutiérrez volvió a sonreír y la besó cariñosamente en la mejilla. Ella respondió al saludo con calidez de siempre.

__Trátalo bien __dijo Antonio. Samanta y Rubén rieron.

__Siempre  _respondió ella, al tiempo que clavaba la mirada en los ojos de Maler__. Siempre.”


__Deduzco que Gutiérrez se benefició de la financiera de Rubén y a cambio parecían muy amigos en esa compra de la empresa de tu papá, y que Samanta jugó siempre con los dos, de algún modo uno y el otro estuvieron cerca entre ellos y de las dos víctimas.
__Exacto, pero, hay mucho más Guillermo.

La Editorial había nacido como casa editorial a principios de 1880. Sin embargo, sus orígenes fueron anteriores.
En 1871, cuando estalló la epidemia de fiebre amarilla en Buenos Aires, las familias porteñas se alejaron de la ciudad para evitar el contagio... Los Maler se habían refugiado en la Querencia, la estancia que tenían en Mercedes. Allí un grupo de amigos se reunía  cada semana, y fundó una asociación literaria que empezó a gestar lo que más tarde sería la editorial.
Cuando la amenaza de la fiebre pasó, y el grupo regresó a la gran ciudad, comenzaron a publicar una revista llamada: El Porvenir Literario y así nació La Sociedad de Ensayos Literarios. Fue en 1873 cuando este mismo grupo conformó La Academia Argentina de Ciencias y Letras, que presidió Martín Coronado.
Aquella fue una época de esplendor. Además del dramaturgo, la academia contaba con intelectuales ilustres como Juan Carballido, Gregorio Uriarte, Carlos Vega Belgrano y Justo Beltrán, poetas del talento de Rafael Obligado y científicos como Eduardo Ladislao Holmberg y Federico Maler, también artistas plásticos. En 1879 la entidad se disolvió.
Juan Carballido y Gregorio Uriarte continuaron dedicándose a sus labores en el ámbito del Derecho.
Carlos Vega Belgrano, el periodista, continuó publicando El Plata Literario.
Holmberg fundó El Naturalista Argentino, primer periódico científico del país, unos años antes de convertirse en director del zoológico de Buenos Aires.
Por su parte Justo Beltrán y Federico Maler Zaldívar fundaron la editorial definitiva, tras varios años de sociedad, sin motivo aparente, Beltrán compró la parte correspondiente a su socio y se separaron definitivamente.

___

__Quiere decir que Rubén con la compra vino a recuperar lo que cedió su antepasado.
__Algo así, es lo que creo, entre ellos está el secreto que los llevó a separarse y la muerte.
__Analía, ¿alguno de todos los que nombraste era masón? _interrogué pensando en los años en que llevó el derrotero.

__No lo sé, Pedro, es todo un misterio para mí.

__Bueno, creo que cuando termines el relato, mientras paseas por escribanías de Madrid, tendremos material de sobra para atar cabos, acá hay algo, entre estas dos familias… entre la tuya y la de Rubén, Analía. Y lo descubriremos.
__Gracias Guillermo. De verdad gracias, con lo que les conté al inicio entenderán por qué no termino de confiar en nadie, y faltan actores todavía más el regalo que me haya dejado… mi ex.

CONTINUARÁ.
HECHOS Y PERSONAJES SON FICTICIOS.
CUALQUIER PARECIDO CON LA REALIDAD ES COINCIDENCIA.
LENGUAJE ADULTO. ESCENAS EXPLÍCITAS.


Banfield, jueves 11 de agosto de 2016.


Se recostó sobre la silla, abrió su computadora y la rodeamos, al abrir el buscador intuimos a dónde iba.
Luego, más por instinto que por razones empíricas, buscó información sobre otra muerte, la de Rubén Maler, ocurrida un día después.

Madrid...

Francisco Pérez tenía concertada una entrevista con Samanta, la socia de Maler, para esa misma tarde en las oficinas que ella había compartido con la víctima.
A medida que avanzaba en la investigación del asesinato del financista, más lejos se sentía de la verdad. No tenía ninguna pista. El homicida era un profesional. No tenía dudas. No habían logrado encontrar huellas ni otro rastro de una segunda persona en el lugar de la muerte, con excepción del esmero puesto en la limpieza de la sangre en el baño y sobre el piso.
El llamado a Samanta había sido preciso y breve. La mujer accedió a recibirlo de inmediato Pérez sabía que ella había estado involucrada sentimentalmente con Maler antes de que él conociese a Luisa, su esposa, su actual viuda.

"Te quiero tanto. Tú lo sientes, ¿verdad? No está en las palabras, no tiene nada que ver con decirlo, con buscarle nombres. Dime que lo sientes, que no te lo explicas pero que lo sientes, ahora."
Julio Cortázar.
“Es mejor haber amado y perdido, que jamás haber amado”.
Alfred Tennyson.
“Amor, cuantos caminos para llegar a un beso tuyo.
¡Qué soledad errante, hasta tu compañía!”. Pablo Neruda.
“Nos amaremos por siempre, en el silencio de un secreto, nuestras
almas mudas nunca dirán nada pero sentirán todo”. De Vega.
Llegamos a la casa, y voy a darme una ducha, la que no pude darme en el club, me quedo bajo el agua por más de una hora, acaricio mi cuerpo, mis deseos, y disimulo mis lágrimas que se mezclan con el agua bajando por toda mi piel.
Me juzgo por lo que siento, porque he dejado que esto sucediera, por qué le permití que besara mis labios, que tocara mi piel, por qué me he permitido sentir este deseo, de querer sentirlo en mi cuerpo, de querer que me arrope su calor, de fundirnos en pasión.
Me atormenta y me espanta esta sensación, no puedo seguir con este juego, que sin buscarlo me encanta, y me atrapa en la seducción de nuestras miradas, en el fuego de sus manos, que hace arder mis entrañas y desearlo cada día más.
Tocan la puerta, y digo que ya voy a salir, es que no puedo ser libre ni en mi propio baño. Me coloco algo fresco para dormir, no quiero ir a cenar, no me provoca nada, solo quiero dormir, solo quiero pensar en Guille, solo quiero olvidar mi triste vida.
Vivo atrapado en estas cuatro paredes, en un mundo que escogieron por mí, un matrimonio que no elegí, una mujer que no escogí.
Una bella casa, buena posición social, es cierto nada me ha faltado, o por lo menos eso es lo que todos dicen, pero se les olvidó que también merecía decidir mi vida, que siendo tan niño dispusieron el día y la hora y planificaron mi boda, cuando apenas dejaba de jugar con mis autitos, cuando apenas salía de mi encierro voluntario.
El mejor prospecto, una mujer de negocios y extensas tierras, la más bella, la hija del juez, y qué diablos me interesaban sus pertenencias, soy una de ellas, un objeto inanimado, que tuvo soportar sus manos en mi cuerpo cuando apenas despertaba mi sexualidad, ¡asco! eso es lo que sentí, pero debía sentirme orgulloso de que fuera a mí a quien eligiera.
Aún recuerdo ese inocente beso en mi mejilla, de aquel chico que estudiaba en mi colegio, que me hacía latir el corazón y llenar de ilusión con tan solo verlo, sin saber que ese día sería el último que vería clases en una escuela, que desde ese día mi vida se transformaría en una eterna agonía, en una tormenta, en un alma vacía.
Desde ese día mis estudios fueron por correspondencia, no podían permitir que me enamorara de otro chico y estropeara sus negocios. Tengo varios títulos y post grados, del cual nunca he podido ejercer, un abogado que nunca ha ido a un juicio ni en práctica, títulos colgados que solo adornan una de las paredes de la casa, tan inmóviles, como yo.
Me condenaron a una vida sin amor, sin conocer la pasión, de tener sexo con alguien a quien no amo, aunque me enseñaron a respetarla, y nunca le había faltado, siempre obedeciendo a sus antojos, a sus caprichos, compartiendo su cama, sus vicios, sus besos, soportando su cuerpo, su sudor, sus manos suaves pero que siento como lijas, muriendo en cada embestida tal cual toro salvaje domando a su hembra.
Se oscurece, debo ya dejar de pensar en tantas cosas, que me van a volver loco, la culpa me persigue, siento estar alejándola de nuestro hijo,  enamorado del hombre que en verdad siempre amé,  que ha despertado en mí, sensaciones que nunca sentí, que nunca conocí, y muero por descubrir.
Solo pienso en él, ahora ya conozco el sabor de sus labios y solo deseo volver a probarlos…, miro el reloj, ya es tarde, antes de recibir la compañía en mi cama, prefiero dormirme, y volver a soñar con él, aunque en la realidad al fin es él, quien de noche mi cuerpo posee. Nunca deseo que sepa que en aquella vida de Varsovia, antes de él, existió Camila, aunque ella no fue de la partida que llegó al Sur.”

__Pedro, no te sientas así, estarán bien créeme, Camila en unos meses será nada, un recuerdo, y en cuanto a Josecito, no le digas que murió, es muy chiquito, si algún día quiere verla, se verá __dijo Gabriela que vino a casa con la notificación del abogado.

__Gracias, Gaby, eres un amor. Pasa que sé que a Guille esto no le gusta nada, va contra sus principios no  mandarla al penal por veinte años, pero aunque yo mismo es lo que deseo, entiendo que es lo mejor negociar. Ya quiero olvidarme de todo, empezar a ocuparme de la casa, del estudio. Me cuesta decirlo, pero a veces estoy agotado, amiga, llevo cien años de lucha, ahora mismo tenemos este caso que algo tiene que ver con mi don, y a veces no sé si lo quise, si fue lo mejor. Los años que pasé separado de Guille, fueron la eternidad y verlo morir fue mi propia muerte. Hoy solo quiero disfrutar, de él, de los chicos, del estudio, no esperaba que el libro trajera a Camila.
__Ustedes pueden con esto, a mí me parece que esa negociación es correcta y liberadora,  ya verás que sí.
__Gaby…__Guille entró al estudio dándome un pico, y un beso a Gabriela que  a su vez se despidió, llevaba prisas porque Beto la esperaba en el coche para seguir el caso del nene intoxicado.

__ ¿Qué? ¿Leíste la propuesta de Camila?
__No amor, Gaby acaba de dejarla. ¿Sabes que te amo verdad? Haré lo que mejor nos haga sentir a los dos, y lo que proteja al nene. Yo sé lo que es el sentimiento que nos une.
__ ¿A ver? _dijo él abrazándome en el sofá.

__No hay palabras para describir el sentimiento del amor, ni palabras para describir este amor dulce que siento por ti,  ni puedo expresar las ansias que tengo dentro de mi corazón,  cuando tú… sí, solamente tú, estás junto a mí. Eres el hombre más inusitado del mundo, el hombre que mi corazón ha predestinado  para que estemos juntos el resto de nuestras vidas.
Tú sabes el significado de mis bellas palabras de amor,  que te susurro en tu oído para decirte lo mucho que te quiero y lo mucho que te amo. Tú sabes la fortaleza del amor, cuando juntos estamos amándonos los dos, mis impetuosas palabras cuando te digo… te amo son únicas y verdaderas, así como tus palabras también la siento en mi corazón. Me haces perder todos mis sentidos cuando en tus brazos me abrazas, siempre te tengo en mi mente ya que no hay otro amor que sea igual al tuyo. También sabes que no podría pasar por otra muerte de alguno, me aterrorizó cuando no despertabas de ese veneno que ella te dio, pensé que lo mío no era la eternidad que muy bien o para nada conozco, pero solo sé que si estoy a tu lado y de los chicos podremos transcurrir.
Habrá días que sean un silencio, el amor tiene esos caprichos pero el nuestro es único, dulce ya que con nuestra pasión e ilusión,  estamos enamorados día y noche.
Sé que esta vez no es un amor imposible, pero en mi mente a veces pasan películas de vidas, de momentos contigo, y no deseo que vuelva a suceder.

Llovía. Mansamente, en la tarde gris, mientras las penumbras del atardecer transfundían la luz en el ocaso tibio y brumoso, y su melancolía me dolía en todo mi cuerpo.
Caminaba pegado a la pared evitando la lluvia, como pretendiéndome esconder del mundo y de mí mismo.
A la mañana, tu padre me había enviado con su secretaria la invitación a tu casamiento, en el día de tu cumpleaños, unos días después.
Mi cabeza, estremecida por los recuerdos, ardía, cuanto más te recordaba.
Nos gustaba caminar juntos, abrazados, con nuestros cuerpos juntos y afiebrados en las madrugadas lluviosas, evitando las miradas y los comentarios lujuriosos de tus bellos diecinueve años, que parecían menos, y los míos, que los superaban por mucho.
Pero solo nos importaba nuestro amor.  La verdad… no quería recordar. Es una vida que no te he contado, una que fue corta, previa a la actual, pero donde de nuevo se nos hizo complejo estar juntos.
__Sigue.

__Llegué al café de la esquina y te vi. A través del cristal del ventanal.
Estabas sentado en el reservado de siempre, muy puntual, costumbre que te enseñé y luego te exigí. Tu cabello adquiría una fosforescencia etérea a la tenue luz de la lamparita de la coqueta mesita. Me quedé parado, debajo del toldo que me protegía de la lluvia y te observé, conteniendo mis ganas de correr a abrazarte y besarte.
Por tus gestos, estabas nervioso, y yo sabía por qué. Conocía como la palma de mi mano toda la belleza de tu cuerpo, y cada sentir de tu alma.
Vestido con delicadeza y buen gusto, atesoraba tu carita de adolescente, de cuando te conocí. Algunas pequeñas gotas de agua, como diamantes engarzados, estaban detenidas en  tu cabello.
Y recordé. Cuando con tus recién cumplidos dieciocho años, abriste la puerta de la oficina de tu padre y me miraste directamente a los ojos con los soles de los tuyos.
Y me dijiste cuando te pregunté por él;” No, no está, está de viaje, pero estoy yo”.
Esa simple respuesta muy tuya y tu actitud cuando estuvimos solos en la oficina, fue el desencadenante de meses de amor y pasión.
Pero mansamente, complaciendo y aprendiendo juntos, este primoroso y extraño sortilegio de lo prohibido, y de guardarnos solo para nosotros, el dulce secreto mejor guardado de todos los celestiales momentos compartidos.
Y recordé nuestra conversación de hace un tiempo, después de una noche de exaltación desenfrenada. Abracé tu cuerpo desnudo en la dulce penumbra vaga de la habitación y te dije “Escucha amor, tuve el privilegio y el lujo de poseerte solo para mí todo este tiempo, pero te conozco tanto que presiento que hay algo que nos está separando. Te repito nuevamente, tú eres libre, que no te ate ni tu amor ni compromiso alguno conmigo, pronto seré una carga para ti, y eso, no quiero serlo. Si tienes que irte y dejarme, me dolerá, lo sentiré pero voy a entender, tendrás la libertad que nunca perdiste y siempre te agradeceré todo lo que me has dado. Pero no me pidas que te olvide, o que no te ame, eso no ocurrirá jamás”.
Esa tarde, elegantemente firmado en el coqueto asiento del pub con tu espalda recta y tus piernas cruzadas, parecían una escultura de Miguel Ángel.
Presentiste algo y miraste a través del cristal empañado.
Me viste, y allí entonces apuré el paso y entré.
Me senté a tu lado, mi cuerpo pegado al tuyo como lo hice siempre, en nuestros íntimos encuentros. Me gustaba sentir el calor de tus caderas en mi cuerpo y oler en tu cuello, el aroma de mi perfume preferido.
Con suavidad te tomé la barbilla y giré con delicadeza tu cara hacia mí. Me sumergí en la miel de tus ojos y te miré el alma. Tu boca se abrió levemente, como esperando que te besara.
Tus lágrimas comenzaron a fluir en pequeñas gotas cristalinas, tibias, que se deslizaban por la piel de durazno de tus mejillas, mientras me mirabas con todo el amor del mundo.
Me conmovió. Te dije,” no llores por favor”. Recordé las palabras de García Márquez,” Amor, no llores porque ya se terminó, sonríe, porque sucedió”, pero no tuve el valor de repetírtelas.
Venciendo la desesperanza que me partía el corazón te dije: “Tú y yo sabemos por qué estamos aquí. Somos conscientes de ello, no llores por favor, tus lágrimas me lastiman y desgajan mi alma. ¿Ves?, tienes el anillo que te regalé con la fecha de tu flamante título. Tu padre me contó que te vas al puerto a atender sus negocios de exportaciones, eso está muy bien”, te decía, mientras sentía los jirones de dolor que me atravesaban cuerpo y alma.
“Y te vas con alguien con quien te casarás, que te ama y de tu edad, un flamante profesional que estoy seguro que te quiere bien”.
Secabas tus lágrimas, mientras tu silencio era más duro que las palabras y en mi cabeza, el más fuerte de los ruidos.
Tu nariz perfecta, resaltaba su perfil con la luz de la coqueta lámpara de la mesa.  Tuve que morderme para no abrazarte y besarte.
Y seguí con mis recuerdos. Conocí por casualidad al que tu padre te sugería como esposo y tú aceptaste con gusto. Buena persona inteligente y formal, me recordaba a mí mismo a su edad.
En nuestros encuentros furtivos, prohibidos y deliciosos, cuando viajábamos al puerto por negocios, siempre cambiábamos de hotel y viajábamos en aviones diferentes. Pero allí, en nuestros momentos, nos derretíamos en un solo ser.
Recuerdo cuando en los rojos atardeceres nos sentábamos desnudos y abrazados en las ventanas del piso diez del hotel de Callao y Corrientes, con los vidrios polarizados y me contabas ilusionado de tu carrera que terminaba, tus enormes posibilidades de viajar por el mundo, por necesidades del trabajo de tu padre, entusiasmado.
Desde esos momentos, yo intuía que de a poquito, salías de mi vida. Y sonreía y te animaba, con el corazón destrozado.
Era consciente que había llegado tarde a esa vida, lo supe desde siempre. A veces sentía que tenía tu fuego y tu calor, pero sabía que el tiempo es inmutable.
Me miraste como aquella primera vez y me dijiste: “Tengo que dejarte, amor mío, y muy pronto. Se cumple lo que me dijiste hace tiempo, siempre pensé que el momento llegaría, pero me destroza y tengo miedo”, me decía, mientras acariciaba mis sienes como lo hacía siempre, para calmar mis ansiedades. ”Pero no quiero hacerlo, no tengo las fuerzas suficientes”. Se quedó muy quieto y callado, recostado bajo mi brazo que lo cubría, con la mirada perdida en ninguna parte.
Los recuerdos eran fuertes, me jugaban una partida que sabían que ganarían.
En las noches de nuestros momentos tan deseados por los dos, después de pegar nuestros cuerpos desnudos, donde perdíamos la cordura y la noción del tiempo, perdurábamos abrazados muy juntos, con tu aliento en mi boca, hasta que me dormía, mientras vigilabas mi sueño y me despertabas cuando era necesario.
Me hechizaba mirar tu cuerpo desnudo, potente, fuerte y sinuoso caminar con desparpajo por la habitación y cuando descubrías que te miraba, te vestías con mi camisa. ¡Ay amor!, sabías cómo excitarme aún más.
Esa tarde lluviosa hablábamos poco, entre largos silencios. Ya todo estaba dicho. Pero era nuestra última cita y nos hubiera gustado detener el tiempo, ahí en ese momento, y acompañados de la lluvia.
Finalmente dije,” No te veré más, no quiero comprometer ni tu vida ni tu futuro, te amo demasiado, y siempre te amaré. Pero recuerda esto, el día que me llames y me necesites, y no importa dónde estés, ni cuándo ni cómo, allí estaré.”
Te abracé y te besé, queriéndote robar el aliento de toda tu vida, para que perdure en la mía, mientras sentía tus lágrimas sobre mi boca.
Te levanté con suavidad y caminamos juntos hacia la salida, como siempre.
La lluvia arreciaba. La noche cubría con su manto las farolas del portal, tal vez llorando de tristeza por nosotros. Corría mucha agua en la calle, te tomé en mis brazos y te alcé para que no te mojaras, y confundimos nuestras bocas intentado calmar la sed de la despedida.
Llegamos a tu coche y sin mirar hacia atrás te fuiste, con los ojos obnubilados por tus lágrimas.
Estaba destrozado. Lo poco que quedaba de mí, en ese momento final del gran amor de mi vida, se quedó como petrificado ahí, bajo la lluvia persistente, intentando calmar con ella la fiebre que me inflamaba el alma.
Sentí un pequeño dolor en el pecho, que me trajo a la realidad y subí a mi auto.
Allí me quedé sentado un buen rato, calculando si habías llegado a tu casa.
Prendí el celular y te llamé, para asegurarme. Solo escuché la voz metálica del contestador. Arranqué despacio y me fui.
Tu amor y ese trozo de mi vida, vivió en mis recuerdos, siempre. Nunca más te molesté ni intenté volver a verte.  El tiempo pasó y la curva del destino lo quiso.
En una tardecita de sol, mientras paseaba, te vi, en el parque de nuestras citas más bonitas, frente al banco que guarda la reminiscencia, el sabor y el recuerdo de nuestros encuentros. Correteabas detrás de dos niños y una niña, con tu mismo cabello y tus mismos ojos, sonriéndole a la vida y al mundo.
Hoy, es un día lluvioso y decidí escribir esto, como un modesto tributo a un amor imposible.
Siempre que me duele tu recuerdo,  termino muriendo de amor, un poco más.
Empecé otro libro, con la experiencia de Sur, no lo editaré, menos se publicará, pero es que de la nada a veces contemplándote a ti o a Fabián, recuerdo alguna vida, me pregunto el porqué, y creo saberlo.

__Amorcito,  te he dejado tantas veces.
__No fue tu culpa, creo que algo tiene que ver en esta inquietud lo que vamos a descubrir a partir del caso del papá de Analía, y perdón, amor, pero estoy casi seguro de que tendremos que viajar.
__Ya te dije que de ser necesario, lo haremos.
A ver, dame el sobre.
Le tendí la propuesta de Camila.
__Amor, no tienes que aceptarla si te vas a sentir mal.
__No. Por supuesto que lo que hizo era para que se quedara presa sin salidas, pero también quiero que disfrutemos de estar juntos, que empecemos la vida acá, los chicos nos necesitan, y esto… es lo mejor.
Dice que  como prueba de que no es una trampa ya se ha mostrado ante todos como lúcida lo que es verdad, ya no podrá alegar una psicosis.
__ ¿Qué más dice?
__Que se declarará culpable, y que el abogado alegará emoción violenta, claro, es lógico,  a cambio, te firma la demanda de divorcio. Común acuerdo. Por último adjunta la notificación de que ya la dieron por viva, y el borrador de la orden de restricción, con respecto a José.
__Nos lo sirve en bandeja, así sabe que diremos que sí.
__Creo que no miente, Pedro, los papeles son correctos, sabe que tenemos acceso a los jueces, está asustada, creo que ahora sí sabe que perdió, me gusta esto, Gaby tenía razón. Qué más da que solo cumpla un año de prisión si desaparece para siempre, aceptemos amorcito, estarás libre en días, poco tiempo, el divorcio será un trámite, el juicio otro. Lo pensaremos un par de días, pero por mi parte, creo que ofrece demasiado como para aferrarnos de un juicio largo solo para llevarla años a la cárcel.
__Está bien. Pensé que te iba a molestar.
__Y me molesta, desde ya, pero me parece lo mejor, para todos. Te amo Pedro, nunca dudes que haré lo mejor para vos y José así desee otra cosa, mi ego puede desear un juicio de años y condenarla, mi amor no. No quiero que tengas la mente en ella ni un día más, te vi entusiasmado con los planos, y es allí donde debemos de estar.
Nunca dudes de mi amor,  aunque veas nubes que traigan lluvias de alto peligro siempre volaré en busca de tu rescate. Mi corazón baila al compás de tu silueta cuando nos amamos con la ternura más emotiva en cada encuentro,  cuando te alejas deja de latir,   necesita de tu aliento,  el roce de tu piel para sentirse vivo.
Seré un gladiador que conquistaré tus deseos y con placer limpiaré tus lágrimas que son encausadas por dolores y golpes en tu camino,  seré tu protector ante las adversidades que te ponga el destino. Te amaré aunque intentes alejarte, aun cuando trates de olvidarme solo sentirás palabras vacías en otros brazos, nunca encontrarás las diversas y enloquecidas formas de besar tu piel que te llenó de placer desde el polo norte de tus cabellos hasta el polo sur de tus piernas, terminando exhausto por el ardor de un deseo que recorre todo  hemisferio de belleza y encanto que existe en tu cuerpo.
__Lo sé amor, además el nene me dijo que extrañaba el Sur, se me estrujó el corazón, sé que necesita la casa, navegar, el mar, su don es el mío, es mi abuelo, no quiero demorar, ya he hablado con la empresa, están alucinados con el proyecto más allá del dinero, es un desafío para ellos y le pondrán ganas, y estaremos disponibles para supervisarlo.
__Aceptamos entonces, y le pediré al juez que fije rápida fecha de juicio para terminar con todo esto.
__ Anoche estuviste en mis brazos. Hicimos el amor,  hubo emociones,  deseo, fuego, pasión, temblaron  nuestros cuerpos, hubo besos, y caricias, gozamos de nuestro amor como la primera vez.
Fue excitante, fue ardiente, fue fuego y llamaradas en el silencio de la noche, me perdí sin razonar, me volví loco por tu entrega total, por saborear tus labios, me entregaste tu esencia de hombre,  varonil, tu aroma se impregnó en mi piel embebiendo cada poro en placer y sentí desfallecer. Pero algo de preocupación deseaba asomar a la mente. Hasta que volvía a sucumbir.
Sería tu perfume, sería mi desnudez, sería que mi piel solo pretendía amarte cada día más, esa sed de besarte, de seducir con mi mirar, tú me diste el beso más sensual que nadie me dio jamás, nuestros cuerpos se fundieron entre sábanas,  te di todo lo que mi pasión deseaba poder darte,  mi placer y mis ganas, fuimos dos locos enamorados jugando al amor, jugando al sexo sin pudor, donde el éxtasis y el clímax se desató, donde el deseo afloró y yo añoré  tus brazos nuevamente , tu cuerpo y tu piel, que en verdad fueron excitantes, juntos nuevamente sentimos desfallecer hasta enloquecer , hasta quedar exhaustos por tan bella travesía.

Aquellos años en que fuimos novios es el pasado que hasta la fecha no he olvidado, ni quiero olvidar, sé que  en cada separación te guardé como el más dulce y bello recuerdo de mi pasado y presente al que guardaré para siempre. No quiero que nada malo empañe esta vida eterna, aunque ya me asusta bastante lo que surja del caso, pero al menos no Camila.
__No estará ella, ni nada que de ella llegue, lo prometo.
Ven  que me recordaste la noche y me vuelvo loco,  apaga ese fuego, quita la falta de paz y desatino. No quiero seguir pecando por todo lo que imagino, tantas veces te he  hecho mío,
y  te siento tan real, no logro imaginar cómo nos reinventaremos en años, en siglos, quiero explorarlo todo con vos amorcito, es algo en lo que he pensado mucho. Somos un alma, debemos darle al cuerpo el gozo sublime de ser uno.

Cuando estoy con vos se esconde mi interno animal, no logro articular palabras, ni una frase, soy solo sensaciones que se unen para hacerte el amor mil veces y cada vez es más intenso y diferente.  Ahí tan solo soy yo. Un ermitaño enamorado. Alguien que filma en su mente una erótica telenovela que te invade pero se queda pasmado al contemplar tus caderas. Ven y consume ese fuego,  interpreta mi silencio, porque no tengo el valor para confesarte mi amor
¡Mucho menos mis deseos! Ven y sacia mis instintos. Sé que piensas que soy otro pues la verdad me imaginas tierno, dulce y delicado pero yo soy tan distinto, que no imaginas siquiera hasta dónde despiertas mi pasión, hasta dónde alteras mis ideas, a veces temo hacerte daño.
Ven y desencadena ese animal que llevo enjaulado adentro. Ya no perdamos más el tiempo y descubre en mi mirada, todas las cosas depravadas que te he estado reservando.
 Sos el único que me hechiza con sus encantos, y descubre en mí a ese ser desinhibido que creaste, que cobarde y escondido mantenía el anonimato porque no quiere perderte por actuar con desacato. Ven, ya tienes que darte cuenta que no solo soy detallista, que soy más que un caballero o alguna buena persona. Mira que mi cuerpo no razona  y no podré detenerlo, porque tengo un león en mi interior aunque aparente ser cordero. Sabes que detener un deseo con minutos acumulados es una bomba de tiempo, y  la espera es un botón  a punto de ser detonado. Ven, hagamos el amor y deja tus uñas marcadas en cada centímetro de mi piel.
Observa mis ojos sugerentes,  adivina lo que mi mente ha planeado por tanto tiempo, que cuando yo te haga mío haré realidad mis sueños y tal vez, y tal vez tus fantasías.
__Amor tú eres a quien amo,  a quien deseo con un desenfreno de pasión, amor ven aquí junto a mí.  Te necesito amor, necesito sentir tu calor, ven amor. No creas que no he pensado en qué deseo, y a medida que transcurre el tiempo no quiero límites en nuestro goce, somos uno, no hay juicios ni ego, ni personalidad a la hora de amarnos.
Acudiré a tus brazos junto al calor de tu cuerpo encendido  donde tu corazón latirá junto al mío y tus deseos y los míos serán nuestro nido. Solo permíteme demostrarte lo mucho que te amo,  solo eso te pido amor mío, lo mío no es solo pasión y deseo, es amor del bueno, déjame amarte, solo déjate amar.  Quiero recorrer tu cuerpo con suaves caricias y besos.
Amor, déjame demostrarte que no son solo deseos. No habrá un triste adiós  porque por tus caricias y tus besos todos mis sentidos de tus labios quedarán presos y mi hombría la dejaré en tu lecho, poseeré tu ser y tú quedarás dormido escuchando mi latido sobre mi pecho.
Me tiembla la piel. Sabe de tu olor. De tu sabor, ella sabe todo de ti. Mi cuerpo no me habla de deseo, solo recuerda tu ausencia con una sonrisa. Seguiré escribiéndote, dibujando tu recuerdo aguardando el momento en el que por fin desembarques con tu maleta en mi piel.

Solo pido a Dios que nunca separe nuestro camino, porque sería devastador para mí,
!Pero sabes algo! Nunca encontrarás lo que has vivido y experimentado conmigo,
nunca olvidarás los deseos de pasión y placer que protagonizamos juntos a la luz de nuestra cómplice la luna que se sentía complacida por la entrega de ambos esperando ese rocío del amanecer donde los rayos de sol nos delataban cada mañana. Nunca olvidarás cuando destrozado te desvanecías hacia el abismo y mi mano era tu bastón donde apoyabas todas tus debilidades y te impulsaba para seguir respirando los aires de libertad y las ansias de seguir amando. Te amo y siempre seré incondicional aun cuando los fantasmas que rondan en tu mente te separen de mí,  seré el aire que estará en cada instante del tiempo,  seré ese sentimiento que navegará en ese pequeño espacio donde estés, seré ese ángel que verás siempre y llorarás por haberlo dejado libre a expensas que lo atrape otro corazón, necesitado de esa esencia que por siempre habitará en mi alma.
__Jamás podría siquiera mirar a otro hoy cielito, aunque soy celoso del aire que respiras, de la brisa que juega con tu pelo, del sol que abrasa y broncea tu cuerpo, de la lluvia que  embebe tus poros. Celoso de los sueños que acompañan tus noches. Celoso de todo lo que te rodea
cuando a tu lado no puedo estar.
__ Y yo amor tanto como tú. Siento el trémulo silencio de un destino que te nombra. Historia de una vida en tu mirada. Embeleso que me abarca  los ojos y el alma. Mi sitio, reservado en tu secreto.  Perdidos mis ojos en tu mar inmenso, por el pasillo largo de la imaginación. Somos dos esencias  que se descubren para amarse, pintando el paisaje los tonos de la alborada; ocres y rojos intensos. Con tu mirada profunda y tu voz febril que desbordan la prisa mental, creando mundos aciagos, inhóspitos, donde los arrullos  se funden más allá de la nada.
 Escenario arcano, que la luz transforma en teatro. Mis suspiros, buscan la erizada piel de tu ternura. Sé que te llevo entrelazado de mi mano. Cuando predomina el sentimiento puro el amor se deshoja y hace estigmas en el corazón. ¿Cómo expresar el hálito del amor transparente y sincero cuando te ha robado el alma?
Te espero con ansiedad, no te imaginas cómo se acelera mi corazón al pensarte, todos los días te pienso, y más te amo. Te entrego mi vida, te entrego todo mi amor, todas mis esperanzas, cada instante de mis pensamientos, son tuyos, tú sabrás qué hacer con ellos.
Y, sabes que te espero, en nuestra playa, bajo la mirada de un ocaso, abrigados por la brisa de un anochecer marino, ahí, tú y yo, enlazaremos nuestro amor, y nos brindaremos  cada vez.
Seremos inmortales en la memoria del amor, por este sentimiento que nos cobija, y, si mi corazón está ocupado, es por tu presencia en mi alma que es tuya. No temas, somos inmortales, porque este amor, nos hace más fuertes día a día, y en presencia nos fundiremos en la pasión  no solo de entrar en ti, sino, en un abrazo infinito, como el que te envío en este instante. Y nuestras noches son siempre intensas y diferentes.
 Son noches traviesas que descansan en los brazos del insomnio, agitando sus desvelos en la tranquila soledad donde destilan sus fragancias que endulzan cada instante de locura protagonizada por sueños que habitan en los límites de una realidad que se ofrece indomable a mis deseos de encontrarme en los espacios imborrables del tiempo. Y sé que en esta eternidad esperan desafíos y problemas pero el mayor es reinventarnos contra esa rutina a la que le temías.
 En el silencio de una alcoba, desvestimos placeres, es la hora donde reinan los pecados. Sábanas impacientes por sentir el calor de nuestros cuerpos, ahuyentando los fantasmas de la soledad. Abrázame y calma tu furia, entre mis brazos sentirás la calma a tus miedos. Atrévete a la locura de entregarte a esa realidad que sueña tus deseos de fundirnos, en las intimidades pasionales del alma. Ábrete paso entre los misterios ocultos de mis recuerdos, ahógame en tus aguas cristalinas, acaricia los espacios vacíos de mi ser. Desafía mis demonios hambrientos, lánzate al abismo de mis dudas, enfrenta los temores que me abrigan, libérame de las cadenas que atan mis razones para amar.
Quiero besar tu espalda con la suavidad de una rosa y dejar rastro del perfume con el deseo de mi boca. Tocar brevemente tu pecho con la grandeza de mi alma y verter en ti la seducción  con los estragos de mi pasión. Besaré con sutileza  los escondites de tu piel haciendo con mi aliento que respires de mi ser. Bajaré al precipicio  que me lleve hasta caer en el vicio de tu cuerpo  que me haga enloquecer. Seré tu amor prohibido  que en sueños has deseado despierto... Te haré mi dueño  como nunca has imaginado. Seré tu cielo y perdición, tu amante consentido que te desnude con pasión entregándote alma y vida. Dejaré que me recorras
con tu instinto a plenitud que te ahogues en mi cuerpo  y satisfagas tu obsesión. ¡Ven! Tómame completo, hazme tuyo sin control,  quiero perderme en tus brazos  y fundirme con tu amor.
En nuestro hogar deseo tenerte tan solo un instante en la habitación, deseo estar a tu lado solo un momento para deleitarme con tu compañía, y recordar los amaneceres junto a ti cuando éramos novios.
Al abrir nuestra ventana y ver la luz del día,  cómo entraba y acariciaba tu cuerpo cuando estabas dormido, en un bello cielo entre gris y rojo de la llegada de la noche.
Imaginé cómo te besaba muy suavemente, calmado observé tus ojos tan llenos de pasión, me dejaste entrar en tu alma y disfrutar de la dulzura de tus encantos.
Hoy las hojas muertas caen de los árboles de aquel mágico jardín que juntos visitábamos y en el silencio de la noche las hojas arrastradas por el aire como melodías inolvidables.
Ahora no me atrevo a verte a los ojos, porque aquel amor como las hojas el viento se lo llevó y de mis ojos brotaron lágrimas llenas de dolor de lo que ayer fue y hoy no lo será.  Luego me recuerdo que no es hoy que te pierdo, que fue en…, no importa ya.
Como el rojo de tus labios así es la pasión de esta confesión, que escribo con todo mi amor en tu cuerpo  y hoy te  dedico.
Son las letras que brotan de mi alma, desde el fondo de mi corazón, para que queden grabadas en las memorias, por el recuerdo de lo que fue nuestro amor.
Un libro solitario que sepa lo mucho que te amé en cada vida y día de esta,  hombre que hizo vibrar mi corazón, lo entregué y jamás te lo pediré porque no lo deseo partido en dos.
Hoy en este día mis  palabras te expresan, lo importante que eres para mí, el gran amor que siempre fue tuyo, en mis noches de soledad escribo los momentos que juntos hacíamos el amor hasta el amanecer, entre sueños y juramentos que siempre nos amaríamos por toda la eternidad.
Veo tus bellos ojos, y tu mágica sonrisa que me daba alegría, tu piel tan suave como el pétalo de una flor y el aroma de tu cuerpo,  qué bello es recordar todas esas horas de pasión junto a ti.  
Mis letras serán las memorias del amor que eternamente es y será para ti, en aquel libro lleno del recuerdo de tu amor que ahora es para ti por el gran amor que siempre te ofrecí, tú serás el  dueño de mi alma y corazón.

Por la magia de tu bondad me dejaste cautivado,  por la majestuosidad de tu belleza, deseaba robarte un beso, solo un beso para guardar el sabor de tus labios, hoy  aunque no te digo adiós   que estas letras sean el recuerdo de aquel gran amor, que hoy solo son las memorias de nuestro amor.

Eran casi las 9:00 p.m.,  la noche apenas caía y la nostalgia tocó a mi puerta, no lo dudé mucho y la dejé pasar. Sobre la mesa de la sala estaba mi cuaderno de notas, lo tomé, me senté en uno de los sillones y a media luz lo comencé a leer, pasé página por página saboreando cada momento y reviviendo episodios que ya había olvidado. Después de un rato me detuve en un escrito que hablaba de ti, en seguida supe que ya no era parte de mi rompecabezas; las lágrimas estuvieron a punto de desbordarse y yo como pude arranqué con coraje aquella página y todos esos recuerdos quedaron hechos pedazos. Fueron los trozos que quizá sea tiempo de olvidar, las despedidas en Polonia, en el Sur, y tantas. No había tocado mi diario desde llegar y al releer ya no quiero esos recuerdos tristes, no habrá otra despedida, no más.
Nuestra vida se basa en una toma de decisiones, a veces no somos conscientes de ello, pero lo hacemos. Hay decisiones de todo tipo desde la más pequeña hasta una gran decisión, pueden estar tomadas al azar o tras un largo quebradero de cabeza, llegando a ser tedioso para algunos. Nos aterra el proceso, no sabemos bien cuál escoger, nos da miedo equivocarnos de camino y errar, ya no pudiendo dar marcha atrás, acabando de cerrar la puerta definitivamente.
¿Pero si por el contrario esa opción fuera la correcta, fuera la llave que abre la puerta deseada?
Cuando por fin, hemos escogido el camino a seguir, si el resultado no es el que hubiésemos querido, acabamos echándonos la culpa a nosotros mismos. No somos conscientes que la tomamos, porque en aquel momento creímos que daría el fruto deseado. Así que llegado a este punto de la vida, pienso que tome la decisión que tome siempre será la correcta, puesto que nadie es perfecto y todo el mundo puede equivocarse.
Tan solo debemos pensar que en ese camino, sueño o proyecto escogido pusimos mucho empeño, le dedicamos mucho tiempo y trabajamos con los mejores ingredientes para tener los mejores resultados. Si no fue así, no pasa nada...  debemos seguir hacia delante con la cabeza bien alta, pues lo intentamos con todas nuestras fuerzas, pero no salió.  Hoy decidimos tomar esta propuesta de Camila.
__Más que esperarte, más que sentirte, más que cualquier realidad quisiera tocarte.

La piel me duele de desearte. El sentimiento es un mar de ansias. Tus manos las deseo volando
encima de mi piel. Tu boca llena de una ternura  que no tiene fin, la deseo en mi cuerpo, que adores cada recoveco de él, con los dedos, con los labios, con tu lengua, recórreme, muérdeme, bébeme.   Palpitas en todo mi cuerpo  y ese sabor de tu  pecho   hace volverme loco internamente. Déjame bajar a tu vientre  y de tu cascada beber. Déjame quemar por tu aliento y comerme toda tu miel.  Ya quiero ser de tu gloria. Déjame amarte  y ámame como se te antoje esta vez.
 Dulce erotismo bajo las sábanas. Mirar tu desnudo cuerpo sobre la cama, moviéndose con esa sensualidad bajo esas sedosas sábanas, despiertan dentro de mí, mis más carnales deseos estimulando todo mi instinto animal y el desistir de mis palabras.
Tu voz acaramelada susurra a mi oído, hace erizar y estremecer mi piel, igual que el viento suaviza la hierba del campo y el campo suaviza el talante de la tierra.
Pequeñas vibraciones siente mi cuerpo cuando escucha de tu boca decirme… te amo, dosificándome porciones erógenas en mi piel cuando con tu lengua me besas. Las carnosidades de nuestras manos recorren con todo frenesí…  nuestros desnudos cuerpos con tal extemporáneo placer colaborado, así somos ambos por el deseo y el placer inexpresivamente formamos una sola piel.

Tu perfume ensombrece mi sensatez y el mío perturba  tu locura por desear todo el fuego que hay dentro de mí al igual que yo deseo extinguir el tuyo.
Con vitalidad absorbemos nuestros alientos, exhalamos el apogeo de nuestras enajenaciones, explosionamos besos con frenesí en nuestras bocas, gemimos sin concisos pretextos por volver a sentir nuestros placeres yuxtapuestos.
No apartes de mi vida, ni tu silencio ni el bullicio de tu sonrisa, tampoco el murmullo que te conozco mi amor, que acostumbrado estoy hasta de tu respiración, no apartes tus ojos ni las estrellas de mi cielo que todas las noches brillan en tu honor. Reconozco el aroma de tu piel y el sabor de tus labios de miel que alimentan mi alma y mi querer. Me halagas el alma,  me honras  con tu belleza que me hace un altanero con tu hermosura tan delicada, bella criatura del amor, mi amor de piel de seda, de alma valiente y sensible de corazón,  tú eres mi adoración.
No apartes el aroma de las flores ni las aves de mis arreadores, que tú matizas sus tallos y sus vuelos de los ruiseñores que cantan con dulzura nuestro despertar.
Eres  el hombre de mis sueños,  el bello despertar que puedo amar, mi ilusión y mi creatividad, el perfume sin igual que baña mi piel de amor y verdad, no apartes tus labios de los míos son como delirios y ríos donde se sacia el amor mío que siento por ti. Abraza mi amor y deja intacto el destello del sol en tu mirada de amor, deja la brisa en mi mundo,  la calidez de tu cuerpo desnudo, que aviva los latidos de mi corazón en un solo sentir para adorarte por siempre raíz de mi porvenir.

Cuando estallamos en la cima somos dos cuerpos fundiéndose en uno. Libre de ego, disuelta la personalidad. No hay distinción ni límites entre él y yo, ni se diferencia el género. Somos una sola persona, un solo sexo, una saliva, un sudor, una piel, tomando y dándolo todo, destrozándonos, fundiéndonos, moviéndonos en sincronía, respirando al unísono, palpitando al mismo ritmo, gimiendo en armonía, en perfecta sintonía, y es así como estallamos, juntos… como debe de ser, siento que necesitamos envolvernos con algo, y lo único que nos rodea es el sol, entonces lo abrazamos, y deseamos nos abrace  como si fuera una manta, y de pronto… la oscuridad.

Tu cuerpo es mi delirio, mi calor que aumenta tus susurros en mis oídos expresiones de deseos, caricias ardiendo se deslizan por nuestros cuerpos. Sentirás que crece, tú que exhalas el aliento en mi boca, mis sabores en tu lengua infinitas sensaciones.
Explorando lo secreto, manos que tocan lo íntimo, que nos aumenta el ritmo de las palpitaciones y la intensa edad del deseo.
Intensos movimientos, los gemidos en aumento, roces de nuestro sexo rendidos al amor, la imaginación vuela y crea una forma mejor de hacerte el amor, sin fronteras ese "te amo" que grito. Quiero que alcancemos la cumbre del orgasmo que nunca pensamos, sudorosos y exhaustos  nos miramos, nos disfrutamos y otra vez empezamos.
Y mi riqueza son tus besos, si algún día la perdiera, el dinero no valdría para quitarme la pena.
Dime, si esa es mi luz, para que luego a mí guíe para quitarme esa cruz, para que luego me reponga, y es que no puedo yo vivir,  que me sobran todas las cosas.
Que mi riqueza son tus besos si algún día la perdiera el dinero no valdría para quitarme la pena. Apóyate en mi hombro si estás cansado de vivir, te ofreceré mi pañuelo deja tu pena salir, que tu mirada es triste, pon tu sonrisa alegre y no mires para abajo ¿De qué te sirve?
Allí a lo lejos te miraba y tú no me viste a mí, que allí a lo lejos te miraba y tú no me viste a mí, y desde el minuto que miraste me enamoré de ti.
Me abracé a ti, deseando fundir tu cuerpo al mío.  Momento lleno de regocijo para mi alma, aún siento estremecer mi piel por el recuerdo de ese instante junto a ti.
Miré en tus ojos la protección que tanto añoraba sentir y, el deseo de hombre por tocar mi piel y hacerme suyo.

Sentí tus brazos rodear mi cintura, me prendí a ti como diadema a tu pecho. Te abracé tan fuerte pensado durar una eternidad así y viajar en el infinito de tu cielo nocturno donde vi brillar las estrellas y conocí el lucero de tu corazón.
Miradas cruzadas llenas de pasión desbordada, un beso aprisionado entre nuestros labios... deseosos por salir al encuentro de consumir las emociones.
Calor de cuerpos que se transmiten por los poros y contagian de sensaciones por culminar con el encuentro.
Tan apasionado hombre entre mis labios y mi lengua, respondiendo el jugueteo que simula estar entre mi volcán.
Penetración de sentimientos y deseos en un solo beso y un abrazo que  nos llevaron al éxtasis de las vibraciones.
Sentí tu fuerza,  sentí tu humedad y sentí los deseos que hicieron despertar la dilatación de mi cuerpo y mi túnel que te cobijó.
Mágico momento provocó delirios entre tu piel y la mía al sentir tus manos bajar a mi cadera y apretar hacia ti, cerré los ojos y comencé a sentir tu fuego, no necesité más, no necesitaste más.

Nuestras s almas hablaron al fundir el calor de nuestros cuerpos en un solo beso  en un fuerte abrazo que quemó nuestros cuerpos por las ganas de consumirnos por completo entre sollozos y fluidos.
Penetraste mi alma y mi ser, sin necesidad de penetrar mi cuerpo y también haciéndolo.
Yo nací para encontrar tu amor, yo crecí soñando acariciar tu piel,  yo aprendí a quererte sintiendo en mi pecho tu respiración. Y una noche que se prendió  la luna, me mostró tu rostro, tus ojos, tus labios, tus ojos brillando bajo de su luz. Fue esa misma luz la que me dio tu amor, y te imaginaba, y yo te soñaba.
Desnudo en mi cama abrazado  a mí, y te imaginaba, y a ti te soñaba, y antes de ser mío yo en mi sueño estaba ya dentro de ti.
Y soñé mil veces que el amor te hacía, que todo tu cuerpo mil veces besé,  tus piernas, tu dorso, tu vientre, tu sexo y te imaginaba. Y a ti te soñaba, cuando al despertarme tú estabas ahí,  es que estoy seguro, nací para ti. Antes de ser mío, eras parte ya de mi corazón.
Y en tus bellos ojos, yo ahí me miraba, y en tus rojos labios yo me emborrachaba, vas dentro de mí. Sera que nací, solo para amarte. Sera que eras mío antes de nacer. No son solo sueños, no es solo la luna, son tus besos brujos, los dueños de mi corazón. Espero que mis palabras nunca dejen de estremecer tu cuerpo, que se te enchine la piel cada vez que mencione  tu nombre, espero que no dejes de soñar con un futuro entre los dos, que sigas sintiendo mis abrazos por las noches a pesar de la distancia, que tus labios, no se cansen de mencionar mi nombre, que tus ojos brillen cada vez que pienses en mí. Espero también, que nunca te canses de buscar mis pasos, de seguirme y encontrarme entre los caminos de la vida, que grites mi nombre para que pueda escucharte, para saber que aún estás ahí, esperando por mí, esperando que tú mismo, en absoluta voluntad, seas para mí, Igual que yo, deseo, ser de ti.

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__Bien Amalia, viajas mañana, cuéntanos todo, y de ser necesario iremos tras de ti.
__Tras la muerte de mi papá, estoy completamente sola, Guillermo, lo siento por primera vez creo. No me he casado, no tengo hijos, ni siquiera un novio. Mi vida es patética. Abocada a mi trabajo día y noche he rechazado cualquier relación romántica especialmente después que Rubén Maler me dejara, y hoy te pareceré loca, pero creo escuchar su voz.

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__Te vi en mis sueños... aún nos falta mucho por andar, te dije un te Amo... como un suspiro al viento... necesitamos aprender a hablar con la verdad, un tropiezo es una prueba a nuestro amor, no escondas tus miedos, superarlo sería lo mejor. No digas nada más, tan solo ven abrázame y entrégate a mí. Quédate a mi lado, dibujemos nuestra historia... déjame llenarte de felicidad...  quédate a mi lado,  vamos a caminar juntos y yo no te soltaré jamás.
Déjame llenarte de amor,  déjame entrar a tu corazón. Sé que no es nada fácil dejar nuestros miedos atrás, pero al sentir nuestro amor, el calor de nuestros cuerpos, creo poder arriesgarnos de verdad.
Mucho tiempo nos tomó llegar aquí, pero amarte es todo para mí.  En la impaciencia nos perdemos. No es tan difícil acercarnos, tú lo sabes que lo que nos une más el uno al otro, no nos dejaría perdernos. Abrázame, mírame a los ojos, quédate a mi lado... despierta en mi regazo, respira el amor que brota de mi corazón. Ese amor tan puro, tan hermoso que solo tú me haces sentir. Te amo, quédate a mi lado.
No te pierdas en la cima del tiempo fraccionado. ¿Por qué?
Llegará el momento de comprender  las razones  que fluyen como armas arrojadizas,  instantes. Cada instante está revestido de su propia causa y finalidad,  sus propias campanas y señales,  sus propios colores,  los instantes otorgan a unos  el dolor infausto de la vergüenza y la inmortalidad  a otros.
Los instantes regurgitan el tiempo,  se sumen en la hondura de las centurias  y yo no puedo entender dónde se halla  el primero y el instante postrero  en esta tierra.
Instantes fugaces entretejen la lluvia,  y el agua cae del cielo en torrentes.  Has de aguardar años para contemplar  el momento definitivo.  Será tan grande como el sorbo de un día  de verano, cuando la sed persiste...  y sin embargo, hemos de recordar del primero  al último instante.  No te pierdas en la cima del tiempo fraccionado. ¿Por qué?  Llegará la contemplación inminente,  como balas que fluyen,  instantes,  instantes. "

Se repite una y otra vez como una letanía que no comprendo, pero sé que desea decirme algo.

Buenos Aires, fines de 2001.

Rubén Malar dio una vuelta por el lobby del hotel mientras el resto de la comitiva festejaba en el bar la compra de la Editorial. Haber logrado adquirir la editorial de mi padre era un triunfo personal. Sonrió. No podía evitar imaginar el desconcierto de él cuando supiera quién había sido realmente el comprador de la mitad del paquete accionario de su empresa, yo no lo conocía entonces. A lo lejos distinguió a Gutiérrez que se acercaba. En su mano traía una botella de champagne y dos copas.

__Felicitaciones, Rubén __dijo mientras le acercaba una.

Maler sonrió. Después de mucho trabajo, finalmente podía festejar. Sin ayuda de Gutiérrez, nunca habría entrado en los círculos en los que se movía en esa actualidad. Le debía mucho. Y solo por eso levantó la copa y dijo:

__Por el próximo Director.
Antonio dejó escapar una carcajada, mira hoy, es  mi segundo. Haber entonces dejado que Rubén se encargara de sus negocios había sido un acierto. Era despiadado, un buitre carroñero que arrasaba con cualquiera que se interpusiera entre el objetivo final y él. Y eso era justo lo que necesitaba para entrar en las empresas de papá. Brindó con el que, en breve, se convertiría en su amigo y confidente. Sonrió y volvió a servir champagne.
__Va a ser dura la fusión.
__Y va a ser muy complicado que este hombre acepte nuestra condiciones _respondió Rubén, sin imaginar que papá me llevaría a mí a negociarlas, perdiendo entonces la mirada en la figura que acababa de abandonar el bar y caminaba directo hacia ellos.

__Parece que te vienen a buscar _comentó Antonio mientras seguía el  contoneo sugerente de la mujer que se acercaba.

__Bueno, si me busca, haré el esfuerzo _respondió Rubén. Esta noche no me vendría mal un poco de diversión.

Rubén tenía los ojos clavados en el escote que se aproximaba, Gutiérrez observó la escena divertido. Rubén y Samanta, su actual socia mantenían ya entonces una relación que se basaba en un juego permanente de seducción desde que tenían veinte años. No recordaba ocasión en que no los hubiera visto discutir fogosamente para luego desaparecer en la oscuridad. Amantes eternos pero escurridizos a la hora del compromiso, habían tenido relaciones estables pero siempre volvían a la cama del otro. Curiosamente Samanta encontró su cadáver… en su casa.

Compartían un lenguaje secreto, un código íntimo que solo ellos sabían descifrar por ello no me creo que hoy ella no sepa nada del asesinato, Guille. Bailaban al compás de una melodía que nadie más escuchaba. Gutiérrez no entendía por qué no estaban juntos, eran tal para cual.

Se desafiaban, compartían los mismos placeres y con tan solo mirarse decían más que cualquier pareja con años de casados. Sin embargo, allí estaban, otra vez, a la vera de la contienda, destilando feromonas mientras mantenía la mirada del uno clavada en la del otro. A ver quién de los dos caía primero. La energía sexual que emanaban resultaba casi palpable.
Samanta y Rubén. Una batalla. Cada vez que se encontraban, aunque supieran que acabarían enroscados entre las sábanas, desplegaban sus mejores armas de conquista y se disponían a atacar al enemigo. Eran como serpientes acorralando a su presa. Disfrutaban más del preludio que del encuentro. Se observaban, se estudiaban, se desafiaban, y antes de acceder al convite, se probaban.
¿Cuánto tardarían esa vez?
Samanta se acercó sonriente. Sus ojos estaban clavados en el azul profundo de los de Rubén. Lo miró desafiante, como siempre, como cada ataque planeado en el que la víctima conocida se deja seducir otra vez para caer en sus garras y entregarse.

__Señores _dijo ella levantando su copa que traía en la mano__. Por la mejor compra de la financiera.

Gutiérrez volvió a sonreír y la besó cariñosamente en la mejilla. Ella respondió al saludo con calidez de siempre.

__Trátalo bien __dijo Antonio. Samanta y Rubén rieron.

__Siempre  _respondió ella, al tiempo que clavaba la mirada en los ojos de Maler__. Siempre.”


__Deduzco que Gutiérrez se benefició de la financiera de Rubén y a cambio parecían muy amigos en esa compra de la empresa de tu papá, y que Samanta jugó siempre con los dos, de algún modo uno y el otro estuvieron cerca entre ellos y de las dos víctimas.
__Exacto, pero, hay mucho más Guillermo.

La Editorial había nacido como casa editorial a principios de 1880. Sin embargo, sus orígenes fueron anteriores.
En 1871, cuando estalló la epidemia de fiebre amarilla en Buenos Aires, las familias porteñas se alejaron de la ciudad para evitar el contagio... Los Maler se habían refugiado en la Querencia, la estancia que tenían en Mercedes. Allí un grupo de amigos se reunía  cada semana, y fundó una asociación literaria que empezó a gestar lo que más tarde sería la editorial.
Cuando la amenaza de la fiebre pasó, y el grupo regresó a la gran ciudad, comenzaron a publicar una revista llamada: El Porvenir Literario y así nació La Sociedad de Ensayos Literarios. Fue en 1873 cuando este mismo grupo conformó La Academia Argentina de Ciencias y Letras, que presidió Martín Coronado.
Aquella fue una época de esplendor. Además del dramaturgo, la academia contaba con intelectuales ilustres como Juan Carballido, Gregorio Uriarte, Carlos Vega Belgrano y Justo Beltrán, poetas del talento de Rafael Obligado y científicos como Eduardo Ladislao Holmberg y Federico Maler, también artistas plásticos. En 1879 la entidad se disolvió.
Juan Carballido y Gregorio Uriarte continuaron dedicándose a sus labores en el ámbito del Derecho.
Carlos Vega Belgrano, el periodista, continuó publicando El Plata Literario.
Holmberg fundó El Naturalista Argentino, primer periódico científico del país, unos años antes de convertirse en director del zoológico de Buenos Aires.
Por su parte Justo Beltrán y Federico Maler Zaldívar fundaron la editorial definitiva, tras varios años de sociedad, sin motivo aparente, Beltrán compró la parte correspondiente a su socio y se separaron definitivamente.

___

__Quiere decir que Rubén con la compra vino a recuperar lo que cedió su antepasado.
__Algo así, es lo que creo, entre ellos está el secreto que los llevó a separarse y la muerte.
__Analía, ¿alguno de todos los que nombraste era masón? _interrogué pensando en los años en que llevó el derrotero.

__No lo sé, Pedro, es todo un misterio para mí.

__Bueno, creo que cuando termines el relato, mientras paseas por escribanías de Madrid, tendremos material de sobra para atar cabos, acá hay algo, entre estas dos familias… entre la tuya y la de Rubén, Analía. Y lo descubriremos.
__Gracias Guillermo. De verdad gracias, con lo que les conté al inicio entenderán por qué no termino de confiar en nadie, y faltan actores todavía más el regalo que me haya dejado… mi ex.

CONTINUARÁ.
HECHOS Y PERSONAJES SON FICTICIOS.
CUALQUIER PARECIDO CON LA REALIDAD ES COINCIDENCIA.
LENGUAJE ADULTO. ESCENAS EXPLÍCITAS.

14 comentarios:

  1. Luisa Tiernamente romántico sentimientos profundos felicidades un fraternal abrazo

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  2. Betty Hermoso,y real.. me encantó. Como todo lo q escribes...

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  3. En tantas vidas se encontraron y se separaron con tanto dolor, pero el amor eterno de sus almas gemelas pudo más y ahora, merecidamente, estarán juntos para siempre...Bellísimo Sur, como siempre Eve...

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    1. ETERNO SUR MI ALMA, SE VIENE EL FINAL DE ACCIDENTE ASÍ RETOMO ENIGMA, SIGO EN ESTUDIOS Y MÉDICOS, PERO POR SUERTE COMO PUEDO ESCRIBO, BESOS Y MI AMOR, PRONTO ACCIENTE, EL VIAJE NORMA FERZOLA, LAS AMO.

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  4. Sol Urvino SI, EVE, aparezco, y veo a Guillermo siempre con sus fantasmas de historias anteriores que nunca desaparecen del todo. El costo de esas aberturas es jugar con fuego y volver a dejar cenizas ardiendo, y Pedro las descubre tarde o temprano. UN BESO.

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