sábado, 7 de julio de 2018

EL EMBAJADOR. TERCERA PARTE. CAPÍTULO CATORCE.

EL EMBAJADOR.
TERCERA PARTE.
CAPÍTULO CATORCE.


"Me miras, de cerca me miras, cada vez más de cerca y entonces jugamos al cíclope, nos miramos cada vez más de cerca y nuestros ojos se agrandan, se acercan entre sí, se superponen y los cíclopes se miran, respirando confundidos, las bocas se encuentran y luchan tibiamente, mordiéndose con los labios, apoyando apenas la lengua en los dientes, jugando en sus recintos donde un aire pesado va y viene con un perfume viejo y un silencio. Entonces mis manos buscan hundirse en tu pelo, acariciar lentamente la profundidad de tu pelo mientras nos besamos como si tuviéramos la boca llena de flores o de peces, de movimientos vivos, de fragancia oscura. Y si nos mordemos el dolor es dulce, y si nos ahogamos en un breve y terrible absorber simultáneo del aliento, esa instantánea muerte es bella. Y hay una sola saliva y un solo sabor a fruta madura, y yo te siento temblar contra mí como una luna en el agua."
Julio Cortázar.

Pero, ¿cómo explicarles a los chicos su emoción, esa emoción que iba en aumento a medida que se acercaban a Bucarest?
Pienso ser el mejor embajador que haya habido jamás. Antes de concluir mi mandato, Rumania y los Estados Unidos serán estrechos aliados.
Al encenderse la señal de NO FUMAR,  se  evaporaron los grandes sueños de estadista.
No puede ser que estemos aterrizando, pensó consternado.
Si acabamos de despegar… ¿cómo puede ser tan corto el viaje?
Sintió presión en los oídos  cuando la nave inició el descenso y segundos más tarde las ruedas rozaron la tierra.
“De veras está sucediendo, se maravilló. Pero yo no soy embajador. Soy un farsante, y lo que voy a conseguir será que vayamos a la guerra. Dios nos ampare. Nunca debimos haber salido de Kansas.
¿Estará Pedro esperándome?”

Rumania. Bucarest.

Rato antes…

__Alberto ve tú a recibirlo.
__Pedro, te corresponde ir.
__No puedo, ve tú, me quedaré preparando todo acá, llévalo a la residencia, luego hacia acá, tendré a todo el personal reunido.
__ Muero por conocer al resto del equipo, por cierto, buena suerte, Pedro, con… el embajador.


__En la actualidad los grupos sociales se han convertido en una herramienta muy útil para mejorar las relaciones de pareja, para tener una mejor calidad de vida, para mejorar la autoestima y la relación con los demás.
Tal vez conoces a alguien que pertenece a algún grupo de autoayuda o que acuda con frecuencia a pláticas de relaciones humanas y autoestima y estarás de acuerdo conmigo que esas personas han mejorado su calidad de vida y llevan una mejor relación con su pareja o bien su autoestima se elevó tanto que aprendieron a amarse, a valorarse y entendieron que su dignidad está por encima de todo, no aceptaron un golpe más y tampoco aceptaron malos tratos psicológicos,  y decidieron dar por terminada esa relación que a todas luces era nociva tanto para ella, sus hijos y su expareja.
En lo personal creo que muchas veces desarrollamos una zona de confort en nuestras relación con los demás
Estas zonas se forman cuando somos niños, si nuestros padres nos trataron con amor y respeto, entonces asociamos esta forma de trato con la sensación de ser amados.
Pero si como ocurre a muchos y con bastante frecuencia donde los padres son incapaces de tratarnos con amor y respeto, entonces aprendemos a sentirnos cómodos con estas carencias y nos volvemos fríos e inexpresivos y por consecuencia nuestras relaciones se vuelven un caos.
En cierta ocasión una mujer le decía a su esposo: ¿Que ya no me amas? Desde hace mucho tiempo ya no me dices mi amor, mi cielo, ya no me abrazas, ni me besas y ya no digamos que hagamos el amor, eso ya ni hablar, siempre estás cansado, el esposo le respondió a su esposa: Mujer si no te quisiera no estaría contigo.
Dile a tu esposo tantas veces puedas los... te amo, te quiero, dale un beso y un abrazo todas las veces que puedas.
En un esfuerzo por satisfacer nuestras necesidades por sentirnos cómodos y justificados, asociamos el hecho de ser tratados mal con la sensación de ser amados y así se convierte en nuestra línea de conducta.
De la forma en que vivimos nuestra niñez, ya de adultos esa conducta se transforma en el comportamiento que inconscientemente adoptamos en todas nuestras relaciones.
El trabajo más importante lo hacemos nosotros mismos, desear que nuestra pareja cambie es una forma sutil de manipulación.
Demostrar un poder sobre él o ella, es una actitud que le hacemos ver a nuestra pareja que somos mejores que ella.
Permite que la persona que amas sea como ella desea ser.
Aliéntala a ser mejor cada día, a que se supere y se descubra a sí misma, que se ame, se acepte en lo positivo y nunca acepte sus debilidades teniendo eso como excusa para no ser mejor cada día, que se valore.
El que cada día te superes, te aceptes y te valores, más pronto de lo que te imaginas te convertirá en una mujer plena, realizada y entenderás lo hermoso que es ser la protagonista de tu propia película llamada vida-
Ámate, valórate, respeta tu cuerpo y tu espíritu y nunca, pero nunca de los nunca permitas un solo golpe, malos tratos psicológicos en nombre del amor
Recuerda que quien te ama no te arrancará lágrimas, te arrancará muchas sonrisas. Es así Gabriela, no te conformes con menos.
__Te lo agradezco, Pedro, será un placer trabajar contigo cerca, en verdad no es fácil entablar amistades acá. ¿Lo de tu separación es definitiva entonces?
__Absolutamente, tengo muy buena relación con Camila por el papá, por mis hijos, pero solo es eso, la mamá de mis hijos. Bueno, a trabajar, que en minutos y una hora estará acá… El embajador.
__ ¡Qué nervios! Espero caerle bien.
__Eres un encanto, te garantizo que te lo ganarás, y eso que es bastante difícil.

Rumania.

 A treinta y siete kilómetros del centro de Bucarest se halla el moderno aeropuerto de Otopeni, construido para facilitar el tránsito de viajeros provenientes de los países comunistas cercanos, así como también de los que, en menor número, llegan anualmente a Rumania como turistas desde Occidente.
Dentro de la terminal se desplazaban soldados de uniforme marrón, con rifles y pistolas. Se advertía un aire frío, desolado, que nada tenía que ver con la gélida temperatura, inconscientemente, Fabián y Malena se acercaron a su padre.
“De modo que ellos también lo notan”, pensó Guillermo.
En ese momento se aproximaron dos hombres. Uno era  afable, con aspecto de norteamericano. El otro era algo mayor y vestía un deslucido traje que parecía ser de confección extranjera.
El norteamericano se presentó.

__Bienvenido, señor embajador a Rumania, soy Santiago Malvárez, su encargado de relaciones públicas, este es Tudo Costa, jefe de protocolo de Rumania.
__Es un placer tener con nosotros a usted con sus hijos, señor. Bienvenido a nuestro país.
__En cierto sentido también será el nuestro. Multumesc domjnule __expresó Guillermo.

__Habla rumano __se emocionó Costa__ Cu piâcere.
__Apenas unas palabras __ se apresuró Guillermo a aclarar.

Fabián dijo entonces:
__Bunâdimineata. __Y Guillermo se sintió tan orgulloso que casi se pone a llorar. Acto seguido les presentó a sus hijos.

__Su auto lo espera señor embajador __le informó Malvárez. El coronel Marini se halla afuera.

Guillermo se estremeció.
“El coronel Marini, Alberto Marini y Pedro Beggio”. Se preguntó si Pedro estaría también allí, pero no quiso averiguarlo.
Había una larga cola para pasar por aduana, pero ellos a los pocos minutos habían salido ya del edificio.
Afuera los aguardaban también periodistas y fotógrafos, pero en vez de ser ruidosos, estos eran ordenados y correctos. Al terminar con su labor saludaron a Guillermo y se marcharon todos juntos.
El coronel Alberto Marini de uniforme los esperaba en la calle.

__Buenos días, señor embajador __dijo tendiéndole la mano__. ¿Tuvo un buen viaje?

__Sí, gracias.
__Pedro Beggio quería venir a recibirlo, pero le surgió un asunto importante.

Guillermo se preguntó si tal asunto importante tendría pelo rubio o castaño.
Una larga limusina negra, con la bandera norteamericana en el paragolpes delantero derecho, estacionó junto a ellos. El chofer, un hombre de rostro alegre y de riguroso uniforme, se bajó para abrirles la puerta.
__Este es Florián.
El chofer sonrió y exhibió unos dientes blanquísimos.
__Bienvenido, señor embajador, señor Fabián, señorita Malena. Será un placer servirlos.
__Muchas gracias _repuso Guillermo.
__Florián quedará a disposición durante las veinticuatro horas del día. Pensé que convenía ir ahora directamente a la residencia para que pueda descansar un poco. Tal vez más tarde quiera dar una vuelta en auto por la ciudad. Por la mañana Florián lo llevará a la embajada.
__Me parece bien, gracias.
Una vez más, Guillermo se preguntó dónde estaría Pedro Beggio.

__
Recostado en su sillón del despacho de la embajada, Pedro no podía dejar de pensar en el embajador, en cómo podría disimular y acallar sus emociones y su sentir.
Esta noche no soñé contigo amor, el insomnio se apoderó de mi ser, de mi pensar y razón, solo en ti pensaba, hoy no pude amarte vida mía, esta noche no tuve ese sueño donde tú lo eres todo para mi ser, mis brazos te pertenecen y desnudos de ti sentían frio, la noche me robó tus labios, tus besos, su negrura me abría camino al infierno en mi desvelo, donde la pasión y el deseo se habían quedado fuera de mi ser y conciencia, yo quería soñarte , quería darle vida a esa locura de amor, donde en mis sueños me perteneces, donde las primaveras nacen con su fantasía desnudando nuestras almas en la entrega enamorada de un beso lento, hoy, no pude soñarte amor mío.
Esta noche no has sido mi sueño, no he tenido tus ojos, ni tus dedos recorriendo mi espalda, esta noche amor, moría en tu olvido, mis besos se quedaban en mis labios vacíos de ti, esta noche, no sonaban para mi melodías de amor, solo una sombra de duda y celos invadían mi mente, celos del sol y ese cielo que cubría tu espacio donde yo no hallaba cobijo para amarte.
Esta noche no te tuve amor, vuelve a mí. Te quiero para mí.
Todo el día pensando en ti, siento cosquillas cuando estoy por verte. Ven,  quédate junto a mí, cuántas cosas por descubrir.
En ti todo lo encuentro, tú eres mi historia. Ven aquí, aunque sea un instante dime todo lo que quieras.

Lo que no sabes que con solo verte y escucharte  enloqueces cada rincón de mi cuerpo, tus huellas,  tus besos aun están en mi piel.
Perdóname si pienso en ti, entiéndeme llegas desde muy temprano a mi pensamiento, tu recuerdo dura todo el día y me habla de ti. Perdóname sin ti no sé vivir.
Recuerda lo mucho que siento por ti; te amo. Bésame,  quiero verme en tus ojos, abrázame,  quiero sentir tan solo el calor tus brazos; te necesito.
Tan solo lo único que sé, que soy tuyo. Te protegeré con mi amor, te llevo en mi corazón.
Busco tus caricias que ocupan mi cuerpo por todos lados, no hay palabras,  solo ardiente pasión  que escapa de nuestros cuerpos.
Gota a gota el deseo se fue apagando después de la locura de poseerte, de tenerte, de quitarte las ganas, y estallamos como dinamita.
__Gaby, me muero, ¿quién es ese bombón que acabo de ver? _dijo Sonia, la mejor amiga de Gabriela.

__ El nuevo subjefe de misión, Pedro Beggio, es divino, ¿verdad? Y lo mejor de todo, acaba de divorciarse.
__Me muero, por favor, no puede estar más bueno, se parte.
__Sonia, que yo lo vi primero, esperemos a conocer al embajador y al resto de la gente.
__Ya, estoy que no llego a mañana, amiga. Dicen que el embajador es un churro de morir, y otro que viene con ellos, un militar,   pero yo me quedaría con Pedro.
__Pedro es mío. Y ya calla, los micrófonos, amiga.


El recorrido entre el aeropuerto y la ciudad fue fascinante. Avanzaron por una ruta de doble mano muy transitada por autos y camiones, pero cada tantos kilómetros el tránsito se atascaba debido al paso de pequeños carros gitanos. A ambos lados de la calzada había modernas fábricas junto a vetustas chozas. Pasaron frente a innumerables granjas y vieron a las mujeres que trabajaban en los campos, con la cabeza envuelta en coloridos pañuelos.
Dejaron atrás Banesa. El aeropuerto para vuelos de cabotaje, y un tramo más adelante repararon en un edificio gris y azul de dos pisos de aspecto tétrico.

__ ¿Qué es eso? _preguntó Guillermo.

Florián hizo una mueca.
__La prisión Ivan Stelian. Allí es donde envían a todos los que disienten del régimen.
En un momento dado Alberto señaló un botón rojo que había junto a la puerta del auto.
__Esto es un dispositivo de seguridad _explicó __. Si alguna vez se halla en una situación difícil, si es atacado por terroristas o por quien fuere, basta con que oprima este botón para activar un transmisor de radio que se vigila desde la embajada, y al mismo tiempo, se enciende una luz roja en el techo del auto. Así, en pocos minutos podemos determinar su posición.

__Espero no tener que usarlo nunca _deseó Guillermo fervientemente.

__Lo mismo digo, señor.

El centro de la ciudad era precioso. Había parques, fuentes y monumentos por donde se mirara. Guillermo recordó que su abuelo solía comentar: “Bucarest es un París en miniatura, Guille. Hasta hay una réplica de la Torre Eiffel.” Y allí estaba, en efecto. Lo emocionaba hallarse en la tierra de sus antepasados.
Las calles estaban atestadas de gente, de ómnibus y tranvías. La limusina se abría camino a bocinazos que obligaban a correrse a los peatones. El coche se internó en una calle angosta y arbolada.

__La residencia queda un poco más adelante __le informó el coronel__ .Y aunque le parezca irónico, la calle lleva el nombre de un general ruso.

La residencia del embajador era una bellísima casa antigua de tres pisos, rodeada de jardines enormes que hicieron sonreír a Guillermo.
El personal se había formado afuera de la casa para recibir al nuevo embajador. Cuando Guillermo bajó del coche, Malvárez se los presentó uno a uno.
Guillermo fue recorriendo la hilera mientras recibía amables saludos.
“Dios mío, ¿qué voy a hacer con tanta gente? En casa me bastaba con que Julieta viniera tres veces por semana para cocinar y limpiar, y yo mismo me encargaba del jardín”.

__Es un gran honor conocerlo, señor embajador __manifestó Sonia que acababa de llegar, la secretaria de asuntos sociales.

Tuvo la sensación de  que todos lo miraban fijo, como si esperaran que él dijese algo. Guillermo respiró hondo.

__Bunâ ziua. Multumesc. Un vorbesc… __Se le borró de la mente todo lo que había aprendido del rumano, por lo que se quedó entonces mirándolos desolado.

El mayordomo dio un paso al frente e hizo una reverencia.
__Todos hablamos inglés y español, señor, le damos la bienvenida y con sumo placer atenderemos sus necesidades.
Guillermo dejó escapar un suspiro de alivio.
__Muchas gracias.

Adentro de la casa había champagne helado sobre una mesa en la que resaltaban tentadores manjares.
__!Qué aspecto delicioso! _exclamó, Guillermo. Al ver que todos lo observaban, dudó si debería convidarlos.

“¿Se acostumbraba ofrecer algo a los empleados?”
No quería empezar cometiendo un error.
“¿Se enteraron de lo que hizo el nuevo embajador norteamericano? Invitó a los sirvientes a comer con él y quedaron tan horrorizados que se vieron obligados a renunciar.
¿Te contaron lo que hizo el nuevo embajador de Los Estados Unidos? Se puso con sus hijos a engullir delante de los famélicos sirvientes y no les ofreció siquiera un bocado.
¡Diantres ¿a dónde estás, Pedro Beggio?!”

__Pensándolo bien _se rectificó__, por ahora no tengo hambre. Más tarde a lo mejor como algo con los chicos.

__Venga que le muestro la casa __propuso Malvárez, y todos los siguieron.

Era una bella mansión de estilo anticuado. En la planta baja había un hall de entrada, una biblioteca con gran cantidad de volúmenes, una sala de música, un living, un comedor inmenso con cocina y despensa contiguas. Desde el comedor se salía a una terraza que ocupaba todo el frente del edificio y daba a un amplio parque.
Más hacia el fondo de la casa había una piscina cubierta, con sauna y vestuarios que hizo sonreír a los chicos.

__!tenemos piscina propia! __se maravilló Fabián __¿Puedo ir a nadar, papá?
__Después, hijito. Primero tenemos que instalarnos.

Lo más llamativo de la planta baja era el salón de baile, una enorme habitación que daba a los jardines. Relucientes apliques de cristal de Baccarat salpicaban las paredes de bello empapelado.
__Aquí se realizan las recepciones _dijo Santiago Malvárez ___.  Mire esto. __Accionó un control en la pared. Se oyó un ruido mecánico y el techo comenzó a separarse en el medio dejando una abertura por la cual podía verse el cielo. __También se lo puede operar en forma manual.

__!Eh, qué genial! _se entusiasmó Fabián.

__Lamentablemente le dicen el “capricho del embajador” __se disculpó Malvárez__. En verano no se lo puede tener abierto por el calor, y en invierno hace demasiado frío. Por eso eso se lo usa  en abril y setiembre.

__Sigue pareciéndome genial _afirmó Fabián.

 Al notar que ya empezaba a entrar el aire frío, Malvárez apretó el botón para cerrar el techo.
__Vengan que les muestro las dependencias.

Salieron y llegaron a un amplio hall central con dos dormitorios separados por un baño. Al final del pasillo se hallaba el dormitorio principal con antecámara, cuarto de vestir y baño completo. Había una terraza en el techo a la cual se accedía por una escalera separada.

__En el segundo piso están las dependencias de servicio _explicó Malvárez__, el lavadero y la baulera. En el subsuelo, una bodega y el comedor de los sirvientes.

Los chicos corrían de una habitación a otra olvidados de todo protocolo.
__ ¿Cuál es mi cuarto? _preguntó Malena.

__Eso lo decidirás con Fabián, hija.
__Quédate con este, que tiene muchos volados como les gusta a las chicas _dijo el aludido.

El dormitorio principal era muy lindo. Tenía una cama amplia de dos plazas con acolchado de plumas, dos sillones frente a un hogar, una reposera, una cómoda con espejo antiguo, un baño lujoso y una vista espléndida de los jardines.
Cuca el ama de llaves, y  Carmen una de las empleadas ya habían desempacado las valijas de Guillermo. Sobre la cama estaba la valija diplomática que el embajador Viner le había pedido que llevara a Rumania.

Mañana tengo que llevarla a la embajada. Se acercó para tomarla en sus manos y advirtió que los lacres rojos habían sido cortados y vueltos a cerrar con torpeza.
“¿Cuándo ocurrió esto? ¿En el aeropuerto? ¿Aquí? ¿Y quién lo hizo?”
Sonia entró en la habitación.

__ ¿Está todo de su agrado señor? __preguntó.

__Sí. Nunca tuve una secretaria de asuntos sociales. Y no sé muy bien cuál es su función.
_Yo me ocupo de que su vida se desarrolle sin tropiezos.
Anoto sus compromisos sociales. Almuerzos, cenas, eventos y demás reuniones. También me encargo del funcionamiento de la casa. Con tanto personal de servicio, siempre surgen problemas.
__Sí, claro.
__ ¿Necesita algo en especial para esta tarde, señor embajador?
“Que me diga quién rompió el lacre”, pensó Guillermo.
__No, gracias. Quiero descansar un rato. __De pronto se sentía agotado.

La mayor parte de la noche se quedó desvelado, presa de una profunda sensación de soledad mezclada con una emoción enorme ante el hecho de iniciar su trabajo, y un anhelo inexplicable que por desgracia llevaba el rostro de Pedro Beggio.
“Ahora todo depende de mí, querida Silvina, ya no tengo en quién  apoyarme. Cómo me gustaría que estuvieses conmigo, que me dijeras que no debo temer. Que no fracasaré. No debo fracasar. El beso que nos prometimos navega en los mares de mis ojos, perdido entre las huellas de la orilla, te siento tan lejos, me siento tan perdido, te fuiste sin irte, y  mi vida muere despacio, inerte, susurrando tu nombre entre los charcos por si te encuentro dormida.
Rebusco en mis soledades por si dejaste algún suspiro perdido.
A lo lejos te confundes con la bruma perdida, mis ojos ya rotos vuelan cargados de verbos que caen al abismo desierto secreto de vida.
Desolación sin nombre en la sequedad de la piedra que aprisiona mi alma. Estallidos nocturnos en mi mente por el saber de tu ida, tiento cuanto amo,  a ti  te encuentro  fría,
¿Por qué marcharon tus labios encarnados de mi boca?
¿Por qué ese adiós en ese día tan eclesiástico, por qué rompiste todo lo amado sin ni mirarme a los ojos? ¿Por qué te fuiste sin irte si me dejaste contra la ceniza y la muerte?, Sil, sé que te asesinaron, y soy un cobarde que prefirió salir de casa para que los chicos no se enteren ni sufran ya más, aunque siento que te traiciono, que dejo tu muerte impune, pero sé que no sabré nada y que haga lo que haga no te recuperaremos. Antes sin ti tenía vida entera, mas hoy sin tus labios tengo media vida y la otra yace entre los oteros de mis lágrimas. Triste la luna marcha delante de mi vida, pues errante vuelvo si tus labios ya no me aman.
Maltrecha vida mía donde mi cuerpo perdido aclama al ocaso del llanto, pues yo ya sin tus labios muero”.

Cuando por fin exhausto pudo dormirse, no soñó con Silvina sino con Pedro.

“__Ven amor, acércate de una vez, este es el momento, no tengas miedo, deja que nos amarre el destino, déjate amar por este perverso clandestino. Agarra en un puño tus sueños, en el otro tus deseos. Ven a cumplirlos conmigo. Dame tu piel cual suspiro que derrama tu cuerpo sobre el mío. Este momento cambiará  tus angustias, asesinará tus culpas. Ven, escala el laberinto de mi cuerpo, descifra todos los secretos, deja que nos consuma el sentimiento. Entrega tu piel a mi piel, entrega tu mirada al deseo. Juega conmigo, sé quién quieras, como quieras, aquí no hay complejos. Anda amor, empecemos que también el fuego me está consumiendo y  yo sé que tú también estás ardiendo. Anda, acércate, comencemos con el calor de un abrazo y  la magia de un dulce y apasionado beso.  Su presencia te da vida,  su olor se adueñó de ti; es la feromona de una fiera en celo. Eso desborda tu dulce embeleso,  deseando aquel cuello que a gritos te hurga,  te impele urgiendo apoderarte de mí y disfrutarme como a fruto prohibido.
__ Pedro, no podemos,  pero déjame  apartar de tu vida lo obvio y conocido. Déjame regalarte lo imprevisible. En un mundo que hace culto a la razón. Déjame regalarte sentimientos que donde todo cambia, ellos perduran. Déjame decirte que nosotros cambiaremos. Pero eso no es algo que nos deba dar temor. Por el contrario, la energía de nuestro cambio nos mantendrá juntos para terminar. Déjame decirte que la aventura será vernos dentro de muchos años  siendo otros, pero siempre los mismos.
Cuando estemos juntos, solo te pido una cosa, ¡que no cambies nunca por favor! Yo estaré en casa, esperándote para abrazarte y besarte el alma  cada vez que decidas trepar a la libertad.
Es que me he vuelto adicto a tus cambios y a tus misterios, porque me vengo escapando de la tediosa rutina que quiere sofocar mis sueños. Te pido que no me escondas tus enojos y que puedas mirarme de frente al hablar  cuando algo no te convence o te hace daño, porque yo haré lo mismo con vos, no quiero ser tu enemigo ni seguir fingiendo que no siento nada o que te odio, precioso arrogante.
Tendré días de inmensa fragilidad, donde no suelo herir, pero necesito apartarme en silencio para sanarme. Pero estoy seguro de que no habrá una crisis tan grande que no pueda resolverse entre tus brazos fuertes. Y si algún día descubro o me sorprende una vieja herida que quiera asomar, solo bésame, bésame el alma una y mil veces y así prometo curarme.
Solo te pido que no dejes de ser ese (uno en un millón), ese ser único que pudo atravesar mi gran armadura. Esa que usé para apartarme de los simples. Cuando murió Silvina nunca pensé en volver a sentir algo, menos por un hombre, y me envolví en mil corazas, pero apenas una mirada tuya y las desmoronaste.
Al momento que el sueño cambió, luego despertó recordando esas palabras: “Odio a los aficionados. ¿Por qué no se vuelve a su casa?”
__

La embajada norteamericana en Bucarest en Soseaua kiseleff  21, es un edificio de dos pisos estilo semigótico, con un  portón de hierro al frente que vigila un oficial de uniforme gris y gorra roja. Un segundo custodio permanece dentro de una casilla, a un costado del portón. Hay una puerta cochera por donde pasan los vehículos y una escalinata de mármol por la que se accede al interior.
Ya adentro, se advierte un hall con el piso de mármol, dos televisores de circuito cerrado sobre un escritorio atendido por un infante de marina, y un hogar frente al cual hay un chispero que tiene pintado un dragón que echa humo por la boca. En los pasillos hay retratos colgados de ex presidentes. Una escalera de caracol sube a la planta alta, donde hay oficinas y un salón de reuniones.
Un infante de marina estaba esperando a Guillermo.

__Buenos días señor embajador. Soy el sargento Hughes, me dicen Gunny,
__Buenos días, Gunny.
__Están aguardándolo en su despacho. Venga que lo acompaño.
__Gracias.

Subió con él hasta un hall de recepción donde había una mujer sentada en un escritorio, pelirroja y esbelta,  le pareció encantadora.
__Buenos días, señor embajador _dijo la chica de unos treinta años y se puso de pie__. Soy Gabriela Soria, su secretaria.

__Mucho gusto en conocerla, Gabriela.
__Lamento decirle que una multitud lo aguarda ahí adentro.
__No los hagamos esperar, entonces.
__

__Beto, ¿cómo fue ayer?
__Bien, aunque creo que te buscó sin decir nada por todos lados.
__ Y yo quiero decirle mil cosas a escondidas. Mi siempre en la consciencia de mi ser, de mi ejemplo a tomar, de mi ícono a seguir.
 Decirle  que toda una vida sin usted sería toda una muerte, es lo que le intenté decir desde mi casa. Sería morir desnudándome hasta renacer en la desnudez de su piel. Ahogarme en sus besos, hundirme en su boca, resucitarme en sus labios, nombrándome en su garganta para nacer en sus suspiros.
__Pedro, te va a oír toda Rumania, no solo él.
__Perecer en sus caricias, renacer entre sus dedos, atrapado entre sus manos perdido entre sus huellas. Elevarme por su pecho, escalar sus aureolas, saciarme de sus cumbres, caer libremente enterrándome en su ombligo. Sería morir, morir  en los cementerios de sus aposentos, nacer en la tumba de su lecho reescribiendo el epitafio de su vida.
Enterrarme entre sus piernas,  encerrándome entre sus entradas, para lubricarme de sus cavidades, naciendo en sus glándulas, expirar en sus orgasmos,  nacer en el siguiente, y morir en mil más de los simples orgasmos del silencio de sus miradas. Nacer y renacer, morir y resucitar entre sus piernas alzadas sujetando mi caderas, entre sus montes, por fuera y por dentro por sus interiores y sus afueras, y derramado, llorar, como los niños lloran sintiéndose amados, amarlo  como un hombre y contemplarlo  como los sabios, buscando sus preguntas hallando sus respuestas, cual científico matemático y metafísico  desvelan  sus misterios acertando sus acertijos, desesperarme de usted y como los ancianos inaugurarlo de nuevo, inventando otras formas de amarlo, de distintos besos caricias confidentes, extrañas, miradas desprecintadas, te quiero no conjugados en ningún tiempo pasado ni en este continuo
presente. Y de nuevo, enterrarme entre sus entrañas, ser su simiente dividirme en su vientre, nacer en su placer de siempre que solo Dios siente, y en un orgasmo, más grande que la materia, que el cosmos y el vacío, más dilatado que el tiempo y la luz, que todas las estrellas y soles  para nacer  toda una vida con usted, haciendo toda una muerte conmigo.
Eso, es amarlo con todo el desprecio de la existencia, escupir a la vida,  llorarle a los cielos, gritarle a Dios,  silenciar al diablo, para amarlo toda una vida sin usted toda una muerte teniéndolo. No hay tiempo, mi señor,  ni distancia ni espacio ni vacío ni materia, ni universo ni infinito ni eternidad que pueda medir lo que lo amaría vivo, o la desearía muerto en la distancia de la muerte.
No te preocupes que nadie entendería  de qué habló, se lo he escrito, pienso dejarle una carta anónima por día, nunca sabrá que soy yo, y tú no lo dirás.
__Yo me quedé  embelesado con el rojo de afuera __dijo Alberto en susurros.

__Cuenta conmigo, es un amor, y ya he hablado con ella.
___

Gaby abrió la puerta y Guillermo entró en su oficina. Había nueve personas ubicadas alrededor de una amplia mesa y todas se levantaron al verlo entrar. Guillermo vio esos ojos fijos en su persona y experimentó una sensación de animosidad casi palpable.
Al primero que vio fue a Pedro Beggio, que le trajo a la memoria el sueño de la noche anterior en sus dos facetas sin saber cuál sería la real.

__Señor embajador, permítame presentarle a su equipo, a los jefes de departamento __dijo Pedro con una seriedad que a Guillermo le asombró__.  Esta es Valeria Janklow, encargada de asuntos administrativos. Miguel Mendoza, encargado de asuntos políticos. Nancy hatfield, encargada de asuntos económicos, Diego Velásquez,  jefe administrativo. Marcial Thompson, de agricultura. A Santiago Malvárez, de relaciones públicas ya lo conoce. Eladio Gómez, de comercio y el coronel Marini, a quien también conoce.

__Tomen asiento, por favor. __Se encaminó hasta la cabecera de la mesa y pasó revista al grupo con la mirada. “La hostilidad viene de todas las edades, formas y tamaños”, pensó.

Nancy Hatfield tenía un cuerpo voluptuoso y rostro interesante, Valeria, la más joven del equipo, lucía el típico aspecto e indumentaria de las universidades norteamericanas más tradicionales, los demás eran mayores, delgados, más o menos.
__Va a llevarme cierto tiempo distinguir bien a cada uno.
Pedro decía en ese instante.
__Todos somos y estamos a su disposición, o sea que en cualquier momento puede reemplazar a cualquiera de nosotros.

“Eso es mentira, pensó Guillermo, furioso. A usted, precioso arrogante, no pude ni podré reemplazarlo nunca.”

La reunión duró quince minutos, luego de los cuales hubo una conversación general intrascendente.
Por último avisó, Pedro.
__Gabriela irá llamándolos individualmente en el curso del día para reunirse en forma individual con el embajador. Gracias.

A Guillermo no le hizo gracia que él tomara las riendas de la situación. Cuando quedaron a solas, le preguntó:

__ ¿Cuál es el miembro de la CIA asignado a la embajada? Pedro lo miró un instante.
__ ¿Por qué no viene conmigo un instante?

Salió del despacho, Guillermo vaciló un momento, pero luego lo siguió por un largo pasillo de oficinas que asemejaban una conejera. Pedro llegó hasta una puerta. El soldado que estaba de  custodia se hizo a un lado cuando Pedro la abrió y le hizo señas a Guillermo para que entrara.
Guillermo paseó la mirada a su alrededor. El ambiente era una extraña combinación de metal y vidrio que cubría el piso, las paredes y el techo.
Pedro cerró la pesada puerta.

__Esto es lo que llamamos la Burbuja. En todas las embajadas de países comunistas hay una de estas habitaciones, que son imposibles de controlar con dispositivos de escucha.
Vio la mirada de incredulidad en el rostro masculino.

__Señor, no solo hay micrófonos ocultos en la embajada, sino que también puede apostar hasta su último dólar a que los hay en su residencia. Y si una noche sale a cenar, los habrá escondidos en su mesa. Recuerde que está en territorio enemigo.
Guillermo se dejó caer en un sillón.
__ ¿Y eso  cómo se supera? Me refiero al hecho de no poder hablar libremente.
__Nosotros realizamos un barrido electrónico todas las mañanas. Encontramos los micrófonos y los retiramos. Luego ellos los reemplazan por otros, que también sacamos al día siguiente.
__ ¿Por qué permitimos que trabajen rumanos en la embajada?
__Estamos en cancha ajena. Ellos juegan de locales, Guillermo, y nosotros aceptamos sus reglas porque de lo contrario se acaba el partido. Es esta habitación no pueden instalar micrófonos porque la puerta está custodiada por infantes de marina durante las veinticuatro horas del día. Ahora, bien… ¿qué pregunta deseaba hacerme?
__Quería saber quién era el hombre de la CIA.
__Miguel Ángel Mendoza, el encargado de asuntos políticos.
Trató de recordar qué aspecto tenía. Canoso y de mediana edad, ojos claros. No, ese era el de agricultura. Miguel…  Ah, el de mediana edad, peso y ojos claros, de expresión siniestra. ¿O acaso eso lo pensaba ahora que sabía que era un agente de la CIA?
__ ¿Es el único que pertenece a la CIA?
__Sí.

“¿Hubo una cierta vacilación en su voz?
Pedro miró la hora.
__Dentro de una hora debe presentar sus credenciales. Florián estará esperándolo afuera. Lleve su carta credencial. El original se lo da al presidente Arismendi. Y la copia la guarda en su caja fuerte.
Graziani, puedes confiar en mí, no me temas.
Lo que sucedió cuando te emborrachaste, fue real, me enamoré de ti, no volveré a decírtelo porque ni siquiera sé si eres gay, si yo lo soy, pero de hecho te amo y te deseo a rabiar, mas no temas que podré separar las cosas y no deseo perjudicarte.
__!Pedro!

__Me encantaría  poder  no sentir nada  cuando se miran tus ojos y los míos  pero  admiran todo y solo conspiran porque desean estar con tu mirada. No sentir tu boca orando su sonrisa ni el aliento de los besos que respira pero mi ánima por su amor suspira y en su cuerpo improvisa.
No sentir las palabras que me hablas o todo el calor que regalas, quiero salir pero esa llama que acorrala y no logro huir de tu infierno diablo. No sentir la partitura de tus labios, si suenan a envenenadas sinfonías,  que de esas caricias tú componías canciones que llenaste de adverbios. Pero si tan solo pudiera, no sentiría,  podría prometer que te olvidaría y en el nido de tu pecho ni anidaría, sería ave y partiría a otras tierras. Para olvidar por completo esa vida que tiene tu pecado en la desdicha de ese querer que tanto encapricha cuando mi cariño busca y convida.
__Pedro, yo…
__No busco que me ames, sería imposible acá, en nuestro país, solo decirte lo que siento para que no me temas. El brillo de mis ojos  que desbordan alegría, entusiasmo y felicidad  cuando se encuentran  con los tuyos, te amo y se refleja en mi mirada, en mi sonrisa y  en mi corazón.
Desbordo alegría  solo con pensarte  pero cuando estás a mi lado  mi corazón va a mil, deseo acariciarte, besarte, desenvolver  tu cuerpo como  si de un regalo se tratase,  de un regalo que me ofrece  la vida y solo deseo mimarte, llenarte de caricias  pero lo que más deseo  es hacerte el amor. Caricias cargadas  de sensualidad que  recorran tu cuerpo,  desnudarte para que así, piel con piel,  nuestros sentidos,  den rienda suelta a  nuestra imaginación, quiero sentir cómo  se acelera tu corazón, tu respiración agitada  será nuestra melodía, sentir cómo se eriza tu piel, quiero tus hirvientes  jugos de pasión  de los mayores deseos de amar  y ser amado durante toda la noche en una entrega total  de lucha,  pasión y amor. Terminar fundidos en un beso
y una noche juntos  enredados en un abrazo. Sé que es imposible, pero cuídate de Arismendi.
Amor callado, que deambulas triste  por la sinuosidad de mi cuerpo.  Que desnudo de sonidos, sin rimas ni música,  como notas solitarias, naufragas los pentagramas.
Melancolías desgarran el silencio,  que como arcano  guarda mi secreto. El chasquido de acaramelados besos le despiertan el sonido al viento y nuestros cuerpos en simbiosis armónicas al placer se entregan, olvidándose del tiempo que acompaña. Y calladamente... en místico embeleso,  un sortilegio de pasión me envuelve, me arrulla, me amuralla. Me enloquece y nuestros cuerpos, en simbiosis armónicas en líricas pasionales, orquestan su drama. En murmullos rutilantes,  sé que debo verte como mi jefe porque a la sazón del amor, tú, no me convienes ni me retribuirás.
¿Quién puede jugarle a otro su destino? Si para amarte he de ocultar este amor me envolveré en mantillas negras.
__Pedro, yo amé a mi esposa durante todo el tiempo que estuvo, mas algo me sucede con vos, te odio y te amo, confío y huyo, en todo caso sabes que en este cargo y sitio, no podemos amarnos.
__Transitaré en solitario  el camino del destierro cantando relicarios de verbos grabados al viento. Pero dejarte de amar nunca  lo conseguiré. Prefiero callar mi amor y navegar en un mar con tormentas, me subiré en caracolas rotas, o por su uso desgastadas. Acallaré este amor y no me traiciones.  Me morderé hasta que sangren mis labios  por no pronunciar al mundo ¡cuánto te amo!
No tengas miedo de amarme, no tengas miedo de seducirme, de llevarme a tus brazos,  de sentir el fuego de tu cuerpo. Tampoco yo nunca antes amé a un hombre, solo tú me atrapaste desde que te vi. Soy veneno en tu sangre, soy tuyo en cuerpo, alma y mente, tu amor mío,  lo sabes. Quiero hacerte el amor, quiero tu pasión, quiero saber el sabor de tu piel, me encantaría besarte cada parte de tu cuerpo, estremecerte tan lentamente que suspires, que tu alma tiemble  de frío  o sudor de tu cuerpo, que en este silencio de la noche solo nuestros gemidos se escuchen.  Susúrrame al oído mi nombre, eres ese veneno en la sangre, que entra en mis venas tan suavemente y me mata lentamente. Entreguemos nuestros cuerpos. Entrelacemos corazón, alma, piel, labios, seamos amantes cálidos y ardientes
con ganas de amarse, tan profundamente, tan apasionadamente que todo acá parezca fácil, mas si no puedes amarme al menos no me odies, pase lo que pase, veas lo que fuere, y no te enamores de otro.
No tengas miedo de entregarte, yo te llevaré poco a poco al cielo. Abrázame, siénteme, tómame. Acaríciame, ámame, quiéreme. Sedúceme, tócame, hazme tuyo.
Hazme tu fantasía de placer, no tengas miedo amor. Eres mi sueño de amor. No te resistas a estas inmensas ganas de tu piel, de tu cuerpo, de tu boca, de tu esencia de  hombre varonil,  solo amor hagamos el amor, tan rico, tan suave, tan excitante como casi lo hiciste con ese desconocido, sé que te estabas descubriendo deseando a un  hombre, aunque hayas amado a tu esposa. Deja que quede huella en nosotros, por si algún día ya no estamos juntos,  que sea ese recuerdo que nos pertenezca por siempre. Te deseo tanto. Solo no tengas miedo.
Cuando en mi soledad te siento ausente: tú estás en el plácido canto de las aves que cada mañana pronuncian tu nombre. En los rayos de sol que saludan mi ventana recordando el dulce candor de tus besos que en mi boca cantan con algarabía. En el despertar de la flor con cánticos cuando perlas de rocío adornan y visten sus pétalos de diamantes cristalinos.
En el mar pintando tu sensual silueta con pinceladas de arena nacarada reflejando la beldad de tu alma en tu piel prendida. En el viento mensajero del tiempo con el eco susurrante de un te amo en los auriculares del vitral de mi alcoba. En la lluvia que me cobija de nostalgia con el cielo conjugando mis cuitas cuando tus caricias están ausentes.
En las hojas del otoño gris que suspirantes en el viento, pintadas de nostalgia caen anhelantes que tu primavera de verde pinten. Cuando mis labios reclaman tus besos, cuando mi piel reclama tus manos, cuando nuestro amor se cubre de sueños. Tú estás amor desde el principio hasta el final de mi aturdido tránsito y estarás en la eternidad conmigo porque este amor es inmortal  pase lo que pase.
__ ¿Por qué repites a cada rato pase lo que pase?
__Porque… este sitio es complejo, estos cargos lo son, pero en los peores momentos, nunca olvides que… te amo.
Nos llenamos de silencios, que no nos dejan enseñar lo que pensamos. Callamos cada uno de esos secretos que nos queman el alma, lloramos cuando nadie nos ve, y regalamos sin querer una sonrisa.... Todos llevamos nuestros temores y miedos escondidos, huellas del pasado que aún no han cicatrizado. Que han quedado marcadas. Heridas que no nos dejan amar ni ser amados. Miedos de volver a caer en la trampa del engaño y sufrir. Miedo de volver a sentir. Temor a entregarnos,  de darnos por entero, de no recibir nada a cambio, solo más dolor y lloro.
Miedo de que esas cicatrices se vuelvan a abrir y  no nos dejen de nuevo vivir o soñar que se puede ser feliz. Que se puede sonreír sin esconder el pasado, sin esconder los temores, sin callar lo que sentimos. Porque estamos aquí y no nos hemos ido. Mientras hay vida hay esperanza. Mientras hay luz hay claridad  y  un día los sueños serán realidad. Si se fue un amor otro volverá con más fuerza y verdad y  te amará para toda tu eternidad.
__ Sin que me sientas o me veas, me tienes como siempre a ti aferrado, Pedro, no puedo negarlo…  te siento ser toda mi vida… mas yo de ti me siento ausente gran parte de tus días, esperando con desesperadas ansias y hasta resignación que me hagas saber que me piensas, que me extrañas, que aun me amas.
De repente parece me ves, me sientes, me quieres vivir… la luz ha cambiado y por un momento como tu reflejo en el cristal aparezco en tus pensamientos… parece me extrañas, logras acercarme a ti, me hablas palabras que me vuelven real, por un momento no soy tan solo ilusión.
Me hablas de amor… y la luz llena mi vida, primavera eterna florecida me llena el alma, siento soy parte de tu espacio, de tu aire, de tu vida… palabras me faltan para decirte que por ti desespero, que por ti espero contando minutos, horas y días, que por tu amor me desangro por dentro, este sentir me atravesó, aún no logro entender cómo, cuándo si estaba llorando a Silvina y te odiaba.
Pero la luz vuelve a cambiar… el cristal transparente, puro ahora te deja ver a través de él y me pierdes… me hablas de que pronto no estarás solo, volverá, tu atención le dedicarás… me juras me amas y a ella mucho le quieres… mas es quien se lleva tus besos, tus abrazos, el roce de tu piel, tu voz diciendo te amo al terminar de amarse.
Ella tiene todo de ti y tú todo lo que el pasado te dejó.
Yo tan solo una sombra en el cristal que un cambio de luz en tu vida espera… un cambio de luz que me ilusiona con saber que me sientes y te siento mío, que tengo tu todo amor aunque sin poder vivirlo en tu realidad plenamente.
__Camila, ya no me tiene, ni siquiera casi la pienso, no es ella mi amor.
__ Ahora te diré cuánto te amo por única vez, luego lo negaré a muerte Beggio, pero no serán solo palabras, te lo demostraré con el corazón en la mano y expresaré todo mi sentir, aquel que haga vibrar tu corazón, el que me hace tener los sueños muy bellos y que al despertar me haga volar al mismo paraíso siempre serás tú.
Un te amo, enamorado y apasionado, aquel que te lleve hasta el fin del universo, un amor del que seas prisionero de las cadenas del amor,  tú tan enamorado como la belleza de las rosas
en los valles mágicos, tan dulce como tu alma bondadosa y una mirada mágica que me tiene hechizado, así como lo eres tú, vos.
Tus ojos son como dos luceros en el firmamento los cuales dan luz a mi alma enamorada y cautivo de tu sonrisa, tu belleza es igual e enigmática, jamás dejo de admirar tu belleza, siento que al fin he conocido un ángel disfrazado, y desde aquel momento me siento libre y feliz, tú le has dado un giro a mi vida, vives dentro de mi alma y solo anhelo ofrecerte lo más bello de mi ser, este amor que solo será para ti.
__Llegaste a mi vida como lo prohibido y te recibí como si ya te hubiese conocido,   como las olas de un mar embravecido, recibí tu amor, recibí tu cariño. Sentí mariposas, mil aves de distinto color,  junto a ti sentí el amor...  El amor eterno, ese que nunca sentí  apareció contigo y se apoderó de mí.  Y pasarán mil años y el mundo dejará de existir  pero yo siempre estaré pensando en ti... y yo bien sé que tú no te olvidarás de mí. Me encantaría no poder sentir nada  cuando tus ojos y los míos se miran  pero todo admiran y solo conspiran porque desean estar con tu mirada. No sentir tu boca orando su sonrisa ni el aliento de los besos que respira pero mi ánima por su amor suspira y en su cuerpo los verbos improvisan.
No sentir las palabras que me habla o todo el calor que tu candor regala, quiero salir pero esa llama acorrala y no logro huir de tu infierno diablo. No sentir la partitura de tus labios si suenan a envenenadas sinfonías,  de esas caricias tú componías canciones que llenaste de adverbios. Pero si tan solo pudiera, no sentiría,  podría prometer que de ti me olvidaría y en el nido de tu pecho ni anidaría,  sería ave y a otras tierras partiría. Para olvidar por completo esa vida que tiene tu pecado en la desdicha de ese querer que tanto encapricha cuando mi cariño busca y convida.
En tu boca roja y fresca te beso y mi sed no se apaga, que en cada beso quisiera… beberme entera tu alma. Me he enamorado de ti y es enfermedad tan mala, que ni la muerte la sana, ¡bien lo saben los que se aman! Te protejo. “Cuando el sueño te muerde los párpados, sientes cómo el cuerpo te abandona y las esclusas de los ojos se te cierran, y duermes, como un hada con alas nuevas, en la palma de mi mano. El acto se plasma en la mañana y el amanecer del rocío,  ante mis ojos su color me invita a degustar mis labios húmedos de la mañana para sentir el licor sagrado de tu fuente que se derrama en gotas de tu savia mientras contemplo el amanecer glorioso. Disfrutas de la resaca madrugada del festín que disfruté bajo mis sábanas.
__Duermes firmemente en cada poro de mi piel, despiertas en mis labios al sol y al viento una y otra vez, tengo tu perfume y el delicado aroma de tu desnudez, aprisionas mis ganas hasta no poder y deleitas mi alma como solo tú lo sabes hacer, te amo con delirio y ansias, me asombra lo dulce de tus labios escarlata, me reflejo y me miró en tus ojos de amor como lo que más deseas mi lindo amor, en mi corazón has hecho tu espacio,  tu lugar y la manera de hacerme soñar, te amo como tú me amas, con esas ganas de no perder, amo tus palabras y la seda de tu piel, bésame con pasión y locura porque tú llenas las venas de mi cuerpo y de mi corazón con tu inigualable amor, como marea y tormenta, como calma y bonanza así eres en mi vida, apasionado,  no das tu sol,  das tu alma con todo su explorador, no das amor das la vida en cada beso mi amor . Yo te adoro a cada minuto que vivo a cada latido de mi corazón has hecho de mis besos una colmena de miel y de amor, siempre te amaré, siempre mi bello amor, eres la rosa delicada que en el jardín brota brillante con la alegría de ser la que engalana mi vida y mi corazón.
Te amo y te amaré por siempre más que a mi mujer, desde que me rescataste de ese hombre eres el que mueve mi alma y mi razón, hombre de mis sueños y de mi ilusión, Pedro.

Cómo duele el peso del alma, cargando dolores en medio del pecho; lleva a cuestas esta tristeza que me embarga, acarrea lágrimas sembrando desiertos. Son las palabras dichas que arrancan la calma, arrasan con todo el sentimiento, de un amor inmenso que abandona mi alma, dejando en su lugar heridas y desasosiego. ¿En qué instante la oscuridad se apoderó de mis mañanas?
¿Cuándo atracó en mí tanto desvelo?
¿Por qué me abandonan besos y la sonrisa se vuelve esclava, pendiente de un corazón roto pidiendo el destierro? Un peso inmensurablemente mis huesos se instala, arañando células y esparciendo centelleos; el cuerpo si ya apenas se arrastra, por cada rincón de este vasto universo. Finalmente el ejército de estas lágrimas, ganan territorio y poseen mis cimientos; y es que a veces lo que ya está roto no se repara, cuando solo resta la ausencia y mora el silencio, así me sentí al morir mi esposa, Pedro, y solo a poco reconocerte esto empezó a diluirse.
__Lo sé, algo símil me sucede, pero por ahora es solo un sentir oculto. Y así será mientras no salgamos de acá, ¿sabes que no podemos amarnos libremente, verdad?
Es imposible amor mío no soñarte en mis brazos, soñarte viajando de mi mano, se me hace imposible no soñarte cuando te beso los labios en mis sueños, y en ese viaje que en soledad emprendo hacia tus ojos encontrarme de nuevo en ese lugar de luz donde ya estuve regalándote mi amor, mil motivos tengo para amarte, eres y serás mi primavera eterna donde desembarco en mis noches para dejarte mis verbos, y hoy como otra noche cualquiera haré de mis sueños tu vivir, donde con risas pienso llenarte el alma.
A veces y sin poder remediarlo me cuelo por las rendijas de tu vida, quiero dejarte el sabor de mis besos, y quiero abrazarte en los silencios, donde las soledades mueren, donde allí entre
hilos de plata encontrarás mi amor. Es imposible amor no soñarte.
__Me cansé  de mi vida vacía,  de olvidar que yo existo,  de ser flor mustia marchita,   de morir como muere un te  quiero. Caminar por caminos audaces,   de él te quiero incongruente  de mis sueños perdidos, de luchar contra dragones  de fuego, que me hieren con  sus lanzas ardientes rompiendo la armadura oxidada de olvido. Me cansé de perderme un  instante y regresar solitario e  inerte. Quiero renacer del olvido,  recordar que estoy vivo, me salvé de  una muerte inminente. Renacer rompiendo paradigmas,  persiguiendo mis sueños perdidos,  despidiendo y mandando al destierro el  olvido. De ilusiones encadenadas,  de soñar en mi cama vacía,  de dormir solitario en mis  sábanas frías. Se engalana mi alma de sueños,  se atavía la luna plateada y mi piel cual rosa florecida siente caricias de gotas de  rocío como pétalos sedosos  y música armoniosa de piano. Extrañar ese dulce y suave  cariño que me entienda y me lleve de viaje a un mundo feliz con mi equipaje  de sueños dulces y fugaces. Renacer de caricias de amor,   de dulzura, pasión y ternura con mi piel perfumada de
aroma de flores, un enjambre de besos de  dulces y deseados sabores. Amar en versos y prosas  sintiendo que me abrazan, que acarician mis cabellos con amor y ternura.
En cada molécula de mi cuerpo escalar la cima del deseo percibiendo en mi piel  mil sinfonías, sintiendo en el estío mi  cuerpo empapado de rocío.
Sé que no podemos, que es imposible, que podríamos morir, solo quisiera  amarte una vez, y cuando todo termine poder huir juntos donde lo nuestro… no sea prohibido. ¿Lo harías?
__Todo, por ti, todo.
__

Guillermo se puso la máscara cuando Gaby se asomó para avisar que lo esperaba el chofer.

__Eso ya lo sé, señor Beggio.
__Como él pidió que lleve también a los niños, ya envié un coche para que los busque.
Sin consultarme.
_Gracias.

La sede del gobierno rumano es un edificio de sórdida apariencia erigido en el centro de Bucarest. Está protegido por sus muros de acero, y guardias armados en el frente. En la entrada propia del edificio había más custodios. Una persona acompañó a Guillermo y los chicos a la planta alta.
El presidente rumano los recibió en una habitación larga y rectangular del primer piso. Arismendi tenía un aspecto atlético, delgado, imponente. Era moreno, de rasgos aguileños y pelo negro oscuro. Tenía una de las narices más autoritarias que Guillermo hubiese visto jamás. Sus ojos despedían un brillo hipnotizante como su espléndida sonrisa.

__Excelencia, permítame presentarle al señor embajador de Los Estados Unidos.
El Presidente tomó la mano de Guillermo y la mantuvo en la suya más de lo necesario barriéndolo con un intensa mirada.
__ Es usted más atractivo incluso de lo que sale en las fotos.
__Gracias. Su Excelencia. Esta es mi hija Malena, y mi hijo Fabián.
__Muy lindos hijos. __Arismendi poco disimulaba su  atracción por Guillermo, le dirigió una mirada expectante. __ ¿No tiene algo para mí?

Casi se olvidaba. Abrió enseguida su  billetera de cuero y sacó la carta credencial firmada por el presidente Labrapoulus.
Juan Arismendi le echó un vistazo indiferente.

__Gracias. La acepto en nombre del gobierno rumano. Desde ahora es usted oficialmente el embajador de los Estados Unidos acreditado en mi país. __Esbozó una ancha sonrisa. __He organizado una recepción en su honor esta noche. Allí tendrá oportunidad de conocer a algunos de los nuestros que trabajarán con usted.
__Muy amable.
Él volvió a apoderarse de su mano.
__Aquí solemos decir que un embajador llega envuelto en lágrimas porque sabe que habrá de pasar varios años en un lugar desconocido, alejado de sus amigos, pero cuando se marcha también  suele llorar porque debe dejar a los nuevos amigos que se hizo en un país del que se encariñó. Espero que usted llegue a amar nuestra nación, embajador. __Le acarició la mano.
__Así será. __Piensa que soy solo un tipo guapo, se dijo Guillermo, con pesar. Habrá que hacerlo cambiar de opinión.


Envió a los chicos a la residencia y pasó el resto del día en la embajada, reunido con los jefes de departamento y sección. El coronel Marini estuvo presente como agregado militar.
Estaban sentados ante una larga mesa. Contra las paredes del fondo una decena de funcionarios menores de los diversos sectores.
El encargado de asuntos comerciales, Gómez, un hombre bastante antipático, hizo uno de los comentarios en el que lanzó cifras y datos. Guillermo recorrió la concurrencia con la mirada, y pensó: Tendré que recordar el nombre de cada uno.

Luego le tocó el turno al encargado de temas agropecuarios. Marcial.
__El ministro rumano de asuntos agrarios enfrenta problemas peores de lo que reconoce, este año van a tener una cosecha desastrosa y nosotros no podemos permitir que se vayan a pique.
Nancy Hatfield, encargada de temas económicos, protestó:
__Bastante ayuda les hemos dado. Rumania ya opera bajo un tratado SGP. __Miró disimuladamente a Guillermo.

Estoy me lo hace adrede para ponerme en ridículo.
Nancy continuó, en un tono condescendiente.
__SGO significa…
__Un sistema generalizado de preferencias __la interrumpió Guillermo__. Consideramos a Rumania un país en vías de desarrollo para que puedan obtener ventajas en el campo de la importación y exportación.
 A Nancy le cambió la cara.
__En efecto –admitió__. Ya estamos regalándoles…

 El encargado de asuntos comerciales no la dejó terminar.
__No estamos regalando nada. Lo único que hacemos es tratar de mantener la tienda abierta para poder venir a comprar. Ellos necesitan más créditos para poder comprarnos maíz. Si nosotros no se lo vendemos van a comprarlo a Argentina. __Se volvió hacia Guillermo. ___ Parece ser que con la soja nos irá mal porque los brasileños están bajando los precios para ganarnos el mercado. Yo le agradecería que hablase cuanto antes con el Primer Ministro y trate de suscribir un acuerdo global antes de que quedemos fuera del panorama.
Guillermo miro a Pedro, que estaba sentado en el otro extremo de la mesa haciendo garabatos en un anotador, sin prestar atención aparentemente a lo que se hablaba.

__Veré qué puedo hacer __prometió Guillermo.

Anotó para no olvidarse de enviar un cable a Washington al titular del Departamento de Comercio solicitando permiso para ofrecer más créditos al gobierno rumano, bancos norteamericanos pondrían el dinero, pero solo podían otorgar los préstamos si contaban con respaldo oficial.

Miguel Mendoza, asesor sobre temas políticos, así como también agente de la CIA tomó la palabra, y a Guillermo la mirada le causó escalofríos, mientras…  no adivinaba que Pedro mantenía la mirada baja por dos motivos, uno era que lo estaba dibujando, la fascinación que le causaba su rostro, no podía dejarla pasar.
“No temas, Guille, no temas”, se dijo para sí.

CONTINUARÁ.


TERCERA PARTE-
LIBRO DE ANCLAJE: EL CAPRICHO DE LOS DIOSES. SIDNEY SHELDON.
HECHOS Y PERSONAJES SON FICTICIOS.
CUALQUIER PARECIDO CON LA REALIDAD ES COINCIDENCIA.
LENGUAJE ADULTO. ESCENAS EXPLÍCITAS.

22 comentarios:

  1. Asiyah Eres muy gentil, me fascina este tema, súper Eve Mónica Marzetti
    Muchas gracias 🌹🙏😇🕊🌈

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  2. Elena Gracias Eve Mónica Marzetti, fascinante temática y amor, un beso..

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  3. Vioney Tan hermoso como todo lo que escribes

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  4. Veronica Lorena Piccinino Muy lindo capítulo Eve Monica Marzetti. Ya quiero verlos juntos. Aunque sea un beso.. . El amor que siente preso por su embajador es demasiado fuerte

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  5. Se está poniendo interesante Eve, aunque no niego que todavía me cuesta adaptarme a los nuevos personajes con los nombres conocidos...Eso sí, me mataste con Miguel Mendoza como agente de la Cía...Te juro que me hizo gracia, aunque me imagino que será el mismo engendro de siempre...

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    1. Ali la pensé tantas veces cómo era el elenco, en qué sitio, lo del amigo lo decidi en la marcha, iba a dejarlo como el sicario, pero louego me di cuenta que lo necesito acá, y me lo traje, están todos y más como dije, y como verás falta uno, que lo tengo resevado para un final feliz, de paso ya llega el otro, si estoy complicdada con mil estudios los huesos rotos y mucho dolor pero sabes que esto es mi vida, no faltaré más que para dar vuelta el sueño ante cada estudio porque por los poetas rtengo que trabajar de noche, es muy linda, iré viendo qué sale, gracias y mi amor, se me atrasé el otro, llega o eres tú, son esas dos, luego tengo que mirar, besote. Y MIguel bueno no existe ami.- Pero... a esperar. Aca nada es lo que parece.

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  6. No te preocupes si no podés escribir tan seguido, lo importante es que te cuides y te pongas bien...Te mando un beso grande...

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