domingo, 1 de julio de 2018

"SEÑALES DE AMOR". CAPÍTULO VEINTIDÓS.


"SEÑALES DE AMOR".
CAPÍTULO VEINTIDÓS.
Cien sonetos de amor.
“Tal vez no ser es ser sin que tú seas,
sin que vayas cortando el mediodía
como una flor azul, sin que camines
más tarde por la niebla y los ladrillos,
sin esa luz que llevas en la mano
que tal vez otros no verán dorada,
que tal vez nadie supo que crecía
como el origen rojo de la rosa,
sin que seas, en fin, sin que vinieras
brusca, incitante, a conocer mi vida,
ráfaga de rosal, trigo del viento,
y desde entonces soy porque tú eres,
y desde entonces eres, soy y somos,
y por amor seré, serás, seremos”.
*Pablo Neruda /

_ Guille, te propongo algo –murmuré cuando recuperé la mente.

__ ¿Qué?
__Empecemos de nuevo.
__ ¿Qué? __Se asombró mirándome.

__Más lentamente, me refiero, me habías pedido días libres en la costa, bueno, no, no todavía, tengamos citas comunes, tranquilas fuera de la casa, a solas pero fuera, normales. Vamos a cenar, al teatro, así, ¿vale?
__ ¿Eso quieres ahora?
__Sí.
__ ¿Y el trato?
__Luego, cuando se dé, pero antes las citas, por favor, mientras lo intento.
__ ¿Qué cosa?
Sin preguntas, lo acepto, te daré espacio para que pases una noche libre, o con tus amigos, esta vez de verdad, pero pasado mañana te invito a cenar, ¿así?
__Vale, así.
__ ¿Y las señales de amor?
__Guárdalas, por favor.
__ ¿Y vos?
__Lo mismo, probemos, cita, pero cena y vamos viendo, ¿vale?
__Está bien. ¿Dejas a Camila del todo?
__ ¿Te divorcias de Ana?
__Le digo la verdad y lo intento, Pedro, quiero que nazca mi nieto antes de decirle la verdad a Fabián, no quiero robarle ese momento ni perdérmelo si me echa a patadas, ¿lo puedes entender y confiar?
__Puedo, sí, lo entiendo. En tanto veamos si podemos controlar las… señales de amor.

__ Domingo, 05 de noviembre de 2016.

El sentimiento de pérdida era desolador e inevitable, casi era la obra de mis manos la que estaba a punto de caer y la nostalgia me invadió, tantos recuerdos felices y de los otros también. La vida se compone de una mixtura, un entrelazado de las cosas lindas y feas que uno atravesó y a la distancia, ambas producen sentimientos de posesión y pérdida. Mi viejo edificio de pisos estaba por desaparecer y con él, una parte importante de mi vida, ¡Qué pena!
Me encontraba en medio de esta montaña de recuerdos, controlando que todo estuviera en orden: las cargas, los detonadores, el cableado. Sabía que todo estaba bien pero ante el hecho de esta pérdida, me tomé unos minutos para contemplar, la última mirada a mi propia vida. La detonación sonó seca y violenta y supe que algo andaba mal. Había comenzado la demolición y yo no había podido abandonar el edificio todavía. Corrí por mi vida, sabía el sentido de las descargas para que la implosión generara el menor daño posible y corrí en sentido contrario, aunque la onda expansiva de las detonaciones y los escombros me seguían de cerca como reclamando la sangre del que había propuesto la subida y caída de esta imponente edificación. Llegué a estar a salvo por casualidad ya que antes de ganar el terreno baldío del frente una viga cayó violentamente y rozó mi humanidad, dejándome un recuerdo rojizo y doloroso como obsequio por las decisiones que uno a veces toma. La columna de humo y tierra frente a mí se asentaba de a poco permitiéndome observar la desolación misma. Es cierto que pronto tal vez, otro majestuoso edificio haga olvidar la ruina de este, pero para mí, esta pérdida no va a ser reemplazada por nada, siempre recordaré con cariño y dolor que fui también responsable de no tenerlo más frente a mis ojos.
Una familia es como un edificio querido que de pronto se derrumba y aunque uno hubiese preferido no ver la calamidad, lamentablemente esta permanece y de una u otra forma nos golpea.

__Pedro, había que hacerlo, esta parte del edificio se caía a pedazos, ¿estás bien?
__Sí, Beto, bien, solo relacioné esta pérdida con la de mamá, con la de cualquier afecto o sentir.
__No empieces.
__No empiezo, pero…
_ ¿Cómo la estás llevando con Guille?
__Como tú con Gaby, ya hermano termina, que le pedí un poco de espacio.
__Pedro, yo no avanzo con ella para no empujarte a ti, pero ya deja de posponer lo inevitable. Lo vi cruzar a Guille a su casa, en el camino nos alcanzó Fabián y me invitó… nos invitó a una comida  en familia.
__Que supongo no aceptaste.
__Supones mal, el pibe es amoroso, será como  tu hijo alguna vez, acepté.
__Te odio.


“Y el tiempo avanza… y el tiempo se va, la distancia parecerá crecer a medida que los pasos se nos hagan más lentos pero la prisa ya no tendremos, porque sabemos que entre los dos no hay tiempo ni espacio que logre sembrar olvido… siempre tendremos ese magnetismo que al otro le marque, le atraiga y le haga desear llegar a ese norte.
Para mis ojos… para mis labios… para mis manos siempre vestirás primaveras en tu piel, siempre se despertará algo en mi pecho que llenará de inquietud mi ser, tu cercanía revivirá deseos, irresistible los cuerpos se sabrán… imposible de detener el estallido de besos, la memoria recordará cómo son los besos reservados para tus labios.
Tentación prohibida de comer de tus labios el manjar de amor que hoy me es ajeno…
Tentación de sentir tu cercanía y dar rienda suelta a esos deseos que bajo la piel se contienen, agazapados esperando un momento en el tiempo para amarnos.
Tentación de que tu corazón vea a través de tus manos, de tus ojos, mi alma desnuda preparada solo para amarte.
Encantos en mí descubres, que desconozco, que te son irresistibles y me vuelven tu debilidad para tu esencia, mas en secreto los guardarás para sentirlos tan solo tuyos… pero has de saber que incapaz soy de usar a mi favor tu debilidad pues te deseo y te amo de un modo sin igual”.

__Papá, estás borrado, ¿todo bien con la demanda y el trabajo en el loft?
__Sí hijito, todo bien, solo que he tenido más trabajo. ¿Y mi nieto?
__Bien, creciendo, en unos cuatro meses estará con nosotros.

Me acerqué a la cocina con descuido y con la mano golpeé la sartén. La ola de aceite caliente dio en parte sobre el dorso de mi mano y ardió en gran manera. Enfrié la zona con el chorro de la canilla pero igual la mancha rosa y el ardor constante. Retrocedí y me puse a contemplar el aceite y a razonar una estrategia para acercarme sin salir herido. Debo reconocer, para ser honesto, que pensé en dejarlo así, apagar la cocina y cambiar el menú, pero ese no sería yo. Me envolví la mano con un repasador de cocina y me lancé a la odisea de llevar a otro terreno al aceite humeante, un lugar en donde podría entibiarse y así permitirme disfrutar de sus bondades. Mi protección estaba mojada y rápidamente el calor fue transmitido por este trozo de tela y quemó mi mano de nuevo.
Me enojé y tras dejar la sartén por segunda vez sobre el fuego, juré no volver a intentarlo. ¡Pobre tipo que soy!, como si no entendiera que estaba en mi naturaleza volver y volver. Recordé aquellos guantes de trabajo y una sonrisa se dibujó en mi mente mientras mi cara seguía preocupada. Con esta adecuada protección tomé con confianza la sartén y la llevé a la mesa y gradualmente se enfrió y me alegré por dos motivos. El primero era no haberme dado por vencido y el segundo fue al sentir ese delicioso gusto del aceite de oliva en mi paladar, aderezando la comida que nada sería sin él.
El agua y el aceite caliente pensé, y me reí mucho, satisfecho de haber prevalecido, de no haberme dado por vencido ante la primera quemadura. Es que de alguna extraña forma supe aquel día que debajo de esa coraza hirviente y dañina estaba lo mejor y solo tenía que animarme y seguir, sufrir un poco de ardor para disfrutar de su noble sabor de hombre especial. También vino a mi memoria que yo también soy aceite caliente a veces.

__Te quemaste, Guille, pero mira lo que pasa.
__Estoy bien Ana, no pasa nada.
__Mamá, invité a Beto y a Pedro a la cena, al fin trabajan con papá ahora.
__Está bien. ¿Y la novia de Pedro, Guillermo? No se ha vuelto a ver.
__No lo sé Ana, creo que está de viaje. ¿Vos estás mejor?
__Si quieres preguntar si estoy tomando, Fabián es testigo de que me estoy portando bien, ¿verdad Fabi?
__Más o menos,   a veces recae,  pero en el grupo dicen que es normal.
__Bueno, pero mucho menos que antes.
__Bueno, vamos a tener la comida en paz. A la vez que puedo quedarme, no vamos a discutir.

__
“Me sentía un poco más relajado, Guillermo me hizo  un favor y me dio espacio, ayer  él, Gaby, Beto y otros amigos sé que salieron a tomar algo, me invitaron a la parte de la cena, pero no estaba preparado para volver a estar junto a Guillermo, aunque reconozco que estar tumbado solo leyendo o haciendo zapping me resultó bastante torturante con el remolino que tengo en la cabeza, tardé horas hasta al fin dormirme, pero quise cumplir con lo dicho, con un poco de espacio a solas. Fui un rato a trabajar y cuando regresé él no andaba por las inmediaciones, deduje que había cruzado a estar con la familia. Hasta Beto me había dejado libre, estaba solo como vuelvo a estarlo ahora.
Eso significa que me he puesto a escribir un poco. De hecho escribí un capítulo entero de mi novela y solo conllevó un ataque de pánico. Pero fue corto y apenas contó, y una vez que superé el pánico inicial, pude enfrentarme al recuerdo de mi madre  contándome el miedo que había pasado al viajar sola a Estados Unidos, entre los dos casamientos, pero también lo liberada que se había sentido. Y lo mejor, conocía bien esa sensación, podía describirla.
Antes intenté contactar a Camila pero ni siquiera di con Orestes, supuse que estaría con amigos y que ella sigue de viaje, si es por lo que nos prometimos con Guille, él no dejará a Ana hasta el parto de Valeria, con lo cual tengo tiempo, si bien debo de reconocer que la actitud de Camila me sorprende.”

__ ¿Sabes?, deberías tener una máquina de escribir.

Me volví en la silla de mi ordenador al oír la voz familiar y me encontré con Guillermo repantigado en el umbral, vestido con vaqueros y camiseta. Estaba lloviendo en la calle. Debería haber llevado un suéter. O un polar. Otra palabra rara sobre la que habíamos discutido mientras él se vestía para irse el día anterior. ¿Qué demonios era un polar? Mi madre nunca había conseguido darme la respuesta que tuviera sentido, y Guille acababa de sonreírme como si pensara que fuera un adonis, y nunca lo he sido.
__ ¿Una máquina de escribir? Hace mil años que dejaron de usarse.
Asintió mirando mi portátil.
__ Parece más auténtico, ¿no?
__Bueno, mi madre me prometió comprarme una para su última navidad pero murió antes de hacerlo.
Me quedé helado, se me aceleró el pulso. ¿Por qué había dicho eso? La mirada de Guille se agudizó ante mi reacción y a continuación se encogió de hombros y cambié de tema.
__ ¿Cómo está tu nuera?
__Bien, están todos perfectos, hasta Ana estaba sobria.
__ ¿Qué te pasó en la mano?
__Me quemé, estaba pensando en vos mientras cocinaba y me quemé. Volviendo a lo anterior, solo terminarías con un puñado de papel gastado si tuvieras máquina de escribir.
Me estaba ofreciendo una salida. Mi sonrisa fue un poco débil cuando repuse:
__Eh, que yo escribo bien a máquina.
__No es la única cosa que haces bien, cielito. __Sonrió lascivamente al entrar en la habitación.

__Oh, no tienes ni idea.
Rio y pensé que iba a acercarse para besarme. Para mi sorpresa rodeó la cama hasta mi lado de la mesita y tomó unas fotografías de mis padres.
__Es Eloísa, ¿verdad?
Aparté la mirada con los hombros tensándose.
__Sí.
__Era muy linda, te pareces a ella, pero tienes los ojos de tu padre.
_Sí, en tema ojos, lo mejor lo llevó Beto.
El dolor clavó las garras en mi pecho, y sentí el vacío con la forma de mi madre que había dejado en mí su partida.
__Gracias __murmuré, levantándome y dándole la espalda al dirigirme hacia la puerta.

Bueno, ¿qué estás haciendo aquí?

Oí sus pisadas acelerándose detrás de mí y sentí que me rodeaba con el brazo, con la palma de la mano plana en mi vientre al apretarme contra sí, con mi cabeza apoyada en su pecho.
__Pensé en que me gustaría tomar un vuelo de unos días solos a New York o a París, a Roma, donde prefieras.
__Tan lejos por un par de días…  es de locos.
__Estoy loco entonces, pero me gustaría. Muero por estar a solas con vos, y perder mi vida en la tuya.
Mis labios,  serán el pincel que escribirá  sobre tu ardiente piel, para que los mismos,  cual caricias dormidas  puedan lograr seducirte, saciando así mis ansias por tenerte, y tratando de lograr que en esas  noches de continuos desvelos,  entre tus sueños y los míos, podamos terminar de escribir juntos, esta, nuestra inmensurable historia de deseo y pasión. Soy tuyo. Esta noche soy tuyo, la luna será testigo de la caída de nuestras ropas, de la completa desnudez en cuerpo y alma porque necesito sentirte… y que me hagas el amor. Con ansias deseo que nuestros corazones soliviantados palpiten y ardan de pasión, para que nuestros cuerpos se fundan en un solo cuerpo y sus sombras tiemblen al ritmo de nuestras respiraciones emanadas de nuestras bocas como incandescente lava de un volcán.
Esta noche soy tuyo, deseo con vos sentirme vivo, necesito tus miradas cautivadoras,  que  desnudes mis sentimientos y requiero que me hagas el amor.
Necesito de vos el aire que transpiras, necesito que tu boca arda sobre la mía para que saborees las esencias de mi cuerpo ya que necesito que tus sensibles manos tiemblen al rozar mi destellada piel… acometida por la locura. Esta noche necesito que me ames porque deseo que me hagas tuyo, para así poder amarte, viajar al paraíso cuando estás dentro de mí y escuchar con tu último grito decirme que me amas.

Estaba acostumbrándome rápidamente al tacto de Guillermo, sin dudas le gustaba tocarme. Constantemente. Había pensado que me costaría acostumbrarme, porque yo no era una persona demasiado cariñosa, pero Guille nunca me preguntó si quería ser atraído a sus brazos cada cinco minutos.
__Pedro, Ana está mejor, a punto estuve de pedirle el divorcio, pero falta apenas meses para el parto, no quiero no ver a mi nieto, por otro lado Beto espera para regalarle a Gaby las perlas que nosotros estemos seguros, cuando la segunda pareja se una, la tercera debe de hacerlo.
__Ya,  no empieces con la leyenda. Prefiero caminar de tu mano Nueva York.
Caminando a tu lado… Tu mano con la mía, caminando juntos seguimos el mismo rumbo,  llegamos al lugar soñado cumpliendo nuestras metas,  nuestros sueños  donde estaremos juntos luchando, viviendo, construyendo, haciendo el camino que queremos transitar juntos, viviendo, soñando, amando como un solo ser  que solo queremos tú y yo. Me lo dice mi cuerpo deseoso de tus caricias, la sangre de mis venas, mis labios, hasta mi almohada; me lo dice mi alma pegada a tu alma en la distancia, el vacío de mis entrañas, la añoranza, mi deseo, y el tiempo que no te veo, me lo dice mi corazón que solo late por el tuyo, mis manos, mis ojos, todos mis sentidos. Te necesito, como el aire que respiro. Si es lo que quieres oír, lo lograste es lo que siento, otra sorpresa, tanto como que no me importa ya demasiado que me abraces cada vez que paso cerca.

Noté su respiración en mi oído al inclinar la cabeza para murmurarme:
__He pensado en pasar a buscarlos para la cena a las que los invitó Fabián, para asegurarme de que vendrías. No me gustaría que te perdieras el postre en mi casa después.
Me relajé al regresar a terreno familiar, volviendo la mejilla para rozar sus labios con los míos.
__A mí tampoco me gustaría perdérmelo.
Me perdí al caer mi mirada en su pecho, donde no abotonaba la camisa, un espejo donde mis codicias se reflejan, un lugar, donde delato mis sonrisas prohibidas, un lugar  donde despiertan apaciguados recuerdos, un lugar, donde hago mis depravadas ideas e imagino sabores nunca catados. Lugar donde mis ojos juegan y bailan, cayendo de mis ojos lágrimas que rodean su cumbre para ceñirla, con esas resaltadas curvas iconográficas, la cual mi mente la entalla,  esas curvas, mi mente las roba para mi deleite, un lugar donde poder desfallecer mis manos en sus semejantes pezones incitándome a la conquista de esas cimas, manipular sus dos acarameladas presas, divisar y disfrutar de sus desconocidas esencias hasta saciar los deseos más perversos, se desborda por la frágil represa de tu camisa, porque si toco un solo botón… al igual que una mina explota, porque si lo estrecho entre mis brazos fácilmente la bomba detona liberando su alma junto a un sinfín de suspiros con esas dos gotas de agua incrustadas en su pecho, suficientemente para morir ahogado sobre él, para recorrer todo el mundo en su búsqueda hasta encontrarlo y someterme a su merced sin morir de sed.
__Pedro, no tiene caso estar separados,  es tiempo perdido, vida desperdiciada de los meses que pactamos, besos desperdigados. Besos perdidos. ¿A dónde van los besos que nos damos y prendidos se quedan en el pecho?, en prueba de cariño insatisfecho cual suspiro de amor que no exhalamos. ¿Cuesta tanto decir que nos amamos? los besos en el alma se atesoran y al llegar a los labios se evaporan si evitamos cruzarnos las miradas manteniendo actitudes distanciadas. ¿Y los besos perdidos? nunca afloran… besos que en nuestras bocas no humedecen y en el alma marchitan y perecen.
Ya no quiero esperar más. He tomado la decisión de declararte mi amor.
Quiero hacerte saber que me gustas mucho y que a cada momento te busco, sin importarme la hora, ni mucho menos el lugar.
Hoy te beso. Hoy te demuestro con hechos que me gustaría estar con vos y que te conquistaré.
Hoy te miro distinto. Hoy  diré adiós a las miradas  anónimas,  ya mis ojos se deleitarán por tener a una de las mejores bellezas en frente. Hoy escribo una nueva historia: cambio las páginas de mi libro y sin importarme el pasado, volveré a escribir: “Había una vez “.
Ya está decidido, hoy te busco y te hablo. Hoy te miro y te abrazo. Hoy te sonrío y te entrego mi corazón. Hoy cambio, hoy me propondré ser feliz y de que hoy te beso, sí  lo haré.
Cómo deseo en este instante estar a tu lado, decirte los deseos que anidan en mi alma, me gustaría susurrarte cosas al oído y llevarte de mi mano al más bello de los paraísos y amarnos sin tiempo. Cómo quisiera amor saborear tus besos, y sentirme amado en tus brazos desnudándote mi alma, dejándote conocer cada rincón de mi cuerpo mientras yo ansío estar en tu piel,  en tu alma, y hacer una realidad ese bello e irreal sueño.
El tiempo pasa la vida pasa, y cuando me di cuenta, eras vos vida mía el que andaba habitando mis sueños, con esa manera dulce, llenando mis soledades del ingrediente básico, para enamorarse perdidamente, haciéndome feliz, mi sueño es tan real, tan necesario para mí, que apuro la vida para llegarte en mis noches sin sorpresas sin llamar a tu puerta para encantar a tu alma y todo tu ser, como primavera encantada perfumo mi alcoba, cómo quisiera hacer realidad estos momentos.
Cómo saber vida mía, si es sueño o realidad esta manera de sentir  donde mi cuerpo se rodea de tu presencia,  donde tan cerca te siento, donde tu calor lo siento tan mío.
Haces que te ame en el miedo, en la soledad llena de angustia, sos  mi mundo imperfecto pero mío, donde cada noche haces que sienta esa sensación, ese sentir que nos hace vivir, que nos hace despertar a la vida al amor, a los sueños en el tiempo, en la distancia, en las ausencias pero siempre vos y yo juntos.
Cuando llegues amor cierra los ojos, te besaré lento entre el suspiro de un beso.

__Vale, puaj. __La voz que Gaby nos separó. Se levantó ante nosotros en el pasillo___. ¿Podrían cerrar la puerta cuando los amigos ejercen el derecho a roce?

Me aparté de los brazos de Guille.
Gaby me sacó la lengua y yo me reí, dándole una palmada juguetona en el trasero al pasar a su lado para tomar mis zapatos. Estaba empezando a ponerme mis botas cuando sonó un teléfono.
 __Hola.
Oí la respuesta de Guille y al volverme lo vi salir al pasillo, tenía cara seria.
__ ¿Qué? ¿Ahora, domingo? __Suspiró pasándose una mano por el pelo al lanzarme una mirada__. No. Está bien. Estaré allí enseguida.

Se metió el teléfono en el bolsillo de atrás con un gemido frustrado.
__Era, Marcos. Líos con Miguel, he de ocuparme de eso. __Me sostuvo la mirada por un momento y vi la frustración que se profundizaba.

 __ ¿Vas a perderte la cena familiar? __gruño Gaby__. A Ana y Fabián les va a encantar.

__Diles que lo siento, aunque intentaré llegar, es cuestión de sacar a patadas a Miguel del estudio, pareciera que está desmantelando todo al saber que lo van a desalojar.
__ ¿Voy con vos?
__No. Con Marcos y la policía nos arreglaremos.
Sentí una mezcla de alivio y frustración.
__Parece que esta noche está perdida, al menos para mí.
Sin apartar su mirada de mí, supe que era  nuestra cena y sus planes en su departamento lo perdido.
__Bueno _dije.

__No pareces muy decepcionado. __Me lanzó una sonrisa sardónica __.Solo hemos de encontrar algún momento en esta semana.

__Iré con Gaby y Beto a la cena.
__Hum. __Gaby se interpuso entre nosotros __. ¿Pueden no programar lo que tienen entre ustedes delante de mí, por favor?

Sonriendo, Guille se agachó y le dio a Gaby un pequeño pellizco en la mejilla, luego pasó a mi lado.
__ Por uno solo de tus besos hasta el cielo llegaría, por tan solo un besito para siempre te amaría,  desconectas mi sentido y alimentas mi pasión, de la sangre de mi vida de mi alma y corazón y no quiero ni perderme pero sí entre tus brazos, por un beso yo me quedo sin atarme de tus lazos, por un beso yo suspiro aunque sea de piquito, de lengüita ni se diga yo me elevo al infinito, entre nubes ilusiones de tus besos no me olvido, entre guerras de pasiones solamente un beso pido y te pido que te quedes para siempre a mi lado, cada beso de tu boca más y más enamorado, de piquito, de lengüita,  de ranita y de mojado, de ladito en lo oscurito y de sapo encantado, el prohibido no te pido no te vayas a espantar, es mejor que sea sorpresa y más te vas a enamorar, por un solo beso y de tus labios yo lo quiero, hasta el cielo y al infierno sin tus besos yo me muero.
Te llevo en mi corazón y en mi alma y en los peores momentos de mi vida, pero siempre estás ahí a mi lado.
Me diste los mejores momentos de tu vida, nuestros sueños ahora son una realidad, jamás me dejes porque   me llevé de vos la magia de tu amor, tu belleza me hechizó, los encantos de tu figura y tu alma llena de bondad.
Ahora te llevo tatuado en mi alma porque ya sos parte de mi ser y siento tu presencia a cada instante, me dejaste las huellas del amor que llevo grabadas en mi ser, son las marcas de nuestra pasión.
Cuando estoy solo sin tu presencia, mis sentimientos son la evocación de las horas interminables de nuestros deseos, cuando pasamos aquellas noches interminables llenas de amor y pasión __ susurró.

Me apretó la mano y subió suavemente el dedo pulgar por el dorso de mi mano antes de soltarme y seguir caminando hacia la puerta.
__No olvides lo que planeamos.
__Lo  miré, incluso una vez que se hubo ido. ¿Qué había sido eso? ¿Lo de la mano? Me miré la mano, con la piel todavía cosquilleándome donde me había acariciado. Eso no sonaba mucho a amigos con derecho a roce.
__Solo sexo.
__ ¿Qué? __Levanté la mirada a Gaby, que me estaba observando con incredulidad__. ¿Qué? __repetí.
__Solo sexo. __Negó con la cabeza y agarró su saco__. Si los dos quieren creerlo, no es asunto mío.

Sin hacer caso de ella ni del ominoso tirón en mis entrañas me encogí de hombros bajo mi chaqueta y salí con ella.
Beto esperaba en la puerta y cruzamos a casa de Guille, Fabián nos esperaba sonriente.
__ ¿Y mi viejo? _interrogó.

__Tuvo que ir al estudio, quizá llegue más tarde.
Al entrar a la casa pensé en el fantasma de la mujer de la leyenda y sacudí la cabeza, cuando vi en el living a Isabel, Aída y Solange, mientras Ana venía a saludar.
Beto se puso a mirar con Fabián un partido y Gaby se enfurruñó.
__Más te vale que no te den un pelotazo, gilipollas _murmuró entre dientes, pero tanto uno como el otro  y yo la oímos.

Beto rio al volverse hacia la pantalla.
__ ¿Cómo estás, Pedro? _dijo Ana__. ¿Y Camila?

__De viaje, Ana, debe de estar por regresar.
__ ¿Y cuándo se casan?
__Mamá.
__Es una pregunta, nada más. ¿Qué tiene de malo?
__No lo sé Ana, no tenemos fecha ahora.
__ ¿Qué es lo gracioso? __Aída sonrió con dulzura, completamente ajena a la tensión entre su hija y mi hermano al pasar a cada uno un vaso de Coca- Cola.

__Gaby ha dicho una palabrota _respondió Solange.

Vale, así que además de los mayores ella también la había oído.
__Gaby, ella lo oye todo _se quejó Isabel.

Gaby frunció el ceño, lanzándose al sillón. Pensé que era mejor darle un poco de apoyo, porque estaba claro que el hecho de que Beto estuviera allí frente al partido la había pillado desprevenida, así que me senté a su lado, en el brazo del sillón.
Ella suspiró.
__No sabía que le gustaba el fútbol.
__Y no le gusta _susurré__. Solo está esquivándote dando tiempo a que Guille y yo avancemos, por el tema de la leyenda.

__Isabel, no te enojes, estoy segura de que ha oído cosas peores en la escuela.
Solange sonrió a su madre.
__Sí.
__Eso no es excusa para hablar de esa manera delante de ella.
__Solo he dicho gilipollas, Guille y Marcos dicen cosas peores.
__! Gaby!
Ella puso los ojos en blanco.
__Mamá, no pasa nada, he oído cosas peores _ argumentó Solange__ ¿Por qué has dicho gilipollas? __preguntó la nena.

__Solange __Isabel se volvió a mirarla__. Que no te escuche tu padre, las jovencitas no usan ese lenguaje.

__Mamá.
__Estaba diciendo gilipollas a Albert __explicó Gaby, porque lo es.

__Van a parar todos de decir eso _ bramó Isabel.

__Lo sé _dije soltando un suspiro de exasperación__. Se dice capullo, no gilipollas. Capullo.

__Beto y Fabián rompieron a reír y yo miré a las damas a modo de disculpas, sonriéndoles con dulzura.
__Voy a ver cómo está la comida con Ana _dijo Isabel.

__ ¿Entonces por qué Beto es un gilipollas? – interrogó Solange.

Gaby se levantó, lanzando a la persona en cuestión una mirada sucia y salió tras su madre con las restantes mujeres.
__He vuelto a meter la pata.
Eufemismo del año. Mi hermano se quedaba muy corto.
__Supongo que sí.
Miré al padrastro de Gaby y me di cuenta de que nada le hacía demasiada gracia. Su mirada estaba quemando a Beto con un millón de preguntas y tuve la impresión de que estaba sumando dos más dos.
__Espero que no resultes peor que el novio que tenía antes.
Momento de desviar la atención.
__Bueno, Solange, ¿has leído los libros que te recomendé?
Sus ojos se iluminaron cuando asintió.
__Eran alucinantes. He estado buscando más libros de distopías desde entonces.
__ ¿Has puesto a Solange a leer libros de distopías? __preguntó Beto con sorpresa, sonriéndome.

__Sí.
__Tiene trece años.
__Bueno, están escritos para gente de esa edad. Además, me hicieron leer 1984 a los catorce.
__George Orwell _ murmuró Osvaldo.

Sonreí.
__ ¿No te entusiasma?
__Solange está leyendo Rebelión en la granja en literatura _dijo, como si eso lo explicara.

Ella estaba sentada sonriendo, con un destello diabólico en las pupilas que me recordaba a Gaby.
__Lo estoy leyendo en voz alta a mamá o papá para que puedan ayudarme, es difícil.
En otras palabras estaba torturando a sus padres por diversión. Solange y Gaby eran dos cajas de sorpresas. Ángeles de caras sucias.

Al cabo de unos minutos estábamos sentados en torno a la mesa.
__Gaby, solo acabo de decir que estás pálida. __Ana suspiró finalmente al tomar asiento con el resto de nosotros.

__Lo que se traduce en tienes un aspecto horrible.
__Yo no he dicho eso. Te he preguntado por qué estás pálida.
__Tengo dolor de cabeza. __Se encogió de hombros, con los músculos tensos y los labios y las cejas apretadas.
__ ¿Otro? __preguntó Beto, mirándola con ojos entrecerrados.

__ ¿Qué quiere decir Beto con otro, Gaby? __interrogó preocupada Aída.

__ ¿Has tenido más de uno? __ dijo Valeria.

Beto parecía enfadado y su preocupación por Gaby bordeaba el enojo mayor.
__Ha tenido unos cuantos. Le he dicho que vaya al médico.
Gaby lo fulminó con la mirada.
__He ido al médico el viernes, cree que necesito cambiar los anteojos.
__Deberías haber pedido horas hace semanas.
__Bueno, la he pedido esta semana.
__No te cuidas. Te están haciendo sudar en el estudio.
__Albert, sí que me cuido. De hecho me estaba ocupando de mí misma el viernes pero alguien me arruinó el tiempo libre.
__Era un gilipollas.
__Aída se aclaró la garganta, Alberto levantó una mano para disculparse...
__Era un memo.
Nos echamos a reír.
__Ni siquiera lo conoces. Y gracias a ti, yo tampoco lo conoceré.
__Deja de cambiar de tema. Te dije que pidieras una cita con la consulta del médico hace semanas.
__No eres mi padre.
__ Estás  actuando como una niña.
__Pues lo estoy haciendo por escucharte. ¿Era un memo? Maldita sea, Albert, estás haciendo que mi dolor de cabeza empeore.
__Solo estoy preocupado por ti.
__Está preocupado por ti, Gaby, doy fe _defendí a mi hermano.

Aunque sofoqué la urgencia de lanzarle un tenedor y decirle que fuera un hombre. Si la amaba, simplemente debería estar con ella, y dejar de pensar en mí y en la famosa leyenda.
El resto de la cena fue amena, Ana tomó agua, y no sentí síntomas premonitorios de pánico, empezaba a sentirme cómodo, incluso con Valeria y Fabián, tal vez más que nada con ellos ya que eran los mayores afectos de Guille.

__
__Diría que tú más que nadie comprenderías lo que era tan difícil al respecto, ¿no? __la doctora me miró con mala cara.

__ ¿Y por qué tendría que comprenderlo?
Sentí el nudo en mi estómago apareciendo como siempre que pensaba en el pasado.
__En el que no te querías interesar por nadie, por David.
__Era solo un niño.
Mierda. Tenía razón. Bajé la cabeza dolorido.
__Entonces Beto está haciendo lo correcto, ¿no? Guillermo saldría herido. Como David.
__Tú no mataste a David, Pedro.
Solté el aire.
__Como con mi madre, yo no fui la bala, no, pero fui el gatillo. __Miré a la buena doctora a los ojos __.Sigue siendo culpa mía.

__Un día te vas a dar cuenta de que no fue así. Y que si te importa la gente.
__

Después de la cena del domingo en que Gaby y Beto sirvieron de entretenimiento, estaba bastante exhausto de observarlos cuando llegamos a casa. Una Gaby que todavía no se sentía bien y que seguía enojada, desapareció en la habitación, mi hermano la siguió.
Por mi parte me senté en mi ordenador y empecé a escribir.
Sonó el teléfono y cuando lo tomé me encontré con un mensaje de texto de Guille.

“Había olvidado lo bonito y grande que es mi escritorio. Decididamente necesito hacerte el amor aquí.
Pero lo primero se impone, un viaje solos.”
Negué con la cabeza, con mis labios curvándose hacia arriba al devolverle el mensaje de texto.

“Por suerte para ti, me gusta bonito y grande”.
“Lo sé”. __Recibí la respuesta al instante.

Por alguna razón, Guille me mandó un emoticono y me hizo sonreír como un idiota. Aunque seriamente íntimamente cuando quería serlo, también era increíblemente juguetón.

“__Bueno. ¿Cuándo quieres programar la cita para sexo en el rincón y en el escritorio? Házmelo saber para que pueda hacerte un hueco. Mi agenda de sexo se está llenando deprisa”.
Cuando no respondió en cinco minutos me mordí el labio, recordando lo serio que había sido con toda la cuestión de no querer compartirme.
Le mandé otro texto.

“Era una broma, Guille. Anímate”.
No creí que fuera a responder, y estaba tratando de no preocuparme por haber dicho algo equivocado _toda esta cuestión no estaba para nada exenta de tensión como yo había querido creer__. Cuando sonó el teléfono cinco minutos después.

“A veces es duro saberlo con vos. Hablando de duro…”
Quedé atrapado entre la risa y el ceño. ¿Qué quería decir con que a veces es duro saberlo conmigo? Decidiendo que era mejor dejarlo, porque estaba de broma otra vez, le mandé un mensaje…

“¿El suelo de madera?”.
”No…”
“¿Un libro?”
“Piensa más anatómico…”
” ¿Intestinos?”
“Vale, ya le has quitado la parte sexy.”
Me reí ruidosamente, respondiéndole con otro SMS.
“Último mensaje. Estoy trabajando en mi novela. Te veré a ti  y a tu mesa del despacho para sexo luego.”
__”Buen suerte con la escritura, x.”
El beso me flipó.
Mejor disimular que era un emoticono. Solo un emoticono.
__”PD. Ana estaba sobria, la pasamos bien”.
__”PD. He recuperado el estudio, aunque no dejaré de vivir en el loft.
Por favor, no me bajes la luna. Enséñame cómo hago  para llegar hasta ella. No me dejes en casa  al cuidando de las flores,  cómprame una armadura  para ir con vos a la batalla. No creas enojado  cuando estoy algo distante  o en silencio,  es que trazo un nuevo plan para ambos y conquistar territorios nuevos. Déjame a solas un momento,  para desintoxicar mi interior  de todo aquello  que parece adherirse a mi alma  en el camino. Dame solo un instante  para poner en orden el conflicto  que quiere enredarse  a mis ideas y a mi cuello,  y volveré a ser tu amante ideal,  ese que tiene millones de besos  tantas y tantas caricias para  darte, como para saturar la habitación.
Este sueño que demente a mis noches desespera y en mis días,  inclemente, es tortura perpetua que me devora inconsciente. Pues, como el invierno espera en su gélido letargo, que florezca otra vez la primavera, con aromas y colores, hoy mi alma  espera por vos, para salir de esa noche en que no verte es condena.
Quítame el sueño demente, libera mi alma de penas, siémbrame nuevas simientes tan blancas como azucenas, logra hacer de mi corazón la fuente que irrigue cuanto deseas. Verás qué fuertes son los lazos que atado  me sujetan a vos, sabrás de noches perpetuas de amarte, de besos largos, y de caricias que se niegan a quedarse en su descanso. Autorízame, ese pasaporte que me permita  viajar desde el sur hasta el norte de tu cuerpo, que me permita atravesar  las fronteras de tu piel y que nuestra pasión emerja con sonidos de placer hasta romper el profundo silencio. Dame el permiso de invadir tus sentimientos con mis caricias convertidas  en furtivos besos, hasta lograr cubrir cada rincón en cada parte de tu cuerpo, que no me detenga  la aduana de tu corazón, que no frene mi avance sin razón, dame el permiso  de exportar mis besos a tu boca con esa magia  que solo el amor provoca, cuando existe entre los dos  esa intensa pasión. Dame la libertad de cruzar ese lugar prohibido donde a ningún hombre vos se lo has permitido, donde reposan tus ganas reservadas tan solo para mí, que están sedientas de que mis manos y mis labios  y mis besos no cesen nunca y que sean tan solo para vos. Dame el pasaporte para viajar  hasta lo más profundo de tu alma, a ser el agua que apague por completo la llama, hasta que por el éxtasis de una locura en mis manos te deshagas. Dame el permiso para hacerte el amor, para colmar de besos, no solo tu cuerpo si no también tu corazón, mas no me pongas  en la lista de espera, porque me inducirías a  que perdiera la  razón.
Quiero ser  la razón de tu sonrisa, el remanso en la tempestad, la claridad en la noche oscura, el desvelo de tus fantasías. Quiero ser, tu admirador secreto, ese que al calor del día,  se conforma solo con mirarte y en la noche sacia tus fantasías. Quiero ser  el que escribe a tus labios y tu boca, a tus vehementes anhelos, a la humedad de tu piel. Quiero ser  tu plácido cansancio, el que despierta tus anhelos  y moja tus deseos, el amante furtivo y  tu compañero fiel.”

 Mi teléfono sonó en medio de mi desconcierto. Era Emanuel.

__Hola _respondí sin aliento, todavía pensando en el beso y las palabras y en lo que significaban.

__ ¿Estás bien? __preguntó Emanuel con cautela __.Suenas… raro.

__Estoy bien. ¿Qué pasa?
__Solo para ver qué tal. Hace tiempo que no hablamos.
__Vale, Emanuel, estoy con Guillermo. ¿Cómo estás Diego y tú?
__
__Guille:
Esta noche imagina que estoy contigo, por favor pon la música que más te gusta, toma con tu mano mi cintura y sigue mis pasos al mismo compás, siente como la melodía se apodera de tu cuerpo mientras me ves a los ojos, susúrrame al oído lo que piensas cuando estoy tan cerca de ti, mientras mis manos cuelgan en tu cuello siguiendo el ritmo de los latidos del corazón, no importa si perdernos el paso, podemos comenzar una vez más, quizá sigamos bailando y por qué no recitarnos poemas hasta que la música termine.
En el momento que mi alma entró en tus ojos quedó hechizado mi corazón y empezó a latir de felicidad que desbordaba mis sentimientos, por aquel ángel que mi alma encontró.
Siento como si ya te conociera de otro tiempo, sé qué es lo que te gusta,  lo que te hace vibrar, tal vez somos dos almas gemelas, que se encontraron nuevamente después de tanto tiempo,  tú eres esa chispa que da fuerzas a mi corazón a seguir adelante.
Hoy te hablo desde el fondo de mi corazón y te digo las palabras más sinceras, jamás lastimaría a tu bello corazón, porque tú eres la razón de mi existencia.
Tú eres el ángel más amado, hoy escribo estas letras que cruzarán las fronteras, para que cuiden la chispa de nuestra unión y que el universo sepa lo mucho que vales para mí.
Te amo mi ángel del amor.

Sepultado por el trabajo de reordenar el estudio, Guille permaneció desaparecido en combate durante los siguientes días. Si fuera una clase de hombre diferente podría haber temido su desaparición después de tener sexo, pero con toda sinceridad, disfrutaba del hecho de contar con tiempo libre de él para respirar. Solo habíamos empezado nuestro acuerdo, y ya parecía que hubieran pasado semanas.
 El martes por la tarde, sus mensajes de texto estaban empezando a llegarme. Quiero decir que estaban empezando a excitarme. Era asombroso que hubiera estado perfectamente bien sin sexo por años. Fui pasando ocupándome de mí mismo. No obstante, tener sexo con Guille había despertado mi apetito. Y solo la comida de Guillermo me serviría. Por supuesto no le confesé esto a Emanuel, aunque él tenía unas cuantas preguntas sobre el tipo que había logrado sacarme de los años de encierro y negación de mi naturaleza. Le dije que estaba muy bueno. Que el sexo era desenfrenado. El resto de la conversación consistió en él repitiendo. “No puedo creerlo”.
Sí, eso no era muy halagador.
Hablarle a Emanuel de sexo desenfrenado solo consiguió ponerme más ansioso. Por eso fui al gimnasio. Otra vez. Ya había estado allí el día anterior. Corriendo en la cinta, sudando en la bicicleta, y dejándome el alma en las máquinas de remo, esperaba quemar toda la tensión sexual que tenía dentro. La verdad es que no ayudó.

__ ¿Pedro?
Miré al tipo que se había parado al lado de mi cinta. El entrenador personal que había estado coqueteando en silencio conmigo durante las últimas semanas, desde el incidente  en la cinta.
__ ¿Sí? __pregunté como si tal cosa.

_Andrés me sonrió con dulzura y yo gemí por dentro. Uno: los chicos guapos acicalados no eran mi tipo. Dos: ya tenía las manos llenas con uno.
__Ya has vuelto, tan pronto.
Sí, me estaba vigilando, pero no era nada sincero.
__Ajá.
Cambió el peso del cuerpo de un pie al otro, claramente desprevenido por mi respuesta nada entusiasta a su intento de entrometerse en mi operación alivio de la frustración sexual causada por un Guillermo desaparecido en combate.
__Mira, estaba pensando que a lo mejor te apetecería ir a cenar algún día.
Paré la máquina y salí de ella con la máxima dignidad posible, teniendo en cuenta que estaba sudoroso y pegajoso. Le dediqué una sonrisa platónica, ya la conoces, apretando los labios, sin mostrar los dientes.
__Gracias, pero ya estoy saliendo con alguien.

Me fui antes de que pudiera responder, sonriendo sin darme cuenta de que al menos el acuerdo con Guille tenía algunas ventajas, sacarme de encima a dos, además de múltiples orgasmos.
__
Después de ducharme y cambiarme, salí del gimnasio, esquivando a Andrés, y en cuanto encendí mi teléfono tenía un mensaje de texto de Guille.

__Hazte un hueco el jueves por la noche. Cena de negocios. Ponte guapo. Te pasaré a buscar.
Ni siquiera se le había ocurrido que pudiera estar ocupado. Mandón. Le devolví el mensaje.
__”Solo porque lo pides bien”.

Enfadado caminé con garbo por la acera agarrando el móvil con fuerza. Tendría que hablar con él sobre la tendencia suya a lo repelente. Sonó el teléfono y me detuve, todavía poniendo ceño, que desapareció ante su mensaje: “Pedro, x”.
Podía oírselo decir con una sonrisa provocadora en la voz y negué con la cabeza, sonriendo con exasperación.
“El tipo tiene suerte en ser tan encantador”.
__
Pese a que no sabía gran cosa de la cena de negocios, pensé que era lo que yo le había pedido __con quién íbamos a cenar o dónde__. Sabía que no tenía ningún traje nuevo, por una vez en mucho tiempo decidí salir de compras. Luego de dos horas de probarme camisas, corbatas y trajes, finalmente me decidí por uno gris con corbata negra, camisa blanca de marca Yves Saint Laurent, con zapatos de la misma marca, estaba imponente. De hecho al salir de retocarme el corte de pelo era lo más sexy que había estado nunca. Pero estaba nervioso por la reacción de Guillermo.
Resultó que no necesitaba estarlo.
Bueno, depende de cómo lo mires.

Jueves, 09 de noviembre de 2016.

El jueves por la noche, estaba en la sala tomando una copa de vino con Beto mientras esperaba a Guillermo.
Se abrió y se cerró la puerta y me dio un vuelco el estómago.

__Soy yo _avisó Guille__. Tengo un taxi esperando para… __Dejó  de hablar al entrar en la sala, con sus ojos congelados en mí.

Beto rio.
Entrecerré un ojo a él.
__ ¿Qué sucede?
Sonrió.
__Estás impresionante, Pedro.
__Tú también están muy bien.
__Me dan náuseas como dice Gaby.

Sin hacer caso, Guillermo caminó hacia mí con andares despreocupados. Llevaba un traje negro sencillo, pero de corte elegante, con una solapa delgada de terciopelo. Los gemelos de oro blanco y una camisa gris plata combinaban a la perfección con todo. La corbata delgada era de color rojo sangre.
Pero él estaba más rico que yo.
Sus ojos me examinaron de la cabeza a los pies, y cuando volvieron a mi rostro estaba ardiendo.

__Ven conmigo.
Me agarró de la muñeca y yo solo conseguí pasarle a Beto la copa de vino antes de que Guille tirara de mí y me arrastrara al pasillo y por él a mi dormitorio.
Se volvió, colocando un brazo en torno a mi cintura y atrayéndome hacia él, me envolvió su aroma.

__Pedro, estás… Solo te diré que si no hubiera un taxi esperándonos para llevarnos al restaurante por la cena que me pediste, ahora estarías desnudo, tumbado.
¿Exceso de confianza?
__De hecho… __Murmuró, apretándome más a él, dirigiendo la mirada al cuello.
__Guille, no necesitabas el taxi, y quedamos en cenar, ¿recuerdas?
Me miró a los ojos.
__Estás precioso, Pedro.
Me dio un vuelco el estómago otra vez y yo sonreí con suavidad.
__Gracias.
__ Pero acomódate el pelo.
__ ¿Qué? __me toqué el pelo, poniéndole ceño__. ¿Por qué?

Para mi desconcierto absoluto, los ojos de Guille se entrecerraron peligrosamente.
__Hazlo.
Resoplé y lo empujé en el pecho, situándome lejos de su alcance. No si no me dices qué sucede. __Mi cabello estaba bien. No iba a convencerme de lo contrario.

__Porque… __Su voz era grave, un susurro profundo que reservaba para el dormitorio, y por eso lo sentí hasta lo más profundo__. Quiero ser el único hombre que sepa lo hermoso que es tu pelo alborotado. Lo precioso que sos así.

Algo se alojó en mi pecho. Un casi dolor que se extendió por fuera, sonrió.
__Eres un mandón arrogante.
Los ojos de Guille se entrecerraron en una mirada dura.
__Pedro __me advirtió.

__ ¿Hablas en serio?
__Completamente, échate gel.
__Guille.
__Pedro.

Paré, poniendo los brazos en jarra al examinar su cara. Era implacable. Dios mío, iba en serio. Con un  bufido de incredulidad, crucé los brazos sobre el pecho.
__No me tomo bien las órdenes Guille.
__No te lo estoy ordenando, te lo estoy pidiendo.
__No, me lo estás exigiendo.
__Sencillamente, no me gusta que lleves el pelo así.
__Bien. __Incliné la cabeza a un lado al tiempo que mis ojos lo examinaban deliberadamente de pies a cabeza__. No acepto órdenes, pero hago tratos. Me lo aplasto, pero me debes un favor a cambio.

Destelló una sonrisa perversa.
__Suena bien.
__Oh, yo no he dicho que la deuda sería de naturaleza sexual.
Su sonrisa solo se ensanchó.
__Entonces ¿de qué estamos hablando?
__Bueno, esa es la cuestión. __ Me desplacé hacia él, apretándome contra su cuerpo con una sonrisa__. No lo sabrás hasta que llegue el momento.

Guille bajó la cabeza y sus labios casi rozaron los míos.
__Trato.
__Un hombre valiente. __Reí y di un paso atrás__. Tú también estás genial esta noche, por cierto.
__Gracias _murmuró, todavía devorándome con los ojos.
__Bueno será mejor que le digas al taxista que iremos en diez minutos. Tengo que arreglarme el pelo.

__
Cuando entramos al vehículo le dio la dirección de un restaurante francés.
Durante todo el viaje miré su mano grande y masculina en la mía resistiendo la urgencia de apartarme de su tacto.  No era porque el hecho de que me cogiera la mano no fuera agradable. Lo era. Demasiado agradable.
Demasiado.
Se suponía que solo tenía que ser sexo. Pero allí estaba… tomándome la mano.
Apenas me fijé en que habíamos llegado al restaurante antes de que Guille estuviera pagando al taxista y bajando.

__Estás muy callado _murmuró, al entrelazar otra vez sus dedos en los míos para guiarme.

No respondí a eso.
__ ¿Con quién nos reunimos?
Pero antes de que él pudiera responder, el maître apareció con una enorme sonrisa en la cara.
__Señor Graziani, tenemos una mesa preparada para usted.
__Gracias.

Guillermo pronunció el nombre con la dicción francesa, y me pregunté si el tipo era realmente francés o formaba parte de la imagen del restaurante. Este en sí exudaba elegancia opulenta. Era un rococó francés moderno, con sillas de moldura dorada y motivos negro y plata, manteles granates, candelabros de cristal negro y arañas de luces de cristal claro. El restaurante estaba repleto.
El Maître nos condujo a través de las mesas hasta una íntima y agradable del rincón este, lejos de la barra y del acceso a la cocina. Como un caballero, Guille apartó la silla para mí, y yo no pude recordar que alguien hubiera hecho conmigo antes eso. Estaba tan concentrado en el gesto y en el roce sensual de sus dedos en mi cuello al sentarme, que hasta que él tomó asiento y pidió el vino no me fijé que estábamos en una mesa para dos.
__ ¿Dónde están los otros?

Guillermo me lanzó una mirada despreocupada al dar un sorbo del vaso de agua fría que el camarero acababa de servir.
__ ¿Qué otros?
__ ¿Qué otros? Rechiné los dientes.
Habías dicho que era una reunión de negocios.
__Sí, pero no te dije de qué negocios.
Oh, Dios mío. ¡Era una cita! Ni hablar. Primero el mandoneo, luego tomarme de la mano… no. No, no y no. Aparté la silla y, a los dos segundos de levantarme, las siguientes palabras de Guille me dejaron congelado.

_Si intestas levantarte de placaré. __Aunque no me estaba mirando cuando lo dijo, sabía que lo decía completamente en serio.
No podía creer que me hubiera engañado de esa manera. Con una expresión hosca, volví a acercar la silla a la mesa.

__Arrogante.
__Solo por eso, espero que esta noche me hagas el amor con esa boca sucia que tienes. __Entornó los ojos__. Solo estoy cumpliendo con tu pedido, te di espacio, ahora te invité a cenar.

Sentí el impacto de esas palabras que endurecieron mis pezones y me excitaron. A pesar de que mi cuerpo estaba completamente excitado, estaba anonadado. No podía creer que acabara de decirme eso en un restaurante elegante donde cualquiera podía oírnos.
__ ¿Estás de broma?
__Pedro _dijo y me lanzó una mirada que sugería que me estaba perdiendo algo obvio__; Nunca hago broma con esto__. Te diré lo que haremos al salir de acá __. Se detendrá el tiempo… no hay día… no hay noche, es nuestro tiempo, nuestro momento… te desvistes y te detengo pues el privilegio quiero tener de quitar de tu cuerpo las íntimas piezas que te adornan.
Te recuestas en la cama,  mi cuerpo se comienza a inquietar sobre vos…  mis labios adoran los tuyos, las lenguas hurgan en las bocas.
Paseo mis labios por tu cuello… viajan por tus hombros, mis manos en una caricia hacen a un lado las barreras… allanando el camino a mis besos.
Suave, como flotando entre besos y suspiros, mi boca se desliza por el centro de tu pecho… mientras mis manos liberan tus pezones de la sensual prenda que los cubre y dejan al descubierto la erección que sus cumbres adornan…  entre mis labios las atrapo y una húmeda caricia mi lengua deja.
Continúo este delicioso camino al centro del delirio… las suaves melodías de tus gemidos acompañan mi viaje, tu piel se estremece al paso de la humedad de mis labios, tu cuerpo comienza a inquietarse, la excitación continúa en aumento, me sientes ya listo para  que beba de tu fuente, para tenerme dentro de vos.
Por debajo de tu ombligo me detengo… mis manos con caricias suben por tus muslos… con suavidad quitan de tu cuerpo la última prenda, que me quedará de recuerdo, dejando al descubierto la húmeda fuente de mis delirios, tu piernas se abrazan a mi cuello como queriendo mantenerme cautivo por siempre bebiéndome los jugos de tu pasión, tomado tu deseo, me internaré en tus secretos, navegaré tus mares, estallaremos en el uno, en comunión con el todo.
Este tiempo muerto será nuestro ahora, nos beberemos todo este deseo hasta que embriagados de amor los cuerpos vencidos, abrazados nos entreguemos al descanso, al sueño de volver una y otra vez a amarnos.
Esta noche has llegado a la cita ansiada  a entregar nuestros cuerpos en eclipse de amor, uniendo las miradas en un ciclo perfecto donde no acabe la velada al fundirnos vos y yo.
No soporto verte lejos, mientras bajo las estrellas necesito el sigilo de tus dedos viajando por mi espalda y el calor de tus labios venerando mi inquietud, recorriendo con mesura la vía láctea de mi piel. Quiero abrazarme a la constelación que hay en tu pecho y encadenarme con caricias a ese universo de pasión, dejándote prisionero de mi cuerpo donde yace la penumbra que expía a nuestro amor. A veces las sumas que hacemos son unas simples ecuaciones donde no vemos las soluciones por mucho que nos esforcemos. Pues en el uno más uno se fingía,  no contó a su egoísmo, su envidia más todo eso que su odio dividía que si hago suma sale una orgía. He restado de todos mis días  las incógnitas de su pasado los tragos amargos que has dado cada vez que cariño me pedías. Todo problema tiene alto el valor si en cada gráfico no hay vida y lo que aprende pronto olvida por mucho que aprecie el dolor. Ya no quiero la suma que duela ni los resultados de más pena,  que cada cifra es una condena para esa alma que se consuela. Sumé entre alegría y agravio  entre tu sonrisa y tus llantos y después de tantos cuántos…   el final, el mismo, otro diluvio. Y aunque muera en la tristeza despejaré la equis para crear un nuevo esquema donde logre tener más certeza. He dividido y he multiplicado  de cada recuerdo, un momento de toda tormenta, un tormento y al final, la lié en el resultado. Y mi mente se llenó de letras  donde la suma pueda ser ella y al corazón preste su huella  si llega el día que encuentras. Hago la suma sin resultados  y luego pregunto en dónde fallo si en cada flor nace un tallo con tantos enigmas contados.
__Cómo atrapar el vuelo de mi alma, intento cada día vivir normalmente, trato de mantenerme en la tierra pisando firme por donde mis pasos encaminan su andar, pero es inevitable capturarme y encarcelar mi espíritu, convencer a mi mente que no despegue hacia lo infinito del universo, mis alas son las razones de encontrarme con esas verdades que descubo cuando emprendo mi vuelo hasta llegar a las nubes donde me pierdo como polvo en el viento, sintiéndome libre.
Misterios ocultos que seguirán ahí cerca de ti, pero que solamente con la magia de los sueños lograrás descifrar, secretos guardados que reposan callados en los brazos del sol y las estrellas como cómplices de un tesoro eternamente perdido en los espacios del tiempo.
Seguiré soñando, sembrando sentimientos de pasión, placer y deseo en cada palabra, en cada frase, en cada lira, en cada verbo, llenaré cada alma necesitada de amor.
Intentaré hacerte feliz pero solo puedo lograrlo si me siento en libertad, el cielo te lo entregaría a tus pies pero jamás detengas mi vuelo pues siempre buscaré el amor para todos, porque me perderás entre los ángeles que me cuidan cada noche de las penumbras de la oscuridad, quienes velan por mis sueños, alejando y purificando mi camino de demonios que desean encarcelar mis ansias de libertad.
Encantador es el amor cuando voy descubriéndote y en sintonía con mi deseo despojo tus más recónditas ensoñaciones. Transmuta el cielo y el entorno, convergemos en el mismo sitio, con síntomas vehementes, alucinantes. Los dos sabemos de qué trata la historia, un sin número de anécdotas nos enlazan,  por consiguiente el corazón nos delata.
Han pasado los días y esto que sentimos sigue tan vívido como la primera vez. El tiempo no ha transcurrido, las horas no han pasado en realidad puesto que nunca te apartaste de mi mente, tu recuerdo no se ha ido jamás.
Descifro cuando callas, leyendo tus miradas, siguiendo las huellas que vas dejando a tu paso, al caminar.
Mis palabras se tropiezan cada vez que pretendo hablar, transpira cada parte de mi cuerpo y las ideas simplemente se van.
Disculpa mi torpeza, mi equivocado raciocinio, solo no quisiera perderte pues contigo encuentro paz.

El sonido de alguien atragantándose nos sacó del delirio, levantamos la cabeza, nuestro camarero acababa de acercarse justo a tiempo para oír esas palabras románticas y sus mejillas rosadas delataban su vergüenza.

__ ¿Ya saben lo que quieren? __preguntó con voz ronca.

__Sí _respondido Guille, sin que obviamente le importara que lo hubiera oído__. Yo tomaré el filete poco hecho __Me sonrió con suavidad__.  ¿Qué vas a tomar? __Echó un trago de agua.

¿Se creía guay y divertido?
__Al parecer salchicha.

Guille se atragantó con el agua, con espasmos de tos, pero tenía los ojos brillantes de alborozo al volver a dejar la copa en la mesa.
__ ¿Está bien, señor? __preguntó el camarero con preocupación.

__Estoy bien, estoy muy bien __Guille hizo una seña al camarero para que se alejara, con su voz un poco enronquecida cuando sus ojos se clavaron a la silla. Negó con la cabeza con su sonrisa ensanchándose a cada segundo.

__ ¿Qué? __Me encogí de hombros, inocentemente.

__Me vuelves loco, Pedro, creo que será una noche alucinante.

El camarero ahora nos estaba mirando abiertamente, moviendo la cabeza de uno al otro, preguntándose qué frase escandalosa se diría a continuación. Le sonreí a él y cerré el menú.
__Yo también tomaré el filete. Poco hecho.

El camarero ahora  se llevó los menús y se apresuró a alejarse, probablemente para contar a los otros camareros lo que había oído. Haciendo una mueca, mantuve la misma expresión cuando volví a deslizar la mirada hacia Guillermo.

__Mira, la clave de este acuerdo es que no has de invitarme a una cena elegante para acostarte conmigo.

El sumiller se acercó con el vino tinto que había pedido Guille y los dos quedamos en silencio mientras le servía un poco para que lo probara. Satisfecho con el vino, Guille hizo un gesto para que sirviera. En cuanto este se hubo ido, levanté la copa y tomé un trago fortificante.
Podía sentir los ojos de Guille quemándome.
__Quizás esta es la parte de amigos _repuso con suavidad__. Quiero pasar tiempo con mi amigo.

Mientras fuera amable…
__Así es como las cosas se complican.
__No, si no lo permitimos.
Tuvo que ver la duda en mi rostro, porque a continuación sus dedos estaban en mi barbilla, levantando suavemente mi rostro hacia el suyo.
__Solo inténtalo esta noche.

Podía sentir su tacto como un escalofrío en mi piel. Lo había tenido en mi interior. Me había dado un buen número de orgasmos. Conocía su olor, sabor, y tacto. Pensaba que había tenido bastante. Que terminaría. Pero al mirarlo me di cuenta de que distaba mucho de haber terminado.  La atracción, la necesidad, lo que demonios fuera solo acababa de prender fuego, y ninguno de nosotros estaba preparado para llamar a los bomberos todavía para aplacar  las… señales de amor.

__Vale.
En respuesta trazó el contorno de mis labios con sus dedos y me sonrió con los ojos, antes de soltarme.

CONTINUARÁ.
HECHOS Y PERSONAJES SON FICTICIOS. CUALQUIER PARECIDO CON LA REALIDAD ES COINCIDENCIA.
LENGUAJE ADULTO. ESCENAS EXPLÍCITAS.

15 comentarios:

  1. Maria Dolores Maceira Gracias amiga Eve Monica Marzetti

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  2. Josefina Como siempre Espectacular
    ERES un crack 🎩🎻

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  3. Hermoso Eve...Sabés que la seducción de ambos me puede...Son tal para cual y, por supuesto, que nunca será sólo sexo...El amor no se puede disfrazar y mucho menos ocultar...

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  4. Veronica Lorena Piccinino muy romantico Eve Monica Marzetti... gracias.

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