“NO SOY YO”. CAPÍTULO TRECE.

“NO SOY YO”.

CAPÍTULO TRECE.

Jorge Luis Borges /

Everness.

Solo una cosa no hay. Es el olvido.
Dios, que salva el metal, salva la escoria
y cifra en su profética memoria
las lunas que serán y las que han sido.

Ya todo está. Los miles de reflejos
que entre los dos crepúsculos del día
tu rostro fue dejando en los espejos
y los que irá dejando todavía.

Y todo es una parte del diverso
cristal de esa memoria, el universo;
no tienen fin sus arduos corredores

Y las puertas se cierran a tu paso;
solo del otro lado del ocaso
verás los Arquetipos y Esplendores.

Gastón se dejó caer de nuevo en el banco sin ganas de pelear.

__ ¿Cómo es que es nuestra hija?

Tragó saliva, nervioso por las implicancias de lo que acababa de decir. Si al final era Pedro Beggio, y Malena era realmente su hija, cabría la posibilidad de que Bruno fuera hijo de Guillermo. No de Daniela ni menos de Camila como le habían hecho creer, o tal vez sí de Daniela. Bruno era idéntico a Guillermo, pero era ¿suyo o hermano de Fabián?

Pero entonces, ¿por qué se engañaba pensando que no era Pedro Beggio?

Se obligó a superar el miedo. Tenía que saber la verdad a toda costa. Fuera la que fuese, tenía que saberla.

__ ¿De quién es hijo Fabián? ¿Su madre es la de Malena?

__No. Fabián es hijo de un viejo matrimonio que tuve con una mujer antes de saberme gay, Malena nació de alguien que nos ayudó, hicimos una inseminación artificial, justo estabas  con el cáncer cuando nació, y me llamaron del hospital para entregármela, me dijeron que había tenido un gemelo muerto, como muerta estaba la madre, pero estaba anotada a mi nombre, luego, la conociste antes de…, ese vuelo que no fue.

La garganta. Retazos de su vida en común pasaron por delante de sus ojos. Recuerdos de un embarazo que acababa de empezar cuando él emprendió el viaje o era un proyecto.

__No esperaba verte __dijo él mientras se acercaba lentamente.

__Sí, ya me he dado cuenta _dijo Guillermo mirando hacia la casita demasiado aturdido como para  mirarlo fijamente.

__No es mía, me la presta un amigo _musitó Pedro.

__El niño…

__Bruno, es hijo mío. __Cuando Guillermo se volvió a mirarlo, añadió__.  Y estoy casi seguro de que no es de Camila. De que también es tuyo.

__Mi… __Tragó saliva con fuerza---. ¿Mi hijo?

¿Tengo un hijo? ¿Es hermano de Malena?

__Probablemente.

Pedro se abrazó a sí mismo, y adoptó una pose que lo hacía aparecer precioso, nervioso y un millar de cosas que no alcanzaba a describir porque estaba demasiado aturdido como para pensar con claridad.

__Tenía más de tres años cuando desperté. Nació por cesárea mientras yo estaba en coma en… Chile. Tiene casi cinco años y todavía no sabe nada de esto. No le he hablado del tema, no le he hablado de ti. __Titubeó__. Cree que su madre murió en un accidente de avión hace poco, que era Camila…

Guillermo era incapaz de apartar la vista de la casa.

__Tengo un hijo. Un hijo de cinco años que es mi viva imagen. Tiene mis ojos, mis labios, el pelo negro y tus… hoyuelos.

Y una mierda nació mientras estabas en coma, es tan difícil de entender que no recuerdes nada, por Dios, ella te dijo eso, no es cierto.

__ Puede que no. Guillermo, yo no sé nada, no soy yo el que conociste, el que recuerdas, yo tengo la información que me dio Camila, y estoy acá porque encontré la foto de Malena, no recordaba que existías, cuéntame, dime algo que me aclare en algo las cosas.

__Pensé que había muerto…, me dijeron que solo estaba viva Malena. ¿A dónde estaba cuando pasaste meses a mi lado antes de viajar a Chile?

Ella debió de ocultarlo, si no lo  hubiera conocido entonces, te lo ocultó por años quizá, ¿Lo abandonó en un orfanato o lo dejó con la madre?

No voy a detenerme hasta saberlo todo, Pedro, no lo haré aunque la saque de la tumba.

Guillermo sintió que el corazón volvía a latir dentro de su pecho. Tenía un hijo con el que no se había permitido soñar ni una sola vez a lo largo de los años porque era demasiado doloroso pensar en otra cosa que había perdido.

Pero no lo había perdido. Estaba allí. Estaba tan vivo como Pedro. Estaba…

Un hijo que, después de todo, sabía que no podía ser de nadie más. Un hijo del que acababa de descubrir su existencia. Había pasado una semana desde que él regresó a su vida.

La sorpresa y la alegría que había sentido al principio se tornaron en confusión. Se volvió para mirarlo.

__No has dicho nada. Durante todo este tiempo, ¿no has dicho nada?

__No lo supe con seguridad hasta ayer. Todavía no lo sé con seguridad. No le he hecho pruebas.

__Pero ahora estás seguro.

__Tengo una fuerte sospecha. Que no es lo mismo.

__ ¿Una fuerte sospecha? No hace falta la sospecha, mucho menos las pruebas de ADN, es evidente que se parece a mí. ¿Es solo él o tenemos más niños o quizá Camila los vendió? __Se pasó la mano por el pelo__. Mierda, durante todo este tiempo no me lo has dicho. ¿Ibas a decírmelo acaso?

__Sí. Claro. No pensaba ocultártelo. Guille, ni siquiera sabía si Malena era mía o hermana biológica de Fabián, si tanto te enoja mi confusión, cuéntame. No hay más que él, aunque creo que murió un hermanito.

__! Claro que murió!

¿No es lo que estabas haciendo, ocultármelo? Porque no me lo dijiste cuando descubriste quién eres.

__Guillermo, solo ha pasado un día.

__ ¿Que solo ha pasado un día? Un día es una vida entera para mí. “Supuse que había perdido a ese niño. __Inspiró hondo e intentó controlar la rabia. No funcionó__. ! Me cago en la puta mentira que instaló Camila en tu vida, Pedro! ¿Es hijo mío? ¿Sabes lo mucho que quería a ese hijo? Por el amor de Dios, si ahora no puedo saber siquiera si hace cuatro años sabías de él o lo ocultaste. No solo te perdí a vos. También lo perdí a él. ¿Y ahora me vienes con  la estupidez de que solo ha pasado un día?

__Guille, yo perdí a Malena, no es mi culpa. No te pongas así __le suplicó Gastón__. Te lo estoy diciendo ahora.

__No me has dicho nada. Lo he descubierto por casualidad.

 Se alejó y volvió a acercarse, aunque no se fiaba de lo que pudiera hacer. ¿Por qué era incapaz de controlar sus emociones cuando estaba cerca de él? ¿Por qué empeoraba todo en vez de mejorar? Tenía un hijo, gemelo de Malena. ¡Un hijo, medio hermano de Fabián! Debería estar contento. Delirante de felicidad. En cambio, solo sentía dolor. Confusión y una profunda pena.

__Yo he perdido cuatro años de su vida, vos de la de Malena, ellos crecieron separados rodeados de mentiras. Fabián no lo conoce.

__Guille, iba a decírtelo.

__ ¿Cuándo? ¿Cuándo te resultara conveniente? ¿Has pensado en lo que yo necesitaba? ¿En lo que sentí? ¿En que hay tres hermanos o más que no se conocen? No, porque no recuerdas absolutamente nada de mí. Muy conveniente, ¿no te parece? Tener esa maravillosa excusa para no preocuparte por los sentimientos de los demás.

__¿Gastón?

Los dos miraron hacia la puerta de la casa. Un hombre de mediana edad estaba del otro lado de la  mosquitera.

__ ¿Va todo bien por aquí?

__ ¿Quién coño sos? __preguntó Guillermo.

__Un amigo de Gastón. ¿Y tú?

__Soy su puto marido. ¿No te llega el amor?

Gastón cerró los ojos.

El hombre abrió la mosquitera y cuadró los hombros.

Gastón subió los escalones a toda prisa y obligó al hombre a entrar a la casa.

__Joaquín, ahora no es el mejor momento.

__He venido para asegurarme de que estabas bien. Has faltado a la reunión programada para hoy, Belén me dijo que alguien te había buscado.

Gastón lo metió en la casa.

__Estoy bien. Te lo explicaré después. Solo deseaba pasar este fin de semana acá. Ahora mismo tengo que ocuparme de este asunto.

__ ¿Dice ser tu marido?

__Sí, es  difícil.

Desde el patio, Guillermo escuchó lo que el hombre decía.

__ ¿Quieres que me quede? Ese hombre esposo o no parece muy enojado. ¿Seguro que estás bien?

La voz de Gastón… La voz de Pedro… Mierda. Porque su Pedro nunca le haría eso… La voz de Pedro resonó en el interior de la casa pero Guillermo la bloqueó. Se dejó caer en un sillón de mimbre, inspiró hondo e intentó controlarse. En lo referente al estudio, a los negocios, era el amo del control, pero con él… con él nunca había tenido el control. Lo manejó a su antojo desde el primer momento que se conocieron y él cayó bajo su hechizo desde el comienzo. Le provocaba las emociones más profundas, desde la pasión  más exaltada al dolor más agónico. Y ese dolor se movía desde una herida abierta otra vez sacando su rabia  de un modo que no quería y que tenía que controlar.

Tenía que evitar que las emociones lo guiaran. Pedro no lo recordaba. No le importaba nada.  Tenía que pensar en Malena y… en su hijo. Tenía que empezar a ver todo el asunto como una negociación de su empresa. Se puso los anteojos de sol, se incorporó, y se dejó caer más adelante en la arena, apoyando los brazos en las rodillas, con la vista clavada a lo lejos en las olas, mientras esperaba.

 Tras unos minutos que se le hicieron eternos, escuchó que la mosquitera se abría y presintió, más bien escuchó, que él se acercaba por detrás.

__ ¿Se ha ido? _preguntó.

__Sí.

__ ¿Quién es?

 __Mi jefe. Técnicamente esta casa es suya. Le alquilo  la de la ciudad y esta me la ha prestado.

Eso explicaba cómo podía permitirse una casa en ese sitio.

__ ¿Cómo se llama mi hijo? __preguntó Guillermo sin mirarlo.

__Bruno… Bruno Gastón  Guerrico Moravia. __contestó Gastón, soltando el aire.

__Le pusiste esos nombres y apellidos falsos a nuestro hijo. __Apretó los dientes.

__Guille, yo no le puse el nombre. Estaba en coma.

Guillermo cerró los ojos y guardó silencio mientras hacía acopio de toda su fuerza de voluntad para mantener a raya sus emociones. Ni de coña iba a funcionar. Sus pensamientos daban vueltas en su mente como las volutas de humo del cigarrillo que deseaba para lanzar al aire.

__ ¿Cómo nos conocimos? ¿Por qué no me cuentas tú cómo fue todo?

Guillermo, cuéntame, por favor…

__No sé si pueda hoy, ahora mismo.

__Intenta _suplicó Gastón sentándose a su lado.

__En la UBA, en la biblioteca. Eras jovencito, apenas te habías recibido, y estabas allí estudiando porque Moravia iba a recomendarte como abogado corporativo, fue tu primer trabajo. Yo había ido a consultar por un caso complejo. Me senté enfrente, apenas te vi, me enamoré, me miraste, sonreíste y mi arrojé al abismo de tus ojos, de tus hoyuelos.

Yo nunca me había enamorado, no creía en el amor. Estaba casado con la madre de Fabián, tenía amantes, pocos sabían que era gay, era un farsante, otro.

Vos, no lo sabías, de hecho estabas de novio con ella. Mierda, la nombro, y siempre estuvo ella entre los dos. La habías conocido en tu vida de estudiante, convivías con ella.

Nada nos fue fácil, por eso mismo.

Ana, mi ex, era adicta, tuve que hacerla tratar, me divorcié, y vos dejaste a Camila,  el amor nos atravesó sin permiso desde el primer encuentro y aquello fue inevitable.

Hace tanto tiempo de todo, y te he perdido tantas veces, me has olvidado tantas que creo que fue en otra vida, pero éramos felices, aun en medio del quilombo, nos buscamos nuestros lugares, y en ellos, creamos un mundo aparte de todo, de todos, y éramos muy felices.

Apenas pudimos decidimos casarnos, pero ninguno de los dos habíamos dicho nuestra verdad, éramos dos reprimidos ante el juicio del afuera, y apenas salió la ley  nos casamos en secreto, un testigo anónimo, en un registro civil perdido, a la tarde, no nos importó siquiera.

Fabián viajó con Ana a Europa, ella rehabilitó allá, y eso me ayudó a poder convivir con vos.

Fuimos muy felices, Pedro, pero muy felices. Dejaste la empresa, te hice mi socio, dije la verdad en el estudio, allí conociste a Gaby, de entrada se hicieron compinches, amigos. Pero no fue hasta hace cuatro años y algo que le dije todo a Fabián y al mundo.

Un día cualquiera, estábamos pasando unos días de vacaciones, y  una mujer nos encontró.

Ella estaba sola con tres hijos, y necesitaba dinero. Habíamos ido a una guardia por una tontería, y de repente ella se acercó. Estaba acostumbrada, no era la primera vez que alquilaba su útero, obtenía buenas sumas de dinero para mantener a su familia, y al vernos, escuchó que  éramos pareja. Mierda, se nos entregó en bandeja, no hizo más que estimular nuestro deseo de tener hijos propios.  Poco tiempo después hicimos la inseminación mixta y ella quedó embarazada, por la estimulación hormonal, era un embarazo múltiple.

__ ¿Múltiple?

__Cuatro. Nos explicaron que seguramente serían dos gemelos idénticos tuyos y dos míos.

Dos meses antes del parto, Fabián regresaba de Europa ya definitivamente, y vos empezaste con síntomas. Nunca dejaste de ser amigo de ella, ni tus padres de ver a Moravia. Yo lo conocía del juzgado.

__ ¿Qué síntomas?

__ Desmayos, olvidos, las malditas lagunas que se hicieron un océano. Te diagnosticaron un tumor que resultó ser maligno. En definitiva yo no quería que te operaran, estaba en una zona muy compleja, había otra opción, pero Camila insistió que podría, y al fin decidiste y tu familia te empujó a ponerte en sus manos, menos tu hermano que estaba de viaje, pudieron  más que yo, te operaron, extirparon el tumor, pero ella se quedó con vos.

__No entiendo.

__Me olvidaste, fue la primera vez. Y hasta de perdí de vista, por meses, luego la seguía a ella para verte, no te acordabas de nada y te llevó a vivir con ella, creías lo mismo que hoy, que era tu esposa. Al mismo tiempo, la mujer, la madre de nuestros hijos se esfumó. Fabián regresó. Yo estaba aniquilado, era un fantasma, hasta que un día, mientras ni siquiera sabía si estabas vivo, me llamaron de una clínica, y me entregaron a Malena con unos papeles.

__ ¿Acá, en Buenos Aires?

__Acá. Nacieron acá, y no me digas que ella te contó que en Chile o que te dijo que era hijo único, o de ella.

__No, de ella no, pero…

__Pedro, me dijeron que la madre y el nene, habían muerto, los otros tres de los cuatro. Que solo había sobrevivido Malena, por algún motivo Camila tuvo la dignidad de dejármela a ella, porque estaba anotada con mi apellido en la clínica. Es lo que creí hasta hoy. Hace cuatro años y algo, al fin vos la dejaste, y no recuperaste la memoria pero sí tu cuerpo, las sensaciones al volver a vernos estaban intactas, y regresaste conmigo, yo poco antes le había confesado la verdad a Fabián, Malena era una beba preciosa, y la adorabas, pasamos unos meses dichosos todos juntos, hasta que, Marcial te llamó, y el avión se cayó, o se incendió.

__ ¿Marcial?

__Mierda, tu primo, tampoco lo recuerdas, también como Moravia desapareció, él te llevó al menos al aeropuerto. Tus padres estaban en Chile, viajabas porque según él tu papá había tenido un infarto, a poco de creerte muerto ellos estaban acá, fue todo una mentira, calculo que él estaba con Camila en lo que sea que tramaran para sacarte de mi lado.

Lo que sigue, ya lo sabes, o no sabes nada, pero yo pensé que habías muerto en ese avión, al menos eso pensaron todos, yo seguía sintiéndote vivo.

__ Entonces el… nene nació acá. Yo quizá siempre estuve acá. Y nació antes del coma, pasa que no lo recuerdo.

__Así parece, como puede que existan dos hermanos más en alguna parte.

¿Camila nos hizo esto?

__Así parece. Guille, tengo fotos, ella me dijo que no podía tener hijos, que Bruno era adoptado, que  era hijo único, escondió la foto de Malena, al parecer  te la dejó y retuvo años, al menos dos al nene en un… no, lo dejó un tiempo con la madre, ella no murió, está en casa. Estuvo siempre con nosotros aunque el nene cree que la madre es Camila.

__ ¿Qué?
¿La madre de los chicos está viva?

__Bueno si lo es, sí, estuvo como nana de Bruno en casa desde que desperté al menos, ella me dijo que era la madre biológica del nene al morir Camila para que no la echara y que había perdido otros. Sus hijos son grandes, casados.

Ella habló de tres.

__Cuatro, eran dos parejas de gemelos.

__Miente, ella como Camila miente. Guillermo ayúdame en lugar de enfadarte, quizá tengamos más hijos y ella lo sepa.

__No puedo pensar en nada más, Pedro, no hoy, no ahora.

Quiero un régimen de visitas. Si no accedes conseguiré que lo fije un tribunal.

__Voy a acceder. No quiero mantenerlo alejado de ti, no caigamos en una guerra judicial, tratemos de saber la verdad… juntos.

__Vos no te acuerdas de nada, y a mí me acosan las imágenes, medito, los sueños, los lugares.

Meditaciones que vibran en lo oculto de mi silencio, recordando imágenes que me fusilan las esperanzas de encontrar el camino que me conduzca al amor. Sueños tatuados en mi mente que me lanzan hacia el laberinto de mi alma callada, emboscada por las garras de las dudas. Mañanas que abrazan verdades engañosas, atardeceres que gritan dolores que enseñan su risa, noches que acarician mentiras inocentes, madrugadas que gimen pecados permitidos que se besan en libertad. Me sacudo en el intento de despojarme de mi pasado, pero los fantasmas que anidan en mi historia, se apoderan de mis deseos, atándome a las paredes que pertenecen a los muros del olvido. Sigo luchando y no me rindo ante tanta adversidad en los entornos que resguardan mi corazón. Sigo empujando mi destino sin miedo al mañana incierto, siento el hoy como mi cómplice de abrir las puertas a los misterios que me encadenan. Y volar hasta encontrarme con vos en mi realidad deseada entregándome a los brazos anhelados del amor. Y solo suplico que de alguna manera nunca se apague la llama que un día sin querer hilvanó nuestras almas.

Que nunca se acabe este amor eterno que un día prometimos mantenernos el uno al otro. Este palpitar de nuestros corazones. Que día por día crece  sintiendo cada sentimiento, al menos en mí, sintiendo cada dolor, alegrando cada uno de nuestros amaneceres sin dolor. Porque  vos  viviste en mí cuando todos te creían muerto, estás vivo y siento que me amas tanto  como yo a vos. Vos eras  como mi ángel protector y  lo sos. El que enciende esa luz de vida. El que cree  plenamente en mí, el que con solo un pensamiento, con tan solo un deseo me hace seguir cada día. El que tapa mi pasado a base de besos y caricias,  el que no me ha fallado jamás porque nuestras almas están unidas de por vida. Vos... eternamente mío. Yo seré tuyo por toda una eternidad. Siempre a tu lado,  siempre con vos.

Quiero decirte  que estas en todo mi ser, quiero amarte siempre, te necesito. Quiero acariciar tu piel, sentir tu respiración, besarte, decirte que te amo. Tenerte cerca, nací para amarte cada momento,  quiero gritar no de furia sino decirte…  abrázame,  quítame el frio, el cielo es testigo... Amor en tus brazos pierdo los sentidos, sin vos  me siento vacío. Sé que piensas que no he sido sincero, cada día pienso que no te he dicho lo bastante que te amo. No comprendes que las horas me atacan sin piedad,  ansío llegar a volver a verte. Intento de todo amor, mi cuerpo, mi mente, mi corazón, los pongo a tus pies.

__Vives, porque inevitable respiras al nacer al golpe tras básico amniótico al ozono oxigeno viciado de la matriz esfera al vientre del mundo, como un producto más,  globalizado y biodegradable  de la madre tierra. Sobrevives, porque eres el efecto de tu causa que causa tus efectos en los afectos que por sentir lloras y callas acallando lo que lloras como la lluvia que derramas en aquellos que por ti se derraman. Mueres, porque persistes existiendo,  porque eres la razón de lo que eres sin saber lo que quieres,  sublevándote de una felicidad a otra sin percibir sus esencias porque la consciencia de tu vida te consume en los días sin tu conciencia donde el tiempo te apremia con la muerte.

Y eres, la consecuencia de un momento, a los tuyos un accidente a la casualidad,  víctima de la tracción del maquiavélico juego de la naturaleza que vive y sobrevive de ti, y sin ti. Eres, el instrumento de una especie adaptada a tu entorno que no se adapta a ti, el engranaje de una evolución clonada de un dios que no evolucionó. El homo erecto, más por orgullo que por perjuicios aunque el cívico perjuicio hiera tu orgullo.

El homo hábil, que construye para destruir destruyendo para morir,  que muere para asesinar el eslabón perdido de su humanidad. El homo sapiens que sobrevive y se sustenta, se forja sabio para morir pensando. Hoy he pasado por todos esos estados, y no recuerdo ninguno, no sé qué mierda fue de ese cáncer, nunca nadie me habló de él, todo lo que ella dijo, es al parecer falso, llegué acá casi por casualidad. Mierda, Guille, ni mi nombre lo es.

Quisiera, que los espíritus de los dioses que divagan por la tierra, habitando otros universos ajenos, o paralelos a este, existieran, mas en su supuesta condición humana, que en su divinidad sobre todas las cosas despreciando su creación. Quisiera, que Dios llorase
arrodillado  ante el hambre de los niños, que se aliara  con la libertad,  que se desangrase en medio de la guerra, agonizando en el verde de una paz incierta, que se implorase el perdón a sí mismo y a toda la humanidad, que la muerte fuese joven vestida de blanco, esperando enlutada a la anciana muerte y me explicara qué hizo conmigo. Quisiera, que la media luna
fuese creciente, sin patriarcales pactos de sangre, sobre prepucios arrogantes de vanidosos cerebros erógenos, fundamentalistas, manipuladores que desprecian el género diferente al  que les otorgó la vida. Quisiera, desde esa profundidad abrupta  de los abismos insondables de mi alma, evocar todas las reencarnaciones anteriores a esta, miserable existencia. Saber a ciencia cierta qué perfección he de alcanzar, qué sabiduría exacta aplico a mi ser, qué otras razas  me habitaron en la xenofobia de todos. Quién mierda soy.

Qué ortodoxia vanidosa y extremista, proclamada elegida no quita los pecados del hombre, qué dios  omnipotente sacrifica el mundo en el crucifijo del olvido, en el vano sacrificio de la culpa inocente  de todos. Ortodoxos, protestantes,  luteranos, calvinistas, en la coacción del bien y del mal sin el camino medio, en el beneficio o perjuicio de los extremos, animalistas otorgadores de almas, hasta las piedras que hieren, sufren y callan. Politeístas, espiritistas de un dios para cada acción y un santo, para cada ocasión. Monoteístas impositores inquisidores, monopolizados  de la industria del alma en el impuesto del bautismo. Conspiradores del poder,  teólogos que compran y venden sus almas  al pastor diablo de los cielos o al dios venerado  de los infiernos  todopoderoso…  dinero y poder. Quisiera saber, quién mierda soy, qué hicieron con mi cerebro, con mis recuerdos, con mi vida… con la tuya. Pero no estás solo en esto, ni quisiera estarlo.

__Empieza entonces por decirle al nene la verdad. Esta noche. Sino no lo haces, lo haré yo. No voy a fingir que no es mío. Los dos sabemos que lo es, ya he esperado demasiado, y quiero ver a esa mujer, no podrá negar la verdad, no mentirá ahora que Camila murió.

Pasa la mañana, una tarde, otra noche, y se acumulan en un día más; el constante goteo de las horas es interminable, y sin cribar, se deslizan saturando otra semana; sumando otro mes gris, insípido, uno más con esa desagradable acritud, se van amontonado hasta convertirse en este enorme hastío.

Por las mañanas la persona del espejo me grita lo cutre de mi vida; como siempre, y con mi usual displicencia, le lanzo con desdén mi insolente indiferencia ante las críticas: "Es su juicio, no el mío, es su percepción, no la mía".

Estoy seguro que encontrar destellos en mi nada estridente vida, no será en el pueril mundo masculino y su anodino razonamiento, plano, predecible, unidimensional; mi contumaz rectitud me ha perseguido hasta el día de hoy. No me ufano de ello, puedo decir que he tenido una vida atorrante pero normal, sin tribulaciones ni sobresaltos en mi monocromático corazón. Amo y conozco la dulzura de saber que me aman, quiero a mi pareja y además me respeto.

Hoy, soy esposo,  hombre y padre,  aún soy atractivo, sigo siendo libre, y todavía me mantengo apasionado. Mi corazón es pleno, impertérrito, y fértil; soy granítico ante el embuste de cualquier farsante como lo fui antes yo, mi aparente apatía es un formidable repelente.

Pero en un parpadeo, al cerrar lentamente mis ojos, mi plano universo se perturba; mi obcecada decencia sucumbe ante un viril arcoíris que emerge, su iridiscencia pretende atropellar mi existencia.

Solo un instante me permito abrirme a experimentar, imaginar el áspero perfume de su pasión y deseo, paladear el sabor de la insensatez, disfrutar la incólume fetidez de estar inerme y acurrucado en su desnudo regazo,  le permitiré que me seduzca, que me libere, me dejaré llevar por su arrogante dominio hasta haberme sublimado.

Abro nuevamente mis ojos, lentamente, termino mi parpadeo y, me aplasta mi realidad, solo quedan los estertores y una incómoda humedad, al entender que eran mis más sucios y oscuros deseos alimentados por mi impúdica imaginación.

Al recobrar la conciencia descubro con repugnancia que solo era un insolente y descarado transeúnte cualquiera, lamiéndome con una voraz mirada. Una simple mirada, corrosiva, lacerante, incisiva, de un lujurioso desconocido y su execrable cinismo. Me percato de que todo ocurrió en un parpadeo de fantasía, sucia fantasía, deliciosa fantasía. Pero que siempre la alimentaba tu recuerdo, siempre estuviste vos, Pedro, solo vos.

La soledad siempre me ha acompañado.
Hubo tiempos de buena convivencia, cuando la dicha nos acariciaba con primaveras llenando nuestra existencia, pero a veces nos distanciábamos. Entonces, ella me observaba desde algún rincón de su alma penitente y yo, con infinita paciencia, esperaba que algún gesto suyo la hiciese presente.
Ocurrió un día: ella lloraba… yo reía.
Le pregunté por qué, pero solo me miró humillada, confundida…
Le pregunté de nuevo, y me habló así de su vida:
“…que buscaba una razón propia, una meta, algún destino, sin cadenas que la ataran a mi ego peregrino.”
Me dijo:
"… no sé si existo, pues me siento como la nada; ya no recuerdo mi historia, si es que nací o ya estaba. Puede que yo sea un algo recorriendo lo inconcreto; una abstracción animada y ubicua de los objetos, que no empieza ni termina en ninguna realidad; que nadie quiere tener a la hora de jugar, pero a quien todos acuden si se quieren reencontrar.”
“Con velos de eternidad muy a menudo me muestro de mil modos diferentes, mas, si me desnudo un momento, mi identidad más se aleja sin madurar ningún tiempo. Pero si yo pudiese sortear frías vallas de conceptos, escaparía de ti, no lo dudes, como un elfo descubierto.”
“Al sol le quitaría su fulgor, y al hombre su cuerpo, saltando por quebradas, por playas, por desiertos…”
“Escalaría las montañas hasta las nubes de los cielos. Me bebería el néctar del rocío que habita en las verbenas, las espigas, los racimos…”
“Si Dios me concediera vida, me gustaría nacer en horizontes del este, brotando como una aurora luminosamente celeste, aceptándome como un niño: con el mundo por juguete.”
“Rauda, nadaría en los arroyos hijos de la encumbrada sierra, descubriendo los arcanos rascacielos de los árboles soberanos de la tierra, libres como pájaros sin dueño.”
“Con mi ilimitada piel aprehendería de veranos, de inviernos, de un fuerte apretón de manos, de un adiós, de un encuentro…”
“Cabalgando sobre el viento del universo escudriñaría sus interminables fronteras, y en el mar, charlando con las brisas, rodaría junto a las olas hasta la arena costera.”
“Bajo las lunas llenas, tanto soñaría la libertad como el embrujo de un beso en la laguna habitada por ranas, grillos, luciérnagas… cuyos cantos saben a canciones de cuna.”
“Junto al césped, al malvón y a algún rosal, sin duda, yo también aprehendería cómo suena y destella, en la densa oscuridad, una pléyade de estrellas.”
“Montado a la grupa de los delfines, me dejaría llevar hasta allí, donde moran, en un reluciente palacio de sal.”
“Pero si en realidad yo viviese, ¿qué de ti, cómo serías?, ¿un robot programado en el sentir y el pensar?, y con tus desechos codificados, ¿qué perfil tendrías?…, automatizado en un todo, aunque independiente jamás; ¿… inteligente, interactivo, esclavo homo virtual?”
“En tanto yo, tu soledad, mero ente conceptual, copiando tu identidad, nada sería en la nada, tampoco en tu humanidad.” 
Le hablé, o me hablé, ¿quién lo sabe?
-Quedémonos a charlar y borremos las diferencias de utopía y realidad.
Sigamos en compañía, que aunque parezca una locura, intuyo que no es mentira que continuaremos juntos mientras nos una esta vida.

Llevo años solo, Pedro, no me amas, no me recuerdas, tu cuerpo no reconoce esta vez al mío, pero necesito a mis tres hijos.

__Le diré la verdad, Guillermo.

__Y quiero que se cambie el nombre, quiero que lleve mi apellido. Mierda, nuestro apellido, ya no quiero queden rastros de ella, Pedro, hasta esa mujer quizá no llegó a nosotros por casualidad. __Lo fulminó con la mirada por encima del hombro__. Sé que vos no sos el culpable. Sé que no has tenido nada que ver, pero, Dios, me duele. Y vos no sos el causante, sino ella. Déjale el nombre si quieres, pero  que lleve nuestros apellidos.__ Se puso de pie y se sacudió la arena de los pantalones__. ¿Regresas a la ciudad?

__Pensaba pasar el fin de semana acá, el nene extraña el mar, en Chile estábamos cerca, pero si quieres regreso, Guillermo, sigue contándome.

__No, no puedo, no ahora, de nada vale que te cuente algo de lo que no recuerdas nada. Nos veremos en el parque, en los bosques de Palermo donde fuimos antes, el lunes si quieres, en los escalones de entrada del invernadero, a las diez en punto. No llegues tarde.

__ ¿Quieres ver al nene?

Gastón lo tomó del brazo, deteniéndolo.

__Oye, que todo esto tampoco es fácil para mí. Nada de esto, me ha mentido hasta en mi identidad, ¿puedes imaginar un poquito lo que siento? Intento hacer lo correcto.

__ ¿Lo correcto? ¿A qué te refieres con lo correcto? ¿A no contarme que tengo un hijo o a casarte con Camila cuando seguías casado conmigo?

Él lo soltó pero no se apartó.

__Eso no es justo. No sabía que era tu esposo cuando estaba con ella. Ella me hizo creer dos veces que estábamos casados, y me he enterado por ti. Tampoco es que pasáramos por la iglesia, ni sé si pasé por el Civil.

__Qué conveniente para vos. No irás preso, porque Gastón Guerrico en todo caso no existe, menos en este país.

Vio el dolor reflejado en esos ojos marrones verdosos, pero también vio la rabia. Esa chispa independiente tan familiar que en otro tiempo quiso y odió por partes iguales.

__Usas mucho esa palabrita: “conveniente”. Pues a mí me parece que yo soy una víctima muy conveniente para ti. Si tienes algo que decirme, dilo, Graziani, sin rodeos.

__Bueno, eso haré, no me gustas, señor Gastón Guerrico.

Él soltó una carcajada amarga, pero no sonrió.

__En ese caso estamos empatados, porque ahora mismo me pasa lo mismo, te estás comportando como un arrogante egoísta.

Guillermo apretó los dientes tanto que se hizo daño y lo fulminó con la mirada. Fulminó con la mirada al hombre que seguía siendo su esposo. Su esposo, mierda, no el de otro.

Daba igual que él no lo recordara. Daba igual que no se hubiera casado de forma consciente con Camila. Lo único que importaba es que había permitido que ella lo engañara y le hiciera pensar que sí lo había hecho. Después de todo lo que habían compartido, en el fondo de su corazón debería haber sabido que le estaba mintiendo.

Debería haber sabido que su lugar estaba junto a otra persona como sucedió cuatro años atrás.

__ En un lugar como este hicimos el amor. Puedo olvidarme de vos, incluso no saber quién soy yo, pero nunca olvidaré esa noche, ni  el lugar donde vos  y yo hicimos el amor por primera vez. Por eso no entiendo tu olvido, por eso me enojo y me duele tanto.
Imposible poder  olvidar ese feliz momento, ese momento de ardor y pasión, que jamás olvidaré, por sentir el deleite suave de tu cuerpo que aún lo tengo impregnado en mi piel.
No puedo olvidar las caricias que me regalaste, esas que se alojaron plácidamente en mi piel,
ni olvidar nuestros exaltados gemidos que perturban nuestros más incógnitos secretos,
ni olvidar tu mirada perdida dentro de mi ser.
No puedo olvidar esa noche ni ese lugar donde nuestros cuerpos se fundieron al unísono en el tiempo, escribiendo la historia donde nuestras almas comenzaron a ser entregadas la una a la otra en nuestro efusivo acto donde hicimos el amor.
No puedo olvidar que en ese lugar, fuimos dos locos amantes entregados al amor con total libertad y pasión, hicimos por primera vez el amor hasta estallar toda mi extenuación y aún tengo la agitación de volverte a amar.

Desperté soñando con vos cada día desde entonces, y sigo soñando  que aún existes con lágrimas de quererte y volví a soñar para engrandar mis sentimientos que me querías.
Por el mismo principio de mil finales con ganas de amarte, aunque ya te amo porque tu piel contiene mis besos sobre besos dados, que por muchos que te dé son pocos y sigo sufriendo por quererte aún más.
Me encuentro aquí porque estoy soñando con vos en el paraíso de tu cuerpo porque todo lo que anhelo lo tiene la belleza que te viste, el silencio y la paz de tus sueños que callados suspiran y lo mejor… que sabes a amor, amor del mío.

Lo dejó sentado en la arena. Sabía que Pedro tenía razón. Se estaba comportando como un egoísta cuando él más lo necesitaba, no entendería nada de nada con las mentiras y lagunas que ocupaban su mente. Se sentía un imbécil integral. Pero solo podía pensar en que él llevaba un nombre falso, dado por ella, y la alianza de otro, de ella.

Solo podía pensar en eso, y en que tenía otro hijo. Un hijo manipulado por esa hija de mil putas, un hijo al que le había elegido el nombre… ella, su peor enemiga.

“Tus besos son el licor que embriaga mi sangre y embota mi mente, te veo y no te veo,  mi cuerpo tiembla y mis ojos están nublados, mis rodillas se doblegan, bendita belleza de hombre,  maldito capricho de amarte, como viejo cachivachero guardo tus recuerdos, grito tu nombre y el eco me lo devuelve impregnado de aroma de flores de la distancia, aquella distancia que tortura mi alma, dolor negro vestido de matices de soledad reflejado en lágrimas que surcan las mejillas del olvidado, las olas vienen las olas van y la playa es un pedazo de retazo de arena que está en el mismo sitio, yo también como ella he sabido esperar a mi ola con cara de hombre que sobre los rizos del mar un día me dijo adiós”.

__ ¡Ey!, espera no te vayas aún, aún me falta mucho por decirte. Mira que los días siguen siendo grises, mira que el sol no ilumina; más bien pinta matices, mira, la luna  pide que sigamos viéndola juntos, mira te prometo si te quedas seremos muy felices, ¡ey! déjame besar tus labios perfectos por última vez, déjame perderme en tus brazos y olvidarme que existe el estrés, déjame oler el aroma de tu piel, déjame entrar en tus pensamientos solo así me podrás entender, y es que yo, yo creé  tal vez un universo en medio de tu sonrisa y si tan seguro me sentí en él que ahí decidí vivir, te pido piedad, no me quites lo que me da aliento, lo que me hace sonreír, tal vez como antes me permita recordar, espera por mí con calma y no, no me permitas  morir de dolor, ten paciencia mientras esperas, lee algún libro barato para entretenerte, o inventa un dibujo,  busca por Internet las imágenes que luego copiarás para "(deslumbrarme con tu talento)" prepara una larga charla para reírnos a destiempo, espérame junto a ese lugar en calma, en paz, en eternidad, mirando las estrellas y tratando de descifrar si son ovnis o solo tu imaginación, disfruta del murmullo de la noche y el silencio que la envuelve, saborea ese dulce aroma que desprenden los botones de las flores silvestres, recarga tu espalda en aquel viejo árbol donde mi corazón se quedó clavado, donde los besos se esconden por miedo a ser usados, donde el tiempo es figurativo, donde no existen los motivos.
Yo por mi parte prepararé mi alma en duelo para que sea capaz de vivir sin tenerte, de esperar por volver a verte, " juntos por siempre y dijera un poeta: "Toda una vida. Toda una muerte. "

__Allí te encuentras, como indiferente ante el vacío que sientes en tu ser, sabes de mi amor por vos,  sabes de mis deseos y aun así de los demás me ocultas, callando que por mí en secreto suspiras, en noches frías mi calor anhelas abrigue tu cuerpo y en vos despierte el deseo.

Querrá sentir tu piel, luego de la relajante ducha, a mis manos untándola de crema en suave caminar de caricias… querrás sentirte allí adorado por mis besos, mi boca que tan sedienta de tus labios se siente. Deja que transforme la calma de tu cuerpo en un agitado mar de pasión y deseo.

Cierra tus ojos, libera tus ansias íntimas de sentirte  amado por mí…  deja que mi locura transforme el ser sereno  que muestras en un ardiente y secreto  hombre de la noche… déjate sentir el caminar lento de mis labios subiendo por tu vientre y deteniéndose en los altares de tu pecho.

Atrápame ya en tus sueños… escóndeme en la realidad de tus deseos, despierta con mi nombre tu libido dormida y vuélveme el transformista de tus noches vacías… de tus momentos ocultos, callados, en quien despierte tu delirio, en quien provoque el estallido de tu íntima humedad y sentirás muy dentro de vos cuánto te estoy amando.

Lunes.

Daré rienda suelta a mis sentidos; somos sonámbulos dormidos, ideas palpitantes, el hombre en un libreto.

¿Falta luz en la tierra para tener que buscarla en las estrellas? Y en la guarida de la tierra estarás conmigo en el final. Ahora encuentro mil ecos de los silencios que no quise escuchar, desvelos húmedos en los brazos cansados del destino. Palomas heridas de amor, viajando raudas al olvido. Ruinas desnudas de almas malogradas, de cuerpos arrogantes que se hacen adefesios. Besos vacíos en la inmensidad de la insolencia, en la enmarañada casta de los imaginarios sueños. Ahuyentando miedos ya palpitados en el alma; liberando los hechizos de ese tiempo destruido. Daré rienda suelta a mi pensar; el otoño se hace incierto, y el verano ya pasó, estoy parado en el limbo de una impensada quimera.

Será la magia de mi mente que todo lo transforma, camino en tus lágrimas solemnes.

Naufrago en la esencia amoratada del invierno,  la tierra se hace vieja, árida, se agrieta y sufre, en que bondadosa lluvia renacerán las nuevas flores. Y en mi casa desnuda de espejos y cariño,  los reflejos retorcidos de la vida se hacen verbo triste y abro las ventanas para que entre luz.

Somos siempre principio, somos siempre finales, somos tantas cosas y no somos nada en el almanaque del tiempo. El corazón se ha despoblado de sentimientos, la vida le ha pasado las cuentas al contado. Se desvisten nuestros sentimientos,  para recuperar las desconfianzas de un recuerdo. Devuélveme los besos que nos dimos aunque ya no arda la pasión,  devuélveme los tibios besos que nos quedan. ¡Aun así necesito de tu amor!

Guille ayúdame.

__

Seguro que un infarto era menos doloroso que eso. La opresión que Pedro sentía en el pecho, era peor que cualquier dolor físico que se había visto obligado a soportar durante lo que recordaba de sus estancias en hospitales y después. No entendía nada, no confiaba en nadie, nada de lo que pudiera leer entre lo que dejara Camila era cierto, ni su nombre, ni sus diagnósticos. Pero el dolor por no recordar a Guillermo  y hacerle más daño era lo peor, y no era moco de pavo teniendo en cuenta que había muerto al menos en una ocasión.

Incapaz de soportarlo durante más tiempo, salió de la oficina y fue a ver a Agustín, ya que hoy parecía ser la persona más cercana a Guillermo. Tal vez él pudiese aconsejarle qué hacer.

Cuando se asomó por la puerta, lo vio de pie frente a la ventana, hablando por teléfono y lanzando el aire una pelota. Al verlo volverse, se obligó a sonreír y a saludarlo con una mano.

Agustín lo invitó a pasar con un gesto, y de la misma manera le indicó que no tardaría mucho en atenderlo

Mientras él seguía hablando, Gastón le echó un vistazo al despacho. Las estanterías estaban muy desordenadas y sobre su escritorio se amontonaban diferentes informes de campos.

En una de las paredes había colgado un póster enmarcado de un equipo de fútbol. Un bate destartalado en un rincón. Gastón esbozó una sonrisa al comprobar que ese joven era fanático de los deportes.

Cuando se acercó a la mesa vio la foto enmarcada que tenía cerca del ordenador. Una foto en la que estaban Guillermo, él y Agustín. Él se encontraba entre los dos sonriendo de oreja a oreja.

Agustín le había pasado un brazo por los hombros y también sonreía, Guillermo le había pasado un abrazo por la cintura y sonreía con una mueca burlona.

Tomó la foto y pasó un dedo por las caras, ¿de verdad era él? Tenía la impresión de estar viendo la vida de otra persona. No recordaba ese día en concreto,  por más que lo intentaba no podía recordar las emociones, por qué sonreía.

__Es el día en que me contaron que se habían casado, regresé de uno de mis viajes y festejamos de nuevo _ le contó su hermano.

__Ya lo veo. __No se había percatado de que había colgado el teléfono__. No se me había pasado por la cabeza la existencia de fotos. De antes, quiero decir.

__Tenemos montones de fotos, si quieres te consigo algunas, podría ser que te ayudaran en algo si le echaras un vistazo.

__Creo que me gustaría mucho. __Dejó la foto sobre la mesa y tomó una honda bocanada de aire__. Esperaba que pudiésemos hablar. Si es mal momento puedo regresar luego.

__No, ahora me viene bien. __Miró hacia la puerta.

Gastón se percató de que la secretaria los miraba con recelo.

__ ¿Te apetecería que diéramos un paseo?

__Vale.

Agustín, ¿mis… nuestros padres están vivos en alguna parte?

__Claro, esperaba que preguntaras por ellos, Gaby me pide las muestras pero no quise contarles hasta no consultarte, están en una estancia en Pilar.

__! Qué suerte! Empezaba a pensar que no existían.

Agustín lo guió a través de un pasillo mientras se ponía las gafas de sol. Una vez fuera del edificio, pusieron rumbo al puerto.

__Supongo que ya sabes lo que sucedió anteayer, ¿verdad?

Agustín se metió las manos en los bolsillos.

__Sí. ¿Estás bien? No tienes muy buena cara.

__ ¿Ah, no? Bueno, la verdad es que no me encuentro bien.  Es lo que tiene que todo te caiga encima de golpe estando solo y perdido, sin reconocer ni siquiera los lugares. Guillermo estaba muy molesto cuando se fue.

__Guillermo tiene bastante mal genio, pero con todos, es el ogro en tribunales __replicó él mientras se adentraban en el parque __. A veces pierde los estribos.

__No me digas __le soltó él con sarcasmo__. Ni siquiera me permitió hablar.

__Tienes que entender que esto es muy duro para él. Después de que desaparecieras, cambió. Se encerró en más de un sentido.

Y montó un personaje para el afuera, una máscara.

__ ¿Qué tipo de relación tienes con él?

__Es mi cuñado, pero más mi mejor amigo, nos unió el dolor de perderte. Pero eso no significa que no sea capaz de darme cuenta cuando se comporta como un ogro. Sobre todo en lo que a ti respecta.

La firmeza de su voz, hizo que Gastón sonriera.

__Supongo que deberé hablar con Gaby, que tengo que cambiar el nombre, los documentos, me exige el del nene, pero no sé si puedo con todo, no entiendo nada a veces, Agustín.

¿Por qué me resulta más fácil hablar contigo que con él?

__Porque soy tu hermano, y te acompañaré en todo lo que vayas haciendo, no te dejes presionar por la ansiedad de Guille, él corre con su tiempo, pero creo que tú necesitarás otro, más lento.

Un sentimiento cálido se apoderó de su corazón. Jamás había pensado que podía tener un hermano.

__ ¿De verdad trabajaba con él en su estudio?

__Sí. No te ha mentido en lo que te haya contado, pero conmigo será más fácil porque yo no quiero nada de ti__ siguió él__. Salvo conocerte de nuevo, ser tu amigo. Guille quiere recuperar a su esposo.

Gastón se dejó caer en el banco y soltó un hondo suspiro.

__No soy su esposo. Tal vez tenga su cara, su cuerpo, y su voz, pero no soy él. Por dentro no lo soy.

__Sí que  lo eres. __Agustín se sentó a su lado__. No lo ves porque no lo recuerdas. Pero sigues siendo él. Las cosas que dices, las cosas que haces, tu forma de actuar. Todavía eres capaz de arrancarme la cabeza de un bocado si discrepo contigo en algo relacionado con la geología. Y Malena es igual a ti.__. Y es tan fácil tratar contigo como lo era con él.

__Pero soy distinto.

__Sí, en cierto modo lo eres. Pero eso no significa que ahora no seas quien eres porque antes fueras de otra forma. Toda la gente cambia. Si alguien no cambia después de verse involucrado en este tipo de situaciones, no es humano. Guillermo ha cambiado. Yo he cambiado. Es normal que tú, sobre todo tú, hayas cambiado.

__Pero es tan frío… No acabo de verlo como el tipo de hombre que todos describen. Gaby y tú hablan de él como si fuera un hombre continente, afable, simpático y protector, agradable, pero la faceta que me ha demostrado esta semana es la de déspota, frío, arrogante y egoísta, el cruel que muestra la prensa. Soy incapaz de interpretar sus emociones. No sé si alguna vez podré hacerlo.

Agustín sonrió.

__Ese es Guillermo, guarda sus emociones bajo llave. No siempre fue así.

__ ¿Por qué cambió?

__Lo hizo después de perderte la segunda vez. __Agustín movió la cabeza al ver que su hermano apartaba la vista__. Guillermo se encerró en sí mismo cuando te perdimos. Ahora solo vive para dos cosas: su trabajo, y cuidar de sus hijos. Lo demás no le importa, el dinero, la fama, el poder. Trabaja porque de ese modo se olvida de lo que siente. Es la emoción de un juicio, de un negocio lo que lo ayuda  a seguir adelante. Si lo perdiera todo mañana, le daría igual siempre y cuando siguiera teniendo a Fabián y Malena. Empezaría de cero mil veces. Debes entender que aunque quiere que conozcas a Malena, la idea de perderla le resulta aterradora.

__No quiero arrebatársela.

__Lo sé __le aseguró él en voz baja.

__Tengo la impresión de que la vida está partida en dos, al menos la mía, o en tres según me cuenta. La persona que fui antes, y la que soy ahora. No sé cómo unirlas.

__Porque te esfuerzas demasiado, y no hace nada que sabes algo. Sucederá a su debido tiempo. Sé que duele, que es duro. Sé que piensas en él como en Pedro, y en ti como Gastón, diferentes. Dos personas distintas, dos vidas distintas, pero en el fondo son la misma persona. Solo necesitas un  poco de tiempo.

__Y mientras tanto estoy fastidiándolo todo.

Agustín le sonrió y tomó por los hombros.

__Lo superarás, estás vivo, es lo único que importa. Y él lo hará. Dale un día o dos. En cuanto pase un tiempo con Bruno, se olvidará del enojo por no haber sabido de su existencia, aunque debemos investigar qué sucedió con los chicos, y tú tienes más armas porque esa mujer vive contigo. Hazme caso, lo conozco bien. Por fuera parece duro, como el acero, pero por dentro es un trozo de pan.

__Así que es mejor que no acuda a la cita para verlo hoy.

__Ajá. Hoy estará fatal. No conseguirás hablar con él.

__No sé qué diferencia puede haber o suponer un día. Cada vez que me ve termina enojado.

__ ¿Y crees que antes no se enojaba contigo? Agustín sonrió__. ¿Crees que nunca discutían? Lo hacían a todas horas. Por eso la relación era bastante divertida desde afuera. Él siempre pensó que eras demasiado independiente. En el fondo temía que no lo necesitaras tanto como él te necesitaba a ti. Supongo que en cierto modo, esta es la misma discusión de siempre pero multiplicada por mil. __ Agustín le tomó la mano, Gastón vio la similitud, tenían los dedos igual de largos,  con la misma forma, manos muy parecidas. Fuertes__. Pedro, es buen tipo. __Agustín esbozó una sonrisa mientras observaba sus dedos, y el hoyuelo que había visto en el espejo apareció en su mejilla__. Dios, se me hace raro llamarte Gastón. Pero si es lo que deseas me acostumbraré, pero dale tiempo a Guillermo. Todo esto le duele porque quiere mucho más de lo que hoy mismo puedes darle.

__Se pasa la vida rodeado de mujeres guapísimas. ¿Qué va a querer de mí?

_ ¿De verdad no lo sabes? __le preguntó él con una sonrisa. __Es gay, te quiere de vuelta en su vida, en su casa y en su cama, esas mujeres son solo scort.

__No sé si algún día seré capaz de darle lo que quiere.

__Todo a su debido tiempo. Entretanto, piensa en Malena, en Bruno, en cómo vas a manejar ese asunto. Ahora mismo es lo más importante.

__Lo sé.

__También debes comprender que el hecho de que estuviste casado con Camila, que estuviste con ella, lo está matando por dentro.

Ese comentario hizo que lo embargara la frustración.

__Ya, genial. Él puede salir con cuanta mujer distinta se le cruce cada semana y hombres en privado, pero yo, que mantenía solo una relación estable y sólida, soy el que debe sentirse culpable.

__Guille sale con muchos, pero no ha mantenido una relación seria con nadie desde que te conoció. Creo que el hecho de que tú sí lo hicieras lo dificulta todo. Te quiere tanto como te quería cuando desapareciste y tú no lo quieres a él, porque no lo recuerdas. Eso duele.

__No quiero hacerle daño

__ ¿Estabas enamorado de Camila? _le preguntó en voz baja.

__Eso pensaba. Aunque ahora me pregunto por qué. Había inconsistencias, pero pensé que todo era producto de mi imaginación o de mi enfermedad o de su trabajo. ¿Cómo es posible que me haya equivocado tanto con una persona? Ahora ya no me fío de mi capacidad de juzgar a los demás.

__Todo tiene una explicación. Debes aferrarte a esa certeza.

__Ya no sé qué creer ni por dónde empezar.

__Voy a decirte una cosa. __Agustín se quitó las gafas__. Creo que hay un poder superior que decide sobre nuestros destinos. Antes no lo creía, pero ahora sí. Es imposible no creer si se analiza todo desde el fondo.

__ ¿Cómo puedes pensar así? ¿Cómo puedes pensar que Dios ha querido que viviéramos este infierno?

__ Piensa en la alternativa.  Si las cosas no hubieran sucedido de esta forma, habrías estado en ese avión. Habrías muerto. No habrías tenido una segunda oportunidad. Bruno no existiría.

Mientras Agustín lo decía, un escalofrío lo recorrió.

__ ¿Crees que tengo una segunda oportunidad?

__Creo que sí, creo que si estás vivo... todos la tenemos, confía hermano, todo estará bien.

Guillermo te ama. Y tú, puedes volver a amar, estoy seguro de ello.

CONTINUARÁ.

HECHOS Y PERSONAJES SON FICTICIOS.

CUALQUIER PARECIDO CON LA REALIDAD ES COINCIDENCIA.

LENGUAJE ADULTO. ESCENAS EXPLÍCITAS.