¿ERES TÚ? CAPÍTULO DOCE.

PREVIO…

La brisa del río fue despejando la mente, tenía cita con él, o con su profesor en unas horas, y el personaje se daba permisos que el verdadero Pedro aún no se permitía. Pensó en acudir a Matías pero luego desistió. Lo cierto era que  tenía que hacer gimnasia, ducharse, echarse al río, o las tres cosas, para liberarse de la resaca, no podía verlo así ni su madre, ni el nene, y mucho menos él.

Cuando horas más tarde llegó al bar, las miradas no tardaron en encontrarse, y al fin  se acercó a la mesa de siempre, no se había atrevido a ir a la casa o a llamarlo como él mismo.

__Siéntate, ¿qué es la soledad, Pedro? _dijo W.S.__. Te lo pregunto porque veo que estás escribiendo mucho al respecto.

__ ¿Lo amas a él todavía? Digo, anoche dejaste muy en claro que tenían una relación perfecta.

__No W.S., no sé si lo amo, hoy no lo sé, hasta el año pasado pensé que sería el amor de mi vida, simplemente nunca  creí poder volver a amar. Pero hoy pienso demasiado en otra persona, el accidente y mi sueño me abrieron una puerta a otra persona, a otra realidad.

__Andrés, cuando lo conocí, era Andrea, ¿entiendes?

__ ¿Cómo?

__A ver, yo no sabía si me gustaban las chicas o los varones, nunca me había sentido atraído por nadie, y en ese momento la vi, allí, en la esquina de un barrio en Chile, lloraba, estaba desconsolada, y el corazón dio un vuelco, porque a lo lejos, pensé que era un varón, supe que yo era gay, y al llegar  y volverse, dudé.  Llevaba una gorra, el pelo casi rapado, y ropa muy holgada, de lejos me confundí.

__ ¿Era…  mujer?

Desde ese día comenzó nuestra historia. Siempre juntos, bailes, idas al cine, la rosa roja nunca faltó; pasamos juntos los prejuicios, la discriminación, el enojo de nuestros padres, las burlas en el colegio, luego de los cuatro años anteriores todo pareció simple. Y a los tres años tomamos la decisión de separarnos, amigos y familia quedaron sorprendidos.
Así pasaron cinco largos años en que no supe más de él ni él de mí; hasta que un día nos volvimos a encontrar en el club, el destino volvió a cruzar los caminos, y me dije que era el hombre que la vida tenía deparado para mí, porque era un hombre. Nos casamos, planeamos una vida juntos. Deseábamos tener hijos propios, pero decíamos que había tiempo, que más adelante. Era arquitecto…

 Sufrí, quizá demasiado, pero hoy tengo fe, creo en mí, creo en ti, creo en poder recomenzar, hasta quizás en la magia de la Navidad.

__Me alegro, cielito, me alegro mucho que así sea, me hace feliz oírlo. Perdón por lo de anoche, los celos me jugaron una mala pasada, la gente en las redes suelen molestar y no quiero que te acosen.

__Vamos a intentar de nuevo vivir ese amor, de nosotros depende querer.
Sé que no soy  el hombre ingenuo  que soñaste, que dejé a desear, más si me das una oportunidad quiero amarte, amar de verdad.

Sonríe cada vez que me mira, me hace feliz.

__ ¿Nos levantamos al fin y vamos a comprar un cachorro para Agustín?

__Me encantaría, precioso, sé que es lo que él más quiere, y me encanta que empieces a permitirte cosas, entre ellas, acepta el coche, de verdad, lo dio el seguro.

__Mentiroso, no.

__Sí.

__El coche, no.

19  de enero de 2017.

“Te quiero para volvernos locos de risa, ebrios de nada y pasear
sin prisas por las calles, eso sí, tomados de la mano….
Mejor dicho del corazón”. Mario Benedetti.

“Amo el amor que se reparte en beso, leche y pan.
Amor que puede ser eterno y puede ser fugaz.
Amor que quiere libertarse para volver a amar.
Amor divinizado que se acerca y que se va”. Pablo Neruda.

Hay amores que nos llegan demasiado pronto, otros, demasiado
tarde, pero esto solo lo sabemos ya cuando es irremediable. Mike.

__

Todavía desvelado por la discusión de esa madrugada, W.S.  caminó hacia la computadora para hacer lo que había estado haciendo desde hace exactamente una semana: entrar a la cuenta de Pedro  para cerciorarse que no le estuviera siendo infiel con alguien en la popular red social.

Frunció el entrecejo y acomodándose los anteojos confirmó ardido en celos sus sospechas: estuvo conversando por casi dos horas con uno de sus contactos.

Al escuchar que él  se acercaba minimizó la pantalla y subió ambos pies sobre el escritorio, cruzando los brazos en actitud  belicosa.

__ ¡Buen día, Pedro!

__ ¿Qué tiene de bueno?

Pedro no se atrevió a preguntar qué le pasaba, era obvio que aún seguía molesto por el incidente de hace unas horas.

Aunque creyó que al amanecer las cosas mejorarían, todo parecía indicar que el asunto pintaba para largo rato. W.S.  no quería pasar a la siguiente página ni quitar el dedo del renglón.

__ ¿Qué buscas?

__ El cargador del celular, lo dejé sobre la mesa - respondió Pedro  preocupado, estoy seguro que lo tenía conmigo al decidir quedarme en tu casa.

__ Quizá no lo dejaste ahí o lo olvidaste.

__ No...  Estoy seguro  que lo dejé aquí y ya tengo la batería baja.

__ ¿Tanto te preocupa encontrarlo? Te ves desesperado.

__ Me urge subir el capítulo para hoy.

__ Ya te dije que puedes escribir en mi PC. Es más rápido y fácil.

__ Sí, pero...

__ Pero ¿qué? ¿Es que acaso piensas hacer algo más que subir el capítulo de hoy?

__ No sé qué me quiere decir con eso, profesor.

__ ¡Oh, sí sabes!

__ ¿Me podría hablar claro? No me gustan las indirectas.

W.S.  bajó los pies del escritorio y caminó hasta Pedro mirándolo fijamente. Él agachó la cabeza evitando el contacto visual.

__ ¿Quieres que te hable claro? ¿De verdad quieres eso? Pues bien, lo haré, pero al menos mírame cuando lo haga.

Pedro levantó la cabeza despeinado  y sostuvo por apenas unos segundos la mirada. Los ojos de W.S.  parecían tener rayos equis y tuvo la impresión que descubriría todo lo que ocultaba dentro.

__ ¿Con quién  hablabas por esa cosa en la madrugada? Preguntó W.S.  a quemarropa.

__ Con nadie.

__ Pero me dijiste que saludabas a algunos de tus lectores ¿no te contradices?

__ Bu... bueno, sí, pero lo hice en el muro, públicamente, como usted me sugirió que lo hiciera - tartamudeó con nerviosismo.

W.S. acarició los rizos alborotados del  aprendiz de escritor  y sonrió de medio lado. Este, desconcertado, también sonrió.

__ Sabes que me he tragado ya la mayoría de todas tus mentiras, Pedro, lo sabes ¿verdad?

La mano, que hace segundos acariciaba un mechón de su cabello, de pronto lo sostenía con firmeza, tanto que él se asustó.

__ Parece que no fui muy claro, voy a repetir la pregunta: ¿Con quién platicabas en la madrugada?

__ Con uno de mis lectores.

__ ¿Uno de tus contactos?

__ Sí.

Él soltó su cabello y después acarició con los dedos sus labios.

__ ¿Ves lo fácil que es decir la verdad? Entre vos y yo no deberían existir mentiras. Nada que me debas ocultar... o esconder ¿queda claro?

Pedro  afirmó con su cabeza y tragó saliva intentando tragarse también el nudo en la garganta.

__ He intentado complacerte todo este tiempo, Pedro, quiero que te sientas bien a mi lado. Cocino para vos, me encargo de la ropa, la casa es un desastre pero nunca te he pedido que hagas algo al respecto porque no es algo que me incomode. Sé lidiar con el caos y vos... vos sos  mi caos favorito...  ¿disfrutas el sexo conmigo?

Él afirmó con su cabeza.

__ Nos complacemos mutuamente, nos disfrutamos, no necesitas buscar algo más por otro lado. Yo dejé de buscar en otros sitios desde el día que te conocí ¿no deberías vos también dejar de buscar?

__ Yo no busco a nadie más, W.S., con lo que le he confiado debería estar seguro.

__ Sí lo haces, buscas encuentros emocionales con otros hombres en Facebook, ¿es una cuestión de edad?

__ ¡Eso no es cierto! Yo veo en Facebook una plataforma para subir mis historias, busco los mejores grupos, hablo con los administradores, eso es todo.

__ No haces solo eso, hablas  con otros hombres o como sea que se le llame al contacto de las redes. ¿Usas el chat y aplicaciones especiales?

__No. El chat a veces, pero no aplicaciones de contactos.

No hago nada malo con eso.

__ Te podrías enamorar de alguno de ellos.

__ No, solo son mis lectores o administradores de grupos.

__ ¿De verdad crees que te agregaron solo para leer tus historias? ¡Quieren verte desnudo!

__ ¡Ay, por favor! ¡Cómo se le ocurre! Yo rechazo todo video que llegue.

__ Vos sos ingenuo y desconoces el accionar de los hombres en las redes sociales, pasaste demasiado tiempo viviendo en una burbuja.

__ ¿Lo dice porque le consta?

__ Ya te dije un millón de veces que a mí el sexo acartonado no me gusta. No me atrae el sexo virtual tras una fría pantalla. Me gusta lo que puedo no solo ver sino tocar y oler. No me gusta Facebook y menos me gusta que estés navegando por allí, no tengo cuentas de nada.

__ ¡Pero ahí publico mis historias!

__ Te hice un sitio web para tus historias y lo dejaste abandonado.

__ No quiero seguir discutiendo sobre esto, me duele la cabeza, además no quiero un sitio suyo para que me mantenga vigilado.

__No lo hice para eso, sino para editarte y corregir, ese fue el trato.

__No me gusta.

__ ¿A dónde vas?

__ A caminar, a respirar un poco de aire fresco, aquí huele a nicotina y a encierro.

Cuando estaba por abrir la puerta él lo sujetó por la cintura y acercó la boca a su nariz.

__ Antes decías que no te incomodaba el olor a nicotina. Me conociste con un cigarro en la boca ¿ya se te olvidó? Y además confesaste ser fumador.

__ Hay muchas cosas que me gustaría olvidar.

__ No salgas.

__ ¿Y por qué no?

__ Porque ya te fuiste la primera vez ¡por dos días!

Pedro  corrió a encerrarse en el cuarto. W.S.  sacó el cargador de donde lo había escondido y lo dejó sobre la mesa.

Cuando salí del baño, Guillermo estaba sentado en el borde de la cama  con la cabeza entre las manos, y elevó la mirada al percibir el calor de mi cuerpo. Me senté a su lado despojado del personaje.

__ Pedro, ¿por qué el personaje puede amarme y  la persona no se lo permite? ¿Sientes que lo traicionas a él o es mi pasado que me condena en lugar de permitirte rendirte y abandonarte a lo que sientes?

__Tal vez ambas cosas, Guille. Ya te lo he dicho, nunca imaginé volver a amar o que mi ex no fuera el amor de mi vida, por otra parte, te cruzaste como el rayo que fulmina y hace demasiado poco tiempo. De no haber sido por el sueño, quizá  te dejaba pasar. El temor a que no me ames como a los otros desaparecerá en el tiempo y el conocerte es de suponer.

__Puedo esperar, es comprensible con las pérdidas que llevas en poco tiempo que te sintieras agobiado, y que temas a abandonarte a lo que sientes, aunque no me ha sucedido, porque nunca antes amé, puedo entenderlo.

¿No te gustaría como Pedro ir a pasar unos días a la costa? Nosotros podríamos conocernos mejor, Agustín lo pasaría muy bien con Guillermito, tu mamá saldría de su encierro.

__ ¿A dónde iríamos?

__Donde quieras, a una playa tranquila, no me atrae la muchedumbre y odio Mar del Plata en enero, alguna casa junto al mar donde todos disfrutemos, eso si no te traerá recuerdos de él, porque supongo que irían en Chile al Pacífico, ¿verdad?

__Guille, él está muerto, hace demasiado, no lo olvidaré, siempre será alguien importante en mi vida, pero hay diferentes maneras de amar, y empiezo a entender lo del árbol de almas afines, como ramas más o menos cercanas al tronco, quizá tú estés más cerca que él, por ello siento tanto en días, pero lo de viajar, preferiría más adelante.

__Mientras sea este año, está perfecto, porque si tu sueño fue real el siguiente seremos una sola familia, un matrimonio feliz.

¿Lo crees?

__Eres importante para mí, muy importante. Cuando no estás a mi lado me siento vacío porque sin ti la vida no vale la pena, extraño la ternura de tu voz, tus sonrisas, las caricias  y los besos que nos dimos, las promesas hechas como esta del viaje y tonterías que no sé si llegaremos a cumplirlas, por eso cuando tú no estás, me lleno de miedo y siento que me falta todo, desde la luz que ilumina mi destino, hasta el aire que respiro y que la vida  ya no tiene sentido.
Cuando tú no estás el tiempo parece haberse detenido y mi vida es oscura y sombría pero solo escuchando tu dulce voz, es lo único que puede volver  a encender este viejo corazón lastimado.

Pero déjame organizarme, podemos viajar el mes que viene o en marzo, antes del inicio de clases, y el perrito al nene no.

__ ¿Por qué no?

__Porque es lo que vi en el sueño, yo me vengo negando desde hace mucho a darle una mascota, no quiero copiar puntualmente lo que soñé, porque yendo a ello, en verdad este desarrollo paralelo no estaba en el sueño, tampoco cómo te contaba de mi pasado, ni tú de tu vida, allí solo supe que sería tu socio, y tu amante o esposo supongo.

__Está bien, esperaremos pero te recuerdo que es lo que desea tu sobrino, ahora que Amalia está mejor podría cuidarlo, vives en una casa.

Pedro, sé que hace días que nos conocemos pero te amo. No necesito al personaje que pelea demasiado con el alumno, ni a comparar con Juan para saber que lo que me generaste desde el choque es otra cosa.

__También yo siento algo especial, muy fuerte por ti, me refiero a ti, a Guillermo. No sé si fue coincidencia encontrarnos, quizás el destino dibujó nuestro camino, soñando nuevamente con tus deseos y tus besos que despiertan mi pasión. Conmigo sueñas en el aire, unidos estamos como gaviotas, traviesos como queremos, locos sin antídoto a la cordura. Tu camino me pertenece, colgando estoy en tus brazos, nunca me dejes caer en el vacío de un abismo interminable. Poemas y prosas te dedico  que nacen de la imaginación,
letras que crecen entre rimas, canciones que envejecen por el tiempo,   sentimientos que mueren sin razón. Solo recuerda, me tienes colgando en tus brazos, nunca dejes caer mi corazón en las hostiles  y temerosas lagunas de la desolación. Mi corazón yace de tristeza,
y se aferra en su lucha, por no olvidarte, para demorar los suspiros de tu ausencia. Mi dulce amor mío. Te amo tanto que si me arrancaras de ti sería mi perdición porque vivo prisionero de tu amor aunque a veces huya, o no termine de reconocerlo. Estaba de duelo por la fecha, pero solté en ese aniversario, lo solté a él, y hoy estoy atado a ti, a tu instinto animal, a tu alma, a  tus deseos carnales. A todas las batallas campales que he tenido en la cama contigo.
A tu fuego y tu pasión cuando llegas y me tomas sin piedad aunque te disfrace de W.S. siempre eres tú. El amor no duele nunca, aun distante, aun más allá de la muerte, el amor nos hace mejores personas, una vez que amas ya no vuelves a ser el mismo, eres siempre mejor, tú me haces bien y mejor, Guille.

Es verdad... El amor no duele por más lejos que se encuentre. El amor sana, el amor salva, el amor libera y te hace fuerte. El amor entrega y nada a cambio espera. El amor es una fuente inagotable de buenos deseos para la persona amada, es la luz en los días grises y nublados, es el abrigo en los días fríos de lluvia, es el abrazo en las noches de calma.

Andrés sé que me espera en otro sitio, pero no sé si llegaré de nuevo a él, aunque a veces lo oigo:

“Búscame, no creas que te voy a olvidar tan fácilmente, sé que el momento de partir será duro, la soledad es mala compañera y de ella están mis días cuajados, pero tendrá que ser así, no llores ni sufras por mí, pues no te olvidaré nunca. Sé que una mala decisión la toma cualquiera, aunque a veces no tenga solución como lo fue conmigo, pero pené lo suficiente y me iré a sabiendas que cuando cruce la línea, que separa lo humano de lo divino, seguiré cautivo de un amor que sin querer despeché, y por lo que la vida me dio lo que merecía a tenor de ella, siendo borrado para siempre hasta de mis propias circunstancias, sin importarle lo más mínimo quién o qué fui, pero ya qué más da.
Me quedo con el acibarado sabor del recuerdo y la derrota, y piensa que allá donde esté siempre habrá un hueco para ti. Ya menos que antes, ahora pienso demasiado en ti, y luego habitas mi sueño”.

__ ¿Por qué lo sientes como si fuese culpable de su muerte o quizá de su vida?

__No lo sé, todo fue como te conté, supongo que pensó que por luchar contra la naturaleza biológica  su cuerpo se vengó, se me ocurre.

__En algún momento mis manos han de soltarte, le contesto, sé que así será,  solo espera un poco, dame tiempo, que el frío golpea mis ventanas cada noche. ¡Tengo miedo!

El silencio muerde mis tímpanos, se arrugan los relojes en mis manos, los grillos confabulan en alguna esquina, murmuran sobre futuros vacíos,  sobre sábanas desoladas; sobre verbos ciegos que tropiezan conmigo y descompensado de tus ojos, el horizonte,  solo luce como un paisaje estéril. El sol se esfuerza en calentar el ártico, opuesto a las precipitaciones internas de las cenizas de mis huesos, que aún arden en mis ojos.

He de soltarte un día, yo sé que podré,  solo espera un poco, dame tiempo, la noche sin tu presencia, se alarga demasiado, es lo que me he dicho estos años, o le he dicho a él.

El amor te hace disfrutar de la vida y sus plenitudes, es tener un cómplice, un amante, un amigo,  es amarlo, comprenderlo, aceptarlo con sus defectos y virtudes. El amor es esa mano
que no dejará que caigas y si por accidente ya estás en el suelo es la misma mano que te sostiene y te levanta. El amor es cerrar los ojos cada noche y bendecir su vida, sus acciones, acurrucarse en su imagen besar el espacio donde habita. El amor, es simplemente
abrir los ojos y sonreír porque esa persona, entre miles, existe con su brillo a kilómetros de ti.

__Sos muy valiente cielito, nunca lo olvides.

__Contigo a mi lado, lo soy.

__Solo también fuiste muy valiente aunque te taparas de trabajo y de responsabilidades para no amar durante años, fuiste muy valiente.

Levanté la cabeza. Lo miré como si no pudiera recordar la sensación de que me trataran con amabilidad, con devoción, y los ojos se me llenaron de lágrimas, el calor de su mano abrasó la mía cuando entrelazó los dedos.

_Pedro, no estás solo ahora, no te dejaré solo jamás, puedes relajarte en mí, compartir la carga. ¿Qué cosas te hacen sentir tranquilo?

El susurro de las olas acariciando la arena en la costa, el quejido de las ramas dobladas por el viento, el agua, la caída de una cascada, el andar del río en el Delta por eso me mudé acá cerca.

__ ¿Qué más?

__El cielo. Me gustaría tener una casa sin techo o con techo que pudiera correr en verano. Y salir y respirar hondo. Respirar.  Odio estar en espacios cerrados. Cuando era pequeño, mi cuarto no tenía ventanas y tenía que dormir con la puerta abierta, esas cosas, escribir, leer, escuchar la música bajito, me relaja manejar pero no en el lío de tráfico de la Panamericana o de la Ruta dos en enero. Ver a Agustín reír, o dormir sin pesadillas, a mi madre en el jardín me tranquiliza, pasaron momentos demasiado diferentes.

Guillermo dejó que la información le calara.

Salimos cuatro veces sin volver a montar el personaje.

La primera fuimos a tomar una pizza aunque Guille decía que no le gustaba, terminó  sus tres porciones, y yo solo bebí agua mineral hasta estar seguro de que él no pensaba que era un imbécil, recién entonces pedí un gin tonic.

Y fue el gin tonic más delicioso que había tomado en mi vida. Guille me acompañó a casa pereciendo estar a punto de marcharse, y tras un momento muy incómodo depositó un suave beso en mi mejilla aunque el tacto previo con el dorso de sus dedos me provocó una descarga eléctrica y cada vez que sonreía las piernas se quedaban como gelatina efecto que causa  a menudo en mí. Los dos nos echamos a reír por lo embarazoso de la situación. Sin pensármelo demasiado, fui yo el que se acercó y le besé bien,  fue un beso corto pero decidido, uno que insinuó algo de mí. Me dejó sin respiración mientras Guillermo se alejó caminando hacia atrás y aún estaba sonriendo cuando se cerraron las puertas del coche.

Me gustó. Rebelde entre la oscuridad  de la noche se asoma y me conquista con su belleza, mas tiene la magia de dejar callada  y en silencio a mi inquieta pluma que estaba escribiendo una nueva historia, la nuestra, intento abrazarlo y besarlo pero no puedo, porque él se esconde en la noche,  siempre esquivo y solo iluminándome como lo hace la luna lamiendo el río, lo que hace que termine envidiando al agua que sí puede tenerla y a él, y como la noche solo puedo conformarme disfrutando de su esplendor,  y condenado a verla allá en lo alto, hasta que el sol la reemplace, y como un lobo solitario continúo aullando mi amor,
mientras sueño con mi enamorado,  porque la luna es lo que él que es mi sol, son   para mí más que astros,  ella es una luna seductora,  una luna de amor, una luna cómplice de mis noches de pasión,  donde la tenue luz me invita a amar, y él es la luz que me delinea el sendero de mis pasos de vida, como lo hace el sol.

“Cómo no amarte si pienso en tus ojos  que son mi luz cada noche. Cómo no amarte si antes de conocerte mi alma errante ya te esperaba. Cómo no amarte si cierro mis ojos y te veo en mis sueños. Cada despertar se parece a ti. Siempre tú  radiante de luz. Eres mi primer mirada  y la certeza de mis sueños. Cómo no amarte si no hago más que recordar tu traviesa sonrisa,
tu pícara mirada; los elementos perfectos para espantar mi soledad con tus recuerdos. Cómo no amarte  si lo único que quisiera es que por lo menos fueras el brillo de mi noche eterna. Y así te quedaras a mi lado para siempre. Porque eres tú mi luz, la que me mantiene vivo. Tenerte a mi lado, saberte mío, me ha hecho renacer.

Cómo no amarte; si eres mi quimera amada, mi mundo hecho de amor y de ilusiones;
no puedo jamás apartarte de mí, porque yo; ya no puedo amarte más de lo que te amo.

Cómo no amarte  si desde antes de verte, ya te esperaba. En el tiempo confiaba; sabía que algún día te encontraría, solo sería cuestión de tiempo, con paciencia te esperaba  y al verte enmudecí; pero supe que eras tú lo que yo tanto soñaba.

Cómo no amarte; si tu sonrisa refleja el brillo de tu alma. Traigo en mí tu sonrisa colgada, y tu presencia le da la felicidad a mi vida, esa que tanto mi alma y corazón buscaban. Te quiero invitar a un viaje Amor,  vamos a la costa o al bosque, los dos me parecen bellos escenarios para lo que quiero.

Quiero amanecer enredado  en tu cuerpo y escuchar tus latidos como únicos sonidos. Quiero sentirte mío en el paraíso, quiere ser tuyo  a la orilla del mar o entre el espeso bosque. Quiero que al despertar empiecen los besos en los ojos, los oídos,  en la boca, en el cuello  y que sigan y sigan hasta hacerme enloquecer. Que se escuchen los gemidos que se emboten los sentidos hasta sentir que no podemos más y así continuar hasta el anochecer.

__Es lo que te había propuesto, porque dentro de un año espero un viaje a solas _me contestó. No me es suficiente gritar al viento un "te amo" cuando siento a galope mil palabras de amor en mi garganta y escapan escurridizas las letras de mi pluma derramando tinta entre mis manos, dibujando verbos en el cielo que cubre tu cabeza y la tierra que pisa tu andar.

__No me es suficiente decir te amo, cuando el océano en mis ojos inunda mis labios anegando entre las olas de mis sentimientos blancos; negras tempestades que grotescamente atascan mi pensar, dejándome desvanecer como humo de cigarrillo entre los dedos y nubes de pensamientos, derrumbando ideales, pisoteado esos sueños envueltos de fantasía y escasa pero dulce realidad.

¡No, no es suficiente! Y nunca lo será... Pues abrazo a mi pecho palpitante con dolor y amor el destello silente de la esperanza que como enredadera va uniendo pedazos de vida, trozos de corazón, la piel de los recuerdos que aún no existen y ese bálsamo de fe que anhela curar las heridas del alma que devastan la fragilidad de este ser que deambula como espectro de su inmunda soledad.

La noche está con ausencia de aventura en aquella alcoba, donde el café es su fiel compañero, pero el viento parece su enamorado silbando siempre en su ventana.
Y ahí está solo, con su insomnio de siempre, atormentado con descubrir los misterios de la noche.
En una ciudad llena de extraños, cada quien con sus historias queriendo ser más que el otro.
Sobresalir con sus victorias, con su lucha ante cada batalla, otros sin tener suerte conformarse con las derrotas pero la esperanza siempre presente.
¿Qué ocurre en este instante? Se pregunta, será algún encuentro de los amantes y, cierra sus ojos para dar cabida a su vivaz imaginación, como si fuera una película y Guillermo está en primera fila.
Su silueta se refleja con la tenue luz, que penetra como ladrón por la cortina, deja ver su forma contorneada, como guitarra que desea ser tocada.
Pero cuánto fuego tiene él que no deja ningún espacio sin besar, Pedro  parece un pez en su mar, se devoran de pasión como dos hambrientos de amor.
Descansan y retoman sus deseos y el viento deja de silbar, como si también estuviera observando su desenfreno.
El ruido de los autos, hace que abra sus ojos, se escuchan pasos ligeros, es la noche que empieza su retirada, para dejar entrar airoso al señor sol, regresa el bullicio, los olores, las preguntas, las angustias, el correr para no llegar tarde, hay que conquistar las horas.
El cansancio llega para cubrirlo y dejar que el sueño se asome, no importa si el rey lo cubre, él solo quiere dormir, como un niño sin preocupaciones, sin preguntas, sin temores.
Dormir por unas horas, que nada interrumpa su sueño.
Ya habrá tiempo para descubrir los misterios de la noche, de los amantes, de aquellos que venden fantasías, de los que sufren por no poder gritar su amor por miedo.
Dormir es todo, déjalo que sueñe con el amor que llega.

__

La segunda vez fuimos a un concierto de un grupo que nos recomendó Matías, Guille jamás ha pisado uno, me acompañó  enfurruñado, y terminó mal, era horrible. Después de unos minutos él se dio cuenta aliviado que yo pensaba lo mismo, y cuando dijo de marcharnos, acabamos tomados de la mano para no perdernos mientras no abríamos paso entre la multitud del bar y por alguna razón no nos soltamos hasta llegar a casa de Guille. Allí hablamos en el jardín cuidado por él mismo…  de nuestra infancia y de la música que nos gustaba, de tipos de perro para alguna vez complacer al nene  y luego jugamos con los labios unidos, besándonos en el sofá del living hasta que las piernas nos temblaron un poco, pero no fuimos más allá, no  hemos vuelto a hablar del pasado.

__Las nubes juegan en la brisa, entre la esmeralda del  río que alucino  y el cielo. Y como sirena encantada o cisne mágico  surges desde el agua de la bahía que te acaricia enamorada gozando de tus continentes de caoba y tus partes más ocultas, alucinada.

Sos la belleza pura, y tus curvas encienden un horizonte azul. Te conozco y ya te quiero simultáneamente, con solo el placer de mirarte porque apenas te descubrí, sentí las ansias locas, apresuradas de poseerte. Cometes la lujuria de mirarme y sonreír, boca de fresas y perlas. Y allí me condenas a amarte, en el delirio y la quimera de hacerte mío olvidar en vos los otoños grises vividos y pensar en una vida nueva, todavía.

Beso el diamante tatuado en el comienzo de tu pelvis. Mi lengua acaricia las vértebras de tu columna hasta el delirio de tu cuello y mis labios buscan tu boca, un rosedal ardiente, y beberla sin consuelo. Y allí bebí el elixir más dulce que colmó el seco oasis de mi sed.
Las palomas de tus manos impúdicas abrevan en los sabores de mi cuerpo,  delirio de pasión que provocas, lujuria bella y loca y mi alma toca el cielo.

Déjame desnudarte suavemente, para poder grabarte en mi lujuria. Tus pezones me esperan enhiestos. Mis tristes otoños reviven con las savias tibias de tus primaveras.
Siento, extasiado, el tibio y el dulce contacto de las huellas de tus manos entre un reguero de caricias lujuriosas en mi cuerpo y murmuras “te amo”. Quemándome el alma, te entregas a la lujuria del amor consentido. La noche fue de polvo de estrellas que anidaron en el trigal y miel de tu pelo y el tiempo de amar se turbó en tu mirada de pasión y tus ojos de caramelo.

Ámame amor, porque quiero descubrir tus cosas escondidas. Voy a hacerte conocer el éxtasis del amor, estremecerte de pasión y vida y sentir el milagro hermoso y azul de los abismos de lujurias consentidas. Y fue el comienzo de amarte, y nunca renunciar al placer de tenerte. y darme cuenta que llegué tarde al amor y a tu vida en una tibia noche gris cuando me das vida y te poseo extasiado, en la dicha dulce de vivir por vos.

___

 La tarde usaba el mismo suéter gris del día anterior. Así estuvo toda la semana. El sol apenas y brilló por minutos y luego volvió a llover. Un clima inestable, tan inestable como la relación entre W.S. y Pedro.

Últimamente no hacían más que discutir y siempre sobre el mismo tema.
Era difícil de creer cómo una relación que inició con tanto fuego ahora estuviera a punto de convertirse en cenizas.

Lo que comenzó como una romántica y dulce historia de amor ahora se había degradado a una perturbador thriller psicológico cargado con mucho sexo de reconciliación.

Pedro intentó dejar varias veces a W.S., pero nunca por demasiado tiempo, él lo sabía y ya no entraba en pánico cuando él azotaba la puerta jurando no volver jamás. En cuestión de horas regresaba con el rabo entre las patas arañando la puerta del olvido para volver a entrar.

Era una relación tóxica, enfermiza pero funcional. Por extraño que parezca ambos funcionaban bajo esa tónica constante de amor y odio, un auténtico amor al muy estilo apache, tras las flechas; la caricia.

W.S.  bebía más de lo habitual, la mayor parte del tiempo estaba con la copa de whisky  y eso agudizaba sus crisis de ácida sinceridad. Decía lo que pensaba sin anestesia y sin importar cuán crudo o hiriente podría llegar a ser.

Pedro fumaba mas pensaba  que inicialmente encontraba excitante el aroma a alcohol y nicotina  y ahora lo encontraba repulsivo. Las verdades que le soltaba en la cara al profesor sonaban más repugnantes con el aroma a alcohol y cigarrillo y volteaba la cara conteniendo la respiración cuando estaba sobre él jadeando durante el sexo.

Pedro  añoraba aquellos primeros días desde el primer encuentro cuando W.S.  le había propuesto ser su maestro y convertirlo en aprendiz de escritor. Recordaba, con lágrimas asomando a sus ojos, esas tardes con las hojas de papel en blanco, los bolígrafos y el diccionario. Esos recuerdos resbalaban sobre el cristal de la ventana como las gotas de lluvia en esa tarde demasiado triste y demasiado gris.

Permanecer en esa relación era como estar en prisión voluntaria, una prisión de puertas abiertas. Podía irse cuando quisiera y sin embargo no se quería ir. A veces deseaba estar sin él, pero no imaginaba la vida sin él. El Síndrome de Estocolmo se quedaba corto en comparación al extraño síndrome que el aprendiz de escritor padecía. Un síndrome sin nombre y probablemente ni siquiera era un síndrome sino una condición muy extraña que lo impulsaba a quedarse al lado de alguien que le hacía mucho daño y a la vez ¡tanto bien!

Los vecinos del departamento ya estaban acostumbrados a los gritos con los dimes y diretes a altas  horas de la noche. Más de alguna vez los mismos vecinos llamaron a la policía al escuchar las cacerolas y otros objetos estrellarse contra las paredes, pero al hacerse presente los agentes, la pareja salía a recibirlos con amplia sonrisa, abrazados y asegurando que todo estaba bien, que no pasaba nada.

Los vecinos también cuentan que luego de la trifulca y los objetos voladores también se escuchan gemidos y el rechinar de los resortes de la cama, indicio que la discusión había por fin terminado y firmaban los acuerdos de paz con una intensa y ruidosa sesión de sexo.

Reza el dicho popular: "Ni contigo ni sin ti" una frase típica para aquellos que viven cautivos en relaciones altamente tóxicas. Pero ¿qué más da? "Nadie puede sacar a otros de donde no quieren salir”, y como en la vida auténtica los personajes  siguen juntos ¿Una separación definitiva? No...  Lo  dudo ¡son tal para cual!

__

Un par de días después del recital,  Guille llamó diciendo que pasaba por un café cercano, si me apetecería tomar un café y la tarta que alargara las horas todo lo necesario para almorzar juntos también.

__ ¿De verdad pasabas por acá? __pregunté yo, después que el café y la tarta se tornaron en los segundos pedidos.

__Claro _contestó, y entonces nos sonrojamos y me encantó__.  Con vos se me da fatal mentir, Pedro, quería verte, es todo.

__

Y la siguiente vez salimos a cenar, pero Guille no ha intentado llevar las cosas más lejos, empiezo a preguntarme si no estoy hablando demasiado de Andrés de nuevo, si de algún modo  me he hecho inalcanzable o eso cree. Pero luego he pensado que tal vez sea porque él solo está siendo un caballero, esperando mis tiempos como me había prometido.

__ Yo disfruto de pecaminoso deseo, pensando en usted.  ¿Cómo sería una noche de pasión entre un par de desconocidos que apenas si cruzamos palabras? Como continuar mi sueño justo en el instante en que desperté.

Sentirte está prohibido, pero lo prohibido es muy tentador, que por su sencillez, su madurez y su noble corazón, lo hace un hombre encantador. Y no puedo evitarlo, y quiero yo probarlo y saborearlo. Se me acerca usted con educación, lo veo y se me erizan mis vellos de la emoción.
Y confundo yo amabilidad con seducción, es que usted es una delicia de tentación.

Mis deseos, aunque por una noche de fantasías, mi realidad toda una vida de aventura, misión cumplida. Besos y caricias, dos locos envueltos en la lujuria. Hombre de  experiencia, huele a macho, caigo en sus manos.
 Mi deseo pecaminoso. Yo siendo un chiquillo, y usted, lo que más desearía.

Se lo confieso, conceda mi deseo, no diremos nada, será un secreto entre nosotros.
Es más potente probarlo en mis pensamientos, lo quiero tener entre mi cuerpo. Sentirlo sin tocarlo, y otro día igual, mis deseos, pensamientos pecaminosos.

__No es pecado este amor, precioso. No me he mantenido alejado porque lo crea o porque sea un caballero.

__A veces pienso que te ofende que hable de él, otras creo que él forma parte de lo que soy y que, si tú quieres estar conmigo, tendrás que aceptarlo. Estoy cansado de mantener conversaciones y discusiones imaginarias contigo.

“El hecho es que me levantó pensando en Guillermo, en cómo se echa hacia delante al escuchar, o hacia atrás cerrando los ojos al pensar, como si no quisiera perderse una sola cosa de lo que le digo, en sus entradas prematuras en las sienes, en sus ojos café que me penetran el alma. Había olvidado lo que es despertar pensando en otra persona, querer estar físicamente cerca de él, sentir un ligero mareo al recordar el olor de su piel. No hemos empezado a trabajar pero ya no me preocupa, a veces me envía mensajes durante el día o lo imagino, simplemente lo sitúo en los sitios que deseo compartir con él.

A veces temo mostrarle lo mucho que me gusta, temo equivocarme, las reglas parecen haber cambiado desde  los años lejanos en que me enamoré de Andrés. Había oído a Matías y sus fríos comentarios sobre esos sitios de contactos de internet que odia el personaje de Guille, sobre los amigos con derecho a roce, sobre lo que hoy hay y no hay que hacer en el sexo __técnicas, juguetes, estética _y es como si me hablara en polaco.

Me cuesta encarar a Guille, o encajarlo dentro de las afirmaciones de Matías acerca se los hombres desaseados, imprevisibles, egoístas y vagos obsesionados con el sexo. Él es bastante franco, parece un libro abierto. Dice que por eso no le iba bien la idea de ascender escalafones en la carrera de abogacía y prefiere el estudio de provincia.

__Cuanto más arriba llegas los negros y los blancos se hacen bastante grises.

El único momento en que me parece remotamente inseguro y sus palabras se vuelven vacilantes es cuando habla de Fabián.

__Es una mierda el divorcio, Pedro _declara__. Todos nos decimos que los niños están bien, que para ellos es lo mejor, que es mejor que ver a dos adultos gritándose sin amor, pero nunca nos atrevemos a preguntar la verdad.

__ ¿La verdad?

__Lo que quieren, porque sabemos la respuesta. Y nos rompería el corazón. _Su mirada se pierde medio a lo lejos, y entonces, solo unos segundos después, recupera la sonrisa__. Pero Fabián es bueno, y yo no tenía más remedio que hacer lo que hice y confesarle mi verdad. Es muy bueno. Mejor de lo que merecemos ningunos de los dos.

__Me gusta que sea argentino, eso lo aleja de Andrés, tiene un aire de caballero, me abre la puerta como a cualquier mujer, no quizá por cortesía sino por indicar que nos quiere dejar entrar en su vida, y hay un aire sutil de autoridad en él, la gente se aparta cuando camina por la calle, sé que en el estudio lo respetan. Pero él no parece darse cuenta ni de ello ni de su atractivo que hace que las miradas confluyan en él, y que yo me derrita cuando sonríe o se me dispare el corazón cuando tropiezo con su mirada”.

__! Ay, Dios, qué mal te veo, Pedro? _dijo Matías mientras tomamos un café, o mejor qué bien, tal como lo soñaste.

__ ¿Qué? Solo digo que me gusta estar con alguien que parece…

Me suelta una risa socarrona.

__No pasa de esta semana tu rendición.

__Habla por ti con Miller, Matías.

__Pedro, deja que el príncipe te acaricie el pelo, ya olvídalo aquello de envejecer solo, porque no será. Ya no vives en la casa de Chile, ni siquiera allá donde todo te recordaba a ese esposo del que recién me hablas, y en todo caso, mueve la cama de lugar, cambia las cortinas, múdate de nuevo, como en el sueño, pero déjalo entrar.

__

Todo empezó a torcerse el viernes, cuando armamos formalmente una cita.

__ ¿Así que tienes una cita? __Mi madre se acercó y me envolvió en un abrazo de oso.

Presa  de alegría y sabiduría dando consejos. Esta vez está hablando con exclamaciones. Y se ha vestido elegantemente.

__! Bravo tío, al fin! __completó mi niño.

__Bueno… solo es… No quiero darle mucha importancia, madre.

__! Pero es fantástico! ¡Eres un joven precioso y él el hombre para ti, hijo! Deberías estar ya allí fuera luciendo lo que tienes.

__Pues no estoy muy seguro de lo que tengo, Madre.

__ ¿Qué te vas a poner? ¿Algo un poco más alegre y elegante?

__Tengo más de treinta años, mamá, puedo elegir qué ponerme.

__Pero no te tapes el cuerpo, hijo. Sigues con la estética de Andrés de todo negro y grises y cosas sin forma. Deberías usar ropa de colores vivos, así no llamarás la atención.

Los hombres son primitivos, criaturas primarias. Sus ojos van inevitablemente hacia lo llamativo y lo bello __abrió un ojo estudiándome__. Tal vez, podrías llevar algo sport elegante como viste él, el pelo alborotado…  No me hagas caso, ponte cualquier cosa que te haga sentir cómodo, a Guillermo le gustarás igual, eso sí realzando un poquito tus mejores rasgos.

__Gracias madre, me quedó en claro y ahora mismo me siento genial.

__! Una cita! ¡Qué emocionante!

Me llevo contemplando en el espejo más de una hora, ha pasado tiempo desde que un hombre  vio mi cuerpo, no el del personaje, el mío, y más,  sobrio como para que me importara.

No he seguido las sugerencias de la moda según Matías de depilarme entero, he dejado mi vello donde lo puso Dios, me he echado un tratamiento acondicionador del cabello como para que se alborote, he rebuscado en el cajón de ropa interior hasta dar con un bóxer blanco vagamente seductor y sin amarillear por el paso del tiempo.

A Andrés nunca le importaron esas cosas. Pero él ya no está.

 He revisado el vestidor, perchas y más perchas de negro y gris, pantalones y jerséis negros discretos, camisas grises. Todo sea dicho es bastante práctico. Acabé decidiéndome por un vaquero y una remera, sobre ella una camisa sin corbata con los dos primeros botones sin abrochar, pantalones de lino blanco, zapatos de cuero negro que lucí una sola vez, en una boda, pero que nunca llegué a echar a la basura o a donar.

__! Guau! ¡Mírate! __Matías estaba en la puerta del  dormitorio a poco de ir a su cita con Miller.

__ ¿Es demasiado?

__Estás genial. No llevas calzoncillos largos, ¿verdad?

__No, tonto. Aunque tampoco creo que sea necesario enterar a todo el mundo de mis decisiones respecto a mi ropa interior.

__Pues adelante y con cuidado. No hables del pasado, no hagas planes, vive el  momento.

Yo pasaré la noche en lo de José, tienes mi departamento para ustedes, te he dejado pollo asado y ensaladas a punto como te prometí. Todo tuyo _dijo con sonrisa elocuente y salió escaleras abajo.

Yo regresé hacia el espejo.

Vi  a un hombre elegante observándome, demasiado. Caminé  por el dormitorio tratando de averiguar qué es lo que me hacía sentir tan inestable. La ropa me quedaba  perfecta. Corro y voy al gimnasio a diario por lo que mi cuerpo es armónico, la ropa interior era bonita sin llegar a ser provocativa. Me senté en el borde de la cama, Guille llegará en menos de una hora.  Cerré  los ojos un rato, al abrirlos tomé  el móvil y envié  un mensaje.

__Cambio de planes. ¿Te importa si tomamos una copa en algún sitio?

__ O sea que… ¿cansado de cocinar? Puedo hacerlo yo, me gusta o podría haber comprado comida para llevar.

__Es que… tenía que salir de casa.

__Ah, ya. Lo de trabajar desde casa, el encierro. Se me olvida lo loco que te puede poner, aunque el problema no suele ser el sitio, sino nosotros.

__

Guillermo soltaba carcajadas en el bar ante una pareja que desentonaba, me tenté al  verlo, al fin no recordábamos cuándo habíamos  reído tanto, pero he estado un poco raro, como si todas mis respuestas se hubieran visto  ralentizadas por una especie de conversación conmigo mismo.

Guille en un momento se quedó mirándome y me sonrojé. De repente se hizo un silencio inexplicablemente incómodo. Yo miré mi copa.

__ ¿Extrañas Chile?

__Me gusta ir de visita. Ahora cuando regreso todos se ríen de mi acento, y cuando estoy acá, del otro.

__No tienes por qué estar nervioso, Pedro _dijo él. En serio, estoy bien aquí.

__No, perdona… no quería… __las palabras se murieron en los labios. Hubo un largo silencio y entonces alcé la vista hacia él y hablé, con el dedo índice apoyado en el borde de mi copa__: Guille… Quería decirte que vinieras al departamento conmigo esta noche. Quería que… Pero yo…, es…, es demasiado pronto. No puedo hacerlo. No puedo. Por eso cancelé la cena. __Las palabras se vertieron en el aire. Me sonrojé hasta la línea del pelo. Guille abrió la boca y la cerró, se inclinó hacia delante, sus dedos llegaron a mi mejilla y sentí que quemaban fui incapaz  siquiera de moverme con tal de seguir sintiéndolos allí.

__No tengo hambre habría valido.

__Dios, soy una pesadilla de cita, ¿verdad?

__Tal vez un poco más sincero de lo necesario.

Soltó un gemido.

__Lo siento. No tengo idea de lo que estoy…

Guille se inclinó hacia delante rozando suavemente mi mano. No quiere que esté nervioso.

__Pedro _dijo con sinceridad__; me gustas a rabiar. Creo que sos fantástico, y valiente, de oro, lo sabes, pero es verdad que hace poco tiempo que nos conocemos, y estoy completamente de acuerdo en que llevas demasiado tiempo en tu espacio con los tuyos. Y yo no…, no… __las palabras también fallaron en él. Parece demasiado pronto para una conversación así. Y, además, aunque no quiera, tienes que combatir la decepción__. Ah, qué diantres, ¿te apetece una pasta? Porque yo me muero de hambre. Vamos a comer algo y a hacernos sentir incómodos en otro sitio.

Pude sentir las rodillas rozándose.

__Bueno, no. Tengo un pollo asado esperando en el departamento que me prestó Matías.

Guillermo rio y entonces paró.

__Vale. Bueno, ahora no sé qué decir.

__Di: “Estaría genial”.  Y luego podrías añadir: “Por favor, Pedro, cállate antes de complicarlo todo más”.

__Bueno, entonces, estaría genial ir por ese pollo _dijo Guille. Vamos, toma los abrigos y salgamos de este pub.

Esa vez no caminamos en silencio. Algo se ha liberado entre nosotros tal vez gracias a las palabras de Guille, o por la repentina sensación de alivio que  sentí yo.  Fuimos abriéndonos paso a duras penas entre la gente y turistas hasta que ya casi sin respiración tomamos un taxi... Guille entró en el asiento trasero, me tomó la mano, para ayudarme y ya a su lado me incliné hacia él aspirando su olor a limpio y viril, me sentí  algo mareado por mi repentina buena suerte.

Cuando llegamos a la manzana del edificio estábamos riendo de la abrupta manera de conocernos.

__A veces, seguido por esa costumbre impuesta por la indiferencia del  hábitat en el que sobrevivo, busco un rincón inadvertido y desocupado  donde esconderme  del mundo.
Ese lugar que todos ocupamos y que nadie habita, el rincón donde la soledad te consuela, te abraza, te protege, y sin desquebrajar el silencio del vacío, te presta los oídos  de sus profundidades. Es un lugar sin edificios entre las lágrimas y la multitud. El rincón del bar para los olvidados con escaparates al paisaje de la gente que camina corriendo, que corre sin prisas. Es el rincón entre el cielo y el asfalto, lejos de farolas apedreadas. De semáforos que te detienen en los barrotes de la ciudad. El taxista sin vocablos con el taxímetro a las ausencias con ventanillas transparentes con el reflejo de la soledad. Es un banco solitario con una
flor cansada con vistas a los monumentos de la indiferencia. Es una playa a la gran evasión
de vos mismo. Ermitas de ambulantes. Islotes a la deriva en el  archipiélago urbano. El bosque profundo, crematorio  y eterno en el ciego  paisaje del metro.
El rincón del autista transitorio en el campo abierto entre la tierra cansada y tu naturaleza domada. Ese lugar del mundo que no pertenece a la vida, que no es de nadie y es de todos un poco. El rincón donde las sombras limitan la luz, donde el silencio aísla el bullicio. Es el rincón donde las miradas asesinan las imágenes y mueren como suspiros entreteniendo las penas, y tus ojos, estáticos, miran ese punto infinito de la nada entre la existencia y tu alma, y tu espíritu,  lejos, muy lejos de este mundo, es más libre, es el rincón donde todos lloramos cuando nadie nos mira.

El rincón más oscuro del corazón, es aquel que no permite la luz de la compañía.

No existe temor ni agravios ni una queja o un lamento. Voy a enviarte en el viento la dulce miel de mis labios. He puesto todo mi empeño de soñar siempre con vos,  de darte un beso furtivo cuando en las noches te sueño. Existe un amor inmenso más allá del bien y el mal, te quisiera amar porque en mis sueños te pienso. Cuando llegaste a mi vida a compartirla conmigo venías ya de otro nido con cicatrices y heridas.

Dedícate solo a amar y  deja a un lado las normas. No ames a cuerpos ni sombras que el tiempo puede borrar. No cometí ni un error. No quiero que nada me impongas. Nunca te brindé lisonjas,  te di un verdadero amor.

__Sin rumbo me encuentro en el laberinto de tu olvido. Caminando en las sombras de tu ausencia me aferro en el silencio que grita tu presencia. Tragos que imponen buscar calor en los brazos del pecado para renunciar a tus recuerdos. Se alarga mi espera sin razones. Abrazo a la nostalgia que vive en la soledad de noches sin regreso, atrapado en mi historia. Tomo asiento pacientemente en el banco de la espera, donde mi memoria abre sus alas y gravita entre lluvias y tormentas buscando el vacío de la locura. Hojas secas que caen ante nuestros pasos como presagio de un crimen, asesinando ideas y sentimientos. Sigues a distancia sin lograr ver tu rostro, como gotas que habitan en las penumbras de tu demencia. Horas enjauladas que anidan en el tiempo envenenado por momentos que desangran pasiones. Y sigo sin cordura en mis actos. Tras la puerta que abre se avecina la maldad con hambre de conciencia. Las estrellas se apagan, pierden su luz,  la brisa traiciona al viento,
y la sangre abandona el cuerpo. Locuras que habitan sin dormir, como custodios vigilantes de la mente alimentando sufrimientos. Quizás el mundo no es lo que pensamos, tal vez es un sueño, solo eso, que camina en una cuerda floja hacia la pesadilla que nos engaña con su ego personificado. Y tú, te alejas en el espacio con tus misterios, sin que sepas que nadie escapa, a la mística eternidad. Por ello decidí dejar de huir, en los últimos días de algún modo has dejado  de ser una persona para convertirte en una idea, una cosa. El símbolo de pasar página. Demasiado peso para algo ya nuevo, y Matías me dijo que dejara de pensar tanto, y de pronto te siento cercano, veo el ser humano debajo del ropaje y eso me alegra, Guille.

El aroma de tu piel el cual penetró,  lo llevo tatuado en mi alma, es como ver que el universo gira y se desplaza al infinito, como el negro de la noche de tus ojos como dos luceros en el firmamento, como tú vives dentro de mi corazón donde fluye mi sangre, un tinte rojo el cual se acelera con solo tu compañía.
Es como el rojo de las fresas, es como el sabor de tus labios a veces llenos de dudas pero siempre me los brindas con amor, es como un huerto sacrificado en la existencia al borde de la locura, tú eres el motivo por el cual mi corazón late cada día por toda la existencia.
Mágico fue el aire que unió nuestros cuerpos, te tomé de la mano, te robé el corazón y tu alma, hoy deseo beber del néctar de tu amor y sentir las caricias de nuestras almas, tú eres la más deliciosa y exquisita tentación.
Y cuando el sol nos sorprenda en nuestra habitación sentiré el calor de tu piel, sentirás el sutil contacto con la mía, eres fresca fruta de un amanecer insospechable, lleno de caricias y besos, lleno del amor que sentimos,  abrazos en cada amanecer, el aire sopla suavemente y la silueta de tu cuerpo me hace ver el contorno de tu exquisita y bien torneada figura, la tarde está llegando acompañada de la luna llena, una fiel compañera de nuestra unión y testigo fiel del amor que hay entre nosotros.

__Sigamos fingiendo que somos fuertes,  Pedro, que  el extrañarnos es una cursilería de otro
tiempo. Si alguna vez compartimos horas de gratos recuerdos quedaron olvidados en ese tiempo del pasado, por no atrevernos a dar el primer  paso como si tuviéramos una larga vida por delante. Atrévete a soñar con una realidad más  presente, sin pensar que la vida es solo
el vuelo de un pájaro, somos más que  solo materia, eso solo es la fachada de  aquellos que no tienen un espíritu luchador. Se necesita solo un poco de sentido común, y el impulso que es lo esencial para la  integridad de las personas para no caer en baches afectivos que precipitan a vacíos irrecuperables cuando nos negamos a seguir  participando de la vida.  Recuerda que la vida es lucha, el negarte a vivir, es morir lentamente en una agonía  que es peor que la muerte en vida, deja  tus miedos y tus prejuicios, la vida es impulso  y ganas de vivir, lo demás es solo para los  cobardes y  vos no lo sos.

Déjame que esta noche disfrute la dulce caricia en sus labios que de los míos son adversarios desde ese instante que imputé. Busco ese agasajo sin demora en ese valle donde otro sol dora el parterre que mi alma adora viendo brillar bajo una aurora. Creo que nací para darla el alma  porque a su lado no acompaña pero no importa pues lo atañe y a su ánima presta toda calma.

Porque relucir a quien ignora  si no merece  lo que no valora y tan tonto de su boca implora para volver a llorar mi señor. Y si anda buscando la senda  que lo guíe por algún camino deje que sea mi mano su sino  y que todo su tacto sorprenda. No viva exiliado en el fracaso hundido en un pasado grato  que prometo el mejor rato desde el alba hasta su ocaso.  Que su mirada me lea la mirada que tengo una vida que contarle con tanto tiempo para besarlo como para amarlo tan sagrado.

A veces pienso en el segundo más largo de mi vida, ese que uno espera con ansias y parece nunca llegar hasta que todo se detiene, la brisa desaparece, el silencio es inerte y todo nuestro entorno  circundante carece de movimiento. Tal como si fuéramos parte de una pintura el paisaje nos atrapa en un instante de pasión y locura. Yo que nunca antes había experimentado tal sensación, sentía el latir de mi corazón, la rigidez de mis dedos y un nudo en la garganta como nunca antes había sentido, por extraño que parezca todo se reflejaba en mi obtuso rostro. Este segundo inmóvil en el tiempo amenazaba con no respetar su naturaleza y permanecer así sin dar cuentas de nada. Intente racionalizar la situación sin lograr cambios, al parecer era una presa de aquel fenómeno y sería imposible volver al tiempo real donde todo transcurría con normalidad. Cansado lleno de frustración comencé a pensar en lo bello que me estaba sucediendo antes de quedar atrapado en este segundo, la sensación comenzó a pasar de extraña a maravillosa, una vez dejándome llevar comencé a sentir alegría, mi cuerpo parecía flotar en el aire y pronto todo mi entorno empezó a cobrar vida nuevamente, la sonrisa en mi rostro no era capaz de expresar lo que sentía. De pronto una mano tocó mi hombro, asombrado con mi mirada al frente volví a ver esos hermosos ojos, esos hermosos ojos donde me perdí por un segundo de mi vida. Los tuyos precioso.

__

Nos bajamos del  taxi y el aire era fresco, se notó como mordisqueando la piel. Nos apresuramos a meternos en el calor viciado del portal, luego en el hall, y cuando se cerraron las puertas del ascensor detrás de nosotros, nos quedamos callados. Subimos lentamente, con ruidosas sacudidas que resonaban y hacían parpadear la luz. Pasamos el primer piso se oyó un eco lejano de alguien bajando por las escaleras de hormigón y unos compases de música de otro departamento.

Yo sentía intensamente la presencia de Guille, un calor envolvente, un aroma penetrando debajo de mi piel por cada poro como su alma colándose a recorrer mi sangre, a habitar mi corazón,  el olor cítrico de la loción de afeitado, la huella de su brazo en mis hombros. Bajé la mirada y, de repente deseé  no estar tan informal, sino el más bello para él. Levanté la mirada y él me estaba observando, serio. Extendió la mano y, cuando yo la tomé, nos acercamos  los dos pasos que nos separaban en el ascensor hasta quedar a escasos centímetros de distancia. Pero no me besó. Sus ojos penetrantes recorrieron lentamente mi rostro _ojos, pestañas, frente. Barbilla, cejas, labios, mis labios, concentrado como memorizándome__ hasta que me sentí extrañamente expuesto. Yo noté su aliento sobre la piel, su boca tan cerca  que al acercarme podría haberle mordido sus labios. Temblé de solo saberlo.

__No puedo dejar de pensar ni un solo minuto en vos, Pedro __murmuró Guille.

__Ni yo.

Apoyó su nariz contra la mía. Los extremos superiores de los labios se estaban rozando, apenas un sabor, una cosquilla, una caricia. Sentí el peso del cuerpo de Guille contra el mío. Creí que las piernas empezaron a temblar.

__Sí, está bien, quiero decir… estoy aterrado, somos nosotros, no personajes hoy. Pero para bien. Creo que…

__Calla _murmuró Guille. Sentí las palabras contra los labios, sus dedos recorriendo un lado de mi cuello, y no pude hablar u olvidé cómo formar las palabras. Y entonces llegamos al piso, besándonos, su lengua insistiendo contra mis labios para que lo dejara entrar y sí, le llevé hasta beberlo entero en el beso, a la garganta, hasta morir sin aire. Guille abrió con fuerza la puerta del ascensor y salimos a trompicones, apretados el uno contra el otro y la necesidad formando una espiral entre nosotros. Yo tenía la mano colada por la espalda de su camisa, absorbiendo el calor de su piel, adivinando o trazando sus contornos, extendí la otra mano hacia atrás, y a tientas conseguí abrir la puerta.

Irrumpimos en el piso. Y yo no encendí la luz, solo el reflejo de la luna pintaba la sombra de cuerpos anhelantes pegoteados y moviéndose. Me tambaleé atontado por la sensación de su boca libando mis anhelos en el mismo aliento, y de sus manos sobre mi cintura. Lo deseé tanto que las piernas se me hicieron agua, choqué de lleno contra una pared y lo oí maldecir entre dientes.

__Aquí __susurré __. Ahora, Guille.

Su cuerpo sólido contra el mío, estábamos en la cocina. La luna colgaba sobre una claraboya, inundando el espacio de una fría luz azul. Algo peligroso había entrado en la habitación, algo oscuro, vivo, delicioso. Yo vacilé solo un instante y me quité le camisa con la remera por sobre la cabeza.  Y era alguien a quien conocía de años atrás, ambicioso, sin miedo. Llevé los dedos a la camisa y empecé a desabrocharla sin apartar la mirada de la de él, uno botón cayó, dos, tres. Yo estaba desnudo hasta la cintura, los ojos de Guille viajaron por mi torso y mi respiración se aceleró, todo se detuvo.

La cocina estaba en silencio, solo se oyó la respiración. Me sentí magnetizado como el polo atrae a un imán. Me incliné hacia delante, con algo creciendo, intenso y fabuloso en ese breve hiato y nos enredamos en besarnos, un beso que supe estuve años esperando poder concretar, un beso que ya no puede tener punto final en la mente. Respiré su loción y su aroma, a él, la cabeza dio vueltas, se quedó en blanco, olvidé dónde estábamos, lo conozco desde siempre, siento un amor verdadero, sin final. Él se apartó sonriendo.

__ ¿Qué? __Los ojos vidriosos, sin respiración.

__Vos. __Él tampoco tiene palabras. La sonrisa desbordó el rostro de los dos, lo besé con ella hasta perderme atontado, hasta que la razón se me escurrió por la oreja y solo pude oír el murmullo creciente e insistente del lenguaje de los cuerpos, de la necesidad.

 __ Aquí. Ahora.

Guille me estrechó con fuerza, paseó los labios por todo el rostro, hacia la clavícula, succionando la oreja. Yo lo abracé amoldando los cuerpos, respirando a ráfagas superficiales con el corazón acelerado, tan en carne viva que temblaba al sentir sus dedos en la piel moviéndose como en un teclado. Deseé reír de alegría. Guille se quitó la camisa por encima de la cabeza. Sus besos fueron cada vez más profundos, castigadores, ávidos, exigiendo y dando todo. Me subió con torpeza en la encimera y como pude me aferré del mueble. Él se deshizo de lo que restaba de ropa en los dos, y me arqueé hacia atrás, dejando en contacto mi torso con el frío granito, mientras las ventanas son un portal al cielo para emprender el vuelo Observé la oscuridad perforada y cuando cerré los ojos, y él me penetró en un instinto primigenio de conocimientos de eones y acompasamos ritmos y movimientos, lloré, supe que seguía vivo, de un modo casi triunfal, Guille, me devolvió la vida. En el uno llegamos en vuelo libre al orgasmo juntos, y sé que grité su nombre, antes de perderme en la nada del todo.

__Nos encontramos, nuestras miradas  se unieron y detuvimos el mundo, el andar se apaciguó, cómplices que  todo se dicen sin decir nada, el amor se huele a la distancia y tuve ganas de amarte, como nunca nadie te amó, Pedro. El fuego nace desde las entrañas tan caliente como un volcán en erupción, nuestras almas se entrelazan en el  infinito, mientras los corazones van entregándose al cariño que existe, melodía sin fin en el ritmo del amor... Estoy en tu mundo y un arco iris ha de crecer, marcando un antes y un  después en tu alma, en ella dormirán  mis silencios, besos y música que te regalaré, risas elevarás al sentir mi
amor, pues llenarán tu ser amor mío.

Cuando al verme  te despiertas, y me sientes inquietante, me concedes  sin querer, mis anhelos  de tocarte. Acaricio  con mi boca, y mi lengua tus paisajes, que tu pecho  me provoca, al presentarse desnudo. En tu juego  con el mío, se convierte  ya en salvaje, donde manos  y caricias, me permiten  recordarte. Te recorro  como nunca, desde atrás  hacia adelante, y viajo  en todas tus curvas, saboreando  en ese viaje. Tus gemidos  de repente, me invitan  a deleitarme, con placer  por tus rincones, con mis dedos  y mi hambre.

Mis deseos  se duplican, con tu cuerpo que ya arde  de lujuria y  sensaciones, de delicia  impostergable. Me preparo  con esmero, para surcar  con mi sable, esbozando  hacia tu centro, ensamblando  al desearte. Briosa danza  de los cuerpos, elixir  de los amantes, menester  tan generoso, quiero beberte  y tomarte.

Muevo el cuerpo  con el tuyo, al compás  tan delirante, incrementando  jadeos, con orgasmos ¡extasiante!

__Amor mío quiero todas tus caricias en mi piel, en mi cuerpo, sacia esta sed de tus besos, mi boca hambrienta por tus labios de suave ternura que me hace temblar el alma, mi corazón se agita, seré tu guía hasta el  final de este encuentro, donde tu cuerpo y el mío solo sean uno.
Quítame esta sed que tengo de tu piel que me hace estremecer, soy presa de tus caricias, me llevas al paraíso, ven tómame de la mano, hagamos el amor, desnudando el  alma, en la oscuridad de la noche. Quiero ser  dueño de tu ser, en el vaivén, me tomas y me estremeces y son los latidos más fuertes. Ven amor quiero sentir tu infierno. Exquisito de este placer tocando, acariciando, sintiendo, todo lo que nuestros cuerpos emanan de pasión Tengo ganas de mirarte al despertar y de en tus brazos estar hasta el anochecer. Que beses mis ojos al dormir y me des el más tierno beso al amanecer. Tengo ganas que tus manos me caminen lentamente sobre la piel…  que tu boca  me vuelva loco. Tengo ganas que me cobijes con tus brazos por las noches frías y en el cálido amanecer ponerme tu camisa y vibrar otra vez… En pocas palabras, tengo ganas de ti, déjate querer.

__Hoy he perdido la razón,  ya que te he vuelto a tener y el deseo manejó nuestros sentidos, he besado tus carnosos labios  y bebido de ellos su miel, he recorrido tu desnudez, he disfrutado de las delicias  que me brinda tu pecho, me he impregnado de tu aroma, he arrancado miles de suspiros y gemidos, cuando he besado tus recónditos lugares y mientras tu cuerpo comienza a desfallecer,  por el deseo incontrolable de amarnos yo estoy totalmente encendido por vos,  y solo deseo vivir los placeres de tu amor. Naufrago en los mares pasionales, vientos furtivos que me arrastran a tu cuerpo. Te sostengo con mis piernas, paso horas explorando las arenas de tu puerto,  el fuego de tus profundas entrañas que me esperan en un viaje placentero, que esperaba y sugería fuera eterno.

Desciendes a mi pecho, me envuelves con tus ganas, con tu boca matizada de deseo.
Desgarrando el ropaje que quedaba intacto en tu cuerpo, descubriendo los tesoros, con mis labios, ascendieron de tu pecho.

Conquisté tu boca, bajaba por tu cuello, mis labios peregrinos recorrían tu abdomen y se perdían en tus vellos. Me aferro con fuerza a tu cintura, siguiendo aquel sendero, mis manos surcaban en tus muslos, mis ganas me exhibían y me posaba más en medio. Te aferras a mi pecho, uniéndonos en cada tímido y salvaje movimiento, convulsiones de amor y placer,
chasquidos húmedos que se evaporan refrescantes copulando nuestros cuerpos.

Somos uno, amantes traviesos, lujuria y sensaciones, suspiros exquisitos exhalabas en gemidos increíbles, ardientes salpicados de tibia lluvia que nos empapaba en fluidos de nuestro amor.

Apretaba con mis brazos tus angustias, exhaustos en la cama sucumbimos sostenidos en un beso. El viento nos baña, acariciando la piel, nuestras manos sujetadas, convulsiones de amor y placer.

Dame un beso exquisito de esos que no se olvidan, uno, lo necesito de esos que no terminan. Dame un beso te lo imploro no me hagas sufrir, ya sabes que te adoro,  uno suave sin interrumpir. Dame un beso ardiente con dosis de fuego que perturbe mi mente lo quiero ahora, no luego. Dame un beso con pasión que sea interminable. Haz que vibre de emoción que nunca se acabe. Dame un beso lleno de amor para siempre recordarlo. Intenso, tierno,  con calor que nada pueda borrarlo. Ese beso, sugerencia de tu cuerpo impulsivo, despertando mi hambre, urgencia de tu aroma, de tu carne. Botón que dispara mis más profundas y perversas sensaciones, ganas de morderte, besarte, de comerte. Insinuación, escondiéndose tras de tus cumbres, en las fragancias florales de tus caderas, galopando en medio de mis nubes, de tus suspiros pasajeros. Gemidos que son música, excitando mi alucinado cuerpo, mi mente, haciéndome vivir y sentir, un universo de deleite.

Tus manos son esas musas, provocando en mi cuerpo mil orgasmos, esas rimas habitando entre tus piernas, hablan de soles y fuentes, de noches con mil estrellas, con letras que me pierden,  que me prenden, que me besan. Ese beso que inicia de mi cuerpo el incendio, antojando de tu sexo a mis sentidos, haciéndome imaginar el deleite de tu piel en mis latidos.

Ese beso... que resbala por la suavidad de tu cuello paseando perverso y feliz por la punta de tus pezones, que siempre le encanta navegar al sur, hacerte estallar, con la ternura de la lentitud. Ese beso soy yo, que en estos momentos arde, imaginando los excesos terrenales de tu carne, y mis manos y el placer de recordarte, ese beso preludio del uno y la muerte  que es orgasmo.

Ese beso que me das prende la hoguera de mis infiernos despertando los demonios, que  carne, piel y sudor,  esos que gritan tómame y hazme tuyo una y otra vez, esos que enloquecen con las caricias de tus manos, de tu cuerpo, de tus besos, esos que empapan mi averno volviéndolo un manantial, un cóctel a tu paladar, esos que se estremecen  al sentir cada galope, cada instinto animal y voraz  que haces en mí,  esos que me hacen explotar  como un volcán  en los orgasmos  que me quieras arrancar.

__Me excita tu manera de amar. Me excitan las  ganas de amarte mucho más, haciendo de ti mi elixir de pasión, cuando dormido te siento me acerco y tu cuerpo de pasión acelera mi corazón,  mi lujuria provocas así sin hacer ruido como león te miro y mi respiración vas agitando, saco las sábanas que arropan tu cuerpo y te veo desnudo.  Qué bello eres, el hombre perfecto. Muero por sentir tu virilidad. No te despierto y te sigo contemplando mientras más me acerco,  tu piel tan clara, tan bella,  tan pura, y sensible que yo deseo  besar, con mis manos abiertas te masajeo despacio, te veo tan sensual que a tu oído me acerco, te digo en voz bajita susurrando…  duerme corazón mío no te despiertes, mientras,  deja que yo te acaricie,  siente mi lengua cómo pasea en tus oídos, juguetona sigue recorriendo el camino de tu rostro,  baja a descansar en tus labios, se desliza en tus pezones,  juega con tus tetillas que se erizan al sentir cómo las moja la saliva de mis deseos, te recorre sin medidas ni condición hasta llegar al volcán de tu viril hombría, qué rica conjugación de sabores,  me siento tu húmedo sueño en tanto silencio, siento cómo respiras tan rápido y cómo el latir de tu pecho se va acelerando.
Te sigue buscando mi boca con mucho desenfreno en tu vital hombría. Qué dulce sabor me queda de ti, eres todo un manjar a mis deseos,  no puedo ya parar y sigo basándote,  ya estás despierto,  quiero que sientas en mí el macho que necesita tu cuerpo,  seré todo lo que deseas en esta  cama,  tu caballero, tu hombre, tu amante, tu esclavo, el  que te cumplirá todos tus más bajos deseos,  trátame como te dé la gana,  es nuestra noche de pasión, y me despojo de mis pudores, soy todo tuyo, te haré tan mío que tu entrarás en mi templo,  y yo en tu cuerpo entro, te beso todo llegando a tu viril hombría que fluye en los dos la sangre caliente, dejando que corra en mi cuerpo el néctar de vida  con el devenir de sentirte tan exquisito,  intenso, eres tan bello,  exaltación de un macho único que amo, y siento me encantas cómo me tratas en la cama,  con tanta indecencia dejas sentir tu macho varonil que enfurece más mi pasión,  
que cabalgo en tu cintura en desenfreno y  quedo  mirándote y te digo gracias por ser mi hombre,  me existas solo con mirarte dormido y desnudo en alma y cuerpo.

Esta madrugada tus palabras de amor, rondan en mi cabeza como alfileres que me seducen y me  besan hasta donde el sol no llega. Me desnudas con la mirada, devoras mis pensamientos como un simple dulce que siempre tienes conmigo. Déjame ser el café de tus mañanas y así poder acariciarte el alma, que el néctar de tus labios sea el dulce que se derrame sobre mi piel, haciendo de mí un panal de dulce amor, así de bello es un amanecer y que a tus ojos llega.

__Como tierna florecilla del camino, de tus labios de grana y carmesí, me lleno y  del embrujo de tus ojos salvajes  se deslumbra el mar bravío que existe en mis antojos  despertando los sueños del torrente anhelante del amor que tanto quiero. Y en el trasluz de un espejismo, sellamos el fiero gemir con el espasmo del gozo.

La noche se desliza buscando el rocío hialino, miel de la alborada y sobre el erecto nácar angelical de tus pezones yo me abrigo, atado a tu respiro de arpegios, aromas y granadas
que silente flamea la llama, desatando el encanto juego de las mil pasiones.

Cada beso es el umbral de la gloria y el laberinto arcano de los sentidos, es la unión carnosa y apasionada, donde palpitan y desvarían los amores cerrando los ojos, sin mirar los sonrojos, la huella más pura del tierno latido  que va humedeciendo los lúbricos deseos del amor y las sensaciones.

¡Cuán dulce es vivir con vos!, hermosa gema que irradia la ambrosía del placer. Vos amor que conoces y disfrutas con locura los predios sublimes de nuestra intimidad.
Brindemos este broche diamantino con el vino purpurino de amores en su florecer y entre los juncos verdes, aniden  por siempre los sueños floridos de esta realidad.

__Te pertenezco más allá del tiempo, vamos a reír como si fuera un juego,  seremos un par de locos rompiendo rutina todo momento, no tienes un poco de idea cuánto te quiero,  solo tú vives en mí muy adentro, tu rostro para mí es perfecto,  tu cuerpo mi mayor deseo, muerde de mis labios,  derrite el hielo con tu rico fuego, en la cama seré un amante travieso perverso e intenso, te amo tan en serio que es testigo el mismo cielo, vamos vivamos mil inviernos,  los años me harán viejo más bien…  mi amor es eterno, te abrazo,  eres mi tesoro que cuido y  nunca te suelto, haz realidad mi sueño,  despierta lo más bello sellado con un tierno beso, seré tu amo o esclavo siempre te admiro y respeto, hoy aquí plasmado digo te necesito eres el amor de mi vida que siempre he anhelado, grito al mismo universo te amo,  nuestras almas juntemos juremos  nuestro amor fiel bajo un templo.  Te abrazas candente en tu deseo  a esa llama que flamea encendida  cuando en esa lujuria sin medida imaginas que a ti yo te poseo.

__Fluyen mis manos en tu mente,  esas que sientes conocidas porque son las caricias que imaginas  germinando en tu piel intensamente. En el brillo de tus ojos se revelan pasiones en lugares que florecen  pues delicado y furioso tú te meces en medio de gemidos que vuelan. Y en su vuelo tu silueta es dulce danza  en un festín oculto y voluptuoso  en tu tiempo que se muestra así fogoso de ese viaje que en el clímax tú alcanzas.

Noche a noche recibes mi presencia en ese hechizo que abraza a tu carne alimentando en ti esa cadencia de ese cosmos orgásmico que arde. Como verbos escritos en tus poros, poetisas tus zonas de placer cuando es tuyo ese dulce tesoro de ese grito que acaba de nacer.

En esa hoguera que no se detiene pronuncias desesperado mi nombre porque es tuya mi esencia de hombre que atada a esa candela te tiene. Y tus instantes se llenan de espasmos
por esta sensación tan intensa cuando en esta madrugada indefensa viajaste al universo de tu orgasmo.

__Amanece en el horizonte, aflorando por la ventana la claridad del día, rompiendo así la sombría noche, dejando pasar por la ventana los rayos de sol que avivan el lecho de nuestra intimidad. Linda noche donde con tu estoica caballerosidad me hiciste el amor envolviendo mi cuerpo en diademas, tu naturaleza bravía quedó ceñida con mis sofocos. Llegamos a ese ansiado abismo donde mis secretos y entrañas quedaron bañados entre besos y abrazos… en esas aguas para mi desahogo. Extasiado de tu cuerpo me acomodé con frenesí, tan solo espero
el siguiente encuentro amoroso donde deseo contigo vibrar de placer. Que el destino nos gobierne al exaltado éxtasis, trepidante de lujuria y deleite abrazado a tu cintura entre mis avergonzados sofocos. Estás en mis sueños. Siento tus caricias sobre mi cuerpo y son un arte para desnudarme, mi cuerpo tiembla y sin poder resistir se desmaya por tu seducción.
Siento tus labios recreándose sobre los míos emanando el sabor de la miel, susurras a mis oídos osadas palabras que hacen en mí desprender las vestimentas de mi piel.
Siento seducida mi piel desnuda con tus acariciantes y dulces susurros, despiertas toda mi adrenalina mientras sueño contigo. Siento contigo mis sueños,  es como estar presente en ellos, siento tus manos sobre mi desnuda piel y al cerrar mis ojos… me pierdo en tu esencia varonil.
Siento sobre mí, tu alma, porque necesito sentir tu candente aliento para sentir tu cuerpo sofocado al mío ya que estás siempre en mi mente. Siento el calor de tus besos, concediéndote de pecados carnales conmigo, anhelando probar cada bocado de tu ser porque tengo tanta hambre de ti... para llenarme de placer. Siento el sabor de tu cuerpo, saciarlo sería mi adicción para pecar con gula nuestro amor y por eso siempre estás en mis sueños.

Su voz resonó  dentro de mí.

__Pedro…

Estaba abrazándome, pude  oír su propia respiración.

__  ¿Pedro?

Se le escapó un temblor residual.

__ ¿Estás bien?

__Sí… Perdón. Hace… Hacía mucho tiempo. Demasiado, ha sido ingenioso, despreocupado, pero no puedo hablar, estoy atontado. Me da miedo soltarme.

Guille, es como… es… te amo, y tú me acabas de anclar a la vida, eso es lo que sé, eres el aliento de mi cuerpo, y tu amor navega por mi sangre.

¿Eres tú? ¿Siempre fuiste tú…  el amor de mi vida?

 

CONTINUARÁ.

HECHOS Y PERSONAJES SON FICTICIOS. CUALQUIER PARECIDO CON LA REALIDAD ES COINCIDENCIA.

LENGUAJE ADULTO. ESCENAS EXPLÍCITAS.