"LA CÁTEDRA". CAPÍTULO TREINTA Y OCHO.

"LA CÁTEDRA". CAPÍTULO TREINTA Y OCHO.

 

__ Viernes, 25 de setiembre de 2016.

Llévese estos ojos, piedritas de colores,
esta nariz de tótem, estos labios que saben,
todas las tablas de multiplicar y las poesías más selectas.

Tala, Julio Cortázar.

"Oh mi amor, te extraño, me dueles  en la piel, en la garganta, cada vez que respiro es como si el vacío me entrara en el pecho donde ya no estás."
Rayuela, capítulo 21. ♡

¡Felices 104 vueltas al sol, Cronopio! 🎉☉

Sigue esa calle y tuerce a la izquierda, por lo visto allí está la comisaría, te prometo que Pipo nos solucionará el problema.

__Ojalá, Gaby, ojalá, y juro remover a todo el personal de la empresa, antes de regresar con Guille. Y asegurarme que Miguel jamás lo vuelva a molestar, ni a él ni a nadie.

__Así será, Pedro, Guille te ama, y está ocupándose de él,…

Banfield.

__Te agradezco, Juan, no lo pasé tan mal gracias a vos _afirmó Guillermo sorbiendo de la copa de whisky, mientras Juan se acercó demasiado en el sofá.

__Guille, hace mucho que esperaba este encuentro. Fui a la audiencia Postiglione, sin embargo no me acerqué porque te vi con… tu socio, luego estaba Miguel dando vueltas, pero sabes  que he tenido un único amor.

--No Juan, no entres por allí, que no esté con Pedro no significa que sea libre, es mi prometido y lo amo, es solo que la muerte de Silvina me hizo ver que tengo cosas no resueltas que no quiero llevar a esa relación __ continuó __. ¿Y tu matrimonio?

__Guille, no te equivoques, eso fue una vía de escape, no quería vivir a la sombra de tu desprecio, pero me divorcié a los dos años, luego anduve por allí, y en ninguna parte. Más allá de Pedro, hay algo que me da vueltas. Si yo no me hubiese casado entonces, al irse Silvina, ¿me hubieras elegido? __interrogó buscando la mirada que Guillermo no le evadió.

__No, Juan, igualmente habría elegido a Ana, por mi hijo y por mi cobardía, además no te amaba, no te amo.

__Eso quiero que lo demuestres, te vi con Nazarre, es cualquiera ese pibe, y estuviste con él, ¿cómo sé que Pedro es diferente si no está acá?

Sin tiempo para que reaccionara, Juan se acercó como un rayo, y unió los labios a los de Guillermo, que se apartó con los ojos abiertos como platos, al tiempo que se incorporó.

__ ¿Por qué?

__Porque te quiero, porque sé que no te soy indiferente, que puedo tener una oportunidad ahora que no estás con él.

__No, Juan, no vayas por allí ni vuelvas a tocarme, no es Pedro del montón ni pienso traicionarlo, me esperará el tiempo que yo necesite como yo a él, no hace al amor la distancia o el tiempo, no te hagas esto, no me hagas echarte de mi vida, porque esta vez cerraré la puerta para siempre, vete.

__Guille…

__Que te vayas, ahora mismo no quiero verte.

Juan lo miró y ante la negativa de Guillermo a mirarlo, salió abatido, al tiempo que Guillermo se dejó caer en el sofá cerrando los ojos.

“Amorcito, perdón, vos le pegaste a ese tipo y este idiota me besó, pero apenas roces mis labios borrarás toda huella, y sueño con nuestro reencuentro. Será el más bello
reencuentro que abra  las puertas al complemento de ese gran amor que nos une pese a estar separados. Y el día de nuestro encuentro jamás se olvidará. Cómo ansío nuestro primer encuentro a solas  para verte de frente,  encontrarme con tu mirada y que mis ojos y los tuyos sean como remanso de luz divina.

Añoro nuestro primer encuentro para iluminar tu hermosa mirada y vestir tus ojos de amor. Siento tantas emociones, tantas ansias de que llegue nuestro primer encuentro para escribir nuestra historia de amor ya sin dudas, sin interrupciones.

Ansío tanto verte, añoro tanto nuestro encuentro que no sé si podré resistirlo,  y estoy entre el miedo y la prudencia. Siento tanta emoción que quisiera que llegara ese primer encuentro para vestirte de amor.

¿En qué momento te perdí en el tiempo?, tu recuerdo se enquista en mi mente. Mi alma muere desolada esperando tu regreso, me acompaña tu calor,  vivo respirando ilusiones, sin rumbo abrigado por tu ausencia. Se fugan las palabras al destierro de la soledad, imponiendo las sombras que opacan mi memoria. Sentimientos que escapan dejando un gran vacío, rompiendo los cimientos en lo profundo del corazón. Intensidad del olvido alimentándose en mentiras, donde yacen lentamente en los gritos del silencio. Si no te lo hubiese pedido yo te diría ámame o déjame pero termina con mi encierro, derrota mis insomnios liberándome de tu cuerpo.”

__Papá, ¿qué mierda estás haciendo con tu vida? __Increpó Fabián que vio salir a Juan y Guillermo abrió los ojos.

__Nada, hijito, si viste a Juan, no es más que un amigo.

__ ¿Un amigo que te besa en la boca? No viejo, no. No esperes que lo acepte, no esperes que crea que no amas a Pedro, que lo que veo cuando estamos frente a una de sus carreras no lo crea, porque no lo vas a conseguir.

__Hijito, amo a Pedro, solo le pedí un tiempo pero lo amo.

__ ¿Y en tanto te acuestas con otros?

__! Basta, Fabián! No soy el de antes, no estoy acostándome con Juan ni con nadie.

Veo la luna y el sol, pienso,  me pregunto ¿qué es todo eso?, ya no llama la atención su resplandor, porque  ha muerto el conquistador. ¿Tus frías manos ya no calientan mi piel, tus carnosos labios solo me saben a hiel, la luz de tu encanto se apagó, pues, su cálida lumbre terminó?, le digo a Pedro, y quizá rebusque, recuerdos y pensamientos, ¿es esto desamor?, me pregunté, o acaso, ¿acaso es un lamento de tu adiós? pues al dividirnos los dos lo que pasó, solo lo juzgará Dios.
Mas, pregunta el mundo, ¿qué es desamor? ,  yo respondo que ese verbo no existe hijo, tan solo cuantificaré  lo que es el amor, o lo que crees que tuviste, que tuve y tengo. Y no me vas a creer, porque antes yo no amaba, pero desde conocer a Pedro te prometo que solo sé amarlo, hijo.

Y le diría cada mañana, que tengas un hermoso día cielito, tu amor me halaga, me dopa, me gusta estar con vos  pues me beneficio, salgamos a pasear que es la mejor vitrina,  te exhibo, si de todo esto me cohíbo al diablo mi ego y mi avaricia.
Y si tengo que hablar de desamor, lo veo en el orfanato, criaturas tiernas sin calor, culpa de un engaño nefasto, madres mendigando en las calles, meretrices o como las llames, niños limpiando zapatos  en vez de estar en la escuela  dibujando garabatos. Mis ojos tienen razón porque vieron  ancianos que lo dieron todo  por sacar a sus hijas/os del lodo que son botados como muebles viejos, estos apestan a todo,  palabras que salen de pocos; quizá  dicho por locos que  están todos añejos. Y al discernir la palabra desamor,  diría… es la palabra que causa dolor  incrustada en el ego humano, olvidándose del hermano… del creo y hasta de Dios. No es para nada lo que siento por Pedro, hijo, lo creas o no.

__ Está bien, Guille, te creo.

__! Pedro!

Fabián sonrió, cómplice lanzó un guiño a Pedro, y  cuando las miradas se encontraron, este se arrojó en su hogar, envuelto en los brazos de Guillermo, que lo besó con pasión, con ardor, imperioso, como siempre y cada vez.

__Precioso, te extraño tanto, te amo tanto. Todo lo que queda de mí es incierto, todo lo que tengo es angustia no más, atravieso las horas al vaivén de lo que estoy sintiendo, me lleno de ideas que no te gustaría escuchar. Todo lo tuyo me gusta, fugitivo buscando en donde anidar, atraviesas el mundo lleno de confianza, porque piensas que este es tu lugar. No puedo negar que eres liviano, tanto que hasta te podría cargar, sutil y ligero como un soplo de vida, un alma casi celestial. He visto tu inmensa bondad, es grande tu esfuerzo, y lo haces ver tan normal, que no pareces un ser terrenal. Pienso algo angustiado, siendo vos quién sos, siendo yo quién soy, es algo absurdo dejarte a mi vera anidar. Mira lo que estoy sintiendo, mira en lo que me haces pensar, me olvido de todo por solo un momento, sin embargo regreso a mi realidad. Mi ser racional no me deja en paz, frena el emocional, previene todo lo que está mal, es un raciocinio que se hace escuchar. Ay de mí que te digo adiós, adiós caminante que te vaya bien, prosigue regando tu esencia especial, a un mundo bien particular. Si he de recordar por un momento,  que sea de esos segundos tu sonrisa la aurora que me acompañe para escribir un poco más.
Porque mi memoria es precaria,  un poco desvelada para las acciones y poco capaz para las numeraciones  pero letal al sondeo enardecido del amor.
Y es en esa búsqueda que te encuentro, sentado en un rincón de mi mente,  mirándome mientras me acerco a tu silla  para contemplar una vez más, quién eras. No me deja de sorprender que no cambies, en mis sentimientos, mas en lo real sigues siendo el mismo ideal.
Entonces pienso, ¿en qué cruce tome mal el rumbo, que ya no estás aquí en mi realidad sino lejos de mi pequeña magia?
¿A dónde tomaste camino, volando para dejarme en este limbo extraño  sucumbiendo a los recuerdos  de ayer, de las madrugadas?  Si he de recordar por un momento,  que sea de esos segundos tu sonrisa.

__No se deja de amar cuando uno quiere ni cuando quieres amar tampoco puedes hacerlo a  capricho, pues adrede jamás en este asunto se puede. El sentimiento, de cualquier manera,
viene a manifestarse y luego accede al corazón para que en él se quede, si este con gran placer lo recibiera. Nadie es capaz de controlar su amor, pues entra y sale sin pedir permiso poniendo en juego todo su valor y mucho más si tal fuera preciso, al ser ente divino y superior porque Dios al crearlo así lo quiso.

¿Es verdad que me seguiste a casa y que miras las carreras?

__Ven, vamos a la suite, que estos recreos en la ausencia, son lo mejor que tenemos.

__Abrázame, abrázame fuerte, profundo, que hoy quiero tenerte en mis brazos,  que el tiempo se detenga infinitamente, abrázame en silencio y que sean nuestras miradas, las que hablen, abrázame, que hoy quiero recibir tus labios  sobre los míos,  mientras el calor de tu cuerpo incinera mi piel, abrázame, pero abrázame fuerte, y convirtamos esta noche en el mayor ejemplo de amor,  y así comenzaremos a sentir, lo que es vivir en el paraíso, por eso solo abrázame otra vez.

Cuando llegaste a mi vida,  no hizo falta presentación alguna, porque he llevado toda una vida,
buscándote  y soñando contigo, más, mis ojos, cuando te vieron te   reconocieron inmediatamente, por eso,  cómo no amarte, si tú has sido el único, la única  razón de mi existir, cómo no amarte, si eres esa brillante estrella  que ilumina mi firmamento, si tú fuiste quien me devolvió la sonrisa y las ganas de seguir soñando, si con solo escuchar tu voz, haces revolucionar mi corazón, más,  cada latido lleva tu nombre y cada suspiro contiene tu esencia, si te has instalado en mí para toda la vida  pero no me provoques viendo a Juan, Guille, no a él. No desconfío de ti, pero él te ama, te sigue amando por tiempo y distancia que le pongas. Lo vi. Y si no estoy a tu lado hasta que no me lo pidas es porque quizá fuimos demasiado  de prisa, yo fui el responsable, te apremié, te avasallé en el temor de que él por ejemplo se acercara, y estoy dispuesto a darte espacio, el verdadero amor lo da, pero no te unas a él, no entenderá que no lo amas.

__Lo sé mi amor, lo sé, por eso lo eché, si no puede ser mi amigo no será nada, pero vos deja de hacer locuras en las carreras o me moriré de un infarto antes de casarnos.

Se desvistieron entre besos, con manos atrevidas en claroscuro de derroches, los labios apremiaron el cuello, lamieron las orejas, mordisquearon la piel, se embebieron en saliva compartida, en alientos cálidos de besos apremiantes y caricias postergadas en un atardecer de amor; esperando  que saliera la luna, y pasar juntos una noche desahogando juntos deseos reprimidos por tanto tiempo. Beso a beso,  contactos profundos, con labios mordidos con lenguas revueltas succionando al unísono fluidos vitales. Enredados como siempre, cuerpo a cuerpo, ajustados como piezas de un Lego en un amasijo de brazos, piernas, y pubis y caderas recortados que, se juntaron y refregaron contra sí; buscando alcanzar  al unísono  el máximo placer,  el culmen del deseo,  el éxtasis detenido en el tiempo, por tantos  pensamientos armados en la distancia, pero hoy, realizados y concretos. Y llegaron muy lejos aun antes de la penetración, hambrientos de piel, de carne, de sudor, de sabores y aromas del otro, del uno. Todo este rito realizado meticulosamente por la añoranza de lo que no se tenía, y que, hoy se alcanzó y se deslizaba  entre las manos, suavemente;  piel enchinada por ese deseo poderoso de la común entrega, de la pasión desbordante, de la sutil cadencia, cuando se penetraron, uno al otro, por todas partes, una vez y más, y muchas abusando de la noche, en vaivenes mágicos  de  movimientos, en derroche de gemidos en conciertos
prolongados y ahogados, sofocados en más besos hasta la agonía del momento del final,  con los ojos cerrados, los músculos contraídos, entumecidos y fatigados, juntos los dos,
felices, contentos y relajados.

__! Cómo te extraño, cielito! Lo nuestro es único, es maravilloso, es mágico, no vuelvas a ver a ese tipo.

__Yo te extraño, y si no regreso es por algo que te contaré cuando esté resuelto, además de tu pedido, pero ese tipo no es nada, nadie es nada, aunque me vaya al Ártico, te habito siempre. Dile a Juan que no se aproxime o me enteraré, mira que tu hijo juega para mi equipo.

__Celosín.

__Tontín. Jamás podría rozar a otro.

__ Sabor a vos quedó y llevo en  mis labios,  con el dulce néctar de tus besos,  del jugo de las suaves caricias,  de tu carnosa y deliciosa boca.

__Sabor a ti guardo en  mis manos  de recorrer cada lado de tu ser. Quedó en mi cuerpo, la esencia del tuyo, mágico encanto de noches de amor.

Sabor a ti  dejaste en mi alma,  aquellas huellas que calman mi sed.  Grabaste por siempre los días y noches  de horas de amarnos  con mucha pasión.  Quedé embriagado.
Mi boca, mis manos, mi cuerpo y mi alma, de tantos besos, tu aliento y tu ser,  de acariciar, hasta con suaves murmullos, del sabor de tu cuerpo... sabor a ti.

__ Dime la verdad, ¿aceptarás una misión? ¿Es eso lo que no dices? __interrogó Guillermo__. ¿Es por eso que dejaste nuestros lugares?

__No mi amor,  dejé nuestros lugares porque allí te extraño más, en cuanto a la misión, no lo sé, me han requerido pero no he dado respuesta, de ir a alguna parte, sería por alejar a mi hermano un tiempo de acá, te conté de que tengo que cuidarlo de cierta gente, pero no sería por  mucho tiempo lo prometo, además te escribiría permanente, te avisaré si me dejas.

__ ¿A dónde? __inquirió Guillermo enarcando las cejas.

__No lo sé, Guille, no he aceptado, menos un destino, no, dije al Ártico por decir un sitio, no sé nada, por ahora digo que sí a ti. Sí, cubriré de besos tu piel, cubriré uno por uno todos y cada uno de los poros que conforman tu geografía, y no vacilaré en dejar un ápice de tu gélido ser, sin una caricia de mi boca.
Libaré tu alma como abeja sedienta de polen, absorberé los efluvios de tu ser y pasearé en los confines de tu sexo, como si el mundo terminase ahí. Me sumergiré en lo más profundo de tus ángulos, esquinas y montes  y buscaré la salida entre tus verbos, no cejando hasta sentir tus gemidos, arrancándome  el grito que para ti  llevo dentro esperando en una habitación intranquila y deseosa por experimentar ser testigo de una tormenta llena de pasiones dejando historias colgadas en sus paredes.

Me  encuentro enmudecido por el silencio de solfeos que caen en mis sábanas llenas de un polvo seductor;  se escucha la puerta abriendo sus alas inconfundibles de tu olor a placer dibujando en el viento la sombra de tu silueta acercándose a mí,  desnudándote de tus prejuicios  y ahuyentando tus miedos de sentirte poseído  por un fuego sin límites que ciega tu razón y te hace ver tus íntimos pensamientos más sensibles, que logran conectar con lo que siempre has deseado que es amar sin límites manteniendo las sábanas húmedas entre tu cuerpo y el mío,  solos tú y yo en esa habitación que estará ahí esperando cada noche las genuinas  expresiones más encarnizadas de placer y pasión olvidándonos de todo lo ajeno a nosotros. Te espero entre mis sábanas para explotar las inimaginables formas de amar, búscame como tatuaje en tu piel, como moléculas en tu sangre, como neurona en tu mente, como tu suspiro innato a la hora de amar porque te amo con cada átomo de mi ser, Guille, y no lo dudes nunca jamás, veas lo que veas, solo mi amor por ti es la verdad.

 __ Y el mío, cielito. Siempre viviré en vos, te sentirás prisionero del tiempo tratando de encontrarme en algún lugar como me encontraste alguna vez entre sábanas húmedas en esta habitación. Entre un embrujo y lo real, nace el milagro de tu cuerpo. Tu belleza se parece al cielo, cuando en sus rojas auroras florecen flores, allí donde busco tu amor, y mi horizonte de alegría y gratos resplandores.

Tu alma y tu cuerpo rompen  los embrujos al amparo de las profecías. Desatando en mi alma música, pasiones y fuego, y pensar que ya te amo apasionado con este deseo que fluye al alma mía. Embrujaste mi cuerpo y mi alma  con la pasión de tu mirada. Me llevas a penumbras de tu túnel y boca  y una extraña ternura y congoja entre las brumas de bosques encantados, donde vuelan luciérnagas rojas. El perfume de la brisa se torna amante y tibia con tu aliento de fuego.
Tu boca ardiente vierte risas de invierno que revelan tus secretos eternos y tus manos tibias trazan surcos de fuego a mi espalda, en vuelos etéreos. Has despertado en mí, embrujos y locuras de lujurias apasionadas. Tu desparpajo y tu desnudez, van gestando una tormenta en mi morada cuando mis manos buscan las turgencias en tu pecho, enamoradas de vos. Tu envoltura de piel de fuego de tu cuerpo me aplasta sin consuelo. Tu piel ardiente cubre mi cuerpo en el tiempo hasta que mi alma no exista entre tus piernas tibias y el clamor de tus entrañas, y la pasión consentida.

Padezco de tu amor imaginando no tenerte, casi como a la misma sangre cuando mis otoños mueren en tus primaveras y te poseo, mi cuerpo arde. Entre tus embrujos apasionados, aunque me robes el alma, te amaré hasta verte volar a tu infierno, en mi última puesta del sol.

 Ayer te soñé,  apasionado, fascinante y seductor, me hablabas  del incierto idioma del amor, era como un río desbordando de demencia y de pasión, camino solo por el mundo como una eterna imaginación.
Después soñé que me inundaba la tristeza, como un gran golpe en el corazón, el cual me dobla en la noche de luna llena,  una lágrima brota de mis ojos, pero al ver tus labios tan carnosos y rojos se me olvidaba mi dolor, y en mi alma sonaban bellas melodías del amor que sentía por vos.
Y este sueño me hizo vibrar, me hizo entristecer, me llevó al infierno, me envolvieron las tinieblas y todo los espíritus me arrastraron a la soledad, soy tan frágil como un niño y eterno como Dios nuestro Creador y me postro a sus pies, quiero sentir el roce de tus labios saborear el dulce néctar de tu ser, sos el radiante amor que llenó de ilusión mi vida como  un sueño inolvidable.

El apego emocional es lo más grande que podemos sentir, eso nos diferencia de los animales.
Ese amor por nuestros seres amados es un lazo que no se puede romper mientras dure nuestra existencia, y quién sabe después, todo es posible en este misterio que es la muerte.
Por este apego... ¿Cuántos sacrificios se hacen?
Difícil explicar porque cada quien lo hace con la fuerza del corazón. El amor está primero antes que sus propias necesidades, como ejemplo podemos decir los migrantes, se arriesgan a todo porque sus familias tengan una mejor calidad de vida, por darles un futuro.
Pero desde la perspectiva de los pequeños lo cambiarían todo  por tener su presencia en el hogar, nada compensa ese vacío, las ausencias dejan grietas e inseguridad emocional.
No todo es dinero, ni trabajo, ni carrera, ni ambición,  hay una necesidad de amor que tenemos todos.
Está el apego por lo material, los acumuladores que dejan de comer por guardar, llevan una vida de privaciones y mueren en completa indigencia porque a nadie comentan de sus bienes. ¡Vivir así, para qué! Todo extremo es malo, la vida es tan corta y a la vez tan larga para los que hacen daño, porque siguen con su maldad, pero eso es otra cosa.
Tenemos el apego carnal,  muchas personas se obsesionan con el sexo, porque él, o ella lo hace  mejor, que cuando hay separación prefieren la muerte.
¿Desperdicio de vida? Hay tantas cosas como descubrir el verdadero amor, viajar, reír muchas veces lo olvidamos y somos amargados, acomplejados y nos aislamos por cuenta propia.
El apego por los hijos, se sufre cuando estos deciden su camino, pero los hijos solo son prestados, ellos tienen derecho a tener sus propias experiencias de vida.
Ahí solo tenemos que dar la bendición y desearles que logren todas sus metas.
Lo que tenemos que tener claro es que nacimos solos, y moriremos igual, nada de nuestros apegos nos acompañará.
Así que a disfrutar lo que nos queda,  el mejor apego es la vida, y en ella el Amor que resiste a ella, una porque es nuestra y con ella estaremos hasta que la señora huesuda se le ocurra quitarnos, sin derecho a protestar, el otro porque es eterno si con suerte lo hallamos.
¿Si le preguntamos por qué? Ella diría, porque es mi naturaleza y ahí terminan todos nuestros apegos.
Lo que hayas hecho o dejado de hacer por los otros, te queda quizás en unas gracias, o tal vez no me acuerdo.

__Hablando de amor, ¿cómo está Fabi con los hermanos? __preguntó Pedro acurrucado en los brazos de Guillermo.

__Con los chicos, bien, vienen a jugar con Guillermito, y de a poco sé que empieza a quererlos, a Rafael, que yo sepa, no lo ve,  es el hijo clave, la marca de la traición.

__No amor,  la traición fue de… Silvina, disculpa que la nombre, el chico es víctima como el tuyo, no debe olvidarlo.

__Lo sé amorcito, pero no les sale por lo visto a ninguno de los dos verse, hablarse, quizás el tiempo haga el milagro, no quiero ser yo el que los obligue porque no tendría sentido.

__Está bien, me parece bien. Ven.

El amor, está implícito y no está a discusión, fue demostrado en más de una ocasión.  Hoy será, puro sexo, piel, sudor y pasión.

Sin preámbulos  los labios se buscaron y encontraron en  silencios  de batalla de labios y lenguas, donde no  hubo ganador.
Mientras se coló la mano de Pedro como furtivo ladrón entre la piel y  el bóxer  sin pedir permiso  en busca de ese tesoro  guardado entre las piernas. Lo sintió gemir a Guillermo al  apenas rozar y caminar con los labios hasta lamer el empeine y succionar cada dedo, para regresar por las piernas, tentando a los labios, antes de recorrer los brazos hasta las manos mientras los dedos traviesos presionaban  el secreto, y la boca  bebía ese mudo grito de placer.
Dejó la boca, solo para llenar la propia con el sabor del camino del cuello, las clavículas  hasta llegar a las cumbres enhiestas, las besó,  las mordió sin reparos, los apretó sin pudor, provocando la erección de los  oscuros pezones, granos de café perfectos.

Lo encendió con chispas que rápidamente fueron hogueras que  sin demora se expandieron, para dejarles suspendidos  al borde del abismo.
La respiración agitada, ojos cerrados, cuando la  boca tomó la umbría por sorpresa, justo en el umbral de la pasión besando cada rincón.
Como un hambriento, devoró  su sexo con la lengua descubriendo cada punto sensible, hasta atrapar tu mágico  sitio en la boca, siendo suyo, ya no lo soltó, le dio todo el placer hasta sentir el torrente de su miel en la boca y escucharlo  entre gemidos casi incomprensibles, pedirle el todo.

Fue entonces cuando  en el beso suave pero apasionado, las miradas se enlazaron y comprendieron lo que en ellas se veía, que era lo que cada uno sentía, el más puro amor.

Pedro esbozó una impertinente sonrisa, suplicó en los ojos a Guillermo que se detuviera pues él era incapaz de hacerlo, pero no vio el ruego, del que estaba en esos momentos adosado a él deseando sentir cómo lo penetraba, anhelando calmar la tormenta de pasión que se había desatado en su interior tan solo al verlo llegar y su cuerpo solo atendía al deseo que sentía cuando Pedro lo volteó, lo abrazó con fuerza, mientras la tibieza de la piel en los pezones encarnizaba la piel, y el aliento de los besos la recorría en otras zonas, y mientras los dedos ardientes acariciaban delante intensificando el deseo, sofocó en el beso el gemido, cuando su entrada fue tentada por la umbría, y mientras las lenguas se entrelazaban, Pedro alzó las caderas al sentir que Guillermo sujetaba con firmeza su pene suave y turgente, y cerró los ojos suspirando, aspirando bocanadas de aire, mientras él movía la mano hacia arriba y abajo sobre su miembro, para direccionarlo al sitio correcto, Pedro se ubicó separando los muslos, besó las nalgas y se recolocó sobré su hombre introduciéndose un poco disfrutando de la provocación y el ruego que la mirada le regaló, pero no había tiempo para juego, cuando Guillermo rodó sentándolo sobre él, y Pedro descendió sintiendo ahora a la erección de Guillermo penetrándolo por completo, y aunque pareciera imposible sintió que se hacía más grande dentro de él. Buscaron la posición más idónea, encontraron el ritmo y fue entonces Pedro moviéndose sobre Guillermo, pero este le sostuvo las caderas con firmeza empujando las suyas con fuerza para ir al encuentro, y siguieron el vaivén, Pedro sintiéndolo en su interior tatuarse a fuego lento en cada punto y recodo, mientras Guillermo penetraba muy profundamente marcando las entrañas, zambullido en un mar embravecido y tórrido, y subiendo y bajando como la marea experimentaron al fin como la descarga de un rayo, gimiendo, al tiempo que unidos en las caderas, Guillermo se movía aceleradamente dentro, penetrándolo una y otra vez y más allá, hasta derramar el deseo en placer húmedo y cálido emitiendo un profundo gemido cerrando los ojos, agonizando los dos, estallando en polvo de estrellas hasta que el alba imprudente les despertó, solo poco después, y Pedro sintió los dedos en su pelo alborotado.

__Te amo, cielito, pronto regresaré, te pediré que lo hagas. En tanto no me llames y no te molestaré, pero cuídate.

__Yo te amo, siempre estoy. No lo olvides. Y cumpliré con mi parte del pacto, de dejarte volar solo. Pero no demores.

__

Una vez que llegaron a la comisaría, Gaby se dirigió a Pedro, aunque sintió la intensidad de la mirada de Beto.

__Espérame, y preguntaré por Pipe, quizá lo conozcan. __ Y mirándose en un espejito que sacó de la cartera, se repasó los labios y preguntó__: ¿Doy trola?

__!Gaby, basta! __ Gruñó Beto.

__Albert, perdón, ¿qué tal estoy?

__ ¿Se puede saber qué vas a hacer?

__Dar buena impresión  __ dijo, mientras se bajaba del coche y Pedro sosegaba al amigo, ella se dirigía a la comisaría. Minutos después la vieron salir con una sonrisa y un papel en la mano__. Ya estoy aquí. __ Y enseñándoles el papel, sonrió__. Vamos a esta dirección, Pedro. Pipe nos espera.

Sin creérselo, Pedro arrancó el Sonic.

__ ¿Cómo lo has conseguido?

Mientras se atusaba su melena, Gaby le guiñó el ojo y sonrió de nuevo.

__Las mañas de ganarse a los hombres, nunca se pierden, ¿verdad Camila?

Una hora después, llegaron a la comisaría de pueblo. Allí preguntaron por Felipe Luengo y se sentaron a esperar. Pocos segundos después, al fondo del pasillo, apareció un hombre casi tan alto como Alberto, bien parecido que nada tenía que ver con el Pipe que ambos recordaban.

__! Mierda! __susurró Gaby al verlo.

__ ¿Qué? Gaby si vamos a terminar divorciados antes de casarnos por este, regresas al estudio, yo también lo conozco,

__ ¡Albert!

__No peleen, que los necesito _les amonestó, Pedro.

__Sí, con Silvina también me necesitaste, mira cómo nos fue, pero no, otra vez no.

__No me digas que ese pedazo de churro es el tal Pipe _le susurró Camila arrepentida de tener pareja __: Por el amor de Dios y de todos los santos, qué bueno que está.

__Cami, no sumes…

__Te callas o te estrangulo, colorada _ continuó Beto.

Felipe no vestía uniforme como el resto de policías, y al verlos la cara se le iluminó en una amplia sonrisa. Gaby sorprendida lo miraba acercarse a ellos intentando convencerse de que era el mismo muchacho regordete y con ortodoncia que había conocido en la adolescencia.

Tras el candoroso abrazo por parte de los tres, y las presentaciones, les contó que trabajaba en el departamento de narcóticos, y les hizo pasar a su despacho. Luego de las primeras impresiones sobre la vida, supieron que él se había casado y divorciado y que tenía dos hijos. Tras unas risas por recuerdos pasados le explicaron lo que los había llevado a él.

En un principio escuchó pacientemente, y Pipe le hizo varias preguntas a Pedro, mientras iba tecleando los nombres, y a nadie se le escapó el cambio de expresión cuando se nombró a Miguel, pero en principio, parecía ser lo que necesitaban.

__Conozco, lamentablemente conozco los antecedentes de Mendoza, hace años que estamos tras él, y sigue siendo fiscal de la nación, pero intentaremos que esta vez no escape sin pruebas.

Pedro le dio el sobre con fotos, en las que no tardó en reconocer a Cavas, a Suárez, a Miguel, a la mujer que había intentado seducir a Agustín.

__Pedro, te pido permiso para llevarme todo el material y así poder investigar más a fondo, y de civil, me gustaría visitar la empresa.

__Cuando quieras, hasta que me digas que huya, estoy allí.

Se despidieron contentos, y ya en el auto, el entusiasmo les ganaba.

__ Albert, no te enojes, pero ¿te has dado cuenta del cambio de Pipe en estos años?

__A mí me parece un hombre más _terció, Pedro indiferente para quitarle importancia al tema, y Beto pensó que debía reconocer que había cambiado una barbaridad.

__Bueno, lo importante es que ayudará _dijo Camila contenta__, aunque si me pillaba soltera no se me escapaba.

__Camila, ya.

__Bueno, que tengo ojos, tú no los tienes desde que estás con Guillermo, Pedro.

__ ¿Y qué pasa con el pobre de tu marido?

Camila abrió los ojos como platos.

__ ¿A qué te refieres? __Y al darse cuenta de lo que realmente quería decir, muerta de risa murmuró__: No estarás pensando que Pipe y yo…, o que Gaby y él… ¡Serán cochinos Beto y tú!

__Lo seremos bonitas, pero esa es la sensación que dan derretidas por ese tipo, y creo que él puede haberse ido con la misma impresión.

__ ¿Tú crees?

Al final ante la actitud teatrera de las mujeres terminaron los cuatro riendo.

__Pedro, a propósito y más allá de que sé que tienes carreras comprometidas con Diego y este lío, te necesitan en la central de Nueva York.

__ ¿Qué? ¿Quién lo dice?

__Los jefes, saben que estás retirado, pero también que fuiste al sur.

__Es distinto, Camila, aquello fue corto y cerca, no iré al Congo, te lo advierto, no si no estamos en riesgo lamentable y aun así, me llevaría a todos antes.

__Bueno, llama, al menos, porque creo que es algo importante.

___

Durante esos días Guillermo supo de Pedro a través del canal de deportes y noticias que pillaba  en Google. Corría en varios países, y se le encogía el corazón al ver las imágenes de los entrenamientos, en las que lo vio arriesgar como loco, y por fin, de nuevo volar por encima de la moto y caer al suelo.

__Pero, ¿qué estás haciendo, Pedro?

Fabián al ver a su padre pálido dejó de disfrutar las carreras y empezó a preocuparse, el caso era que Guillermo no se dejaba ayudar, solo se tranquilizaba cuando a escondidas Diego o Raúl, le enviaban vía Alberto, un mensaje de que estaba todo bien.

Fueron muchos los días en que Pipe aparecía en la casa de Pedro en cualquier momento, con todo tipo de noticias  o se dejaba caer por la empresa. Tras largas investigaciones de Felipe y del investigador que antes contratara Pedro, supieron a ciencia cierta que Cavas, Suárez y Miguel tenían un sucio negocio de narcotráfico.

Agustín no volvió a ver a Melina, estaba pegado a su hermano,  Pedro siguió la seguidilla de carreras firmadas, y Guillermo con su familia lo seguía por la web, con la angustia en cada una, y los aplausos cuando terminaba en los primeros puestos. El tiempo pasaba, los dos cumplían su palabra de no verse, ni llamarse, solo algunos mensajes. La culpa por  no haber sido del todo sincero con él no dejaba vivir a Pedro, pero Guillermo lo había suspendido de su vida, es quien tenía que dar el paso definitivo, lo había dejado en claro.

Después de muchas indecisiones, una mañana desde el despacho, Pedro abrió el móvil, dispuesto a hablar con él, había pasado medio mes desde el último encuentro, necesitaba escuchar su voz, o sobre todo, saber que estaba bien. Tras varios intentos en los que él no contestó, y decidido a hablar con él fuera como fuese, terminó llamando a la casa, y atendió Julieta.

__Qué alegría oír su voz, señor Pedro _saludó la mujer al reconocerlo.

__Lo mismo digo, Julieta. ¿Qué tal todo por ahí?

__Bien… Guillermito tan alocado como siempre y extrañándolo mucho. ¿Cuándo vendrá a verlo? El nene se muere por estar con usted.

__Lo sé, pero no sé cuándo pueda ir _mintió, sin saber qué decir__. Tengo mucho trabajo y carreras en estas semanas, estoy complicado. ¿Está Guillermo?

__No. Lo siento, en este momento está en una reunión en la facultad, creo haber oído que dijo Fabián.

__Julieta, por favor, quizá tenga que viajar por unos días, cuando regrese dígale que lo he llamado _susurró decepcionado por no encontrarlo__. No lo olvides.

__No lo olvidaré __dijo sonriendo la mujer, quien a pesar de no haber preguntado, ya había sacado sus propias conclusiones.

__Gracias, Julieta, dele un beso enorme a Guillermito, y a los chicos, saludos para ti. Hasta pronto.

__Hasta pronto, Pedro.

Aun temblaba cuando colgó el teléfono, y por primera vez en días tuvo esperanzas y aguardó el llamado en cualquier momento, pero tácitamente Guillermo había regresado a lo previo, y no lo llamó. Cuando Guillermo llegó a la casa supo por Julieta del llamado, sintió un pellizco de satisfacción, pero tras pensarlo fríamente, decidió no llamarlo, él lo había apartado de su lado al inicio, no estaba del todo preparado para dar el paso final.

Aquella noche, y cada vez que sonaba algún teléfono, Pedro sentía que el corazón le daba un vuelco: ¿Sería él? Pero las llamadas por lo corriente eran amigos de su hermano, o noticias de Pipe, hasta que recibió otra llamada, la menos esperada.

__Pedro, déjalo en paz, no puede ser feliz con vos, sos un pendejo, te gusta la libertad. Guillermo absorbe, ata __afirmó Juan__. Posee, ¿lo entiendes?

__Déjalo en paz, tú, Juan, a mí nadie me ata, a mí él me ama, a ti te posee porque eres un objeto de deseo, o ni siquiera hoy, adiós.

“¡Mierda!

No lo veas, no lo escuches, Guille, no quiero”.

__ ¿Qué les parece si mañana vamos a tomar unas copas con Pipe y sus amigos? _propuso Gaby estando todos en el country.

__Me parece asqueroso __contestó Pedro, amargado porque Guillermo no lo llamaba.

Con buen humor, y sabiendo que el amor estaba intacto por verlo a diario, en el estudio, Gaby siguió.

__Mira que eres desagradable cuando quieres.

__No me tires de la lengua, guapa, que estoy enojado. Déjame en paz, que además por la culpa de Camila, he tenido que comprometerme a ir a una reunión de activismo.

__Pero, tú, ¿qué te crees? ¿Que soy tan imbécil como para echarme en los brazos de Felipe o Camila? __ Pedro asintió y Gaby señalándose el corazón se ruborizó de rabia__. Mira Pedro, acá, solo hay sitio para un hombre, y es un rubio alto que conoces, por el que di el salto, al que quiero como a nadie, ¿entiendes?

Pero Pedro, no estaba de humor, indignado por aquello, miró a su socia.

__Te pasas el día entero haciendo la tonta con Pipe. ¿Cómo quieres que te crea? Se va a enojar de verdad, Beto, cuidado.

__Pedro, creyéndome, sos mi amigo. No es tan difícil.

¡Dios! Las idioteces que tiene una que escuchar _resopló Gaby mientras se dirigía a la cocina a apurar el café, al tiempo que llegaba Alberto con Agustín de comprar unas pizzas__. A ver si te enteras, no me quiero acostar con Pipe sino con Albert, simplemente es un amigo y juntos nos reímos mucho, ¿acaso tú te quieres acostar con Diego?

__Pareces una nena de quince cuando hablas con él, ¿no te ves?

__No me veo, ponme un espejo la próxima vez, y me filmaré con Alberto, así te convences, tonto.

Incapaz de aguantar y sobrepasado por todo, Pedro estalló.

__Ya Gaby, pareces una guarrilla cuando estás cerca de él, y no me acostaría con Diego ni con nadie, pero Alberto también es mi amigo.

Pedro quiso gritarle que deseaba estar con Guillermo, que lo había llamado y él no le había devuelto la llamada, pero bastante decepcionante era saberlo como para ir pregonándolo.

__Gaby, y se lo digo a Camila… me parece asqueroso que se pavoneen delante de… de Felipe como unas…  cualquiera.

__ ¿Sabes qué… guapetón? No te soporto más _gritó Gaby cansada de aguantar el mal humor de su amigo, y al volverse derramó el café sobre la camisa de Pedro, mientras Beto, Camila y Agustín los miraban atónitos.

Asustados por lo ocurrido, se quedaron parados. No sabían qué decir, pero Gaby enseguida tomó un trapo de cocina y comenzó a secar la camisa de Pedro mientras se excusaba.

__Lo siento… ha sido sin querer.

__Lo siento yo, no tienen por qué ayudarme, al fin.

Al ver cada uno el arrepentimiento en los ojos del otro, se desinflaron, se percataron de cómo se estaban atosigando y Pedro de cómo lo pagaba ella, el que no pudiera estar junto a Guillermo.

__Perdóname tú a mí, Gaby. Me estoy pasando contigo. Sé que no traicionarías a Beto, como yo no lo haría con Guille, que no ha pasado nada con Pipe.

__Y no va a ocurrir nada __se sinceró, Gaby__. Pedro, pasé trece años, trece con Antonio y solo lo quería, me costó mucho saltar a Beto, Pipe es un amigo al que llevaba años sin ver, y yo fuera del estudio, no tengo amigos, solo Sonia, y me  hizo cornuda con Anto. Él tiene muy claras las cosas y yo también. Pero lo que yo no quiero es que dudes que amo a Beto y que por nada ni nadie en este mundo le haría daño, y sabes qué, llamaré a Felipe y le diré que lo de la copa queda suspendido

__Eso sería una tontería _dijo Alberto, que había permanecido en las sombras__, si es verdaderamente nuestro amigo y está ayudando,  no tiene nada de malo ir a tomar algo con él, y los polis.

__Verdaderamente, Pedro __cuchicheó Gaby abrazando a Alberto__, eres un auténtico perraco de tres pares de narices, ya tengo un novio celoso y a Guille poseso como para que te sumes, y a Marcos haciéndome la vida imposible, no necesito más hombres controladores en mi vida, no me acuses de cosas terribles.

__Gaby, ese vocabulario, ¿es el de Marcos?

__Puedo decir cosas peores, no me provoques _se mofó, soy chica de barrio. ¿Qué hago? ¿Llamo y suspendo lo de mañana?

_No _respondió Pedro riéndose__, puede ser divertido cabezota. ¿Por qué no llamaba a Guillermo?

__

Animado por todos,  al día siguiente fue con Agustín a recortarse el pelo, y el ánimo se vino abajo cuando al tomar una revista vio una foto de Guillermo con un hombre moreno muy pegado, que ni siquiera era Juan.

Llegó al estudio sin pensárselo dos veces, echando humo por las orejas, con la revista en la mano, Gaby lo miró por encima de los anteojos.

__ ¿Qué te pasa?

Sin poder contestar, le enseñó la revista.

__Oh, Dios, no está, está en tribunales o en la cátedra.

Gaby miró la revista mientras pestañeaba, estaban en el comedor comunitario.

__Es un tipo genial, Miller.

__Tú eres genial para dar ánimos, única diría _gruñó, Pedro tras cerrar la revista.

__ ¿Y qué quieres que haga si tú te mantienes lejos por Miguel?

__ Fue él quien pidió distancia. Y un poco de comprensión de tu parte no me vendría mal.

__No vamos a pelear otra vez, dame la mano. Mira, Pedro, para mí, tú eres mejor que Juan, el idiota de Nazarre y Miller todos juntos y no son más que modelitos que Guille usa para dar celos, o bien le pierde aceite el motor.

__No… tampoco quiero que me digas eso de él.

__Pero vamos a ver, cabeza de alcornoque, ¿por qué no lo llamas y le cuentas la verdad? El único que le mueve el piso a Guille, pero el único en la orbe, eres tú.

__Lo llamé… lo hice, desde la oficina, rompí el pacto, y él no ha contestado.

Gaby sin saber qué decirle, se levantó de su silla y le dio un beso en la mejilla.

__Guille te ama, Pedro, de acá a un año como mucho, estarán casados, te lo sello.

__

Días después, mientras Pedro trabajaba en la casa, y Agustín veía una película en el salón, sonó el teléfono.

__Dígame.

__Pedro, soy yo, Guillermito.

Al reconocer al nene, sonrió encantado.

__Hola, campeoncito. ¿Qué tal estás?

__Bien, y ahora más contento al saber que has regresado de tu viaje

Sorprendido por aquello antes de pensar la excusa puesta por el abuelo, Pedro preguntó.

__ ¿Qué viaje?

__El abuelo y papi me dijeron que estabas de viaje por las carreras y trabajo, que por eso no venías, y por eso no te he llamado, pero el otro día oí a Julieta decirle al abuelo que habías llamado y pensé. ¡Chupi!, Pedrito regresó.

“Él sabía que yo lo llamé y no me ha llamado. Definitivamente todavía no quiere saber nada de mí”, pensó con el corazón encogido. Pero intentó reponerse de aquello y sobre todo, entender la mentira de Guille a Guillermito, y cambió el tono de voz para contestar.

__! Ah, es verdad! Es verdad, estuve de viaje, corrí, me viste creo, pero ya he regresado.

__! Qué chupi! Estoy viendo a los hermanitos de papi.

 __ ¿Qué te parece si vamos el sábado a comer esas hamburguesas que tanto te gustan?

__No puedo, el sábado voy a comer con el abuelo y José. A mí no me gusta José, Pedrito, pero papi me dijo que tenía que ir, porque ellos van a otra parte, y como soy pequeño, no puedo quedarme solo….

__Claro. Todavía no eres mayor para quedarte solito _asintió Pedro tragando el nudo que oprimió la garganta, y para darle la razón a Guillermo con el nieto.

Charló de delfines con el nene largo rato y se despidió de él.

__Te llamaré otro día y comeremos juntos, ¿vale?

__De acuerdo __murmuró con tristeza el nene__, y con mis papás que quieren verte, pero no te olvides de llamar.

__No te preocupes, te llamaré, lo prometo, un besito, precioso.

Cuando colgó el teléfono su estado de ánimo empeoró. Se sentía fatal. ¡Qué diantres estaba haciendo Guillermo! ¿Acaso era eso lo que le aconsejaba el analista? En el tiempo que había estado con él  nunca oyó ese nombre, paseó los recuerdos de los puñetes a Nazarre, por Juan ¿quién era José?

Tras pasar horas comiéndose el coco, sabiendo que faltaba poco para atrapar a la mafia de la empresa según dijera Felipe,  decidió salir a comer con Agustín.

__

El sábado siguiente, después de ver los estrenos de Moto en la televisión y de ver que Pedro, tras marcar los mejores tiempos, salía en la primera posición, se marcharon a pasar el día fuera los Graziani. El domingo, se levantaron tranquilos dispuestos a ver la carrera, sin saber que el lunes, Pedro tenía una reunión definitoria con Felipe y sus jefes de la policía federal. Tras regresar de un paseo, encendieron  el televisor, y se dispusieron a ver la carrera.

De nuevo la cámara paseó por la pista mientras el comentarista deportivo hablaba y los equipos se apostaban, el periodista hablaba de los pilotos y equipos. Al salir en la Pole, la cámara se detuvo primero en Pedro. Esta vez el piloto no dejó ver la mirada, tenía bajada la visera. Tras él Guillermo vio a Diego y a Raúl, que le sujetaba el paraguas para que no le diera el sol y los envidió. A minutos después,  una sirena hizo abandonar la pista a todo el mundo. La carrera comenzaría en breve.

Tras dar la vuelta de reconocimiento y regresar a sus posiciones, el semáforo se puso en verde. Los pilotos a toda pastilla abriendo gas mientras ponían los pies en las estriberas. Pedro, como en las últimas carreras, volvió a hacer de las suyas. Iba en el grupo de delanteros y no pensaba dejar el primer puesto a nadie. Guillermo y Beto que estaba en la casa con Gaby, al ver cómo se jugaba la vida en cada curva, con las manos congeladas no podían hablar de la presión que sentían, Gaby miró asustada a Fabián. Con agresividad y un pilotaje muy suyos, según el comentarista, Pedro apretaba el puño antes de salir de las curvas y derrapaba con la moto de una manera escalofriante.

Mientras todos lo observaban encogidos de miedo esta vez, él parecía pasárselo en grande tumbándose y derrapando en las curvas. Era un piloto excepcional que disfrutaba con el riesgo, y aunque nadie lo creyera él sabía muy bien lo que hacía.

Al final terminó primero seguido por Diego, su compañero de equipo, dos pilotos irrepetibles, era el año de ellos, y con ellos la marca triunfaba en cada gran premio. Una vez acabó la carrera, Guillermo respiró, y Gaby con la boca seca, comentó.

__Dios mío, Guille, antes nunca lo vi, pero deberías hacer algo.

__Ya has oído al comentarista, es un mártir _dijo enojado.

__Pero… tú has visto lo que yo...

__Sí __murmuró, consciente de lo que acababa de decir.

__Pero, ¿Pedro está loco? ¿Tú has visto cómo ha conducido?

Guillermo con la opresión en el pecho se incorporó.

__Últimamente se está jugando demasiado, y no me preguntes por qué.

__Esto no puede seguir así, por bueno que sea _dijo Beto.

__No empecemos.

__Vamos, papá, esto es de locos, él jugándose la vida en cada carrera y vos acá hecho polvo al ver las cosas que él hace. Por favor, ya terminen  esto de estar separados.

__Dame un poco de agua y cállate.

Valeria se la acercó.

__Esto va en serio, pa, debes hablar con él. Llámalo. Por Dios, se va a matar. Ya has visto cómo va con la moto, al principio yo disfrutaba pero no hay que ser muy entendido para ver lo que está haciendo con su vida, ya que tiene un hermano menor, no piensa en él, siquiera.

__Lo sé.

__Son dos idiotas gritó al padre__. I D I O T A S.

El teléfono de Guillermo sonó y pensando  que era Pedro esta vez atendió.

__! Hermanito! Casi se mató tu putito.

__ ¿Miguel? ¿Qué mierda quieres vos?

__Yo… que se mate, el muy idiota no aceleró lo necesario.

_ ¿Qué? ¿Qué tienes que ver con Pedro?

__ Es muy tierno al desear protegerte, pero el idiota me está pisando los talones, y el pibe tenía potencial.

__ ¿Qué pibe? ¿De qué mierda estás hablando?

No, no. No… ¡Hijo de mil…! ¿Tocaste la moto de Pedro?

¿Estás metido con esa mafia de la empresa?

__Más bien, y me voy a tener que rajar un tiempo, por su culpa, y Agustín era bueno para poner en la calle.

___ ¿Qué dijiste?

¡Miguel!

¡Mierda, cortó!

Beto, llama a José, que este no escape, no entiendo nada, pero está con los mafiosos de la empresa de Pedro.

__Lo sé.

__ ¿Qué?

Primero llamo a Miller y luego los mato a ustedes.  Y a mi futuro esposo. En ese orden.

CONTINUARÁ.

HECHOS Y PERSONAJES SON FICTICIOS. CUALQUIER PARECIDO CON LA REALIDAD ES COINCIDENCIA.

Lenguaje adulto. Escenas explícitas.