viernes, 14 de diciembre de 2018

“ÉL”. CAPÍTLO VEINTITRÉS.




“ÉL”.

 No hay texto alternativo automático disponible.

CAPÍTLO VEINTITRÉS.

 La imagen puede contener: 1 persona
Y allí rodeada de tus frágiles dogmas, de tus lágrimas secas, de tu siglo de sueños, nos abrazas como anticipo del placer.
Mario Benedetti.

Mañana compraremos una cadena de oro y medio corazones o alianzas, y las luciremos alrededor del cuello, cuando todo haya terminado los  intercambiaremos, los sustituiré por un anillo de bodas y pintaré un maravilloso cuadro de familia.

__Lo guardaré en mi corazón __respondió Pedro, hundiéndose en la mirada.



__ ¿Qué me dices en francés?

__Ma mie… el aliento de mi vida, mi aliento de vida… eso eres tú.
Eres el hombre que robó mi corazón, el gran amor de mi vida que siempre recordaré. En cada suspiro, en cada susurro silencioso de la noche te siento, alucino que estás aquí, y suspiro; si supieras cuántas veces he llorado por tu amor, de felicidad de añoranza, si supieras cuántas veces te he sentido a través de esa brisa fresca y suave que acaricia mi rostro, sintiendo tus besos con sabor al mar, desahogando mis sentimientos en total melancolía y amor, por algo que no existe aún en el mundo real.
¿Pero sabes amor? No hay cosa más divina que recordarte y despertar como cada mañana abrazados como si fuese un verbo tan precioso, como lo eres tú cariño. Susurrabas con sutileza a mis oídos cada madrugada, algo difícil de plasmarlo en letras, y sin embargo intento hacerlo hoy.
Continúa regalándome tu sentir, aunque sea en sueños ilusos que me hacen gozar de gran manera. Porque amo tu voz, tú forma de relatar que me encendía. De ti aprendí mucho, aunque me dejen tus odas con melancolía, pero al mismo tiempo despiertan una gran ternura en mi alma y en mi vida; es por eso que compongo, porque tú me inspiras, eres mi motivo.
Mi corazón tiembla de tanta emoción, porque sabes como nadie expresar las alegrías y tristezas que erizan mi piel y mis sentidos profundamente. Conoces mis sentimientos, y mis lágrimas se resbalan de júbilo, porque hablan de lo que siente tu alma, de ese amor que sientes por mí, esas son dulces gotas de un suspiro que salen de lo más profundo de nuestro ser.
Son tiernos sollozos que caen como un manantial inagotable, de una grandeza indescriptible que se adentra en los recovecos del alma, de pasión desmedida que despiertas en el interior de todo mi ser, ese eres tú y es así como te siento.
Cada palabra rebosa la fuente del amor, un amor sincero y sublime que me da esperanzas, no obstante, en este amanecer te deseo con fervor, por el amor que siento por ti, que te acompañe en tu vida hoy y por siempre el amor, para que seas feliz eternamente.
Comenzó a llover torrencialmente mientras la furia de las olas lamió la arena y desde ellas mis pies, cuando Guille llegó a rescatarme y terminamos empapados los dos pese a que salvamos corriendo la distancia que nos separaba de la casa.
Mientras él cerraba la puerta tras de sí, me quedé contemplándolo, de pie, chapoteando, sacudiéndome las gotas del pelo con una mano.

__Quédate allí _ dijo__. No puedes sentarte a cenar así mojado.

Desapareció por el pasillo para aparecer un minuto después con un pantalón y  lo que aparecía como un jersey.

__Anda, ve a cambiare, yo apenas alcancé a mojarme la cabeza. ¿Por qué no entraste al caer las primeras gotas?
__Nada, pensaba, en encontrar la forma, la manera de no exponernos, de llegar a esa mujer, de que en verdad nada importa más que la vida y el amor, por eso  de no existir los chicos no dudaría en huir contigo al fin del mundo y dejarlo todo. Sin nada llegamos  a esta vida pero
poco a poco  recuerdos y vivencias estarán con nosotros  para siempre  y estoy seguro que de entre ellas nada me marcará como estos meses, Guille, y como lo que haga o deje de hacer para pararle los pies a esa mujer.
Los días pertenecen  al calendario, las horas al reloj, yo te pertenezco a ti  y a mí todo tu amor.
Solo nos pertenecen  los instantes vividos  entre nosotros,  los buenos los  disfrutaremos mil veces,  los malos mejor olvidarlos.
¿Y si no fuera ella, Guille? ¿Si realmente fuera un desconocido que estamos pasando por alto, un delincuente común que solo busca exposición, fama, ni siquiera dinero ya que no se pidió rescate?
__No, Pedro. Si alguna vez dudé, no es hoy que recuerdo que eres igual al hombre que Nancy y Camila creyeron amar, fue ella, es ella, aunque no entiendo bien qué quiere con vos, es ella. Estuvo internada, no sé su estado psíquico, tal vez sea solo una fans obsesionada con vos en el mejor de los casos. Pero es ella.

Suspiré y entré en el dormitorio. La lluvia golpeaba con furia el techo por encima de mi cabeza, oscureciendo las ventanas con un interminable torrente de agua, solo oía la furia de ella mezclada con la del mar. Me quité la camiseta y los jeans empapados y me sequé con la toalla que él me dio junto con la ropa. Me la llevé a la cara, la olía con un esbozo de culpabilidad, como alguien  que inhala una droga prohibida. Estaba recién lavada y planchada pero de alguna manera más apreciaba el aroma viril, lo aspiré y me provocó cierto aturdimiento.
Mi querido destino, hoy te pediré con fervor  que no le cuentes a nadie que hoy estuve cerca de él, a su lado, que le acerqué sin el saberlo mi corazón herido, era el momento exacto en que el amor hacía presencia, después de tanto tiempo en mi vida, era la hora justa  en que el universo había conjurado, para que nuestras voluntades se manifestaran, después de tantas vivencias de tantos sinsabores, ocultos siempre detrás de las sonrisas más amplias y generosas, el amor nos regalaba ese momento ,ese acercamiento de nuestras almas para convertirlas en un solo sentir, donde nacía un amor en silencio, un amor apasionado, dulce e intenso, que solos tú y yo pudimos sentir.
Mi querido destino a nadie le digas  ni a nadie le cuentes que en sueños me busca, que deja que su boca se una con la mía, que me deja cada noche flores en mi almohada para perfumar mi alcoba, donde los sueños se convierten en hechizos de amor, donde nuestros ojos se buscan, donde nuestras manos son besadas antes del ritual y el cortejo de dos cuerpos enamorados, no le digas a nadie mi querido destino, que sin él en mis noches no encuentro el lugar donde acurrucarme en mi sueño. A  Dios volveré a pedir regresar  a este rincón, volver a mi amor para elevarme hasta ese cielo infinito donde está permitido  soñar en delirio de amor.  Guille, solamente puede ser el verme de nuevo en tus ojos, llévame tú mismo en tus brazos al rincón del pecado, no sientas miedo amor por mi condena, porque en condena vivo por no poder amarte libremente.
Siento en cada noche algo extraño, siento un frío helador, algo distinto,  diferente, no sé lo que mi alma siente, asomabas en mis noches frías, llenando mis vacíos de sueños y despertares, buscas en tu delirio mi sonrisa, esa que te provoca locuras y te hace   sentir vivo, la misma que te hace ver que puedes amar y volar conmigo, por esas coordenadas de la locura de amar en libertad.
Hoy yo busco respuestas a cada por qué. Comienzo a sentir que algo está sucediendo, pero no quiero entender, no quiero saber, presiento un temor en mí y no quiero perderte amor, tú eres mi inspiración y condena, mi prosa y mi música, eres mi cuartilla en blanco que necesito llenar  de ti.
Quiero ser tu abrazo, tu momento, quiero, ser ese suspiro apretándote el alma, quiero amarte así, libremente, sin tiempos, sin límites, sin ataduras, amarte quiero vida mía, quiero amarte con la razón o con el pecado, solo amarte. __ Grité entre las paredes de la habitación.

La cama matrimonial ocupaba casi todo el espacio. Enfrente había un estrecho armario para guardar la poca ropa que hemos ido comprando, un libro y una lámpara en cada mesilla de noche,  tan solo una fotografía de nosotros rodeándonos por los hombros, en ella mi sonrisa a la cámara, mas no tuve más remedio que apartar la vista de ella por la tristeza que se apoderaba de mi alma.
A veces me daba la sensación de que todos estábamos sorteando el dolor, reacios a reconocer hasta qué punto nos afectaba y nos hundía, aunque al menos sé que  los chicos están a salvo, aunque no pueda evitarles el daño psíquico de dejar a Camila si es que puedo regresar con vida.
 Se me pasó por la cabeza que la reticencia de Guille a hablar de Ana y de sus ex quizá sea reflejo de la mía, la constatación de que en el momento en que se abra la caja y dejemos escapar el menor atisbo de tristeza podría agigantarse hasta convertirse en un nubarrón que se cerniría sobre los dos peor que esta tormenta, y en verdad, no me atrevo a dejarlo.
Me miré al espejo y suspiré. Disfruta la noche y punto, me dije-.  Regálate momentos de felicidad.

A continuación me puse el enorme jersey de Guille sintiendo la extraña intimidad del abrazo de su ropa, me enfundé los pantalones y observé fijamente mi aspecto, mi cabello sí que no tendría remedio.
Guille sonrió con picardía cuando me asomé remangándome el jersey.

__Pareces un nene _dijo escrutándome__. Creo que tendríamos ya que ir comprando ropa de invierno.

No dije nada de la fecha ni del pacto de entrar al país en menos de un mes, fui al baño y escurrí la camiseta, el jean y los calcetines en el lavabo, los colgué en la barra de la cortina de la ducha.

__ ¿Qué te traes entre manos?
__Pensaba invitarte con ensaladas pero no es tiempo para ellas, de modo que estoy improvisando la salsa para la pasta.
__Me encanta, sabes que como de todo.
¿Te animarías a pintar retratos?
__No lo sé, nunca lo hice. ¿Por?
__Por nada, es solo que intento pensar en algo para tender una trampa, repartir retratos míos, pero no. No tengo un plan, una estrategia, no sin aparecer como deseo.

 Guille abrió una botella de vino, su suspiro me dijo que callara. Me sirvió una copa y me hizo un gesto hacia la silla corrida. La mesa de centro que teníamos  delante estaba puesta para dos, sentí un leve escalofrío ante la escena. No había nada de malo en disfrutar simplemente de un momento de un pequeño placer, de una velada con el hombre que deseaba cocinar para mí.
Guille parecía percibir mi conflicto interno al tiempo que revolvía algo en el hornillo.
Finalmente se sentó y me tendió un bol de pasta humeante.

__El vino es delicioso.
__ Salud entonces _ dijo, levantando el vaso para brindar encontrando mi mirada__. No te atrevas a perderme, cielito, ni te animes a arriesgarte, porque no te lo permitiré, demasiado ha sido el costo de no conocerte antes.

Déjame, hazlo ya de una vez pero déjame perderme en el laberinto de tu cuerpo, atrévete a ocultarme en esos pliegues de tu piel, deja que borre huellas de besos ajenos a este amor que me tiene hoy perdido en esta nebulosa que es la soledad sin vos, piérdeme de vista en esa distancia a tu boca que te obliga a cerrar tus ojos y deja  que tus labios liberen ese gemido que el paso de los míos provoca al despertar tus sentidos.
Atrévete ahora a ocultarme en tus callados deseos, calla,  inténtalo y calla esa vibración que siente tu piel cuando mis labios distantes  dicen a tu oído te amo, te deseo y que enloquezco por ahogar mis ansias de amarte en el fuego de tu boca, tan solo por un instante atrévete a sentirme viajando por la suavidad de tu cuello con destino sur o que mis caricias asciendan por tus piernas con destino cualquiera que su paso suave provoque que se erice tu piel.
Piérdeme en ese secreto momento que me sientes desde adentro amarte, atrévete en un momento de soledad a dejarme enloquecer tus sentidos, callar tu razón y dejar que hable por los cuerpos esta pasión, piérdeme por completo entre tus brazos, que al cerrar tus ojos en ese beso profundo que te debo sientas que habito en todo tu ser, llévame a la velocidad del delirio a acelerar tu pulso y atrévete en ese instante a exhalar mi nombre en un gemido.
Atrévete a perderme en esta locura de amarnos, atrévete a tomar posesión de este amor que te pertenece, que arde en mi pecho y me consume por dentro, de los besos nuevos que para tus labios y tu piel en mi boca quieren ya nacer, atrévete a perderte junto a mí en esta nueva y última aventura de nuestra vida que será por siempre amarnos por la eternidad.
__ Es un alivio enorme tener con quien conversarlo todo. No tenía diálogo con Camila,  estaba poco acostumbrado a que la gente escuchase de verdad, más bien parecíamos dos individualidades relatando las noticias, mi carrera, los chicos, su día, ella solo deseaba escucharse a sí misma, en cambio tú eres una revelación. No me interrumpes, ni opinas ni aconsejas si no lo pido. Escuchas, asientes, y al fin me das tu opinión.
__Es lo que siento también, yo nunca he dialogado con Ana, con nadie excepto quizá con Beto, aunque ahora creo que está algo enojado conmigo por los secretos que guardé.
__Te perdonará, cuando regreses lo entenderá.__ Le di un sorbo al vino__. No pareciera que tenga elección.

¿Te perecería una locura que me inmiscuya en tu relación con Fabián? Creo que deberías estar más cerca de él.
__Lo sé, Pedro, todo va a cambiar si podemos regresar. Hay demasiadas personas que persiguen su propia felicidad sin tener nunca en cuenta el daño que causan a su paso, y te aseguro que ya no quiero ser así. Hay demasiados chicos drogados, perdidos, borrachos porque los padres van a lo suyo, sin verlos, de modo que viven aislados  o toman malas decisiones.
__ ¿Llamaste a alguien? __pregunté.

__No. Le he enviado mensajes a Beto, pero no respondió ninguno. ¿En qué pensabas allí afuera? Espero que no fuese en regresar y ofrecerte a esa loca, porque te he dicho que no lo harás.
__Ni tú.
Y me temo que no hay otra forma. Guille, ya estuve muerto, me llamaste y regresé, no está en mi sino morir ahora. Ahora debo vivir, y resolver mis problemas al fin con las verdades que llegaron desde ti, y rearmar la vida contigo. Vuelas sin alas entre mi alma y mi piel, en un suspiro me dejas sin aliento.  En un instante me tienes bien loquito, eres parte de mí.
Dejamos caer nuestras ropas entre besos y caricias, supiste cuánto te deseo.
Me enseñaste todo hasta perderme, sentí tus mordidas en el pecho, miraba tus lindos ojos.
Eres las letras de un soñador que nunca será poeta, dos en la inmensidad de la noche le daremos vida al amor. Poco a poco, tu cuerpo es de dios, me atrapaste en las sábanas me hiciste vibrar. Me tuviste a tu antojo todo el tiempo, conoces todo mi cuerpo en la cama a media luz. En cualquier momento te veía, me tuviste entre tus manos,  me pediste que te besara con gran sentimiento.
__Lo sé, quizás así sea, pero ella es una asesina, no lo olvides.

Me sirvió otra copa de vino y la bebí. Me permití guardar silencio y recrearme en el acogedor ambiente del pequeño salón y en la sensación de tener en la mesa una exquisita comida a disfrutar, en escuchar su voz mientras hablaba de noches escondido buscando enemigos acechando, o de aquella tomando la mano de mi hijo. Yo escuchaba, sumergiéndome en un mundo muy distinto del mío, fijándome cómo sus manos dibujaban círculos en el aire, en su bella sonrisa ante la seriedad de sus propias palabras.
Observaba y observaba sus manos y sus labios, hipnotizado y me sonrojé ligeramente al darme cuenta por qué derroteros andaban  mis pensamientos, di otro trago al vino para disimular.

__ ¿Y dónde estaba Fabián cuando llamaste? _interrogué para disimular cambiando de tema.

__No lo sé _respondió__. Me dio la impresión de que en casa de la novia, le gusta estar allí, se lleva mejor con la suegra que con Ana.

Menudo porte tenía. Guille parecía el doble de grande y vital que el resto de los hombres. Me rendí a que mis pensamientos continuaban a la deriva, arrastrados por mareas hacia sus ojos que me leen, que se entornan levemente mientras escucha, como si él estuviera esforzándose en entenderme perfectamente… El atisbo de vello en la barbilla sin afeitar, el contorno de su hombro bajo la fina tela de la camisa. Mi mirada siguió deslizándose hacia sus manos, apoyadas en la mesa, esbeltas, fuertes, con los dedos tamborileando distraídamente sobre la superficie. Manos diestras. Recordé la ternura con que sostenían mi cabeza acurrucada contra su pecho, las caricias en el hospital cuando apenas era consciente, la manera en que me había aferrado allí como si fuera su único sostén a la vida. Me miró y sonrió con una expresión un poco interrogante y algo se fundió en mi interior.

__ ¿Quieres un café, precioso?
Tenía una manera de mirarme que robaba el aliento. Negué con la cabeza, supe que ya era incapaz de pensar, menos de formar las palabras para esbozar el plan que tenía o creía tener.

__ ¿Cuándo podré oír lo que estás componiendo?
__Tras miles de  notas  y cientos de estrofas escritos, de centenas de líneas
transcritas, de canciones surgidas de este corazón imaginativo de este simple  enamorado,
tras agotar el diccionario de antónimos y seudónimos, y otros, aún no inventados en este mundo como de bemoles y sostenidos.
Deseo decirte  que la distancia ha superado tu realidad y mi ficción, que el tiempo  alargado se mide sin  ti, que el espacio  sigue vacío  de tu nada, que toda meta es un infinito y toda senda es una eternidad.
Que  tú eres un regalo en mis manos, perdiendo la sorpresa de quien lo recibe, negándome la emoción de quien lo realiza.
La distancia duele como duelen las heridas en el recuerdo, muriendo en su momento
de vivirla, dos veces al recordarla,  tres veces al evocarla, como las lápidas pesan y duelen, en el paso del tiempo, las ausencias adquieren solidez, su peso anatómico, que los puentes están de paso, que unen territorios pero no continentes de elevadas distancias, las metas no se sacian ni se alcanzan, el destino, sigue su lucha conspiradora, que el cuadrilátero de mi cama concluyó de abarcarte, que mi pensamiento es un instante para pensarte pero no alcanzarte, pero no obtenerte siempre.
No, no, no hay sino cadenas ante esta soledad  que el olvido, no eres culpable que los sueños se agiten  en listas de esperas o en el celuloide de los sueños, que la esperanza caduque  agotada de esperas, que se desespera, haciéndose eterna, muriendo conmigo, y la tristeza, a sus anchas empañe los espejos de los cristales de mis ojos, en las expectativas de mis días
que no siento, que no vivo.
Y así  me despido, intentando ser valiente, no por olvidar, simplemente es que por cercanía y roce, por calor y sentimientos de nuevo, me he enamorado. Y te diré que pase lo que pase
no cruzaré océanos, ni tú vendrás a mi continente si hay peligro alguno, ni yo cruzaré sus puentes. Y que serás feliz no cerrándote a la soledad,  que la felicidad de uno es el sacrifico egoísta, del otro.

__Eso no va a pasar, porque si alguien regresa,  será decisión de los dos, e iremos juntos.
__ ¿Y Ana y Fabián?
__ ¿Y Camila y tus hijos?
__Ella no me ama, y mis hijos lo seguirán siendo, no seremos los primeros en separarnos, no montaré una farsa.
¿Acaso tengo la culpa por amarte? ¿Acaso es culpable el sol por su calor? ¿Acaso son culpables las nubes cuando cae la lluvia? ¿Acaso es culpable una flor por su aroma? Y te culpo a ti, sí, a ti, te culpo por tu mirada que hechiza, por tu sonrisa que acaricia, por tus infantiles actitudes que me enloquecen, por tus berrinches que mi paciencia ponen a prueba, por tu silencio que me acompaña. Por tu ternura que me derrite, por tu pasión que me enciende, por tu picardía que me hace sonreír, por tus locuras que alegran mis días, por tu distancia que me hace reflexionar, por tu dulzura que me hace un soñador
¿Acaso he de ser culpable por amarte hasta la locura? ¿Acaso es culpable la luna de ser musa de poetas? Te culpo a ti y a la providencia que te puso en mi camino, al amor por existir y florecer en mí cuando te conocí, te culpo a ti por ser como eres y dejarte amar por este loco que soy yo, porque  te amo tal como eres y, sin tener razones, puedo esgrimirte un millón.
__Yo la llevé demasiado tiempo, ahora que mi situación judicial está clara, que nadie podrá señalarme, que no condenas lo que sucedió, ya no  es huir lo que elijo, pero sí divorciarme de Ana al fin, también ella merece poder ser libre de quien nunca la amó y hallar su camino.
Yo solo puedo estar con vos, Pedro, solo deseo seguir el resto de mi vida a tu lado.
Me encanta sentir tu cuerpo, acariciarte suavemente, que mis dedos impacientes  y juguetones ondulen tu cabello, acariciar tu pecho suave, delicado, sintiendo cómo tus pezones reaccionan al tacto de mis dedos provocando un estallido de humedad en ese lugar cálido y ardiente de tu intimidad cuando mis manos inquietas descendían al jardín del deseo buscando con mi boca beber la miel de ese pequeño océano  de tu fuente. Donde se perdían mis labios
inquietos hasta ahogar la fuerza de tu interior, naufragando en oleadas de placer y gemidos
de pasión que se escapan de  tu delicada alma. Muriendo poco a poco, piel a piel, en el eterno abrazo del amor, es todo lo que deseo. Yo solo quiero conquistar su geografía y juntar tu boca con la mía. Y pase lo que pase, yo no te dejaré,  estaré siempre a tu lado. Que mis años no te asusten que yo me siento como un joven y te aseguro que te voy  a amar como nadie te ha amado. Que el amor es libre, solo tienes que quererme, el amor no es pecado.
__Habitas mi piel todas las noches. Habitas mi cuerpo en noches inquietas  de sueños de pasiones entre amores,  bebiendo de mis entrañas todos tus sueños,  recorriendo mi cuerpo con tus besos,  despertando mil deseos cuando te prendes  de mis pezones  disfrutando de las mieles  por todo mi cuerpo, me habitas todas las noches, siempre vuelves a hurtadillas,  te quedan ganas  de mí y buscas bajo mi piel enredarte en mi cadera  y sientes ganas de juntar tus piernas con mis piernas  en el acomodo de tu deseos y la pasión donde conquistas mis ganas de ti.
 ¡Sabes que me habitas!
No hay espacios vacíos entre mi alma y la piel, vas dejando tu huella para que no te sea infiel, no he de buscar por ahí; pues tú me vives completo,  de los pies a la cabeza me haces arder en llamas y haces brotar de mi fuente la humedad que contenta,  a veces creo; que confesarme no alcanza penitencia,  amarte de este modo siempre será pecado,  me habitas el alma, la carne y hasta los huesos, no dejas nada sin auscultar,  te adueñas de mi piel, me haces lienzo de pintor donde pintas tus manos dejando huellas, y hay tanta pasión desenfrenada entre tu cuerpo y mi cuerpo,  te habito y me habitas, dentro muy dentro... porque siempre tenemos ganas de amarnos hasta los huesos, este amor es desesperado y despierta las pasiones  entre tu cuerpo y mi cuerpo dispuestos  a morir en un “te amo” y un “te quiero”  amarnos, teniéndonos así mientras habitas mi cuerpo. Renaciendo cada noche tú en mí y yo en ti.

__Si mi amor así fue y así lo hice sin miedos ni pensamientos con turbulencias, solamente pretendía abrazar al amor, por eso borré cada rincón,  cada lugar de mi vida, borré mi pasado para que no te molestara, para así amarte con todas mis fuerzas, desalojé mi corazón para darte todo mi espacio cada noche, en cada sueño cubría con mis verbos tu piel, dejé que volaras por mis labios y mi alma, y aun así lloré, lloré por vos y por mí, por tus ausencias y mi soledad, lloré y me sentí vivo, muy vivo pero sin vos, ya no bailaban nuestros corazones, ya no, ya las melodías estaban muertas, la pasión se había dormido en ese suspiro de amor, los besos tiritando de frío.
La noche se me presenta inmensa, con tu silencio que me mata, mi corazón  te buscará al igual que cualquier noche, mi voz  gritará tu nombre en el aire adormecido, hace calor vida mía, me pesa el cielo y me sobra la vida cuando vos no estás, quiero amor unos sueños nuevos, quiero volver a empezar, quiero verte en mi locura de amor, el eco de la gloria será nuestro y mañana será un día nuevo donde los sueños recobrarán vida y mis verbos serán compuestos de melodías encadenadas, así vida mía se acabará mi llanto ahogado, seré de nuevo tu enamorado, que quiere sentirse vivo, ven abrázame amor esta noche. Te amo,  amor.
__Nunca me he ido.
__Pero te decepcioné al decirte todo, y te alejaste, pensé que te perdería.
__Te creí, y regresé, no fue tu culpa aquello, no tenías opción, tampoco estaba yo en tu vida entonces.
No es cierto que todo el mundo  tiene lo que se merece,  hay quienes reciben  cosas muy buenas y solo dan maldad desmesurada, la mayoría de las veces se recibe maldad en  cantidades superiores al bien hecho, es injusto pero cierto. Respira, relájate,  la vida sigue y no puedes  rendirte aún, sé indiferente  a la maldad y sigue adelante, eso es sinónimo de inteligencia. Te amo y no sabes cuánto te extraño,  mas cómo explicar un  sentimiento con simples palabras, cómo explicar lo que grita mi corazón, cómo decir  que sin ti no sé respirar,
que necesito tus ojos para ver, tus labios para sentir,  tu sonrisa para existir, tu alma para vivir, porque esta vida sin ti  y sin tenerte a mi lado,  me es imposible llevar  y se transforma en una simple existencia, porque solo tú me has enseñado el verdadero significado  de la palabra amor.
__Hoy empecé  a pintar mi vida de otro color y ese color, es el color del amor, porque al encontrarte, encontré la razón de vivir, cierro los ojos y puedo sentirte, y lentamente siento una agitación  intensa en mi pecho, como si mi corazón fuera a explotar y el deseo me invade,
pienso en tus labios rozando los míos, en mis manos acariciando tu desnudez, en tu aroma invadiéndolo todo y pierdo la cordura, mas entreabro los ojos  y al fin sé, que sin vos no puedo vivir un día más.
 Hagamos de cuenta que las cuatro paredes son los únicos testigos de lo que pasó esta noche, que sean ellas centinelas de nuestros secretos, que no le cuenten a nadie que me muero por estar entre tus brazos, que no le digan a nadie los lugares de mi cuerpo en los que mi conciencia se va, que guarden silencio y no digan todo lo que tus labios pudieron probar, que oculten los rastros de todo aquello que tus dedos pudieron tocar y sobre todo que no digan de todo lo que fui capaz.
¿Quieres café…?
Sin pensármelo dos veces me incliné hacia delante por sobre la mesa, abracé su nuca y le besé. Tras un instante de vacilación, se acercó y me devolvió el beso. En un momento dado, creo que uno de los dos tiró una copa, pero no pude parar. Deseaba seguir besándole para siempre. Deseché todos los pensamientos sobre lo que esto significaba, lo que podía conllevar, en qué lío podría estar metiéndome.
Vamos, vive, me dije para mis adentros. Y le besé hasta que la razón rezumó a través de mis poros y me convertí en un latido viviente alimentado solo de deseo.
Él, algo aturdido se apartó primero.

__Pedro…

Un cubierto cayó al suelo. Me atrajo hacia su fuerte cuerpo, tiró de mí. Y casi sin darnos cuenta estábamos chocando contra todo en el pequeño salón, en un revoltijo de manos y lenguas y…, Dios, su aroma, su textura, su sabor, su tacto. Fue como una explosión de diminutos fuegos artificiales por todo mi ser, pedacitos de mí que creía adormecidos, renacieron. Me cogió en volandas, era toda corpulencia, fuerza y músculos, y me aferró a él. Le besé la cara, las sienes, la oreja, los labios, mis dedos se enredaron en su cabello. Y seguramente me soltó y quedamos separados apenas por un centímetro, clavándome la mirada, con una expresión interrogante.
Yo jadeaba.

__Solo me he desnudado ante ti luego de… los disparos, eso demuestra cómo confío, y eso que quedé convertido en un desastre.
__No pasa nada, no olvides a qué me dedico.
__Lo digo en serio. Solo me conoces como era en verdad por un DVD. __ De pronto, por extraño que pareciera noté que me saltaban con los recuerdos las lágrimas.

__Pedro, las heridos cicatrizan, al menos esas, y las cicatrices en el tiempo se difuminan. ¿Quieres que te haga sentir mejor?

Se subió la camisa, dejando al descubierto una cicatriz amoratada que le cruzaba el estómago.
__Allí tienes, una puñalada hace tres años. Y esta. __Se giró enseñándome una magulladura en la parte baja de la espalda__. Una patada de una mujer histérica cuando  saqué a tiros al marido. __extendió la mano__. Un dedo roto. Y, aquí. __ Me enseñó la cadera con una fina línea de puntos__. Herida de punción de origen desconocido, la policía jamás descubrió a los responsables.

Miré atónito su cuerpo firme salpicado de cicatrices que jamás vi antes, el amor todo lo ciega o no importa el defecto.

__ ¿Y esa? __pregunté, al tiempo que pasé dibujando el trazo con la yema del índice de una marca bajo el estómago.

__Apendicitis cuando era niño.

Observé su torso, después su rostro. A continuación, sosteniéndole la mirada me quité el jersey, solo tenía dos orificios suturados, rojos en los alrededores, pero él los adoró besándolos, me estremecí inconscientemente. No sabía si de nervios o a causa del aire frío. Él se acercó más, tanto que nos separaban escasos milímetros y deslizó con dulzura el dedo por el contorno de las cicatrices.

__Me acuerdo de esto cuando te vi en el hospital. __Al rozar la cara interna del codo y con delicadeza mi vientre desnudo mis músculos se contrajeron. __ Y ahí, tenías las vías y un moretón en la piel, temía que fueran lesiones internas hasta que despertaste y hablé con el médico.__Extendió la palma de la mano allí, estaba tibia y se me cortó la respiración.

__Pedro… ¿de verdad perdonaste todo lo que hice en Brasil?
__Las salvaste a ellas, incluso a Nancy que es una asesina, no tengo por qué juzgar lo que te obligaron a hacer, Guille.

Me condujo de espaldas hasta la cama, se colocó de rodillas cuando me senté en el borde y me tomó el pie,  besándome el empeine, lamiendo cada dedo.
__Allí tenías una herida de piel que debía doler, supongo que caíste del caballo o algo así.__Acarició la línea con el pulgar.

__Recuerdas muchas cosas.
__No sería capaz de reconocer a muchos de los que cuido, pero de vos, en fin, me quedé con tu cara, y con cada herida, te grabé mientras estabas dormido en el hospital y luego como eras y casi sos hoy, en ese DVD que Fabián me dio. __Agachó la cabeza para besar mis pies, y luego escaló despacio por mis piernas con sus manos colocadas a ambos lados de mi cuerpo, de modo que quedó sobre mí, sosteniendo su propio peso.

__ ¿Pero ahora ya no duele nada, verdad?

Enmudecido, negué con la cabeza. En su mirada he visto la llama que a mi corazón viste de oro al ver en su brillo tanta flama  que en su falla delata mi amor.
Ese incendio que detalla el roce  al instante que concede al alma, esa pasión de entrar en batalla al dar la vida y librar la calma. En su lumbre he visto la fogata que señala en su luz la entrada donde esta piel se cocina grata en la ardua pira que sea dada.
Con ese fuego para ser morada con un encanto de dulce hada que del mundo no quiere nada...
Nada más que hable su mirada. Que se doraba  con tenso mirar y saldaba siempre en lo profundo con ese aroma,  que embriagaba que su ardor,  es quien me caldeaba  en esas brasas que tan castas aguardaban ser mil ríos de lava con el cariño con que devastaba esa muralla que hacía esclavo.
En su brillar hallé  tanta grana que ese sol perdió el programa y la luna en su celo hizo tirana
de esa belleza a la que di fama. Acostumbré a vivir en la brasa que me entregaban esos ojos,  sí lentamente abrasaban mi alma  tostando la vida que contaban.

__He regado tu piel con el rocío de mis letras, gotas de verbos que hablan de este amor que me tiene perdido en un espacio y tiempo que no comprendo, me sacas del presente con tan solo tu voz acariciando  mis oídos y siento que me abrazas el alma, sabes que haces estallar mis poros al llegar ese tan dulce sonido que calla todos mis silencios.
Ya nada queda por hacer en esta locura de amarte, más que seguir esta corriente que me llevará a la perdición en tu boca donde recobraré mi cordura perdida al sentir que me faltas y volveré a razonar con este corazón enamorado, se dormirá la razón en esos momentos donde este amor en besos y caricias decida alzar la voz.
Qué más da, ya está todo a ti conectado en mi vida, pensamientos que me acompañan en cada paso que acelera el día y trayéndote a dormir a mi lado en las noches, te siento en mi piel y sentidos, me contagias de tus estados de ánimo y me llevas a sentir todo lo que te afecta, me tienes dormido y despierto en tu piel a cada momento de tus días.
Ya no hay manera de escaparme de ti… tampoco quiero hallarla, quiero perderme para siempre en la luz de tus ojos, quemar mis ansias en el fuego de tus labios y sentir que en ti habito en aquellos momentos de pasión en los que juntos arderemos… qué más da, entregado completamente a ti me tienes, cuerpo y alma  ven la razón de amar solo en ti.

__No me digas nada, solo mírame  con esos ojos tiernos y envolventes  en los cuales pude descubrir tu alma y el  dulce navegar en ella se volvió sublime, entre sus olas me encontré libre,   como un hechizo fue rozando mi piel  y su pasión dormida cubrió de miel,  mientras mi ser robaba  tus manos. 
Mírame que en tus ojos está ese paraíso que siempre soñé, el no sé qué, que me hace temblar e imaginar tus besos en mi piel, por qué acarician mi alma sin tocar y sin hablar susurran las mieles que hay  para dar en tus brazos.
Mírame en el silencio triste, con ellos puedo escucharte, mírame en medio de la multitud  que sabré leer tus ojos y seguirte, mírame con tu luz en mi oscuridad que con tu mirar no temo seguirte, mírame, mírame siempre de frente, adéntrate a mis ojos así podrás ver,  saber que en sus playas, solo vives tú. Solo mírame a los ojos y deja que en el silencio...  nuestras almas se unan en un beso, nuestros cuerpos se cubran de luz de cielo y en un acto sublime expresen su gozo, de poder lograr hacer el amor, aun antes de unirse nuestros cuerpos, pues ya nuestras miradas han hablado... mucho antes que nuestros labios.
El cielo encendió una nueva luz,  tan sutil, cual claridad de alborada,  vibra mi corazón, se regocija en el amor.  Llegaste a mi vida, así de pronto, para abrigar en mi alma una esperanza, de un nuevo amor, para refugiarme en tus brazos.
Apareamos nuestros sueños de pasión, mi alma sonríe,  mi querer son tus caricias de ardiente seducción,  es tan nuestro como el ancho mar,  intenso, hasta el interminable cielo.
Mi dicha encontrada, eco de caricias,  me llevaste al templo del amor,  al mar de los ensueños,  entonando la más dulce melodía, mis penas se las llevó el viento.
Polifonías de encanto arrullan mi vivir,  suspirando besos hechizados, que me hacen estremecer,  mi alma gemela, nos enamoramos  al reencontrarnos y nuestro sentir
en el amor quedó amurallado.
__El amor, no duele, el amor es el sentimiento más noble y puro que habita en las entrañas de cada ser, el amor es, el que cura las  heridas causadas, que permanecen marcadas en el corazón.
El amor verdadero, no duele, son las personas que amas quienes te causan dolor, dejas entrar la amargura dentro de tu corazón, y cubres tu alma de frustración.
Cúbrete de amor, para que su esencia no desaparezca, ama sin condiciones y estarás alimentando la esperanza de redimir tu alma.
Quienes te decepcionan son, la poca humildad las envidias, la avaricia de quienes, no saben
la magnitud y la grandeza de lo que significa amar, solo aman lo material.
El que ama de verdad no tiene complejos, no se siente superior, tiene un corazón limpio,  un jardín dentro de su alma, un aroma insuperable que huele a felicidad.  
Te amo y no sabes cuánto te extraño,  mas cómo explicar un  sentimiento con simples palabras, cómo explicar lo que grita mi corazón, cómo decir  que sin ti no sé respirar, que necesito tus ojos para ver, tus labios para sentir, tu sonrisa para existir, tu alma para vivir, porque esta vida sin ti  y sin tenerte a mi lado,  me es imposible llevar  y se transforma en una simple existencia, porque solo tú me has enseñado el verdadero significado  de la palabra amor.

Era un día cálido, casi inesperado, un poco aturdido esperaba tu llegada, yo caminaba, iba de un lugar a otro,  para no darme cuenta, de aquella alborada.
Sentía tanta angustia que tú no llegases, y los mensajes uno tras otro iban llegando, espérame un momento - me decías, ya voy a llegar…  solo sígueme esperando. Llegó la tarde y pude  escuchar tu voz, yo estaba muy distante y solo te pude decir, ya voy llegando, avanza tú a la morada, aquel lugar testigo de nuestro gran vivir.
Estabas muy hermoso y tu rostro brillaba, del cálido sol que la mañana abrigaba, yo buscaba en tus ojos aquella mirada, que me lleve a decirte, lo mucho que te amaba.
Nos sentamos juntos al filo de la cama, y sentí tu fragancia, que envolvía  a mi cuerpo, te cogí la espalda y todo mi ser sentía  cómo tú temblabas y me confundía.
Tu pronto dijiste que era imposible, que no aceptabas esa relación, mas mis labios sellaron tu cándida boca, y sentí yo tus besos con mucha emoción. Transcurría el tiempo y tus manos sentía, que por mi espalda cruzaban dándome pasión, te envolví con mis besos y lamía tus pezones, te dije te amo, te amo, con todo el corazón. Pasaron los días y todo en silencio,
pues yo meditaba en aquella pasión  cerraba los ojos y me envolvía en tu rostro, al recordar tus besos, con mucha emoción. Yo partí tan luego trayendo mi pena, y no pude decirte que llego el adiós, tan solo te pido que nunca me olvides, porque volverá la tarde y te hablará de amor. Hoy empecé  a pintar mi vida de otro color y ese color, es el color del amor, porque al encontrarte, encontré la razón de vivir, cierro los ojos y puedo sentirte, y lentamente siento una agitación  intensa en mi pecho, como si mi corazón fuera a explotar y el deseo me invade, pienso en tus labios rozando los míos, en mis manos acariciando tu desnudez, en tu aroma invadiéndolo todo y pierdo la cordura, más entreabro los ojos  y al fin sé, que sin ti no puedo vivir un día más. Regresé a ti, una y otra vez.
Ahora te amaré locamente y  de mis ojos brotan lágrimas de felicidad, cuando rozaba tu cuerpo con mis dedos, deseoso de tu figura llena de pasión, la cual me hacía rendirme a tus pies.
Mis caricias recorrieron muy suavemente por aquellos rincones jamás explorados los que mi imaginación descubría y entre besos disfrutamos el sabor del amor.
Ahí fue cuando pensé en esos días que en mi vida solo había tristeza y soledad, en ese momento en que llegaste,  regresaron mis deseos de amar, y te estoy amando como a nadie jamás había amado.
Cuando hablamos del amor entre besos disfrutamos lo bella que es la vida a tu lado, te amo en la eternidad de mi muerte y hoy al fin encontré el inicio de la existencia que es la magia de tu amor.
__
A estas alturas me daba todo igual, sentía un deseo tan irrefrenable que de hecho me daba igual si me rompía en pedazos.
Se fue moviendo sobre mí, milímetro a milímetro, como una marea, me eché hacia atrás hasta tenderme en la cama. Con cada movimiento, mi respiración se  hacía más leve, hasta  convertirse en lo único que podía oír en el silencio. Bajó la vista hacia mí, entonces cerró los ojos, su lengua dibujó mis labios antes de deslizarlos contra los suyos y arrojarse al asalto del ósculo entremezclando alientos y salivas en derroche, agonizando respirando el aire del otro en lluvia de besos sin descansos, mordiscos, succiones, lametones de besos húmedos, luego despacio, con ternura. Me besó y dejó caer su peso encima de mí lo justo para que sintiera amoldarse las piezas y el delicioso abandono del deseo, la dureza de su cuerpo contra la del mío.
Nos besamos, sus labios sobre los míos, trazando regueros en mi cuello, succionando el lóbulo de la oreja, hurgando dentro. Su piel contra mi piel, hasta quedarme aturdido, hasta arquearme involuntariamente contra él, envolviéndolo entre mis miembros.

__Guille _susurré, jadeando, cuando tomamos aliento… Ojalá que fueras lo último que necesito.

__Qué… seductor.
__Me refiero a mis hijos. No te echarás a llorar después, ¿no?
__No.

Y por si las moscas, no soy un bicho raro obsesivo que andará persiguiéndote por todos lados, siempre y cuando nadie te mire, nadie te toque, nadie te codicie…
__Es… bueno saberlo. Eres insoportable y te amo.

Y una vez establecidas las reglas, giré para colocarme debajo de él, y le besé hasta olvidar lo que acabábamos de decir..., mientras él me penetraba, cuidadosamente, permanecía, sentía, jugaba, tentaba, y arremetía…  más tarde con frenesí en el glorioso vaivén que nos catapultó al infinito en el grito del nombre del otro, en el orgasmo de siempre y como jamás.

Una hora y media después estaba rendido boca arriba con la mirada perdida en el techo bajo.
Sentía picazón en la piel, los huesos molidos. Dolor en lugares que no imaginaba que pudiesen doler y, sin embargo, me embargaba una extraordinaria paz y sensación de seguridad, como si las entrañas se hubieran derretido sin más para adoptar una nueva forma que se amoldara a él. No estaba seguro de poder volver a levantarme jamás.

Prácticamente, no me reconocía- ¿De verdad he…? ¿Y también…? Me ruboricé al recordar incluso los últimos minutos. Los recuerdos se perseguían como en bucle entre sí. Nunca había tenido una experiencia sexual semejante, ni siquiera con él.
Guille se había quedado dormido junto a mí, y ladeé la cabeza para mirarlo, maravillado ante sus facciones, sus labios… Resultaba imposible mirarlo sin desear tocarlo. Barajé la idea de acercar un pelín más la cara y la mano para poder tocarlo.

__Pedro _dijo él en voz baja, con los ojos adormilados.

Media hora más tarde, estaba perdido en sus brazos pero lúcido.

__No voy a aceptar nada que signifique que vas a regresar.
__Guille, escúchame, razona, esa mujer no va a aparecer, ya falló dos veces, no puede exponerse si no está segura.

Enarcó una ceja clavándome una mirada de reproche.
__Te escucho.
__No voy a arriesgar a mi familia, no quiero que se acerque a casa, Camila y los chicos deben de quedar fuera de esto.
Ya cuando todo haya pasado, hablaré lo que deba con ella.
__ ¿Entonces?
__ ¿Cuánta estructura delictiva puede tener alguien que era  compañera de facultad de Camila, y que dejó a un hijo?
__No es rica si es lo que preguntas. Supongo que solo tiene el apoyo de ese hombre, de su tío, y unos cuantos sicarios, no creo que mucho más.
__Llevarla o atraerla a un recital por pocos hombres que tenga sería una locura, pueden morir muchos en un tiroteo.
__Ni lo sueñes.
__Pero yo acostumbro antes de cada estreno a dar conciertos privados, íntimos, para treinta a cincuenta personas, familiares y amigos.
__No, Pedro, será peor, puede disparar desde cerca y esta vez darte en el corazón.
__No quiere matarme supongo, no tiene por qué, no al inicio, Guille.
__Pondrías en riesgo a gente más querida aún de haber un tiroteo.
__No si el público es toda policía de civil, y si las entradas la vende un policía.
__ ¿Cómo?

__Es lo más cercano a una emboscada que pensé, Guille, aun si estuvieras entre esa gente, ella clavará los ojos en mí. Así fuera con tres o cuatro sicarios, ¿crees que no pueden atraparla entre cincuenta antes que yo me escabulla detrás del escenario?
Porque algo me dice que escucharía el recital, e intentaría secuestrarme después.
__Pondría gente tras el telón, no.
__Tú también pondrás, y creo que a muchos más y no soy tan débil como para no soltarme de alguien.

Es seguro, no estarían Camila ni los chicos, Miller y tú quedarían a retaguardia de cincuenta policías, y ella al fin es una mujer, loca.
__Puede que resulte, no es mala idea, podríamos con Orestes juntar a esa gente y armarlo.
__Y caerá,  no tendría manera de sospechar, porque lo he hecho varias veces.
Solo tendríamos que entrar al país, difundir un concierto grande precedido de uno privado, la gente mayoritariamente irá al grande y venderíamos de mentira entradas solo a policías para el privado.

Piénsalo, no puede fallar, y no tenemos otra manera.
__Pedro, mi amor, sé que tienes razón, ojalá hallara la forma de atraparla sin que salgas de acá, pero sé que si intento ir solo me seguirías, con Camila ya fracasamos, y por lo seguro te quiere a vos, sea porque sos igual al tipo o como forma de vengarse de Camila y de mí, no quiere hacerlo a través de los chicos, no es cuerda, no es rica, quizá solo ese hombre le da dinero y la cuida de sí misma.
Y también sé que aunque quisiera que no saliéramos de acá nunca  más mueres por ver a tus nenes, y que ellos te necesitan.
__Y debo divorciarme de Camila, cumplir los contratos pautados y tú hacerlo de Ana y ver a Fabián, no podemos dejar todo así sin más.
__Lo sé, déjame pensar en este plan unos días ¿sí? Lo consultaré con Miller y Orestes, si ellos lo ven factible, creo que es el mejor. ¿Puede ser?
__Puede ser, y no dudes que te amo, que todo lo hago en pos de ese amor.
__ Y yo, precioso, y yo.

CONTINUARÁ.
HECHOS Y PERSONAJES SON FICTICIOS.
CUALQUIER PARECIDO CON LA REALIDAD ES COINCIDENCIA.
LENGUAJE ADULTO.
ESCENAS EXPLÍCITAS.




13 comentarios:

  1. Manolo Muy agradecido amiga Eve Monica Marzetti, un abrazo!!!

    ResponderEliminar
  2. Es necesario Eve, algo peligroso, pero es la única manera de atraparla de una vez y que ellos comiencen a vivir como se merecen...

    ResponderEliminar