martes, 25 de diciembre de 2018

LETRADOS. CAPÍTULO SEIS.


LETRADOS.
CAPÍTULO SEIS.
“Ojalá
Fuéramos

Inseparables”…
Mario Benedetti.

Y se volvió a perder en aquellos ojos  penetrantes que siempre lo cautivaron, y esa extraña voz que lo llevaba a fantasear con escena privadas donde él, le susurraba versos y poemas al oído, si esas líneas él creaba para así cautivar a todo mundo, esas líneas que lo llevaban a vivir mundos de fantasía no solo a él, aunque él fuera  la inspiración de cada uno de sus versos.
— ¿Cómo haces para escribir así?
—Ni idea, la verdad solo nacen.
—No te creo, seguro estás enamorado.
—No sé, tal vez ¿quién sabe?
— ¿Qué? — dijo él  mientras los celos lo consumen haciendo que se acerque a él lentamente.
—Nada ¿quieres que escriba algo para ti?
—Si...— dijo emocionado. __Luego de escribir fácilmente unas líneas, él lo observó sin ocultar su gran sonrisa — listo, esto es para ti...

Esa sonrisa le recordó a aquella vez cuando escribió una historia de amor con un siniestro final, y sabiendo que no sería más que su amigo, él cogió una cuchilla con el cual sacaba punta a sus lápices de carbón, y se lo clavó en el corazón lanzándose sobre él,  se acercó a su oído — Te amo y no te volveré a compartir con nadie —susurró  mientras penetraba más profundamente esa hoja de metal.

El silencio del salón era perturbador, pero él no dejaba de verlo y en su último aliento señaló el papel que le había dado.
Luego de besarlo por primera y última vez en los labios él cogió el pequeño papel que él escribió y es este decía "te amo, ¿quieres ser mi novia?"
__! Qué triste! ¿De verdad escribiste eso? __interrogó Guillermo.

__Sí, entonces me habían engañado, y yo no creía en los hombres. Pero ahora lo que dice allí es verdadero, ¿quieres ser mi novio?

_ Me parece increíble haberte seguido, estar aceptando la alianza _dijo Pedro tumbado al sol en la playa del Carmen en México.

__Más  a mí estar en una playa, solo por vos lo haría _respondió Guillermo acariciándole el rostro con el dorso de la mano.

__ ¿No te gusta?
__Le tengo fobia, al mar, al sol, a la arena, a un montón de cosas, aunque tengo que reconocer que este sitio no es Mar del Plata en enero, y que ese mar no me asusta como aquel.
__Más te asustaría el Pacífico  te lo aseguro, es más salvaje y helado que el de ustedes.
__Hablando de tu país, ¿llamaste a tu madre? __interrogó Guillermo sonriendo.

__No todavía, temo que le dé un infarto, desde que nací creo que me pide que me case _rio Pedro abiertamente__. Juro que pensé que no lo conseguiría.

__Me hubiese casado con vos el primer día que te crucé, que ni siquiera recuerdas, pero deseaba que terminaras con Matías antes de acercarme. ¿Qué quieres hacer esta noche?
__Nada en especial, el hotel es tan hermoso que podríamos cenar, ir un rato a alguno de los espectáculos temáticos, y a nuestra suite, ¿te parece?
__ Me parece, porque yo esta noche quiero desnudarte con besos y caricias. Esta noche no quiero callar los te quiero, los te amo y los te deseo, ya no quiero esconder ningún gemido de placer.
Esta noche no quiero quedarme con  ningún beso pues te daré todos los besos que
no te he dado y voy hacerte mío  tantas veces como dure la noche, entrégate por entero a mí sin  reservas, como dicte tu imaginación, quiero que mi boca te desnude y que nunca más tenga silencios por temor a tu indiferencia. Esta noche quiero no perdonarme por  esos besos escondidos  y no quiero mentir, reprimiendo lo mucho que te deseo.
__Esta noche quiero ser   tuyo  y que tú seas mío, amor. Esta noche quiero existir solamente
contigo y soñar en ti, quiero que duermas conmigo en el cielo donde no suba nadie. Esta noche quiero llevarte donde nunca has llegado, quiero llevarte a lugares prohibidos  donde solo hay amor, quiero que nuestras bocas se desnuden y nuestros cuerpos se entreguen sin arrepentimientos. Esta noche no quiero dejar ningún beso escondido, ninguna caricia y ninguna palabra de amor. Esta noche quiero que seas mío completamente para amarte como
nunca has amado.
__ ¿No extrañas nada de lo que dejaste?
__No tenía casi nada fuera de mi carrera. Alberto tenía razón, lo único que hace feliz es realmente amar, y comprometerse, y no hace demasiado tiempo que lo entendí, ojalá estuviese vivo para saberme contigo. Es más, creo que cuando nos cruzamos antes no me di cuenta porque no estaba preparado para esto… lo nuestro, y que tengo que ser muy agradecido por haber tenido otra oportunidad. Lástima que tengamos que regresar tan pronto, pero hay que organizar la boda, y volver al trabajo. Supongo que yo tendré que mudar mis cosas a su mansión señor juez. __Pedro rio y mordió el labio inferior resiguiendo con los besos la línea de la mandíbula hasta succionar el lóbulo de la oreja y sentirlo estremecerse __. Quisiera alargar las horas contigo hasta que el silencio detuviera el ritmo.
Que la despedida, sumando las horas, nos dejara un saldo de paz y de gloria, que nos animara en los días que siguen de lucha y rutina, de ánimo cansino, y cual llama viva nos caldeara el alma, dando un ritmo ágil a nuestros destinos. Que cada reencuentro fuera un estallido,
creando en nosotros una melodía vibrante y sutil, con cadencia tanta, en la que alma y cuerpo fueran cuerda y danza.
Que estos caminos  si se volvieran  divergentes, el amor los uniera  tramo a tramo en puentes. Porque sueño acaso con dártelo todo y tú me respondas de ese mismo modo.
Yo te ofrezco amor y tu pasión, no niego que en nuestra desnudez tus juegos de seducción  me encantan.  Que las noches contigo son una delicia y que me gustas tanto, que soy un  adicto  a tus besos y caricias. Pero no todo es sexo  y me pongo a pensar, cuando tu pasión decline,
¿qué va a pasar?  ¡Yo necesito amor! Para tomar de su mano cuando el corazón  esté cansado, cuando me encuentre triste necesito un abrazo. Pero contigo hoy todo es brasa,  no podemos acercarnos, sin que el deseo atropelle el pensamiento. Y tengo miedo lo acepto. Somos combustible,  dos cuerpos en ebullición. Pero eso no me basta,  yo quiero amor aquel
que esté cuando yo lo necesite, aquel que siempre esté pendiente de mí.
__Un amor sereno como brisa de mar, como rocío en la madrugada, así seguro y totalmente mío,  así quiero un amor. Es lo que siempre tendrás y deseo que me otorgues. Yo tenía mucho miedo de estar equivocado, de que no dejaras a ese  muchacho, empezaba a desesperarme cuando no te veía, a inquietarme, a celar, a angustiarme, al principio ni siquiera entendía qué me estaba sucediendo que te deseaba todo el tiempo cerca, y pasa que nunca había amado. Luego de enviudar y antes, más allá de una noche o de un rato de sexo, yo quería estar solo, supongo que como era lo tuyo de antes, me iba a mi trabajo, el otro me estorbaba, en cambio a vos te quiero  pegado a mí. Y quiero  que me consideres el hombre más guapo del mundo para que solo me desees a mí. Que me pienses y necesites todo el día y toda la noche en cada cosa que hagas y que veas, que solo  desesperes, porque es lo que yo siento. Estás habitando todos mis lugares,  Pedro. Sos todo y lo único para mí, cielito.
__Y tú eres lo único en mi vida, Graziani. Es hermosa tu forma de declararme tu amor, y la tomo. Tengo que reconocer que hace años  estar con el otro era una tortura, solo era costumbre como te dije. Todas las noches yo soñaba con matarlo; sin embargo, era más fácil dormir con él y sus insultos, y su machismo, y su carencia de rosas primaverales. En un rinconcito esperaba las luces de la comodidad.
Todas las mañanas él intentaba besarme; sin embargo, era más fácil ignorar la boca y las mariposas del estómago, y el mate compartido, y el cantar de ciertas aves. Anudándose una corbata esperaba la sombra de lo cotidiano.
Ambos estábamos perdidamente enamorados del desamor. Él seguirá eligiendo eso, pero yo hacía tiempo que quería esto, creo que desde que hablé con Beto, quizá luego de su muerte lo hice más presente. Quiero soñar, pero contigo, y por siempre ser fiel a mis sueños.
Cuando mis ojos abrieron sus párpados recorrieron tan fugaz nuestra existencia, incontables momentos agrios al sentir de deseos plenos de felicidad, obstruyendo el camino al amor, decidí volver a cerrarlos para ocultarme en el fascinante mundo de los sueños,  donde vivo en libertad.  Nunca le daré la espalda al mundo real, jamás se apoderarán de mí los miedos, ni los fantasmas que en él propagan su maldad,  simplemente que prefiero vivir  a mi manera, envuelto en sentimientos venerados por el bien, soñando con mis ideas sencillas y sinceras derramadas sobre hojas limpias y blancas de alma,  haciendo llegar mensajes a todos los corazones mediante la eterna justicia en la que creo. Seré un soñador, pero saben lo seguiré siendo,  porque siento una paz interna profunda,  una tranquilidad absoluta,  una felicidad indescriptible y un amor eterno que desborda mi alma y cuerpo, donde soy mi propio destino,  siempre me verán libre como el viento al borde de los límites entre los sueños y la realidad.
Pero el amor es más que todo, más que la suma de sueños. El amor te atrapa, no conoce de números ni de colores, nunca  puedes decir de quién  enamorarte o quién se  enamorará de ti y  hará lo imposible por demostrar su amor. La edad, el peso o altura, ciudad o país tan solo
son eso,  números y colores. Quien no amó aunque sea  a distancia no sabe  lo que es sufrir por amor, por querer un beso  de esa persona cuando más lo necesitas,  un abrazo justo en ese
momento que sientes  que el mundo se te viene  abajo, que todo  está en tu contra y sufres el doble  por no tenerlo cerca,  porque no  puedes abrazarte a esa persona, sentir que te rodea  con sus brazos, el calor  reconfortante de su pecho. Pero sé que tú sí  estás en mi corazón
y puedo abrazarte, no me niegues un beso  de tus labios  ya te di mi corazón. Hasta los latidos
le salen bonitos al corazón cuando apareces tú. Marchan al ritmo del parpadeo de tus ojos, al toque de tus pasos en las banquetas. Al tono de tu voz en cada te quiero. Van con tu respiro, van al ritmo de tu propia vida y, al mismo ritmo de tu corazón está viviendo el mío.
__ Cuando pronuncio un te amo, no solo lo hacen mis labios, mi mente y mi corazón, por ellos van expresando, la más sentida ilusión que hoy me permiten los años. Y en dos palabras sencillas  va lo mejor de mi ser, mi ternura, mi alegría, mis días, su anochecer,   mis sueños buscando verbos, para escribir en tu piel. Cuando pronuncio un te amo, en él te ofrezco mi historia, cicatrices de mi piel, imágenes sin memoria, mis juegos de juventud, una caricia dormida  que en el silencio quedó  luego de una despedida. No creas que haya pasado la vida enviando notas y flores a cada fiscal o juez que conocía, fuiste el primero y el último.
__El amor vuelve a florecer cada vez que apareces, no sé a dónde estás, no sé a dónde vas o de dónde vienes, solo sé que al instante de mirarte a los ojos mi corazón acelera sus latidos súbitamente. Llegas y me llenas de emociones la mirada,  mis palabras son de alegría,
mis respiraciones profundas hechas suspiros, mi tarde de invierno, se hace mañana de primavera, y solo por haber aparecido tú, y es todo nuevo en mí, te prometo que jamás lo sentí antes. Pero llega ese momento y no puedo escuchar tu voz, ni tus risas, ni siquiera tu respiración, no puedo escuchar de tu boca ni un hola, ni un adiós, todo se queda en mí, convertido en delirio y para lo que me alcanza esta triste imaginación. Te pensaba a toda hora pero no estabas, no era tuyo. Y sin ti hoy me queda el corazón latiendo lentamente, y la respiración casi se me pierde, apnea intermitente, ganas de vivir sin respirar, ganas de respirar, y no vivir.
Mis sentimientos son un diálogo con mi alma,  desnudando hasta el  último de mis pensamientos. Son rimas,  versos sublimes  que nacen desde el  fondo del corazón.
Es bailar bajo la lluvia tratando de olvidar el  pasado, es la belleza artística  con que se arropan mis palabras, es el amor mismo que con  su pureza diluye a la  soledad misma, venciendo  inviernos amordazados  por la nostalgia.  Llenando el alma de futuras ilusiones, sueños que  se volverán realidades.  Es soltar mis sentimientos  al viento con la esperanza plena que  amaine el cruel sufrimiento  de corazones vacíos, es amar intensamente con la intensidad  de lo eterno y con la calma  de los cielos, en un mar de  emociones dejando huellas  en  veranos que esperan, que  florecen como hermosos retoños de rosas, jazmines y tulipanes, donde se  esconde la oscuridad,  nostalgias y soledades,  cayendo al abismo de  las profundidades.  Es el canto puro, limpio  y cristalino de las aves sobre los manantiales,  es aspirar la fragancia la esencia  misma de las flores  a pesar de las tempestades.  Historias de llenas de imaginación y fantasías, besos llenos de pasión dados  con el fervor del alma. Porque el solo cuerpo no  basta, y engaña. El pasado ya se fue,  el futuro se aproxima  y ahora vivo  el presente entre alegrías  y lágrimas,  regando mis  temores que  emergen de lo más profundo de mi corazón,  convirtiéndose en hermosos  y dulces sueños,  anhelados.  Burlando  a los recuerdos plasmados  que la lluvia se encarga de borrar.
Caminos marcados por destinos de soledades inquietantes, de misterios desnudos de sueños en cárceles bajo el mismo cielo, donde amarnos en silencio detrás de los espejos de esa luna de plata, se convierte en la celda maravillosa para robarnos los besos, donde miles de deseos callan sus verdades, palabras húmedas descargan suspiros de mi alma, amarte vida mía es mi dulce pecado, dulce pecado que aporta a mi vivir pasiones desbocadas, y sueños llenos de soledades cómplices de este silencio atronador que grita verbos al aire.
Los días pasan y pasan, y sin poder verte entre las gentes siguen mis ojos perdidos en otros ojos que buscan la suerte de encontrarte, me estremece el soñarte cuando abrazado a ti no quiero dejarte ir, y con voz susurrante te digo, arrímate más a mi amor que va a anochecer, que aquí me encuentro yo tratando de vivir nuestro sueño donde volverte a sentir será el alimento de mi alma y mi carne, el día me regala tu presencia en la mañana, donde solo saber que al despertarte acude a tu mente mi nombre y me buscas cerrando de nuevo tus ojos para seguir soñándome y perderte en mi sonrisa para sentir el sabor de mis besos, hace que me sienta tu enamorado.

Eres lo más bello y especial que un día me pasó y por ello siempre daré gracias a Dios, tu cuerpo es puro arte,  tu mirada es pasión, en el  fuego de tu alma quiero  arder  yo, si desearte  fuera pecado yo no tendría  perdón, cada segundo te deseo con todo mi corazón. No guardo nada en mi interior,  tan solo tengo para ofrecerte  un puñado de besos de  estos labios mi amor, de estas manos un ejército  de caricias deseosas de pasión sin una razón para invadirte tan solo tu cuerpo pidiendo amor. Pero es que he visto  civilizaciones enteras  extinguirse por
no saber demostrar su amor, sonrisas mucho  menos bonitas que la tuya perdidas en un mar de soledad, así que sigue, baraja otra vez que aquí vamos a seguir jugando esta partida, no acabará  mientras tú me dejes  demostrarte mi amor.
Yo no sabía después de aquel día de la jura si eras para mi vida, una realidad o simplemente, un sueño, tal vez una bella ilusión, que ante mis ojos me había puesto la vida, no sé, si eres en mi vida menos realidad o más fantasía, ilusión o sueño, solo sé vida mía que al verte  te reconocí como mi verdad, como mi amor, ese amor que tanto había esperado, luego, la realidad, puso ante mí  el renacer de un nuevo día pero, tú ya no estabas, entonces al abrir mis ojos la realidad me hizo ver que solo en sueños me amabas, que solo en sueños podías besarme y regalarme tus besos que entremezclándose con los míos volvíamos a sentir ese amor de pasión, que solo en sueños tú recogías el perfume de mi piel para guardarlo entre tus dedos, y entonces impregnar tu alma con el aroma de mi amor.
Y como cada tarde ha llegado la hora que marcan mis ansias, donde nacen los sueños, donde la ilusión se ha vestido de noche, donde manda el silencio, donde yo te busco en todos ellos, donde tú apareces dejándome flores y te quedas dormido a mi lado, porque tú amor, te sabes mi dueño y mi paz, donde ahí solo ahí los dos disfrutamos del momento jugando con los besos dándonos un cuerpo a cuerpo, entregándonos al más bello sentir en esta noche clara.
Como cada noche vida mía, te espero, espero enamorado tu llegada.

Matías llamó a Pedro al enterarse por la prensa.
__ ¿Qué hago yo con estas ganas de ti?,  estas ganas de tomarte de la mano y sentir que tu corazón se une al mío, estas ganas de tenerte en mi vida y no dejarte ir, estas ganas de sentir tu cuerpo desnudo muy cerca del mío, entre sábanas y bajo la luz de la luna, estas ganas de envejecer junto a ti.
¿Qué hago yo con estos abrazos que te buscan? ¿Los meto en el tren del olvido? ¿Los llevo a un lugar apartado y los dejo libres?,  subiré montañas, cruzaré praderas enteras, surcaré los cielos, navegaré los siete mares y ríos enteros, pero llegaré a ti a rodearte con mis brazos hasta sentir que el mundo eres tú.
¿Qué hago yo con estos besos que he guardado para ti? ¿Me los tomo con el café? ¿Los guardo en la alacena? Los lanzaré al viento esperando que encuentren refugio en tus labios, esperando que tú les des asilo por siempre.
¿Qué hago yo con estas caricias que son tuyas? ¿He de congelarlas en el refrigerador? ¿He de lanzarlas al mar para que se ahoguen? Me sentaré en la playa, bajo un radiante sol, cerraré los ojos y pensaré en ti mientras el mar te las lleva, mientras bajo las estrellas esperas por ellas, es que las puse a flotar en una botella.
¿Qué hago yo con estos versos que nacieron por y para ti? ¿Se los dedico a mi sombra? ¿Los escribo sobre la arena del desierto? Los grabaré en piedra, llenaré los rincones de tus sueños con ellos, construiré un puente con mis letras para poder alcanzarte en un suspiro.
¿Qué hago yo con este amor que siento por ti? Lo envolveré en un paño de seda y lo meteré en un baúl a la espera que llegues a mí, a la espera que de amor te vuelvas loco pero por mí.
Me miraba la noche anterior en el espejo y mis ojos han cambiado demasiado. Me he quedado sin brillo. Dicen que el amor cuando se va, no se debe detener; pero siempre buscamos deshacer las maletas.
Me miraba y en cada línea de expresión cerca de mis ojos y de la boca, recordaba cada risa que provocó algún día ese chiste que solías contar las tardes de reunión con la familia.
Quizá me reí algunas veces por no dejarte quedar mal, pero me encantaba ver tu boca, y tus labios, y tu cara cada vez que se llenaba de sangre porque sentías vergüenza de contarlo.
Te amaba, te amo. Ya no lo sé, quizás en el camino nos llenamos de espinas el corazón y sangramos tanto que nos hemos quedado sin fuerza.
Ahora frente al espejo, solo espero ver aquel que un día fui y que no soy más.
Los latidos siguen doliendo y ya no me miras; ya no te miro y siento que como yo, también te ves en el espejo y te preguntas, ¿qué estamos haciendo?
__ Basta, Matías, dejé las cosas en claro cuando fui a  la casa.
__ Conque era eso, ¿eh? ¿Por qué en lugar de ese montaje no me dijiste que estabas con otro? Y nada menos que con un magistrado de la altura de Guillermo Graziani, no podía esperarse menos de ti. Has progresado mucho en todos los sentidos, Pedro.
__Eres mezquino, envidioso y además, no estaba liado con él cuando terminé lo que… lo poco que teníamos.
__Eso, cuéntaselo a tu abuela. __ Matías soltó una amarga carcajada__. Aunque, pensándolo bien, será mejor que se lo cuentes  al juez.

__Mira, has estado toda tu vida tan ocupado en evitar  comprometerte que ya lo estás confundiendo todo. Nunca hubo amor entre nosotros, solo un gran cariño y al inicio intereses comunes, pero si algo era claro es que jamás te comprometerías, pero si ni siquiera te mudaste conmigo.
__Por lo menos sé cuándo engaño a alguien, Pedro.
__Yo no te he engañado, no era amante de nadie hasta no dejar todo en claro contigo.
__Entonces, ¿qué hacías? ¿Acostarte con él a la hora del almuerzo porque antes de las seis de la tarde eso no cuenta?

Pedro cortó la llamada bruscamente, lamentando que su larga relación con Matías tuviera que terminar de aquella manera. Le escribió una carta a su hija, en la que le explicaba que un matrimonio con Guillermo parecía un poco precipitado, pero que todo se debía a que este era un hombre encantador y no a una aventura previa estando aún con el padre. Le decía, también, que cuando visitara a Matías, el año siguiente, la puerta de su casa estaría abierta para ella igual que siempre. No quería que la chica pensara que la rechazaba.
Tenía un montón de cosas que hacer. Le escribió a Gaby dándole la buena nueva y como advirtiera Guillermo, poco faltó que a su madre le diera un ataque al corazón cuando la llamó.

_ ¿Estás sentada?
__ ¿Qué ocurrió, Pedro? __dijo Amalia, al borde de las lágrimas.

Apenas tenía sesenta años, pero parecía que tuviera el doble. A los setenta y cuatro, su esposo estaba muy viejo, ella lo había asimilado muy mal.
__Es algo muy bonito, madre. Algo que llevas mucho tiempo esperando.
__No acierto a imaginar qué puede ser a no ser otro ascenso _dijo, Amalia, clavando los ojos en la pared.

__Me caso dentro de tres semanas.
__ ¿Cómo? ¿Con quién? ¿Con el hombre con el que has vivido todo este tiempo?
No tenía a Matías en muy alto concepto, pero ya era hora de que regularizaran su situación. Sobre todo teniendo en cuenta que Pedro era juez. Poco esperaba de la sorpresa que le iba a dar su hijo.

__No. Con un magistrado del tribunal superior. Se llama Guillermo Graziani, él fue quien me tomó juramento, mamá.
Después le contó el resto de la historia. Y Amalia rio y lloró sin poder contenerse.
__Hijo. Hace tanto tiempo que esperaba oír esta noticia.
__Y yo. __Pedro también reía y lloraba a la vez__. La espera ha merecido la pena, siempre te lo dije mamá. Ya te darás cuenta cuando veas a Guille. ¿Vendrás a la ceremonia? Nos vamos a casar el catorce de febrero. Será el civil, y supongo que una fiesta de amigos de él, yo no tengo muchos ahora que Beto murió.

__El día de San Valentín, qué detalle bonito. __A  Pedro le daba un poco de vergüenza, pero tanto a él como a Guillermo les hacía gracia__. No me perdería esto por nada del mundo. No creo que vaya acompañada, mi esposo no está en condiciones de viajar, es decir que no podré quedarme demasiado, pero iré.

__Más te vale, mira que es un privilegio que en Argentina exista el matrimonio igualitario.
__Iré hijito, claro.

Amalia tenía mil cosas que hacer antes de irse, y deseaba colgar el teléfono para poder empezar. Su hijastra acababa de casarse por cuarta vez lo cual ya era intrascendente, pero ¡Pedro se iba a casar! ¡Y nada menos que con un magistrado del tribunal superior! Y, por si fuera poco, Pedro, le había dicho que era muy guapo. Amalia se pasó la tarde yendo de un lado a otro, en un estado de nerviosismo total. Al día siguiente iría a la ciudad para comprarse la ropa en un lujoso establecimiento. Necesitaba un vestido de ceremonia. No, quizá sería mejor un elegante traje sastre. No podía creer que, al final, su hijo se casara. Aquella noche musitó una silenciosa plegaria de agradecimiento.
__
__Sin duda despojé  mi alma ante ti, tu amor logra todo aquello  que cree que no existe
porque supiste ver  mucho más allá de mi geografía, de mi piel, me viste a mí,  a mis ojos, mis palabras .
Despojaste mi alma  porque lograste  desnudar mis miedos, mis dudas, mis demonios.
Ahora solo deseo acunarte  entre mis brazos, al hombre que muchas  veces se sintió frágil  ante algunas tormentas, quiero cuidarte, protegerte de todo, de todos, siempre.
Llegaste hondo en mi corazón, enamoraste mi alma entera  y pude entregarme al  calor de tu cuerpo  sin duda alguna de que  serías mi alma gemela __susurró Guillermo.

__Es una locura envolverme  en tus besos y en tu piel y dejar que me ames de esta manera,
tan ricamente loca, haciendo locuras, juntándose tu boca con la mía, apasionadamente locas.
Mis dedos entre tu pelo  donde se tejen tus sueños  y donde anidan los míos,  cada vez que te beso.
Tus hermosos ojos me miran y me desnudan para sentirme en la piel  de tus deseos.
Me abrazo a tu pecho  donde me acurruco  porque soy feliz en tus brazos  y muy fuerte me abrazo a ti para no irme jamás. Tus brazos que me dan calor y me dan calma y  los besos de tu boca quiero  cuando me anido en tus brazos  y gozamos del sudor de tu piel y la mía… más, siempre quiero más de ti,  hasta que me sientas en tu cuerpo, espíritu y tu alma, ser tuyo y tú mío,  me gusta todo de ti. ¡Eres hermoso Amor!
Tenerte, sentirte, y amarte es mi deseo. Soy feliz contigo,  tú conmigo,  yo contigo.
¡Te amo mío! me doy todo a ti en cada encuentro de amor.


No me interesaban las horas que pasaban, lo tarde que se hacía, no me importaba nada del mundo, solo deseaba que amaneciera para hacerlo contigo de tu mano, moría por llenar tus labios de antojos, morían mis deseos tiernos cuando se acercaba la hora de separarnos, solamente quería vivir sin pensar en nada, engañando al mundo que no veía en la noche cómo enamorábamos a la luna con nuestro amor haciéndole perder toda su voluntad y en su sueño de amor apagaba su luz para cubrirnos.
Pero sé vida mía que está por llegar ese día soñado donde nuestras miradas se clavarán y amanecerán unidas, entonces el destino sonreirá por lo que ve ,y mis mariposas dejarán de revolotear, dejaremos pues, que en nuestra piel se desnuden las caricias soñadas,  las que ahora solo están en los renglones de mis verbos, se acabarán los silencios y nuestros besos descubrirán la pasión de ese instante que se hizo eternidad, entonces las noches negras tendrán su Luna donde se arroparán otros enamorados, pues tú y yo ya tendremos nuestro cielo para amarnos.

14 de febrero.

Pedro ya contaba con treinta y ocho años, Guillermo con cincuenta cuando llegaron  a la fecha y la boda fue preciosa. Se celebró en la residencia de Guillermo, y dos violines y un piano interpretaron una delicada obra de Brahms cuando bajaron tomados del brazo y embobados por la escalera, pese a que había sido cumplida la tradición.  Pedro pasó la última noche solo en su casa que decidió mantener como sitio de trabajo, y solo acababan de reunirse para el inicio de la ceremonia, los dos vestidos de  gala y de negro, con trajes de Givenchy, y zapatos de Dior, se los veía tan orgullosos a uno del otro que las lágrimas acudían sin permiso a los ojos cada vez que tropezaban en la mirada.
Cuando pronunciaron los votos los dos contenían el llanto.

__Te amo y te lo diré al despertarme entre tus brazos cada mañana con un beso en la frente,
caricias bajo las sábanas.
__Te amo y muero en deseos, en esos  deseos de sentir cómo  arde tu piel con cada caricia de mis manos, mi boca y  todo mi cuerpo.
__Te amo, te lo digo cada día pues sin ti  no viviría, te lo dice mi corazón a gritos  palpitando con fuerza en  tu presencia, que si aún está vivo  es por tu amor.
__Te amo con todo mi corazón, te amo en la profundidad de mi alma que se desnuda ante tu presencia exhibiéndose con tu mirada,  buscando tu aprobación.
__Te amo sin tiempo ni espacio  y te amaré hasta el último soplo de vida porque un amor así
no tiene fin.

__ ¿Sos feliz amor mío? __preguntó Guillermo con una dulce mirada.

__Mucho __musitó, Pedro.

A este le parecía imposible haber encontrado a un hombre como aquel. Jamás había conocido a nadie igual. Era como si hubiese nacido para ser suyo, y se alegraba de no haberse casado con Diego, ni con Matías, ni con ninguno, era solo Guillermo el que debía de ser. Mientras avanzaba por el pasillo, empezó a pensar en Beto. “Bueno mi querido tonto, ¿he hecho bien?” ¿Te agrada?, le preguntó en su fuero interno. ”! Estupendamente bien!” Sabía que Beto habría hecho muy buena  amistad con Guillermo y le pareció percibir su presencia a su lado. Gaby  le envió un telegrama de felicitación pero no viajó, afectada aún por el duelo. Sí estaba allí Fabián, el hijo de Guillermo, esbelto, atractivo y simpático, acompañado por Valeria, el amor de su vida. A Pedro le gustaron mucho. Formaban un grupo muy agradable, todos se divertían juntos, y le tomó especial cariño, casi se sentía un hermano mayor.

__Menos mal que ha tenido el buen juicio de esperar a que creciera _dijo Fabián abrazando al padre y sonriendo a Pedro__. En primer lugar, la casa está más tranquila ahora, y en segundo lugar, no tendrás que soportarme. Mi padre llevaba mucho tiempo solo, y me alegro mucho de que te cases con él, no me gustaba verlo solo en esta casa, porque vivirán acá, ¿verdad?

__Sí, hijito, es cómoda, está armada para los dos, para vos.

Fabián era algo alocado, vestía elegantemente, adoraba a Valeria y quería mucho a su padre.
Formaban un grupo ideal, y Amalia que miraba de lejos se alegró de que Pedro no hubiera cometido la insensatez de enamorarse de otro en la época en que ella los veía a todos con buenos ojos. Pedro supo esperar la llegada de un hombre extraordinario. Y menuda vida iba a llevar. La casa era la más bonita que Amalia hubiera visto jamás, y Pedro se había compenetrado enseguida con el ama de llaves y el mayordomo. Pasaba de salón en salón, atendiendo a sus amistades mientras la gente se dirigía a él llamándole “señoría”, y alguien recitaba un poema burlesco a propósito de un juez y un magistrado.
Para todos fue una tarde maravillosa, la ceremonia civil, la comida, el vals, el baile, todo parecía un cuento de príncipes, supieron esperarlo, y este se concretó. Los periodistas registrados, tuvieron la primicia del matrimonio.

Pedro había pedido un mes de vacaciones. Y cada vez que sentía su nombre, le sorprendía el juez Pedro Daniel Beggio, a lo que sumó el apellido de Guillermo aunque fuese hombre, y se hizo llamar cada vez que pudo Pedro Daniel Graziani Beggio o al revés, mientras su esposo lo contemplaba arrobado.
Lo había esperado treinta años y se había resistido al matrimonio durante casi dos décadas, y ahora había dado el salto, y quería disfrutar de todos los beneficios que la nueva situación le reportaba.
Regresaron a México para la luna de miel, y pasearon más sitios que la primera vez, aunque les gustaba la intimidad de quedarse en Playa del Carmen, y en el mismo hotel, tenía más encanto que Cancún u otro sitio, de regreso, pasaron por Los Ángeles, y La Costa Este de Estados Unidos, y al regresar, la casa que esperaba parecía  más confortable y bella que nunca.

Todas las noches regresaban a casa felices y  contentos de verse. Una de ellas, Guillermo le preguntó con tono cariñosamente burlón.

__ ¿Cuándo vas a empezar a comportarte como un verdadero esposo y sermonearme un poquito?
__Creo que he olvidado hacer esas cosas.

Guillermo lo miró sonriendo, luego volvieron a hablar de la casa de Pedro. Este pensaba al fin alquilarla. Era tan bonita, que no quería venderla, aunque le constaba que jamás volvería a vivir allí.

__ ¿Y si yo te la alquilo para Fabián y Valeria cuando vengan a visitarnos?
__Sería estupendo _contestó, Pedro__. Vamos a ver__. Te lo puedo negociar a cambio de una docena de besos y otro viaje a México.

Guillermo rio, pero le encantaba malcriarlo. Al final decidieron conservar la casa y alquilarla.
Cuando Pedro otra noche  vio entrar a Guillermo, porque en su memoria solo él traspasó el umbral de aquella estancia, se puso en pie como disparado por un resorte invisible. Guillermo era, sin lugar a dudas y con diferencia, el hombre más atractivo que había visto jamás. No muy alto, pero estilizado, sus facciones, extraordinariamente fuertes y masculinas, parecían haber sido cinceladas con una precisión fuera de este mundo: los labios finos y carnosos; la nariz, ni grande ni pequeña, proporcionada y ligeramente recta; el cabello negro, le daba un aire despreocupado y jovial. Y sus bellísimos y profundos ojos café, ¡oh, Dios mío!, eran como dos ventanas desde las que su alma se derramaba, acariciando con delicada mansedumbre todo lo que se encontraba a su alrededor. ¿Era posible que aquel bellísimo ser, en cuyo rostro el paso del tiempo aún no había dejado huella, le superase la edad? Fue un instante muy breve, pero él  debió captar todos y cada uno de sus pensamientos, porque cuando Pedro volvió en sí lo descubrió mirándole con fijeza y sin pestañear a través de sus ojos del color del café al atardecer, como si se tratara de una aparición. Cuando Guillermo  distendió sus facciones y le sonrió, obsequiándole con un par de besos, Pedro creyó deshacerse.
Siento tu mirada anhelado mi deseo,  tus  ojos como dos perlas iluminando mi alma no paran de verme,  contemplan mi silueta y van  ansiando más el deseo de acariciarme y tomarme en tus brazos para hacerme toda tuyo.
Que con ansias me esperan deslizando tus manos por toda mi piel, cortejando mis pezones que ansías besar con delicadeza, sigue recorriendo en caricias deteniendo tus manos en las gemelas de mis muslos.
Hundes tus dedos dejando tu marca en mi piel, me pegas como un imán a tu pecho  me miras, me besas y juegas  entre mis muslos con la presión de tu sangre que te ha alborotado la pasión y te entrego mi placer que en gemidos estalló lavando toda tu zona recreacional, vuelvo a ti sin cansancio y te exijo más de tu amor hasta ahogarme de tu pasión susurrándote al oído palabras que te  erizan la piel y te excitas más de mi pasión.
Nos vemos una y otra vez en nuestros ojos el reloj es nuestro enemigo porque va anunciando que el tiempo se va terminando para seguir en nuestro idilio de amor, termino  rendido en tus brazos hasta que los pájaros anuncien el amanecer y volvamos a reencontrarnos nuevamente al anochecer.
Habitas mi cuerpo en noches inquietas  de sueños de pasiones entre amores,  bebiendo de mis entrañas todos tus sueños,  recorriendo mi cuerpo con tus besos tras tus dedos,  despertando mil deseos cuando te prendes de mis pezones disfrutando de las mieles  por todo mi cuerpo, me habitas todas las noches, siempre vuelves a hurtadillas te quedan ganas  de mí y buscas bajo mi piel enredarte en mi cadera  y sientes ganas de juntar tus piernas con mis piernas  en el acomodo de tu deseos y la pasión donde conquistas mis ganas de ti, ¡Sabes que me habitas!
No hay espacios vacíos entre mi alma y la piel, vas dejando tu huella para que no te sea infiel,
no he de buscar por ahí; pues tú me vives completo,  de los pies a la cabeza me haces arder en llamas y haces brotar de mi fuente la humedad que contenta, a veces creo; que confesarme no alcanza penitencia,  amarte de este modo siempre será pecado, me habitas el alma, la carne y hasta los huesos,  no dejas nada sin auscultar,  te adueñas de mi piel, me haces lienzo de pintor
donde pintas tus manos dejando huellas, y hay tanta pasión desenfrenada entre tu cuerpo y mi cuerpo,  te habito y me habitas, dentro muy dentro... cuando me penetras, te quedas quieto, te siento,  e te incito a iniciar el vaivén y en cada embestida me acompaso a tus caderas, acelero contigo mientras ascendemos al cielo en el uno porque siempre tenemos ganas de amarnos hasta los huesos, este amor es desesperado y despierta las pasiones  entre tu cuerpo y mi cuerpo dispuestos  a morir en un “te amo” y un “te quiero”  amarnos, teniéndonos así mientras habitas mi cuerpo. Renaciendo cada noche tú en mí y yo en ti.
Ansiaba que llegara la hora de verte. Mi ser iba vibrante. Mis labios sedientos y mi cuerpo anhelante... de ti. Me esperaba tu linda sonrisa. Tus ojos felinos. Tus manos inquietas.
Tu voz acariciando mi oído... ¡Y yo feliz!
Nuestras bocas, bebiéndose. Nuestros ojos, ardiendo. Dos corazones, explotando. Las pieles fundiéndose... ¡Al fin! Y tus besos suaves, se posan de norte a sur, por toda mi espalda. Tu aliento cálido envuelve mi cuello. Te adueñas de mis suspiros y ganas... ¡Por ti!
Y ya nada nos detiene. Desnudamos alma, piel y sentimientos. A tan solo un roce de los dedos,  ya nos entregamos, ya nos pertenecemos...
Eres sin dudarlo, quien me complementa. Eres la mitad que me hacía falta. Mi alegría, mi fortuna, mi amuleto. Mi presente perfecto, mi anhelada mañana.
Sentir cómo te entregas, me estremece todo. Haces del amor un bello ritual. Besas como le encanta a mi boca. Esto que ambos sentimos  no tiene igual. Me has pedido que solo me deje amar. Y yo, ya te he entregado todo mi corazón. Me has pedido que nunca te vaya a dejar. Vida de mi vida. ¿Cómo hacerlo?  ¡Si tú eres mi gran amor!
__Soy tan buen catador de  hombres que los comparo con la belleza de un buen violín, donde su auténtica hermosura solo aparece ante el músico adecuado.
Los dedos de las manos los comparo con las cuerdas, que deben tocarse con suavidad y la presión justa para conseguir el mejor sonido, abrazando su cuerpo con ternura pero con firmeza para que las notas se fundan armónicamente y produzcan un intenso placer.
Nada más placentero que escribir y cantar al amor, hacerle el amor al ser amado y escucharle susurrar te amo.
La danza de dos cuerpos con el jadeo del viento y el paroxismo en el canto del ruiseñor; son la cumbre extasiada en el lecho de los astros y las personas que perciben el aroma del elixir sacado a sudor de dos materias corpóreas entrelazadas ¿Dónde está la magia? -ahí en tu cuerpo enredado al mío brindando pócimas danzantes para la mezcla al vaivén de tus caderas como aleación mágica.
Tomar a dos manos lo que necesites; degustar y saborear  para que todo sea procesado lentamente. De ser necesario, cierra los ojos que tu mente está despierta y los oídos escuchan el latido del corazón mientras los sentidos se agudizan.
No me robes la experiencia que una vez hurtada, habría que recomenzar, pero nada se repite; cada momento es nuevo y la magia también porque nada retrocede al tiempo y de eso se trata el diario vivir.
Al despertar las sensaciones del amor, el fuego de la vida se enciende hasta desear morir achicharrados en el fuego de la pasión, como las mariposas que revolotean frente al foco, sabiendo que este arde y en él parecerán: así es el amor que quema en el fuego eterno tus ojos de negra noche.
Ver tus profundos ojos, es perderme en el infinito cielo de los sueños existentes y el deseo irracional. Internarme en los suspiros del pensamiento absurdamente curioso y la comprometida razón, quedarme fundido en la caricia perenne de las miradas que extasían mis sentidos. Ver tus ojos de oscura noche, es arropar mi piel con la fragancia matutina de un beso anhelado, y dormirme en el reflejo de la luna que arrebata en un gemido la pasión desmedida de nuestros cuerpos delirantes de ansiedad; el uno por el otro, ver tus ojos con ese brillo de sol nocturno es invitarme a vivir la locura cautiva de mi soledad, a conocer de cerca el principio del infinito mar de la seducción y probar de a poco el amor eterno que habita en tu corazón de niño-hombre o de hombre-niño, hombre; cuando me sometes a esos besos que me extravían en el delirio y niño cuando te quedas en mis brazos tibios, refugiado en mi pecho latente, suplicando mi cariño sumergido en mil caricias y así en el mutismo de nuestros cuerpos abrazados y amorosamente abatidos por el cansancio, perdernos en un firmamento de destellos inusitados y espontáneos formado entre tu mirada y la mía.
En la pureza de las almas, se mueve una presencia divina, esa fuerza invisible que todos perciben y deja huella por donde camina, es el regalo divino cual maná bajado del cielo, el que embellece nuestro rostro y nos inunda de paz y consuelo, su mirada tierna, profunda y compasiva, es la fuerza que nos impulsa a avanzar cuando nuestra vida va cuesta arriba, es el faro que nos alumbra y nos guía cuando nuestra barca navega a la deriva; amor divino y perfecto, brazos que nos estrechan y transforman lo vil e imperfecto; y hace del material bruto una hermosa joya que brilla cual estrella en el firmamento. Sombra que nos cobija cuando el sol ardiente calcina, brisa que nos acaricia cuando la ansiedad y la fatiga nos domina; oasis en el desierto que da vida al moribundo y sacia al sediento, voz que clama a los cuatro vientos tratando de alcanzar al perdido y librarlo del sufrimiento, bálsamo y ungüento para sanar corazones mutilados por el tormento; amor paciente que abraza aun a sus enemigos, amor que no se cansa de brindar consuelo al que está triste y afligido; amor que te inunda y llora contigo, amor que te abraza cuando te dan la espalda tus parientes y amigos, ese amor divino, es el mismo que ha estado contigo en toda ocasión. Él es el mismo de ayer, hoy y por toda la eternidad, es mi Dios, mi padre bueno, el rey del universo. En  vos he vuelto a creer en Él.
Hoy has vuelto amor a mí, volvías abriendo el amanecer para mis sentidos, sentí ese te quiero perdido mezclado entre melodías perdidas en el aire, que solo yo sé que va dedicado a mí, en ese momento tu ausencia me mordía el alma, diciéndome quiero volver, volver a ti mi amor.
Una noche más necesito estar cerca de tus besos vida mía, y volar en tus labios con mis besos desnudos, y sentir tu cuerpo, tocaremos el universo como jóvenes enamorados en plena primavera.
En mí, quedó tu esencia y tu risa, que creo escuchar en mis noches sin lunas, llenas de delirios con ansias de amarte y salir en busca de tus besos en mis noches vacías de ti, necesito escuchar un te quiero amor.
Te esperaré en la noche vida mía, dejaré en mi piel el sabor a sal que nuestro mar en su bondad hoy me ha regalado.
 Esta noche es toda nuestra y haremos de ella un derroche de amor los dos, donde jamás podremos olvidarla porque aquí quedará nuestro amor consumado en huellas de pasión.
Ven, a mis brazos déjame acariciar tu alma y besar todo tu cuerpo, déjame sentir mi piel en tu piel y hacerte sentir mi pasión, que esconde mi ser que sientas de nuevo vibrar tu corazón de felicidad.
Dejemos atrás el miedo,  entreguémonos con pasión nuevamente al amor, derrumbemos los obstáculos que aprisionan el corazón y no  permiten ser feliz, demos  rienda suelta a la pasión y locura que sentimos hasta desquiciarnos perdiendo la razón.
Déjame desnudarte con delicadeza poco a poco, mientras tú te apoderas de mis besos de pasión y tus manos también van a la par con las mías, acariciándome y desnudándose mi piel.
Cerremos los ojos y volemos en delirio a la pasión, que sean nuestros cuerpos que hablen el lenguaje del amor, recréate en mi piel que sedienta está por sentir el calor de tus besos y recorre las montañas de mi ser.
Humedece tu piel con el perfume de mis rosas que destilan por la lujuria y pasión que me hace sentir y estallar en placer, despertando  todos los deseos que hay en ti hasta hacerte temblar de emoción en mí.
Qué importa si el tiempo pasa y no se detiene, esta noche es nuestra gran noche y no habrá quién interrumpa nuestro momento de amor, seremos el uno del otro convirtiéndonos en una sola alma.
Viendo cómo el anochecer se va huyendo de nuestras miradas, trayendo de vuelta el amanecer encontrándonos amándonos aún acompañados por el trinar y cantar de los pájaros.
Sintiéndome todo tuyo,  fundido en tu ser quemamos  toda la pasión, saca el demonio que hay dentro de tu ser escondido para mí, vuélvete loco de placer y haz que el volcán dormido en mí despierte y en su  erupción  estalle en ti.
Lavándote todo de mi esencia guardada solo para ti, llévame a conocer tu paraíso y de paso el cielo que nos cubra con su color y goce mi piel de tu piel y pueda probar el manjar que esconde la pureza de tu alma en tu ser.
Así juntos llegamos a esa cúspide de emociones, deseos y placeres, sin medida y desmedida hasta delirar de locura la pasión sentida  juntos los dos en una gran noche de amor.

---Me despertó esta mañana el corazón diciéndome muy despacito tu nombre en voz bajita, me quedé embelesado en tus ojos, me perdí en el manantial de tu boca, tus labios de hierbabuena... quise por un momento volver a cerrar mis párpados y soñarte de nuevo.
Por entre medio de la explanada de mi alma, una arboleda, y dentro de la arboleda, ramas de árboles que asomaban a tu sonrisa despampanante.
Me desperté, queriendo surcar el mar de tu cuerpo lentamente hasta quedar varado ante ti, me desperté oliendo a ti, impregnado del aroma de tu cuerpo, ese que tanto me hace sentir.

___

Un día en que Pedro se sentía más feliz que nunca y todo le había salido a pedir de boca, se tropezó con un hombre en la calle. Salía de la sala del tribunal para almorzar con Guillermo cuando se encontró cara a cara con Diego.
Al reconocerlo, este puso cara que pondría alguien que acabara de descubrir un yacimiento de petróleo en el patio de su casa, y empezó a charla amigablemente con él. Era increíble la angustia que le había causado aquel hombre en otros tiempos. Pedro se asombró de que los hijos ya tuviesen dieciocho y veintidós años.

__! Santo Cielo! ¿Tanto tiempo ha pasado?
__Así parece, Pedro _respondió, Diego con voz melosa.

Pedro se sintió molesto al ver en su mirada unas insinuaciones que estaban fuera de lugar desde hacía varios años__. Mi mujer y yo nos divorciamos hace ya seis años.

¿Cómo se atrevía a decírselo? ¿Cómo se atrevió al fin a divorciarse después de haberlo hecho sufrir tanto?
__Qué pena _le dijo con voz glacial.

No le interesaba nada de lo que Diego le contaba y no quería hacer esperar a Guillermo. Sabía que este se hallaba ocupado en una causa importante.
__Bueno… No sé si… Quizá podríamos vernos alguna vez. Ahora vivo en Buenos Aires.
__Nos encantaría verte algún día __dijo Pedro sonriendo__. Pero en estos momentos mi marido tiene un juicio muy importante entre manos.

Le dirigió una mirada casi perversa, le saludó con una mano. Le dijo unas palabras irónicas y se fue. Cuando se reunió con Guillermo en el grill, él aún pudo ver en los ojos de su esposo el reflejo de su victoria.

Era uno de sus restaurantes preferidos. A menudo, se sentaban en una mesa del rincón, y se besaban y acariciaban durante el almuerzo mientras la gente les miraba sonriendo.

__ ¿Por qué estás tan contento? __le preguntó Guillermo, que lo conocía bien.

__Por nada. __Pero no quería ocultarle sus secretos, aunque en realidad no tenía ninguno__. Acabo  de tropezarme con Diego  por primera vez en siete años. Menudo hijo de perra está hecho. Supongo que lo fue siempre, el muy cerdo.

__Bueno, bueno, ¿qué te hizo para merecer semejantes epítetos?
__Es el hombre casado del que te hablé.
_! Ah! _ exclamó, Guillermo, contemplando divertido el fuego que ardía en un Pedro enfurruñado por suerte no con él.

Sabía que no corría ningún peligro de perderlo, no porque estuviera muy seguro de sí mismo, sino por el profundo amor que ambos se profesaban.
_ ¿Y sabes una cosa? Finalmente se divorció.
__Era de prever _ dijo sonriendo él__. Y ahora querría recuperarte, ¿verdad?

__Le he dicho que nos encantaría verle algún día. Y me he largado sin más _contestó, Pedro__. Cómo pude estar tan ciego, con él, con Matías…

___Eres un pequeño brujo. Y no estabas ciego sino solo, y cuando el amor tarda en llegar a veces nos consolamos con cualquier cosa. Pero te quiero, de todos modos. ¿Cómo te ha ido hoy en el tribunal?
__Bastante bien. Voy a tener un caso interesante, un delito industrial. Será muy embrollado, pero planteará interesantes cuestiones técnicas. Y como ve señor juez aún no me han llevado a usted por apelar ninguno de mis fallos.
__Ni lo harán, siempre lo supe.
__ ¿Y cómo va lo suyo?
__Vamos tirando… __contestó Guillermo, sonriente. Luego, hizo una pausa y miró enigmáticamente a Pedro__. Por cierto, me ha llamado, Fabián.

__ ¿Cómo está?
__Bien.
Se miraron Algo raro estaba ocurriendo.
__Guille… ¿qué pasa?

Estaba preocupado por él, lo veía raro.
__Ha ocurrido lo peor. Al final, me han hecho la faena. Voy a ser abuelo. __Estaba contento y disgustado a la vez.

__! Oh, no! __exclamó, Pedro__. Tan jóvenes un hijo, pensé que se recibirían antes, soltando una carcajada__. ¿Cómo te han podido hacer eso a ti?

__! Es precisamente lo que he dicho! ¿Te lo imaginas?
__Con cierta dificultad. Vamos a tener que comprarte una peluca blanca para que resulte más verosímil.
 ¿Cuándo tendrá el niño?
__En enero. Más o menos por mi cumpleaños. O hacia Nochevieja, lo que nos arruinará la fiesta.

Los dos se echaron a reír.
La niña vino al mundo el primer día del año, y Guillermo y Pedro decidieron trasladarse donde ellos para verla. Al fin Guillermo estaba deseando llegar, era una niña, y con cincuenta y un años y treinta y nueve eran abuelos.
Valeria se encontraba instalada en la mejor habitación de la maternidad del Hospital y la niña era  pequeña y sonrosada. Guillermo le dedicó los cumplidos de rigor.
Al regresar al hotel hizo apasionadamente el amor con su esposo.

__Por lo menos aún no estoy totalmente decrépito. ¿Qué tal resulta hacer el amor con un abuelo, amorcito?
__Mucho mejor que antes.

Pero Guillermo vio en sus ojos algo extraño y lo comprendió inmediatamente.
Lo atrajo suavemente hacia sí acariciando su aterciopelada piel desnuda y empezó a inquietarse. A veces, cuando algo lo preocupaba, Pedro lo escondía en lo más hondo de su ser, como estaba haciendo en aquellos momentos.

__ ¿Qué ocurre, amor mío? _le susurró, Guillermo.

__ ¿Y por qué piensas que ocurre algo? _repuso Pedro sorprendido.

__Te conozco muy bien. No puedes engañar a un viejo como yo. Por lo menos, a uno que te quiera tanto como yo te quiero.
Pedro trató de negar que ocurriera algo, pero después, para su asombro y el de su esposo, se echó a llorar en sus brazos.

__Es que esto ya me había sucedido, cuando nació mi ahijada, la hija de Gaby y Beto, Bepsy.
__ ¿Qué cosa?
__Lo mismo que antes, el hecho de contemplar a Valeria  y a Dianita me ha causado un dolor indecible… una terrible sensación de soledad y vacío que solo experimenté dos veces en mi vida.

Guillermo estaba asombrado y Pedro todavía más. Pero había vuelto a ocurrir y más profundamente. Nunca había imaginado que se albergaran en su interior aquellos sentimientos.
__ ¿Quieres un hijo, Pedro?
__Pues no lo sé. Solo dos veces he sentido estas cosas.
Y eso que casi tengo cuarenta años.

De súbito, lo deseó con toda su alma, y volvió a recordar las palabras de Alberto, y también las de Gaby.
__ ¿Por qué no lo piensas y lo discutimos más adelante?
__Dijiste que eras demasiado mayor para eso. Yo también lo soy.
__No, si de veras te importa. Al principio podría resultarme un poco molesto, raro, pero ya me acostumbraría. Otros hombres tienen una segunda o más familias a mi edad, e incluso más grandes que yo e hijos __dijo Guillermo sonriendo__. Solo quiero no verte llorar, no lo soporto, piénsalo.

__No tengo tiempo para un hijo.
Le tomó la cara entre las manos, y buscó la mirada aún anegada.
__Piénsalo, ¿sí?
__Sí, gracias.

CONTINUARÁ.
HECHOS Y PERSONAJES SON FICTICIOS.
CUALQUIER PARECIDO CON LA REALIDAD ES COINCIDENCIA.
LENGUAJE ADULTO.
ESCENAS EXPLÍCITAS.

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