domingo, 16 de diciembre de 2018

¿ERES TÚ? CAPÍTULO QUINCE.





¿ERES TÚ?
 CAPÍTULO QUINCE.


28 de enero de 2017.
“Y entonces jugamos al cíclope, nos miramos cada vez más de cerca y los ojos se agrandan, se acercan entre sí, se superponen y los cíclopes se miran, respirando confundidos, las bocas se encuentran y luchan tibiamente, mordiéndose con los labios”.
Julio Cortázar.

__Estoy enamorado de vos, Pedro Beggio, y me daría igual que estuvieras emparentado con Dios y que te hubiera conocido ayer. La vida es demasiado corta como para perderla en tonterías. Nunca lo he hecho y jamás pienso hacerlo __ a Guillermo se le ocurrió algo _vamos a hacerlo como Dios manda, nos comprometeremos al regresar, y según tu sueño, nos casaremos antes del aniversario del choque. ¿Qué te parece?

Ya estaba pensando en el anillo que iba a regalarle… Lo que él quisiera. Le rodeó con los brazos mientras Pedro lo miraba con los ojos llenos de lágrimas.
__ ¿Te das cuenta de que apenas hemos tenido intimidad?
__Es un descuido por mi parte que podemos solucionar. En verdad iba a hablarte de eso a continuación de oír tu sí.
__ ¿Quieres decir que somos novios?
__Supongo que sí.
Parecía increíble, pensó Pedro.
__ ¿Qué te parecería casarnos el 29 de diciembre?, pasaríamos en familia la Navidad y después nos iremos de luna de miel a cualquier sitio que nos guste.
Llevo una vida caminando en la cornisa, solo encontrando al final un abismo, en cambio hoy te veo a vos, cielito y en esta propuesta un futuro de ensueño donde ya no temo a nada.
Llegará una nueva tarde, un nuevo anochecer, donde quizá me encuentres aquí entre gente cualquiera, oliendo una rosa pensando que estoy perdiéndome en el perfume y suavidad de tu piel, reteniendo en mis ojos la luz del atardecer sintiendo es tu mirada que se duerme a mi lado, me beberé al abrigo de las estrellas un trago de un vino blanco, pues sin tus labios besando los míos todo perderá su color.
A la orilla del final de una nueva estación estaré aún esperando que llegue aquella próxima primavera en la que florezcan las flores y estén tus ojos a mi lado para verlas, despertará la brisa en tus cabellos que acariciarán mis dedos, instantes antes de que nazcan los besos apenas húmedos como rocío de una tibia mañana, les daremos alas en algún momento de pasión para que encuentren nido en algún lugar secreto, íntimo de nuestros cuerpos.
Esta oscura claridad en la que se pierde hoy mi mirada, se verá encandilada por tu belleza que siempre será destino de mi atención, buscaré aun en los instantes que me vista de tu ausencia la sombra de tu silueta que abrazada a la mía me hará compañía, llevaré  en la piel tatuados tus besos que me harán  necesitarte a cada momento, mi cuerpo sediento de tu sudor me hará recordar la urgencia de volverte a amar, me volveré inevitablemente adicto a tu pasión, daré prisa al reloj tan solo para perderme en el calor de tus brazos.
Al filo de una nueva noche, de un nuevo día me veré esperando te traiga el brillo de la luna para a mi lado contemplarla o el despertar del sol nos abrace juntos con esa tibieza que comenzará a despertar el amor nuevamente entre los dormidos cuerpos. Me veré luego de otro día de sueño despertar una vez más abrazado a tu ausencia… más como cada día aferrado a la esperanza de poder amarte.
__Deberé superar un montón de miedos,  preparar a mi familia, acostumbrarme a la idea de conocer a mi suegra, pero creo que no dudo que merece la pena, que durará para siempre. Lo cierto es que no había imaginado volver a amar y menos reiniciar un proyecto de vida de dos, mas ahora ya no puedo imaginarme sin ti, Guille.
Se me rompen los labios por guardar tu nombre, por guardar con celo este amor que vive en mí, por dejar de vivir mi mundo en blanco y negro, se me desangran los labios por no poder gritar que te amo y poder besar los tuyos.
Mi vida transcurría donde mis pies me llevaban, sin rumbo fijo, sin parajes buscados, parajes de olvido diría mi alma, nunca el sol brillaba, ni buscaba las puestas de sol en el atardecer de cada día que nacía para mí, mi corazón vivía enzarzado del mundo, sin pensar en amores, las flores eran de papel, no podía sentir su aroma ni ver su belleza, tampoco buscaba en la noche por muy negra que fuese a la luna  sino que   me escondía en su oscuridad, la Luna que hoy es partícipe de mi sueño, la que me invita a crear verbos para ti vida mía, yo no sabía que, eras tú el que me buscaba a través de los días, el que abría la ventana de su corazón para ver volar mis sueños, sí, eras tú mi enamorado en las noches de luna blanca y que hoy amo con todo mi ser, porque me hacías entrega de las rosas más bellas que traían tus manos, rosas cogidas de tu jardín, hoy  soy yo tu enamorado,  el  que te sueña y ama bajo las noches iluminadas,  ahora soy yo el que pinta luceros y crea verbos para entregártelos cada noche, al que se le rompen los labios por gritar tu nombre y el mundo se entere de este amor que siento.

Seguirás siendo tú mi dulce amor de un instante eterno, serás la magia que juega entre mis sueños, serás es arañazo que siento en mi alma cuando tardas en llegar por las noches, luego ya estás aquí,  creo escucharte, pero no eres tú, es ese espejismo  que me invento en tu silencio, el mismo que te reclama a gritos a través de la distancia que nos separa, pero al mismo tiempo, nos ata con hilos de plata para siempre, pues los dos sentimos el mismo deseo de amarnos en nuestras noches de insomnio cuando los párpados pesan como losas, esperando que llegue la vida.
Tal vez amor hayas sentido mis besos rotos en tus labios, tal vez amor si cierras tus ojos puedas soñarme.

Al fin viajamos en familia unos días al sur, alejándonos del calor abrasador de Buenos Aires, y llegamos al paraíso encantado de glaciares. Aún  no termino de convencerme que mi madre haya aceptado el viaje, que Guillermo la saque a antojo del aislamiento. Fabián, Valeria y Guillermito no hacen más que mimar a mi sobrino.  En la casa que alquilamos ocuparíamos cada uno una habitación, y además he alquilado un coche, y sigue al parecer arrastrándome en mi sino la magia de la Navidad.

Venía desde Calafate, todo tranquilo, solo un poco de hielo en la ruta, pero planchones aislados. Con prudente atención y velocidad acorde todo estaba perfecto. La luna extremadamente brillante iluminaba muy bien la línea central y la de banquinas del camino. En realidad era una noche para estar acompañado y no solo, manejando en medio de la meseta patagónica. Había cruzado los siete puentes y estaba muy próximo a La Esperanza donde repostaría combustible; tenía más de medio tanque pero en estas rutas solitarias y más sin ser de la zona, la sabia costumbre indicaba siempre viajar con tanque lleno. Así que repostaría, haría que le revisaran el agua, la presión de los neumáticos, tomaría un café y haría el último tramo hasta Río Gallegos donde lo esperaba su hermosa  familia  que deseó hacer un paseo con Guillermo, ese hombre apuesto con esos inmensos ojos que parecían contener toda la noche y en especial el brillo de toda esa inmensa luna.
Y así fue. La luna seguía brillando en su incansable iluminar de luna llena. Había hecho una veintena de Kilómetros cuando Pedro,  pronto vio una luz brillante por el espejo retrovisor que se aproximaba a buena velocidad, según le pareció. Aminoró su marcha para que pasara tranquilo, no tenía apuro. La luz hizo lo mismo. Pensó: “Solo me pareció que venía a mucha velocidad… “,  y siguió su marcha normal.
De pronto el motor del coche dejo de funcionar como si lo hubieran apagado. No se preocupó demasiado. Pensó el coche es nuevo, tanque lleno, los indicadores que había mirado justo antes de que se parara el motor estaban normales. Algún cable que se aflojó seguramente y produjo un fallo eléctrico. Se puso su campera de abrigo y linterna en mano iluminó, las ruedas, bajo el auto, y no había manchas de aceite ni combustible. Todos los cables parecían normales. – Bueno avisaré por celular que estoy aquí varado, y de la Esperanza, me enviarán un remolque, será solo una demora nada más. No había señal. - La otra que me queda es esperar el vehículo que viene atrás y pedirle que me acerque a la Esperanza para pedir auxilio mecánico.
 La luz cada vez más brillante se acercaba despacio. Cuando estuvo cerca no vio los dos faros del vehículo sino una sola luz que fue tomando forma esférica y con reflejos verdes y azules. Se paró frente al auto y en su mente escuchó una voz que le decía algo en un idioma que no entendía.

– No debo asustarme, si me hubiera querido hacer daño eso que está allí ya lo hubiera hecho. Mientras pensaba y un montón de sensaciones pujaban por aflorar a su mente, escuchó como un chirrido de estática de una radio que busca sintonizarse.
A partir de ese instante en medio del silencio total de la meseta sintió en su cerebro una voz clara con cierto acento metálico y que entendía perfectamente. Le decía:

- Esta voz que sientes en tu mente viene de muy lejos y se te ha elegido para que divulgues lo que se te grabará en ti profundamente y no olvidarás, solo repítelo, para que se enteren muchas personas humanas. Cada persona que lo escuche o lo lea lo repetirá.
El mundo de donde vengo tuvo un holocausto de antimateria que acabó con una civilización muy avanzada. Los sobrevivientes tuvimos que comenzar de nuevo en otro planeta con las pocas cosas que pudimos llevar, prácticamente de casi cero. Después de muchas generaciones de reconstrucción encontramos la clave. La llave que daba sentido a la existencia: crecer, en armonía, paz y amor.
Nos ayudaron a aprender y aprendimos a ayudar.
Hace tiempo que los venimos observando. De nuestro paso por este mundo en otras épocas, la raza humana tuvo grandes avances, Egipto, Grecia, Yucatán comprendieron nuestras palabras. Pero otros como Sodoma y Gomorra, La Atlántida fueron víctimas de su propia ambición… Ustedes van por el mismo camino, por eso es necesario que reflexionen mientras haya tiempo.
Tiempo para dejar de contaminar este hermoso planeta, para pensar en la solidaridad, algo tan especial que cuanto más se comparte más se potencia. Lo contrario del poder que, según ustedes cuando más se comparte más se amengua. Deben aprender que la fuerza del poder debe servir para sembrar, para cultivar, para culturizar, para compartir y multiplicarse en semillas, de saber ser sabiendo hacer.

-Salí de mi aturdimiento sin saber si era verdad lo que acababa de experimentar, pero con la absoluta certeza de que tenía una misión que cumplir. ¿Quién me creería? ¿Cómo empezar a contarlo?  ¡Tal vez si lo escribiera… ¡

Estaba esbozando las ideas cuando vi que era tarde, Guille me había invitado a cenar fuera y solos lo cual me atraía muchísimo.
Fuimos a un sitio encantador entre las montañas y Guille había reservado una mesa con vistas alucinantes, poco a poco, empecé a relajarme.
Guillermo me habló del estudio, de la vida de cada uno de mis futuros socios, aun de algunos clientes especiales de las cuales reímos juntos, como de anécdotas de ellos y sobre todo de Marcos. Comentó de sus planes para cuando me incorporara luego de la feria, de algunos casos pendientes y otros en vista. Mientras hablaba me di cuenta que ya lo admiraba, aunque desde antes sabía de sus derroteros judiciales me encandilaban  su aptitud, su habilidad para aplicar la teoría a los casos en juicio, su fina intuición y su capacidad para convertir cualquier cosa que tocara.
 Hablamos también de Matías del que esperábamos tener buenas noticias al regresar, de mi salida de Baunes, de Mirna y  dejamos de lado ya a nuestros ex.

Guillermo lo contemplaba mientras arrobado pensaba que estaba precioso con su  traje de lino fino blanco contrastando con la piel bronceada y la mágica sonrisa con hoyuelos que aprobó en su fuero interno aunque no dijo nada cuando se inclinó por sobre la mesa para besarle suavemente el cuello.
__Sí, me gustaría mucho que nuestra boda fuera diferente _contestó a una pregunta previa__. Ya no deseo un trámite a las tres de la tarde solos en un registro civil de provincia de una avenida anónima sin que nadie lo sepa, quiero compartir lo que siento por vos con el mundo, y tener una linda ceremonia además de una fiesta. No sé explicarlo del todo pero uno sabe siempre en cierto modo cuándo hace lo correcto, lo que debe y cuándo no. De algún modo supe que lo de Ana era un error. Yo siempre lo he sabido y solo me equivoco las veces en que no confío en mi intuición o en que me someto a las normas. __ Pedro le comprendía muy bien, aunque aquella relación a luces tan sin aviso y precipitada le asustaba un poco. Sin embargo también sentía que jamás lo tendría que lamentar__. Espero que pronto estés tan seguro como yo lo estoy ahora, Pedro.

Guillermo lo miró con dulzura. Le encantaba sentir el contacto del muslo o la rodilla de Pedro contra los suyos bajo la mesa, el roce de las manos o los dedos entrelazados entre las botellas y se emocionaba si lo imaginaba tendido a su lado, cada noche, aunque todavía era demasiado pronto para ello. Tenía toda la velada perfectamente planificada, y el sueño de Pedro siempre jugaría a su favor.

__Guille, lo más curioso es que yo también estoy seguro… Solo que no sé cómo se lo voy a explicar a los demás. Agustín mismo te adora, pero más como su propio amigo que como mi novio.
__Yo creo que la vida real es así, Pedro, sabes por tu experiencia previa que la vida se ralentiza a veces pero en verdad es corta, no merece la pena perder un día si estás seguro de amar. ¿Cuántas veces has oído hablar de personas que llevan años viviendo juntas y, de repente, una de ellas conoce a alguien y se casa en una semana …, porque la primera relación no era adecuada, pero, en un abrir y cerrar de ojos, la persona comprende que la segunda sí lo será?
__Ya lo sé. Muchas veces lo he pensado. Pero nunca imaginé que podría ocurrirme a mí.
__Bueno, ve acostumbrándote amorcito, porque este amor en silencio será a voces muy pronto, tu sueño es una realidad.
Antes del choque habría dicho te quiero, te amo, solo existes en mis sueños,  en mis más preciados anhelos y deseos, y en nuestras relaciones eróticas y sensuales,  entregas de mucha pasión donde solo existimos vos y yo. En una vorágine de placer que nos prodigamos
en nuestras conversaciones diarias.
Cómo quisiera ser un Pegaso con alas y volar, volar hasta tu morada, cargado de besos, verbos, rimas, y finas poesías esparciéndolos por todo tu lecho de rosas y almohadas. Amor loco pero deseado, apasionado donde nuestras almas entran en comunión cada día en perfecta armonía, es dulce escuchar el sonido de la voz del ser amado, música angelical a mis oídos. Amor que brilla en la distancia somos como dos tórtolos, dos almas paralelas, para volar, soñar, amar, gaviotas errantes en alta mar, amor secreto que vas por el sendero de la vida, complicado, donde todo pasa y todo queda, amor,  ven y deshójame a tu agrado, porque la distancia solo asusta a los amores efímeros, pero en los amores verdaderos perdura el amor por toda la eternidad.
Amor verdadero es donde se juntan el cuerpo con el alma, amándonos como cada noche ocurre en nuestros sueños, adueñándonos de las noches y  días, es ver las estrellas desde la ventana de una casa.  Es amarte en la noche y en la vigilia, entendiendo y sabiendo escuchar en esas dieciséis horas que estaremos de pie,  es escuchar la lluvia a medianoche, el murmullo eco de la llovizna, es quemar tu piel con mis labios de fuego,  el amor a la distancia es tibieza, dulzura, ternura, es una prueba de vida, de amor y fortaleza, donde la serenidad calma nuestras almas. Entrega total, amor a la distancia es mucho más que una palabra .Es no tener límites, ni restricciones ni tabúes es simplemente darlo todo.
Y te he amado así, te he amado a la distancia y antes sin rostro, como una alarma, un presentimiento, un anhelo, pero hoy estás acá, a mi lado, real, tangible.

__Si amarte es pecado  me condeno por toda la eternidad.  Estoy enamorado de ti
desde ese mismo día que te conocí con tu  mirada penetrante y ese aire desafiante. Desde ese instante en que desperté del sueño yo quería ser tu novio, tu amor, pues amate a ti vida mía no es hacer ningún  sacrificio, es un gran  placer,  privilegio y todo un honor. Entregándote mis días y mis noches en cuerpo y alma  como tú lo haces  conmigo. Encontrarte a ti amado mío
ha sido un privilegio, ha sido mi mayor logro y un gran acierto  como  pedirte salir. Estar enamorado de ti  mi dios es una gran  locura que no tiene cura. Amarte a ti ahora es una
gran aventura de  cada día que tiene un principio pero no un final. Quizá pasé años solo temiendo amar porque para qué si al fin lo perdería, es lo que se siente luego de perder a alguien querido, mas hoy sé que nada tiene sentido sin la fe en un futuro con alguien a quien amar.
Amarte es vivir,  es el principio de una vida feliz,  una vida entera juntos como siempre soñé.
 Al fin por  algo sobreviví antes, no soy culpable ni debo nada a nadie, y tengo que mirar hacia delante. Amarte a ti es un sueño convertido en deseo y hecho realidad, cada día más  llenos de pasión. Amarte a ti es estar todo el día con las estrellas más brillantes del cielo,  solo con mirar tus ojos  es como tocar el cielo, con la mirada puesta  en el futuro, cada vez que  te beso en los labios  me transportas paz. Y si amarte es pecado me condeno por toda la eternidad a ser tu fiel prisionero, tu siervo, tu esclavo.

Saborearon el delicioso plato, la ensalada y el soufflé y después se dirigieron al bar donde Guillermo pidió champagne y ambos conversaron un buen rato sobre el trasfondo de la música del piano, compartiendo sus opiniones, esperanzas, ideas y sueños. Fue la velada más hermosa que Pedro hubiera vivido en años. El hecho de estar con Guillermo lo compensaba de todo lo malo que le había sucedido en la vida, de la muerte de su pareja, de la del resto de la familia, de las enfermedades de la madre y el sobrino, de los largos y solitarios años que pasó sin que nadie lo ayudara ni le prestara el menor apoyo. De repente nada de todo aquello le importaba, Fue como si hubiera pasado una vida preparándose para aquel hombre que era tan cariñoso con él.
Cuando terminaron de beber el champagne, Guillermo pagó la cuenta y ambos subieron los peldaños tomados de la mano. Una vez en la planta baja, en lugar de salir a la calle, Guillermo lo tomó de la mano y cruzó con Pedro el vestíbulo de lo que era un hotel, dirigiéndose hacia los ascensores con una leve sonrisa apenas disimulada.

__ ¿Te apetece subir a tomar una copa y pasar un rato solo?

Pedro advirtió lo que él se proponía y la situación se le antojó romántica y perversa a la vez. Guillermo le susurró unas palabras y Pedro contestó con una sonrisa.
__Siempre y cuando me prometas no decirle nada a mi madre.

Eran solo las diez p. m. y sabían que les quedaban horas por delante.
El ascensor subió hasta el último piso y Pedro siguió a Guillermo en silencio hacia una puerta situada directamente enfrente. Guillermo se sacó una llave del bolsillo y le cedió el paso.
Era la suite más preciosa que Pedro hubiera visto jamás, ni en el cine ni en la vida real y ni siquiera en sueños. Todo era en blanco y oro, con delicadas sedas, piezas antiguas por todas partes y una araña de cristal  que centelleaba desde el techo, mientras que gemidos y susurros del viento y los árboles inclinándose se colaban desde el afuera. La iluminación era indirecta y en el centro de la estancia había una mesa con unas velas encendidas, una bandeja que contenía quesos y frutas, y una botella de champagne puesta a enfriar en un cubo de plata.
Pedro miró a Guillermo sin saber qué decirle al principio.
__Es usted asombroso, doctor  Graciano,   ¿lo sabía?
__ Pensé que si iba a ser un adelanto de nuestra luna de miel, teníamos que hacerlo bien.
__Y vaya si bien y si lo hizo. Nadie hubiera podido hacerlo mejor.

En el resto de las habitaciones, la iluminación, era también indirecta. Él mismo alquiló la suite mientras Pedro acicalaba el coche y subió a inspeccionarla antes de recoger a Pedro para asegurarse de que todo estaba a punto. Pidió a la doncella que les abriera el lecho y dejó en él un maravilloso salto de cama violeta de raso para cada uno junto con sandalias a juego, además de bombones sobre cada lado. Pedro lo descubrió todo al entrar en el dormitorio. Emitió un jadeo entrecortado al ver sobre la cama aquellas prendas más propias de una estrella cinematográfica que de él.
Y así se lo dijo a Guillermo cuando este lo tomó entre sus brazos.

__Y es poco para vos amorcito _susurró Guillermo __.De la balanza de tus manos, quiero el ángel de tu blanca piel, adherir mi corazón a tu espalda, dejar que el aire de tu pelo se lleve mis besos, y así, abrazarte sintiendo tu cabeza inclinada descansando en mis hombros, dejando la impresión de mis labios, inseminados de sentimientos sobre tu cuello.

__Hazlo, soy solo tuyo mi amor.
__ Quiero, mi ángel, sobre la cama entre roces de sábanas el silencio y la desnudez.
Sobre tu espalda, planificar una ciudad abierta a las cercanías de tu cintura, al extrarradio de tus caderas en el limítrofe de tus piernas, un jardín para amarte,  un banco para la lectura de tu ser, el río de tu calma en tu columna con puentes para verte, y el taxi de mis labios recorriendo el plano de tu espalda. Quiero dibujarte con las yemas de mis dedos, recorriendo los contornos de tu cuerpo, perfilando la delicadeza de tus labios, la vertiente de tus pómulos el leve arco de tus cejas, la inclinación de tu nariz, los acantilados de tu barbilla en la caída libre
hacia tu cuello.
__Lo estoy sintiendo.

Guillermo había empezado a besarlo con ansia, Pedro le correspondía en derroche de anhelo, apasionadamente en una mezcolanza de labios, alientos, sudores y manos,  mientras ambos iban dejándose caer amontonados y enredados en la cama, apartando a un lado las lujosas prendas y lamiendo entre  besos el chocolate de los bombones compartidos.
Era la primera vez que podían saciar el hambre que sentían el uno del otro al cabo de días de deseo contenido. Y sus ropas se juntaron en un montón en el suelo junto  con las prendas regaladas mientras sus cuerpos se entrelazaban y sus bocas se juntaban una y otra vez.
__Rozar táctil  la inclinación de tus hombros, asaltar las cúspides de tus pezones circundándolas  con los dedos, recalar en cada costilla que hace a tus formas hasta las curvas de tu cintura, rodear la orilla de tu ombligo y sentirme perdido, bajar dígito, por tu vientre y entre tu entrante y mis dedos, penetrar en tus adentros dormidos, y entre tu boca y la mía exclamar un gemido. Quiero, mi ángel, sin perder tu mirada entrelazar las manos, depositarme en tus adentros deteniendo el mundo, en esa lentitud pausada del tiempo, introducir mi calma,  mi ser y mi alma, el niño que soy,  el anciano que muere, mis sentimientos y mis lágrimas.
En mi retroceso me llevaré tu infancia, difuminaré tu dolor y pasado, cada gramo
de tus sufrimientos, tu soledad y tus silencios, el alma de tus adentros, tus lágrimas y contentos,  la esencia que te define el perfume de tu  masculinidad, descubriéndote, con otra
visión, desconocida. Quiero, mi ángel, asentado en mis caderas fuertemente abrazados, como tu mar abraza mis orillas con tus olas, liberarte de orgasmos en la inclinación de tu espalda, contemplando la plenitud  de tus extendidas alas.
__Lo siento, y te siento. Cada uno en su mente es un universo por explorar,  en el amor aún hay tormenta, aguas que nos mecen, nos agitan  y sacuden y pese a la corriente  del agua mi sueño es que mis labios  no olvidan el sabor de los tuyos.
Ni la lluvia ni el viento  pueden llevarse el recuerdo  de tus besos, lo que mi corazón  guarda para ti es infinito. No existirá ser más entregado que aquel que desnuda su alma antes de desnudar su cuerpo para cubrirse con los brazos  de un hombre.
Tus labios me piden, con solo tenerte cerca, tus ojos  transparentan  lo que siente tu corazón, tu boca  deja suspiros en mis oídos, que  me hacen irresistible  a decirte no.
Tus manos caminan por mi espalda, tomándola, amarrándome contra tu cuerpo, preso, dejo que el momento me lleve, y lo deseo,  me siento vivo, me haces volar contigo. Tus besos juegan suavemente con mi boca, haciéndome estremecer, sintiendo tu respiración, que   junto con la mía, se unen... pidiendo, exclamando, deseando, sintiendo, amando.
Es amor. Ese amor, que se consume sin palabras, solo con hechos, con caricias, con besos,
con esa pasión que lo conseguimos en ese momento, en que tú y yo somos uno. Gritos de alcoba me rondaron anoche,   la lírica en la lujuria de cada acorde,  ojos que en ese vicio ponen su broche rogando de la cálida lengua concorde. Influyendo en el acto que más adoren amar es lo que sus manos componen grabando al toque lo que más valoren las delicias del cariño que disponen. Ofreciendo el mejor lote del jardín revelando a esa forma cuando aflore
intentando mostrar entre cada  instante aquello que imploren los labios de esa fuente.
Gastando sus mimos con el derroche lucen sus gestos más cálidos al roce optando a la victoria en cada noche repartiendo ese encanto que conoce logrando aquello que nunca se olvida.
Ocupando el delirio en cada acuerdo,  rigiendo de la caricia que no estorbe, insuflando en esa alma, ese recuerdo al lucir en el olimpo de su gran orbe.
__Gracias pediré por siempre vida mía,   lograste encontrar lo que no podía oyendo en mi corazón grata armonía robando de mis labios lo que pedían. Intenta dar ese fuego,   mi hoguera arde al influjo que esta me estrega, grita conmigo amor la noche entera llamando al pecado con toda entrega.
Tócame, pon tu mano alrededor de mi cuello, deja que tus dedos se enreden entre mis cabellos y ahora despacito, susurra en mi oído tu placer prohibido. Cierro los ojos, es tu lengua la que me siente todo, mi oreja, el nervio en mi quijada, cada ardor en mi garganta, en mi cara, en lo partido de mi barba, en cada poro que abres con tu ansia y también en cada pestaña cuando tus labios las abrazan.
Que sea tu aliento quien provoque mi alma, ese vapor caliente que desde tu dentro a mi boca pegas con ganas, esa lujuria que sabe a pecado y quiero probar en cada una de sus formas y también su dulce fragancia.  Enséñame el poder de tu celo, desabróchate la camisa, quiero absorber tus salientes, cada gota, cada ternura, cada suavidad que me toca como bruma, cada latido de un corazón perfecto… cada uno de los verbos que en tus pezones, riman con nuestro anhelo.
Pégate a mí, píntame de cielo, con tus besos y la caricia de tus manos entre los vellos de mi pecho, con tus labios, con esas burbujitas que nacen de tu aliento, también con esas palabras que erotizan tanto mis sueños y con esa mirada que enciende ese fuego que por ti, traigo dentro. Hazme hombre, humano y pecado de tus infiernos, excusa de tus miedos, el primero en profanar tu cuerpo y el último en sentir, todo lo que para mí es de ti, un prohibido deseo.
Siénteme como trofeo, hazme tuyo, deja que mi prisa sea tu tiempo, mi piel ese lodo que atraviesas completo, mi vientre el palpitar irreverente en cada mordida de tus dientes, mis piernas ese mar donde se mojan tus sienes y mis escalofríos el punzante deseo que como hombre goteo despacito cada vez que siento tatuado el calor de tu libre albedrío. No te detengas, mi orgasmo te venera, por toda la espalda, entre mis muslos, desgarrando mi cadera, confundiendo piernas y cerrando mi garganta hasta que tu alma entera me posea. Tu humedad es sincera, el abrazo perfecto, la sensación etérea y el roce suave de tu  umbría, la seducción, que mi vida desea.
Enséñame de ternuras, de caricias y miradas profundas para que el después no sea aciago ni tenga ninguna duda. Enséñame cómo cruzar tanta dulzura por entre tus brazos, a probar tus besos cuando salga ese niño acobardado, a nadar en sueños cuando el rocío nos pegue empapados y también a saber que vivo completo, cuando en ti, escribo mis orgasmos. Enséñame, porque hoy me hiciste sentir hombre, divino y también, el mejor de los humanos.

Suenan en mi cuerpo los tambores de guerra, el vello eriza piel, la caricia se desea, la pasión suda y el tiempo espera. Tus manos son decisión y sobre mis hombros condición, tu mirada penetra, mi lengua ansía, tus labios provocan, mis dedos caminan, tu boca se atreve y una media luz en erótica melodía se convierte. Desgarras mi camisa, los botones se pierden, una cera se prende, un tinto resbala y la copa se abre, la música es diferente, tu pezón mi pecho rasga y entre tus cabellos hago mía tu espalda y se abre un deseo en mi garganta. Me pide tu cuerpo que lo llene de nata y entre ríos de saliva te explico un sueño que nace de mi ansia, la libido es querida, el silencio por el suspiro oprimido y el pecado reconocido cuando en tu vientre, se abre dulce tu ombligo.
 Siénteme porque en mi luz no hay olvido, poséeme porque dentro está el paraíso, grítame porque mi nombre será el título de tu libro, ámame en lo más profundo porque en cinco minutos serás mío  cuando derrame mi deseo en tus entrañas tras vaivenes gloriosos que nos asciendan a las cumbres.
Compro tu alma y la penetro con tanto amor que mi deseo toca cada poro de su entrada, le doy tanto calor que en la mirada se desnuda, me muestra  de qué está hecha y absorbo una belleza hecha de vainillas y  dulzura. Escribo el verbo que la explica toda, dejo que mis tintas absorban y leo en ella tanta pasión que cuando mira a mi sol saliente, se arrodilla y le muestra sumisión. ¡Amor! Sé que ya no hay más desnudez bajo tu piel, que de tus nervios ya embriagué mi sed, que no hay poro en tus labios que no haya recorrido y que no hay sudor que mi corazón  de ti no haya absorbido. Explícame otra vez por qué  tanta ternura se desdobla en cielo desde tu niñez, por qué tus caricias están hechas de ese maná que solo el universo es capaz de ofrecer, por qué tus ojos roban la mirada del rayo cuando atraviesan todos los rincones de mi alma y por qué cada uno de tus besos, escriben amor en cada ala de mi ángel, en cada comisura de mi cama y en cada silencio que en mi soledad se amaga.
Ven y dame la mano porque hoy haremos el amor bailando, escucharás ese primer latido cuando  pegado a tu pecho suene despacio, te sostendré en el viento, elegante se vestirá nuestro espacio y tu contorsión robará mis manos. Seguiré tus pasos, despacito quitaré tu ropa y entre tus ojos me sentiré amado, el deseo será ansiado, el ritmo venerado y cada beso sostendrá mi cuerpo pegado  a tu cuerpo. El cielo desplegará su firmamento, umbría y entrada y nuestra noche será música, baile y danza de anhelos. Pedirá el sol  un momento, el trueno al rayo un silencio, el musgo a su hongo que se esté quieto y el bosque a su grillo que calle porque no puede oír lo perverso… Y te estirarás en mí todo, te dejarás llevar por mis notas, de mis brazos te irás y a mi pecho pegado regresará tu espalda, la melodía nos emborrachará, la vela gritará por más oscuridad y un añejo tinto entre nuestras bocas chorreará. El equilibrio se perderá, la imaginación derramará su condición y el aire suspirará cuando en el suelo nos empecemos a amar. Poros erizados, alientos sudados, salivas entre bocas confundidas, caricias divinas, seducción consentida, sensualidad pedida, amor total… expresión de vida.  Me pedirás dentro y por tu espalda vaciaré a besos un primer deseo, me dirás que necesitas más, que de mi olor te quieres embriagar, que una humedad quieres saciar y será entonces cuando en el infierno el pecado arderá, el tiempo su tic tac callará y la mirada te explicará que en el amor soy un hombre de verdad. ¡Atrévete! Porque el baile no debe cesar, desinhíbete, abre tu secreto  y entro en libertad, cierra los ojos, siénteme, respírame que yo jamás te he de exhalar, reviéntame porque de tu amor lleno no quiero estar, acaríciame porque si un verbo en mi piel he de tener, será ese que rime con tu huella, tus gotas, tu olor y las tildes de tu amor. ¡Ven! Abracemos perversidad, juntemos al paraíso con la humanidad, digámosle a la naturaleza que un arcoíris está por llegar y rebocémonos por el suelo como dos niños en orfandad: tus muslos bajo los míos, tu vientre latiendo entre mis dedos, tus pezones en mi cama sudada, tu boca de mi vigor llena y enamorada, tus manos en mis rodillas escribiendo ansias, tus cabellos nadando sobre el limbo de mi cuerpo como gato encelado, tu mirada perdida entre mis sábanas y tu corazón vibrando, sobre una pasión desbocada. En ti se hunde mi garganta, la  profunda lengua escribe en saliva que mi sangre te ama, un sudor nada, el deseo empaña cien ventanas y la música, esa música que leyó pasión en nuestra danza, sigue borracha y recitando amor, en el fondo del alma.
 Déjame que te sienta de nuevo y dime de qué está hecho el verbo que en tu piel nada, dime qué tan profundo es el sentimiento que emana de ti  y se derrama en mi túnel secreto y dime por favor por qué tu recuerdo tiene mi memoria posesionada.  Explícamelo, con dedos y besos, con ternuras y caricias deseadas, con miradas, con unas letras que en sus tildes, corra tu alma. ¡Abrázame! Deja que el silencio sea nada, que de seda se vista mi almohada, que la ventana ni con el rocío se abra y que cuando susurres una palabra, esta sea solo, el gemido de tu alma.

Pedro convirtió en realidad todos los sueños de Guillermo y este lo asombró con su vehemencia hasta que, al final, ambos se quedaron tendidos en la cama con los ojos entornados y los cuerpos exhaustos.

__Sos el hombre más hermoso que jamás he conocido, nunca lo dudes _dijo Guillermo, acariciando el sedoso cabello enmarañado por sus dedos.

__Tú también eres un hombre muy apuesto, por dentro y por fuera, Guillermo.

Pedro hablaba con voz ronca y le miraba amorosamente a los ojos. De repente, se echó a reír al descubrir su bóxer bajo la almohada. Lo sostuvo en alto como un trofeo y besó a su amante con pasión. Y fue el reinicio de todo, al instante, volvieron a hacer el amor. Fue la noche más bella que jamás hubiera vivido ninguno de los dos.
Ya era de madrugada cuando tomaron un baño juntos  en la enorme bañera del hotel, jugueteando el uno con el otro, re explorando sitios secretos entre las burbujas de jabón.

__Si nos ponemos así, nunca más saldremos de aquí y nuestras familias llamarán a la policía –dijo Pedro, apoyando la cabeza en el lujoso mármol rosado de la bañera. Quería  llamar para avisar que llegarían muy tarde, pero al final, Guillermo le dijo que se había encargado de todo, hasta  de darle una propina a Fabián para entretener a Agustín.

__Te quiero, muchísimo, Graziani, pero eres de lo que no hay, sobornando a tu propio hijo.
__Por una hora con vos, lo que sea, Beggio. Al fin no hago más que cumplir  tu sueño.

Lo miró, pensando que ojalá pudiera pasar la vida y más de una con él, comenzaba a lamentar haber sugerido casarse antes de la próxima Navidad, faltaba demasiado tiempo. De repente, recordó algo que había olvidado.
__ ¿A dónde vas? _preguntó, Pedro, al verle salir de la bañera enjabonado.

__Vuelvo enseguida.

Pedro lo contempló mientras se alejaba. Poseía un cuerpo vigoroso. Unos hombros anchos y unas piernas largas y fuertes. El cuerpo de Guillermo ya suyo lo atraía  irresistiblemente, pensó mientras el deseo le encogía el estómago. Se tendió en la bañera con los ojos cerrados, esperando el regreso de su amante. Guillermo regresó en seguida y, tan pronto como se introdujo en la bañera, su mano empezó intrépida a escalar y acariciar el cuerpo de Pedro y, antes de que tuviera ocasión de darle lo que llevaba, sus labios volvieron a juntarse con los de su amor. Esta vez, hicieron el amor en la bañera, mientras sus voces jadeantes resonaban en el mármol del cuarto de baño.

__Sssss _susurró, Pedro, riéndose_. Nos van a echar de aquí.

__O eso o nos obligarán a fregar los platos _ hacía muchos años que Guillermo no se sentía tan a gusto. Hubiera deseado que aquello no terminara jamás. Nunca había conocido a nadie como Pedro. Ambos llevaban mucho tiempo sin hacer el amor y, por consiguiente, pudieron saciar  su apetito uno del otro__. Por cierto, quería entregarte algo antes de que me atacaras.

__ ¿Yo?
__Vos.
__ ¿Con que yo te he atacado, eh? __ Pedro se volvió a mirar siguiendo la dirección de los ojos de Guillermo. Estar a su lado era como celebrar diariamente la Navidad. En aquel momento se preguntó qué sorpresa le iba a dar.

Un albornoz… unas sandalias… bombones… champagne con velas y… Guillermo había dejado una caja de zapatos al lado de la bañera.

__ ¿Y eso?
__Para pasear al regresar.

Pedro la abrió y vio unas zapatillas doradas cubiertas de piedras falsas, dibujadas, y se echó a reír sin estar muy seguro de si el regalo iba en serio o no__. ¿Son las de Cenicienta? __preguntó. En realidad, eran muy cursis y no acertaba a comprender por qué razón Guillermo se las había comprado. Si bien él solía  ser desenfadado en su vestimenta de entre casa, aquello era demasiado hasta para eso.

Él lo miraba con aire distraído y divertido. Una de ellas incluso llevaba un enorme trozo de vidrio colgando del lazo dorado. Teniendo en cuanta que él no le había comprado ni regalado nada, todo tenía que aceptar pero…
__. ¡Dios mío! _ exclamó  al darse cuenta de lo que era al secarse el agua de los ojos__. ¡Dios mío! _repitió, levantándose de golpe en la bañera__. ¡No, Guille! ¡No puedes hacer eso! __pero lo había hecho.

Había prendido un maravilloso anillo de compromiso con un enorme diamante en uno de los lazos de oro de las vulgares zapatillas, induciendo a Pedro en un principio a tomarlo por un cacho de vidrio como los demás. En la otra estaba la correspondiente al dedo de su amor. Tomó las zapatillas entre las manos con los ojos anegados mientras Guillermo se levantaba para desprender las sortijas.

__Te dije que nos comprometeríamos al regresar de la Costa.
__Sí… pero he pensado que a casa.

Las palabras se rompieron entre sollozos y respiraciones y cuando Guillermo se la deslizó en el dedo, Pedro se echó a llorar, a temblar de cabeza a pies, y mientras las lágrimas rodaban por las  mejillas hizo lo propio en el dedo de Guillermo.

--Guille… _exclamó, Pedro,  abrazándolo, mientras Guillermo acariciaba el pelo mojado, besándolo con pasión, para sellar el compromiso.

Tras salir de la bañera, volvieron a hacer el amor en la cama, pero esta vez más despacio, algo así como cantar en susurros, o ejecutar una lenta y delicada danza que, por fin, culminó en un estremecimiento de placer inenarrable.
Antes de ir al sueño, Pedro mientras contemplaba el rostro amado dormido pensó en el hombre con el que iba a casarse, y en la suerte que había tenido al encontrarlo. Sus ojos se posaron en el anillo que brillaba en su dedo. Ya no podría soportar su ausencia.

Amanece y abro mis ojos, no sé si estoy soñando, pero en la penumbra te veo a mi lado, acurrucado contra mi pecho, siento tu calor, acaricio tu desnudez, mi respiración se entrecorta, mi corazón late desenfrenadamente y mis labios, arden sedientos de deseo y pasión, pero cuando se unen a los tuyos, en ese beso apasionado, lentamente se incinera mi respiración y se ahogan tus gemidos, en la hoguera de nuestra excitación, generando un fuego similar al del propio infierno… Hoy tengo ganas de contarte lo que aún no he escrito, por eso pienso…  qué es lo  que más me gusta de ti, serán esos ojos  con los que sueño cada noche, o  con esa mirada cautivante, que hace que se detenga el tiempo, deseando entregarme a ellos,
eternamente, o serán esos labios que delinean esa boca seductora, que como fruta madura
provoca a comérsela, o quizá sea tu inigualable sonrisa,  mas cómo olvidarme de ella,  si ella al igual que el agua,  da vida a quien la mira, y  qué  podría agregar de ti, tan solo que eres
 mi amor perfecto.

 Le pedí a Dios que nuestra historia no tuviera fin, que me dejara llenarte de besos, dejaré  cada noche mis ventanas abiertas para que entren los soles de tu mirar, para juntos inventarnos momentos de gloria donde podamos entregarnos para siempre, esta noche amor mío después de esta plegaria quiero provocarte, quiero componer versos azules para ti, porque quiero dejar en la orilla de tus labios un beso y un suspiro, ese, que en las noches sueñas colgado del silencio, de una noche negra, donde el calor te muerde los labios y enmudecidos quedan tus sentidos, soñando, que en tus brazos me duermo, te das cuenta vida mía, que este amor nuestro, esclavos nos tiene bajo la luna para soñarnos, aquí amándonos bajo los tatuajes del cielo que forman para nosotros el lienzo más bello de amor, esta noche vida mía podemos contemplar a la lluvia de los gemidos, son estrellas que la leyenda cuenta que son almas enamoradas, que viajan por el universo, de ahí su brillo intenso.

En el filo de tus ojos, pondré los míos, para que así y muertos de amor podamos contemplarlas, mientras ellas recorren nuestro mundo, esta noche amor mío, tendrás mis besos, no más besos de otros labios, ni caricias de otras manos que no sean las mías ni calor de otra piel más que mi piel.
Cuánta soledad rodea mi vivir, a veces, creo que el delirio se adueña de mi razón, poniendo ante mis ojos ese velo que ciega a esta mi alma siempre desierta de ti, pasan las horas muertas y agonizando están mis silencios, que ya no pueden más callar tu nombre, si tú volvieras amor a mis noches podrías escuchar en los silencios mi canto al amor, te sentirías embrujado a base de ternura, pero la noche sigue, y sigue luciendo oscura, a la hora de amarte te amaría lento, te besaría lento para que no muriera este sueño de amor.
Esta noche estaré a la espera de tu llegada, bajo el lienzo de este nuestro cielo.
Es toda una tentación  mirarte así, dormido, relajado y tan tranquilo  después de hacer el amor.
Miro tus labios sensuales, los que me incitan al beso  y sin poder evitarlo me deslizo por tu pecho. Beso, lamo y muerdo hasta llegar a tu boca y devorar  tus suspiros, gemidos que me provocan. Es tu cuerpo, es tu olor, son tus sonidos seductores, es tu sabor, tu calor que me llena de pasiones.
A hojarascas sobre ti, te amo lento, muy lento, mientras que te estremeces en este dulce tormento. Tan sublime tentación me hizo pecar contigo. Rendido estoy ante ti, esperando mi castigo.
Hoy empecé  a pintar mi vida de otro color y ese color, es el color del amor, porque al encontrarte, encontré la razón de vivir, cierro los ojos y puedo sentirte, y lentamente siento una agitación  intensa en mi pecho, como si mi corazón fuera a explotar y el deseo me invade, pienso en tus labios rozando los míos, en mis manos acariciando tu desnudez, en tu aroma invadiéndolo todo y pierdo la cordura, mas entreabro los ojos  y al fin sé, que sin ti no puedo vivir un día más.
__Volví amarte más que antes, ¡Amor!... Volví amarte entre tiempo y espacio,  busqué un tiempo para ti y para mí,  entre nubes y arco iris y me volvió la pasión por ti, recordado el olor de tu piel  y el abrazo sosegado en tu pecho ardiente, desde el abrazo aquel que no olvido,  tus huellas no se borran siguen intactas,  las dejaste esparcidas por toda mi piel.
Y el beso trémulo de emoción en mis labios  eras tú el amante mío, de mis noches frías,  de mis desvelos y de mis pasiones por ti.
Eras tú el dulce despertar de mi alma,  el cálido beso apasionado de la mañana,  el sobresalto sobre mi cuerpo a media  noche y, el desvarío del día que me enloquece.
Vuelvo a ser yo, cuando estás conmigo,  vuelvo a ser de ti cuando te tengo,  vuelvo a ser de ti y tú de mí, de los dos, en esta espera sin tiempo, ni espacio, de los dos.

Vuelve la vida a darme esperanzas  de vivir bajo la piel de tus sábanas ardientes,  y gozar la miel de tu sustento que me envuelve, en tu sentir de hombre, tu cuerpo enredado  en el mío como un desvarío que se hace eterno,  en la noche de tu visitación al altar de mis deseos, de mis amores, profanando el cuerpo mío,  con tus pecados y los míos, entre besos y caricias,
hasta el amanecer de un nuevo día.
Confesiones y perdones por ser ¡Amor mío! Y venir a mis aposentos donde hago mis rezos  para que seas tú el amante perfecto. Mi guía y mi maestro, mi pan en tiempo de hambre, de mi hambre de ti, y amanecer en tus brazos todas mis mañanas envuelto en tus brazos, todos los días de mi vida y aun después de muerto, es una sentencia de amores, entre promesas que nos dimos, tú y yo, mi amante perfecto, de todos mis días.  ¡Volví amarte más que antes, Amor!  Mi eterno amor secreto... ¡Eres hermoso, Amor!

 Durante su estancia en el sur ocuparon habitaciones separadas. Pedro le comentó varias veces a su sobrino lo bonito que sería que todos pudiesen vivir siempre juntos.
Bs. As., febrero de 2017.

A la vuelta, Guillermo insistió en ir de compras para asistir al estudio en febrero, y a la inauguración de gala de la temporada del teatro Colón, del cual tenía abono de temporada.
Pedro no tenía ningún traje suficientemente elegante que ponerse y Guillermo deseaba que luciera un modelo espectacular.

__Ya puedes empezar a aprovecharte de mí, amorcito—le dijo una tarde.

__Ya basta, Guille, te debo parte del auto, es decir la diferencia del que me diste y el que destruiste.

Aun así asistieron a los shopping, y a las mejores casas de ropa masculina, paseando las mejores marcas.
Pedro, tras probarse un traje de trabajo pero elegante gris y un frac de un modelo de un diseñador italiano que le gustaba mucho, se sintió en el paraíso. Era una creación en terciopelo que al inicio le pareció excesivamente cargado y temió que fuera extravagante como  las zapatillas que Guillermo le había ofrecido junto a la sortija de compromiso, pero, en cuanto se lo puso, se dio cuenta de lo maravilloso que era. El estilo y el talle le calzaban como guante a medida.
Mientras se lo probaba en el salón del diseñador se sonrió y empezó a evolucionar ante el espejo. Se sobresaltó de repente cuando oyó que se abría la puerta y escuchó una conocida voz que lo hacía estremecerse a su espalda.

__ ¿Encontraste algo amorcito? _preguntó, Guillermo, admirándolo extasiado. Había visto el modelo al llegar de Italia. Era uno de los más caros que tenían, tanto como el que acababa de elegir para él, pero no era lo que importaba. A Pedro le sentaba de maravillas.

__! Guau! _exclamó__. El diseñador debería verte con su modelo puesto.

El dependiente le miró sonriendo. Era un placer encontrar a una persona como  Pedro en tan perfecta sintonía con una prenda de vestir que realzaba su belleza, desde el bronceado de la piel hasta los ojos almendrados. Mientras Guillermo se acercaba para besarlo, la puerta de la estancia se cerró discretamente al dependiente se retiró, murmurando:

__Voy a buscar otra cosa… Unos zapatos que hagan juego, quizá…
Conocía bien su oficio, y siempre se desempeñaba con eficiencia y habilidad.
__ ¿Te gusta de verdad?  __preguntó, Pedro, mirándole con los ojos brillantes.

Las risas de ambos resonaron en el probador como campanillas de plata mientras él le contemplaba arrobado, soñando con el momento en que podría exhibirlo en el Colón.
__Me encanta. Parece hecho especialmente para vos.
¿Ves alguna otra cosa que te guste?
Pedro se ruborizó. No quería aprovecharse de él.

---Debería decir que no, no me han permitido ver la etiqueta del precio y creo que ni siquiera debería comprarme este –respondió.


Sabía que no habría podido permitirse el lujo de pagarlo, pero le gustaba realmente, le gustaba acicalarse, más para Guillermo… aun así.

Mientras le miraba, Guillermo recordó a sus dos mujeres y a Juan, cuán diferente eran, ellas y Juan nunca tenían bastante, Pedro no deseaba aceptar regalos. Decididamente… era un hombre de suerte.

__ ¿Y no se va a comprar nada señor Beggio?, porque esos trajes son regalos de su futuro esposo, junto con cualquier otra cosa que encuentre por aquí.
__Guille, yo…

Guillermo le selló la protesta y los labios con un beso, y después se encaminó hacia la puerta, antes de salir se volvió a mirarlo.

__Elige unos zapatos a juego amor  y déjate mimar. Cuando hayas terminado, iremos a almorzar  y a ver a Matías si lo deseas.
 En aquel instante el dependiente entró con un sinfín de percheros con decenas de trajes por si a Pedro le gustaba alguno, pero él se negó a probárselos y solo eligió un par de zapatos a juego con el modelo, también de diseñador italiano.
Pedro estaba radiante de felicidad cuando salió al encuentro de Guillermo, pero en al trayecto de salida alabó tanto la belleza de la compra como reprendió cariñosamente a Guillermo por mimarlo de aquella manera.

__Tienes que aprender a amarte, a hacer cosas para ti, y a dejar que la gente lo haga, Pedro, no a negarte a ser feliz y a tener cosas porque él se murió, nada le debes, no tienes que negarte a vivir porque no pudiste salvarlo.
__Supongo que tienes razón, a veces me siento así.


 Se fueron a pie hasta el restaurante del centro tomados  del brazo y disfrutaron de un pausado almuerzo, tras el cual, Guillermo lo acompañó a su casa, él debía aparecer en la suya y Pedro buscar a Agustín que increíblemente estaba en casa de un amiguito disfrutando de sus últimos días de libertad antes de reanudar las clases.

Muchas cosas… habían empezado a modificarse desde el choque, desde el sueño, desde ese despertar.

CONTINUARÁ.

HECHOS Y PERSONAJES SON FICTICIOS.
CUALQUIER PARECIDO CON LA REALIDAD ES COINCIDENCIA.

LENGUAJE ADULTO.

ESCENAS EXPLÍCITAS.

14 comentarios:

  1. Sabri Maravillosa historia, he quedado prendada

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  2. Silvia 💖 lindamente romántico...sólo un gran amor nos hace dimensionar asi a la persona amada.

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  3. Maria Dolores Gracias amiga Eve Mónica Marzetti.

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  4. Veronica Lorena Piccinino Muy lindo Eve Monica Marzetti. Gracias

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  5. Paola Di Chello Muy lindo Eve, se aman de verdad.
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  6. Bellísimo Eve...Me encanta la hermosa pareja que forman y esta historia donde los sueños se cumplen para todos...

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