¿Y SI FUERA POSIBLE?
CAPÍTULO SESENTA Y CUATRO.
Dos poemas ingleses [viii]
“A Beatriz Bibiloni Webster de Bullrich.
¿Con qué puedo retenerte?
Te ofrezco magras calles, ocasos desesperados, la luna
de los corroídos suburbios.
Te ofrezco la amargura de un hombre que ha mirado
largamente a la luna solitaria.
Te ofrezco magras calles, ocasos desesperados, la luna
de los corroídos suburbios.
Te ofrezco la amargura de un hombre que ha mirado
largamente a la luna solitaria.
Te ofrezco mis antepasados, mis muertos, los
fantasmas
que hombres vivientes han honrado en mármol:
el padre de mi padre muerto en la frontera
de Buenos Aires, dos balas a través de sus pulmones,
barbado y muerto, envuelto por sus soldados
en el cuero de una vaca; el abuelo de mi madre
-con tan solo veinticuatro años- encabezando
una carga de trescientos hombres en el Perú, ahora
espectros en desvanecidos caballos.
que hombres vivientes han honrado en mármol:
el padre de mi padre muerto en la frontera
de Buenos Aires, dos balas a través de sus pulmones,
barbado y muerto, envuelto por sus soldados
en el cuero de una vaca; el abuelo de mi madre
-con tan solo veinticuatro años- encabezando
una carga de trescientos hombres en el Perú, ahora
espectros en desvanecidos caballos.
Te ofrezco cualquier agudeza que puedan contener
mis libros, cualquier hombradía o humor en mi vida.
mis libros, cualquier hombradía o humor en mi vida.
Te ofrezco la lealtad de un hombre que nunca
ha sido leal.
Te ofrezco ese meollo de mí mismo que he salvado,
de alguna manera: el corazón central que no
comercia con palabras, no trafica con sueños,
y está intocado por el tiempo, por la alegría,
por las adversidades.
Te ofrezco ese meollo de mí mismo que he salvado,
de alguna manera: el corazón central que no
comercia con palabras, no trafica con sueños,
y está intocado por el tiempo, por la alegría,
por las adversidades.
Te ofrezco la memoria de una rosa amarilla
vista
en el ocaso, años antes de que hubieras nacido.
en el ocaso, años antes de que hubieras nacido.
Te ofrezco explicaciones de ti misma, teorías
sobre ti misma,
auténticas y sorprendentes noticias de ti misma.
auténticas y sorprendentes noticias de ti misma.
Te puedo dar mi soledad, mi oscuridad, el
hambre
de mi corazón; trato de sobornarte con
la incertidumbre, con el peligro, con la derrota.
de mi corazón; trato de sobornarte con
la incertidumbre, con el peligro, con la derrota.
Jorge Luis Borges / (De El otro, el mismo)”
Pergamino. Martes, 02 de agosto de 2016.
“Te quiero como para leerte cada noche, como
mi libro favorito,
quiero leerte línea tras línea, letra por letra, espacio por espacio”.
Mario Benedetti.
quiero leerte línea tras línea, letra por letra, espacio por espacio”.
Mario Benedetti.
“Cuando me hablas… me pierdo en la melodía de
tu voz, y por más
que busque no encuentro como dejar de mirar tus ojos.
Ciertamente no hay salida….cuando me hablas…” Pablo Neruda.
que busque no encuentro como dejar de mirar tus ojos.
Ciertamente no hay salida….cuando me hablas…” Pablo Neruda.
Papi, ¿puedo ayudar a Camila a armar la
habitación del bebé? __pidió Michael apenas recorrimos el casco.
_ Hola, sí, Natasha, te llamo para cancelar
la cena de cumpleaños, creo que Camila está en trabajo de parto, estamos por
salir para la clínica _avisó Guillermo a su hermana.
__No importa la cena, me encanta que mi
sobrino nazca en mi día, bueno, en el de la abuela también, te veré allí, estoy
saliendo en quince, yo le aviso a mamá _contestó Natasha sintiendo un presagio
de lo que estaba por suceder en su propia vida.
__Gracias, pero no la presiones a venir si no
lo desea _adujo, Guillermo__, y gracias, por todo, por tu cambio, por estar acá, por los regalos, casi no logramos
hacerlos entrar, pero es todo muy lindo.
__Lo hice de corazón, te quiero hermano,
siempre fuimos unidos, y lamento el tiempo que perdí por las tonterías que
hice, solo espero que mamá también lo entienda, te veo en un rato, dile a mi
sobrino que espere a que llegue, hasta ya. __Cortó.
Guillermo observó que Camila se llevaba las
manos a la espalda mientras hablaba contenta con el electricista.
__ ¿Por qué haces ese gesto? Camila, el hecho
de que la doctora haya dicho que podía retrasarse la fecha semanas no significa
que sea así, has estado haciendo de todo _ le reprochó Guillermo, mientras
todos estábamos ya en la sala.
__No, Guille,
cumplo mañana pero ya sabes que los bebés nunca llegan a tiempo, recién
llamé a mi papá para que viaje por las dudas,
pero no es nada, es solo que he estado haciendo cosas en la estancia.
__Dana cruzó la mirada con Pedro.
Camila no paraba de frotarse el vientre y
tenía más dificultades que las habituales para seguir el ritmo de paso habitual
cuando Guillermo le propuso caminar hasta el jardín para observarla. De pronto
se detuvo y le apretó el brazo. Él se volvió a mirarla. Algo estaba sucediendo.
Camila estaba distinta aunque insistía en que se sentía bien.
__ ¿Qué ha sido eso, entonces? _le preguntó
él, suspicaz, cuando se volvió a parar.
__Un simple calambre. He llevado unas cajas
de embalaje al contenedor _explicó__. Quería que todo quedara listo.
__Está de parto, Pedro _susurró Dana
detrás__. Lo sé por experiencia, casi pasé lo mismo con el nene.
Guillermo puso los ojos en blanco y sacudió
la cabeza, aunque a esas alturas si tenía el bebé no pasaba nada.
__ Michael, hijito, en tres días tienes la
audición, nazca o no Gianluca, ¿te sientes preparado? __pregunté a mi hijo al
verlo tan excitado.
__Sí, papi, creo que sí, tengo diez obras
preparadas, si me piden que toque de cada época una, sé de memoria dos
_explicó.
__Me parece muy bien, aunque no sé en verdad
cómo es, esperemos que te dejen elegir, igualmente confío en que lo harás bien.
__ ¿Viste las notas que salieron de la rueda
de prensa? _interrogó Dana.
__No demasiado, pero es más o menos lo que
dijimos, salió bastante bien, creo.
Solo espero que a Sarah le vaya bien en la
galería con el contrato, no me dejaron poner dinero _respondí y apresuramos el
paso__. ¿Estás bien, Camila?
__Bien, solo que llevo todo el día con
calambres.
Guillermo paseó la mirada entre los tres y se
echó a reír.
__Creo que te niegas a ver la realidad y que
mi hijo nacerá en medio del jardín. ¿Se te ha ocurrido pensar acaso que puedes
estar de parto? No soy un experto pero por lo que vengo leyendo creo que tienes
todos los síntomas, ¿verdad, Dana?
__Creo que sí, por eso di la voz de alarma.
Guille había estado leyendo sobre el tema
para prepararse, y además hizo el cursillo y las técnicas de respiración.
Camila tenía dolor de espalda y unos calambres según su vocabulario que
probablemente eran contracciones. Además, le costaba caminar cuando eso
sucedía. Guille sugirió tomar un coche y en el momento en que estaba hablando,
mientras Dana que controlaba el tiempo entre los dolores desde hacía buen rato
me hacía una seña, Camila se retorció de dolor. Esta vez era una contracción,
no había duda al respecto. Y ella no podía terminar de hablar.
__Vamos por los coches, Guille –afirmé sin
necesidad de más _, esperen aquí.
__ ¿Sabes cada cuánto tiempo te pasa esto?
__preguntó Guillermo minutos más tarde mientras la ayudaba a subir a uno de los
automóviles, Juan Pablo y Dana nos seguían en otro con los chicos.
__Dana estaba llevando el tiempo, yo estoy
sin reloj, me lo he dejado en el lavabo esta mañana _balbuceó Camila ahora con
cara de susto.
__Camila _dijo Guille, tratando de
fingir una calma que no sentía y
tropezando con mi mirada que intentaba dársela. De pronto estaba muy asustado__
¿Y si lo tuvieras en el coche o peor, en la casa sin médico? __Inspiró hondo e
intentó hablarle con calma__: A todos nos parece que estás de parto. Pedro,
vamos rápido a la clínica a que le echen un vistazo, por suerte su doctora
salió apenas la llamé.
__Qué tontería _ dijo, Camila al ver la
expresión del padre de su hijo mas entonces la asaltó otra oleada de dolor y
paró de hablar, mientras pisé el acelerador y me concentré en la ruta.
De pronto la sugerencia dejó de parecer una
tontería. Si lo pensaba, llevaba todo el día teniendo calambres, y la espalda
le dolía mucho. Sentía que la presión la aplastaba y lo miró con los ojos muy
abiertos.
__Quizá tengas razón, perdón _dijo, Camila en
voz baja, apretándole el brazo.
Guille cronometró desde el instante en que
viré hacia la clínica las contracciones. Eran regulares y se producían cada
tres minutos. Cuando Guille lo dijo, Camila se quedó aterrada.
__Creo que no estoy preparada _ dijo,
nerviosa.
__Sí que lo estás _dijo, Guille en un tono
tranquilizador.
Camila lo miró con los ojos como platos, de
repente preocupada también por él.
__ ¿Y tú? ¿Estás bien? Si ha llegado el
momento, ¿vas a entrar conmigo o quieres que entre con Dana o sola?
Guille ni siquiera vaciló. Ella a pesar de
todo era su esposa y la madre del nene, y aquel era el bebé de ambos.
__No te preocupes. Voy a estar contigo. Estoy bien. Y tú también. __ le
aseguró tomándole la mano con fuerza y continuó cronometrando las contracciones
que se habían prolongado e intensificado desde que habíamos subido al coche__.
Menos mal que Dana nos ha avisado a todos. De lo contrario, habrías podido
tener el bebé en el mismo suelo. ¿No te has dado cuenta de lo que estaba
pasando?
__No la retes, Guille.
Camila negó con la cabeza, y mi hijo le
acarició la mano.
__Estaba entusiasmada con su habitación y
demasiado ocupada. Simplemente creía que esta mañana había sufrido un tirón en
un músculo.
__Un músculo poderoso claro, el útero _
repitió Guille y agregó, desazonado al ver que
nos quedábamos atrapados en el tráfico típico de la tarde__. Date prisa,
Pedro, por favor, creo que mi mujer va a dar a luz en el coche.
__A no, les ruego a madre e hijo que no sea
en este coche _respondí sonriendo, mirándolos por el espejo retrovisor.
Pero aceleré, para entonces Camila había
dejado de hablar del todo y se agarraba de Guille con una mueca de dolor.
__ ¿Quieres que llame a Sarah? _ pregunté por
las dudas.
__No, mi hermana está rumbo a la clínica y le
iba a avisar, igual dudo que venga, no al menos a horas de lo de ustedes, y
todo ese lío, no lo creo.
Asentí con la cabeza, aunque nadie albergaba
ya dudas de que iba a nacer el nene, las contracciones eran rápidas e intensas.
Debía de estar de parto desde esa mañana, yo solo pedía que la buena noticia
para todos no sucediera en el coche, acababa de llamar Moravia diciendo que
acudiría directamente a la clínica.
Pilar.
“Si al menos me hubieras dicho que no me
amabas, no hubiera perdido el tiempo oyendo cada una de tus palabras, no me
hubiera creído lo que con susurros al oído había creído que me querías en tu
vida, Pedro.
Si al menos me hubieras dicho solo una
palabra: "te amo", me hubiera
encantado ser tu eterno amor, si me hubieras
dibujado con tus manos, me hubiera entregado en cuerpo y alma a tus
besos, a tu esencia a mi sentir pero creo que nunca he sido tu musa.
Si al menos hubiera tenido tu aroma aquí en
mis sábanas, hubieras despertado a la mujer sensual y erótica, a la que te desnudaría el alma sin inhibiciones, te
hubiera dado mis fantasías, mi fuego encendido, mis sueños compartidos pero te
sentí casi un desconocido desde llegar de Nueva York.
Si por lo menos hubieras venido a mí como
sonámbulo, te hubiera dado mi calor, mi
piel, mi cuerpo, y todos mis
sentimientos, solo por estar contigo, solo por darte mi amor, mirando
tus ojos estremecerme al solo rozar tu
piel, serías la cobija perfecta para abrigarte con mi piel. Cómo pude creerte
en Europa, dejarte que me convencieras, yo siempre supe que sería imposible. Y
lo mismo me duele, Pedro, si al menos
hubieras dicho esa noche tan amarga,
quiero estar más sin ti, ni siquiera te hubiera mirado, ni hecho caso,
te hubiera despreciado tanto, ni un
beso te hubiera dejado, sufriendo con
cicatrices en el alma, simplemente por amarte como te amo, solo darme la vuelta
e irme y no verte jamás, hiciste tanto daño”.
__Mamá, acabo de hablar con mi hermano, está
de parto, Camila, yo estoy saliendo para la clínica, ¿vienes conmigo?
Sarah quedó de piedra, mirándola sin
reaccionar.
__No. No puedo, hija, no ahora, creí que iba
a poder, pero todo esto me da… asco,
Guillermo es gay...
__Eso no tiene nada que ver con tu nieto
madre. Y Camila lo eligió como papá de su
hijo conociendo la verdad, no debería afectarte.
__ ¿Y tú lo dices? Estuviste meses contra tu
hermano por ello.
__Ya pasó, mamá, me porté mal, y ahora además
estoy embarazada, quiero estar cerca de ellos, del nene _respondió sinceramente
Natasha.
__Ve tú, hija, yo tengo una entrevista de
trabajo con el director de la galería, debo rescindir el contrato de la
muestra, si realmente está por nacer mi nieto, avísame, si puedo, iré, pero no
le asegures nada a tu hermano, en verdad no sé si puedo, hoy, ahora justamente.
__Está bien, lo haré.
Sarah estaba disgustada por haber cumplido
sesenta y cinco años y no poder seguir manteniéndolo
en secreto. Todo el mundo sabía por la prensa que era una anciana, cualquiera
entendería pese a su aspecto, que Pedro la
hubiese dejado, y no la consolaban ni las predicciones de éxito laboral
ni los nietos. Enfrentarse sola a esa edad le resultaba más deprimente que
antes, se sentía de noventa, y sus nietos llegaban para recordárselo.
Mientras intentaba arreglarse para la
entrevista laboral con Alejo Carpentier, el director de la galería, desconocía
que este en su piso reptaba literalmente por el suelo de su suite con lágrimas
en los ojos, jamás había sufrido un dolor así desde que era jugador de fútbol,
cosa ya olvidada. Se sentía como si le hubieran clavado un hacha en la espalda.
Los dolores punzantes subían al cerebro
y le bajaban por las piernas. No podía ponerse de pie ni andar. Logró llegar al
baño y se levantó despacio, aferrándose al lavabo. Tomó el móvil de la encimera
y se sentó en el inodoro con un gemido.
__! Ay, Dios mío! _exclamó, buscando un número
en su teléfono.
Al verse en el espejo comprobó que parecía un
náufrago y se sintió como si tuviese mil años.
Nunca había tenido problemas para seducir a
las mujeres, a menudo estas se le ponían en bandeja, por lo general actrices,
modelos y chicas de veintitantos años, en general cualquier chica linda que se
cruzase en su camino, y en la noche previa no fue la excepción, festejando su
cumpleaños sesenta y cinco, había regresado pasado de copas con una de ellas, y
pasado la noche practicando sexo acrobático, no recordaba haberse divertido tanto
hasta que algo se le quebró en la espalda, dejándolo inmovilizado. Había
soltado tal grito que la chica se había ofrecido a llamar a emergencias. Sin
embargo, él, mortificado, tratando de fingir que no dolía tanto le sugirió que
se fuese a su casa, y ella se marchó.
Se había pasado el resto de la noche
muriéndose de dolor, esperando a llamar a su médico de cabecera, en cuanto lo
hizo esa mañana la secretaria prometió pasarle enseguida, y el hombre que lo
atendió era amigo y médico desde hacía años.
__ ¿Qué sucede, Alejo? Mi secretaria ha dicho
que es urgente.
__Creo que lo es _dijo apenas en un susurro.
Le dolía hablar. Le dolía respirar. Ya se imaginaba en una silla de ruedas el
resto de su vida__. No sé qué demonios me ocurrió anoche. Creo que sufrí un
tirón en la espalda o algo así. Casi no puedo andar.
No le costaba imaginarse paralítico pues el
dolor que sufría era tremendo.
__ ¿Qué hiciste, si se puede contar?
Su médico le tomaba el pelo. Sabía lo activa
que era su vida sexual. A veces hablaban de ella, pero su amigo no se estaba
riendo en ese momento. Estaba a punto de llorar.
__Mejor no te lo cuento. ¿Puedo ir a tu
consulta?
__ ¿Cuánto tardarías?
Alejo
era muy importante y el médico le haría un hueco con mucho gusto, en especial
en una urgencia como aquella.
__Una hora _dijo Alejo con dientes apretados.
__Media hora, y cancela todo el trabajo que
tengas, si te salvas de la cirugía será un milagro __ dijo aquel sin dudar en el diagnóstico __. ¿De verdad no
quieres una ambulancia?
__No. Sería peor.
No tenía idea de cómo saldría del piso, pero
ya se arreglaría para llegar allí, y sentía dejar colgado el trabajo en la
galería, al menos no había exposición en curso. Colgó el teléfono, llamó al
servicio de coches que solía utilizar y se puso como pudo la ropa de gimnasia
que estaba en el suelo del cuarto de baño. Se preguntó si debería ir a un hospital, pero de hecho su amigo le diría, él
siempre sabía qué hacer. Y aquello no
podía ser tan malo. Aunque había tenido un cálculo en el riñón y esto le parecía
peor.
Estaba abajo diez minutos más tarde, el
portero lo vio y le ayudó a subir al coche. Diez minutos más tarde el mismo
chofer lo acompañó a entrar al consultorio médico, a los cinco minutos lo
estaba examinando, y al mirarlo lo recordó.
__ ¿Es tu cumpleaños, Alejo?
__Por favor, no me lo recuerdes, sabía que
sería malo, pero no que era la jubilación. ¿Qué diantres me ocurrió anoche?
__Son esas chicas jóvenes, Alejo, menuda vida
llevas.
__Creo que era profesora de gimnasia o una
contorsionista o algo así, por poco me mata.
Que una noche de sexo acrobático lo hubiera
dejado así y para colmo en su cumpleaños, hacía que se sintiera una carroza.
Qué número más feo. De pronto se preguntó si volvería a disfrutar del sexo
alguna vez. Lo más probable es que la noche anterior no se repitiera jamás.
__Tendrás que ir a la clínica, voy a
recetarte una resonancia de columna, debe de ser una hernia de disco. De estar
roto el disco o la vértebra, habrá que operar. Espero que no, puede que solo sea una hernia, o una
protrusión discal incompleta que arreglemos con gimnasia y tratamiento del
dolor. Vamos a echar un vistazo.
__Mierda _ dijo, tan asustado como si acabasen de diagnosticarle un
infarto__. ¿Tendré que operarme?
__Espero que no. Veremos qué indica la resonancia,
te he hecho una nota, te la harán de inmediato, para cuando salgas yo estaré
allá _dijo seguro__. Y una cosa, más vale te tomes las cosas con calma durante
algunas noches.
Esbozó una sonrisa mientras el paciente se
incorporaba con franca mueca de dolor. Esa noche había invitado a una fiesta en
un boliche a amigos y varias chicas, entre ellas modelos y artistas, pero ya
sabía que tendría que cancelarlo. De pronto recordó una reunión con una
importante marchante, debería pasar por la oficina, aunque fuese por minutos, y
telefoneó de camino para avisar que llegaría con retraso, aunque sin
especificar en detalle. No quería reconocer el estado en que se encontraba, al
menos hasta saber más.
Alejo concurrió a la clínica de Pergamino
para hacer la resonancia en su coche, y al entrar encorvado como un anciano,
así se sintió, apenas podía caminar luego de pasar una noche con una chica de
veintidós años. A la gente que le preguntaba le decía que había tenido un
accidente de coche.
Tardó cuarenta minutos en hacerse la
resonancia, y le dijeron que había tenido suerte. Por lo que podía ver el
técnico, el disco estaba herniado, no había fracturas y quizá aunque lo diría
el neurocirujano no tendría que operar, sino ir a fisioterapia y tratamiento
del dolor. Era una forma horrible de iniciar su cumpleaños. Su carrera de
amante salvaje y loco había acabado. Se sentía todavía peor.
Cuando llegó al trabajo, aún desaliñado y con
ropa de gimnasia, se había tomado un analgésico. No se había afeitado ni
peinado, pero vivo o muerto tenía que pasarse unos minutos por allí, pues su
socio estaba de vacaciones. Tenía que hablar con la marchante más famosa del
país y casi del mundo, según había averiguado, él mismo era crítico de arte, importante
coleccionista y muy respetado en su trabajo, el respeto que sentían por él
rozaba la adoración y le gustaba lo que hacía. Por otra parte siempre había sido incapaz de
resistirse a las mujeres. Su matrimonio había acabado en divorcio quince años
antes. Había engañado a su esposa constantemente, nunca estaba en casa, y tenía
que reconocerle a ella el mérito de haberse separado en buenos términos. Tenía
un hijo mayor radicado en Estados Unidos.
Cuando llegó al edificio, Alejo atravesó el
vestíbulo cojeando, entró casi a rastras al ascensor y se quedó inclinado hacia
delante tras pulsar el botón de la planta. No podía permanecer erguido, por lo
cual no vio la cara de la mujer que entró en el ascensor detrás de él. Solo
pudo ver sus elegantes zapatos de tacón, el abrigo rojo y unas buenas piernas. Pero
ni quiso pensar en eso. Quizá debía plantearse pasar los últimos años de su
vida en un monasterio.
__ ¿Se encuentra bien? __preguntó ella
inquieta.
__Lo cierto es que no, pero sobreviviré _ dijo
él. Intentó alzar la mirada hasta ella, e hizo una mueca de dolor. Le resultaba vagamente familiar, pero no podía
recordar quién era. De pronto cayó en cuenta. Era la famosa marchante, y él iba
jorobado con ropa de gimnasia y chanclas, despeinado y sin afeitar, pero estaba
tan dolorido que casi no le importaba. Siempre había pensado que aquella mujer
parecía demasiado perfecta, pero en ese momento mostraba una mirada compasiva
que no hizo sino confirmarle el mal aspecto que él tenía. Era patético. Al
mirarla se fijó que era más bella de lo que recordaba__. Tengo una hernia de
disco__ explicó__, y creo que he venido a una reunión con usted, lo siento,
Sarah, soy Alejo Carpentier, socio mayoritario de la galería.
__No es nada __replicó ella cuando el
ascensor llegó a planta__. ¿Necesita ayuda para salir? __preguntó en todo
compasivo, era evidente cuánto le dolía cada paso.
__Solo si pudiese mantener la puerta abierta
mientras salga… __dijo él mientras cruzaba la puerta del ascensor arrastrando
los pies.
Llegó a su despacho con grandes dificultades,
se dejó caer en el sofá y se tumbó lanzando un gemido. Su secretario entró y se
quedó mirándolo, asombrado.
__ ¿Qué ha pasado? Parece que te ha arrollado
un tren.
__Algo parecido. Anoche tuve un accidente y
me hice una hernia de disco. Por cierto, vine a atender a esa bomba de mujer
que espera, ve a buscarla.
__Iré. Por cierto… feliz cumpleaños, Alejo.
__ ¿Cómo lo sabes? __inquirió Alejo,
angustiado, como Sarah el día previo.
__ ¿Estás de broma? Todo el mundo te conoce y
siempre he sabido el día en que naciste, además lo han anunciado en las noticias
de hoy, tienes los mismos que la mujer
que está por entrar si eso te consuela.
__ ¿Mi cumpleaños y cuántos años tengo? _preguntó
sin oír lo de Sarah.
__Las dos cosas.
__Lo que me faltaba, y yo que le decía a las
chicas que tenía treinta y nueve.
__ ¿Lo celebrarás?
__Suicidándome.
Por cierto, dile a la marchante que espera
que pase, tráela, me ha visto en mi mejor estado, pero es demasiado guapa como
para dejar de atenderla, he venido por ello, cancela el resto de compromisos,
al menos de la semana.
__Sí, jefe, felicidades, de todos modos.
Pergamino.
Cuando entré en el acceso a sala de
emergencias y me detuve, Camila,
espantada, abrió los ojos como platos.
__Creo que voy a vomitar __dijo asustada y
mareada.
Guille sacudió la cabeza. Sabía lo que eso
significaba, había hecho los deberes. A Camila le faltaba muy poco para tener
al bebé.
__ Voy a buscar a una enfermera _dijo Dana__. O a un médico, tranquila Cami, ya llegamos, todo estará bien.
Un momento después salió una enfermera,
empujando una silla de ruedas y con una enorme sonrisa se presentó.
__Venga mamita _ le dijo a Camila en tono
firme, vamos a sacarla de ese coche. Papá, échanos una mano__añadió mirando a
Guille, el cual asintió con la cabeza.
__Me parece que voy a tenerlo ahora mismo
_dijo Camila dejándose arrastrar por el
pánico.
__Ni hablar _dijo la enfermera con firmeza__.
Primero vamos a llevarte dentro. No querrás tener el bebé en un coche. ¡No
imaginas el lío!
Camila
y todos nos echamos a reír, nerviosos, a pesar de los dolores. Entre
Guille, la enfermera y yo la ayudamos a sentarse en la silla de ruedas y
echamos a correr. La enfermera empezó a gritar en cuanto le tendieron una
camilla de la sala de exploración, y preguntó a Camila el nombre de su
obstetra, aunque pidió a una enfermera de la sala de emergencias que estuviera
allí, que avisara al tocólogo de guardia. La enfermera le advirtió a Camila que
iba a examinarla. Ella y Guille la ayudaron a quitarse los pantalones y la
remera, le pusieron la bata y volvieron a tenderla en la camilla, para ese
momento ella sonrió al ver llegar a Julia, su médica, y cerraron la puerta
corredera, antes de sentarme vi acercándose a Natasha… sola.
__ ¿Y? __preguntó.
__Acabamos de llegar, está en parto, están
examinándola. ¿Sarah?
Natasha negó con la cabeza y bajó la mirada.
__Gracias por estar acá _le dije, mientras
Dana se acercó y nos sentamos en la sala de espera.
__Nada, es mi sobrino y lo quiero, es como
elijo festejar mi cumpleaños, es un regalo para mí que me honra, quisiera contarles algo, que
significa en parte los regalos, mi volver a ser la de antes, mi cercanía a
ustedes.
__ Te escuchamos. ¿Regresarás a Europa?
__interrogué pensando que iba a despedirse.
__No por ahora, dudo que en meses. Estoy
embarazada, no enamorada ni de novia, antes de que pregunten, fue solo el rollo
de una noche con un crítico de arte, me conoces, Pedro. Quiero tenerlo.
__!Vaya, qué sorpresa! _dije atónito.
__No le digas nada a Guille, quisiera hacerlo
formalmente cuando ya estén instalados tranquilos en la estancia.
__Vale, claro, felicitaciones.
__Cuenta con nosotros _dijo Dana que le dio
un beso en la mejilla.
__Obvio, me alegra saberlo, y sé que Guille
estará feliz de ser padre y tío, eres muy valiente si piensas en tenerlo acá,
sin el padre, digo.
__Es una historia complicada, ya les contaré
todo, ni yo lo he terminado de asumir, recién me he enterado, creo que llegó
con mi sobrino como regalo de cumpleaños, pero me siento bien, contenta ahora.
____No empujes ahora, Camila _le recomendó
Julia sin dejar de sonreír.
La doctora tenía un aura de competencia y de
calidez que tranquilizó a Guillermo. Las cosas estaban yendo muy deprisa.
__No la hago _dijo, Camila con los dientes
apretados__, pero siento ganas. El bebé se mueve, empuja con mucha fuerza. Me
duele mucho. ¿Puedes darme anestesia?
Miró implorante a Guillermo. Y este miró a la
obstetra. La mujer estaba examinando a Camila, y luego miró a ambos.
__Estoy viendo la cabecita mami, vamos a
tener a este bebé en un par de minutos, antes que el anestesista pueda llegar
siquiera. Tienes una dilatación de diez centímetros, y algo me dice que llevas
rato así. ¿Qué estabas haciendo para pasar por alto los síntomas? Aunque sea el
primer hijo, hiciste el cursillo y lo habíamos hablado.
La enfermera había quitado el extremo de la
camilla, montó unos estribos y unos soportes para las piernas y, con suavidad,
colocó encima las piernas de Camila, que la miraba aterrada.
__Estaba montando con Guille y mi familia la
habitación del nene, nos mudamos hace poco. No pudo tener él bebe ahora, Julia.
No estoy preparada __gritó enfadada y
asustada de pronto.
Estaba perdiendo el control, pero Guillermo,
junto con ella, se mostraba firme como una roca.
__Sí que lo estás _dijo Julia con calma__.
Aquí no llegan muchas mamás que pasen por alto los síntomas de parto porque
andan dejando preciosa la habitación de su hijo, pareces trabajadora de
decoración _dijo su médica con una amplia sonrisa.
Estaba tomando instrumentos que le pasaba la
enfermera sin perder de vista a Camila.
__No, es que deseaba dejarla lista _dijo con
una mueca de dolor. Sin embargo no gritaba. Guillermo estaba sorprendido por el
proceso y lo deprisa que había ocurrido todo.
Julia se volvió hacia Guillermo.
__ ¿Papá, te gustaría ver la cabeza del bebé?
__ ¿La ves? __preguntó, Camila sonriente.
Entonces la asaltó otra oleada de dolor, la
peor que había sentido hasta el momento. Guillermo le sostuvo los hombros, se
asomó y vio la cabeza de su hijo coronando. Tenía el pelo corto, oscuro como el
de él. Y se retrajo ligeramente cuando acabó la contracción.
__Vale, papá. Tú sujeta una pierna y Mirta
sujetará la otra. Mamá, cuando empiece la próxima contracción vas a contener la
respiración y a empujar tan fuerte como puedas. En un par de minutos vamos a
ponerte a tu bebé en tus brazos. Empuja, ahora _dijo.
La contracción había empezado y Camila ya
empujaba. El bebé avanzó sin parar y salió disparado. Las manos de Julia lo
acogieron mientras Camila soltaba un gemido grave y prolongado. Guillermo miró sobresaltado a Camila, que
sonreía entre lágrimas. La enfermera limpió al bebé, lo envolvió en una manta y
se lo entregó al padre, que ahora también lloraba.
__Tienes un hijo, Guillermo _le anunció,
Julia.
En ese momento cruzaba la puerta el médico de
guardia con el anestesista, y Julia ya estaba cortando el cordón umbilical.
Apenas habían salido de la estancia una hora antes y ya estaba su hijo en
brazos, se dijo, Guillermo que se inclinó sobre Camila con el bebé entre sus
brazos y se lo puso en el pecho. Ella lo tocó y miró a Guillermo. Los dos
estaban llorando y sonriendo al mismo tiempo.
__Es igual al papá _dijo Camila en un
susurro__. Muéstraselo a Pedro.
Guillermo miró a su hijo con orgullo mientras
lloraba de alegría y recordaba todo lo que de la experiencia le había contado,
Pedro.
Aún no lo habían pesado, pero estaba claro
que era un niño grande. Julia calculaba cuatro kilos y había salido casi sin
ayuda, hasta Camila comentó que al fin no había sido tan difícil, Guillermo se
estremeció. A él no le había parecido fácil, tampoco todo lo terrible que se
temía, y el milagro de ver a un ser humano, su hijo, surgir de las entrañas de
otro lo había dejado estupefacto, había merecido la pena, se alegraba de haber
aceptado aquello, cuando Camila lo deseaba más que él.
La
enfermera salió un momento de la sala mientras Julia sacaba la placenta y
cortaba el cordón umbilical. Cuando volvió, la mujer miró a Camila, y dijo:
__Allí fuera hay un montón de gente
preguntando por Camila Moravia de Graziani. ¿Eres tú? _inquirió con aquella gran
sonrisa maternal que los había tranquilizado a los dos.
__Lo soy __dijo Camila alegremente con su
bebé en brazos. Mientras Guillermo los miraba a los dos con orgullo__. Cuando
puedan pasar, déjalos.
__Te adecentaremos un poco mamá, y pasarán
unos instantes, por la mañana se irán a casa.
Camila miró a Guillermo, para asegurarse que
le parecía bien, y él asintió con la cabeza a sabiendas que aquel era el día
más feliz de su vida a pesar del miedo que había pasado. Sintió que amaba a
Pedro y así sería siempre, pero que al igual que Dana para él, Camila siempre
sería familia también, para siempre.
Ella había empezado a temblar, y la cubrieron
con una manta térmica. Le habían sacado los pies de los estribos, y la
enfermera les dijo que los temblores eran normales y no tardarían en
desaparecer.
Momentos después entró la familia, Pedro
encontró la mirada colmada de amor de Guillermo, y en sus brazos el milagro de
vida, el que sería su hijo de alguna manera, el hermano pequeño de Michael, y
las lágrimas rodaron por las mejillas cosa que Natasha vio claramente y también
se acercó a su hermano, con los ojos anegados. Guillermo devolvió el bebé a la mamá, y ella
estaba muy feliz, era todo lo que necesitaba. A su hijo, a su padre que acababa
de entrar y a esa rara familia que eran, mientras todos los felicitaban, todos…
menos Sarah. Guillermo pese a ello comprendió que todo era perfecto, cuando vio
las lágrimas de Natasha, el amor de Pedro, y el asombro de Michael, que no
cesaba de exclamar que había nacido su hermanito, al fin.
El pequeño Giancarlo era el bebé mejor
recibido del mundo, esa era una vida y un entorno completamente distinto al que había conocido de niño, lleno de
prejuicios y normas, su hijo sería libre, y estaba rodeado de personas que los
querían.
Camila se inclinó y besó al bebé.
__Bienvenido al mundo _susurró.
Y Natasha dijo a todos que ella se quedaría
con ella esa noche, que de pronto el peor cumpleaños había acabado para ella
siendo el mejor de su vida, Pedro entendió… mucho más que Guillermo en ese momento.
__
Para cuando regresaron a la estancia, apenas
tomaron una comida ligera, nada sabían para entonces de Sarah, que no obstante
había llamado a su hija, y sí sabía de lo sucedido.
__Guille, amor, ten. Este pequeño poema de
declaración de amor nace en el sorbo de un café, en esta tarde gris que amenaza
lluvia, el ruido de las gotas que tropiezan con el cristal de mi ventana me indica que ya ha comenzado el momento de
brindarme esa magia que me envuelve, que me traslada y me lleva a ti, y mi
mente enamorada derrama palabras, donde como golpe de mar tú te asomas, me
acaricias y susurras y como un diluvio lo inundas todo, ya no puedo dejar de
pensarte, ya no amor mío, ya eres mi todo, me envuelve cada instante, cada
momento, cada suspiro, ellos son los
aliados de enredarme en ti, procurándome noches eternas soñándote .
Otro sorbo de café me devuelve a la realidad, sigue la lluvia, y mi mente rebosa miles de ideas para ofrecerte esta noche cuando llegues, para hacerme soñar que muero en tu mirar, que tus brazos me invitan a bailar la melodía más bella que la lluvia nos ofrece en el estruendo del silencio que lo envuelve todo, bailemos amor toda la noche hasta que vuelva a salir el sol.
Otro sorbo de café me devuelve a la realidad, sigue la lluvia, y mi mente rebosa miles de ideas para ofrecerte esta noche cuando llegues, para hacerme soñar que muero en tu mirar, que tus brazos me invitan a bailar la melodía más bella que la lluvia nos ofrece en el estruendo del silencio que lo envuelve todo, bailemos amor toda la noche hasta que vuelva a salir el sol.
__Me embriagaría de tu cuerpo hasta ahogarme
en las mieles de tu piel seductora, conectando con tus intimidades y derrotando
tus temores, dejando fluir tus deseos pasionales aun guardados por las dudas.
Te abrazaría eternamente, mi amor donde ocupara un espacio profundo en tu alma,
tu corazón expande fantasías dominando a los invitados indeseados del recuerdo.
Y yo en mi mundo erupcionado por el misterio de amarte y hundirme de placer en
un mar de lava que me quema transformándome en un volcán sin descanso.
__ Y tú te has convertido en mi vicio,
drogado estoy de amor, adicto sin salida a las tentaciones más exquisitas de tu
sensualidad a la hora de amarnos. Me emancipas como tu esclavo, me dejo llevar
por tus instintos de conquistador, donde me siento como rey en su trono,
esperando cada noche la llegada de su par. Este amor que se apodera de mí a
cada instante del tiempo estará por siempre encendido como una hoguera en las
entrañas de mi loco corazón. Voy a amarte con toda mi alma hasta que mi cuerpo se extinga. Y después de
ello, viajaré en millones de partículas con tal de acariciarte las mejillas.
¡Para que jamás olvides que nadie va
quererte como yo te quiero! Me excitas,
me provocas, me enloqueces y contra la pared mereces que desgarre tu ropa
, que mis labios tomen tu boca mientras oprimo tu cuerpo y ambos nos volvemos
obscenos, mis manos se meten debajo de tu ropa, te tomo por una nalga, mis
labios se deslizan hasta tus pezones descubiertos, voy al acecho
lamiendo tus erectos botones por
las sensaciones, por las caricias que te hacen vibrar, que te han llegado a levitar,
me aferras contra tu cuerpo, me susurras
al oído que nada es prohibido ni
imposible.
No habrá un detente eso pervierte mi mente, mis labios bajan por tu vientre hasta llegar a ese bóxer que oculta tu sexo pero mis manos lo empiezan a deslizar por tus muslos, empieza a bajar mi boca, mis labios empiezan a besarte, mi lengua a lamerte y tu cuerpo empieza a temblar cuando con mis manos profano tu ser.
Empiezas a enloquecer, me tomas por la cabeza y ahora soy tu presa, me lanzas contra la pared pues quieres saciar mi sed, me dices, no te vayas a mover, tú me vas a complacer.
No habrá un detente eso pervierte mi mente, mis labios bajan por tu vientre hasta llegar a ese bóxer que oculta tu sexo pero mis manos lo empiezan a deslizar por tus muslos, empieza a bajar mi boca, mis labios empiezan a besarte, mi lengua a lamerte y tu cuerpo empieza a temblar cuando con mis manos profano tu ser.
Empiezas a enloquecer, me tomas por la cabeza y ahora soy tu presa, me lanzas contra la pared pues quieres saciar mi sed, me dices, no te vayas a mover, tú me vas a complacer.
Me
besas con lujuria infernal, me acaricias de forma ancestral, tu lengua empieza a jugar por mi cuello, empieza a bajar, arrancas mi camisa pues tienes mucha prisa por
enloquecer mi cuerpo, lo vas dejando al
descubierto llenándolo de ardientes
caricias llenas de pasión, llenas de malicia.
Bajas por mi pecho hasta mi vientre, resiguiendo mi cartografía no encuentras en ella la señal de detente, dejas al descubierto mi virilidad, me doy cuenta tienes mucha habilidad, con tu lengua empiezas un recorrido lleno del placer prohibido que estremece mi ser cuando me llenas de placer sin perderte la mirada, mi voz esta agitada, gimo como un animal, el placer que me das es fatal… mi cuerpo empieza a temblar… por mis poros empiezo a sudar… arde un volcán en mi interior… quiero hacerte el amor como un loco degenerado, a mi cintura te has aferrado entre tus muslos me tienes apretado, deslizándote con tus movimientos, profano tus simientes, se acelera nuestra respiración y empezamos la acción, aceleras cada moviente. Me gusta tenerte dentro, los haces cada vez más excitante, lleno de pasión, delirante: gemidos, besos, caricias nos llevarán al orgasmo… ven conmigo, solo hazlo.
Bajas por mi pecho hasta mi vientre, resiguiendo mi cartografía no encuentras en ella la señal de detente, dejas al descubierto mi virilidad, me doy cuenta tienes mucha habilidad, con tu lengua empiezas un recorrido lleno del placer prohibido que estremece mi ser cuando me llenas de placer sin perderte la mirada, mi voz esta agitada, gimo como un animal, el placer que me das es fatal… mi cuerpo empieza a temblar… por mis poros empiezo a sudar… arde un volcán en mi interior… quiero hacerte el amor como un loco degenerado, a mi cintura te has aferrado entre tus muslos me tienes apretado, deslizándote con tus movimientos, profano tus simientes, se acelera nuestra respiración y empezamos la acción, aceleras cada moviente. Me gusta tenerte dentro, los haces cada vez más excitante, lleno de pasión, delirante: gemidos, besos, caricias nos llevarán al orgasmo… ven conmigo, solo hazlo.
__Te amo, Pedro, soy hoy amante y padre, y sé que pronto también
esposo, tu esposo.
_Con mis labios temblorosos recorro lento tus
contornos, cual si fueras mi copa de
vino, y suavemente, a cada sorbo,
saboreo de tu zumo sagrado, al paladar es joven sabor añejo de uva virgen, tu mosto
tinto. Te desnudas muy lentamente incitando a mis ojos tu lujuria, entre labios mi lengua recorre tu umbría
exacerbando deseos y ansias de catar de tu cuerpo, el vino,
tu libido. ¡Y al tomar las copas de tu vino tu pasión enciende mi cuerpo!
tu libido. ¡Y al tomar las copas de tu vino tu pasión enciende mi cuerpo!
Me voy acercando a ti, tu linda silueta me
hace suspirar, para mí eres lo más hermoso.
Para mis ojos eres perfecto, no te falta nada, todo lo tienes bien acomodado.
Tus lindas caderas, eres mi todo, eres mi mayor deseo, mi mundo entero.
Necesito desnudarte todo, me estoy quemando por quitarte tu ropa.
Luces muy bien, miro tu pecho y se me hace eterno el momento para comenzar a seducirte.
Es imposible no desearte, acariciándote completamente hasta tu sombra.
En mi boca está tu nombre, no puedo más… veo tus torneadas piernas e imagino a qué saben.
Llego a tu piel… la beso locamente, suavemente toco tu pelo, acaricio tu espalda delicadamente.
Busco el calor de tus labios, quiero llenarlos de mí, hacer gemir todo tu ser.
Sentir tu respiración en mi piel, alimentar mi alma con tu aroma, que se quede en mí.
Mira cómo me haces perder los sentidos sin piedad, así… hazme pedazos.
Siento tu pulso en mi cuerpo, se viste de dulzura apasionada, me gusta cómo tocas mi cuerpo.
No sé cómo explicar no tengo palabras, soy un idiota, solo quiero complacerte todos tus caprichos, darte todo lo mejor, pero soy un tonto, perdóname por ser el número uno en todo.
Todo el día y la noche en mí eres mi necesidad, ¿lo comprendes? O te lo repito. Te amo.
Para mis ojos eres perfecto, no te falta nada, todo lo tienes bien acomodado.
Tus lindas caderas, eres mi todo, eres mi mayor deseo, mi mundo entero.
Necesito desnudarte todo, me estoy quemando por quitarte tu ropa.
Luces muy bien, miro tu pecho y se me hace eterno el momento para comenzar a seducirte.
Es imposible no desearte, acariciándote completamente hasta tu sombra.
En mi boca está tu nombre, no puedo más… veo tus torneadas piernas e imagino a qué saben.
Llego a tu piel… la beso locamente, suavemente toco tu pelo, acaricio tu espalda delicadamente.
Busco el calor de tus labios, quiero llenarlos de mí, hacer gemir todo tu ser.
Sentir tu respiración en mi piel, alimentar mi alma con tu aroma, que se quede en mí.
Mira cómo me haces perder los sentidos sin piedad, así… hazme pedazos.
Siento tu pulso en mi cuerpo, se viste de dulzura apasionada, me gusta cómo tocas mi cuerpo.
No sé cómo explicar no tengo palabras, soy un idiota, solo quiero complacerte todos tus caprichos, darte todo lo mejor, pero soy un tonto, perdóname por ser el número uno en todo.
Todo el día y la noche en mí eres mi necesidad, ¿lo comprendes? O te lo repito. Te amo.
Yo no sabía después de aquel día si eras para
mi vida, una realidad o simplemente, un sueño, tal vez, una bella ilusión que ante mis ojos me había puesto la vida, no
sé, si eres en mi vida menos realidad o más fantasía, ilusión o sueño, solo sé
vida mía que al verte, te reconocí como mi verdad, como mi amor, ese amor que
tanto había esperado, luego, la realidad, puso ante mí el renacer de un nuevo
día pero, tú ya no estabas, entonces al abrir mis ojos la realidad me hizo ver
que solo en sueños me amabas, que solo en sueños podías besarme y regalarme tus
besos que entremezclándose con los míos volvíamos a sentir ese amor de pasión, que
solo en sueños tú recogías el perfume de mi piel para guardarlo entre tus
dedos, y entonces impregnar tu alma con el aroma de mi amor.
Y como cada tarde ha llegado la hora que marcan mis ansias, donde nacen los sueños, donde la ilusión se ha vestido de noche, donde manda el silencio, donde yo te busco en todos ellos, donde tú apareces dejándome flores y te quedas dormido a mi lado, porque tú, amor, te sabes mi dueño y mi paz, donde ahí solo ahí los dos disfrutamos del momento jugando con los besos dándonos un cuerpo a cuerpo, entregándonos al más bello sentir en esta noche clara de invierno. Mas logramos en el devenir de los meses pasar del sueño a la realidad, de lo imposible al y si fuera posible, y hoy eres mi verdad. Amado, amor, amante, qué bello nombre, para tan bella forma de relacionarnos, amante, no en el sentido común del término, que como muchas etiquetas sociales está equivocado, amante en el sentido profundo e integral del término, amante… el ser que ama profunda e intensamente, el que ama en función a su valoración, respeto e igualdad, amante en el sentido de que se entrega totalmente, su alma, su cuerpo, su deseo, ternura y pasión, no en función a un documento, si en relación a un sentimiento, pensamiento y dimensión energética de entrega holística al otro ser, amante sabiendo que el que ama tiene la capacidad de sentirlo, y experimentarlo, más allá de la reciprocidad del otro, amante como una cosmovisión de vida, amante del universo, de la vida, del amor, de lo sublime, de lo verdaderamente importante, de lo trascendental del ser, del universo y del cultivarse, explicado así me declaro un genuino amante.
Y como cada tarde ha llegado la hora que marcan mis ansias, donde nacen los sueños, donde la ilusión se ha vestido de noche, donde manda el silencio, donde yo te busco en todos ellos, donde tú apareces dejándome flores y te quedas dormido a mi lado, porque tú, amor, te sabes mi dueño y mi paz, donde ahí solo ahí los dos disfrutamos del momento jugando con los besos dándonos un cuerpo a cuerpo, entregándonos al más bello sentir en esta noche clara de invierno. Mas logramos en el devenir de los meses pasar del sueño a la realidad, de lo imposible al y si fuera posible, y hoy eres mi verdad. Amado, amor, amante, qué bello nombre, para tan bella forma de relacionarnos, amante, no en el sentido común del término, que como muchas etiquetas sociales está equivocado, amante en el sentido profundo e integral del término, amante… el ser que ama profunda e intensamente, el que ama en función a su valoración, respeto e igualdad, amante en el sentido de que se entrega totalmente, su alma, su cuerpo, su deseo, ternura y pasión, no en función a un documento, si en relación a un sentimiento, pensamiento y dimensión energética de entrega holística al otro ser, amante sabiendo que el que ama tiene la capacidad de sentirlo, y experimentarlo, más allá de la reciprocidad del otro, amante como una cosmovisión de vida, amante del universo, de la vida, del amor, de lo sublime, de lo verdaderamente importante, de lo trascendental del ser, del universo y del cultivarse, explicado así me declaro un genuino amante.
Cierra tus ojos, calla no digas nada, solo
déjame amarte, con toda la intensidad de mi alma, tengo sed de tus besos, de tu
cuerpo, de tu piel, de todo lo que posees.
Memorizar tu cara, tu sonrisa, tus ojos color
café, tu rostro, tu boca, tus labios en fin todo tu ser inmortalizado el
momento exacto en el que te puedo tener.
Y con cada palabra crear un retrato que hable
de ti, de tus sentimientos de tu sentir, y así amarte sin fin, como lo que
quiero escribir de ti, porque son escritos que nacen sin pensar, que salen del
alma y de mi corazón palabras que solo afloran. Como lo que llevo pintado y lo
que seguiré plasmando en el lienzo, como las notas que me inspiras.
Y lo más bello es lo que siento cuando beso
tu rostro, acaricio tu cabello con mis manos y voy más abajo y te deseo tanto,
cuando de repente llegan tus labios a mi cuello.
Huelo tu fragancia, tu aroma y tu esencia se penetran en mi piel, me excita, la percibo,
la saboreo, la acaricio y la tomo, para que nunca te puedas escapar.
Y veo que tiembla, que late más tu corazón, y
que las palabras que susurro a tu oído son palabras sin pensar, son palabras
vanas, sentimientos, emociones, y locura que ya no serán secretos.
Y aquí precisamente te siento entre mis
brazos, entre mi cuerpo, entre mi piel, y entrelazamos nuestros cuerpos, se han
vuelto uno, y somos el uno para el otro.
Oleadas de pasión y deseo, juntos haciendo el
amor, nuestras manos se deslizan suavemente en cada parte de nuestro ser,
pasión ardiente quema nuestros cuerpos,
como volcanes en erupción.
Subimos juntos al firmamento, a ese universo
de nuestros excitantes cuerpos, y te abrazo y me abrazas, y ahí quedamos
paralizados en ese acto tan perfecto que es la pasión de nuestros cuerpos,
fugaces como las estrellas.
Calmados estamos de tanto amarnos agotados
por esa hazaña tan voraz, sueños quedan de otra vez realizar este acto tan
sublime de los dos simplemente porque nos amamos con loca pasión y deseo.
Tengo algo preparado, una sorpresa, pero no acá, te llamaré y debes confiar en mí, era
mi regalo para cuando fueses papá. Ya te llamo, y ven a mí, déjate mimar.
__! Pedro!
Pero ¿y ahora qué, cuál será su juego, será
que estoy dispuesto a todo?
Me apresuro a salir de la cama, me doy una ducha, me cambio de
ropa y salgo, justo a tiempo para ser puntual, una de mis reglas es nunca llegar
tarde, pero ahora lo estoy dudando, ya frente a la ansiedad, lo dudo, recibo un
mensaje: ven, no lo pienses tanto, solo
déjate llevar.
Subo un escalón, ya en el piso de su suite, con paso decidido voy hacia la
habitación, la puerta está entreabierta, abro y todo está en oscuras, solo la
luz que entra por la habitación continua, cierro y sigo el camino que me lleva
a una sala amplia, una mesita, dos vasos, una botella de whisky, hielo y una
fuente de chocolate, fresas en una bandeja.
Al frente unos sillones blancos, una camilla
de masajes, en la habitación contigua una cama con dosel, huele exquisito,
esencia de algo que no defino. Siento una mirada penetrante y allí parado con
una bata negra está ese hombre que se ve como siempre, muy apetecible, es como
una barra de chocolate, que al verlo es inevitable morderse los labios y
saborearse.
Su mirada se encuentra con la mía y voy a su
encuentro, lo beso, un beso apasionado, muy carnal, caliente, sus manos no me
tocan, pero deja que las mías lo repasen todo, que lo recorran completo, pero
cuando llego a su miembro, me detiene y me dice, ahora no, deja que te haga
placentero este encuentro.
Me alcanza una bata de seda y me dice, te ves
exquisito, pero desvístete y ponte esto. Obedezco y regreso junto a él, me
coloca en la camilla y me pide que me acueste sobre la espalda, comienza a
rociar aceite en todo mi cuerpo y con movimientos seguros repasa cada parte de
mí, masajea mi piel de arriba a abajo, mis piernas, torso, laderas, rincones, cumbres y baja por mi abdomen, sigue y da pequeños
toques en mi ingle, algo que me estremece, continua por el área púbica, llega a
los montes, masajea, moldea y me hace
retorcer de placer, se dedica a mi erección creciente, es un artista, a punto
me lleva de estallar, pero se detiene, me deja allí, alto, en la cornisa.
A continuación me gira y sigue por la
espalda, esta vez se dedica a dar masaje a la parte de mis hombros, yo quiero
que se dirija a darme placer, pero me habla al oído y dice, esto no se trata
solo de sexo, disfruta ser mi rey , el
amo de mis acciones, soy tu siervo, quiero que seas complacido y que disfrutes
siendo mío, que disfrutes, conozcas y experimentes tus sentidos, tus límites,
que tu cuerpo responda a todos los placeres que puedo ofrecerte.
Lo dijo tan bajo, tan sutil que fue
convincente, que quiero probar lo que me ofrece, no me importan ya los miedos,
las dudas o si será un cuento de hadas, quiero que mientras dure este sea
nuestro cuento, nuestra historia, erótica o no, será maravillosa, lo intuyo,
solo me dejaré llevar.
Sigue con el masaje que me hace no pensar, no
esperar, solo disfruto, me deja un momento y acerca la mesa, me hace poner
sobre mi espalda de nuevo, ata un pañuelo de seda en los ojos, ata mis muñecas
a los lados y mis pies tan abiertos que me hace erizarme, me siento tan
expuesto, pero no estoy tenso, lo que vaya a hacer seguro me gustará, es
demasiado cuidadoso conmigo.
Escucho una música suave, relajante, siento
una suave caricia de arriba abajo, pasa
por mis pies, piernas, por la cara interna de las mismas, sigue el camino hasta
mis pezones, es delicado, suave, sutil, una caricia de un ángel que me hace estremecer...
Escucho que se sirve algo en un vaso, puedo oler el whisky, se escucha cómo el hielo
cae en el vaso y el tintineo que hace, a continuación algo frío pasa por mis
labios, le da un beso y con él, del contenido de su boca, qué delicia, baja y
besa mi cuello, quiero tocarlo, pero no puedo, cae algo frío en mis pezones, se
derrite por donde pasa, sigue besando y tocando con el hielo toda mi piel, se
siente arder, se detiene en mi umbría, pasa el hielo, se siente extraño, lo
deja caer y luego comienza a jugar con mi erección, muerde, succiona, me hace
padecer, quiero tocarlo pero no puedo, quiero verlo, sé que él ve mi
desesperación, gimo, grito y me dice que calle, que ardo de pacer y de repente
se detiene y se va, que calor, siento cómo comienza a caer por mi cuerpo un
líquido tibio, un olor, delicia… huele a
chocolate, lo que parecen ser las fresas
caen también, un camino desde mi boca hasta mis piernas, comienza a lamer, a
morder y me da en la boca lo que está lamiendo, chocolate, qué rico, las fresas,
mmm…, sigue besándome y comiendo de mi cuerpo, ya no puedo más, esa acción y
sentirme inmóvil me está llevando al placer extremo, sigue comiendo, mordiendo,
lamiendo y baja hasta mi entrepierna y
lo está disfrutando, yo también, es delicioso saberse un manjar al que deleita
descaradamente, esto me lleva cada vez más y más alto, cuando para, se aleja y
lo escucho volver de nuevo con algo, esta vez lo que cae en mí es más caliente,
quema y él inmediatamente lame en donde arde, sigue así, es un dolor placentero,
me hace estremecer pero es excitante, sus besos son tiernos y se detiene en
cada gota que siento, ya no puedo más y se lo digo, pero me dice… : “Espera, quiero que sientas tanto placer que
no te quede duda de lo que te amo”.
Introduce un objeto extraño en mí, pero sigue
jugando, dándome placer, es un dilatador, con gel, qué agonía, introduce sus
dedos a la vez, sigue con la boca y su lengua, mordiendo y succionando, qué
delirio, ya no puedo más, con la otra mano me desata las manos, yo lo tomo del
cabello contorsionándome cuando se acerca a besarme, quiero que no pare, estoy
que jadeo, cuando siento que nada más puede ser tan delicioso, tan placentero,
siento que se detiene y al instante me penetra, se mueve lento y me quita la
venda, me dice con un grito, mírame y
estalla con y para mí, los
estallidos, luces y sensaciones me llevaron a sentir lo que nunca sentí, unos
segundos después, aún los espasmos no se detenían y al mismo tiempo prendido con la mirada, Pedro, con un grito
desesperado también explotó. Qué maravilloso esto de sentir este exquisito
placer.
Dormimos enredados, exhaustos, extasiados,
felices y plenos. Y solo el sol atrevido en el campo elevándose entrando a
raudales se derramó en las siluetas y en los ojos.
__Entre un dejo de nostalgia y un arranque de
inspiración y locura, le he arrebatado a la vida momentos maravillosos así como
dolorosos, que se vuelven cristales diáfanos en la memoria confundiéndose entre
alfileres punzantes y valiosos diamantes. He ido aprendiendo en el camino con
la sonrisa puesta en los labios y aflorando en los ojos perlas de hielo y fuego
del corazón, la cabeza fría y corriendo por las venas la sangre ardiente de la
razón, el alma firme y fuerte aunque a veces flaquee y calle, soy feliz cada vez que se presenta el momento indicado alimentando
mis sonrisas y fantasías, y he tocado la infelicidad por algunos instantes
inconquistables que gracias a Dios pronto vuelan lejos de mí.
Y así pasa la vida... Llevándose sueños
añejos y regalándome ilusiones modernas, arcoíris de tonos grises y nubes rosas
pintadas de azul, almacenando líneas nuevas en la piel y experiencias eternas
en la conciencia, por eso entre más pasa el tiempo más agradezco a la
existencia por dejarme recorrer como he querido cada rincón de sus caminos,
equivocándome, cayendo, levantando, amando, odiando, perdonando y volviendo a
amar. Se va un pasado que me llevo en el
alma, escondido en el recuerdo y presente en la memoria, con la seguridad de
que mañana...
Mañana volverá a nacer el sol. Y en ese
mañana, no sé si estará mi madre, pero sí dos hijos y un amor, un destino… Pedro,
un amor prohibido, pero que nosotros…
hicimos posible.
CONTINUARÁ.
HECHOS Y PERSONAJES SON FICTICIOS. CUALQUIER
PARECIDO CON LA REALIDAD ES COINCIDENCIA.
LENGUAJE ADULTO.
ESCENAS EXPLÍCITAS.
IDEA ORIGINAL. ALBERTO MIGRÉ. 1973.
Tamaira Felicitaciones por tu bello YSFP de amor .
ResponderEliminarJuanA hermoso amor.
ResponderEliminarGladis Gracias por tan hermoso mensaje. Feliz Navidad!
ResponderEliminarVictoria Bellísimo Muchas gracias.
ResponderEliminarPatricia Muy bello YSFP
ResponderEliminarJallil Muy bella
ResponderEliminarFlor Muy bello
ResponderEliminarBlanca Muy bello
ResponderEliminarAra Un momento se plasma en un infinito cuando se entrega de vdd bella esencia
ResponderEliminarDelia Kunasek Bellísimo
ResponderEliminarChikis 💖que lindo el más bello
ResponderEliminarSusana Hermoso
ResponderEliminarCarmen precioso
ResponderEliminarSilvia Muy hermosa ❤
ResponderEliminarMaravilloso Eve, me hiciste llorar de emoción...El milagro de la vida y el amor, todo junto en esta hermosa familia ensamblada donde el dolor ha dejado paso a la felicidad...Una belleza Eve, gracias por tanto...
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