miércoles, 12 de diciembre de 2018

PROHIBIDO. CAPÍTULO TREINTA Y OCHO.


PROHIBIDO.
CAPÍTULO TREINTA Y OCHO.La imagen puede contener: 3 personas, personas sonriendo, primer plano y texto
Táctica y estrategia
Mi táctica es
mirarte
aprender como sos
quererte como sos
Mi táctica es
hablarte
y escucharte
construir con palabras
un puente indestructible
Mi táctica es
quedarme en tu recuerdo
no sé cómo ni sé
con qué pretexto
pero quedarme en vos
mi táctica es
ser franco
y saber que sos franco
y que no nos vendamos
simulacros
para que entre los dos
no haya telón
ni abismos
mi estrategia es
en cambio
más profunda y más
simple
mi estrategia es
que un día cualquiera
no sé cómo ni sé
con qué pretexto
por fin me necesites.
*Mario Benedetti /
“No consigo dormir. Tengo un amor atravesado entre los párpados.
Si pudiera, le diría que se vaya; pero tengo una mujer atravesada en
la garganta”. Eduardo Galeano.


__ ¿Saben dónde está el cura ahora? Suelen apartarlos de la exposición pública, y para ocultarlos trasladarlos de parroquia, en especial si han recibido quejas sobre ellos.
__Los hechos ocurrieron en Corrientes, y en efecto hace ocho meses lo trasladaron a Entre Ríos, lo tenemos localizado, en un rato iré a verle la cara, es el caso.
Lo que le hizo a nuestro muchacho fue a sus ocho años durante un periodo de tiempo y ya sin violación fue bastante malo. Le daba acceso a una biblioteca que él  no podía tener en el sótano de la iglesia para poder abusar de él, y luego lo amenazaba con hacer que lo metieran en la cárcel si lo contaba. Se las ingenió para echarle la culpa a él.
__A ver si adivino, ¿por tentarlo? El viejo recurso de estos curas malos. Por lo que dice, el tipo promete. Me gustaría que me llame luego de conocerlo. Y conocer al chico en persona, hablar con él. ¿Podría venir el viernes de la semana entrante?
__Sí, dígame que lo agendo.
__ ¿Cómo se llama el chico?
__Felipe. Y yo, me conoce, Guillermo Graziani.
__Bueno amor, todo en marcha, supongo que tendríamos que decírselo al nene, en cuentagotas, es demasiado para una semana.
__Le diremos primero lo de la agente, del abogado luego, según como vaya el lunes estará más preparado, y también tendremos que buscar un psicólogo, pero más adelante, es demasiado.
__Gracias, amor, sin ti no podría haberlo hecho tan rápido y fácil.
__Nada que agradecer, es solo porque soy abogado…

Mientras charlábamos, el móvil volvió a sonar, y sospechamos que el abogado había olvidado algo, pero no era él… sino el padre de Felipe.

__Hola, Romualdo, habla Pedro, ¿está allí su hijo?
__Sí, vino a buscar a sus hermanos, los llevó con el muchacho mayor a comprar ropa, dijo, pero deseaba hablar con ustedes, ya tomamos la decisión.
¿Podrían venir a casa?

Corrientes, 17 de enero.

_Con mi esposa estuvimos hablando, y viendo a Felipe con los hermanos y con su hijo,  en verdad sabemos cómo quiere a… Pedro y ya que están acá y nos ofrecen todo, hemos decidido darle la custodia legal, Doctor Graziani _dijo Romualdo con el brillo de las lágrimas en los ojos__. Solo desearíamos pedirles poder seguir en contacto con él.

__Por supuesto, cuando lo deseen le pagaremos el viaje, y los llamará  cada semana, nunca lo separaríamos de ustedes _respondió Guillermo con la verdad.

__Bien, siendo así, sabemos que será lo mejor para él, que ustedes le darán casa y estudio, que podrá vivir donde desea, cuando  disponga, firmaremos.
__Bien, nosotros estaremos de… paseo hoy y mañana, pero podremos arreglar todo para dentro de tres días si lo desean, es un trámite simple. De no terminarlo ahora, lo haremos desde Buenos Aires al fin de la feria.
__Como diga, doctor Graziani.

Cuando salieron de la casa llegaba Fabián con los chicos, y les dieron la noticia.
__Qué bueno papá, me parten el alma esos chicos, ojalá pudiéramos llevarlos a todos.
__Hijo, no tenemos dónde vivir aún, por ahora llevaremos a Felipe, ya veremos más adelante si se puede y desean ir los hermanos. Ahora iremos a conocer al padre Ernesto, que no se te escape, creen que iremos de paseo.
__Dale, me quedaré con ellos y los llevaré al cine, a comprar algo de ropa, no se preocupen. ¿Vuelven en el día?
__Es la idea, a más tardar mañana por la mañana, hay que hacer los papeles del nene.
__Tranquilos, yo lo cuidaré.
__ ¿Van a contarle algo de mí? __Felipe los miraba aterrorizado__. Me dijo que tendría que meterme en la cárcel si me iba de lengua.

__Felipe, ese hombre no puede meterte en la cárcel _respondió Guillermo con sinceridad__. Vos no hiciste nada malo. El que irá a la cárcel si seguimos adelante es él. Pero le decisión depende enteramente de vos. Podemos hacer algo, o no decir nada, si crees que no vas a poder con ello. Te apoyaremos decidas lo que decidas. __Guillermo trató de mantener una actitud neutral para que no se sintiera amenazado o presionado.

__ ¿Por qué lo hacen? __El muchacho los miraba de hito en hito.

__Porque te creemos. Y él es un hombre malo que daña a la iglesia. Y porque pienso llevarlo a la cárcel, lo denunciaremos a la policía y lo llevaremos a juicio, es lo que hay que hacer. Solo deseamos verlo, no te vamos a mencionar para nada.
Él pareció quedarse más tranquilo confiando en nosotros plenamente.
__A lo mejor ya no sigue haciéndolo _aventuró, Felipe __.  Guillermo se daba cuenta de que tenía miedo. Y no le faltaban motivos después de cómo lo había amenazado el cura con lo que pasaría si se le ocurría contarle a alguien lo que había hecho__. ¿Ustedes qué creen que debería hacer? __ Le impresionaba que le creyésemos, no como sus padres que encandilados por el sacerdote lo habían dejado expuesto.

__Pues deberías hacer lo que vos quieras, no hace falta que digas nada ahora, solo iremos a conocerlo. Sigue disfrutando de pasear con tus hermanos, ¿sí?
__Sí, gracias.

Estaba contento y animado cuando se despidieron y salieron en el coche hacia Entre Ríos. Dos horas después entraban a la sacristía y pidieron hablar con el padre Ernesto.
La secretaria indicó que llegaría en un rato, que estaba dando extremaunción en el hospital y decidieron esperarlo.

__Pedrito, si no quieres verlo espérame fuera, o en algún bar _dijo Guillermo.

__No. Quiero verlo, me sentiré mejor, no puedo con la culpa de haber pasado una vida en la iglesia y no haber distinguido a estos tipos –respondió, Pedro con lágrimas en los ojos__. Solo pensarlo se me revuelve el estómago.

__No tenían por qué sospechar, ya en unas horas iremos a denunciarlo, y el viernes al abogado.

Mientras aguardaban entró un sacerdote alto y guapo que debía rondar los cuarenta años e irradiaba simpatía y bondad, era de esas personas a las que querrías contar tus penas y tener como amigo íntimo. Bromeó unos instantes con la secretaria,  a continuación echó una ojeada a sus mensajes. La mujer le hizo una seña, y él se volvió y sonrió a Guillermo.

__ ¿Han venido a verme? __respondió con afabilidad__. Disculpen que los haya hecho esperar. Uno de nuestros feligreses está en el hospital y quería recibir la extremaunción. ¿Vienen juntos? __Era uno de los hombres más atractivos que habían conocido, y todo en él inspiraba confianza.

__ ¿Es usted el padre Ernesto? _preguntó, Guillermo con cara de asombro.

Se les había olvidado pedir a Felipe la descripción física y por alguna razón, habían dado por hecho que sería un viejo de mal aspecto y repulsivo. En cambio delante tenían un hombre vital, lleno de energía, apuesto, encantador, lo cual resultaba más insidioso aún. Todo en él era tan atrayente que entendieron que un niño y aun sus padres confiasen en él.
__Sí, soy yo __confirmo__. ¿Pasamos a mi despacho? Se trataba de una sala soleada, agradable con vistas al jardín de la iglesia. Tenía unas acuarelas y crucifijos en la pared. Él llevaba alzacuellos y un sencillo traje negro. Nada,  ni en su persona ni en su entorno infundía miedo o resultaba siniestro. Pero ellos no dudaron ni por un momento de las palabras de Felipe, seguros de que había contado la verdad por muy carismático que fuese el padre Ernesto. Era un italiano ciudadano de los dos países, que una vez que los hiciera sentar contó que había estado tiempo en el Vaticano.

__ ¿Les ha enviado alguien a mí? __preguntó amablemente.

__Sí _ respondió Guillermo observándolo con atención. Quería averiguar todo lo que pudiera sobre él__. Unos amigos de Corrientes. De hecho llamamos a su parroquia de allá y allí nos dijeron dónde estaba  ahora. Como teníamos que venir un par de días por motivos de trabajo, se nos ocurrió parar a verlo.
__Qué suerte la mía __respondió con una sonrisa y Pedro entendió por qué le gustaba tanto a la madre de Felipe. Personificaba la inocencia y la compasión de forma impecable__. ¿En qué puedo ayudarlos? Perdonen, no me he quedado con sus nombres.

__Alberto Marini y Marcos Labrapoulus _ mintió  Guillermo con prisas.

__ ¿Son familia?
__Pareja, somos gais, de allí que quisiéramos hablar con usted, padre, sabemos que es más comprensivo que el resto de sus pares.

Entonces Guillermo le  contó una historia de amor que obviaba la participación de Pedro en la iglesia, y él les dijo que rezaran, que se armaran de paciencia, que como hombre los entendía, que alguna vez la iglesia dejaría de juzgarlos, que si el amor era genuino se mantuvieran fieles, que Dios no los juzgaría.
Durante todo el tiempo que el sacerdote se mantuvo hablando, Guillermo escrutó que mantenía una mirada fría, enojada, pero la sonrisa más afable que hubiera visto en su vida. Pedro si pensaba en Felipe, sentía ganas de abalanzarse sobre él por encima de la mesa del despacho y estrujarle el cuello. En ese punto él les entregó una tarjeta invitándolos a llamarlo cuando desearan, que estaría encantado de hablar con ellos.

__Muchas gracias _respondió, Guillermo mascullando las palabras.

__Ustedes resistan_ les respondió afablemente__. Lamento no poder dedicarles más tiempo. Tengo una reunión dentro de apenas minutos.

Era evidente que estaba ansioso por irse. Y una vez fuera del despacho, Guillermo y Pedro se dirigieron al altar para encender unas velas, se arrodillaron en uno de los bancos, entonces vieron al cura entrando justo en el momento en que un chico aparecía por detrás del altar. Estuvieron hablando un ratito. El cura apoyó la mano en el hombro del niño, que sonreía y lo miraba con adoración. A continuación, antes de que ellos pudieran reaccionar, Ernesto condujo al niño hacia una puerta, se inclinó para susurrarle algo al oído y la cerró a su espalda. Pedro se estremeció al pensar lo que tan vez ocurriría a continuación. Pero no podían hacer nada. Como pastor, tenía carta blanca, en su parroquia, igual que la había tenido en tantas antes.
Le entraron ganas de salir disparado tras ellos cuando Guillermo lo sujetó, de ponerse a gritar, de alejar al niño de él. Pero fueron conscientes de que no habrían podido hacerlo.
El pequeño aparentaba unos doce años. Sentados allí, mirando esa puerta cerrada, lo único en lo que pensaban era en que tenían que poner fin a lo que estaba haciendo el cura, a lo que había hecho a Felipe, y seguramente a más niños como él. Era el hombre más seductor con el que se habían cruzado en la vida y resultaba que se aprovechaba de niños. Salieron de la iglesia con mal cuerpo, decidiendo pasar el día allí, teniendo en claro que el siguiente paso sería ir el lunes con Felipe a la policía, con o sin la custodia legal. Había que meter entre rejas al padre Ernesto, solo la justicia podría hacerlo.

Mientras paseaban las calles de Paraná donde buscaron hotel de la mano,  no podían quitarse de la mente a aquel hombre guapísimo, con alzacuellos, la sonrisa deslumbrante mas una mirada que escondía mil secretos teñidos de una dureza aterradora en contraste con la sonrisa. Tampoco lograron quitarse de la cabeza al niño que el cura había hecho pasar  tras aquella puerta, la idea de que su vida quedaría marcada para siempre si había ocurrido  algo repugnante a continuación. No tenían pruebas, solo el temor de que hubiese pasado. Realmente había que parar a ese hombre. De momento el padre Ernesto actuaba a su antojo con los menores en su parroquia, igual que había hecho cuando estaba en Corrientes. Se preguntaron si alguien más  sabría o sospecharía algo y si por ello lo habían trasladado. O si hasta entonces se había mantenido al margen de reproches y sospechas.

__ ¿Lo vieron? __preguntó Felipe cuando llamaron por teléfono.

__Sí, y ahora entiendo por qué lo adora todo el mundo. Es un encantador de serpientes y además es muy guapo, pero tiene la mirada más malévola que jamás he visto en mi vida. __Lo que Pedro no le contó es lo turbados que habían quedado al ver el niño que el cura había llevado a la habitación, pues  no quería recordarle su experiencia personal con ese hombre, bastante desagradable era ya__. Estamos convencidos de que hay que pararle los pies, Felipe. O la iglesia sabe lo que hace y por eso lo trasladan de un lado al otro para que no se meta en líos, o no tienen idea y están permitiendo, sin saberlo, que campe a sus anchas en otras localidades donde sigue haciendo lo que quiere con los niños. Sea como sea, es preciso desenmascararlo y que lo metan en la cárcel que es donde debe de estar.

__Mis padres lo adoran y aun así, nunca creerán nada malo que les digan de él, y quizás otros tampoco.
__Por eso hemos pedido tu tutela, y tendremos que encontrar  más gente que quiera denunciar. Lo hablaremos luego al regresar, ahora ve a casa o al hotel con Fabián,  pasado mañana nos iremos a Buenos Aires. No olvides que haremos todo, juntos, que no estarás solo.

Pedro se escabulló a la ribera, y Guillermo lo encontró con el rostro anegado sentado en la arena.
__ ¿Cielito?
__ Sentado sobre las grietas del tiempo,  tratando de moldear con la arena tu figura,
tu pelo, tu aroma y tus labios, pero,  así como la arena que viaja en mis manos
intentando colarse y salirse entre mis dedos, así tu representación va desapareciendo,  pero aun sueño con que te conviertas en realidad, aunque la realidad nunca deja de ser  un sueño dicen por ahí, por eso, es que decido escribirte sentado en la arena, aislado en mi soledad,
en cualquier tiempo y en cualquier lugar, perdido entre memorias y recuerdos, quizás asustado   y con miedo, esperando tu llegada,  te escribo, mientras espero en esa vieja estación,  de viejos trenes y de vieja vida,  de años pasados y de viejas añoranzas, mas no sabré nunca qué me deparará esta vida,  si esta añeja hoja de papel  llegará a tus manos o a las de un extraño,  el tiempo ya es pasado  y no habrá forma de poderlo recuperar, mientras cada pizca de arena  cae rítmicamente sobre mi cabeza, me despido con todo mi amor  y te digo hasta la próxima vez, mientras miro mi reflejo en el espejo, dentro de este reloj de arena.
__ ¿Qué haces precioso?
__Despedirme de esa vida  de mierda que elegí de niño, sin poder ver lo que me negaba y escondía porque hoy amanecí con deseos de amarte, y besar intensamente tu boca hasta robarte el último aliento, por eso quiero amarte y sentir en mis labios  cómo se va erizando tu piel, y quiero amarte lentamente sin ataduras ni cordura, haciéndote una vez más mío, para así eternizar nuestros deseos, por eso hombre  que me quitas el sueño quiero amarte hoy y cada día, una y otra vez…  Ellos nunca tuvieron el derecho de juzgar  nuestro amor, menos de hacerme sufrir al punto de que casi me suicidé, son unos impostores.
__No todos, cielito, como en todos lados, solo algunos, pero sí es verdad que no tienen derecho de juzgarnos y menos de que te quitaras la vida por amarme.
__Y, sí, así será, cuando en un rojo y lento atardecer, te encuentre y sano de este pasado, Guille. Aprenderé por fin a amarte, dejaré de pensar  al nacer el amor, y tenerte,  existirás siempre es mi corazón enamorado, con el tibio sentir de amarte.
¿Por qué tardamos tanto en encontrarnos, y conocer el amor?
Tanta viva vivida sintiendo apenas que existiera, soñando en mi espera,  triste soledad atardecía en mis madrugadas hasta que el sol me alumbrara.
Contigo mi noche vive  en lo profundo de tus ojos amantes. Dejaré de estrujar en mis brazos tu sombra y te amaré, no importa cuándo posaré mi cuerpo en el tuyo, dulcemente, con el yugo de amarte libertado.  Reviviré, entre el deseo y ternura, sumergido en el mar de tus ojos.
Una nube azul  enturbia mis pupilas frente a tu desnudez de un dios  y corre bajo mi piel un torrente de vida, como el capullo de una mariposa.  La tibieza de tus manos, aletea  y se asienta  en mi pecho. Busco en tu cuerpo, la primavera de tus sombras, de tu rosedal florecido entre mi lujuria y tu pudor atrapados en locos latidos, amándonos unidos.
Tu boca murmura palabras tibias, y subyuga mis silencios.
Y como la flor que busca al sol, soy el fiel amante de tus besos de fuego.
¡Tanto te amo! que necesito de tu boca, tu aliento y sé que muero por ti.
Yo ya no existo, porque sé que si te vas, no podré vivir sin ti.
Eres lluvia en mis campos yermos, un oasis dulce en mis desiertos secos, viento tibio que aviva mis fuegos, el amor sublime de mis otoños viejos. Y seré en nuestros tiempos de pasión, tu prohibido amante tierno. Nunca ataré tu libertad, solo me bastarán tus susurros, y tus alas volarán  y tus primaveras ya libres florecerán tu vida en una nueva dicha de amar.
Pero no me dejes así. ¡Sí, yo te amo, y me duele el corazón! Te amaré en tu ausencia entre la dorada melancolía de los ocasos tristes. Y así fue nuestro amor, hasta que en un lento y rojo atardecer, te fuiste. Y pudo ser, pero no ha sido hasta que pude ver dónde estaba.
Veo caer la lluvia,  mientras el humo de un cigarrillo  es mi única compañía y el amanecer comienza a iluminar mi cuarto, entre tanto las gotas golpetean  contra el cristal de mi ventana, acribillando el silencio, por un instante el tiempo parecen detenerse, y desafiándolo todo, te busco en las sombras de mis recuerdos y dibujo tu cuerpo en mi mente, lentamente, mis labios sienten tus besos,  y así desato los confines de la razón, por poder tenerte y todo se transforma en un sueño  que robó mi alma… Hoy amanecí con deseos de amarte, y besar intensamente tu boca, hasta robarte el último aliento.
__Estoy acá precioso, hoy, mañana y siempre, esto también va a pasar y desde  la infinidad del alma y donde ella habita. Desde el sentido más profundo de los pensamientos mismos  te siento en mí. Tus secretos por tu piel  esparcidos son más que ganas de soñar. Tu calma como delirio escrito en la piel me deja sentirte. Nada deja que mi mente  deje de pesarte, nada me quita de los sentidos ese sabor de tus labios, dulzura y calor. Has dejado tus huellas más que el aroma de tu cuerpo. Has dejado que mi pasión  se encienda como pebetero ardiente y me quemas la piel .Y de solo imaginar amarte mis ansias parecen cristal.
__Somos almas encontradas en el universo. Sentimientos y pasiones en dimensiones  distintas unidas en ilusiones tal. Penélope con su fidelidad vivió  penurias y dificultades en su amor de Odisea. En la sombra de la distancia  con solo esperanzas y las locuras de sus corazones uniendo latidos y abrazos con canciones para vivir su amor.
La luna de mensajera les transmite ansias de labios; besos tibios que se calientan  en su travesía por el inmenso  océano de caricias que convierten cada  noche en dulces sueños.
Una ilusión para su gran encuentro.  El tiempo es tan corto y la distancia  lejana... las horas pasan rápido. Su  paciencia se llama amor. Almas afines con ilusiones de vida es un sano amor.
Ha llegado el momento en este atardecer donde mi alma manda, y obliga a vaciar mi mente, donde sin escrúpulo alguno, me divide en dos, amante y soñador, donde separa mi cuerpo de mi yo, donde sin piedad me encamina a este delirio de amor.
Me vestiré de luna blanca para besarte en la noche, con verbos de esperanza en esta larga distancia de tus labios y los míos, y de ansias de abrazos y fantasías reales que me provocan tus besos, porque yo te beso amor en esta oscuridad.
Sé vida mía que se producirá ese encuentro, lo tendremos algún día eterno, y en este mar de sentimientos daremos vida a la vida que queda por vivir, podremos mostrarnos como eternos enamorados, sin miedo a un mundo que se ha olvidado de amar, viviremos las promesas recibidas, de tu corazón al mío y en mi sonreír saldrán declaraciones de amor.
Esta noche amor mío voy a buscarte en el rincón de mi sueños, donde desposeído de mi voluntad me convertiré en  amante perfecto, y tú mi fiel compañero que todo comprende, me buscarás en ese camino de vida, donde nunca dejaré de soñarte, ni dejaré de volar, tampoco dejaré de escribir  garabatos lanzados al viento, él te hará entrega de mis mensajes de amor, te los dejará en esa escondida soledad donde tu corazón habita.
Buscaré en una de esas tantas noches donde los sentidos nos absorban y la razón se duerma... buscaré con el tacto de mis labios, a ojos cerrados, ese punto exacto en tu piel donde comienza tu belleza.
Sin perder de vista tus ojos, tus labios y las líneas de tu cuerpo  para mí perfectas, guiaré mis manos para que a pasos lentos se pierdan en tus curvas y despierten tus dormidos poros que sientan es tiempo ahora de amarte.
Quitaré de tu camino ese espacio que evita que tu piel y la mía se entreguen, la sensualidad que adorne tu belleza será lentamente dejada de lado, me dejarás comenzar a buscar en ti ese principio y final.
Ambos sentiremos que en los cuerpos al amar no hallaremos dónde toda esta pasión comienza, dónde esta pasión termina, serán necesarias interminables noches donde ahogando el deseo una y otra vez lo intentemos.
Sé que no hallaré en tu piel dónde comenzar, dónde terminar los pasos de amor que te recorrerán pero tantas veces te besaré y por tanto tiempo mis caricias su tibieza  dejarán en ti que aceptaré la idea de que solo tú serás el principio y final en este nuevo tiempo de amar.

__No puedes negarlo, tu cuerpo vibra cuando acaricio suave tus cabellos, cuando mis manos y mis dedos recorren tu bello rostro, tus labios, tu cuello, tu pecho, sí, tus pezones  que toco y presiono y te estremeces, te humedeces cuando beso tu espalda  y sientes la necesidad de poner tus dedos bajo tu sexy bóxer, te derrites cuando me deleito con tus hombros y mis labios suben a tu lóbulo y mi lengua juega con tu oreja, cuando te hablo de amor, cuando mi voz gime tu nombre y te llamo así sin pensarlo, solamente sintiendo y extasiado.

No puedo negarlo, me enloqueces cuando tu boca roza mi piel, cuando deslizas  tus manos sobre mí y acaricias mi pecho desnudo  como queriendo arrancar mi vellos y tu boca explora mi ser, cuando tu seductora voz  de niño travieso me nombra al oído y mi piel se eriza y mi virilidad se yergue bajo mi pantalón y tú la sientes en tu  muslo que presiona fuerte al sentirme así, tu mano consigue el camino a este y pierdo  la razón por completo.
No podemos negarlo, juntos somos un volcán en erupción, estallando de deseos y extasiados hasta el extremo, calcando con caricias prohibidas cada centímetro y cada rincón escondidos en nuestros cuerpos abrasados de exaltación y excitación, nos devoramos a besos, a mordidas leves, a caricias apasionadas que parecen arrancar nuestras pieles, de arañazos que marcan nuestros cuerpos como un sello de lo vivido, como un recuerdo de que habitamos el uno en el otro, de que fuimos escandalosamente apasionados y ardientes en la cama, en el sofá, en la cocina, en la ducha, en la bañera, donde fuese que nuestras ganas nos atacaron y fuimos vencidos por ellas, al final, entre jadeos y oraciones al cielo, allí nos quemamos en un paradisíaco infierno que creamos y habitamos cada vez que nos encontramos, terminando tendidos y temblorosos el uno sobre el otro.
Eres, simultáneamente, mi debilidad y mi fortaleza, mi dulzura y mi locura, mi pasión y mi ternura, mi cielo y mi infierno, mi ángel y mi demonio, eres mi amor loco y mi locura de amor.
Bs. As. 20 de enero.

 “Me desperté temprano aunque ese día no trabajaba aún, bajé buscándolo pero no me encontré con los ruidos habituales de la casa, esa brisa suave y refrescante que emana su presencia en mi vida. Preparé café para los dos pensando que tal vez ya vendría de hacer las compras o de recoger el correo pero no. Le presté atención al pizarrón, la locura del pizarrón con tizas y todo, en medio de la pared del comedor. Me reí, obsesiones de un profesor y su docencia, llevarse un poco de su vida a casa. Cuántas veces se quejaba  Guille de ensuciarse las manos, se las ‘ajaba’ la tiza, según dice siempre, al dejar un mensaje para que yo lo lea. Presté más atención y sobre el verde fondo del pizarrón, bien grande y con la tiza apretada, se encontraba escrito el siguiente problema, o acertijo, con su letra.
‘AMOR = 1 + 1 X (¿?) <=> 1 = 1
Cuando lo resuelvas búscame. G.
Al fin no logramos tener la tutela de Felipe por la feria pero no urge para el lunes, y la tendremos en pocos días más. Volviendo al juego de Guille.
Al principio pensé que se trataba de una broma pero de repente salté de la silla y fui al cuarto, abrí el placar y los muebles, se había llevado toda su ropa y cosas. Intenté llamarlo pero no me atendió. Me senté con la mirada fija en el pizarrón, tratando de dilucidar qué era lo que ese ejercicio significaba y leí: ‘Amor es igual a uno más uno multiplicado por incógnita, sí y solo sí uno es igual a uno’. No tenía sentido o por lo menos yo no se lo encontraba pero lo dejé ahí pensando que en unos días todo volvería a ser como era o que  me lo diría al  volver.
Pasaron casi seis horas y ese problema se volvió mi obsesión. Yo conocía muy bien a Guille  y sabía que me esperaría como decía ahí pero… ¿Qué lo había hecho abandonarme? ¿Qué esperaba de mí? Jamás borré el pizarrón y todos los minutos lo miraba. Varias mujeres entraron al departamento pero nadie podía tocar el pizarrón, yo mismo fui incapaz de escribir algo más en él. A la tarde que invité a otra profesora a casa, una amiga de hace mucho de la parroquia para que diera clases a Felipe, mientras comíamos me preguntó por eso, refiriéndose al problema del pizarrón y el mensaje, le conté, fue a la primera persona que le conté. Ella se quedó extasiada mirándolo al saber qué significaba y me preguntó si lo entendía. Por supuesto le dije que no y se rio y susurró algo así como: ‘Hombres’. ‘Léelo’, me instó, y yo lo hice como antes, como siempre.
‘Amor es igual a uno más uno multiplicado por incógnita, sí y solo sí uno es igual a uno’, dije convencido, por algo era profesor  al fin. Ella se rio en mi cara de una forma que me avergonzó. Cuando acabó, me dijo con una seguridad  matemática: ‘Lo estás leyendo mal’.
‘¿Cómo mal?’, repliqué confiado. ‘Lo estás leyendo mal, querido’, me dijo como si yo fuese uno de sus alumnos.

Le pedí que me explicara y se negó aunque le rogué. Me dijo que si no lo resolvía yo, de nada me serviría.
Yo sabía dónde  podía estar Guille, con Fabián y Felipe, pero mi orgullo no me permitía ir a buscarlo. Traté de olvidarlo, salí, pero al final sabía que solo él era mi amor. Pero seguía sin resolver el asunto. No podía ser que mi colega sabía y yo no. Me concentré con toda mi mente y lo leí hasta el hartazgo. La vez número mil o diez mil leí:

‘Amor es igual a uno más uno POR, no era multiplicado era POR, P-O-R, una maldita palabra. Por incógnita, sí y solo sí uno es igual a uno’. ¿Qué palabra era la incógnita? Lo leí otra vez y la palabra salió naturalmente, lo resolví, sí, al fin. Luego una sombra en forma de angustia me cubrió por completo. Ahora entendía qué me pedía Guille, qué imbécil que fui.

 A las siete  de la tarde, una hora después de haber descifrado el enigma de mi vida, estaba parado frente a su puerta, en la casa que nunca había visitado, Fabián dijo algo en el viaje, que Ana no estaría por un mes,  con las piernas temblorosas, no por la resolución de lo que me dejó escrito, de eso estaba seguro, tenía miedo de que no me hubiese esperado, que estuviera con Juan o  con otro y me lo merecía si así fuese. Respiré profundo y toqué el timbre.
Unos segundos después abrió la puerta y mi corazón. Me miró a los ojos emocionado y esperó.

‘Por siempre’, le dije,  mientras abría el estuche en donde el anillo que había comprado a las apuradas le pedía perdón y matrimonio. Nos abrazamos como niños aferrados a su primer amor. Luego de unos segundos miré por sobre su hombro y ahí estaban Felipe y Fabián.
Nos sentamos todos juntos y entonces Guille me explicó que la historia era la de sus padres, que él tardó años en conocer al suyo porque no acertaba en resolver el problema.

__ ¿Eras vos? __preguntó, Fabián.

__ Si, era la primera vez que veía a mi padre en persona, mamá me hablaba todos los días de él y me mostraba las fotos y repetía que ya iba a venir, solo que todavía no encontraba el camino.  Esta historia así como te la estoy contando me la relató mi padre miles de veces, la sé de memoria y me encanta a pesar de haberme perdido de estar con él los primeros años de mi vida.
__ Entonces… ¿Qué decía el mensaje?
__ Ah, sí… Mi mamá le escribió: ‘Amor es igual a uno más uno POR SIEMPRE, sí y solo sí, uno es igual a uno’. Le llevó casi 7 años a mi padre entender que se debía entender: por siempre, no multiplicado como él lo leía al principio.
__ ¿Qué significaba? ¿Qué quería tu mamá?
__ Papá era mujeriego y vivía con mamá, estaban en pareja y ella se daba cuenta de que él salía con otras mujeres y un día no lo soportó más y se fue. Cuando se enteró de que yo venía en camino, prefirió criarme sola que sufriendo con un marido infiel.  Le dejó ese ejercicio para que se diera cuenta que el amor es entre dos y por siempre.
Mamá es muy inteligente y sabía que si él iba a cambiar tenía que ser por su propia iniciativa, reconocer qué clase de hombre era y que ella no lo aceptaba así.

__ Pero también decía: ‘sí y solo sí uno es igual a uno’. ¿Qué le quiso decir con eso?
__ Yo le pregunté lo mismo a mamá y me contó que ella quería a alguien igual a ella a su lado, no alguien a quien servir, planchar, cocinar y adorar como si fuera un dios, no, uno más uno. Eso iba a funcionar sí y solo sí…  los dos tiraban parejo en la relación y tampoco con terceros en ella.
__ Una genial tu vieja, qué hermosa historia.
__ Por eso Pedro, ¿quieres  ser el otro uno en esta ecuación que quiero formar?

La alianza de oro tenía inscripta en su interior: “UNO MÁS UNO = AMOR”.
__Claro que acepto, no podría serlo diferente.

Es algo extraño. Casi indefinido del alma. Esa casi melodía de sonidos sin música, pero invisibles, expansivos. La otra sensación que anegan las miradas. Los ojos amparan las distancias. El roce casi sin serlo en el cuerpo y la sutileza. Somos la densidad de la materia, yendo distantes aun siendo cercanos. Casi sin serlo, ni pretenderlo, nos relacionó quizá la sensación de lo atrevido. En su borde impreciso, buscar un amor pleno, sutil en sus encantos. El néctar excitante de pensarnos. Así volando en transparencia sin tiempo, con el viento meciendo los árboles, cantando nuestro sueño, como el cielo que miramos. Otras melodías -quizás celestiales- nuestros interiores oyen, derramados celosos sonidos que lluvias de copos nos traen. Somos los cuerpos, casi sin materia que rozan, se unen en rito de complacencia, sin fondo ni cerco. Y allí hallarnos, cuyos destellos centelleantes crucen la densidad corporal y regalen otras sensaciones, las que no conocemos. La que dice que más allá de lo que se fricciona y se toca, está lo que mutuamente se profesa.
Gracias amado  en mi silencio obstinado. Gracias por amarme en tu dócil inquietud de soñar mis sueños, porque casi invisible, casi en la nada, fuimos jugando a ser distintos. Y abrazados fuimos al final de las noches, dos almas que atrevidos soñamos a cumplir un sueño, sin pensar ni cuestionarnos, sin moralejas ni discursos vanos, solo sintiéndonos en la complicidad del roce con la vida cuyo amor nuestros cuerpos no pusieron en duda.

--- A dormir, todos, que mañana tendremos un día muy importante _dijo Guillermo.

__ ¿Nos quedaremos acá?
__Por esta noche, sí,  de paso mientras tu madre pasea sacaré todas mis cosas, enséñale la casa y lleva a Felipe con vos, hijito.
__ ¿Me despiertan por la mañana?
__Claro, duerme tranquilo, todo saldrá bien, ya verás que sí __lo tranquilizó, Guille.

__
Cuando llegamos al cuarto de invitados estábamos embobados, y solo quedaba nuestro amor, el día siguiente estaba planificado.

__El anillo es apenas una argolla de oro, lo compré a las apuradas.
__Es precioso como vos, perfecto para ahora que solo estamos prometidos, lo reemplazaré cuando podamos casarnos.
__Soy insaciable de ti, de tu cuerpo,  me encanta sentirte estremecer entre mis brazos, sentir tus encantos,  de tu cuerpo de fantasía, de ensueño, embrujado, descubriendo nuevas  experiencias de tu cuerpo, de tu piel...
Quiero ser el pirata que surque tu cuerpo buscando los tesoros más bellos, las joyas  escondidas en tu ser, explorando en tus deseos,  conquistando tu corazón. Ser el ladrón que robe  tus suspiros,  tus deseos más íntimos, acerté gritar y olvidar,  gritar mi nombre,  olvidarte de el mundo, de los prejuicios  que a él nos ata.
“Si lo amas, y no encuentras las palabras que decirle,  permite que la voz de tu silencio se matice con la melodía de un latido;  y en un dueto le digan a su oído,  te quiero como nadie te ha querido”.

__ Encuéntrame bajo estas sábanas. En esta noche de placeres donde mi cuerpo está esperando por vos, hállame en esta habitación. Quiero sentir tu piel, estrellarme en tu pecho, hasta quedarme sin aliento, arráncame mis miedos por amarte por sentir tu desnudez.
Encuéntrame, mi alma ansía despojarme de mis ropas, quiero que vos lo hagas tan lentamente que descubras mi esencia. Hállame sin avisarme,  tómame sin saber que podré defenderme ante vos, que entre abrazos seamos esos amantes que desean solo pertenecerse. Encuéntrame, esta noche entre mi insomnio y mi sueño,  quiero sentir esa piel, devorármela. Sentir tus labios suaves bajando lentamente centímetro a centímetro todo mi cuerpo, escalarte por entero desde los pies. Encuéntrame, quiero que me estremezcas. Sentir tu ardiente cuerpo sobre mí, que mis pupilas se pierdan en este inmenso paraíso de amor.
Hazme sentir que anhelas cada parte de mí, y que añoras hacer el amor. Deseo de calmar tu fuego siquiera por hoy como volcán en erupción. Encuéntrame, cada paso que das es excitante. Erízame la piel, llévame a perder la razón, vos sos mi locura de amor, tus ojos reflejan  toda la locura y la pasión que sientes por mí. Encuéntrame por favor aquí en la cama haremos mil fantasías, porque yo te haré sentir lo que nadie ha podido desear estando a tu lado.
Mi paraíso sos vos. Bésame muy lentamente. Convence a mi piel de que ya te pertenece, que de nada sirven las prisas en los besos o caricias si antes no desatas el torrente que hay en el interior de mi vientre. Bésame lento... despacio para que se relaje mi mente, para dejar que tus manos exploren por donde quieres, quiero ver hambre en tus ojos, un apetito insaciable, pero manejando tus dedos como pinceladas de arte. Bésame como las nubes besan  el cielo, flotando lento, despacio como acariciando el firmamento con el aliento de mis labios.
 Bésame, tócame... enciéndeme, gradualmente mis sentidos que cuando sientas  que mi pecho se distorsiona  entre gemidos y latidos, es porque ya te pertenece todo el elixir de mi fuente.
Bésame desde los tobillos hasta que se muestren mis venas que te marquen el camino  que debe recorrer tu lengua. Pero bésame de tal manera, que te ruegue, que te suplique que por favor no te detengas. Bésame como te he mostrado que me haces perder la cordura cuando restregase tus labios en mi pecho acelerado al empuñar mi armadura cuando me sacas las llamas que esconde en media mi cintura. Bésame de manera sutil aunque tus ansias te inciten a que sin pudor te haga mío. Aunque te imploren las entrañas liberar mi bestia cautiva, solo bésame muy suave, matemos la rutina, hoy estoy a tu merced, vos guiarás el encuentro y nos haremos el amor despertando cada poro, llenándolo de dulce miel. Pero bésame a placer. Hazme tocar el paraíso.
Bésame, sedúceme como un cortesano que del hielo saca llamas,
que cuando yo corresponda,  mis labios serán tu abrigo, serán las llamas que te hagan brotar suspiros. Te besaré lentamente. ¡Así como yo lo he pedido!
__No sé si lo entenderás pero miro la luna de cristal por la ventana escondida entre las ramas del sauce en un taciturno otoño  que se desvanece muy lentamente e irremediablemente se inunda de nostalgias el alma entera que tiene perfumada la esencia de tu amor en el corazón, miro la leña arder en la chimenea y cómo las chispas vuelan  entre el sonido de las brasas trasladándose el pensamiento  a tus besos, caricias y pasiones que se agitaban imparables bajo un amor que parecía interminable, todo sin querer me lleva hasta ti, los aromas, la luz, las sombras, el sonido de la lluvia,  el viento al socavar las hojas, el eco de pasos en el silencio de la noche y es que mi amor aún navega en tus recuerdos…Eres el torrente que fluye por mis venas y que influye directamente en mi vida arrastrando la sangre de mis heridas, cicatrizando esperanzas mal habidas.
Corriendo el manto de tinieblas donde tiemblo sin refugio y aterido, poniendo una manta de sol, alegre sustento que me alivia. Eres panacea, alimento, pan fresco; resumen de soledades, atavíos de fiesta.
Engalanas mi espíritu, me elevas al séptimo cielo  tan solo sintiéndote cerca, tan solo acariciando mi pelo.
Y me duermo con tu torrente en mi sangre, y me sanas como una suave brisa, y vuelo por sobre el Nirvana atrapando en etéreos aleteos, el amor que engrandece tu alma, el amor en el crepúsculo de tus besos, en el horizonte donde nuestras almas se unen, haciéndole el amor hasta nuestros silencios, en el mantra que recite tu vientre junto al mío, profanando ausencias, magnificencia del amor sagrado, las almas yacen expectantes de la aurora, en la liviandad de los cuerpos cuando se ha alcanzado la gloria...
Es un eco de gemirles, como último aliento de vida, extenuantes mortales embebidos en la
tinta de verbos que a distancia el amor declama, pasional y dulce entrega, brasa que consume el fuego eterno, morir y nacer cada día con la promesa de volver a amarse, con la misma entrega, la misma pasión, el mismo amor...
__Sos mi vicio y mi adicción, cielito. ¿Dicen que para un vicio tiene que haber adicción?
¡Qué calamidad saber que entre sábanas existe tal condición!
Y en libertad de aspiraciones las almas se mezclan por tal seducción. Un cariño sin tiempo hace de mí un catador de tu buen vino. La textura de tu piel añejada por las caricias que provino  de un paraíso. Y todo lo que imagino lo pretendo con sentidos y le atino a cada blanco.
Soy tan adicto a tu ternura que muero al probar cada fruto la dulzura. Incapaz soy para dejarte, vivo sometido a tus deseos y a tu locura. No escatimo los anhelos que procuraran el desquicio. Son auténticos inmortales, de ambrosías a tu amor el vicio. Las prendas, fieles testigos de los abrazos de un cielo infinito. Las noches afloran con la droga de tus besos de un néctar exquisito.
Vos sos el suplicio de los verbos y de mis creaciones el gentilicio, de cuyo mundo solo somos dos ciudadanos, provocando que cada rima, en cada letra seas vos el vicio. Que este amor siempre está propicio  a tus afanes y  yo siempre a tu servicio.

Esa noche nos besábamos disuadiendo los enigmas a tus misterios. Fuimos el ardor de tus deseos, llegando a la claridad poseída por la luna. En mi refugio anclabas tus intimidades,
tus delicados labios escalaban al compás del viento en busca de mi volcán. Tu sombra nunca antes conquistada por el placer cedió  ante mi seducción. Apoderándome de tus mares abiertos y profundos. Y no naufragamos, te entregabas vencido ante mi brújula firme y seguro. Triunfo ante tus muros, propagando en ellos la dulzura de mis raíces más apasionadas. En cada ola de tus mares me bañé de pureza y jamás contaminé mi alma. La brisa aromática de aquella cita propuso encadenarnos por siempre en el fervor pleno de caricias. Alumbrando la noche de destellos apareciste como ave rapaz devorándome. Dejándome sin aliento sobre el lecho de ángeles enmudecidos por no interrumpir nuestra devoción.
Flotamos en el viento cayendo en picada libre siendo yo tu ángel guardián, tu destino hacia el amor. Peregriné cada espacio de tu piel con un placer tan intenso, que a cada segundo sentía las quemaduras de una pasión sin límites. Olvidándonos de nuestras historias y renaciendo el comienzo de una nueva vida. Tocan a la puerta, se oyen ruidos, sudados en nuestro conjuro entran curiosos los mismos ángeles deleitándonos con melodías y canciones, aprobando nuestra consagración al amor,  a un amor eterno. Noche inolvidable. Cierra tus ojos y vivirás en los sueños el sentir apasionado de letras que habitan en poemas llenos de amor.

__ ¿Qué pasa, Pedro?
__No puedo quitarme de la mente a ese cura, Guille, a cuántos como él conocí sin saberlo, a ese Dios que les permite estar en su casa cuando a mí por amarte me echaron.
__Mi mortal amigo, Dios es toda simplicidad, dentro de su entramada complejidad,
simple, porque contempla el simple bien, con recompensa a largo plazo, tras mi presencia, sin observar la complejidad pausada, paciente, vengativa, o espontánea en toda maldad de pronta satisfacción, el chivo expiatorio cabeza de turco, el justo elemento necesario de todo mal, que en contradicción siendo Dios, toda bondad no precisa de infierno alguno, exponiendo el despropósito de su importancia ante la diabólica creación, acreditando, que el fin justifica los medios, donde el diablo  en pecados impuestos, en el reiterativo y continuo perdón de arrepentimiento alguno, su complejidad y complicidad para volver a realizarlos,
en costosas catedrales embajadas vaticanas, iglesias apagadas,  opacas y paganas, y cristos asesinados en la cruz de siempre, renacidos en los belenes de cada año, en la pre impotencia
omnipotente  y omnipresente  de Dios, sacrificando a su hijo, ante miles de niños muertos y el asesinato de un Judas ahorcado, y un Cristo al tercer día resucitado. El simple bien, teólogo, persistente de lo que ojo humano no contempla  en los microscopios de su conciencia, insistente en que Dios y la bondad de los hombres existen pero no coexisten, y yo, mi mortal amigo soy el fruto de la cruel naturaleza, que el hombre no comprende, como parte de la materia y la madre tierra, para justificar toda destrucción de Dios, y todo asesinato de todos los hombres, que en su imposición impone religiones.
No te culpes amorcito, tu iglesia tiene muchos misterios y en cierto modo y circunstancias es peligrosa.
__Me encanta sentirte. Amarte no es un capricho, eres el deseo de mi vida, me gusta tanto ser yo  el que se pierde  en tu profunda mirada. Me gusta contemplarte y descubrirme en tus bellos ojos que brillan intensamente,   fruto del amor que tú  y yo nos procesamos.
Me gusta estar a tu lado junto, besarte los labios con amor  pues en tu compañía  encontré la plenitud,  el gozo y la tranquilidad  que siempre he deseado. Deseo que tú y yo  contemplemos la luna juntos pues en esas noches de  hechizos y estrellas  tú y yo nos fundimos en  una sola piel,  en una sola alma. Me encanta que me abraces,  deseo acariciarte, sentir tu piel pues en tus brazos me siento plácidamente satisfecho,  en tus brazos yo siento el fuerte latido de mi corazón, la llamada del amor.

Prepararon luego la denuncia para el día siguiente y regresaron a la habitación.

 Se encuentran allí, se besan, se desnudan, se codician.

No han pronunciado ni una sola palabra. Entre ellos, ahora hay otros sonidos, solo pulsiones, instintos. Las manos de uno, ansiosas, recorren a Pedro, lo hurgan, lo apremian, investigan sus lugares recónditos y secretos. La boca de Pedro lo recorre entero, lo escala, alto, más alto y  más allá.
Fuego, ardor, pasión.
La lengua de Guillermo inquiere la fuente de Pedro, le bebe, se embriaga, lo hace estallar, lo acuna, recoge los pedazos,  lo rearma, y Pedro gime, grita, regresa, se excita e implora porque quiere otra cosa. Guillermo lo entiende, lo penetra y Pedro gime de nuevo.
La carne llama a la carne, la carne de uno arremete en la marea de entrañas fundidas del otro, embestidas violentas se hunden, una, dos, tres veces, Pedro lo cobija, lo recibe, lo anida con desesperación.
Concupiscencia, lascivia, lujuria, deseo, gozo. Sinfonía de suspiros, jadeos, sonidos, gritos. Deleite animal y euforia.
Los acordes estridentes muestran que la música ejecutada en este concierto para dos llega al final, luego del clímax.
La fusión enloquecedora de notas graves los sorprende. Es el acorde simultáneo y estremecedor de los cuerpos.
Al fin las cabezas comparten la almohada blanca en tranquilidad, pero será por poco rato, solo para dormitar y recomenzar.

Bs. As. Lunes 21 de enero.

__Guille, ¿qué tengo que hacer? –interrogó Felipe menos asustado de lo que habíamos previsto.

__Nada mientras no te diga, seguramente contar la historia como lo hiciste con nosotros. No te asustes, esta gente evitará que ese hombre vuelva a verte, eres menor y no tienes que enfrentarte a él. ¿Confías en mí?
__Sí, está bien.
__Hijito, traslada todo al departamento. Cuando pase un poco esto de Felipe, trataremos de buscar una casa más grande.
__Dale papá. ¿Y no te dirán nada por no tener la tutela?
__Por hoy no, pero quisiera tenerla lo antes posible, en enero con la feria fue imposible, pero le diré a Marcos que ayude en febrero, la mamá del nene está embelesada con ese cura y luego de conocerlo, no la culpo.
__Guille, Pedro…
__ ¿Qué?
__Cuando ustedes se casen, ¿podrán pedir la tutela de otros de mis hermanos? Ellos  quieren estudiar y allá ya vieron, no se puede, además los extrañaré mucho.
__Sí, precioso, es la idea, nosotros no podemos tener más hijos que ustedes, será bueno aunque tengan a sus papás,  tenerlos en una casa enorme y hacerlos estudiar, cuando nos casemos lo haremos.
__Por suerte esto salió para ya, el mes que entra debo de ir a las facultades privadas, rendir, ver en cuál entro y Fabián estudiar _dijo, Pedro.

__Veremos cuánto nos lleva esto, supongo que dependerá de la actitud que adopte  la iglesia, si hay que ir contra la archidiócesis con el abogado, si insisten en protegerlo, no será corto, cielito, pero lo importante es comenzar, y ya vamos, que nos espera la oficial de la unidad de abuso de menores.
¿Estás tranquilo, Felipe?
__Sí.
__Déjame hablar a mí, y luego responde a todo lo que te pregunten, no temas ni sientas vergüenza, nada te pasará, y de vos dependerá de que otros chicos no pasen por lo mismo, ¿entendido?
__Sí, entendido.
__Si recuerdas algo más dilo, todo, no te guardes nada __le increpó, Pedro.

__Está bien, lo haré.

__ ¿Qué leían, papá?
__ Algo del tema, difícil de entender por cierto, pero el caso de los sacerdotes creo que es diferente y mucho más complejo, porque hay una institución que vela por la comunidad que no puede avalar hechos así, veremos, tengo que hablar con el abogado. Pedro, Felipe… vamos.


CONTINUARÁ.
HECHOS Y PERSONAJES SON FICTICIOS.
 Cualquier parecido con la realidad es coincidencia.
Lenguaje adulto escenas explícitas.

“Sebastian Fitzek.


“En el curso de la documentación que he llevado a cabo en los últimos años he leído muchas cosas sobre el abuso infantil, en Alemania existe la suma de doscientos cincuenta mil pedófilos, pederastas, y también sé que la opinión pública a menudo equipara pedófilo a delincuente, cosa que no es así. No todos los pedófilos abusan de niños o consumen pornografía delictiva.
Existen estudios que demuestran que a mayoría de ellos les gustaría liberarse de estas inclinaciones. Sin embargo, hoy en día la ciencia sabe que, por desgracia, la pedofilia no se cura, si bien los afectados pueden aprender a controlar su situación y su conducta. Lo principal es ponerse cuanto antes en manos de profesionales. Cuando la pedofilia cruza su umbral cuando a sus fantasías abstractas siguen actos concretos, es demasiado tarde.
Para la mayoría de los que la sufren sin ser exteriorizada, existe una institución excelente cuya página web pueden visitar: www. Kein_ taeter_werden.de.
En ella se ofrecen terapias profesionales para quienes se sienten atraídos por los niños.
Admito que como padre de familia, me cuesta considerar a esas personas pacientes y no monstruos, y algunos padres que piden pena de muerte probablemente la quisieran para todos quienes visiten la página. Sin embargo este radicalismo es absurdo, aunque solo sea porque implica que solo se trata de un puñado de casos que se podrían controlar con pena de muerte, y no de un delito masivo.
Llegado a este punto, debo confesar algo políticamente incorrecto. Entiendo a cada madre y padre que quiera ver morir a quien maltrató a un hijo, abusó de él o incluso lo mató. La profunda aversión que me inspira la pena de muerte, que tantas veces he proclamado, posiblemente pasara a un segundo término si se viera afectada mi familia.
Con todo, si por conversaciones mantenidas con médicos forenses, fiscales y jueces, la facilidad con que un se puede equivocar. Incluso cuando un caso parezca claro, siempre existe el riesgo residual de condenar a la persona equivocada, ejecutándose o enviando a prisión a un inocente. Y esto no es más que un ejemplo de un sinfín de errores judiciales.
Por tratarse de un tema tan peliagudo, es preciso analizar el problema con la mayor objetividad posible. Muy particular por favor de la víctima, muy en particular de las futuras víctimas…
Sebastian Fitzek. Nacido en 1971, es autor de thrillers más exitoso de Alemania. Sus novelas se han traducido a veinticuatro idiomas y han vendido más de cuatro millones de ejemplares. Vive en Berlín. Novelas de profunda investigación psicopatológica. Su ópera prima. TERAPIA. Ediciones B. 2008.
CONTINUARÁ.

16 comentarios:

  1. Brillante Eve, la verdad del amor en esa ecuación perfecta...Y por el otro lado todo lo despreciable que conlleva todo tipo de violación y la imperiosa necesidad de que se haga justicia y de que el violador pague, no sólo por el terrible daño que hizo sino también por el que puede seguir haciendo...

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