PROHIBIDO.
CAPÍTULO TREINTA Y OCHO.
Táctica y estrategia
Mi táctica es
mirarte
aprender como sos
quererte como sos
mirarte
aprender como sos
quererte como sos
Mi táctica es
hablarte
y escucharte
construir con palabras
un puente indestructible
hablarte
y escucharte
construir con palabras
un puente indestructible
Mi táctica es
quedarme en tu recuerdo
no sé cómo ni sé
con qué pretexto
pero quedarme en vos
quedarme en tu recuerdo
no sé cómo ni sé
con qué pretexto
pero quedarme en vos
mi táctica es
ser franco
y saber que sos franco
y que no nos vendamos
simulacros
para que entre los dos
no haya telón
ni abismos
ser franco
y saber que sos franco
y que no nos vendamos
simulacros
para que entre los dos
no haya telón
ni abismos
mi estrategia es
en cambio
más profunda y más
simple
en cambio
más profunda y más
simple
mi estrategia es
que un día cualquiera
no sé cómo ni sé
con qué pretexto
por fin me necesites.
que un día cualquiera
no sé cómo ni sé
con qué pretexto
por fin me necesites.
*Mario Benedetti /
“No consigo dormir. Tengo un amor atravesado
entre los párpados.
Si pudiera, le diría que se vaya; pero tengo una mujer atravesada en
la garganta”. Eduardo Galeano.
Si pudiera, le diría que se vaya; pero tengo una mujer atravesada en
la garganta”. Eduardo Galeano.
__ ¿Saben dónde está el cura ahora? Suelen
apartarlos de la exposición pública, y para ocultarlos trasladarlos de
parroquia, en especial si han recibido quejas sobre ellos.
__Los hechos ocurrieron en Corrientes, y en
efecto hace ocho meses lo trasladaron a Entre Ríos, lo tenemos localizado, en
un rato iré a verle la cara, es el caso.
Lo que le hizo a nuestro muchacho fue a sus
ocho años durante un periodo de tiempo y ya sin violación fue bastante malo. Le
daba acceso a una biblioteca que él no podía tener en el sótano de la
iglesia para poder abusar de él, y luego lo amenazaba con hacer que lo metieran
en la cárcel si lo contaba. Se las ingenió para echarle la culpa a él.
__A ver si adivino, ¿por tentarlo? El viejo
recurso de estos curas malos. Por lo que dice, el tipo promete. Me gustaría que
me llame luego de conocerlo. Y conocer al chico en persona, hablar con él.
¿Podría venir el viernes de la semana entrante?
__Sí, dígame que lo agendo.
__ ¿Cómo se llama el chico?
__Felipe. Y yo, me conoce, Guillermo
Graziani.
__Bueno amor, todo en marcha, supongo que
tendríamos que decírselo al nene, en cuentagotas, es demasiado para una semana.
__Le diremos primero lo de la agente, del
abogado luego, según como vaya el lunes estará más preparado, y también
tendremos que buscar un psicólogo, pero más adelante, es demasiado.
__Gracias, amor, sin ti no podría haberlo
hecho tan rápido y fácil.
__Nada que agradecer, es solo porque soy
abogado…
Mientras charlábamos, el móvil volvió a
sonar, y sospechamos que el abogado había olvidado algo, pero no era él… sino
el padre de Felipe.
__Hola, Romualdo, habla Pedro, ¿está allí su
hijo?
__Sí, vino a buscar a sus hermanos, los llevó
con el muchacho mayor a comprar ropa, dijo, pero deseaba hablar con ustedes, ya
tomamos la decisión.
¿Podrían venir a casa?
Corrientes, 17 de enero.
_Con mi esposa estuvimos hablando, y viendo a
Felipe con los hermanos y con su hijo,
en verdad sabemos cómo quiere a… Pedro y ya que están acá y nos ofrecen
todo, hemos decidido darle la custodia legal, Doctor Graziani _dijo Romualdo
con el brillo de las lágrimas en los ojos__. Solo desearíamos pedirles poder
seguir en contacto con él.
__Por supuesto, cuando lo deseen le pagaremos
el viaje, y los llamará cada semana,
nunca lo separaríamos de ustedes _respondió Guillermo con la verdad.
__Bien, siendo así, sabemos que será lo mejor
para él, que ustedes le darán casa y estudio, que podrá vivir donde desea,
cuando disponga, firmaremos.
__Bien, nosotros estaremos de… paseo hoy y
mañana, pero podremos arreglar todo para dentro de tres días si lo desean, es
un trámite simple. De no terminarlo ahora, lo haremos desde Buenos Aires al fin
de la feria.
__Como diga, doctor Graziani.
Cuando salieron de la casa llegaba Fabián con
los chicos, y les dieron la noticia.
__Qué bueno papá, me parten el alma esos
chicos, ojalá pudiéramos llevarlos a todos.
__Hijo, no tenemos dónde vivir aún, por ahora
llevaremos a Felipe, ya veremos más adelante si se puede y desean ir los
hermanos. Ahora iremos a conocer al padre Ernesto, que no se te escape, creen
que iremos de paseo.
__Dale, me quedaré con ellos y los llevaré al
cine, a comprar algo de ropa, no se preocupen. ¿Vuelven en el día?
__Es la idea, a más tardar mañana por la
mañana, hay que hacer los papeles del nene.
__Tranquilos, yo lo cuidaré.
__ ¿Van a contarle algo de mí? __Felipe los
miraba aterrorizado__. Me dijo que tendría que meterme en la cárcel si me iba
de lengua.
__Felipe, ese hombre no puede meterte en la
cárcel _respondió Guillermo con sinceridad__. Vos no hiciste nada malo. El que
irá a la cárcel si seguimos adelante es él. Pero le decisión depende
enteramente de vos. Podemos hacer algo, o no decir nada, si crees que no vas a
poder con ello. Te apoyaremos decidas lo que decidas. __Guillermo trató de
mantener una actitud neutral para que no se sintiera amenazado o presionado.
__ ¿Por qué lo hacen? __El muchacho los
miraba de hito en hito.
__Porque te creemos. Y él es un hombre malo
que daña a la iglesia. Y porque pienso llevarlo a la cárcel, lo denunciaremos a
la policía y lo llevaremos a juicio, es lo que hay que hacer. Solo deseamos
verlo, no te vamos a mencionar para nada.
Él pareció quedarse más tranquilo confiando
en nosotros plenamente.
__A lo mejor ya no sigue haciéndolo
_aventuró, Felipe __. Guillermo se daba
cuenta de que tenía miedo. Y no le faltaban motivos después de cómo lo había
amenazado el cura con lo que pasaría si se le ocurría contarle a alguien lo que
había hecho__. ¿Ustedes qué creen que debería hacer? __ Le impresionaba que le
creyésemos, no como sus padres que encandilados por el sacerdote lo habían
dejado expuesto.
__Pues deberías hacer lo que vos quieras, no
hace falta que digas nada ahora, solo iremos a conocerlo. Sigue disfrutando de
pasear con tus hermanos, ¿sí?
__Sí, gracias.
Estaba contento y animado cuando se
despidieron y salieron en el coche hacia Entre Ríos. Dos horas después entraban
a la sacristía y pidieron hablar con el padre Ernesto.
La secretaria indicó que llegaría en un rato,
que estaba dando extremaunción en el hospital y decidieron esperarlo.
__Pedrito, si no quieres verlo espérame
fuera, o en algún bar _dijo Guillermo.
__No. Quiero verlo, me sentiré mejor, no
puedo con la culpa de haber pasado una vida en la iglesia y no haber
distinguido a estos tipos –respondió, Pedro con lágrimas en los ojos__. Solo
pensarlo se me revuelve el estómago.
__No tenían por qué sospechar, ya en unas
horas iremos a denunciarlo, y el viernes al abogado.
Mientras aguardaban entró un sacerdote alto y
guapo que debía rondar los cuarenta años e irradiaba simpatía y bondad, era de
esas personas a las que querrías contar tus penas y tener como amigo íntimo.
Bromeó unos instantes con la secretaria,
a continuación echó una ojeada a sus mensajes. La mujer le hizo una seña,
y él se volvió y sonrió a Guillermo.
__ ¿Han venido a verme? __respondió con
afabilidad__. Disculpen que los haya hecho esperar. Uno de nuestros feligreses
está en el hospital y quería recibir la extremaunción. ¿Vienen juntos? __Era
uno de los hombres más atractivos que habían conocido, y todo en él inspiraba
confianza.
__ ¿Es usted el padre Ernesto? _preguntó,
Guillermo con cara de asombro.
Se les había olvidado pedir a Felipe la
descripción física y por alguna razón, habían dado por hecho que sería un viejo
de mal aspecto y repulsivo. En cambio delante tenían un hombre vital, lleno de
energía, apuesto, encantador, lo cual resultaba más insidioso aún. Todo en él
era tan atrayente que entendieron que un niño y aun sus padres confiasen en él.
__Sí, soy yo __confirmo__. ¿Pasamos a mi
despacho? Se trataba de una sala soleada, agradable con vistas al jardín de la
iglesia. Tenía unas acuarelas y crucifijos en la pared. Él llevaba alzacuellos
y un sencillo traje negro. Nada, ni en
su persona ni en su entorno infundía miedo o resultaba siniestro. Pero ellos no
dudaron ni por un momento de las palabras de Felipe, seguros de que había
contado la verdad por muy carismático que fuese el padre Ernesto. Era un
italiano ciudadano de los dos países, que una vez que los hiciera sentar contó
que había estado tiempo en el Vaticano.
__ ¿Les ha enviado alguien a mí? __preguntó
amablemente.
__Sí _ respondió Guillermo observándolo con
atención. Quería averiguar todo lo que pudiera sobre él__. Unos amigos de
Corrientes. De hecho llamamos a su parroquia de allá y allí nos dijeron dónde
estaba ahora. Como teníamos que venir un
par de días por motivos de trabajo, se nos ocurrió parar a verlo.
__Qué suerte la mía __respondió con una
sonrisa y Pedro entendió por qué le gustaba tanto a la madre de Felipe. Personificaba
la inocencia y la compasión de forma impecable__. ¿En qué puedo ayudarlos?
Perdonen, no me he quedado con sus nombres.
__Alberto Marini y Marcos Labrapoulus _
mintió Guillermo con prisas.
__ ¿Son familia?
__Pareja, somos gais, de allí que quisiéramos
hablar con usted, padre, sabemos que es más comprensivo que el resto de sus
pares.
Entonces Guillermo le contó una historia de amor que obviaba la
participación de Pedro en la iglesia, y él les dijo que rezaran, que se armaran
de paciencia, que como hombre los entendía, que alguna vez la iglesia dejaría
de juzgarlos, que si el amor era genuino se mantuvieran fieles, que Dios no los
juzgaría.
Durante todo el tiempo que el sacerdote se
mantuvo hablando, Guillermo escrutó que mantenía una mirada fría, enojada, pero
la sonrisa más afable que hubiera visto en su vida. Pedro si pensaba en Felipe,
sentía ganas de abalanzarse sobre él por encima de la mesa del despacho y estrujarle
el cuello. En ese punto él les entregó una tarjeta invitándolos a llamarlo
cuando desearan, que estaría encantado de hablar con ellos.
__Muchas gracias _respondió, Guillermo
mascullando las palabras.
__Ustedes resistan_ les respondió
afablemente__. Lamento no poder dedicarles más tiempo. Tengo una reunión dentro
de apenas minutos.
Era evidente que estaba ansioso por irse. Y
una vez fuera del despacho, Guillermo y Pedro se dirigieron al altar para encender
unas velas, se arrodillaron en uno de los bancos, entonces vieron al cura
entrando justo en el momento en que un chico aparecía por detrás del altar.
Estuvieron hablando un ratito. El cura apoyó la mano en el hombro del niño, que
sonreía y lo miraba con adoración. A continuación, antes de que ellos pudieran
reaccionar, Ernesto condujo al niño hacia una puerta, se inclinó para
susurrarle algo al oído y la cerró a su espalda. Pedro se estremeció al pensar
lo que tan vez ocurriría a continuación. Pero no podían hacer nada. Como
pastor, tenía carta blanca, en su parroquia, igual que la había tenido en tantas
antes.
Le entraron ganas de salir disparado tras
ellos cuando Guillermo lo sujetó, de ponerse a gritar, de alejar al niño de él.
Pero fueron conscientes de que no habrían podido hacerlo.
El pequeño aparentaba unos doce años.
Sentados allí, mirando esa puerta cerrada, lo único en lo que pensaban era en
que tenían que poner fin a lo que estaba haciendo el cura, a lo que había hecho
a Felipe, y seguramente a más niños como él. Era el hombre más seductor con el que
se habían cruzado en la vida y resultaba que se aprovechaba de niños. Salieron
de la iglesia con mal cuerpo, decidiendo pasar el día allí, teniendo en claro
que el siguiente paso sería ir el lunes con Felipe a la policía, con o sin la
custodia legal. Había que meter entre rejas al padre Ernesto, solo la justicia
podría hacerlo.
Mientras paseaban las calles de Paraná donde
buscaron hotel de la mano, no podían
quitarse de la mente a aquel hombre guapísimo, con alzacuellos, la sonrisa
deslumbrante mas una mirada que escondía mil secretos teñidos de una dureza
aterradora en contraste con la sonrisa. Tampoco lograron quitarse de la cabeza al
niño que el cura había hecho pasar tras
aquella puerta, la idea de que su vida quedaría marcada para siempre si había ocurrido
algo repugnante a continuación. No
tenían pruebas, solo el temor de que hubiese pasado. Realmente había que parar
a ese hombre. De momento el padre Ernesto actuaba a su antojo con los menores
en su parroquia, igual que había hecho cuando estaba en Corrientes. Se
preguntaron si alguien más sabría o
sospecharía algo y si por ello lo habían trasladado. O si hasta entonces se
había mantenido al margen de reproches y sospechas.
__ ¿Lo vieron? __preguntó Felipe cuando
llamaron por teléfono.
__Sí, y ahora entiendo por qué lo adora todo
el mundo. Es un encantador de serpientes y además es muy guapo, pero tiene la
mirada más malévola que jamás he visto en mi vida. __Lo que Pedro no le contó
es lo turbados que habían quedado al ver el niño que el cura había llevado a la
habitación, pues no quería recordarle su
experiencia personal con ese hombre, bastante desagradable era ya__. Estamos
convencidos de que hay que pararle los pies, Felipe. O la iglesia sabe lo que
hace y por eso lo trasladan de un lado al otro para que no se meta en líos, o
no tienen idea y están permitiendo, sin saberlo, que campe a sus anchas en
otras localidades donde sigue haciendo lo que quiere con los niños. Sea como
sea, es preciso desenmascararlo y que lo metan en la cárcel que es donde debe
de estar.
__Mis padres lo adoran y aun así, nunca creerán
nada malo que les digan de él, y quizás otros tampoco.
__Por eso hemos pedido tu tutela, y tendremos
que encontrar más gente que quiera
denunciar. Lo hablaremos luego al regresar, ahora ve a casa o al hotel con
Fabián, pasado mañana nos iremos a
Buenos Aires. No olvides que haremos todo, juntos, que no estarás solo.
Pedro se escabulló a la ribera, y Guillermo
lo encontró con el rostro anegado sentado en la arena.
__ ¿Cielito?
__ Sentado
sobre las grietas del tiempo, tratando
de moldear con la arena tu figura,
tu pelo, tu aroma y tus labios, pero, así como la arena que viaja en mis manos
intentando colarse y salirse entre mis dedos, así tu representación va desapareciendo, pero aun sueño con que te conviertas en realidad, aunque la realidad nunca deja de ser un sueño dicen por ahí, por eso, es que decido escribirte sentado en la arena, aislado en mi soledad,
en cualquier tiempo y en cualquier lugar, perdido entre memorias y recuerdos, quizás asustado y con miedo, esperando tu llegada, te escribo, mientras espero en esa vieja estación, de viejos trenes y de vieja vida, de años pasados y de viejas añoranzas, mas no sabré nunca qué me deparará esta vida, si esta añeja hoja de papel llegará a tus manos o a las de un extraño, el tiempo ya es pasado y no habrá forma de poderlo recuperar, mientras cada pizca de arena cae rítmicamente sobre mi cabeza, me despido con todo mi amor y te digo hasta la próxima vez, mientras miro mi reflejo en el espejo, dentro de este reloj de arena.
tu pelo, tu aroma y tus labios, pero, así como la arena que viaja en mis manos
intentando colarse y salirse entre mis dedos, así tu representación va desapareciendo, pero aun sueño con que te conviertas en realidad, aunque la realidad nunca deja de ser un sueño dicen por ahí, por eso, es que decido escribirte sentado en la arena, aislado en mi soledad,
en cualquier tiempo y en cualquier lugar, perdido entre memorias y recuerdos, quizás asustado y con miedo, esperando tu llegada, te escribo, mientras espero en esa vieja estación, de viejos trenes y de vieja vida, de años pasados y de viejas añoranzas, mas no sabré nunca qué me deparará esta vida, si esta añeja hoja de papel llegará a tus manos o a las de un extraño, el tiempo ya es pasado y no habrá forma de poderlo recuperar, mientras cada pizca de arena cae rítmicamente sobre mi cabeza, me despido con todo mi amor y te digo hasta la próxima vez, mientras miro mi reflejo en el espejo, dentro de este reloj de arena.
__ ¿Qué
haces precioso?
__Despedirme
de esa vida de mierda que elegí de niño,
sin poder ver lo que me negaba y escondía porque hoy amanecí con deseos de
amarte, y besar intensamente tu boca hasta robarte el último aliento, por eso
quiero amarte y sentir en mis labios cómo
se va erizando tu piel, y quiero amarte lentamente sin ataduras ni cordura,
haciéndote una vez más mío, para así eternizar nuestros deseos, por eso hombre que me quitas el sueño quiero amarte hoy y
cada día, una y otra vez… Ellos nunca
tuvieron el derecho de juzgar nuestro
amor, menos de hacerme sufrir al punto de que casi me suicidé, son unos
impostores.
__No
todos, cielito, como en todos lados, solo algunos, pero sí es verdad que no
tienen derecho de juzgarnos y menos de que te quitaras la vida por amarme.
__Y,
sí, así será, cuando en un rojo y lento atardecer, te encuentre y sano de este
pasado, Guille. Aprenderé por fin a amarte, dejaré de pensar al nacer el amor, y tenerte, existirás siempre es mi corazón enamorado, con
el tibio sentir de amarte.
¿Por
qué tardamos tanto en encontrarnos, y conocer el amor?
Tanta viva vivida sintiendo apenas que existiera, soñando en mi espera, triste soledad atardecía en mis madrugadas hasta que el sol me alumbrara.
Tanta viva vivida sintiendo apenas que existiera, soñando en mi espera, triste soledad atardecía en mis madrugadas hasta que el sol me alumbrara.
Contigo
mi noche vive en lo profundo de tus ojos
amantes. Dejaré de estrujar en mis brazos tu sombra y te amaré, no importa cuándo
posaré mi cuerpo en el tuyo, dulcemente, con el yugo de amarte libertado. Reviviré, entre el deseo y ternura, sumergido
en el mar de tus ojos.
Una nube azul enturbia mis pupilas frente a tu desnudez de un dios y corre bajo mi piel un torrente de vida, como el capullo de una mariposa. La tibieza de tus manos, aletea y se asienta en mi pecho. Busco en tu cuerpo, la primavera de tus sombras, de tu rosedal florecido entre mi lujuria y tu pudor atrapados en locos latidos, amándonos unidos.
Una nube azul enturbia mis pupilas frente a tu desnudez de un dios y corre bajo mi piel un torrente de vida, como el capullo de una mariposa. La tibieza de tus manos, aletea y se asienta en mi pecho. Busco en tu cuerpo, la primavera de tus sombras, de tu rosedal florecido entre mi lujuria y tu pudor atrapados en locos latidos, amándonos unidos.
Tu
boca murmura palabras tibias, y subyuga mis silencios.
Y como la flor que busca al sol, soy el fiel amante de tus besos de fuego.
¡Tanto te amo! que necesito de tu boca, tu aliento y sé que muero por ti.
Y como la flor que busca al sol, soy el fiel amante de tus besos de fuego.
¡Tanto te amo! que necesito de tu boca, tu aliento y sé que muero por ti.
Yo
ya no existo, porque sé que si te vas, no podré vivir sin ti.
Eres lluvia en mis campos yermos, un oasis dulce en mis desiertos secos, viento tibio que aviva mis fuegos, el amor sublime de mis otoños viejos. Y seré en nuestros tiempos de pasión, tu prohibido amante tierno. Nunca ataré tu libertad, solo me bastarán tus susurros, y tus alas volarán y tus primaveras ya libres florecerán tu vida en una nueva dicha de amar.
Eres lluvia en mis campos yermos, un oasis dulce en mis desiertos secos, viento tibio que aviva mis fuegos, el amor sublime de mis otoños viejos. Y seré en nuestros tiempos de pasión, tu prohibido amante tierno. Nunca ataré tu libertad, solo me bastarán tus susurros, y tus alas volarán y tus primaveras ya libres florecerán tu vida en una nueva dicha de amar.
Pero
no me dejes así. ¡Sí, yo te amo, y me duele el corazón! Te amaré en tu ausencia
entre la dorada melancolía de los ocasos tristes. Y así fue nuestro amor, hasta
que en un lento y rojo atardecer, te fuiste. Y pudo ser, pero no ha sido hasta
que pude ver dónde estaba.
Veo
caer la lluvia, mientras el humo de un cigarrillo es mi única compañía y el amanecer comienza a
iluminar mi cuarto, entre tanto las gotas golpetean contra el cristal de mi ventana, acribillando
el silencio, por un instante el tiempo parecen detenerse, y desafiándolo todo,
te busco en las sombras de mis recuerdos y dibujo tu cuerpo en mi mente, lentamente,
mis labios sienten tus besos, y así desato
los confines de la razón, por poder tenerte y todo se transforma en un
sueño que robó mi alma… Hoy amanecí con
deseos de amarte, y besar intensamente tu boca, hasta robarte el último
aliento.
__Estoy acá precioso, hoy, mañana y siempre, esto también va a pasar y desde la infinidad del alma y donde ella habita. Desde el sentido más profundo de los pensamientos mismos te siento en mí. Tus secretos por tu piel esparcidos son más que ganas de soñar. Tu calma como delirio escrito en la piel me deja sentirte. Nada deja que mi mente deje de pesarte, nada me quita de los sentidos ese sabor de tus labios, dulzura y calor. Has dejado tus huellas más que el aroma de tu cuerpo. Has dejado que mi pasión se encienda como pebetero ardiente y me quemas la piel .Y de solo imaginar amarte mis ansias parecen cristal.
__Estoy acá precioso, hoy, mañana y siempre, esto también va a pasar y desde la infinidad del alma y donde ella habita. Desde el sentido más profundo de los pensamientos mismos te siento en mí. Tus secretos por tu piel esparcidos son más que ganas de soñar. Tu calma como delirio escrito en la piel me deja sentirte. Nada deja que mi mente deje de pesarte, nada me quita de los sentidos ese sabor de tus labios, dulzura y calor. Has dejado tus huellas más que el aroma de tu cuerpo. Has dejado que mi pasión se encienda como pebetero ardiente y me quemas la piel .Y de solo imaginar amarte mis ansias parecen cristal.
__Somos
almas encontradas en el universo. Sentimientos y pasiones en dimensiones distintas unidas en ilusiones tal. Penélope
con su fidelidad vivió penurias y
dificultades en su amor de Odisea. En la sombra de la distancia con solo esperanzas y las locuras de sus corazones
uniendo latidos y abrazos con canciones para vivir su amor.
La luna
de mensajera les transmite ansias de labios; besos tibios que se calientan en su travesía por el inmenso océano de caricias que convierten cada noche en dulces sueños.
Una ilusión para su gran encuentro. El tiempo es tan corto y la distancia lejana... las horas pasan rápido. Su paciencia se llama amor. Almas afines con ilusiones de vida es un sano amor.
Una ilusión para su gran encuentro. El tiempo es tan corto y la distancia lejana... las horas pasan rápido. Su paciencia se llama amor. Almas afines con ilusiones de vida es un sano amor.
Ha
llegado el momento en este atardecer donde mi alma manda, y obliga a vaciar mi
mente, donde sin escrúpulo alguno, me divide en dos, amante y soñador, donde
separa mi cuerpo de mi yo, donde sin piedad me encamina a este delirio de amor.
Me vestiré de luna blanca para besarte en la noche, con verbos de esperanza en esta larga distancia de tus labios y los míos, y de ansias de abrazos y fantasías reales que me provocan tus besos, porque yo te beso amor en esta oscuridad.
Sé vida mía que se producirá ese encuentro, lo tendremos algún día eterno, y en este mar de sentimientos daremos vida a la vida que queda por vivir, podremos mostrarnos como eternos enamorados, sin miedo a un mundo que se ha olvidado de amar, viviremos las promesas recibidas, de tu corazón al mío y en mi sonreír saldrán declaraciones de amor.
Esta noche amor mío voy a buscarte en el rincón de mi sueños, donde desposeído de mi voluntad me convertiré en amante perfecto, y tú mi fiel compañero que todo comprende, me buscarás en ese camino de vida, donde nunca dejaré de soñarte, ni dejaré de volar, tampoco dejaré de escribir garabatos lanzados al viento, él te hará entrega de mis mensajes de amor, te los dejará en esa escondida soledad donde tu corazón habita.
Me vestiré de luna blanca para besarte en la noche, con verbos de esperanza en esta larga distancia de tus labios y los míos, y de ansias de abrazos y fantasías reales que me provocan tus besos, porque yo te beso amor en esta oscuridad.
Sé vida mía que se producirá ese encuentro, lo tendremos algún día eterno, y en este mar de sentimientos daremos vida a la vida que queda por vivir, podremos mostrarnos como eternos enamorados, sin miedo a un mundo que se ha olvidado de amar, viviremos las promesas recibidas, de tu corazón al mío y en mi sonreír saldrán declaraciones de amor.
Esta noche amor mío voy a buscarte en el rincón de mi sueños, donde desposeído de mi voluntad me convertiré en amante perfecto, y tú mi fiel compañero que todo comprende, me buscarás en ese camino de vida, donde nunca dejaré de soñarte, ni dejaré de volar, tampoco dejaré de escribir garabatos lanzados al viento, él te hará entrega de mis mensajes de amor, te los dejará en esa escondida soledad donde tu corazón habita.
Buscaré
en una de esas tantas noches donde los sentidos nos absorban y la razón se
duerma... buscaré con el tacto de mis labios, a ojos cerrados, ese punto exacto
en tu piel donde comienza tu belleza.
Sin
perder de vista tus ojos, tus labios y las líneas de tu cuerpo para mí perfectas, guiaré mis manos para que
a pasos lentos se pierdan en tus curvas y despierten tus dormidos poros que
sientan es tiempo ahora de amarte.
Quitaré
de tu camino ese espacio que evita que tu piel y la mía se entreguen, la
sensualidad que adorne tu belleza será lentamente dejada de lado, me dejarás
comenzar a buscar en ti ese principio y final.
Ambos
sentiremos que en los cuerpos al amar no hallaremos dónde toda esta pasión
comienza, dónde esta pasión termina, serán necesarias interminables noches
donde ahogando el deseo una y otra vez lo intentemos.
Sé
que no hallaré en tu piel dónde comenzar, dónde terminar los pasos de amor que
te recorrerán pero tantas veces te besaré y por tanto tiempo mis caricias su
tibieza dejarán en ti que aceptaré la
idea de que solo tú serás el principio y final en este nuevo tiempo de amar.
__No
puedes negarlo, tu cuerpo vibra cuando acaricio suave tus cabellos, cuando mis
manos y mis dedos recorren tu bello rostro, tus labios, tu cuello, tu pecho,
sí, tus pezones que toco y presiono y te
estremeces, te humedeces cuando beso tu espalda y sientes la necesidad de poner tus dedos bajo
tu sexy bóxer, te derrites cuando me deleito con tus hombros y mis labios suben
a tu lóbulo y mi lengua juega con tu oreja, cuando te hablo de amor, cuando mi
voz gime tu nombre y te llamo así sin pensarlo, solamente sintiendo y
extasiado.
No puedo negarlo, me enloqueces cuando tu boca roza mi piel, cuando deslizas tus manos sobre mí y acaricias mi pecho desnudo como queriendo arrancar mi vellos y tu boca explora mi ser, cuando tu seductora voz de niño travieso me nombra al oído y mi piel se eriza y mi virilidad se yergue bajo mi pantalón y tú la sientes en tu muslo que presiona fuerte al sentirme así, tu mano consigue el camino a este y pierdo la razón por completo.
No podemos negarlo, juntos somos un volcán en erupción, estallando de deseos y extasiados hasta el extremo, calcando con caricias prohibidas cada centímetro y cada rincón escondidos en nuestros cuerpos abrasados de exaltación y excitación, nos devoramos a besos, a mordidas leves, a caricias apasionadas que parecen arrancar nuestras pieles, de arañazos que marcan nuestros cuerpos como un sello de lo vivido, como un recuerdo de que habitamos el uno en el otro, de que fuimos escandalosamente apasionados y ardientes en la cama, en el sofá, en la cocina, en la ducha, en la bañera, donde fuese que nuestras ganas nos atacaron y fuimos vencidos por ellas, al final, entre jadeos y oraciones al cielo, allí nos quemamos en un paradisíaco infierno que creamos y habitamos cada vez que nos encontramos, terminando tendidos y temblorosos el uno sobre el otro.
Eres, simultáneamente, mi debilidad y mi fortaleza, mi dulzura y mi locura, mi pasión y mi ternura, mi cielo y mi infierno, mi ángel y mi demonio, eres mi amor loco y mi locura de amor.
Bs.
As. 20 de enero.
“Me desperté temprano aunque ese día no
trabajaba aún, bajé buscándolo pero no me encontré con los ruidos habituales de
la casa, esa brisa suave y refrescante que emana su presencia en mi vida.
Preparé café para los dos pensando que tal vez ya vendría de hacer las compras
o de recoger el correo pero no. Le presté atención al pizarrón, la locura del
pizarrón con tizas y todo, en medio de la pared del comedor. Me reí, obsesiones
de un profesor y su docencia, llevarse un poco de su vida a casa. Cuántas veces
se quejaba Guille de ensuciarse las
manos, se las ‘ajaba’ la tiza, según dice siempre, al dejar un mensaje para que
yo lo lea. Presté más atención y sobre el verde fondo del pizarrón, bien grande
y con la tiza apretada, se encontraba escrito el siguiente problema, o acertijo,
con su letra.
‘AMOR
= 1 + 1 X (¿?) <=> 1 = 1
Cuando lo resuelvas búscame. G.
Cuando lo resuelvas búscame. G.
Al
fin no logramos tener la tutela de Felipe por la feria pero no urge para el
lunes, y la tendremos en pocos días más. Volviendo al juego de Guille.
Al
principio pensé que se trataba de una broma pero de repente salté de la silla y
fui al cuarto, abrí el placar y los muebles, se había llevado toda su ropa y
cosas. Intenté llamarlo pero no me atendió. Me senté con la mirada fija en el
pizarrón, tratando de dilucidar qué era lo que ese ejercicio significaba y leí:
‘Amor es igual a uno más uno multiplicado por incógnita, sí y solo sí uno es
igual a uno’. No tenía sentido o por lo menos yo no se lo encontraba pero lo
dejé ahí pensando que en unos días todo volvería a ser como era o que me lo diría al volver.
Pasaron
casi seis horas y ese problema se volvió mi obsesión. Yo conocía muy bien a
Guille y sabía que me esperaría como
decía ahí pero… ¿Qué lo había hecho abandonarme? ¿Qué esperaba de mí? Jamás borré
el pizarrón y todos los minutos lo miraba. Varias mujeres entraron al
departamento pero nadie podía tocar el pizarrón, yo mismo fui incapaz de
escribir algo más en él. A la tarde que invité a otra profesora a casa, una
amiga de hace mucho de la parroquia para que diera clases a Felipe, mientras
comíamos me preguntó por eso, refiriéndose al problema del pizarrón y el
mensaje, le conté, fue a la primera persona que le conté. Ella se quedó
extasiada mirándolo al saber qué significaba y me preguntó si lo entendía. Por supuesto
le dije que no y se rio y susurró algo así como: ‘Hombres’. ‘Léelo’, me instó,
y yo lo hice como antes, como siempre.
‘Amor es igual a uno más uno multiplicado por incógnita, sí y solo sí uno es igual a uno’, dije convencido, por algo era profesor al fin. Ella se rio en mi cara de una forma que me avergonzó. Cuando acabó, me dijo con una seguridad matemática: ‘Lo estás leyendo mal’.
‘¿Cómo mal?’, repliqué confiado. ‘Lo estás leyendo mal, querido’, me dijo como si yo fuese uno de sus alumnos.
‘Amor es igual a uno más uno multiplicado por incógnita, sí y solo sí uno es igual a uno’, dije convencido, por algo era profesor al fin. Ella se rio en mi cara de una forma que me avergonzó. Cuando acabó, me dijo con una seguridad matemática: ‘Lo estás leyendo mal’.
‘¿Cómo mal?’, repliqué confiado. ‘Lo estás leyendo mal, querido’, me dijo como si yo fuese uno de sus alumnos.
Le pedí que me explicara y se negó aunque le rogué. Me dijo que si no lo resolvía yo, de nada me serviría.
Yo sabía dónde podía estar Guille, con Fabián y Felipe, pero mi orgullo no me permitía ir a buscarlo. Traté de olvidarlo, salí, pero al final sabía que solo él era mi amor. Pero seguía sin resolver el asunto. No podía ser que mi colega sabía y yo no. Me concentré con toda mi mente y lo leí hasta el hartazgo. La vez número mil o diez mil leí:
‘Amor es igual a uno más uno POR, no era multiplicado era POR, P-O-R, una maldita palabra. Por incógnita, sí y solo sí uno es igual a uno’. ¿Qué palabra era la incógnita? Lo leí otra vez y la palabra salió naturalmente, lo resolví, sí, al fin. Luego una sombra en forma de angustia me cubrió por completo. Ahora entendía qué me pedía Guille, qué imbécil que fui.
A las siete
de la tarde, una hora después de haber descifrado el enigma de mi vida,
estaba parado frente a su puerta, en la casa que nunca había visitado, Fabián
dijo algo en el viaje, que Ana no estaría por un mes, con las piernas temblorosas, no por la
resolución de lo que me dejó escrito, de eso estaba seguro, tenía miedo de que no
me hubiese esperado, que estuviera con Juan o con otro y me lo merecía si así fuese. Respiré
profundo y toqué el timbre.
Unos
segundos después abrió la puerta y mi corazón. Me miró a los ojos emocionado y
esperó.
‘Por
siempre’, le dije, mientras abría el
estuche en donde el anillo que había comprado a las apuradas le pedía perdón y
matrimonio. Nos abrazamos como niños aferrados a su primer amor. Luego de unos
segundos miré por sobre su hombro y ahí estaban Felipe y Fabián.
Nos
sentamos todos juntos y entonces Guille me explicó que la historia era la de
sus padres, que él tardó años en conocer al suyo porque no acertaba en resolver
el problema.
__
¿Eras vos? __preguntó, Fabián.
__ Si, era la primera vez que veía a mi padre en persona, mamá me hablaba todos los días de él y me mostraba las fotos y repetía que ya iba a venir, solo que todavía no encontraba el camino. Esta historia así como te la estoy contando me la relató mi padre miles de veces, la sé de memoria y me encanta a pesar de haberme perdido de estar con él los primeros años de mi vida.
__ Entonces… ¿Qué decía el mensaje?
__ Ah, sí… Mi mamá le escribió: ‘Amor es igual a uno más uno POR SIEMPRE, sí y solo sí, uno es igual a uno’. Le llevó casi 7 años a mi padre entender que se debía entender: por siempre, no multiplicado como él lo leía al principio.
__ ¿Qué significaba? ¿Qué quería tu mamá?
__ Papá era mujeriego y vivía con mamá, estaban en pareja y ella se daba cuenta de que él salía con otras mujeres y un día no lo soportó más y se fue. Cuando se enteró de que yo venía en camino, prefirió criarme sola que sufriendo con un marido infiel. Le dejó ese ejercicio para que se diera cuenta que el amor es entre dos y por siempre.
Mamá
es muy inteligente y sabía que si él iba a cambiar tenía que ser por su propia
iniciativa, reconocer qué clase de hombre era y que ella no lo aceptaba así.
__ Pero también decía: ‘sí y solo sí uno es igual a uno’. ¿Qué le quiso decir con eso?
__ Yo le pregunté lo mismo a mamá y me contó que ella quería a alguien igual a ella a su lado, no alguien a quien servir, planchar, cocinar y adorar como si fuera un dios, no, uno más uno. Eso iba a funcionar sí y solo sí… los dos tiraban parejo en la relación y tampoco con terceros en ella.
__ Una genial tu vieja, qué hermosa historia.
__ Por eso Pedro, ¿quieres ser el otro uno en esta ecuación que quiero formar?
La alianza de oro tenía inscripta en su interior: “UNO MÁS UNO = AMOR”.
__Claro
que acepto, no podría serlo diferente.
Es
algo extraño. Casi indefinido del alma. Esa casi melodía de sonidos sin música,
pero invisibles, expansivos. La otra sensación que anegan las miradas. Los ojos
amparan las distancias. El roce casi sin serlo en el cuerpo y la sutileza.
Somos la densidad de la materia, yendo distantes aun siendo cercanos. Casi sin
serlo, ni pretenderlo, nos relacionó quizá la sensación de lo atrevido. En su borde
impreciso, buscar un amor pleno, sutil en sus encantos. El néctar excitante de
pensarnos. Así volando en transparencia sin tiempo, con el viento meciendo los
árboles, cantando nuestro sueño, como el cielo que miramos. Otras melodías
-quizás celestiales- nuestros interiores oyen, derramados celosos sonidos que
lluvias de copos nos traen. Somos los cuerpos, casi sin materia que rozan, se
unen en rito de complacencia, sin fondo ni cerco. Y allí hallarnos, cuyos
destellos centelleantes crucen la densidad corporal y regalen otras
sensaciones, las que no conocemos. La que dice que más allá de lo que se
fricciona y se toca, está lo que mutuamente se profesa.
Gracias
amado en mi silencio obstinado. Gracias
por amarme en tu dócil inquietud de soñar mis sueños, porque casi invisible,
casi en la nada, fuimos jugando a ser distintos. Y abrazados fuimos al final de
las noches, dos almas que atrevidos soñamos a cumplir un sueño, sin pensar ni
cuestionarnos, sin moralejas ni discursos vanos, solo sintiéndonos en la complicidad
del roce con la vida cuyo amor nuestros cuerpos no pusieron en duda.
--- A
dormir, todos, que mañana tendremos un día muy importante _dijo Guillermo.
__ ¿Nos
quedaremos acá?
__Por
esta noche, sí, de paso mientras tu
madre pasea sacaré todas mis cosas, enséñale la casa y lleva a Felipe con vos,
hijito.
__ ¿Me
despiertan por la mañana?
__Claro,
duerme tranquilo, todo saldrá bien, ya verás que sí __lo tranquilizó, Guille.
__
Cuando
llegamos al cuarto de invitados estábamos embobados, y solo quedaba nuestro
amor, el día siguiente estaba planificado.
__El
anillo es apenas una argolla de oro, lo compré a las apuradas.
__Es
precioso como vos, perfecto para ahora que solo estamos prometidos, lo
reemplazaré cuando podamos casarnos.
__Soy
insaciable de ti, de tu cuerpo, me
encanta sentirte estremecer entre mis brazos, sentir tus encantos, de tu cuerpo de fantasía, de ensueño,
embrujado, descubriendo nuevas experiencias
de tu cuerpo, de tu piel...
Quiero
ser el pirata que surque tu cuerpo buscando los tesoros más bellos, las
joyas escondidas en tu ser, explorando
en tus deseos, conquistando tu corazón.
Ser el ladrón que robe tus
suspiros, tus deseos más íntimos, acerté
gritar y olvidar, gritar mi nombre, olvidarte de el mundo, de los prejuicios que a él nos ata.
“Si
lo amas, y no encuentras las palabras que decirle, permite que la voz de tu silencio se matice
con la melodía de un latido; y en un
dueto le digan a su oído, te quiero como
nadie te ha querido”.
__ Encuéntrame bajo estas sábanas. En esta noche de placeres donde mi cuerpo está esperando por vos, hállame en esta habitación. Quiero sentir tu piel, estrellarme en tu pecho, hasta quedarme sin aliento, arráncame mis miedos por amarte por sentir tu desnudez.
Encuéntrame, mi alma ansía despojarme de mis ropas, quiero que vos lo hagas tan lentamente que descubras mi esencia. Hállame sin avisarme, tómame sin saber que podré defenderme ante vos, que entre abrazos seamos esos amantes que desean solo pertenecerse. Encuéntrame, esta noche entre mi insomnio y mi sueño, quiero sentir esa piel, devorármela. Sentir tus labios suaves bajando lentamente centímetro a centímetro todo mi cuerpo, escalarte por entero desde los pies. Encuéntrame, quiero que me estremezcas. Sentir tu ardiente cuerpo sobre mí, que mis pupilas se pierdan en este inmenso paraíso de amor.
Hazme
sentir que anhelas cada parte de mí, y que añoras hacer el amor. Deseo de calmar
tu fuego siquiera por hoy como volcán en erupción. Encuéntrame, cada paso que
das es excitante. Erízame la piel, llévame a perder la razón, vos sos mi locura
de amor, tus ojos reflejan toda la
locura y la pasión que sientes por mí. Encuéntrame por favor aquí en la cama
haremos mil fantasías, porque yo te haré sentir lo que nadie ha podido desear
estando a tu lado.
Mi
paraíso sos vos. Bésame muy lentamente. Convence a mi piel de que ya te pertenece,
que de nada sirven las prisas en los besos o caricias si antes no desatas el
torrente que hay en el interior de mi vientre. Bésame lento... despacio para
que se relaje mi mente, para dejar que tus manos exploren por donde quieres, quiero
ver hambre en tus ojos, un apetito insaciable, pero manejando tus dedos como
pinceladas de arte. Bésame como las nubes besan
el cielo, flotando lento, despacio como acariciando el firmamento con el
aliento de mis labios.
Bésame, tócame... enciéndeme, gradualmente mis
sentidos que cuando sientas que mi pecho
se distorsiona entre gemidos y latidos,
es porque ya te pertenece todo el elixir de mi fuente.
Bésame desde los tobillos hasta que se muestren mis venas que te marquen el camino que debe recorrer tu lengua. Pero bésame de tal manera, que te ruegue, que te suplique que por favor no te detengas. Bésame como te he mostrado que me haces perder la cordura cuando restregase tus labios en mi pecho acelerado al empuñar mi armadura cuando me sacas las llamas que esconde en media mi cintura. Bésame de manera sutil aunque tus ansias te inciten a que sin pudor te haga mío. Aunque te imploren las entrañas liberar mi bestia cautiva, solo bésame muy suave, matemos la rutina, hoy estoy a tu merced, vos guiarás el encuentro y nos haremos el amor despertando cada poro, llenándolo de dulce miel. Pero bésame a placer. Hazme tocar el paraíso.
Bésame desde los tobillos hasta que se muestren mis venas que te marquen el camino que debe recorrer tu lengua. Pero bésame de tal manera, que te ruegue, que te suplique que por favor no te detengas. Bésame como te he mostrado que me haces perder la cordura cuando restregase tus labios en mi pecho acelerado al empuñar mi armadura cuando me sacas las llamas que esconde en media mi cintura. Bésame de manera sutil aunque tus ansias te inciten a que sin pudor te haga mío. Aunque te imploren las entrañas liberar mi bestia cautiva, solo bésame muy suave, matemos la rutina, hoy estoy a tu merced, vos guiarás el encuentro y nos haremos el amor despertando cada poro, llenándolo de dulce miel. Pero bésame a placer. Hazme tocar el paraíso.
Bésame,
sedúceme como un cortesano que del hielo saca llamas,
que cuando yo corresponda, mis labios serán tu abrigo, serán las llamas que te hagan brotar suspiros. Te besaré lentamente. ¡Así como yo lo he pedido!
que cuando yo corresponda, mis labios serán tu abrigo, serán las llamas que te hagan brotar suspiros. Te besaré lentamente. ¡Así como yo lo he pedido!
__No
sé si lo entenderás pero miro la luna de cristal por la ventana escondida entre
las ramas del sauce en un taciturno otoño
que se desvanece muy lentamente e irremediablemente se inunda de nostalgias
el alma entera que tiene perfumada la esencia de tu amor en el corazón, miro la
leña arder en la chimenea y cómo las chispas vuelan entre el sonido de las brasas trasladándose
el pensamiento a tus besos, caricias y
pasiones que se agitaban imparables bajo un amor que parecía interminable, todo
sin querer me lleva hasta ti, los aromas, la luz, las sombras, el sonido de la
lluvia, el viento al socavar las hojas, el
eco de pasos en el silencio de la noche y es que mi amor aún navega en tus
recuerdos…Eres el torrente que fluye por mis venas y que influye directamente
en mi vida arrastrando la sangre de mis heridas, cicatrizando esperanzas mal
habidas.
Corriendo el manto de tinieblas donde tiemblo sin refugio y aterido, poniendo una manta de sol, alegre sustento que me alivia. Eres panacea, alimento, pan fresco; resumen de soledades, atavíos de fiesta.
Engalanas mi espíritu, me elevas al séptimo cielo tan solo sintiéndote cerca, tan solo acariciando mi pelo.
Corriendo el manto de tinieblas donde tiemblo sin refugio y aterido, poniendo una manta de sol, alegre sustento que me alivia. Eres panacea, alimento, pan fresco; resumen de soledades, atavíos de fiesta.
Engalanas mi espíritu, me elevas al séptimo cielo tan solo sintiéndote cerca, tan solo acariciando mi pelo.
Y me
duermo con tu torrente en mi sangre, y me sanas como una suave brisa, y vuelo
por sobre el Nirvana atrapando en etéreos aleteos, el amor que engrandece tu
alma, el amor en el crepúsculo de tus besos, en el horizonte donde nuestras
almas se unen, haciéndole el amor hasta nuestros silencios, en el mantra que
recite tu vientre junto al mío, profanando ausencias, magnificencia del amor
sagrado, las almas yacen expectantes de la aurora, en la liviandad de los
cuerpos cuando se ha alcanzado la gloria...
Es
un eco de gemirles, como último aliento de vida, extenuantes mortales embebidos
en la
tinta de verbos que a distancia el amor declama, pasional y dulce entrega, brasa que consume el fuego eterno, morir y nacer cada día con la promesa de volver a amarse, con la misma entrega, la misma pasión, el mismo amor...
tinta de verbos que a distancia el amor declama, pasional y dulce entrega, brasa que consume el fuego eterno, morir y nacer cada día con la promesa de volver a amarse, con la misma entrega, la misma pasión, el mismo amor...
__Sos
mi vicio y mi adicción, cielito. ¿Dicen que para un vicio tiene que haber
adicción?
¡Qué calamidad saber que entre sábanas existe tal condición!
¡Qué calamidad saber que entre sábanas existe tal condición!
Y en
libertad de aspiraciones las almas se mezclan por tal seducción. Un cariño sin
tiempo hace de mí un catador de tu buen vino. La textura de tu piel añejada por
las caricias que provino de un paraíso. Y
todo lo que imagino lo pretendo con sentidos y le atino a cada blanco.
Soy
tan adicto a tu ternura que muero al probar cada fruto la dulzura. Incapaz soy
para dejarte, vivo sometido a tus deseos y a tu locura. No escatimo los anhelos
que procuraran el desquicio. Son auténticos inmortales, de ambrosías a tu amor
el vicio. Las prendas, fieles testigos de los abrazos de un cielo infinito. Las
noches afloran con la droga de tus besos de un néctar exquisito.
Vos
sos el suplicio de los verbos y de mis creaciones el gentilicio, de cuyo mundo
solo somos dos ciudadanos, provocando que cada rima, en cada letra seas vos el
vicio. Que este amor siempre está propicio a tus afanes y yo siempre a tu servicio.
Esa
noche nos besábamos disuadiendo los enigmas a tus misterios. Fuimos el ardor de
tus deseos, llegando a la claridad poseída por la luna. En mi refugio anclabas
tus intimidades,
tus delicados labios escalaban al compás del viento en busca de mi volcán. Tu sombra nunca antes conquistada por el placer cedió ante mi seducción. Apoderándome de tus mares abiertos y profundos. Y no naufragamos, te entregabas vencido ante mi brújula firme y seguro. Triunfo ante tus muros, propagando en ellos la dulzura de mis raíces más apasionadas. En cada ola de tus mares me bañé de pureza y jamás contaminé mi alma. La brisa aromática de aquella cita propuso encadenarnos por siempre en el fervor pleno de caricias. Alumbrando la noche de destellos apareciste como ave rapaz devorándome. Dejándome sin aliento sobre el lecho de ángeles enmudecidos por no interrumpir nuestra devoción.
tus delicados labios escalaban al compás del viento en busca de mi volcán. Tu sombra nunca antes conquistada por el placer cedió ante mi seducción. Apoderándome de tus mares abiertos y profundos. Y no naufragamos, te entregabas vencido ante mi brújula firme y seguro. Triunfo ante tus muros, propagando en ellos la dulzura de mis raíces más apasionadas. En cada ola de tus mares me bañé de pureza y jamás contaminé mi alma. La brisa aromática de aquella cita propuso encadenarnos por siempre en el fervor pleno de caricias. Alumbrando la noche de destellos apareciste como ave rapaz devorándome. Dejándome sin aliento sobre el lecho de ángeles enmudecidos por no interrumpir nuestra devoción.
Flotamos
en el viento cayendo en picada libre siendo yo tu ángel guardián, tu destino
hacia el amor. Peregriné cada espacio de tu piel con un placer tan intenso, que
a cada segundo sentía las quemaduras de una pasión sin límites. Olvidándonos de
nuestras historias y renaciendo el comienzo de una nueva vida. Tocan a la
puerta, se oyen ruidos, sudados en nuestro conjuro entran curiosos los mismos ángeles
deleitándonos con melodías y canciones, aprobando nuestra consagración al
amor, a un amor eterno. Noche
inolvidable. Cierra tus ojos y vivirás en los sueños el sentir apasionado de
letras que habitan en poemas llenos de amor.
__
¿Qué pasa, Pedro?
__No
puedo quitarme de la mente a ese cura, Guille, a cuántos como él conocí sin
saberlo, a ese Dios que les permite estar en su casa cuando a mí por amarte me
echaron.
__Mi
mortal amigo, Dios es toda simplicidad, dentro de su entramada complejidad,
simple, porque contempla el simple bien, con recompensa a largo plazo, tras mi presencia, sin observar la complejidad pausada, paciente, vengativa, o espontánea en toda maldad de pronta satisfacción, el chivo expiatorio cabeza de turco, el justo elemento necesario de todo mal, que en contradicción siendo Dios, toda bondad no precisa de infierno alguno, exponiendo el despropósito de su importancia ante la diabólica creación, acreditando, que el fin justifica los medios, donde el diablo en pecados impuestos, en el reiterativo y continuo perdón de arrepentimiento alguno, su complejidad y complicidad para volver a realizarlos,
en costosas catedrales embajadas vaticanas, iglesias apagadas, opacas y paganas, y cristos asesinados en la cruz de siempre, renacidos en los belenes de cada año, en la pre impotencia
omnipotente y omnipresente de Dios, sacrificando a su hijo, ante miles de niños muertos y el asesinato de un Judas ahorcado, y un Cristo al tercer día resucitado. El simple bien, teólogo, persistente de lo que ojo humano no contempla en los microscopios de su conciencia, insistente en que Dios y la bondad de los hombres existen pero no coexisten, y yo, mi mortal amigo soy el fruto de la cruel naturaleza, que el hombre no comprende, como parte de la materia y la madre tierra, para justificar toda destrucción de Dios, y todo asesinato de todos los hombres, que en su imposición impone religiones.
simple, porque contempla el simple bien, con recompensa a largo plazo, tras mi presencia, sin observar la complejidad pausada, paciente, vengativa, o espontánea en toda maldad de pronta satisfacción, el chivo expiatorio cabeza de turco, el justo elemento necesario de todo mal, que en contradicción siendo Dios, toda bondad no precisa de infierno alguno, exponiendo el despropósito de su importancia ante la diabólica creación, acreditando, que el fin justifica los medios, donde el diablo en pecados impuestos, en el reiterativo y continuo perdón de arrepentimiento alguno, su complejidad y complicidad para volver a realizarlos,
en costosas catedrales embajadas vaticanas, iglesias apagadas, opacas y paganas, y cristos asesinados en la cruz de siempre, renacidos en los belenes de cada año, en la pre impotencia
omnipotente y omnipresente de Dios, sacrificando a su hijo, ante miles de niños muertos y el asesinato de un Judas ahorcado, y un Cristo al tercer día resucitado. El simple bien, teólogo, persistente de lo que ojo humano no contempla en los microscopios de su conciencia, insistente en que Dios y la bondad de los hombres existen pero no coexisten, y yo, mi mortal amigo soy el fruto de la cruel naturaleza, que el hombre no comprende, como parte de la materia y la madre tierra, para justificar toda destrucción de Dios, y todo asesinato de todos los hombres, que en su imposición impone religiones.
No
te culpes amorcito, tu iglesia tiene muchos misterios y en cierto modo y
circunstancias es peligrosa.
__Me
encanta sentirte. Amarte no es un capricho, eres el deseo de mi vida, me gusta
tanto ser yo el que se pierde en tu profunda mirada. Me gusta contemplarte y
descubrirme en tus bellos ojos que brillan intensamente, fruto del amor que tú y yo nos procesamos.
Me
gusta estar a tu lado junto, besarte los labios con amor pues en tu compañía encontré la plenitud, el gozo y la tranquilidad que siempre he deseado. Deseo que tú y
yo contemplemos la luna juntos pues en
esas noches de hechizos y estrellas tú y yo nos fundimos en una sola piel, en una sola alma. Me encanta que me
abraces, deseo acariciarte, sentir tu
piel pues en tus brazos me siento plácidamente satisfecho, en tus brazos yo siento el fuerte latido de
mi corazón, la llamada del amor.
Prepararon
luego la denuncia para el día siguiente y regresaron a la habitación.
Se encuentran allí, se besan, se desnudan, se
codician.
No
han pronunciado ni una sola palabra. Entre ellos, ahora hay otros sonidos, solo
pulsiones, instintos. Las manos de uno, ansiosas, recorren a Pedro, lo hurgan,
lo apremian, investigan sus lugares recónditos y secretos. La boca de Pedro lo
recorre entero, lo escala, alto, más alto y
más allá.
Fuego,
ardor, pasión.
La
lengua de Guillermo inquiere la fuente de Pedro, le bebe, se embriaga, lo hace estallar,
lo acuna, recoge los pedazos, lo rearma,
y Pedro gime, grita, regresa, se excita e implora porque quiere otra cosa. Guillermo
lo entiende, lo penetra y Pedro gime de nuevo.
La
carne llama a la carne, la carne de uno arremete en la marea de entrañas
fundidas del otro, embestidas violentas se hunden, una, dos, tres veces, Pedro
lo cobija, lo recibe, lo anida con desesperación.
Concupiscencia,
lascivia, lujuria, deseo, gozo. Sinfonía de suspiros, jadeos, sonidos, gritos.
Deleite animal y euforia.
Los
acordes estridentes muestran que la música ejecutada en este concierto para dos
llega al final, luego del clímax.
La
fusión enloquecedora de notas graves los sorprende. Es el acorde simultáneo y
estremecedor de los cuerpos.
Al
fin las cabezas comparten la almohada blanca en tranquilidad, pero será por
poco rato, solo para dormitar y recomenzar.
Bs.
As. Lunes 21 de enero.
__Guille,
¿qué tengo que hacer? –interrogó Felipe menos asustado de lo que habíamos
previsto.
__Nada
mientras no te diga, seguramente contar la historia como lo hiciste con
nosotros. No te asustes, esta gente evitará que ese hombre vuelva a verte, eres
menor y no tienes que enfrentarte a él. ¿Confías en mí?
__Sí,
está bien.
__Hijito,
traslada todo al departamento. Cuando pase un poco esto de Felipe, trataremos
de buscar una casa más grande.
__Dale
papá. ¿Y no te dirán nada por no tener la tutela?
__Por
hoy no, pero quisiera tenerla lo antes posible, en enero con la feria fue
imposible, pero le diré a Marcos que ayude en febrero, la mamá del nene está
embelesada con ese cura y luego de conocerlo, no la culpo.
__Guille,
Pedro…
__ ¿Qué?
__Cuando
ustedes se casen, ¿podrán pedir la tutela de otros de mis hermanos? Ellos quieren estudiar y allá ya vieron, no se
puede, además los extrañaré mucho.
__Sí,
precioso, es la idea, nosotros no podemos tener más hijos que ustedes, será
bueno aunque tengan a sus papás, tenerlos en una casa enorme y hacerlos
estudiar, cuando nos casemos lo haremos.
__Por
suerte esto salió para ya, el mes que entra debo de ir a las facultades
privadas, rendir, ver en cuál entro y Fabián estudiar _dijo, Pedro.
__Veremos
cuánto nos lleva esto, supongo que dependerá de la actitud que adopte la iglesia, si hay que ir contra la archidiócesis
con el abogado, si insisten en protegerlo, no será corto, cielito, pero lo
importante es comenzar, y ya vamos, que nos espera la oficial de la unidad de
abuso de menores.
¿Estás
tranquilo, Felipe?
__Sí.
__Déjame
hablar a mí, y luego responde a todo lo que te pregunten, no temas ni sientas vergüenza,
nada te pasará, y de vos dependerá de que otros chicos no pasen por lo mismo,
¿entendido?
__Sí,
entendido.
__Si
recuerdas algo más dilo, todo, no te guardes nada __le increpó, Pedro.
__Está
bien, lo haré.
__
¿Qué leían, papá?
__
Algo del tema, difícil de entender por cierto, pero el caso de los sacerdotes
creo que es diferente y mucho más complejo, porque hay una institución que vela
por la comunidad que no puede avalar hechos así, veremos, tengo que hablar con
el abogado. Pedro, Felipe… vamos.
CONTINUARÁ.
HECHOS
Y PERSONAJES SON FICTICIOS.
Cualquier parecido con la realidad es coincidencia.
Lenguaje
adulto escenas explícitas.
“Sebastian
Fitzek.
“En
el curso de la documentación que he llevado a cabo en los últimos años he leído
muchas cosas sobre el abuso infantil, en Alemania existe la suma de doscientos cincuenta
mil pedófilos, pederastas, y también sé que la opinión pública a menudo
equipara pedófilo a delincuente, cosa que no es así. No todos los pedófilos
abusan de niños o consumen pornografía delictiva.
Existen
estudios que demuestran que a mayoría de ellos les gustaría liberarse de estas
inclinaciones. Sin embargo, hoy en día la ciencia sabe que, por desgracia, la
pedofilia no se cura, si bien los afectados pueden aprender a controlar su
situación y su conducta. Lo principal es ponerse cuanto antes en manos de
profesionales. Cuando la pedofilia cruza su umbral cuando a sus fantasías
abstractas siguen actos concretos, es demasiado tarde.
Para
la mayoría de los que la sufren sin ser exteriorizada, existe una institución
excelente cuya página web pueden visitar: www. Kein_ taeter_werden.de.
En
ella se ofrecen terapias profesionales para quienes se sienten atraídos por los
niños.
Admito
que como padre de familia, me cuesta considerar a esas personas pacientes y no
monstruos, y algunos padres que piden pena de muerte probablemente la quisieran
para todos quienes visiten la página. Sin embargo este radicalismo es absurdo,
aunque solo sea porque implica que solo se trata de un puñado de casos que se
podrían controlar con pena de muerte, y no de un delito masivo.
Llegado
a este punto, debo confesar algo políticamente incorrecto. Entiendo a cada
madre y padre que quiera ver morir a quien maltrató a un hijo, abusó de él o
incluso lo mató. La profunda aversión que me inspira la pena de muerte, que
tantas veces he proclamado, posiblemente pasara a un segundo término si se
viera afectada mi familia.
Con
todo, si por conversaciones mantenidas con médicos forenses, fiscales y jueces,
la facilidad con que un se puede equivocar. Incluso cuando un caso parezca
claro, siempre existe el riesgo residual de condenar a la persona equivocada, ejecutándose
o enviando a prisión a un inocente. Y esto no es más que un ejemplo de un
sinfín de errores judiciales.
Por
tratarse de un tema tan peliagudo, es preciso analizar el problema con la mayor
objetividad posible. Muy particular por favor de la víctima, muy en particular
de las futuras víctimas…
Sebastian
Fitzek. Nacido en 1971, es autor de thrillers más exitoso de Alemania. Sus novelas
se han traducido a veinticuatro idiomas y han vendido más de cuatro millones de
ejemplares. Vive en Berlín. Novelas de profunda investigación psicopatológica.
Su ópera prima. TERAPIA. Ediciones B. 2008.
CONTINUARÁ.
Marie-Carmen GRACIA EVE Eve Monica Marzetti.
ResponderEliminarElisa Bellísimo
ResponderEliminarCarmen Elena Que Bello
ResponderEliminarVictoria Precioso. Gracias
ResponderEliminarLoboExcelente
ResponderEliminarPatricia Bellísimo!!!
ResponderEliminarGladis HermosoGracias .
ResponderEliminarLiliana Bello ,Tierno.Suspicaz,
ResponderEliminarMariela Hermosa
ResponderEliminarHelena Bello
ResponderEliminarLourdes Muy lindo
ResponderEliminarDelia Bellísimo
ResponderEliminarMarta Bellooo
ResponderEliminarGraciela Hermoso !!!!
ResponderEliminarCristina Que lindo
ResponderEliminarBrillante Eve, la verdad del amor en esa ecuación perfecta...Y por el otro lado todo lo despreciable que conlleva todo tipo de violación y la imperiosa necesidad de que se haga justicia y de que el violador pague, no sólo por el terrible daño que hizo sino también por el que puede seguir haciendo...
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