jueves, 27 de diciembre de 2018

“NO SOY YO”. CAPÍTULO VEINTE.


“NO SOY YO”.

CAPÍTULO  VEINTE.

“Qué buen insomnio, si me desvelo sobre tu cuerpo”.
Mario Benedetti.



__ Que quiero todo de vos, Pedro, a vos. La verdad nunca dejaré de amarte, no me resignaré a vivir sin vos. Estoy loco por vos amor, alborotas mis sentidos todo el tiempo. Volviste loco a mi corazón, sos el dueño de mi vida, juramos que nunca nos alejaríamos.  Necesito de tus besos que me hechizan, en tus brazos encadenarme o que te pierdas entre los míos. Date cuenta estoy perdido por vos locamente, sos mi vida. Cómo no adorarte, si la verdad sos mi todo  y por lo poco que vimos no sos culpable de nada. Cuando no estás conmigo pierdo los sentidos, porque no puedo vivir sin tu amor. Se parte mi voz porque te extraño, si te pudiera expresar todo lo que siente mi corazón. Solo sé lo que me haces…  tuyo, mírame,  yo no puedo estar sin vos. Escalofríos recorren mi cuerpo, los sentimientos se multiplican, mi amor es más puro y más bello, se multiplica el amor que te tengo, las sensaciones del corazón. Mi corazón palpita con solo saber que vos estás cerca,  cada día me enamoras  con tu aroma, tu manera de  hablarme y sobretodo con  tu dulce sonrisa. Deseos de hacerte el amor, de sentir tu piel desnuda,  un escalofrío recorre todo mi cuerpo al sentir tus labios, tu respiración, el calor de tu cuerpo  con solo recordarlo.
__Guille…

Guillermo lo tomó de la mano.
__Vamos, larguémonos de acá, tu hermano debe de haber huido y no quiero caminar kilómetros.
Pero a poco de andar, vieron la camioneta en el mismo sitio.

Pedro miró a Guillermo, que estaba sentado junto a él en la parte trasera. Había dejado el uniforme de ordenanza entre los arbustos, junto a la clínica, antes de irse. En ese momento estaba estudiando su historial médico con detenimiento. Tenía el ceño muy fruncido.
Eso no pintaba bien.

__ ¿Hay algo, Guille? __interrogó, Gaby.

__De todo, al parecer alguien se puso a jugar con el cerebro de… Pedro.
__Agustín __bramó, Gaby__, no tienes el menor sentido de la orientación __protestó__. No, gira a la derecha en el siguiente semáforo.

__Hemos pasado por delante de un McDonald’s  salir _replicó Agustín __.Me acuerdo muy bien letrada. Es por allí. _Señaló hacia delante.

__No, no es por allí __le contradijo Gaby__. Está en la siguiente calle. Tú gira. __Le echó mano al volante.

__Ya, paren de pelear __gruñó, Guillermo.

__Gaby, basta, déjame conducir. __Cuando ella lo fulminó con la mirada, Agustín frunció el ceño, meneó  la cabeza y giró donde ella le había dicho. Los arcos dorados de la M iluminaban la calle.

__ ¿Lo ves? Te lo dije. Nunca discutas con una mujer sobre direcciones. Salida a la autopista. Allí __señaló y miró a Gastón __. Gastón… Pedro, está todo preparado para que hagas las pruebas de ADN con tus padres, las tuyas y del nene, con ello, si lo deseas puedo avanzar en el tema de los documentos de todos. Te digo por si luego se enfrascan con Guillermo a investigar lo sucedido.

__Gracias, Gaby, sí, lo haremos.
__Por allí _repitió Gaby.

__Nunca discutas con una mujer, sobre todo si es abogada y bonita _masculló Agustín__. Tengo ojos, cariño, y quiero puntos por acordarme del McDonald’s. Por cierto, tengo hambre.

__Tengo que ir al despacho _dijo Guillermo.

__ ¿Por qué? __Preguntó, Gastón. El silencio de Guillermo mientras leía su historial médico y el hecho de que no le hiciera gracia el espectáculo que estaba teniendo lugar en la parte delantera del vehículo lo tenía de los nervios.
__Porque tengo una reunión con un colega, y tengo que comprobar una cosa. Pueden dejarme en el centro, ya volveré a casa en taxi.
__Adiós a mi hamburguesa doble. __Agustín suspiró y pasó de largo el restaurante de comida rápida. Se incorporó a la autovía en dirección a la ciudad.

__Háblame, Guillermo __le dijo, Gastón__. ¿Qué te ha llamado tanto la atención de mi historia?

Lo vio mover los papeles que tenía en el regazo.
__Ya, Pedro. Gaby, ¿recuerdas a Nancy, la amiga de Camila? Sospecho que sí, búscala.
Parece que estuviste sumido en un coma natural durante bastante tiempo, Pedro. Pero después de que  Bruno naciera, te administraron medicamentos para mantenerte en él como sospechaste al ver esta porquería. Es como si hubieras salido por tus propios medios pero alguien no quisiera que despertases. Habiéndote dado por muerto tu familia y yo pudieron jugar todo el tiempo.
A Gastón se le formó un nudo en el estómago, Gaby volteó la cabeza.
__ ¿Camila?
__Camila y más gente, supongo, Gaby, no pudo estar sola en esto, ni entiendo por qué lo hizo, ya estuvo Pedro en sus manos cuando lo operó años antes.
__ ¿Qué me dices de ese otro medicamento? __Al ver que él no  le contestaba, insistió_-: Guille, dímelo.

Lo vio apretar los labios. Al final dijo.
__Ya, Pedro, el Tabofren era un medicamento que hace cinco años estaba en fase uno de los ensayos clínicos, eso es muy lejos de llegar al mercado antes de que pregunten.
__ ¿Qué? __Gastón puso los ojos  como platos.

__Lo retiramos porque la FDA (Food and Drugs Administration) estaba muy preocupada por los efectos secundarios, en efecto lo desarrollaba nuestra compañía en  animales.
Gastón sintió que la sangre se le agolpaba en los pies. Como si se estuviera quedando sin aire.
La mano de Guillermo se deslizó por el asiento y acarició la suya.
__No te asustes todavía. Deja que investigue un poco primero.
Él asintió con la cabeza, aunque en el fondo no sabía qué pensar. Ni qué hacer, por cierto. Con dedos temblorosos, se frotó la cicatriz que tenía en el lateral de la cabeza. Tragó saliva para contener el miedo.
No funcionó.
Agustín paró el coche delante de la empresa de Guillermo.

__Gaby y yo compraremos comida para llevar y nos reuniremos con ustedes allí arriba en un rato.
__No hace falta _rehusó Guillermo al tiempo que salía de la camioneta. Tomó la mano de Pedro y lo ayudó a bajar.

__No discutas, Guillermo. Pensaremos mejor entre todos. __Gaby sacó un brazo por la ventanilla y le dio un apretón en los dedos a Gastón __. Volveremos enseguida.

¿Por qué tenía de repente un mal presentimiento?, se preguntó Gastón, que se pasó una mano por el pelo mientras entraba en el edificio con Guillermo. Un mal presentimiento lo recorría por entero, al igual que le pasó aquel día, cuando se arrodilló en el suelo del despacho de Camila y abrió el archivador cerrado con llave que cambió su vida.

__Hola, Patricio. __Guillermo saludó con un gesto de cabeza al guardia de seguridad que estaba sentado tras el mostrador de recepción__ ¿Ana ya salió?

__Sí,  doctor Graziani, viene muy tarde hoy, aunque arriba lo espera un colega dijo.
__Sí, lo sé, y tengo que hacer un trabajillo de último momento. Mi cuñado y una amiga llegarán un poco más tarde. Que suban cuando lleguen.
__Por supuesto, doctor. Tenía buen aspecto en la tele hoy _añadió con una sonrisa torcida.

__Gracias. __ Guillermo le colocó una mano a Gastón en los hombros y lo instó a acercarse a los ascensores. Una mano cálida y sólida que le provocó un enorme calor allí donde le tocaba.
No podía negar que sentía cierta conexión con él. Pero no sabía qué hacer al respecto ni cómo lidiar con dicha conexión con todo lo que estaba sucediendo a su alrededor.

El despacho de Guillermo era un enorme espacio de madera oscura y metal cromado. Un ventanal que ocupaba una pared entera ofrecía una panorámica de la ciudad. Las luces brillaban en las calles, y  el río titilaba por algunos barcos a la distancia. Había una barra a un lado de la estancia, con dos sofás y unas cuantas mesitas auxiliares emplazadas delante. El impresionante escritorio de Guillermo dominaba la otra parte de la estancia. La pared que quedaba a su derecha estaba cubierta por una estantería colmada de libros.
Gastón se sintió intimidado al entrar al lugar. Su diminuto despacho cabría en un rinconcito de ese espacio palaciego. Se acordó de la conferencia de prensa y recordó la expresión acerada de sus ojos al enfrentarse al periodista. Guillermo Graziani, el penalista, el rico empresario, no parecía en nada el hombre tierno que lo había abrazado con tanta dulzura después de que sangrara por la nariz.

__Pilla algo para beber, ¿quieres? Tengo que hablar dos palabras con un colega que me espera, enseguida regreso.

Agradecido por tener algo que hacer, Gastón se acercó a la barra. Pero se preguntó en segundos quién esperaría a Guillermo, y una fuerza magnética lo hizo ir tras los pasos, apenas oyó voces en la oficina contigua, se quedó tras el vano de la puerta, la curiosidad y algo parecido a los… celos, lo invadieron.
Un hombre demasiado joven y atrevido casi rozaba a Guillermo, de pie junto al escritorio.

__Basta, Maximiliano, no tengo nada que decirte, no puedo atenderte.
__ ¿Joaquín delgado? ¿Cuántos  nombres usas para tus amantes?
__Si viniste para esto,  vete, no puedo hablar ahora de estas estupideces. ¿Cómo me encontraste?
__Te vi en televisión, con ese tal, Pedro Beggio, tu esposo, eras casado. ¿Es ese el que te partió la cabeza y te puso el mundo al revés?
__Basta, no tengo nada que decir.
__Pero yo sí, yo sí llevo meses buscándote. _El joven tenía los ojos escocidos y se acercó hasta casi rozarle los labios, Guillermo lo apartó.

__ Termínala, te espero en el estudio, el lunes,  llama antes, no acá, vete ahora que espero  gente.

Gastón se apartó cuando vio que el joven se separaba de Guillermo, y regresó al despacho, sin mirarlo cuando volvió a entrar.
__ ¿Joaquín?__ Pedro lo aferró con fuerza por el brazo. __Pareciera que tú también perdiste la memoria y tienes varios nombres, y pensé que habías dicho que tenemos algo nuestro.

Guillermo lo observó perplejo mientras buscaba algo que decir, pero no era capaz de pensar en nada.
¿Cómo era posible que hubiera oído lo que hablaban? ¿Acaso había estado allí y él no se había dado cuenta? Y, lo que era peor, ¿qué quería decir con que estaban juntos? Él mismo le había repetido un millón de veces que no iban en serio, pero parecía demasiado afectado por una simple invitación de otro hombre para que él no significara nada para él, y eso lo confundía, como siempre que estaba a su lado.

__Pedro, suéltame. Me haces daño...— dijo al fin mientras trataba de ordenar sus ideas. Él resopló pero finalmente lo soltó, se dio la vuelta y apoyó las manos sobre la mesa, encorvándose mientras la daba la espalda.

_No has contestado a mi pregunta, Guillermo — dijo en un tono mucho más suave antes de darse la vuelta para mirarlo de nuevo. Tenía el ceño fruncido y sus ojos almendrados resplandecían en la penumbra del  despacho—.  ¿Es que te gusta ese chico, es tu amante? ¿Quieres salir con él? ¿Te has cansado ya de lo nuestro?

__Pero, ¿de qué me hablas? __Guillermo  lo miró alucinado antes de ser capaz de responder.__ En realidad, no sé cómo contestar a esa pregunta porque no entiendo nada... No me has explicado nada, no sé qué es lo que puedo hacer o no con la extraña relación que mantenemos, y tampoco tengo idea de qué es en realidad lo nuestro... Quizá sea necesario que me lo aclares antes de poder darte una respuesta sincera, ¿no crees?

Pedro se dio la vuelta y lo miró mientras cruzaba los brazos sobre el pecho.
— ¿Quieres saber qué es lo nuestro?— preguntó altivo.

—Sí, la verdad es que me gustaría saberlo— admitió Guillermo  antes de ver cómo Pedro se acercaba a él  a tal velocidad que apenas fue consciente de ello hasta que notó cómo sus labios chocaban con fuerza. Pedro dejó ir la poca cordura que le quedaba, y se rindió,  lo  sujetó de la cintura con una mano mientras permitía que la otra se enredara en su pelo, inmovilizándolo por completo. Su beso era profundo, ansioso, como si lo hubiera deseado durante todo el día, al igual que Guillermo. Este se abandonó entre sus brazos, le respondió  con ardor  permitiendo que lo guiase hacia la mesa que había en el centro de su despacho.
Una vez pegados a ella, tomó el control, lo despojó de su ropa y luego lo tendió sobre ella sin apartarse de sus labios en ningún momento. Su boca rodó entonces por la piel de su rostro hasta su cuello. Pedro se acercó a su oído y murmuró:

__ ¿No querías saber qué es lo nuestro?— Guillermo  le mordió el labio y asintió una vez como respuesta.

— Esto…  es lo nuestro..., Pedro, el que lo olvida de tanto en tanto, sos vos. Mueve tus caderas,  agárrate a mí, siente la melodía del amor,  el ritmo está en nuestras corazones, baila conmigo amor,  mi cuerpo tiene algo que contarte. Si sientes que mi cuerpo  canta una melodía romántica  solo abrázame y mueve  tu cintura para callarla  con tus movimientos.
Danza conmigo amor,  no puedo callar más esta sed de amor, te amaré al ritmo de nuestros corazones, te deseo cada día, cada hora,  dancemos juntos por toda la eternidad. Cuando me abrazas después de hacer el amor…  eso que fue hermoso se vuelve mágico.

Y en ese momento su asalto se volvió implacable, poseyendo su cuerpo como si fuera de su propiedad, hasta que ambos estallaron al fin en el mejor orgasmo que recordaban.

Ahogamos nuestro clímax con un beso. Abrigamos nuestras almas en una mirada. Regalándome una franca sonrisa __   dije__: Tenemos pendiente un abrazo, un beso, un encuentro lleno de amor. Tenemos pendiente juntar nuestros latidos, unir nuestras miradas, fundir la respiración. Tenemos pendiente  qué debemos hacer, juntar dos soles, tu mano con la mía en el ocaso, la media noche y el mediodía. Tenemos pendiente un abrazo, una historia, una vida y sus sonrisas. Tenemos un abrazo pendiente, ¿recuerdas? Porque yo no lo olvido.

Y vivo pensando cada día en ello.
Anhelo hacer presto…  el amor con vos,  quiero descubrir ese tu calor profundamente, y llegar al fondo de tu corazón. Deseo desnudarte, aprisa, hacerte mío esta noche sin demora, y amarnos sin testigos ni prisas hasta que llegue la aurora. Recorreré a besos todo tu cuerpo;
te colmaré de caricias sin medida, y abrigaré con mis brazos como a un niño.
Rozaré mi pecho  junto a tu alma, mis labios tienen ganas de tus labios, y beber de tu néctar hasta perder la razón. Si nuestros cuerpos se entrelazan,  se funden nuestras almas, se fusiona nuestra espiritualidad. Tu lengua y la mía se corrompen en la lujuria, nuestros sexos se consumen en su calor, nuestros fluidos se desbordan, nuestro olores se mezclan, tus pies fríos se enredan con los míos.
Solo entonces habremos formado un solo ser, haciendo el amor  para ser amor, formado por el amor para el amor.
Una hoguera de fuego  comienza a encenderse al pensarte, mas lenta y pausadamente  se va erizando mi piel  al recordar esos momentos vividos, el dulce sabor de tus labios, la profundidad de tus ojos, y el deseo que me trasmite tu mirada, mas cómo dejar de pensarte,
si siempre siento tu ardiente piel cubriéndome vorazmente  como lo hace la noche con el atardecer, cómo no pensarte  si solo quiero quemar mis deseos teniéndote entre mis brazos
y amarte desenfrenadamente, cómo no pensarte si vos  siempre serás mi mejor obra, mas, cómo no desearte si con vos  volví a creer en el amor.

__ ¿Quién es él?
__Nadie, nada _dijo Guillermo recogiendo la ropa, y acomodando la suya que no alcanzara a quitarse, apoyó la frente en la de Pedro, luego de posar allí un beso__. Cuando no estabas, tuve algunos amantes, que no significaron nada, y mentí, a ese pibe le dije que me llamaba Joaquín Delgado, estaba fumando junto al río, en Rosario, yo me acerqué o él, a pedir fuego, una excusa cualquiera, y ahora me reclama y dice estar enamorado, pero mi único amor sos y siempre fuiste vos, solo vos.
Estoy en el camino, pero sigo perdido lejos intuye mi alma y te busca, y sigo tu camino,  lo transito en el sendero de mis otoños viejos.
 Dime amorcito, ¿qué tan libre sos para amarnos?
Algo de vos pese a la amnesia  me aguarda, porque algo de mí te desea, voy a encontrarte en esta búsqueda dilatada y larga, en el delirio de amarte y que mi alma sea tu morada.
Viento y brisa de aromas y sol con aromas a hierbas en una mañana nueva, transparente, y el azul cielo cuando te veo, y el sol  dibuja tus contornos, y bebo lujuria.
Tanta belleza, hombre y ángel salvaje, hierve mi esencia.
Sumerge mi alma en deseo, de mieles de amor y penuria.  Te detienes, me miras y me enamoras, ojos de miel y sol, te miro el alma, tus ojos de fatal y libertina transparencia, la brisa besa tu pelo alborotado, en desparpajo insolente sonríes, manojo de perlas de boca que bebo sin pudor. Mi pasión estalla en mi afiebrada existencia y reclamo de sentir tu piel, tu cuerpo entre mis piernas y manos. Siento el dulce mensaje de tu vida  entre mis brazos, el sabor de tu aliento y tu boca en la mía que profano cuando vos  me bebes y yo, acaricio tus labios.
Tus manos son palomas que vuelan con  tibios dedos, peregrinan mi piel, mi cuerpo y en mi agreste pecho aletean mudas, como dibujando susurros y palabras que vuelan de tu garganta, entre un callado silencio. Aliento caliente, que murmura en la brisa amor  y el amor se fusionó en las esencias de los dos cuerpos, almas, caricias, vientos de pasión, tu timidez es sensual en susurros, lágrimas y llanto en el gozo de tus encantos, encendidos en llamas van sembrando en mi pasión, las semillas del amor.  Nuestras vidas se fundieron, dulce y triste éxtasis, con vos
cuando vistió tu desnudez de púrpura y oro un ocaso triste y así como llegaste, entre la perfumada brisa te fuiste por segunda vez,  pero dejaste una llama encendida y un beso florecido.
Toda la pasión y el amor  se  quedaron en mi pecho dormido en la dulce espera de tus huellas, en mi sendero peregrino.
Volverás amor, algún día, a cobijarte en mis silencios y te diré bienvenido amor, entre mis verbos malheridos que ya por vos se hicieron ausencia y dolor, entristecidos pero mientras respire nunca, nunca jamás, serán olvido, me dije.
Aunque viví en la realidad, siempre traté de atrapar algunos sueños. Hasta que algunas veces, ellos me atraparon. En una brisa tibia, cristalina y transparente, como tu alma. Mi mayor sueño, es este, que regresaste, que estés vivo, ni esos papeles, ni lo que vayamos a descubrir, ni ese muchacho ni mil amantes tienen ninguna importancia, solo…   “esto… lo nuestro”.
¿Sabes con qué sueño?
__ ¿Qué? _susurró, Pedro.

__ Con citas en secreto llenas de intenciones, un “buenas” con sabor a manos imprudentes,  un beso cerca de los labios acariciando el olor de tu presencia atrayendo la mentira al instante, cena con ingredientes afrodisíacos,  miradas indiscretas, gestos tentadores, risas llenas de misterios, toques con astucia,  palabras destinadas al engaño después de un licor que provoca la libertad en nuestros actos, música romántica placentera a oídos que escuchan las letras de canciones obligándonos al baile,  cuerpos moviéndose al compás de los deseos de la mente, sin querer nos provocamos ,  manos entrelazadas,  roces de la piel que incitan al abrazo de sentimientos mutuos de vivir una locura deseada, noche interminable complacidos por la luna, esperamos los rayos del sol,  sueños vividos con intensidad, realidad poseída por las dudas.
Despertamos prisioneros de la incertidumbre de haber vivido al borde de una verdad en sueños, producida por ideas amadas,  enajenadas con razón o una mentira de nuestra realidad absurda en la sensatez de amar con placer, nunca encontraremos las respuestas de los misterios de la mente, solo debemos caminar buscando el amor sin entender de qué forma llegó a nosotros. Aquella tarde amor, nuestros miedos inundaban cada rincón de la estancia, pero el deseo de amarnos marcó el compás de los tiempos.

De nuevo el sentir, de nuevo las caricias olvidadas, y de nuevo el desenfreno, de nuevo nuestros pensamientos, nuestros cuerpos ya no estaban muertos, sentían la humedad de tu aliento en mi aliento. De nuevo, amar amor, ¿a dónde estabas? toda una vida antes que te encontrara, justo en ese momento cuando mi alma se marchitaba en un oscuro rincón, abandonada de toda ilusión y huérfana de tus caricias y sueños divinos. ¿A dónde estabas, vida mía cuando mis manos vacías estaban de ti, y de nuevo se llenaron de flores?
No es nada lo que  yo escribí pues son las fantasías  de mi alma, los sueños que en esas noches de soledad  mis sentimientos que desean  hacerlas realidad,  salen de mi corazón,  suben hasta mi garganta buscando una expresión mientras en mis brazos  deseo tenerte,  se acelera  mi corazón, vos  dueño de mi corazón  no me abandones al  llegar el alba o  se me detendrá el corazón. Y solo te regalo un poco de mí para vos,  es todo mi amor.

Guillermo se sentó en el sillón que había al otro lado de su escritorio y encendió el ordenador. Sus dedos volaban por las teclas, con la vista clavada en lo que fuera que estuviera viendo. Su silencio le indicó que no estaba dispuesto a compartir sus temores en ese momento.

__ Coqueteando con mi vida vos como Pedro me quisiste  amar y con ayuda de tus manos me dejaste abrir las puerta de la felicidad. Embanderando mi sonrisa salí a conquistarte. Me puse mi mejor gala, me vestí de ternuras adornándome con mil dulzuras. Me abrigué con mi paciencia y salí muy sensual con un toque de sensibilidad. Atrapado por tu seducción
a mi vida me abracé borrando lo negativo, disfrutando lo positivo. Cuando  te tenía a mis pies
te  embriagué con mis alegrías y  el gran idilio comenzó, el corazón se tiñó de amor  y  vos me gritabas que sin mí no eras nada y desde entonces comprendí que vamos pegados e iluminados  hasta que esa luz se apague en nuestra misión terrenal. Por eso sigo luchando y esperando por regresar a lo que vos olvidaste pero que yo he guardado por años para recordártelo, para hacértelo volver a vivir, Pedro.

__ ¿Hay un aseo por aquí? __le preguntó, Gastón.

__Por allí.
__Gracias.

Pasó todo el tiempo que pudo en el elegante cuarto de baño, con su lavabo de mármol y su enorme ducha, y se echó agua en la cara en un intento por controlar sus emociones.
Cuando por fin reunió el valor necesario para regresar al despacho de Guillermo, se lo encontró sentado al escritorio. Pero en esa ocasión tenía la cabeza entre las manos, con los codos apoyados en la mesa. La pantalla del ordenador brillaba con imágenes de Malena a modo de salvapantallas.
Su cuerpo irradiaba tensión, una tensión que inundaba el espacio que los separaba y se le acumulaba a Gastón en el pecho. Disparando sus nervios hasta niveles insospechados. Presa de los temblores, rodeó el escritorio para colocarse a su lado.

__ ¿Guille?
Sin levantar la vista, él lo agarró de la cintura y lo colocó delante de él. Sintió sus rodillas en la cara interna de los muslos provocándole un millar de escalofríos. A continuación, él se inclinó hacia delante y apoyó la frente en su vientre mientras inspiraba hondo y de forma entrecortada.
Algo iba mal. Fuera lo que fuese que hubiera encontrado era tan malo que ni siquiera podía mirarlo. Pensó en marcharse, en olvidarse de todo ese lío. Podía subir en un avión y volver a Chile si quería, olvidarse de Guillermo Graziani y de su hija. Seguramente eso fuera lo más inteligente.
Pero al mismo tiempo sabía que nunca se iría. Estaba conectado a él, quisiera o no, recordara o no. Y no solo por Malena y Bruno, sino por algo más. Algo que lo arrastraba hacia él aunque quisiera salir corriendo en dirección contraria. Algo que no comprendía pero que estaba desesperado por saber adónde lo llevaba.
Le enterró los dedos, temblorosos en el pelo y deslizó las manos por su nuca y sus hombros, sintiendo la tensión que lo embargaba.

__Cuando cierro los ojos y pienso en él, lo hago mío cada instante, no tengo sus besos, no tengo su boca con sabor a miel, no tengo sus labios que me embriagaban con tan solo rozarlos, eran mi pasión, eran fuego encendido. Eran anhelo, eran simplemente amor eterno, no estaba en mi vida real.
Cuando cierro los ojos él me abraza, me mima. Me toma en sus brazos, tengo su aroma varonil que despierta mil sensaciones, mi corazón late tan fuerte tan solo en oír su voz.
Me seduce con la mirada, mis ojos se clavan en sus pupilas, cómo me encantan sus bellos ojos cafés, son hermosos. Cuando cierro los ojos él está en mi imaginación, me desviste el alma, ahí exactamente le digo todo lo que siento. Me acerco a sus labios me besa sin descanso, lo deseo tener solo entre mis brazos, él ya es esencia en mi ser, ahí despliega sus fantasías, me dice que me ama, que lo soy todo para él. Cuando cierro los ojos es mi amor prohibido.
El que acaricia mi piel, el que me arropa con su cuerpo,  con el que no paso frío porque él abriga mi piel, me recorre con sus manos centímetro a centímetro, no deja ninguna parte sin acariciar. Me lleva al infierno de su sexo completo. Sacia mi sed, él es mi delirio, él es mi agonía. Pues quiero morir en sus brazos, perder la razón, porque él es mi locura de amor.
Cuando cierro los ojos solo su nombre pronuncio, porque amarlo en silencio es mejor que saber que jamás será mío, ahí no encuentro rechazo, y lo quiero  amar en mi soledad, porque ahí  precisamente me pertenece, y porque elijo alejarme de él, así el dolor a distancia no será tan fuerte y no me hará sufrir. Lo elijo en mis sueños porque mis  sueños nunca tendrán un final.
¿Lo prefieres así, Pedro? Gastón no es mío, él, es Pedro…  sos vos.

__Guille, me estás asustando.
Él no habló. Se limitó a clavarle todavía más los cálidos y fuertes dedos en las caderas, como si fuera su tabla de salvación.

__Háblame _le suplicó, susurrando.

Sus marcadas facciones estaban demudadas por el dolor cuando lo miró. Y el miedo que sentía se convirtió en pánico al ver la culpa que inundaba esos hipnóticos ojos café.
Gastón inspiró entre dientes.
Sin necesidad de preguntar siquiera, supo que de alguna manera él estaba involucrado en lo que le había sucedido.
Guillermo lo miró tanto rato con esa expresión culpable que Gastón sintió deseos de zarandearlo para conseguir que hablara.

__Guillermo, ¿qué pasa?
__El tabofren prometía reducir ciertos tumores inoperables. Pero la FDA Y ANMAT   en el país acabaron con los ensayos clínicos en cuanto comenzaron a aparecer los  primeros efectos secundarios ya que cuestionaban la seguridad del uso del fármaco.
__Yo no tengo cáncer.
__Lo tuviste años antes, yo le creí a ella y vi resonancias que ya no lo mostraban pero a poco de esa cirugía inicial, no sé si regresó luego, Pedro.
__Lo que dices lo dijiste en el auto.
__Lo sé. Pero no recordaba cuáles eran esos efectos secundarios. Cielito, yo comencé a investigar y me hice cargo de esta empresa cuando te operó del cáncer, quería saber qué hacer para no perderte.
__ ¿Por qué me da que esos efectos secundarios no me van a gustar en absoluto?
Guillermo tragó saliva y su mirada descendió hasta el abdomen de Pedro.
__Guille, mírame.

Sin hacer caso, continuó.
__El medicamento bloqueaba una vía de señalización celular que estimulaba el crecimiento de los tumores en aquellos pacientes que sufrían un cáncer en estado avanzado.
Estábamos muy animados después de los estudios y resultados obtenidos con los ensayos en animales y también lo estaba la FDA. Así que enseguida nos dieron el visto bueno para empezar en los seres humanos, en ensayos clínicos.
__ ¿Y?
__Los efectos secundarios menores incluían irritaciones cutáneas, erupciones, sequedad de las mucosas. Nada fuera de lo esperable con cualquier droga. Pero, los restantes, hicieron que la FDA se tomara las cosas muy en serio. Normalmente los sufrían pacientes con tumores cerebrales o de médula espinal.
__Yo tuve cáncer de cerebro.
__Eran… fuertes dolores de cabeza, cambios de humor, de personalidad y… pérdida de memoria.
__! Dios mío!

Los dedos y las manos poderosas de Guillermo lo aferraron más fuerte por la cintura impidiendo que escapara.
__Cuando los pacientes que participaban de los ensayos clínicos comenzaron a informar de dichos efectos secundarios, sobre todo en lo referente a los lapsus temporales de memoria, se les retiró de inmediato. La mayoría de ellos no sufrió consecuencias a largo plazo.
__Pero mis lapsus no fueron temporales _dijo, Gastón…__Guille, ¿por qué me administraron ese medicamento si mi cáncer fue operado y curado cinco años atrás? No lo entiendo. Según me has dicho, cuando desaparecí yo estaba sano, no padecía ningún cáncer, llevábamos una vida normal, feliz, con los chicos.
__Y no te mentí, es lo cierto. No lo sé. No sé qué está pasando aquí, pero…
__Pero ¿qué? __Gastón no consiguió disimular el miedo que sentía. Al ver a Guillermo que no lo miraba a los ojos, le colocó las manos en la barbilla y lo instó a levantar la cabeza__. ¿Qué pasa, Guille? Tengo derecho a saberlo todo.

Él se sentó y se pasó la mano por la cara.
__Mira el monitor y dime si reconoces a esa persona...
Gastón movió el ratón y el salvapantallas desapareció. En su lugar apareció el rostro de…  Camila.
__! Dios mío!
__Supongo que eso es un sí _escuchó que Guillermo decía en voz baja.

__ ¿Por qué tienes una foto de Camila vestida así?
__Ella… ella es… El doctor Tom Mc keen… Él desarrolló el tabofren. Era el director de los ensayos clínicos. Pocas personas lo conocieron, yo solo sabía ese nombre, Pedro, no  sabía que…
__! No! _gritó, Pedro.

Se volvió hacia la pantalla y después se alejó. Ella estaba con un guardapolvo gris, el pelo corto, lucía mucho más joven pero era ella, era Camila. No. Era imposible. Las palabras se le atascaron en la garganta. Eso no podía estar sucediendo. Camila era cirujana, no era investigadora, no era ni siquiera oncóloga.
Guillermo reaccionó, se levantó del sillón y le colocó las manos en los hombros.
__No lo hagas. No te alejes ahora. Quédate conmigo.
__No. Te equivocas. Seguro que hay una explicación. Tiene que haberla. Hay gente parecida, esa no es Camila, ella no me indujo el coma dándome esa droga, tiene que ser ese tipo que dices, y él es un hombre.
__Amorcito… Eso creímos todos.
__ ¿Qué? ¿Estás diciendo que es Camila? ¿Qué fue ella la que me hizo eso a propósito durante años? ¿Cómo es posible que la mujer que creí era mi esposa, con la que conviví por años, que conocí siendo muy jovencita, usara un nombre de fantasía para investigar ilegalmente y me haya hecho esto a propósito? ¿Ella crió, a ella le confié sin saberlo a Bruno por años?
__No lo sabemos con seguridad. Yo tampoco entiendo qué está sucediendo. Pero lo descubriremos. __Tiró de él para darle un tierno abrazo antes que pudiera alejarse.


Gastón se dejó abrazar, si bien era incapaz de apartar la vista del monitor. De la cara de Camila que le devolvía la mirada. Era ella, y sin embargo tenía algo diferente que no supo precisar. Por su mente pasaron los momentos que habían compartido, o al menos los que él recordaba.
Camila con Bruno durante un asado que hicieron en el patio trasero. Los dos bailando en una función benéfica. Camila y él ¿haciendo el amor en su cama? Se estremeció de repente e intentó apartarse de Guillermo, pero él se lo impidió estrechándolo con más fuerza.

__No pasa nada _le dijo en voz baja__. Estás conmigo ahora.

Gastón forcejeó para apartarse, pero acabó claudicando ya que carecía de la energía necesaria para luchar contra él, contra lo que sentía aunque no recordaba.
__ ¿Cómo mierda desaparecí de ese aeropuerto? ¿Ella me sacó, pero cómo si me dejaste en el embarque?

Al final, se apoyó en su pecho, perdió la cara en el cuello de Guillermo, abrumado por las emociones.
__ ¿Cómo he podido equivocarme de esa manera?
¿Cómo es posible que no haya visto cómo era Camila en realidad? ¿Estaba ciego? ¿O simplemente he hecho la vista gorda porque abatido por drogas y enfermedades no quise ver y analizar las cosas a fondo?
2111
Guillermo le pasó las manos por el pelo mientras lo tranquilizaba, susurrándole al oído. Sin embargo, su mente insistía en repetir lo que le había dicho poco antes.
__Has dicho… has dicho que se apellidaba Mc keen.
Él no aflojó el abrazo.
__Camila realmente era Moravia, yo conozco a Orestes, son Moravia, ese apellido que usó  no es real. Pero sí, usó para patentar la droga Tom Mc keen.
Su familia es la dueña de Mc Keen Publishing desde hace años.

Gastón dejó caer los hombros al tiempo que sentía el amargor de la bilis en la garganta.
__ Me dijo… me dijo… que no era conveniente que trabajara fuera, pero al fin me permitió realizar colaboraciones independientes. Sabía que a la larga terminaría trabajando para Mc Keen Publishing.
__Sí, y no quiero que vayas a trabajar, mañana ni pasado, no por ahora.
__Guille.
__No, escúchame. __Le apartó un poco para mirarlo y lo aferró por los hombros con firmeza pero sin hacerle daño. Esto, es más grande de lo que suponíamos. Se invirtieron millones de dólares en el tobafren. La gente se enojó mucho cuando lo rechazaron. Según tu informe médico, a vos te lo administraron mucho después que las autoridades regulatorias pusieran fin a los ensayos clínicos. Alguien siguió el proyecto, bien porque tenía un comprador o bien porque intentaban continuar a espaldas de las autoridades. En cualquier caso, que aparezcas vos husmeando por aquí no va a sentarle bien a quienquiera que esté detrás de esto.
A Gastón no le gustó lo que insinuaba.

__Pensaba que era Camila quien estaba detrás de esto, y ella murió.
__No creo que lo hiciera sola. No creo que pudiera hacerlo. El personal de la clínica privada estaba al tanto. Alguien de la editorial, también, Moravia está desaparecido, tu médico de Chile, Matías Olazábal también. ¿Por qué?

Sus palabras flotaron en el aire un rato mientras se escuchaba el tic tac de un reloj situado en el otro extremo  de la estancia. Gastón casi oía otra voz en eco... ¿palabras de ella?
“Camina ella muy segura ocupando espacios poco a poco por los caminos, avara por poseerlo todo, va exhalando algunos suspiros.
Está todo en silencio, de sus labios no sale ningún quejido, algún susurrante exabrupto al tropezar con algún obstáculo imprevisto sin pedirlo.
Es soberbia, va con la cabeza altiva, piensa que ni un bostezo merece la vida, su meta es avanzar, todo hay que vivirlo y digerirlo.
Orgullosa se da cuenta que nadie la detiene y se cuela en grietas y orificios.
¡Eres apática! Le dicen algunos por no vestirse con colores, avanzas anodina y triste con tus grises y negros.
Más, no hay nada mejor que un gris firmamento y hay que ver cómo sobrecogen los claros oscuros de los templos. Nada te iguala " sombra ", dame para mi tranquilidad, el frescor de tu aliento para urdirme con él un echarpe y así taparme de los vientos, y procurar proteger mis fórmulas, que no se lleve con sus embestidas las páginas donde escribo.
Quiero admirarte sombra, en todos tus trayectos y movimientos, tú los llevas a cabo en silencio trazando una ruta llena de cambiantes niveles que desvelan lo mágico, para poder alcanzar en ti misma todo.
Avanzas inexorable alargándote sin que nadie ponga impedimentos. Hay controversia con tu esencia, unas veces produces miedo, otras relajas y llenas de frescura que dan nuevas fuerzas.
Sabes cómo aliarte con la luz reflejando figuras que asombran, producen desconcierto y a veces embelesan.
Vivo intensamente a través de ti, descubro y desvelo ese gris perla nacarado que me baña con su aliento y me estremezco con tu carbonizado negro que rompe mi equilibrado centro, pero que al suceder me transforma en otro ser, que dialoga y es capaz de escribir.
Ella… trabajaba en las sombras”.


__ ¿Nunca tuviste que hablar con ese Mc Keen? _preguntó, Gastón en voz baja.

__Hablé con él varias veces, pero no llegué a conocerle, lo que significa que hablé con cualquiera que ellos quisieron poner al teléfono, no vi el rostro.

Gastón cerró los ojos. De alguna manera se conocían, Guillermo se conocía con ese grupo de gente. Había hablado con alguno de ellos. Su relación con Camila no era una coincidencia.
Guillermo le dio un apretón en los hombros.

__Llegaremos al fondo de todo este asunto, pero necesito que tengas cuidado. Tu cara saldrá en todos los medios. Esa maldita conferencia de prensa que dimos. La gente ya sabe que no estás muerto, ellos quienes sean que fueren… lo saben.
Una cosa más de la que preocuparse.
__No… no había pensado en eso.
__Quiero dos cosas. Que vengas a vivir a casa y que te vea un médico. Mañana.

Guillermo secó con el dorso de las manos las lágrimas que rodaron por las mejillas de Pedro.
__Estoy bien.
__No discutas conmigo sobre esto. __Su tono de voz le indicó que no lo intentara siquiera__. Nunca se hicieron ensayos a largo plazo con esa droga. No sabemos si te ha podido provocar algún efecto de larga duración.

__Me hicieron una tomografía y resonancia justo antes que Camila muriera. Los resultados fueron normales.
__Te los hizo el médico de Chile que ha desaparecido, Matías, ¿verdad?
__Sí. __El estómago se le revolvió otra vez__. No creerás que también está involucrado, ¿verdad?

__No lo sé, pero debemos ser precavidos, no vamos a correr riesgo alguno. ¿Cómo es? ¿Lo reconocerías?
__Ay, Dios. Claro, es joven, algo mayor que yo, alto, delgado, fachero, de ojos muy claros __murmuró, apoyándose en él.

Las cosas empeoraban cada vez más. Cada nueva pista, cada pequeña información que descubrían llevaba a más mentiras, lo hacía preguntarse en qué se había metido. En qué había metido a Bruno. En qué estaba metiendo a Guillermo y a Malena.
Guillermo lo abrazó y apoyó la mejilla en su cabeza como leyéndole el pensamiento. Su fuerza y calor lo rodearon, haciendo que se sintiera protegido.

__No te preocupes por mí, nadie me hará daño y no voy a permitir que te pase nada más, ni a vos ni a los chicos.

Seguro entre sus brazos, lo único que quería era olvidar todo lo que habían descubierto, aferrarse al salvavidas en el que se había convertido su cuerpo, creer en sus palabras. El olor de Guillermo flotaba en el aire, provocándole el ya familiar déjà- vu. Cerró los ojos, apoyó una mejilla en su torso, le devolvió el abrazo, se perdió entre sus brazos.

__ Entre ráfagas de luz que se convierten en reflejos, hoy naufrago.

Desde lo más alto dejo caer en cascadas mis sentimientos para que avancen en completa libertad, y se aposenten sin ataduras ni miedos, en el lugar que ellos sientan de su propiedad, el espacio donde encajen, se sientan cómodos, ese sitio donde tengan la certeza de que es el suyo.
Pero no es fácil llegar a ello, hay muchas puertas cerradas con llave que obstaculizan el proceso.
Las ansias por abrirlas me sajan el cuerpo y va creciendo la impotencia en mi interior muy hondo, por no tener fácil acceso a las llaves que abren la tranquilidad y el confortable lugar de la unión y el hermanamiento.
Pero no hay éxito sin lucha, con toda mis fuerzas me involucro en ello.
Busco escondites a mi alrededor, posibles resquicios donde quepan, abro gavetas viejas a ver si por un milagro encuentro varias llaves dentro.

Quiero abrir las puertas cerradas de todos los aposentos, que cada sentimiento encuentre su lugar, su morada y se sienta contento.
Que desaparezcan la sombras del lugar, ver cómo se ilumina y se llena el aire de paz.
Una vocecilla en mi interior me dice...  Lo vas a conseguir, lucha, lucha y verás que conseguirás tus deseos.
Pienso, discurro, me quedo en blanco por un tiempo...
Luego se hace la claridad, sereno me doy cuenta que no existen llaves para afrontar el problema de las puertas cerradas, solo basta arrancar de raíz los castrantes pensamientos que son los que impiden que se abran las puertas a tus sentimientos.

Es necesario, reventar el grano para desprenderlo de suciedades y pajas que no lo hacen bueno.
Hay que aliarse con el tiempo y con obras y palabras ir abriendo los lugares idóneos a los sentimientos.
Despacito, sin decaer por el esfuerzo, iré cerniendo las dificultades hasta encontrar la hipotética: “Llave de la puerta". La llave de mi mente.

El rítmico latido del corazón de Guillermo le recordó que estaba vivo, y era lo que importaba al fin. En el silencio reinante, casi podía imaginar lo que había sido la vida con él en el pasado. Cómo habría sido Guillermo antes… antes de perder a Pedro. Feliz. Completo. Alegre. Un hombre capaz de mover cielo y tierra por el ser que amaba.
Pero eso era el pasado. Ya no eran las personas que fueron entonces. Y aunque quisiera apoyarse en él y dejar que fuera su ancla, todavía había muchas cosas que él desconocía. Sobre lo que había pasado. Sobre él, Sobre cómo estaba todo relacionado, todo lo que habían descubierto, con él, y con Guillermo.
La verdad lo liberaría. No podía dejar que todo eso lo derrumbara. No iba a hacerlo. Había llegado muy bien. Lo único que podía hacer, era seguir buscando las respuestas que sabía que se encontraban en algún lugar.

Y lidiar con las consecuencias… cuando se presentaran.

__ ¿Estás seguro de haber revisado todas las cosas de Camila?
__Sí, al menos las que estaban en casa sí, pero mira lo que había en esa clínica. Cómo saber en cuántos lugares tenía… cosas.

Guillermo tenía una losa  en el pecho, su angustia crecía a cada instante, quedaba de su parte  más, mucho más por decir, pero al menos por ahora, solo podría hablarlo con Agustín, no se sentía capaz de volver  a poner a prueba la confianza de… Pedro.

CONTINUARÁ.
HECHOS Y PERSONAJES SON FICTICIOS.
Cualquier parecido con la realidad es coincidencia.
Lenguaje adulto.
Escenas explícitas.




23 comentarios:

  1. Anitra Gracias Eve Monica Marzetti. Feliz jueves.

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  2. Beatriz Hermoso pero triste. Deja un sabor a ausencia.

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  3. Complicada y peligrosa trama Eve...Eso sí, espero que Pedro se sienta cada vez más unido a Guillermo y que si no puede recordar se vuelva a enamorar de él...Que ya no se separen y juntos todos puedan encontrar a los culpables vivos de semejante desastre...

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    1. Es hermosa mi cielo, me asustaste cuando no estabas, me preocupé e intenté dejarte mensajes pero por suerte apareciste, el peligro ya... bueno, no sé, está Matías por allí, no la tengo armada más allá, pero juntos, Feliz inicio de año, aunque dejo otra, Desafío supongo, mi amor eterno.

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  4. Alicia Leguizamon Me encanta!!a leer,gracias Eve!!!💓💓

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  5. Sol Urvino Parece que Camila tiene una siniestra faceta que hay que descubrir por el bien de ambos. UN BESO, EVE.

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  6. Veronica Lorena Piccinino Me encanta está historia Eve Monica Marzetti. Hermosa. Gracias

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