sábado, 5 de enero de 2019

EQUIVOCADO. CAPÍTULO TREINTA.


EQUIVOCADO.
CAPÍTULO TREINTA.

Estoy aquí cuando quieras, cuando me quieras, y para lo que quieras. Pero especialmente estoy aquí para las malas; porque para las buenas está cualquiera.
Brando. Cartas al tiempo.
Mind of Brando.

"Nunca me quisiste, era otra cosa una manera de soñar..."
Julio Cortázar.

… Así pasé aquellos años soñándote,  hasta tu llamado, Guille, no renunciaré a este amor, ni siquiera por ella, si Camila debe de ser internada así será, y espero que el padre y el hermano entiendan, no es mi culpa que no sea estable.
__Lo sé, desde los tres años fue una nena problemática, Pedro, y ya a los doce le hicieron el diagnóstico de bipolar. __Guille lo dijo y  bajó la mirada al piso.

__ ¿Cómo?
__Lo que oyes, no quise decírtelo antes, pero estoy agotado de recibir cachetazos y no permitiré que nos echen la culpa de todo, ella tuvo tentativas de suicidio en la adolescencia y no era por mí, menos por vos, está enferma, es así, Orestes lo sabe, la trataba una psiquiatra infantil, luego la dejó estudiar lo que no debía y tapó todo, Marcial intentó no hacerlo pero al fin cuando internaron a la madre, el dolor lo cegó y claudicó con Camila, pero ella está enferma, y no es nuestra responsabilidad.
__
Hablaba con un deje amistoso, despreocupado, en general, a quienes llaman para felicitar se les nota el entusiasmo o la vergüenza. Este hombre parecía tenaz y, al mismo tiempo, tranquilo.
__ ¿Cómo? __preguntó, Daniel. __ ¿Por qué es tan especial para usted este asunto y cómo conoce a mis colaboradores?

Titubeó apenas un segundo.
__Porque _ respondió el hombre _yo la maté.
__Síguele la corriente __susurré a Daniel.
__Lo oí, Dr. Beggio,  ¿ya tiene mi perfil… cómo le llaman ustedes…Psicopatológico?

De pronto sentí calor, como si el verano del trópico hubiese atravesado abruptamente las paredes del edificio. Mi mano derecha se lanzó abruptamente hacia el escritorio en busca de papel y lápiz para tomar nota.
El silencio se había impuesto a ambos lados de la línea.
Aproveché esos instantes para recobrarme de la confusión y garabatear en una hoja de papel las palabras: “Tengo un interés especial en sus notas porque yo la maté.”
Guille y Daniel miraron lo que había escrito, el último sin despegar la oreja del auricular, del que no salía sonido alguno. Por un momento tuve la sensación de que el asesino ya no estaba allí. ¿Era realmente el asesino? Mi intuición y la reacción visceral me dijo que sí, que lo era,  además al fin es lo que yo esperaba de él, pero el silencio era tal, casi como si nunca hubiese estado. A posteriori, me resulta extraño que, en esos instantes en que mil posibilidades se arremolinaban en la mente de los tres, parecimos olvidados de los fundamentos de las profesiones al no encontrar pregunta para hacer. Tardé segundos en recurrir a las preguntas más simples, más obvias, y un rato más en recobrar el escepticismo. Durante la prolongada pausa él aguardó pacientemente.

__ ¿Con quién hablo? _preguntó, Daniel al fin.

El hombre soltó una risita.
__No esperará que conteste a esa pregunta, ¿verdad?
__ No, pero puede darme alguna idea de quién es usted, del porqué hizo semejante cosa.
__Está bien _ añadió__. Me parece bien y justo. __Entonces titubeó por un instante, como si meditara la respuesta__. Soy un hombre común y corriente, provengo de una familia típica. Sé desenvolverme en cualquier ambiente, en cualquier lugar, me siento cómodo en todas partes. Me adapto a mi entorno como un camaleón. Soy el tipo medio.

__Hijo de…__ Los hombres medios __replicó, Guille __no asesinan a jovencitas.

__ ¿Ah, no? __preguntó__. Qué raro suena eso en boca del mejor penalista de Buenos Aires.

Entonces volvimos a quedarnos en silencio por un momento.
__Dígame por qué lo hizo _le pedí.
__Pese a ser psiquiatra, tendrá que usar sus técnicas, doctor, no es una pregunta fácil de responder.
Hizo una pausa como si pusiese en orden sus pensamientos antes de continuar.
Se trataba de un hombre cauteloso. Su voz era profunda pero clara. Lo imaginé encerrado en una habitación con la mirada fija en las paredes desnudas, las ventanas cerradas y el acondicionador de aire funcionando para mantener fresco el ambiente. Era una voz magnética que parecía indiferente a la tensión, a las emociones, como si ni la llamada ni lo que había dicho se salieran de la normalidad. Por primera vez tuve la certeza de estar tratando con una malevolencia exponencial.

__Ya antes de llamar había previsto que me harían esa pregunta __prosiguió__. He pasado algún tiempo pensando qué les respondería. Podría decir que cometí el asesinato por diversión, solo por la descarga de adrenalina y no estaría mintiendo del todo. Doctor Beggio, anote esto, podría decir que fue el primer acto de un experimento de terror, ¿le gusta?, y eso también sería cierto, y de nuevo diría la verdad al decir que la escogí y ejecuté arbitrariamente, pero aún les faltaría una explicación completa, una visión de conjunto.
__Deje de jugar _ estallé.
__Calma, Pedro _ susurró, Guille.
__Podría añadir que la chica fue una víctima de la venganza, de una vendetta personal, y se aclararía mucho más el cuadro.
__Pero no lo hizo por ninguna de esas razones, ¿verdad?
__A ver si le gusta esto, Beggio, no le mentiría, aunque lo confundiría, si le dijera que no la conocía antes de esa noche, que no conozco a la familia y que no tengo nada contra ellos, de hecho los vi en su periódico, Daniel.
Por cierto, me conmovió la descripción que hizo usted de su dolor, y los acompaño en el sentimiento. No siento más que compasión por todas las víctimas. De modo que usted podría pensar que ella fue asesinada como un símbolo, yo podría confirmarlo y, una vez más, habríamos descubierto un dato concreto.
Mírelo de esta manera. Yo podría decir cualquiera de esas cosas y todas serían hitos en el camino que conduce a la verdad. Pero ustedes no lo comprenderán hasta que llegue al final de este camino. Además, si yo les dijera ahora, de entrada, todo lo que tengo en mente, les privaría de la emoción del descubrimiento. Por otra parte, podrán dudar de mi sinceridad, después de todo, apenas nos conocemos. De hecho, el propósito de esta llamada es averiguar algo sobre ustedes además de hacerles saber que existo, que estoy aquí y que todo esto apenas ha comenzado.
__ ¿Por qué nosotros y no la policía? _ preguntó, Guillermo.

__Doctor Graziani, la policía me aburriría, ellos no son brillantes como ustedes, jamás me entenderían, y además, nunca me atraparán.

Anotábamos Daniel y yo lo que decía. Parecía un hombre distanciado de la realidad de lo que había hecho. Era como si hablara de un libro y no de un asesinato.
__ ¿Por qué habríamos de creerle? __pregunté__. ¿Acaso puede demostrar que en verdad es usted el asesino?
__ ¿Quiere pruebas?
__Sí _ respondí__. Y no comprendo por qué ha llamado acá. Ni por qué la mató, si es que realmente lo hizo.

__Ah. __De nuevo oímos aquella risa breve y repentina, un sonido frío, falto de jovialidad__. El periodista y el abogado, el perito escépticos, esperaba eso.

__Bien _ dije__. Pruebas. ¿Cómo sé que no es usted algún chiflado de los que veo a diario? No sería tan raro. Todos los días hay gente que confiesa crímenes que no ha cometido. Llámelo un complejo de culpa mal canalizado, o llámelo locura.

__No estoy loco, doctor Beggio _me cortó__. Quiero que eso quede claro desde el principio. __Por primera vez percibí en su voz un auténtico matiz de furia. Recalcaba cada palabra con aspereza__. ¿Entiende?

Decidí provocarlo.
__Digamos que mantengo la mente abierta durante algún tiempo.
Nuevamente se produjo un silencio.
__Está bien _ dijo. Su tono había cambiado abruptamente, la ira había cedido paso a la resignación__. También había previsto esta respuesta. Digamos, por el momento, que le he proporcionado la prueba de que soy quien digo ser. Llegaremos a eso en unos momentos. En cuanto a mis motivos para llamar allí y para llevar a cabo la ejecución, se harán patentes en breve. Ya he dado algunas de las razones pero en forma abstracta. Solo tendrá que comenzar a resolver el puzzle. Daniel, a usted para eso le paga el journal, y doctores, ustedes tienen esa función.

__ ¿Cómo sé que está diciendo la verdad? __inquirí.

Estaba impaciente. No quería perder tiempo con un tipo excéntrico por muy bien que se expresara. Si realmente era quien decía ser, Daniel estaba ante una noticia sensacional, nosotros frente al caso del año y un desafío, impedir o intentar detenerlo antes de nuevos asesinatos. Si no lo era, bueno, no sería nada nuevo.

--Está bien __dijo __. Los tres tienen contactos en la policía. Esta pista es muy simple, pregúntenles qué llevaba ella en el bolsillo trasero derecho del jean. ¿Lo han entendido?
__ ¿Qué es? ¿Una nota o algo parecido?
__Pregunte Daniel. Volveré a llamar en una hora y entonces podremos hablar un poco más. No se aparten de ese teléfono, como entenderán, no voy a dejar que rastreen mis llamadas, tengo mis métodos. Si me contestara alguien diferente a ustedes, colgaré.
__El bolsillo trasero derecho _repetimos.
__Quédense junto al teléfono _dijo al fin.

__De acuerdo.
__Bien __respondió__, ahora sí nos entendemos.

Entonces la línea quedó muda. Se oyó un chasquido cuando colgó y por un momento Daniel mantuvo el suyo pegado al oído, atento a la ausencia de sonido. Colgó lentamente. La mente de los tres fue asaltada por el mismo recuerdo fugaz, el sol, el verde de la maleza. Vimos a todo los hombres que rodeaban el cadáver que yacía entre arbustos. A la muchacha tendida y nos concentramos, como la lente de una cámara, en sus piernas y su espalda. Recordamos los pantalones tan desteñidos que eran de color celeste, y nos empecinamos en visualizar el bolsillo.

Recién entonces volvimos a la redacción, había gente trabajando, máquinas, tecleos, teléfonos inundaban en sonidos el ambiente. Y los tres nos miramos, la respuesta la tenía Malvarez, Miller, el inspector ayudante, y pensando que, de alguna manera, estábamos conectados a ese teléfono como un cordón umbilical que nos unía al mundo, fue Guille el que levantó el auricular. Marcó rápidamente los números de homicidios, esperó a que contestasen los detectives.
__No hay novedades _dijo Malvárez anticipándose a la primera pregunta__. Ojalá tuviera algo que decir, como que hemos atrapado al tipo y le hemos arrancado la declaración firmada. Pero no tenemos tanta suerte. Creo que  nos llevará tiempo.

__Han estado ocultando algo _ afirmó Guillermo.

__ ¿Qué diablos quiere decir con eso? __preguntó el otro inspector_. Tengo a uno de los suyos acá, Graziani.

__ ¿Qué le hemos estado ocultando? _ preguntó, Malvárez.
__El bolsillo trasero derecho _ dije.

Se quedaron callados. Los imaginaba mirándose por encima del escritorio. Malvárez fue el primero en hablar, haciendo evidente esfuerzo por controlarse y revestirse de calma premeditada como parte de su armadura y arsenal.
__ ¿Qué hay con ese bolsillo?
__Dilo vos, Santiago _ respondió, Guillermo, subiendo el tono de voz.

__ ¿Quién les ha hablado de eso? __intervino Miller, pugnando por no perder la tranquilidad, se notaba la tensión y ansia de nuestro lado.
__Responderemos luego de ustedes _ replicó, Guillermo.
__Maldición __exclamó, Malvárez.
__ ¿Quién se los ha dicho? _ estalló el otro inspector__. Daniel, escucha, nos encontramos frente a un homicidio en primer grado, un asesino, y pretenden jugar con eso. Habla. ¿Quién?
__ ¿Qué había en el bolsillo? __insistió Daniel intentando mantener la calma.

__Maldición Emerson _ exclamó Malvárez __. Ustedes hablan, nosotros lo hacemos, desde allí ayudan y nosotros ayudamos.

El tironeo se prolongó demasiado hasta que solo se oyó el silencio. Supusimos el micrófono oculto con la mano mientras discutían entre ellos, al cabo volvimos a oír a Malvárez.
__Intercambiaremos información. Pero no debe de ser publicado. ¿Entendido, Daniel?
__No puedo asegurártelo hasta no saber de qué se trata.
__Mierda _ se oyó__ ¿Qué te pasa? ¿Quieres sembrar el pánico? ¿Es lo que quieren?

Daniel no respondió, vimos cómo se le perlaba la frente y el rostro en sudor, volvió el silencio y el diálogo de partes, cuando reapareció Malvárez en línea,  se oían de fondo respiraciones agitadas.
__Está bien _ dijo el primero__. Como ya saben, forma parte del procedimiento registrar el cadáver. Eso incluye la ropa y todo orificio corporal, por lo general durante la autopsia, en condiciones controladas y bajo presencia de un fotógrafo para obtener pruebas gráficas para juicio.

__Eso lo sé yo como perito, diga algo que no sepamos _ lancé enojado.
__Calma, Pedro. El otro día, usted no estaba, cuando trajimos el cadáver, mientras el forense la abría, nosotros revisamos la ropa. En ese bolsillo encontramos lo que sospechamos que es un mensaje, aunque no queda en claro del todo.
__ ¿Qué tipo de mensaje?
El nerviosismo se había disipado. Ya pensábamos en la próxima llamada del asesino.
__Un mensaje muy breve __dijo Malvárez. Titubeó_. En realidad, no estamos seguros de lo que significa, aunque al parecer se trataba de algo no bueno.

__ ¿Qué es?
__Estaba escrito en una pequeña hoja de papel__ continuó __, de las más comunes. Estaba plegada varias veces, formando un cuadrado pequeño. En el centro había dos palabras escritas con lápiz, letra imprenta, repasadas varias veces. Eso imposibilita el análisis grafológico.

__Demonios, ¿qué decía?

Vaciló de nuevo. Supimos que estaba pensando como todo policía, con precisión y con todo detalle, tal vez evocando la imagen de la nota, el momento en que palparon por primera vez el bulto en el bolsillo, la cuidada extracción con pinzas y la suavidad con que desplegaron el papel, bajo las luces fluorescentes de la sala de autopsias.
__Decía…  “Número uno”. Es todo.
__Lo sabía _ dije, seguirá…

__Escucha _ dijo, Malvárez. Podíamos imaginar su figura inclinada sobre el escritorio con el auricular pegado al oído, luces de la oficina de homicidios que iluminaban las monótonas hileras de escritorios y archivadores, proyectaban sombras sobre los rostros clavados en la pared.
__Mira _ continuó__, en este contexto, ese mensaje podría significar cualquier cosa, si es que realmente es un mensaje. El papel aún está en el laboratorio y lo están analizando. Beggio, lo oí, esto no significa que vaya a haber un número dos o algo así. El asesino podría haberlo dejado para distraernos o para divertirnos, ¿entienden?

__ ¿Se lo han mostrado a la familia? Quiero decir…
__ ¿Nos creen estúpidos?-- Saltó el otro__. Claro que lo hicimos y por supuesto no lo reconocieron ni sabían de dónde pudo sacarlo la chica. Tampoco sus amigas. De modo que todo apunta a que fue el asesino el que lo escribió. Estamos seguros de no habérselo dicho a nadie más, ¿entonces cómo lo saben ustedes?

Creo que todos pensamos en mentir, pero al fin se enterarían, podría cortarse la colaboración, y conscientes de necesitarlos de nuestro lado sin darles toda la información, Daniel habló.
__He recibido una llamada _ dijo.
__ ¿Qué clase de llamada? __ preguntó el menor.
__Una voz, al teléfono. La de un desconocido.
__ ¿Qué te ha dicho exactamente?
__Bueno, no he tomado notas _ mintió.

__ ¿Qué te ha dicho? __insistió el detective.
__Me ha dicho: “Yo la mate”. Luego me ha indicado que les pregunte qué llevaba la chica en ese bolsillo. Me ha dicho que estaba leyendo mis artículos, después de divagar un poco ha colgado. No sabía cómo interpretar esto, y decidimos llamarlos.
__ ¿Volverá a llamar?
__No lo sé __Mintió.

__ ¿Alguna idea? __con tono de furia.
__No. No tengo ni idea de dónde llamaba ni de quién es. Hablaba con voz suave, serena. Es probable que la haya falseado para que yo no pudiera reconocerlo. Lo siento, sé que eso no sirve de mucho.
__ ¿Algo más doctores? __ nos lanzó  pero Daniel se adelantó.
__Ya les dije, se ha puesto a divagar. Sigo sin encontrar sentido a sus palabras, eso es todo.
__Esfuérzate más __apremió Malvárez__. Cualquier cosa podría servirnos, lo que sea.

__Lo sé _ dijo__. Intentaré reconstruirlo en mi mente y volveré a llamarlos.

Daniel colgó la llamada y miramos el reloj esperando la llamada, él saltó del escritorio a hablar con el jefe, Nicolás.
__Voy a pedir una grabadora de esas que pueden conectarse al teléfono.
Vimos corridas hasta que regresaron ambos y conectaron el aparato, y comenzó la cuenta regresiva, el segundero solo se pasó diez segundos de la hora, y cuando Daniel pulsó la tecla del grabador y levantó el auricular, todas las miradas se encontraron, y lo que vino luego, inició la confirmación de la peor pesadilla, habría un número dos, un tres, un cuatro… y con esa explicación del mensaje… vino el porqué.

Estudio Graziani y asociados.

Al llegar del periódico se dejaron caer en el sillón, Guillermo lanzó un suspiro sonoro, y Pedro se tomó la cabeza entre las manos.

__ ¿Estás así por el asesino ese? __interrogó, Guillermo.

Ahora exactamente no amor, estoy exhausto y atónito como para pensar en el perfil del tipo _respondió echándose hacia atrás__. Pensaba en Camila, en lo que me contaste, en lo que mi suegro y mi cuñado convenientemente callaron por años, y en que no permitiré que ella dañe a mis hijos, quisiera morir cada vez que pienso el tiempo que la dejé sola con ellos.

__Tranquilo, precioso, no les hará daño a ellos.
__ ¿Que no? Guille, casi va presa por atacar al hijo de una paciente en la clínica y el padre por supuesto volvió a salvarla, es una mierda esto, no tienes idea las veces que maltrató a Dayana, y no voy a volver a admitirlo, que Orestes y Marcial hagan lo que quieran pero yo tomé una decisión.
__ ¿Una decisión?
__Ella no volverá a vivir con mis hijos, lo que equivale a decir que o se queda en casa del padre, y la llevaré a elegir un sitio, no tienes que mudarte amor, ella no se mudará con nosotros, te lo sello _ afirmó Pedro elevando una mirada dura.

__ ¿Y eso es que te separas? _interrogó Guillermo acariciándole la mejilla con el dorso de la mano.

__En los hechos, sí, aunque dudo que lo acepte así como así, no ha creído  lo que Ana le ha dicho, no querrá perderme, pero lo que no sabe es que ya me perdió, si es peligrosa para los chicos me perdió desde antes de casarnos.

Pedro tomó el móvil.
__ ¿Y ahora qué?
__Y ahora mi suegro me escuchará, es hora de que empiecen ellos a darme explicaciones, cada vez que intenté hacerla ver y tratar se las ingenió para impedirlo.
__Pedro…
__Hola, Orestes, ¿me puedes decir qué mierda tienes en la cabeza para ocultarme la realidad de tu hija y dejarla casarse y tener hijos sabiéndola psicótica?
__ ¿Quién…?
__No trates de negarlo porque lo sé, y te aseguro que defenderé a mis hijos con mi última gota de sangre.
__Pedro, espera, no puedes…
__ ¿Dejarla? Más le valdría creer en lo que Ana le contó, porque es exactamente lo que haré, yo me quedaré con los chicos, su nana los adora, y mejor será que la convenzas de que viva contigo y te hagas cargo, porque le permitiste quedar fuera de esa denuncia, y como antes la dejaste estudiar lo que no debía ahora sospecho que algo tienes que ver con su nuevo trabajo, es peligrosa.
__ ¿Cuándo vas  hablar con ella?
__Sospecho que hará lo de siempre, llorar, pedir perdón, prometer y aferrarse a mí, pero estoy exhausto, Moravia, harto. Me engañaste toda la vida, seguramente fue cómodo para ti dejarla sola en Chile y que fuera yo el que la sacara del pozo, bueno esta vez no lo haré, pensaré solo en los chicos. No iré a casa de Nancy a hacer un escándalo, cuando regrese allí, avísame, estoy demasiado ocupado con un asesino que por poco nos plantó cara.
__ ¿Cómo?
__Lo que oyes, el asesino de la chica, conoce a Daniel, el periodista y a todos nosotros, habló y confesó, sabía que Guille y yo estábamos allí, por eso te pido que cuides a Camila, no sé dónde está para saberlo todo, es un tipo muy inteligente, no es uno del montón si bien con solo un asesinato no tengo exactamente el perfil, y estoy agotado para pensarlo, quería decirte lo de ella __concluyó.

__Esta bien. Intentaré que se quede acá, te avisaré. Pedro, no le cuentes todo ahora, sería…
--Lo sé, ya lo sé, no tienes ahora que contarme, adiós Orestes.

Guillermo lo había observado todo el tiempo, en tanto preocupado regresó a su lado con una copa  de whisky.
__Toma amorcito, apenas comiste, solo un poquito, tranquilo, haremos lo que dices, estaré a tu lado… siempre, mucho más ahora con este loco que pareciera vernos en cada sitio.

Guillermo le tomó el rostro y acercándolo se embriagó en la boca de su sabor y aroma en el beso.

__Me dices simplemente hola y tu voz socava mis instintos, me miras,  sonríes pícaramente y mi cuerpo se enciende, transformándose en una hoguera, te acercas lentamente, rozas mis labios con los tuyos, con un beso sutil y el fuego me consume, siento tu aroma, y la sangre se excita, me abrazas y vuelves a decirme hola, al oído, pero ya le agregas la palabra  mi amor y el placer invade mi cuerpo, siento tu respiración quemándome, mientras vuelves a sonreír, que es tu forma de invitarme a una noche de lujuria,  amor y placer. ¿Nos vemos en media hora en mis labios? Mi pregunta sabe a promesa, a nombrar tu nombre sobre la barra de la vida que quiero vivir junto a ti. A agarrar tu cintura y unirla a mis sueños dormidos, a entonar tu canción favorita en un baile de sombras.
__Medio minuto, no media hora, te amo cielito, me mudaré, me quedaré con ustedes, lo prometo.

El teléfono los interrumpió, y la voz de Camila estalló en el silencio.

__Es tanta la ausencia en tus ojos que hasta quise querer sin quererte. Y hasta amé sin amarte siquiera. Y aprendí que aprender a olvidarte es igual que enterrar mi presente en el pasado. Te miro a los ojos, profunda, traspasando más allá del alma, por encontrar algún resquicio de tu verdad que desperdicio. Malogrando el tiempo pasado, de un amor increíble que te he dado, enfadada de celos por haber caído, ya no veo salida de lo que he sido. Una mujer llena de felicidad, solo en ti hay tanta maldad, jugando a tener principios, cuando en el fondo no quedan indicios. No volveré a creer en ese amor, el cual se marchitó como flor, en el invierno de tu querer,  yo preguntaré el porqué. El porqué de tantas promesas rotas, de tantos sueños incumplidos, de tanta soledad que nos ciega solo por creer que ya está todo ganado.
Cuando en el amor,  nunca has de dar todo por hecho,  el amor se demuestra a diario, me gusta darte besos pero  también recibirlos,  yo también  necesito de tus palabras de amor.
El amor es algo más que despertarse junto a la persona amada  y darle un beso de buenos días,  es más que el respeto y el cariño,  el amor es entregarse en cuerpo y alma. Solo los que están dispuestos  a darlo todo en cada momento, esos a los que mirándose a los ojos les sobran las palabras pero  que nunca les ha sobrado las caricias  dadas y recibidas solo ellos  saben que por qué nunca a existió .
__Ya basta Camila, ¿tú hablas de amor que jamás lo sentiste, al menos por mí? Solo acá has intentando acercarte, y justamente ahora yo no lo deseo, regresa a casa de tu padre que necesito una larga charla contigo.
__Ahora no, tengo un congreso, no quiero, quiero que nos mudemos.
__Yo no. Y tengo un día espantoso, hablaremos cuando regreses de tu… congreso entonces. Adiós.

Pedro se recostó en el hombro de Guillermo y este lo dejó en silencio solo roto por las respiraciones, mientras acariciaba el cabello.

__Si muriera con cada luna tu recuerdo y si al amanecer de ti nada recordara, sabré que algo le falta a mi alma, llegar a este momento donde una ilusión es hoy un recuerdo, donde una mentira se volvió una realidad… sabré en ese mañana que tus promesas echaron alas y ese amor tan bello que parecía llenar mi vida solo  fue un disfraz de una burla cobarde.
Viviré quizás ese mañana vistiendo las noches sin lunas con la ilusión de amarte, entibiando el solo de primavera con caricias para ti, secas y solitarias en mis manos, como beberé el café de las mañanas sin antes haber bebido tus besos… esos besos que nunca llegaron a tomar posesión de mis labios… secos de amor sin ti.
Que no llegue… de rodillas al altísimo será mi ruego, que no llegue ese mañana sin tu amor a mi vida, vagaré y lo sabes arrastrando mis pasos como esperando me llegue el final del camino que sin tu compañía será solo huella en el más sombrío desierto, arderá la brisa más suave en mi añejada piel, pues habré perdido de tu boca el aliento que reviva mi alma.
Será que aquel sombrío mañana traerá sombra donde hoy creo es luz de tu mirada, será que un hiriente vacío llene mis brazos donde hoy abrigo la esperanza de tener tu cuerpo palpitando al ritmo del mío… será, acaso será que mi boca que por las noches sueña con la tuya en aquel mañana se reseque al no tener ese manantial que añoro  beber de la tuya.
Qué mañana es de esperar, si el presente no acelera los días y la espera tortura con dudas mi alma que  se desangra de amor por abrazarse por siempre a la tuya, qué mañana de recuerdos tendré de ti… recordaré lo que pudo ser o allí al abrigo de tus brazos recordaré lo que se sufrió por este amor… y cuando mis labios de los tuyos se cuelguen… entre besos diré, amor valió la pena tanta espera por ti.
__Qué dices Pedro, jamás   ocurrirá lo que dices, si te perdiera en esta vida,  recorrería el universo y mil vidas hasta hallarte, Amor, tranquilo, entre ella y ese loco, te han alterado, soy yo, y estoy con vos. Quiero sentir el fuego de tu piel  quemando mi ser, llegando hasta las fibras más profundas y hacerte enloquecer. Te llenaré de besos como jamás nadie lo haya hecho y surcaré la extensión infinita de tu cuerpo en llamas. Mis manos, serán tiernos pulpos caminando en el área exquisita de tu piel caliente. Mi boca sedienta, buscará tu lengua afiebrada y una vez juntas, tu lengua y la mía danzarán alocadas. Los ojos extraviados de pasión y lujuria  temblarán en sus órbitas, vibrando en iluminado desenfreno. Mi corazón fusionará en el tuyo, explorando el universo, latiendo al unísono, hasta llegar a la cúspide de este amor que ambos sentimos. Seremos amantes... cuerpos y almas errantes navegando  en el mar  de los tormentos. En el océano de tus ojos voy a mirarme desnudo cuando mi alma esté tristemente  confundida. En el manjar de tu boca, uno a uno, tus besos atraparé, como caramelos al viento. En el desierto de tu alma, abrazaré tus recuerdos, así vivirán  para siempre  en mi pecho latiente. En el volcán de tu cuerpo, me bañaré en esa lava abrasiva de tus profundidades, en un fuego ardiente, quemándome vivo.  En la palidez de los días nublados, me traerás colores del jardín de la vida y un poco de sol para entibiar las heridas. Seremos amantes... cuerpos y almas errantes navegando  en el mar  de los tormentos.
 De pronto, así de la nada,  apareces tan único, tan bello con esa sonrisa divina y esos ojos que han sido tan elocuentes conmigo que aquí me tienes suspirando por vos e imaginando  la felicidad que debe ser caminar en esta vida de la mano con vos.
__Hoy no sonó el despertador. Abrí los ojos tranquilamente y te descubrí, como siempre, tumbado a mi izquierda. Miré a los tuyos, permanecían cerrados, aun así me maravillaron.  Vi tus labios pegados, relajados por el sueño que todavía te gobernaba. ¡Qué ganas de besarlos!  Es tan maravilloso que la mañana llegue sin prisa, para poder contemplar y sorprenderme una vez más con tu belleza.
Cuánta pasión, cuánto deseo, tanto amor. El espectáculo del día a día junto a ti, resumido en un instante de paz, a tu lado en la cama. Duerme mi vida, duerme, guarda este momento de calma y reserva energías para disfrutar de todas las horas que nos  quedan por delante. Puede que sea largo, tal vez sea duro, la vida no es fácil pero merece la pena si la vivo contigo.
Cuando nos alcance la noche y volvamos a dormir, soñaré que estamos  juntos en algún lugar paradisíaco, para seguir disfrutando de ti en mis sueños. Al llegar los rayos de luz que anuncien un nuevo despertar, miraré tu rostro para hallar otra vez en él, toda tu grandeza, tu amor y las fuerzas para luchar, un día más.
__Por eso es tan importante dejar que ciertas cosas se vayan. Soltar. Desprenderse. La gente tiene que entender que nadie está jugando con cartas marcadas, a veces ganamos y a veces perdemos. No esperes que te devuelvan algo, no esperes que reconozcan tu esfuerzo, que descubran tu genio, que entiendan tu amor. Cerrando ciclos. No por orgullo, por incapacidad o por soberbia, sino porque simplemente aquello ya no encaja en tu vida. Cierra la puerta, cambia el disco, limpia la casa, sacude el polvo. Deja de ser quien eras y transfórmate en quien sos.
Quiero volar, navegar,  esquiar, ser el náufrago de tu cuerpo, quiero viajar por él surcándolo,
con sus grandes olas de placer recorrer cada ruta, cada sendero  de tu cuerpo, beber  del manantial de los deseos sin prisa adentrándome en todas sus  cuevas y túneles, que mis labios  exploren los senderos y rutas de pasión que nos lleven directos a ese volcán  de caldos hirvientes como  la lava en erupción de tórridas entrañas derretidas, deseo conocer cada paraje de tu cuerpo, trazar un mapa en mi memoria, vos un día me llevaste a conocerlos, ahora yo quiero hacer ese camino,  y detenerme en ese sitio profundo centro de tu ser, provocarlo con mis vaivenes, con mis labios ir a rincones ocultos, acechándolos y llevarte a que estalles en expulsión de manantiales  de su interior con fuerza y pasión y así llegar juntos a nuestro destino.
Un estallido, clímax de amor  que deshaga nuestros sentidos  dando paz a tanta pasión, que termine con la cordura, con la vida misma, pero por amor, te amo Pedro, y te aseguro que haremos un santuario para cuidar este sentimiento de ellas, de todos.
__Tus caricias juegan en mi piel,  me hacen reír y estremecer,   me voy perdiendo poco a poco en tus alas abrigándome de tu calor hasta saborear del elixir que brota de tu deseo...
Me siento feliz deleitándome de todo tu almíbar y me preparo  para verme en tus dos ventanas y bailar encima de tus caderas un ritmo sensual que te hará excitar.
Nos enloquecemos de pasión juntos que nos apoderamos de cada rincón vacío y seguimos bailando hasta calmar nuestros deseos. Amo rozar tu piel con la mía,  acariciarla, llenarla de besos. Sentir el perfume de tu cuerpo penetrar en el mío, sentir que me ahogo con tus besos apasionados... muero por verte siempre jugar en mi espalda y atravesar las grietas de mis
montañas con tu lujuria. Hasta que de pasión quemen nuestros cuerpos y se calcinen en el fuego del amor toda la eternidad.
Me estremece sentir cómo sumas en mi deseo. Nuestro amor no está solo en nuestros cuerpos, también está en la libertad que nos separa. En el aire que respiramos cuando uno pasa junto al otro, en ese suspiro que se escapa de los ojos y que nos sabe a pura vida, de un modo tan profundo que tenemos la sensación  de estar besándonos, pero sin el beso.
Cuando me quitas la camisa pero sin la violencia  con la que se abre un regalo; suave, como si algo pudiera explotar allí dentro. Me invades de una suavidad inmensa cuando  planeas sobre mi piel haciendo que su  estremecer suene como un acorde que recuerda al comienzo de mi canción favorita. Sabes de la debilidad  en la desnudez de mi espalda. Suspiras, poniéndome un collar de besos alrededor de mi cuello. Pero este, no viene solo porque tus labios se convierten en un par de besos, uno en cada lóbulo de mis orejas, con mordisquitos, me marcas, allí y con las uñas, hundes los dedos en mi carne, dejas tus huellas por todas partes.
Es entonces cuando mis paredes internas se estremecen, te siento y siento tensarnos, pulsando dentro de mí, te empujo al abismo, te contengo, te comprimo, y tú estimulas mi ascenso hasta que los cuerpos al fin concuerdan y convulsionan en medio de la lava ardiente
anegando mi interior y tus manos, como si estuviera amurallando tu alma contigo dentro.
Te aseguro que disfruto viendo  cómo los bellos de tus brazos  sueñan con que vuelva a ser verano,  y el verano, lo traiga yo cuando sea necesario.  Amo tus brazos que acunan  y contienen en su jaula mis orgasmos, te amo a ti.
¿Cómo voy a admitirlo, cómo te puedo revelar cada una de las sensaciones que estoy teniendo, cómo decirte la forma como estoy sintiendo,  cómo podría describirte siquiera un poco de la suavidad con la que me vas poseyendo, o cómo poder relatar esa intensidad que llega a cada parte de mi piel abruptamente? ¿Cómo admitir que debo abrir la boca un poco para tomar más aire, porque me va faltando la respiración, y siento que se me agita el corazón?, tengo que morder mis dedos porque siento que tu lengua invade mi boca, me estás atrapando con tus labios y no me dejas ni un descanso, necesito aire si pretendo seguir viviendo, dame solo un respiro y continúa hasta mi último aliento, pasa tus manos por cada espacio de mi cuerpo, palpa mi pecho y siente cómo se van endureciendo mis pezones, el calor que me invade me abrasa y me produce escalofríos en toda la piel, cada músculo de mi cuerpo está tenso, está clamando por la relajación, desde mi cuello siento cómo bajan tus labios resbalando con su tibieza entre besos y succiones, se erizan mis cabellos y dejan pasar un suave frío entre cada uno de ellos, mis piernas comienzan a temblar,  necesitan la fuerza de las tuyas sobre ellas, quieren que hagas uno solo de tu cuerpo y el mío, empuja lento,  deja a mi piel y mi carne ser parte de ti, deja que mis oscuridades te atrapen para hacerte mío, empuja más fuerte deja que todo tu cuerpo entre en mi cuerpo, entre cada beso déjame sentir lo ardiente de tu piel, dame todo tu fuego, déjame fundir en ti, abrázame muy fuerte no me dejes escapar, quiero estar así, sentir los latidos de tu corazón que se unan con los míos para hacer solo uno, más rápido más rápido, ahora suave y fuerte a la vez, que mis músculos sientan tu fuerza y empiecen a ceder, afloja cada parte de mi cuerpo, intégralo con el tuyo como una hoja de papel, así pegado a todo lo largo y todo lo ancho, absorbe todo de mi interior descubre su calor, su textura, toma las mieles de mis pezones, prueba su dulzor, déjame entrar entre tus labios,  sentir el pulsar de tus besos, deja que nos queme el deseo, que se vayan fundiendo lentamente nuestros cuerpos en la deliciosa armonía, que solo consigue nuestra pasión.
_ El amor que llevaste a mi vida no lo escuché llegar, pero sí tus gemidos acrecentando mis deseos de poseer tu cuerpo ante la pasión y el frenesí del respirar acelerado.
Bastaba un detalle tuyo como recuerdo para que de nuevo me remontara en el tiempo cuando las mariposas posaban en tu cabeza mientras este enamorado no hacía más que pasar horas embelesado con tu figura y escuchando tu respirar.
Ese silencio fue el despertar al deseo del amor que no conoce de límite ni fronteras.
Pronto pasé a la conquista, y después de probar las mieles, mi corazón como potro desbocado siguió tus pasos porque a partir de entonces te adueñaste de mi voluntad y mi ser.
Ya nada más me importaba que estar a tu lado contemplando los prodigios de una silueta encantada que hechizan y avivan las llamas de la pasión.
Y haber despertado ese instinto frugal de la carne, hizo que me desbocara en tu mundo sin importar cuántos me la disputaban.
Con vos es todo nuevo, yo lo soy, he tenido amantes, lo sabes, y he sucumbido al dolor aun sin amarlos. Con Juan pronto fuimos uno solo, pero también nació en mí un mundo desconocido; los celos: enfermedad de hombres malditos en su inseguridad que se sienten dueños y posesivos.
Llegó la asfixia el acoso y los celos enconados, porque los admiradores no dejaban de perseguirle.
Si tan solo alguien me hubiera dado un concejo para calmar el monstruo, no me encontraría abandonado y llorando lágrimas amargas luego.
Todo lo que fue paraíso se volvió infierno, y tantos celos enfermizos hicieron que una tarde ya el sol y las estrellas carecieran de valor porque no estaba a mi lado.
Entonces la vida cobró lo que sabe a ignorancia y celos desbocados, porque nadie es de nadie y estando solo en medio del dolor, es cuando nos damos cuenta de nuestras malas acciones, y que hay que aprender que por más pareja, cada quien sigue teniendo su espacio, que todo tiene un límite, debe haber seguridad en las partes; y el amor no es una inventiva: es la magia de la vida, y así como llega de repente se esfuma.
Con los años nos reencontramos, pero ya nada era igual; quizás la ausencia y la soledad nos enseñó, que todo tiene un tiempo y cuando este se acaba, el encanto se esfuma y lo mágico pasa a ser algo rutinario que con el tiempo es insoportable. Pero aquello ya pasó, hoy intento dominarme y si te asfixio quiero me lo digas. Con vos la noche más bella, cielito.
La noche fue eterna como lo debe ser todo lo que es sublime. Tu rostro, tus ojos y tu piel parecían salidos del lienzo de un pintor. No me cansaba de admirarte con miles de besos cubrí tu piel y tu cuerpo, tu hermoso cuerpo vibraba a la emoción de mis caricias. Te besé incomparablemente y disfruté de tus deseos y sus derrames que embebieron mis átomos.
Bailamos una música celestial y cual olas del mar nuestros cuerpos se balanceaban. Fue una noche para no dormir, no, para vivir la fantasía del amor. La entrega total de dos almas que se buscaban en la eternidad.
__Como el son de la lluvia en los cristales, cada día a tu lado soy más libre, cuanto más fuerte me agarras la mano, es que brota de la tierra un olor suave. Un olor parecido a tu sonrisa,  a esa sonrisa de luz que arde entre mis labios y es que mirarte es como derramarse el día,
porque tú también reconoces el temblor de la piel abriéndose camino, vehemente sabor de tus labios latiendo en los míos.

Y es que en la madrugada de tus besos encuentro semillas de crepúsculo, aura encendida tras las olas infinitas de nuestros ojos, mas ya entre el jugar de tus dedos, por la inflamada ígnea resbalan tus yemas, entre vano y vano se escapan suspiros, ya el hueso de mi hombría está a punto de rehundir en el gozo tus latidos, desde tu boca redonda se escapan  gemidos,
Mientras,  resbala mi hombría por tu  túnel oscuro, cálido cobijo por donde desciende mi ingrávida amatoria, donde el amor carece de voluntad y ataduras, donde te hago sentir que solo yo soy tu amado hombre. Retorciéndome por el apetito de tu pulcro sexo nacemos juntos,
mas ya nuestras agitadas bocas se miran con el anhelo del deseo encontrado, mientras nuestros cuerpos pegados seguirán el destino del deseo.
---Llegaría hasta aquí, hasta este preciso instante que se pierde entre las letras de mi mar de inquietudes. Volvería a pisar cada huella, a recorrer cada uno de los caminos, a vencer cada obstáculo y plantarle cara al miedo y la inseguridad. Me lanzaría de cabeza al precipicio, encendería una a unas todas las estrellas que fueran necesarias, todas las ilusiones, todos los sueños pendientes. Gritaría a los cuatro vientos todo lo que llevo dentro, todo lo que sigue ardiendo, todo lo que eres, fuiste, y serás para mí. Recogería los pedazos tantas veces como fuera preciso, volvería a reinventarme, a reconstruirme cada vez con más fuerza. Dejaría que hablara directamente el corazón, que tomara el control de cada respiración, de cada sílaba, palabra y letra. Soportaría otros cien inviernos más, sería capaz de sumergirme nuevamente en océanos de dudas, de espirales que giran en sentidos opuestos, de preguntas vacías. Confesaría todo lo que me preocupa, todo lo que necesito, todo lo que me asusta, paraliza o hace daño. Me subiría en mil trenes, tantos como hiciera falta, recorrería cada estación, cada lugar remoto, perdido o desconocido. Intentaría llenar de color y magia cada parte de la historia, inventar nuevos capítulos, reescribir todo aquello que pudiera mejorarse. Me tragaría cada kilómetro, cada circunstancia o barrera que separe estos dos cuerpos. Me transportaría a aquel momento, a esa bomba de emociones que explotó sin avisar, a todo lo que creamos sin saber cómo llamarlo. Renunciaría a renunciar, a quedarme sin tinta, a escapar de todo esto que aún me quema por dentro. Me arriesgaría aun sabiendo que no esté claro que gane, aunque no sepa tus cartas, ni qué piensas sobre este juego. Viviría entre tormentas, dejaría que la lluvia hiciera polvo cada escudo, que la piel dibujara lo que siempre nos quedó por decir. Lucharía hasta quedarme sin aliento, siguiendo siempre el compás de los latidos. Haría de la nada todo, todo lo que estuviera en mi mano. Vestiría las sonrisas con abrazos, y transformaría en bonitos besos las temidas despedidas. Me enfrentaría a las adversidades, a los peores temores, a los lugares más fríos, oscuros y vacíos. Grabaría en la memoria caricias y madrugadas, puestas de sol y copas bajo la luna. Conquistaría territorios imposibles, ejércitos de imperfección, desiertos de silencio. Daría todo, sin quedarme apenas nada. Le robaría tiempo al tiempo, pararía las malditas manecillas del reloj, haría lo imposible. Solo por volver a verte si un día no estuvieras  en mis brazos.
Si hoy, en este preciso instante, la locura se cruzara en mi camino, y tuviera que pedirte algo, lo tendría bastante claro, no dudaría, ni siquiera me haría falta pensar demasiado, te pediría cuatro minutos. El primero lo aprovecharía para tenerte en frente, mirarte a los ojos, y que tú te perdieras en los míos, poder decirnos todo, sin apenas decir nada, permitir que miraras tan dentro como quisieras, sin fachadas, sin miedos, sin pretensiones, de la forma más sincera y pura que se puede mirar a alguien. Me vaciaría de todo, de absolutamente todo, para que pudieras ver lo que queda después, para que pudieras ver lo que soy, por completo, sin maquillar mis defectos, sin esconder mis virtudes, sin decirte una palabra, pero tratando de decírtelo todo al mismo tiempo. El segundo minuto, lo emplearía en abrazarte, como si fuera la primera y última vez, como si tuviera la certeza de que no te irías, en darte las gracias, en recordarte todos y cada uno de los buenos momentos que pasé gracias a ti, muchos de los cuales, seguramente, ni siquiera fueras consciente. En darte las gracias por cada mensaje de buenos días, por cada vez que necesité que me escucharan, por cada preocupación y pregunta, por hacerme sentir diferente, especial, por hacerme sentir en un lugar del que nunca quería marcharme, y, sobre todo, por hacerme sentir, del mismo modo, parte de algo, tan increíble como necesario, de algo único. El tercero, lo usaría para sincerarme, para apartar de una vez todos los escudos tallados en orgullo, para llenar cada segundo de la verdad más humilde, para decirte que, durante todo este tiempo, de alguna forma, has seguido formando parte de mí, que nunca he dejado de echarte de menos. Te diría que ha sido imposible reemplazarte, y que tampoco hubiera podido hacerlo, que las heridas han curado, pero el cariño sigue intacto, que nunca ha habido rencor, ni odio, ni mucho menos desprecio, que solo ha habido nostalgia, respeto y buenos recuerdos. El cuarto minuto, el último minuto, lo aprovecharía bien, como si fueran los últimos granos de un reloj de arena que agoniza por momentos, te diría que puedes irte cuando quieras, que puedes darte media vuelta y marcharte, que tienes el derecho de no volver a saber nada de mí, de apartarme de tu vida para siempre, si es lo que sientes. Pero también te diría que no lo hicieras, que no hay nada que más deseara en este momento que tenerte en mi vida, de la forma que tú elijas, sin condiciones, ni nombres, sin presiones ni etiquetas, simplemente sentirte cerca, poder disfrutar de tus locuras, reírme contigo, conocer cada logro y tropiezo. El tiempo que podamos, sin importar el resto, sin un destino fijado, disfrutando de cada paso, disfrutando del camino. Dame cuatro minutos, ni un minuto más, ni un segundo menos. Solo cuatro minutos.

Guillermo necesitó poseerlo, y Pedro así lo deseaba, lo besó con ardor, descendió la imprudente lengua por el cuello, y más allá, se impregnó del aroma y sabor de cada rincón de ese cuerpo que vibraba en armonía perfecta, era un lienzo que parecía recorrer y pintar con yemas y boca por primera vez, y  al encontrar la mirada vio el brillo que justificaba cada momento, lo volvió y se sentó sobre él, al sentir que disfrutaba las barreras cayeron y lo penetró en un instante único y eterno en que emocionado se contuvo, pero el goce del rostro lo llevó a desear más. Al inicio se movió lento y suave mas quiso todo de él, lo lamió, mordió, rasguñó y esculpió la espalda, lo apretujó y quiso fundirse, arroparse en la piel, hasta que ya decidido el destino y perdido el rumbo de regreso, aceleró a fondo cada embestida, ascendiendo en el aire, hasta que supo o pareció que en ese derrame y detonación entregaba y se le iba la propia vida junto con cualquier atisbo de conciencia.

__ ¿Ahora en qué piensas? __dijo Guillermo mientras lo contemplaba alborotándole el pelo.

__En qué lejos se ven aquellas mañanas tranquilas y solos en la costa de Chile, ¿verdad?
__ ¿Te arrepientes de trabajar conmigo en estos casos?
__No amor, elegí hacerlo. Guille, tienes en claro que esto es peligroso, que también deberemos cuidar a Fabián, a mis niños, a…
__Lo sé, cielito, ya hablaremos con Orestes, y que como dijiste él se ocupe de Camila, nosotros tendremos que poner vigilancia discreta supongo, mi hijo ni me habla, por lo tanto, tendré que decirle a la madre, pero por lo que ha dicho, creo que nos necesita para difundir la pesadilla, nos ha elegido para eso, no creo que nos ataque por ningún lado, al menos por ahora.

Las últimas palabras antes de que el asesino cortara pasearon las mentes:
“Todo esto no es más que una obra de teatro. Quiero brindarle a toda la gente de la ciudad la oportunidad de saber lo que es el vacío de la noche. De conocer la pesadilla. Ustedes son mi medio de expresión…  de mi mensaje. Bienvenidos a la… pesadilla.”

Me levanté como impulsado por un resorte, y tiré de Guille para que hiciera lo mismo.
__Vamos a casa, a nuestra casa, no quiero que estén solos los chicos, es tarde _dije manoteando la ropa.

__ ¿Estás seguro que deseas que viva allí? ¿Podrás manejar a Camila?
__Seguramente, no. Será muy difícil, pero ella no entrará a esa casa, y en poco pediré la tutela de mis hijos, estoy seguro que no funcionará que siga trabajando por medios que use el padre.
__Entonces viviremos en la casa que encontraste, que es linda, pondremos vigilancia, cámaras, por las dudas, y ya veremos más adelante dónde ir.
__Guille, ¿crees que hacemos bien en ocultar información a la policía? Digo, Miller está con ellos, y tú ni siquiera lo ves _-interrogué con la duda cierta.

__Nosotros no la ocultamos, estamos obteniendo datos que de no habernos llamado Daniel no tendríamos, en principio, fue él el que nos pidió acompañarlo en esto, por lo que le sucedió a Laura quizás en el caso del éxtasis, no quiere que lo engañen __respondió seguro__. Llegado el caso creo que hasta él será franco con Malvárez, no dejará que de ser cierto lo que contó, lo lleve a cabo, no me siento aún fuera de la fuerza, somos abogados de las víctimas en teoría, deberemos estar con ellos, es la idea de mantener a José allí.

__Bien, visto así, me parece bien. Llevaré todas las notas, es un tipo más interesante de lo que imaginé, brillante en principio, distante, objetivo, todo lo que fui diciendo y anotando, pero creo que si cumple su plan, irá revelando mucho, muchísimo más, y por desgracia dos cosas me parecen ciertas.
__ ¿Qué?
__Que los asesinatos seguirán, y que será muy, pero muy difícil atraparlo.

CONTINUARÁ.

HECHOS Y PERSONAJES SON FICTICIOS.
 CUALQUIER PARECIDO CON LA REALIDAD ES COINCIDENCIA.
LENGUAJE ADULTO, ESCENAS EXPLÍCITAS.

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