miércoles, 9 de enero de 2019

“LETRADOS”. CAPÍTULO SIETE. FINAL.


“LETRADOS”.
CAPÍTULO SIETE.


 “Vive como si fueras a morir mañana.
Aprende como si fueras a vivir para siempre.”
Mahatma Gandhi.

Pedro se pasó un mes observando la existencia y en ella viendo mujeres embarazadas por doquier  y niños en cochecitos por todos lados, además de pensar en la plenitud de Valeria y en el amor de Fabián,  le pareció que todo el mundo tenía hijos menos él. Empezó a experimentar algo no deseado pese al amor por Guillermo, una envidia y soledad indescriptibles. Guillermo se lo leyó en la mirada, pero no volvió a mencionar el asunto hasta el día del aniversario de la boda. Y entonces Pedro estuvo especialmente áspero con él, como si le doliera hablar del asunto. Pero como lo que más se desea y teme al mismo tiempo, a veces se hacen realidad.

__Guille, ya te he dicho, no dispongo de tiempo para esas cosas. Es ridículo que ahora crea que me es imprescindible cuando nunca lo quise.
__Pedro, estás angustiado, te veo en la calle, me vas a hacer enojar, no tiene nada de malo  que cambies de opinión.

Uno de aquellos días menos pensados, fue la secretaria del juzgado quien lo sorprendió.

__ ¿Qué sucede, Belén? __interrogó cuando la mujer de cuarenta años le pidió hablar a solas.

__Disculpe, su señoría, oí que hablaba con su esposo de tener un hijo, no quisiera que se moleste, pero en verdad tengo cuarenta años,  mi esposo y único amor falleció a poco de casarnos, y nunca volví a amar, sé que no va a suceder _confesó titubeante.

__ ¿Entonces? __preguntó Pedro atento.

__Es que antes que sea demasiado tarde, me gustaría ser mamá, y ya que no pudo ser con él, si usted lo desea, estaría dispuesta a ser la mamá de su hijo, o de ustedes si desean hacer una inseminación mixta.
__ ¿De veras lo dice?
__Con mi más absoluta sinceridad, y por supuesto que jamás los separaría de o de los niños a cambio de que tampoco le nieguen tener una mamá.

En cuanto regresó a casa y Guillermo lo vio, comprendió que algo sucedía mas no dijo nada. En su lugar, le ofreció un trago, acababa de abrir un Sirah y decantarlo para airearlo.
Durante la cena solo hablaron de los casos de la semana que ambos estaban llevando y para cuando subieron al dormitorio, Pedro seguía nervioso. Guillermo empezaba a preocuparse.
Lo abrazó desde atrás apoyando la barbilla en el hombro y le susurró al oído:

__Bueno, a ver, dime qué ha pasado. O has perdido el trabajo o ha muerto tu mejor amigo.
Pedro esbozó una tímida sonrisa y se relajó en la jaula que eran ahora los brazos de su esposo.
__Me conoces demasiado bien.
__Más o menos, nunca me contaste del todo tus relaciones pasadas ni esa violación que te marcó en la adolescencia, pero  no necesitas hacerlo, el amor deja espacios y siempre guardamos algunos secretos. Hoy sos mío por entero y es lo único que importa,  pero en este hoy sí deseo saberlo todo, por eso tienes que hacerme el favor de decirme la verdad.
__No puedo.

Ya lo había decidido, contestaría que no. Pero no quería engañar a Guillermo. Este levantó su siniestra voz de juez y frunció el ceño y, si Pedro no le hubiera conocido como lo conocía, se hubiera echado a temblar de pies a cabeza. En su lugar soltó una carcajada.
__Bueno, al fin puedo ver esa risa que amo.
__Me das un miedo espantoso cuando pones esa cara _admitió, Pedro.

__De eso se trata precisamente cuando me ocultas cosas _dijo, Guillermo riéndose a su vez __. Y ahora, dímelo de una maldita vez. ¿Qué demonios te pasa? Te comportas peor que Fabián cuando era un adolescente.

Pedro lo miró durante un largo rato, después, bajó los ojos y volvió a levantarlos.
---Cuando te conocí; un baño de lluvia fresca vino del cielo deslizándose sobre mi sinuoso cuerpo, llevándose consigo las tristezas del ayer, calzando mis pies con un río de lirios, nardos y jazmines, dejando en ellos la suavidad de las nubes blancas, me vestí la piel con un terso lienzo bordado con rayos dorados de sol y destellos de luna plateada, peiné mi cabello con luces celestes que de noche brillan en el intocable cielo de los mortales, di color a mis labios con la rosa más roja del jardín eterno y en mi boca yacía un manantial de dulzura más pura que la nacida de un panal. Fragancia de menta y cereza transpiraba cada poro de mi ser perfumando el sutil roce de tus dedos, y en un silente duelo entre ráfagas de viento y estrellas fugaces se perpetuó en la mirada la magia divina de tus ojos  profundos.
Estaba extraviado en el cosmos infinito de tu bondadoso amor, enraizado al cariñoso palpitar de tu corazón de fuego, anclado al poderoso conjuro de tu voz soberbiamente varonil y abrazado con vehemencia al cálido suspiro de tu aliento seductor. Me entregaba entero a ti, con la satisfacción de saber que el destino no se equivocó al ponerte a mi lado, amándote y amándome como almas hechas de luz para iluminar el universo, así; así nos amamos, a veces cayendo y otras construyendo, edificado sueños, lavando pecados, olvidando dolores y dejando pasados temores, pintando un futuro de colores y escribiendo en el papiro del tiempo la historia de nuestro inquebrantable amor.
__Hablas como si todo eso ya fuera pasado.
__No mi amor, siento todo eso y más. No te vas a creer lo que me sucedió.
__Quieres el divorcio.
__No, claro que no.
Pedro esbozó una sonrisa. Guillermo siempre conseguía aliviarle la tensión. Había pasado todo el día atormentado, pero él lograba hacerlo sonreír.
__ ¿Tienes una aventura con alguien?
__Frío, helado, ¿por quién me tomas, Graziani?
__ ¿Te han expulsado del tribunal?
__Mucho peor. __Se puso muy serio porque lo que acababa de ocurrir equivalía a lo mismo. ¿Cómo podría conservar su puesto con lo que se le vendría encima con un hijo? Se echó a llorar y miró a su marido __. Podríamos ser padres, Guille, mi secretaria se ofrece a ser mamá de nuestros hijos, es viuda, y quiere ser mamá.

Por un instante fue como si todo se detuviera a su alrededor. Después, él lo tomó en sus brazos y empezó a reírse como si aquello fuera motivo de jolgorio y no de suicidio.
__Mi amor, ¡cuánto me alegro! __exclamó extasiado.

__ ¿De veras? __le preguntó, Pedro muy sorprendido__. Pensaba que no querías tener hijos. Habíamos decidido que…

__Lo pensaríamos, y da igual. Tendremos un niño precioso. Un chiquillo igualito a vos.
__Y otro u otra igual a ti, porque solo aceptaría una inseminación mixta, y por la edad de Belén estuve leyendo sería con estimulación hormonal, quizá gemelos, o más, es embarazo de riesgo y…

Guillermo lo abrazó con fuerza rebosante de gozo. Pedro lo deseaba también, pero ahora que podría ser realidad, veía muy negro el futuro.
__Pero lo va a estropear todo_ dijo al borde de las lágrimas.

__ ¿Por ejemplo?
__El trabajo. ¿Cómo podremos ejercer de jueces con bebés en la casa?
Guillermo rio al imaginar la escena.
__Siempre prácticos. Seguiremos trabajando hasta el final, y luego del parto le daremos a Belén seis meses de licencia para amamantarlos, y nosotros tomaremos uno, luego iremos y vendremos a casa, nada que no se pueda, hasta podremos buscarle una niñera que le ayude.
__ ¿Así de fácil? __preguntó, Pedro no demasiado convencido.

__Puede ser todo lo fácil que quieras amor mío. ¿Qué sucede realmente?
__Puede que tengas razón, es que mi madre cuando quedó viuda renunció a todo por mí, y luego siempre me hizo sentir culpable de lo que podría haber sido sin mí.
__Pero nosotros no somos como ella, y no hay ninguna razón para que no puedas ejercer tu profesión y tener un par de hijos. A veces habrá que hacer un poco de filigranas, pero todo se puede arreglar con un poco de ingenio. __Lo miró sonriendo arrobado y Pedro empezó a tranquilizarse. Puede que él tuviera razón, en tal caso… En tal caso, todos sus deseos se verían cumplidos, porque él quería ambas cosas. Durante años había creído que solo podía tener o uno o lo otro. Sin embargo hoy Pedro quería mucho más que su trabajo. Amaba a Guillermo, quería tener hijos suyos… lo quería todo. El terrible dolor y el vacío que había experimentado durante tantos meses se estaba esfumando __.  Me siento orgulloso de ti, precioso. __Él Lo miró sonriendo mientras las lágrimas le resbalaban lentamente por las mejillas__. Todo va a salir bien, ya lo verás.

Guillermo comenzó a hacerle cosquillas mientras Pedro reía feliz.
__Dile a esa chica que aceptamos, la acompañaremos al mejor sitio, a los estudios, a la inseminación, a los controles, es hermoso, verás.
Me gusta el mundo cuando haces que vuele sin alas, me gusta cuando en la noche llegas apretando amores para entregármelos en mis sueños, me gusta soñar tu risa con mis ojos cerrados, tragar ese nudo al sentir un suspiro ahogado que aprieta mi garganta cuando un beso tuyo traspasa mis infiernos, hoy nadaré solo en el mar de tus sueños, hoy, vuelo de nuevo sin alas en busca de tu cuerpo, hoy, he emprendido el sueño del deseo y te sueño como jamás he soñado, hoy, en mi noche negra muero por tus besos lentos, muero por esos suspiros que hablan de mí, hoy ,sí que muero por tener tu mirada apasionada perdida en el vértice de mis ojos, más que nunca vida mía hoy me duermo soñándome en tus brazos en el calor de tus besos.
Hoy vida mía siento el deseo y antojo de vos, de tu presencia en mis besos, de tu piel sobre la mía, de escuchar de nuevo tu voz y de tocar tus manos tan solo un momento.
Tan solo un momento amor.
-¿Por qué se llama “prudencia” a callar cuando has visto una injusticia y no haces nada, si sería más justo denominarlo “cobardía” o “indiferencia”?
-¿Por qué nos quejamos de no tener tiempo, si cuando lo tenemos no sabemos hacer nada con él?
-¿Por qué tantas clases de baile, gimnasio, talleres de cerámica o cursos de motivación personal, si por mucho que intentemos rellenar el tiempo siempre queda un resquicio libre por donde se escapa nuestra incapacidad de disfrutar de las cosas más sencillas?
-¿Por qué es más importante aparentar saber que ser, cuando por tu ignorancia puedes hundir trabajo, familia y demás, y a los que saben de verdad nadie les pregunta porque no saben aparentar?
-¿Por qué cuanto más gordo más insatisfecho se está y se come más, para rellenar un hueco que siempre está vacío porque no es alimento lo que pides sino felicidad?
-¿Por qué nos fustigamos con el látigo de la culpabilidad cuando nada malo hemos hecho, pero de pequeños nos han enseñado a ser responsables de todo lo que hay a nuestro alrededor, además de nuestra propia realidad?
-¿Por qué “por mi culpa, por mi culpa, por mi culpa” y luego” botas de oro” a las zancadillas?
-¿Por qué, si soy humano, lloro al pelar cebollas y tan solo me escuecen los ojos cuando veo a mi anciano vecino morir día a día solo y olvidado?
-¿Por qué a un albañil se le obliga en su trabajo a llevar botas, casco y hasta arnés, y a un hombre con una tela en las manos se le permite jugarse la vida delante de un toro?
-¿Por qué estoy tan seguro de que en esto del toreo lo de menos es el toro y el torero y lo demás es el dinero?
-¿Por qué no tengo duda de que se conceptúa el toreo como un arte para justificar los bolsillos que enriquece o el riesgo de un hombre a la vista de su entretenido público, igual que un gladiador en el Coliseo?
-¿Por qué no entendemos que, en esto de la lidia, se trata de matar o ser matado, ambos con crueldad, uno por su naturaleza que es embestir para sobrevivir, y el otro por la suya que es también sobrevivir pero con gloria y dinero?
-¿Por qué, si algunos justifican el toreo como medio de preservar la raza del toro de lidia, no se autorizan las corridas de rinocerontes o elefantes, que están en peligro de extinción?
-¿Por qué, hablando de artes fingidos, es una obra de arte un zurullo sobre un lienzo de un artista conocido y no una genialidad de un Pérez o López sin conocer?
-¿Por qué al autor de las líneas maestras de un alma hecha pintura se le exige una perfección que ya hace tiempo ha alcanzado para ser admirado, y a un famoso pintor, al que los laureles han desmotivado, se le aplauden sus birrias sin más?

-¿Por qué se teme tanto al solitario talento, y para la vulgaridad hay devoción en masa?
-¿Por qué pienso que no solo son reflexiones de una pesimista sino pura realidad, tener tan poco optimismo por el futuro de nuestros hijos, ojeando la catadura de los políticos que rigen nuestra sociedad?
-¿Por qué, en tiempo de elecciones, a veces no nos queda más remedio que votar por eliminación, más que por convicción, viendo lo que vemos?
-¿Por qué, a medida que avanzamos en tecnología, disminuye nuestra capacidad de hablar, de relacionarnos, de confiar?
-¿Por qué alguien que ha pasado su vida estudiando y encadenando un mal trabajo con otro, tiene menos oportunidad de conseguir ayudas que ese elemento que no ha dado un palo al agua pero que se cataloga de estar en “riesgo de exclusión social?
-¿Por qué hacerse vegetariano, si hasta los gusanos que me van a comer cuando muera se darán un festín con mi carne?
-¿Por qué todos hablamos de todo y no sabemos de nada?
-¿Por qué llaman dinero fácil a ejercer la prostitución, o dicen que todos somos iguales ante la ley y tenemos derecho al trabajo y a una vivienda digna pero bajo un puente y en paro, por qué no podemos confiar en nadie, por qué vestir ropa de marca por fuera si la que llevamos por dentro está toda agujereada, por qué en mi coche me multan si no llevo puesto el cinturón y, sin embargo, en el autobús voy en pie si no hay asiento y no pasa nada, por qué, por qué, por qué…?
La motivación personal que incita a cada individuo a reafirmarse en la realidad de estar vivo es un agotador ejercicio de introspección,  en el que cada cual se agarra a una mínima excusa, por nimia que sea. Básicamente nos aferramos a la vida porque estamos vivos, sin más; distinta cuestión es si uno se siente vivo o no. Algunos se dejan llevar, otros arrastran ejércitos como líderes; los demás miran, fingen, sonríen. Y yo, cuando pueda creer como acto puro de fe, dejaré de preguntar ¿por qué?
¿Y sabes? Sí,  somos gais pero unidos por amor, ¿por qué no podemos tener hijos y completar un hogar?
---Me gusta la manera en que me abrazas, la manera en que me besas,  soy tu rey, tu enamorado, como si tuvieses miedo a perderme, me abrazas a tu cuerpo como si de uno solo se tratara, cuando sabes vida mía que solo tuyo soy, en vida y sueños,  déjame por un instante que mis labios mueran, déjame por solo un momento que guarde tus besos, déjame, que mi aliento llegue al susurro de tu boca, que mi cuerpo no sienta ese frío helador de las noches blancas,  me gusta tanto sentir tus brazos en mis sueños y el modo que me abrazas, que puedo quedarme a vivir por siempre en esa sensación vital para mi ser donde, una calma desnuda de un sueño de tantos, te tengo en mis brazos amor, nos acompaña la melodía de las almas enamoradas, donde nuestros cuerpos pegados sienten los latidos de una pasión sin fin.
Cuento contigo esta noche vida mía, esta noche dejaré mis sentidos a tu merced, y mis besos se harán verbo si tú los sientes, ellos me pondrán en tu memoria, trazarán el recorrido de tus manos por mi piel dándole vida a mi vivir.
Amarte es el inicio de todos mis días, soñarte es mi vivir en las noches llenas de ti.
---Es tu cuerpo ese pecado que cuando abrazo provoca torbellino de pasiones, cuando besando tu boca, el cuerpo se me estremece mientras  vos tocas mi cuerpo.
Es ansia con que suspiro, cuando te miro el pecho y con un abrazo estrecho te pego contra mi cuerpo para fundirte en mi pecho. Es locura, porque eres el alma mía con la que pierdo el sentido y no hubo pasión en mi vida como esta que he vivido y con esto que me haces sentir,
me siento enardecido. Es un éxtasis total de mi madurez apasionada que me provoca al besarte tan feliz y enamorado,  torbellinos de pasiones fundiéndose en tu mirada.
Con fuegos artificiales te relajas en nuestro lecho y te fundes en mi pecho, suspiras dichoso de amor y te acuno entre mis brazos sintiéndote tan hermoso.
__Te acercas, me miras,  adivino tu deseo  de amarnos, de sentirnos  desnudos los dos en el lecho.  Me quitas la ropa despacio  y entre tus brazos yo tiemblo.  Tus besos que son mi locura,  tu lengua que hurga por todo mi cuerpo.  El roce de nuestras pieles es lento,  suave... intenso  y es un orgasmo eterno  quererte como te quiero.
Sobre mí un cielo de plata amanece y  apareces más presente en mis pensamientos, en la distancia parece el gris del cielo, estar volcando su color en el mar que en el horizonte se confunde con las nubes, así parece confundirse  mi realidad con una ilusión, con la añoranza de tenerte.
Tanto gris, tanto frío en pleno verano me lleva a mirar a un norte distante, donde aparecen tus ojos café como radiante sol de primavera llenando de una luz lo más profundo de mí, obligándole a ver todo lleno de color, hasta el viento algo inquieto que hiela la piel, se siente a suave y tibia brisa… un suspiro que bebo de tu boca.
Descubro así ese poder que tienes sobre mí, sin importar qué cielo o suelo le pintes a tu ojos, en ellos me pierdo y para ti mi alma se desnuda. Me siento un suave viento que viaja entre tus cabellos y tu aroma perfuma mi aire.  
Inevitable es que en mi paso por tus oídos intente dejar una suave melodía de amor.
Piel que me atrae, me absorbe las ansias de habitar en ella por noches y días de pasión. Descubrir allí que mis caricias tienen sobre ella el poder de erizarla… sentir que mis suaves besos pueden provocar una vibración como gota en un estaque que, por debajo de tu piel desordene tus sentidos y que estallen en un gemido.
Ese poder de tus rojos labios que hacen de deseos humedecer los míos, despertando las ansias de batirme en ese duelo de besos que incendien en nosotros la pasión, donde las lenguas compartan de boca a boca ese poder de amor que nos haga  despertar en una infinita locura.
__ Pedro, hoy es día de balance, no un balance cualquiera, ni un día cualquiera, mientras las estrellas comienzan a cobijar a la luna y vos dormitas apoyado en mi regazo dejando toda tu belleza al descubierto, pienso en cada momento que nos tocó vivir, cada momento donde las alegrías y tristezas se mezclan como lo hacen los sentimientos cuando uno está confundido.
Mientras sutilmente arremolino tus lacios cabellos, cataratas de recuerdos vienen a mi memoria desatando sonrisas y lágrimas al mismo tiempo.
Mientras miraba el bello rostro adornado de sutiles arrugas que realzan aún más la belleza de esta hermosa cara  dije susurrándole al oído, fui muy afortunado por tener la dicha de que aceptaras mi propuesta de amor... de que hayamos transitado juntos cada momento de nuestras vidas, sorteando dificultades y disfrutando los bellos momentos , hoy estoy convencido como lo estuve el día que te propuse unir nuestros corazones de que vos sos mi amor y que no cambiaría un solo momento de mi vida porque en cada uno de ellos estás vos.

Sentí sus manos apretar las mías, sentí su dulce voz decirme te amo como el primer día que te vi y juntando nuestras sutiles arrugas nos besamos con la pasión del primer beso y la experiencia de amor que te pueden dar.
__Te amo, Graziani, y tendremos esos hijos, te deseo más que ayer, más que a nadie en mi vida.
__ Dulce pecado que llegas al corazón, estás siempre en mi intuición. Siento tu aroma sexual, esencia mágica especial. Cada movimiento de tu cuerpo, detiene el terrenal tiempo.
Labios de carmesí seductores que a todos los amores podrían atrapar. Coquetería y sutileza, uniendo la total belleza. Sonrisa hechizante brilla como el más fino diamante. Piel delicada y bronceada, por muchos deseada. Cuando caminas todo ojo te mira, tu seducción se admira. Bailas seductoramente, siendo que vos y yo somos un solo ente. Cuando me tocas, mi núcleo palpita sin cesar, el espíritu comienza a gozar. Tus palabras penetran mi alma, brindándome paradisíaca calma. Al besarme me subes al cielo, solo anhelo estar junto a vos.  Al hacer el amor tus gemidos me excitan, al infierno y reino celestial me invitan. Llegando al nuevo renacer, la creación de Dios nuevamente vuelvo a ver. Gracias fuente infinita por el dulce pecado, me convierte en humano y ser alado.

__Tus húmedos besos me han dejado un sabor a miel y tu fragancia me envuelve en un halo  de luz brillante que me eleva en un mar de  sentimientos y me lleva en una corriente que me hace estremecer y acelera mi corazón. Con solo tu recuerdo, viene a mí tu esencia y  tu fragancia que como suave aroma agita el olor candente de la pasión que desbordamos  juntos en cada noche que  hacemos solo  nuestra e interminable. Cada noche llegas a mí como un sueño revelador  de felicidad y con tus fuertes brazos me cobijas  y me haces soñar despierto, me dejas sentir tu  presencia con tu aroma y esa tu fragancia única  como suave perfume que expira en mi rostro  cuando exhalas tus te quiero.
Amor, sigamos amándonos cada noche bajo el  reflejo de la luna como si fuese un juego  prohibido y ya en la quietud, disfrutemos nuestros  aromas y nuestras fragancias dejando que se  entremezclen y con nuestros brazos estrechemos  nuestros cuerpos y abracemos nuestros corazones.  Y es mi deseo despertar en tus brazos cada mañana pero más que ese deseo es
sentirme protegido y amado en ellos.  Es sentir que valió la pena tanto sacrificio de espera.
Es querer vivir cada instante de mi vida a tu lado sin dejar  de amarte un solo segundo.
Es admirarte y elogiarte con la dulzura de mis besos y  caricias. Es susurrarte al oído con la  melodía de mis verbos las travesuras que quiero hacer  contigo.  Es gritar un te quiero y  te amo con todas las fuerzas de mi alma. Es recorrer con mis besos todo el panorama que a mí me pertenece. Soy el que marcó tu piel con el  pincel de mi lengua y te llevó a  conocer mi fuente de primavera  donde nace un rico aroma a seductor. Soy el que provocó en tus ojos una mirada de deseo lujurioso que nutre a tus pupilas de fantasías eróticas.  Navegando por mi mar entras a mi barco. Mides mi espalda palmo a palmo  con tus manos entrelazando tus  dedos en mis cabellos como enredadera bailando tu danza favorita entre mis dos lunares.
__ Excita mi deseo y boca tanto a tu sexo que hace que  expulse tu cremoso elixir  y lo riegues bañando todos mis rincones oscuros que son para ti un tesoro  guardado. Recostado en mi lecho, y aún desvelado, recuerdo tu tímida desnudez y cómo mis labios sedientos se deslizaban por tu cuerpo, embriagándome, y en la agonía profana de tu piel, he gozado de tu recóndito laberinto, y he disfrutado del placer de  escuchar la melodía de silencio, mientras nuestros cuerpos se hacen uno y así saber lo que es amanecer  junto a vos extasiado. Me detengo  en la orilla de mi deseo, donde se cruzan los sentimientos y se anudan los anhelos, donde vuelan los sueños y nacen los ganas, donde susurran los te amo al viento, y el amor se vive en besos, donde amanezco en tu mirada, en esa mirada mágica  y seductora que has creado para mí,  ese mundo tan especial, donde solo vos y yo existimos, donde reina la paz de las caricias, donde las noches son de pasión y los días de sentimientos, donde los suspiros son por tenernos, y donde vos sos mi amor, mi obsesión, mi delirio, mi fantasía, porque sos esa delgada línea  que hay  entre el deseado cielo  y el dulce infierno… Esta noche, me gustaría decirte solo una cosa, que seré el culpable del incendio de esa boca dichosa,  del encanto que se pone tan nervioso en el ritmo del corazón donde el amor se toca. Siendo responsable de hacer sonar cada nota en esa cálida piel donde se detienen las horas deseando  nacer todo aquello que más brota y en un jardín de caricias ver en lo que afloras. Robemos al tiempo que cada segundo nos cobra ese momento en que vos y yo no estemos a solas si ya pagamos bastante construyendo otra obra para instantes después ver caer entre las olas. Voy a ser el causante de lograr lo que no posa en esa vida tuya, en la que Cupido no colabora para que tu nombre junto al mío haga la prosa,  que nuestro destino sea poesía y no más demora. Mas si debo ser culpado, deberé de serlo ahora y poder decirte al oído el cariño que provocas,   que no tengas miedo a abrir la caja de pandora y dar así testimonio al mundo de lo que evocas. Por eso déjame decirte una cosa a ver si cada mañana el sol no tiene que hacer nada pues ya tendrá bastante brillo mi alba si me despierto a tu lado y me habla tu mirada.

Guillermo lo deseaba,  Pedro… también. Solo buscaban y deseaban un pretexto para amarse,  para sentirse el uno  al otro. Y un día Pedro, atreviéndose  y mirándolo a los ojos fijamente  le preguntó: ¿Cuántos besos medirá mi espalda?
Él mirándolo con amor se acercó y comenzó a besarlo,   mientras que susurrándole al oído comenzó a contar. Y en cada beso que él le daba, Pedro iba sucumbiendo ante el amor.
Y se amaron, dejando a un lado su timidez. Al final hicieron lo que hacen las parejas después de hacer el amor.  "Dichosos, se abrazaron y durmieron."
__Me gusta el mundo cuando haces que vuele sin alas, me gusta cuando en la noche llegas apretando amores para entregármelos en mis sueños, me gusta soñar tu risa con mis ojos cerrados, tragar ese nudo al sentir un suspiro ahogado que aprieta mi garganta cuando un beso tuyo traspasa mis infiernos, hoy nadaré solo en el mar de tus sueños, hoy, vuelo de nuevo sin alas en busca de tu cuerpo, hoy, he emprendido el sueño del deseo y te sueño como jamás he soñado, hoy, en mi noche negra muero por tus besos lentos, muero por esos suspiros que hablan de mí, hoy sí que muero por tener tu mirada apasionada perdida en el vértice de mis ojos, más que nunca vida mía hoy me duermo soñándome en tus brazos en el calor de tus besos.
Hoy vida mía siento el deseo y antojo de ti, de tu presencia en mis besos, de tu piel sobre la mía, de escuchar de nuevo tu voz y de tocar tus manos tan solo un momento.
Tan solo un momento amor. Me encanta revivir esos recuerdos, esos momentos tan nuestros en los que con una simple caricia tú y yo ardíamos en deseos, recuerdo esa sensación de
deseo que yo veía en tus ojos  al mirarme fijamente. Recuerdo cada uno de  los instantes vividos a tu lado, los recuerdo con ese fervor  que produce el amor, esas ansias de estar abrazados, besándonos,  cuerpo con cuerpo, piel con piel. Nunca olvidaré el fuego de tu piel, tú y yo, sucedió sin planearlo, así es el amor, fue maravilloso cada minuto a tu lado,  cada caricia, cada beso,  nuestros cuerpos juntos fundiéndose en una pasión sin reservas, un intercambio de caricias, besos, recuerdos grabados en mi piel. Te pertenezco
por derecho divino.
En verdad, los dos caminábamos  en el mismo sentido. Mis ojos se hipnotizaron
al verte. Pude ver más allá  de la belleza externa. Observé lo profundo  de lo interno de tu ser. Hubo una maravillosa conexión, me percaté de algo: Estabas destinado  para mí por derecho divino, el universo conspiraba a nuestro favor, esa noche el destino  tenía un regalo para mí, porque estaba listo a recibir  y no me pude resistir, no creo en la casualidad,  pero sí en la causalidad y esa día aún ocupado, presentía que algo divino  me esperaba.
__ Mi sorpresa fue que al tenerte cerca de mí se activaron todas las fibras sensitivas, se produjo una química increíble e inexplicable, nuestras almas se reencontraban después de una búsqueda  intensa y exhausta. La luz que irradiabas era brillante y única, tus colores y esencia
se transformaron, lucías diferente, pude apreciar tu brillo angelical. La lengua de tu alma
se desataba, fluía,  me hablaba  "soy libre", no le pertenezco a nadie "soy solo para vos amor".
Y decidiste elegirme  porque le di luz y vida a tu existir. Mis mimos  y amor desbordado
te enamoraron aún más. Los diamantes saben a quién pertenecen. Poseen ese don
de escoger su dueño. Y son humildes al hacerlo.
Saben apreciar el ojo que lo observa y la intención que lo  acecha. Soy tuyo por una eternidad. No busco en un hombre la perfección física del canon profundo de esa moda que se impone, de la belleza interior que nadie predispone, ni investigo ojos claros ni oscuros ni redondos ni rasgados, los que de la fábrica matriz traen de serie trasmitidos en la genética, o lo que la química orgánica a su capricho aportó su ADN. No busco, no,  sensuales labios, en la erótica mal pensante del pensamiento obsceno, en las erectas formas de la cavidad bucal que me ahoga y me extermina. Solo unos labios que me besen, me conquisten,  me enamoren y me sonrían, como un gesto amable y cotidiano de su rostro.
Que su frente sea abierta decorada de locuras, de certezas y desaciertos,  pelo suelto aunque no haga viento, con el punto  de sus pensamientos, y libertad para enamorarme cuando usted, predisponga o guste. No, no busco, el cuerpo exacto que defina sus curvas y laderas, forjado de surcos y estrías en el arado de la vida, busco  un hombro donde llorar como un hombre, en silencio, allí, en su jardín de infancia depósito de mis lágrimas.
No requiero ni preciso de pezones erectos y abiertos, como las montañas del erotismo de su fe, con las piedras de sus aureolas escondidas en mis manos, los que en su sexualidad
le aportó la naturaleza,  tentando mis ojos que me incitan y me rozan. Un corazón ajustado
en bondades y sentimientos en la caja torácica, de su pecho.
No busco  noches de lujurias en vacías estructuras en días de olvidos, busco no olvidar mis noches de lujuria, en un sentimiento enamorado del sexo, que el sexo, desnudo se enamore del sentimiento. Busco  los orgasmos que le negaron, los que amordaza en su privacidad y nunca le ofrecieron, los que produce y re produce en soledad, los que su cuerpo armoniza con mi cuerpo, los que su boca predispone en mis erecciones, aquellos, que en su sentir emocional, mi corazón le reclamaba con el argumento de su desnudez... Quiero, quiero de usted esos orgasmos que me gritan y que me llaman desde el fondo de su alma.
Guardo entre la piel y los huesos,  entre el corazón y el alma, esa mezcla de sentir y placer de un orgasmo, que en usted, agoniza en el tiempo hasta la muerte.
__Somos, el cristal a la deriva de las palpitaciones del recipiente de nuestros corazones, contenedores de órganos construido de células, compuesto de átomos que forma nuestro sentir, componentes de cuarzo, en los impulsos de nuestras emociones.
Somos, el circuito cerrado de un río devorado de pasión, apaciguado de sentimientos, la vasija arqueológica de millones de huesos en el calcio del tiempo, el envase plastificado
de nuestra carne golpeada, el frasco decorado con la belleza de la piel, contenidos en el
deposito acuático de los océanos, en ánforas de barro que amoldan las formas.
Somos, el envase de cristal del mundo, una botella a la deriva en el océano del universo
con un mensaje no se sabe, a qué dios, o qué inteligencia superior a la humanidad.
Si yo mismo no lo entiendo cómo lo voy a explicar, pero tengo certezas solo desde que te encontré amor. Cuáles son palabras que expliquen que mis ojos se llenan  de alegría al verte llegar y se apagan tristes  al verte marchar ahogándome en la  tristeza de la soledad. Cómo puedo explicarte que cuando el sonido de tu voz alcanza mi oído  me falta el aire, no puedo
respirar con normalidad. Cuáles son las palabras  que expliquen esta felicidad que mi cuerpo siente cuando leo esos mensajes  tuyos en los que  me haces suspirar pensándote a mi lado
con mis ojos cerrados. Cuáles serán las palabras que he de usar para pedirte  que seas mi esposo eterno, padre de mis hijos,  ese pilar en la vida al que sujetarme con fuerza...
__ A tu lado siempre me quedo  mudo, no encuentro las palabras  para expresarme con claridad, decirte lo que me haces sentir  cada día. Tú sabes explicarme porque sin ti ya  no puedo vivir. Cuando llegas, cuando noto tu presencia, no sé explicarte qué es lo que siento dentro de mí.
Cuando te acercas y reposado, contemplo la sombra de tu cuerpo sobre el mío.
La oscuridad de la noche, aliada, me reconforta, el silencio de las calles, las cortinas que se corren, las luces que se apagan y el volumen de los televisores aminoran.
Ya está todo a punto y tus manos me acarician, vamos sintiendo esa sensación espeluznante que da el amor. Te digo en voz susurrante cuánto te quiero y no me contestas nada, me devuelves todo en un beso ardiente, en esa pasión que te rodea.
Eres precioso, me dices y yo repleto de gozo, me dejo llevar. Me vuelven loco tus palabras  y en un gesto de esos que solo conocen mis brazos, te rodeo para besar tus párpados cerrados.
Me arropas entre los tuyos, y mis labios desgastas a besos hasta cortarme la respiración, quiero asfixiarme en tu boca, quiero que esta noche no acabe, quiero despertar soñando contigo y amanecer queriendo volver a soñarte. Tus ojos son mi locura y el mar donde me reflejo, tu piel, volcán de fuego, donde cada madrugada muero. Cómo ocultarte que tengo fuego  en las manos, si de lejos presiento  las brasas irrumpiendo tu invierno,  muevo los dedos y aprietas los dientes  apresando los deseos, juego con mis  yemas recogiendo la ceniza que dejaste y se humedecen en  tus besos, sacudo  la tormenta de mi cuello y tus manos  desatan tormenta al sentirme.  Escondidos en el secreto avivamos  aún los desaciertos, toco el viento  responden tus silencios, libero mis suspiros,  los atrapan tus pensamientos,  visto mis ojos de inocencia, los desnudas  con ternura sin premura, arranco  un verbo de romance de tu voz
de ángel,  lo desarmas con tus gritos  que piden guerra de piel entre sábanas.
Cómo esconder estas ganas  que tengo, pienso en tu mirada  cauta,  concluyo sintiendo la que penetra con filo de lengua, traigo  tu risa a mi mente,  aparecen tus  gemidos inundando la memoria,  te arropo con amor dulce y cálido,   revive el ímpetu rebelde de los  deseos, ¿será que quemo por dentro,  o eres incendio voraz corriendo?  Si vas a pensarme cierra la cortina  del pudor en tanto abro la puerta, enciende incienso aroma  de tu vientre, mientras inhalo de tu pecho  el humo excitante, no te quedes en la orilla  de la calma, sabías que sentirme y tocarme  no era amenaza, era condena perpetua.
¿Cómo negarme a tus besos que yacen  vivos en mis labios?
¿Cómo negarte a mis deseos si caminan  con paso  seguro?
¿Cómo ocultarnos si aun sin vernos  nos desnudamos?
Inocentes y culpables en la condena  de amarnos, víctimas y victimarios  de caricias con el poder de imborrables.
Esos pensamientos míos  que para muchas personas pueden parecer perversos, sucios e inmorales, para mí llevan tu nombre. Cuando esos pensamientos agolpan mi cabeza y  secan mi garganta solo pienso en ti, en  cada momento que vivimos, cierro los ojos y no puedo evitar
recordarte, veo la figura  de tu cuerpo, siento el sonido de tus jadeos  y el aliento cálido de tu boca golpeando mi cuello, mi cuerpo se estremece. Son esos húmedos pensamientos
que en mi mente surgen  como una película en la  que nosotros somos  los protagonistas,  mis manos acarician tu piel, mis labios recorriendo tu espalda  deteniéndose en los puntos erógenos de inflexión del placer, los puntos donde me detengo, son mis labios provocando erupciones  en lo más íntimo, no puedo dejar de pensarte,  mi mirada recorre tu  anatomía en mi mente,  ahí donde quedaron grabadas  las perversión más perfectas,  esos deseos de tenerte cada noche entre mis brazos para estar  hasta el alba haciéndote  el amor hasta caer  exhaustos de placer...
Cuando te conocí; un baño de lluvia fresca vino del cielo deslizándose sobre mi sinuoso cuerpo, llevándose consigo las tristezas del ayer, calzando mis pies con un río de deseo, dejando en ellos la suavidad de las nubes blancas, me vestí la piel con un terso lienzo bordado con rayos dorados de sol y destellos de luna plateada, peiné mi cabello con luces celestes que de noche brillan en el intocable cielo de los mortales, di color a mis labios con la rosa más roja del jardín eterno y en mi boca yacía un manantial de dulzura más pura que la nacida de un panal. Fragancia de menta y cereza transpiraba cada poro de mi ser perfumando el sutil roce de tus dedos, y en un silente duelo entre ráfagas de viento y estrellas fugaces se perpetuó en la mirada la magia divina de tus ojos de mar profundo.
Estaba extraviado en el cosmos infinito de tu bondadoso amor, enraizado al cariñoso palpitar de tu corazón de fuego, anclado al poderoso conjuro de tu voz soberbiamente varonil y abrazado con vehemencia al cálido suspiro de tu aliento seductor. Me entregaba entero a ti, con la satisfacción de saber que el destino no se equivocó al ponerte a mi lado, amándote y amándome como almas hechas de luz para iluminar el universo, así; así nos amamos, a veces cayendo y otras construyendo, edificado sueños, lavando pecados, olvidando dolores y dejando pasados temores, pintando un futuro de colores y escribiendo en el papiro del tiempo la historia de nuestro inquebrantable amor.


El juez se dirigió con paso cansino al estrado, se sentó, dio un par de golpes con el martillo, e inició su actuación de aquella mañana, mientras de soslayo observaba a Belén que para cuando se produjo la pausa de mediodía, le costó Dios y ayuda llegar hasta el despacho. Los niños ya llevaban ocho días de atraso, eran tres, se presumía que un par de uno y el otro con genes paternos del otro. Ya tenían todo organizado en la casa, Belén llevaba meses viviendo con ellos, ya era como una hermana, y a su vez no quiso entrar en licencia. Cuando Guillermo acudió a recogerlos, Pedro la ayudó a llegar al coche.

__ ¿Cómo les ha ido hoy? _ preguntó, mirando orgulloso a su esposo.

Había sido un periodo maravilloso para ambos, incluyendo aquellos días de propina, aun disfrutaron de la inseminación, y mucho más de la emoción de cada control luego de la confirmación del embarazo, y cada fin de semana reveían las ecografías embelesados.
__Bien _dijo, Pedro que a veces trabajaba en la casa con su secretaria __, el veredicto ya está a punto de ser emitido. Creo que dejaremos de trabajar a finales de semana tanto si los niños llegan como si no. ¿A ti qué te parece?

Guillermo sonrió mientras tomaba el camino a la casa, ya habían armado las dos habitaciones, y hasta las sillitas estaban ya en el coche.

__Me parece una idea estupenda, yo ya quiero estar junto a la mamá, y a ella le vendría muy bien descansar.

En verdad no hubo tiempo para ello. Belén rompió bolsa esa misma tarde, y asustada llamó a los papás. Ya sabía lo que iba a ocurrir, pero al ver que llegaban ahora hubiera querido escapar, aunque no tenía dónde. Su cuerpo le seguiría donquequiera que fuera.
Pedro de súbito estaba tan asustado como ella, y fue Guillermo el que fue a llevar tranquilidad.

__Todo saldrá bien, tranquilos.
__ ¿Y cómo la sabes? _ dijo la mamá__. ¿Y si deben hacer cesárea? Tengo cien años y son tres.

__En realidad son solo cuarenta, ¿quieres descansar un rato o prefieres ir ahora al hospital?
A poco de la pregunta, las contracciones se iniciaron, casi inmediatamente de haber roto  aguas.
__Prefiero quedarme aquí _respondió ella  jadeando.

Guillermo llamó al obstetra, mientras Pedro la acompañó a la cama y esbozó una sonrisa tratando de tranquilizarla. Iba a ser una gran noche para los tres y esperaba que todo saliera bien. Confiaba mucho en que así fuera. Se habían preparado los tres en el cursillo, y los papás deseaban estar a su lado cuando llegara el momento. Se lo habían prometido y lo esperaban con ansias.
A medianoche la mamá  se durmió un rato, después despertó algo más tranquila. Miró sonriendo a los papás y Guillermo comenzó a controlar el tiempo entre contracciones. Hacia las dos volvió a llamar al médico y este dijo entonces que se trasladaran a la clínica. Pedro tomó el bolso que prepararon entre los tres y dormía la espera desde hacía dos semanas y la ayudaron a subir al coche. Y cuando llegaron al hospital, la ayudaron a bajar del auto y a entrar al edificio. La mamá apenas podía dar un paso, las contracciones la obligaban a hacer un gran esfuerzo, pero esos dolores no eran nada en comparación a los que comenzó a experimentar tres horas más tarde. No esperaba que el proceso fuera tan doloroso. A las ocho, aún no había nacido ninguno de los tres. El sol brillaba alto en el cielo, y Belén seguía jadeando con el cabello húmedo y los ojos desorbitados, mientras Guillermo y Pedro le aferraban las manos y no apartaban la mirada de ella que los miraba como si pudieran ayudarla,  mas ellos solo podían respirar al unísono, y decirle palabras de lo orgullosos de ella que estaban.
La trasladaron a la sala de alumbramientos, levantaron y aferraron las piernas, mientras ella pensaba que era el dolor más insoportable que jamás hubiese experimentado. Tuvo la sensación de que se ahogaba mientras aferraba las manos de los papás y el médico la instaba a empujar, había sido ella la que rechazara la anestesia pero creyó entonces que no podría resistirlo. Quería…

__Veo la cabecita. ¡Dios mío, Guille! Está aquí _exclamó, Pedro.

Guillermo lanzó un grito de júbilo al ver aparecer de repente una carita colorada. Belén los miró y dio un tremendo empujón que expulsó a la primera criatura hacia fuera, era un varón,  muy parecido a Pedro. El médico lo recibió en sus manos y enseguida comenzó a llorar pero sin tiempo asomó la nena, mientras ataban y cortaban el cordón al primero, y lo limpiaban, y detrás expulsó con un grito gutural que sobresaltó a todos al último, otra nena.
Al fin Belén lloraba y reía intentando incorporarse pero los papás se arrimaron  con los ojos anegados a acariciarle el rostro y reconfortarla, y esperaron que limpiaran y aspiraran a los tres niños, que al fin desde los brazos de ellos llegaron a la mamá.

__Ahí tienen a sus hijos, al parecer mellizos Beggio y una nena Graziani doctores.
Tras el gran esfuerzo realizado, Belén los observó con expresión victoriosa.
__Has estado, maravillosa _ le dijo, Guillermo con voz ronca y rostro ceniciento, mientras Pedro se inclinaba para besarla en la mejilla con ternura.

Pedro no atinaba a hablar. Estaba impresionado por lo que acababa de ver pese a las veces que Guillermo le habló del parto de Fabián. Era el mayor milagro que jamás hubiera presenciado, y los papás miraron a sus hijos radiantes de felicidad. A los cuarenta años de la madre y de Pedro, a los cincuenta y uno de Guillermo se habían animado a dar vida, Pedro supo que había al fin conseguido todo lo que quería, Guillermo había tenido razón. Se le llenaron de súbito los ojos de lágrimas mientras extendía las manos hacia su marido luego de depositar suavemente a los bebés en los brazos de la mamá, y a uno en el vientre.

__! Qué hermosos son! _ dijo ella emocionada__. Gracias.

__No __dijo, Guillermo, gracias a vos.

__Tú eres hermoso cielito,  el esposo más hermoso del mundo, aunque esos dos, no se quedan atrás.
__Ni la tuya, amor, se parece a Fabián también.

Los niños habían llegado al mundo rodeados de amor, y Pedro al nene quiso llamarlo con el nombre más querido para él, el del amigo que ya no estaba, y ambos acordaron que sería Alberto Damián Graziani Beggio, en cuanto a las nenas, serían Sofía y Macarena.

Belén pensó que jamás quería volver a pasar por aquella experiencia, aunque se alegraba de haberla vivido una vez. Ellos permanecieron a su lado hasta que se quedó dormida, mientras los niños dormían apaciblemente en las cunitas que habían colocado a su lado.

--Te amo, Guille.
_Ssssh… No los despiertes ahora. Yo también te amo.

Ese cosquilleo que me causabas al desatender tu ropa en el regazo de mis piernas,  eran tensos segundos de penuria para mi alma que te hacía el amor aún sin hacerlo. Mi corazón era un cúmulo de tentaciones cuando caminabas por los recovecos de mi casa y desnudo
dejabas todo al descubierto tras de vos, sobre mí.  Era ese pecado de tenerte ahí a mi lado lo que me irritaba sobre manera, porque te me volvías eterno en las sábanas y efímero en las horas.
Solo me quedaban esos miedos cuando eras vos cielito precioso travieso, la roja señal de alerta que me despertaba esos fieros temores de mi piel  que te buscaba, te hacía mío.
No puedo dejar de sentir el aliento de tus labios rosados  que me hacen experimentar sensaciones desdibujadas en la sensualidad, llenas de completa sexualidad.
__
Mientras los meses trascurrían y disfrutaban de los trillizos a Pedro le vino el recuerdo de Alberto, de la simpática casita que había compartido con él y con Gaby, en los años de facultad, entonces tan jóvenes, de la comuna hippie que visitó en compañía de su primer novio, al que ahora, acababa de ver en una foto de un expediente judicial. Volvió a mirarle, se había convertido en un adulto de cuarenta y cinco años  y seguía luchando en revueltas y atentados por ideales equivocados. ¡Qué lejos habían llegado todos! Según los documentos ese hombre era un terrorista y él era juez. La vida era extraña y un camino interminable.
Beto  la había perdido y ya los hermosos momentos compartidos estaban un poco empañados, algunos otros amigos habían muerto, otros olvidados, otros  perdidos como Matías, y otros ocupaban lugares en sus vidas. Como esa secretaria que fue mamá y ahora además se sentía parte de la familia, y sus tres hijos que no  paraban de asombrarlos. No había perdido su trabajo ni se había resentido para ninguno, aunque cuando cada día  se separaban de ellos un dejo de tristeza los embargaba, era tan dulces que les encantaba pasar las tardes con ellos. Salían a dar largos paseos y se emocionaban a cada pequeño progreso. Muchas veces Belén y la nana los habían llevado a los despachos. Era una vida tranquila y reposada, Pedro no la había conocido jamás hasta conocer a Guillermo. Seguía amando los juicios, jurados y decisiones, las jornadas transcurrían con prisas pero eran mayores las ansias de regresar a casa para reunirse con los niños y Guillermo que a veces regresaba antes  y lo esperaba, jugando con los trillizos en la alfombra. Guillermo se comportaba como si fueran los primeros, aunque Fabián ya los había visitado y supieron que Valeria esperaba al segundo.
Belén gozaba de momentos compartidos, y otros a solas y de intimidad con sus hijos cuando los amamantaba de madrugada, silenciosos momentos de amor con los que sabía contribuiría a la felicidad de ellos.

Pedro pensaba en todo cuando elevó la mirada y tropezó con la dulzura en los ojos café, le dirigió una sonrisa y después rechazó ocuparse del caso, ordenó una pausa para el almuerzo y se reunió con su esposo en el despacho.

__ ¿Quién era ese? __preguntó, Guillermo. Pensó que el trabajo de su esposo era más entretenido que el suyo.

__El nombre no te dirá nada, pero le conocí cuando estudiaba.
__ ¿Un amigo tuyo? __preguntó irónicamente, Guillermo.

__ Pues sí, tanto si lo crees como si no.
__Has recorrido un largo trecho amorcito. Sos un juez estupendo, además del mejor esposo, y compañero, y un padre divino.
__Porque te hallé a ti.

Intercambiaron una mirada de amor que terminó en un beso. Y en otro, mientras a su modo los dos le daban las gracias a su buena estrella por el camino recorrido y el hombre hallado en él, por las sabias decisiones adoptadas paso a paso.
Pedro había empezado una carrera, pero sin tener un hombre y sin ningún hijo ni siquiera en mente. En el presente lo tenía todo: al hombre que amaba, la carrera y tres hijos. Fue añadiendo poco a poco, como arreglando un ramillete de flores silvestres, cometió errores en sus elecciones pero jamás amó a otro que no fuese… Guillermo Graziani. Y ahora los dos tenían las manos llenas y el corazón rebosante de gozo, tras haber conseguido al fin, recorrer todo el círculo de la vida.

FIN.
HECHOS Y PERSONAJES SON FICTICIOS.
 CUALQUIER PARECIDO CON LA REALIDAD ES COINCIDENCIA.
LENGUAJE ADULTO.
 ESCENAS EXPLÍCITAS.

32 comentarios:

  1. Isabel Una hermosura y bellos. Muchas gracias.

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  2. Myriam Exactamente eso ocurre cuando el amor es "el amor", no hay tiempo que lo haga olvidar, no hay distancia que lo destruya. Sinceras felicitaciones!!!

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  3. Moises La locura viene cuando menos la esperas, pero si viene que sea de amor .

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  4. Leticia Son los sentimientos , que priman sobre la razón . Instantes de permitirse dejar ir-

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  5. Sol Urvino Bueno, lo logre... Tomalo con calma, EVE, en cierto modo tambien es un Desafio, en nuestra vida y en la Tuya, tambien. Hermoso capitulo, Te Quiero...!!!

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  6. Raquel Sanchez Eve me he estado poniendo al día con las historias y ya hoy llegué ,hermoso, ..genial todas como siempre

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  7. Myriam Adelai ESO ES EL VERDADERO AMOR,, MÁS ALLA DE LO IMPOSIBLE,,

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  8. Carina Bellísimo! Realmente es un amor único! No puedo más de amor por ellos!

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  9. Veronica Lorena Piccinino Hermoso final Eve Monica Marzetti... Gracias 💖

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  10. Una belleza esta historia Eve...Me encantó en todo sentido...Por fin el amor y la dicha total fueron de la mano sin tener que luchar contra tantos inconvenientes y tanto dolor...Gracias Eve por esta caricia al alma que es Letrados...

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